Guía de Protección Integrada: VIÑAGUÍA DE LA VIÑA Para la preparación de esta guía se ha recogido la información de tres plagas y tres ... Guías Protección Integrada viña

Coordinador: Socios:

Guía de Protección Integrada:

VIÑA

Con la contribución del instrumento financiero LIFE de la Comunidad Europea

01/04/2017 www.agrointegra.eu 2 | 14

Guías Protección Integrada viña

GUÍA DE LA VIÑA

Para la preparación de esta guía se ha recogido la información de tres plagas y tres

enfermedades.

Plagas:

Araña amarilla (Eotetranychus carpini Oud)

Piral de la vid (Sparganothis pilleriana Schiff.)

Polilla del racimo (Lobesia botrana Den. y Schiff.)

Enfermedades:

Botritis de la vid (Botrytis cinerea Pers.)

Mildiu de la vid (Plasmopara viticola Berl. y de Toni)

Oídio de la vid (Erysiphe (Uncinula) necator Burr.)



Plaga Descripción/ciclo Sintomatología /

Daños Medidas

preventivas Medidas de seguimiento

Período de vigilancia

Medidas alternativas

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Fitosanitarios

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Bioplaguicida

Fitosanitario convencional

La araña amarilla es un ácaro de pequeño tamaño, con cuatro pares de patas. La hembra es de color amarillo y ovalada y presenta varios puntos negros a ambos lados del cuerpo, característica que permite diferenciarla respecto a la araña amarilla común. Los machos son algo más pequeños, alargados y piriformes. Los huevos son esféricos, lisos y translúcidos. Las hembras hibernan bajo la corteza de las cepas, lugar que abandonan antes de la brotación para instalarse en las yemas en el desborre. La puesta se inicia diez días después de la salida de la hibernación. Los huevos son depositados en el envés de las hojas, junto a las nerviaciones.

Los ataques precoces provocan una brotación lenta con acortamiento de entrenudos, deformación de las hojas y reducción del tamaño de los racimos. Durante el verano, los daños de esta plaga se manifiestan en forma de manchas amarillentas en variedades blancas y rojizas en las tintas.

Evitar exceso de azufre en espolvoreo.

Para medir la densidad de la plaga, se toman 100 hojas al azar a diferente altura a lo largo del sarmiento según el estado fenológico en que nos encontremos. Con ayuda de una lupa se determina el porcentaje de hojas ocupadas por aro. Existe otro método denominado “muestreo secuencial”, que permite reducir el tamaño de muestra y simplificar la medida de la densidad de la plaga.

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Tratar con acaricidas específicos autorizados en el Registro de Productos Fitosanitarios, teniendo en cuenta el efecto de los insecticidas sobre los depredadores naturales. El umbral de tratamiento se sitúa en el 60% de hojas ocupadas. Utilizar volúmenes altos de caldo para mojar bien el envés de las hojas.

Establecimiento de zonas de compensación ecológica (cubiertas vegetales, setos…) que permiten el incremento de enemigos naturales.




Daños Medidas





Fitosanitarios

Si el ataque es severo, estas manchas puede llegar a ocupar todo el limbo, manteniéndose las nerviaciones verdes y las cepas pueden sufrir defoliaciones prematuras.

En caso de que no se pueda realizar esta valoración, se debe tratar tras la observación de los primeros síntomas, y si hubo problemas el año anterior se tratará al desborre de la vid.

En parcelas muy problemáticas puede realizarse un tratamiento insecticida inicial para reducir el nivel de plaga

Figura 1. Adultos de araña amarilla Figura 2. Sintomatología por daño de araña amarilla Figura 3. Huevos araña amarilla




Daños Medidas




los fitosanitarios

Fitosanitarios

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Bioplaguicida


La piral es una plaga cíclica, ocasionada por un lepidóptero. Las larvas son de color amarillento con la cabeza negra. Posteriormente, presentan coloraciones verdosas y pueden llegar a alcanzar de 2 a 2.5 cm de longitud. Las crisálidas miden de 1 a 1.8 cm y son de color marrón. El adulto es una mariposa de 1.5 cm de longitud, con alas de coloración pajiza en la hembra y con bandas más oscuras en los machos. Los huevos los deposita agrupados en ooplacas de unos 60 huevos en el haz de las hojas más viejas. Las larvas salen de las puestas en junio y se refugian bajo las cortezas de las cepas pasando parte del verano, otoño e invierno en diapausa. En primavera abandonan sus refugios escalonadamente y se instalan en la parte terminal de los brotes alimentándose de hojas y racimos desde la brotación hasta el cuajado. Alcanzado su máximo desarrollo, se transforman en crisálidas de donde saldrán los adultos. Tiene una generación anual

Los daños son ocasionados por las larvas. Las hojas más viejas aparecen agujereadas y las más jóvenes dobladas y unidas por hilos sedosos.

Al comienzo de la primavera observar la presencia de larvas de primer y segundo estadio.

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Priorizar tratamientos con bioinsecticidas

Tratar con productos autorizados en el Registro de Productos Fitosanitarios.

En los racimos forman glomérulos que pueden afectar a la producción

Realizar estas observaciones en cepas marcadas por la presencia de puestas durante el verano anterior.

Tratar las larvas a la salida de sus refugios invernantes. Según los estados fenológicos se establece el umbral de intervención: • Estado D (hojas incipientes): 5 larvas por cepa • Estado F (racimos visibles): 10 larvas por cepa • Estado G (racimos separados): 12 larvas por cepa Si se superan los umbrales indicados se aplicará un tratamiento trascurrido un mes desde el estado fenológico D (hojas incipientes). Si las poblaciones son muy altas se realizan dos tratamientos el primero a los 22 días del estado D y el segundo 14 días después del primero.

Al final de la primavera será necesario controlar el vuelo mediante la utilización de trampas.



Figura 4. Adulto macho piral Figura 5. Larva piral

Figura 6. Salida larvas piral



Plaga Descripción/ciclo Sintomatología / Daños Medidas



Medidas alternativas a

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Fitosanitarios

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Bioplaguicidas

Fitosanitarios convencionales

Pequeño lepidóptero de la familia de los Tortricidos, de unos 6mm de longitud y 12mm de envergadura. Se trata de la principal plaga del cultivo de la vid. Los huevos son de forma lenticular y aplanados, de unos 0,8 mm de diámetro y su coloración varía de tonos blanquecinos a tonos amarillentos. En momentos anteriores a la eclosión se pueden observar pequeños puntos negros que corresponden a la cabeza de la larva.

Los daños iniciales son realizados directamente por las orugas. Los adultos ponen los huevos de la primera generación sobre las brácteas que cubren los botones florales y las orugas forman los glomérulos. Las mariposas de la segunda y tercera generación ponen los huevos directamente sobre las bayas del racimo.

El control se lleva a cabo mediante trampas con feromonas y posterior conteo de huevos sobre las bayas.

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Método biotecnológico: Confusión sexual

Priorizar tratamientos con Bacillus thuringiensis

Tratar con productos autorizados en el Registro de Productos Fitosanitarios.

El tratamiento de la primera generación es opcional, determinado por las condiciones del cultivo y la evolución de la plaga. La segunda generación se tratará cuando se observe un 10% de los racimos con puesta. El tratamiento de la tercera con un 5% de racimos con puesta.

Las orugas pasan por cinco estadíos larvarios, variando de 1 mm al nacer a 1 cm antes de crisalidar. Pasa el invierno en forma de crisálida en la corteza de la cepa. Esta plaga en Navarra presenta tres generaciones, pudiendo llegar a cuatro en la Ribera en años determinados.

Cada oruga penetra en los frutos produciendo heridas, con pérdida de cosecha de poca importancia, y que facilitarán la infección de otras podredumbres, que sobre todo perjudican la calidad de la uva.



Figura 7. Larva segunda generación de Lobesia botrana Figura 8. Larva tercera generación de Lobesia botrana

Figura 9. Adulto de Lobesia botrana



Enfermedad Descripción/ciclo Sintomatología /

Daños Medidas



Medida alternativa a

los fitosanitarios

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Bioplaguicidas Fitosanitario convencional

La botritis o podredumbre gris es una enfermedad causada por un hongo cuya incidencia es mayor en zonas húmedas, o si se dan las condiciones favorables (lluvias) durante el período de maduración. El hongo inverna fundamentalmente en forma de esclerocios o como micelio en la corteza y en las yemas. En primavera los esclerocios y/o micelio producen conidias, fuentes de inoculo para la infección. La penetración de estas conidias se produce a través de los estomas o a través de heridas. Una vez en el interior de los tejidos tiene lugar la descomposición de éstos. Las conidias son diseminadas por el agua y el viento y su número aumenta desde el desborre alcanzando su

El hongo ataca principalmente los racimos. Durante el periodo de floración-cuajado el hongo puede invadir las inflorescencias que se pudren y caen. A partir del envero las uvas se infectan directamente a través de la epidermis o de heridas causadas por insectos, oídio u otros. Además, el desarrollo de la podredumbre se ve favorecido por condiciones de elevada humedad y por aspectos varietales como la compacidad de los racimos o el grosor de la epidermis Los ataques en ambos periodos pueden ocasionar una disminución importante de

Manejo adecuado del cultivo y medidas que favorezcan la ventilación (podas, deshojado…)

Se debe realizar un seguimiento y control de la temperatura y la humedad. Éstas determinan el riesgo para el desarrollo de la enfermedad. Ye

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Se debe actuar de forma preventiva con productos autorizados en el Registro de Productos Fitosanitarios, en función de las condiciones meteorológicas y de la sensibilidad varietal.

Embolsado de variedades tardías

Es posible combinar el tratamiento fungicida con una labor de deshojado para mejorar la eficacia de control y como estrategia de reducción de dosis de fungicida.



Enfermedad Descripción/ciclo Sintomatología /

Daños Medidas



Medida alternativa a

los fitosanitarios

Fitosanitarios

máximo valor durante el envero y maduración.

cosecha y de calidad. Los ataques en hojas no son tan importantes y pueden aparecer manchas necróticas localizadas en el margen del limbo.

Figura 10. Daños de Botrytis cinerea



Enfermedad Descripción/ciclo Sintomatología / Daños Medidas





Fitosanitarios

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Bioplaguicidas


El mildiu es una enfermedad causada por un hongo (endoparásito obligado) que ataca a los órganos verdes de la vid. El hongo inverna en forma de oospora en los restos vegetales del cultivo del ciclo anterior. En primavera, con las condiciones adecuadas de humedad y temperatura, las oosporas germinan y emiten esporangios que llegan a las partes verdes de la planta liberando las zoosporas que penetran en los tejidos Tras la fase de incubación, se hacen visibles en el envés los conidios del hongo que producirán contaminaciones secundarias que se sucederán a lo largo del periodo vegetativo.

La gravedad de los ataques viene determinada por las condiciones ambientales y la sensibilidad varietal. El hongo ataca principalmente a hojas y racimos. En primavera, y con condiciones favorables, puede producirse la infección primaria, observándose una mancha de aceite en el haz de las hojas y pelusilla densa y blanquecina en el envés. Esto corresponde con la etapa de esporulación del hongo. Las infecciones secundarias presentan la misma sintomatología. Al final del periodo vegetativo las manchas se tornan angulares en forma de mosaico y de color pardo-rojizo. Los racimos atacados presentan curvatura característica del raquis en forma de “s” y


Detectar primeros síntomas sobre hojas y racimos, revisando varias cepas a partir de los 10-15 cm de brote. Ye

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Tratar con productos autorizados en el Registro de Productos Fitosanitarios. De forma general se puede realizar una aplicación preventiva al inicio de la floración. A modo orientativo, la infección primaria suele producirse en primavera. Especial riesgo cuando ocurre lo que se denomina la “regla de los tres dieces”. Temperatura superior a 10-12 ºC, lluvias superiores a

Evitar exceso de fertilización nitrogenada y exceso de vegetación

Utilizar estaciones meteoro-lógicas y modelos de predicción de riesgos adaptados a cada zona.

No realizar laboreo cuando se dan condiciones para la infección








Fitosanitarios

pueden llegar a secarse en su totalidad. A partir del estado fenológico tamaño guisante, las bayas se arrugan y desecan y no hay esporulación. Esto se conoce como mildiu tardío o larvado.

10 mm y brotes de viña entre 10-15 cm.

Figura 11. Ataque de mildiu en floración Figura 12. Síntomas de mildiu en hoja Figura 13. Mildiu larvado en racimo








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Bioplaguicidas


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El oídio de la vid es una enfermedad endémica provocada por un hongo ectoparásito que inverna en las yemas (micelio) y también en los sarmientos, hojas y corteza de las cepas (cleistotecas). El hongo puede desarrollarse a partir de 5ºC y detener su desarrollo a 35ºC, por lo que desde que se produce la brotación, el micelio de las yemas puede invadir los órganos que se vayan formando.

En hoja los síntomas iniciales se manifiestan por manchas de aceite de pequeño tamaño en el haz con puntitos y manchas difusas pequeñas en el envés. Las hojas se recubren de un polvillo blanco ceniciento que puede afectar a parte o a toda la hoja, estas hojas se encorvan hacia el haz en forma de teja invertida. Los daños más importantes se producen en racimos, recubriendo los granos con el polvillo blanco característico. Cuando se va engrosando el grano, el oídio produce su agrietamiento.


Detección de los primeros síntomas sobre hojas y racimos.

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Considerar medidas preventivas

Tratar con productos autorizados en el Registro de Productos Fitosanitarios. Debido a la gravedad de esta enfermedad se debe actuar de forma preventiva. Los tratamientos deben iniciarse en el periodo de floración y extenderse hasta que finalice el periodo floración- cuajado-engorde. Es posible combinar el tratamiento fungicida con una labor de deshojado para mejorar la

Evitar exceso de fertilización nitrogenada y exceso de vegetación

La lluvia puede producir la liberación de las ascosporas contenidas en las cleistotecas.

Puede afectar de forma importante tanto a la cantidad de cosecha como a su calidad, al facilitar la penetración de podredumbres.








Fitosanitarios

eficacia de control y como estrategia de reducción de dosis de fungicida

Figura 14. Ataque de oídio en floración Figura 15. Manchas de oídio en brote Figura 16. Oídio en racimo

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