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Guerra y dominio del espacio: la guerra interior española de 1 936-1 939 en su proyección espacial subsiguiente * Joan-Eugeni SÁNCHEZ La concreción de la lucha entre los poderes correspondientes a unida- des sociales distintas pasa por la apropiación del espacio. Esta lucha de- riva en guerra cuando se plantea de forma cruenta. En este sentido toda guerra, en primera instancia, no es más que una pugna por el domi- nio-apropiación de un espacio para, posteriormente, adecuarlo a los ob- jetivos del grupo social que lo consiga. Después se producirá a nivel ideo- lógico, productivo, religioso, o cualquier otro, una readecuación del territorio y de las personas que en él habitan. Pero, previamente, habrá sido preciso el dominio territorial como condición sine qua non. En tér- minos de relaciones de poder sobre un espacio, interesa darse cuenta de que siempre comportará, como paso previo, un dominio territorial, de que siempre también, por lo menos lo ha sido hasta ahora, la guerra es el acto violento y cruento máximo de lucha por la apropiación física de un territorio, a fin de imponer en él el dominio de una formación social políticamente configurada, frente a otra que también quiere ocupar el mismo territorio, o bien que no quiere peixlerlo. Es decir, en misma, la guerra es el proceso cruento de apropiación y control de un territorio cuando no ha sido posible conseguir su domi- nio por otros medios. Ello vale, tanto para las guerras entre Estados, como para las guerras interiores a un Estado, aquellas que comunmente se denominan como guerras civiles y que en este contexto cabe calificar como guerras inte- riores. * Quiero dejar constancia de tui agradecimiento al Dr. Horacio Capel por su interés, y por las sugerencias y críticas aportadas al presente artículo. Debe quedar claro que la res- ponsabildad última de las afirmaciones contenidas d~ben achacárseme exclusivamente. Anales de Geagrafia de la Universidad Complutense, núm. 6. Ed. Unte. Complutense, 1986

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Guerra y dominio del espacio:la guerra interiorespañolade 1 936-1939 en suproyecciónespacial

subsiguiente*

Joan-EugeniSÁNCHEZ

La concreciónde la luchaentrelos poderescorrespondientesaunida-dessocialesdistintaspasapor la apropiacióndel espacio.Esta luchade-riva en guerracuandoseplanteadeforma cruenta.En estesentidotodaguerra, en primera instancia, no es más que una pugnapor el domi-nio-apropiaciónde un espaciopara,posteriormente,adecuarloa los ob-jetivos del grupo socialque lo consiga.Despuésse produciráa nivel ideo-lógico, productivo, religioso, o cualquier otro, una readecuacióndelterritorio y de las personasqueen él habitan.Pero,previamente,habrásido precisoel dominio territorial como condiciónsine qua non. En tér-minos de relacionesde podersobreun espacio,interesadarsecuentadeque siemprecomportará, como pasoprevio, un dominio territorial, dequesiempretambién,por lo menoslo ha sidohastaahora,la guerraeselactoviolentoy cruentomáximo de luchapor la apropiaciónfísica deunterritorio, a fin de imponer en él el dominio de una formación socialpolíticamenteconfigurada, frente a otra que también quiere ocuparelmismo territorio, o bienqueno quierepeixlerlo.

Es decir, en sí misma,la guerraesel procesocruentode apropiacióny control de un territorio cuandono ha sido posibleconseguirsudomi-nio por otrosmedios.

Ello vale, tantoparalasguerrasentreEstados,como paralas guerrasinteriores a un Estado,aquellasque comunmentese denominancomoguerrasciviles y que en estecontextocabecalificar como guerrasinte-riores.

* Quiero dejar constanciade tui agradecimientoal Dr. HoracioCapelpor su interés,y

por las sugerenciasy críticasaportadasal presenteartículo. Debequedarclaroquela res-ponsabildadúltima delasafirmacionescontenidasd~benachacársemeexclusivamente.

Anales de Geagrafia de la UniversidadComplutense,núm. 6. Ed. Unte. Complutense,1986

226 Joan-EugeniSánchez

Estas reflexiones,contenidasen un trabajo anterior’ dan pie paraadentrarseen el análisis de un casoconcretode guerrapor el dominioterritorial dentro de un ámbito estatal. En lo que sigue propondréunaaproximacióna la interpretaciónde la guerrainterior españolade 1936-1939, analizada,precisamente,desdela perspectivaespacial,a través,tantodel conocimientodelas causasquegeneraronel conflicto por el do-minio del territorio interior de España,como por el estudiode las ac-tuacionesespacialesuna vez finalizadoel conflicto. Creo interesanteintroducir esteúltimo aspectoreferido al procesoespacialposterior,porcuantopuedeponeren evidencialas motivacionesrealesqueguiaronla decisiónde iniciar el conflicto por partede losque terminanganandola guerra, ya que esdondese pondráde manifiestoel procesode reade-cuaciónespacialen basealosobjetivosdel bloquevencendor.

Convieneaclararque las páginasquesiguenno pretendenserni unaaportaciónerudita, ni un análisis histórico global en el sentidoclásico.No se trata,por tanto,de un articulo sobrela historiadel conflicto arma-do entre1936-1939;tomadoen estesentidoseguramentepodríantildarsede simplistasalgunasafirmacionesen él contenidas.Lo quepretendoesintroducir, en la limitada extensiónde un artículo, algunasconsidera-cionessobreel tratamientodel espaciocomovariableen todaguerra,as-pectoque considerofundamentalparaalcanzarsucomprensión.

Convienetambiénseñalarquepor espaciodeberáentenderseel ámbi-to territorial sobreel que dos grupossocialespretendenestablecersudominio simultáneo.En estecasoatravésde unaguerra.Quedapor tan-to fuerade estaconsideracióndc espacioeí territorio concretoen sudi-mensióngeoestratégicaa lo largodel conflicto.

1. LA LUCHA PORLA HEGEMONíA: LA GUERRA

Por lo que acabode señalar,es evidenteque no me interesaaquí laguerraen cuantoconflicto global, sinosolamenteresaltary distinguir enella los aspectosmás significativos para la articulación espacialresultan-te. La etapacomprendidaentre 1936 y 1939 correspondea un periodoque,desdela óptica dela posteriorarticulaciónespacial,podemosconsi-derarcomo un todo, dadoquecomprendeel cruentoprocesode traspa-so, sobreel espacio,del poderpolitico desdelas legitimasmanosde la

11a

Repúblicaal NuevoOrdenfranquistainiciado con la sublevaciónmilitarel-lS dejulio de 1936.

Se trata de la ponenciaEspacioy poderen uno perspectivageopolítica,en: GARCíABALLESTEROS,A. (Coord.),Geografíay marxismo,Madrid, Ed. de la UniversidadComplu-tense,1986,p. 309.

Guenay dominiodel espacio:la guerra interior española... 227

La IP Repúblicarepresentabauna opción transformadorade la for-mación social españolaal conllevar entre susobjetivos, de una formamáso menosconcreta,y con evidentespuntosde vista diferenciados,elimplantar un nuevo modo de producciónhegemónicoa escaladel Esta-do, al cualpuededenominarseprofesionalmentecomo «mododeproduc-ción socialistas’>,2,aunqueesta denominacióndebatomarsecon todaslas reservas,tanto por el conceptoen sí, como por la diversidadinternade objetivos,como señalarémás adelantaLo queparececlaroes quesepretendíasuperarunaformación socialconfiguradacomo capitalistaentantoqueintegradaen el contextogeoeconómico dominadopor el merca-do capitalista,aúncuandoen su interior la burguesíacapitalistano hu-biesealcanzadoa imponersehegemónicamentefrente a la fracciónpre-capitalista. Por tanto, debemostener muy presenteque el inicio delconflicto no es sólo, ni fundamentalmente,la respuestaa unasituaciónde «desorden»social,ni unaoposiciónniataquea unaforma de Estado—la republicana—,aúncuandoparaalgunoséstepudieseserun aspectoimportanteo único. Se trata, en esencia,de la oposiciónaquese implan-ten unas nuevasrelacionessocialesde producciónque, al tiempo queembrionariamentepretendensustituir a los modosde producciónvigen-tes, cuestionanlos principios legitimadores—y por tanto ideológicos—que los sustentan.En estecontexto la Iglesia Católicaaparececomo ladefensora«a ultranza>’ de la propiedadprivada como modelo social,frente a un nuevo modeloque seasienta,básicamente,sobreunasrela-cionessociales«socialistas»que implican por suparte, como principio,la desapariciónde la propiedadprivada.Así las cosas,la IglesiaCatólicase convierte en uno de los enemigosmás importantesde la República,tantocomo sosténideológico,ademásdecomo propietario«privado’> debieneseconómicos.

La Repúblicarepresenta,pues,un doble nivel de cambiosocial.Si entanto queRepúblicapuedesuponerun avancehacia la consolidacióndela revoluciónburguesa—en la medidaen queel poderpolítico entraenunavía democráticaquelimita el papelde la noblezamonárquica—,encuantoque «repúblicaproletaria>’ superaa la propia burguesía,negán-dole la posibilidad deconsolidarsu«revoluciónburguesa’>.Sin dudaes-to fueunafuentede contradiccionesy conflictos internos.

Pero, además,y esto es importante para nosotros,se da al mismo

2 Utilizo el término «mododeproducciónsocialista” comoconceptoprovisional, dadoque estápor ver si su implantaciónhubieserealmentesignificado tanto una transforma-ción de las relacionessocialesdeproduccióncomo,y aquí sehalladesdemi punto devistael aspectoesencial,delasfuerzasproductivas.De cualquierforma, ¡oquesíesciertoesqueunafracción importantetratabade imponer la superacióny sustituciónde los modosdeproducciónvigentes.La necesidadde que se produzcaun cambio enlas fuerzasproducti-vas paraqúepodamoshablardenuevomodo deprcducciónlo hetratadoen:La geografíaye/espacio social de/poder, Barcelona,Los Libros Dela Frontera,1981, pp. 60 ss.

228 Joan-EugeniSánchez

tiempo, la confluencia de un tercer aspectode importantesconsecuen-ciasdeordenespacial:el conflicto territorial entrelas distintas visionesdela organizacióny dela articulaciónpolítico-administrativade España.

2. LAENCRUCIJADADE 1936

El año 1936muestraun panoramacaóticoy desarticuladoen la medi-da en queningunaclaseni ningúngruposocial ha alcanzadoa imponersuhegemoníareal. Distintos gruposy fraccionesluchanpor el poderdes-de concepcionesdiversasde cualeshande ser las relacionessocialesdeproducciónquedeberánprevaleceren la formación socialespañola.4

La Repúblicano haconseguidoasentarun poderreal: ni imponertínahegemoníapolítica clara, ni asumirel podereconómico,ni subordinaralEjército haciéndoleparticipe de sus objetivos. Al mismo tiempo, comoconjunto, se oponeabiertamentea la Iglesia católica como concepciónideológicay como institución. Todo ello en una situación de depresióneconómicapor causade la crisis mundial.5

Estasituación de conflicto social,que esactivo, deberáalcanzarundesenlace.La situaciónde los diversosgrupos,clasesy fraccionesno hadecaidoa lo largo de todo el siglo, y menoscuandola Repúblicallega ainstaurarserompiendo la estructura formal de las relacionespolíticascon laseconómicas.

Las fuerzasconservadorasy reaccionariasno cejan en su lucha, enello les va la supervivencia,con etapasdeéxito político —por ejemploelbienio negro—.Y así se llega al momentoen queestasfuerzasefectuanun importanteasaltoal poderpolítico por la vía queconsideranmás efi-cazy contundente,en un segundointentodespuésde un primer fracaso

En primera aproximación, englobaré dentro del denominador común de pre-capitalistaa las distintasformas deproducciónque,aún cuandopuedanestarintegradasenel modo deproduccióncapitalistadominante,seasientanen relacionesde producciónno asalariadas.

4 Ver por ejemplo:GALLO, Max, Historia de la Españafranquista,RuedoIbérico, Paris,197lpp. 16-18.

5 Cabepreguntarsesino hasido sobrevaloradala importanciadela crisiseconómicaenel fracasodela República:Le queparecequererindicarseesqueenunasituacióneconómi-ca favorable, sin problemasde estetipo, no se hubieseproducido una situacióndedete-nora social,la cual, formalmente,senosha presentadodesdelashuestesvencedorascomounadelas motivacionesesencialesparael pronunciamiento.Parano caeren la retóricaar-gumental«oficial», cabepreguntarsesi unosmejoresresultadoseconómicosdominantes,asaber,lapérdidadeestahegemoníay poder,peligroante el amI, paranoserdesposeídas,debianreaccionarcon la suficiente contundenciay violenciacomo para evitar su defe-nestramiento.Con unos u otros argumentosy con unosu otros métodos,decualquierfor-mael bloquedominantehistórico enesemomento,sevela obligadoadefendersu poderan-te el peligro real e inmediatoque representabala República«proletaria»ocupandoeí po-der político.

Guerray dominiodel espacio:la guerra interior española... 229

con la «Sanjurjada»6.El 18 dejulio de 1936 no esmásque estesegundointentopor vía militar de recuperarel poderpolítico parael bloqueeco-nómico dominante.Estaactuaciónno representaun hechoen si mismoni extraordinario, ni casual>sino una intervencióncoherentecon la si-tuación, aúncuandono consigacubrir todoslos objetivos que sehabíapropuestoante la fuerza especificaqueel poderpolítico legitimo, y loque representa,poseepor su parte. Ncs hallamos, en suma, anteunconflicto por alcanzarla hegemoníadentmde la sociedadespañola.

La burguesíay el resto del bloquedominante conservadoral conse-guir comprometeral ejército con susobjetivos, para sermás exactosaunaparte del ejércitopuesla otra restafiel al poderconstitucional,nohacemás que recurrir a esteinstrumentodel Estado,manipulándoloafavor de susintereses.

La situaciónderivaráen lo que será la tremendaguerrainterior del1936 al 1939, al no alcanzarlos golpistassusobjetivos, por cuantonoconsiguenla toma del poderpolítico de forma inmediatay total, dadoque no llegana imponersuautoridadsobretodo el territorio del Estado,y sin que, por su parte, el poder legítimo hayasido capazde abonarcompletamenteel golpeal perderel contml de unapartedel territorio.

3. OawTwosDE LA CONTIENDA

Ya he apuntadoqueen la guerrainterior españolasedirimieron enelcampode batallaunaseriede cuestionesque,en suconjunto,formabanla cobertura ideológicay legitimadorade los modelosde relacionesso-ciales —de producción—en conflicto. Cadauno de ellos conllevandosurespectivo,y coherente,modeloformal e institucional de Estado.Así fuecomo se definió, por la vía violenta, el modelode sociedady, conello, derelacionesdepoder,quese impondríanapartir deesemomento.

Portanto,seráimprescindibleefectuarun repaso,aunquesólo seará-pidoy esquemático,sobrelasdistintascuestionesesencialesdebatidasa

6 “Todo cambia en 1934, sobretodo despuésdelmesde octubre,fecha en quealgunos

hanseñaladoque sedió la colisión insólitaentrela legalidadenel Podery la legitimidad delrégimen frente a aquél. Pero el bloque tradicionalmentedominante vuelve a tener lamayoría de las riendashastafebrerode 1936. Entorres,cuandola crisisseagudiceenfor-maantagónica,llevandoa una salidasangrienta,sepodráya ver claroque la Repúblicasehahechoinviableparalasclasesdominantes.La antiguaclasehegemónica(quedejóde ser« reinante”duranteun periodo de dosañosy medio,y luegode cincomeses)buscala solu-ción de fuerzapararestablecersu situaciónhegemónica.No le quedaotra salida que lafuerzay destrucciónpor la violencia del adversario.La coyunturabélicaconduciráa la so-lución de lacrisis orgánicadel sistemasocial estableciendola hegemoníadel bloquedomi-nante(terrateniente,es decir, gran burguesíaagrada,aliadao integrandoen ella a la altaburguesíafinanciera,consiguiendola hegemoníasobrela burguesíamediay gran mayoríade la pequeña)mediantela violencia y la exterminación».TUÑON DE LARA, M., Estudiasde historiacontemporónez,Barcelona,Ed. Nava Terra, 1975,p. 159.

230 ioan-EugeniSánchez

los niveles de modelo formal del Estado,de relacionessocialesde pro-ducción,e ideológico.

La que considerocomo cuestiónesencialen litigio hacereferenciaala articulación de la formación social que se pretendeimponer y, conella, a los modosde producciónque subsistirán—y los que no tendráncabida—, así como a la articulación de la hegemoníaresultantede laguerra. A nuestrosefectospodemosresaltarque cuandose produceelgolpe, éstetienecomo finalidad primera,aúncuandoevidentementenoseexpreseen estelenguaje,el impedir la incorporaciónde un nuevomo-do de produccióna la formación social española,máximeteniendoencuentaqueéstepuedealcanzarla hegemonía.Sabemosque la Repúblicano fué una Repúblicaburguesaformal, Sino que sobre todo desdelaseleccionesde febrerode 1936 adquiríala forma de unaRepúblicaprole-taria en dondese cuestionabael modode produ ción capitalistacomomodelo, e igualmente los pre-capitalistas,para ser sustituidospor unpretendido«mododeproducciónsocialista»;

La JI Repúblicano representasolamenteunanuevaforma deorgani-zacióndel Estado,sinque impliqueunatransformaciónen lasrelacionesestructuralesde poder (poder y no-poder),sino que, contrariamente,conlíevaun cambio en la determinacióndel poderpolítico dentrode laestructura social y, por lo tanto, unamodificación de las relacionesdepoder. La República no significa tampoco la sóla sustitución de laMonarquía,a fin de que sealcanzaseun régimenmásdemocrático,sinoquetambién representaun cambiocargadoideológicamente:Repúblicalaicista, popular o como algún autor ha denominadoproletaria7 y«progresista’>,frente a las concepcionesreaccionariasy conservadorasprevalecientesen el poderpolítico hastaesemomento.

El enemigocomún para el bloque hegemónicoanterior pasaa serelincipiente«modode producciónsocialista>’(téngaseen cuentaque la re-volución rusaya se haconsolidado)de forma tal que los modosde pro-ducción capitalistay pre-capitalistas,o más concretamente,los gruposdominantes dentro de cada uno de ellos que están interesadosenmantenerlos-reproducirlos,unirán sus fuerzaspara defenderse.Desdeunaperspectivaespacialestacircunstanciaserásignificativa por cuan-to, unavez inciadala guerra,en Cataluñaseavanzarárápidamenteen elproceso de implantación real del «modo de producción socialista-proletario”, lo que,a su vez, puedetomarsecomo indicadorde cuál hu-biesepodidoser la tendenciaen estesentidode haberseprolongadopormástiempola vida de la República8.

MARTíNEZ ALIER, J., Burguesiadébil o burguesíafascista: la Españadel sigla XX,“Recerques”,Barcelona,col. loqui ¡974,pl.

Deboadvertir unavez másqueutilizo eí término «modo deproducciónsocialista»enun sentidoconscientementesimplificador. DehechQ especialmentea lo largo delaguerra,sedebaten,y scproducengravesconflictospar ello entrelos diversosmodelospresentesde

Guerra y dominiodel espacio:la guerra interior españala... 231

En cuantoa nivel de modeloformal del Estado,el debatesecentraenla tensiónentredemocraciaformal, fascismoy socialismoproletario. Es-te último bloquecon diversidadinternadeconcepcionesy variantes.Noshallamos,por lo menos,anteunatricotomía que,por la propiasexigen-ciasde unaguerra,deberáreducirseados bloques.Así vemoscomo a lolargodela guerraseaglutinan,por un lado, los planteamientosy los inte-reseseconómicosfascistas,mientrasquelos defensoresde la democra-cia formal, de forma mayoritaria, y las corrientessocializantesconfigu-ránel baluartedefendidopor el sectorrepublicano.

En estecontexto,no es de extrañar la ambiguedaddel papel de lospaisesdemocrático-capitalistasen su respaldoauno de los bandos,porcuanto debenelegir entre un doble conjunto de valores en sí mismoconflictivo para ellos. Porun lado sehallan involucradoslos principios«democráticos”;por el otro, se encuentrananteun ensayode introduc-ción de un nuevomodode produccióncuestionadorde suspropios inte-resescapitalistascomo modelo hegemónicoen susrespectivosestados.No setrata sólo de la ayudao no a una Repúblicaburguesademocráti-ca, sino que éstase planteael procesode sustitución del modelo domi-nanteen lo paisesdemocráticoburgueses.A ello deberáañadirseel pro-pio temor a los estadosnazi y fascista.Si anivel geopolíticoel avancedelos «fascismos>’representaun peligro objetivo paralos paiseseuropeos,anivel de la formación socialel modelo<‘republicanoproletario>’ repre-sentaotropeligro objetivo parala estabilidadde lahegemoníainternadelos propios estados europeos en un momento de fuerte tensiónsociopolíticadentro de suspropias fronteras. Aún cuandose muestran«favorablemente>’dispuestosa defenderla democracia,no estánen con-dicionesde permitir la sustituciónde un modode produccióncapitalistapor otro «socialista».Enfocado así el problema, se explica la ambi-guedadseñaladadelas ayudasal gobiernode la República9.

Estadobledimensiónde lo querepresentalaRepúblicaespañolaserácondicionadoratanto de la ayudaexternaquerecibiráuno y otro bando,

organizacióndeeste«nuevomodode producción»:desdeun modelo autogestionarioy co-lectivista propiciada por la CNT, hastaunasmodelasmásdirigistas propuestospor UGT ylos comunistas.Le esenciale importanteenestecaso,y enello sebasami simplificación,esque cualquieraque fuereel modo propugnado,cuestionabalos modosde produccióncapi-talista y precapitalistashastaestemomentovigentesY anteesoesante¡oquesereaccionapor partedel podereconómico.Véaseel artículo de Míchel SEIDMAN, Trabajo y revolu-ción. El control de las trabajadoresen Barcelonadurante la guerracivil., 1936-38,“Areas”,Murcia, n«, ¡981.

« La síntesismásfácil y quealcanzómayordifusión (fue):enEspañahabíaun conflictocomunismo-fascismo.No puedeextrañar,pues,queen “última instancialas llamadasDe-mocracias—Francia,Reino Unido y EstadoUnidas fundamentalmente—se contentasencon-seguirelconflicto sin másqueasumirun papelcasidemerosobservadores,o enúltimoextremo,defavorecimiento,defacto, de las actitu&s más reaccionarias».TAMAMES, Ra-món,La República.La Era de Franco,Madrid AlianzaEd.,8» ed. 1980, p227.

232 Joan-EugeniSánchez

como de las propias luchasintestinasdentrodel bloque republicano:enprimera instanciaentre‘<republicanosdemócratas»y «republicanosso-cialistas>’, y en segundainstanciaentrelas concepcionesdel modelo«so-cialista>’ a impulsare implantar(concepcionesanarquistas,socialistasycomunistas).

Subsidiariamenteal modeloformal deEstado,y de unaimportanciareal menor, se presentaotra cuestióna debate, posiblementecon unplanteamientomásoportunista,referentea un modelode configuraciónpolítica del Estadosegúnseadscribanaunaconcepciónrepublicanao aunamonárquica.En estecaso,el hechodeasumirel bandoblancola con-cepciónmonárquicapareceser, más queunacuestiónvital, un oportu-nismo conservadorque permitirá aglutinar asu alrededorunasimpor-tantesfuerzas,como es,por ejemplo,el tradicionalismo.Pruebade ellola tendremosposteriormenteal constatarcomo,de hecho,la monarquíano seinstauraráhastadespuésde la desapariciónde Franco.En la medi-da en que la Monarquíasehabríacomprometido,debidoa suparticipa-ción activay definida, con las antiguasfuerzadominantesreaccionario-conservadoras,aparecíacomoun puntode referenciaválido y eficazan-te el futuro político en casode que los blancosganasenla contienda.Almismo tiempootorgabalegitimidad históricaal golpe.

Un tercergranaspectopolítico-formal en debate,y éstesíque repre-sentauna cuestión importante, se refiere a la tensiónsobrela concep-ción territorial del Estado.Simplificandopodemosagruparalrededordetresgrandesconcepcionesestasposturas;el españolismocentralista,elespañolismofederalistay/o regionalista,y, por último, el separatismo.Sobreestacuestión,en la quesehallaplanteadala «unidaddela patria>’,searticula unapartemuy importantedel armazónideológico de la con-tienda.

Las opcionesfundamentalesparaunadicotomizacióndeestasgran-des concepcionespodíanhaberseproducidosiguiendodos caminosdistin-tos. Porun lado alrededorde la idea Españaversusno-España,quehu-bieseconformadouna alianzade españolistas—fuesenestoscentralis-tas, federalistaso regionalistas—frente a los planteamientosseparatis-tas.Sin ningunavacilaciónlos sublevadospartendeunaposturamásra-dical; con unarotundidadevidentelo hacenen nombrede la «unidaddeEspaña>’.Pero no sólo por una unidad territorial, que podía asumirelprimer caminoapuntado,sino por unaunidaduniformizadoray, conse-cuentemente,centralistaen cuantono seaceptalo quepuedasignificarningúntipo de resquicioen unaconcepciónuniformista y uniformizado-ra aestenivel. La guerra,de estaforma, sepresentarácomola posibili-dad <‘indiscutible» para los vencedores,de uniformizar eí espacio<‘na-cional» bajo una únicaconcepciónmental, arrasandotodo indicio dife-renciadory personalizador,el cual pasaráa serconsideradocomo unasituaciónsocialmenteanémicaquehay queextirpar por el procedimien-toque sea.Y essabidoque el procedimientoasumiócotasderepresióny

Guerra y dominiodel espacio:la guerra interior española... 233

eliminación física brutales, combinadascon la coacciónfísica, ética ymoral sobrelas personasy sobrelas áreasgeográficasquese habíandis-tinguido por unasconcepcionespersonalistasy no uniformistas de loquedebíaserla articulaciónpolítica territorial del Estado.

La contundenciaen la aplicación de esteprincipio se refleja en elhechode que la dicotomizacióna estenivel se produciráno por alianzaentredosbloques,sino por la abdicacióny el repudioquelos españolis-tas federalistasy regionalistasdeberánefectuarde susconcepcionesyvivencia personalsi deseanintergrarseen las filas de los blancos,queahorapodemosdenominar‘<nacionales>’.Estaes,paralos «nacionales’>,unacuestiónde principios y no negociabla

Poraquíapareceun primer indicio decuáles la composiciónhegemó-nica del bandoblanco,en cuantoquepuedeimponercontundentemente,sin discusiónni negociación,unaconcepcióngeopolíticadel Estadoquerompe el equilibrio centro-periferia, y más concretamenteMadrid-Cataluña,queVicensVives haanotadocomo ejede la tensióngeopolíticade la Españade la Restauración.Dentrode las fuerzas«nacionales»,através del ejército, asume la hegemoníaen esta primera etapa laoligarquíacentralista,parala cual la burguesíacatalanaesun enemigointerior, aúncuandoéstahubiesedadopruebasde solidaridadde clasehacia los latifundistasagrariosen su actitud antela reformaagraria,eincluso se hubieseenfrentadocon las institucionesautonómicasde lapropia Cataluñapor estasmismascuestiones,como en el casode la im-pugnaciónde la «Llei deContractesde Conreu”’0.

Se trasluce claramenteque las cuestionesde poder, y depoderhege-mónico, se hallan en la basedel conflicto. En la contiendase dirimenrealmente cuestiones de poder, no ideológicas, ni religiosas, niretóricas...,sino la articulación de unasrelacionesde poder. Y se diri-men,como siempreen estoscasos,tanto la articulación, llamémoslever-tical, deestasrelaciones,comola hegemoníadentrodel bloquedominan-te. Setrata deestablecerunanuevaformaciónsocial. Lo queen estecasoocurreesque,así como enla zonarepublicanala luchapoi< la hegemoníainternaesparalelaa la luchacontrael otro bloque,en la zona«nacional>’la contiendase inicia, precisamente,cuandoya sehaproducidounapri-meraarticulación hegemónicainterna entrela oligarqula españolistayel ejército «nacionalista>’reaccionario-conservador,queconcluirácon elliderazgo personalde Franco.Éste se impondrá,en la terminología deMax Weber, como líder carismático11,aprovechándose, graciasa suha-

~ Ver: MARTíNEZ ALLER, .1., op. cit., pl2ParaMax Weber, ‘por «carisma”debeentendersela cualidad,que pasapor extraor-

dinaria, deuna personalidad,par cuyavirtud sela consideraenposesiónde fuerzassobre-naturaleso sobrehumanas—o por lo menosespecíficamenteextracotidianasy no ase-quiblesa cualquierotra, o comoenviadosde Dios,o comoeiemplary, enconsecuencta,co-mo jefe,caudillo, guíao lider.(.,.),” WEBER. Max. Economíay Sociedad,México, F,CE, 4”reimp., 1079,p. 193.

234 Joan-EugeniSánchez

bilidad, de un momentohistórico en el que estánde modalas formula-cionesautocráticas(Hitler, Mussolini).PararemacharsupoderpersonalFrancosabehacercoincidir enél, ademásdel liderazgomilitar el lideraz-go teocrático,al conseguirhacer de la guerrauna «cruzada>’ religiosabendecidapor la alta jerarquía eclesiástica’2,lo que le permite presen-tarsecomo un elegidodeDios.

Se entiendeen estecontextoque ej «centralismo»,a enaiquiernivelde las relacionessocialesy territoriales, será incuestionablecomofor-mulación, dadoquese halla en la propiaesenciaetnocéntricatanto delRégimencomode suevoluciónfutura.

En conclusión,secombateparadominarun territorio, enestecasoelterritorio españoj,y para imponer sobreél Ja hegemoníade unasrela-cionessocialesde produccióncon la consiguientearticulación de unaformación socialconfiguradaasualrededor:Momentoculminanteen to-do procesode revolución entre los patrocinadoresde un nuevomodelosocialy los conservadoresde formaspretéritas.Desdenuestraóptica,laimportanciadeesteaspectoradicaen quecadaformaciónsocia?requiereuna forma de organizaciónespacialcoherente,o sea, que el modelo deproduccióndel espaciodeberáintegrarseen susobjetivose ideología.

La nuevaestructurade las relacionesde poderquesemanisfestaráatravésdel bando«nacional»,y másunavez terminadala guerra, sc man-tendrácomo realmentecapitalista,perobajo una coberturaideológicaformal fascista,a medio camino,sedirá, entreel capitalismoy el comu-nismo.Estaestructuraestarámarcadapor el papel—y el poder—perso-nalistaque consigueimponer Franco.En cuantofuerzasdominantes,lahegemoníaserepartirábasicamenteentrela aristocraciaterratenientey

la burguesíaespañolistavasca. Y en una posición no-dominante,aúncuandosela necesite,la burguesíacatalana,por cuantola autarquíaquese avecina requerirá de todos los recursosproductivos existentes.Secompletarácon unacohortesocial que,sin poderanterior, se ha encara-mado al aparatodel Estadoa partir de su posición ideologizante—el«partido»que despuésdevendrá«movimiento»—,alrededordel cual seconfigurarála estructuraforma policial-administrativa(represivay bu-rocrática);Ginerhablaráde «clasede servicio” al referirsea ella’~.

En el otro campo,no sólo vencidos, sino diezmados,se sitúa el no-poder, desprovistode todos susderechos, reprimido y eliminado, y alcual deberámantenérselesubordinadoy sujetoenarasa la victoria de la

‘2 Carta colectivade los obisposespañoles,dc 1 de julio de 1937. Por ella los obisposes-pañolesotorgancategoríadc “cruzada»a la guerrainiciadapor íos sublevados.El 1 dcoc-tubrede 1937, presentasuscaríascredencialcseí nuncioAntoniutti.

‘~ GINER, Salvador,La estructurasocial deEspaña,en: LOPEZ PINA, A. (ed), Poderyclascssociales,Madrid, Ed.Tecnos,1978, p. 76;SEVILLA, E.. GINER, 5., PEREZ,M., Vespa-Ns‘no >node ‘-‘¡os y doni noción de clase: Por una sor o/op la del régimen franqo¡sin. “Fa-per»”,Barcelona,ni’ 8, 1978, p~- 112-113.

Guerray dominiodel espacio:la guerra interior española... 235

desapariciónde la luchade clases.En 1939,las clasessociales«hansidoabolidasa.

4. ELESPACIOCOMO FACTOR EN EL coNFLRTrO

Analizar lo que sucedeespacialmenteuna vez acabadala guerrapuedeserel mejor ejercicio clarificador del papelquejugó el espacioenel inicio deesteconflicto.

Finalizada la guerra, la relación poder contra-poderse configura,pues,como absolutamenteasimétrica,dondeel bloquedominantevence-dor dispone de todo el poderque le otorga la victoria, mientrasque elbloque no-dominantedebeasumirel papel que le correspondecomoven-cido.

Es esencial teneren cuentaestehecho a la hora de analizar la ac-tuación espacialquesedesarrollaráa partir de esemomento.Los objeti-vos y actuacionesdel bloque dominanteno encontraránningúnopuestodialéctico real. Por tanto podrán ejecutarseíntegramentesus plantea-nijentos, los cualessolamentese verán limitados por las circunstanciaseconómicasrelacionadascon la situacióngeopolítica internacional,porla pugnainterior dentrodel bloquedominanteo por supropia incapaci-dadparaejecutarlos.Sóloen las últimasetapasdel franquismoadquiri-rá cierta beligenranciaefectivaun contra-poderopuestoal bloquedomi-nante.

Cabe recordar que Franco supo imponer su hegemoníapersonaldentrodel bloque dominanteen unasituaciónenqueningunade lasfrac-cionesquelo componíanhabíaalcanzadoa establecerla suya.La habili-dad«carismática»de Francoconsiste,precisamente,en estesaberimpo-ner orden y unidaddentro del bloque vencedor.En estesentido,asun-ción de poderesabsolutospor el generalse interpretacomo un ‘<entre-guismo” inicial por partedel podereconómicoparaasegurarsusupervi-vencia,inclusofísica, en la medidaen queno ha conseguidoestructurar-se; suapoyoa losmilitares seproduciráacambiodequese lesrespetesuparcela de poder económico tradicional (entiéndase como pre-capitalismo y capitalismo),sin que se plantee—eficazmente—la intro-ducciónde unnuevo mododeproducción«falangista>’(fascista)“supera-dor del capitalismo’> como podría suponerseque se produciríaa partirde un análisisde la ideología oficial falangistade la época.La tensiónocontradicciónentreel nivel económicodentrodel bloquedominantevol-verá, pasadala guerra, a suscauces,reabsorbiendoel podereconómicoel papeldirigente, siendoseparadoseinclusoperseguidoslos defensoresde la ideologíapopulista,aúncuandono interesasesuprimir la presenciaformal de esteaparatoideológico,que setransformaen «movimiento»,introduciendoelementosdócilesfieles a Franco,por ejemplo,un Girón oun FernandezCuestacomoalternativaa los «puros»:Aznar,GonzálezVé-

236 Joan-EugeniSánchez

lez, Hedilla..’4 de forma queno seveacuestionadoni supoder,ni sulegi-timidad. Este sectorseráel quenutrirá activamentela clasede “servi-cio” -

El arranquey los primeros años del nuevo Régimense realiza endifíciles circunstanciasgeopolíticas.En esecontextose impondránfácil-menteunoscriterios autárquicos,no sólo económicossino también ideo-lógicos—raza, idea de Imperio, etc.—. De hecho,en la vertienteeconó-mica, éstosrepresentaránel único camino sobreel cual se estableceráespacialmenteel modeloeconómico,dadala situación marginaly mili-tarmenteinconcreta,del NuevoOrdenrespectoa los dosbloquesconten-dientes-aúncuandoideológicamenteclaramentefavorablea los plante-amientosy a las fuerzasdel Eje—, de forma queno sólo no podráapro-vecharsede suno participaciónen el conflicto mundial, como sehizodu-rantela 1 GuerraMundial, sino quequedaráaisladoenel comerciomun-dial. La autarquíaesel recursoadisponerde sussolasfuerzasparapo-der llevar adelanteel NuevoEstadoquehan asumidoen susmanoslosvencedores.

De la formación socialqueseirá articulandointeresandestacardosaspectoscomplementariosquedeterminaránsuevolucióny queilumina-rán las característicasqueasumiráen el futuro. Uno secentraen la pre-ponderanciaque la industria, como forma productiva, tiene desdeunbuenprincipio parael bloque vencedor.El otro aspectohacerreferenciaaquelas doszonasen quesedivida Españadurantela guerrainterior se-paran claramente la España rural-agraria de la España urbano-industrial.

En el primer aspecto,la tecnologíay la industrialización han sidoparteespecialmenteconfigurantetanto del tipo deguerraque seha pro-ducido, como de la estrategiaconsiguientey de los mediosy materialesempleados.Se ha tratado de una guerraclaramente«industrializada»que incluso llega a servir de campode pruebasde nuevastecnologías.Ello significa que, independientementede las concepciones«ruralistas>’quepuedanestaren lamentedel creadorde la Falange,e independiente-mentetambiénde la fuertecomponenteagrariade la basesocialde lossublevados,el sistemaproductivoindustrial pasaráa ocuparel primerpuestoen las preocupacionesproductivasde amboscontendientes.Unacosaserála rerrularízacióno la prosecucióndeunaespecializaciónagra-ria quepudiesentenerlos joseantonianos,pensandoenunahipotéticadi-visión territorial de la produccióndentro de una integraciónentre lospaisesfascistasy, otramuy distinta, la realidadapartir del momentoenqueel Paístienequevalersepor símismo.La industrialización,vistaconunacierta perspectivahistórica, representael factor canalizadoren las

‘4 GALLO, Max. op. cit, pp. 53ss.

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relaciones productivas desde el primer momento. La situación deguerra, al habersido unaguerracon un fuerte componentetecnológico,habrácolocadoen el centrode laspreocupacionesde los propulsoresdelNuevo Estadolas cuestionesindustriales.“La guerramodernaes,sobretodo, unagran organizaciónindustrial»,estoeraun hechoperfectamen-te asumidoen aquellosmomentos’5.Porello la industria pasaa serunelementotantoomásimportanteque la propiaagricultura.

La concepciónautárquicaposterior tendráque asumir tanto la pro-ducción de bienes alimenticios que permitan la reproducción de lapoblacióncomo,aunmismo tiempo, la produccióndebienesmanufactu-radosque permitanproseguirun mínimo desarrolloeconómicodentrodel modode produccióncapitalistay para la propiaproducciónagraria.Téngaseen cuenta,en nuestrocaso,queno se estabaante un paíspre-industrial, sinoque España,como conjunto,habíaalcanzadounascotasde industrializaciónnadadespreciablespara la épocay que, por tanto,los nuevosgestoresse hallaban, cuantomenos,anteun hechoirrever-siblesi queríanmantenerel control de lasituación.No olvidemostampo-co que uno de los soportes del Régimen fueron las burguesíasin-dustriales.

A la industria se le exige una produmión encaminadaa la defensa—ante la situaciónde guerraexterior, pero tambiénantela inseguridadrelativaen la propiaestabilidaddel Régimen—,así como unaproduccióndestinadaa suministrar los productosque la sociedady la economíaes-pafiola exigen, y más teniendoque suplir los productosque no puedenseradquiridosen el mercadoexterior’6.

En esteaspectose les planteauna contradicción,en cierto sentidoaparente,ya quesepartedeunadesconfianzadel podercentral respectoa los clásicosartíficesde la revoluciónindustrial en España,esdecir, laburguesíay especialmentela burguesíacatalana,pero debe asumirsedesdeel primer momentoque«sin la iniciativa privada,todo el empeñoautárquicoquees, en síntesis,industrialización creciente,quedaríare-ducido a una meraelucubración.La iniciativa privada,el empresario,elindustrialo fabricanteespañol,esquienha de llevar sobresushombrosel pesode la batallade la autarquía>”7.

Como se ha dicho, reafirmando la idea de la imprescindible in-

~ Palabrasdel Mariscal Badogliocitadaspor JoséM3 de Areilza en: Directrices de lanuevaordenacióneconómica,en:AA. VV., Problemastécnicosde importancia económicaenla nuevaorganizacióndeEspaña,Barcelona,UniversidaddeBarcelona,1940,Pp.58-59.

16 Enel conjuntode conferenciasque se imparlieron enel ciclo organizadopor la Uni-versidaddéBarcelona,citadoenlanotaanterior,serecogeun interesanteresumendela si-tuación antela que teníaque enfrentarsela industria nacional. Véasecomoinventaríodeproblemasel discursodel Ministro deIndustria, Luis Alarcóndela Lastra,Pp.587 Ss.

7 AREILZA, JM”. de,op. ciÉ, p. 489.

238 Joan-EugeniSánchez

dustrialización,existenunasnecesidadesdefensivasque exigenel refor-zamientoy creaciónde industriasligadasa la defensanacional.En ellose incide ya desdeel principio de las actuacionesdel GobiernodeFrancoa partir del inicio de la guerrainterior, y continuarásiendouna necesi-dadduranteel períodobélicode la II GuerraMundial.

En resumen,tanto comoprocesohistórico irreversible, comopor ne-cesidadesde supervivencia,o por plateamientosde grandeza,proseguiry aumentarel procesode industrializaciónentradentrode los planesini-cialesdel NuevoEstado.

En el otro aspectocitado, la división en zonasquese producecon elgolpe, llevará a una separación,con fundamentospolítico-socialescla-ros, entre la Españaagraria-ruraly la Españaindustrial-urbana.En laprimera es en la que más fácilmente habrá triunfado la sublevación,coherentementecon losobjetivos y basessocio-ideológicasde la misma,mientras que las zonasurbano-industriales,contra las cualesprecisa-menteseasientauno de los motivos básicosde la insurrección,—sinquepor ello debamosolvidarnos del problemacampesino,ni de la reformaagraria inciadas—,son las que hanofrecido resistenciay han hechofra-casarla sublevacióncomo golpe de Estado,de dondese derivael iniciode la guerrapor el dominio del espaciocontroladopor elotro bando.

Estosdosaspectosintervendrántantoen la formulaciónde los plan-teamientos,como de los objetivos y de las actuacionesque guiaránalnuevopodervencedor.En efecto,el Paísno partede cero.Existe unain-dustria que ha salido relativamenteincolumede la contiendaa pesardelas destruccionesen el PaísVascoy quepresenta,sobreel mapa,unaslo-calizacionesmuy marcadas—resultadodel procesode la primera In-dustrializaciónde España—concretadofundamentalmenteen Cataluña,PaísVascoy Madrid, aunqueestaúltimamenosperfiladaen suespeciali-zación.

Si se desearealzar la economía,contandosólo con los medios pro-pios, y en una coyuntura de precariedad,evidentementeno puedendespreciarselas realizacionesanterioresque, como condicionante geo-gráfico, conlíeva una inmovilización espacialde las instalacionespro-ductivas. Es decir, el Régimendebepartir, a supesar,deunagenealogíade la localización industrial que en si misma comporta unas servi-dumbresde rigidezen sumovilidad espacial.Máximeteniendoencuentaqueel sistemaproductivocatalánllegaprácticamenteintactoal fin de laguerra, e incluso en mejorescondicionesproductivasque antesde ini-ciarseel conflicto, productode las mejorasque las colectivizacioneshanintroducido.

Al franquismo se le planteaen ese momentoel dilema,de escogerentreel deseovisceralde aniquilamientode las zonascontralas que secombatía,y quesonlas que más se le hanopuesto,y la necesidadde su-pervivenciaquepasapor la utilización detodos los recursosdisponibles,se hallen donde se hallen. Porconsiguiente,también de los recursosin-

Guerra y dominio del espacio:la guerra interior española... 239

dustrialeslocalizadosen Cataluña.en el PaísVasco o en el PaísValen-ciano.’8

Piensoqueestacontradicciónmarcaráfuertementela primeraetapa«triunfal”. Y la marcarácon toda su ambignedad.Porun lado,con el de-seo de‘<hundir» estosterritorios. Porel otro, por la necesidadque al mis-motiempose tienedeellos.

Además,desdeel primer momento,estalocalizaciónpreviareafirmasu existenciaen la medidaen queescapazde autoreconstruirsepor suspropios medios, sin claras ayudas oficiales, sobre la base de unasburguesíasque,al haber salido vencedorasde clase,quierenrecuperarlas fuentesde supoder, que no sonmás que la propiedadde los mediosdeproducciónparala produccióndevalor y la apropiaciónde excedente.

Junto a ello, la indigenciaen el sectoragrario incitará a unosmovi-mientosde la fuerza de trabajo,y de supoblación complementaria,queseguiránlos circuitosyaesbozadosantesde la guerra,enla esperanzadealcanzaren las ciudadesindustrialeslos mínimos imprescindiblesparala supervivenciaque en el campose les niega.Barcelonaseráuna de lasmetasimportantesde esta migraciónespontáneadadoque ya se habíaabiertoel caucede estemovimiento a partir de lasgrandesobrasurba-nasde entreguerras.Ello significará,en la línea de lasnecesidadesespa-ciales del modo de produccióncapitalista,la configuración de un fuertemercadode trabajo que será aprovechadopor la estructura industrialexistenteparaconsolidarsey reforzarse.

En un análisis geopolítico desdela perspectivade los vencedores,yen la proyecciónhaciael futuro de cuáldeberásersupolitica territorial,es lógico quetanto desdeel punto devistade uno delos gruposdominan-tes, como desdeel puntode vista de desestructuraciónhegemónicadelsistema urbano-industrialanterior, se planteeadecuarla articulacióndel espacio,a escalade Estado,a los deseosdel bloque triunfante. Meexplicarécon másdetalle.

En cuantoal primer punto, las necesidadesindustrialesque tiene elbando«nacional”es lógico queaspirea compensarías,unavezasumidoel poderabsoluto, en un intento de deslocalizacióny de uniformizaciónposterior, mediantela diseminaciónterritorial de las localizacionespro-ductivas industriales,para quese configuren como basedel desarrolloeconómicofuturo. Por tanto,anteunaacusadisimapolarizaciónpreexis-tente no es de extrañar, sino que apareceincluso como una decisióncoherentecon sus objetivos, que se plantee la potenciaciónde unosnuevoscentrosdelocalizaciónindustrial.

Significativamente,en una conferenciapronunciadaen Madrid, en1944, por el catalánPedroGual Villalbí, quien despuésseríade hechoelprimer ministro «catalán»dentrode los gobiernosfranquistas,abordael

~ Véase:CLAVERA, J., CondicionantspoliNes de les forcesecanómiquestradicionalscatalanesenacabarla guerro, «Recerques».Col. loqui 1974,Barcelona,Policopiado,p.3.

240 Joan—EugeniSánchez

problemade los ‘<motivos económicosy extraeconómicosde la disloca-ción de los núcleosindustriales>’donde,piensoquerecogiendolos plan-teamientosvigentesal respectoen aquel momento,clasifica en cuatromotivos que puedenhacerla aconsejable:de orden social, de ordenpolítico, de ordenmilitar y de ordeneconómico.Los de ordensocialyeconómicoiban en la línea del equilibrio territorial, los de ordenmilitartendíana un alejamientode las localizacionesindustrialesde lasfronte-rasy zonasde fácil accesoa los bombardeos.Sobrelos deordenpolítico,quedebíanrespondera los planteamientosimperantesen aquellosmo-mentos,decíaasí:

«Descentralizaciónpor motivos políticos,por ejemplo,cuandoel Po-der Central quiere reprimir o evitar el desarrolloo importanciaque vaadquiriendounazonaquepolíticamenteseconsideradesafecta,comoenel casode los regionalismospolíticos> cuandoestánimpregnadosde unnacionalismopeligrosoparala unidadnacional»’9.

Constatabaasí,de forma directa, la clara concienciay actitudpuniti-va conla quesequeríaactuardesdelos centrosdepoderdel NuevoEsta-do sobrelaszonasdesaJactadasy separatistas,alas cualessedebíaforzaradisminuir su importancia.Aún cuandoGualVillalbí no semuestrapar-tidiario de la dislocaciónde los núcleosindustrialespreexistentes,la ac-tuación de la Administración duranteaquellosañosadoptaunasformasquesiguenprecisamenteestecriterio.

Paraconfirmarestaactuaciónbastaseguirel procesoyel pesode lasprácticasrepresivassobre las <‘zonasdesafectadas»y el alcancede labúsquedade mecanismosde autodefensadel Régimen,en una lógicaequilibradora a través de alcanzarunos“equilibrios>’ regionales.Otracosaes que los deseos,los procedimientosy las actuacionesqueseadop-taron no fuesencapacesde ver cuál era la lógica económicay espacialpropiadel desarrollocapitalista,de la que los primerosmovimientos in-ternosde poblacióndieronya unamuestra,y queacabaseimponiéndosela ambiguedadbajo un poderdirigista que no aspirabaa sertotalitarioensusistemaeconómico.Es decir, la ambigíledadentreunasformases-tatalizantesy unaaceptacióndel modelode mercadobajo la primacíadelosinteresesindividualesy dela iniciativa privada.20

~ GUAL VILLABI, Pedro, Un problemade la postguerra:Dóndey cómoseemplazarán

las industrias, Conferenciapronunciadael II demayo de 1944 enla Unión Mercantil e In-dustrial deMadrid. Citadoen: RIBAS 1 MASSANA, A, Lecanomíacatalanasotael franquis-me, Barcelona,Ea. 62, 1978, p. 120. Véaseal respectoel cap. 111 deestelibro. ~ibas opinaquedeforma sutil Gual Villalbi critica la orientaci¿noficial dedislocaciónde los grandescentrosindustriales,p. 295.

20 Enestesentidocabriaseguirla historia dediversostipos de actuacionespor partedelos poderespúblicos: obligatoriedaden la autorizacióndel Ministerio de Industria y Co-

Guerra y dominiodel espacio:la guerra interior española... 241

Así es como el procesode acumulacióncapitalistaseguirálas leyesde la concentracióneconómica,perotambiénespacial.El pseudodírigis-mo políticono serácapazde imponersepor encimade las leyesdel modode producciónsinatribuirle un nuevosigno,cosaque aunqueseafirma-se en los primeros momentos, no se podía producir ya que no secorrespondíacon los interesesde las fuerzaseconómicasque dabanso-porteal Régimen.

Cabepensarque los planteamientosde nuevalocalizaciónindustrialefectuadosbajo la iniciativa directa del Estadoestuvieronbásicamenteencaminadosa disminuir la dependenciarespectoal sistemaindustrialubicado en las áreasderrotadas,máxime teniendo en cuenta la con-centraciónprevia industrial muy focalizadaen dichas áreas,mientrasqueel restodel territorio erasóloun inmensocampoagrario.

Además,una mínima <‘perspectivageográfica”, y pareceque por lomenosFrancodisponíade ella21, ha de hacercaeren la cuentade otroproblema,el del bicefalismode la jerarquizaciónurbanaespañola.A una«mentalidadgeográfica»no le serádifícil darsecuentade la existencíade unasjerarquíasurbanasy del papelquejueganlasciudadesen la arti-culacióndel espacio,así como sobrelas relacionesde podera todoslosniveles.En estesentidoesperfectamentefactible quesealcanzasea verque la «invertebración»de España,de la quehablabaOrtegacomo unode los malesdel Estado,secorrespondiesecon la ausenciade unaúnicaciudadhegemónicaaescalaestatalal darseun bicefalismocompetitivoentreMadrid, ciudad dominantea nivel político y progresivamentefi-nanciero,y Barcelona,ciudadhegemónicaindustrial. No existíapueslaciudad capazde configurara su alrededorunaarticulación “nacional»del Estadoy si unacompetenciaentreambas.

Si unade estasciudadesasumela pretensiónarticuladoradel Estadoy la otra estáinteresadabásicamenteenunaarticulación«regional»pe-ro manteniendouna preponderanciaeconómicacon cierto visos inde-pendentistas,o cuantomenos autonomistas,es lógico que se produzcaunasituaciónconflictiva que la <‘mentalidadgeográfica»estatalistapre-vearesolver.Consecuentemente,sepodráplaneardesdeel poderestata-lista la ruptura del bicefalismoactuandotanto por el reforzamientodeunade ellas,Madrid en estecaso,comocapital del ‘<Imperio”22, comopor

mercio parael establecimiento,la ampliacióny la transformaciónde industrias; la distri-bución de préstamosdereconstruccióndeinstalacionesindustriales;los criterios enel re-partode los cuposdemateriasprimasy combustibles;las restriccionesdeenergíaeléctricapor zonas,etc.

2iSegúnmuestraHoracioCapelensu trabajo:La geogralíaespañolatras la guerracivil,“Geocritica»,Barcelona,n0 1, 1976,Pp.4ss.

22 “Yo afirmo, con la seguridadque dala fe ennuestrodestinohistórico y la confianzaplenaen nuestroCaudillo, que asicomoMadrid fueejemplofunestoduranteeí procesodedecadencianacional, serátambiénejemplovivo y exponentemáximo de nuestroresurgi-miento y de la construccióndel nuevo imperio”, Luís PEREZ MINGUEZ, Madrid, Capital

242 Joan-EugeniSánchez

el paralelodebilitamientode la otra, Barcelona,hastaquesealcanceunasituación«funcionalmente»equilibrada.Dealcanzarsese resolveríaporestavía la problemáticaautonomistadel «casocatalán”articuladoalre-dedorde Barcelona.Aspectoésteque,no debemosolvidarlo, fué uno delos objetivos del «Alzamiento»precisamente«nacional».Recordaremosaquellafrasetan repetidade CalvoSotelode quepreferíaunaEspañaro-ja a unaEspañarota.

Barcelonaes necesariaa los planesfranquistas,peroha de buscarsedesdeel podercentral un crecimiento diferencial respectoa Madrid y,por lo mismo, deCataluñarespectoal restode España.

Fijémonosquenoshallamosanteun temaespecíficamentegeográficoya que incide en la problemática«orden-tamaño»del sistemaurbano23queprecisamentesebasaen la existenciade unaciudadhegemónicaco-mo articuladora de unidadesgeopolíticas.La misma «teoríadel lugarcentral’> implica unajerarquizaciónpiramidal con unaciudaden sucús-pide.Por tanto, sernoscómo todas las teoríasy modelosgeográficosre-fuerzanla ideade jerarquíasde centralidady de articulaciónalrededorde una ciudad. Analizándola bajo estaspremisas, Españano aparecebienarticulada,no esta«vertebrada».

Al plantearnosla «NuevaEspaña»nohade sorprendernos,pues,queunode los objetivos fueseel de configurar y consolidarunaciudadhege-mónica.En estesupuestono se trataríaestrictamentede unaprolonga-ción de unosplanteamientosabsolutistas,en los cualesseconteníaper-fectanienteclara la ideade centralidadhegemónicade unaciudadcomoarticuladoradel «Estadonacional”, sino que,a diferenciadel absolutis-mo, parecenvislumbrarseunosplanteamientosque van más allá de lasimple concentracióndel poder político y burocrático-administrativo,paraasentarsesobrela convicción, surgidaa partir de la Revoluciónin-dustrial, de que la industria sehalla en la basedel sistemaeconómico,yde queel centrode podersefundamentasobreel capitalismofinancierode baseindustrial. De ahíqueel mayorénfasispuestoenconstruirlaver-daderaciudadhegemónicaespañolase fije en concentrarterritorialmen-te en la misma ambosnúcleosde poder:capital financieroy capital in-dustrial. En el casodel poder financieroes,geográficamente,relativa-mentesencillo sudesplazamientopor cuanto¡amovilidad espacialdeun«sistemaproductivo financiero» es factible con relativamentepoco es-fuerzo. Porel contrario, el «sistemaproductivo industrial’>, en cuantoseasientasobre unos fuertes recursos espacialmenteinmovilizados, re-

Imperial, Conferenciaen laPrimeraAsambleaNacionaldeArquitectos.citadoen:TERAN,Fernandode, Planeamientourbano en la Españacanjemporc4nea(1900-1980j,Madrid, Alian-za Ed., 1982,Pp. 122-123.

23 Véaseal respecto:CAPEL, Huracio, La validez del modelo rank-size, en: Estudiossobreel sistemaurhana,Barcelona,Ltd. de la tjníversida~1deBarcelona,1974,Pp. 79-96;RA-CIONERO,Luís, Sistemadeciudades y ordenación del territorio, Madrid, Alianza Ed., 1978.

Guerray dominiodel espacio:la guerra interior española... 243

quiere, parasurelocalización,no sólo dela movilización de unosrecur-sos humanos,sino también de la existenciade medio y canalesade-cuadosde transportey comunicacióny, lo quetambiénes importante,deunanuevainversiónde recursosde capital, yaquegranpartedel inmovi-lizadoesfísicamenteintransferibleaotroterritorto: construcciones,ins-talaciones,servicios,etc. Peroademás,la localización,desdeel puntodevista económico,deberser«racional»para con la consecuciónde las ta-sasde gananciaque se esperanobtenerde los capitalesinvertidos. Ellosignifica que no es suficienteunalocalización política «racional”, sinoquetambiéntienequeserlo la localizacióneconomica.

No es extraño,pues,que se pretendaconvertir a Madrid en la doblecapital: financiera—lo queel geógrafoSanzGarcíaha denominado«ca-pital del capital’>— y tambiénindustrial, haciendodeella unaciudadad-ministrativa, financieraeindustrial.

Si tornamoscomo referenciaterritorial de unidadespacialEspaña,evidentementeMadrid ofreceunasventajasfuncionalesde localizaciónrespectoal espacioestatal,mientrasqueCataluña,el PaísVascoo el PaísValenciano ocupan una posición geográficamenteperiférica, aunquebien comunicada.Si ahoraconsideramoscomo escalala de la unidad ló-gica espacialsuperior,esdecir, Europa,Madrid pasaa ocuparunaposi-ción másperiférica que la de Bilbao o Barcelona.La funcionalidadloca-cional queMadrid asumefrenteal Estadosetrastocaa favor deBarcelo-na y del PaísVascosi seconsideraahoraEuropacomo nuevo marcodereferencia.De estaforma, mientrasla autarquíalimite el comercioexte-rior, la posición de Madrid no sufrirá ningún cuestionamiento.Con elreinicio de las relacionesinternacionales,y máscon la progresivain-tegración de España en el proceso de internacionalización de laeconomíamundial a partir de losañoscincuenta,el sistemaproductivoespañolsufrirá, dentrode unoslímites, un doble procesode industriali-zación segúnque la producciónestédestinadaal mercadointerior o almercadoexterior y éste,a suvez, segúnse dirija a Europao al mercadointercontinental.

En resumen,durantelos primerosañosdel NuevoEstadoparecedar-se unadobletendenciaen la política territorial. Una, quebuscaun debili-tamientode las regioneshistóricamenteindustrialesy dentrodeellases-pecialmentede Barcelonacomo ciudad.Otra, basadaen la potenciaciónde localizacionesproductivas en otras áreas del Estado, y priorita-riamente de Madrid para que alcanceuna posición hegemónicaque lapermita articular a la nueva«Españanacional>’. Con la integraciónpos-terior en la economíainternacionalestospresupuestosdeberáncambiarbajo las exigenciasde la «lógica del capital», queno tomata demasiadoen consideraciónlos planteamientospolíticos internosya que éstos nopreocupanalas empresasextranjerasmásallá de garantizarunascondi-cionesde seguridady de realizacióndebeneficios.La <‘lógica del capital»internacional dejará de hacerconcordantesterritorialmente los objeti-

244 Joan-EugeniSánchez

vospolíticos con los objetivoseconómicos,siendoéstosúltimos los queimpondránsusupremacía.

En cuantoa la incidenciasobreel restodel espacio,también se im-pondrála lógica espacialdel modode produccióncapitalista.En Madridse produceun crecimiento en basea queexisteunainfraestructurahu-manaimportante configurante de un mercadode trabajopotencial talcual precisa el medio productivo, ya que también sobre Madrid haconfluido unafuerte corrientemigratoria al amparode la gran ciudad,definiéndose a su vez un mercadode consumo creciente.Pero, pormuchoque le peseal franquismo,enel restodel territorio el gradodede-sarrollo de las fuerzasproductivasen el sectorindustrial no serásufi-cientecomoparaconseguirunaaceleraciónde sucrecimientoindustrialquetiendahaciaun«reequilibrio” territorial.

En elmomentoen queseproduzcala penetracióndecapitalesextran-jeros en buscaexclusivamentede unosrendimientoseconómicos,y síacaso aprovechándosede las circunstanciaspolíticas, las zonas in-dustrializadasseránlas que se hallarán en las mejorescondicionesdeoportunidadparaser las receptorasde dichoscapitales,ya queofrecentanto un mercadode trabajoestructurado,como unainfraestructuradeservicios preexistente, asi como el soporte auxiliar industrial quepuedenprecisarparacompletarsusproducciones.

Volviendo al procesode industralizacióny a las relacionesde fuerzasubyacentesa la primera etapadel NuevoEstado,es interesantereferir-seal INI como instrumentofranquistaqueejecutarála política de locali-zaciónterritorial de lasnuevasunidadesproductivasindustrialesque lainiciativa privadano ha asumidodentrodel contextoautárquico.Se con-figurará deestaforma como instrumentode intervencióneconómica,pe-ro tambiénterritorial.

Esen estemarcoquedebeinterpretarselo queseha calificadocomoprocesodiscriminatorio respectoa las áreas«desafectas”.Evidentemen-te seproducendiscriminaciones,perono se trata delo queacostumbraainterpretarsesimplementecomo un problemade agravio comparativo,sino que,por lo que se ha visto, aparececomo una operaciónde mayorenvergaduraguiadapor unaconscienteactuaciónpolítica con clarosfi-nes territoriales. Que los resultadosno alcanzasentodos los objetivosqueseproponíanno quita paraqueéstosestuviesenconscientementede-finidos comounaintervencióndealto alcancesobreunasnacionalidadeshistóricasdentrodel Estado,y tendenteasudebilitamiento24.

24 Asi el INI entre 1941 y 1952 crea o partici~ de forma mayoritaria o total en 29empresas.Por un lado sólo7 tienensu sedesocialenel lugarenqueseubicael centropro-ductivo delas cuales5 son las creadasen Madrid. Las veintidos restantescentralizanenMadrid la sedesocial cuandolamayoriaestánlocalizadossuscentrosproductivosenotrospuntos de la Península.De lastresempresasquecorrespondenacataluña,dos. Elizalde yENASA, se tratan de absorcionesde centros productivos ya existentesy trasladansus

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Es evidentequeCataluñadisponíadeunaburguesíaemprendedora,pequeñao grande,desdeel puntode vista de la dinámica industrial, aligual que sucedíaen el PaísVasco. En el resto del Estadono ocurre lomismo, salvandociertas situaciones,especialmenteen el País Valen-ciano. Si sepretendela industrializaciónde todaEspañaparaalcanzarun reequilibrio territorial, ésta no podrá hacerseapoyándoseen lasburguesíaslocales,al no existir o tenermarcadosinteresesagrarios.Enestascircunstanciasel Régimen,para avanzarpor estavía, se veráobli-gado a efectuaruna industrialización “por decreto”, dado que tendráqueempezarpor creardesdecero un <‘espírituempresarialindustrial>’en laszonasdondesepienseactuar.

No obstante,en Andalucía, segúnse desprendede los trabajos deMartínez Aher, ello también podía haberseproducido dado que existiaestecierto espírituempresarial.Peroatenor de la baseagrariade la zo-na,de los interesesoligárquicosdominantes,y de los beneficiosquedelsistemaproductivo tal cual estabaarticulado ya se obtenían,es lógicoqueseadoptaseunaposición de indiferenciae inclusode prevenciónha-cia todo procesoinnovador de sus estructuras,por cuantocon la in-dustrialización,y con la consiguienteurbanización,podía llegar a cues-tionarsela propiaestructura.En el fondo se tratabade la introduccióndel modode produccióncapitalistadebaseindustrialqueerafuentepre-visible de conflictos con la estructuraagraria,aunqueéstaestuviesein-sertaen formascapitalistas.En estascircunstanciasescomprensibleladinámicaseguidapor unasy otraszonas.

El INI representaasí el instrumentode <‘creación” de una nueva“burguesía” industrial <‘por decreto’>, y una competencia con laburguesíaindustrial yaestablecida,yaque la basedel modelosocialqueinstaurael NuevoOrdenes,precisamente,la de mercadounavez legiti-madala propiedadprivada. El intervencionismoestatalal nivel de losagentes,implicará unaseriede contradiccionesy mássi no seapoya,si-no que se rehuye,cualquier forma de nacionalizaciónmás o menosso-cializantedel sistemapreexistente.

A medidaque la burguesíaindustrialrecuperela iniciativa, y quelosmecanismoseconómicospriven otra vez sobrelos políticos cuandoseadoptenlas decisionesde política económica,el INI se verá obligadoareplegarseasuverdaderafunción subsidiaria.El resultadofinal paraelINI seráel tenerquerenunciaraunadinámicadeindustrializaciónterri-

centrosdedecisióna Madrid. La terceraesla única denuevacreación ENHER (Empresa-NacionalHidroeléctricadel Ribagorzana),en 1946,siendomásque unaindustriaen senti-do estricto, unaempresadel sectorenergéticoqueaprovechaun recursogeográficamentelocalizado,por cuantose tratarádel aprovechamientohidroeléctricode los nos pirenáicoscatalanes-cabeseñalarincidentalmente,queestaempresanoentraenfuncionamientobas-ta 1951,momentobastaeícual no sepaliaránlasgrandesrestriccioneseléctricasquesufrela industria catalana.EneíPaísVascoel INI no creani participaenningunaindustria.

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tonal, terminandopor convertirseesencialmenteen un «cementeriodeelefantes»deempresasqueno alcancenaobtenerunaminimatasadega-nancia—de hecho,quetenganpérdidas—peroque,siendomáso menosnecesariasparael sistema economícoensu conjunto, no sean«atracti-vas” parael capital.

En el ámbitode la formación social españolase produceuna de lasprimerasconsecuenciasimportantessobrela formulaciónhistórica delas clasesdominantesen España.La burguesíacatalanaseveráobligadaaclaudicarde susformulaciones«nacionalistas»y se iniciará—dehechose inició apartir del momentoen que la burguesíaemigraa San Sebas-tian y Burgos desdc el inicio de la guerra— su integración en laburguesíaespañola,lo queconllevarála penetraciónen profundidaddelcapitalismoespañolen la economíacatalana.

La burguesíacatalanano consigueasumiruna síntesisentrepoderpolítico y podereconómico.Posiblementeparticipeen algunamedidadelasdecisiones,o tengacapacidadde influir enellas,perono consigue,pa-ra decirlode algunaforma, asumirel podersobreel aparatodel Estado,siendocolonizada.

En estecontexto,unacaracterísticaparticular de todo el períodose-rá la importantetransformaciónque tiene lugar dentrodel propio blo-quede poderaún cuando,formalmente,Francorecubrecon supersona-lidad y carismatodaslas transformacionesen la formaciónsocial.

Lo quehabráhechoel NuevoOrdenseráconseguirla concentracióndelos diversosbloqueseconómicosen un nuevobloqueinicialmenteagluti-nadoa travésde lasexigenciasmilitares de la guerra.Aristrocracia y po-derfinanciero secoaligany si acaso,seproduceuna ciertamarginaciónincial de la burguesíaindustrial catalana.De hecho,el grancambio secentraráen que las distintas buguesíasterritoriales, ante la presión delos militares «nacionales»seaglutinan bajo unosobjetivostambién«na-cionales»,aescaladeEstado.

Sin «competencia»del capitalismo internacional,la «aristocraciafi-nanciera»consigueestablecera escalanacional el control del sistemacrediticio. «A partir deesecontrol impulsarála industrializacióndesdela propia lógica expansivadesu poder,fuertementeestimuladapor el re-to estataldel INI —en cuyasinversiones,por lo demás,intervendrádeci-sivamentela Banca—”25.

Lo que parececlaroes que,aúncuandoen 1959 Españaestáal bordede la bancarrota,la etapaha servido para consolidarel dominio de la«aristrocraciafinanciera» estableciendouna clase hegemónicadentro

25 MOYA, Carlos.Lasélites económicasy el desarrollaespañol,en:FRAGA, VELARDE,DEL CAMPO (dirsí, La Españade los años70, Madrid, Ltd. Mondeay Crédito, 1972, vol. lp.537. Véasetambién del mismo autor: El podereconómico en España(1939-1970>,Madrid,Tuc-arLtd., 1975v Estado Nacionaly Saciedadindustrial: España 1936-80, Madrid, AlianzaEd. 1984.

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del bloquedominantede la quehabíaadolecidoen las etapasanteriores,y dondela burguesíaindustrial catalanase halla inicialmente margina-da. Se habráarticulado a su vez una importante estructuraindustrial,aunqueseaproblemática,peroquerepresentaunacapacidadproductivaimportante.La evoluciónnecesariaquetendráquesufrir el sistemaeco-nómico parte,no obstante,de unas «basesseguras”y consolidadasparala clasedominante,enun contextode burocratizacióntantodel Estado,comode la propiaeconomía,por la formaen quetodo ello seha configu-radopolíticamente.

Alcanzadoestepunto,el procesoeconómicovendrácondicionadoporla inviabilidad alargoplazodela autarquíay, cuandoseabranlas fronte-ras, por la competenciaque le plantearáel capitalismointernacional.Apesar de todo, se habráalcanzadouna fuerte concentracióndel poderalrededor de la «aristocracia financiera” que ha realizado en esteperíodounaacumulaciónsobrela basede la inexistenciade un contrapo-derobreroqueexigiesecierta participaciónen el repartodel excedente.Antes al contrario, la explotaciónde la fuerzade trabajobajo el controlburocrático-policiacode la OrganizaciónSindical,habrásido uno de losmecanismosparaalcanzaresaacumulación.

El modeloautárquicoha agotadosusposibilidades, y el capitalismonacionalprecisadel contactocon el exterior. En Europaseestáfraguan-doc] MercadoComún,por tanto un áreaeconómicaeuropea,antela cualEspañano puedepermanecerimpasible. Desdeel exterior, en un mo-mentoen que la expansióneconómicanorteamericanay europeasehallaen supuntoálgido, Españarepresentaun mercadopotencialy unabaseterritorial productivaimportante.

Todoello da lugar,a partir de la segundamitaddelos añoscincuenta,a los cambiosya conocidosy que implican, desdela óptica de los agentes

que es la que interesaaquí, la consolidaciónde los tecnócratasen la ges-tión del capitalismoespañolasumiendoel poderpolítico en un procesoaseencíente.

Espacialmenteel resultadofinal babjñ ,sdoconfigurarun espacioso-cial coherenteal marco de produccióncapitalista. En él se constataráque,contrariamentea lo quecreían los pensadoresliberalesclásicos,lasleyesdel mercadocapitalistadejadasa sudinámica«salvaje»,no unica-menteno equilibran, sino quetiendenfuertementea la concentraciónydesequilibrio territorial en un procesodedesarrolloespecializadoa dis-tintos niveles de produccióny productividad, territorialmente diferen-ciador26. Es decir, en términos espaciales,estosañoshan servido paraque, con el desarrollodel capitalismo,la producciónse concentraseaúnmásen las áreastradicionales.

Así, la guerra interior habrásido el medio de recuperarel dominio

26 Véase:HRICALL, J.M. y PUGES,A., ¡El ;;zarcecon,&nii<, Barcelona,DOPESA, 1979, Pp.

89 ss.

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territorial por partedel bloqueconservador-burguéscon evidentesre-percusionesposteriores,tanto en su configuración interna, como en laconfiguracióndel espaciosocial.

A lo largodel proceso,cuyoarranquedebesituarseenlascondicionesdel fin de la guerra interior y en el papel «españolista’>que adoptó laburguesía,lo quesi parecehaberseproducidoesunaintegraciónde cla-se,máso menoshomogénea>entrelas burguesíasdel Estadoconfígurán-doseunanuevaburguesíapor encimadematicesterritoriales, es decir,terminapor imponersela lógica dela posiciónsocial sobrela de la posi-ción territorial. Y ésto,hay que reconocerlo,esun «éxito” del franquis-mo-

Más adelante,amedidaquenos acercamosanuestrosdías, los plan-teamientosuniversalistasdel concepto de mercado,empezandopor elmercadoespañol,dentrodel modo de produccióncapitalistamonopolis-ta, serán«nuevos»airesquecoadyuvaránala <‘integración>’,aunaescalamás amplia, de la clase social dominante.Ya no se tratará de clasesopuestassino de fraccionesde claseantelas que,cuantomás,existirán<‘matices”territoriales.

Todo lo visto noshasituadoen el marcohistórico de la formaciónso-cial como medio para profundizar e interpretar las actuacionesespa-cialesque,partiendodel espacioconformadoen 1939,y a travésdela ló-gicadelos modosdeproducciónconfigurantesdela formaciónsocial,sehan ido articulandodialécticamenteen cadainstante,procediendoa laproducciónde un espaciosocial productode las relacionesde poder. Laguerra habrá sido el medio «necesario»para recuperarel control delterritorio españolpor el bloquedominante,y ello seobservatanto mejora travésde las actuacionesposterioresal propio fin de la contiendayaque es entoncescuandose plasmaránefectivamentelas actuacioneses-pacialesligadasalos interesese ideologíadel bloquevencedor.

RESUMEN

La idea cseneial es que la lucha entre grupos socialesasume necesariamenteunacomponenteespacial.Esta idea se concretaen eí estudio de un conflicto intraestatal, ladenominada»guerra civil» española(1936-1939). Partiendode la guerraen sí misma, seconsideranlasactuacionesespacialesposterioresparacomprenderlos motivos bósicosdelconflicto. Sc considera,enprimer lugar, la lucha por la hegemoníasocio-políticaque debepasarpote

1dominio—apropiacióndcl espacioestatal—espaciocomofactor en el et,nfiicío.Aparecen,así, los objetivos iniciales: la vuelta a modelos espacialespreconflietivos,elcastigoa determinadosterritorios, las políticas de localizaciónproductiva, la pretensiónderearticulaciónde la red urbana.

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RÉSUMÉ

Lidée essentielleest que la lutte entreíesgrnupessociaux suppusenécessaircmenluncomposantspatial.Cette idée se concrétisedans létude dun conflit interne, la nommée«guerrecivile” espagnole(1936-1939).En partanhdel»guerreenelle-méine,on eonsidé,elesronduitesspatialespostéricurespuor comprendreles motifs fondamentauxdu conllit. Onconsidére,en premier lieu, la lutte pour Ihégémonies<eio-politiquequi doit passerpar ladomination et l»ppropiation de lespaceétatique—espaceeommefacteurdans le conflit.Ainsi, apparaissentles objectils iniciaux: le retour á des modélesspatiauxpré-conllit, lechátimentdecertains territoires, les politiques de localisationproductive, la prétensionder<=-artieulaíiondu réseauurbain.

ABSTRACT

The main idea is that strugglesamungs<,eial groupsimply a spaceelement.We studyanInner conflica, thc so-calledSpanish «civil war’ (1936-1939); starting at thewar itself, theposterior spacebehaviarsare analyzedin o,der to understandthe primary reasonsof theconflicí. The strugglefor thesocio-political hegemonyis studied,andoneof Wc elernentsindic conflict is dic dominarce-appropriationof dic nahions space-space.Iherefore iheminal aimsappear:thereturn to pre-eonflietspacemodels,thepunishmentolcertainarcas,produetive location policies, and the antemptto re-articuiatetheurban netwo,k.