GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

  • Upload
    alcamp

  • View
    220

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    1/62

    ANTONIODE GUEVARA

    Menosprecio de corteMenosprecio de corte

    y alabanza de aldeay alabanza de aldea

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    2/62

    PrlogoComiena el prlogo del auctor dirigido al Serensimo Rey de Portugal en el qual pone muchas buenas doctrinas, y toca muy notableshistorias ................................................................................................................................................................................. ......... .3Captulo IDo el auctor prueva que ningn cortesano se puede quexar sino de s mismo ....... ...... ...... ....... ...... ...... ....... ...... ...... ....... ...... ...... ....... ....8Captulo IIQue nadie deve aconsejar a nadie se vaya a la Corte o se salga de la Corte, sino que cada uno elija el estado que quisiere ... ... ... ... ... ... .12Captulo III

    Que no combiene al cortesano dexar la Corte porque est desfavorescido, sino por pensar que fuera de all ser ms virtuoso .... ... .. ... .15Captulo IVDe la vida que ha de hazer el cortesano en su casa despus que uviere dexado la Corte ...... ....... ...... ...... ....... ...... ...... ....... ...... ...... .... ...18Captulo VQue la vida de la aldea es ms quieta y ms privilegiada que la vida de Corte ....... ...... ...... ....... ...... ...... ....... ...... ...... ....... ...... ...... ...... ..22Captulo VIQue en el aldea son los das ms largos y ms claros y los bastimentos ms baratos ...... ...... ....... ...... ...... ....... ...... ...... ....... ...... ...... ..... .25Captulo VIIQue en el aldea son los hombres ms virtuosos y menos viciosos que en las Cortes de los Prncipes ...... ....... ...... ...... ....... ...... ...... ...... .27Captulo VIIIQue en las Cortes de los Prncipes tienen por estilo hablar de Dios y bivir del mundo ....... ...... ...... ....... ...... ...... ....... ...... ...... ...... .... .... .29Captulo IXQue en las Cortes de los Prncipes son muy pocos los que medran y son muy muchos los que se pierden ...... ...... ....... ...... .... .... .... .... ..31Captulo XQue en las Cortes de los Prncipes ninguno puede bivir sin afeccionarse a unos y apassionarse con otros ....... ...... ...... ..... .... .... .... .... ...33Captulo XI

    Que en las Cortes de los Prncipes son tenidos en mucho los cortesanos recogidos y muy notados los dissolutos ...... ...... ..... .... .... .... ...35Captulo XIIQue en las Cortes de los Prncipes todos dizen haremos y ninguno dize hagamos ...... ....... ...... ...... ....... ...... ...... ....... ...... ...... .... ....39Captulo XIIIDe qun poquitos son los buenos que ay en las Cortes y en las grandes repblicas ...... ...... ....... ...... ...... ....... ...... ...... ....... ...... ...... .... ....42Captulo XIVDe muchos trabajos que ay en las Cortes de los reyes y que ay muchos aldeanos mejores que cortesanos ...... ....... ...... ...... ...... .... .... ....44Captulo XVQue entre los cortesanos no se guarda amistad ni lealtad y de qun trabajosa es la corte ...... ....... ...... ...... ....... ...... ...... ....... ...... ...... ..... .47Captulo XVIDe qunto mejor corregidas solan estar las Cortes y repblicas antiguas que lo estn agora las nuestras ....... ...... ...... ....... .... .... .... .... ..49Captulo XVIIDe muchos y muy ilustres varones que de su voluntad y no por necessidad dexaron las Cortes y se retraxeron a sus casas ... ... ... ... ... ... 52Captulo XVIIIDo el auctor con delicadas palabras y razones muy lastimosas llora los muchos aos que en la corte perdi ...... ...... ....... .... .... .... .... ....55Captulo XIX

    Do el auctor cuenta las virtudes que en la Corte perdi y las malas costumbres que all cobr ...... ...... ....... ...... ...... ....... ...... ...... .... .... ..57Captulo XXDe cmo el auctor se despide del mundo con muy delicadas palabras. Es captulo muy notable ...... ....... ...... ...... ....... ..... .... .... .... .... ....59

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    3/62

    Prlogo

    Comiena el prlogo del auctor dirigido al Serensimo Rey de

    Portugal en el qual pone muchas buenas doctrinas, y tocamuy notables historias

    Propone el auctor

    Plutarco, en el libro De curiositate vitanda, dize que en Atenas top un griego con unegipcio, que llevava so la capa cierta cosa sobarcada, y como le preguntasse qu llevaba,respondile l: Et ideo obvelatum est, ut tu nescias. Como si dixera: Por esso va ellocubierto con el manto, porque t ni otro sepis lo que va aqu abscondido. Solnsolonino mand en sus leyes a los atenienses que todos tuviessen aldavas a las puertas de

    sus casas, y que si alguno entrava en casa agena sin tocar primero a la aldava, le diessen lamesma pena que al que robava la casa. Entre los cretenses ley fue muy usada y guardadaque si algn peregrino viniesse de tierras extraas a sus tierras propias, no fuesse nadieossado de preguntarle quin era, de dnde era, qu quera, ni de dnde vena, so pena queaotassen al que lo preguntava y desterrassen al que lo dixesse. El fin porque los antiguoshizieron estas leyes fue para quitar a los hombres el vicio de la curiosidad, es a saber, elquerer saber las vidas agenas y no hazer caso de las suyas propias, como sea verdad queninguno tenga su vida tan corregida, que no aya en ella qu enmendar y aun qu castigar.Lo ms en que ocupan los hombres el tiempo es en preguntar y pesquisar qu hazen susvezinos, en qu entienden, de qu biven, con quin tratan, a do van, a do entran y aun enqu piensan; porque, no contentos de lo preguntar, lo presumen de adevinar. Veris aunos hombres tan determinados, o por mejor dezir, tan desalmados, que juran y perjuranque fulano tiene pendencias con fulana, y que ste quiere mal a aqul y aqul tiene hechaconfederacin con el otro; y si le conjuran a que diga cmo lo sabe, responde que l saberno lo sabe, mas que de muy cierto lo presume; porque el cielo se puede caer, y que sucoran a l no le puede engaar.

    Loan y nunca acaban de loar Plutarcho y Aulo Gelio y Plinio al buen romano MarcoPorcio de que jams hombre le oy preguntar qu nuevas hava en Roma, ni de cmo

    biva cada uno en su casa; sino que solamente hablava en lo que tocava al bien de laRepblica y responda a lo que alguno le deza. El divino Platn escriviendo a DionisioSiracusano, dize ass: Homo curiosus hostibus utilior est quam sibi, siquidem illorum

    mala coarguit, commostrans illis quid sit cavendum quidve corrigendum. Como sidixesse: El hombre que es curioso de saber vidas agenas, ms amigo es de su enemigo,que no lo es de s mismo; porque en el enemigo luego pone la lengua en lo que no haze

    bien y de s mismo nunca se conosce de lo que haze mal.Homero, Ennio, Xantipo y Ovidio, famosos poetas que fueron, dizen que a ningunos

    vieron tanto atormentar en el otro mundo como a los malditos de Ticio, Tntalo, Xioun,Ssifo y Panteo; no porque fueron ms viciosos, sino porque presumieron de mscuriosos, es a saber, que rebolban las repblicas y entendan en vidas agenas. Scrates elfilsofo, en entrando en su academia y en subindose a la ctedra, la primera palabra quedeza era sta: Quid de magistro?. A esto respondan luego sus discpulos: Quid dediscipulis?. Por estas palabras preguntava Scrates a sus discpulos qu les avan dicho

    dl aquel da, y ellos preguntvanle a l que qu le avan dicho de ellos; por manera queall se dezan los defectos que avan hecho y de lo que en la repblica los avan notado.

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    4/62

    En menos yerros cayramos y menos excessos cometeramos si quisissemos hazer lo queScrates haza y humillarnos a preguntar lo que l preguntava; porque ya que los hombresno miran lo que hazen, devran de pesquisar lo que dellos los otros dizen. Por absolutoque fuesse un cavallero y por dissoluto que fuesse un plebeyo, si quisiesse tener coran

    para dexarse avisar y tuviesse paciencia para consentirse corregir, es imposible que no

    enmendasse de vergena lo que no dexa de cometer por conciencia.Archidano, rey muy famoso que fue de los esparciatas, pregunt al filsofo Pindridoque qul era la cosa ms difcil que el hombre poda hazer; a la qual pregunta respondil: No ay cosa para el hombre ms fcil que el reprehender a otros y no ay cosa para lms difcil que dexarse reprehender. Qun gran verdad aya dicho este filsofo no aynecessidad que mi pluma lo encarezca, pues cada uno lo alcana; porque para reprehendera otros son infinitos los que tienen habilidad y para ser reprehendidos no ay quien tengahumildad. Epeneto, notable filsofo que fue entre los tebanos, no puede ser contado niaun condenado con los curiosos y maliciosos; el qual, como uviesse filosofado en lasacademias de Tebas por espacio de treynta aos y le riessen muchos porque no rea losvicios que vea cometer, respondi: De que no aya en m qu reprehender, comenar a

    reprehender. Respuesta fue sta digna por cierto de notar y no menos de imitar; porque sicada uno quisiesse llevar a juizio y poner en examen su vida, por ventura dara por libre alque l acussa y condenara a l en lo que al otro acussava.

    Quando Platn se parta de Tinacria para tornar a Grecia, dxole el tirano Dionisio:oh qu de males dirs de m, oh Platn, y de mi tirana, de que te halles entre losfilsofos de Grecia!. A lo qual respondi Platn: No ayas miedo de esso, Dionisio, nique yo lo diga, ni aun que los otros lo escuchen; porque estn tan corregidas y ocupadaslas academias de Grecia, que no les queda tiempo para dezir ni sola una palabra ociosa.Y dixo ms Platn: Sabe si no lo sabes, oh Dionisio, que toda la suma de nuestrafilosofa es persuadir y aconsejar a los hombres a que cada uno sea juez de su vida propiay no cure de escudriar la vida agena. Filpides el poeta, primero inventor que fue de lascomedias, como fuesse muy gran amigo y privado del rey Lismaco, dxole un da el Rey:Quid e meis rebus tibi impertiam? Inquit Philipides. Nil, o rex, ex tuis archanis. Comosi dixesse: Qu quieres que te d, oh amigo mo Filpides?. A lo qual l respondi:La mayor merced que me puedes hazer, oh rey, es que no me des parte de tus secretos.Oh alta y muy alta respuesta, la qual ser de muchos leda y de muy pocos entendida;

    porque si este filsofo no quera saber lo que el rey saba, mucho menos quisiera saber loque su vezino haza.

    Dado caso que hablar en vidas agenas y querer saber lo que se haze en otras casas seamuy gran curiosidad y aun ramo de liviandad, mucho ms lo es en querer saber qu es loque los reyes hazen; porque todo lo que los Prncipes hazen hmoslo de aprovar y todo lo

    que nos mandan obedescer.

    Aplica el auctor

    Aplicando lo dicho a lo que queremos dezir digo, serenssimo Prncipe, que a nadiecon tanta verdad se puede aplicar y a ninguno mejor que a m pueden con ello condenar;

    porque no contento de reprehender a los cortesanos quando predico, me prescio de sertambin satrico y spero en los libros que compongo. Oxal supiesse yo tan bienenmendar lo que hago como s dezir lo que los otros han de hazer! Ay de m, ay de m!,que soy como las ovejas que se despojan para que otros lo vistan, como las abejas quecran los panales que otros coman, como las campanas que llaman a misa y ellas nunca

    all entran; quiero por lo dicho dezir que con mi predicar y con mi escrevir enseo amuchos el camino y qudome yo descaminado. Sepa vuestra Serenidad, muy alto

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    5/62

    Prncipe, que en todas las ms cosas que en este vuestro libro escrivo y reprehendo meconfiesso aver cado, aver tropezado y aun me aver derrostrado; porque, si entre loscortesanos soy el menor, entre los pecadores soy el mayor. Tambin confiesso que dealgunas vanidades y de algunas liviandades no estoy apartado, y que de algunas

    presunciones y de algunas elevaciones no estoy enmendado, aunque es verdad que de las

    unas y de las otras estoy muy arrepentido; porque me paresce que es muy poco lo que hebivido y es muy mucho en lo que he pecado. No est lexos de enmendar la culpa el quetiene conoscimiento de aver cado en ella; lo qual no es ass en el malo y protervo, porque

    jams se aparta de errar el que no se conosce aver errado. Y porque no se puede entenderbien esta obra si no se tiene noticia del auctor della, pornse en una sola palabra todo eldiscurso de su vida, para que conoscan los que leyeren esta escritura, en como toda laharina le llev el mundo y que apenas aun da los salvados a Cristo.

    A m, serenssimo Prncipe, me truxo don Beltrn de Guevara mi padre de doze aosa la corte de los Reyes Catlicos, vuestros abuelos y mis seores, a do me cri, cresc y

    biv algunos tiempos, ms acompaado de vicios que no de cuydados; porque en edad tantierna como era la ma ni saba desechar plazer, ni senta qu cosa era pesar. Como los

    moos cortesanos, an no tienen en el cuerpo dolores, ni cargan sobre sus coraonescuydados, ni sienten lo que hazen, ni saben lo que quieren; sino que como unos hombresamodorriados se andan en los vicios embobescidos. Ya que el Prncipe don Juan muri yla reina doa Isabel fallesci, plugo a nuestro Seor sacarme de los vicios del mundo y

    ponerme religioso franciscano, a do persever muchos aos en compaa de varonesobservantsimos; y oxal fuera tal mi vida qual ellos me dieron la criana. Estndome,

    pues, yo en mi monesterio, asaz descuydado de tornar ms al mundo, sacme de all parasu predicador y cronista el emperador don Carlos, mi seor y amo, en la corte del qual heandado diez y ocho aos sirvindole de lo que l quera, aunque no como yo deva. Enestos tiempos passados vi la corte del emperador Maximiliano, la del Papa, la del Rey deFrancia, la del Rey de Romanos, la del Rey de Inglaterra, y vi las Seoras de Venecia, deGnova y de Florencia, y vi los Estados y casas de los Prncipes y potentados de Italia; entodas las quales cortes vi grandes cosas que notar y otras dignas de contar.

    He dado esta cuenta a Vuestra Alteza, muy alto Prncipe, para que sepis que todo loque dixere en este vuestro libro este vuestro siervo no lo ha soado ni aun preguntado,sino que lo vio con sus ojos, passe con sus pies, toc con sus manos y aun llor en sucoran; por manera que le han de creer como a hombre que vio lo que escrive yexperiment lo que dize. Siendo, pues, yo criado en casas de Prncipes, y comiendo pande Prncipes, y andando en cortes de Prncipes, y llevando gages de Prncipes, y siendocronista de Prncipes, no sera justo que mis sudores y vigilias se dedicassen sino aPrncipes; a cuya causa he querido offrescer e intitular esta mi obra a Vuestra Alteza

    como a Prncipe muy valeroso y a rey muy poderoso.Despus ac que saqu a luz el mi muy famoso libro de Marco Aurelio he compuestoy traduzido otros libros y tratados; mas yo afirmo y confiesso que en ninguno he fatigadotanto mi juizio, ni me he aprovechado tanto de mi memoria, ni he adelgaado tanto mi

    pluma, ni he polido tanto mi lengua, ni aun he usado tanto de elegancia, como ha sido enesta obra de Vuestra Alteza; porque a los grandes Prncipes hmoslos de hablar conhumildad y escrevir con gravedad. En ser para quien era esta obra, he tenido muchaadvertencia en que saliesse de mis manos mirada y remirada, polida y limada, corregida yverdadera, sabrosa y provechosa, urbana y no pessada; de manera que no uviesse en ellaqu remendar y mucho menos qu cercenar. A cualquiera que se diga una cosa baxa ysimple es bovedad, mas escrevirla o dezirla al Prncipe es bovedad y temeridad y aun

    nescedad, porque a los Prncipes hanles de hablar con temor y servir con amor.

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    6/62

    El magno Alexandro ni alcan ni conosci al poeta Homero, mas junto con esto fuetan amigo de sus escritos que siempre traa en el seno la Ilada y de noche la pona so elalmohada. Pirro, rey de los epirotas, dozientos y veynte aos nasci despus que muri elfilsofo Esquines, y tuvo en tanta veneracin Pirro a la doctrina de Esquines, que con eloro que tena encuadernadas sus obras se pudieran casar muchas hurfanas. Desde que

    muri el famoso Tito Livio hasta que nasci el buen Marco Aurelio passaron ms deciento y veynte aos, al cabo de los quales mand el buen Emperador que para guardar lasobras deste Tito Livio se hiziesse una arca de oro y para entretener sus huesos le hiziessenun sepulcro de prfido. Hermgenes el filsofo y el gran rey Demetrio jams se vieron nise conoscieron, porque el uno estava en Asiria y el otro en la Grecia; mas junto con estoHermgenes offresci muchos libros al rey Demetrio y Demetrio hizo muchas mercedesal filsofo Hermgenes, de manera que los hizo tan grandes amigos la pluma como aotros haze la patria.

    Todo esto he dicho, muy alto Prncipe, para que no haga a Vuestra Alteza tener enpoco esta obra al averme yo criado en Castilla y no tener noticia de mi persona; porque, sino soy vuestro vassallo, prsciome de ser vuestro siervo. Si Vuestra Celsitud tiene en

    tanto mi doctrina como yo tengo a su real persona, soy cierto que l ser para m otroDemetrio y yo ser para l otro Hermgenes. Acordndome que sois nieto de quien yo fuicriado y que sois primo de quien yo soy vassallo, gran obligacin es la ma de servirle ymuy mayor merced dl quererse de m servir; porque los Prncipes muy mayor mercednos hazen quando muestran lo que nos quieren, que no quando nos dan lo que tienen.

    Concluye el auctor

    Si Vuestra Alteza quiere leer en esta mi obra, hallar en ella algunas cosas, ningunade las quales le ossara dezir en secreto y menos en pblico; porque el trabajo que se

    passa con los Prncipes es que en sus casas y repblicas tienen todos licencia delisongearlos y muy poquitos de avisarlos. Si los Prncipes os quisissedes un pocohumanar, es a saber, que tratssedes con hombres sabios y leyssedes en algunos buenoslibros, por ventura ahorrarades de muchos trabajos y aun no cayrades en tantos yerros;mas como es vuestra voluntad tan libre y vuestra libertad tan grande, no vens a saber eldao hasta que ya no lleva remedio.

    Tenis, seor, fama de buen cristiano, de Prncipe justiciero, de rey virtuoso, de seorcuerdo y de hombre piadoso; y si junto con esto os allegis a consejo y os dexis al

    parescer ageno, assentaros emos los cronistas entre los monarcas del mundo; porque a suPrncipe y seor muy mayor servicio le haze el que le da un buen consejo que no el que le

    presenta un notable servicio. No loo al cavallero que pierde la vergena, ni loo al que

    escrive si suelta la pluma, ni loo al que predica si suelta la lengua, es a saber, en dezirdesacatos a los Prncipes y contra los Prncipes; porque a los reyes y grandes seorespermtese avisarlos, mas no se suffre reprehenderlos.

    Quando el rey David cometi el adulterio con Betsab y el homicidio con Uras, no lereprehendi el profeta Natn en pblico, ni le affrent delante todo el pueblo, antes ledixo aparte tan dulces palabras y le convenci con tan buenas razones, que luego all elRey conosci la culpa y comen a hazer penitencia. Es tan suprema la auctoridad delPrncipe, que absolutamente nos puede exortar, avisar, reprehender y castigar, y nosotrosa l no ms de le avisar y aconsejar; porque a los buenos Prncipes por ninguna cosa se lesha de perder la vergena ni alar la obediencia. De Catn Censorino y del emperadorAugusto y del gran Trajano y del buen Marco Aurelio dizen todos sus escritos que por

    esso fueron Prncipes tan ilustres en sus hazaas y tan bien quistos en sus repblicas,porque tenan siempre cabe s no slo quien los aconsejava lo que hazan, ms aun quien

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    7/62

    los avisava de lo que erravan. Lo contrario de todo esto se lee de los malvados tiranos, deBras el griego, de Antenn el tebano, de Falaris el agrigentino y de Dionisio elsiracusano, los quales jams quisieron ser de sus officiales avisados ni de sus amigosaconsejados.

    No abasta tampoco que tengis los Prncipes en vuestras cortes hombres cuerdos y en

    vuestras casas hombres sabios si no queris aprovecharos de sus buenos consejos; porqueserades como la candela que alumbra a los otros y quema a s misma. La Escritura sacragravemente reprehende a Sal porque no crey a Samuel, al rey Acab porque no crey aMiqueas, al rey Sedequas porque no crey a Esaas, al rey Salmanasar porque no crey aTobas y a la reina Jezabel porque no crey a Elas. Todos estos sanctos profetas andavanen las cortes de los Prncipes y predicavan a Prncipes; a los ms de los quales no slo nolos quisieron creer ms an los mandaron matar. La mayor ofensa que los Prncipes

    podis hazer a Dios es no ossar nadie avisar a vosotros y reprehender a vuestroscortesanos; lo qual no devra ser ass, pues ay tanta necessidad del predicador quereprehenda los vicios como de la justicia que castigue los excessos. El rey Filippo y el reyDemetrio nunca ellos enseorearan a los reynos de Grecia, si primero no alcanaran della

    a los filsofos que la governavan y con sus buenos consejos la deffendan; que, comodeza Catn Censorino, no se pierden las repblicas por mengua de capitanes sino porfalta de consejos. En verdad que el buen Catn deza la verdad, porque en una repblicason muchos los hombres esforados, animosos, atrevidos y denodados, y por otra parteson muy poquitos y aun poquititos, los sabios, cuerdos, suffridos y experimentados. Seasta la postrera palabra y encomindela Vuestra Alteza a la memoria, y es que si queris

    parescer y ser Prncipe cristiano, si en vuestra corte uviere quien sea vicioso y quien seasatrico, antes favoresced al predicador que reprehende el vicio que al cavallero que esvicioso. Pudese de todo lo sobredicho coligir que la diferencia que va de lo uno a lo otroes, que al buen Prncipe ssanle avisar y al que es tirano aun no le ossan hablar. Lo quesiempre al Emperador mi seor y amo he persuadido en los libros que le he escrito y loque en mis sermones le he predicado y lo que de persona a persona le he hablado, es quese llegue siempre a consejo y admita algn particular aviso; porque el consejo leaprovechar para lo que ha de hazer, y el aviso, para lo que se ha de guardar.

    A Vuestra Celsitud, serenssimo Prncipe, aunque no tengo auctoridad para leaconsejar ni atrevimiento para le avisar, tengo humildad para humildemente le suplicarresciva en servicio este pobre servicio y tome al auctor so su amparo.

    POSUI FINEM CURIS;SPES ET FORTUNA, VALETE.

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    8/62

    Comiena el libro llamado

    Menosprecio De Corte,Dirigido al Muy Alto y Muy Poderoso Seor

    El Rey de Portugal,

    Don Juan Tercero deste nombre,

    Compuesto por el Ilustre Seor

    Don Antonio de Guevara,

    Obispo de Mondoedo,

    Predicador y Cronista,

    y del Consejo De Su Majestad.

    Captulo I

    Do el auctor prueva que ningn cortesano se puede quexar

    sino de s mismo

    Theophrastus philosophus memoriae prodidit Philippum, Alexandri patrem, nonsolum dignitate et armis sed etiam prudentia, eloquentia et moribus multo aliis regibus

    praestitisse. Athenienses igitur beatos esse dictitabat ut qui singulis quibusque annis

    decem invenirent quos imperatores eligerent; se namque unum dumtaxat imperatorem permultos annos invenisse, scilicet, suum Parmenionem amicum. Commulti successuspraeclari uno die sibi muntiati forent, inquit: o fortuna, pro tot tantisque bonis exiguo mealiquo malo affice. Devicti sautem graecis, cum quidam ipsi consulerent ut praesidis urbiscontineret, inquit: malo diu benignus quam brevi tempore dominus appellari. In fuga veroquadam, cum siccisque ficubus et pane hordaceo vesceretur, inquit: qualis voluptatisinexpertus eram. Saepe imo sepissime Philippus dicebat, eum qui regem alloquuturusesset bissinis et mollibus uti verbis. Cum quidam scutum pulcherrime ornatum ostentaret,inquit: graecum virum decet magis in dextra quam in sinistra spem habere; etc. De hochactenus.

    Despus que este muy ilustre Prncipe Filippo venci a los atenienses, aconteci que

    como una noche estuviesse cenando y se moviesse pltica entre l y los filsofos que allse hallavan sobre qul era la mayor cosa que ava en el mundo, dixo un filsofo: Lamayor cosa que ay en el mundo es a mi ver el agua, pues vemos que ay ms della sola quede todas las otras cosas juntas. Otro filsofo dixo que la mayor cosa del mundo era elsol, pues slo su resplandor abasta a alumbrar al cielo, y al aire y a la tierra y al agua.Otro filsofo dixo, que la mayor cosa del mundo era el gran monte Olimpo, la cumbre delqual sobrepuxava al aire y que de lo alto dl se descubra el mundo todo. Otro filsofodixo que la mayor cosa del mundo era el muy famoso gigante Atlas, sobre la sepultura delqual estava fundado el espantable monte Etna. Otro filsofo dixo que la mayor cosa delmundo era el gran poeta Homero, el qual fue en la vida tan famoso y en la muerte tanllorado, que pelearon entre s siete muy grandes pueblos sobre quin guardara sus huesos.

    El postrero y ms sabio filsofo dixo: Nihil aliud in humanis rebus est magnum nisianimus magna despiciens. Quiso por estas palabras dezir: ninguna cosa con verdad se

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    9/62

    puede en este mundo llamar grande, si no es el coran que desprecia cosas grandes. Ohalta y muy alta sentencia, digna por cierto de notar y aun de a la memoria encomendar!,

    pues por ella se nos da a entender que las riquezas y grandezas desta vida es muy msdigno y de mayor gloria el que tiene nimo para menospreciarlas, que no el que tieneardid para ganarlas. Tito Livio alaba y nunca acaba de alabar al buen cnsul Marco Curio,

    a la casa del qual, como viniessen los embaxadores de los samnitas a capitular con lcierta tierra y para esto le offreciessen mucha plata y oro y l estuviesse a la sanlavando unas beras y echndolas a cozer en una olla, respondiles estas palabras: A loscapitanes que se desprecian de aderear su olla y cenar tal cena como sta, a essos avisvosotros de llevar todo ese oro y plata, que yo para m no quiero otras mayores riquezassino ser seor de los seores dellas. Por ventura no meresci ms gloria este cnsulMarco Curio por los talentos de oro y plata que menospreci de los samnitas que no elcnsul Lculo por lo que rob a los esparciatas? Por ventura no meresci ms gloria el

    buen filsofo Scrates por las grandes riquezas que ech en las mares que no el reyNabucodonosor por los muchos tesoros que rob del templo? Por ventura nomerescieron ms gloria los de las islas Baleares en no consentir entre s aver oro ni plata,

    que no los vanos griegos que por robar minas de Espaa vinieron a ella desde Grecia?Por ventura no fue mayor el nimo del buen Emperador Augusto en menospreciar elimperio, que no el de su to Julio Csar en ganarlo? Para emprender una cosa es menestercordura; para ordenarla, experiencia; para seguirla, industria; y para acabarla, fortuna;mas para sustentarla digo que es menester buen esfuero y para menospreciarla, grandenimo; porque ms fcilmente menosprecia uno lo que vee con los ojos, que no lo que yatiene entre las manos.

    A muchos ilustres varones emos visto sobrarles fortuna para emprender y aun paraalcanar grandes cosas y despus no tener nimo para descargarse y aliviarse de ningunadellas; de lo qual se puede muy bien coligir que la grandeza del coran no consiste enalcanar lo que l mucho dessea, sino en menospreciar lo que l ms ama. ApolonioTianeo menospreci a su propia patria y atraves toda la Asia por irse a ver con elfilsofo Hiarcas en la grande India. El filsofo Aristteles menospreci la gran privanaque tena con el rey Alexandro, no por ms de por tornarse a su academia a leer filosofa.

    Nicodio el filsofo menospreci el inmenso tesoro que le dava el gran rey Ciro, por no lequerer seguir en la guerra ni doctrinar en la paz. Anoxilo el filsofo tres vezesmenospreci el principado de la repblica de Atenas, diziendo que ms quera ser siervode los buenos que no verdugo de los malos. Cecilio Metelo, famoso capitn romano,nunca quiso aceptar la dictadura que le davan ni el consulado que le offrescan, diziendoque quera comer en paz lo que con mucho trabajo ava ganado en la guerra. El granemperador Diocleciano a todo el mundo es notorio de cmo renunci el imperio, y esto

    no por ms de por huir los bullicios de la repblica y por gozar del reposo de su casa.En mucho se ha de tener el hombre que tiene coran para menospreciar un reyno oun imperio; mas yo en mucho ms tengo el que menosprecia a s mismo y que no se rige

    por el su parescer propio, porque no ay hombre en el mundo que no est ms enamoradode lo que quiere que no de lo que tiene. Por muy ambicioso y por ms codicioso que seaun hombre, si camina diez das tras el tener, caminar ciento en pos del querer, porque lostrabajos que los hombres passan no es por tener lo que deven, sino por alcanar lo quequieren. Si caminamos, si nos fatigamos, si trasnochamos y nos desvelamos, no es porcumplir con la necessidad, sino por satisfazer a la voluntad; y lo peor de todo es que, nocontentos con lo que podemos, procuramos de poder lo que queremos.

    Oh quntos en las cortes de los Prncipes emos visto, a los quales les estuviera mejor

    el nunca ser seores de su poder ni de su querer; porque despus, haziendo todo lo quepodan y lo que queran, vinieron a hazer lo que no devan! Si al hombre que offendimos

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    10/62

    emos de pedir perdn, pida cada uno perdn a s mismo antes que no a otro, porqueninguno desta vida me ha a m tanto mal hecho como yo mismo a m mismo me he

    procurado. Quin me enrisc a m en la cumbre de la sobervia sino sola mi presuncin ylocura? Quin ossara entosicar al triste de mi coran con la ponoa de la embidia sinofuera sola presuncin y locura? Quin ossara encender y soplar a cada passo en mis

    entraas el fuego de la ira, si no fuesse mi muy grande impaciencia? Quin es la causa deser yo entre los manjares tan desordenado, si no es el averme yo criado tan regalado ygoloso? Quin ossara irme a m a la mano para no repartir mi hazienda con los pobresnecessitados, si no es el ser yo muy amador de mis propios dineros? Quin da licencia ami propia carne para que se levante contra mis sanctos desseos, si no es el mi coran queanda enconado con pensamientos livianos? De todos estos daos y de tan notoriosagravios, a quin pornis vos la demanda, oh alma ma, si no es a mi sensualidad propia?Gran locura es, estando el ladrn en casa, salir fuera a hazer la pesquisa.

    Quiero por lo dicho dezir que es gran vanidad y aun liviandad, estando en nosotros laculpa, formar contra otros la quexa; porque nos emos de tener por dicho que jams nosacabaremos de quexar sino quando nos comenremos a enmendar. Oh quntas y

    quntas vezes en el centro de nuestros coraones se andan peleando y trebejando la virtudque me obliga a ser bueno y la sensualidad que me combida a ser vano y liviano, de laqual pelea se sigue quedar el mi juizio ofuscado, el entendimiento turbado, el coranalterado y yo mismo de m mismo enagenado! El poeta Ovidio cuenta de la muyenamorada Filis la Rodana que de s misma y no de otro se quexaba quando deza:Remigiumque dedi quo me fugiturus abires; heu patior tellis vulnera facta meis. Comosi ms claro dixera: Oh Demofn amigo y enamorado mo!, si yo no empleara micoran en te amar, ni diera dineros para te ir, ni aparejara naos para t navegar, nicapitulara con los cossarios para te assegurar, ni t te ossaras ir, ni yo tuviera de qu mequexar; por manera que con mis propias armas fueron mis entraas heridas. Si creemos aJosefo en lo que dize de Mariana, y a Homero en lo que dize de Elena, y a Plutarco en loque dize de Cleopatra, y a Marn, en lo que dize de la reina Dido, y a Teofrasto en lo quedize de Policena, y a Xantipo en lo que dize de Camila, y a Asenario en lo que dize deClodra, no se quexaban tanto aquellas excelentes princesas de las burlas que susenamorados las avan hecho, quanto de s mismas por lo que les avan credo y aunconsentido. Si a Suetonio y Xantipo y Plutarco damos fe en lo que cuentan del granPompeyo y del rey Pirro, y del famoso Anbal, y del cnsul Mario y del ditador Silla, ydel invencible Csar y del desdichado de Marco Antonio, no llevaron tanta lstima destemundo por averlos la fortuna tan cruelmente abatido y atropellado, quanto por averse ensus prosperidades mal regido y de s mismos tanto confiado.

    No es menos sino que algunas vezes los parientes y amigos nos alteran y

    desassossiegan; mas al fin los grandes trabajos y famosos enojos nadie nos los viene atraer, sino que nosotros nos los imos a buscar; y paresce esto claro en que nos metemos ennegocios tan enconados y tan mal digestos que no podemos salir dellos sino lastimados odescalabrados. Muchos cuentan que tienen enemigos y no se acuerdan de contar a s entreellos, como sea verdad que no aya hombre en el mundo que tenga a otro por mayorenemigo como es cada uno de s mismo; y el mayor dao que en esto ay es que so colorde quererse aprovechar y mejorar, yo mismo a m mismo me echo a perder. Preguntado elfilsofo Netido que qul era el ms sano consejo que entre todos los consejos un hombre

    para s poda tomar, respondi: No ay para el hombre otro tan sano consejo como espedir a otro consejo y no fiarse de su parescer propio. Discreta respuesta y aun famosadotrina fue la deste filsofo, porque en esta vida ninguno puede hallar tan gran tesoro

    como el hombre que halla a s mismo; y por el contrario ninguno tanto pierde como el quea s mismo de s mismo se pierde. Los hombres cuerdos ms de s que no de otros han de

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    11/62

    andar sospechosos y recatados, porque al mejor tiempo la vida los engaa, los males lossaltean, los pesares los prendan, los amigos los dexan, persecuciones los acaban,descuydos los atormentan, sobresaltos los espantan y aun ambiciones los sepultan.

    Si quisissemos mirar lo que somos, y de qu somos, y qu somos, y para lo quesomos, hallaramos por verdad que nuestro comieno es olvido; el medio, trabajo; el fin

    dolor, y todo junto un manifiesto error. Oh qun triste, oh qun miserable es esta vida, enla qual ay tantos desmanes en el caminar, tantos lodos do entrampar, tantos riscos de docaer, tantas sendas a do errar, tantos puertos por do passar, tantos ladrones a quien temer yaun tantos desmanes en el negociar, que muy poquitos son los que van por do querran niaun allegan a do desseavan!

    Todas estas cosas emos dicho para que vean nuestros cortesanos en como ni ellos niyo sabemos amar ni menos aborrescer, eligir lo bueno y desechar lo malo, evitar lo quedaa y conservar lo que aprovecha, seguir la razn y apartar la ocasin; sino que si nossucede bien alguna cosa damos las gracias a la fortuna, y si mal, quexmonos de nuestramala dicha.

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    12/62

    Captulo II

    Que nadie deve aconsejar a nadie se vaya a la Corte o se salga

    de la Corte, sino que cada uno elija el estado que quisiere

    Aristarco, el gran filsofo tebano, deza: Quid optes aut quid fugias nescis; ita ludittempus. Como si ms claro dixese: Es el tiempo tan mudable y es el hombre tanvariable, que ni sabe lo que ha descoger ni puede atinar a lo de que se ha de guardar. Noay cosa ms averiguada que lo que este filsofo dize, pues vemos cada da que con lo queuno sana otro enferma, con lo que uno mejora otro empeora, con lo que uno prevalesceotro se oscuresce, con lo que uno re otro sospira, con lo que uno se honra otro se affrenta,y aun con lo que uno est contento bive otro desesperado. Preguntado el filsofoAlquimio por su amo el rey Demetrio en qu estava el mayor trabajo desta vida,respondi: No ay cosa en que no aya trabajo, no ay cosa en que no aya zoobra, no aycosa en que no aya sospecha, no ay cosa en que no aya peligro, ni ay cosa en que no ayacongoxa, y sobre todos es el mayor trabajo no tener el hombre en ninguna cosacontentamiento. En verdad que dixo la verdad este filsofo, porque si en alguna cosa,

    por nfima que fuesse, hallssemos contentamiento, en ella y no en otra pornamosnuestro paraso. De bivir como bivimos todos tan descontentos querramos provar a qusabe el ser rey, a qu sabe ser cavallero, a qu sabe ser escudero, a qu sabe ser casado, aqu sabe ser religioso, a qu sabe ser mercader, y a qu sabe ser labrador y aun pastor; yal fin, despus de todo provado, no fcilmente se sabran determinar qul de aquellosestados avan de elegir. El que es loco con cualquiera cosa se contenta, mas el que escuerdo no fcilmente se arroja ni determina; porque, si en el estado pequeo es la pobreza

    muy enojosa, tambin en el estado alto es la fortuna muy sospechosa.Plauto el filsofo fue en su mocedad muy humano y aun mundano, porque anduvo enla guerra, naveg por mar, fue panadero, trat en mercadera, vendi azeite y aprendi unofficio de sastre. Preguntado este filsofo en qu officio ava estado ms contento y seava hallado ms assossegado, respondi: No ay estado en que no aya mudana, no ayhonra en que no aya peligro, no ay riqueza en que no aya trabajo, no ay prosperidad queno se acabe, ni aun plazer que no amargue; y si en algo yo tom descanso, fue despusque me di a los libros y me apart de los negocios. Como hombre cuerdo y bienexperimentado habl este filsofo. En quanto en este mundo bivimos todo lo desseamos,todo lo tentamos, todo lo procuramos y aun todo lo provamos; y al fin, despus de todovisto y gustado, con todo nos cansamos y con todo nos ahitamos.

    Muy gran parte de nuestro descontento est en que lo mucho nuestro nos parescepoco y lo ageno nos paresce mucho. A la riqueza nuestra llamamos trabajo, y en lapobreza agena dezimos que est el reposo. El estado que los otros tienen aprovamos y anuestra manera de bivir condenamos. Velamos por alcanar una cosa y desvelmonos porsalir luego della. Imaginamos que biven todos contentos y que solos nosotros somos losdesdichados, y lo peor de todo es que creemos en lo que soamos y no damos fe a los quevemos. Qu camino tomaremos o qu estado seguiremos ninguno lo puede saber y menosa otro aconsejar; pues vemos que si el navegar es peligroso, tambin el estar en calma esenojoso. En caso de bivir vemos muchas vezes que se caen muertos los sanos y escapanlos oleados. En caso de caminar vemos que muchas vezes llega ms ana el que no dexel camino y se perdi el que fue por el atajo. En caso del tener y del valer vemos muchas

    vezes que bive ms contento uno con lo poco que tiene que otro con lo mucho que vale.En caso del favor o disfavor vemos muchas vezes que la fortuna favoresce ms a los que

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    13/62

    estn holgando, que no a los que andan sudando. Pudese de todo lo sobredicho coligirque no ay en este mundo cosa ms cierta que ser todas las cosas inciertas.

    Aplicando, pues, lo dicho a nuestro propsito, dezimos que es gran temeridad y aunno s si liviandad aconsejar a nadie que sea casado, aprenda letras, siga la guerra, se hagaclrigo, se meta religioso, aprenda officio o ande a palacio; porque en este caso nadie se

    ha de atar a lo que otro dize, sino mirar la inclinacin que tiene. Plutarco en los libros Derepublica loa mucho al divino Platn, en la academia del qual primero provavan a losdiscpulos que le traan las inclinaciones que tenan, que no que les enseassen lasciencias que queran; por manera que si vean ser inclinado a las letras, quedvase en laacademia, y si no, tornvase a deprender officio en la repblica. Alcibades el griego,aunque le pusieron desde muy nio al estudio, muy mejor maa se dio despus en el

    pelear que entonces se dio en estudiar. Al que es esclinado a ceir espada muy mal se leassienta la estola. Al que de su natural es encogido, pecado sera llevarle a palacio. A laque dessea tener marido muy pessado se le har el velo negro. Al que es inclinado a picarmuelas en valde le ensean amolar navajas. Al que de suyo se da al texer pecado esmandarle pintar. Lo que dezimos destos pocos officiales podramos dezir y exemplificar

    de todos los otros. Aconsejar a uno que tome alguna manera de bivir, lolo; mas sealarleel officio que ha de tomar, repruvolo. Licurgo, dador que fue de las leyes de loslacedemoneos, mand que sus padres pusiessen a sus hijos a officios, cumplidos catorceaos, no en los que ellos quisiessen, sino en aquellos a que los hijos se inclinassen.Despus que uno uviere eligido manera de bivir pudele su amigo avisar cmo en ella seha de governar, porque ya puede ser que acierte uno en el estado que elige y despus yerreen todo lo que en l haze.

    Dexemos ya de hablar por circunloquios y declaremos del todo nuestros conceptospara ver lo que sentimos y aun lo que al lector aconsejamos; porque a la caza no abastaque se levante, sino que se alcance. Aconsejar a uno que dexe la corte y se vaya a su casa,o que dexe su casa y se vaya a la corte, el tal consejo ni le admite criana darle ni cabe encordura tomarle; porque va mucho de lo que yo puedo a mi amigo aconsejar, a lo que a lle combiene hazer. Lo que en este caso ossaramos dezir es, que el hombre eligiesse talestado y morasse en tal lugar a do ms honestamente se pueda sustentar y do mslimpiamente pudiesse bivir y a do ms seguramente ossasse morir. Muchas vezes se mudaun hombre de una tierra a otra, de un barrio a otro, de una casa a otra y aun de unacompaa a otra; y al fin si de la una tena pena, de la otra muestra quexa; y la razn delloes, porque l echava la culpa a la condicin de la tierra y estava todo el dao en sucondicin mala. Qu ms diremos sino que en la corte, en la ciudad, en la aldea, en laventa, en el yermo y en el mercado vemos al virtuoso estar corregido y vemos al maloandar dissoluto? El vicio y el vicioso son los que andan a buscar oportunidad para ser

    malos; que la virtud y el virtuoso a do quiera hallan lugar para ser buenos. No ay estadoen la iglesia de Dios tan absoluto en que uno no se pueda salvar, ni ay estado tan recogidoa do no aya ocasiones para se perder; porque los officios, estados y preeminencias soncomo la rosa del campo de la qual haze su miel el abeja y aun su ponzoa la araa. Parahombre bueno no ay officio malo, ni para hombre malo ay officio bueno; porque tal ha deser el hombre que presume de bien que el officio se honre con l y no l con el officio. ElPrncipe pudese salvar haziendo justicia y pudese condenar usando de tirana. Elcavallero pudese salvar peleando y pudese condenar robando. El eclesistico pudesesalvar sirviendo su iglesia y pudese condenar entrando por simona. El religioso pudesesalvar contemplando y pudese condenar murmurando. El casado pudese salvar criandosus hijos y pudese condenar con ilcitos adulterios. El rico pudese salvar haziendo

    limosnas y pudese condenar dando a usuras. El labrador pudese salvar arando y pudese

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    14/62

    condenar pleyteando. El pastor pudese salvar guardando su ganado y pudese condenarpasciendo el pan ageno.

    Y porque no parezca que hablamos de gracia provemos todo lo que emos dicho conescritura autntica. En el estado de reyes el rey David fue bueno y el rey Sal fue malo.En el estado de sacerdotes Matatas fue bueno y Onas fue malo. En el estado de profetas

    Daniel fue bueno y Balaam fue malo. En el estado de pastores Abel fue bueno y Abimelecfue malo. En el estado de casados Tobas fue bueno y Ananas fue malo. En el estado debiudas Judit fue buena y Jezabel fue mala. En el estado de ricos Job fue bueno y Nababfue malo. En el estado de consejeros Aquitofel fue bueno y Cusi fue malo. En el estado decazadores Jacob fue bueno y Esa fue malo. En el estado de apstoles San Pedro fue

    bueno y Judas fue malo.He aqu, pues, provado en como el ser buenos o ser malos no depende del estado que

    eligimos, sino de ser nosotros bien o mal disciplinados. Si aconsejamos a uno que biva enel aldea, dize que no se halla con rsticos. Si le aconsejamos que salga de la corte, dizeque tiene all negocios. Si le aconsejamos que sirva en palacio, dize que no es nadaentremetido. Si le aconsejamos que sea eclesistico, dize que no se amaa a rezar. Si le

    aconsejamos que sea fraile, dize que no podr ir a maitines. Si le aconsejamos que siga laguerra, dize que no es amigo de poner en peligro la vida. Si le aconsejamos que se case,dize que no puede ver llorar mochachos. Si le aconsejamos que guarde continencia, dizeque es intolerable la soledad. Si le aconsejamos que aprenda officio, dize que nodesciende l de tales parientes. Si le aconsejamos que aprenda letras, dize que es flaco decabea. Si le aconsejamos que se retraiga ya a su casa, dize que no se hallar sinconversacin.

    Presupuesto que es verdad, como es verdad, todo esto, nadie deve aconsejar a nadieen cosa que toca a honra o al reposo de su vida, porque despus ms se quexar el tal delo que entonces le aconsejavan que no de lo que despus padesce.

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    15/62

    Captulo III

    Que no combiene al cortesano dexar la Corte porque est

    desfavorescido, sino por pensar que fuera de all ser msvirtuoso

    Publio Mino el filsofo en sus anotaciones deza: Deliberandum est diu quodfaciendum est semel. Grave para leer y digna de saber y aun necessaria de aprender esesta sentencia, por la qual somos avisados que nos combiene pensar primero en muchosdas lo que despus emos de hazer en uno. El rey Demetrio, hijo que fue del gran reyAntgono, preguntado por su capitn Patroclo por qu no dava la batalla a su enemigoTolomeo, pues en nimo era ms esforado y en exrcito ms poderoso que l, respondi:In quibus poenitentia non habet locum magno pondere attentandum est. Quera, pues,

    estas palabras dezir: En las cosas que despus de hechas nadie se puede arrepentir sobremuy grande acuerdo se han de emprender. Agesilao, muy ilustre capitn que fue de loslicaonios, como le diessen priessa los embaxadores de los tebanos que les respondiesse auna embaxada que le avan trado, respondi: An nescitis quid ad utilia deliberandummora est tutissima?. Como si dixera: Agora tenis por saber, oh tebanos, que paradeterminarse uno en lo que le va la vida, no ay cosa ms segura que la tardana?.Plutarco en la vida de Sertorio le loa mucho de que en los negocios graves era muy gravehasta se determinar y que despus era muy constante en lo que se determinava. Suetonioen el segundo libro De Caesaribus dize de Augusto el emperador estas palabras:Amicitias neque facile admisit et constantisime retinuit. Que quiere dezir: Los amigosque Augusto tena ni era apressurado en tomarlos ni liviano en dexarlos. Destos tan

    notables exemplos se puede coligir en qunto yerro caen los hombres que son en sushechos acelerados y en sus consejos voluntariosos. No queremos vestir la ropa sin queest enxuta, ni gustar la fruta sin que est madura, ni comer la carne sin que est manida,ni bever el vino sin que sea aejo, ni edificar casa sino con madera seca; por ququeremos emprender negocios con consejos verdes con los quales antes nos ahumaremosque nos escalentaremos? Las cosas que tocan al punto de la honra y al reposo de la vidamucho antes se han de tantear que no que se vengan a determinar. El hombre prudente ycuerdo, si piensa una hora en lo que ha de dezir, ha de pensar diez en lo que ha de hazer.Las palabras al fin son palabras, y pudese uno que err retractarse luego dellas; mas delas obras inconsideradas y borradas ni las pueden enmendar ni aun a las vezes remendar.

    Entre todas las vanidades la mayor vanidad de todas es que estudian los hombres en

    cmo han de disputar, abogar, juzgar y hablar, y que ninguno se ocupa en saber cmo hade bivir; mayormente que el bien morir depende del bien bivir. Los hombres que

    presumen de gravedad y se conservan en auctoridad deven estar siempre muy avisados enque no los noten de capitosos en lo que emprenden, ni de mudables en lo que hazen,

    porque el mayor defecto que en un hombre se puede hallar es tenerle por mentiroso en loque dize y por inconstante en lo que emprende. El de rostro vergonzoso y corangeneroso ha de mirar lo que comiena y de lo que se encarga; y si fuere cosa justa yhazedera, deve morir y atrs no tornar, porque en los negocios muy difficultosos, all esdo se hazen los hombres muy afamados. Si no fuera difficultoso y casi imposible Aquilesmatar a Hctor, Agesilao vencer a Bianthe, Alexandro a Daro, Csar a Pompeyo,Augusto a Marco Antonio, Sila a Mitrdates, Escipin a Anbal, Marco Furio a Pirro y el

    buen Trajano a Decebalo, nunca aquellos tan ilustres varones fueran como son en todo elmundo nombrados.

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    16/62

    Viniendo, pues, al propsito es de notar que el proverbio ms usado entre loscortesanos es dezir a cada palabra: A la verdad, seor compadre, quiero ya esta malditacorte dexar e irme a mi casa a morar; porque la vida desta corte no es bivir, sino uncontinuo morir. Oh a quntos he oydo yo esta palabra prometer y a qun poquitos la hevisto cumplir!; porque el anuelo de la corte es de tal calidad que al que una vez prende

    dale cuerda, mas no le suelta. Quando al cortesano le falta el dinero, le hazen algn enojo,no sali con algn pleyto, o sali de la consulta en blanco, a la hora son con l muyvirtuosos desseos y haze profesin de mil propsitos sanctos; de manera que aquelarrepentimiento no le viene de los males que ha hecho, sino de los negocios que no le han

    bien sucedido. Nunca permanescer mucho en la bondad el que viene a ser bueno no poramor de la verdad, sino constreido de necessidad, porque no se puede llamar virtud laque no se haze de voluntad. Pudese esto conoscer en que, si la fortuna buelve su rueda demanera que al tal cortesano acrescienten en hazienda, adelanten en honra o le diganalguna halagea palabra, luego los sanctos desseos se le resfran y los recogidos

    propsitos se le olvidan.En el coran del cortesano que es verdadero cristiano y no mundano muy gran

    competencia traen entre s el favor del medrar y el fervor de se salvar, porque en las cortesde los Prncipes es a do los hombres pueden valer y aun a do se suelen perder. Lo que

    passa en este caso es, que quando cresce el favor luego afloxa el hervor, y nunca cresce elhervor sino quando afloxa el favor; por manera, que la adversidad los torna cristianos y la

    prosperidad cortesanos. Ya emos dicho que los ms que se van de la corte es porque estnpobres, o se ven desprivados, o se sienten affrentados, o se hallan viejos, o que los embandesterrados; de manera que si uno se va por voluntad, ciento se absentan de necessidad.Es tan desseada la salud, es tan apetitosa la honra, es tan sabrosa la hazienda y es tanhalagea la privana que vemos a infinitos procurarla y a muy poquitos menospreciarla.Oh qun heroico coran tiene el que la corte dexa y de la antigua conversacin se apartay a s mismo olvida y la privana que tena menosprecia! A la verdad, el verdaderomenosprecio del mundo y dar la mano a la corte es quando el cortesano est en haziendarico, en fuera robusto, en el cuerpo sano, en la edad moo y en el valer privado, porqueentonces loarle han todos que dex la corte de cuerdo y no que se fue della corrido.

    Todo esto dezimos para avisar al que se sale de la corte y se quiere ir a su casa no sevaya della enojado o apassionado; porque podra ser que despus que se le uviessequitado el enojo y tornado en s no ossasse tornar a la corte de vergena ni pudiessegozar del reposo de su casa. Los hombres superbos y mal suffridos muchas cosas hazenen solo un da, las quales tienen despus que llorar toda su vida. Al hombre colrico y malsuffrido no le combiene ser cortesano; porque si todas las affrentas y disfavores ysinsabores que a uno hazen en la corte se para a las pensar y piensa de las vengar, tngase

    por dicho que en solas las que rescibi en un mes tern que vengar en diez aos. El quedexare la corte, de tal manera la ha de dexar, que sea para jams a ella bolver; porque si aella torna y de estar en su casa se cansa, como a hombre oleado le emos de tener ya por

    perdido. El que pec y se enmend y torn a pecar, ms peca que antes pecava; porsemejante manera el que fue a la corte y dex la corte y se torn a la corte, digo que no esel mejor de la corte, porque el tal no torn con intencin de enmendar la vida, sino demejorar su hazienda y su persona.

    Tornando, pues, a nuestro propsito, es de saber que si a un hombre ancianopreguntssemos el discurso de su vida y l nos dixesse todo lo que ha emprendido,hablado, acometido, pensado, buscado, hallado, perdido, acertado y errado, todos lediramos que no ava sido su vida sino una muy dissimulada locura. Perdone el lector que

    esto leyere al auctor que lo dize y a la pluma que lo escrive, es a saber, que no ay hombretan prudente en esta vida que no tenga un resabio de locura; y si llaman a uno sabio y a

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    17/62

    otro loco, no es porque l no es tambin loco como el otro, sino porque el otro sabe mejorencubrir su locura que l. Si algunos ay que acierten en lo que hazen, no son otros sino losque retraen sus cuerpos de muchos vicios y refrenan sus coraones de vanos desseos;

    porque nuestro cuerpo esnos en la compaa ms que vezino, y en los apetitos ms queenemigo. Ms trabajoso es de refrenar el coran, que no de governar el cuerpo; porque el

    cuerpo cnsase de pecar, mas el coran nunca de dessear. Al cuerpo luego leconoscemos la condicin y aun la complisin; mas al traidor del coran nunca leacabamos de entender, y mucho menos de contentar, porque a cada passo nos fatiga quele demos una cosa y dende a dos das est ya enhastiado della. Oh qun difficultoso es deconoscer el coran del hombre, lo qual paresce muy claro, porque muchas vezes noshaze entender que la hipocresa es devocin, la ambicin que es grandeza, la escaseza quees grangera, la crueldad que es celo, la dessemboltura que es eloqencia, la extraeza quees vanidad, la locura que es gravedad y la disolucin que es diligencia. No pocas sinomuchas vezes suele un hombre dezir a otro: Andad, que bien os conozco yo a vos noslo lo que hazis, ms aun s lo que pensis; como sea verdad que l mismo no conoscea s mismo y presume de conoscer al otro.

    De todo esto se puede coligir que cada uno trabaje de conoscer a s mismo; y si viereque su condicin es ambiciosa, bulliciosa, codiciosa e inquieta, estse en la corte y mueraen la corte, porque el tal el da que se fuere a retraer a su casa, le puede el cura sealar lasepultura. Y si el tal cortesano fuere virtuoso, manso, honesto y quieto, d la corte a Diosy vyase a retraer a su casa y all ver y conoscer que nunca supo qu cosa era el bivir,sino despus que se vino a retraer.

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    18/62

    Captulo IV

    De la vida que ha de hazer el cortesano en su casa despus

    que uviere dexado la Corte

    Mirnides, docto filsofo e ilustre capitn que fue de los beocios, sola muchas vezesdezir que no se conosca la prudencia del hombre en saberse apartar de lo malo, sino ensaber elegir lo bueno; porque debaxo del mal ningn bien se puede asconder, mas debaxodel bien pudese mucho mal dissimular. Ass como la hechizera comiena con per signumcrucis, y acava en Satans y Barrabs, por semejante manera los muy grandes malessiempre tienen principio en algunos fingidos bienes, de manera que vienen enmascaradoscomo el momo, cebados como anuelo, azucarados como ruibarbo y dorados como

    pldoras. No ay hombre en el mundo tan insensato que no se sepa guardar de lo quenotoriamente es malo; y por esso el varn cuerdo de ninguna cosa deve bivir tan recatado,como de aquello que l piensa no ser del todo bueno. Como al magno Alexandro lecurassen de unas heridas que ava rescebido en una batalla y Parmenio su gran privado leriesse porque se meta tanto en los peligros, respondile l: Assegrame t, Parmenio,de los amigos fingidos, que yo me guardar bien de los enemigos manifiestos.Alexandro, Alcibades, Agesilao, Demetrio, Pirro, Pompeyo, Antgono, Lntulo y JulioCsar nunca les pudieron acabar sus enemigos y al fin murieron a manos de sus amigos.

    Viniendo, pues, al propsito, dezimos que el hombre que quiere dexar la vida de lacorte deve mucho mirar no slo lo que dexa, ms an lo que toma; porque yo no tengo

    por tan difficultoso el dexarla, como es hallarse el cortesano fuera della. Qu aprovechasalirse uno de la corte aborrido y cansado si no lleva el coran assossegado? Aunque

    nuestro cuerpo es pessado y regalado, si le dexan descansar a do quiera se halla; mas eltraidor del coran es el que nunca se contenta; porque, si fuesse posible, querra elcoran quedarse en la corte privando y estarse en el aldea holgando. Si las affecciones y

    passiones que cobr el cortesano en la corte lleva consigo a su casa, ms le valiera nuncaretraerse a ella, porque en la soledad son los vicios ms poderosos y los hombres muyms flacos. En las cortes de los Prncipes muchas vezes acontesce que los varios negociosy aun los pocos dineros son causa para abstenerse un hombre de los vicios; el qual,despus que se va a su casa, haze cosas tan feas que son dignas de murmurar y muchoms de castigar. Muchos ay que se van de la corte por estar ms ociosos y ser msviciosos; y de los tales no diremos que como buenos se van a retraer, sino a buscar mstiempo para pecar. Ora por no ser acussados, ora por no ser infamados, muchos se

    abstienen en la corte de ser viciosos, los quales, despus que de all salen y se van a sucasa, ni para con Dios tienen conciencia ni aun de la gente han vergena. Ante todascosas combiene al que sale de la corte dexar en ella las parcialidades que sigui y las

    passiones que cobr, porque de otra manera sospirar por la corte que dex y llorar porla vida que tom. No se niega que en la corte no aya ocasin para uno se perder, y que ensu casa ay ms aparejo para se salvar; mas al fin poco aprovecha al cortesano que mude lareligin, si no muda la condicin.

    Quando dize el cortesano: Quirome ir a mi tierra a retraer, y quirome ir a mi casaa morir, bien le perdonaremos aquella promesa, porque abasta al presente que se retraigaa bien bivir sin que se determine morir. Esta nuestra vida mortal ninguno tiene licencia deaborrescerla, mas tiene obligacin de enmendarla. Quando el sancto Job deza: Taedet

    animam meam vitae meae, no le pesava porque biva, sino porque no se enmendava. Elque dexa la corte y se va a su casa, con ms razn puede dezir que se va a bivir que no

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    19/62

    que se va a morir; porque en escapar de la corte ha de pensar que escapa de una prisingenerosa, de una vida desordenada, de una enfermedad peligrosa, de una conversacinsospechosa, de una muerte prolixa, de una sepultura labrada y de una repblica confusa.El hombre cuerdo y que sabe el reposo, lo que est en la corte dir que muere y lo quereposa en su casa dir que bive; porque no ay en el mundo otra igual vida, sino levantarse

    hombre con libertad, e ir do quiere y hazer lo que deve. Muchos son los cortesanos quehazen en la corte lo que deven y muy poquitos hazen lo que quieren; porque para susnegocios y aun passatiempos tienen voluntad, mas no libertad. Al que se va de la cortecombinele que mucho tiempo antes comience a recoger sus passatiempos y aun a alar lamano de los negocios; porque para llegar a su tierra ha menester pocos das, mas paradesarraigar de s los malos desseos ha menester muchos aos. Como los vicios se apeganal hombre poco a poco, ass los deve de ir desechando de s poco a poco; porque si esperaa echarlos de s todos juntos, jams echar de s ninguno.

    Deve, pues, el cortesano mirar qules son los vicios que tienen su coran msocupado y su cuerpo ms enseoreado, y de aqullos deve primero comenar a se sacudiry expedir, es a saber, hoy uno y maana otro y otro da otro, de manera que de do saliere

    un vicio, le suceda una virtud. No se entiende tampoco esto a que como suceden los das,ass por orden se ayan de ir expediendo los vicios, porque no har poco el que cada mesechare de s un vicio. El mayor engao que padescen los cortesanos es en que aviendosido en la corte treynta aos malos, piensan que, idos a sus casas, sern en dos aos

    buenos. Muchos das ha menester un hombre para aprender a ser virtuoso y muchos msdas para dexar de ser vicioso; porque los vicios son de tal calidad, que se entran pornuestras puertas riendo y al despedirse nos dexan llorando. Oh qunto mayor es el dolorque los vicios dexan quando se van, que no el plazer que nos dan quando se gozan!Porque si el vicio da pena al vicioso quando cada da no le frecuenta, qu har quando desu casa se despida? Al cortesano que es ambicioso, pena se le har el no mandar; y al quees codicioso, pena se le har el no ganar; y al que es bullicioso, pena le ser el notrampear; y por esso dezimos y afirmamos que si para dexar la corte es menester buennimo, para saber gozar del reposo es menester buen seso.

    A los que fingidamente dexan la corte, ms pena les dar el verse della absentes, quetenan plazer estando en ella presentes; los quales, si mi consejo quisiessen tomar, no slotrabajaran de dexarla, ms an de olvidarla; porque la corte es muy apacible para contardella nuevas y muy peligrosa para provar sus maas. De tal manera combiene al cortesanosalirse de la corte, que no dexe pasto para tornarse a ella; porque de otra manera lasoledad de su casa le har tornar a buscar la libertad de la corte. Al coran del hombre yaretrado y virtuoso, todas las vezes que vacan obispados, encomiendas, tenencias y otrosofficios le tocan al arma los pensamientos vanos y livianos, diziendo que si no se uviera

    retrado, le uvieran ya mejorado, y por esso dezimos que se guarde el tal de tomar la corteen la lengua, ni aun de traerla a la memoria. Deve tambin pensar el buen cortesano queotras vezes uvo vacantes y no fue l provedo; y que ya pudiera ser que tampoco lecupiera agora ninguna cosa, y que le es menos affrenta esperar de lexos la grita; porque enla corte a las vezes se siente ms lo que os dizen de no averos provedo que lo que osquitan en tal provisin. Son las cosas de la corte tan enconadas y aun tan ocasionadas, queno ha de pensar el cortesano que las menosprecia de voluntad sino de necessidad; porquetodo hombre maligno que tiene tesn de perseverar en la corte, o en breve acabar o alcabo se perder.

    Despus que el cortesano se viniere a reposar a su casa, dvese mucho guardar de notomar enojo en ella; porque de otra manera, si en palacio estava aborrido, en el aldea

    bivir desesperado. La soledad de la conversacin, la importunidad de la muger, lastravesuras de los hijos, los descuydos de los criados y aun las murmuraciones de los

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    20/62

    vezinos, no es menos sino que algunas vezes le han de alterar y amohinar; mas en pensarque escap de la corte y de su tan peligroso golfo, lo ha de dar todo por bien empleado.

    No ha de pensar nadie que por venirse a morar a la aldea y a retraer a su casa, que poresso las necessidades no le han de buscar y los enojos no le han de hallar; que a las vezesel que nunca trope caminando por los puertos speros, cay y se derrostr en los prados

    floridos. Al que va a buscar reposo, combinele estar en buenos exercicios ocupado;porque si dexa al cuerpo holgar y al coran en lo que quiere pensar, ellos dos le cansarny aun le acabarn. No ay en esta vida cosa que sea tan enemiga de la virtud, como es laociosidad; porque de los ociosos momentos y superfluos pensamientos tienen principiolos hombres perdidos. Al cortesano que no se ocupa en su casa sino en comer, bever,

    jugar y holgar muy gran compasin le emos de tener; porque si en la corte andavarodeado de enemigos, andarse ha en el aldea cargado de vicios. El hombre ocioso siempreanda malo, floxo, tibio, triste, enfermo, pensativo, sospechoso y desganado; y de aquviene que de darse el coran mucho a pensar, viene despus a desesperar. El hombreocupado y laborioso siempre anda sano, gordo, regocijado, colorado, alegre y contento, demanera que el honesto exercicio es causa de buena complexin y de sana condicin.

    Deve tambin el que se va a retraer a su casa procurar de conoscer hombres sabioscon quien conversar, porque muy gran parte es para ser uno bueno, acompaarse conhombres buenos. Dvese tambin mucho apartar de los hombres viciosos, holgazanes,mentirosos y maliciosos, de los quales suelen estar los pueblos pequeos muy llenos;

    porque si las cortes de los Prncipes estn llenas de envidias, tambin en las aldeas aymuchas malicias. No sera mal consejo que el hombre retrado procurasse leer en algunoslibros buenos, ass historiales como doctrinales; porque el bien de los libros es que sehaze en ellos el hombre sabio y se ocupa con ellos muy bien el tiempo. Combineletambin hazer su condicin a la condicin de aquellos con quien ha de bivir, es a saber,que sea en la conversacin manso, en la criana muy comedido, en las palabras muycorregido y en el tratamiento no presumptuoso; porque se ha de tener por dicho que nosale de la corte por mandar, sino por descansar. Si le quisieren hazer alcalde omayordomo de alguna repblica, gurdese dello como de pestilencia; porque no ay en elmundo hombres tan desassossegados como los que se meten en negocios de pueblos.

    Al hombre bullicioso y orgulloso mejor le es andarse en la corte que no retraerse a laaldea; porque los negocios de la aldea son enojosos y costosos, y los de la corte sonhonrosos y provechosos. Sin encargarse de pleytos, ni tomar officios puede el buencortesano ayudar a los de concejo y favorescer a los de su barrio, es a saber, dndoles

    buenos consejos y socorrindolos con algunos dineros. Si viere a sus vezinos reir,pngalos en paz; si los viere llorar, consulelos; si los viere maltratar, deffindalos; si losviere en necessidad, socrralos; y si los viere en pleytos, atjeselos; porque desta manera

    bivir l assossegado y ser de todo el concejo bien quisto. Combinele tambin que nosea en su casa orgulloso, pessado, enojoso, e importuno; porque de otra manera la mugerle aborrescer, los vezinos le dexarn, los hijos le desobedescern y aun los criados ledesservirn. Es, pues, saludable consejo que honre a su muger, regale a sus hijas,sobrelleve a sus hijos, espere a sus renteros, se comunique con sus vezinos y perdone asus criados, porque en la casa del hombre cuerdo ms cosas se han de dissimular quecastigar.

    No le combiene tampoco fuera de la corte hazer combites costosos, aparejar manjaresdelicados, embiar por vinos presciosos ni traer a su casa locos ni chocarreros; porque elfin de retirarse de la corte ha de ser no para ms se regalar, sino para ms honestamente

    bivir. El cortesano que se retrae a su casa deve ser en el comer sobrio, en el bever

    moderado, en el vestir honesto, en los passatiempos cauto y en la conversacin virtuoso,porque de otra manera hara de la aldea corte aviendo de hazer de la corte aldea. Aqul

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    21/62

    haze de la aldea corte que bive en el aldea como biva en la corte, y aqul haze de la cortealdea que bive en la corte como biven en la aldea.

    Esle tambin necessario que, puesto en su casa, visite los hospitales, socorra a lospobres, favorezca a los hurfanos y reparta con los mezquinos; porque desta maneraredimir los males que cometi y aun los bienes que rob. Tambin es officio del buen

    cortesano concordar a los descasados, reconciliar a los enemigos, visitar a los enfermos yrogar por los desterrados; por manera que no se le passe da sin hazer alguna notable obra.Deve tambin mirar si tiene algo robado, cohechado, emprestado, hurtado o mal ganado;y si hallare algo no ser suyo, trnelo luego a su dueo; porque es imposible que tenga lavida quieta el que tenga la conciencia cargada. Combiene tambin al cortesano retradofreqentar los monesterios, ver muchas misas, oyr los sermones y aun no dexar lasvsperas; porque los exercicios virtuosos, aunque a los principios cansan, andando eltiempo deleytan. Serale tambin saludable consejo que en su vida repartiesse su hazienday descargasse su conciencia, es a saber, socorriendo a sus deudos, pagando a sus yernos,descargando con sus criados y remediando a sus hijos; porque despus de l muerto, todossern a hurtar la hazienda y ninguno a descargar el nima. El que repartiere su hazienda

    en la vida, dessearle han todos que biva; y donde no, con esperana de le heredar, todos ledessearn ver morir. Finalmente dezimos y aconsejamos que el cortesano que se va a sucasa a retraer no se ha de ocupar sino en aparejarse para morir.

    Todas las sobredichas cosas no diga nadie que si son fciles de leer, son difciles decumplir, porque si nos queremos esforar, muy para ms somos que nosotros de nosotrosmismos pensamos.

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    22/62

    Captulo V

    Que la vida de la aldea es ms quieta y ms privilegiada que la

    vida de Corte

    Es previlegio de aldea que en ella no biva ni pueda bivir, ni se llame ni se puedallamar ningn hombre aposentador de rey ni de seor, sino que libremente more cada unoen la casa que hered de sus passados o compr por sus dineros, y esto sin que ningnalguacil le divida la casa ni aun le parta la ropa. No gozan deste previlegio los que andanen las cortes y biven en grandes pueblos; porque all les toman las cosas, parten losaposentos, dividen la ropa, escogen los huspedes, hazen atajos, hurtan la lea, talan lahuerta, quiebran las puertas, derruecan los pesebres, levantan los suelos, ensucian el pozo,quiebran las pilas, pierden las llaves, pintan las paredes y aun les sonsacan las hijas. Ohqun bienaventurado es aquel a quien cupo en suerte de tener qu comer en el aldea!;

    porque el tal no andar por tierras extraas, no mudar posadas todos los das, noconoscer condiciones nuevas, no sacar cdula para que le aposenten, no trabajar que le

    pongan en la nmina, no tern que servir aposentadores, no buscar posada cabe palacio,no reir sobre el partir la casa, no dar prendas para que le fen ropa, no alquilar camas

    para los criados, no adobar pesebres para las bestias, ni dar estrenas a sus huspedas.No sabe lo que tiene el que casa de suyo tiene; porque mudar cada ao regiones y cada dacondiciones es un trabajo intolerable y un tributo insuffrible.

    Es previlegio de aldea que el hidalgo o hombre rico que en ella biviere sea el mejorde los buenos o uno de los mejores; lo qual no puede ser en la corte o en los grandes

    pueblos, porque all ay otros muchos que le exceden en tener ms riquezas, en andar ms

    acompaados, en sacar mejores libreas, en presciarse de mejor sangre, en tener msparentela, en poder ms en la repblica, en darse ms a negocios y aun en ser muy msvalerosos. Julio Csar deza que ms quera ser en una aldea el primero, que en Roma elsegundo. Ossaramos dezir y aun afirmar que para los hombres que tienen los

    pensamientos altos y la fortuna baxa, les sera ms honra y provecho bivir en aldeahonrados que no en la ciudad abatidos. La diferencia que va de morar en lugar pequeo ogrande es que en el aldea vers a muchos pobres a quien tengas mancilla y en la ciudad ocorte vers a muchos ricos a quien tengas embidia.

    Es previlegio de aldea que cada uno goze en ella de sus tierras, de sus casas y de sushaziendas; porque all no tiene gastos extravagantes, no les piden celos sus mugeres, notienen ellos tantas sospechas dellas, no los alteran las alcahuetas, no los visitan las

    enamoradas, sino que cran sus hijas, doctrinan sus hijos, hnranse con sus deudos y sonall padres de todos. No tiene poca bienaventurana el que bive contento en el aldea;porque bive ms quieto y menos importunado, bive en provecho suyo y no en dao deotro, bive como es obligado y no como es inclinado, bive conforme a razn y no segnopinin, bive con lo que gana y no con lo que roba, bive como quien teme morir y nocomo quien espera siempre bivir. En el aldea no ay ventanas que sojuzguen tu casa, no aygente que te d codazos, no ay cavallos que te atropellen, no ay pajes que te griten, no ayhachas que te enceren, no ay justicias que te atemoricen, no ay seores que te precedan,no ay ruydos que te espanten, no ay alguaciles que te desarmen, y lo que es mejor de todo,que no ay truhanes que te cohechen ni aun damas que te pelen.

    Es previlegio de aldea que para todas estas cosas aya en ella tiempo quando el tiempo

    es bien repartido; y paresce esto ser verdad en que ay tiempo para leer en un libro, pararezar en unas horas, para oyr misa en la iglesia, para ir a visitar los enfermos, para irse de

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    23/62

    caza a los campos, para holgarse con los amigos, para passearse por las eras, para ir a verel ganado, para comer si quisieren temprano, para jugar un rato al triunfo, para dormir lasiesta y aun para jugar a la ballesta. No gozan deste previlegio los que en las cortes andany en los grandes pueblos biven; porque all lo ms del tiempo se les passa en visitar, en

    pleytear, en negociar, en trampear y aun a las vezes en sospirar. Como dixessen al

    emperador Augusto que un romano muy entremetido era muerto, dizen que dixo: Segnle faltava tiempo a Bbulo para negociar, no s cmo tuvo espacio para se morir.Es previlegio de aldea que el que tuviere algunas vias, goze muy a su contento

    dellas; lo qual paresce ser verdad en que toman muy gran recreacin en verlas plantar,verlas binar, verlas descubrir, verlas cubrir, verlas cercar, verlas vardar, verlas regar,verlas estercolar, verlas podar, verlas sarmentar y sobre todo en verlas vendimiar. El quemora en el aldea toma tambin muy gran gusto en gozar la brasa de las cepas, enescalentarse a la llama de los manojos, en hazer una tinada dellos, en comer de las uvastempranas, en hazer arrope para casa, en colgar uvas para el invierno, en echar orujo a las

    palomas, en hazer una aguapi para los moos, en guardar una tinaja aparte, en aejaralguna cuba de aejo, en presentar un cuero al amigo, en vender muy bien una cuba, en

    bever de su propia bodega, y sobre todo en no echar mano a la bolsa para embiar por vinoa la taberna. Los que moran fuera del aldea no tienen manojos que guardar, ni cepas quequemar, ni uvas que colgar, ni vino que bever, ni aun arrope que gustar. Y si algo destoquieren tener, a peso de oro lo han de comprar.

    Es previlegio de aldea que todos los aldeanos se puedan andar por toda el aldea solossin que caigan en caso de hermandad, ni pierdan cosa de su gravedad. No poco sinomucho es bienaventurado el que bive en el aldea, pues no ha menester escuderos que leacompaen, moos que le tengan la mula, paje que le traiga la capa de agua, otro paje quele lleve el sombrero, ropas de martas que traiga el invierno, rasos de Florencia para traerel verano; y lo que ms es de todo, que si el aldea es algo pequea, no slo se puede ir porella passeando, ms an cantando. No slo el marido, ms an la muger es en el aldea

    previlegiada; la qual no tiene necessidad de quien le lleve la falda, de poner estrado en laiglesia, de embiar delante de s el almohada, de llevar consigo ama y donzella, deescudero que la lleve de brao, de paje que le d las horas, ni de bachiller que lleve a loshijos. Aunque no dexaremos de dezir que son algunas tan locas y vanas que tan galanas sequieren poner en el aldea delante las labradoras como si fuessen a palacio a ver las damas.El bien del aldea es que por solo y desacompaado que vaya uno a visitar al vezino, a oyrsu misa, a podar la via, a ver la heredad, a reconoscer el ganado y a requerir al yuguero,grangea su hazienda y no pierde nada de su honra.

    Es previlegio de aldea que cada vezino se pueda andar no solamente solo, ms an sincapa y sin manteo, es a saber, una varilla en la mano, o puestos los pulgares en la cinta o

    bueltas las manos atrs. No pequea sino grande es la libertad del aldea, en que si uno noquiere traer calas, trae aragelles; si no quiere traer capa, ndase en cuerpo; si lecongoxa el jubn, afloxa las agujetas; si ha calor, ndase sin gorra; si ha fro, vstese unzamarro; si llueve mucho, embstese un capote; si le pesa el sayo, ndase en calas y

    jubn; si haze lodos, clase unos zancos; y si ay algn arroyo, sltale con un palo. Elpobre hidalgo que en el aldea alcana a tener un sayo de pao recio, un capuz cerrado, unsombrero bueno, unos guantes de sobreao, unos borcegues domingueros y unos

    pantuflos no rotos, tan hinchado va l a la iglesia con aquellas ropas como ir un seoraforrado de martas. No gozan deste previlegio los que moran en la villa o ciudad; porqueall acontesce el marido no salir de casa por tener la capa rada y la muger no ir a misa porfalta de ama.

    Es previlegio de aldea que cada uno se pueda andar en ella no solamente solo y encuerpo, ms an a pie caminar o se passear sin tener mula ni mantener cavallo. El que en

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    24/62

    el aldea bive y anda a pie ahorra de buscar potro, de comprar mula, de buscar moo, dehazerla almohazar, de tusarle las crines, de comprar guarniciones, de adobar frenos, dehenchir sillas, de guardar las espuelas, de remendar los aciones, de herrarla cada mes, dedarle verde, de encerrar paja, de ensilar cebada y aun de adobar pesebres. Todas estasmenudencias para un pobre hidalgo no slo son enojosas, ms an costosas, el gasto de

    los quales se siente todas las vezes que se echa mano a la bolsa o se habla de casar unahija.No es de passar entre renglones lo que haze un pobre hidalgo quando va a la villa a

    mercado. l se viste un largo capuz, se reboa una toca casera, se encasqueta un sombreroviejo, se pone unas espuelas ginetas, se cala los borcegues del domingo, alquila una

    borrica a su vezino, vase en ella cavallero, lleva los pies metidos en las alforjas, en lamano un palo con que la aguija, y lo mejor de todo es que a los que le topan dize que tieneel cavallo enclavado y a los del mercado dize que lo dexa en el mesn de la puentearrendado. Ya que buelve al aldea, dize a sus vezinos que fue a la ciudad a visitar unenfermo, o a rogar por un preso, o a hazer ver un pleyto, o a poner en prescio un potro, o asacar seda y pao, o a cobrar el tercio de su sueldo, como sea verdad que lleve las alforjas

    llenas de verdura para la olla, de sal para casa, de calado para la gente, de azeite para elviernes, de candelas para la cena, y no ser mucho lleve alguna podadera para podar suvia.

    A los lectores de esta escritura ruego que ms lo noten que lo ran esto que aqu emosdicho; pues le es ms sano consejo al pobre hidalgo ir a buscar de comer en una borricaque no andar hambreando en un cavallo.

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    25/62

    Captulo VI

    Que en el aldea son los das ms largos y ms claros y los

    bastimentos ms baratos

    Es previlegio de aldea que el que morare en ella tenga harina para cerner, artesa paraamasar y horno para cozer; del qual previlegio no se goza en la corte ni en los grandes

    pueblos, a do de necessidad compran el pan que es duro, o sin sal, o negro, o mallleudado, o avinagrado, o mal cocho, o quemado, o ahumado, o reciente, o mojado, odesazonado, o hmedo; por manera que estn lastimados del pan que compraron y deldinero que por ello dieron. No es ass por cierto en el aldea, do comen el pan de trigocandeal molido en buen molino, ahechado muy despacio, passado por tres cedaos,cozido en horno grande, tierno del da antes, amasado con buena agua, blanco como lanieve y fofo como esponja. Los que biven en el aldea y amasan en su casa tienenabundancia de pan para su gente, no lo piden prestado a sus vezinos, tienen que dar a los

    pobres, tienen salvados para los puercos, bollos para los nios, tortas para offrescer,hogazas para los moos, ahechaduras para las gallinas, harina para buuelos y aunhojaldres para los sbados.

    Es previlegio de aldea que el que mora en ella pueda hazer ms exercicio y tenga msen que embever el tiempo, del qual previlegio no se goza en los grandes pueblos; porqueall ha de presumir cada uno de ser muy medido en las palabras, recogido en la persona,honesto en la vida, exemplar en las obras, apartado de conversaciones, paciente en lasinjurias y no muy visitador de las plazas; por manera que tanto es ms tenido uno en larepblica quanto menos sale de casa. Oh bienaventurada aldea y bienaventurado el que

    mora en ella! A do cada uno se puede poner libremente a la ventana, mirar desde elcorredor, passearse por la calle, asentarse a la puerta, pedir silla en la plaza, comer en elportal, andarse por las eras, irse hasta la huerta, bever de bruces en el cao, mirar cmobailan las moas, dexarse combidar en las bodas, hazer colacin en los mortuorios, serpadrino en los bateos y aun provar el vino de sus vezinos. Todas estas cosas se pueden enel aldea hazer sin que nadie pierda su auctoridad ni aventure su gravedad.

    Es previlegio del aldea que bivan los que biven en ella ms sanos y mucho menosenfermos; lo qual no es ass en las grandes ciudades, a do por ocasin de ser las casasaltas, los aposentos tristes y las calles sombras, se corrompen ms ayna los aires yenferman ms presto los hombres. Oh bendita t, aldea, a do la casa es ms ancha, lagente ms sincera, el aire ms limpio, el sol ms claro, el suelo ms enxuto, la plaza ms

    desembaraada, la horca menos poblada, la repblica ms sin rencilla, el mantenimientoms sano, el exercicio ms continuo, la compaa ms segura, la fiesta ms festejada ysobre todo los cuydados muy menores y los passatiempos mucho mayores!

    Es previlegio de aldea, en especial si es un poco pequea, que no moren en ellafsicos moos, ni enfermedades viejas, del qual previlegio no gozan los de los grandes

    pueblos; porque de cuatro partes de la hazienda, la una llevan los locos para chocarrerasque dizen, la otra llevan los letrados por causas que deffienden, la otra llevan los

    boticarios por medizinas que dan y la otra llevan los mdicos por sus curas que hazen.Oh bendita t, aldea, y bendito el que en ti mora, pues all no aportan bubas, no se apegasarna, no saben qu cosa es cncer, nunca oyeron dezir perlesa, no tiene all parientes lagota, no ay confrades de riones, no tiene all casa la ijada, no moran all las opilaciones,

    no se cra all bazo, nunca all se escalienta el hgado, a nadie toman desmayos y ningunos

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    26/62

    mueren de ahtos! Qu ms quieres que diga de ti, oh bendita aldea, sino que si no espara edificar alguna casa no saben qu cosa son arenas ni piedras?

    Es previlegio de aldea que los das se gozen ms y duren ms; lo qual no es ass enlos superbos pueblos, a do se passan muchos aos sin sentirlos y muchos das singozarlos. Como en el campo se passe el tiempo con ms passatiempo que no en el pueblo,

    paresce por verdad que ay ms en un da de aldea que no ay en un mes de corte. Oh qunapacible es la morada del aldea, a do el sol es ms prolixo, la maana ms temprana, latarde ms perezosa, la noche ms quieta, la tierra menos hmeda, el agua ms limpia, elaire ms libre, los lodos ms enxutos y los campos ms alegres! El da de la ciudadsintese y no se goza y el da del aldea gzase y no se siente; porque all el da es msclaro, es ms desembaraado, es ms largo, es ms alegre, es ms limpio, es ms ocupado,es ms gozado, y finalmente digo que es mejor empleado y menos importuno.

    Es previlegio del aldea que todo hombre que morare en ella tenga lea para su casa;del qual previlegio no gozan los que moran en los grandes pueblos, en los quales es lalea muy trabajosa de aver y muy costosa de comprar; porque los valdos a do cortanestn lexos y los montes cercanos estn vedados. Oh qunto va de invernar en la ciudad a

    invernar en el aldea!; porque all nunca falta roble de la dehesa, encina de lo vedado,cepas de vias viejas, astillas de quando labran, manojos de quando sarmientan, ramas dequando podan, rboles que se secan o ramos que se desrronchan. Estas cosas son devoluntad, mas quando se ven en necessidad, pnense a derrocar vardas, a quemar zarzas,a rozar tomillos, a escamondar almendros, a remudar estacas, a partir rozas, a arrancarescobas, a cortar retamas, a coger orujo, a guardar granzones, a secar estircol, a traercardos, a coger serojas y aun a buscar boigas.

    Es previlegio del aldea que est cada uno provedo de la paja necessaria para su casa,lo qual no es ass en los pueblos ni en la corte; porque all la lea, y la paja, y la cebadason las tres cosas que a los seores son menos costosas de pagar y ms enojosas de aver.Es necessaria la paja para las mulas que carretean, para los bueyes en invierno, para lasovejas quando nieva, para el potro en que andan, para las potras que paren, para lasmuletas que cran, para el horno a do cuecen, para las camas en que duermen, para elfuego a do se calientan, y aun para embiar al mercado una carga. El que para todas estascosas uviesse de comprar la paja, sentirlo ha al cabo del ao en la bolsa.

    Es previlegio del aldea que todos los que moran en ella coman a do quisieren y a lahora que quisieren, lo qual no es ass en la corte y grandes pueblos a do les es foradocomer tarde, y fro, y desabrido, y aun con quien tienen por enemigo. Oh bendita t,aldea, a do comen al fuego si es invierno, en el portal si es verano, en la huerta si aycombidados, so el parral si haze calor, en el prado si es primavera, en la fuente si esPascua, en las eras si trillan, en las vias si plantan majuelo, a solas si traen luto,

    acompaados si es fiesta, de maana si van camino, olla podrida si vienen de caza, todocozido si no tienen dientes, todo assado si quieren arreciar, a la tarde si no lo han gana omuy temprano si tienen apetito! Tres condiciones ha de tener la buena comida, es a saber:comer quando lo ha gana, comer de lo que ha gana, comer con grata compaa; y al quefaltaren estas condiciones, maldizir lo que come y aun a s mesmo que lo come.

    Es previlegio de aldea que todos los que moran en ella tengan qu se ocupar y conquin se recrear; lo qual no es ass en la corte y grandes ciudades, a do son muy pocos losde quien nos fiamos e infinitos los que tememos. Oh felice vida la del aldea, a do todoslos que all moran tienen sus passatiempos en pescar con vara, armar pxaros, echar

    buitrones, cazar con hurn, tirar con arco, ballestear palomas, correr liebres, pescar conredes, ir a las vias, adobar las vardas, catar las colmenas, jugar a la ganapierde, departir

    con las viejas, hazer cuenta con el tabernero, porfiar con el cura y preguntar nuevas almesonero! Todos estos passatiempos dessean los ciudadanos y los gozan los aldeanos.

  • 8/2/2019 GUEVARA, ANTONIO DE - Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea

    27/62

    Captulo VII

    Que en el aldea son los hombres ms virtuosos y menos

    viciosos que en las Cortes de los Prncipes

    Es previlegio de aldea que todos los que all moraren sientan menos los trabajos ygozen mucho mejor las fiestas; lo qual no es ass en la corte y gran repblica, a do con lagran confusin de negocios y con andar siempre amontados, ni nunca traen consigoalegra, ni sienten en su casa qundo es la fiesta. Oh qun fuera desto estn los que bivenen el aldea; porque el da de la fiesta repica mucho el sacristn, riega el da antes laiglesia, empina quando tae las campanas, canta a su hora la misa, viste sobrepelliz elsacristn, hinche y alimpia la lmpara, dan pan bendito el domingo, echan las fiestas deentresemana, declara el cura el Evangelio, descomulgan a los que no han dezmado, hazendespus de misa concejo, matan para los enfermos carnero, vstense los sayos de fiesta,offrescen aquel da todos, juegan a la tarde al herrn, tocan en la plaza el tamborino,

    bailan las moas so el lamo, luchan los moos en el prado, andan los mochachos concayados, vistanse los desposados, y aun si es la vocacin del pueblo, no es mucho quecorran un toro! En la corte la seal de que ay fiesta es afeitarse las mugeres, levantarsetarde los hombres, ponerse de zapatillas coloradas las moas, almorar antes de misa losmoos, poner manteles limpios a la mesa, jugar al triunfo despus de comer, visitar a las

    paridas, murmurar en la iglesia de las vezinas y merendar las comadres.Es previlegio de aldea que los que all moraren coman las aves escogidas y las carnes

    manidas; del qual previlegio no gozan los que residen en la corte y estn en grandesciudades, a do compran las aves viejas y las carnes flacas. Oh vida bienaventurada la del

    aldea, a do se comen las aves que son gruesas, son nuevas, son cebadas, son sanas, sontiernas, son manidas, son escogidas y aun son c