Guia de Viaje Teotihuacan

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  • 7/27/2019 Guia de Viaje Teotihuacan

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    LA ANTIGUA CIUDAD

    Ciudad mesoamericana por antonomasia, Teotihuacan fuela capital de una de las civilizaciones ms originales de lahistoria universal. Esta gigantesca metrpoli, particular-mente densa y de carcter pluritnico, deba su auge tan-to a su condicin de emporioartesanal y comercial como a supodero militar. Teotihuacanmostraba a propios y extraosuna asombrosa planificacin,lograda a partir de dos ejes per-pendiculares que ordenaban el

    espacio urbano. La Calle de losMuertos era el principal; orien-tado 15o 25 al este del norte as-tronmico, desembocaba en laPlaza de la Luna. El otro, en sen-tido este-oeste, estaba menosdefinido y segua el cauce mo-dificado del ro San Juan. Am-bos ejes dividan el asenta-miento en cuadrantes, haciendo corresponder la imagenurbana con la superficie terrestre, que tena como smbo-lo sagrado la flor de cuatro ptalos.

    Una visin a vuelo de pjaro revela una cerrada retcu-la, donde miles de rectngulos los conjuntos de departa-mentos se agrupan en barrios y stos, a su vez, en distri-

    tos. En el centro y flanqueando la Calle de concentran los principales edificios religiosoas como el que posiblemente fue la sede de

    La arquitectura de Teotihuacan tambinun orden rgido, bajo el cual la simetra y lpeticiones de los elementos ratificaban la

    ciudad terrenal edel arquetipo diven las formas la colud-tablero, summento inclinadomarco rectangulque bordea un

    Esta combinacitirse al infinito, slos mdulos taluformar as edificcuerpos con unasolidez y un altoLas lneas horizofirmamento se intalmenas verticale

    carcter ornamental y simblico que coroficios. A la arquitectura pblica correspontura igualmente monumental. Su estilo geomtal reprodujo en monolitos prismticos animsmbolos, generalmente asociados al mundfertilidad, al tiempo y al poder poltico.

    Teotihuacan (lugar del en-diosamiento) fue la capitalms clebre del Clsico mesoa-mericano (150-650 d.C.). Sugrandeza y hegemona se finca-ron, sin embargo, varios siglosantes de que alcanzara el rangode ciudad. Entre 300 y 100 a.C.,Cuicuilco con todo y sus 20 000almas dejaba de ser el mayorasentamiento de la Cuenca deMxico, pues Teotihuacan lo ha-ba rebasado en nmero dehabitantes. Tiempo despus, enlos albores de la era cristiana, tres

    cuartas partes de la poblacin dela Cuenca se trasladaron al Vallede Teotihuacan, quiz debido alas erupciones del Xitle. Pero,por qu se dio tal concentracinhumana en tan reducido espa-cio y por qu floreci, precisa-mente all, la nueva ciudad?

    Muchas eran las bondadesque este valle de 500 km 2 ofre-ca a los recin llegados. Enaquel entonces, las sierras cir-cundantes estaban pobladaspor tupidos bosques de pinos yencinos. Ms abajo proliferaban los pastizales y el mato-rral xerfilo, ste compuesto principalmente de magueyes

    y nopales . Y, en el fondo, una frtil pla nicie aluv ial era

    irrigada de manera permanente por numerosos manantia-les y por los escurrimientos de los ros San Juan, San Lo-renzo y Huixulco. A lo largo de sus cauces se desarrolla-ban galeras de ailes, ahuehuetes y ahuejotes, as comoespesos tulares.

    En este rico y variado ambiente, el hombre pudo re-colectar una amplia gama de vegetales, y cultivar maz,frijol, calabaza, chile, tomate y muchas plantas ms. Lasprotenas animales necesarias en su dieta las obtena de

    la crianza de perros y guajolo-tes, y de la caza de conejos,liebres, venados, patos, gan-sos, codornices, palomas yarmadillos. La proximidad alLago de Texcoco le permitael aprovechamiento de peces,tortugas, batracios e infinidadde insectos. El lago tambinle provea de sal.

    A su pot encial a limenta rio,el valle sumaba el recurso mi-neral ms importante en la eco-noma de la poca: la obsidia-na. Con ella, los teotihuacanos

    elaboraron toda suerte de im-plementos que exportaron alos confines de Mesoamrica.Del Cerro Olivares, en las pro-ximidades de Otumba, proce-da la obsidiana gris veteada,en tanto que la verde era ex-trada de las minas de la Sierrade las Navajas, cerca de Pa-chuca. Tambin podan explo-tarse en la regin una arcillade excelente calidad para la al-farera, el basalto, el tezontle,la toba y la andesita.

    Otras dos condiciones muy favorables para el desarro-llo urbano de Teotihuacan fueron, por una parte, la posi-cin privilegiada de su valle en la ruta comercial ms di-

    recta entre el Golfo de Mxico y la Cuenca de Mxico, y,por la otra, la presencia de numerosas cuevas y cavidadesque, sacralizadas, convirtieron a la ciudad en un presti-giado santuario.

    FOTO:MICHAELCALDERWOOD

    TEOTIHUACAN, ESTADO DE MXICOLA CIUDAD DE LOS DIOSES

    LEONARDO LPEZ LUJN

    GUA DE VIAJEROS

    76/ ARQUEOLOGA MEXICANA GU

    La Calle de los Muertos y la Pirmide de la Luna

    al fondo. Teotihuacan, estado de Mxico.

    SIGLOS XV Y XVI. LAS ACTIVIDADES PREHISPNICASA la llegada de los espaoles, se supona que en Teotihuacanhaba sido creada la ltima era o Quinto Sol y que las pirmi-des eran obra de dioses o de gigantes deformes. Durante d-cadas, los mexicas usan las ruinas como santuario y orculo.All exhuman edificios enteros, sepulcros y ofrendas para re-cuperar reliquias que, ms tarde, enterraran en el Te mplo Ma-yor de Tenochtitlan.

    SIGLO XVII. LOS ESTUDIOS PIONEROSHacia 1675, el sabio novohispano Carlos de Sigenza y Gn-gora realiza en Teotihuacan la primera excavacin arqueol-gica del continente. An se discute si explor la Pirmide delSol o la de la Luna; tampoco se sabe si pretenda verificar sila pirmide era completamente artificial o averiguar si estabahueca y contena una tumba. En las postrimeras del siglo, elitaliano Giovanni Francesco Gemelli Carreri hace sus propios

    reconocimientos.

    SIGLO XVIII. LAS INDAGACIONES DE LOS ILUSTRADOSEl caballero milans Lorenzo Boturini inspecciona las ruinas ymanda hacer un mapa de ellas durante su estancia en la Nue-va Espaa, entre 1736 y 17 44. Ms tarde, al cerrar el siglo, elcapitn flamenco Guillermo Dupaix recorre el sitio y registrasus principales monumentos.

    SIGLO XIX. LOS VIAJEROS Y LOS PRIMEROS CIENTFICOSWilliam Bullock, Frdric Waldeck, la marquesala Barca y muchos viajeros ms visitan Teotihuael imperio de Maximiliano, un equipo franco-mexra el primer plano preciso de la ciudad y lleva a ciones estratigrficas. En 1884 y 1886, el arqueno Leopoldo Batres saca a la luz los murales del Agricultura, mientras que el francs Dsir Charnllamados Edificios Superpuestos.

    SIGLO XX. LOS TRABAJOS ARQUEOLGICOS MODERNOEntre 1905 y 1910, Leopoldo Batres excava y rePirmide del Sol bajo los auspicios de Porfirio D1922, Manuel Gamio lleva a cabo su famoso propolgico integral del valle. Sigvald Linn, Alfon

    dro Armillas y Laurette Sjourn excavan distintde departamentos. En los sesenta, William T. Sdia el valle, Ren Millon, Bruce Drewitt y Geelaboran el plano de la ciudad, e Ignacio Bernye la Calle de los Muertos. Las ltimas dcada sdas por los espectaculares hallazgos de Rubn Cburo Sugiyama en las pirmides de la Serpientey de la Luna.

    CRONOLOGA DE LAS EXPLORACIONES EN TEOTIHUACAN

    Jos Mara Velasco, Pirmide del Sol, 1878.

    MUNAL/INBA.FOTO:IGNACIOGUEV

    ARA/RACES

    ___________________________Leonardo Lpez Lujn. Doctor en arqueologa por la Universidad de Pa-rs. Investigador del Museo del Templo Mayor, INAH. Fue codirector delProyecto Xalla y actualmente es miembro del Proyecto Pirmide de laLuna, ambos en Teotihuacan.

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    madas nadando entre conchas y caracoles. Las serpientesde los tableros cargan sobre su lomo entre la cabeza y e lcascabel un tocado. ste fue confundido durante muchasdcadas con el rostro de Tlloc. Lejos de ello, el tocadoadopta la forma de una cabeza de reptil, carente de man-dbula, con ojos de obsidiana y dos anillos sobre la fren-te. Hoy da sabemos que el edificio en su conjunto aludeal mito de creacin del tiempo y el calendario, y a la Ser-

    piente Emplumada como patrona de los gobernantes.Esta pirmide se consagr en la fase Miccaotli, sacrifi-cando a ms de 200 individuos, en su mayora vestidoscon atuendos militares y acompaados de armas. Sus ca-dveres amarrados fueron descubiertos abajo y en tornoal edificio, junto con ricas ofrendas. ste y otros hallazgosrecientes echan por tierra la visin idlica de un estado pa-cifista, encabezado por ascticos sacerdotes que ejercanfunciones polticas y que redistribuan los bienes econ-

    78/ ARQUEOLOGA MEXICANA GU

    I. GRAN CONJUNTO YCALLE DE LOS MUERTOS

    El recorrido por la antigua ciudad se inicia en el estacio-namiento de la puerta 1, bajo el cual yacen los vestigiosdel Gran Conjunto, aparentemente el centro mercantil yburocrtico de Teotihuacan. Los pueblos nahuas del Pos-clsico (900-1521 d.C.) bautizaron al principal eje urbano

    de Teotihuacan con el nombre demiccaotli

    (camino delos muertos), porque suponan errneamente que sus de-rruidos montculos albergaban las tumbas de antiguos go-bernantes. En la actualidad, esta a venida ofrece un rostromuy diferente, aunque demasiado reconstruido. El visi-tante puede recorrer 2 de los 5 km que mide en total. Alremontarla hacia la Plaza de la Luna, se atraviesa el cau-ce del ro San Juan, el cual fue desviado por los teotihua-canos. Posteriormente se llega a una sucesin de plazas

    que, escalonadas, salvan buena parte de los 27 m del des-nivel natural existente entre la Ciudadela y la Pirmide dela Luna. En dichas plazas hay dos templos del ComplejoCalle de los Muertos y tramos expuestos del drenaje de

    agua pluvial. Pasando la Pirmide del Sol, en el flancooriental de la calle, se localiza el Mural del Puma (Ia). Unpoco ms adelante y en el flanco opuesto, estn las rui-nas del Templo de los Animales Mitolgicos (Ib) y delTemplo de la Agricultura (Ic).

    II. CIUDADELA

    La Ciudadela se encuentra inmediatamente al este de laCalle de los Muertos (I), en el corazn mismo de la urbe.

    A pesar de su nombre, este imponente cuadrngulo de400 m por lado nunca tuvo funciones defensivas, sino re-ligiosas y residenciales. Su ancha plataforma, coronadapor 15 templos, enmarca una plaza de 44 000 m2, espacioque poda albergar hasta 100 000 personas.

    En el centro de la plaza se levanta un pequeo adora-torio y, ms atrs, la Pirmide Adosada (IIa). sta, erigi-

    da en la fase Tlamimilolpa, consta de cuatro cuerpos su-perpuestos, originalmente estucados y pintados de colorrojo. La Pirmide Adosada cubre parcialmente otro edifi-cio ms antiguo y de mayores dimensiones: la Pirmidede la Serpiente Emplumada (IIb). No slo se trata del ter-cer monumento ms grande del sitio, sino del ms sun-tuoso. En un principio tena siete cuerpos decorados coninusitada opulencia. En sus alfardas, taludes y tableros fue-ron tallados los sinuosos cuerpos de serpientes emplu-

    micos entre la poblacin. Muy por el conttihuacan abundan las evidencias que atestigtancia de la guerra y el sacrificio en esta so

    El fondo de la plaza est ocupado por

    residenciales casi idnticos. Se ha propuesraban los sacerdotes de la pirmide o los gopremos de la ciudad.

    III. COMPLEJO CALLE DE LOS MUERTOS

    Este cuadrngulo amurallado de 350 m poexactamente entre la Ciudadela y la Pirmicierra en su interior una multitud de pircuartos y conjuntos de departamentos. Lasdas hasta la fecha revelan una rica decorac

    y pictrica, as como una excepcional calidteriales constructivos. Segn varios especiaplejo Calle de los Muertos fue, a partir demilolpa, la sede del gobierno teotihuactambin, la residencia de sus mandatarios.

    Parte del sector suroeste de este inmenso

    ocupado por los Edificios Superpuestos (IIIplo de cmo la ciudad fue reedificada sobrey otra vez, a lo largo de los siglos. El resultaforia constructiva fue una sucesin vertical Gracias a las excavaciones arqueolgicas ecender al subsuelo para visitar a ntiguos edica conocieron los teotihuacanos de la poesplendor. Entre ellos destaca una platafocon volutas entrelazadas y ornamentos de

    RECORRIDO

    FOTO:M.A.PACHECO/RACES

    La Calle de los Muertos termina en la

    Plaza de la Luna, el ms armnico de

    los espacios urbanos de Teotihuacan.FOTO:LUISALBERTOMIRANDA

    Calle de los Muertos, de

    sur a norte. A la derecha se

    ve la Ciudadela, donde seencuentra la Pirmide de la

    Serpiente Emplumada.

    RECORRIDO

    MUSEO

    PUERTA

    ESTACIONAMIENTO

    SERVICIOS

    P

    M

    M

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    Ms al norte y tambin del lado poniente de la Ca lle delos Muertos se localiza el Conjunto Plaza Oeste (IIIb). Con-

    viene ingresar al patio principal, en donde uno de los tem-plos luce grandes cabezas de felinos y flores de cuatro p-talos. A travs de un pozo moderno de exploracin selogra apreciar que la etapa anterior de dicho templo tam-bin estaba decorada con cabezas ptreas, aunque de ser-pientes en este caso.

    Tambin es digno de verse el Grupo Viking (IIIc), ubi-cado en el sector noreste del complejo. L lamado as en ho-nor a la fundacin que aport los recursos para su explo-racin, este grupo es conocido por las dos capas de micadescubiertas bajo el piso de uno de los aposentos latera-

    les. Cada una mide 6 cm de espesor y abarca una super-ficie de 29 m2. Hasta la fecha se desconoce la funcin deeste fino recubrimiento de brillos dorados.

    IV. PIRMIDE DELSOL

    Una espaciosa plaza (IVa), decorada originalmente conesculturas del Seor del Inframundo, separa la Calle delos Muertos del edificio ms imponente de la ciudad. stefue llamado tonatiuh itzacual(encierro del Sol) por lagente del Posclsico. Hoy sabemos, sin embargo, quela majestuosa construccin no estaba consagrada a dichoastro, sino al que seguramente fue el patrono de la ciu-dad: el dios de la lluvia. Al menos as parecen indicarlolas ofrendas y los nios sacrificados que all fueron ente-rrados. Segn los especialistas, esta pirmide, junto con elcanal y la masiva plataforma que la rodean, representa al

    monte sagrado, mtico contenedor del agua y la riquezauniversales.Si bien es cierto que en su interior fueron hallados v es-

    tigios de construcciones diminutas, la gran mole fue eri-gida en una sola y ciclpea operacin, emprendida du-rante la fase Tzacualli. Esta primera pirmide, cuyos rellenosse componen mayoritariamente de tierra y adobe, era casitan grande como la ltima remodelacin, visible en la ac-tualidad.

    La Pirmide del Sol (IV) tiene 225 m por lado y casi 65m de alto (la de Cheops, en Egipto, mide 226 .5 m por lado

    y 144.3 m de altura ). Conviene aclar ar que el renombra-do edificio teotihuacano se restaur con poco tino duran-te el Porfiriato: sus fachadas laterales y trasera fueronrebajadas 7 m, dejando expuestos los contrafuertes esca-lonados; adems, se invent un quinto cuerpo, al dividirel cuarto en dos.

    Adosada frente l a pirmide hay una pla taforma triple(IVb), decorada con felinos que emergen de portales conestrellas marinas y plumas. Al pie de la plataforma se lo-caliza el acceso cerrado al pblico de una larga y estre-cha cueva (IVc) que corre por debajo del edificio a 6 m

    de profundidad. Es necesario caminar sus 103 m para lle-gar a las cuatro cmaras artificiales que, en forma de flor,la rematan casi al centro de la pirmide. En 1971, cuan-do la cueva fue detectada por los arquelogos, sta ya ha-ba sido profanada, presumiblemente desde tiemposprehispnicos. Al explorarla, hallaron rotos los 19 murosde piedra y lodo que sellaban el trayecto hacia las cma-ras. Y ah tan slo se pudieron recuperar fragmentos debellos espejos de pizarra y pirita, as como restos de con-chas y espinas de peces.

    V. PIRMIDE DE LALUNA

    La Calle de los Muertos termina en la Pla za de la Luna (Va),sin duda el ms armnico de los espacios urbanos deTeotihuacan. Teatro ritual de primer orden, esta plaza estdelineada por la Pirmide de la Luna y otros 13 templos

    de menores dimensiones. Al centro de ella vemos unadoratorio de cuatro escalinatas y, casi al pie de la granpirmide, los vestigios de la Estructura A (Vb). Dentro deeste oratorio hay diez altares que figuran simblicamen-te el centro del universo, los rumbos cardinales y losintercardinales.

    La Pirmide de la Luna (V), enmarcada por la desco-munal masa del Cerro Gordo, tambin evoca un monte sa-grado. Sus cuatro cuerpos en talud estn precedidos por

    GU80/ ARQUEOLOGA MEXICANA

    una plataforma adosada (Vc) de cinco cuerpos. En el Pos-clsico se le conoca como metztli itzacual(encierro dela Luna). No obstante, e l monumento pudo haber estadoconsagrado a la diosa del agua y la fertilidad. Eso se des-prende de las dos imgenes de esta diosa que fuerondescubiertas en la plaza. Una, ms o menos de forma ovoi-dal, an se halla junto al altar central. La otra, de 24 tone-ladas de peso, fue llevada a la ciudad de Mxico a finesdel sigloXIX.

    Una vista inigualable del valle es la recompensa del em-pinado ascenso a la cspide de la sptima y ltima etapade la Pirmide de la L una. Esta construccin se remonta ala fase Xolalpan, cuando su base alcanz 140 por 150 m

    y su altura rebas los 45.8 m que tiene en la actual idad.Las otras seis etapa s constructivas de la pirmide han sidorecientemente identificadas por medio de tneles. La msantigua data de la fase Tzacualli.

    Estas excavaciones tambin detectaron tres ofrendas de-dicatorias en la base de las sucesivas ampliaciones. Mien-tras que una de ellas estaba compuesta por los restos cra-neales de 18 cautivos decapitados, las otras dos contenancuerpos completos de individuos amarrados y sacrifica-dos, animales relacionados con la guerra y ricos dones.Igualmente, fue explorada la parte alta de la quinta etapa,donde se descubri el espectacular sepulcro de tres dig-natarios sentados en flor de loto. S us ornamentos eran dejade maya, aunque grabados con glifos teotihuacanos.

    VI. CONJUNTO DELQUETZALPAPLOTL

    Se accede a este conjunto por la esquina suroeste de la

    Plaza de la Luna. Al remontar una escalera custodiada poruna cabeza de serpiente, se llega a un amplio prtico. Fue

    reconstruido en los aos sesenta del sigloslidas evidencias arqueolgicas con el fin

    visitante cmo eran los techos teotihuacanosciarse ah las vigas y los morillos que sostido de toba impermeabilizado con mezcla.

    Ms all del prtico se descubre el espedel Quetzalpaplotl (VIa), una de las mortuosas de la ciudad. Tambin reconstruidota, el patio destaca por sus pilastras finamenlicromadas e incrustadas con obsidiana. Avde frente y de perfil ocupan sus caras, limojos, cuentas, caracoles y plumas, ya por ojres, caracoles y flamas. Las pilastras estn dforaciones en las aristas que servan para amjes. Del techo sobresalen almenas ornamglifo del ao teotihuacano.

    En un nivel inferior, pero contempornpaplotl, se sita el Patio de los Jaguares (plo principal es notable por las es culturas entalos de serpiente empotradas al pie de lapatio est cerrado al norte por prticos cuynen pintados felinos con conchas marinas

    y la cola. Esta s fieras luce n penachos de pal tiempo que hacen sonar trompetas de ca

    Finalmente, por un tnel moderno, se inestructura de los Caracoles Emplumados (Vun antiguo edificio que fue sepultado contierra y piedra cuando se construy el Patiopaplotl. Los arquelogos liberaron de los plataforma y el templo que yace sobre ella.ne pinturas de aves verdes que arrojan cor

    de agua por el pico; el segundo est ornadlieves de flores y trompetas de caracol.

    A. MUSEO DE LACULTURATEOTIHUACANA

    Las colecciones arqueolgicas custodiadas por el INAHse incrementan da con da, gracias a los numerososproyectos de excavacin que tienen lugar e n Teotihua-can. Prueba de ello es es te museo, construido al sur dela Pirmide del Sol. Mimetizado entre la vegetacin y

    varios montculos an sin explorar, alberga bajo su te-cho los impresionantes hallazgos realizados por insti-tuciones nacionales y extranjeras a partir de 1980.

    La primera parte de la visita comprende cuatro salas

    temticas que se refieren al medio ambiente, el desa-rrollo de la ciudad, la organizacin s ocial, y la tecnolo-ga y economa teotihuacanas. El rea central est ocu-pada por una maqueta monumental del corazn de laurbe; una pasarela de cristal permite recorrerla desdelo alto. Le siguen otras cuatro salas, dedicadas a las prc-ticas funerarias, los dioses, el arte y las relaciones deTeotihuacan con otros pueblos mesoamericanos.

    B. MUSEO DE LAPINTURAMURALTEOTIHUACAN

    La antigua Teotihuacan es considerada porlistas como la Pompeya de Amrica, dadcional calidad tcnica y esttica de sus pintmurales fueron plasmados por doquier, dchadas de las grandes pirmides dedicadasblico hasta los muros de las habitaciones

    varios conjuntos de departamentos.En este museo de reciente creacin, el vi

    de admirar numerosos ejemplos de ese arte

    ms acerca de l a travs de textos explicatmas, videos, maquetas y reconstrucciones.de mencin el Mural de los Animales Mitodibujos arqueolgicos del Templo de la Agrreconstruccin del prtico 25 de Tetitla.

    Junto al museo es posible visitar una tpictihuacana de tres templos, la cual ha sido pexplorada.

    MUSEOS EN LA ZONA ARQUEOLGICA

    La Pirmide del Sol no estaba consagrada a ese astro,

    sino al dios de la lluvia. Representa al monte sagrado.

    FOTO:M.A.PACHECO/RACES

    La Pirmide de la Luna tambin

    evoca un monte sagrado.

    FOTO:M.A.PACHECO/RACES

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    LAVENTILLA

    Al sur de la puerta 1 se localiza la entrada a cuatro intere-santes conjuntos que pertenecen a un mismo barrio. Es-tn separados entre s por calles rectas y angostas, dondese puede apreciar la compleja red de drenaje que surca-ba la ciudad. En el conjunto ms austero fueron descu-biertos ms de 300 entierros y talleres donde se elabora-ban ornamentos de piedra y concha. Otro conjunto conlos bellos murales del Patio Bordes Rojos ha sido iden-tificado como el centro religioso del barrio. Otro ms des-taca por tener pintados sobre el piso numerosos glifos delsistema teotihuacano de escritura.

    TETITLA

    Entre las puertas 1 y 2 empieza el camino que conduce ala tambin llamada Casa Internacional. Este conjunto so-bresale por sus extraordinarias pinturas de felinos, avesrapaces, divinidades de la fertilidad y buzos que se intro-ducen al mar para colectar conchas. Los murales de Teti-tla integran armnicamente rasgos teotihuacanos, del Gol-fo, oaxaqueos y mayas. De esta ltima civilizacin se hanidentificado imgenes de dioses, hombres, serpientes, ascomo fragmentos de escritura. Por ello se especula si eneste lugar residieron comerciantes o embajadores.

    ATETELCO

    Prximo a Tetitla, este conjunto posee dosEl denominado Patio Pintado tiene un altauna diminuta pirmide, el cual estaba decpientes emplumadas y dioses de la lluvia. Efue cuidadosamente reconstruido para cogar buena parte de los murales hallados du

    vaciones. En los prticos s e observan procguares y coyotes rugiendo a la vez que devoadems de personajes con cabeza animal oblanden armas y cuchillos de sacrificio. Tatantes de Tetitla pertenecan a alguna orden

    TEPANTITLA

    Frente a la puerta 4 se encuentra este conjunel Tlalocan. Esta pintura muestra, en su partte que encierra el agua y los mantenimient

    yergue una divinidad con los smbolos del go en el rostro; tiene los brazos abiertos y degotas de sus manos. Atrs se levanta un rbramas entrelazadas. En el talud inferior hay ocual brotan corrientes que irrigan campos denutos hombrecillos se divierten all, nadandoturando mariposas, cortando flores o jugand

    GU

    LOS CONJUNTOS DE DEPARTAMENTOS

    Para comprender la complejidad de la antigua ciudad esnecesario abandonar el rea de monumentos delimita-da por el circuito empedrado y dirigirse a alguno de losmal llamados palacios. A diferencia de lo que sucedaen el resto de Mesoamrica, donde la mayora de la gen-te habitaba chozas unifamiliares, casi todos los teotihua-canos vivan en grandes conjuntos de departamentos,como los que hoy da pue-den visitarse en La Ventilla,Tetitla, Atetelco y Tepantitla.Se trata de residencias multi-familiares de cal y canto quealojaban entre 20 y 100 indi-

    viduos. La calidad de sus ma-teriales y el enorme esfuerzoque implic su ereccin noshablan del relativamente ele-

    vado bi enestar de la pobla-cin urbana.

    En tiempos del mximo es-plendor, Teotihuacan conta-ba con ms de 2 000 conjun-tos de departamentos, todosde planta rectangular y de unsolo nivel y techos planos.Pese a que muchos de ellosse ajustan al tpico mdulode 60 m por lado (3 600 m 2),los mayores sobrepasan los

    100 m, mientras que los mspequeos tienen menos de30 m por lado. Los arquelo-gos han agrupado los conjuntos en seis grandes nivelessocioeconmicos, desde los suntuosos palacios de l os go-bernantes supremos hasta las modestas viviendas de losciudadanos ms humildes.

    En 1884, Leopoldo Batres sac a la luz parte del con-junto de departamentos bautizado con el nombre de Teo-pancaxco, el cual se localiza en el centro del poblado deSan Sebastin. A partir de ese trabajo pionero y hasta laactualidad han sido parcial o totalmente excavados poco

    ms de 30 conjuntos, es decir, el 1.5 por ciento del totalestimado. Estas investigaciones son de una gran vala, puesnos permiten adentrarnos en las peculiares moradas delos teotihuacanos y vislumbrar en cada caso quines era nsus ocupantes y cul era su estilo de vida.

    Desde la calle era prcticamente imposible enterarsede lo que aconteca dentro de los conjuntos de departa-mentos, pues estaban delimitados por altos paredones entalud, carentes de ventanas y con accesos estrechos. A

    primera vista, el interior deun conjunto puede parecer al

    visitante un enj ambre anr-quico de cuartos rectangula-res, conectados entre s porpasillos labernticos. Sin em-bargo, una inspeccin mscuidadosa revelar la exis-tencia de varios departamen-tos unifamiliares, compues-tos por cuartos en torno apatios porticados que permi-tan la entrada de la luz, lacaptacin de agua pluvial yla ventilacin.

    Cada departamento tenasus propias reas de estancia

    y rep oso, de pr epar acin yconsumo de alimentos, dealmacenamiento de materiasprimas y vveres, de traba-jo, de culto y enterramiento, y

    de desecho. Haba, adems,reas compartidas por todoslos departamentos del con-

    junto, asociadas generalmente al ritual. Estas reas comu-nes constaban de amplios patios con altares centrales ytemplos piramidales. En algunos conjuntos haba reas es-pecficas para la crianza de animales y otras que quizseran destinadas a la servidumbre. Estudios recientes ha-cen suponer que los habitantes de un conjunto no slopertenecan a la misma etnia, sino que estaban emparen-tados entre s, desempeaban un oficio comn y rendanculto a un mismo dios patrono.

    82/ ARQUEOLOGA MEXICANA

    Mural 3 de Tetitla, conocido como el buzo, personaje que

    aparece con una red y rodeado de elementos acuticos.

    DIBUJO:FELIPEDVALOS

    Procesin de jaguares y coyotes.

    Mural de Atetelco, Teotihuacan.

    FOTO:M.A.PACHECO/RACES

    Conjuntos de departamentos teotihuacanos abiertos al pblico

    Museo de la Cultura

    Teotihuacana

    Tepantitla

    Tetitla

    Atetelco

    La Ventilla Puerta

    P1

    P2

    P3

    P4

    P5

    P

    S

    O

    N

    E

    CONJUNTOS DE DEPARTAMENTOSEN TEOTIHUACAN

    Museo de la Pintura

    Mural Teotihuacana

    CRONOLOGA DE TEOTIHUACAN

    Los arquelogos dividen los ocho siglos de la historiateotihuacana en seis grandes fases:

    150-1 a.C. (Fase Patlachique).El asentamiento tiene de6 a 7 km2 de superficie y una poblacin de entre 20 000 y30 000 personas. Tres cuartas partes de los habitantes de laCuenca de Mxico emigran al Valle de Teotihuacan.

    1-150 d.C. (Fase Tzacualli). Se alcanzan 20 km2 de superfi-cie y 80 000 habitantes. Tal concentracin demogrfica permi-te la ereccin de las primeras etapas constructivas de las pir-mides del Sol y de la Luna, y de una veintena de plazas de tres

    templos.150-225 d.C. (Fase Miccaotli). 20 km2 de superficie y cerca

    de 85 000 habitantes. Se construyen la Calle de los Muertos y laPirmide de la Serpiente Emplumada. Teotihuacan se transfor-ma en una verdadera ciudad.

    225-350 d.C. (Fase Tlamimilolpa). 20 km2 de superficie yalrededor de 90 000 habitantes. La mayora de los conjuntos dedepartamentos pertenecen a esta fase y a la siguiente. Presenciade los teotihuacanos, sus productos, sus smbolos y su estilo ar-

    tstico en toda Mesoamrica.350-550 d.C. (Fase Xolalpan). 20 km2 de superficie

    y 100 000 habitantes. La metrpoli vive su mximo esplendor yse convierte en la sexta ciudad ms grande del mundo.

    550-650 d.C. (Fase Metepec). 19 km2 dey 7 0 0 00 habi tant es. El arte se vue lve mscomplejo. Al final de esta fase, las sedes y lodel poder estatal son destruidos y quemad

    lencia. Se desconoce quines perpetraron eaunque es posible que fueran habitantes dciudad o de las poblaciones circunvecinas por los teotihuacanos.

    Preclsico (2500 a.C.-150 d.C.) Clsico (150-650 d.C.) Epiclsico (650-900 d.C.) Posclsico (900-1521 d.C.)

    Fase Miccaotli Fase Xolalpan

    Fase Metepec

    Fase Patlachique

    Fase Tzacualli Fase Tlamimilolpa