Guiados Por Dios

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Guiados por Dios

Guiados por Dios

Autor: Yanina Di Natale

"Porque todos los que son guiados por el Espritu de Dios, stos son hijos de Dios."Romanos 8:14

La vida cristiana est basada en la proteccin y la guianza de Dios. Nadie que ha nacido de nuevo puede decir que se encuentra fuera de la gua de Dios. El estar bajo su direccin nos hace ver y entender la esencia de ser sus hijos, el camino de su voluntad y el alcance de su proteccin.

Cuando no estamos en contacto directo y personal con su Espritu Santo llegamos a desatender a su gua. Pero si vivimos en la comunin con el Espritu Santo, tenemos la certeza de que hemos sido hechos hijos suyos (Ro 8:16), y que todos los que son guiados por el Espritu de Dios, stos son hijos de Dios (Ro 8:14).

"Pues no habis recibido el espritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habis recibido el espritu de adopcin, por el cual clamamos: Abba, Padre!" (Romanos 8:15)

Al tener la seguridad de que su mano nos guiar, as como lo expresa el salmista David: "Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, Aun all me guiar tu mano, y me asir tu diestra." (Salmos 139:9, 10), no hay lugar para el temor. Somos Hijos de Dios, amados de l. Sus ojos estn puestos sobre nosotros. No hay un slo lugar de donde podamos escaparnos a su mirada. Est atento an a esa situacin de la cual pensamos que est afuera. Muchas veces l est esperando que seamos nosotros los que lo involucremos y le demos el control.

El Seor tiene autoridad y poder sobre todas las cosas, pero comenzar a actuar en aquellas situaciones en que le demos lugar, busquemos realmente su voluntad y no la nuestra. Muchas veces pedimos: Seor, que debo hacer? esperando or lo que creemos mas conveniente segn los parmetros de nuestro entendimiento. Pero cuando recibimos la respuesta de Dios, nos rehusamos a aceptarla y a actuar en consecuencia a ella. Entonces cabe una pregunta: Realmente buscbamos su voluntad o queramos que l nos dijera lo que desebamos, tal vez para no sentirnos mal o con otras intenciones? Debemos cuidarnos aun de nosotros mismos, examinar lo ntimo de nuestro corazn y asegurarnos de desear en primer lugar su perfecta voluntad.

Cuando amamos su voluntad, y entendemos que no hay nada mejor para nuestras vidas, podemos constantemente, cada da y ante cada situacin, decir con toda seguridad y convencimiento: Seor, hgase tu voluntad como en el cielo, as tambin en la tierra, en mi vida, en mi familia, en mi trabajo, por que slo tu me guiars por sendas de justicia, me conducirs a toda verdad y me hars vivir confiado.

Permitamos que el Espritu Santo nos llene y tome el control, por que l nos guiar a toda verdad. (Juan 16:13) y nos dar la seguridad de que cumplir en nuestras vidas todo su propsito (Salmos 138:8)