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AURKIBIDEA 1 Editoriala 2 Kultura 3-4 Txarriboda 5-7 El Hospital (3) 8-15 Erroskilak 16-19 Toponimia 20-21 Denborapasak 22-23 Ipuina 24 Argazkia Anímatea regalar el carnet de AMIGO DEL MUSEO Una colaboración a favor de Artziniega y la cultura vasca. 15 € anuales ARTEA Etnografi Elkartea / Asociación Etnográfica ARTEA Arteko Aldapa, 12 01474 Artziniega (Araba) Tl. 945.396.210 [email protected] www.artziniegamuseoa.org ARTZINIEGA MUSEOAren ALDIZKARIA 16 ZENBAKIA 2005eko abendua REVISTA del MUSEO DE ARTZINIEGA NÚMERO 16 Diciembre de 2005 EDITORIALA Está punto de finalizar 2005 y es hora de hacer balance, un repaso global, de lo acontecido en nuestra casa, en nuestro pueblo y también, por qué no, en nuestro MUSEO. Y teniendo en cuenta el lado positivo, plantearnos superarlo para el próximo 2006. Al fin y al cabo esto es lo que lleva haciendo el ser humano desde hace miles de años, esto es el progreso. Para que Artziniega y su MUSEO continúen progresando es necesario nuestro compromiso personal, el de todos. Cada uno hasta donde pueda o quiera. Desde ARTZINIEGA MUSEOA te ofreceremos para 2006 una variada actividad cultural y nos gustaría contar con tu presencia en las conferencias, exposiciones, ... Sin más, ZORIONAK eta URTE BERRI ON! Urte bat pasa zaigu Konturatu gabe Zaharragoak gara Hori ez da grabe Egin duguna txarto Argian nahi gabe Urte berri honetan Aldatu suabe Pozik gaude guztiok Egun berezietan Poza daramagu guk Gure ezpainetan Zorionak ere bai Leku guztietan Hiriko etxeetan Eta kaleetan Hobetzeko asmotan Har dezagun parte Etxean eta herrian Hori lortu arte Aldaketa guztiak Ez egin aparte MUSEOrentzat ere Onura dakarte MUSEOAk baditu Kultur ekintza asko Bere egitasmoan Justu eta listo Gonbidatu ondoren Egongo naiz presto Partaide izateko Ez baitut pretesto

Gurdia 16

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Revista del Museo Etnográfico de Artziniega

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AURKIBIDEA 1 Editoriala 2 Kultura 3-4 Txarriboda 5-7 El Hospital (3) 8-15 Erroskilak 16-19 Toponimia 20-21 Denborapasak 22-23 Ipuina 24 Argazkia

Anímatea regalar el

carnet de AMIGO DEL

MUSEO Una colaboración a favor de Artziniega y la cultura vasca. 15 € anuales

ARTEA Etnografi Elkartea / Asociación Etnográfica ARTEA Arteko Aldapa, 12 01474 Artziniega (Araba) Tl. 945.396.210 [email protected] www.artziniegamuseoa.org

ARTZINIEGA MUSEOAren ALDIZKARIA 16 ZENBAKIA 2005eko abendua REVISTA del MUSEO DE ARTZINIEGA NÚMERO 16 Diciembre de 2005

EDITORIALA Está punto de finalizar 2005 y es

hora de hacer balance, un repaso global, de lo acontecido en nuestra casa, en nuestro pueblo y también, por qué no, en nuestro MUSEO. Y teniendo en cuenta el lado positivo, plantearnos superarlo para el próximo 2006. Al fin y al cabo esto es lo que lleva haciendo el ser humano desde hace miles de años, esto es el progreso. Para que Artziniega y su MUSEO continúen progresando es necesario nuestro compromiso personal, el de todos. Cada uno hasta donde pueda o quiera. Desde ARTZINIEGA MUSEOA te ofreceremos para 2006 una variada actividad cultural y nos gustaría contar con tu presencia en las conferencias, exposiciones, ... Sin más,

ZORIONAK eta URTE BERRI ON!

Urte bat pasa zaigu Konturatu gabe Zaharragoak gara Hori ez da grabe Egin duguna txarto Argian nahi gabe Urte berri honetan Aldatu suabe Pozik gaude guztiok Egun berezietan Poza daramagu guk Gure ezpainetan Zorionak ere bai Leku guztietan Hiriko etxeetan Eta kaleetan

Hobetzeko asmotan Har dezagun parte Etxean eta herrian Hori lortu arte Aldaketa guztiak Ez egin aparte MUSEOrentzat ere Onura dakarte MUSEOAk baditu Kultur ekintza asko Bere egitasmoan Justu eta listo Gonbidatu ondoren Egongo naiz presto Partaide izateko Ez baitut pretesto

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Kultura En el edificio exterior del MUSEO y durante

este último trimestre, han tenido lugar una serie de exposiciones que han sido visitadas solo por una parte de los vecinos y visitantes.

Durante el mes de Octubre se mantuvo la muestra pictórica de los 28 artistas presentados al 8º Concurso de pintura Villa de Artziniega.

En Noviembre se sumó a la exposición de ilustraciones de Jokin Mitxelena, la fotográfica titulada Herri kirolak de José Ignacio Lobo.

En Diciembre tiene lugar y hasta el 2 de Enero de 2006, la obra de Felipe Manterola, Fotógrafo en una sociedad rural. Está considerada, por su valor etnográfico, como una de las mejores colecciones del País, opinión que han corroborado la mayor parte de los visitantes.

La Asociación Etnográfica Artea preparó el pasado día 16, con el Salón de Actos lleno, una charla-coloquio con el tema El cerdo en la alimentación tradicional, con recopilación de datos históricos y la utilización de medios audiovisuales, impartida por la dietista y psicóloga Amaia Gambra.

Al día siguiente, a pesar de la lluvia y el frío, tras un pasacalles por el pueblo, se organizó una txarri-boda didáctica en el interior del MUSEO.

Se comenzó con el chamuscado en el exterior, pasando al interior para hacer una demostración detallada del despiece del cerdo.

En la sala de al lado tres mujeres explicaban la forma de hacer chorizos. Y en una mesa próxima otras tres mujeres demostraban cómo hacer morcillas. Y unas y otros asediadas a preguntas de los y las que querían saber o aprender y otra serie de personas veteranas que aconsejaban o informaban de su forma de hacerlo. Posteriormente hubo degustación de estos productos.

La música la ofreció el grupo Karrakan-Trakatan, con variados instrumentos autóctonos.

La Asociación contó con la colaboración de la empresa Embutidos Artziniega y un grupo de vecinos y vecinas con experiencia, que junto con la participación popular hicieron que el acto resultara un éxito. Aquí te aportamos unos testimonios gráficos de las personas que más se “pringaron”.

El matarife realizó el despiece paso a paso, indicando a los asistentes el nombre de la parte

que iba arrancando al animal

…picaban la carne, pasaban los pimientos remojados por el triguero, sal, ajo, hacían la mezcla con los condimentos tradicionales, lo embutían en el intestino …

…sangre, arroz cocido, cebolla, puerro, sal, pimienta, rellenado de intestinos y a cocer…

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Abendutik Otsaila arte txerriak arreta handia hartzen zuen, bere sakrifizioaren eguna hurbiltzen zen eta. Artikulo honetan eta datozenetan txerriaren bizitzaz eta hilketaz arituko gara. Gure asmoa baserri eta herrietako animalirik garrantzitsuenari eta txerria eta txarribodaren inguruan ibiltzen ziren baserritar eta herriko jendeari homenaldia eskeintzea da.

Txerria gure baserri eta landako eremu apaletako proteinen dietan funtsezko osagaia zen. Izan ere, baserri eta herriko biztanleek ez zuten kasik bestelako haragirik jaterik. Baina txerria, orain dela gutxi arte gure baserrietako elikaduraren ekonomian hain garrantzitsua, desagertzear dago,gitxienez antzinako eran, bizi eta kontsumo moldeetan gertatu den erabateko aldaketagatik.

Txerriak arbiak, erremolatxak, gaztak egiteko erabilitako gazuraren soberakina, mendiko fruituak eta etxeko nahiz auzokoen hondarrak jaten zituen; bestalde, askoren gogoan dago nola txarribodaren garaian auzokoen artean lukaika batzuk eta haragi pusketa bat trukean, ordainetan, nola banatzen zituen.

TXARRIBODA

La matanza del cerdo

Introducción

Este artículo y los que aparecerán en los siguientes números quieren ser un homenaje a una tradición muy arraigada en nuestra zona y a sus gentes. Este primero es una aproximación al mundo del cerdo y a la txarriboda; en los siguientes trataremos de todo lo relacionado con el rito de la matanza: preparativos, la matanza en sí, el vaciado y destece (despiece) del cerdo, la elaboración de las morcillas y chorizos, la conservación de los productos en sal muera, sal o adobo, etc.

Las tradiciones gastronómicas de una zona y sus hábitos alimentarios son una de las expresiones de la historia y de las costumbres culturales y sociales de sus gentes, y los productos y condimentos típicos utilizados tienen su origen en la actividad económica desarrollada en la propia zona.

Una de las costumbres de los caseríos de

nuestra zona ha sido la matanza del cerdo. La industrialización del sector y los cambios en nuestros hábitos alimentarios han hecho casi desaparecer esta tradición; sin embargo, aún quedan algunos que mantienen esta práctica heredada que va más allá del mero aspecto alimenticio; también como una costumbre que une a la familia e incluso a ésta con los vecinos.

La matanza se realizaba en el momento de menos trabajo en el campo y se convertía en una reunión familiar y vecinal. La llegada de los primeros fríos del invierno era el momento

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Sala de Exposiciones del MUSEO Programación primer trimestre de 2006

Hasta el día 1 de Enero Exposición de fotografías antiguas FELIPE MANTEROLA Fotógrafo en una sociedad rural Una valiosa colección desde el punto de vista etnográfico Del 4 de Enero al 26 de Febrero Exposición fotográfica HIRE HIMALAYA Documentos gráficos obtenidos en las expediciones de los hermanos Iñurrategi a la cordillera más alta de la Tierra Marzo Exposición de cerámica **************************** Te animamos a visitar estas exposiciones,

gratuitas, de forma especial los domingos y festivos

por la mañana

Participa en este variado programa de actividades organizadas por

nuestro Ayuntamiento

adecuado para dar muerte al animal que durante los últimos meses había sido cebado. El peso del animal se medía en arrobas (11,5 kg.) y solía pesar alrededor de 130 kilos, aunque podía llegar a los 200, todos aprovechables; es más, según el dicho popular, se aprovechan “hasta los andares”.

El ritual de la matanza del cerdo, con el paso de los años, ha ido perdiendo la función de suministrar alimentos a la despensa familiar para pasar el invierno. Aunque depende de cada zona geográfica, el día indicado para comenzar la celebración era la Festividad de San Martín, el 11 de noviembre. Prueba de ello es la expresión popular “a todo cerdo le llega su San Martín”, aunque en algunos casos lleve segundas intenciones.

Sin embargo, y en contra de lo que dice el refrán castellano, en el País Vasco, salvo excepciones, no se suele matar el cerdo por San Martín. En esos días preinvernales, el efecto regulador del océano suaviza las temperaturas gozando en esos momentos del denominado “veranillo de San Martín”. Por eso, se espera a los primeros fríos de finales de diciembre y enero para el sacrificio. Las bajas temperaturas son esenciales para el éxito de la matanza doméstica.

Tener éxito en la matanza y lograr una buena conserva para todo el año era casi un problema de supervivencia para nuestros antecesores. Por eso, todos los miembros de la familia participaban en la decisión de cuándo y cómo se llevaría a cabo. La fecha se elegía con cuidado consultando a la luna y teniendo en cuenta los planes de los vecinos, para asegurar su colaboración el día señalado y tener un suministro escalonado de morcillas y carne fresca, gracias al intercambio tradicional de obsequios, que formaba parte del rito de la matanza.

Una costumbre que aún perdura es que el cerdo sea sacrificado durante el cuarto menguante. Antes, más que ahora, se creía que durante el menguante los elementos vitales líquidos, tanto la savia de las plantas como la sangre de los animales, se aquietan. Por ello es el periodo más apto para realizar las podas e injertos de los frutales así como para llevar a cabo la matanza de los animales. Se decía que a la sangre del cerdo matado fuera del menguante se le hace espuma. Algunos procuraban sacrificar a las hembras, que no estuvieran en celo, en menguante para apretar sus carnes y a los

machos, por lo contrario, en creciente ya que poseían las carnes más firmes.

Antaño se engordaba al cerdo para que fuera abundante en tocino, ya que era costumbre cocinar con manteca. Más tarde, cuando la economía familiar permitió poder comprar aceite, se cambió el tipo de alimentación del animal para que fuese más rico en magro.

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HOSPITAL DE ARCENIEGA (3)

RECONSTRUCCIONDEL HOSPITAL

Las consecuencias de la destrucción del edificio del Hospital en 1839 fueron las siguientes.

- Se prestan socorros a las familias pobres y a los enfermos en sus domicilios.

- No hay lugar de acogida para los mendigos

ni pobres enfermos. Pero existe, en la localidad una añoranza del viejo hospital. Se valoran sus servicios, se siente su vacío, se suspira por reconstruirlo. Se recuerda que fue destruido en contra de la voluntad del pueblo. El primer intento de solucionar el problema se dio en la reunión de vecinos del 18 de septiembre de 1842. Se trataron diversos temas y proyectos dentro de una carencia casi total de medios económicos para solucionarlos. Se precisaba un edificio para casa – ayuntamiento, y otros para panadería, cárcel y hospital. En la fecha citada el concejo de vecinos acordó “pedir el convento de esta Villa para el pueblo, con el objeto de que sirviese para Hospital, Casa ayuntamiento, cárcel y panera”. Unos años más tarde el ayuntamiento vuelve sobre el tema. El 15 de mayo de1849, se trata ampliamente sobre el Hospital y se delimitan los caminos a seguir pero no se puede llevar a cabo su reconstrucción. En 1854, perdida toda la esperanza de ayuda oficial, se pone manos a la obra, contando con los

propios medios, dando el primer paso decisivo el obispo de Santander, diócesis a la que pertenecía Artziniega entonces, dando 2.000 reales para realizar el proyecto, más el producto de la venta de 9 heredades, pertenecientes a dicho establecimiento, sitas en la Villa y en Zuaza. Puestas a la venta valdrían unos 4.000 reales. Con esto y con los donativos de las personas acomodadas se cree que se va a edificar ya que el alquiler del local que hace funciones de hospital es más caro que las rentas del propio hospital. El 7 de febrero de 1855, el obispo concede la licencia solicitada, previo informe del vicario o arcipreste de Artziniega y con la expresa condición que las fincas se vendan a pública subasta. Las gestiones proceden con toda rapidez, después de largos años de proyecto. Mientras tanto se habilita una casa para acoger a los pobres enfermos, y el tema cobrará actualidad con la llegada del cólera. EL HOSPITAL PROVISIONAL DE COLÉRICOS A partir de 1850 el pueblo se va reponiendo de la pobreza ocasionada por la Guerra Carlista. El ayuntamiento, empeñado en importantes cantidades a raíz de la citada guerra, va solucionando sus problemas lentamente. Llegan con normalidad los réditos de las Acciones del Banco Nacional, con lo que se normaliza la enseñanza en las Escuelas del Patronato Menéndez de Luarca. También el hospital recibirá con periodicidad las rentas del pequeño capital situado en el mismo Banco. El hospital provisional será de particular utilidad con motivo de la llegada del cólera a

Artziniega el verano de 1855. Con la epidemia llegó el terror al pueblo. En los meses de agosto,

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septiembre y octubre murieron 48 personas, con un total de 67 defunciones en todo el año. El cólera atacó a toda clase de personas y se echó en falta el edificio del hospital, aislado, a las afueras de la localidad; en todo caso, el hospital provisional, situado dentro del pueblo, sirvió de refugio a muchas personas. La primera de las fallecidas por el cólera se llamaba Juana de Ureta, de 33 años. A finales de octubre había cesado ya la epidemia. No se celebraron el citado año las tradicionales fiestas de setiembre, ni acudió la gente a las renombradas ferias de la Campa del Santuario. El dolor y el temor asolaban la comarca. En Artziniega murió aquel año un 10% de la población.

EL NUEVO HOSPITAL SE PONE EN MARCHA El nuevo edificio se construye sobre los cimientos del anterior, en el mismo lugar y con la misma amplitud. Veamos: “Son de gastos 6 reales de vellón pagados a dos peones, ocupados en la tarde del 18 de Julio de 1855 en descubrirlos cimientos del antiguo Hospital, para formar el plano para el nuevo”. Sabemos como era la casa por la descripción del inventario de bienes del Hospital. Dice así: “ Una casa rectangular, formando un cuadro, de un solo piso y desván; consta de cuadra, cocina, recocina, una sala con cuatro camas y otras dos para una cama, con piso de piedra”.

Casi siete mil reales costó levantar las paredes y el tejado del edificio, el esqueleto del mismo; es la obra realizada en 1855. Y el pago se hace de la siguiente manera: - valor de la finca de Zuaza, vendida ese año 1.755 rls - donativo de Teresa Rivacoba 160 rls - donativo de Ildefonso de la Torre 160 rls - donativo del Sr. Obispo de la Diócesis (1854) 2.000 rls - donativo del Sr. Obispo de la Diócesis (1855) 2.000 rls La Junta de Ordunte contribuyó a la obra ofreciendo de los montes 72 cabrios, que transportó José de Alday, vecino de Palacio, a quien se le abonaron 90 reales. El año 1856 se va completando la obra mediante la colocación de puertas, ventanas, escaleras, tabiques, ... Y nuevamente se reciben del administrador de la diócesis 2.000 reales. En 1857 se traen de Bilbao 12 camas, se ultiman los preparativos y se celebra la inauguración. A partir de ahí, comenzarán los servicios a los pobres y enfermos, que se manifiestan para nosotros en las cuentas de los gastos. “ Da en gastos 317 reales y 30 céntimos por alimentos y medicinas que desde la inauguración del Hospital hasta el 31 de Diciembre de 1857 ser han gastado con los enfermos que han ingresado, según cuentas”. “ Yten 223 reales que pagué a Anacleta De Nales y María de Ureta por la asistencia a los enfermos en 50 días y gasto de leña y jabón para la colada”. (año 1857) Hemos de anotar, entre los ingresos con que cuenta el Hospital por estos años, los siguientes:

- renta de censos - donativos varios - donativo del Sr Obispo de la Diócesis de

1.800 reales o cantidades similares durante unos años.

- En 1.859 los albaceas de D. Mateo de Murga y Michelena, natural del Valle de Llanteno, y vecino de Madrid, envían un

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legado de 6.000 reales que el citado señor dejó a este hospital.

- Rentas de un capital que se invierte en

Deuda Diferida en Madrid a favor del Santo Hospital.

NUEVA ETAPA 1855 – 1914 Puede afirmarse que la Villa mejora económicamente a partir de 1850; quedan atrás los problemas creados por la guerra Carlista. Y este bienestar se apreciará incluso en el centro asistencial: “Yten 60 reales que pagué al cirujano don Manuel de San Martín por la asistencia a los enfermos, a pesar de no haberse acogido este año enfermo alguno en el Hospital” (Año 1861). “Son en gastos 622 reales que pagué por la carne, pan, arroz, zirucas y otros alimentos, que se han gastado con los alimentos en el Hospital” “... medicinas gastadas en el Hospital” (año 1863) De todo cuanto vamos narrando se puede deducir que los objetivos pretendidos por esta entidad benéfica son los siguientes: 1. Atención a los pobres transeúntes, ancianos o

impedidos para el trabajo, a quienes se daba alojamiento una sola noche.

Así estaba establecido. El encargado del hospital no debía recibirlos sin la tarjeta de alojamiento, que les facilitaba el sacerdote administrador.

En caso de encontrarse enfermos, la estancia se prolongaba hasta la convalecencia.

2. Los pobres residentes en la Villa, si caían enfermos y no tenían quien los cuidase, eran instalados en el hospital.

3. Los enfermos pobres de la Villa, que no

pudieran ser trasladados al hospital o que eran atendidos en familia, recibían una ayuda en metálico.

Es interesante añadir a lo dicho lo establecido por el Visitador del obispado, cuando llega a Artziniega en 1904: “En lo sucesivo no se les cobrará ni a los enfermos ni a los pobres, que se hospedan por la noche, cantidad alguna por ningún concepto, proporcionándoles lo necesario para que tengan un conveniente hospedaje. Tampoco se dará cantidad alguna sin autorización a los que estén en sus casas o fuera del Hospital”. “Admítanse siempre en el Hospital a todos los enfermos que se hallen necesitados y no tengan familia que pueda atenderlos, al menos mientras se cuente con recursos para ello”.

Si se tiene en cuenta la mendicidad, que era un fenómeno social en tiempos pasados, podemos valorar los servicios prestados por nuestro Hospital a lo largo de los siglos.

Extractos tomados de la publicación EL ANTIGUO HOSPITAL

DE LA VILLA DE ARTZINIEGA por D. José Iturrate

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Neguko ale hontan agurtzen zaitugu hiru hia joan dira pasatu zaizikigu Erroskila goxoak egingo ditugu era desberdinetan azalduko dugu Gehiago dagoela hori badakigu bolontatez emanak horiek dauzkagu Azaltzeko orduan zera diotsugu zuk egin itzazula gogoa ez galdu Hasiera emateko prestatu gara gu osagaik ta tresnak hamaika inguru irina ta koipea ta besteak bildu maindire gainetik bestela zikindu

Z X - V

Han pasado 3 meses desde que nos despedimos de GURDIA. Atrás hemos dejado el lino y todos sus utensilios. Entrados en el invierno, hay días que nos apetece estar más cerca del calor, del hogar. Algunos todavía podemos disfrutar del calor y del inconfundible murmullo que provocan los leños cuando se queman. Hemos recuperado tres recetas de rosquillas caseras. Una de ellas, todos, la pudimos observar en directo el día del Mercado de Antaño. Las otras nos han sido contadas por varias personas que suelen colaborar con ARTZINIEGA MUSEOA. Quizás tú también conozcas alguna otra, o la misma con pequeñas variaciones. Es por ello, por lo que te invitamos a que nos la cuentes y así poder ir recogiendo todas las recetas tradicionales que hemos ido utilizando de tiempos pretéritos.

Azaltzen ditugun gauzak gutako inork eskura ditzakeenak dira, errezeta hauek kontatu egin dizkiguten pertsonen baimena baitugu, gure asmoa ez delako inoren eskubideren kontra jotzea.

Las recetas que aparecen en este artículo, las publicamos con el consentimiento de las personas que nos las han contado, no queriendo en ningún momento desvelar ningún tipo de secreto que pueda menoscabar los intereses de nadie.

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Lehendabiziko irudietan ikus daitekeena konturik, tresneria eta osagarriak ez doazela bat argi dago. Hala eta guztiz ere, gehienak bai. Hiru errezeta direnez eta elkar alderatzeko asmoz izendatu egin ditugu: “Z”, “X” eta “V”. Irudi edota pauso guztiek hizkia eramango dute. Hala ere, errezeta batek besteak baino irudi gehiago eduki lezake edo zehatz-mehatz azal dadin.

A pesar de que desde los primeros dibujos está claro que los utensilios e ingredientes no son los mismos, podemos afirmar que la mayoría coinciden. Las tres recetas queremos compararlas a la vez. Para llevarlo a cabo las hemos nombrado con “Z”, “X” y “V”. Los dibujos o pasos, llevarán la letra que las identifica. Puede ocurrir que alguna receta tenga más pasos que las otras, o que se explique más detalladamente.

Osagarriak: Z, X eta V Arrautzak, hirina, azukrea, koipea, Zaporetzailea: limoi ( Z birrindua, X eta V zukua), likoreak (anisa, orujo, patxarana,... ). Altxagarria: legamina ( Z eta V), sodio bicarbonato (X). Tresneria: erretiluak, platerrak, katiluak, sardeskak, irabiagailuak, zartaginak. Makiltxo bat (Z).

Ingredientes: Z, X y V Huevos, harina, azúcar, aceite, Potenciador de sabor: limón (Z rayado, X y V zumo), licores ( anís, orujo, pacharán,..). Gasificadores: levadura (Z y V), bicarbonato sódico (X). Utensilios: bandejas, platos, tazas, tenedores, batidores, sartenes. Un palito fino y delgado (Z).

Oharra: Agertzen diren kantitateak alda daitezke. Nota: Las cantidades pueden variarse. Z 3 arrautza hartu ostean, astiro eta emeki gorringoak eta zuringoak bereizten ditugu. Zuringoak irabiatzen ditugu elur-punturaino. Azkar jaitsi baino lehen, zuringoak gorringoekin nahasten ditugu. Oskol erdi batzuk gordetzen ditugu.

Z 3 huevos. Cascamos despacito y separamos las claras de las yemas. Las yemas las batimos hasta punto de nieve. Subidas las claras a punto de nieve, se mezclan con las yemas. Guardamos varias medias cáscaras.

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X eta V 3 arrautza hartu ostean, apurtzen ditugu eta katilu batean gorringo eta zuringo guztiak nahastuko ditugu irabiagailu baten bidez, edo sardeska bat erabiliz.

X y V Cogemos tres huevos, los cascamos y echamos en un tazón o similar. Con un batidor o un tenedor los batimos hasta que estén bien mezclados.

Z Badago arrautzen nahasketa prestatuta. Nahasketari hiru oskol erdi koipe, beste hiru Azukre, 25 gr legamia, likorea (orujo – anisa kopatxo bat) limoi erdi bat birrindua botatzen dizkiogu. Nahasten ditugu gauza hauek guztiak, substantzi likatsua uniforme egon dadin.

Z Ya tenemos mezcladas las claras a punto de nieve con las yemas. Echamos tres medias cáscaras llenas de aceite, otras tres de azúcar, el licor ( copita de orujo – anís) y la ralladura de medio limón. Mezclamos bien todos estos ingredientes para que nos quede la mezcla uniforme.

Y Hiru goilaradaka koipe sutan jartzen dugu eta bero dagoenean kentzen dugu hozteko. Hozten den bitartean arrautzen nahasketari hiru goilarakada azukre botatzen dizkiogu eta irabiatzen dugu ondo. Ondoren, eta koipea hoztuta dagoenean koipea botatzen dugu, irabiatzen jarraitzen dugu minutu batzuetan. Azkenean goilarakadatxo bat bikarbonatoa eta likorea edo limoi zukua bota ostean irabiatzen dugu.

Y Colocamos en el fuego y calentamos 3 cucharadas de aceite, lo retiramos y dejamos enfriar. Mientras tanto añadimos a la mezcla de los huevos 3 cucharadas de azúcar y batimos. Posteriormente, agregamos el aceite cuando esté frío y batimos durante varios minutos. A continuación agregamos una cucharita de bicarbonato y el zumo de 1 limón o un poco de licor. Batimos todos los ingredientes bien durante un par de minutos.

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Z eta Y Nahasketa likatsuari, poliki-poliki galirin eskukadak botatzen ditugu. Hasieran Irabiagailua edo sardeska erabiltzen dugu nahasteko ondo. Irina bota ahala ore likatsua loditzen da eta normalean esku bat sartzen dugu. Oreak esango digu zenbat irina bota behar dugu, oreak gure hatzamarreei eusten ez dienean ez dugu irin gehiagorik botatzen. Batzuetan ondo loditu egin duela jakiteko, hatzamar bat sartzen dugu, eta garbi irteten bada, irin gehiago ez dugu bota behar.

Z e Y A la mezcla obtenida le vamos agregando poco a poco harina de trigo a puñados y mezclamos todo con un batidor o tenedor de madera. A medida que la masa engorda continuamos con una mano revolviendo la mezcla. La propia masa nos indica cuando debemos dejar de echar harina, será cuando no se pegue a nuestra mano. En algunas ocasiones metemos un dedo en la masa y cuando éste sale limpio y sin pegarse dejamos de echar harina.

V Katilu batean badauzkagu arrautzak, zuringoak eta gorringoak, ondo nahastuta. 9 goilarekada azukre, beste hainbat koipe eta likorra edo limoi zukua botatzen ditugu. Nahasten ditugu gauza hauek guztiak oso ondo. Normalean mahai baten gainean edo azpilan sumendi txiki bat irin egiten da. Etxeko ogia egiteko erabiltzen dugun legamia botatzen dugu. Egun hauetan erosten diren hautsak. Ondoren katiluan daukagun nahasketa, irabiatuz utzi gabe eta emeki- emeki botatzen dugu. Maldetan dagoen irina erabiliz ahoa estaltzen dugu, eta eskuak erabiliz irina eta substantzi likatsua nahasten ditugu. Irina, behar beste botatzen dugu, orea lantzen ari garelarik berak eskatzen digu zenbat irin behar dugun. Orea loditu arte eta gure eskuetan ez itsatsi arte lantzen dugu. Hatz bat sartzen dugu eta itsasten ez denean edo garbi irteten denean irin gehiago bota gabe oreari eusten diogu minutu batzuetan lantzen.

V En una taza o similar, ya tenemos bien batidos los huevos (claras y yemas). Añadimos 9 cucharadas de azúcar, otras tantas de aceite, licor o zumo de limón. Mezclamos todos los ingredientes muy bien. Normalmente, encima de la mesa o en la propia artesa, ponemos un montoncito de harina, como si fuera un volcán, y en su boca echamos levadura viva (la que utilizábamos para hacer la hornada de pan antiguamente). A continuación la mezcla sin dejar de batirla, la echamos despacio sobre el volcán de harina. La harina que está en las laderas, con las manos, la echamos encima de la mezcla y comenzamos a amasar. A la vez que amasamos vamos añadiendo tanta harina como la propia masa nos pide. La masa se va engordando y haciéndose más espesa. Cuando introducimos en la masa un dedo y sale limpio, dejamos de echar harina y la seguimos trabajando durante varios minutos.

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Orea badaukagu. Normalean estaltzen dugu eta leku epelean edota sutondoan uzten dugu altxagarriak (legamiak, bikarbonatoak,..) bere lana egin dezan. Zenbat minututan utzi behar dugu ezin dizugu esan. Zeuk oihala altxatu baino ez duzu egin behar, minutuak pasa ahala orea altxatzen dela ikusten duzu eta.”Etorri zaigu” esaten zen orea puntuan zegoenean. Erroskilei itxura ematea eta frijitzea aldi berean egitea posible liteke. Bestela eta orea hoztu gabe, erroskila guztiak egiten dira eta gero poliki-poliki frijitzen dira.

Ya tenemos la masa preparada. Normalmente la dejamos en un sitio templado o al lado del fuego, para que el gasificante (levadura, bicarbonato,..) actúe. Cuánto tiempo tenemos que dejarla no te podemos precisar. De vez en cuando destapa un poquito y verás que la masa va subiendo. Antiguamente se solía decir: “Ha venido la masa” cuando estaba a punto. Según los casos, se pueden hacer todas las rosquillas y posteriormente freírlas, o a la vez que se hacen se fríen. Pero intentaremos que la masa no se nos enfríe.

Z Orea prest daukagu. Hartzen dugu zatitxo bat eta bi esku erabiliz txurro bat egiten dugu. Ondoren mahaiaren gainean jartzen eta zapaltzen dugu zilindroa prisma bihur dadin. Ondoren koro bat egiten dugu eta bi mutur lotzen ditugu.

Z La masa está lista. Cogemos una pequeña porción y utilizando las dos manos hacemos un churro. Lo colocamos encima de la mesa y lo aplastamos para darle una forma plana (prisma). Posteriormente unimos los dos extremos haciendo una corona.

X Ore zatitxo bat hartzen dugu eta txurro bat egiten dugu. Ondoren, bi muturrak lotzen ditugu.

X Tomamos una porción de masa y hacemos un churro con ella. Posteriormente unimos los dos extremos.

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V Ore zatitxo bat hartzen dugu, ahurrean jarri ostean irina botatzen diogu. Ondoren, eskuez txurro bat egiten dugu. Bi muturrak lotzean gorapilo bat ematen dugu.

V Tomamos una porción de masa, la colocamos en la palma de la mano y la echamos harina. Con las manos formamos un churro y damos un nudo en los extremos.

Zartagina zenbat eta altuagoa orduan eta hobea, botatzen dugun koipe kantitateak erroskila murgil erazi behar du eta. Koipea zartaginean sutan jartzen dugu. Berotzen den bitartean ogi zatitxo txiki bat mozten dugu. Koipetara botatzen dugu eta ogi zatitxoa biratzen hasten denean koipea bero dagoela ziurta genezake. Edo, koipetan burbuilak agertzen direnean sartzen dugu hatzamar bat eta horrela baieztatzen dugu bero dagoela. Oso garrantzitsua izaten da koipearen tenperatura erroskila kanpotik erre edo egosi ez dadin.

La sartén debe ser honda, cuanto más lo sea mejor nos viene para que la rosquilla flote en el aceite. Según se está calentando el aceite colocado en la sartén partimos un trocito de pan. Lo echamos en el aceite y cuando comience a girar y dar vueltas sabremos que ya está caliente. También podemos introducir un dedo como comprobante del calor del aceite, cuando en ésta comienzan a salir unas burbujitas. La temperatura del aceite es muy importante para que la rosquilla ni se queme ni cueza.

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Z Egindako erroskila bat hartzen dugu, eta koipetara botatzen dugu. Bota ez, koipearen gainean uzten dugu, hobeto esanda Lehenengo momentutik hasten da jaisten hondoraino pisuagatik eta aldi berean bitxia agertzen da koipearen tenperatura eta erroskilarena desberdinak baitira. Fenomeno hau gertatzen zaigu edozein gauza frijitzeko momentuan.. Hasieran eta tresnerian makiltxo bat jarri egin dugu. Berandu baina txanda tokatzen zaio. Makiltxo honen neurria ez dago finkaturik baina mehea izan behar da erroskilaren zentrutik sar dadidan eta gutxienez 30 cm-ko luzera eduki behar du, gure eskua sutik ahalik eta urrunen egon dadin ez erretzeko koipearen azaletik irteten diren burbuilegatik. Azkar-azkar prestatutako makiltxoa sartzen dugu erroskilaren zentroan. Eta hasten gara esku bati ezker giro txiki eta azkarrak egiten. Frijitzen hasten garenean koipeak bitxirik ez edukitzeagatik nahiko erreza izaten da zuloa kanpotik ikustea. Erroskilak frijitu ahala gero eta zailagoa izaten da zentroa ondo ikustea eta horregatik gure trebezia eta intuizioa oso inportanteak izaten dira ahalik eta lasterren makiltxoa sartzeko.

Z Cogemos una de las rosquillas preparadas y la echamos al aceite. Intentamos, depositarla despacio para que no salte y nos queme. Desde un primer momento comienza a irse hacia el fondo por su propio peso, saliendo al mismo tiempo espuma alrededor debido a que la temperatura del aceite y de la rosquilla no es la misma. Este fenómeno nos ocurre cada vez que freímos algo y el aceite está caliente. Al inicio hemos colocado entre los utensilios un palito. Aunque tarde le toca su turno. La medida de este palito no está definida, pero debe de ser fino para que entre en la rosquilla y de una largura no inferior a 30 cm, para que nuestra mano esté retirada del fuego y así no se queme con las burbujas que podrán desprenderse del aceite caliente. Lo antes posible introducimos el palito por el centro de la rosquilla y empezamos a girar rápidamente. Con las primeras rosquillas es fácil ver el centro de la rosquilla; pero a medida que freímos la espuma que se produce nos dificulta la visión y debemos utilizar nuestra habilidad e intuición para introducir lo antes posible el palito por el centro de la rosquilla.

Giro hauek erradio txikikoak izan behar dira, zenbat eta txikiagoa orduan eta uhin txikiagoak agertzen dira, eta tantaren bat edo guregana ailegatzeko posibilitateak murrizten dira.

Los giros que damos tienen que ser de radio muy pequeño, cuanto mas pequeño las ondas que producimos también lo serán, y la posibilidad de que una gota de aceite nos alcance disminuyen.

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Z Giroak legamiaren lanarekin batera erroskila igo erazten du hasieran; horrela koipetan jarri egin dugunetik jaitsi eta igo ibilbidea egiten du koipearen azalera atera arte. Eta egon den tenperaturaren esker frijitu egiten da. Azaleran daukagu, eta jarraitzen dugu mugimenduekin flotatzen den baieztatu arte. Orain, gure zaporeren arabera denbora gehiago edo gutxiago uzten dugu azaleran; baina kontuz, erroskila zenbat eta denbora gehiago utzi orduan eta erreago egongo da kanpoaldea. Makila bera erabiliz ateratzen dugu erroskila eta erretiluan uzten dugu.

Z Con los giros del palito, junto con el trabajo de la levadura, logramos subir la rosquilla a la superficie del aceite. De esta forma que desde que la introdujimos, bajó y subió ha tenido tiempo de freírse por dentro. La tenemos en la superficie, y seguimos con los movimientos hasta comprobar que flota. Ahora y dependiendo de nuestro gusto, la dejamos más o menos tiempo dorándose por fuera, sin olvidarnos que cuanto más tiempo más seca por dentro. Utilizando el propio palito sacamos la rosquilla, que depositamos en la bandeja.

Y eta V Erroskila koipetan sartzen dugu. Kolore marroia hartzen hasten denean, buelta eman baino ez dugu egin behar. Sardeska erabiliz ateratzen dugu. Ondoren erretiluan uzten dugu.

Y e V Echamos la rosquilla al aceite. Rapidamente empieza a coger color marrón, la damos la vuelta y esperamos. Sacamos con la ayuda del tenedor y la dejamos en la bandeja.

Erretiluan uzten dugun bezain laster, gainetik azukre glas botatzen diogu, eta beste bati eusten diogu, horrela amaitu arte. Ez omen da atera bezain laster jatea egokiena. Hoztu arte uzten ditugu hobeto dastatzeko.

Al momento echamos azúcar glas por encima y a por otra, hasta terminar de freír. No nos olvidemos que según la tradición hay que dejarlas enfriar para mejor saborearlas.

Zure iritzi eta iradokizunen zain gaudela gogoratu erazten dizugu. Espero dugu artikulu honekin barruan gordetzen ditugun gauza horiek guztiak zuk ateratzea eta guregana etortzea zure errezeta kontatzera. Bitartean, eta gure partetik zapore on bat jaso dezazun har ezazu gure agurrik gozoena. On egin neurrian.

Te recordamos que estamos a la espera de tus opiniones o sugerencias. Esperamos cualquier día poder contar con tu ayuda y tu saber. Entre tanto y antes de decir hasta pronto, no queremos hacerlo sin que recibas nuestra despedida más dulce. Comer despacio que las rosquillas también engordan en exceso.

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JUNTO A TUDELA

Desde lo profundo del valle, en ese punto donde se dividen (o se unen, según se mire) los caminos que se adentran en tierras castellanas, uno hacia Mena y otro hacia la Meseta, surcando la Merindad de Tudela y las tierras de Angulo, se atisba encaramada a la ladera sur del monte Peñalba una pequeña iglesia.

Parece aislada en aquel altozano, y nada

hace pensar que, detrás, oculta de nuestra vista, se encuentra una pequeña joya urbana medieval llamada Retes de Tudela.

Allí nos dirigiremos, siguiendo durante

apenas medio kilómetro la carretera que lleva hacia Mena. Enseguida nos toparemos con un cruce a la derecha donde indica “Retes de Tudela”.

Dejamos atrás rápidamente las umbrías,

los fresnos y los arces del valle y llegamos al pueblo de Gordeliz (pronunciado Gordelliz tradicionalmente). Siguiendo por el empinado camino, en poco tiempo nos encontramos casi a la

par de esa iglesia que antes habíamos contemplado en las alturas.

Retes de Tudela, que en los últimos años está recuperando su esplendor gracias al interés institucional y vecinal, es verdaderamente una grata sorpresa para el visitante. Su conjunto arquitectónico es de gran riqueza patrimonial ya que la conservación de la estructura original ha resultado prácticamente total.

El lugar donde se ubica no desmerece en

absoluto a la belleza urbana, y desde su posición privilegiada se domina toda la Merindad y las sierras de Carbonilla y Sálvada (Gorobel). Un marco incomparable a la par muy desconocido para el gran público turístico, ávido hoy en día de espacios auténticos y tranquilos.

Haciendo un poco de historia, hay que mencionar que las primeras referencias históricas de esta zona datan exactamente del año 864 con motivo de la donación de una mujer de nombre Elduara (según parece de origen godo) y sus hijos a la iglesia de Santa María de Tudela.

La existencia de familias de origen godo –

seguramente procedentes de Asturias- nos da fe de la repoblación que se llevó a cabo en estas tierras en la alta edad media cuando el reino astur-leonés se extendió hacia el este.

En estos tiempos medievales, Retes de

Tudela, así como toda este valle o merindad de Tudela formó una unidad geográfica y humana de cierta personalidad, aunque posteriormente, al encontrarse en una zona fronteriza, sufrió agregaciones y cambios administrativos, de Álava a Burgos y de Burgos a Álava, hasta que en el año 1844 el ministro Javier de Burgos procedió a la separación actual en provincias.

El pueblo que nos ocupa, Retes, también

fue objeto de una de estas agregaciones, según se explica en el libro de José Bustamante Bricio “La Tierra y Los Valles de Mena”. Concretamente, Retes pasó de Mena a Ayala, mientras que el pueblo cercano de Cirión (antiguo Dábala) sufrió el proceso contrario y paso a pertenecer a Mena. Aún en los años 20 del pasado siglo, en plena

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dictadura de Primo de Rivera, el Valle de Angulo solicitó su incorporación al ayuntamiento de Artziniega.

El hecho de encontrarse en una zona

fronteriza influyó en la situación lingüística de Retes y de su entorno, también en la de la propia Villa de Artziniega, y referido a esto, no podemos dejar de mencionar que estas tierras a caballo entre Ayala, Mena y Las Encartaciones (Artziniega, Sojo, Tudela o Añes) pertenecieron todas primero a la diócesis medieval de Valpuesta, y posteriormente a la diócesis de Santander, hasta que el siglo XVIII la parte alavesa pasó a pertenecer a recién creada de Vitoria.

El límite entre las diócesis de Santander y

Calahorra recorría el cauce del Ibaizabal por Llanteno, y este hecho seguramente tuvo su importancia en la cuestión lingüística, ya que el tratamiento que dispensó la iglesia (entonces hegemónica y todopoderosa) a las lenguas distintas de la castellana pudo contribuir a la pérdida del euskara en aquellas zonas donde aún se conservaba, como pudo ser la propia villa de Artziniega y zonas colindantes.

En lo referido a la toponimia del lugar, hay

que destacar que si bien son éstas tierras de frontera y de plenos “ilsos” lingüísticos, la predominancia de topónimos romances en Retes es absoluta, y la práctica totalidad de los nombres de lugar es castellana.

Así pues, encontramos en Retes topónimos claramente castellanos como Trasquintana, Valtrallera, Cuesta del Torco, Vallalante, Fuentevieja, Soviñas, Valdesierra, La entradilla, La Rellana, La Junta, Solacuesta o Villasús (antiguo barrio abandonado), también topónimos que podríamos denominar “cantábricos”, ya que aparecen en Cantabria, Asturias o Las Encartaciones occidentales, como por ejemplo, El Mazo, Mazuela, El Bortal, o Ganzal.

Aún así, tampoco se pueden determinar con claridad los límites pasados de la lengua vasca en esta zona ni afirmar con seguridad si en Retes se habló alguna vez euskera o hasta cuando se hizo, aunque si se hizo fue en tiempos bastante remotos y en todo caso antes que en la Villa de Artziniega, donde la toponimia vasca abunda aunque no es mayoritaria.

Da la impresión de que las fronteras lingüísticas en esta zona del occidente ayalés

estuvieron sometidas a repoblaciones medievales, movimientos poblacionales e influencias eclesiásticas concretas.

Ya en el siglo XVI, Lope García de Salazar dijo que Ayala era poblada tanto por vascongados (euskaldunes) como latinados, y es probable que estos latinados a los que se refería el noble vizcaíno habitaran en esta zona occidental de los valles de Angulo y Tudela; aunque la situación, ya digo, no sería tan diáfana y el contacto entre ambas lenguas hubo de ser intenso y duradero; secular, podríamos decir. De ahí la extraordinaria riqueza y complejidad de la toponimia de este entorno.

El propio nombre “Retes” parece contagiado del espíritu enigmático que nos ofrece la toponimia de estos parajes nuestros.

Este nombre aparece documentado por primera vez en el siglo XIV en el Becerro de Behetrías de Pedro I con la forma Erretes, forma que sólo se documenta en esa ocasión

Posteriormente ya aparece la forma actual, “Retes” unas veces simplemente de Tudela y otras, de junto a Tudela.

Este segundo elemento del topónimo, el nombre de la Merindad, proviene del latín Tutelae (protección o defensa). Esta segunda parte no

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ofrece mayores problemas de interpretación, sin embargo, Retes se trata de un topónimo de origen bastante oscuro.

Sobre su posible etimología no faltan teorías, como podremos comprobar a continuación:

• Podría tener origen en la existencia en la localidad de herradores de ganado, gremio al parecer muy presente en épocas antiguas. Así, Erretes sería en realidad Herretes. La pérdida posterior de la vocal inicial se explicaría por la tendencia local a eliminarla con bastante frecuencia.

Conviene mencionar que no hemos podido dar constancia de la dedicación de los habitantes de Retes a la herrería, pero si a la elaboración de pan en épocas más recientes, pan que incluso llevaban hasta Bilbao para su venta.

• La segunda teoría nos coloca ante un patronímico, es decir, de un topónimo que hace referencia a una persona.

En este caso, en el origen del topónimo estaría el nombre latino “Retius” y su significado no sería sino "propiedad o dominio de Retius”.

Esta hipótesis nos acercaría a otros patronímicos como el Retana alavés o el Rétola de Zalla. Esta teoría ha sido apuntada por Xabier Zalbide (que actualmente está investigando la toponimia de Artziniega) y otros colaboradores en una página web que sirve de punto de discusión e intercambio de información sobre la estos asuntos.

La forma “Erretes” se explicaría desde un previo “Erretiz” de génesis vasca (debido a la conocida reticencia del euskara a aceptar palabras comenzadas por erre) y la evolución constatada del sufijo –iz hacia –es que se da en las zonas romances.

Para ilustrar esta hipótesis tenemos el ejemplo de “Musques”, que aparece en la documentación más antigua como “Musquis” y hasta el siglo XVIII -en incluso XIX- como “Musquiz” o “Muzquiz”.

A este sufijo –iz la mayoría de los lingüistas le atribuyen un origen prerromano, aunque no se puede descartar que se originara a partir de un genitivo latino que tomó el euskara con valor posesivo.

Los ejemplos de este patronímico en Bizkaia son innumerables: Albiz, Laukariz, Gami(n)iz, Lemo(n)iz, Nabarniz, Mandaluniz, Mimetiz… También existe un caserío “Erretiz” en Nabarniz, que sería parejo a nuestro Retes.

Como decimos, el paso de –iz a –es es común en una zona prontamente romanizada como ésta. Ahí tenemos nombres como Otañes, Muñatones, Güeñes o Galdames.

En las zonas cercanas donde la lengua vasca perduró durante más tiempo se ha conservado la forma original (Berbikiz, Mimetiz, Albiz).

• La tercera hipótesis fue propuesta por el ilustre investigador Alfonso Irigoyen, que vio en el origen de Retes la palabra latina retis (red), con el significado de “cruce de caminos”.

• Suponiendo el mismo origen que la teoría anterior el toponomista laudioarra Félix Muguruza, -así como Alberto Oribe en un extenso artículo acerca de la etimología de los

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pueblos de Aiara- nos pone ante la cuarta y última de las teorías que hasta hoy se conocen: la posibilidad de que “Retes” sea un nombre genérico, es decir, un nombre normal como puede ser “río”, “sel”, “calleja”, “pico” o “valle”.

Esto quiere decir que "retes" sería una palabra de uso común antiguamente pero que hoy en día ya no se usa.

Esta hipótesis se apoya en el hecho de que el mismo topónimo (Retes) existe también el Valle de Llanteno, e incluso en Laudio en dos lugares diferentes, ya que es muy raro que un topónimo mayor se repita con tanta frecuencia en un espacio tan reducido.

Como hemos dicho, al igual que decía Irigoyen, el origen habría que buscarlo en la palabra latina "retis" (red).

Sin embargo, según Félix Muguruza el significado en este caso no tendría que ver con un cruce de caminos sino algo más apegado a la tierra y a las labores tradicionales: sería algo así como "corral donde descansa el ganado en el monte".

Para esta deducción se toma en cuenta que antiguamente estas corralizas se solían cercar con una especie de entretejido de ramas (aun hoy en día se llama en Arrankudiaga "sare" a esta construcción). Incluso la palabra "saroi" (majada en euskara) podría estar relacionada con "sare" (de “sare+ohe”).

Además, en el mencionado artículo de Alberto Oribe, se afirma que esta palabra es de uso habitual en el castellano dialectal de Burgos, Álava y La Rioja.

Resumiendo, según esta hipótesis Retes de Tudela no sería sino un lugar donde había retes, corrales para el ganado delimitados con una valla de ramas, y que más concretamente se encontraba en la zona de Tudela, mientras que otras retes ayalesas estaban junto a Llanteno.

Nada se puede asegurar al cien por cien en estos asuntos de etimologías y significados que a veces son tan dados a interpretaciones diversas y personales, así que sirva esta pequeña exposición de las diferentes teorías para arrojar algo más de luz sobre el origen del nombre de este lugar tan especial de nuestro municipio.

Un lugar que es una pequeña joya escondida entre tranquilidad, silencio y naturaleza en estado puro, entre montañas y espacios verdes, entre paisajes, al fin y al cabo, que son medicina para los ojos y descanso para la mente.

Un pueblo, tan cerca y tan lejos a la vez, que exige y agradece la visita, más allá de estas letras y de todas las descripciones que se puedan hacer sobre su belleza y sus curiosos orígenes toponímicos. Hay que ir y conocer sus rincones.

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Eguberri festetan egon gara, baita geure ARTZI ere. Gaur egun; jostailuak, opariak eta abarrak pertsonai batzuei eskatzen dizkiegu. Baina ARTZIk nahastu egin ditu haien burukoak.

Baietz asmatuko duzun!

Nori dagokio buruko bakoitza?

Nori bidali diozu zure gutuna?

Nahi zenuena jaso egin duzu?

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Nuestro ARTZI se encuentra en un lío. Quiere dejar comida a los animales que acompañan a nuestros Olentzero, Reyes Magos, Papa Noël,... Nosotros le vamos a ayudar uniendo animales con sus respectivos personajes.

Olentzero

Reyes

Magos

Papá

Noël

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Ipuin etnográfico amerikarra

Caleidos-copio

La Yuca poco a poco se había rehecho

después de que el gobernador diera la orden de desalojo con destrucción de bienes.

Se habían reedificado algunas casas

destruidas pero también se había reconstruido el débil tejido de los corazones y las voluntades dañados por la impotencia y el abandono.

El jueves 22 había ido al recinto la

joven cooperante Dilasne y llevada en un paquete grande algunos útiles escolares y pequeños juguetes llegado casi misteriosamente del lejano País Vasco.

Entre los niños de la escuela se

repartían reglas con gomas de borrar y lapiceros, yoyos, turutas, lápices de ceras y bolsitas de caramelos.

También había unos pocos

caleidoscopios que nadie los quería porque eran pequeñas cajas desconocidas.

Alejandro se llevó una de esas cajitas

porque Gabriel se había llevado la regla. “Algo tendrá cuando lo trae esa mujer tan guapa”.

En la casa miraba despacio contra el

cielo. Era como si cayeran estrellas coloreadas buscando siempre un orden y una formación perfecta. En la escuela, cuando se ordenaban nunca lo hacían bien, pero estos colores buscaban su lugar perfecto una y otra vez. Era la armonía de los colores.

- ¿Y cómo?

- Para saberlo tendrás que seguir en

la escuela e ir al colegio. Pero no. Alejandro no pudo terminar la

escuela. De nuevo entraron los policías como un enjambre de abejas en La Yuca y todos tuvieron que salir a la carrera, de nuevo, sin llevarse nada. A la vuelta descubrieron los escombros.

Contra los deseos de todos los moradores la familia de Alejandro optó por no volver más.

Estaba cansado; más bien

desesperado. No veía otra salida que luchar armadamente, pues había perdido esa sabia perseverancia de la bondad y todo crédito de algo de justicia.

Sabía que en esta guerra iba a perder

siempre: perder la tierra perdida, perder la familia, perder a su esposa e hijos, perder la vida.

Salieron de un país que ya no sentía

suyo a un país que nunca lo conseguiría. El papá salió con Alejandro por el puerto de Manta. Había pagado lo último de lo último, es decir, los préstamos pedidos, para llegar a Estados Unidos.

Salían como si un banco de sardinas

se hubiera subido a aquella embarcación. Tenían que beber lo mínimo y casi no comer. Eran solo dos semanas.

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Alejandro se entretenía mirando una y

otra vez el calidoscopio: contra el sol, a favor de la luna. El misterio de aquellos movimientos le seducía. Lo movía a su antojo y siempre descubría algo hermosamente nuevo. Los colores cambiaban los tonos según la luz.

Por esto que también llevaba en ese

extraño viaje para un niño unas pinturas de cera. Un periódico, una caja, un envoltorio, una madera… y empezó a pintar peces de colores, nubes de colores, rostros de colores, un mundo de colores…

Era de noche y el barquito apagó el

motor; se dejaba llevar pues se veían unas lucecitas en el fondo, entre el mar y una raya ondulada.

Súbitamente fueron iluminados por

unos focos, como los flashes de las cámaras de fotos. Era la lancha patrullera que les intimidaba desde sus altavoces.

- La costa está cercana; si saben

pueden nadar- les dijo el patrón.

Es mejor que caer en manos de la policía y volver a la casa humillados.

Cuando la policía abordó la embarcación solo estaba el patrón.

- ¿Y la gente? - ¿Qué gente? El policía que preguntaba vio una bolsa

en el agua. La recogió y la guardó. No acertaba a descubrir qué era aquello. Cuando llegó a la casa le dijo a su hijo:

- La bicicleta que te prometí por el día

de Papá Noel te la compraré un día de estos porque estoy mirando unos precios. Pero te he traído este regalito.

El niño miró y vio dentro de la cajita los

colores buscando cada uno su lugar, mirando la posición de los otros. Todos los colores eran distintos y todos corrían ordenando la belleza.

Por la noche enfocó aquella cajita a la

luna grande y fría. En la Navidad la luna es diferente desde el día en que vio a un niño llorar al descampado. Es una luz blanda, que se desparrama en cascada.

- Alex, cierra la ventana que hace

frío, se oyó detrás de él. - Mamá, estoy viendo el mar. Estas

piedras son como olas de zafiro transparente.

Toda la familia rió la ocurrencia. - Papi, mira, entre las olas del

calidoscopio hay un niño que brilla. El papi se quedó inmóvil, lívido. La madre del niño presintió algo. - Alex, cierra la ventana y no mires

más por esa caja.

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Nortzuk dira? Argazki honetan agertzen den norbait ezagutzen baduzu deitu.

Entre todos tenemos que identificar a los componentes de este grupo infantil de Artziniega.

Querem

os reunir en el archivo del MU

SEO, todas las fotografías de grupos de A

rtziniega que podamos hallar.

Si conservas fotos antiguas, te pedimos nos las prestes unos días para hacer una copia. Te las devolverem

os en la mism

a sem

ana y agradeceremos tu colaboración.

Puedes ponerte en contacto con B

egoña, Gotxi, Luis A

ngel o Zurbi o deja un mensaje en el teléfono del M

useo