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Hace muchos años en una cruel batalla, un soldado, preocupado porque su amigo no regresaba del campo de guerra, le dijo a su superior:

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Page 2: Hace muchos años en una cruel batalla, un soldado, preocupado porque su amigo no regresaba del campo de guerra, le dijo a su superior:

Hace muchos años en una cruel batalla, un soldado, preocupado porque su amigo

no regresaba del campo de guerra, le dijo a su superior:

Page 3: Hace muchos años en una cruel batalla, un soldado, preocupado porque su amigo no regresaba del campo de guerra, le dijo a su superior:

Teniente, mi amigo no ha regresado todavía del campo de batalla,

le pido permiso para ir a buscarlo.

Page 4: Hace muchos años en una cruel batalla, un soldado, preocupado porque su amigo no regresaba del campo de guerra, le dijo a su superior:

Pero el teniente respondió:¡Permiso denegado, soldado!,

no puedo permitir que ponga en riesgo su vida por un hombre que, probablemente,

ha ya muerto.

Page 5: Hace muchos años en una cruel batalla, un soldado, preocupado porque su amigo no regresaba del campo de guerra, le dijo a su superior:

El soldado, haciendo caso omiso de la prohibición, salió.

Page 6: Hace muchos años en una cruel batalla, un soldado, preocupado porque su amigo no regresaba del campo de guerra, le dijo a su superior:

Una hora más tarde regresó, mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo.

Page 7: Hace muchos años en una cruel batalla, un soldado, preocupado porque su amigo no regresaba del campo de guerra, le dijo a su superior:

El oficial estaba furioso:

¡Ya le dije yo

que había muerto!,

¡ahora he perdido

a dos hombres!

Page 8: Hace muchos años en una cruel batalla, un soldado, preocupado porque su amigo no regresaba del campo de guerra, le dijo a su superior:

Y añadió:

Dígame,

¿merecía la pena salir allá

para traer un cadáver?

Page 9: Hace muchos años en una cruel batalla, un soldado, preocupado porque su amigo no regresaba del campo de guerra, le dijo a su superior:

Y el soldado, moribundo, respondió: ¡Claro que sí, señor! Cuando lo encontré,

todavía estaba vivo y pudo decirme:

“Juan... estaba seguro de que vendrías”.