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¿ERES EVANGELIZADOR? ¿QUÉ SEÑAL DAS DE LO QUE DICES QUE ERES? En la encíclica Laudato si, el Papa Francisco nos dice que la exhortación Evangelii gaudium la dirigió a todos los miembros de la Iglesia en orden a movilizar un proceso de reforma misionera todavía pendiente (LS3). La invitación que nos hace el Papa a evangelizar, a la misión, a salir a todos los caminos por donde van los hombres, es clara. Nos pide que salgamos en y con la alegría del Evangelio. Es necesario que sepamos reconocer que el Espíritu Santo es el protagonista de la evangelización. Debemos acoger en nuestro corazón el lema del Mes Misionero Extraordinario que se celebra en toda la Iglesia este mes de octubre: Bautizados y enviados”. Los discípulos del Señor, quienes formamos parte de la Iglesia, hemos recibido la vida de Cristo que llena nuestra vida y nos empuja a salir de nosotros mismos, a encontrarnos con Cristo y conformarnos con su persona. Hemos recibido la novedad absoluta de Él, que renueva al ser humano y que hace nuevas todas las cosas, lo cual nos ha de llevar a vivir en esa apertura a la conversión permanente, que es para toda nuestra vida y que se ha de dar en nosotros permanentemente. En la alegría del Evangelio deseamos que esta humanidad conozca a Cristo. Se trata de acercar el amor de Dios a todos los hombres y hacer pensar y caer en la cuenta de las injusticias que son generadoras de exclusión. Somos evangelizadores de la alegría. Si hay tristeza, si hay decepción, si hay nostalgia de tiempos pasados, si la perdemos por no encontrar resultados, es señal de que el Espíritu no es el que nos guía; hay otros intereses más bastardos movidos por nosotros mismos, como pueden ser proselitismo o publicidad. El mandato es siempre el mismo, pero tiene la novedad de cada momento. Hoy la Iglesia tiene que evangelizar a una humanidad doliente y ahí surgen tres tareas: 1. Ensancha el corazón y mira todas las realidades en las que tienes que anunciar el Evangelio. En el Plan Diocesano Misionero para estos próximos tres años, por ejemplo, propusimos que la misión se centrara en estos campos: la familia, los jóvenes y la presencia de los cristianos en todas las realidades temporales. ¿Cómo llevar hoy ahí la alegría del Evangelio? 2. Déjate amar por Jesucristo y déjate guiar por el Espíritu Santo que Él te ha dado. Esto nos hace fecundos, abre el corazón y la mente de quienes nos encontramos y escuchan la invitación a aceptar su Palabra para ser sus discípulos. 3. Ante un cambio como el que la humanidad está viviendo, hagamos una adhesión al Evangelio más consciente y vigorosa. Confesemos nuestra fe en las plazas, en nuestros templos, en nuestras casas con nuestras familias; que sintamos el gozo de conocer y transmitir la adhesión a Jesucristo haciéndonos más creíbles. Resumen de la Carta semanal del cardenal arzobispo Carlos Osoro (Madrid, 9/10/2019) Las Matas. Madrid - Año XVII - nº 1023 Domingo XXIX - T.O. CICLO C 20 octubre 2019 JORNADA MUNDIAL POR LA EVANGELIZACION DE LOS PUEBLOS http://www.sanjoselasmatas.es [email protected] Haced discípulos Haced discípulos míos, no maestros; haced personas, no esclavos; haced caminantes, no gente asentada; haced servidores, no jefes. Haced hermanos. Haced creyentes, no gente creída; haced buscadores de verdad, no amos de certezas; haced creadores, no plagistas; haced ciudadanos, no extranjeros. Haced hermanos. Haced poetas, no pragmáticos; haced gente de sueños y memoria, no de títulos, arcas y mapas; haced personas arriesgadas, no espectadores. Haced hermanos. Haced profetas, no cortesanos; haced gente inquieta, no satisfecha; haced personas libres, no leguleyas; haced gente evangélica, no agorera. Haced hermanos. Haced sembradores, no coleccionistas; haced artistas, no soldados; haced testigos, no inquisidores; haced amigos de camino, no enemigos. Haced hermanos. Haced personas de encuentro, con entrañas y ternura, con promesas y esperanzas, con presencia y paciencia, con misión y envío. Haced hermanos. Haced discípulos míos, dadles todo lo que os he dado; descargad vuestras espaldas y sentíos hermanos. F. Ulibarri OCTUBRE, MES MISIONERO ‘Bautizados y enviados’ De lunes a sábado: 18:30h ROSARIO MISIONERO Lunes, 21: 19:30h. Comisión EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA. Martes, 22: 18:00h. Equipo de CARITAS, Acción Social. 19:30h. Conferencia. D. Javier Urra. Dr. en Psicología. Ex Defensor del menor. EL SER HUMANO. Preguntas y alguna respuestaMiércoles, 23: 17:00h. ENCUENTRO Voluntarios CARITAS Vic 7 Pª Buen Suceso - Madrid. Entrada por calle Tutor, 32. 19:30h. Grupo R. Carismática 19:30h. Reunión de padres de I Comunión. Jueves, 24: 18:00h. Catequesis. 20:30h. Oración de la comunidad Viernes, 25: 17:00h. y 18:00h. Catequesis de todos los niveles. Sábado, 26: 19:00h. Envío Misionero de agentes de pastoral. Madrid. Catedral de la Almudena. Preside D. Carlos Osoro, arzobispo de Madrid. Domingo, 27: Eucaristías: 11:00h. y 12:30h. 12:00h. Catequesis CAMPAÑA PERSONAS SIN HOGAR En www.october2019.va Secciones Mes Misionero Extraordinario. - FICHA INSCRIPCION CATEQUESIS. Todos los niveles. XXIX SEMANA TIEMPO ORDINARIO Día 21 Hilarión de Gaza, Úrsula, Celia y Celina, Laura de Sta. Catalina de Siena. Rom 4, 20-25 Sal Lc 1, 69-75 Lucas 12, 13-21 Día 22 Juan Pablo II, Donato de Fiésole, Nancto, Salomé. Rom 5, 12.15b.17-19.20b-21 Sal 39 Lucas 12, 35-38 Día 23 Juan Capistrano, Servando y Germán, Ignacio de Constantinopla, Juan Bono. Rom 6, 12-18 Sal 123 Lucas 12, 39-48 Día 24 Antonio Mª Claret, Luciano y Marciano, Duna, Luis Guanella. Rom 6, 19-23 Sal 1 Lucas 12, 49-53 Día 25 Bernardo Calbó, Crisanto y Daría, Crispín y Crispiniano, Gaudencio de Brescia, Frutos. Rom 7, 18-24 Sal 118 Lucas 12, 54-59 Día 26 Evaristo, Rogaciano, Felicísimo de Cartago, Bto. Buenaventura de Potenza. Rom 8, 1-11 Sal 23 Lucas 13, 1-9

Haced discípulos · 2019-10-18 · Somos evangelizadores de la alegría. Si hay tristeza, si hay decepción, si hay nostalgia de tiempos pasados, si la perdemos por no encontrar

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¿ERES EVANGELIZADOR? ¿QUÉ SEÑAL DAS DE LO QUE DICES QUE ERES?

En la encíclica Laudato si, el Papa Francisco nos dice que la exhortación Evangelii gaudium la dirigió a todos los miembros de la Iglesia en orden a movilizar un proceso de reforma misionera todavía pendiente (LS3). La invitación que nos hace el Papa a evangelizar, a la misión, a salir a todos los caminos por donde van los hombres, es clara. Nos pide que salgamos en y con la alegría del Evangelio. Es necesario que sepamos reconocer que el Espíritu Santo es el protagonista de la evangelización.

Debemos acoger en nuestro corazón el lema del Mes Misionero Extraordinario que se celebra en toda la Iglesia este mes de octubre: “Bautizados y enviados”. Los discípulos del Señor, quienes formamos parte de la Iglesia, hemos recibido la vida de Cristo que llena nuestra vida y nos empuja a salir de nosotros mismos, a encontrarnos con Cristo y conformarnos con su persona. Hemos recibido la novedad absoluta de Él, que renueva al ser humano y que hace nuevas todas las cosas, lo cual nos ha de llevar a vivir en esa apertura a la conversión permanente, que es para toda nuestra vida y que se ha de dar en nosotros permanentemente.

En la alegría del Evangelio deseamos que esta humanidad conozca a Cristo. Se trata de acercar el amor de Dios a todos los hombres y hacer pensar y caer en la cuenta de las injusticias que son generadoras de exclusión.

Somos evangelizadores de la alegría. Si hay tristeza, si hay decepción, si hay nostalgia de tiempos pasados, si la perdemos por no encontrar resultados, es señal de que el Espíritu no es el que nos guía; hay otros intereses más bastardos movidos por nosotros mismos, como pueden ser proselitismo o publicidad.

El mandato es siempre el mismo, pero tiene la novedad de cada momento. Hoy la Iglesia tiene que evangelizar a una humanidad doliente y ahí surgen tres tareas:

1. Ensancha el corazón y mira todas las realidades en las que tienes que anunciar el Evangelio. En el Plan Diocesano Misionero para estos próximos tres años, por ejemplo, propusimos que la misión se centrara en estos campos: la familia, los jóvenes y la presencia de los cristianos en todas las realidades temporales. ¿Cómo llevar hoy ahí la alegría del Evangelio?

2. Déjate amar por Jesucristo y déjate guiar por el Espíritu Santo que Él te ha dado. Esto nos hace fecundos, abre el corazón y la mente de quienes nos encontramos y escuchan la invitación a aceptar su Palabra para ser sus discípulos.

3. Ante un cambio como el que la humanidad está viviendo, hagamos una adhesión al Evangelio más consciente y vigorosa. Confesemos nuestra fe en las plazas, en nuestros templos, en nuestras casas con nuestras familias; que sintamos el gozo de conocer y transmitir la adhesión a Jesucristo haciéndonos más creíbles.

Resumen de la Carta semanal del cardenal arzobispo Carlos Osoro

(Madrid, 9/10/2019)

Las Matas. Madrid - Año XVII - nº 1023 Domingo XXIX - T.O. – CICLO C – 20 octubre 2019

JORNADA MUNDIAL POR LA EVANGELIZACION DE LOS PUEBLOS

http://www.sanjoselasmatas.es [email protected]

Haced discípulos

Haced discípulos míos, no maestros; haced personas, no esclavos; haced caminantes, no gente asentada; haced servidores, no jefes. Haced hermanos. Haced creyentes, no gente creída; haced buscadores de verdad, no amos de certezas; haced creadores, no plagistas; haced ciudadanos, no extranjeros. Haced hermanos. Haced poetas, no pragmáticos; haced gente de sueños y memoria, no de títulos, arcas y mapas; haced personas arriesgadas, no espectadores. Haced hermanos. Haced profetas, no cortesanos; haced gente inquieta, no satisfecha; haced personas libres, no leguleyas; haced gente evangélica, no agorera. Haced hermanos. Haced sembradores, no coleccionistas; haced artistas, no soldados; haced testigos, no inquisidores; haced amigos de camino, no enemigos. Haced hermanos. Haced personas de encuentro, con entrañas y ternura, con promesas y esperanzas, con presencia y paciencia, con misión y envío. Haced hermanos. Haced discípulos míos, dadles todo lo que os he dado; descargad vuestras espaldas y sentíos hermanos.

F. Ulibarri

OCTUBRE, MES MISIONERO ‘Bautizados y enviados’

De lunes a sábado: 18:30h ROSARIO MISIONERO Lunes, 21: 19:30h. Comisión EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA. Martes, 22:

18:00h.

Equipo de CARITAS, Acción Social.

19:30h. Conferencia. D. Javier Urra. Dr. en Psicología. Ex Defensor del menor. “EL SER HUMANO. Preguntas y alguna respuesta” Miércoles, 23: 17:00h. ENCUENTRO Voluntarios CARITAS Vic 7 Pª Buen Suceso - Madrid. Entrada por calle Tutor, 32. 19:30h. Grupo R. Carismática 19:30h. Reunión de padres de I Comunión. Jueves, 24: 18:00h. Catequesis.

20:30h. Oración de la comunidad Viernes, 25: 17:00h. y 18:00h. Catequesis de todos los niveles. Sábado, 26: 19:00h. Envío Misionero de agentes de pastoral.

Madrid. Catedral de la Almudena. Preside D. Carlos Osoro, arzobispo de Madrid.

Domingo, 27: Eucaristías: 11:00h. y 12:30h. 12:00h. Catequesis

CAMPAÑA PERSONAS SIN HOGAR En www.october2019.va Secciones Mes Misionero Extraordinario. - FICHA INSCRIPCION CATEQUESIS. Todos los niveles.

XXIX SEMANA TIEMPO ORDINARIO Día 21 – Hilarión de Gaza, Úrsula, Celia y Celina, Laura de Sta. Catalina de Siena.

Rom 4, 20-25 – Sal Lc 1, 69-75 – Lucas 12, 13-21 Día 22 – Juan Pablo II, Donato de Fiésole, Nancto, Salomé.

Rom 5, 12.15b.17-19.20b-21 – Sal 39 – Lucas 12, 35-38 Día 23 – Juan Capistrano, Servando y Germán, Ignacio de Constantinopla,

Juan Bono.

Rom 6, 12-18 – Sal 123 – Lucas 12, 39-48 Día 24 – Antonio Mª Claret, Luciano y Marciano, Duna, Luis Guanella.

Rom 6, 19-23 – Sal 1 – Lucas 12, 49-53 Día 25 – Bernardo Calbó, Crisanto y Daría, Crispín y Crispiniano, Gaudencio de

Brescia, Frutos.

Rom 7, 18-24 – Sal 118 – Lucas 12, 54-59 Día 26 – Evaristo, Rogaciano, Felicísimo de Cartago, Bto. Buenaventura de

Potenza.

Rom 8, 1-11 – Sal 23 – Lucas 13, 1-9

«La oración nos ayuda a conservar la fe en Dios y a confiar en

Él incluso cuando no comprendemos su voluntad». Papa

Francisco.

Lectura del libro del Éxodo 17, 8-13 En aquellos días, Amalec vino y atacó a Israel en Refidín. Moisés dijo a Josué: «Escoge unos cuantos hombres, haz una salida y ataca a Amalec. Mañana yo estaré en pie en la cima del monte, con el bastón de Dios en la mano». Hizo Josué lo que le decía Moisés, y atacó a Amalec; entretanto, Moisés, Aarón y Jur subían a la cima del monte. Mientras Moisés tenía en alto las manos, vencía Israel; mientras las tenía bajadas, vencía Amalec. Y, como le pesaban los brazos, sus compañeros tomaron una piedra y se la pusieron debajo, para que se sentase; mientras Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. Así resistieron en alto sus brazos hasta la puesta del sol. Josué derrotó a Amalec y a su pueblo, a filo de espada. Palabra de Dios.

Salmo responsorial.- Salmo 120 R/. NUESTRO AUXILIO ES EL NOMBRE DEL SEÑOR, QUE HIZO EL CIELO Y LA TIERRA.

Levanto mis ojos a los montes: ¿de dónde me vendrá el auxilio? El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. R/. No permitirá que resbale tu pie, tu guardián no duerme; no duerme ni reposa el guardián de Israel. R/. El Señor te guarda a su sombra, está a tu derecha; de día el sol no te hará daño, ni la luna de noche. R/. El Señor te guarda de todo mal, él guarda tu alma; el Señor guarda tus entradas y salidas, ahora y por siempre. R/.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 3, 14-4, 2 Querido hermano: Permanece en lo que aprendiste y creíste, consciente de quiénes lo aprendiste. y que desde niño conoces las Sagradas Escrituras: ellas pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús. Toda Escritura es inspirada por Dios y además útil para enseñar, para argüir, para corregir, para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para toda obra buena. Te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y a muertos, por su manifestación y por su reino: proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, arguye, reprocha, exhorta, con toda magnanimidad y doctrina. Palabra de Dios.

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 18, 1-8

En aquel tiempo, Jesús decía a sus discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer: «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle: “Hazme justicia frente a mi adversario”. Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo: “Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”». Y el Señor añadió: «Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?» Palabra del Señor.

Tanto la primera lectura como el evangelio de este domingo nos presentan dos preciosos relatos que nos hablan de la oración, algo que cada día nos resulta más difícil en esta cultura nuestra, tan secularizada y, por otro lado, la sensación misma de que Dios permanece mudo y desinteresado a nuestras súplicas.

Lucas narra una breve parábola indicándonos que Jesús la contó para explicar a sus discípulos “cómo tenían que orar siempre sin desanimarse”. Este tema es muy querido al evangelista que, en varias ocasiones, repite la misma idea. Como es natural, la parábola ha sido leída casi siempre como una invitación a cuidar la perseverancia de nuestra oración a Dios.

Sin embargo, si observamos el contenido del relato y la conclusión del mismo Jesús, vemos que la clave de la parábola es la sed de justicia. Hasta cuatro veces se repite la expresión “hacer justicia”.

Más que modelo de oración, la viuda del relato es ejemplo admirable de lucha por la justicia en medio de una sociedad corrupta que abusa de los más débiles.

Desde el comienzo del mundo hay sufrimientos que aguardan una respuesta. Naturalmente Dios es el acusado. Y Dios calla. Pueden seguir las protestas. A Dios no parece conmoverle el sufrimiento. No es extraño que esta sensación de indiferencia y abandono lleve a más de uno al desengaño, la irritación o la incredulidad. De él solo nos llegan las palabras de Jesús: “No temas. Solo ten fe”. Estas palabras son muchas veces el único apoyo del creyente y, aunque apenas veamos huellas de su sabiduría, su justicia o su bondad en el mundo, pueden generar nuestra confianza última en Dios.

Para una gran mayoría de la humanidad, la vida es una interminable espera; las religiones predican salvación; el cristianismo proclama la victoria del amor de Dios encarnado en Jesús crucificado…. Y muchas veces somos nosotros los creyentes quienes ocultamos el rostro del Padre, velándolo con nuestro egoísmo.

De ahí la cuestión inquietante del evangelio. Hemos de confiar, hemos de invocar a Dios de manera incesante y sin desanimarnos. Hemos de “gritarle” que haga justicia a los que nadie defiende. Los pobres no están abandonados a su suerte. Dios no es sordo a sus gritos. Está permitida la esperanza. Su intervención final es segura.

El texto nos interpela a todos. ¿Es nuestra oración un grito a Dios pidiendo justicia para el mundo o la hemos sustituido por otra, llena de nuestro propio yo, de nuestro deseo de un bienestar siempre mejor y más seguro?

Sería una equivocación pensar que nuestra oración solo es eficaz cuando conseguimos lo que hemos pedido a Dios. La oración cristiana es eficaz porque nos hace vivir con fe y confianza en el Padre y en actitud solidaria con los hermanos. Es eficaz porque nos hace más creyentes y humanos. Nos abre los oídos del corazón para escuchar con más sinceridad a Dios. Va limpiando nuestros criterios y nuestra conducta de aquellos que nos impide ser hermanos. Alienta nuestro vivir diario, reanima nuestra esperanza, fortalece nuestra debilidad, alivia nuestro cansancio.

El propio Jesús murió experimentando el abandono de Dios pero confiando su vida al Padre. En esa actitud se recoge bien el núcleo de la súplica cristiana: la angustia de quien busca protección y la fe indestructible de quien confía en la salvación última de Dios. Desde esa actitud ora el seguidor de Jesús: “sin desanimarse”.

Nuestra Iglesia celebra el DÍA del DOMUND: un día para recordar y ser solidarios con los hombres y las mujeres que han entregado y entregan su vida a favor de los demás. Vidas que se gastan generosamente para que otros tengan vida. Oremos también por ellos.