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1
HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA EDUCACIÓN RURAL
CONTEXTUALIZADA.
BAUTISTA LÓPEZ LIZETH JUDITH
HURTADO GARCIA LEIDY JOHANNA
TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR AL TÍTULO DE LICENCIADA EN
EDUCACIÓN INFANTIL.
TUTOR: LUIS FERNANDO ZAMORA GUZMAN.
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
FACULTAD DE EDUCACIÓN
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN INFANTIL
BOGOTÁ D. C.
2017
2
Dedicado al campo y sus habitantes, son el motor
que nos moviliza como maestras.
A mis abuelos por enseñarme a ver
el campo con alma de labrador.
A mi abuelita Teresa, mis cacheticos de espumita, estás presente
en cada paso que doy, me enseñaste el valor
de amar, resistir y luchar.
3
AGRADECIMIENTOS POR: LIZETH BAUTISTA
A la vida por darme el privilegio de transitar el camino de ser maestra. A mis padres
quienes con sus acciones me enseñaron que como mujer soy capaz de todo, les agradezco
profunda y eternamente sus esfuerzos y dedicación por hacer de mí una mujer con
principios y convicciones, gracias a ellos por soñar y construir un mejor futuro para mí. A
mi hermana por su intachable ejemplo de perseverancia y esfuerzo, a mi sobrino Matías por
ser el motivo más bello para sonreír. Les agradezco enormemente el apoyo incondicional en
este arduo camino.
A mi tío Rolando quien con sus palabras de aliento y sabio consejo me da la fuerza para
afrontar cada día con una sonrisa y el alma pura, le agradezco profundamente por creer en
mí siempre.
A mi compañero Sebastián, por mostrarme el valor de ser mujer e impulsarme a ser cada
día mejor, por ser mi bastón en este proceso.
A mis compañeras Leidy y Katherine gracias por acompañarme incondicionalmente no solo
en este proceso de formación, sino en este camino llamado vida.
Al colectivo Akelarre por ser la oportunidad de pensarme como mujer, maestra, hija,
amiga, compañera, pero sobre todo por ser un lugar donde pude soñar, confrontar, amar y
explorar mil mundos posibles.
A mis maestros por su espíritu de lucha, enseñanzas y ganas de cambiar el mundo.
4
AGRADECIMIENTOS POR: LEIDY HURTADO
En el andar por la vida, buscando la felicidad uno no supone las dificultades del camino, los
tropiezos y obstáculos, unos más sencillos de superar que otros. Pero soy una plena
convencida de que, siendo feliz en el mismo andar, el camino se aligera y mucho más
cuando uno tiene la fortuna de encontrarse con buena compañía, compañías cortas y
compañías para toda la vida.
Así pues, puedo decir que mi andar durante este proceso no fue sencillo, pero fui feliz, feliz
al descubrir día a día algo nuevo de mí, la capacidad de lucha, resistencia y la pasión con la
que me puedo enfrentar mis sueños.
Pero debo decir que mi andar no fue solitario es por eso que agradezco a mis padres por
motivarme con sus consejo y apoyo incondicional, por amarme como lo hacen y mostrarme
con su ejemplo que las limitaciones están en uno mismo.
A mi hermano por escucharme con paciencia y ser mi confidente toda la vida, por
enseñarme a ver la vida desde su sencillez.
A mi compañero de vida Matías por ver en mí algo que con dificultad suelo ver, por
mostrarme que la vida es corta y la magia está en luchar por lo que se ama.
A mis amigas y compañeras de risas y llantos Lizeth y Katherine. Gracias por aparecer en
mi vida para mostrarme que la felicidad está en soñar con todo el corazón.
Al colectivo Akelarre por enamorarme más de mis sueños, por mostrarme que ser maestro
es para los que luchan y con pequeños cambios generan esperanza.
A los maestros que guiaron mi camino y motivaron mi sueño de ser maestra.
5
FORMATO
RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN - RAE
Código: FOR020GIB Versión: 01
Fecha de Aprobación: 10-10-2012 Página 1 de 3
1. Información General
Tipo de documento Trabajo de grado
Acceso al documento Universidad Pedagógica Nacional. Biblioteca Central
Título del documento HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA EDUCACIÓN RURAL
CONTEXTUALIZADA. (2015-2017)
Autor(es) Hurtado García, Leidy Johanna; Bautista López, Lizeth Judith
Director Zamora guzmán, Luis Fernando
Publicación Bogotá. Universidad Pedagógica Nacional – 2017 p. 118
Unidad Patrocinante Bogotá. Universidad Pedagógica Nacional
Palabras Claves
CONTEXTUALIZACIÓN – EDUCACIÓN RURAL –
CURRÍCULO - CAMPESINADO – SABER OCCIDENTAL -
SABER LOCAL- DIALOGO DE SABERES.
2. Descripción
Proyecto de grado donde las autoras analizan desde un marco histórico y conceptual; cómo se ha
comprendido y se entiende la contextualización dentro de la educación rural, con el fin de
comprender cómo establecer un diálogo entre los saberes locales (saber campesino) y los saberes
occidentales (representados en el currículo), sin que esto se convierta en un ejercicio de
homogenización.
6
3. Fuentes
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LTDA.
4. Contenidos
Haciendo una revisión de la literatura que se ha producido en torno a la educación rural, se
ha podido evidenciar que una de las preocupaciones planteadas desde el discurso y propuestas de
diferentes actores que han intervenido en ella, ha sido problematizar la contextualización o
pertinencia de la educación para la población rural, con el fin de responder a las necesidades y
particularidades de la misma. Se ha encontrado que hoy en día, hay acuerdo dentro de los
discursos y prácticas educativas y también por parte de agentes estatales sobre la necesidad de
contextualizar los contenidos de la escuela y la escuela misma frente a las necesidades y
particularidades de la población rural. Por lo tanto, valdría cuestionar ¿Quién dice qué es lo
pertinente para las poblaciones rurales? y ¿quién dice cuáles son las necesidades y particularidades
de las poblaciones? Aun así, estos criterios han estado a cargo de agentes externos al contexto
rural, tomando muchas veces como referencia procesos evaluativos que se han desarrollado por
entidades como la UNESCO.
En consecuencia, se plantea como problema para el presente trabajo el hecho de que
algunas propuestas para la educación rural y el sistema educativo como tal, no se construyan desde
y para el contexto en un diálogo entre los saberes locales y modernos donde las voces de niños y
niñas, padres y maestros se tengan en cuenta para dichos planteamientos, cayendo en un ejercicio
homogenizante de la educación donde transportar lo urbano a lo rural es el principal objetivo de la
escuela Parra (1996). En consecuencia, no se da una relación entre los códigos culturales de la
escuela, sus contenidos y la comunidad, por lo cual se hace importante que dentro de ellos estén
presentes los códigos culturales propios de una comunidad asegurando una educación pertinente.
En el segundo capítulo se encuentra el marco conceptual que se denomina de esta manera
entendiendo que alrededor de la educación rural no existe una teoría consolidada, en este capítulo
9
se realiza como primera medida un contexto histórico de lo que han sido las propuestas gestadas
para la educación rural analizando cómo se dan los procesos de contextualización en cada una de
ellas. Seguido a ello, este capítulo plantea otras seis categorías de análisis que son: nociones del
concepto rural y sus implicaciones en la educación; la cual busca analizar los acercamientos que
se han hecho conceptualmente del término y su incidencia en la contextualización, pertinencia de
la educación rural aproximaciones al concepto de contextualización; allí se plantea lo que se
entiende por contextualización para fines de este trabajo, saberes locales y Occidentales: hacia
una escuela rural como mediadora cultural; aquí se pretende sustentar la re-significación que
según esta investigación necesita la escuela para dar cabida a procesos de contextualización,
estándares curriculares; donde se plantea su origen en relación al lugar que tienen en la escuela y
también se cuestiona la pertinencia de los mismos en la educación rural, formación de maestros
rurales: un panorama de las especificidades en este campo; desde aquí se plantean los aciertos y
desaciertos que desde la academia y la práctica pedagógica se han desarrollado en pro de pensar
un perfil definido y diferenciado de maestro rural y, la última se denomina campesino: un
panorama histórico y conceptual; aquí se busca analizar las diferentes definiciones de campesino
y su implicación en la educación.
5. Metodología
Este ejercicio investigativo adopta el enfoque cualitativo, soportado desde las técnicas de
grupos focales y matrices de análisis ya que estas herramientas permiten la comprensión holística
de la realidad. La ruta metodológica que se ha trazado, parte de hacer una revisión de la literatura
que se ha desarrollado frente a la educación rural evidenciando qué se ha entendido por
contextualización. Además para profundizar en este concepto y tener las herramientas para
construir un procedimiento que dé paso a la contextualización, se estudió y retomaron las voces de
padres, maestros, niños y niñas, tomando como técnicas investigativas: la entrevista
semiestructurada con el fin de establecer los puntos de tensión en los discursos de los maestros,
además de evidenciar cuál es el discurso que orienta la práctica pedagógica de ellos y ellas, y cuál
es la caracterización que establecen de la población.
Uno de los objetivos principales por los cuales se abordan los grupos de discusión, hace
referencia a “recoger información cualitativa sobre percepciones, motivaciones, opiniones,
actitudes” (Gutiérrez, 2010, p.4) por parte de los maestros y padres de familia respecto a los
procesos de contextualización en la educación rural. Para el análisis y las conclusiones se toma
10
como técnica las matrices de análisis ya que permiten evidenciar lo sustancial de cada aplicación
de las herramientas investigativas desarrolladas. Una vez hecho lo anterior, el análisis consistió en
interpretar las posturas de los participantes con un cuerpo conceptual previamente construido, y
que se presenta en el Marco Conceptual.
Conclusiones
En el presente capítulo se plantean tres principios que comprenden los resultados de
este ejercicio investigativo. Dichos principios surgen de la reflexión y análisis de las posturas
conceptuales abordadas, que en este capítulo se interpretan y confrontan con las voces de los
maestros, padres, niños y niñas del ambiente rural estudiado en este trabajo (Vereda el Hato). Se
presenta como resultado no sólo las conclusiones a las que llevó este proceso, sino también el
planteamiento de elementos que den paso a procesos de contextualización en ambientes rurales.
De este modo, se presentan de la siguiente manera: Lugar del maestro; en este principio se
plantean los elementos que necesita el maestro para contextualizar su labor pedagógica y la
pertinencia de su papel en este proceso. Currículo Contextualizado ¿construcción o ajuste?; allí se
encontrarán dos realidades que se hallaron en este trabajo, por un lado: la posibilidad de construir
un currículo contextualizado, y, por otro lado; cómo contextualizar el currículo oficial (que como
se ha visto prioriza el saber occidental) para integrar el saber local. Y, por último: Implicaciones
del campesinado como referente en los procesos de contextualización; en este principio se aborda
cómo las diferentes categorías existentes para definir al campesino inciden en la práctica
pedagógica del maestro, teniendo como referente la población de la vereda el Hato.
Para finalizar, se presenta la experiencia llevada a cabo con los niños y niñas donde se
pretendieron desarrollar los principios anteriormente construidos. Se plantea como una
aproximación puesto que se reconoce que la contextualización es un proceso amplio y complejo,
pero, aun así, este trabajo realizó un intento por poner a dialogar el saber local con el occidental,
por lo cual esta parte del trabajo responde a la pregunta que orientó el mismo. Esta experiencia
piloto se realizó en pro de articular la práctica con los elementos conceptuales que se iban
encontrando en la revisión de la literatura que dio en el marco conceptual, como aporte para una
educación contextualizada. Además, se presenta con el fin de aterrizar lo anteriormente
11
desarrollado y como iniciativa para futuros proyectos en la escuela rural el Hato.
Elaborado por: Hurtado García, Leidy Johanna; Bautista López, Lizeth Judith.
Revisado por: Zamora guzmán, Luis Fernando.
Fecha de elaboración del
Resumen: 11 09 2017
Tabla de contenido
INTRODUCCIÓN. 12
1.PROBLEMÁTICA. 16
OBJETIVO GENERAL 19
OBJETIVOS ESPECÍFICOS 19
2. METODOLOGÍA. 20
2.1 ENFOQUE CUALITATIVO 20
2.1.1 La definición del problema: 21
2.1.2 Diseño del trabajo: 21
2.1.3 Recolección de datos: 22
12
2.1.4 Análisis de los datos e informe: 22
2.1.5 validación de la información: 22
2.2 ENTREVISTA SEMIESTRUCTURADA 23
2.3 GRUPOS DE DISCUSIÓN 23
2.4 MATRIZ DE ANÁLISIS 25
2.4.1 ENTREVISTA SEMI-ESTRUCTURADAS 25
2.4.2 GRUPOS DE DISCUSIÓN MAESTROS 31
2.3 GRUPOS DE DISCUSIÓN PADRES. 34
MARCO CONCEPTUAL 37
3.1 EDUCACIÓN RURAL 37
3.2 LA CONTEXTUALIZACIÓN EN LAS PROPUESTAS Y PROGRAMAS DE
EDUCACIÓN RURAL: UN RECUENTO HISTÓRICO. 38
3.2.1 CONTEXTUALIZACIÓN: UNA MIRADA DESDE LOS MODELOS EDUCATIVOS
49
3.3 CONCEPTO RURAL Y SUS IMPLICACIONES EN LA EDUCACIÓN. 51
3.4 LA CONTEXTUALIZACIÓN EN AMBIENTES RURALES: APROXIMACIÓN A SU
SIGNIFICADO. 53
3.5 DIÁLOGO ENTRE SABERES LOCALES Y OCCIDENTALES 60
3.6 ESTÁNDARES CURRICULARES 63
3.1.7 FORMACIÓN DE MAESTROS RURALES: UN PANORAMA DE LAS
ESPECIFICIDADES EN ESTE CAMPO 66
3.1.8 CAMPESINO: UN PANORAMA HISTÓRICO Y CONCEPTUAL. 69
4. ANALISIS 73
4.1 ENTREVISTA SEMIESTRUCTURADA 74
PRÁCTICA DOCENTE Y CONTEXTUALIZACIÓN 74
NECESIDADES EDUCATIVAS Y PARTICULARIDADES 76
EDUCACIÓN RURAL 77
4.2 GRUPOS DE DISCUSIÓN MAESTROS. 80
ADAPTACIÓN DEL CURRÍCULO A LAS NECESIDADES EDUCATIVAS DE LA
POBLACIÓN FLOTANTE “uno se demora mucho en devolverlos al surco” (maestro escuela
rural el Hato) 82
4.3 GRUPOS DE DISCUSIÓN PADRES 85
13
CONCLUSIONES Y PROPUESTA: PRINCIPIOS PARA CONSTRUIR UNA EDUCACIÓN
RURAL CONTEXTUALIZADA. 91
LUGAR DEL MAESTRO EN LOS PROCESOS DE CONTEXTUALIZACIÓN. 92
CURRÍCULO CONTEXTUALIZADO: ¿CONSTRUCCIÓN O AJUSTE? 95
IMPLICACIÓN DEL CAMPESINADO COMO REFERENTE EN LOS PROCESOS DE
CONTEXTUALIZACIÓN. 99
APROXIMACIÓN A UN EJERCICIO DE CURRÍCULO CONTEXTUALIZADO 101
ENFOQUE TERRITORIAL “una señora me contó que llegó mucha gente de la ciudad y que no
les dejaban tener sus campos, sus vacas todo eso”. 102
Comentarios Finales 104
“La escuela no debe reducirse a conocimientos formales, sino que debe
incluir todos aquellos elementos de la cultura que impregna
la vida y la conciencia de la gente a través de su
participación en las relaciones sociales”.
Paulo Freire
INTRODUCCIÓN.
Este trabajo no pretende dar por hecho que los procesos de contextualización deben
estar presentes únicamente en la educación rural puesto que consideramos que la educación
como tal debe ser un acto contextualizado. Sin embargo, dentro de la educación para
14
sectores rurales se ha hablado sobre la poca pertinencia que tiene la misma en estos
ambientes, atribuido esto a la poca respuesta a las necesidades y particularidades de una
población. Para fines del presente trabajo se reconoce que para apuntar a la pertinencia
educativa como primera medida debe existir un proceso de contextualización, por lo cual se
retoma este concepto como campo de estudio; entendiendo que es un proceso de lectura del
entorno Zamora (2010) social, cultural, educativo, político y económico que realizan los
diferentes estamentos educativos para dar un horizonte de sentido al acto pedagógico. Este
concepto es recurrente en los procesos educativos, pero no se encontró una definición que
lo aborde de manera directa, sin embargo, autores como Núñez, Heckman y Weissglass lo
desarrollan con diferentes acepciones que se profundizarán en el marco conceptual.
Es indispensable reconocer que este trabajo nace también de la necesidad de
comprender la diversidad de infancias que existe en un país como Colombia, para poder
responder educativamente a sus necesidades y particularidades, es por ello que se hace
necesario desarrollar una definición de la infancia que habita la ruralidad. El maestro Arias
(2012) plantea que la infancia rural tiene unas particularidades específicas ya que “los niños
y niñas del campo manejan un mundo de creencias y roles diferente a los de la ciudad. La
motricidad gruesa está más desarrollada que la motricidad fina; esto implica un cambio
evidente en la manera de acercarse al conocimiento” (Arias, 2012, p.67). Sin embargo la
infancia no es la única población a la que atiende el maestro rural ya que la realidad de
estas escuelas es que recurra población en extraedad también, o que se presente como
necesidad educativa la alfabetización de adultos.
Por otra parte, haciendo una revisión de la literatura que se ha producido en torno a
la educación rural se ha podido evidenciar que las propuestas planteadas (como el programa
escuela nueva o postprimaria entre otros) nacen por la necesidad de brindar una educación
que responda a las necesidades educativas y particularidades de la población rural, es decir,
15
de contextualizar. Por lo tanto, este ejercicio investigativo presenta la necesidad de
contextualizar la educación en ambientes rurales haciendo visibles las características
culturales, políticas y económicas de las poblaciones pensando en una forma de integrar el
saber campesino a las aulas de clase como insumo para reconocer y valorar los saberes
locales que poseen dichas poblaciones, sin que al entrar en la escuela ellos y ellas dejen de
ser lo que son.
De este modo, este trabajo se sustenta en seis capítulos, el primero es la
problemática en la cual se expone la necesidad de abordar este tema, siendo esto el
resultado de una lectura del contexto en relación con las principales construcciones
conceptuales en torno a la educación rural con autores esenciales en el desarrollo de este
tema como Rodrigo Parra Sandoval.
En el segundo capítulo se encuentra la metodológica que se llevó a cabo en este
trabajo siendo sustento de ella el enfoque cualitativo, además de presentar las técnicas de
investigación abordadas para la recolección de información las cuales son: entrevista
semiestructurada, grupos de discusión y matrices de análisis.
El tercer capítulo expone el marco conceptual que se denomina de esta manera
entendiendo que alrededor de la educación rural no existe una teoría consolidada, en este
capítulo se realiza como primera medida un contexto histórico de lo que han sido las
propuestas gestadas para la educación rural analizando cómo se dan los procesos de
contextualización en cada una de ellas. Seguido a ello, este capítulo plantea otras seis
categorías de análisis que son: nociones del concepto rural y sus implicaciones en la
educación; la cual busca analizar los acercamientos que se han hecho conceptualmente del
término y su incidencia en la contextualización, pertinencia de la educación rural
aproximaciones al concepto de contextualización; allí se plantea lo que se entiende por
16
contextualización para fines de este trabajo, saberes locales y Occidentales: hacia una
escuela rural como mediadora cultural; aquí se pretende sustentar la re-significación que
según esta investigación necesita la escuela para dar cabida a procesos de
contextualización, estándares curriculares; donde se plantea su origen en relación al lugar
que tienen en la escuela y también se cuestiona la pertinencia de los mismos en la
educación rural, formación de maestros rurales: un panorama de las especificidades en
este campo; desde aquí se plantean los aciertos y desaciertos que desde la academia y la
práctica pedagógica se han desarrollado en pro de pensar un perfil definido y diferenciado
de maestro rural y, la última se denomina campesino: un panorama histórico y conceptual;
aquí se busca analizar las diferentes definiciones de campesino y su implicación en la
educación.
Seguido a ello se encuentra el cuarto capítulo que se compone de los hallazgos que
surgen en la recolección de información sistematizada en matrices de análisis. En el quinto
capítulo se encuentra el análisis de la información relacionada con las categorías de análisis
planteadas en el marco conceptual.
Y por último, se encuentran la conclusiones a las que ha llevado este ejercicio
investigativo que se expresan en cuatro principios fundamentales para desarrollar los
procesos de contextualización los cuales son: lugar del maestro en los procesos de
contextualización; con el cual se plantea la función del maestro al contextualizar a la luz de
las voces de los participantes de esta investigación, en relación a la revisión de la literatura
abordada, currículo contextualizado: construcción o ajuste; aquí se plantean dos posiciones
por un lado se brindan elementos para plantear un currículo que responda a las necesidades
y particularidades de la población y por otro lado se plantean los elementos que permiten
contextualizar un currículo existente, implicación del término campesino en los procesos de
contextualización; esta es una de las principales reflexiones a las que lleva esta
investigación puesto que permite identificar las particularidades de una población y la
17
posición del maestro frente a ello, finalmente se plantea el principio denominado: los
procesos de lectura y escritura como posibilidad de integrar el conocimiento local; donde se
recoge principalmente la prueba piloto llevada a cabo con los niños y niñas de la escuela
rural el hato y sus voces para entender cuál debería ser el lugar de la contextualización en
este escenario educativo.
1.PROBLEMÁTICA.
Haciendo una revisión de la literatura que se ha producido en torno a la educación
rural, se ha podido evidenciar que una de las preocupaciones planteadas desde el discurso y
propuestas de diferentes actores intervinientes en ella, ha sido problematizar la pertinencia
de la educación para la población rural, con el fin de responder a las necesidades educativas
y particularidades de la misma. Por lo tanto, se atribuye que históricamente la función
social de la escuela rural ha sido transportar lo urbano a este contexto (Parra, 1996) de
modo tal que “se logra visualizar ciertos cambios en los rasgos de la población campesina
que se convierten en indicadores fehacientes de sustitución de los saberes tradicionales por
18
los modernos” (Núñez, 2004, p. 35), en este sentido la escuela ha enfatizado el
reconocimiento de los saberes occidentales dejando de lado los saberes locales.
De este modo, hoy en día hay acuerdo dentro de los discursos y prácticas educativas
y también por parte de agentes estatales sobre la necesidad de contextualizar los contenidos
de la escuela y la escuela misma frente a las necesidades y particularidades de la población
rural. Por lo tanto, valdría cuestionar ¿Quién dice qué es lo pertinente para las poblaciones
rurales? y ¿quién dice cuáles son las necesidades y particularidades de las poblaciones?
Aun así, estos criterios han estado a cargo de agentes externos al contexto rural tomando
muchas veces como referencia procesos evaluativos que se han desarrollado por entidades
como la UNESCO, promoviendo el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la
Calidad Educativa Para América Latina y el Caribe (LLECE) (Perfetti, 2003) planteando
instrumentos de evaluación para generar un panorama de la educación en los países de
América Latina con el fin de dar orientaciones en el planteamiento de políticas educativas,
midiendo la calidad desde la comparación urbano/rural1. Otro agente externo que ha
participado en los procesos de diagnóstico y desarrollo de programas para la educación
rural es el Banco Mundial en los planteamientos, más específicamente en su evaluación y
operación, del Programa Educación Rural (PER) financiando y aportando en la toma de
decisiones en la orientación de este programa (Perfetti, 2003), (sin desconocer las
propuestas desarrollas desde el país como el programa escuela nueva que se ha promovido
de manera contextualizada).
Es así que se plantea como problema para el presente trabajo el hecho de que
algunas propuestas para la educación rural y el sistema educativo como tal, no se
construyan desde y para el contexto en un diálogo entre los saberes locales y occidentales
donde las voces de niños y niñas, padres y maestros se tengan en cuenta para dichos
1 Ejemplo de ello son las concentraciones de educación rural que se plantean como necesidad desde los
lineamientos generales de la misión de naciones unidas.
19
planteamientos, cayendo en un ejercicio homogenizante de la educación donde transportar
lo urbano a lo rural es el principal objetivo de la escuela. En consecuencia, no se da una
relación entre los códigos culturales de la escuela, sus contenidos y la comunidad, por lo
cual se hace importante que dentro de ellos estén presentes los códigos culturales propios
de una comunidad asegurando una educación pertinente.
Entre tanto, poco se ha desarrollado en torno a procesos que permitan vislumbrar un
camino para contextualizar, donde la labor del maestro juega un papel importante. Razón
por la cual esta investigación aborda este hecho como problema, de la educación en
general, pero principalmente en ambientes rurales.
Lo anterior se puede fundamentar en el hecho de que el material de trabajo, por
ejemplo cartillas y libros de texto, o los mismos estándares nacionales, están diseñados en
su mayoría por agentes externos tanto a la comunidad como a la escuela por ejemplo: los
estándares básicos de competencias fueron elaborados por el MEN y Ascofade (Asociación
Colombiana de Facultades de Educación)2 pero poco se vislumbra la participación de la
comunidad ni tampoco se hace un especificidad para la ruralidad y sus diversas realidades.
Es por esto que concordamos con Henao (2014) en tanto menciona que dichos agentes
externos tienen unos intereses políticos y económicos sobre la ruralidad puestos
únicamente hacia la producción capital (entendiéndolo desde un sentido monetario) es
decir, pensando la educación rural solamente en favor de mejorar la productividad
económica de determinados sectores de la sociedad o de las multinacionales. En este
sentido, las dinámicas que viven los niños y las niñas en cuanto a su forma de sustento
familiar, su cultura, el traslado hacía la escuela y su realidad en general no son tenidos en
cuenta dentro de los contenidos curriculares y la escuela, dejando a un lado el derecho que
tienen los niños y niñas a la diversidad y también el reconocimiento de las diferentes
2 Recuperado de: Estándares Básicos de Competencias en Lenguaje, Ciencias, Matemáticas y Ciudadanía.
20
realidades que afronta el campo Colombiano, por lo cual se hace necesario “la generación
de valores sobre la convivencia en medio de la diferencia social como base de la vida
democrática” (Parra, 1996, p. 321).
De igual manera, en los procesos de socialización de los niños y las niñas se genera
un choque cultural (Parra,1996) dentro de su socialización primaria y secundaria, puesto
que los niños y niñas llegan con una realidad a la escuela, dada en la familia,
relacionándose con el medio y aprendiendo de él a partir de dicha realidad. Sin embargo,
dentro de la educación rural al intentar transmitir las cosmovisiones que engloban los
contextos urbanos, no se tienen en cuenta dichas realidades impidiendo que se encuentre un
sentido dentro de los códigos culturales, en consecuencia: “tanto desde el punto de vista de
la institución como de la formación, la escuela rural solo es rural por su ubicación física.
Sus contenidos, su método y la formación del maestro visto aquí como agente socializador
son urbanos” (Parra, 1996, p.15). Esto según el autor, es un elemento que no permite
garantizar una educación de calidad para estos sectores ya que se entiende solamente en un
sentido de medición y, deja a un lado la eficiencia social3 que debe propiciar la calidad
educativa.
Recogiendo lo anterior, se presenta la necesidad de abordar la contextualización
como campo de estudio dentro del cual responder a las necesidades educativas y
particularidades de la población campesina se vuelve un imperativo, por lo tanto, la
pregunta que orienta el presente trabajo de investigación es:
¿QUÉ SE ENTIENDE POR CONTEXTUALIZAR LA EDUCACIÓN DESDE EL
CAMPO CONCEPTUAL Y LA EXPERIENCIA DE LA ESCUELA RURAL EL HATO?
3 Parra Sandoval (1996) define este concepto como un conjunto de capacidades (reflexión, creatividad,
participación activa))que debe desarrollar la educación en los sujetos para empoderarlos de su realidad.
21
OBJETIVO GENERAL
● Establecer la forma en que se comprende la contextualización
educativa en la escuela rural el Hato, tomando como referente los desarrollos
conceptuales y modelos en relación a la educación rural, para llevar a cabo procesos
contextualizados.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
● Reconstruir un contexto histórico de los modelos y programas para la
educación rural, que permita identificar el lugar de la contextualización en las
diferentes propuestas.
● Revisar la literatura que se ha construido en torno a la educación
rural, identificando el panorama general respecto al papel de la contextualización en
ella, para interpretar la experiencia de la escuela rural el Hato.
● Retomar los aportes conceptuales y la experiencia de la escuela rural
el Hato, para proponer unos principios a tener en cuenta al momento de plantear
procesos de contextualización en la educación rural.
● Recoger las voces de maestros, padres, niños y niñas de la escuela
rural el Hato, para identificar como se entiende la contextualización en este
escenario educativo.
22
2. METODOLOGÍA.
Este trabajo se define como monografía entendiendo que en los parámetros del
programa de Licenciatura en educación infantil de la Universidad Pedagógica Nacional, se
comprende como la problematización y reflexión de un campo conceptual, en este caso la
contextualización, “sin desconocer las fuentes primarias, como los sujetos que pueden
aportar información a la investigación” (González y Rincón, 2008, p11.). Dichas fuentes
primarias en este trabajo fueron: maestros, padres, niños y niñas de la escuela rural el Hato,
comprendiendo que una educación contextualizada no puede darse ni analizarse sin la
participación de todos ellos.
Por otra parte, este capítulo plantea el enfoque desde el cual se desarrolla este
trabajo, así como la forma de análisis prevista. Entendiendo que el propósito de este
estudio es comprender, analizar y desarrollar procedimientos de contextualización; este
23
trabajo adoptará el enfoque cualitativo soportado desde las técnicas de grupos focales y
matrices de análisis ya que estas herramientas permiten la comprensión holística de la
realidad.
2.1 ENFOQUE CUALITATIVO
Este enfoque se hace pertinente y sustenta este ejercicio investigativo, puesto que
permite la comprensión e interpretación de la realidad a partir del estudio de las relaciones
sociales e históricas que se dan en una comunidad desde la recolección de información, que
es retomada desde las voces de quienes viven en los territorios Herrera (2008). Este proceso
se ha llevado a cabo en cinco fases, que se desarrollan en el presente trabajo de la siguiente
manera: definición del problema, diseño del trabajo, recolección de datos, análisis de los
datos e informe y validación de la información. Además, este enfoque se caracteriza por ser
inductivo y no interpretar la realidad desde un solo paradigma, puesto que se propone
estudiar la realidad en su modo natural.
Entendiendo lo anterior, este enfoque se adopta en el presente estudio al permitir
una interpretación de la realidad para reconocer la visión que tienen las fuentes primarias
con respecto a la contextualización. Todo esto desde la comprensión de los fenómenos y
relaciones sociales, dando un valor importante a la cultura dentro de los procesos que se
desarrollan en la escuela, favoreciendo así el diálogo entre saberes que pretende
profundizar el presente ejercicio investigativo. Otra razón por la cual se adopta este
enfoque; es porque permite al investigador interactuar directamente con la comunidad sin
alterar la realidad de los sujetos, lo que posibilita que se recojan las necesidades educativas
y particularidades de una población para plantear los elementos adecuados en respuesta a
ello.
24
Las fases que comprenden este ejercicio investigativo son las siguientes:
2.1.1 La definición del problema: que emerge principalmente de la lectura del
contexto que se llevó a cabo a través de salidas de campo que se dieron en espacios rurales
(Cauca, Boyacá, Antioquia, Caldas, Cundinamarca), y los espacios académicos brindados
en nuestro proceso de formación. También es el resultado de un ejercicio de revisión
conceptual frente a la educación rural, (esto se desarrolló desde el año 2015 - 2016).
2.1.2 Diseño del trabajo: se consolidó entre las autoras del trabajo y quien
acompañó este proceso, determinando la siguiente ruta: revisión de la literatura
identificando cómo y qué se entiende por contextualización desde el campo conceptual
tomando como referente el concepto de campesino, formación de maestro, entre otros que
se abordan en el marco conceptual. De acuerdo a los hallazgos del proceso anterior, se
recurren a las fuentes primarias (maestros, padres, niños y niñas) para analizar una escuela
rural específica en relación a la visión y aplicación de la contextualización (este proceso
comprendió finales del año 2016 e inicio del 2017).
2.1.3 Recolección de datos: ésta se realizó a través de herramientas como entrevista
semiestructurada y grupos focales. La primera en mención sólo se aplicó a maestros puesto
que eran ya un grupo consolidado entonces se buscó encontrar los puntos de tensión para
plantear la discusión en los grupos focales indagando sobre: experiencia como maestro,
conocimientos locales, educación rural y modelos flexibles. Los grupos de discusión se
llevaron a cabo desde categorías como: caracterización de la población ¿campesinos o no?,
adaptación del currículo a las necesidades de la población flotante, papel del maestro frente
a las problemáticas de la educación rural, pruebas saber en el contexto rural ¿importantes o
pertinentes?. Con padres se desarrollaron teniendo en cuenta categorías como: necesidades
25
educativas, particularidades de la población y función de la escuela (este proceso se realizó
a inicios del 2017).
2.1.4 Análisis de los datos e informe: para esta fase se toma como herramienta la
matriz de análisis ya que permite evidenciar lo sustancial de cada aplicación de las
herramientas investigativas desarrolladas. Una vez hecho lo anterior, el análisis consistió en
interpretar las posturas de los participantes con un cuerpo conceptual previamente
construido, y que se presenta en el Marco Conceptual (esta fase se desarrolló a mediados
del año en curso).
2.1.5 validación de la información: los resultados de este estudio se aterrizan en la
construcción de cuatro principios que se presentan como base para abordar la
contextualización en ambientes rurales. A saber: lugar del maestro en los procesos de
contextualización, currículo contextualizado: ¿construcción o ajuste?, implicaciones del
campesinado como referente en los procesos de contextualización. Para finalizar, se expone
la experiencia piloto que se llevó a cabo con los niños y niñas de la escuela rural el Hato
para conocer sus necesidades educativas y particularidades, no pretendiendo ser una
propuesta pedagógica sino como insumo para relacionar los hallazgos del trabajo con la
práctica, y fortalecer de manera pertinente los principios anteriormente mencionados (esto
se llevó a cabo durante septiembre y agosto del 2017).
2.2 ENTREVISTA SEMIESTRUCTURADA
La entrevista es entendida como un proceso de comunicación que se desarrolla entre
el investigador y el entrevistado, persigue un objetivo determinado y es expresado a través
de temas específicos. Dentro de los tipos de entrevista se encuentra la entrevista
semiestructurada, que responde a la preparación de un guión temático con preguntas
abiertas y permite un diálogo fluido y natural, lo que posibilita al entrevistado expresar sus
perspectivas y posiciones frente a un determinado tema. Se retoma en este trabajo al
26
permitir interpretar la realidad desde las voces de la población, y es pertinente a los
objetivos de este estudio teniendo en cuenta que no se trata de desarrollar un cuestionario,
sino que se orienta por los temas fijados en el guión.
Esta técnica fue desarrollada en el presente ejercicio de investigación, con el fin de
profundizar en la experiencia y las concepciones que como maestros han construido los
participantes en relación a los procesos de contextualización en la educación rural.
Conviene decir que fue realizada a cinco maestros de la Escuela Rural el Salitre sede el
Hato.
2.3 GRUPOS DE DISCUSIÓN
Esta técnica se abordó puesto que permite la discusión de un tema visto desde
diferentes perspectivas y abordado por parte de un grupo de personas específicas. Consta de
un moderador o entrevistador que conduce la discusión, y un grupo entre seis y diez
personas. Para esta técnica aconseja que esas personas no constituyan de antemano un
grupo como tal.
El desarrollo de esta técnica se debe dar dentro de un ambiente tranquilo e informal
que produzca una conversación fluida y natural, y entendiendo al lenguaje como una
construcción social, los grupos de discusión responden a ello puesto que permiten el
desarrollo de una conversación que responde a una perspectiva social, que no se da de igual
manera en una entrevista individual. Para lo anterior, es necesaria la problematización de
una realidad, más que el planteamiento de cuestionamientos.
Los participantes de los grupos de discusión desarrollados en el presente trabajo se
seleccionan teniendo como criterio la intervención de los mismos en la educación rural. Por
esta razón se decide plantear una adaptación a esta técnica considerando que los
participantes (maestros) se conocen entre sí lo cual se presenta como un rasgo inevitable
para el presente caso. A pesar de ello los participantes siguen cumpliendo con las reglas
27
básicas para abordar esta técnica referidas a que los participantes deben ser semejantes
entre sí en aspectos como: estrato, ocupación, entre otros.
Para fines del presente trabajo, uno de los objetivos principales por los cuales se
aborda esta técnica hace referencia a “recoger información cualitativa sobre percepciones,
motivaciones, opiniones, actitudes” (Gutiérrez, 2010, p.4) por parte de los maestros y
padres de familia respecto a los procesos de contextualización en la escuela rural el Hato.
Con los maestros se aborda principalmente con el objetivo de reconocer que comprenden
por contextualización, y cómo se materializa en la práctica pedagógica de cada uno,
entendiendo que es él quien desarrolla el hecho educativo partiendo de su interpretación del
currículo y del mundo en general.
Por otro lado, con los padres de familia se retoma esta técnica con el objetivo de
identificar las necesidades educativas y particularidades que caracterizan la población de la
vereda el Hato, para revisar el papel de la contextualización desde la visión de ellos y ellas,
y plantear de manera pertinente los principios que permitan contextualizar la escuela.
Finalmente, es importante tener presente que para abordar esta técnica se debe tener
claro el objetivo por el cual se va llevar a cabo, es decir, qué es lo que se espera conocer a
partir de la experiencia del grupo de discusión que en el caso de esta investigación ha sido:
conocer las necesidades educativas y particularidades de la población de la vereda el Hato,
identificar la función de la escuela en este lugar en relación a la contextualización,
reconocer cómo entiende el maestro la contextualización y qué propuestas promueve desde
su práctica para desarrollar este proceso.
2.4 MATRIZ DE ANÁLISIS
28
La matriz de investigación es una herramienta que tiene como finalidad mostrar de
manera resumida los hallazgos sustanciales del estudio, para que a ojos del lector sea
mucho más fácil apreciarlos de manera diferenciada.
Para el presente trabajo las matrices cumplen el objetivo de mostrar de manera
puntual los resultados de las entrevistas y grupos focales desarrollados, haciendo una
síntesis de lo sustancial y más pertinente a los fines de este estudio de las preguntas y
problematizaciones realizada’.
Este proceso se lleva a cabo en dos momentos: la primera fue de registro donde se
retomaron las grabaciones de los grupos de discusión y entrevistas semiestructuradas con
miras a identificar las respuestas que dieron los participantes, retomando lo esencial de las
mismas y lo que más aporta a los objetivos de cada aspecto de discusión.
2.4.1 ENTREVISTA SEMI-ESTRUCTURADAS
Para desarrollar esta entrevista se propone identificar los puntos de tensión o
coyuntura desde el discurso de los maestros frente a la contextualización en la escuela rural
el Hato, tomando como punto de partida su experiencia en ambientes rurales, además de
identificar la visión que tienen de la educación en estos escenarios y cómo ello repercute en
su práctica pedagógica. En este sentido, se entiende que para contextualizar la educación es
importante el conocimiento que el maestro posee de la comunidad por lo cual se
profundizará en este aspecto. De otra parte, reconociendo que para la educación rural
existen modelos que cuentan con especificidades para atender las necesidades educativas y
particularidades de esta población, se indagará si los maestros los conocen o han
implementado. A continuación, se presentan los hallazgos de este ejercicio:
(Revisar anexo A)
29
Experiencia
como maestro
(pretende
retomar los datos
básicos, la
experiencia y
formación del
maestro).
Conoci
mientos locales
(establec
er cuál es la
relación
maestro-
comunidad).
Educación
rural
(indagar
sobre la visión o
posición que tiene
y ha tenido el
maestro frente a la
educación rural).
Mode
los Flexibles
(se
propone
indagar sobre
la aplicación
y
conocimiento
de los
mismos).
Entr
evistado 1.
Graduada
como Licenciada en
educación infantil,
desarrollando su
labor cuatro años en
lo urbano y tres en
lo rural. En su
formación
académica no hay
un enfoque que le
brinde herramientas
para desempeñarse
en lo rural. Sin
embargo, su
experiencia le
permite establecer
un paralelo entre
ambos escenarios
En la
caracterización
que realiza de la
comunidad, se
destaca una
participación
activa y
autónoma por
parte de las
familias, en el
sentido de
organizarse sin
ayuda de la
maestra para
llevar a cabo
acciones
concretas,
definiéndole
El discurso
de la maestra
frente a la
educación rural
enfatiza en
garantizar la
equidad entre el
escenario rural y
urbano, tomando
como referencia
las dinámicas que
viven los niños y
las niñas para
integrarlas en la
cotidianidad del
aula. Sin embargo,
metodológicament
e no plantea
La
referencia,
pero no los
conoce a
profundidad
ni los aplica.
30
educativos. como una
población con
distintos campos
de
trabajo. Ademá
s, se refiere a
costumbres,
pero al
exponerlas hace
referencia a las
dinámicas que
viven los niños
y niñas en su
cotidianidad
como la
distancia de la
casa en la
escuela. En
cuanto a la
relación con los
padres, la
maestra plantea
que se da en la
medida en que
el maestro
promueve
espacios para la
resolución de
especificidades
para el escenario
rural.
31
problemas
materiales y
sociales.
Entr
evistado 2.
Titulado
como normalista y
Licenciado en
Administración
Educativa. Ha
desempeñado su
labor pedagógica 39
años en escenarios
rurales. Es la
experiencia la que le
permite
contextualizar su
labor, resaltando el
fin último de esta en
el escenario rural los
valores.
La
define como una
comunidad
difícil al
responder a la
categoría de
población
flotante, además
plantea una
participación
pasiva por parte
de la comunidad
en los procesos
de enseñanza de
los niños y
niñas. Su
relación con la
comunidad se da
en términos
escolares.
El maestro
se centra en
definir la
educación rural
desde la baja
calidad, y atribuye
esto como
responsabilidad
del gobierno, por
la precaria
capacitación y
apoyo a los
maestros. Además,
resalta la
necesidad de
formar a los
padres en pautas
de crianza.
Los
relaciona con
las
capacitacione
s que brinda
el gobierno.
Entr
evistado 3.
Pendiente
formación
académica. Es su
formación en la
Posee un
conocimiento
generacional de
la comunidad
La maestra
parte de definir la
ruralidad en
relación a
Entien
de los
modelos
flexibles
32
práctica
(aproximadamente
32 años) tanto en lo
rural como en lo
urbano, lo que le ha
permitido
sensibilizarse para
intentar responder a
las necesidades de la
población.
por lo cual
plante que son
muy pocos los
nativos, y a
partir de los
cambios
históricos la
define como una
población no
campesina, sino
con
características
más urbanas que
rurales. Define
que la relación
con la
comunidad se da
de manera
dialógica en la
resolución de
problemas.
procesos
agrícolas. Sin
embargo, plantea
que la educación
en este escenario
educativo no debe
tener
especificidades, y
debe ser la misma
que se imparte en
lo urbano para
asegurar la
equidad social. Sin
embargo, en su
currículo oculto,
metodología y
socialización con
los niños y niñas,
responde a las
necesidades de la
población rural.
como el
hecho de
relacionar los
conocimiento
s previos para
integrar lo
conocido por
los niños con
el currículo
oficial. Pero
no tiene
conocimiento
de un modelo
específico.
Entr
evistado 4.
Su
formación tanto
escolar como
académica se da en
escenarios rurales.
No se presentan
especificidades en
La
maestra define
la población
como personas
que se destacan
por poseer
valores, además
Para ella,
en la educación
rural
especialmente, se
hace relevante el
papel del maestro
para brindar una
No
tiene
conocimiento
sobre los
modelos.
33
su formación rural,
sin embargo, su
formación en la
práctica
(aproximadamente
25 años) permite
caracterizar los
escenarios rurales
para abordar su
labor como maestra.
de ser sujetos
activos en la
resolución de
problemas que
se enfrentan en
la escuela y
tienen buena
recepción a las
observaciones
que se les hacen
frente a la
formación de
sus hijos. Su
relación con la
comunidad se
define en
situaciones que
requieran
mejorar tanto las
instalaciones de
la escuela como
los procesos de
formación, de
los niños,
definitiva, la
define como una
relación familiar
que se da en un
educación de
calidad, aludiendo
a que el maestro
rural tiene mayor
compromiso con
su labor que un
maestro de la
ciudad. También
plantea que lo que
enseña tiene
repercusión en la
vida de los niños y
niñas puesto que
es la base para su
formación
universitaria.
34
ambiente de
amistad y
compañerismo.
Entr
evistado 5.
Titulada
como Licenciada en
educación básica
con promoción en la
comunidad y énfasis
en matemática. Su
formación práctica
se vio enriquecida
desde el trabajo en
la escuela unitaria.
La
maestra define
la comunidad
como una
población muy
variada, una
parte estando
muy
comprometida
con los procesos
educativos de
sus hijos y otra
parte ausente.
En cuanto a la
relación de la
maestra con la
población se da
en términos
escolares.
La
educación vista
por esta maestra,
es el medio por el
cual se asegura la
equidad y calidad
entre la educación
rural y urbana.
Recon
oce que
favorecen los
procesos de
escuela
unitaria, pero
nunca los ha
aplicado.
2.4.2 GRUPOS DE DISCUSIÓN MAESTROS
35
Desde los hallazgos expuestos anteriormente, se evidencian unos puntos de tensión
puntuales (que se exponen en la parte superior de la matriz), por lo que se ponen sobre la
mesa las posturas de cada maestro para discutirlas colectivamente y, relacionarlas con la
realidad de los niños y las niñas, con la finalidad de identificar cuál es el lugar de la escuela
y el maestro frente a dichas realidades.
Fecha de realización: 1 y 2 de junio de 2017.
(Revisar anexo B)
1. CARAC
TERIZA-
CIÓN DE
LA POBLACIÓN
¿CAMPESINOS O
NO?
(Profundizar
en este aparte con
miras a analizar
cómo dicha
concepción
repercute en la
práctica educativa).
2.
ADAPTACIÓN DEL
CURRÍCULO A LAS
NECESIDADES DE
LA POBLACIÓN
FLOTANTE
(Reconocer
cómo desde el aula se
responde a esta
condición lo cual se
aborda para analizar
cómo se contextualiza
el currículo a las
realidades de los
sujetos).
3. PAPEL
DEL MAESTRO
FRENTE A LAS
PROBLEMÁTICA
S DE LA
EDUCACIÓN
RURAL.
(Reflexionar
ante este panorama
cuál es la postura que
asumen los
maestros).
4.
PRUEBAS SABER
EN EL
CONTEXTO
RURAL
¿IMPORTANTES
O PERTINENTES?
(Poner en
discusión cuál es la
función que debe
desempeñar un
maestro teniendo en
cuenta las realidades
que viven los niños y
niñas de la vereda el
Hato).
36
Inician la
discusión definiendo al
campesino desde su
labor económica, por lo
cual el campesino es
visto desde su trabajo
con la tierra, por esta
razón de entrada dijeron
que en el Hato no hay
campesinos, sin
embargo, en el
desarrollo de la
discusión a partir de ver
que algunos niños y
niñas se identifican
como campesinos, se
empieza a establecer
características del niño
rural y del niño urbano
lo que lleva a la
conclusión de que en la
vereda todavía existe
población campesina
definiéndola desde
patrones no solamente
de trabajo con la tierra,
sino culturales. La
Los maestros
plantean que no hay
desde el currículo una
respuesta para ello, pero
consideran que es
importante responder a
las necesidades de la
población flotante desde
una prueba de admisión
que se realice desde la
administración de la
escuela para saber a qué
curso está preparado el
niño o niñas para
ingresar a la escuela.
También plantean que
son ellos quienes
“adelantan” a los niños
que llegan, partiendo de
una prueba que
elaboran con las
materias básicas
(matemáticas, español,
sociales y naturales)
teniendo como base los
estándares curriculares.
Esta
categoría la ponen en
diálogo con la
recursividad y
creatividad del
maestro, pero
también como
responsabilidad del
estado enfatizando su
participación
especialmente en el
aporte de tecnología.
Frente a esta
categoría ellos
aluden que las
pruebas saber son
pertinentes puesto
que sirven para
medir y motivar a los
niños y niñas porque
se esfuerzan más
para llegar a los
primeros puestos,
aquí la comparación
también es un
elemento para la
motivación de los
niños y niñas.
Consideran
las pruebas como
apoyo pedagógico
que ha mejorado la
educación en esta
escuela.
Otro
elemento que nace
en esta categoría es
37
concepción de
campesino está ligada a
una herencia cultural,
sin embargo, no se les
da un reconocimiento
como sujetos de saber.
Entienden la
integración de
conocimientos locales
como indagaciones que
debe hacer el niño para
traer a clase, además
reconocen que esa
integración se puede
dar, pero no saben
cómo desarrollarla.
Al hablar de un
sistema educativo
flexible, algunos lo
relacionan con la
entrega de material
didáctico y tecnología,
y otros con la
autonomía que tienen
en las clases.
el hecho de que los
maestros quisieran
que los niños y niñas
se quedaran en su
territorio para llevar
a la población al
progreso a través de
profesiones como
ingeniería,
veterinaria,
arquitectura, pero no
quedándose de modo
tal que se dé un
reconocimiento a su
cultura campesina.
2.3 GRUPOS DE DISCUSIÓN PADRES.
Reconociendo que para la contextualización se hace necesario identificar las
necesidades y particularidades de la población, este grupo de discusión tiene como objetivo
establecer desde las voces de los padres cuáles son dichas particularidades y necesidades
38
educativas, y según la visión de ellos y ellas cuál es la función de la escuela en ese
contexto.
Realizado mayo 26 de 2017.
1. NEC
ESIDADES.
(En éste aparte se
busca identificar cuáles son
las necesidades educativas
según los padres de
familia).
2.
PARTICULARIDADES
DE LA POBLACIÓN.
(Aquí se busca
reconocer lo que caracteriza
a la población rural el Hato
a nivel político, económico
y social).
3. FUNCIÓN DE
LA ESCUELA.
(Teniendo en cuenta
que los padres también han
estudiado en ésta se escuela,
se busca reconocer cómo la
escuela aportó o ha aportado
a sus proyectos de vida).
Una de las
problemáticas sociales que
se identifican es la
contaminación vista
principalmente en el río y
las basuras afectando las
dinámicas de la población.
También los padres
plantean el hecho de que
haya llegado gente de la
ciudad a la vereda como la
La fuente económica
de la población de la vereda
el hato es la construcción y
el transporte principalmente
de material en camiones. El
trabajo tiene como
propósito para asegurar un
futuro mejor para sus hijos e
hijas, siendo este una fuente
fundamental de progreso.
Esta función está
ligada a una idea de
progreso donde la escuela es
el vehículo principal para
ello, por lo cual los padres
consideran que el hecho de
que sus hijos asistan allí
juega un papel fundamental
en tanto les asegura un
futuro académico exitoso.
39
causa a las problemáticas
anteriormente mencionadas.
Por otro lado, el
hecho de perder la cultura
de la agricultura se
considera un problema en
tanto afecta la identidad de
ellos y ellas y su economía.
Por lo tanto, se puede decir
que una necesidad que
encuentran es el hecho del
abandono del campo por la
ausencia de la juventud.
Otra de las necesidades que
se hicieron evidentes hace
referencia al hecho de
volver a cultivar no sólo por
el sustento económico sino
por volver a sus raíces.
Otro factor que
expresan los padres como
problemática hace
referencia a la inseguridad
que antes no se veía, motivo
por el cual ya no se admite
la presencia de los padres
Una particularidad
que se hace importante es la
de la forma de organización
de la comunidad la cual se
representa en una junta de
acción comunal, que al
igual que la cultura de la
agricultura, se ha
transformado pues los
padres dicen no sentirse
representados como antes.
Otra particularidad
es la alta migración de los
habitantes nativos de la
vereda para diferentes
partes del país buscando
mejores oportunidades de
trabajo, no obstante, los que
se mantienen en la vereda
afirman tener un vínculo
afectivo y de
agradecimiento con el
territorio razón por la cual
no la abandonarían.
Por otro lado, los
Los padres
identifican un cambio en el
método de enseñanza por
parte de los maestros
asegurando que antes eran
más estrictos, sin embargo,
afirman que hay maestros
que se mantienen en su
postura tradicional
provocando el poco interés
de los niños y niñas por ir a
la escuela. En este sentido,
reconocen que el papel del
maestro es fundamental
para asegurar una educación
pertinente afirmando que el
cambio de la educación está
en cómo el maestro se
actualice y tenga interés por
transformar sus métodos
pedagógicos.
Además, los padres
también hacen una
observación positiva frente
a los cambios que se han
realizado en los contenidos
40
dentro de la escuela sin
permiso de la coordinación
rompiendo con dinámicas
como llevar los niños y
niñas al salón y participar
en los descansos e
interactuar dentro de la
escuela con otros padres;
por lo tanto, se puede decir
que la urbanización latente
que se ve en la vereda ha
traído consigo las
problemáticas de la ciudad.
padres afirman que se ha
evidenciado un cambio en
las pautas de crianza
asegurando que ya no se les
puede exigir tanto a sus
hijos puesto que entidades
gubernamentales interfieren
en estas pautas de crianza
haciendo que hechos como
ayudar en la casa, como lo
hacían ellos, no sean
posibles. Por lo cual, se
puede evidenciar que la
urbanización de lo rural se
ha tornado con fuerza en la
vereda.
curriculares buscando
responder a las nuevas
generaciones y afirman que
lo que les enseñaron los
maestros les ha servido en
sus vidas, sin embargo, se
reconoce que la escuela no
ha integrado el saber
campesino en los procesos
de enseñanza aprendizaje.
MARCO CONCEPTUAL
Este capítulo presenta la revisión de la literatura que se llevó a cabo, y se organiza
en seis apartados que se proponen en relación al análisis que plantea el presente trabajo
recogiendo diferentes aspectos que inciden en la contextualización dentro de la educación
41
rural, además se abordan las definiciones conceptuales de conceptos claves como lo son:
educación rural, saber local y saber occidental. Estos apartados se desarrollan de la
siguiente manera: Educación Rural: esta categoría se analiza desde dos aspectos: por un
lado La contextualización en las propuestas y programas de educación rural: un recuento
histórico: en este apartado se expone un contexto histórico que buscó identificar cómo se
entiende y se aborda la contextualización en cada programa. Y por otro lado, el Concepto
rural y sus implicaciones en la educación: donde se buscó conceptualizar el término rural a
la luz de visibilizar su incidencia dentro del horizonte de sentido que determina la
educación en estos sectores. Pertinencia de la Educación rural, aproximaciones al
concepto de contextualización: allí se problematiza la pertinencia que tiene los contenidos
que imparte la escuela en relación a las necesidades y particularidades de la población, y
desde allí se define la contextualización. Diálogo de saberes locales y occidentales: aquí se
define conceptualmente cada uno de los saberes en mención y se presentan los elementos
que permiten una posible relación entre ellos. Y finalmente, Estándares Curriculares:
en este apartado se presenta el surgimiento de éstos enfatizando que no se ha tenido
una especificidad para los ambientes rurales.
3.1 EDUCACIÓN RURAL
La educación rural ha sido objeto de discusión desde diferentes sectores políticos,
sociales y educativos desde los cuales se han establecido algunas conceptualizaciones que
permiten analizar la relación entre la educación rural y contextualización. Por lo tanto, se
hace indispensable para el presente apartado retomar, dentro de un marco histórico, algunas
de las propuestas que se han gestado desde diferentes estamentos (como la universidad de
pamplona, universidad de oriente, ACPO, entre otros) para la educación rural y cuyos
planteamientos se relacionan con la necesidad de una educación pertinente que responda a
42
las dinámicas de la población y su relación con el territorio. Esto se retoma con el fin de
analizar y reflexionar la manera como han emergido los procesos de contextualización
dentro de la educación rural. De la misma manera, se abordan algunas discusiones en torno
a la función social de la escuela rural para analizar y cuestionar cuál ha sido el proceso de
contextualización dado desde dicha función. Para este fin, se pondrán en diálogo los
trabajos de los sociólogos Rodrigo Parra Sandoval (1996) y Daniel Lozano Flórez (2012).
3.1.1 LA CONTEXTUALIZACIÓN EN LAS PROPUESTAS Y PROGRAMAS
DE EDUCACIÓN RURAL: UN RECUENTO HISTÓRICO.
Este aparte inicia desarrollando un recorrido histórico de las propuestas que han
planteado, o plantean, alternativas de educación para la población campesina. Con esto se
busca identificar los modelos que apuestan por una educación que responda a las
necesidades y particularidades de la población, con el fin de analizar el horizonte de sentido
que sustenta los procesos de contextualización en ellos. Por lo anterior, se presentan a
continuación las siguientes periodizaciones:
(1973) Concentraciones de desarrollo rural: este modelo educativo se estableció
en Colombia mediante el Decreto 708 en abril de 1973, definiéndose como un mecanismo
operativo que está inspirado en los núcleos escolares implementados en Perú y Bolivia en el
año 1945. Sus antecedentes datan del plan nacional de “Desarrollo Económico y Social”
llevado a cabo entre 1971 y 1974, donde se establece la necesidad de que la escolarización
responda a la formación para la fuerza de trabajo. Lo anterior, orientado por los
lineamientos generales de la Misión de Naciones Unidas donde se planteó la necesidad de
ofrecer desde la primaria y secundaria la educación necesaria para la formación técnica del
trabajo. Toledo, Niño y Otros (1978) establecen que uno de los propósitos de este modelo
educativo pretendió dar solución a las necesidades de salud, nutrición, desarrollo
43
agropecuario, recreación y organización de la comunidad, mediante la integración de los
menesteres de la población con el desarrollo nacional.
Lo anterior se operacionaliza mediante dos estamentos: la sede central de servicios
y la sede de servicios educativos. La primera, se ocupa de la cooperación entre las
instituciones educativas locales en relación con la participación de la comunidad
estructurada de acuerdo a la recomendación de la OIT (Organización Internacional del
Trabajo) en el documento “Hacia el pleno empleo”4 en el año 1970; la segunda se encarga
de garantizar la obligatoriedad de la educación básica primaria a nueve años para los
sectores rurales. Esto emerge como respuesta a la situación de baja oferta que el sistema
educativo presentaba, en el cual se establecía la obligatoriedad únicamente para la primaria,
es decir, de primero a quinto grado. Toledo, Niño & otros (1978), aseguran que, con la
llegada de las concentraciones rurales, se propone la sustitución del sistema de educación
tradicional por el sistema nuclear, con el cual se proyectaron los nuevos contenidos
curriculares y se propuso atender las escuelas aisladas o dispersas que se encontraban en
ese momento en los sectores rurales.
Posteriormente, la sede central se convirtió en la unidad responsable o encargada de
la dirección general, y el lugar donde los estudiantes que cursan de sexto a noveno grado
reciben sus clases fundamentados en programas orientados a la formación ocupacional, es
decir, enfocados en la enseñanza agrícola. Por otro lado, la llegada de las concentraciones
rurales también trajo consigo las escuelas satélites, dirigidas a veredas y corregimientos con
el fin de brindar a la población educación primaria, sin embargo, para acceder a esta
modalidad la vereda o corregimiento debía contar con un límite mínimo de densidad
poblacional.
4 Este documento expone una serie de criterios que plantean lo que Colombia debe hacer para superar los
problemas de empleo, partiendo de un análisis del mismo.
44
Los cambios anteriormente expuestos dan cuenta de unos procesos que pretenden
conseguir la modernización a través de la educación, donde la contextualización se presenta
como medio para alcanzar este fin, según criterios o recomendaciones planteadas por
agentes externos al contexto, por ejemplo la OIT, que identifica en los escenarios rurales la
necesidad de una formación técnica-agrícola dejando de lado las necesidades que la misma
población reconoce de sus territorios, reduciendo la posibilidad de participación amplia en
los procesos por mejorar la educación.
Se puede decir que desde las Concentraciones de Desarrollo Rural se establece la
tecnificación del campo como elemento para contextualizar la educación, es decir, se
atribuye desde este modelo que la formación que necesita la población rural para responder
a sus necesidades y brindar una educación contextualizada, hace referencia a enseñar
técnicas y métodos que permitan a los sujetos tener conocimientos para mejorar la
producción económica, en otras palabras, “la técnica moderna destinada a prepararlos para
su futura labor como trabajadores agrícolas o como artesanos rurales.” (Toledo, Niño &
otros, 1978, p.2). De esta manera se presenta la contextualización como un proceso que
permite fortalecer la productividad del campo, respondiendo al plan de desarrollo nacional
que busca la equidad mediante el fortalecimiento del sistema económico del país. La
contextualización en este modelo busca responder a criterios foráneos y generales y emerge
desde criterios que no recogen las voces de la población campesina.
● (1975) Programa Escuela Nueva (PEN): nace en la Universidad de
Pamplona (Norte de Santander). Este programa está basado en principios de aprendizaje
activo con la intención de atender a las características sociales y culturales del contexto,
45
referidas a la atención de población flotante,5 a través de un currículo adaptable que se
ajustara a los ritmos de aprendizaje de los niños y las niñas, promoviendo, además, una
relación de cercanía entre la escuela y la comunidad.
Tiene cuatro componentes: gobierno escolar, guías de trabajo, capacitación de
maestros y administrativo. El gobierno escolar tiene como propósito desarrollar en los y las
estudiantes valores democráticos, solidarios y de cooperación bajo la estructura de
presidente y vicepresidente que son elegidos por la misma comunidad estudiantil mediante
la presentación de las propuestas de los candidatos. Las guías de aprendizaje son unidades
que reemplazan los grados de escolaridad, lo cual facilita la permanencia en el sistema
educativo de los niños y niñas rurales en el sentido que el ascenso de grado no se limita por
la presencia en la escuela, sino por la cantidad de actividades resueltas. Estas guías se
establecen desde el trabajo individual y colectivo que es complementando con rincones de
trabajo y la biblioteca escolar.
Uno de los aspectos fundamentales que rescatamos de este modelo pedagógico para
la reflexión del presente trabajo, es el cambio en el papel del maestro. Inicialmente era el
encargado del diseño del material lo cual se presenta como una posibilidad para
contextualizar, pero debido a la carga de trabajo que ello representó en la expansión del
programa (Villar, 2010) el diseño del material pasó a manos de maestros universitarios y
seguidamente, del Ministerio de Educación Nacional (MEN), enfocando la formación hacia
una visión producción laboral. Desde la perspectiva del antropólogo Jorge Villar, podemos
decir que el programa escuela nueva ha tenido dos momentos de implementación: uno
dirigido al diseño de estrategias pedagógicas y otro a implementarlas; en este sentido el
maestro pasa de ser productor a adaptador de guías.
5 Este término se adjudica a las familias que por sus dinámicas de trabajo se encuentran en constante
cambio de residencia.
46
Desde este modelo, la contextualización es vista como un proceso que busca
responder a las necesidades reales de la población en relación con sus características
sociales, económicas y culturales a través de estrategias pedagógicas (como las guías de
autoaprendizaje que en un principio se elaboraban por los maestros) que buscan
acomodarse a las realidades y dinámicas de la población rural. Para ello, el conocimiento
que el maestro posee de la comunidad se incorpora en el diseño del material de trabajo,
fortaleciendo los procesos de enseñanza en relación con la vida cotidiana de los niños y
niñas, tomando en cuenta los ritmos de aprendizaje, siendo los conocimientos previos un
aporte fundamental para la contextualización.
Este programa establece el diálogo de saberes occidentales y locales (Núñez, 2012)
que se pretende desarrollar en el presente trabajo. Este hecho queda en evidencia al
observar las guías de autoaprendizaje compuestas por contenidos curriculares globales que
con la participación del maestro en el diseño de las mismas (como se daba al inicio del
programa), se logra recoger los conocimientos locales de la población, no como algo
constituido sino como la posibilidad de ser construido en la relación maestro-comunidad-
niños y niñas. Por lo que se puede aludir que la contextualización desde el PEN es un
proceso progresivo y constante siempre y cuando su aplicación este en términos de
“adaptación y no de implementación”. 6
● (1997) Servicio de Educación Rural (SER): es un modelo educativo
dirigido a básica primaria, secundaria y media para jóvenes y adultos en el sector rural
6 Al respecto, Rodrigo Villar en su texto: El programa Escuela Nueva en Colombia, plantea dos fases del
programa escuela nueva que tienen incidencia en la labor del maestro, por un lado, podría ser el adaptador del programa, y por otro, el maestro implementa el programa.
47
campesino que no han cursado ningún grado de escolaridad. Fue desarrollado por la
Universidad Católica de Oriente (Rionegro, Antioquia) con un enfoque de pertinencia
curricular y desarrollo rural asegurando una educación de calidad. Se enfatiza en la
investigación comunitaria, teniendo como referente cuatro áreas: educación, trabajo y
producción; construcción de comunidades educadoras, diálogo de saberes y pedagogía del
texto. Es así como se parte de la realidad de los sujetos que componen las comunidades y
de las potencialidades que tienen para que de esta manera se logren generar los materiales
educativos con los que se busca la mediación pedagógica, teniendo en cuenta los saberes de
la comunidad, en particular con un enfoque interdisciplinar y así mismo el desarrollo
humano, personal y social desde perspectivas productivas, culturales, lúdicas, estéticas,
científicas y tecnológicas.
Uno de sus principios básicos es asegurar la educación de calidad desde los
procesos de educación formal, no formal e informal partiendo del sentido de pertinencia de
la educación para la población rural, sentido que está ligado a responder a las necesidades
de dicha población mediante la realización de proyectos productivos, comunitarios y
artísticos, teniendo como ejes de formación: “La ciudadanía, la convivencia y democracia,
la calidad en los aprendizajes, la valoración y validación del saber popular.” (MEN, 2006,
p.32). Además, este modelo se caracteriza por elaborar el material pedagógico con los
aportes de la comunidad, en el desarrollo de ciclos según la modalidad: educación básica
comunitaria y educación media. En la educación básica comunitaria se presenta una
integración entre los currículos formales y la historia de la comunidad; esta relación se
entiende como el desarrollo integral del ser humano, y se materializa a través de proyectos
pedagógicos comunitarios. La educación media tiene como objetivo fortalecer la formación
teórica y práctica dentro de la relación educación-trabajo.
48
En este sentido se puede entender la contextualización desde este modelo como la
posibilidad que tiene la comunidad de fortalecer su identidad desde el currículo formal.
Para dicho fin este programa parte de reconocer las necesidades y particularidades de la
población para construir la ruta pedagógica de trabajo con ellos y ellas. Todo esto
permeado por los proyectos de vida de la población, estableciendo a la vez un diálogo entre
los conocimientos locales de la comunidad y el conocimiento occidental representado en el
currículo formal. Además, la metodología parte del aprender haciendo que caracteriza a la
población campesina. Finalmente, cabe aclarar que al igual que en el programa de Escuela
Nueva, la adaptación del presente modelo pierde su sentido al ser aplicado por entidades
diferentes a la Universidad Católica de Oriente.
● (1998) Aceleración del Aprendizaje: este modelo educativo se retoma de
Brasil y está dirigido a niños, niñas y jóvenes en extraedad. Este modelo responde a la
escolarización formal y para ingresar en él los estudiantes deben saber leer y escribir. En
1998 el MEN plantea como problema de la educación rural la repitencia y deserción
escolar, ya que la mayoría de niños y niñas se encontraban fuera del rango de edad
establecido para cada año académico, por lo cual no podían estar en el aula regular, pero
también eran muy jóvenes para ser atendidos en el sistema educativo para adultos.
Se sustenta en tres dimensiones: política, pedagógica y operativa. La primera de
ellas hace referencia a la participación de los gobernantes, en pro de mejorar los sistemas
educativos de las respectivas entidades regionales; la segunda, parte de reconocer la
participación activa del estudiante y fortalecer el desarrollo del autoestima; la tercera hace
parte de la responsabilidad compartida entre el maestro y los funcionarios administrativos.
49
Además, el modelo se desarrolla desde la “Pedagogía del Éxito”7 y está enfocado a
fortalecer principalmente el autoestima de los estudiantes a través de la educación
personalizada, por lo que no se permiten grupos mayores a 25 personas. El trabajo en este
modelo se lleva a cabo a través de proyectos interdisciplinares en relación con los
contenidos desarrollados en la básica primaria, principalmente: lenguaje, matemáticas,
ciencias sociales y ciencias naturales, donde la evaluación es un proceso permanente y la
metodología de trabajo es abordada por módulos que buscan generar en los estudiantes un
sentimiento de éxito mediante el logro de proyectos a corto plazo, estableciendo productos
parciales, MEN (2010) cada proyecto, tiene como objetivo no sólo la construcción de
conocimiento, sino la reflexión con respecto a cómo se aprende y cómo puede aplicar
dicho conocimiento en su propia vida, en su familia y en la comunidad a la que pertenece.
El objetivo último de este modelo es lograr que al final del año, los estudiantes logren
nivelarse de tal manera que puedan avanzar uno o dos grados de escolarización.
De este modo, uno de los aspectos más relevantes que se pueden evidenciar en este
modelo con respecto a la contextualización, hace referencia al hecho de leer la necesidad
educativas que tenían las poblaciones rurales en extraedad y a partir de esta lectura
posibilitar las condiciones para que pudiesen avanzar dentro del sistema educativo formal,
reconociendo a los sujetos en formación como seres integrales. Se adhiere el hecho de
reconocer el aprendizaje significativo desde la interdisciplinariedad de los contenidos
curriculares, haciendo de ésta manera una lectura de las particularidades de las poblaciones,
dichas particularidades son incluidas en los proyectos, lo que posibilita la integración de la
vida cotidiana al aula.
7 La pedagogía del éxito toma el error como potenciador del aprendizaje donde el objetivo el formar sujetos
respetuosos, democráticos y solidarios
50
● (2000) Postprimaria: como en algunos de los modelos educativos
mencionados, en el año 1998 la OEA y otras entidades, reconocen las problemáticas que
enfrenta la educación rural en términos de deserción y poca relación de la formación en la
escuela para responder a la formación laboral8, respondiendo a dichas problemáticas con
este modelo educativo (más conocida como Postprimaria Rural). Este modelo, heredero de
Escuela Nueva, está dirigido a niños y niñas entre la edad de 12 y 17 años, respondiendo a
la educación formal escolarizada de la básica secundaria; está a cargo del MEN (Ministerio
de Educación Nacional) y otras entidades como la Universidad de Pamplona.
Este modelo tiene entre sus objetivos mejorar la calidad educativa para garantizar la
equidad social, atendiendo a la población que está por cursar de sexto a noveno grado y se
encuentran, o no, en extraedad. Todo esto se pretendía lograr mediante procesos educativos
presenciales, semipresenciales y a distancia, que fortalecieran en los estudiantes la
autonomía a través del aprendizaje cooperativo y significativo. Para dicho fin, se
desarrollan proyectos pedagógicos y proyectos pedagógicos productivos que buscaban ser
integrados con las áreas básicas curriculares.
Teniendo en cuenta que una de las razones que impulsó el desarrollo de este modelo
hace referencia a “los currículos descontextualizados de la realidad local, la escasa
formación docente y la existencia de una limitada atención a la organización de la
institución escolar. (MEN, 2016 p.19), se evidencia que para contextualizar en este
programa se parte de la realidad de los sujetos dando sentido a los procesos educativos en
la medida en que pretende atender educativamente una necesidad específica de la
población en extraedad. Sin embargo, la contextualización también es entendida en este
programa como la necesidad de brindar formación en el campo laboral; no es posible
evidenciar el grado de respuesta de esto a las necesidades de la población, ya que es la OEA
8 Revisar documento Portafolio de Modelos Educativos del MEN
51
quien determina estos menesteres y no es reconocer la participación que haya tenido la
población en este proceso.
● (1974) Sistema de aprendizaje tutorial (SAT): Es un modelo de educación
formal desescolarizado, ofertado principalmente a los y las estudiantes que ya han
finalizado sus estudios primarios. Este modelo inició en el año 1974 bajo los esfuerzos de la
fundación para la aplicación y enseñanza de las ciencias (FUNDAEC)9 . Su objetivo
principal fue contribuir al progreso del sector rural desde una metodología innovadora que
permite la integración de la educación formal con los procesos de trabajo, de organización
social y comunitaria respondiendo de esta manera a las particularidades y necesidades de
las poblaciones rurales.
La metodología de este modelo está fundada en la conformación de grupos
veredales, desde la creación de proyectos de desarrollo social y proyectos productivos. Su
currículo está organizado en niveles y grados: impulsor, práctico y bachiller rural. Cada
nivel equivale es equivalente a un grado: impulsor equivale a 6° y 7°, práctico hace
referencia a 8° y 9° (en este nivel concluiría el ciclo de básica secundaria) y finalmente
bachiller rural se entiende como 10° y 11° (cerrando el ciclo de bachiller con énfasis en
educación media vocacional) (FUNDAEC. S.f).
Este modelo, al vincular a la población con su realidad provee a los sujetos de
capacidades para intervenir en su medio a través de procesos de producción y cultura. Se
puede decir que la contextualización es entendida desde este modelo como el proceso
mediante el cual los sujetos en formación fortalecen o desarrollan la identidad por su
territorio, en la medida en que la educación que aquí se promueve plantea que los saberes
9 es una fundación que busca desarrollar estrategias que tienen como principal objetivo el desarrollo rural
propio
52
locales de la comunidad se integren a los objetivos y finalidades de la educación. Es decir,
que la contextualización también es entendida en este modelo como la posibilidad de que
las poblaciones rurales progresen a través de la educación formal, siempre y cuando ésta
tenga una relación con los procesos de trabajo y organización comunitaria de la población
campesina.
● (1947) Radio Sutatenza Acción Cultural Popular (ACPO): la radio
Sutatenza nace por iniciativa de monseñor José Salcedo Guarín miembro de la organización
religiosa ACPO en el año 1947 en Sutatenza Boyacá, fue motivado por las necesidades de
cobertura que para la época vivía el sector rural en educación. Monseñor, con la intención
de mitigar los índices de pobreza y marginalidad del sector rural, crea la opción de
alfabetizar a los campesinos colombianos por medio de escuelas radiofónicas entendiendo
que la educación era la mejor forma de cambiar esas condiciones de vida.
Las escuelas radiofónicas iniciaron dando clases sobre salud, economía, alfabeto,
números y espiritualidad. Para cumplir con esta función, era necesaria la instrucción de un
maestro desde la cabina radial y personas que replicarán la información en las zonas
veredales, a quienes llamaban líderes auxiliares. Ya que esta propuesta inició con mucha
acogida por los pobladores rurales se extendió rápidamente a varias ciudades como:
Bogotá, Barranquilla, Cali, Medellín y Magangué (BANREP, 2012).
Para poder formar a los líderes auxiliares se hacía en dos institutos ubicados en
Sutatenza y otro ubicado en Caldas que tenían capacidad para cuatrocientas personas cada
uno, se formaban por cuatro meses y posteriormente regresaban a sus municipios con el
objetivo de replicar las enseñanzas obtenidas. Se usaban como apoyo pedagógico las
herramientas que proveía la Radio Sutatenza como las cartillas de instrucción.
53
La metodología de enseñanza que se impartió por 40 años, estaba basada en un
método no formal integral, que ACPO denominó como Educación Fundamental Integral
(EFI), donde se destacaba la formación integral del ser humano entendida en aspectos
como: higiene, participación social, salud, y el saber leer y escribir. Para dicha educación
integral se presentó indispensable que lo aprendido en las escuelas radiofónicas tenga
relación directa con la vida cotidiana de los campesinos, es así como este modelo resaltó la
dignificación de la población campesina como sujetos cognoscentes, que poseen una serie
de capacidades que pueden ser potenciadas. Es importante referir que la formación para
hombres y mujeres era diferente, para ellos estaba más enfocada al trabajo con la tierra, y
para ellas con el bienestar del hogar a través de cartillas de costura, cocina, entre otras.
Esta formación se constituida por 6 horas de trasmisión radial apoyada por 6 libros
de texto dirigidos a varios temas: el primero Básica con información necesaria para avanzar
en el curso, el segundo hablemos bien dirigido a la alfabetización; el tercero cuentas claras
enfocado a adquirir la noción de número; el cuarto, nuestro bienestar orientado a mejorar la
calidad de vida de las personas con un enfoque de salud pública; el quinto, suelo
productivo, enfocado a mejorar la calidad de la productividad del suelo y el sexto libro
comunidad cristiana dirigido a la adquisición de valores religiosos (BANREP, 2012).
Esta propuesta logró dar un empoderamiento a la población rural desde procesos de
alfabetización y bienestar, impulsando el mejoramiento de la calidad de vida y desarrollo
comunitario masivo, partiendo de las necesidades de las distintas poblaciones, creando
líderes comunitarios con un sentido social y responsabilidad con sus regiones, además cabe
resaltar el concepto de campesino que aquí se aborda puesto que el modelo también
propugna una dignificación y reivindicación del campesino como sujeto social haciendo
una apuesta por formar sujetos integrales. Todo esto ligado a una visión religiosa, que de
algún modo buscaba que el campesino superará malos hábitos como la embriaguez, la falta
54
de higiene, entre otros, pero aún así, desconocía al campesino como sujeto cultural cargado
de saberes propios que de igual manera se pueden integrar a la escuela. Sin embargo, el
principal aporte que da este modelo a los procesos de contextualización, se presenta en
términos metodológicos, es decir, la forma de acercarse y entender a la comunidad como
base fundamental para abordar una labor pedagógica, permitiendo de este modo crear un
puente de comunicación (es este caso la radio) que posibilitó un proceso de
contextualización.
3.1.2 CONTEXTUALIZACIÓN: UNA MIRADA DESDE LOS MODELOS
EDUCATIVOS
Como se ha podido evidenciar, la contextualización pretende responder a las
necesidades y particularidades de una población. Estos aspectos no siempre han sido
definidos por las mismas poblaciones y, sin embargo, los elementos que más sobresalen
para determinar la contextualización son: formación agropecuaria, los conocimientos
locales como insumo pedagógico y la educación como medio de progreso. Para una mayor
ilustración de lo expuesto, se abordan a continuación los tres elementos:
● La formación agropecuaria: Los modelos tienen en cuenta la tradición en
producción agrícola y modos de trabajo de las poblaciones rurales como un aporte
importante para acercarse a las particularidades y necesidades de ellas. En este sentido, los
contenidos curriculares se enfocan en responder a esta formación, y esto más que una
particularidad se presenta como una necesidad latente dentro del mismo. Además, desde
este enfoque de contextualización se entiende al campesino en relación con el trabajo con la
tierra, todo esto vinculado a proyectos comunitarios y culturales.
55
● La vida cotidiana como insumo pedagógico: otro enfoque que se plantea
dentro de la contextualización en los modelos abordados, hace énfasis en orientar los
procesos educativos teniendo como punto de partida el entendimiento de las realidades de
las poblaciones campesinas, como por ejemplo: sus dinámicas de trabajo, que en algunos
casos hacían que la población fuera flotante, entonces se planteaban diferentes
metodologías para responder a esta necesidad educativa (guías de autoaprendizaje, la radio,
entre otras). Desde el reconocimiento de estas realidades se empieza a desarrollar la ruta de
trabajo, siendo los proyectos la manera de articular dichas realidades con el currículo
formal y el aprendizaje activo la fuente de ello. Todo esto se plantea como uno de los
propósitos para contextualizar desde estos modelos y fortalecer la formación de la
población campesina, pero no se evidencia que este reconocimiento de las realidades
incluya una integración del saber local.
● La educación como medio de progreso: se evidencia que la educación se
presenta como un elemento fundamental para que las poblaciones rurales progresen, ya sea
desde perspectivas sociales y/o económicas, siendo ésta última donde se hace mayor énfasis
al fortalecer la formación agropecuaria. Entonces la contextualización se define como el
proceso por el cual se puede llegar al progreso. Además, esto se plantea con el fin de
asegurar el bienestar de la población, visto este no desde una perspectiva desarrollista sino
integral.
3.1.3 CONCEPTO RURAL Y SUS IMPLICACIONES EN LA EDUCACIÓN.
56
Esta categoría busca conceptualizar el término rural, revisando las transformaciones
que se han dado del mismo y sus implicaciones en la escuela. Para ello se retoman los
aportes de la sociología con el autor: Daniel Lozano Flórez (2012), y también los
planteamientos de Rodrigo Parra Sandoval (1996) en relación a la función de la escuela
rural y el papel del maestro.
Lozano (2012) conceptualiza lo rural desde una perspectiva tradicional retomada de
la sociología rural clásica, donde se concibe lo rural desde dos aspectos: como una
oposición a lo urbano y como referente de atraso. Sumado a esto, con la llegada de la
industrialización se transforma el campo haciendo una urbanización de lo rural a nivel:
cultural, económico y social, como idea central de progreso. Como consecuencia, surge la
categoría de nueva ruralidad, la cual propone una nueva manera de entender el desarrollo
en estos territorios. Más allá de plantear la mitigación de la pobreza, ésta categoría enfatiza
en un concepto de sostenibilidad que redefine aspectos socioeconómicos (artesanías,
turismo) y socioculturales (vínculo con el entorno), además de “…el concepto de
empoderamiento de las comunidades campesinas, en la búsqueda de que los pobladores
rurales y las distintas organizaciones se doten de poder para que puedan ejercer sus
derechos frente al Estado” citado por Lozano (2012, p.127) cita a Pérez y Farah (2002, p.
13) estableciendo otros modos de concebir la ruralidad.
Estas nociones de lo rural han permeado la función social de la escuela como lo
afirma Parra (1996): la escuela ha sido el medio para reproducir un concepto definido de
nación, que después de la post-guerra está dirigido a la formación para el trabajo, afirmado
de la siguiente manera: “pasó a dominar la noción de la escuela como formadora de mano
de obra para la naciente industria, para el estado y la administración y, posteriormente, para
la manipulación de la tecnología más sofisticada traída al país por la empresa
multinacional” (Parra, 1996, p.8). Por lo cual, desde esta función se puede decir que la
57
escuela rural ha sido constituida como mecanismo para transportar lo urbano a lo rural
dentro de una perspectiva de desarrollo. En consecuencia, se produce la homogenización
educativa como un referente que impone una cultura definida, en este caso la occidental,
desconociendo e invalidando las existentes.
En este sentido, para entender la función social de la actual escuela rural, Parra
(1996) muestra la afectación que ha tenido la modernización en la escuela rural, afirmando
que ésta encarna el mundo occidental llevando a una urbanización cultural de lo rural. De
esta manera, nace la cuestión acerca de cómo entretejer dichas maneras de ver el mundo: la
que representa la socialización primaria de la comunidad campesina y la que porta la
escuela.
Esta discusión es fundamental para el presente trabajo, puesto que desde lo
planteado anteriormente se evidencia la necesidad de trabajar en pro de una re-significación
de la escuela rural buscando una transformación de su papel homogenizante. Parra (1996)
al cuestionar la función social de la escuela permite reflexionar el hecho de concebir como
válido únicamente el conocimiento que se brinda en ella; ya que se deja a un lado el saber
local. Además, este postulado distancia la relación escuela-comunidad para responder
únicamente a una educación dirigida a la formación de mano de obra calificada Parra
(1996).
Parra (1996) permite analizar la marginalidad de la población rural en relación con
la educación, donde se plantea que la democratización de ésta fue entendida en términos de
cobertura, pero no cumplió con el objetivo de una educación que permitiera “obtener los
niveles de participación social, económica y política propios de una organización social
58
democrática” (Parra, 1996, p.13). Haciendo más grande la brecha entre rural y urbano,
asumiendo lo rural como atraso y estableciendo lo urbano como un deber ser.
Otra de las precisiones que establece el autor hacen referencia a la escuela y al papel
del maestro en contextos campesinos. Al respecto, Parra (1996) plantea que el maestro se
convierte en un agente homogeneizador al momento de no reconocer las características
culturales y necesidades educativas de la población con la cual trabaja y, limita su labor a
transmitir únicamente los saberes occidentales. En esta relación maestro – escuela, se
evidencia que en la escuela rural los “… contenidos, su método y la formación del maestro,
visto aquí como agente socializador, son urbanos” (Parra, 1996, p. 15).
Como se ha podido evidenciar hasta el momento, la escuela ha tenido como
horizonte formar sujetos desde una idea de desarrollo y progreso económico en relación
con un sistema globalizante. Entonces se puede decir, que la escuela liga su función de
acuerdo a lo que se defina por rural, y teniendo en cuenta que ha sido comprendida como lo
opuesto a lo urbano, su función se ha dirigido a superar lo rural; lo que implica dejar a un
lado sus prácticas culturales, económicas y su visión del mundo en general.
3.2 LA CONTEXTUALIZACIÓN EN AMBIENTES RURALES: UNA
APROXIMACIÓN A SU SIGNIFICADO.
Este apartado presenta un panorama de lo que se ha sido la pertinencia educativa en
escenarios rurales, y los elementos que aportan a pensar en una educación contextualizada,
analizando sus implicaciones y definiendo este concepto. Por consiguiente, se retoman los
aportes de a la Licenciada en Filosofía Roser Boix Tomás (2011), el Maestro José de Jesús
Núñez Rodríguez (2010) y el maestro Limber Elbio Santos Casaña (s.f), puesto que sus
59
trabajos apuestan por una educación rural que responda a las necesidades y particularidades
de la población, donde el saber local es fundamental para ello. Además, estos autores
permiten analizar la pertinencia que tiene la educación rural en contextos como Brasil,
Venezuela y Uruguay que distan poco de la realidad colombiana y ofrecen elementos para
desarrollar el concepto de contextualización.
Este concepto es recurrente dentro del lenguaje pedagógico entendiéndose como el
hecho de comprender el entorno en el que está la escuela, para que comparta significados
con la comunidad y se propicie un aprendizaje significativo, comprendiendo que el
desarrollo del conocimiento está mediado por elementos sociales y culturales Heckman &
Weissglass (1994). Para fines del presente trabajo se entiende la contextualización en
ambientes rurales como un proceso que responde a las necesidades educativas y
particularidades de una población, estableciendo un diálogo entre saberes locales y
occidentales, a partir de la lectura e interpretación del territorio desde aspectos políticos,
económicos, sociales y culturales. Aunque este concepto no se aborda directamente, si se
problematiza desde la pertinencia educativa, por lo que se desarrollará a continuación.
Para iniciar, el trabajo del maestro Núñez (2010) parte de la reflexión referida a la
poca aplicabilidad de los conocimientos enseñados en la escuela rural a la vida cotidiana de
los sujetos, haciendo dicho análisis desde el contexto venezolano. Presentando como
problema central de la educación rural: la poca relación que tienen los contenidos que dicta
la escuela con las necesidades educativas de las comunidades rurales.
Los antecedentes de este problema se presentan con llegada de la modernización, la
calidad educativa y el papel de la familia en los procesos de escolarización. Como primera
medida, se establece que la modernización impone en las escuelas un conjunto de
conocimientos dados como verdad única y absoluta, además este proceso de inserción de
las sociedades modernas, produjo un desplazamiento por parte de las sociedades
60
tradicionales que trajo consigo la desnaturalización de la cultura, en tanto se propone
introducir un orden de conocimiento occidental y una única forma de la cultura.
Gracias a este enfoque, el reto de la educación rural se plantea sólo en términos de
cobertura, dejando a un lado la calidad educativa. Referido a ello, el autor Polan Lacki (sf)
desde una perspectiva brasileña plantea que, aunque son diferentes las áreas de
conocimiento dadas en la escuela, las que se hacen más relevantes en la educación rural
son: leer, escribir y las matemáticas, por lo cual algunos contenidos trabajados en la escuela
se vuelvan obsoletos al no tener relación con la vida práctica de los sujetos. Sin embargo,
siendo el trabajo productivo un proceso fundamental en la vida de la población rural, el
currículo oficial no ve necesario vincular dichos conocimientos para mejorar estos
procesos.
Por otra parte, en cuanto al papel de la familia se establece que en algunos casos
poco motiva a los niños y niñas en sus procesos de escolarización, aunque reconocen la
importancia de asistir a la escuela con el fin de tener un futuro diferente Núñez (2012). El
niño se enfrenta también con situaciones en la escuela de carácter excluyente por parte del
maestro y por otro lado, con las obligaciones que deben realizar en sus hogares
posicionándolo en un dualismo ocupacional Trabajo/Escuela, es decir, ellos y ellas deben
decidir a cuál de los dos dar prioridad, siendo esto motivo de deserción escolar. Dicho
dualismo ocupacional, relacionado con la descontextualización de los contenidos dados en
la escuela, es considerado como un factor determinante en el bajo rendimiento escolar.
Núñez (2010) nos permite analizar un elemento clave para el presente trabajo que
hace referencia a la pertinencia sociocultural de la educación. Al respecto expone que las
políticas educativas venezolanas, más allá de responder a las necesidades de la población,
61
responden a los intereses políticos del gobierno de turno, por lo cual se presenta una carga
ideológica en los diseños curriculares; respondiendo principalmente a aspectos de carácter
científico y tecnológico (saber occidental) distanciando los conocimientos locales de la
población rural dentro del currículo.
Por consiguiente, con el ánimo de contextualizar el currículo, Núñez (2010) cita a
Stenhouse (1998) refiriéndose al currículo desde una perspectiva de formación social que,
por tanto, debe comprender rasgos culturales para plantear las áreas de conocimiento,
contenido y estrategias de evaluación en la escuela.
Ahora bien, Posner (2001) propone el currículo como un conjunto de posiciones
teóricas que tienen como propósito asegurar la perpetuación de la cultura. Esta perspectiva
ha tenido aceptación en la comunidad científica siendo punto de partida para la
implementación curricular en la escuela. El autor expone que el aprendizaje debe tener en
cuenta el desarrollo genético e intelectual del sujeto, es decir, el maestro debe identificar
cuál es la etapa de desarrollo en la que se encuentran los niños y niñas para orientar la labor
pedagógica; en otras palabras “la enseñanza debe estar diferenciada por el grado de
desarrollo genético e intelectual de tal manera que los niños de educación primaria
requieren de un currículo básico centrado en nociones” (Núñez, 2010, p.8). Núñez (2010)
se distancia de lo planteado por Posner problematizando la posibilidad de concebir este tipo
de currículo dentro la educación para la población rural, entendiendo que son diferentes y
diversas las realidades de estas poblaciones, por lo que no se podría hacer una distinción
generalizada de las etapas del desarrollo. Además, plantea que desde esta concepción la
educación responde a una perspectiva homogenizante donde se deja de lado el saber local
privilegiando el occidental.
62
Finalmente, el autor se refiere a que la pertinencia de la educación rural se
determina desde la relación del currículo y su aplicación ajustada a las necesidades sociales
y particularidades culturales de la población. Por lo cual, el presente trabajo se posiciona
desde esta perspectiva tomando como elementos centrales las necesidades y
particularidades de la población como punto de partida para el quehacer pedagógico del
maestro.
Núñez (2010) desarrolla dos elementos a abordar para la implementación curricular
en la escuela rural, y algunos se tendrán en cuenta para el planteamiento de la propuesta
que se pretende desarrollar en el presente trabajo. El primero referido a un marco legal y
normativo incluyente donde se haga un reconocimiento de lo rural desde la misma
legislación. La segunda, presenta la Educación Rural Intercultural como un diálogo
equilibrado de saberes locales y occidentales, teniendo en cuenta las dinámicas que
configuran el contexto rural. Además, plantea que la formación del docente debe tomar
como punto de referencia dicho enfoque educativo para potenciar la construcción del
diálogo (saberes locales y saberes occidentales).
Por otro lado, Santos (s.f) en favor de la re-significación de la educación rural en
Uruguay plantea que ésta debe tener en cuenta varios pilares promovidos por instituciones
como el DER (departamento de educación para el medio rural) los cuales son: garantizar
políticas de educación igualitaria, promover escuelas productivas y no asistencialistas
teniendo en cuenta el contexto y donde se den discusiones actuales como: problemas de
género, paz mundial, problemas de medio ambiente, el manejo de nuevas tecnologías y el
manejo de la información.
63
También se retoman los presupuestos epistemológicos y metodológicos que
desarrolla Núñez (2012) para desarrollar una educación contextualizada, planteando que en
un momento de modernización donde se establece un modo de pensar único y medible,
surge la necesidad de explorar otros modos de entendimiento. Es así como dentro de los
presupuestos epistemológicos este autor desarrolla la Pedagogía de los Saberes
Campesinos, donde pretende construir teórica y epistemológicamente una ciencia de lo
local. Para una pedagogía de los saberes campesinos se debe enfocar el trabajo.
En cuanto a los presupuestos metodológicos, se establece como primera medida la
necesidad de procesos que permitan la comprensión holística de la vida rural y el
reconocimiento de los saberes. En el estudio abordado por este autor en la comunidad
tachirense, se plantean como estrategias fundamentales para direccionar la educación: la
formación en el trabajo, familia y valores. Dichas estrategias deben desarrollarse según los
canales de aprendizaje de la comunidad, estableciendo propuestas sobre todo sensoriales,
socializadoras, experimentales y de corte práctico.
Finalmente, el análisis abordado por Núñez (2010) hace evidente que para que
pueda existir una educación rural contextualizada se debe partir del reconocimiento y
revalorización de los rasgos culturales, para entablar un diálogo de saberes en relación con
los conocimientos occidentales.
Desde esta perspectiva, donde se apuesta por una revalorización de la escuela y del
conocimiento local, retomamos el planteamiento de Roser Boix (2011) quien desarrolla el
análisis desde el contexto español, y que se expone en el presente trabajo puesto que
desarrolla tres enfoques característicos y propios de la educación rural que la determinan
con unas prácticas pedagógicas específicas y la diferencian de la escuela urbana, como lo
64
son: la pedagogía rural, enfoque teórico-práctico de la escuela inclusiva como marco de
referencia y el paradigma constructivista como referente psicogenético para la escuela rural.
Frente a la pedagogía rural la define como lo opuesto a lo trabajado en el contexto
urbano, dicha pedagogía se establece desde prácticas particulares que se dan en lo rural
únicamente, como los trabajos comunitarios. oponiéndose a la educación rural expuesta
desde el atraso y el tradicionalismo que busca hacer una desvalorización de la ruralidad.
En cuanto al enfoque teórico-práctico de la escuela inclusiva como marco de
referencia de la escuela rural actual, se analiza el aula multigrado y se define como aula
inclusiva ya que es un espacio de encuentro porque convergen diferentes edades y distintas
formas de ver el mundo. Una de las características de ésta es la diversidad desde lo cultural
y lo social, y el trabajo colectivo y metodológico que éste requiere, además de posibilitar
los procesos de andamiaje y el ajuste metodológico a las necesidades educativas. También
se resalta el trabajo cooperativo, la adaptación de planteamientos metodológicos, como
necesidades que requieren dichas dinámicas referidas a la diversidad, partiendo del respeto
por el momento de desarrollo en el cual se encuentran los niños y niñas dando paso a una
educación contextualizada.
Para el tercer enfoque, referido al paradigma constructivista en la escuela rural,
fuente potencial de experiencias interdisciplinares para el aula multigrado, se plantea que la
ruralidad en el contexto español se enfrenta a diversas actividades laborales que tienen que
hacer parte de la formación dada por la escuela desde el planteamiento de un currículo
integrado que permita abarcar el conocimiento local, que además sea interdisciplinario y
permita la participación activa de los niños y niñas. Un currículo donde el territorio sea
punto de partida, puesto que este aporta a la configuración de los sujetos. Este enfoque
65
parte de contemplar el territorio rural desde su potencial pedagógico para dar lugar a la
contextualización.
Según lo expuesto se puede evidenciar que la contextualización es un proceso
amplio que se construye desde y para los territorios relacionando: la escuela, la población,
el saber local, el currículo y la comunidad. Aunque se han desarrollado diferentes
elementos conceptuales que contribuyen a su realización, se entiende que el principal
objetivo de este proceso; es responder a las necesidades y particularidades de la población
desde la pedagogía, poniendo en un lugar importante el saber local. También se reconoce el
papel fundamental que juega el currículo en la contextualización siendo éste el medio para
hacer un diálogo de saberes. Por otra parte, analizar la pertinencia de la educación rural
permite evidenciar los puntos de tensión (como la poca aplicabilidad de los contenidos a la
vida cotidiana de los sujetos rurales) que convierten a la escuela rural en un mecanismo
homogenizante.
3.3 DIÁLOGO ENTRE SABERES LOCALES Y OCCIDENTALES
Se reconoce que es muy delgada la línea que existe para volver el diálogo que aquí
se propone como un ejercicio homogenizante, sin embargo, se aborda con el fin de estudiar
cómo no cruzar esa línea, para posibilitar la integración del saber local en la escuela sin que
esto se convierta en una “invasión cultural” Freire (1998). Por consiguiente, se retoma el
66
trabajo del maestro Núñez (2012) desde donde se define el saber local, y teniendo en cuenta
que la población con la que se llevó a cabo este trabajo es campesina, se definirá el saber
campesino desde la perspectiva del maestro Jairo Arias. De igual modo, se expone qué se
entiende por saber occidental tomando como referente a Enrique Dussel. Y finalmente, se
desarrollan los elementos que posibilitan el diálogo entre los saberes en mención.
Así pues Núñez (2012) define los saberes como creación humana y por lo tanto
cimiento de la cultura, así como potenciadores de la relación con el conocimiento puesto
que asegura su postergación. Es decir, de la apropiación del saber puesto en la práctica
surge el conocimiento. De este modo, establece diferencias referidas al hecho de que el
saber es la identificación y significación de un objeto, mientras el conocimiento es la
comprensión de la existencia de dicho objeto.
Comprendiendo esto, para fines del presente trabajo se entienden los saberes locales
como aquellos dados en la cotidianidad de una población, que constituyen su identidad
como sujetos culturales y sociales (Núñez,2012), y además inciden en las dinámicas
económicas de la misma. Según éste autor los saberes locales son inacabados, y parten del
reconocimiento y autoreconocimiento de los rasgos culturales de los sujetos.
Dicho lo anterior, el saber local que representa a la población con la que se
desarrolló este ejercicio investigativo, es campesino. El cual se entiende como “las
prácticas, construcciones colectivas y dinámicas que ayudan a dinamizar los quehaceres del
campesinado” (Arias, 2012, p.19). Prácticas y dinámicas que son el resultado de un
compendio histórico, ancestral y empírico que se presentan como aquellos criterios,
culturales e ideológicos con los cuales se interpreta el mundo y se acciona sobre él. Éstos
varían según las realidades de la población campesina, es decir, no es lo mismo el
campesino de la Calera al campesino del Cauca, cada uno de ellos construye su saber
dependiendo de los aspectos geográficos, políticos, económicos y sociales, que se viven en
cada región. Por ejemplo, algunos campesinos de la Calera se dedican al transporte de
67
materia prima para construcción, ya que con la llegada de grandes industrias (como Argos),
su actividad económica pasó de trabajo agrícola al transporte.
Es importante reconocer que los saberes campesinos a raíz de la modernización10
han entrado en una mezcla entre lo ancestral y lo moderno. De tal forma Núñez (2012)
desarrolla las categorías que exponen las variaciones de los saberes campesinos en el
marco de los procesos de modernización, a saber: saberes salvaguardados, definidos como
aquellos que establecen los procesos y prácticas que perviven a pesar de la presencia de
culturas foráneas, conformando principalmente por: el trabajo rural y la formación en
valores de la familia y el aprender haciendo, los saberes sustituidos; los cuales se presentan
como el cambio y uso en la cotidianidad de saberes tradicionales por saberes modernos, en
otras palabras, se pasa de la comprensión holística de la realidad a lo utilitario dejando de
lado los modos tradicionales como la población se desenvuelve en sus labores cotidianas y
recurre a lo tecnológico como medio para desarrollarlas, los saberes hibridados; en los
cuales se evidencia la mezcla entre lo tradicional y lo moderno llevado a la práctica
cotidiana, como por ejemplo el uso de la tecnología para las labores del campo, pero así
mismo, aplicando prácticas tradicionales al cuidado de la tierra, por último se plantean los
saberes emergentes; que se definen como los conocimientos que nacen en la interacción de
la cultura campesina con la cultura occidental, por ejemplo el uso de la tecnología en la
escuela o en las capacitaciones realizadas por diferentes entidades para los adultos (Inglés,
sistemas, entre las más relevantes).
10
Según Marshall Berman (1989), se entiende por modernización los procesos de industrialización,
descubrimientos nuevos, entornos y sistemas de comunicación.
68
Los saberes occidentales11
se entienden en este trabajo como el compendio de
formalización de un discurso surgido en el centro del sistema mundo (Norte europa - Usa)
que se impusieron como universales Dussel (1994), y se postulan como aquellos
conocimientos (científico y racional) que todos los sujetos deben aprender. Tales propósitos
han transgredido directamente los sistemas educativos convirtiéndolos en mecanismos de
homogenización provocando la invisibilización de otras culturas (Escobar, 1996).
Uno de los postulados que sustenta este trabajo es el de no concebir la cultura y el
conocimiento local como elementos sin relación dentro del proceso educativo en la escuela
rural, con miras a entenderla como “mediadora cultural” y no como mecanismo de
urbanización. Por lo cual se reconoce que dentro del saber campesino existen una serie de
conocimientos propios que también son matemáticos, lingüísticos, biológicos (áreas del
conocimiento que muchas veces representan el conocimiento occidental). Por consiguiente,
se propone realizar un diálogo entre saberes occidentales y campesinos, sin que estos se
invaliden entre sí, entendiendo que “la educación es diálogo en la medida que no es la
transferencia del saber, sino un encuentro de sujetos interlocutores que buscan la
significación de los significados” (Freire, 1973, p.77).
Para hacer efectivo el diálogo entre los saberes en mención, es necesario que la
escuela deje de concebirse a sí misma como única portadora de saber, abriendo sus puertas
para que el conocimiento local ingrese a la aulas reconociendo que el saber campesino es
tan importante y tiene un carácter científico Núñez (2012) como el que encarna la escuela.
Cabe aclarar que vincular estos saberes va más allá de incorporar al aula técnicas o
temáticas que hablen del campo, sino que consiste en tener una comprensión de las
dinámicas de vida que tienen los campesinos (sus proyectos de vida) y entender su saber
11
Con el surgimiento de la modernidad se consolida occidente como proyecto hegemónico. Revisar: El
encubrimiento del otro Enrique Dussel.
69
propio, para que los propósitos de la escuela apunten a ellos, en otras palabras, no es la
población la que se debe acomodar a la escuela, sino la escuela al contexto.
Como se puede evidenciar, no se trata de erradicar uno u otro saber de la escuela,
sino de “establecer interrelaciones y compartir saberes, con el debido respeto a la
diversidad y a las diferencias, entre las culturas nativas y las universales para la
construcción de nuevas teorías y nuevos métodos científicos” (Núñez, 2004, p. 21) teniendo
como referencia el desarrollo humano sostenible del que habla este autor, proceso que
requiere que la escuela sea un espacio tanto de socialización como de investigación de las
culturas locales.
Finalmente, se reconoce que la escuela rural se ha caracterizado por desarrollar una
escasa vinculación de la vida cotidiana de los estudiantes con las prácticas educativas,
reemplazado en algunos casos los saberes locales por la enseñanza de un contenido que
poco se relaciona con la vida de la comunidad, lo que ocasiona a la vez cambios al interior
de las prácticas que se dan dentro de la vida familiar, y en general las concepciones de la
vida misma, como por ejemplo en las formas de alimentarse y vestirse o la sustitución del
trabajo solidario por el jornal, Núñez (2012). Esto es evidencia del desplazamiento de la
cultura campesina influenciada por la naturalización de ideologías políticas que propenden
a la modernización.
3.4 ESTÁNDARES CURRICULARES
Un estándar se define como: “criterio claro y público que permite juzgar si un
estudiante, una institución o el sistema educativo en su conjunto, cumplen con unas
70
expectativas comunes de calidad; expresa una situación deseada en cuanto a lo que se
espera que todos los estudiantes aprendan en cada una de las áreas a lo largo de su paso por
la Educación Básica y Media” (MEN, s.f http://www.mineducacion.gov.co/1759/w3-
article-340021.html). Esto se expresa dentro de cuatro áreas del conocimiento específicas:
matemáticas, lengua castellana, ciencias naturales y educación ambiental que se desarrollan
por competencias. Teniendo en cuenta que esta es la definición que se aplica para todo el
país, se reconoce que para la educación rural no hay unos estándares específicos, por
consiguiente, este apartado se retoma ya que se ha evidenciado desde el sistema educativo
que los estándares y pruebas estandarizadas toman un papel fundamental para algunos
maestros de escuelas rurales.
La llegada de los estándares educativos a Colombia se deriva de un informe
realizado por la Comisión Internacional sobre Educación, Equidad y Competitividad
Económica en América Latina y el Caribe, donde exponen las principales problemáticas
que enfrenta la educación en Colombia, enfatizando una de ellas hacia la ausencia de
estándares curriculares que delimiten un horizonte para la educación del país. Esto es
estipulado dentro del informe titulado “Quedándonos atrás” realizado en el año 2001 por
diferentes países como Francia, Estados Unidos, Brasil, México entre otros. Otro de los
insumos que se tuvieron en cuenta para la conformación de los estándares curriculares
fueron los resultados obtenidos sobre comprensión de lectura y resolución de problemas
matemáticos que arrojaron las pruebas Saber.
De este modo, el MEN construye de la mano con CORPOEDUCACIÓN y docentes
de colegios públicos y privados los estándares y competencias para las áreas del
conocimiento anteriormente mencionadas, teniendo como principios tres premisas
importantes que son:
71
● Calidad educativa: parte de entender que los estudiantes aprenden a
niveles más avanzados por lo que proponen aumentar la exigencia en las
expectativas de aprendizaje, para así obtener un mejor desempeño por parte de los y
las estudiantes.
● Garantizar la equidad: Los estándares curriculares deben ser
aplicados por cualquier institución educativa ya sea regional, local o central como
marco de referencia para su planeación curricular, es decir que se debe garantizar
que todos los y los estudiantes aprendan lo que tienen que aprender.
● Democratización de la educación: hacer públicos los estándares
tanto para entidades y directivos como para padres y estudiantes permitiendo que
sepan con transparencia hacia dónde se dirigen los esfuerzos por la educación de
calidad en el país.
Por lo tanto, se hace visible que los estándares curriculares no comprenden dentro
de su conformación el contexto rural. Esto se evidencia en el hecho de que dentro de sus
planteamientos no se cuenta con especificidades para los ambientes rurales y además es
propuesto por personas ajenas a las realidades que vive la población, sin escuchar sus
propuestas o puntos de vista frente al papel de la educación en este contexto, cayendo en
una “imposición e invasión cultural” (Freire, 1998, p. 44) que conlleva a un ejercicio de
descontextualización por parte de la escuela.
Por ejemplo frente al área de lenguaje se especifica que debe darse la enseñanza
únicamente de la lengua castellana, sin embargo se entiende por lenguaje “la representación
de la realidad”12
entonces sería pertinente cuestionar ¿Qué pasa con las poblaciones que
hablan otras lenguas? ¿la lengua castellana comparte el mismo sistema simbólico que la
población campesina? Si la realidad es punto de partida para el Lenguaje, al poner el
12
Revisar: http://www.mineducacion.gov.co/1759/articles-340021_recurso_1.pdf
72
aprendizaje únicamente de la lengua castellana no está teniendo en cuenta las realidades de
todas las poblaciones rurales.
A pesar de que lo anterior es el contexto actual de los estándares, se reconoce el
intento de propuestas pasadas y presentes que fijan como objetivo trazar especificidades
para la educación rural dentro de un marco de política pública. Tal es el caso del Plan
Especial de Educación Rural y el decreto número 491 de 1904. El decreto 491 de 1904 a
pesar de ser una propuesta de años pasados, reconoce la distinción entre escuela rural y
urbana pretendiendo responder a las necesidades específicas de las poblaciones rurales por
lo cual en su artículo 39 hace la siguiente distinción frente a las escuelas rurales: “estas
escuelas serán permanentes o periódicas, según lo exijan las necesidades de la población,
los recursos de los Departamentos o las circunstancias locales” p. 8.
Por otro lado, el Plan Especial de Educación Rural se reconoce como una de las
propuestas que han brindando especificidades para tener unos criterios pertinentes para
evaluar la educación rural. Éste se propone exponer la problemática educativa dentro de las
que se resalta que “el contenido de los programas educativos en zonas rurales no siempre es
adecuado para el contexto regional, social y cultural; la oferta educativa es dispersa; la
planta docente es insuficiente y en muchos casos no tiene la formación necesaria para
ofrecer un servicio educativo contextualizado a la ruralidad” (Plan Especial de Educación
Rural, p.2). Estos problemas se abordan con el propósito de dar mejoras en la calidad
educativa. Para dicho fin, se plantean estrategias de acción, objetivos, rutas de
implementación y seguimiento, que en contraposición con los estándares no pretenden ser
criterios para evaluar lo que el estudiante debe saber y saber hacer, sino criterios para
orientar lo que la educación como tal debe saber y saber hacer para responder a las
necesidades de la población rural en un marco de postconflicto donde pone como elemento
fundamental la contextualización.
73
3.5 FORMACIÓN DE MAESTROS RURALES: UN PANORAMA DE LAS
ESPECIFICIDADES EN ESTE CAMPO
Reconociendo que en términos de contextualización las propuestas pedagógicas se
han pensado en cómo y qué enseñar (centrándose especialmente en la construcción de
programas y algunas conceptualizaciones como la etnoeducación o la interculturalidad) de
acuerdo a unas necesidades y particularidades de la población rural, se reconoce que es
poco lo que se ha desarrollado frente a la formación que necesitaría el maestro para dar un
desarrollo contextualizado de su labor, o en palabras del Profesor Fernando Zamora (2010)
a “la mayoría de los educadores no se les prepara para realizar esta delicada labor de
lectura-interpretación-ajuste” (p.18). Por lo cual en este apartado se presentará un panorama
sobre la formación del maestro rural y los elementos que lo caracterizan, como insumo para
contextualizar.
Por lo tanto, se retomarán las especificidades que brinda el trabajo del profesor
Zamora puesto que aporta elementos que necesitaría el maestro para hacer un proceso de
contextualización, lo cual permite enriquecer y sustentar el análisis del trabajo desarrollado
con los maestros de la escuela el Hato en el presente trabajo.
A pesar de que el maestro no haya recibido una formación específica desde la
academia para desarrollar su labor en ambientes rurales, el estudio del profesor Zamora
(2010) plantea que debido a aspectos como el hecho de enfrentarse a una escuela
multígrado, o a un ambiente donde la comunidad tiene unas connotaciones que vinculan al
maestro de formas fundamentales, son elementos que hacen que el maestro construya desde
la práctica misma de su labor unas especificidades que respondan principalmente a las
necesidades y particularidades de la población rural, por lo cual es en la práctica donde se
ha dado la formación real del maestro rural, es decir, ante las condiciones que presenta la
74
educación rural como la escasez de recursos materiales, las distancias de las cabeceras
municipales y las viviendas de las niñas y niños a la escuela, o el hecho de enfrentarse a la
soledad profesional y personal en algunos casos; hacen que el maestro rural tenga un perfil
específico y diferente al del maestro de la ciudad.
Por otro lado, dentro de la formación de maestros rurales se evidencia que se han
desarrollado y brindado unos modelos llamados flexibles, que han nacido especialmente en
Colombia y que se han llevado a otros países de América Latina Zamora (2010), los cuales
brindan herramientas curriculares y pedagógicas que le permite al maestro contextualizar su
labor, como lo ha sido el Programa Escuela Nueva del que se habló anteriormente. La
contextualización de estos modelos depende en gran medida de la visión que el maestro
tenga del mundo y de su labor y se podría decir que esta ha sido la razón por la cual los
modelos flexibles no se han aplicado con éxito o sencillamente no se aplican. Otra
especificidad que se destaca en el trabajo del profesor Zamora (2010) hace referencia a las
habilidades que desarrolla el maestro rural desde su práctica como lo son la recursividad,
actitudes de tolerancia o frustración, que asume el maestro en su quehacer cotidiano.
Aunque no podemos hablar de una sola ruralidad debido a las transformaciones que
ha tenido esta con los procesos de modernización (que han favorecido un sistema mundo
urbano) desde el sistema educativo se ha homogenizado la ruralidad, por lo cual no se
brinda, o no se considera necesario, una atención especial a la formación del maestro en
estos ambientes. Ante esto, el trabajo del profesor Zamora (2010) expone en su estudio dos
posturas importantes que se dan entre los maestros rurales y que inciden en la práctica de
ellos y ellas; por un lado, la convicción que tienen algunos por aportar desde su labor a que
los niños y niñas permanezcan en el campo, y en contraposición, quienes optan por pensar
que su labor debe aportar a que los niños y niñas abandonen el campo para migrar a la
ciudad en busca de progreso. Por lo tanto, “podría afirmarse que no sólo la guerra deja el
75
campo sin habitantes sino también lo hace la escuela que lo niega como sujeto de saber”
(Zamora, 20120, p.7).
Es así como una de las posturas en las que hace énfasis el maestro Zamora (2010) es
en la contextualización como una herramienta por excelencia, de donde emergen las
particularidades de una población para llevar a cabo la labor pedagógica de la manera más
pertinente “el análisis del contexto permite la emergencia y reconocimiento de ciertas
condiciones culturales, sociales, económicas y educativas frente a las cuales se diseña o
adecúa la propuesta educativa y pedagógica, aunque no sólo frente al ámbito rural.”
(Zamora, (2010, p.295) para ello es necesario que las instituciones formadoras cualifiquen a
los maestros para asumir esta tarea de la manera más responsable posible.
3.6 CAMPESINO: UN PANORAMA HISTÓRICO Y CONCEPTUAL.
Reconociendo que a diferencia de los afros y los indígenas, los campesinos no son
una población social y constitucionalmente reconocida, y que debido a esto las propuestas
educativas no se piensan una especificidad para responder a las necesidades y
particularidades de esta población, cayendo en un ejercicio homogenizante, donde de
acuerdo con el planteamiento de Parra (1996), la escuela es el medio para transportar lo
urbano a lo rural, se hace necesario caracterizar y definir el término de campesino. Esto
induce a una discusión clave sobre el término campesino que para el trabajo presente se
hace pertinente y necesaria dado que la población con la que se realiza esta investigación
tiene como espacio de encuentro la escuela donde converge población rural y urbana y
además ha pasado unos procesos de modernización que los han transformado como
campesinos, entonces es reiterativa la pregunta ¿son campesinos o no?
76
Para empezar a abordar el término campesino se tendrán en cuenta dos posiciones
teóricas: campesinista (aportes de la teoría de Chayanov) y descampesinista (materialismo
histórico). la primera de ellas alude a la existencia del campesinado pese al sistema
capitalista, y la segunda plantea las modificaciones que se ha dado alrededor de este grupo
social como consecuencia del sistema mundo imperante, analizando la descomposición y
desaparición del campesinado.
Frente a la teoría campesinista Bengoa (1979) afirma que el campesino se configura
desde los procesos de colonización producto de dos factores uno es la “disolución de las
comunidades indígenas precoloniales” y otro hace referencia a la colonización de
campesinos indígenas, además de la colonización de campesinos españoles pobres y
esclavos libres. Este autor también expone tres aspectos denominados como evoluciones
que ha tenido las formas de vida campesinas y son: unidades económicas de
autosuficiencia, de producción mercantil y asalariadas, siendo la última de ellas la
predominante en américa latina.
Con respecto a la teoría descampesinista Coello (1979) en contraposición al
planteamiento anterior, establece que la relación del campesino con el sistema capitalista
produce una desaparición de este grupo social en la medida en que se convierten en
productores para el capitalismo dejando de lado el autosustento. Ante esto Hernández
(1994) refuta a Coello aludiendo que existen diversas resistencias que ha hecho el
campesinado por preservarse frente al sistema capitalista, además de plantear que las
anteriores posturas teóricas no reconocen las características sociales y culturales de estas
poblaciones. Sin embargo, se reconoce que el aporte de esta postura está en haber analizado
la función y relación del campesinado dentro del sistema capitalista, trayendo como
consecuencia el hecho de reconocer las “relaciones de explotación que se dan entre los
campesinos y la burguesía” (Hernández, 1994, p.186).
77
Por lo tanto, se reconoce que el campesino ha sido definido desde la antropología y
sociología clásica principalmente, ligado a una función económica, histórica y cultural,
teniendo la educación importante influencia en la última de ellas. Estas posiciones para
definirlo se abordarán a continuación retomando los trabajos de Alexander Chayanov,
Roberto Hernández, Jenny Castañeda y Jairo Tocancipa. Antes de abordarlas se hace
pertinente aclarar que desde una perspectiva histórica se reconoce que es después de la
segunda postguerra en Europa donde se empieza a ver al campesino como grupo de estudio
por su incidencia en la economía de algunos países que se denominaron países del tercer
mundo por la falta de desarrollo industrial, de esta manera el término campesino también
referencia una desventaja frente a los países con mayores desarrollos por esto es común
asociar el término a “gente poco educada o gente común” (Tocancipa, 2005, p. 13 ).
Frente a la función económica; la teoría de economías campesinas juega un papel
fundamental siendo Alexander Chayanov quien la desarrolla. Esta teoría explica la
estructura funcional de autosustento que se lleva a cabo al interior de la vida campesina,
Hernández (1994) refuta la teoría de Chayanov (1979) planteando que este concepto se
hace limitado en la medida que define al campesino únicamente desde un factor económico,
dejando de lado los procesos culturales y sociales que abarca esta población. Adherido al
trabajo de Chayanov el antropólogo Raymond Firth (1951) plantea: los campesinos vistos
como un pequeño sector productor de la sociedad que lleva a cabo su labor para su
autosustento con tecnologías sencillas. Ampliando un poco la unidad de economía
Chayanov (1979) se define como el trabajo campesino realizado para el sustento familiar
por lo cual la mano de obra es el núcleo familiar, Hernández presenta esto como resistencia
al capitalismo. Sin embargo, se reconoce que la evolución de la unidad de economía ha
cambiado y que el campesino pasa de productor a asalariado siendo razón para ello la
evolución del capitalismo. “La venta de la fuerza de trabajo en forma ocasional de algunos
78
miembros de las familias campesinas constituye un rasgo generalizado de las formas
campesinas actuales” (Hernández, 1994, p. 188).
Otra de las definiciones teóricas que se dan alrededor del término de campesino lo
analizan desde su función en una estructura social con un sistema mundo determinado, allí
se concibe a este sector social como subordinado. Por lo cual Wolf (1971) los reconoce
como un grupo social cuyo modelo de vida se traspasa generacionalmente y tiene una
estrecha relación con el sistema social dominante, es decir, se destaca una relación
intrínseca entre lo rural y lo urbano que va más allá de la idea de progreso siendo lo
económico su mayor vínculo. En este sentido Foster (1972) alude al campesino como una
sociedad subordinada y dependiente de un sistema social mayor, como complemento a esto
Cox M, (1990) define al campesino desde su trabajo con la tierra y de nivel
socioeconómico bajo.
A la vez, definir al campesino desde sus rasgos culturales ha sido un aspecto
fundamental para integrar el saber campesino a la escuela. De esta manera Kroeber A
(1945) define a las sociedades campesinas desde un factor cultural, desde allí se da paso al
desarrollo de posturas teóricas como las de Marriot donde se establece que la cultura
campesina es una reinterpretación y reintegración de la cultura “superior urbana” (autor).
De igual manera en el trabajo del Maestro Jairo Arias (2014) también se encuentra una
definición de campesino atribuyendo a la diversidad cultural, tradicional y de sustento no
solo visto desde la relación con la tierra sino del vínculo con el entorno; esa relación con el
entorno se define desde su forma de habitar el territorio y dinámicas propias con el mismo
que van desde su visión hasta prácticas culinarias reconociendo que los campesinos poseen
saberes propios que los distinguen de otros grupos sociales. Por otro lado, aunque se
reconoce una estrecha relación entre la producción campesina respecto a la “sociedad
mayor” se establece que la explicación que permite comprender el hecho de que las
poblaciones campesinas produzcan con un propósito de autosustento tiene implícitos
79
factores culturales puesto que desde allí se define la idea de necesidades como el hecho de
producir para suplir lo básico y no para acumular, “el campesino decide y actúa en función
de patrones de conducta, valores y sistemas de relaciones sociales impuestos por la
sociedad” (p. 191).
Por otra parte “se aprecian dos realidades en el mundo rural captadas por la nueva
ruralidad: la pluriactividad de los habitantes rurales y la multifuncionalidad de la
agricultura y del territorio.” (Castañeda, 2012, p. 33) como resultado a ello nace la nueva
ruralidad abarcando a los campesinos que no trabajan únicamente la tierra sino que se
dedican a otro tipo de actividades como las turísticas. Este cambio en los modos de trabajo
campesino se debe a los procesos de modernización que impone consigo un sistema de
comercio internacional que ha influenciado y afectado los sistemas de producción regional
a cargo del campesino. Otra característica poco analizada hace referencia a la “etnicidad”
planteando que los sujetos no pierden su especificidad local ya que esto compone un rasgo
identitario que llevan consigo siempre, es así como en Colombia muchas personas se siguen
reconociendo como campesinos aun cuando no cumplen con la característica clásica del
término que se refiere al trabajo directo con la tierra ya que para estos sujetos el término va
más allá de la visión económica. Por lo tanto, esta postura acoge los rasgos característicos
de la población con la cual se realiza la presente investigación.
De este modo la nueva ruralidad surge como respuesta a los acontecimientos
existentes en el campo que las ciencias sociales desde teorías tradicionales no podían
explicar. Desde este enfoque en el ambiente rural se desarrollan diversas actividades como
lo son las microempresas, el comercio, turismo y la agricultura reconociendo a la población
campesina, minera y los pescadores. Es así como “se aprecian dos realidades en el mundo
rural captadas por la nueva ruralidad: la pluriactividad de los habitantes rurales y la
multifuncionalidad de la agricultura y del territorio” (Castañeda, 2012, p.39).
80
Siendo el territorio un elemento fundamental desarrollado en la nueva ruralidad se
entiende a este como una construcción social y cultural que hacen las poblaciones mediante
una acción transformadora del mismo Castañeda (2012), no solamente se abarca allí la
relación sujeto-territorio desde el espacio geográfico como tal, por lo cual se evidencia la
diversidad de realidades rurales. De esta manera “el territorio es la base principal sobre la
que se constituyen su identidad, el lazo afectivo que los une con sus entornos más
inmediatos, su finca y la localidad en la que ésta se encuentra, es grande. Este sentimiento
generalmente es influenciado por la visión que sus antepasados han tenido sobre ellas y
sobre las actividades que en ellas realizaban” (Castaño, 2009, citado por Castañeda 2012,
p.7). Por lo tanto se alude a una dimensión cultural del territorio, dicha dimensión es
transmitida y transformada generacionalmente. Esta noción de territorio también se vincula
con la nueva ruralidad en la medida en que de la misma manera que las actividades del
campo cambian debido a procesos de modernización, la relación sujeto-territorio se
transforma pero sin dejar de lado la herencia cultural que se ha gestado allí, en palabras de
Castañeda (2012) el territorio “es el espacio que han apropiado históricamente y les permite
recrear su cultura; es el centro alrededor del cual configuran su identidad y adscriben la
pertenencia a un lugar en el mundo” (Castañeda, 2012, p. 46).
4. ANALISIS
81
Este capítulo comprende en análisis de la información recolectada, que consistió en
la interpretación de ésta a partir del marco conceptual construido anteriormente. Se retoman
las grabaciones de las entrevistas y grupos focales, se transcriben y retoman las partes
puntuales que responden a los propósitos de cada técnica empleada.
4.1 ENTREVISTA SEMIESTRUCTURADA
En este análisis se desarrollaron las aspectos planteados en el guión que orientó la
entrevista en relación con el aporte que dieron los maestros a cada una, teniendo como
criterios de análisis los siguientes objetivos: reconocer las concepciones de educación rural
que han construido los maestros, identificar los conocimientos que tienen sobre la
comunidad, e indagar su papel y experiencia como maestro en el contexto rural con el fin
de reconocer cómo el maestro ha visto y asumido la educación rural. A continuación, se
desarrollan los aspectos abordados:
PRÁCTICA DOCENTE Y CONTEXTUALIZACIÓN
En esta categoría se buscó evidenciar desde el discurso del maestro cómo se
entienden los procesos de contextualización y hacia qué apuntan. Un aspecto que toma
relevancia dentro de la práctica educativa de los maestros es el de orientar su labor
pedagógica a los estándares nacionales de aprendizaje, privilegiando el saber occidental.
En concordancia con esto, se retoma a Parra (1996) al mencionar que el maestro se
convierte en un agente homogenizador del contexto cuando le da mayor relevancia a los
saberes occidentales, como se hace visible en el relato de la maestra Alejandra: “ya se
82
volvió que hay que formar a los niños para las pruebas SABER entonces todo es angustia
cuando llegan a quinto y tercero que responda a esas pruebas estandarizadas”.
Metodológicamente algunos maestros plantean que: “para mí ha sido igual la
enseñanza tanto en el privado como en el rural” maestro escuela rural el Hato. En este
sentido aluden que no se debe tener una distinción entre los escenarios urbanos y rurales,
con el fin de garantizar las mismas oportunidades en términos de igualdad social, y ese
garantizar está relacionado con la aplicación de los estándares curriculares. De este modo la
educación es entendida en términos de desarrollo- progreso Lozano (2012), abordando los
mismos conocimientos tanto para lo rural como para lo urbano y omitiendo las
particularidades que comprende a cada escenario educativo, planteando lo urbano como
horizonte a alcanzar. Desde esta perspectiva se puede deducir que en la escuela rural el
Hato los “contenidos, su método y la formación del maestro, visto aquí como agente
socializador, son urbanos” (Parra, 1996, p. 15). Siendo así, no se presenta un diálogo entre
saberes puesto que se prioriza el desarrollo de estándares curriculares que no poseen una
especificidad para este ambiente, dejando a un lado el saber local, por lo cual se podría
decir en términos de Freire (1973), que el educador se convierte en invasor cuando prioriza
“su visión del mundo, en el espacio histórico cultural, imponiendo a los individuos de éste
su sistema de valores” (Freire, 1973, p. 44). Con esto no se quiere decir que se deba
erradicar los estándares curriculares, pero el maestro tiene la responsabilidad de ajustarlos
al contexto.
Sin embargo, algunos maestros de la escuela plantean ejercicios de
contextualización ligados a responder a las particularidades de la población, especialmente
a las dinámicas cotidianas que enfrentan los niños y niñas, por ejemplo, las largas distancias
de las casas hasta las escuelas como lo plantea la maestra Alejandra: “y llegan cansados
hasta con hambre entonces uno arranca la primera hora y tomen onces y ahí si
83
continuamos, entonces son esas características del contexto sí”. Lo anterior, permite
establecer la función del maestro como un aspecto fundamental para los procesos de
contextualización, en concordancia Núñez (2010) considera que el desarrollo real del
currículo está determinado por la militancia política del maestro.
Por lo tanto, se puede concluir que la contextualización para estos maestros es
entendida como la aplicación de los estándares nacionales de aprendizaje como necesidad
educativa, pero éstos no recogen el saber local. Y la atención a las particularidades de la
población se da por medio de la socialización maestro-estudiante, es decir en la misma
interacción que existe entre los maestros y los estudiantes, los maestros logran identificar
las particularidades de sus estudiantes y las atienden, no desde el currículo oficial sino
desde el currículo oculto, como entender que son largas las distancias que deben recorrer
los niños y las niñas para llegar a la escuela. Entonces es pertinente aludir que la principal
descontextualización en esta escuela se da desde el currículo oficial, porque a pesar de
reconocer las particularidades del contexto, no hay un diálogo entre saberes locales y
occidentales.
NECESIDADES EDUCATIVAS Y PARTICULARIDADES
El objetivo de esta categoría fue evidenciar desde la perspectiva del maestro cuáles
son las necesidades educativas y particularidades de la población, y cómo ello repercute en
la práctica pedagógica.
En cuanto al saber local, no hay un reconocimiento de éste ya que los maestros
parten de identificar que la población ya no es campesina, entonces no hay una distinción
entre la población rural y urbana. De esta manera los maestros caracterizaron el saber de la
población bajo la categoría de: “saberes sustituidos” Núñez (2010); donde se reemplazan
84
los saberes tradicionales por los saberes occidentales, lo cual se evidencia principalmente
en el cambio generacional del sustento económico familiar como lo expresa la maestra
Clara: “aquí ya se han perdido, inclusive de aquí nativos que tenían de pronto esas
costumbres ya no las tienen porque ellos vendieron sus tierras y ahora tienen es
minifundios donde ellos solamente viven, ellos antes podían cultivar, ya no lo pueden hacer
porque ya no tienen espacio”.
Por otra parte, los maestros parten de establecer como particularidad de la población
el pertenecer a la categoría flotante es decir, que están en constante traslado de residencia
debido al cambio laboral de las familias lo cual no permite que los niños y las niñas
culminen un proceso escolar, en una sola escuela de manera continuo, y a la vez responder
a ésto se presenta como una necesidad educativa. Así lo señala el maestro Edgar: “la
comunidad del Hato es una comunidad difícil porque es una comunidad flotante. Son
trabajadores empleados de los mismos de la vereda entonces ellos vienen se van y así
sucesivamente, por eso la población de la institución el Hato es una institución donde la
población es flotante”. Reconocen que no hay una atención específica frente a esta
característica y necesidad, y que la atención que se ha dado a esta particularidad depende de
ellos, como por ejemplo el hecho de dar refuerzos en horas extraescolares a los niños y
niñas que llegan después de iniciar el año.
Teniendo en cuenta que los estándares no recogen las especificidades del contexto,
se puede aludir que una de las principales problemáticas que atraviesa la educación rural
hace referencia a: la poca aplicabilidad o aportes, que los contenidos curriculares hacen a la
vida cotidiana de los sujetos, Núñez (2010). Entendiendo que el currículo oficial
desarrollado en esta escuela no da cabida a responder a la formación de la población
flotante, los estudiantes que llegan deben acomodarse al currículo y los que se van rompen
85
el proceso que llevan hasta el momento. Es decir, la formación dada en la escuela no
contribuye a las necesidades educativas que tiene esta población.
EDUCACIÓN RURAL
Para algunos maestros la educación rural debe garantizar la equidad social en
relación al contexto urbano, por lo cual uno de los argumentos que exponen frente a la
contextualización alude que no es posible retomar los saberes locales de la población rural
el Hato como insumo pedagógico puesto que ésta ya no es rural, asumiendo que campesino
es sólo aquel que trabaja la tierra. Así lo menciona en su relato la maestra clara “, tal vez en
otro contexto sí, pero aquí ya no tienen oportunidad”, esta maestra hace referencia a que la
población ya no cuenta con saberes locales que permitan su integración en el currículo,
puesto que la condición laboral de las familias ya no rescata el carácter tradicional
campesino que existió alguna vez en el Hato. En oposición, Núñez (2010) plantea que hay
otras maneras de definir al campesino que después de la modernización no han estado
ligadas solamente en relación con el trabajo de la tierra sino: por “laborar y vivir en el
campo” (Núñez, 2010, p.7) argumentando que con la tecnificación del campo las
actividades laborales están también ligadas a servicios agroindustriales, artesanías entre
otras, que son parte de la vereda en la actualidad. Entonces, se podría decir que la
caracterización que establecen los maestros sobre la población, incide en los objetivos que
se plantean para su práctica pedagógica, que en este caso está ligada a asegurar la equidad
social para mejorar la calidad educativa desde las PRUEBAS SABER.
Otro de los aspectos que define las concepciones del maestro frente a la educación
rural, se establece desde los imaginarios que posee de la infancia, como lo afirma el
86
maestro Edgar: “a mí nunca me ha gustado el distrito, primero por la sociedad, porque los
niños son más difíciles para trabajar para orientar, en cambio en la parte rural el niño del
campo es más dócil.”. Esto permite señalar que la lectura e interpretación que el maestro
hace del territorio, está mediada algunas veces por los imaginarios sociales de la población
rural, que son incorporados como procesos de contextualización. En oposición a la
concepción de este maestro sobre la infancia, es importante reconocer otras definiciones de
infancia rural donde se entiende a los niños y las niñas como sujetos cognoscentes, por lo
cual su forma de ser y de ver el mundo son construidas de acuerdo a su relación con el
territorio, tal y como lo afirma Arias (2012)” Los niños y niñas del campo manejan un
mundo de creencias y roles diferenteS a los de la ciudad. La motricidad gruesa está más
desarrollada que la motricidad fina; esto implica un cambio evidente en la manera de
acercarse al conocimiento.” (Arias, 2012, p 67).
Sin embargo, el hecho de que los maestros de esta escuela integren la formación de
valores (reconociendo que es una característica que los maestros de ésta escuela identifican
en los modos de vida de la población) es una forma de vincular el proyecto de la escuela
respetando los proyectos de vida de la comunidad. Así lo relata la maestra María Luz:
“aquí la comunidad son gentes que están muy centradas en los valores, personas con muy
buenos principios que apoyan a los hijos y también nos apoyan a nosotros los profesores
en la formación de valores”.
Además, se destaca que algunos maestros identifican el contexto rural como un
contexto que tiene características propias que distan del escenario urbano, como lo señala la
maestra Alejandra “pues como que comparando los dos contextos. El ámbito rural pienso
yo que tiene como una gran riqueza, porque es como otro ambiente de aprendizaje,”. En
relación a esto, Boix (2011) plantea que el territorio es un marco de referencia dentro de la
educación rural puesto que lo define como una fuente potencial de experiencias
87
interdisciplinares. Pero, aunque esto se reconoce no se integra dentro el currículo oficial de
esta escuela.
Como se ha visto, los criterios que se tienen en cuenta para definir lo rural y sus,
muchas veces han sido bajo la comparación urbano/rural, haciendo una desvalorización de
lo rural. Aunque este relato aborda esta comparación, no se hace para contribuir a una
desvalorización sino para atribuir a las riquezas que tiene lo rural, entonces se hace
importante reconocer que lo problemático no es la comparación urbana/rural, sino las
lecturas que apuntan a subvalorarlo en comparación a lo urbano. Es necesario para los
procesos de contextualización reconocer que lo rural cuenta con unas particularidades
propias, por lo cual la educación en estos ambientes no puede orientarse por los criterios
que se establecen en lo urbano.
En consecuencia, se puede evidenciar que para los maestros de la escuela rural el
Hato, la educación rural es vista como aquella que se da en escenarios geográficamente
ubicados en el campo, pero que esto no es un motivo para llevar a cabo especificidades
desde la práctica pedagógica de algunos maestros, pues no se podría garantizar la equidad
social. Sin embargo, hay quienes retoman las necesidades educativas de la población para
orientar su labor desde el currículo oculto, pero en general no hay una atención a las
particularidades que presenta la población (como el hecho de ser flotante) desde el
currículo oficial.
4.2 GRUPOS DE DISCUSIÓN MAESTROS.
88
Este grupo de discusión recoge los puntos de tensión que se evidenciaron en la
entrevista semi-estructurada, como: el término campesino y su implicación en la práctica
pedagógica, la pertinencia de las pruebas SABER y, la adaptación del currículo a las
necesidades y particularidades de la población, retomados como aspectos a discutir. Esto
con el fin de analizar cómo se entienden los procesos de contextualización desde el discurso
del maestro de la escuela con la cual se realizó el presente estudio y, qué propuestas surgen
al identificar las problemáticas anteriormente abordadas.
CARACTERIZACIÓN DE LA POBLACIÓN ¿CAMPESINOS O NO? “los de
aquí campesinos ya no son” (maestro escuela rural el Hato).
Esta discusión se abordó puesto que los maestros planteaban que la población de la
vereda el Hato no es campesina, pero la comunidad sí se asume como tal. Y teniendo en
cuenta que la caracterización que hace el maestro de la comunidad tiene una repercusión
directa en su práctica pedagógica, se hizo pertinente confrontar las distintas posturas que
existen sobre la caracterización de la población que hacen los maestros, con las
perspectivas que tienen los niños y niñas sobre su identidad. Una vez logrado esto, se buscó
identificar cuál es la proyección que tienen los maestros de su labor en este escenario
educativo.
La definición que en un principio establecieron los maestros sobre el término
campesino está relacionada con la definición que se planteaba desde la sociología clásica
donde se exponía que ser campesino “está asociado como en los cultivos, manejo de
animales, ordeño y pastoreo” (maestro escuela rural el Hato). Por esta razón se puede decir
que esta definición se relaciona con la postura de Raymond Firth (1951) al exponer que los
campesinos son vistos como un pequeño sector productor de la sociedad que llevan a cabo
su labor para su auto sustento con tecnologías sencillas. De manera que el hecho de pensar
en retomar el saber campesino dentro de la escuela, para los maestros es una opción poco
89
revisada puesto que desde lo dicho por este maestro no hay campesinos en la vereda el
Hato.
Sin embargo, después de escuchar a los niños y niñas exponiendo sus saberes
campesinos (revisar anexo F) los maestros concluyen que los saberes de la comunidad de
una parte de la población se podrían categorizar, en términos de Núñez (2010) como
saberes hibridados; puesto que afirman que algunos niños conservan características propias
de la población rural nativa de la vereda, como la tradición oral, formas de vida tradicional
y esto se ha transformado con prácticas al interior de las familias, como por ejemplo: el
acceso de la tecnología. Aun así, estos saberes no se retoman en la práctica educativa.
Por ende los maestros optan por caracterizar al campesino de esta vereda desde su
vínculo con el territorio, como se expone a continuación “se conciben como campesinos a
pesar de no cultivar, de pronto porque ellos viven en el campo.” Maestra escuela rural el
Hato. Entonces reconocen que, aunque la población no se dedica a labores que tienen que
ver con el trabajo de la tierra, siguen siendo campesinos. Con lo cual se resaltan aspectos
como los propuestos por Arias (2012): quien define al campesino desde su diversidad
cultural, tradicional y de sustento no solo visto desde la relación de trabajo con la tierra sino
del vínculo con el entorno.
De este modo, se puede evidenciar la importancia que tiene la formación del
maestro en el proceso de contextualizar, siendo fundamental el hecho de que reconozca la
identidad que poseen los sujetos en formación, en otras palabras, “el análisis del contexto
permite la emergencia y reconocimiento de ciertas condiciones culturales, sociales,
económicas y educativas frente a las cuales se diseña o adecúa la propuesta educativa y
pedagógica.” Zamora, (2010, p.295).
90
Finalmente, los maestros concluyen que esperan que la formación que ellos les
brindan a los niños y niñas sirva como insumo para permanecer en el campo, pero no
siendo campesinos, sino para ayudar a los campesinos a llegar a una idea de progreso ligada
al discurso de desarrollo económico13
. Por lo tanto, este aspecto de discusión permite
concluir que la noción que tiene el maestro sobre el campesino influye directamente en su
labor pedagógica ya sea para darle un valor importante o para desconocerlo. Según lo
revisado hasta el momento en la escuela rural el Hato se evidencia el desconocimiento tanto
de la identidad de la población como del maestro, lo cual convierte la educación en un
ejercicio de homogenización e invasión cultural, Freire (1998).
ADAPTACIÓN DEL CURRÍCULO A LAS NECESIDADES EDUCATIVAS DE
LA POBLACIÓN FLOTANTE “uno se demora mucho en devolverlos al surco” (maestro
escuela rural el Hato)
Este aspecto de discusión se abordó con el objetivo de identificar cómo responden
los maestros de la escuela a ésta necesidad educativa, o que propuestas postularía para ello.
Se pudo evidenciar que el proceso de adaptación está a cargo del maestro teniendo como
base el currículo que se imparte para toda la nación, así se hace evidente en el siguiente
relato donde los maestros hacen referencia a cómo asumen la particularidad de población
flotante de la Escuela rural el Hato: “uno tiene que enfrentarse a eso, ni siquiera hay la
aplicación de una prueba en el salitre14
para ver si está preparado al curso que ingresa”
(maestro escuela rural el Hato). En concordancia con esto, Zamora (2010) afirma que: “a
la mayoría de los educadores no se les prepara para realizar esta delicada labor de lectura-
13
Se alude que ésta idea de desarrollo tiene origen en los Estados Unidos después de la
segunda guerra mundial con el presidente Harry Truman, quien planteaba una propuesta
para los países “subdesarrollados” teniendo una visión de desarrollo desde la Prosperidad
material y el Progreso económico (Escobar, 1996) ligado a la urbanización e
industrialización. 14 Escuela satélite a la que está vinculada la Escuela rural el Hato.
91
interpretación-ajuste” (p.18). Por lo cual es en la práctica misma donde se desarrollan las
habilidades pedagógicas que le permiten al maestro hacer una adaptación del currículo a las
necesidades de la población.
Como se ha mencionado, al final de la discusión los maestros llegaron a otros
puntos comunes donde concluyeron que la población sigue siendo campesina, entonces se
planteó como necesidad educativa la integración del saber local al currículo. Ellos
proponen que para dicha integración; se tendrían que replantear los contenidos dando
mayor énfasis a la formación agrícola y pecuaria. Aun así, reconocen que no saben una
manera clara de poder abordarlos en tanto plantean que: “en alguna oportunidad nos
habían dicho que había la posibilidad de integrar lo que saben los papás a la escuela”
(maestro escuela rural el Hato) pero nunca se llevó a cabo ya que no conocían la manera
de poner en diálogo el saber occidental y local. Al respecto, Núñez (2010) plantea que para
llevar dicha integración a cabo se hace necesaria una valorización de los saberes
campesinos la cual requiere reconocer su carácter científico, es decir, que desde el
conocimiento local que tiene la población de la vereda (sobre las plantas y los beneficios
medicinales, entre otros) se reconozca que también posee modos diferentes de verificarse y
observarse, donde también se estudian y explican las causas de un acontecimiento de
manera objetiva. Por ejemplo, vinculando el conocimiento en mención a las ciencias
naturales.
Ahora bien, los maestros entienden la integración del saber local como la
participación activa de los niños y niñas en las tareas que les son asignadas, pero no lo ven
como el hecho de integrar lo que saben ellos y ellas en diálogo con el saber occidental que
se encuentra en el currículo oficial. “Ellos desde sus casas investigan y traen, si hubiera
internet uno todo lo baja por YouTube” (maestro escuela rural el Hato). A causa de esto,
se deja a un lado el saber que tienen los niños y las niñas sobre su territorio, como se
observa en el siguiente relato: “uno deja que la lechuga crezca hasta que le salgan flores y
92
ahí bota la semilla y uno la recoge” (Estudiante de la escuela rural el Hato). Saber que
podría integrarse al currículo dando paso a la valorización y no desaparición del saber
campesino, distanciandose del planteamiento que alude que “podría afirmarse que no sólo
la guerra deja al campo sin habitantes sino también lo hace la escuela que lo niega como
sujeto de saber” (Mendoza, 2016, p.8).
No obstante, se puede inferir que los maestros asumen que las necesidades
educativas de la población son atendidas desde su práctica a través de la recursividad y la
creatividad, pero también exponen que estas necesidades son responsabilidad del estado,
quien debe aportar principalmente con medios tecnológicos. Por consiguiente, plantean que
“uno es muy creativo y le toca con lo que hay” (maestro escuela rural el Hato) dejando
entrever que el papel que ellos asumen en este escenario educativo es el de un maestro
propositivo.
PRUEBAS SABER EN EL CONTEXTO RURAL: ¿IMPORTANTES O
PERTINENTES? “lo que uno se proyecta acá es sacar unos niños bien preparados”
(maestro escuela rural El Hato).
Teniendo en cuenta que las pruebas SABER son el elemento por medio del cual los
maestros de la escuela rural el Hato entienden y asumen el proceso de contextualización, se
propuso discutir este aspecto para identificar cuál es la función real que dichas pruebas
juegan en este escenario educativo, a la luz del reconocimiento de las necesidades
educativas identificadas hasta el momento: la atención a la población flotante y la
integración del saber local al currículo.
Los maestros consideran estas pruebas como pertinentes para incluirlas como base
del currículo ya que promueven la competencia desde la comparación entre los estudiantes,
además la consideran como una herramienta pedagógica puesto que es insumo para motivar
93
el trabajo de los estudiantes asegurando que adquieran un conocimiento. Por esta razón
exponen que: “si, son pertinentes para medir, ellos se motivan mucho con eso” (maestro
escuela rural el Hato).
Con lo anterior se puede evidenciar que el maestro concibe que la calidad de su
labor pedagógica está ligada a mejorar los resultados de dichas pruebas y en la medida que
los niños tengan éxito apropiando el saber occidental podrán mejorar su calidad de vida,
por lo cual plantean: “uno quisiera que ellos apunten a ser patrones y no se queden toda la
vida dependiendo de alguien”. En este sentido cabe problematizar lo anterior, no por la
idea misma de progreso, ligada al desarrollo económico exclusivamente, sino por lo que se
entiende por ella, es decir, el progreso no puede implicar que los sujetos se despojen de su
identidad y tampoco dejar a un lado las necesidades del contexto como lo es ser población
flotante. De lo contrario se está dando una desvalorización de lo rural y una omisión de la
realidad del contexto. Por esta razón, se puede afirmar que el papel de estas pruebas en la
escuela rural el Hato más allá de ser pertinentes, se hacen importantes bajo la idea de
progreso.
Otra razón por la que las pruebas estandarizadas no se hacen pertinentes según lo
revisado en el aparte titulado “ESTÁNDARES CURRICULARES” desarrollado en el
marco conceptual del presente trabajo, es el hecho de no contar con adaptaciones para los
ambientes rurales, en tanto “el contenido de los programas educativos en zonas rurales no
siempre es adecuado para el contexto regional, social y cultural; la oferta educativa es
dispersa; la planta docente es insuficiente y en muchos casos los maestros no tiene la
formación necesaria para ofrecer un servicio educativo contextualizado a la ruralidad”
(Plan Especial de Educación Rural, p.2). Es decir, las pruebas no recogen el contexto como
tal de los niños y niñas, por lo cual los criterios con los cuales se mide el conocimiento de
ellos y ellas se presentan descontextualizados, esto bajo el argumento de asegurar la
94
equidad que toma el riesgo de convertirse en un medio de homogenización, o en una
“imposición e invasión cultural” (Freire, 1998, p. 44).
4.3 GRUPOS DE DISCUSIÓN PADRES
NECESIDADES Y PROBLEMÁTICAS “A uno le gustaría que sus hijos volvieran
a cultivar” Padre de familia escuela rural el Hato.
El propósito principal de la contextualización es responder a las necesidades y
particularidades de la población, que son diferentes para cada contexto dependiendo de
aspectos políticos, económicos, geográficos, sociales y culturales y, se ubicaron en este
contexto teniendo como referente las voces tanto de padres, como niños, niñas y maestros,
pero también haciendo una lectura crítica y reflexiva del territorio por parte de las
investigadoras. En consecuencia, se propuso este aspecto a discutir con los padres de
familia para comprender y reconocer, desde las voces de ellos y ellas, a qué debe apuntar y
contribuir la educación en este ambiente rural para responder a dichas necesidades y
problemáticas.
Así pues, se identificó que las necesidades están ligadas al traslado de las
condiciones de vida y problemáticas de la ciudad al campo, como por ejemplo la
inseguridad o la contaminación que no se evidenciaban antes de la llegada de los citadinos
y la venta de las tierras. Otra es el modo de sustento económico que actualmente se refleja
en labores como la construcción, el manejo de camiones, el cuidado de casasquinta y
chalet. Frente a esto los padres plantean: “eso es bueno porque hay trabajo para todos,
pero de todas maneras se está acabando la agricultura que era lo natal.” Y esto se
presenta como problemática en tanto afecta el traspaso generacional de saberes campesinos
provocando el envejecimiento del campo.
95
Respecto a esto, se puede decir que se enfrentan dos posturas conceptuales
abordadas ya en el presente trabajo que son: la descampesinista y la campesinista. Según lo
planteado por los padres, se puede evidenciar que a pesar de la llegada de algunas
dinámicas de la ciudad al campo que transformaron sus vidas, los sujetos no dejan de
asumirse como campesinos, pero desde la perspectiva de Coello (1979), no se podrían
concebir como campesinos ya que se ha establecido una relación estrecha con el sistema
capitalista en la medida en que se convierten en productores del mismo. Sin embargo,
autores como Hernández (1994) refutan lo anterior ya que a pesar de los cambios que ha
traído la modernización a la vida campesina, hay prácticas de resistencia que han hecho que
el campesino preserve su identidad, lo cual se puede evidenciar con la población de la
vereda el Hato. Los padres que participaron en este grupo de discusión siguen tejiendo su
identidad campesina, siendo punto de referencia para ello el territorio y la historia que han
construido en él.
Otra problemática que se ha presentado en la vereda está relacionada con la
organización social, esto se refleja en la contaminación de la naturaleza. Frente a ello
plantean: “la gente saca la basura ahora a las calles, eso no se veía antes”. A causa de
esto, se hace evidente cómo los malos hábitos citadinos se han trasladado al campo,
generando una nueva versión de urbanización de lo rural.
Otro aspecto que plantean las familias como problema hace referencia al abandono
del campo, en primera instancia debido a la dificultad de traspasar generacionalmente los
saberes campesinos por lo cual los jóvenes no se interesan en trabajar la tierra, como
expone uno de los padres: “lo que pasa es que hoy en día los muchachos ya no quieren
trabajar la tierra” Padre de familia vereda el Hato. Una causa de ello es el hecho de estar
inmersos en una sociedad que sobreestima la vida urbana a través de los medios de
comunicación, postulando a los jóvenes una idea de desarrollo que no es posible alcanzar si
permanecen allí como campesinos. Por lo tanto, se puede decir que la urbanización latente
96
que se ve en la vereda ha traído consigo ideas de desarrollo privilegiando la ciudad,
transformando las dinámicas de la vida cotidiana de los sujetos. Entonces se puede
evidenciar que las necesidades y problemáticas de la población de la vereda el Hato se
determinan por los cambios que han traído los procesos de modernización al campo,
afectando principalmente la conservación de su cultura en general, y trasladando las
problemáticas que enfrenta la ciudad a este ambiente, siendo la escuela un promotor en este
proceso. Con esto no se quiere decir que lo único que ha traído occidente son
problemáticas, es de reconocer el desarrollo intelectual que éste ha aportado al mundo, lo
que el presente trabajo problematiza es que la escuela lo conciba como la única forma de
leer el mundo.
PARTICULARIDADES DE LA POBLACIÓN “yo me iría por si me sale una
oportunidad mejor, pero yo no permitiría que mis papás vendieran la casa por el valor
sentimental.” Hermana de estudiante escuela rural el Hato.
Para que los procesos de contextualización se den de manera pertinente, se hace
necesario reconocer las particularidades de la población desde las voces de ellos y ellas. Por
esta razón se presenta este aspecto de discusión con el fin de identificar cómo la escuela ha
aportado o no, a las particularidades de la población, y cómo consideran que debe aportar.
Se evidencian dos posturas: la idea de progreso visto como el hecho de educarse
para tener un mejor futuro económico y el vínculo afectivo que tienen los habitantes con el
territorio. La primera postura, al igual que en el anterior aspecto a discutir, está determinada
por las transformaciones que han traído consigo los procesos de modernización, afectando
aspectos como las pautas de crianza. Mientras que la segunda, se representa en la identidad
de la población. Lo cual no quiere decir que las pautas de crianza sean mejor en la ciudad o
en el campo, la apuesta es que la escuela respete los proyectos de vida de la población
campesina y que no sea un mecanismo de homogenización.
97
Es así como frente a la idea de progreso deciden adherir modos de trabajo comunes
en lo urbano sin dejar de lado sus particularidades como campesinos, lo cual se relaciona
con el enfoque de nueva ruralidad donde “se aprecian dos realidades en el mundo rural
captadas por la nueva ruralidad: la pluriactividad de los habitantes rurales y la
multifuncionalidad de la agricultura y del territorio.” (Castañeda, 2012, p. 33). En este
sentido, retomando este enfoque en la vereda el Hato predomina el minifundismo, motivo
por el cual el hecho de vivir del trabajo con la tierra se reduce y obliga a las familias a
buscar otras opciones laborales.
Para ello, el territorio toma un papel fundamental en el enfoque de la nueva
ruralidad, en el sentido de que “el territorio es la base principal sobre la que se constituyen
su identidad, el lazo afectivo que los une con sus entornos más inmediatos es grande. Este
sentimiento generalmente es influenciado por la visión que sus antepasados han tenido
sobre las actividades que en dichos territorios realizaban” (Castaño, 2009, citado por
Castañeda 2012, p.7). Así lo expresaban los padres de familia: “uno vive agradecido
porque aquí ha tenido la comida el trabajo y la familia, por eso no nos iríamos.” padre de
familia vereda el Hato.
A pesar de que este vínculo se mantiene intacto y resiste a las transformaciones de
los procesos de modernización, las pautas de crianza han sufrido cambios, evidenciado esto
en la exigencia que era un aspecto fundamental en las anteriores generaciones, tal como lo
afirma un padre de familia: “primero a uno le tocaba ayudarles más a los papás que ahora
antes si salía uno le tocaba que amarrar los terneros, pero eso ya no se puede” padre de
familia vereda el Hato. Sin embargo, un elemento que se conserva dentro de las pautas de
crianza, es la formación en valores.
98
Para concluir, se puede decir que el aporte de la escuela a dichas particularidades se
ha centrado principalmente en la idea de progreso económico, y en cambio el vínculo con el
territorio no ha sido un aspecto que tome mayor relevancia en este escenario educativo. No
obstante, es importante resaltar que una de las particularidades que sí se ha retomado e
integrado a la escuela, es la formación en valores entendidos por la comunidad como:
respeto, la responsabilidad, puntualidad, honestidad y compromiso. Por otra parte, el aporte
que las familias esperan de la escuela está ligado sobre todo a la formación en los procesos
de lectura y escritura.
FUNCIÓN DE LA ESCUELA “eso va como en los profesores” ex estudiante
escuela rural el Hato.
Los contenidos no han integrado el saber campesino en ninguna de las generaciones
entrevistadas, han estado ligados a los procesos de modernización bajo la idea de progreso,
asignando la responsabilidad de un mejor futuro a la escuela. Los padres ven pertinente
sobre todo las matemáticas resaltando que es lo que más aporta a la vida cotidiana. Sin
embargo, no se evidencian procesos de contextualización dentro de la formación dada por
la escuela, sino que ésta ha traído los conocimientos catalogados como occidentales, por lo
cual se puede decir que el currículo como tal entra también en una invasión cultural Freire
(1998) puesto que no recoge las voces de la población, como se evidencia en uno de los
relatos “antes se veía sociales y matemáticas, ahora la informática y eso es nuevo” ex
estudiante escuela rural el Hato. De igual forma, Posner (2001) plantea que los contenidos
deben respetar la cultura, sin embargo, en la escuela rural El Hato no se da de este modo
puesto que no se evidencia una integración del conocimiento local por parte de la escuela.
En este sentido, se hacen impertinentes los contenidos curriculares puesto que no
han tenido en cuenta las necesidades y particularidades de la población que habita la
vereda, como lo expone Núñez (2012) aludiendo que la pertinencia de la escuela es el
99
resultado de la aplicación del currículo interpretando las necesidades educativas de la
población. Sin embargo, los padres reconocen que el principal aporte de la escuela ha sido
la enseñanza de la lectura, la escritura y matemáticas, razón por la cual se puede decir que
el 50% de los contenidos vistos en la escuela carecen de sentido frente a las realidades y
particularidades de la población lo que pone la función de la escuela lejos de las
necesidades reales de ellos y ellas.
Aun así, se reconoce que la respuesta a las necesidades educativas de la población
ha estado a cargo del maestro desde su currículo oculto, quien de alguna manera
contextualiza su trabajo haciendo una lectura de las necesidades educativas de los
estudiantes en algunos casos, como se menciona a continuación: “yo me acuerdo que
cuando estaba en la escuela habían niños que hacían dos cursos en uno.” ex estudiante de
la escuela rural el Hato haciendo referencia a la población flotante, esto sucedía con los
estudiantes que llegaban después de iniciar el año escolar. Por lo tanto, se puede decir que
pese a la poca pertinencia que tenga el currículo a las necesidades y particularidades de la
población; es el maestro quien puede ajustarlos de modo contextualizado llevando la
función de la escuela más allá de transportar lo urbano a lo rural. Por lo tanto, se reconoce
que ha dado mayor respuesta a las necesidades educativas de la población y se ha dejado a
un lado el saber local.
CONCLUSIONES Y PROPUESTA: PRINCIPIOS PARA CONSTRUIR UNA
EDUCACIÓN RURAL CONTEXTUALIZADA.
A partir de lo anteriormente desarrollado, en el presente capítulo se plantean tres
principios que comprenden los resultados de este ejercicio investigativo. Dichos principios
surgen de la reflexión y análisis de las posturas conceptuales abordadas, que en este
100
capítulo se interpretan y confrontan con las voces de los maestros, padres, niños y niñas del
ambiente rural estudiado en este trabajo (Vereda el Hato). Se presenta como resultado no
sólo las conclusiones a las que llevó este proceso, sino también el planteamiento de
elementos que den paso a procesos de contextualización en ambientes rurales.
Teniendo en cuenta que desde su significado etimológico la palabra principio viene
del latín principium (que quiere decir inicio o comienzo), para fines de este trabajo se
entiende como el conjunto de ideales o fundamentos conceptuales y prácticos, que se hacen
pertinentes al momento de contextualizar, es decir son postulados que se debe tomar en
cuenta, para llevar a cabo estos procesos.
Se plantean como principios puesto que no se trata de dar una receta para
contextualizar, ya que, una de las principales conclusiones a las que ha llevado este trabajo
es que la contextualización se construye respondiendo a las necesidades y particularidades
de la población rural y, teniendo en cuenta que cada territorio es diferente, no se podría
plantear una manera única para abordar procesos de contextualización. Se trata más bien de
dar unos elementos base que surgen de la búsqueda y análisis realizados en este trabajo,
para hacer de la educación en ambientes rurales un acto contextualizado. Cabe aclarar que
estos principios están pensados desde y para la población campesina, puesto que es con
ellos con quienes se desarrolló este trabajo.
De este modo, se presentan de la siguiente manera: Lugar del maestro; en este
principio se plantean los elementos que necesita el maestro para contextualizar su labor
pedagógica y la pertinencia de su papel en este proceso. Currículo Contextualizado
¿construcción o ajuste? allí se encontrarán dos realidades que se hallaron en este trabajo,
por un lado: la posibilidad de construir un currículo contextualizado, y, por otro lado; cómo
contextualizar el currículo oficial (que como se ha visto prioriza el saber occidental) para
integrar el saber local. Y, por último: Implicaciones del campesinado como referente en los
101
procesos de contextualización; en este principio se aborda cómo las diferentes categorías
existentes para definir al campesino inciden en la práctica pedagógica del maestro, teniendo
como referente la población de la vereda el Hato.
LUGAR DEL MAESTRO EN LOS PROCESOS DE
CONTEXTUALIZACIÓN.
Se podría decir que gran parte de la labor de contextualizar depende del maestro,
más específicamente de su visión de la educación y del mundo en general, pero, sobre todo,
de la manera en que ésto influye en su práctica pedagógica. Es el maestro quien puede
abordar u omitir la importancia de realizar procesos de contextualización en ambientes
rurales, como se pudo evidenciar en la aplicación de los grupos focales. La decisión
pedagógica de éste (a pesar de estar mediada por diferentes factores como el currículo, el
sistema educativo, directivos, padres) es la que finalmente le da una determinación y
sentido al acto educativo, y a la posibilidad de ser contextualizado.
Se pudo evidenciar que la contextualización requiere de un maestro que interprete y
lea el territorio (es decir que se asuma como investigador). Esta lectura debe darse a nivel
cultural, identitario, social, político y económico, para desde allí orientar su labor. Para ello,
se hace fundamental acudir a las voces de la comunidad, escuchar sus puntos de vista y
retomar la historia local como punto de partida para entender la visión de mundo que se
gesta allí, e integrarla a la escuela. Se hace importante también reconocer cuál de los
aspectos nombrados (cultural, político, económico o social) es el que debe fortalecer la
formación brindada desde la escuela, el criterio para ello son las necesidades y
problemáticas que identifica la comunidad, y es precisamente este reconocimiento el que
debe hacer el maestro. No se trata de abordar sólo uno de dichos elementos, todos deben
estar presentes en un proceso contextualizado, sino de identificar cuál es de mayor interés o
importancia para la comunidad.
102
En el caso particular de la población de la vereda el Hato, se puede decir que el
enfoque que debe retomar y fortalecer la escuela y el maestro es identitario, en otras
palabras, el lugar del maestro en el proceso de contextualizar dentro de este ambiente rural
implica como primera medida entender los sentidos que la comunidad configura alrededor
del territorio, puesto que es un elemento fundamental en la vida de la población, que incide
y ha incidido en sus prácticas culturales y de sustento; por lo tanto en su visión del mundo y
proyecto de vida. A pesar de esto, se evidencia que el propósito principal de algunos
maestros de esta escuela es responder a las pruebas SABER, sin embargo, desde el punto de
vista de la contextualización poco responden a las necesidades y particularidades de esta
población, quedándose corta para medir o validar el saber campesino.
Otro argumento que llevó a concluir que es el maestro quien tiene la principal
posibilidad y responsabilidad de contextualizar, es el hecho de evidenciar que a pesar de
que muchos maestros de la escuela rural el Hato reconocieran las necesidades y
particularidades de la población, no plantean desde su práctica pedagógica una salida o
contribución a ellas, pero también, se evidencia que hay maestros que leen las
particularidades de la población y asimismo encaminan su quehacer pedagógico. Esto se
evidenció principalmente en una de las experiencias que narró una maestra donde planteaba
que acomodaba su práctica según las necesidades que ella evidenciaba en los niños y las
niñas.
Es así como se reconoce que este proceso de lectura e interpretación requiere de
especial atención desde la formación dada en la academia para los maestros. Algunos
elementos que contribuyen a lo anterior, y que nacen de la experiencia que se vivió en la
escuela el Hato; son el hecho de que el maestro construya la historia local desde las voces
de la comunidad y que reconozca el territorio con ellos y ellas. Esto permitirá entender las
transformaciones que ha tenido la comunidad para configurarse en lo que es, por ejemplo,
103
en el caso específico de la vereda el Hato, gracias a este acercamiento (que se dio teniendo
como excusa el proyecto del periódico escolar) se pudo realizar una caracterización de la
población que destaca sus conocimientos locales, necesidades y particularidades. También
se hace importante que el maestro retome los modelos flexibles de ser necesario, por
ejemplo, en el caso de la población flotante, o que sea el saber pedagógico del maestro que
en relación con la lectura e interpretación del contexto construya y diseñe estrategias
flexibles pertinentes con las necesidades de la población.
Finalmente, un elemento todavía más complejo y que se profundizará en el
siguiente principio, es el de integrar el saber campesino a los conocimientos occidentales
impartidos por la escuela. Este es un proceso que requiere del maestro transformar
constantemente su saber pedagógico, por lo cual se considera que integrar la investigación
en el aula es un aporte principal para conseguirlo, ya que a través de ella el maestro está en
constante reflexión de su práctica y esto permite revisar continuamente la pertinencia de la
misma como principio de contextualización.
CURRÍCULO CONTEXTUALIZADO: ¿CONSTRUCCIÓN O AJUSTE?
Se ha podido evidenciar que en algunas ocasiones las propuestas educativas
pensadas para la población rural se desarrollan según los criterios de agentes externos al
contexto. Un ejemplo de ello: las Concentraciones de Desarrollo Rural 15
. Pocas veces se
recurre a las voces de los sujetos en formación, los maestros y la comunidad para la
construcción del currículo, pero el hecho de que el currículo no dé cabida a contextualizar,
no quiere decir que no es posible desarrollar dicho proceso. Para ello es preciso ajustar el
currículo de tal manera que respete la visión de mundo, particularidades y necesidades de la
15
Las Concentraciones de Desarrollo Rural nacen a partir del plan nacional de “Desarrollo Económico y
Social” planteando la necesidad de que la educación respondiera a la formación para la fuerza de trabajo.
104
población, o tener presente en la construcción del mismo, si es el caso, las voces de quienes
intervienen en el hecho educativo para cumplir con dicho fin. En este sentido se hace
pertinente aclarar que el proceso de modernización debe partir de “la investigación de la
realidad nacional, con el objeto de definir la problemática educativa y establecer
prioridades para formular soluciones adecuadas. “(Toledo, Niño & otros, 1978 p. 1) todo
esto para hacer de la educación un hecho contextualizado.
Este principio de currículo contextualizado parte de la premisa de que el maestro
debe en primera instancia, en su interpretación y lectura del contexto, analizar la
pertinencia que tiene el currículo oficial con la realidad de los sujetos en formación para
poner a dialogar dichos aspectos, aunque también cabe aclarar que esta no es una
posibilidad única del maestro sino también del campesinado. Como se ha visto, uno de los
propósitos de contextualizar en ambientes rurales es responder a las necesidades y
particularidades de la población, por lo cual la tarea de reconocer el territorio y analizar la
pertinencia del currículo se vuelve una labor imperativa.
De esta manera, hacer de la educación un acto dialógico se presenta como una
necesidad. Es importante consultar a la comunidad acerca de su visión de mundo para
incluirla dentro del currículo, o lo que se denomina en el presente principio: ajustar. Este
ajuste se aterriza o desarrolla desde la metodología, es decir, se lleva a cabo a través de
estrategias que permitan dar cabida a las necesidades y particularidades del contexto, sin
omitir el saber occidental pero tampoco poniéndolo como saber privilegiado.
Para lo anterior, coincidimos con Freire (1998) al plantear que la educación como
práctica de liberación no se basa en la transmisión de conocimientos sino en una situación
creadora. Entonces cuando el maestro forma en la transmisión de saberes impide la acción
creadora de conocimientos, por lo cual “la tarea del educador es problematizar a los
educandos” (Freire, 1998, p.94). Esa problematización del mundo le implica al hombre una
105
mirada crítica de su realidad, entonces la educación rural en miras de contextualizarse debe
permitir dicha problematización a los sujetos sin negarles una mirada amplia del mundo.
Esa problematización del mundo requiere de estrategias pedagógicas que más allá
de dar respuestas planteen preguntas de la realidad inmediata de los sujetos rurales en
relación con otras realidades para permitir el reconocimiento de las problemáticas,
necesidades y particularidades de la población. Por lo que áreas del conocimiento como la
historia y la filosofía serían un gran aporte a ello, todo esto permeado por una visión crítica
y reflexiva. Y es precisamente problematizando el currículo y el mundo en general, como
se puede llegar al ajuste planteado en este principio para responder a las necesidades y
particularidades de la población campesina.
Es importante aclarar que no se trata de desplazar los contenidos impartidos por el
sistema educativo (o conocimientos occidentales) puesto que estando inmersos en un
mundo que está constantemente en cambio y es una realidad que la escuela no puede omitir,
sin embargo, tampoco se trata de negar al campesino desde su esencia, es decir, que el
hecho de ir a la escuela no le exija dejar de ser campesino sino que por el contrario le
permita fortalecer su identidad sin negar o dejar a un lado el conocimiento de los llamados
procesos de modernización que están inmersos de una u otra forma en el contexto, en
conclusión: que el campesino no deba dejar de ser campesino para estar en la escuela.
Teniendo en cuenta que desde la configuración del sistema educativo en el cual nos
encontramos inmersos no se da la posibilidad formal de contextualizar, ajustar el currículo
se convierte en una labor primordial para llevar a cabo procesos de contextualización. Este
ajuste se debe proponer en primera instancia reconocer los rasgos culturales de la
población, esta labor implica no solo el conocimiento del territorio por parte del maestro
sino también una educación que ponga a dialogar el conocimiento local con el occidental.
Según lo estudiado en este trabajo un aporte principal para dicho diálogo se da en el marco
106
de procesos que buscan comprender la realidad desde una perspectiva holística, como, por
ejemplo: el paradigma de la complejidad16
que sería una mirada interesante desde la cual se
podría construir un currículo contextualizado.
Para el ajuste del currículo a las necesidades y particularidades de las poblaciones,
una herramienta pedagógica pertinente para ello serían los proyectos de aula los cuales
tendrían que estar vinculados a la comunidad (que para el caso de este trabajo se usó como
ejemplo el periódico escolar). Su desarrollo debe darse desde lo particular, a lo general
según sea el área del conocimiento desde la cual se trabaje. Para establecer un vínculo entre
la comunidad y el proyecto se requiere que la participación de la misma este ligada al
reconocimiento del saber local.
De esta manera, se podría decir que un currículo pensado para la población
campesina tendría que recoger sus prácticas cotidianas de aprendizaje, que según lo
estudiado en la presente investigación con la población de la vereda el Hato están ligadas al
aprender haciendo y al fortalecimiento de los valores como enfoque principal de la
formación. También se atribuye como elemento metodológico el trabajo colectivo, esto
debería retomarse en la escuela haciendo una lectura de la manera en que las poblaciones
rurales transmiten su saber, sin embargo, en lo observado en este trabajo generalmente se
da en la relación directa con el otro. Por lo tanto, el currículo debería contemplar el trabajo
colectivo como principio activo que permita la construcción de conocimiento y el
reconocimiento de la identidad de los sujetos en formación. Con respecto al contenido
curricular, debe partir de la visión de mundo del campesinado (por lo que sería este el
fundamento para iniciar a construir un currículo contextualizado) donde se relacione con
sus rasgos culturales y particularidades principalmente sin perder de vista que dicho
contenido debe ser funcional a las realidades de los campesinos.
16
el paradigma de la complejidad comprende fenómenos sociales, culturales, económicos y políticos que se
desarrollan en la complementariedad y transversalidad, un todo que se compone de muchas partes.
107
En este sentido, para plantear una metodología pertinente a lo anteriormente
mencionado son importantes los elementos analizados en el aparte de éste trabajo LA
CONTEXTUALIZACIÓN EN LAS PROPUESTAS Y PROGRAMAS DE EDUCACIÓN
RURAL: UN RECUENTO HISTÓRICO, entre los que se destacan como aportes
esenciales que permiten la contextualización: el aprendizaje activo, el aprendizaje práctico
que no se debe confundir con la participación activa o conocimientos previos de los
estudiantes sino con la posibilidad de reconocer e integrar los saberes campesinos en el
aula. A la vez, retomando las voces de los padres de familia que participaron en este
ejercicio investigativo, se podría decir que un elemento metodológico que debe contener el
currículo hace referencia al aprender haciendo, teniendo en cuenta que la vida campesina es
cotidianamente práctica.
Recogiendo lo anterior, se concluye que un currículo17
contextualizado requiere de
los siguientes enfoques que, aunque se vinculan estrechamente entre sí, cuentan con
algunas especificidades cada uno:
● Enfoque territorial: que se podría generar desde áreas como historia
principalmente pero también se puede hacer transdisciplinar desde los procesos de
lectura y escritura (entendiéndose desde su función comunicativa, cultural y social)
donde se reconozcan las necesidades, problemáticas y particularidades de la
población, para esto la formación en ambientes rurales debe garantizar una visión
crítica y reflexiva del mundo.
● Enfoque de metodología flexible: el cual se aborde de manera
práctica y dialógica donde su desarrollo dé la posibilidad de recoger las voces de
17
Para fines del presente trabajo se entiende el currículo como aquellos conocimientos válidos socialmente
que se representan en contenidos. Stenhouse (1998).
108
padres, maestros, niñas y niñas, en el proceso de intentar poner en diálogo el saber
local y occidental. Todo esto teniendo como pilares el aprendizaje activo como ya
se profundizó anteriormente.
● Enfoque identitario: donde se recoja y se respete la visión de mundo
del campesino por lo cual el currículo tendría que ser construido desde y para el
contexto, desde este enfoque se pretende dar un lugar importante al saber campesino
en la escuela. Además, este enfoque implica que dentro del currículo no solo se
encuentren los conocimientos occidentales, sino que al plantearlo los campesinos
puedan identificarse en él. En pocas palabras que a través de la educación rural los
campesinos puedan asumirse como sujetos de saber reconociendo y fortaleciendo su
valor social y cultural.
IMPLICACIÓN DEL CAMPESINADO COMO REFERENTE EN LOS
PROCESOS DE CONTEXTUALIZACIÓN.
Uno de los elementos que causó mayor confrontación en este estudio, es el hecho de
saber si caracterizar la vereda el Hato como rural y a su población como campesina eran
categorías pertinentes. Por su cercanía a la ciudad, esta vereda ha dejado de lado muchas de
las características tradicionales que definen a un sujeto como campesino o a un territorio
como rural. Recorriendo las diferentes posturas conceptuales anteriormente abordadas y
teniendo en cuenta las voces de los padres, niños y niñas que aportaron a este trabajo; se
concluye que, a pesar de no tener un trabajo relacionado directamente con la tierra, la
población de la vereda El Hato se asume como campesina, siendo esto un aspecto fuerte de
su identidad. Aun así, esto parece no ser reconocido por parte de los maestros quienes en un
primer momento no asumen a la población como campesina por lo cual argumentan que su
trabajo no cuenta con especificidades para el contexto y se debe dar una educación como la
que se ofrece en las ciudades.
109
Es por esto que nace el presente principio con el fin de concientizar y plantear la
importancia que tiene reconocer la identidad de la población como principio de
contextualización. Debido a los procesos de modernización y a que la escuela muchas veces
a velado por transportar lo urbano a lo rural, la población campesina se ha transformado
hasta tal punto que se deja de reconocer socialmente como tal. Si la educación no reconoce
a la población muy seguramente sus objetivos no estarán relacionados con las
particularidades y necesidades de los sujetos en formación y su vida en general.
En consecuencia para poder caracterizar la población campesina es necesario
comprender que el campesino no es solamente aquel que se dedica a cultivar la tierra, otras
definiciones que ya hemos analizado en el presente trabajo, presentan una transformación y
evolución del término campesino y lo definen desde su saberes y su relación con el
territorio, características que frecuentemente son obviadas por la educación en dichos
contextos, así lo expresan algunos maestros de la escuela que buscan como objetivo
fortalecer los conocimientos occidentales en los niños y las niñas para que al salir de la
escuela tengan más oportunidades.
Por lo anterior este principio busca hacer evidente la importancia que tiene en los
maestros y en la comunidad educativa en general; identificar lo que implica reconocer la
categoría de campesino y sus diferentes rasgos conceptuales para hacer de la educación un
acto contextualizado, puesto que al reconocerlo su práctica seguramente buscará que los
saberes de las niñas y los niños campesinos sean integrados en la práctica educativa,
fortaleciendo de esta manera su identidad campesina es decir, que al reconocer lo saberes
de las poblaciones rurales se genera un empoderamiento del campesino por sus realidades
sociales. De esta manera se busca educar líderes con criterios que aportan soluciones a sus
necesidades y que reconozcan como valiosas sus características de pobladores del ámbito
rural. Así mismo ofreciendo a sus estudiantes la oportunidad de elegir. Con esto no se
110
plantea que quedarse en el campo sea un imperativo, esto depende de los propósitos de los
sujetos y la visión de la comunidad, sino que puedan ver desde diferentes perspectivas las
oportunidades que le ofrece su territorio y así mismo tengan la posibilidad de analizar lo
que se pueden encontrar en otros territorios, pero sin que deba despojarse de su identidad.
Como se ha podido evidenciar la categoría de campesino puede ser ambigua ya que
debido a cambios históricos, políticos, sociales y económicos, se ha transformado a lo largo
del tiempo. Lo que este ejercicio investigativo concluye es que la población de la vereda el
Hato se asume como campesina principalmente por el vínculo que tiene con el territorio y
la historia generacional que se ha desarrollado en este lugar. También se reconoce un
vínculo en relación a sus rasgos culturales y de sustento económico; visto éste último no
solamente desde el trabajo con la tierra.
Pero a pesar de esto, el discurso pedagógico de la mayor parte de maestros de esta
escuela al no reconocer estas particularidades, sigue haciendo de la escuela un vehículo
para transportar lo urbano a lo rural. Por lo cual el mayor aporte de este principio a los
procesos de contextualización, hace referencia a la implicación de las concepciones de
campesino en la práctica educativa, que pueden tener dos horizontes: reconocerles como
sujeto de saber, o traer una concepción de mundo distinta a la de la población.
APROXIMACIÓN A UN EJERCICIO DE CURRÍCULO
CONTEXTUALIZADO
Esta parte del ejercicio investigativo pretende exponer la experiencia llevada a cabo
con los niños y niñas de la escuela rural el Hato, se presenta con el propósito de
ejemplificar los principios anteriormente mencionados, con esto no se pretende generalizar
la contextualización desde este ejercicio a toda la educación rural, ni tampoco presentarse
111
como una propuesta que se debería replicar en todas las escuelas rurales. Se plantea como
una aproximación puesto que se reconoce que la contextualización es un proceso amplio y
complejo, y dependerá de las particularidades y necesidades educativas de cada contexto,
pero, aun así, este trabajo realizó un intento por poner a dialogar el saber local con el
occidental.
Esta experiencia piloto se realizó en pro de articular la práctica con los elementos
conceptuales que se iban encontrando en la revisión de la literatura que se dio en el marco
conceptual, como aporte para una educación contextualizada. Además, se presenta con el
fin de aterrizar lo anteriormente desarrollado y como iniciativa para futuros proyectos en la
escuela rural el Hato.
En este sentido, el proyecto se llevó a cabo durante año y medio, inició como una
propuesta que realizaron los niños y niñas, y siendo la sala de informática nuestro escenario
de práctica pedagógica, fue allí donde se desarrolló el periódico escolar, que buscaba el
reconocimiento del territorio a partir de la problematización del mismo.
Para ello fueron fundamentales procesos y experiencias donde la indagación, el trabajo
colectivo y el reconocimiento de las problemáticas del territorio fueron un detonante que
provocaron la movilización y las propuestas de los niños y las niñas como punto de partida
para desarrollar el periódico escolar. Para presentar la experiencia, se retoman los enfoques
desarrollados en el principio de Currículo Contextualizado ¿Construcción o Ajuste?,
debido a que permite una ejemplificación de los mismos en relación con la manera en que
surgieron.
ENFOQUE TERRITORIAL “una señora me contó que llegó mucha gente de la
ciudad y que no les dejaban tener sus campos, sus vacas todo eso”.
112
Este se dio desde caminatas que tenían como propósito identificar las problemáticas
de la vereda, además de ser un espacio donde los niños y niñas contaban lo que sabían de la
misma (plantas, río, mitos, entre otros). A partir de allí, ellos y ellas proponen cuatro temas
para profundizar en la construcción del periódico escolar: historia de la vereda, naturaleza,
problemáticas y actividades escolares. Esto permitió que interactuaran con la comunidad y
el territorio a través de entrevistas, fotografías, recorridos e indagaciones, y que además se
cuestionaran por su realidad. Conocer el territorio los llevó a asombrarse y descubrir una
historia que les permitió conocerse en esencia a sí mismos.
ENFOQUE METODOLOGÍA FLEXIBLE “aprendimos a comunicarnos, a
decir esta idea si esta no, a ayudar al mundo a que sea mejor”.
Siendo la sala de sistemas el espacio dado para desarrollar este proyecto (y la
representación del conocimiento occidental) se relacionó con el saber local en el sentido
que fue este último el contenido o la excusa para darle una función a la informática y
conocer los diferentes usos de la misma. La metodología que allí se utilizó tomó como
punto de partida el aprendizaje activo puesto que los conocimientos previos de los niños y
las niñas fueron la base del proyecto, además de las propuestas que ellos y ellas planteaban.
Fue flexible en tanto respondió a la necesidad que exponía la comunidad por rescatar sus
tradiciones como lo expresa una estudiante de la escuela: “saber cultura de acá, investigar
culturas de acá” Ana María Novoa estudiante escuela el Hato. También porque brindó la
posibilidad de comunicar aquello que los niños y niñas consideraban de importante
atención como las problemáticas medioambientales.
ENFOQUE IDENTITARIO “para mí fue impresionante saber que aquí había
más cultivo”.
113
Este enfoque se fortaleció puesto que el periódico le permitió a los niños y niñas
reconocer la historia de su vereda y los invitó a pensar qué aportes pueden hacer para
resolver las problemáticas que en ella existen. También los inquieto por los diferentes
sucesos o problemáticas sociales, políticas y culturales que han ocurrido en la vereda como
el hecho de vender sus tierras o dejar a un lado el trabajo con la tierra. Entonces, se puede
decir que este trabajo les permitió hacer una lectura crítica de la realidad para comprender
cómo la vereda llegó a ser lo que es y cuestionarse acerca de cuál es el papel que cada uno
cumple ante esto. Además, despertó el interés de seguir profundizando en su cultura siendo
la escuela el lugar pertinente para esto.
Comentarios Finales
● El diálogo entre el saber local y occidental tuvo en cuenta dos
aspectos: el reconocimiento funcional de la informática (donde los niños y niñas
aprendieron sobre los programas como PowerPoint, Word, entre otros), en relación
con el fortalecimiento de la identidad de ellos y ellas. También se fortaleció los
procesos de escritura como lo expresa un estudiante “aprendimos a redactar” Yuber
estudiante escuela rural el Hato. Además, los niños y niñas presentan la necesidad
de trabajar el reconocimiento del territorio desde áreas como: ciencias naturales,
sociales, español.
● Los objetivos iniciales de este estudio exploratorio se proyectaban
construir una propuesta pedagógica que permitiera contextualizar, sin embargo, en
el transcurso del mismo se evidencia que no es pertinente plantear un paso a paso
para contextualizar debido a que cada territorio posee realidades diferentes.
114
● Cómo maestras en formación éste proceso enriqueció nuestra visión
sobre la educación, entendiendo que al escuchar las voces de los personajes
intervinientes en ella, hacen que se consolide de manera significativa y entonces se
vuelve necesario abrir espacios para escuchar y reconocer el saber que tiene el que
realmente vive y habita el territorio.
● Este trabajo nos permitió entender que hay otras realidades donde el
papel de la educadora infantil es muy importante en la medida que reconoce la
diversidad de las infancias que convergen en nuestro país. También nos dio la
posibilidad de sentir, conocer, construir y actuar desde la ruralidad entendiendo que
para garantizar un mejor país se debe devolver la mirada al campo, no para
comprenderlo desde la carencia, sino desde el potencial que existe en esta
población.
115
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