Haciendas y Espacio a Tortolero

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  • 8/13/2019 Haciendas y Espacio a Tortolero

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    Haciendas y espacio:algunas reflexiones y un mtodo

    para la reconstruccin del territoriode las explotacionesAlejandro ToroleroV.*

    En sus orgenes la palabra hacienda sirvi para designar los bienes queposea una persona o comunidad, pas o institucin. El trmino se refera a lariqueza (la real hacienda, la hacienda pblica); m s tarde -e n el siglo XVII, aldesarrollarse el rgimen de haciendas en el campo mexicano- sirvi paradefinir las grandes explotaciones agrcolas que se extendan por los camposmexicanos, de las cuales, precisamente, me ocupo en las siguientes pginas.La exposicin del tema est dividida en tres apartados:Las principales tradiciones analticas que han servido para conocer la haciendamexicana.Una propuesta metodolgica para la reconstruccin del espacio territorial de las

    ~~expiotahones.Lneasde investigacin para avanzarenel estudio de tales unidades de produccin.Investigador de el Colegio Mexiquense

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    Tradiciones anaiticasHay tres momentos sealadosenel estudio de estastradiciones: las aproxim aciones de los contempor-neos --autore s que escriben sobre la hacienda enetsiglo XIX y comienzos del xx-; el fruto de losestudios efectuados ai respecto entre 1930 y 1960, ylas pesquisas practicadas por loshistoriadores en losltimos 20 aos.Tal distincin se basa en sendas diferencias enel modo de estudiar la hacienda. En la primeraaparece sta en e l centro del debate entre los ntelec-tuales liberales y conservadores; es concebida, res-pectivamente, en los siguientes trminos:

    En la corriente que llamaremos liberal aparece unmodelo de hacienda de grandes dim ensiones peroociosa, con propietarios ausentistas, ajena a lamodernidad. Sus representantes seranA. olinaEnrquez, W. Luis Orozco y Luis Cabrera.En la corriente conse rvadora,en cambio, se haceuna defensa del rgimen de hacienda y se desta-can sus bondades. Francisco Bulnes y EmilioRabasa seran sus defensores.Los estudios emprendidos entre 1930 y 1960tienen en comn la crtica al carcter dominante dela hacienda. En esa poca el peso de las reformasagrarias y el llamado milagro econm ico en la agri-cultura son muy fuertes y sin duda influyeron enesavisin. Esto espatente enlos trabajos de F. annem-baum, G McCutcben McBride o F.Chevalier, pormencionar a los ms importantes.La tradicin de los estudios recientes, publica-dos en los ltimos 20 aos, significa la reaparicinde los matices. El milagro econmico ha quedado

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    atrs. En agricultura las causas de la crisis podrnser atribuidas a la destruccin del rgimen de hacien-das. Las viejas p olmicas resurgen cual si cumplie-ran un ciclo. Sin embargo, lo novedoso del momentoestar marcado por la solidez documental de losestudios y la aplicacin de nuevas tcnicas y formasde pensar enestas explotaciones, y es e l periodo queexplicar con ms detalle.'Los precursores: l a hacienda en el debateEn la primera tradicin estn comprendidas tanto l aliteratura de viajeros que nos hablan de las hacien-das, como la de los intelectuales de la poca.Para los primeros, en forma general, lo que dis-tingue a una hacienda de un rancho es que la primeratiene una extensin mayor? Sin embargo, sus des-cripciones de stas son muy diversas debido a fac-tores como la duracin de su estancia en las explo-taciones, sus relaciones con los dueos,sus interesesparticulares, etc. En fin, creemos que com o fuente,los relatos de viajeros deben ser tomados con mu-chas reservas?Los intelectuales liberales de la poca como A.Molina Enrquez, W. L.Orozco y Luis Cabrera,consideran, en cambio, a la hacienda mexicana delXIX como un elemento decisivo en el proceso dedominacin de que son objeto los trabajadores. Encierto grado de abstraccin, presenta las siguientescaractersticas: suspropietarios, ms que tenerlascomo negocio, a travs de ellas buscan el prestigioy no tanto una explotacin rentable de las tierras. Elhacendado es un seor feudal cuyo inters est c en-trado en la dominacin, ms que en la agricultura.Los sistemas de explotacin son rutinarios, funda-dos enel alquiler de la fuerza de trabajo; la forma de

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    I La economa de las grandes superficies.2. La econom a del trabajo de los peones endeuda-3. La economa del trabajo no remunerado.4 La economa del pago en especie.5. La economa del cultivo indirecto, dejando elriesgo de la siembra a otros productores.6. La economa de cultivos de po oriesgo

    Esta tradicin colonialista de una hacienda queincorpora espacios, hombres y mercados con cti-cascomo el desp ojo de los pueblos,el endeudamien-to de los trabajadores, el pago con fichas, etc., esten el centro del anlisis de Tannembaum. De suobra, por ejemplo, surgi la idea, combatida porRabasa, de que un puado de hacendados (836) eranpropietarios de la mayor parte del tem torio mexicano?l mismo Tannembaum reconoce la imposibili-dad estad stica de saber cul era la parte de la super-ficie que estaba en poder de los pueblos, y aunquemenciona casos como Oaxaca, donhe stos conser-varon en buena parte sus parcelas, su tesis es quemuchos otros fueron devorados por los latifundios,gracias a la legislacin liberal y porfirista."Los supuestos comb atidos p r Rabasa han sidodemostrados a posteriori com o verdaderos gra cias alanlisis de censos y a la labor de equipo realizadapor dicho autor y un conjunto de agrnom os, cuyasconclusiones coinciden con las de G McCutchen(1951), quien a su vez considera al hacendado msterrateniente que agricu ltor; ms propietario ausen-tista que ranchero y con un inters por la haciendacomo propiedad hereditaria y no com o posibilidad

    econmica."Estos dos autores junto con F. Chevalier (1956)marcaran durante varias dcadas una visin deter-

    dos.

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    minada de la hacienda, segn la cual susdefectosgestaran su propia y sus opinionesconstituiran una fuente de legitimidad para la refor-ma agraria.Sin embargo, a partirde os anos setenta, una vezterminado el llamado milagro econmico -en elque la prosperidad agrcola haba sido uno de loselementos fundamentales- esta visin comenz aser matizada. Lavieja polmica volvi, pero con unainnovacin: el camino mostrado por Chevalier sedifunda. En los trabajo s sobre la hacienda es noto-ria la bsqueda de archivos y una preocupacinmetodolgica.El momento actual: el regreso del debateEstos trabajos los hemos agrupado en el anexo 1.Enello s observamos d iversas modalidades en el estudiode la hacienda. La mayor parte de ellos son mono-grficos. En general se encaminan a describir suformacin y algunos de sus cambios, sin profundi-zar en cuanto a su funcionamiento. Se nutren delos archivos notariales y por ello es difcil encon-trar alusiones a problemas como el del endeuda-miento, los mercados, etctera.Con todo algunos de ellos se fundamentan enlos archivos particulares de las explotacio nes, por locual resulta factible el estudio del funcionamientoconcreto de estas unidades. Tales modalidades sonestudios funcionaiistas, marxistas o socia le^.'^Ba jo el marbete de funcionalistas agrupo a losestudios que caracterizan a la hacienda segn lafuncin y el espacio que ocupa. Aqu el sistemasocioeconm ico puede ser descompuesto en funcio-nes simples, pues existe una relacin simple entre

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