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Haritu 17 marzo 2008ko martxoa 3 euros 60 años con Gandhi ¿Es conveniente celebrar una consulta popular? Fermín Bouza & José Luis Sanchís «Rashid», Ion Orzaiz Galarza Esteban Beltrán Lokarri akordioaren eta kontsultaren aldeko herritarren Sarearen aldizkaria Revista de la Red ciudadana por el acuerdo y la consulta Lokarri

Haritu 17

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Publicación de Lokarri, Red ciudadana por el acuerdo y la ocnsulta

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Haritu 17marzo 2008ko martxoa 3 euros

60 años con Gandhi¿Es conveniente celebrar una consulta popular?

Fermín Bouza & José Luis Sanchís«Rashid», Ion Orzaiz Galarza

Esteban Beltrán

Lokarri akordioaren eta kontsultaren aldeko herritarren Sarearen aldizkaria Revista de la Red ciudadana por el acuerdo y la consulta Lokarri

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Editorial Entramos en el momento clave

Pies de foto Almas de aquellas vías/ Oroi trenbidean galduak

La consulta ¿Es conveniente celebrar una consulta popular?

Ezbaian Kosovo, ¿un modelo válido? CIDOB & FRIDE

Alegiak «Rashid», Ion Orzaiz Galarza

En primera persona Esteban Beltrán

A dos bandas El juego de la política

Fermín Bouza & José Luis Sanchís

Opinión Viento en popa o algo así, Pedro Urquijo

Kanpaina Galdeketa, oztopoak oztopo

Munduari so 60 años con Gandhi

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16182026

343640

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Haritu 17Sumario Aurkibidea

Zuzendariak: María Lizardi eta Alvaro González - Erredakzioa: Itziar Fernandez, Garazi Landa, Ana Elvira, Paul Ríos, A.B. López de Lerena, Miguel Sarratea eta Ruth Soria.

Ale honetako kolaboratzaileak: Pedro Urquijo, Ion Orzaiz Galarza, Pedro Ibarra, Victor Aierdi, Xabier Barandiaran, Fundación CIDOB (Centro de Investigaciones de Relacio-

nes Internacionales y Desarrollo) eta FRIDE (Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo).

- Maketazio eta diseinua: Lokarriko diseinu taldea. Ilustrazioak: Srinavasa Ramanujan. - Azaleko argazkia: Srinavasa Ramanujan.

Inprimategia: Antza (industrialdea 2. pab. - 20160 Lasarte) - Lege gordailua: SS-1142/06 - ISSN: 1134-8038

Haritu no se responsabiliza de las opiniones emitidas por sus colaboradores.

Para la edición de esta revista se utilizan papeles libres de cloro. Aldizkari hau moldatzeko klororik gabeko papera erabiltzen da.

Erakunde laguntzailea / Institución colaboradora:

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Entramos en el momento clave

Editorial

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de llegar a acuerdos, superando estas estrategias de corto recorrido.El Gobierno de Zapatero, en caso de que repita victoria electoral, sa-be por la experiencia del PP que las medidas impulsadas no son sufi-cientes por sí solas de lograr la paz. Por su parte, los partidos políti-cos son conscientes de que las estrategias de confrontación y tensiónpolítica continua son insostenibles en el tiempo. Además, las ajusta-das mayorías de gobierno invitan a iniciar procesos de diálogo en losque también se afronte la solución a los problemas que padece la so-ciedad vasca.

Otra oportunidad reside en las voluntades sociales mayoritarias. To-das las encuestas y los análisis que se elaboran sobre las voluntades so-ciales indican que la ciudadanía vasca mantiene una posición clara enla defensa de los derechos humanos, el diálogo, el acuerdo y la capaci-dad de decidir como principios básicos para avanzar hacia la paz y lanormalización. Estas voluntades se traducen en una exigencia a insti-tuciones, partidos políticos y movimientos sociales de proponer e im-pulsar propuestas claras que ofrezcan soluciones concretas.

Curiosamente, este posicionamiento social tiene su opuesto. La so-ciedad vasca progresivamente se está alejando de este problema o estácambiando su percepción sobre el mismo. La frustración que trajo con-sigo el fracaso del proceso de paz aún no ha sido canalizada de mane-

Una vez que se hayan celebrado las elecciones generales, comienzaun trimestre de gran importancia para impulsar una alternativa quedesbloquee el proceso hacia la paz y la normalización política por me-dio del diálogo, el acuerdo y la consulta popular. Los últimos meseshan sido aparentemente estériles y han estado salpicados de hechosque han añadido nuevas dificultades al proceso hacia la paz, como sonlos atentados de ETA, aunque afortunadamente sin causar víctimasmortales, y los nuevos procesos de ilegalización. Concretamente, estetrimestre estará marcado por los siguientes acontecimientos: 1) la elec-ción del nuevo presidente del Gobierno Español, 2) los intentos delLehendakari por abrir un diálogo con dicho presidente para tratar dealcanzar un acuerdo político y 3) en junio se someterá a la autorizacióndel Parlamento Vasco la convocatoria de una consulta popular, haya ono haya acuerdo político previo.

Una oportunidad para pensar en que este trimestre puede ser deci-sivo es el agotamiento de las estrategias seguidas hasta ahora. Laselecciones generales han sido la meta que hasta ahora ha marcado lasestrategias de los partidos políticos y muy especialmente del Gobier-no Central, que ha intensificado el recorte de libertades democráti-cas básicas impulsando la ilegalización de ANV y EHAK. Una vezpasadas las elecciones, todos estarán condenados a dialogar y a tratar

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ra positiva. Cada vez es más difícil movilizar a la sociedad por los me-dios tradicionales y no han tenido la capacidad ni partidos ni movi-mientos sociales de reactivar el impulso ciudadano a favor de la paz yla normalización. La sociedad puede estar mandando un doble mensa-je, aparentemente contradictorio pero compatible: 1) quienes tienenla responsabilidad deben resolver el problema cuanto antes y 2) esteproblema ya no es una de las prioridades para una gran parte de nues-tra sociedad.

De todos modos, hay que apostar por la irreversibilidad del caminohacia la paz. Es cierto que el regreso al pasado vivido en los últimosmeses (violencia y recorte de derechos) puede agravarse aún más en elcorto plazo. Ambas estrategias vulneradoras de Derechos Humanosbásicos mantienen su justificación en la respuesta a lo que hace «elotro» y, de no romperse esta espiral, existe la posibilidad de que ocu-rran más hechos que atenten de forma radical contra los derechos hu-manos básicos. Pese a ello, el problema vasco es el único que queda entoda la Europa Occidental en pleno siglo XXI en el que se mantienela violencia. Este contexto hace que la violencia tenga muy poco re-corrido en el futuro. Además, la inmensa mayoría de la sociedad la re-chaza. Es cierto que ETA aún mantiene la capacidad operativa paramantener la violencia, pero cada vez es más débil por su reducida ca-

pacidad de influir y llevar la iniciativa en el terreno de lo político.Este trimestre es clave para definir si el modelo de solución «no vio-

lencia-diálogo-acuerdo-consulta» tiene la capacidad de ser determi-nante para abrir el camino a un nuevo proceso de paz y normalizaciónpolítica. Lokarri lleva un año trabajando en favor de una consulta concapacidad de desbloquear la situación y, si se mantiene el calendarioprevisto en la «hoja de ruta» propuesta por el Gobierno Vasco. En ju-nio el Parlamento Vasco estará votando la autorización para la convo-catoria de una consulta.

La prioridad es llegar a esa fecha con un acuerdo previo. Esta ideala resumió Lokarri en el lema «Un acuerdo para la consulta». En es-tos meses el diálogo deberá ser intenso, como también tendrá que ser-lo la exigencia social que incentive y mueva a instituciones y partidospolíticos hacia un diálogo sin exclusiones que culmine en un acuerdoplural e inclusivo. Además, la exigencia social a favor de la convoca-toria de una consulta deberá ser activa, incluso aunque no haya acuer-do, para evitar que el objetivo de alcanzar un acuerdo se convierta enderecho a veto. Estos meses serán la auténtica prueba que deberá su-perar la propuesta de convocar una consulta, en el sentido de que se-rá necesario generar ilusión, esperanza y movilización social para apo-yar su celebración.

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Almas deaquellas vías Oroi trenbidean galduak

2004/3/12, Madril

Sarraskia. Giza odol isuriak Madrilgo trenbideetan. Gorputz zartaraziakhan-hemenka. Nola ezabatu oroitzapenetik 2004ko martxoaren 11 harta-ko goizeko lehen orduak ekarri zigun irudi lazgarria? Espainiar hiriburukokaleak erietxe zereginetan, pabiloiak beilatoki izateko egokituak... Etaanabasa, guztiaren gainetik. Sinesgaitza, baina benetazkoa maleruski fik-ziozkoa zirudien imajina hura. Laster batean, sarraskiaren egiletzaren in-guruko zurrumurruak, baieztapenak... ETAri egotzi zioten atentatua ha-sieratik komunikabide, agintari eta bestelakoek. Beste zenbaitek Al Kae-da-ri. Salaketa kanpaina iraingarrian murgildu ziren Gobernua eta oposi-zioa. Nabarmenkeriari atxikita. Zorigaiztoko bagoi haietan zihozenak,etendako beren bizitzak, haien senideen sufrikarioa zirelarik nabarmene-na. Giza triskantza, birrinketa ahanztezina. Betiko, tamalez.

Miguel Sarratea

Mi mente guarda todo un album de imágenes en torno a lo que sucedióel 11 de marzo de 2004 en Madrid. Imágenes de un drama humano y de có-mo miles y miles de personas reaccionaron ante él. Más allá de las terriblesimágenes que nos recuerdan lo que la barbarie fue capaz de hacer en aque-lla soleada mañana que anunciaba la primavera, me quedo con las que re-flejaron la reacción de una sociedad que se comportó como una sola almaque se lloraba a sí misma y se ofrecía un hombro en el que llorar. Una so-ciedad a la que hubo que pedirle que no saturara con su arranque solidariolos centros de donación de sangre. Una sociedad que no quería dejar solasa las miles de víctimas que habían perdido a un ser querido, o que lo bus-caban desesperadas de hospital en hospital tratando de encontrar su nom-bre en las oscuras listas que colgaban de la recepción de los hospitales ma-drileños. Muchas son las imágenes que me vienen a la cabeza cuando pien-so en aquél día de marzo en el que se apretaron tantos corazones. Pero, cua-tro años después, me quedo con aquello que me hizo creer que somos máshumanos de lo que muchas veces podemos parecer.

Ruth Soria

Pies de foto

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¿es convenientecelebrar unaconsulta popular?

Participa en la consulta

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El pasado 22 de enero Lokarri, Red ciudadana por el acuerdo y la con-sulta, presentó una iniciativa denominada «Participa en la consulta». Estacampaña es una continuación del trabajo realizado por Lokarri a favor dela convocatoria de una consulta popular integradora que tenga la capaci-dad de desbloquear el proceso hacia la paz y la normalización. El principalfruto de este impulso por dar la palabra a la sociedad fueron las más de20.000 firmas que apoyaron la presentación de una propuesta de convo-

catoria de una consulta ante el Parlamento Vasco y el Parlamento deNavarra. A la espera de poder comparecer en el Parlamento Vascopara exponer todos los detalles relativos a esta propuesta, el Parla-mento de Navarra ya ha votado en contra de su tramitación.

La campaña «Participa en la consulta» consta de tres líneas deactuación básicas: 1) la edición de tres publicaciones sobre dis-tintas cuestiones relacionadas con la convocatoria de una con-sulta popular, como son la oportunidad y conveniencia de con-vocar una consulta popular, la legalidad de la convocatoria deuna consulta y los posibles contenidos de una consulta, 2) lacelebración de un ciclo de charlas sobre la consulta populardesde marzo hasta junio, en la que se contará con expertoslocales e internacionales en participación ciudadana y con-sultas populares y 3) la difusión de un cuestionario sobre laconsulta.

El objetivo principal de la campaña «Participa en la con-sulta» es ofrecer a toda la ciudadanía una manera de partici-par en el debate sobre la propuesta de convocatoria de unaconsulta popular y conocer la opinión de todas las personasinteresadas. Lokarri quiere generar ilusión en torno a la con-sulta popular porque sin ella la convocatoria de una consulta

puede ser un fracaso. El cuestionario, la publicación y todas lasactividades de Lokarri están dirigidos a superar los miedos, las

dudas y las reticencias. Estamos impulsando un camino nuevo.Hemos intentado alcanzar la paz y la normalización de muchas

maneras y, aunque estamos cerca de conseguirlo, aún no lo hemoslogrado. En la consulta popular tenemos una nueva manera de hacer

que la voluntad social de paz, diálogo y acuerdo sea determinante y de-cisiva para lograr una convivencia normalizada y propia del siglo XXI.

Por ello, Lokarri quiere fomentar la contribución social tanto para defen-der la consulta popular como herramienta pacífica y democrática como pa-ra ir dotando de contenido a esta propuesta tan novedosa.

Esta publicación, la primera de un ciclo de tres que se editarán antes deverano de 2008, incide en la cuestión de la conveniencia de convocar unaconsulta popular en estos momentos. Tres son las aportaciones que se re-cogen. Por un lado, están las conclusiones y resultados obtenidos con lasrespuestas al cuestionario «Participa en la consulta». Por otro lado, dosgrandes conocedores de nuestra realidad política y de la importancia de laparticipación ciudadana nos ofrecen sus opiniones sobre este tema. Final-mente, Lokarri quiere compartir las conclusiones que extrae sobre estacuestión.

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Conclusionesdel cuestionario «Participa en la consulta»

1. Los datos

A partir de la presentación de la campaña «Participa en la consulta»,Lokarri comenzó la difusión del cuestionario. Cerca de 20.000 cuestio-narios fueron repartidos por correo postal y en las actividades organiza-das por los foros y colaboradores de Lokarri. Además, otras 20.000 per-sonas recibieron el cuestionario vía email, estando también disponibleen nuestra página web. Finalmente, se recogieron 2.285 cuestionarios.

Antes de abordar el análisis de las respuestas recibidas es necesariosubrayar que este cuestionario no posee una validez científica a mododel que pueden tener las encuestas. Su objetivo no es conocer la opi-nión del conjunto de la sociedad vasca, estando para ello las encuestasque preparan los organismos oficiales y otras instituciones, sino recabarla opinión concreta de todos los ciudadanos interesados acerca de losprincipales temas sobre los que gira en estos momentos el debate en re-lación a la consulta popular.

No teniendo una validez científica, los resultados de este cuestiona-rio aportan importantes pistas sobre las tendencias de opinión presen-tes en la sociedad a la hora de tratar la cuestión de la consulta, especial-mente en aquellos sectores más proclives a percibir las virtudes de estapropuesta, como puede ser el caso de la red de personas que participanen las actividades de Lokarri.

2. Las respuestas

1. ¿Crees que la convocatoria de una consulta popular es buena paramejorar nuestra convivencia?

Las respuestas a la pregunta no dejan ningún lugar a la duda. Única-mente un 2’4 % considera que una consulta popular no es buena para me-jorar la convivencia. Así, descontando el 4’1 % que no sabe o no contes-ta, se obtiene una respuesta afirmativa en el 94’5 % de los casos. Las per-sonas que han participado en la iniciativa muestran un alto grado de con-vencimiento a la hora de considerar que la consulta, lejos de dividir ocrispar, es una propuesta conveniente para avanzar hacia una conviven-cia mejor y más normalizada. Detrás de esta opinión también hay unapercepción de que la sociedad vasca se encuentra en un momento difícilen el que merece la pena ofrecer a la ciudadanía la posibilidad de avan-zar en la solución de nuestros problemas a través de una consulta.

«Tengo esperanza en que el resultado de la encuesta popular sirva paraarreglar de una vez nuestra situación, y siento que es realmente la última es-peranza. (Araiz)»

«Herriari galdetzea garrantzizko gaietan, ez bakarrik erabaki politiko poto-lak hartzeko, benetazko demokraziaren oinarria da. (Juan Antonio)»

«De una vez por todas se debe hacer una pregunta clara y concisa sobre loque quiere y cómo quiere resolver un conflicto político que lleva 40 años, ypor supuesto sin condiciones previas. Se deben sentar las partes implicadas enla búsqueda de soluciones. (Xabier)»

2. ¿Consideras que estando presente la violencia de ETA es posiblela celebración de una consulta?

Un 87’6 % de las respuestas obtenidas consideran que sí es posible,frente a un 8’1 % que estiman que en ese caso no se darían las condi-ciones para celebrar una consulta popular. Precisamente, éste es uno delos principales argumentos que utilizan aquellos sectores sociales y po-líticos que están en contra o no consideran conveniente la convocato-ria de una consulta. El resultado que arroja este cuestionario refleja que,pese a la violencia de ETA, una parte importante de nuestra sociedadno percibe que dicha violencia sea un impedimento. Respecto a las per-sonas que han contestado que no sería conveniente es posible que sedeba a un deseo de poder celebrar la consulta en las mejores condicio-nes, ya que ETA puede ser un condicionante para blindar la legitimi-dad de los resultados de una consulta.

«Creo que el terrorismo es un impedimento para una consulta, pero espe-rar a que se termine puede ser eterno. Se debería extremar las medidas paraque una consulta sea totalmente limpia y libre de coacciones para que todosse expresen libremente. (Mikel)»

«Creo que una consulta y en general dar cauces a las opiniones de las per-sonas es bueno, y que no debe depender de lo que hagan otros (ETA, parti-dos políticos, etc.). (Angel)»

«Si nos quedamos sin hacer nada por la actuación de ETA no llegaremosa solucionar el problema, creo que hay que actuar pese a ETA. (Antonio)»

Participa en la consulta

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3. En las actuales circunstancias, ¿consideras necesario abrir un pro-ceso de diálogo y negociación entre instituciones y partidos políticospara alcanzar un acuerdo que sea refrendado por la ciudadanía enuna consulta?

Esta es una de las preguntas en la que las personas que han respondi-do al cuestionario no dejan ningún margen a la duda. Un 94’3 % apo-yan la idea de que se dé inicio a un proceso de diálogo que culmine conun acuerdo. Sólo un 2’8 % cree que este proceso no es necesario. Sepuede deducir del resultado extraído de las respuestas que hay un apo-yo, una exigencia y un deseo de que, a ser posible, el contenido de laconsulta sea ratificar un acuerdo logrado de manera previa por institu-ciones y partidos políticos.

«Kontsulta edo galdera nola edo nolakoa egin erabaki aurretik, alde guz-tietako sentsibilitateekin ahal den adostasunik handiena hartu beharko litza-tekeela uste dut, batez ere hemengo indarrekin; hau gabe kontsultarik ez egi-tea hobe. (Mattin)»

«Pienso que una consulta a la ciudadanía es muy importante, ya que ten-go la esperanza de que los políticos cambien su actitud y busquen una solu-ción final a este problema encallado que tenemos. (Xabier)»

«Egoera soziopolitikoa zenbat eta zailagoa, nahasiagoa eta konplikatuagoaizan, orduan eta ahalegin handiagoak egin behar dira denon artean gatazkapolitiko hau konpontzeko. (Xanti)»

4. ¿Debe celebrarse una consulta popular aunque no haya un acuer-do previo entre instituciones y partidos políticos?

Esta pregunta está muy relacionada con la anterior. La inmensa ma-yoría de las respuestas, un 83’9 %, reflejan el deseo de que la consultase celebre pese a que no haya sido posible conseguir un acuerdo previo.La exigencia de poner en marcha un proceso de diálogo que culminecon un acuerdo y el convencimiento de que, pese a todo, la consultadebe ser convocada, son opiniones que aparecen como compatibles, taly como revelan las respuestas. Incluso, y como conclusión de las apor-taciones recibidas junto a los cuestionarios, esta postura encuentra sujustificación en que la sociedad quiere mandar un mensaje a los parti-dos e instituciones en el sentido de que la ciudadanía tomará la palabraante su incapacidad para acordar una solución.

«Ados nago kontsulta egitearekin, eta politikarien artean ez badago akor-diorik, aurrera eta kitto. (Julia)»

«La voz la tiene el pueblo, que somos nosotros. Nuestro gobierno, que esquien nos representa, debe hacer lo que crea más conveniente para nuestranecesidad de paz. (Juan)»

«Debería forzarse a los partidos políticos a que llegasen a un acuerdo so-bre la consulta (tipo de pregunta, vinculación o no, etc.) en un plazo deter-minado. (José Ramón)»

5. En caso de que se convoque una consulta, ¿acudirías a votar?

Es natural que las personas que han manifestado su opinión a travésde este cuestionario muestren su voluntad de acudir a votar si se con-voca una consulta después de considerar que su celebración es buenapara la convivencia (pregunta 1). El 92’3 % así lo expresa y un residual1’6 % no iría a votar. Así, es posible detectar en estas respuestas queuna parte importante de la ciudadanía considera muy importante laparticipación en el ejercicio de sus libertades democráticas y percibeque la celebración de una consulta tiene, al menos, el mismo valor quela celebración de unas elecciones.

«La consulta debería ser muy bien explicada, no tendenciosa, con pregun-tas claras. Y tras la misma se debe obligatoriamente aceptar los resultados porparte de todos. (Mikel)»

«Galdetzea, elkarrizketa, iritzi ezberdinak jasotzea eta kontuan hartzea bi-dezko eta beharrezko iruditzen zait. (Maria Jesus)»

«Beti da ona herritarren iritzia zein den jakitea. (...) ekintza hauek demo-krazia aberastu eta sakondu besterik ez dute egiten eta horrek bizikidetza ho-betzea dakar. (Jon)»

6. Ante una posible prohibición de la celebración de una consulta,¿sería conveniente convocarla pese a dicha prohibición?

El 10’7 % no sabe o no contesta y el 8’7 % no lo considera adecuado.Sumando ambas respuestas, que suponen cerca de un 20% de las mis-mas, se puede concluir que esta pregunta es la que genera más dudas orechazo entre los participantes, lo que tampoco debe ocultar que algomás del 80% sí manifiesta su convicción de que la consulta tiene que serconvocada pese al posible obstáculo que genera una prohibición.

«Habría que ver qué tipo de prohibición y qué consecuencias acarrearía laconvocatoria tras la prohibición y para quiénes. (Carlos)»

«Prohibir una consulta sería como prohibir la democracia, prohibir la liber-tad. Un pueblo que no puede opinar es un pueblo subyugado y amordazado.(Enrique)»

«Aunque haya una posible prohibición la gente tiene que salir a la ca-lle. Tenemos que gritar en la calle el derecho a manifestarnos libremente.(Fabiola)»

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Dos aportaciones

Una consulta tiene que suscitar una cuestión relevante, algo cuya respuesta im-plique decisiones sobre temas de una cierta trascendencia. La pregunta no debebuscar una respuesta obvia. No puede conducir a una contestación autoevidente,«natural» (¿esta Vd. de acuerdo en que es mejor la libertad que la tiranía ¿está Vd.de acuerdo en que no debemos matar al que nos lleva la contraria?) Una consul-ta debe de hacer una pregunta clara cuya contestación implique una toma de po-sición conscientemente específica y distinta. El que toma una opción en la con-sulta sabe que la otra opción, tiene también sentido; que esa otra opción no es,por su maldad absoluta o banalidad, inimaginable o indiferente. Lo consultado de-be tener relevancia política, deben de tener sentido las dos opciones que se ponenen juego en un consulta, y finalmente cada consultado debe conocer las conse-cuencias de una u otra decisión

Si examinamos nuestra consulta creemos que se dan estas condiciones. Aunquela pregunta sobre el cese de la violencia puede ser (afortunadamente) bastante ob-via, no lo es la segunda cuestión, la que hace referencia al acuerdo sustentado enla capacidad de decisión. Es una cuestión relevante. En el supuesto que la pregun-ta tuviese una amplia respuesta positiva, los dirigentes políticos deberían ponenen marcha un proceso de acuerdo sobre autogobierno sustancialmente distinto alactual en la medida en que el mismo estaría sustentado en esa capacidad deciso-ria. Y la pregunta es clara, distinta y distinguible; y además otorga sentido a lo queimplica una u otra opción. Fijándonos en el fondo de la cuestión planteada tienesentido posicionarse a favor de la pregunta dado que muchos ciudadanos tienenconciencia de pertenecer a una comunidad nacional lo que a su vez entienden lesda pleno derecho a decidir sobre su autogobierno. Es una razonable opción, perotambién lo es el no apoyar la pregunta. Efectivamente muchos otros ciudadanosvascos creen que nuestra comunidad no es una comunidad sustancialmente dis-tinta de la española, autónoma frente a la misma. Aunque admiten que existenrasgos específicos en la comunidad vasca, estiman que los mismos (o más biensienten que los mismos) o no son suficientes o resultan indiferentes para consti-tuir una comunidad política nacional. Desde su perspectiva, tales rasgos diferen-ciados pueden generar políticas públicas especiales y aun un cierto grado de auto-gobierno, pero no pueden conformar una comunidad nacional que tenga derechoal autogobierno que ella -y solo ella- desee. En consecuencia la consulta formulaun pregunte clara, con sentido, y con relevantes y mensurables consecuencias de-pendiendo de su respuesta.

Esta última afirmación sobre la existencia o no de una comunidad nacional, nosplantea uno de los argumentos principales de los detractores de la consulta. Aquelque partiendo del principio de que tal capacidad de decisión solo la tienen las na-ciones, no lo admiten para la comunidad vasca, por considerar que esta comuni-dad no es un nación

El dilema planteado -la existencia o no de una nación vasca- no puede ser re-suelto con argumentos objetivos porque no existen naciones objetivas. La naciónno es algo que está ahí, establecido y definido para siempre, como una cosa a laque uno inevitablemente debe adherirse o salirse. Existen naciones porque unacomunidad de individuos que viven en un determinado territorio han decididoque tal comunidad es una nación y que como tal debe ser considerada. Así aun-que puedan utilizarse argumentos supuestamente objetivos en la conformación deesa voluntad nacional, la resolución, la decisión y la exigencia de ser (o no ser)nación se asienta en la estricta subjetividad

En este sentido la misma consulta planteada nos permite conocer la existenciao no de esa voluntad. Si alguien cree que su país tiene derecho a decidir sobre sunivel de autogobierno es porque cree que su país tiene esa categoría nacional quegenera ese derecho. En consecuencia la consulta resulta también adecuada para co-nocer la condición previa que hace nacer el derecho decisorio. El saber si existe ono, y hasta donde, esa convicción de pertenencia a una comunidad nacional.

También se critica el que la consulta se formule de forma unilateral, que la mis-ma sea una opción de parte (de parte grande: el tripartito; pero en todo caso departe) y que la misma no se asiente sobre un acuerdo previo con todas o la granmayoría de las fuerzas políticas. Esta es la cuestión clave. ¿Hay derecho a intentardeslegitimar una consulta presentándola como sólo liderada por una parte de losresponsables políticos aunque en el fondo lo que no se quiere es que se haga unapregunta? Ahora la oposición a la consulta va a más. Hay un rechazo a conocer ya que se conozca de forma expresa si existe y en qué grado, una conciencia colec-tiva de nación que legitime esa capacidad decisoria. La afirmación personal de quepara uno tal comunidad nacional no se percibe como tal, puede ser una posiciónrazonable. Pero no resulta racional, ni justo, negarse a que se conozca públicamen-te esa condición desde la perspectiva colectiva, rechazando que toda la sociedadafirme (o no) su pertenencia a esa nación. En consecuencia nos encontramos conun escenario en el que se afirma como ilegitimo el liderazgo limitado de una con-sulta cuando al mismo tiempo tal limitación proviene de un rechazo previo a for-mular una pregunta asentada en el intento de resolver razonablemente un dilemaque afecta a toda la comunidad (si o no a la nación).

Por último se nos dice que la consulta genera fractura y enfrentamiento social.Sin duda en ello hay algo cierto. No todos los ciudadanos van a participar en laconsulta y no todos lo que participen en la misma van a apoyar la pregunta. El pai-saje después de la consulta nos va a exhibir la existencia de diferencias en la so-ciedad vasca. Pero estas diferencias ¿no existen ya? ¿No son precisamente los quenos alarman con el riesgo de estas fisuras los que (por otro lado justamente) afir-man con contundencia que la sociedad vasca es radicalmente plural y que tal plu-ralismo debe ser defendido sin concesiones? ¿Podría ser que una consulta ahonda-ra estas diferencias? No vemos por qué. No creemos que profundizaría más las di-ferencias que una confrontación electoral. Es más, creemos que las sitúa de formamás clara. Permite una visión más transparente de la sociedad vasca y por tantomejor para tomar decisiones políticas. Los ciudadanos transmiten directamente alos políticos un punto de vista, operativo para la configuración del autogobierno,de la caracterización nacional (o no) de su comunidad.

Creemos que de una vez por todas podemos saber, y exigir que los políticos to-men a tal efecto las decisiones que correspondan, sobre cuál es el sentir de los ciu-dadanos de la CAV sobre tan crucial cuestión. Si nos afirmamos o no como unanación; y saber cuántos afirman una u otra cosa, con lo cual las decisiones políti-cas que se tomen tendrán más o menos legitimidad. Conocimiento que dicho seade paso no se logra a través de las confrontaciones electorales. Las mismas sí pue-den orientarnos, pueden hacernos imaginar cual puede ser la opción dominante,pero la diferencia con una consulta concreta es sustancial. En ésta se conoce di-rectamente y expresamente la posición de los ciudadanos porque se formula unaespecífica pregunta sobre la cuestión, lo que no se hace en unas elecciones. Y porotro lado se demanda en concreto el que los gobernantes lleven a cabo un deter-minado mandato, cosa que tampoco se hace en un proceso electoral.

Participa en la consulta

«Algunas breves reflexiones sobre las consultas (incluida la nuestra)»

Pedro Ibarra. Catedrático de Ciencia Política. UPV

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Por muy frecuente que sea, no me gusta que conceptos impecables se convier-tan en frente de batalla político-mediático. Ahora puede ser la consulta. Antesfueron el diálogo, la paz, las víctimas, la libertad, la democracia o Euskal Herria.La tensión del debate político se transmite a las palabras y su significado se es-cinde entre posiciones antagónicas. La falta de acuerdo sociopolítico se focalizay concentra en un término, en una idea, que pasa a soportar todo el peso de lasituación y del problema.

Y sin embargo, cuando la idea es sólida, adecuada a la situación y verdadera-mente útil, soporta esa presión y sale reforzada de ese rigurosísimo test de cali-dad. Incluso puede salir mejorada, incorporando nuevos matices que la haganmás incluyente. Madurada y con respuesta ante prevenciones y desconfianzas.Es lo que creo que está volviendo a pasar con la consulta. Pasará la fase sobre-dramatizada de debate y tendremos una herramienta democrática, legítima y le-gal para resolver nuestros problemas. En el viaje, la idea se habrá consolidado yfortalecido, llegará a buen puerto pasada la tormenta. Incluso habrá quien la de-nostó inicialmente y la haga suya tras incorporar su pincelada. No es la prime-ra vez. Es mejor así.

Una democracia de calidad es representativa y es participativa. Los represen-tantes populares tienen la misión de gestionar la vida pública. Desde el Ejecu-tivo se lleva la iniciativa, el Parlamento avala y, en ocasiones señaladas, es lapropia sociedad la que toma la palabra. Para elegir a sus representantes perió-dicamente y también para posicionarse expresamente sobre cuestiones trans-cendentales.

Una de las cuestiones transcendentales es, por definición, la paz y la conviven-cia sociopolítica. Además de que ejecutivo y legislativo contrasten y cooperencon sus mejores fuerzas, esa sociedad a la que tanto se apela puede dar su opinión.Debe dar su opinión. O mejor dicho, sus opiniones plurales. Para ser medidas ypara que la mayoría ratifique una propuesta, la rechace o desbloquee una situa-ción de impasse y estancamiento, como es la que nos ocupa.

Soy muy favorable a la consulta popular que propone Lokarri y la hoja de ru-ta del Gobierno Vasco que presentó el Lehendakari. Por muchas razones. Entreellas porque llevamos muchos años de debate y los debates también tienen ritmoy calendario. A este debate sobre la paz y la normalización creo que le ha llega-do la hora de resolver. Hay diagnósticos claros, propuestas claras, procesos enmarcha y una opinión pública muy mayoritariamente favorable a resolver.

Ni siquiera la persistencia de las diferentes expresiones de violencia habitualesen los últimos años, y en concreto en caso de seguir la actividad armada de ETA,ni tampoco los diferentes recortes de libertades, encarcelaciones e ilegalizacio-nes, deben modificar el recorrido. Lamentablemente, no son una variable, sonfactores constantes.

En cualquier caso, el proceso de consulta, los debates previos, la celebracióny el resultado, sea cual sea, es una nueva deslegitimación de la violencia pararesolver cuestiones políticas y una nueva evidencia del anacronismo e injusti-cia que supone vulnerar gravemente unos derechos humanos como la vida, ladignidad de las personas o la paz, con el fin de defender otros derechos como

la autodeterminación. También es el ejercicio de una reivindicación intacha-ble: una sociedad democrática decide democráticamente, por encima de vetose imposiciones.

No va a ser fácil, pero tampoco más difícil que seguir esperando que las cosasse arreglen solas o con fórmulas ya ensayadas sin éxito. En todo caso, el procesotendrá muchas más probabilidades ser eficaz si hay consenso en la caracterizaciónde la consulta y en dos cuestiones claves: pregunta e interpretación de la mayo-ría suficiente.

Esta es una cuestión básicamente competencia de partidos políticos e institu-ciones. Es una cuestión de negociación política y de jurisprudencia comparada.Estoy convencido de que la ciudadanía premiará la coherencia, la actitud flexi-ble e implicación facilitadora de los diferentes agentes. Lo deseable es el acuerdoen el proceso.

Pero no sólo es cuestión de los representantes políticos. La sociedad y los agen-tes sociales pueden colaborar activamente en este proceso y ser de gran utilidad.Es lo propio de estas situaciones. Es lo esperable de una sociedad como la vasca,tradicionalmente activa, comprometida y movilizada. Unicamente necesita in-formación y que se le faciliten canales de participación. La consulta no es sóloun día. Es un proceso con un gran hito pero también con un importante recorri-do previo y posterior. Los matices, preocupaciones y prioridades que puede trans-mitir la sociedad pueden ser de gran interés.

Como siempre, la prevención ante el veto ofrece una opción: la consulta noconsensuada. El nivel de participación y la decantación de las posiciones seráel indicador de su legitimidad. Esto también se puede consensuar y en su defec-to comparar. Existen diversos referentes en los precedentes de resultados con-siderados legítimos con diferentes niveles de participación: desde las recientesreformas de los estatutos en algunas comunidades autónomas españolas (en al-gunos casos, realmente bajos), el umbral del apoyo social del actual marco delEstatuto vasco de autonomía (el Amejoramiento navarro ni siquiera eso) o sise quiere algo más ambicioso: la mayoría del censo electoral. Esto debe ser ob-jeto de negociación y en su defecto de reconocimiento exterior. El mundo mi-rará este proceso con interés.

Por último, además de la hipótesis cero (no hacer nada), siempre está la hipó-tesis radicalmente contraria: hacerlo contra viento y marea, en un clima deprohibición de la consulta y violencia. Creo que no será el caso. Pero en últimotérmino, ¿qué se puede hacer en ese caso?: solicitar el arbitraje exterior. La UniónEuropea, Naciones Unidas y la Comunidad Internacional son el destino naturalde una solicitud de desbloqueo. Es de suponer que estas instancias tendrán encuenta la buena fe de los diferentes actores en el recorrido previo y la estimaciónde posiciones en la sociedad. En todo caso, el camino se hace al andar. Lo impor-tante es que cada paso sea dado en la buena dirección. La consulta es una buenadirección.

La consulta: una buena dirección

Victor Aierdi

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14 Haritu

Participa en la consulta

El cambio producido ha sido sustancial desde que el pasado 31 de mar-zo Lokarri puso en marcha su iniciativa de recogida de apoyos ciudada-nos para presentar ante el Parlamento Vasco y el Parlamento de Navarrauna propuesta de convocatoria de una consulta popular. En aquellos mo-mentos dicha propuesta era novedosa pero estaba cargada de las incerti-dumbres propias con las que nacen los planteamientos nuevos que no sehan puesto nunca en marcha. La posibilidad de convocar una consultaen una sociedad en conflicto, sin que medie un acuerdo político previoy pensada con el objetivo de desbloquear una situación cargada de difi-cultades no había sido puesta en marcha nunca, ni en nuestra sociedadni posiblemente en el mundo entero. Este ejercicio democrático novedo-so, en el que se otorga el protagonismo al conjunto de la sociedad, gene-raba dudas y reticencias, incluso en personas cercanas a los planteamien-tos que hasta entonces Lokarri venía defendiendo.

El cambio operado desde entonces ha sido radical. A partir de que elGobierno Vasco presenta su hoja de ruta para la resolución del conflictovasco, en la que incorpora una fecha concreta para la celebración de unaconsulta popular, la propia posibilidad de convocatoria de dicha consul-ta ha pasado de ser una hipótesis o una simple propuesta a ser una reali-dad materializable en un plazo corto de tiempo. El debate ha cambiado.Ahora no sólo se plantea la discusión sobre si es legítimo convocar unaconsulta o si es posible celebrarla en el caso de que ETA siga actuando.A medida que se acerca la fecha del 25 de octubre se comienzan a tratartambién cuestiones más concretas, como qué puede ocurrir si la consul-ta se prohíbe e incluso otras más personales, como una de las que se in-cluyen en el cuestionario: «si se convoca la consulta, ¿acudiré a votar?».Por tanto, el debate se encuentra en otra fase. Sin olvidar el trabajo quecorresponde hacer para convencer a los sectores que perciben con reti-cencias la consulta también hay que avanzar en la concreción de los as-pectos que rodean a la convocatoria concreta de una consulta, especial-mente, si es legal convocarla, qué se puede hacer si se prohíbe, cómo de-be ser la pregunta o cómo se gestionan los resultados.

Posiblemente, y viendo los resultados que arroja este cuestionario y losofrecidos por algunas encuestas publicadas sobre esta cuestión, hay tres te-mas en los que la mayoría de la sociedad coincide. En primer lugar, en quela celebración de una consulta contribuye a mejorar nuestra convivencia.En segundo lugar, pese al obstáculo que puede suponer la violencia deETA es posible celebrar la consulta. En tercer lugar, si se convoca la con-

sulta una amplia parte de la sociedad participará. No se puede ser excesi-vamente contundente respecto al primero de estos temas. Nada garantizaque la consulta sea el remedio a todos los males que dificultan nuestraconvivencia (violencia, recorte de derechos y ausencia de consensos bá-sicos) pero es indudable que no se percibe la celebración de una consultacomo elemento que puede empeorar la situación que estamos viviendo.En este supuesto la sociedad otorga el beneficio de la duda en el sentidode afirmar que hay que intentarlo, que hay que convocarla, porque no ire-mos a peor y además la sociedad tendrá la oportunidad de expresar clara-mente su opinión, sin filtros de ningún tipo. Por otra parte, una parte im-portante de la sociedad también considera que manifestar su voluntad de-mocrática por medio de una consulta contribuye a delimitar el terreno porel que se debe avanzar para lograr la paz y la normalización.

En cuanto al obstáculo que puede suponer ETA, es innegable que a lainmensa mayoría de la sociedad le gustaría poder participar en una con-sulta sin que haya violencia. No obstante, tantos años de celebración deelecciones con ETA actuando genera la opinión de que es posible ejer-cer la democracia aunque no se den las mejores condiciones. Por otraparte, el reciente fracaso del proceso de paz ha generado un alto nivel dehartazgo que conduce a crear una opinión social que apuesta por encon-trar soluciones sin tener que esperar a los movimientos de aquéllos quelas bloquean.

Después de muchos años en los que la ciudadanía ha participado en lavida democrática, casi exclusivamente a través de las elecciones, ha ca-lado un sentimiento y una necesidad de que la participación social tam-bién se canalice por medio de instrumentos más directos y activos. En es-te sentido, la ciudadanía reclama que se abran los espacios de decisiónpolítica, especialmente en las cuestiones que más afectan a la sociedad,como mecanismo para mejorar la propia democracia. Existe el riesgo decreer que acudir a votar en una consulta es un ejercicio de soberanía in-ferior a votar en unas elecciones. En cambio, ahora la sociedad está con-vencida de que es una responsabilidad y una gran oportunidad poder ex-presar su voluntad democrática en un tema como la paz y la normaliza-ción, que ha sido una de sus grandes preocupaciones durante estos años,si no la principal. Es más, leyendo las respuestas a los cuestionarios he-mos tenido la oportunidad de comprobar que incluso las personas queconsideran que la convocatoria de una consulta no es buena para la con-vivencia acudirían a votar si la consulta se celebra.

La opinión de Lokarri

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Si estos son los temas que están clarificados, hay otros dos que aún ge-neran dudas, como son la necesidad de llegar a un acuerdo previo a laconvocatoria de la consulta y los pasos a dar en caso de que se prohíba sucelebración. Sucede algo parecido a la posibilidad de convocarla estan-do presente la violencia de ETA. La sociedad apuesta sin ninguna dudapor abrir un proceso de diálogo que culmine con un acuerdo. Este es elescenario que la sociedad ve como el mejor para alcanzar una solución yculminar un proceso de paz y normalización. La duda se plantea en elsentido de delimitar un momento en el que se considere que ya no hayposibilidades de acuerdo y entonces poner en marcha el proceso paraconvocar una consulta. O dicho de otro modo, la sociedad apuesta por lacelebración de la consulta aunque no haya acuerdo pero antes quiere quese agoten las posibilidades de alcanzarlo. Aún así, hay un amplio sectorsocial que considera que la consulta, por si misma y sin necesidad deacuerdo previo, tiene la potencialidad de ser determinante para alcanzaruna solución.

Finalmente, aparece la posibilidad de que la consulta sea prohibida. Eldebate que se está generando sobre los posibles pasos a dar en caso deprohibición es el principal ejemplo que permite afirmar que la consultase ve como algo real que se celebrará en un plazo corto de tiempo. Nadiediscutía esta hipótesis cuando la consulta no era más que una simple pro-puesta. Es natural que la sociedad se pregunte si se dan las condicionespara celebrar una consulta en caso de que sea prohibida. Posiblementefaltan respuestas y propuestas claras ante esta cuestión. Es necesario pre-ver qué pasos se darán en este supuesto. Las dudas que se plantean en lasrespuestas al cuestionario indican que no se puede frivolizar con estacuestión. La sociedad quiere decidir pero reclama unas condiciones mí-nimas para que esa expresión democrática no sea un mero ejercicio devoluntarismo.

En definitiva, el avance logrado en torno a la propuesta de convo-catoria de una consulta popular ha sido muy importante en este últi-mo año. Ya no sólo se plantean cuestiones generales sobre esta idea si-no que también se ha progresado en su concreción. A medida que seacerquen las fechas para la celebración de una consulta el nivel de de-talle en el debate irá aumentando aunque no se deberán aparcar losgrandes argumentos para defender, reclamar y exigir su convocatoria:dar la palabra a la sociedad y desbloquear el proceso hacia la paz y lanormalización.

Participa enla consulta

La iniciativa de Lokarri «Participa en la consulta» no se detie-ne aquí. Esta publicación será remitida a todos los partidos polí-ticos, a las instituciones y a movimientos y organismos sociales,para que conozcan la opinión de una parte de nuestra sociedad.Además, Lokarri editará otras dos publicaciones sobre la legali-dad de la convocatoria de una consulta y los posibles contenidosde la consulta.

Todas las personas que quieran recibir esta publicación y las si-guientes pueden ponerse en contacto con Lokarri en el 902 4210 10 o por correo electrónico en [email protected]. Tambiénpuede descargarse en www.lokarri.org, donde también plantea-mos una serie de preguntas sobre esta publicación para conocerla opinión de todas las personas interesadas.

La publicación en euskera está disponible en www.lokarri.org. Tam-bién se puede solicitar en el 902 42 10 10 o en [email protected]

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<> diese tomar las armas, no debería hacernos olvidar que la opciónenormemente mayoritaria siguió siendo la no violencia.

Las durísimas represalias serbias a los ataques de la guerrilla fueronlas que movieron a la comunidad internacional, conmocionada porlas masacres en Croacia y Bosnia-Herzegovina, a actuar, forzando allímite -rompiendo, según algunos- la legalidad internacional, y de-teniendo una nueva limpieza étnica en los Balcanes. Desde enton-ces la presencia internacional ha protegido de la violencia mutua alas dos principales comunidades de Kosovo, la albanokosovar y laserbokosovar.

Después de años de parálisis, un informe encargado por la ONU aMartti Ahtisaari se fijó menos en la cuestión del status que en la dela población kosovar y sus derechos, tanto los de las personas comolos de las minorías. La negociación que siguió llegó a un bloqueo porlas posiciones irreconciliables entre las partes respecto al punto cla-ve de la soberanía. No es ejemplar el modo en que se ha resuelto es-te punto muerto: las potencias occidentales han echado su peso dellado de los albanokosovares y han coordinado con sus autoridades unmedido proceso hacia la proclamación, necesariamente unilateral,de la independencia. Ello ha abierto un período en que kosovares yserbios deben convencer a los estados de la bondad o maldad de es-ta declaración.

¿Han elegido, pues, los albanokosovares el camino correcto? Des-de luego, las decisiones cruciales de la mayoría lo fueron: renunciaa la violencia, apelación a la comunidad internacional, coordinacióncon los Estados democráticos. Pero muchos consideran que tienen encontra al derecho internacional -como lo tuvieron, en su momento,Lituania o Eslovenia-.

Juzgar el problema de Kosovo en el abstracto, compararlo sin co-nocimiento de causa con situaciones tan dispares como las de Osetiadel Sur, el País Vasco o Cataluña, constituye una enorme injusticiapara las personas de Kosovo. Si su declaración de independencia esilegal, tal vez debemos abrir la reflexión sobre la legitimidad de unasreglas internacionales que santifican los arreglos internos de unos re-gímenes dictatoriales ya inexistentes, y premian a aquellos que recu-rren a la violencia para defender su posición.

La independencia declarada por las autoridades kosovares ha dividido a la comunidad internacional entre quienes reco-nocen al nuevo Estado y quienes aún se resisten a hacerlo. Estados Unidos, Japón y gran parte de la Unión Europea hanapoyado esta decisión, que cuenta con el respaldo del 90% de la población de Kosovo. Sin embargo, Serbia se sigue resis-tiendo a perder esa parte de su territorio y otros países como Rusia le apoyan. España, por su parte, lidera el no reconoci-miento del naciente Estado dentro de la UE y ha hecho que sus socios firmen un documento aclarando que se trata de un«caso único» que no sentará precedentes. ¿Es legítimo el nuevo estado kosovar? ¿ha elegido la vía más correcta para de-clararse independiente? ¿marca este caso un camino por el que podrían transitar otros pueblos de Europa? Dos fundacio-nes de estudios internacionales examinan la situación para Haritu.

Kosovo:

Teniendo en cuenta el discurso constante y omnipresente de una glo-balización «que no entiende de fronteras» y de una Europa «dispues-ta a eliminarlas para siempre», no deja de ser llamativo el trastornoque supone cualquier modificación en esas líneas imaginarias que di-viden al planeta. Kosovo se ha proclamado Estado independiente, ya nadie se le ocurre decir que esto sea irrelevante: las relaciones in-ternacionales siguen siendo cosa de Estados. Tanto es así que la prue-ba final de la validez de este acto no será ni el grado de apoyo en elparlamento kosovar, ni la legitimidad de éste para proclamarla, ni si-quiera el ajuste a los preceptos del derecho internacional, sino el re-conocimiento de los otros Estados. Desde esta lógica estatocéntrica,los diplomáticos y los especialistas en derecho internacional conside-ran su conocimiento como el único capaz de esclarecer si la indepen-dencia de Kosovo es no ya legal o válida, sino incluso legítima. Y aquíes donde los demás analistas de las relaciones internacionales debe-mos rebelarnos.

Kosovo fue en Yugoslavia una provincia autónoma dentro de Ser-bia, no una república como Croacia o Montenegro, no por decisióno petición de sus habitantes, sino en el contexto de la formación deun Estado no democrático. En el año 1989 esta autonomía fue sustan-cialmente recortada por un Milosevic deseoso de forjarse un lugarprivilegiado en la Yugoslavia post-Tito y los albanokosovares reaccio-naron con una campaña de desobediencia civil y no violenta ejem-plar, única en el contexto balcánico y con el único precedente en Eu-ropa de la resistencia danesa a la ocupación nazi. Que después de 6años de resistencia pacífica una pequeña minoría de albanokosovares-frustrados por la falta de resultados y de apoyo internacional- deci-

16 Haritu

Ezbaian

Fundación CIDOBCentro de Investigaciones de RelacionesInternacionales y Desarrollo

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<> en 1999, creen que el precedente de aceptarla independencia fuera del Consejo de Segu-ridad de la ONU legitimará acciones simila-res en las cuales decisiones debatibles pue-den ser tomadas en base a la premisa de queel derecho internacional debe, a veces, ren-dirse a realidades políticas subjetivas.

Las próximas semanas, y meses, finalmen-te probarán o desmentirán algunos de los argumentos arriba menciona-dos. Lo más seguro es que los temores de violencia regional terminensiendo no más que exageraciones y las preocupaciones sobre la sostenibi-lidad de Kosovo en retrospectiva parecerán haber sido menospreciadas.Serbia tendrá que equilibrar su esperada reacción nacionalista y las am-biciones europeas -aunque con divisiones internas- a la hora de elaboraruna nueva política para Kosovo que podría incluir un embargo económi-co. Las jóvenes instituciones de Kosovo y la dinámica mayoría albanesatendrán que demostrar autoridad y moderación, trabajando hacia un sis-tema de Estado de derecho que proteja los derechos de las minorías. Elcontinuado compromiso económico europeo en Kosovo será indispensa-ble durante los próximos años.

La amenaza de que Kosovo se convierta en un Estado fallido y un agu-jero negro en Europa es real. La corrupción es endémica y las mafias lo-cales con grandes redes formadas por la diáspora albana por Europa es-tán estrechamente vinculadas a las jóvenes instituciones de Kosovo. Taly como no ha sido fácil el nacimiento para la nación kosovar, tampocolo será su infancia. Con la declaración de independencia y la UE com-prometida a apoyar el país, todos los esfuerzos deben dirigirse ahora alfortalecimiento de las instituciones kosovares. La decisión de la UE deenviar una misión de Estado de derecho debería resultar una importan-te contribución a ese fin. Aunque muchos sigan debatiendo la validezde la independencia de Kosovo, deberíamos considerar lo que recordóMarko Attila Hoare, que sólo tenemos que mirar a Suiza o Montenegropara entender que el surgimiento de nuevos Estados «nunca ha signifi-cado el colapso del orden internacional o un pase libre para todos, sinosimplemente una parte inevitable, ineludible y, al final, deseada, de laevolución de Europa».

Muchos están, con razón, sorprendidos de ver hasta qué punto la in-dependencia de Kosovo ha aumentado el tono de la retórica geopolí-tica hasta llegar a niveles comparables a los de la Guerra Fría y cómoha capturado la atención de los medios de comunicación internacio-nales. Si bien una mirada a las noticias y los artículos de opinión pu-blicados en algunos de los grandes periódicos internacionales demues-tra cuán compleja es esta cuestión, los muchos argumentos a favor o encontra de la independencia de Kosovo pueden ser clasificados en dosamplios grupos.

Por un lado, y en clara mayoría, están aquellos que ven la indepen-dencia de Kosovo como el resultado inevitable de una serie única de cir-cunstancias. Estos observadores admiten que crear un nuevo Estado noes, de ninguna manera, la solución ideal, pero, están convencidos deque, analizando la cuestión en su conjunto, los peligros de la indepen-dencia están siendo exagerados y que hay más que ganar que perder conaceptar la independencia de Kosovo. La serie única de circunstanciasque señala este grupo es el patrón histórico de políticas opresivas que hasufrido la mayoría albana que actualmente representa el 90 por cientode la población -culminando en el régimen de Milosevic y la interven-ción militar de la OTAN-, y los ocho años vividos como un territoriointernacionalmente administrado en el que se han establecido institu-ciones locales sin contar con Serbia. Sobre todo, consideran que Serbiaha perdido la autoridad moral para gobernar Kosovo.

Por el otro lado, se encuentran aquellos que consideran que EstadosUnidos y la mayoría de las potencias europeas están cometiendo un gra-ve error, pasando por alto la ilegalidad que representa el reconocimien-to de la independencia de Kosovo. Creen que aceptar la independenciade Kosovo fuera del marco del Consejo de Seguridad -con el fin de evi-tar el veto de Rusia- viola la soberanía internacional de Serbia, consti-tuye un peligro para otras sociedades multiculturales en los Balcanes yrepresenta un precedente peligroso que puede que otros fuera de la re-gión deseen imitar.

Argumentan que existen, de hecho, muchas minorías étnicas en elmundo que tienen reivindicaciones políticas de autodeterminación máso menos legítimas y que la independencia de Kosovo fomentará aún másesas aspiraciones. Al igual que con la intervención militar de la OTAN

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FRIDEFundación para las RelacionesInternacionales y el Diálogo

¿un modelo válido?

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Rashid

Alegiak

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Las manos de Rashid eran grandes. Grandes, y duras como el mármol.Pero acariciaban suavemente las mejillas de Aisha, mientras jugueteabancon el cabello que le caía por delante de los ojos. De vez en cuando, seatrevía a introducir la punta de los dedos en la boca de la chica, y ésta de-jaba que la humedad de sus labios enraizara en la piel de su amante, ha-ciendo suyos, con la ayuda de la lengua, los dedos del joven; aquellos de-dos curiosos y tenaces que temblaban cuando la lengua de Aisha los reco-rría uno a uno. Con la humedad caliente todavía en sus huellas dactila-res, Rashid surcaba lentamente el rostro de la chica y, desde ahí, iniciabael camino descendente. Primero se detenía en el cuello. Los dedos le re-sultaban ya insuficientes, y acercaba también la boca a la garganta deAisha. El deseo convulsionaba el cuerpo de la joven, y se tensaba violen-tamente cada vez que notaba la fuerte respiración de Rashid junto al oí-do. Aquella descarga hacía que se le erizaran los diminutos pelos de la nu-ca, y que los pezones se le endurecieran, antes de apagarse al calor delvientre. Consciente de la reacción de su novia, el chico solía morderlasuavemente en el lóbulo de la oreja. Aisha movía la cabeza hacia atrásmientras dibujaba en su rostro una sonrisa malévola, y apartaba la bocainsolente de Rashid con un pequeño empujón. Se miraban el uno al otro.Frente a frente. Dos o tres segundos tan sólo; suficientes para que cadauno se perdiera en las oscuras pupilas del otro, para encontrar de nuevoel fuego en los pequeños surcos del rostro que tenían enfrente.

Aisha observa el rostro en blanco y negro de Rashid. Antes negrosy penetrantes, los ojos del joven la miran ahora desde la ventanamuerta de una mala fotografía. Parece más viejo. Será el bigote ne-gro que empieza a asomar orgulloso por debajo de la nariz, o el cabe-llo, largo y despeinado. A Aisha le resulta difícil encontrar el espíri-tu alegre de su novio en aquel retrato. ¿«Dónde estás, Rashid»?

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El almacén de la ferretería Al-Kilidar era pequeño, y oscuro. Y siempre es-taba sucio. Pero era perfecto para las necesidades de Aisha y Ra-shid. Un lu-gar secreto, alejado de las miradas de la gente. Era «su» lugar. Las llaves,que Rashid tomaba prestadas de la chaqueta de su padre, acababan normal-mente por los suelos, desaparecidas junto a la ropa en un remolino de besos,caricias y abrazos. Pero no sólo las llaves, también desaparecía todo lo de-más: la ferretería, la calle, los vecinos... todo el mundo se perdía por un agu-jero que se abría a los pies de la pareja, empujados por la fuerza y el calor delmomento. Rashid siempre era el primero en quitarse la ropa. Lo hacía conrapidez, sin tiempo para soltar los cordones de las zapatillas. Sin embargo, notenía ninguna prisa a la hora de quitarle el velo a Aisha y dejarlo sobre unaestantería, entre los tornillos de estrella y las brocas del 15. Como si tuviesemiedo de rasgar la seda, el joven le quitaba después el hashmi, ante la mira-da sonriente y tierna de la chica. Era ella la que acababa desprendiéndose dela camiseta interior, dejando al descubierto sus pechos, suaves y oscuros. Laprimera vez que se desnudaron el uno frente al otro, Aisha sintió vergüenzade pronto, e intentó cubrirse, pero Rashid no se lo permitió. «Me encantantus tetas. Parecen melocotones maduros. Y tus pezones, marrones como gra-nitos de café». Con un resoplido, Aisha le propinó un ligero golpe en el bra-zo. «Que ése sea el mayor piropo que me has dicho en tu vida... debería dar-te vergüenza. ¡Qué tío más bruto!». Luego rió, mientras negaba con la ca-beza, y besó a su compañero en los labios. Un beso corto, casi como de ami-ga, que, sin embargo, revelaba más que todos los anteriores.

Tras el puñetazo, un intenso y punzante dolor en el labio inferior, ydespués, un calor penetrante que se extiende por toda la mandíbula. Esla sangre que le brota de la herida. Ve cómo caen las gotas rojas sobrela camiseta rasgada, tap-tap-tap. «¡Rashid Al-Kilidar, puta de mierda!¿Dónde está? ¿Lo escondes en tu casa? ¿Quieres ser cómplice de un te-

Ion Orzaiz Galarza Escritor

Ramanujan Ilustraciones

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rrorista? Ya sabes lo que hacemos con los amigos de esos cerdos,¿verdad?». Aisha levanta la vista con la dificultad, el peso y el do-lor de sus ojos amoratados; y, entre brumas, consigue distinguir laporra del soldado, antes de perder de nuevo el conocimiento.

Tumbados en la ferretería, tras la euforia del sexo, Aisha solía jugue-tear distraídamente con los rizos negros que asomaban en el pecho deRashid, y recorría con los dedos las hendiduras entre las costillas del jo-ven. «Estás demasiado flaco. Cada vez que lo hacemos, me da miedoque te partas por la mitad». «Cállate. No estoy flaco; estoy en forma.Ya me has visto más de una vez tirando piedras a los americanos. To-das las chicas de Sadr están muertas de envidia porque sales con un tíobueno como yo». Entre cerraduras y herramientas de distintos tama-ños, las conversaciones vacías llenaban las horas de la tarde, hasta queRashid se quedaba dormido. Y aunque no tenía sueño, Aisha tambiéncerraba los ojos, mientras sostenía la cabeza de su novio en el regazo.

El dolor que se extiende desde la entrepierna hasta la cabeza nole deja pensar. Una lágrima le resbala por la mejilla, al ritmo delos violentos golpes de pelvis de su violador. «Man, these iraqiansluts are really tight!», dice un soldado. «Yeah. These bitches are ashorny as hell. How do I taste, you terrorist trash?», contesta el otro,mientras continúa encorvado detrás de la joven. Pero el dolor nole deja entender nada. La mantienen boca abajo, con la narizapretada contra la mesa. A su lado, ve la fotografía de Rashid, pe-ro va desapareciendo, poco a poco. Todo se ha convertido en nie-bla tras las lágrimas. Ya ni siquiera distingue los ojos oscuros desu novio. Le cuesta recordar su imagen. Sólo se acuerda de quesus manos eran grandes. Grandes, y duras como el mármol.

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En primera persona

Esteban BeltránDirector de Amnistía Internacional

Once años lleva manejando Esteban Beltrán en el Estado español el timón de Amnistía Internacional, unaorganización que se encuentra este año de doble celebración festejando el 60 aniversario de la DeclaraciónUniversal de Derechos Humanos y las tres décadas de andadura del colectivo en territorio español. De losimportantes avances logrados en pro de los derechos humanos durante estos 60 años, de los retos priorita-rios a los que se enfrenta y del recorte de libertades democráticas básicas que se se están sucediendo conmotivo del conflicto vasco ha conversado Beltrán con Haritu.

Haritu: este año se cumple el 60 aniversa-rio de la Declaración Universal de Dere-chos Humanos. ¿Podría hacer una valora-ción del tiempo transcurrido?

Esteban Beltrán: creo que ha sido un perio-do de luces y sombras. Todavía es un papelmojado para una buena parte de la poblacióndel mundo, pero básicamente en estos 60años se han conseguido avances como prohi-bir legalmente la tortura a nivel internacio-nal, aunque deberíamos hablar con detallesobre algunos problemas en relación a la gue-rra contra el terror; se ha dado un gran pasoen la abolición de la pena de muerte; hansurgido movimientos sociales y de derechoshumanos locales que son en muchas ocasio-nes el principal freno a los recursos del poder;se ha adelantado mucho en justicia interna-cional. ¿Quién hubiera pensado que hoy seisex-presidentes de América estarían acusadoso encarcelados por violar derechos humanosdurante su mandato?; además, se ha creadoun Tribunal Penal Internacional. Creo queson avances muy importantes, pero, en este60 aniverasario, aún quedan retos grandes. Elprincipal es la tortura y el riesgo de que vuel-va a ser admitida, como ha sucedido con laentrada en vigor de la Ley sobre ComisionesMilitares de 2006 firmada por Estados Uni-

dos que, de alguna manera, la legaliza. Esta-mos hablando también de que aquí se correel riesgo de que la tortura deje de ser prohibi-da de forma absoluta y deje de ser clandesti-na. Otro de los importantes retos que queda,derivado del 11 de septiembre, es el recortede libertades que se está produciendo en «de-mocracias» que erosionan la verdadera de-mocracia. La pobreza también es otro de losgrandes desafíos a los que nos enfrentamos.La pobreza, que afecta a millones y millonesde personas, está todavía, desgraciadamente,en el ámbito de la economía, y no en el de losderechos humanos. Nadie ha comparecidonunca ante un tribunal por violar el derechoa la salud, a la educación o a la vivienda dig-na, por ejemplo.

Haritu: con motivo del 60 aniversario,Amnistía Internacional editó un video en elque una voz en off enumera fragmentos dela Declaración Universal de Derechos Hu-manos, mientras aparecen en el fondo imá-genes de distintos dirigentes políticos ha-blando, como George Bush, Fidel Castro yMuammar Gaddafi, simulándose que sonellos mismos quienes citan los artículos. ElMinisterio de Industria no ha permitidoemitirlo en las televisiones públicas porqueconsidera que es propaganda política y no

un servicio público como defienden uste-des. ¿Qué dice AI al respecto?

Esteban Beltrán: el Ministerio de Industriaadoptó una decisión injusta y equivocada, ypor tanto, esperamos que reversible. Este vi-deo lo único que muestra es lo que deberíanhacer todos los gobernantes: respetar que na-die sea sometido a torturas, el derecho a la li-bertad de expresión... Lo único que hace elvideo es indicar cómo estas personas son lí-deres que cuando leen la Declaración de losDerechos Humanos, la gente se ríe, porquesaben que los violan. El Ministerio de Indus-tria tomó una decisión injusta al considerarque crear controversia sobre los derechos hu-manos, que está dentro de la legalidad nacio-nal e internacional, no es un servicio públi-co. Eso es un ataque fundamental a la liber-tad de expresión y, por tanto, lo estamos en-frentando mostrándolo en prensa y directa-mente ante el Ministerio de Industria pidien-do un recurso. Y si es necesario, en un futuronos enfrentaremos en los tribunales.

Haritu: ha recurrido la decisión por vía ad-ministrativa. ¿En qué punto se encuentran?

Esteban Beltrán: estamos esperando la reso-lución definitiva. Hemos enviado, además,

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María Lizardi Texto

Amnistía Internacional Fotos

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«Los derechos humanos no deben ser moneda de cambio, con o sin proceso de paz»

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En primera persona

dos informes de expertos independientes mos-trando el video de AI desde el punto de vistadel derecho a la información, para que el Mi-nisterio también lo tenga en cuenta, y espera-mos una decisión.

Haritu: recientemente, UPN y PSN veta-ron la comparecencia de miembros de su or-ganización para hablar ante el Parlamento deNavarra sobre la tortura en el Estado espa-ñol. Un representante del PSN esgrimió quelos informes de AI atacan a las «institucio-nes democráticas»...

Esteban Beltrán: en primer lugar, nos parecióinsólito que un Parlamento no quiera que al-guien, una organización como Amnistía In-ternacional, que es Premio Nobel de la paz yPremio de las Naciones Unidas, comparezca.Es la primera vez que nos ocurre. En cuanto alas declaraciones del representante del Parti-do Socialista Navarro sobre el ataque a lasinstituciones democráticas navarras, las he-mos incluido en las perlas cultivadas de losgobiernos y grupos que estamos recopilandoen una publicación. Con motivo del 30 ani-versario de Amnistía Internacional en Espa-ña, hemos hecho un repaso de muchas de lascríticas y comentarios que hemos recibido du-rante estas tres décadas, y los haremos públi-cos este año. Hemos enviado una carta a to-dos los grupos parlamentarios expresandonuestra extrañeza y volviendo a insistir en queestamos muy gustosos de que si el Parlamentode Navarra nos vuelve a invitar, iremos, a pe-sar de lo ocurrido. En cualquier caso, yo mis-mo escribí un artículo en uno de los periódi-cos de Navarra sobre los derechos humanos, latortura y los malos tratos que había denuncia-do AI en el informe que iba a presentar anteel Parlamento. También concedimos una en-trevista a otro diario navarro para mostrar loque algunos parlamentarios no quisieron ver.

Haritu: ¿en qué consiste ese informe?

Esteban Beltrán: es un informe que AI publi-có el 14 e noviembre del 2007, que se llama«Sal en la herida». Curiosamente, habla demalos tratos y detenciones ilegales, pero no en

el ámbito del terrorismo. Amnistía documen-ta 16 casos tipo de violaciones de derechoshumanos que se dan en buena parte del Esta-do español y que reflejan nuestra princicipalpreocupación: hay una gran deficiencia es-tructural en la investigación de torturas y ma-los tratos en España que hace que muchos ca-sos queden en la impunidad. Esto se refiere acualquier persona. Por poner ún ejemplo, sehabla de una persona detenida por la Ertzain-tza y sometida, posteriormente, a malos tratos.También se testimonia el caso una personaque es golpeada en Madrid por unos encapu-chados que resultan ser policías. El informeevidencia otra deficiencia estructural: la pre-sunción de veracidad. A pesar de que existenmuchas veces informes forenses o incluso le-siones físicas, algunos jueces actuan bajo lapresunción de veracidad. Es decir, el Fiscalcree a la policía y no al denunciante. Ese es unelemento importante de impunidad. Y es loque AI denuncia en este informe para el quese han necesitado dos años de investigación.

Haritu: ¿Cuál es el ejemplo más flagrante detortura en el Estado español?

Esteban Beltrán: los casos de tortura en Espa-ña son extendidos y, además, persistentes. Ex-tendidos en el sentido en el que se practicanen buena parte del Estado y también por unabuena parte de los miembros de las fuerzas deseguridad, y persistentes porque permanecendurante años. El principal dilema, con rela-ción la tortura, es que no se reconoce comoun problema. La tortura se da en dos ámbitos,fundamentalmente: uno con componentes ra-cistas a personas inmigrantes. Esto Amnistíalo documentó durante varios años. Elaboró uninforme en 2002 que cubría siete años de in-vestigación. Se recogen 320 casos entre 1995y 2002 de malos tratos y abusos bajo custodiacon componentes racistas. También hemosdocumentado casos de malos tratos y uso ex-cesivo de la fuerza hacia personas sin ningúntipo de afiliación política, que no son inmi-grantes... Simplemente personas que estabanen el lugar equivocado en el momento equi-vodaco. Existe otro elemento que se refiere ala tortura y los malos tratos que se han dado

en el ámbito del régimen de incomunicaciónde personas acusadas de terrorismo. Para estostres casos hay dos soluciones importantes. Laprimera es reconocer que hay un problema,que es lo fundamental. La segunda, que debehaber una reforma del sistema de investiga-ción. Muchas veces la policía investiga a per-sonas de su mismo cuerpo, lo cual es inapro-piado. Se necesita un nuevo mecanismo deinvestigación, que hemos propuesto en esteinforme. También se necesitan videocámarasbajo control judicial. Este es el único puntoen el que ha habido ciertos avances en Cata-luña y en el País Vasco, y estamos intentandoque se produzcan en el resto del Estado. Lascámaras deben tener audio, estar vigiladas porun juez, mantenerse durante meses, no situar-las sólo en pasillos y, además, deben grabarselos interrogatorios. Las videocámaras son uninstrumento importante para limitar el alcan-ce de la tortura y, también, el alcance de lasdenuncias falsas de tortura a policías.

Haritu: en los últimos meses, y en relaciónal conflicto vasco, estamos asistiendo a unaespiral de casos de violaciones de derechoshumanos y recorte de libertades: atentadosde ETA, actos de violencia en la calle, pre-suntas torturas a detenidos, prohibición deactos y manifestaciones convocadas por laIzquierda Abertzale, macrosumarios como el18/98, la ilegalización ANV y EHAK...¿Cómo ve la situación?

Esteban Beltrán: no hay ninguna justifica-ción para la vulneración de derechos huma-nos como lo hace ETA. Mucha gente se sien-te amenazada y percibe hostigamiento. Encuanto a la respuesta del Estado, lo que másestamos investigando es la parte de tortura ymalos tratos de la que hemos hablado antes.Amnistía, en relación al proceso 18/98, estáevaluando algunos aspectos del proceso; enconcreto, la aparente contradicción entreacusaciones muy graves a ciertas personasdentro del proceso que han condenado tajan-temente los crímenes de ETA. Con respecto ala ilegalización de partidos políticos, AI noentra en el tema, porque no es ámbito de sutrabajo. Lo único que quiero señalar es que

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desde hace años AI ha mostrado su preocupa-ción porque la redacción de la Ley de Parti-dos es tan ambigua que podría permitir en elfuturo la detención de personas que aboguenpor la independencia y, al mismo tiempo, nohayan cometido delito violento.

Haritu: ¿Cree retomable el proceso de paz?

Esteban Beltrán: nosotros no somos una or-ganización pacifista. AI es una organizaciónde derechos humanos. Así que lo que puedodecir es que dentro de un marco de paz, o sinél, no debe haber vulneraciones de derechoshumanos. Sin condicionalidad. Ahora mis-mo, se está hablando de Cuba bajo esos pará-metros de condicionalidad. Se dice que de-ben levantar embargos, que deben salir lospresos de conciencia... porque la situación hacambiado. Los presos de conciencia no debenestar en la cárcel y el embargo estadouniden-se en Cuba se debe levantar porque afecta ala población civil. Lo mismo en el País Vas-co. No se puede torturar, haya o no procesode paz. No se puede matar, ni atentar. No de-bería haber malos tratos o recortes a la liber-

tad de expresión. Los derechos humanos nodeberían ser moneda de cambio, con o sinproceso de paz.

Haritu: ¿La dispersión de presos atentacontra los derechos humanos?

Esteban Beltrán: la política de dispersión depresos vulnera el principio 24 de las normasmínimas del Departamento de Recursos Na-ciones Unidas, que indica lo siguiente: lospresos, sean quienes sean, deben estar cercade su familia y su entorno social, pero debenpedirlo ellos mismos de forma individual.

Haritu: ¿cómo interviene Naciones Unidasen el tema de la tortura en el Estado?

Esteban Beltrán: Naciones Unidas tiene va-rios instrumentos legales. Lo que hace es, co-mo AI, denunciar vulneraciones de derechoshumanos y hacer recomendaciones al Go-bierno. El redactor de Naciones Unidas con-tra la tortura lo hizo en 2003. Lo ha hecho elComité Europeo para la Prevención de laTortura en sus visitas a España en 2005 y

2003. Por tanto, Naciones Unidas y el Comi-té Europeo han hecho su papel investigandolo que está ocurriendo, denunciando si hayvulneraciones y, si se considera necesario,presentando recomendaciones. AI lo ha he-cho durante años, pero efectivamente, no haymanera de reforzar esas posibilidades porqueno hay una policía internacional que lo haga.En cuanto al ámbito legal, está la posibilidadde recurrir a lo tribunales e incluso de llegarhasta el Tribunal Europeo de Derechos Hu-manos de Estrasburgo. Cuando un gobiernono actua, hay dos formas de responder: una,presionando al gobierno pacíficamente paraque actúe, que es lo que hace Amnistía docu-mentando los casos de tortura e intentandoque el gobierno reconozca que hay un proble-ma de tortura, o intentando que ETA deje dematar. Otro instrumento es la vía legal, el Po-der Judicial. Si alguien considera que el PoderJudicial no le ha tratado de acuerdo con lasleyes internacionales, puede recurrir al Tribu-nal Europeo. Recurrieron personas maltrata-das por la policía en 1992 en Barcelona y elGobierno Español ha sido condenado por noinvestigar bien esos casos de tortura.

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Las aguas no podían bajar más revueltas en el entorno del autodeno-minado Movimiento de Liberación Nacional Vasco. La ofensiva judi-cial contra Batasuna quemó sus últimos cartuchos encarcelando a lospocos portavoces de la Mesa Nacional que quedaban libres y cuya ca-beza visible era Pernando Barrena. EHAK y ANV comienzan a recorrerla misma senda y, a pesar de que se pudieron presentar a las eleccionesautonómicas, municipales y forales en tiempo de tregua, ahora han que-dado fuera del juego político. Que los ciudadanos vascos pierdan la po-sibilidad de apoyar o censurar con su voto la estrategia de este sector re-presenta un mordisco más en la normalidad política que este país nece-sita, y que este sector se quede sin apenas interlocutores es un gran obs-táculo para un diálogo político de futuro. Por otra parte, dos históricosactivistas de ETA, como son el que fuera responsable de su aparato po-lítico, José Luis Álvarez Santacristina, Txelis, y el ex cabeza del aparatomilitar, Kepa Pikabea, hicieron recientemente una reflexión crítica conla estrategia de la banda en la que aseguraban que ETA «no consideróla opinión de la mayoría de los presos al romper la última tregua» y con-cluían que la lucha armada es «inútil» y un «obstáculo» para el avancepolítico del pueblo vasco. También afirmaron que la estrategia «aber-tzale y popular» no se puede construir «haciendo oídos sordos a la vo-luntad del pueblo», por lo que pidieron un ejercicio de «autocrítica»,reafirmando su apuesta por una estrategia política que respete «todos losderechos humanos, sin demora y sin excepciones». Expulsados de ETA,ahora también quedan fuera del Colectivo de Presos Políticos Vascos,pero la autocrítica siempre es necesaria y, en este caso, imprescindible.

El 9 de marzo, los ciudadanos del Estado se vuelven a retratar ante lasurnas. La fotografía que de los anteriores comicios salió desenfocada porel torbellino de acontecimientos que se desencadenaron a partir deaquella terrible mañana de marzo en la que casi 200 personas perdieronla vida y que aún proyecta su sombra sobre la política española. Cuatroaños después, PP y PSOE vuelven a confrontar sus formas y sus fondospara intentar convertir a sus respectivos candidatos en el próximo in-quilino del Palacio de La Moncloa. Al margen de los focos mediáticosdel bipartidismo, los partidos minoritarios en el Congreso tratan de ha-cerse un hueco en la agenda política, sabedores de la importancia quepuede tener cada escaño en un escenario de mayorías cortas de cual-quiera de los dos grandes partidos a la hora de formar gobierno. La anu-lación de las candidaturas de la izquierda abertzale volverá a distorsio-nar el voto vasco, que por lo demás apenas ofrece más novedades que elrelevo de Begoña Lasagabaster por Nekane Alzelai en EA, y la intrigapor ver cómo se comporta el electorado navarro tras la decisión del PSNde facilitar a UPN cuatro años más de gobierno en la Comunidad Foral.Además, Santiago Cervera se examina como relevo del histórico inte-grante del Grupo Popular en el Congreso Jaime Ignacio Del Burgo. Estiempo de votar primero, y de ver después cómo se tejen y se destejenlos acuerdos, en una legislatura que apenas arranque tendrá que abordarla hoja de ruta planteada por el Lehendakari y aprobada por el Parla-mento Vasco con la consulta democrática como telón de fondo y con elportazo que recibió Ibarratexe en su última visita a Madrid aún resonan-do por los pasillos de la Cámara baja. A ver cómo sale esta nueva foto.

Cita con las urnas Crisis en el MLNV

Hilvanando

Hari-muturrak...

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La posibilidad de que el Ejecutivo español retome el diálogo conETA si ésta decide mostrar una «clara voluntad» de abandonar laviolencia ha planeado sobre toda la campaña electoral. PP y PSOEhan sido presos de sus estrategias electorales al abordar esta cuestión,pero la calle se ha expresado con mayor libertad. Según una encues-ta de Sigma Dos elaborada para el diario El Mundo, un 69'7% de losciudadanos encuestados en el Estado cree que, si gana Zapatero, vol-verá a «intentar dialogar» con ETA. Sobre su opinión al respecto, lasociedad se muestra bastante dividida, con un 47'9% que ve el diá-logo como una opción que debe ser «descartada» y un 45'4% quecree que no, habiendo quienes condicionan retomar los contactossólo si vuelve el escenario de tregua (33'6%) y quienes abogan porseguir hablando incluso con la tregua rota (11'8%). A pesar de esteempate técnico, ante la pregunta de «¿Quién cree que hará una po-lítica más eficaz en la lucha contra ETA?», la mayoría se inclina porel actual presidente, aun creyendo que volverá al diálogo; una res-puesta que muestra un significativo cambio, ya que en el estudio decomienzos de año, los ciudadanos se decantaban por Mariano Rajoy.Está claro que todas las encuestas tienen mucho de «cocina» a sus es-paldas, que la campaña afecta a las respuestas y que los datos de lossondeos ofrecen tantas lecturas como se quieran hacer de ellos. Peroes significativo que, tras la frustración creada por la ruptura del pro-ceso, y después de la que está cayendo, los ciudadanos crean que lapolítica más eficaz para luchar contra ETA la hará alguien que estánseguros de que volverá a hablar con la organización.

En clave de diálogo

...hilos sueltos

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«El caso Euskaldunon Egunkaria es el mejor ejemplo de una manera deactuar que nunca debería haber ocurrido en democracia, característico deun tiempo en el que se instrumentalizaron los diferentes poderes del Es-tado en beneficio de una estrategia partidista de gobernar». Quien así serefiere a lo sucedido con el cierre de Egunkaria es el Gobierno Vasco. Hanpasado cinco años desde que la Policía Nacional bajó la persiana del úni-co diario que se escribía íntegramente en euskara. Cinco años desde queciudadanos de distintas ideologías se echaron a las calles de Donostia pa-ra clamar contra lo que entendieron como un ataque contra sus liberta-des en general, y contra las de opinión y expresión en particular. Cincoaños desde que se detuvo a los máximos responsables del periódico y seles procesó. Cinco años desde que se crearon Egunero, como respuesta ur-gente, y Berria, como afirmación de lo absurdo que es intentar ponerpuertas al campo. Hoy siguen en marcha muchos procesos que tambiénparten de la presunción de culpabilidad como premisa y que ignoran lamáxima legal de que «delinquen las personas, no las organizaciones» enuna preocupante espiral que pone en solfa derechos y libertades de laspersonas implicadas en diversos ámbitos. Pero el tiempo y el hábito nohan logrado que lo «anormal» se convierta en normal. Así, cinco añosdespués, sigue teniendo actualidad la denuncia de una decisión judicialque en absoluto ha debilitado a ETA -si es lo que realmente pretendía- yque sólo ha supuesto una vuelta de tuerca más en el oxidado engranajecon el que el Estado trata de defenderse a cañonazos de algo que, aunqueparezca mentira después de tantos años, no termina de comprender.

Cinco años sin Egunkaria

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Haritu: ¿Cómo valoran la campaña electo-ral? ¿Se podría decir que ha sido la menoselegante de los últimos años?

Fermín: yo no lo creo, y de hecho, diría queésa es una de las principales sorpresas. A mime parece que es una campaña de perfil bajoy, a pesar de que estamos muy acostumbradosal termómetro de la crispación, no he apre-ciado grandes cosas fuera de los habitualespequeños insultos que son incluso necesariospara que los partidos den un poco de fe a susgentes.

José Luis: estoy totalmente de acuerdo, aun-que me gustaría añadir algo: una campañaelectoral es un momento especial que se pro-duce sólo una vez cada cuatro años, por lo quees necesario que los candidatos expliquenbien qué quieren hacer. Por eso creo que lapalabra mercadeo, que tanto se usa actual-

mente para referirse a ofertas como el cheque-bebé y demás, no es adecuada. Simplemente,ante una promesa, es normal que el otro par-tido haga otra igual o mayor.

Haritu: ¿Pueden estas propuestas influir en elvoto?

Fermín: no demasiado. Creo que la gente lasmira con un cierto recelo, por lo que apenasmueven la voluntad de voto. Además laconcatenación de ofertas de este tipo despis-ta al votante, porque llega un momento enel que no se sabe si era Zapatero el que que-ría plantar 500 millones de árboles o Rajoyel que ofrecía el cheque de 400 euros. Al fi-nal, es como una cesta de Navidad que nosabes qué empresa te la regala porque se pa-rece mucho a la que te ha enviado la compe-tencia. Yo creo que todo esto forma parte delruido que se genera en torno a estas citas

electorales, y de hecho, existió un momentode ofertas y luego dejaron de estar en prime-ra plana, porque los estrategas de los partidosentendieron que ese ruido no les beneficiabanada.

José Luis: está claro que el PSOE tiene una es-pecial inclinación por los sectores más desfa-vorecidos, quizá por ideología, por lo que des-tina estas promesas a ir solucionando parte delos problemas que esos sectores pueden tener.Son políticas de corto plazo y se realizan encampaña porque eso anima a votar, pero notienen mayor recorrido.

Haritu: Fermín ha dicho en alguna ocasiónque «una buena campaña no te asegura lavictoria, pero una mala, te asegura la derro-ta». ¿Cuánto influye realmente la campañaen la decisión de voto de los ciudadanos delEstado?

El juegode la política

Fermín Bouza & José Luis SanchísEl día en que comenzó la campaña electoral, Haritu se trasladó a Madrid paracitarse con Fermín Bouza y José Luis Sanchís; dos de los más relevantes analis-tas de la comunicación política en el Estado. En un particular diálogo de sabios,entre los dos desmenuzan la maquinaria estratégica que se esconde tras cada pa-so del PP y el PSOE, ya que del resultado que arroje el combate entre estas dosformaciones depende quién ocupará el sillón presidencial durante los próximoscuatro años. Políticos en campaña y campaña política, al desnudo.

A dos bandas

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Alvaro González Texto Karlos Corbella Fotos

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José Luis: una campaña es un proceso largoque no empieza con la pegada de carteles, y loselectores ven todo ese recorrido. Antes de em-pezar la campaña puramente dicha, un 70% delos ciudadanos ya tiene decidido el sentido desu voto; es la gente que siempre vota lo mismo.Luego, hay otro bloque, que estaría entre un 15y un 25% del electorado que los estudiosos deeste tema denominamos switchers y que son los

que cambian de un partido a otro y que son alos que la campaña sí les afecta para decidirse.

Fermín: efectivamente, en este momento losque se declaran indecisos pero dicen que sípiensan votar, aunque aún no saben a quién,rondan el 20%. Pero cuando las encuestasarrojan estos resultados, a veces son engañosas,porque estos indecisos no lo son tanto. Segura-

mente, ya tienen decidido a quién van a votar.Lo que ocurre es que no lo dicen. Más que in-decisos, son «ocultistas» de su voto. Por lo ge-neral, y a no ser que exista un hecho inespera-do en campaña como pasó en 2004, el voto de-clarado nos da una buena vara de medir lo queva a ser el voto final. La campaña ha arranca-do con una distancia de seis u ocho puntos fa-vorables al PSOE en voto directo y creo que

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esto va a variar estas semanas, por lo quecreo que la campaña sí influye. Sobre todolos debates, que van a ser decisivos. Durantela precampaña, la agenda la ha marcado elPP y ha introducido temas como la inmigra-ción, que ha descolocado al PSOE y que ac-tualmente es una de las principales preocu-paciones de los españoles. El enfrentamientoentre Solbes y Pizarro demostró que el PSOEtiene el frente económico bien atado y quepuede dar al PP un revolcón en un terrenoque no esperaba, y esto mismo le puede pasaren el debate a Zapatero en temas como éstede la inmigración.

Haritu: ¿Sigue habiendo izquierdas y dere-chas a la hora de definir la comunicación y laactuación política?

Fermín: existe un sistema para ubicar alelector, al trabajar en encuestas, que es loque llamamos «la casilla cinco de la escalade autoubicación ideológica». Tenemos unaescala del uno al diez y preguntamos al en-cuestado dónde se coloca a sí mismo, sien-do el uno la extrema izquierda, y el diez laextrema derecha. Así, salvando las situa-ciones particulares de zonas como el PaísVasco o Cataluña, que tienen una situaciónparticular, las casillas uno, dos, tres y cuatroson la base del voto del PSOE y viene a serun 30% del electorado. Del mismo modo, elPP cuenta con más o menos ese mismo 30%fiel, que se autoubica en las casillas seis,siete, ocho y nueve. La casilla cinco es entorno a la que se orquesta todo esto de lascampañas. En 1982, cuando arrasó elPSOE, se metió incluso en la casilla seis, yesas son las oscilaciones que se buscan alelegir los mensajes y al entrar en temas deposicionamiento ideológico del votante. Enesa casilla se reparten 20 puntos y habráque ver cómo queda: 11 PSOE, 9 PP... Yocreo que ahora mismo -a comienzos de cam-paña- la cosa está en 13/7 a favor del PSOE,pero en cualquier caso, pese a las correccio-

nes que se puedan producir, el PP tiene querealizar una campaña de centro izquierdapara poder meter la cabeza en esta casilla,porque sin ella no tiene ninguna posibili-dad. El 30% con el que cuenta inamovible-mente nunca te va a dar las elecciones, porlo que tiene que vencer en campo enemigopara optar a ganar las elecciones. Y cuandoAznar ganó, fue porque ganó en la casillacinco.

José Luis: sí, hay gente que vota izquierdaso derechas en este sentido, pero yo lo mez-claría con la variable «le gusta Zapatero, oprefiere a Rajoy», porque la variable ideoló-gica me parece que es muy interesante y es-tá presente, pero también lo está la de a quécandidato prefieren los electores para con-fiarle el gobierno. Además, también hayotros factores que influyen más allá de iz-quierdas y derechas, como el nacionalismo.

A dos bandas

Fermín Bouza

«Lo de las ofertas es como una cesta de Navidad que no sabes qué empresa te la regala porque se parece mucho a la que te envía la competencia»

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El PP se presenta como más españolista queel PSOE, por lo que también hay que teneren cuenta lo que la gente responde sobre sise siente más o menos español, o españolis-ta, para completar el abanico de los aspectosideológicos que influyen en el votante.

Haritu: en este sentido, ¿es cierto lo quese dice de que la izquierda necesita movili-zar a su electorado si quiere repetir los

buenos resultados del año 2004, mientrasque a la derecha le interesa menos agitar alos votantes?

Fermín: bueno... cuando se habla de movi-lizar al electorado de izquierdas, no está deltodo claro que éste sea un grupo homogéneode pasotas. En la casilla cinco se encuentrael mayor porcentaje de abstención, y en es-te sentido el PSOE se enfrenta a dos proble-mas: movilizar a esta franja de votantes y lo-grar que toda esa amalgama de habitualesabstencionistas que votaron en 2004 a Za-patero y que vienen de ámbitos tan distintoscomo el ecologismo, los movimientos paci-fistas contra la guerra o los movimientos li-bertarios vuelvan a sentirse obligados a ir avotar. Es lo mismo que ocurría con la anti-gua CNT de antes de la guerra, que cuandose movilizaba y llevaba a sus anarquistas avotar ganaba la izquierda, y cuando se abste-nían ganaba la derecha. Eran decisivos, yconvencer a estos sectores de que tienenmotivos para votar lo sigue siendo, aunqueahora es más difícil conseguirlo, porque noestán agrupados en ningún colectivo con-creto al que se pueda intentar seducir, sinoque están desperdigados en mil y una histo-rias diferentes.

José Luis: la decisión del voto es un temabastante complejo que depende mucho delas circunstancias. En mi opinión, la clavese encuentra en que haya un ambiente devotación o un ambiente de pasotismo. En2004 se produjo un claro ambiente de vota-ción que se fraguó entre el viernes por la tar-de, cuando partió la manifestación contralos atentados del 11-M, y que llegó a su pun-to álgido el domingo ante las urnas. La par-ticipación subió muy sustancialmente y laventaja del PSOE fue al final de cinco pun-tos, porque la gente que no iba a votar semovilizó y eligió en una proporción de90/10 votar al PSOE como protesta ante to-do lo que estaba sucediendo.

Fermín: sí. La única encuesta disponible so-bre lo que pasó aquellos días es un trackingque hizo Demoscopia desde el día 10 demarzo hasta el 13, y en ella, el PSOE iba pordelante del PP en intención de voto ya eldía 10, por lo que antes de que pasara todolo que pasó, existía el claro peligro de queganara el PSOE, y eso lo sabía Arriola en lasede del PP. Sin embargo, cuando estallanlas bombas, el tracking da 9 puntos de venta-ja al PP, porque las bombas juegan siempre afavor del gobierno. Pero a partir de ahí escuando viene la gestión que el gobierno deAznar hizo de la comunicación de las prime-ras investigaciones y la gente empieza apensar que se le estaba manipulando. Y esefue el catalizador; el verdadero movilizadorde ese grupo de abstencionistas, no la guerrade Irak. Así, el día 12 el PSOE se sitúa denuevo a dos puntos del PP, y el 13 a uno.Cuando el día 13 se convocan las manifes-taciones ante las sedes del PP, la gente em-pieza a preguntarse quién ha sido el verda-dero autor de la masacre y se desequilibra labalanza, pero no era algo promovido por elPSOE, porque, de hecho, llamé a Ferrazcuando vi las concentraciones y me dijeronque estaban asustadísimos porque sabíanque iban ganando y no querían que hubieraalguna carga policial o algo que torciera esatendencia que les ponía en cabeza.

José Luis: sí. Yo aquellos días estuve muypróximo a todo aquello, y lo cierto es quefueron unas elecciones muy particulares enlas que se partió de una convicción de quehabía sido ETA y se acabó pensando que elGobierno manipulaba, cuando en un princi-pio hasta el Lehendakari había dicho que éltambién pensaba que había sido ETA y to-dos habíamos acudido a una manifestaciónunitaria.

Haritu: volviendo a la campaña actual, ¿có-mo ven las estrategias de los dos principalespartidos?

José Luis Sanchís

«La clave está en que haya un ambiente de votación o un ambiente de pasotismo. En 2004 se produjo un claro ambiente de votación»

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Fermín: una campaña tiene que estar fun-dada en la tendencia de voto; es decir, quela campaña que tienes que hacer depende decómo vayas en intención de voto. Y en es-tas elecciones, como esto está un poco difu-so, las campañas también lo están siendo.Hay un cierto caos en el mundo de las en-

cuestas y nadie puede decir exáctamentequé está pasando. El PP parece que había re-montado un poco en los últimos meses, porlo que ha seguido una campaña haciendoruido y con una cierta tendencia triunfalis-ta para fortalecer ese voto creciente. ElPSOE, al ver que pierde algo de intención

de voto, ha optado por una campaña racio-nal y tranquila de perfil bajo. El PP tomó ladelantera al marcar los temas de agenda du-rante la precampaña y logró tomar ventajaintroduciendo asuntos como la inmigración,alineándose con el discurso que tienen lamayoría de los españoles en un tema que ca-da vez preocupa más. Lo que entre las élitesaparece como algo criticable entre la gentees un discurso que se hace muy interesante.Por lo demás, la economía no tiene el pesoque se podía esperar que tuviera, y el PP havuelto al terrorismo, cosa que yo no espera-ba porque es el asunto que más daño le hahecho electoralmente. Pero en definitiva, sihemos llegado a la campaña con empatetécnico, es porque ninguno de los dos ha sa-bido comunicar bien su labor de estos últi-mos años. Los socialistas, porque carecen deun aparato de comunicación, lo que haceque todas las bofetadas le caigan al propioZapatero, o a De la Vega. Y ninguno es uncomunicador nato. Pero, por otro lado, elPP no ha sabido aprovechar los huecos por-que se enredó en el tema del terrorismo, enel que en las encuestas la gente ha venidodiciendo que el PSOE lo hace mejor que lospopulares. De hecho, cuanto más sube el te-rrorismo como preocupación ciudadana enlas encuestas, más sube la intención de votoal PSOE.

José Luis: yo ahí difiero un poco. Creo queambas campañas están muy bien diseñadas.El PP tiene que un segmento que es la dere-cha pura, y tiene unas fronteras difíciles deatravesar. Tiene entre 10 y 10 millones ymedio de votantes seguros, y lo que necesi-ta es que los abstencionistas se queden encasa para que baje el número de papeletasdel PSOE, porque él de por sí no puede con-

Fermín Bouza

«Cuanto más sube el terrorismo como preocupación ciudadanaen las encuestas, más sube la intención de voto al PSOE»

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seguir un voto más debido a la fuerza de suradicalización. Ya ha movilizado a todo elmundo, y no puede conseguir un voto más,ni siquiera de los sectores que podrían estarmás próximos a esa derecha que el PP tratade representar. Al PSOE se le pueden ir mu-chísimos votantes que vuelven al abstencio-nismo, y en eso confía el PP, por lo que creoque está haciendo una muy buena campañatratando de retener a todos y cada uno desus votantes de 2004 a través de la tensión yconfiando en que muchos ex votantes deZapatero se queden en casa. Al final las di-ferencias van a ser pequeñas y van a depen-der sobre todo de la participación.

Haritu: ¿Y cómo ven a los candidatos?

José Luis: creo que la seriedad y profesiona-lidad de Rajoy se contrapone con el talantey la proximidad de Zapatero. No es que unosepa más y otro menos, sino que es una cues-tión de estilos.

Fermín: en mi opinión, son dos perfiles hu-manos muy similares. Son dos tímidos. Nin-guno es un excelente comunicador. Los dossufren ante las cámaras e incluso tartamude-an a veces, así que estamos muy lejos delperfil de gran comunicador que pudieron te-ner Felipe González u otro de menor enti-dad pero muy tranquilo como era Aznar. En-tonces, ¿qué tienen? Pues Zapatero, esa caraun poco de besugo, pero también de buenchico y casi de congregante mariano que esmuy buena para las cámaras. Por su parte,Rajoy tiene una cara que es más difícil, co-mo desencajada, que da peor ante las cáma-ras, pero al mismo tiempo tiene un fondoirónico, de casino de pueblo gallego, que sisabe utilizar le puede rendir en los cara a ca-

ra con Zapatero, donde tiene que ir a muer-te porque sabe que va por detrás en las en-cuestas. Por otro lado, creo que Zapaterotiene mejor equipo, que está mejor asesora-do y que irá mejor preparado a los debatestelevisados. Me llama la atención que el

presidente está entrenando poner cara demalo. No le pega y yo le veo muy gracioso,porque no lo tiene del todo trabajado, perocreo que algo le habrán dicho de que tieneque plantar cara a Rajoy y le veremos asímás habitualmente.

José Luis Sanchís

«El PP lo que necesita es que los abstencionistas se queden en casa para que baje el número de papeletas del PSOE»

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Hemeroteka

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Umorea

RicardoEl Mundo, 21 de febrero

MontxoBerria, otsailaren 26a

ManelPúblico, 26 de febrero

Toni BatlloriLa Vanguardia, 27 de febrero

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Esandakoak

Mariano Rajoy, presidente del PP.

Manifiesto de presentación de la platafor-ma Erabaki.

Baltasar Garzón, juez de la AudienciaNacional.

Arantza Urkaregi, portavoz de ANV.

Juan Mari Torrealdai, EuskaldunonEgunkaria-ko administrazio kontseilukozuzendaria eta 18/98 sumarioan auzipetua.

«Usted ha jugado con la Ley y ha aceptado elchantaje de ETA en el caso de Juana Chaos.(…)Usted agrede a las víctimas del terrorismo».

«Todas las personas tienen derecho a ser consul-tadas sobre los problemas que les afectan, y todoslos pueblos tienen derecho a decidir libremente sufuturo».

«El presidente ha cumplido la ley y ha actuadodentro de los márgenes de la Constitución (en suintento de buscar una solución dialogada conETA)».

«¿Con quién vais a hablar de cara a la resolu-ción del conflicto si ilegalizáis y encarceláis a losinterlocutores?¿Sois conscientes de que sin nues-tra interlocución no es posible solucionar el con-flicto? ¿Habéis valorado bien los pasos que estáisejecutando?».

«Kontu honetan sartzeko beldurra nuen. Kar-tzelan nengoela Acebes entzun nuen hizketan te-lebistan, estatuak torturak salatzen zituztenak sa-latzen dituela esanez. Beldurra sentitu nuen etakartzelatik irtetzerakoan ez nuen beste epaiketabatean sartzeko gogorik eta ez nuen torturarik sa-latu. Hiru urte igaro arte ez dut inoiz tortura hit-za aipatu, beldurragatik.».

«¿Cómo es que no sienten vergüenza,ustedes los europeos, de aplicar el

doble rasero a un mismo problema endistintas partes del mundo? En España

la gente no quiere vivir en un solo Estado, apóyenles allí entonces».

Vladimir Putin, Presidente de Rusia.

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cambios más trascendentales que se han operado en la historia. Y to-davía llevamos muy poco tiempo como para sacar conclusiones claras.Pensemos que hasta la Revolución Francesa no existió el concepto deescuela pública. En nuestro país no es hasta mediados del XIX que seempieza a regular la escolarización general de los niños y hay que es-perar al siglo XX para que en Europa se alcance la plena escolariza-ción de la infancia, en primer término, y más tarde de los adolescen-tes. Por detrás tenemos miles de años en que la mayor parte de la gen-te pasaba directamente de vivir bajo la única tutela de la familia desus padres, a formar la suya propia como progenitores, posición a laque accedían ya con una considerable experiencia laboral: la que da-ba el haber estado trabajando desde que eran niños. ¿Era aquello me-jor que lo que tenemos ahora? Bueno, seguramente tendría su partepositiva: los jóvenes se verían obligados a despabilar antes y, como es-taban muy ocupados en ganarse la vida, no se sentirían inclinados ahacer muchas de las bobadas a las que nos suele empujar el vulgar has-tío, el simple aburrimiento del que suelen ser presa durante largas ho-ras nuestros adolescentes. Ahora bien, ése es un mundo que ya pasó.La transmisión de valores en el ámbito exclusivo de la familia asegu-raba una perpetuación de paradigmas mentales y daba más estabilidady homogeneidad entre las sucesivas generaciones, lo cual podrá pare-cer muy positivo, pero no se negará que reduce las oportunidades deintercambiar novedades, de enriquecernos con los puntos de vistaajenos y, en definitiva, de avanzar hacia algo mejor. Lo que la escue-la nos ofrece, especialmente en los tiempos actuales, es la oportuni-

Viento en popa o algo así

Opinión

34 Haritu

No voy a decir nada que no sea obvio: si nuestros escolares sólo tu-vieran que recibir instrucción en las distintas materias sobre las que seexaminan, no haría falta que pasaran en los colegios e institutos detreinta a cuarenta horas semanales. Eso de que la educación es tareaexclusiva de las familias y que la escuela tiene que limitarse a las ma-temáticas, la lengua, etc lleva implícita una desvalorización de la ta-rea docente, ya que nunca como ahora ha habido tantas y tan eficacesalternativas al aprendizaje presencial. Una aplicación rigurosa de esaidea reduciría enormemente el número necesario de profesores. Si loque uno quiere es aprender a resolver ecuaciones o a conjugar correc-tamente los verbos, seguramente aprovechará mejor el tiempo si-guiendo un buen curso online completado con unas pocas horas deasistencia a clase o de apoyo tutorial.

La cuestión es que el trasiego diario de miles y miles de estudian-tes de casa a la escuela y de la escuela a casa tiene otra razón de ser, ytampoco es precisamente la de servir de guardería, porque si fuera esotambién se nos ocurren a todos otras soluciones mucho menos costo-sas y complicadas. Los centros escolares son, sobre todo, el ámbitodonde nuestros hijos se van construyendo como individuos insertos enuna sociedad. La tensión entre el yo y el nosotros, el nosotros y elellos, el tú y el yo, y el ello, y el ella… y el yo otra vez…, de esto setrata cuando hablamos de la escuela. Se habrán escrito millones de pá-ginas sobre la dinámica grupal en las aulas y sobre la psicología de losalumnos, pero aún tenemos que escribir muchas más. La escolariza-ción obligatoria de niños y adolescentes es probablemente uno de los

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dad de aprovecharnos de la diversidad humana. No es que la diversi-dad sea un valor, como se suele repetir. La diversidad es un hecho, pe-ro constituye, eso sí, el contexto más creativo para poner los valoresen juego y cimentar bien la concordia y la unidad.

Cuando se oye decir a algunos que la escuela está degradándose,uno siente el mismo efecto que si oyera decir a un biólogo «la genéti-ca ya no es lo que era, en tiempos de Mendel y Darwin no pasaban estascosas», en referencia a los problemas éticos que hoy en día nos plan-tea, por ejemplo, la clonación y pasando por alto, es otro ejemplo, loque han iluminado nuestra comprensión de la raza humana las con-clusiones del Proyecto Genoma Humano publicadas hace cinco años.Y es que hace siglo y medio la genética estaba en pañales, era más sen-cilla, y por eso todavía creíamos que los rasgos raciales mostraban di-ferencias fundamentales entre la naturaleza biológica de las personas.En aquel tiempo no faltaban quienes argüían valores para segregar alos negros de los blancos en la escuela, en el mejor de los casos, o sim-plemente excluirlos. Ahora la ciencia ha venido en apoyo de los va-lores, para decantar los que valen y poner en su lugar a los que… yales vale. Estamos de suerte en el planeta tierra. Los mejores frutos quela escuela nos puede dar también están aún por venir. Para verlo sólohace falta que tomemos una perspectiva amplia, que nos sitúe en uncontexto histórico. Sentenciar que la escuela antes era mejor tienepoco fundamento, porque un poco antes de ese antes no era ni mejorni peor, pues sencillamente todavía no existía. Recientemente escu-chaba en un programa de radio a una persona decir que cuando ella

Pedro UrquijoEducador

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estudió bachillerato aprendían mucho más y mejor que ahora. Lue-go añadió que tenía treinta años, es decir, que por su edad podríahaber sido alumna mía en una época en que yo ya llevaba casi diezaños oyendo decir a bastantes colegas que la educación pública yano era lo que había sido.

En la actualidad el foco del debate público sobre la educaciónse dirige hacia la dichosa Educación para la Ciudadanía. Cuandoescucho las cosas que se dicen me acuerdo del título de un libroque ha sido un éxito de ventas en Francia: «Cómo hablar de loslibros que no se han leído», escrito por Pierre Bayard. Estoy con-vencido de que algunos de los opinantes mediáticos sobre estacuestión tampoco se han leído el desarrollo curricular de estaasignatura publicada en el BOE, lo que no les impide decir cosasmuy ingeniosas al respecto. Me gustaría contribuir a la fiesta pro-poniendo una revisión del propio concepto de ciudadanía. Creoque la escuela tiene por delante la tarea de educar ciudadanos pa-ra el mundo. Por tanto los valores en los que nos sustentemos de-berán ser, según mi parecer, lo más universales que se pueda. Eneste sentido, el horizonte es la ciudadanía mundial. Desde luego,también se puede plantear la educación de otras maneras y lascosas pueden ir funcionando. Las leyes de la aerodinámica per-miten avanzar a un velero incluso con viento lateral. Lo real-mente complicado es intentar navegar en contra del viento. Asíque mejor si no le llevamos la contraria. Además, sería de malaeducación.

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Campaña

Galdeketa,oztopoak oztopo

Lokarrik Nafarroako Legebiltzarrean aur-kezturiko herri-kontsulta bat deitzeko propo-samena ez zuten izapidetzeko edo tramitatze-ko onartu nafar erakundeko UPN, CDN,PSN eta Nafarroako Ezker Batua alderdiekiragan hilabetean. NaBai, berriz, alde agertuzen. Oztopen gainetik, haatik, lanean darraiLokarrik galdeketaren alde eta «Parte-har-tu» kanpaina hasia da biltzen bere uzta. Bes-talde, martxoaren 15ean Lokarriren BatzarNasugia eta II. Urtemuga egingo dira Bilbon.

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2007ko abenduaren 13an aurkeztu zuen Lo-karik Nafarroako Legebiltzarrean herri-kon-tsulta bat deitzeko proposamena. Martxoanabiaturiko herri-kontsultaren aldeko sinadurabilketa kanpainan jasotako 3.213 nafarren a-txikimendurekin batera aurkeztu zuen.

Gaia otsailaren 6ko Proposamenen Batza-rrean aztertu eta berehala eman zen jakiteraebazpena. UPN, CDN, PSN eta NafarroakoEzker Batuen bozek atzera bota zuten proposa-

mena izapidetzeko eskaera. NaBai, ordea, es-kaera tramitatzearen alde agertu zen.

Atsekabez hartu du Lokarrik aipaturiko al-derdiek proposamenari uko egitea, izan ere,erantzun horrek ate guztiak ixten baitizkie na-far herritarrei modu baketsuan eta demokrati-koan elkarrizketaren, akordioaren eta bakea-ren inguruan hitz egiteko aukera izan dezatenkontsulta baten bidez; laburbilduz, nafar he-rritarrei beren bizikidetzari buruz erabakitzeko

aukera ukatu diete. 30 urte igaro ondoren,oraingo eta bere etorkizunerako hain garran-tzitsuak diren gaiei buruz hitz egiteko gaitasu-nik gabe jarraitzen du Nafarroak.

Bakea, elkarrizketa eta akordio politikoabultzatzea du helburu Lokarriren ekimenak.

Haatik, oztopo guztien gainetik eta zailtasu-nak zailtasun, bakearen aldeko lanean jarrai-tzeko prest dago herritarren Sarea, are indar-tsuago. Izan ere, blokeo eta hondamen egoera

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Donostiako Kursaala. Jauregi horretakoareto nagusian elkartu ziren mila bat la-gun otsailaren 10ean Erabaki herri plata-formaren aurkezpen-ekitaldi publikoan.

«Erabaki nahi dugu eta erabaki egingodugu» lelopean, normalizazio politikora-ko bidea irekitzeari begira erabakitzekoeskubidea defenditu zuen plataformak,herritar guztien erabakiak eta aukera po-litiko ezberdinak errespetatuz. Euskal gi-zartea eskubide horren bultzatzaile etasustatzaile izatea nahi du funtsean Eraba-kik (erabaki.nireblog.com).

Euskal gizarteko hainbat pertsona eza-gun eta hainbat eragile izan ziren Kursaa-len, hala nola Amaia Zubiria abeslaria etaTxaro Arteaga Emakundeko presidenteohia. Xabier Euskitze bertsolariak aurkez-tu zuen ekitaldia, eta, bere hitzetan, Era-bakiren helburua «pertsona gehiago eta

aniztasun gehiago gehitzea» da. Politika-riak ere izan ziren proposamena babesten;EAJren izenean Iñigo Urkullu EBBko bu-ruzagia eta Gipuzkoako ahaldun nagusiMarkel Olano, EAko Esther Larrañaga,Aralarreko Aintzane Ezenarro eta EBkoAntton Karrera, besteak beste.

Euskal Herriko gonbidatuez gain, Mo-nica Sabata eta Alfons Lopez Tena kata-luniarrek hitz egin zuten. Lehena Eraba-kitzeko Eskubidearen Aldeko Platafor-maren eleduna da, eta bigarrena BotereJudizialaren Kontseilu Nagusiko kidea.Eskoziako Legebiltzarreko kideak etaQuebeceko unibertsitate-katedradun ba-tek ere parte hartu zuten, bideo bidez, etanork bere herrialdearen esperientzia kon-tatuz. Ordezkari biek bat egin zuten «Es-tatuarekin nahi duen harremana euskalgizarteak erabaki» behar duela esanez.

Erabakitzearen aldekoak, Kursaalen bilduta

gainditzeari begira gizarteak erabakitzeko gai-tasuna eduki dezan lan egitea jotzen baitu Lo-karrik bide egokitzat. Gogotik jardungo da na-far herritarrek ere berretsi ahalko duten bake-rako eta bizikidetzarako akordioa lortu ahalizateko.

Horrek esan nahi du erakunde eta alderdipolitikoek, herritar guztien partaidetzarekin,ahalik eta azkarren abiatu behar dutela elka-rrizketa prozesu bat. Bakerako eta bizikidetza-rako akordio bat, kontsultaren bidez berretsiahalko dena, izango du helburu prozesu ho-

rrek. Baldin eta akordio hori ez bada posible,orduan kontsulta integratzaile baten edukieninguruan adostasuna lortzera bideratu beharkoda ahalegina. Bakeari eta bizikidetzari buruzherritarren nahia zein den argitzea, gizartemoduan elkartzen gaituenari erreparatuz, bila-tuko du kontsultak.

Parte-hartu kontsultanOztopo guztien gainetik, lanean darrai Lo-

karrik herri-kontsulta deitzearen alde, eta«Parte-hartu kontsultan» kanpaina jada hasia

da biltzen bere uzta. Herri-galdeketaren in-guruan jendearen iritzia zein den jakitekoSareak prestaturiko galdera-sorta baliabidearrakastatsua izan da, ezbairik gabe: 2.300galdera-sorta inguru jaso dugu jada erant-zunda, eta oraindik ere jasotzen ari gara in-ternet eta posta bidez. Nabarmen geratu daherritarren jakin-mina eta ekarpenetarakogogoa gaiaren inguruan, izan ere, kopuruazgainera, aipatu beharra dago iruzkin eta ira-dokizun ugari jaso direla galdera-sorta ho-rien bidez. Kanpaina amaitutzat jo dugu eta,beraz, bildutako datuak onarri hartuta landuden txostena martxoaren 10eko astean aur-keztuko den argitalpenean kaleratuko da.

Kanpainaren lehen urratsa egina dago etabigarrena ere abian da. Hasia da kontsultariburuzko Mintegien zikloa hiriz hiri jendea-ren ezagupenak handitzeko eta izan ditzake-ten zalantzak argitzeko.

Bestalde, Lokarriren Batzar Nagusia etabigarren urtemuga datorren martxoaren15ean, larunbatean, Bilbon egingo dira.Goizeko ekitaldiaren ondoren, EuskaldunaJauregian bazkari batean elkartuz ospatukodugu elkarrekin eman ditugun bi urte hauek.Eta ondoren, dantzarako musikak girotukodu ospakizuna.

Bazkarirako izena emateko epea martxoa-ren 11n, asteartean, bukatuko da. 902 42 1010 telefono zenbakira hots eginez [email protected] helbidera idatziz eman dai-teke izena.

Lokarriko partaideak abenduaren 13an herri-kontsulta deitzekoproposamena Nafarroako Legebiltzarrera aurkeztera joan zirenean.

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Indautxuko Foroaren biktimei buruzko txostena

Hasteko, herritarrek parte-hartzeko buzoibat egin zuten indautxutarrek, nagusiki elkar-teei eta gobernuz kanpoko erakundeei zuzen-dua, gainerako herritar guztiak ahantzi barik.

Gizarteak biktimei buruz duen iritzia zeinden jakitea zuen helburu nagusi ikerketa-la-nak. Galdera-sorta labur baten bidez parte-hartzea eskatu zien Foroak herritarrei gizarte-aren iritziak eta erantzunak jasotzeko. Infor-mazioa biltzeko baliabide nagusitzat finkatuzuten galdera-sorta. Guztira, 80 galdetegi az-tertu zituzten.

Helburu nagusiaren baitan, azpisailak ze-haztu ziren. Batetik, biktimen egoera dela-etaeskualdean gizartearen sentimendua zein denjakin nahi zen. Herritarren partaidetzarakobideak bilatzea zen beste ildoetako bat, ideiaberriak bilduz eta iritziak elkarrekin parteka-tuz. Bestetik, eskualdean jarduera-plan batzehaztea erabaki zuen Foroak: biktimen egoe-ra hobetzeko baliagarriak izan daitezkeenekintzak, birgaitzeko ekubideak irmotzea, be-rreraikuntzan konpontze-lanak eta partaidet-za, eta baita atzera ez egiteko. Horrez gainera,bakearekin lotutako gaietan herritarren par-taidetza sustatzea aurreikusi zen. Azkenik,erabaki egin zen gizarteak biktimei laguntzekoaukera berriak bilatzea.

Nortzuk dira biktimak?Zaila eta korapilatsua da biktimak nortzuk

diren definitzea; haatik, Indatutxuko Foroakezinbestekotzat jo du abiapuntu hori finkatzeakolektibo horri buruzko edozein ikerketa la-nerako beharrezkoa dela iruditzen baitzaie.Galdera-sortetan jasotako erantzunetan des-kripzio orokorrak agertzen dira, gatazkarenbiktimak nortzuk diren edo nortzuek izan be-har duten zehaztu gabe. Erantzun kopuru han-di batean agerian geratzen da jendearen iritzizguztiak edo alde bietakoak direla biktimak.Soilik galdetegi batean ageri da «alde batekoeta beste aldeko biktimak» kontzeptua. «Su-fritzen dutenak» definizioa da gehien errepi-

katzen dena. Bestalde, aipatu egiten dira: ga-betzea, beren eskubideetan edo askatasunetanerasotu etao zauritutakoak, edo bizitza galduizana. Kaltea zuzenean pairatu dutenengandikbaino harago, biktimatzat hartzen dira ere be-ren senideak eta gizartea bera orokorroean.

Biolentzia biktimen egoeraren beste osagainagusietako bat da. Badira biolentzia mota ez-berdinak: erantzun batzuen arabera, edozeinbiolentzia motaren pairatzen dutenak dirabiktimak. Aldiz, beste batzuen ustez, herri ho-nen gatazkaren biolentiza sufritzen dutenakdira biktimak.

Indautxuko Foroak ikusi ahal izan duenez,erantzun dutenek, era inkontzientean, denbo-ra epe zehatz baten baitan kokatzen dituztebiktimak; ETAren ekintza aramatua hasi zene-tik alegia. Ikerlanean, azpimarratu egiten dagaldetegi bakar batean ere ez direla aipatzenETAren ekintzak hasi aurretiko biktimak.

Erantzunetako batzuetan indarkeriaz joka-tzen dutenak aipatzen dira eta, horiek izendat-zeko orduan, ez da ezeberdintasunik ageri aldebatekoen eta bestekoaren artean. ETA, GALeta Estatuko Segurtasun indarrak izendatzendira biktimen sufrimendua eragiten dutenenartean.

Berdinak dira biktima guztiak? Zergatik?Oso zaila da biktimak sailkatzea, ez baitago

haiek bereizi, hierarkizatu eta multzokatzekoparametrorik. Oso zaila da, izan ere, biktimensufrimendua neurtzea. Ikuspegi eta jarreradesberdinak jaso ditu galdeketak horri buruz:-BAIETZ, berdinak direla diote jasotakoerantzunen % 33k. -EZETZ, ez direla berdi-nak diote erantzunen % 66k.

Zer egin daiteke biktimen alde? Jasotako erantzunek biktimekiko giza tratua

hartzen dute oinarritzat, gure gizartean dau-den kristau baloreekin oso loturik. Ekarpenorokorrak dira eta ez dute erakusten herrita-rraren parte-hartze zuzena sufritzen duten

pertsonekin. Ondoko kontzeptuak nabar-mentzen dira erantzunetan:

a) Elkartasuna: erantzuleek diote biktimakezin direla alde batera utzi, ez beren egoerariez ikusiarena egin, ez eta pairatu eta pairatzenduten zorigaitzari kasurik ez egin. Elkarren ar-tean ados ez jartzea ez dute arrazoitzat ikustenetsitzeko. Jarraitzeko gogoari eusten diote hel-burua lortu arte. Eta konpromiso hau azpima-rratzen dute: «biktimak lagundu, entzun, el-kartasuna adierazi eta babestu behar dituguedozein dela beren ingurune politikoa edo no-zitu duten erasoaren jatorria».

b) Desjabetzea: galdera-sortetan jasotakoekarpenek nagusiki agertzen duten ideia ho-nakoa da: biktimen zioaren jabe ezin da inoregin, eta ez du egin behar ere, ez eta horrenprotagonista bihurtu ere. Biktimak ez dirajaurtitzeko armatzat hartu behar.

c) Adostasuna: biktimak bere bizitza modueraikitzailean berregiteko (desbiktimizazioa)prozesuan ezin dute tokirik hartu mendekuak,gorrotoak edo zatiketa politikoak, biktimiza-zioa denboran luzatzea baino ez baitu ekartzenhorrek. Honakoen alde egin beharra dago: egiaonartzea, konponketa orokorra, iraganaren be-rrazterketa kritikoa, jendaurrekoa eta parteka-tua, eta adiskidetzerako eszenatoki egoki bat.

OndorioaNozitutako sufrimendua errekonozitzeko

aurreneko fasean dago oraindik gizartea, izanere, erantzun kopuru handi batek elkartasunirizpideei erreparatzen baitiete (entzumen-ariketa, identifikazioa, errekonozimendua etalaguntza) eta ez baitira aipatu ere egiten or-dainetarako (konponketak, laguntza eta kal-te-ordainak) geroko etapak. Horrez gainera,ez diote arretarik jartzen iraganaren (berrerai-kuntza) berrazterketa kritiko eta norabideanitzekoari.

2006. urtearen amaieran, Lokarriren Indautxuko Foroak biktimei buruzko ikerketa-lan bati ekin zion bereingurunean. Urte bat inguruko lan-jarduna izan da eta orain azterlanaren emaitzak txosten batean kaleratu di-tu Foroak. Jarraian, ikerlan horren laburpena aurkezten da.

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El pasado 30 de enero se cumplió el 60 aniversario de lamuerte de Gandhi, el hombre que llevó a la India a su inde-pendencia y que cambió la configuración política e ideológi-ca del Siglo XX convirtiendo sus convicciones pacifistas enuna bandera tras la que se unieron multitudes. Hoy, el mun-do mima su legado y aún siente la presencia de su luz.

Munduari so

40 Haritu

Gandhi60 años con

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En 1924 unió a la comunidad india que vivía en Sudáfrica en el Par-tido Indio del Congreso en Natal y fundó el periódico The IndianOpinion, a través del que logró poner un altavoz a todas aquellas vo-ces que clamaban contra las dramáticas conculcaciones de derechosque vivía el país. Y aquello estuvo a punto de costarle la vida por pri-mera vez, ya que en 1897 un grupo de blancos trató de lincharlo por-que le consideraban un agitador. Gandhi logró salvarse de milagro, pe-ro decidió no denunciar a sus atacantes ante la Justicia del país, noporque no confiara en ésta, sino porque empezaba a trazar un caminovital en el que cabían la protesta y la movilización activa, pero no ca-bía el rencor.

El nacimiento de una ideaEl Siglo XX llegó con una guerra bajo el brazo. Sudáfrica ardía co-

rrompida por sus conflictos internos y descoyuntada por las desigualda-des sociales. Al terminar la guerra la situación de los indios, lejos demejorar, empeoró hasta el punto de que el nuevo gobierno promulgóuna nueva ley por la que obligaba a los indios a registrarse en un censoque sólo buscaba tenerles totalmente bajo control. Por primera vez,Gandhi llevó a las masas a hacer suyo un discurso en el que se plantea-ba desafiar abiertamente la ley promulgada, pero sin violencia y sufrien-do el castigo que el gobierno quisiera imponer.

Este desafío duró siete años en los cuales miles de indios fueron en-carcelados (incluyendo a Gandhi en varias ocasiones), azotados e inclu-so fusilados por rechazar registrarse, quemar en público sus tarjetas de

registro o llevar a cabo cualquier otra forma de protesta no violenta. Sibien el gobierno logró reprimir la protesta de los indios, la denuncia enel exterior obligó al general sudafricano Jan Christian Smut a negociaruna solución con Gandhi. Su estrategia se consolidaba y daba sus pri-meros frutos, animándole a profundizar en ella.

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A. B. López de Lerena, periodista.

«No hay camino para la paz. La paz es el camino». El autor de esta fra-se, Mahatma Gandhi, fue asesinado hace 60 años por un integrista rela-cionado con la ultraderecha india. Tenía 78 años, y su discurso, demasia-dos enemigos. Consagrar la no violencia como código personal y estrate-gia política puede llegar a ser tan revolucionario como la sociedad quie-ra, y en la India de los años 40 lo fue tanto que le costó la vida. Comodejó escrito antes de caer abatido por su ejecutor, en política, «la violen-cia es sólo el miedo a los ideales de los demás».

La historia del mito comienza en 1869, cuando Mohandas nace en unapequeña localidad costera del actual estado de Gujarat. Hijo de una fa-milia acomodada hindú, aprendió a muy temprana edad a no hacer dañoa ningún ser viviente, a ser vegetariano, a ayunar para purificarse y a te-ner tolerancia con otros credos y sectas de su entorno. Tras un breve pa-so por la Universidad de Bombay, partió hacia Londres; la metrópoli des-de la que por entonces el Imperio Británico controlaba a la India, «la Jo-ya» de su Corona, y la ciudad a la que el joven Gandhi consideraba «elcentro de la civilización». Volvió a la India convertido en abogado, pe-ro sus tempranas inquietudes pronto le embarcaron rumbo a Sudáfrica.Corría el año 1893.

A sus 24 años, Gandhi era un hombre tímido al que apenas le intere-saba la política y que, de hecho, ni siquiera seguía la actualidad a travésde los periódicos. Pero África cambió su vida. La estructura de la discri-minación racial extendía sus tentáculos sobre todos los aspectos de la vi-da del país, y la judicatura no era una excepción. Todo aquél que no fue-ra británico o miembro de la casta de los Africanners -blancos descen-dientes de los primeros colonos holandeses que llegaron a Sudáfrica y queacapararon el poder y la riqueza del país hasta la llegada de Nelson Man-dela- era discriminado.

Gandhi observaba esta situación con una creciente implicación críti-ca, hasta que llegó el día en que se rebeló cuando, en el transcurso de unjuicio, el tribunal le ordenó que se quitara el turbante indio que cubríasu cabeza si quería permanecer en la sala ejerciendo de abogado. Mahat-ma se negó y abandonó indignado el juzgado. ¿Era posible que las autori-dades le trataran como a un ciudadano de segunda sólo por su origen? Enlos meses siguientes comprobó que, desgraciadamente, sí. Le golpeabanen el tren si no cedía su asiento a un africanner, le ordenaban que viaja-ra en tercera -a pesar de tener billete de primera- por no ser blanco, y po-co a poco se fue familiarizando con la triste realidad que era entonces ladiscriminación racial.

Cuando prescribió su contrato de abogado, Gandhi se preparó paravolver a la India espantado por lo que dejaba atrás. Pero cuando supo quela Justicia sudafricana preparaba una reforma legal que dejaba practica-mente sin derechos a los indios que vivían en el país, decidió quedarse.Era su primera batalla.

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En 1915 Gandhi decidió cerrar el libro de África después de haber lo-grado un buen puñado de victorias parciales para la causa del reconoci-miento de los derechos de los indios en Sudáfrica y de haber cimentadolos principios de su activismo no violento, y regresó a la India, dondetambién había mucho trabajo por hacer.

Mohandas fue recibido como un auténtico héroe en Bombay. La le-yenda de los avances que había conseguido impulsar para la comunidadindia en el continente negro había llegado a la tierra del Ganges y supueblo se lo quería agradecer. Él, sin embargo, prefirió recogerse en unapequeña comunidad monástica dedicándose al estudio, hasta que laguerra llamó a las puertas de su país y decidió tomar parte en ella, aun-que a su manera.

La India sufría dos tensiones que estiraban de su convivencia crean-do un escenario explosivo: por un lado, la difícil convivencia entremusulmanes e hindúes había generado un choque que bañó el país conla sangre de más de 5.000 personas, y por otro, la creciente presión delImperio britáico sobre el país se enfrentaba al nacimiento de una con-ciencia nacional que pedía su partida. Gandhi siempre había sido pro-británico, llegando incluso a reclutar soldados indios para luchar jun-to a Inglaterra en la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, la situa-ción comenzaba a cambiar. El Imperio reprimía con una creciente vio-lencia a todas las voces que se alzaban para solicitar una mayor sobe-ranía para los indios hasta que en 1919 dictó una dura ley que estable-cía la censura y castigaba como «terrorista» a cualquiera que fuera sos-pechoso de defender planteamientos sedicentes o independentistas. YGandhi dijo «basta».

Convertido ya en líder espiritual y dirigente nacionalista, Gandhi sepuso al frente del Congreso Nacional Indio (CNI) y lo convirtió en uneficaz instrumento de masas desde el que llamó a la desobediencia civilabsoluta. Ningún indio pagaría impuestos ni cumpliría las leyes del go-bierno hasta que éste no fuera el que los propios indios hubieran elegi-do sin injerencias inglesas. Las cárceles se llenaban y hasta Gandhi sevio entre rejas.

La lucha seguía en las calles y el CNI, sabedor de que controlaba to-talmente la calle, proclamó unilateralmente la independencia de la In-dia, pidiendo a Gandhi que dirigiera una campaña de no violencia a tra-vés de la que se pudiera llevar a cabo esta resolución de la forma más efi-caz posible y sin que se tuvieran que producir derramamientos de sangre.Era 1930 y un imparable ejército pacífico llevaba a cabo una revoluciónpura, pero totalmente distinta a cualquier otra que el mundo hubiera vis-to hasta entonces, que tomaba los centros de poder porque hasta los fun-cionarios y los militares se unían a la masa popular y no violenta.

Las autoridades británicas le volvieron a encarcelar y él se declaró enayuno hasta la muerte, lo que desató protestas violentas en pueblos yciudades. Pero Mohandas no estaba de acuerdo con esos métodos y, encuanto salió de prisión, ya convertido un frágil anciano, se dedicó a re-correr el país descalzo y pidiendo que cesaran todos los enfrentamien-tos, que se enconaban además por el inextinto enfrentamiento entre losintegristas hindúes y musulmanes, que querían separarse y necesitabanacabar con Gandhi para poder hacerlo.

El país conseguiría su independencia, los musulmanes crearían Pakis-tán y el mundo guardaría en su memoria el legado que dejó un hombreque siempre fue fiel a sus principios y que, con ellos, cambió la configu-ración política e ideológica del pasado siglo. Como diría Albert Einsteinaños después, «quizá las generaciones venideras duden alguna vez deque un hombre semejante fuese una realidad de carne y hueso en estemundo». Y sin embargo, lo fue. Tanto que una simple bala y un sicariociego bastaron para dejarle tumbado sobre las frías baldosas de la calle.

El poeta Rabindranath Tagore le puso el apodo de Mahatma, «la granalma» a quien había dedicado su vida a idear y poner en práctica unaestrategia política que era casi una guía vital basada en la firme defensade las convicciones éticas y políticas a través de un activismo no violen-to que siguió hasta sus últimas consecuencias. Hoy, muchos recuerdansu austera figura envuelta en el traje tradicional indio, y cuando cierranlos ojos, quieren creer que su legado de paz es aún un bello espejo queofrece su reflejo a todo aquél que se quiera mirar en él.

Munduari so

42 Haritu

En pocas palabrasGandhi reflejó su claridad de ideas y su raigambre ideológica en un sin fin de proverbios y frases célebres que guardan la cadencia de la sabidu-

ría que acumuló con su experiencia vital. Estas son algunas de las más destacadas:

«Ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria».«Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego».«La violencia es sólo el miedo a los ideales de los demás».«Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena».«Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible».«Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia».«Con el puño cerrado no se puede intercambiar un apretón de manos».«Quisiera sufrir todas las humillaciones, todas las torturas, el ostracismo absoluto y hasta la muerte, para impedir la violencia».«No hay camino para la paz. La paz es el camino».

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