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LE MONDE diplomatique | noviembre 2012 | 5 S i hubo algo que rondó el imaginario colectivo en la eventualidad que una coalición de derecha llegara al gobierno en 2010, luego de dos dé- cadas de hegemonía de centro izquierda, era el de la gobernabilidad producto del incremento de protestas y movilizacio- nes. La Central Unitaria de Trabajadores (1) y el Colegio de Profesores (2) hicieron sus anuncios en tal sentido, ad portas de la elección del 13 de diciembre de 2009. Pero era abril de 2011, habían pasado trece meses desde que Sebastián Piñera se instaló en el sillón de O’Higgins y no se percibía seña alguna de que los anuncios agoreros se llegaran algún día a cumplir. El primer presidente de derecha en democra- cia luego de 48 años no tenía una oposición ciudadana como la que se pronosticaba, a pesar de la sintonía cierta de los movimien- tos sociales con los partidos y tendencias de izquierda. Su inicio tuvo de dulce y agraz, pero nada irremontable. Aunque partió con un nivel mediocre de popularidad produc- to de su estilo de gestión y la crisis post te- rremoto (3), su intervención para desechar la termoeléctrica Barrancones en Punta de Choros en agosto (4) y la arremetida final para el mediático rescate de los mineros en septiembre (5) le alzaron hasta niveles im- pensados en las encuestas, llegando a mar- car 63 puntos (6) de aprobación cuando “los 33” resurgieron de las entrañas de la tierra. Aunque en diciembre de 2010 el rechazo superó por primera vez el apoyo, hasta abril de 2011 ambas percepciones fluctuaron en torno al 45% para una y otra opción y en al- gunos círculos de oposición se rumoreaba, no sin desazón, que se veía muy difícil hun- dir ese portaviones en que se había conver- tido el primer gobierno de derecha que sí, se agitaba, pero se veía difícil que llegara, en un tiempo cercano, a zozobrar. Se comen- zaba a temer, incluso, la posibilidad de un segundo período de diestro signo político. Y llegó el 9 de mayo de 2011. El día que se votó el estudio de impacto ambiental de HidroAysén, ese proyecto que ya se calcula en los U$ 10 mil millones de inversión y que contempla cinco represas en los ríos Baker y Pascua en la región de Aysén. Y en esos tiem- pos, unos dos mil kilómetros de torres de al- ta tensión desde la Patagonia a Santiago. En el gobierno tenían claro que la deci- sión sería controversial. Mal que mal “Pa- tagonia Sin Represas” era la causa socioam- biental más grande y transversal en la histo- ria de Chile. Síntoma de ello fue la discusión que se dio al interior de la administración sobre la conveniencia (7) de llamar a vota- ción cerca del 21 de mayo, día en que el Pre- sidente entregaría su segundo Mensaje a la Nación. Aunque, en términos estrictos, el primero en que sometería a escrutinio pú- blico un período relevante de su gestión. Sí, en el gobierno estaban claros (8) que no daba lo mismo la decisión que se adop- tara sobre el proyecto, aunque se equivo- caron rotundamente (9) al creer que el nivel de movilización sería menor o, en el peor de los casos, igual al de Barrancones, leit motiv de Piñera para meter una cuña en la institucionalidad ambiental. Operación Efervescencia Lo que ocurrió a partir del 9 de mayo no fue gratuito. Aunque desde las organizaciones y comunidades se hizo un concienzudo tra- bajo preparatorio (10) en la antesala de la votación, que fue ampliado gracias a la es- perable criminalización (11) de los princi- pales medios de prensa escrita, la génesis se remontaba a mucho más atrás. Fue la labor sistemática, de base, de compromiso y vo- luntariado que miles de personas -ayseni- nos, chilenos y extranjeros- realizaron día a día en los años previos buscando conquistar el corazón de todo un país lo que pavimentó el camino que se inició esa tarde. Las mayores protestas simultáneas (12) en 20 años de democracia, congregando decenas de miles en Santiago y otras ciu- dades de todo el país, fueron un punto de inflexión. A ellas siguieron las estudianti- les, donde muchos de los líderes universi- tarios (13) protagonistas de ese permanen- te “Mayo del 68” en que se convirtió Chile durante todo 2011 habían sido partícipes de las manifestaciones previas contra las represas en la Patagonia. Y qué decir del Movimiento Social por Aysén de princi- pios de este año, nacido en el corazón del territorio que se pretende intervenir con mega proyectos hidroeléctricos y donde la causa socioambiental fue protagonista junto a otros sectores regionales. De mayo de 2011 Sebastián Piñera no repuntó más. Es más, cayó hasta lo más hondo. Según Adimark (14), los primeros 4 meses de ese año mantuvo su aprobación entre un 41 y 42%, pero ya en mayo bajó a un 36%, en junio a un 31%, en julio a un 30% para llegar en agosto a un 27%. Hasta hoy el respaldo al gobierno no ha podido superar el 36%, incluso a pesar de impor- tantes logros como la ley de post natal pro- mulgada en octubre del año pasado. Las protestas contra HidroAysén fue- ron también el inicio de un proceso que ha permitido cuajar el cuestionamiento al modelo socioeconómico vigente, incrusta- do en la Constitución del 80. Lo paradójico es que llegó desde el flanco más impensa- do: el ambiental. Porque para muchos es- te ámbito aún es tema de una elite, parti- cularmente para cierta izquierda conser- vadora (como la de Osvaldo Andrade (15) y Camilo Escalona (16), que se quedó pe- gada exclusivamente en los derechos de la revolución industrial y no ha sumado a estos los de tercera generación. Y que por lo tanto peca de cierto analfabetismo para leer las aspiraciones del Chile de hoy. De todas formas es necesario recono- cer que HidroAysén (y su empresa her- mana en el interés de represar la Patago- nia, Energía Austral) para muchos incluye la intervención del mundo natural – uno excepcional como Aysén, pero natural al fin y al cabo- pero agrega otros ámbitos también. El movimiento ciudadano “Pa- tagonia Sin Represas” logró convertir a HidroAysén en el proyecto símbolo de lo que rechazamos, de lo que no queremos como país: concentración de la riqueza, duopolio eléctrico, mercantilización de los recursos naturales, centralismo. Ha llegado a tal punto su relevancia, que in- cluso el CEP, a través de su reconocido Es- tudio Nacional de Opinión Pública entre- gado en agosto de 2011 (17), lo ungió como un tema de política pública. En la pregun- ta “Cómo lo ha hecho el gobierno en…” in- cluyó múltiples temas genéricos: econo- mía, empleo, reconstrucción, transporte público, salud, inflación, medio ambien- te, delincuencia, educación, pobreza y…. manejo del conflicto HidroAysén. Todos generales, con excepción del proyecto es- pecífico que aún pretende intervenir los ecosistemas australes. Esta conclusión, sostenida en un princi- pio por los movilizados, luego por los cen- tros de estudio y posteriormente por la cla- se política, ya la asumió también el empre- sariado. Así se desprende de las declaracio- nes del presidente de Colbún a El Mercu- rio (188), Bernardo Larraín Matte: “Pensar que HidroAysén se convertiría en un tema mundial era algo difícil de anticipar”. Debate en Word Con todo, la discusión hoy en Chile no es técnica, es política. Tanto en HidroAysén como en muchos otros ámbitos, algo más claro aún cuando hablamos del sistema social, económico y político que nos me- recemos como país y que está enquistado en la Constitución heredada de Pinochet. Como me planteó un joven de la nueva forma de gobernar en marzo en La Mo- neda en el marco del Movimiento Social por Aysén (según confidenció, concepto hurtado a un tercero), el debate no es de Excel. Es de Word. Lamentablemente, si se observan dete- nidamente las decisiones que se están to- mando en el ámbito de la matriz energética se cae en la cuenta que los controladores del poder no han entendido nada. El 30 de ma- yo de este año Colbún exigió (19), mediante un hecho esencial enviado a la Superinten- dencia de Valores y Seguros, “política nacio- nal” y “consenso” para llevar adelante su fa- raónico proyecto en sociedad con Endesa. ¿Y cuál fue respuesta del gobierno? Radicó la discusión en el Parlamento, con los pro- yectos de carretera eléctrica pública (20) y de fast track para concesiones eléctricas (21). “Tenemos una estrategia (de energía), la elaboramos con consensos y ahora hay que seguir trabajando en los acuerdos a tra- vés de la legislación. El lugar para hacer eso es el Congreso” (22), fueron las palabras del ministro secretario general de la Presiden- cia, Cristián Larroulet, al día siguiente de la pataleta del grupo Matte. El problema es que a ese “consenso país” solo están invitados (23) el gobier- no, los empresarios, sus consultores y los políticos nacidos de un sistema electoral desprestigiado como el binominal. No participan las comunidades eventual- mente afectadas (directamente o a través de sus colectivos), quienes pagarán las tarifas (a través de las organizaciones de consumidores) y tampoco las agrupacio- nes que, en representación de millones, abogan por una matriz energética para un país sustentable. Hoy, HidroAysén está en ansioso stand by. Tensa espera que concluiría a fines de este año (24). En diciembre, quizás, cuan- do el Comité de Ministros resuelva sobre las cientos de reclamaciones que tanto la empresa (25) como las comunidades y las organizaciones presentaron cuestionan- do la resolución de calificación ambiental aprobatoria que en mayo de 2011 inició el camino de la revolución social en que es- tamos inmersos. Esa que hoy nadie puede predecir en qué terminará. Lo que algunos esperamos, eso sí, es que sea esta la marea que desemboque en una Asamblea Constituyente para una nueva Constitución. El único camino po- sible para transformar Chile a través de un proceso cubierto de legitimidad. g 1. Radio Bío Bío, 8 de diciembre de 2009. www.biobiochile. cl/2009/12/08/colegio-de-profesores-asegura-que-de-ser- elegido-sebastian-pinera-habra-mas-movilizaciones.shtml 2. La Nación, 8 de octubre de 2009. 3. “Encuesta La Segunda – UDD: Scanner al primer tiempo del gobierno de Piñera desde el indulto a las parkas rojas”. La Segunda, 26 de julio de 2010. 4. La Segunda, 27 de agosto de 2010. 5. El Mercurio, 5 de septiembre. 6. “Encuesta Gestión Gobierno”. Adimark, septiembre de 2012. Ver en http://twitpic.com/b68d6u 7. Cooperativa, 9 de mayo de 2011. www.cooperativa.cl 8. La Segunda, 4 de mayo de 2011. 9. El Mostrador, 6 de mayo de 2011. 10. “Cómo participar”. Patagonia Sin Represas, mayo de 2011. Ver en http://www.patagoniasinrepresas.cl/final/contenido. php?seccion=comocontribuir 11. “El Mercurio y La Tercera en campaña por Hidroaysén”. El Ciudadano, 26 de abril de 2011. www.elciudadano.cl 12. “Histórica marcha contra Hidroaysén en todo Chile: en Santiago, más de 70 mil”. El Clarín, 21 de mayo de 2011. www.elclarin.cl 13. “70 mil personas marchan contra Hidroaysén en Santia- go”. El Ciudadano, 28 de mayo de 2011. 14. “Encuesta Gestión Gobierno”. Adimark, septiembre de 2012. Ver en http://twitpic.com/b68d6u 15. “Las recetas que se barajan para resucitar a la Concerta- ción tras la derrota”. Ciper Chile, 18 de enero de 2010. 16. “II parte: Las propuestas acuícolas de los candidatos sena- toriales”. Aqua, www.aqua.cl 17. “Estudio Nacional de Opinión Pública”. Centro de Estu- dios Públicos, agosto de 2011. www.cepchile.cl 18. “Bernardo Larraín Matte: Trascendencia mundial de Hi- droAysén “era algo difícil de anticipar”. Emol, 12/10/2012. 19. Carta Colbún a SVS comunicando Hecho Esencial. Col- bún, 30 de mayo de 2012. www.svs.cl 20. Proyecto de Ley que Regula Carretera Eléctrica. Sistema de Información Legislativa, 4 de septiembre de 2012. Ver en http://sil.senado.cl/cgi-bin/sil_proyectos.pl?8566-08 21. Proyecto de Ley sobre procedimiento para otorgar con- cesiones eléctricas. Sistema de Información Legislativa, 3 de mayo de 2012. Ver en http://sil.senado.cl/cgi-bin/sil_proyec- tos.pl?8270-08 22. “Larroulet y carretera eléctrica: “Estamos trabajando en la elaboración final del texto”. La Segunda, 31 de mayo. 23. “Comisión Ciudadana Técnico Parlamentaria: “Gobierno excluye de la discusión al sector crítico en materia energéti- ca”. El Mostrador, 20 de agosto. 24. “HidroAysén impugna el 20% de las condiciones adicio- nales”. El Mercurio, 30 de junio de 2011. 25. “Más de mil reclamaciones por HidroAysén”. La Tercera, 16 de octubre de 2011. *Periodista Impacto en las luchas por los cambios en Chile HidroAysén: El camino sin retorno de la transformación social por Patricio Segura* El impacto social y cultural del proyecto más controversial presentado en Chile a evaluación ambiental. Sus efectos en el proceso de movilización que ha cambiado la agenda social y ambiental del país, y que ha golpeado de forma brutal a los dos conglomerados que desde hace 20 años se reparten el poder político nacional. Fotografía gentileza: Carlos Pérez Alvarado

HidroAysén: El camino sin retorno de la transformación social

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Artículo en la edición de noviembre de 2012 de Le Monde Diplomatique.

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Page 1: HidroAysén: El camino sin retorno de la transformación social

LE MONDE diplomatique | noviembre 2012 | 5

Si hubo algo que rondó el imaginario colectivo en la eventualidad que una coalición de derecha llegara al gobierno en 2010, luego de dos dé-

cadas de hegemonía de centro izquierda, era el de la gobernabilidad producto del incremento de protestas y movilizacio-nes. La Central Unitaria de Trabajadores (1) y el Colegio de Profesores (2) hicieron sus anuncios en tal sentido, ad portas de la elección del 13 de diciembre de 2009.

Pero era abril de 2011, habían pasado trece meses desde que Sebastián Piñera se instaló en el sillón de O’Higgins y no se percibía seña alguna de que los anuncios agoreros se llegaran algún día a cumplir. El primer presidente de derecha en democra-cia luego de 48 años no tenía una oposición ciudadana como la que se pronosticaba, a pesar de la sintonía cierta de los movimien-tos sociales con los partidos y tendencias de izquierda. Su inicio tuvo de dulce y agraz, pero nada irremontable. Aunque partió con un nivel mediocre de popularidad produc-to de su estilo de gestión y la crisis post te-rremoto (3), su intervención para desechar la termoeléctrica Barrancones en Punta de Choros en agosto (4) y la arremetida final para el mediático rescate de los mineros en septiembre (5) le alzaron hasta niveles im-pensados en las encuestas, llegando a mar-car 63 puntos (6) de aprobación cuando “los 33” resurgieron de las entrañas de la tierra.

Aunque en diciembre de 2010 el rechazo superó por primera vez el apoyo, hasta abril de 2011 ambas percepciones fluctuaron en torno al 45% para una y otra opción y en al-gunos círculos de oposición se rumoreaba, no sin desazón, que se veía muy difícil hun-dir ese portaviones en que se había conver-tido el primer gobierno de derecha que sí, se agitaba, pero se veía difícil que llegara, en un tiempo cercano, a zozobrar. Se comen-zaba a temer, incluso, la posibilidad de un segundo período de diestro signo político.

Y llegó el 9 de mayo de 2011. El día que se votó el estudio de impacto ambiental de HidroAysén, ese proyecto que ya se calcula en los U$ 10 mil millones de inversión y que contempla cinco represas en los ríos Baker y Pascua en la región de Aysén. Y en esos tiem-pos, unos dos mil kilómetros de torres de al-ta tensión desde la Patagonia a Santiago.

En el gobierno tenían claro que la deci-sión sería controversial. Mal que mal “Pa-tagonia Sin Represas” era la causa socioam-biental más grande y transversal en la histo-ria de Chile. Síntoma de ello fue la discusión que se dio al interior de la administración sobre la conveniencia (7) de llamar a vota-ción cerca del 21 de mayo, día en que el Pre-sidente entregaría su segundo Mensaje a la Nación. Aunque, en términos estrictos, el primero en que sometería a escrutinio pú-blico un período relevante de su gestión.

Sí, en el gobierno estaban claros (8) que no daba lo mismo la decisión que se adop-tara sobre el proyecto, aunque se equivo-

caron rotundamente (9) al creer que el nivel de movilización sería menor o, en el peor de los casos, igual al de Barrancones, leit motiv de Piñera para meter una cuña en la institucionalidad ambiental.

Operación EfervescenciaLo que ocurrió a partir del 9 de mayo no fue gratuito. Aunque desde las organizaciones y comunidades se hizo un concienzudo tra-bajo preparatorio (10) en la antesala de la votación, que fue ampliado gracias a la es-perable criminalización (11) de los princi-pales medios de prensa escrita, la génesis se remontaba a mucho más atrás. Fue la labor sistemática, de base, de compromiso y vo-luntariado que miles de personas -ayseni-nos, chilenos y extranjeros- realizaron día a día en los años previos buscando conquistar el corazón de todo un país lo que pavimentó el camino que se inició esa tarde.

Las mayores protestas simultáneas (12) en 20 años de democracia, congregando decenas de miles en Santiago y otras ciu-dades de todo el país, fueron un punto de inflexión. A ellas siguieron las estudianti-les, donde muchos de los líderes universi-tarios (13) protagonistas de ese permanen-te “Mayo del 68” en que se convirtió Chile durante todo 2011 habían sido partícipes de las manifestaciones previas contra las represas en la Patagonia. Y qué decir del Movimiento Social por Aysén de princi-pios de este año, nacido en el corazón del territorio que se pretende intervenir con mega proyectos hidroeléctricos y donde la causa socioambiental fue protagonista junto a otros sectores regionales.

De mayo de 2011 Sebastián Piñera no repuntó más. Es más, cayó hasta lo más hondo. Según Adimark (14), los primeros 4 meses de ese año mantuvo su aprobación

entre un 41 y 42%, pero ya en mayo bajó a un 36%, en junio a un 31%, en julio a un 30% para llegar en agosto a un 27%. Hasta hoy el respaldo al gobierno no ha podido superar el 36%, incluso a pesar de impor-tantes logros como la ley de post natal pro-mulgada en octubre del año pasado.

Las protestas contra HidroAysén fue-ron también el inicio de un proceso que ha permitido cuajar el cuestionamiento al modelo socioeconómico vigente, incrusta-do en la Constitución del 80. Lo paradójico es que llegó desde el flanco más impensa-do: el ambiental. Porque para muchos es-te ámbito aún es tema de una elite, parti-cularmente para cierta izquierda conser-vadora (como la de Osvaldo Andrade (15) y Camilo Escalona (16), que se quedó pe-gada exclusivamente en los derechos de la revolución industrial y no ha sumado a estos los de tercera generación. Y que por lo tanto peca de cierto analfabetismo para leer las aspiraciones del Chile de hoy.

De todas formas es necesario recono-cer que HidroAysén (y su empresa her-mana en el interés de represar la Patago-nia, Energía Austral) para muchos incluye la intervención del mundo natural – uno excepcional como Aysén, pero natural al fin y al cabo- pero agrega otros ámbitos también. El movimiento ciudadano “Pa-tagonia Sin Represas” logró convertir a HidroAysén en el proyecto símbolo de lo que rechazamos, de lo que no queremos como país: concentración de la riqueza, duopolio eléctrico, mercantilización de los recursos naturales, centralismo. Ha llegado a tal punto su relevancia, que in-cluso el CEP, a través de su reconocido Es-tudio Nacional de Opinión Pública entre-gado en agosto de 2011 (17), lo ungió como un tema de política pública. En la pregun-ta “Cómo lo ha hecho el gobierno en…” in-cluyó múltiples temas genéricos: econo-mía, empleo, reconstrucción, transporte público, salud, inflación, medio ambien-te, delincuencia, educación, pobreza y…. manejo del conflicto HidroAysén. Todos generales, con excepción del proyecto es-pecífico que aún pretende intervenir los ecosistemas australes.

Esta conclusión, sostenida en un princi-pio por los movilizados, luego por los cen-tros de estudio y posteriormente por la cla-se política, ya la asumió también el empre-sariado. Así se desprende de las declaracio-nes del presidente de Colbún a El Mercu-rio (188), Bernardo Larraín Matte: “Pensar que HidroAysén se convertiría en un tema mundial era algo difícil de anticipar”.

Debate en WordCon todo, la discusión hoy en Chile no es técnica, es política. Tanto en HidroAysén como en muchos otros ámbitos, algo más claro aún cuando hablamos del sistema social, económico y político que nos me-recemos como país y que está enquistado en la Constitución heredada de Pinochet. Como me planteó un joven de la nueva forma de gobernar en marzo en La Mo-neda en el marco del Movimiento Social por Aysén (según confidenció, concepto hurtado a un tercero), el debate no es de Excel. Es de Word.

Lamentablemente, si se observan dete-nidamente las decisiones que se están to-mando en el ámbito de la matriz energética se cae en la cuenta que los controladores del poder no han entendido nada. El 30 de ma-yo de este año Colbún exigió (19), mediante un hecho esencial enviado a la Superinten-dencia de Valores y Seguros, “política nacio-nal” y “consenso” para llevar adelante su fa-raónico proyecto en sociedad con Endesa. ¿Y cuál fue respuesta del gobierno? Radicó la discusión en el Parlamento, con los pro-yectos de carretera eléctrica pública (20) y de fast track para concesiones eléctricas (21). “Tenemos una estrategia (de energía), la elaboramos con consensos y ahora hay que seguir trabajando en los acuerdos a tra-vés de la legislación. El lugar para hacer eso es el Congreso” (22), fueron las palabras del ministro secretario general de la Presiden-cia, Cristián Larroulet, al día siguiente de la pataleta del grupo Matte.

El problema es que a ese “consenso país” solo están invitados (23) el gobier-no, los empresarios, sus consultores y los políticos nacidos de un sistema electoral desprestigiado como el binominal. No participan las comunidades eventual-mente afectadas (directamente o a través de sus colectivos), quienes pagarán las tarifas (a través de las organizaciones de consumidores) y tampoco las agrupacio-nes que, en representación de millones, abogan por una matriz energética para un país sustentable.

Hoy, HidroAysén está en ansioso stand by. Tensa espera que concluiría a fines de este año (24). En diciembre, quizás, cuan-do el Comité de Ministros resuelva sobre las cientos de reclamaciones que tanto la empresa (25) como las comunidades y las organizaciones presentaron cuestionan-do la resolución de calificación ambiental aprobatoria que en mayo de 2011 inició el camino de la revolución social en que es-tamos inmersos. Esa que hoy nadie puede predecir en qué terminará.

Lo que algunos esperamos, eso sí, es que sea esta la marea que desemboque en una Asamblea Constituyente para una nueva Constitución. El único camino po-sible para transformar Chile a través de un proceso cubierto de legitimidad. g

1. Radio Bío Bío, 8 de diciembre de 2009. www.biobiochile.cl/2009/12/08/colegio-de-profesores-asegura-que-de-ser-elegido-sebastian-pinera-habra-mas-movilizaciones.shtml2. La Nación, 8 de octubre de 2009. 3. “Encuesta La Segunda – UDD: Scanner al primer tiempo del gobierno de Piñera desde el indulto a las parkas rojas”. La Segunda, 26 de julio de 2010. 4. La Segunda, 27 de agosto de 2010. 5. El Mercurio, 5 de septiembre. 6. “Encuesta Gestión Gobierno”. Adimark, septiembre de 2012. Ver en http://twitpic.com/b68d6u7. Cooperativa, 9 de mayo de 2011. www.cooperativa.cl8. La Segunda, 4 de mayo de 2011. 9. El Mostrador, 6 de mayo de 2011. 10. “Cómo participar”. Patagonia Sin Represas, mayo de 2011. Ver en http://www.patagoniasinrepresas.cl/final/contenido.php?seccion=comocontribuir11. “El Mercurio y La Tercera en campaña por Hidroaysén”. El Ciudadano, 26 de abril de 2011. www.elciudadano.cl12. “Histórica marcha contra Hidroaysén en todo Chile: en Santiago, más de 70 mil”. El Clarín, 21 de mayo de 2011. www.elclarin.cl13. “70 mil personas marchan contra Hidroaysén en Santia-go”. El Ciudadano, 28 de mayo de 2011. 14. “Encuesta Gestión Gobierno”. Adimark, septiembre de 2012. Ver en http://twitpic.com/b68d6u15. “Las recetas que se barajan para resucitar a la Concerta-ción tras la derrota”. Ciper Chile, 18 de enero de 2010. 16. “II parte: Las propuestas acuícolas de los candidatos sena-toriales”. Aqua, www.aqua.cl17. “Estudio Nacional de Opinión Pública”. Centro de Estu-dios Públicos, agosto de 2011. www.cepchile.cl18. “Bernardo Larraín Matte: Trascendencia mundial de Hi-droAysén “era algo difícil de anticipar”. Emol, 12/10/2012. 19. Carta Colbún a SVS comunicando Hecho Esencial. Col-bún, 30 de mayo de 2012. www.svs.cl20. Proyecto de Ley que Regula Carretera Eléctrica. Sistema de Información Legislativa, 4 de septiembre de 2012. Ver en http://sil.senado.cl/cgi-bin/sil_proyectos.pl?8566-0821. Proyecto de Ley sobre procedimiento para otorgar con-cesiones eléctricas. Sistema de Información Legislativa, 3 de mayo de 2012. Ver en http://sil.senado.cl/cgi-bin/sil_proyec-tos.pl?8270-0822. “Larroulet y carretera eléctrica: “Estamos trabajando en la elaboración final del texto”. La Segunda, 31 de mayo. 23. “Comisión Ciudadana Técnico Parlamentaria: “Gobierno excluye de la discusión al sector crítico en materia energéti-ca”. El Mostrador, 20 de agosto. 24. “HidroAysén impugna el 20% de las condiciones adicio-nales”. El Mercurio, 30 de junio de 2011. 25. “Más de mil reclamaciones por HidroAysén”. La Tercera, 16 de octubre de 2011.

*Periodista

Impacto en las luchas por los cambios en Chile

HidroAysén: El camino sin retorno de la transformación socialpor Patricio Segura*

El impacto social y cultural del proyecto más controversial presentado en Chile a evaluación ambiental. Sus efectos en el proceso de movilización que ha cambiado la agenda social y ambiental del país, y que ha golpeado de forma brutal a los dos conglomerados que desde hace 20 años se reparten el poder político nacional.

Fotografía gentileza: Carlos Pérez Alvarado