HIJOS GRACIAS POR VIVIR.docx

8/18/2019 HIJOS GRACIAS POR VIVIR.docx

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HIJOS GRACIAS POR

VIVIR

POEMAS: 1974 – 1978

JAIME CANO G.

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PRESENTACIÓN:

Jaime Cano Gaa!"a

Escribo para liberar mis sombras errantes y abrir mejor los ojos de ver y

de vivir. Publico lo que escribo para justificar mi existencia y mi razón de

ser, para exorcizar mis fantasmas y sobre todo para dar un sentido al

trabajo de escribir, del cual soy prisionero toda una vida. Está claro que

no escribo para buscar la celebridad ni el confortable abrigo de la crítica.

Escribo para comprender la vida más y mejor y para vivir en paz

conmigo mismos, puesto que con el mundo es imposible acerlo! no

existe mejor recompensa para mí que ver me pensamiento

transformarse y vivir en las páginas de un libro, oler sus olores de

mensajero silencioso, y revivir su mundo cada vez que me vienen las

ganas de irme solo caminando acia el ostracismo.

"ucos a#os e vivido batallando por conocer y abrir el camino acia laverdad y la felicidad del ser umano, sin conseguirlo. En ese entonces

me ice mucas preguntas acerca de la solidaridad umana y las

razones que tenemos los ombres para estar juntos en el mundo y vivir

separados a pesar de todo. "e pregunt$ tambi$n con insistencia sobre

las razones de ser la poesía y mis poemas y el porqu$ de $sta fuerza

incontenible que me unde en los abismos desconocidos e indefiniblesde la creación.

Estos poemas breves son la entrada, con sandalias invisibles de la

poesía al mundo de los sentimientos de mis ijos reci$n llegados a la

vida y es tambi$n la entrada al mundo alucinado del ser que busca en la

naturaleza su fuerza mítica, ablo de la sabiduría del ser umano

naciente enfrentado al uracán irremediable del instinto.

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A la memoria de mi madre

Que partió cuando yo empezaba

asonar en su nombre

estos poemas

Que la eternidad la guarde

donde viven las flores silvestres

donde nace el amor

que vive siempre.

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P!ime!a a#$e!%en&ia' (1

*mparito

Estas aquí no me lo recuerdes

&u nacimiento es una peque#a perla

como tantos nacimientos

/abundan las perlas negras y los

0oyeros inocentes1

Pero eso no es todo como tu

en la rosa de los vientos an nacido

ya otros ni#os relucientes.

&en calma más tarde juzgarás

a los ombres puedo adelantarte que

es sabio y grande y que tomarás

umanamente lo que an eco sus

manos en el agua del desierto y de los

cuerpos, aunque quizá no te de tiempo

para besar los ojos a tu madre en el

primer plenilunio de la ierba.

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Se)*n#a a#$e!%en&ia' (+

&ania

Eres sólo un pedazo peque#o

del corazón de la tierra

que yo adoro entre mis dudas

y mis grandes sufrimientos.

2omos parte del misterio

en este rincón de arena

y aunque por ti bajen mis lágrimas

a la mar a desnudarse junto al

crep'sculo, s$ que eres un pedazo

umeante en el inmenso pueblo

que mece la tierra.

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Te!&e!a a#$e!%en&ia (,

*mparito

Podría decir que eres mi tesoro

3ue te amo muco y me desvivo,

3ue me doblo como un árbol

con el viento

por tu carita de durazno reci$n

arrancado y por tus ojitos de

lluvia.

Pero tu y yo debemos pensar

para que las palomas alcen el vuelo

sin temor a los ombres y coman

su trigo junto a los edificios sin

asustarse, es necesario olvidar los

tesoros estelares y pensar en las ramas

del abedul que cortaras más

adelante para acerle fuego al viajero

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C*a!%a a#$e!%en&ia (4

&ania

4as venido al mundo como cuando un

río llega al mar y a tu paso por los valles

florecidos mojarás las riberas y beberás

la santa greda oxidada.

Esc'came ija, oye la canción

ajena, /que ajeno soy entre los

ombres, que ajenos somos

entre las tumbas1y pondrás tu semilla

en el surco desierto y en el pleno.

)uando un día marces a otras

latitudes con esa lentitud de ola que

se retira podrás ver tu vestido lleno

de frutos verdes o maduros

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-*in%a a#$e!%en&ia' (

*mparo

En este libro se ablan cosas ermosas

de tí del sencillo polvo de los andamios

de los cielos derruidos por el tiempo y el

silencio que los ombres se cuidaron

de callar.

)onvengamos que tu ni#ez es un

compromiso para el corazón, pero otro

día serás grande y gozarás con el sabor

de5 aire el runr'n de las moscas,

debemos amar a todos y verás qu$ no

tenemos tiempo, la muerte gana la partida

y ay muco que acer para terminar la

casa nueva.

(os ojos de los ni#os que acaban de

nacer. 6o podemos amar sólo el

arco iris. Este debe servirnos tambi$n

para adornar los ojos de los sapos en

las carcas

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Se/%a a#$e!%en&ia'( 0

&ania

4ija mía estás modelada en la tierra

7rremisiblemente verás, estás aquí

sobre el fuego de la luna y el esti$rcol

de la cacra de los abuelos que se a

acumulado tanto tiempo blandamente.

El sol alumbra es verdad, ilumina el

cerezo, el mirlo y el ciquero. (os

puercos muerden ya tus viejos zapatos

la m'sica a comenzado a iluminarte

y estás creciendo, claro estás creciendo.

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S2%ima a#$e!%en&ia'( 7

*mparo

*mparito, ija mía por todo los a#os que

pas$ buscando tus ojos en la niebla de los

cuerpos ,por el sol de la vida, por todo lo

que está a'n perdido , bajo el viento.

8en ija con tus manos a la tierra, danos

a beber la dolorosa sed en las ojas del aire

bajo el sol, en el desierto interminable de

los días.

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O&%a$a a#$e!%en&ia'( 8

&ania

9ye latir los pardos insectos y recuerda que

los bellos jardines son ajenos y que a veces

ni el mar ni el viento nos pertenecen con sus

sonámbulos cánticos de yeso.

8es ija mía no todo es ermoso en la tierra

unos cantamos para que un río aogue el canto

y mientras gozamos el esplendor de5 duraznero

una mujer muere dando de beber a su recuerdos.

&' verás más tarde cómo ay $roes y carceleros

monumentos y catedrales de carbón mojados en

las plazas y no dejarás de curar una erida sobre

la blanca ierba.

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Jaime

&u mamá a recibido un ramo de rosas de tus

manos y le as dico algo tan dulce con tu voz

de mil oras adelgazado por la lluvia, soleada en

los campos que rodean tu edad.

Ella a sonreído y llorado junto a tí largo rato

mientras yo miraba caer sus lágrimas sobre tu

pelo negro y lacio y tus lacónicas palabra.

4ijo tu no sabes que ella es feliz por tu nacimiento

vi$ndote crecer cada día que vas aprendiendo

nuevas palabras y cosas extra#as a tu edad. Por eso

en otro tiempo cuando mires más cercano estas

tierras y árboles y no agas ya tantas preguntas

como aora, darás nueva vida a esas palabras,

eternas o triste la sonrisa de tu madre.

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na &o'a a'5 #e )!an#e

4ijo siempre nos an dico que teníamos una

Patria, una cosa así de grande y maravillosa!

días a días emos oído ablar de los blancos

que conquistaron


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Amane&e! #e a ae)!5a

2onia te doy las gracias, no porque somos

felices sino porque emos llegado juntosal fuego que sostiene nuestro pueblo tan

alto y lleno de promesas y victorias.

&e doy las gracias porque supimos pasar de la

dulce intimidad a las contiendas del amor

religioso a la libertad encendida, de la noce

a la esperanza del ayer al ma#ana .

&e doy las gracias porque as comprendido

que es imposible ser uno mismo sin serlos otros, que es in'til nuestra sola reserva de

cantos para vivir aora y para vivir ma#ana.

&e doy las gracias 2onia porque pasamos de

la soledad a la tormenta umana, de la oscura

cueva del individuo al grandioso corazón de

nuestro pueblo.

4emos llegado convictos y confesos y con todas

nuestras fuerzas y el amor acrecentado en nuestrosijos. *ora sabemos que el futuro es nuestro

6ada de lo eco a sido dolor para otros, aunque

vivimos y buscamos en medio del dolor que todavía

dura entre nosotros.

6ada del pasado nos fatiga o acusa, siempre estamos

en la b'squeda de la verdad, esa flor extra#a y dura

ni t' ni yo tenemos quejas de la muerte

cuanto vivimos fue pensado mil veces y mil veces

decidido. 6ada tenemos pues en contra! nada que

ocultar, ning'n olvido, no ay quejas ni lágrimas pues

todo fue recogido por nosotros .

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6an%a'ma

*poyado en balcones infinito te vi brotar como flor

del crep'sculo como agua de la noce.

&e vi frutecer como los astros como el oxigeno en el

aire.

como la lluvia, como la sombra al desierto llegaste

mujer de impalpables manos y ojos incorpóreos

tu corazón descansa en un pa#uelo blanco tendido

en la ventana de una casa iluminada por la tarde.

"i juventud se gastó como la oja de un pu#al

=uscándote

con impaciencia te miraba en las ojas 'medas

diarios

"ucaca de silencio y madera con cuanto reparo

Pronunci$ tu nombre de fruta o flor o agua. )on

que ansias sold$ que aparecías por alguna de las

puertas de la vida por donde aparecen siempre las

mucacas.

; cuanto a sucedido desde entonces> recuerdos

?uardados en la sombra, en tu nombre.

*rtesanos que so#aron el ánfora de los sue#os

el cinturón de viento del aura, la corona de lluvia

el anillo de sol de la tarde, la rosa de luz y amiento

cuantos amigos perdidos y dulces mucacas

postergadas, la felicidad rota como secos ramas

la perfidia de las gentes que no comprendían nada.

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; aora que e vivido junto a ti contemplando

lo balcones de sol o niebla desde donde te avistaba

aora junto a ti se an consumido los cielos

mientras revivía en la memoria, los tranvías, los

guijarros, el vao de las ventanas! aora qu$ sobre

nosotros a descendido la canción y la ternura

de otras edades.

)on cuanta pena advierto que todo era sólo un

soplo de la arena que iba cayendo en mis manos

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Hio' )!a&ia' 2o! $i$i!

*mparo, &ania y 0aime gracias por estar aquí

por aber venido, gracias ijos por vivir por no

ser más que unos ni#os felices! gracias por

respirar y sonreír, por estar nuevamente esta

ma#ana junto al aire que se sufre y se respira

junto a otros ni#os que tambi$n respiran o lloran

o cantan o imaginan.

?racias por sus besos y peque#os abrazos, por lo

que ustedes nunca sabrán, ni presentirán ni

adivinaran, ni so#aran, pero que es parte de esta

vida que morimos, estas ansias que celosamente

amamos.

4ijos, esta es la tierra, el mundo en que se vive

estos son los sue#os que juntos tratamos de so#ar,

$sta es la soledad, la dica, el fuego que nos agobia

Este es el amor, la sombra, todo cuando tenemos

mas grande que las pureza de los sue#os o la

transparencia del día, es la razón que vivimos el

amor que nos une o separa, la muerte que nos

persigue.

;o debo decirles ijos en este instante decisivo

cuando todo palpita o se desmorona se incorpora

en el dolor o la sonrisa, cuando los toco y miro

doli$ndome y vibrando> yo debo decirles gracias porgracias ijos, gracias por estar aquí viviendo.

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To#o e'%o

4ijas porque la voz se ace recuerdo

entre las sombra y en nuestros ojoscrece cuidadoso, el tiempo del estío@

porque todo esto que nos conmueve

y nos rebela

acude a sus brazos como un fuego

que el viento eleva.

porque ma#ana al castigar el viento

como un brazo,

como un corazón, refrescará infatigable

la tierra.

:e ustedes ijas será el tiempo y los

esplendores de otros días!

de ustedes será la luz, esa luz que se

compartirá en sombras y que florecerá

el día de ma#ana.

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Pe!%enen&ia'

6ada fuimos, resbalamos sin sentido

en los suburbios tristes

bajo blancas sabanas desecas

=uscamos la luz bajo todos los astros

en los jardines olorosos y abandonados

en las ojas podridas de antiguos oto#os

*brimos vidas, quemamos locamente

sue#os en las ermosas tardes,

amamos rostros, seres diminutos

como azules átomos

todo lo vimos y cantamos al pie sobre

los vinos mas amargos de la tierra

; aquí estamos sobre aquellas ruinas

poseídas! sobre estas pertenencias

finales sabiendo que no podremos

callarnos permanentemente.

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Tiem2o 2a!a e'%e 'ien&io

&iempo para este silencio lleno

de recuerdos,

espacio para mis palabras quemadas

bajo todo los inviernos.

Estas manos que adoraron el silencio

y alzaron la esperanza como un árbol

para dejarles un camino entre las

destrucciones y la salvación que

tocaron la memoria.

2intiendo que a pesar del tiempo

y la tormenta del fuego y el doloroso

peso del instante para tus sue#os

nuevos queda esta prueba del

cari#o a la cerámica materia del que

estamos ecos.

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In%en%an#o $i$i!

Es quizá un doloroso ejercicio de vanidad

todo esto,

o el canto del mar sobre las rocas o el

viaje de las aves sobre las playas! pero

sabemos que tenemos dereco

a ello, así como a la libertad para cantar.

A3ui$n nos protegería entonces de la

furia o la calma sino fuera el canto y la

libertad que amparan nuestras vidas@

A3u$ lágrimas, qu$ dicas, esperamos sino

fuera la voz del aire que gira en todo el

vacío y que nos vence en la sombra y en el

silencio@

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Se)*!amen%e maana

2eguramente ma#ana abrirán estos

cajones apolillados, cerrados con gruesas

fajas de ojalata dorada y un polvo espeso

que pretenderán sofocar.

4a pasado el tiempo /ayer no estaban

como oy entre polvorientos cielos1

recojan entonces las espuelas de plata

de tus queridos y olvidados abuelos,

los largos trajes y los tobillos penitentes

de arrugadas mujeres /les dir$ ijas1

la gente, mucas de ellas, a eco casas

con el polvo de los muertos y flamean

banderas sobre las tumbas abiertas1

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*na!io in'e&%o

Bstedes verán cómo emerge de la tierra su el$ctrica

figura de semilla que duerme bajo la ierba y canta

cuando sale la luna.

"ullido el yodo de su espectro entre monta#as

morenas, vuela sobre la tierra y toca las puertas en

la lluvia.

Bn día tocó mi puerta con luna y entró saltando asta

con sue#o, a preguntar por sus primeras silabas. El

dejó una tarde con su poderoso temblor, en nuestra

mano su umedad de nube sin espinas, su olor de corteza

de sol entre sue#os, su amorosa m'sica como aguacero.

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A#i;'

7nsomnio sombra silenciosa

cuan lejos de todo quedó aquello

9 sangres cubriendo

el polvo de los sue#os

o amor que encerraba la creencia

de la eternidad y la belleza.

*diós deja tu llanto y mis manos

recordemos que no ay recuerdos

que el olvido es la sustancia

que cubre aquello sue#os

recodemos que un tiempo fuimos

y oy sólo el silencio.

)ansancio sombra, canto solo

en un lugar desierto

y te recuerdo sola

en el corazón del viento.

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