40
HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001) Mariano Santos La Rosa » EDUCACIÓN

HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

  • Upload
    others

  • View
    18

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001)Mariano Santos La Rosa

» EDUCACIÓN

Page 2: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

PIE DE FOTO Y FUENTE

MARIANO SANTOS LA ROSAProfesor y licenciado en Historia (UNS), magíster en Ciencias Sociales con Mención en Educación (Flacso) y Especialista en Políticas Educativas (Flacso). Profesor adjunto de Historia General de la Educación y ayudante en Didáctica de la Historia (UNS), jefe de área del profesorado en Historia del ISFD3 y capacitador de profesores de Historia para toda la región sur de la provincia de Buenos Aires. Ha publicado un libro, cuatro capítulos de libro, una docena de publicaciones en revistas de divulgación y más de cuarenta ponencias en congresos sobre temas vinculados con la historia del currículum y de la enseñanza de la historia.

Page 3: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Mariano Santos La Rosa

307

La configuración del proceso de escolarización

La historia de la educación en Bahía Blanca se inicia en la década de 1850 con la instalación de dos escuelas de primeras letras: la Escuela de Varones y la Escuela de Niñas que comenzaron a funcionar en 1854 y 1858 respectivamente. Por ese enton-ces, cuando comenzaron a desarrollarse estas primeras experiencias educativas en la localidad de Bahía Blanca, aún no existía un verdadero sistema educativo ni leyes de instrucción común.

La noción de “educación primaria” resulta tan familiar que no siempre se tiene en cuenta la historicidad de la forma institucional que ella designa. Hacia mediados del siglo XIX existían en el territorio provincial distintos tipos de escuelas sin un criterio que las unificase. Inicialmente eran establecimientos a cargo de un solo docente, que funcionaban en un salón donde se atendían simultáneamente a estu-diantes de edades y grados de conocimiento diverso. Había escuelas de la ciudad y escuelas de campaña. Las escuelas podían ser fiscales (públicas) o particulares (pri-vadas). Generalmente se trataba de emprendimientos individuales, por lo que era usual que cada maestro enseñara lo que consideraba conveniente, siendo algunos de ellos extranjeros que educaban en sus costumbres, su lengua, sus ideas. También existían escuelas parroquiales a cargo de sacerdotes que enseñaban a leer y escribir para desarrollar el catecismo. En general, las mujeres tenían escuelas separadas de las de los varones que no se encontraban a cargo del Estado provincial, sino de la Sociedad de Beneficencia, que también tenía a cargo las escuelas para huérfanos que se caracterizaban por tener un régimen de internado.

No existía aún un currículum oficial ni un sistema graduado que exigiera avanzar en la adquisición de determinados conocimientos a lo largo de varios años. En estas escuelas se enseñaba a los varones a leer y escribir junto con elementos de doctrina católica, luego gramática, ortografía, aritmética y geografía. Los contenidos a ense-ñar a las niñas eran similares, a los que se agregaban costura, tejido y bordados. Esta enseñanza de primeras letras, centrada en el manejo rudimentario de la lectura, escritura, cálculos matemáticos y preceptos religiosos, posee diferencias impor-tantes con respecto al currículum moderno que el Estado nacional y los Estados provinciales impulsaron en el último cuarto del siglo XIX.

Page 4: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Historia de la educación en Bahía Blanca (1880-2001)

308

Un hito muy importante para la historia de la educción bonaerense fue la sanción en 1875 de la Ley provincial n.o 988, conocida como “Ley de Educación Común”, que estableció los principios de gratuidad y obligatoriedad para la educación primaria en la provincia de Buenos Aires. Esta norma, vigente hasta 1951, creó una adminis-tración general centralizando la dirección de las escuelas primarias por medio de la creación de dos nuevos organismos, el Consejo General de Educación y la Direc-ción General de Escuelas. Asimismo, estableció los consejos escolares de distrito como órganos de administración local. De acuerdo con Pablo Pineau, la provincia de Buenos Aires constituyó el ámbito en el que los sectores conservadores ensa-yaron las distintas propuestas educativas que luego implementaron o intentaron implementar a nivel nacional. De esta manera, la Ley provincial n.o 988 se adelantó en casi una década a la Ley nacional n.o 1420 que estableció la educación primaria universal, obligatoria, gratuita y mixta en los territorios bajo control directo de las autoridades nacionales.

La Ley n.o 988 establecía tres tipos de “escuelas comunes”: las escuelas infantiles o jardines de infantes para niños de tres a seis años, las escuelas elementales para niños de seis a diez años y que brindaban los cuatro primeros grados de la escolari-zación obligatoria. Finalmente, se encontraban las escuelas graduadas o superiores, en las que se desarrollaba la totalidad del programa obligatorio de seis grados, a las que debía concurrirse hasta cumplir la edad obligatoria de 14 años para los varones y 12 años para las niñas. No obstante, la cantidad de escuelas graduadas en todo el territorio provincial era muy escasa y para 1902 solo existían nueve establecimientos de este tipo en toda la provincia, lo que constituye un claro ejemplo de segmentación vertical. Las clases en las escuelas comunes debían dictarse de lunes a sábado de 11 a 16 horas, reservándose dos horas para la enseñanza religiosa los días sábados, aunque la asistencia a las mismas no era obligatoria. En 1890, las clases religiosas fueron suprimidas y reemplazadas por contenidos de “urbanidad”.

A partir de la sanción de esta ley todas las escuelas de mujeres que dependían de la Sociedad de Beneficencia, incluyendo la de Bahía Blanca, pasaron al control de estos nuevos organismos. La ley también reconoció la existencia de los establecimientos particulares o privados, señalando que la educación común podía ser recibida en escuelas públicas o privadas, o en la casa paterna, siempre que la enseñanza impar-tida no fuera inferior a la que daba el Estado.

Page 5: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Mariano Santos La Rosa

309

En 1876, en cumplimento de la nueva normativa, se conformó el primer Consejo Escolar de Bahía Blanca entre cuyas amplias funciones establecidas por la Ley n.o 988 se encontraban la supervisión del funcionamiento de las escuelas, la desig-nación y reemplazo del plantel docente, el establecimiento de nuevas escuelas y la propuesta de nuevos impuestos que permitieran incrementar las rentas escolares del distrito, así como también el impulso de suscripciones y donativos y el fomento de bibliotecas populares como la Biblioteca Rivadavia creada pocos años después, en 1882. Estas amplias atribuciones estaban inspiradas en el principio anglosajón de que la comunidad era responsable del desarrollo y financiamiento de la educación pública en su localidad.

A partir de la sanción de la Ley n.o 988 el Estado provincial dio un paso definitivo en la organización de su sistema de instrucción pública. No obstante, para que pudiera conformarse un verdadero sistema educativo de alcance nacional debieron estable-cerse una serie de principios y condiciones. El más importante de ellos fue conside-rar la educación como un asunto de interés o competencia exclusiva de los poderes públicos que comienza a ser expresada en un conjunto de normativas y acciones desplegadas durante la segunda mitad del siglo XIX.

Durante la segunda mitad del siglo XIX la mayor parte de los Estados europeos y americanos, de manera casi simultánea, comenzaron a desarrollar políticas públicas educativas a partir de la sanción de normativas que establecieron los principios de obligatoriedad escolar, laicidad, gratuidad, unidad y gradualidad. Ya no bastaba con tener escuelas de primeras letras en los municipios, escuelas parroquiales o maestros particulares que enseñaran en sus casas: la educación debía impactar en toda la población a fin de unificar la lengua, la historia y la cultura.

Para ello resultaba fundamental la inversión de una gran cantidad de recursos públi-cos en la construcción de una importante infraestructura escolar para poder mate-rializar estas pretensiones de universalización de la educación pública primaria con un fin homogeneizador y nacionalizante, que se tradujo en la construcción defini-tiva del Estado nacional en la década de 1860. La sanción en 1871 de la Ley n.o 463 de subvenciones permitió el financiamiento por parte del tesoro nacional de las inicia-tivas de instrucción pública primaria a cargo de las provincias, es decir, posibilitó

Page 6: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Historia de la educación en Bahía Blanca (1880-2001)

310

que las jurisdicciones provinciales tuvieran a su disposición los recursos necesarios para iniciar el proceso de construcción de un sistema de escolarización de masas.

Los procesos de conformación de los sistemas educativos en general respondieron a escala global a dos tipos de dinámicas que implican un doble proceso de “sistemati-zación” y “segmentación”, es decir, de articulación interna y diferenciación vertical y horizontal. La sistematización se inicia a partir de una situación en la que conviven diversos tipos de establecimientos aislados, en general autónomos y escasamente relacionados, que son sometidos a un proceso de homogeneización a partir de regu-laciones que establecen una estructura y un currículum obligatorio a seguir por todas estas instituciones. Esto implicó el desplazamiento hacia organismos públicos de funciones hasta entonces ejercidas (de modo no integrado o con un grado de sis-tematización débil) por instituciones eclesiásticas, de beneficencia o particulares. Por lo tanto, las primeras escuelas primarias y secundarias se conformaron como readecuaciones y refundaciones de instituciones existentes en etapas anteriores que fueron sometidas a un proceso de sistematización por parte del Estado para homogeneizar sus características, conformando un nivel específico. Esto es lo que sucede a partir de la sanción de leyes provinciales como la 988 y las leyes nacionales 934 y 1420.

El gran desarrollo de esta etapa es la simultaneidad sistemática, que supone que todas las escuelas de un mismo territorio realizan las mismas tareas al mismo tiempo, en forma gradual y respetando un mismo plan de estudios destinado a un mismo tipo de alumno. También resultó clave la profesionalización de los docentes remunerados, seleccionados pero también formados por el Estado nacional a partir de la década de 1870 y el establecimiento de una red administrativa y de supervisión que controle la labor docente. De esta manera, la vieja formación en primeras letras fue reemplazada por la educación común, obligatoria y centrada en un currículum prescripto por el Estado.

Por otra parte, la segmentación implicó la división del sistema educativo en estruc-turas sucesivas. Un ejemplo sería el proceso de graduación del aparato escolar en cursos o grados anuales que deben ser acreditados por los estudiantes en forma sucesiva para poder graduarse. Otro ejemplo de segmentación vertical fue el esta-blecimiento de un sistema “dual”, conformado por una enseñanza elemental, al que

Page 7: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Mariano Santos La Rosa

311

debían acceden todos los niños, seguido de un nivel secundario al que ingresaban solo algunos pocos. De esta manera se configuró un modelo de escolarización de masas a partir de la expansión de escuelas primarias controladas por los Estados provinciales y, simultáneamente, el Estado nacional se abocó al desarrollo de dife-rentes propuestas de educación posprimarias no obligatorias.

El nivel secundario fue desde sus inicios un complejo conglomerado constituido por instituciones educativas muy disímiles, creadas con finalidades diversas aunque todas dependientes del Estado nacional. Esto fue posible porque el art. 5.o de la Constitución de 1853 reserva a las jurisdicciones provinciales solamente el control de la educación primaria, por lo que el Estado central vio la oportunidad de desa-rrollar la formación media como una forma de consolidar su presencia en todo el territorio nacional.

El inicio de este proceso fue la creación, en 1863, del primer colegio nacional en Bue-nos Aires, conformado sobre la base del viejo colegio rivadaviano de Ciencias Mora-les. Ofrecía una formación que preparaba “para todo”, por lo que el título de bachiller obtenido luego de cinco años de estudios no otorgaba una habilitación profesional específica. Inicialmente era la única institución que habilitaba para el ingreso a la universidad, reclutando su matrícula entre los varones de los sectores más acomo-dados, interesados en continuar estudios universitarios. Esta nueva institución en realidad era una continuación de los tradicionales colegios preparatorios y ofrecía una formación humanística clásica, signo de distinción cultural, un valor más alto, para ciertos sectores, que la orientación hacia una preparación laboral. El primer colegio nacional se estableció en la ciudad de Buenos Aires y sirvió de matriz para los colegios nacionales que comenzaron a establecerse en las capitales de provincias. La creación de colegios nacionales en territorios provinciales permitió al poder central ofrecer una formación homogénea destinada a las elites provinciales. Es por esto que entre 1863 y 1889 el Estado nacional fundó colegios nacionales en las ciudades de Mendoza, San Juan, San Luis, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, Tucumán, Salta, Jujuy, Corrientes, Rosario, Paraná y La Plata.

En la década de 1870 el Estado nacional procedió a la creación de otro tipo de for-mación posprimaria: las escuelas normales. A diferencia del colegio nacional, esta era una institución con una finalidad profesionalizante: la formación de maestros,

Page 8: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Historia de la educación en Bahía Blanca (1880-2001)

312

necesidad imperiosa ante el crecimiento notable que comenzaba a experimentar la matrícula escolar primaria. Tal es así que entre los años 1870 y 1888 fueron esta-blecidas 34 escuelas normales en capitales provinciales y ciudades de importancia regional, alcanzando una mayor distribución territorial que los colegios nacionales. El importante esfuerzo económico realizado por el gobierno nacional muestra que la cantidad de maestros titulados era muy escasa para hacer frente a las necesida-des educativas que implicaba el establecimiento de un modelo de escolarización de masas. Por otra parte, al brindar una formación común garantizó cierta homoge-neización para la enseñanza primaria que dependía de las provincias. El magisterio resultó atractivo para las mujeres ya que implicaba una posibilidad cierta de ascenso social. Sin embargo, esta era una formación de carácter terminal ya que no habili-taba para el ingreso a las universidades. De hecho, al momento de su creación las escuelas normales no eran definidas como escuelas secundarias tal como fueron conocidas posteriormente. Inicialmente solo los colegios nacionales eran conside-rados parte de la educación secundaria al ser entendida como “preparatoria” para seguir estudios superiores. La enseñanza normal no habilitaba para continuar estu-dios universitarios ya que su finalidad era la de formar maestros para la educación primaria. Por último, se denominaba como “educación especial” a un conjunto de instituciones posprimarias que brindaban una formación profesionalizante muy heterogénea: escuelas comerciales, industriales, de artes y oficios y agropecuarias.

Las escuelas nacionales de comercio fueron creadas en 1890 con el objetivo de ofre-cer una formación que habilitara profesionalmente para la inserción en el mercado laboral, respondiendo a la demanda provocada por la expansión de las actividades comerciales que estaba experimentando el país. Estas escuelas otorgaban inicial-mente diversos títulos como el de Dependiente Idóneo de Comercio, Perito Mercan-til y Contador Público. En 1897 fue creado el primer colegio industrial de la nación y durante la primera década del siglo XX surgieron las primeras escuelas agrope-cuarias, completando de esta manera un amplio abanico de ofertas profesionali-zantes denominadas escuelas secundarias de “enseñanza especial”, todas a cargo del Estado nacional.

Otro paso decisivo en la configuración de un sistema educativo nacional fue la nacionalización de las universidades de Córdoba (1854) y Buenos Aires (1881) y la sanción de la primera ley universitaria nacional, la Ley Avellaneda, en 1885. De esta

Page 9: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Mariano Santos La Rosa

313

manera se sentaron las bases de un sistema educativo nacional que no experimen-taría cambios estructurales sustantivos hasta fines del siglo XX.

La expansión de la educación primaria en Bahía Blanca a fines del siglo XIX

Al mismo tiempo que se sentaban las bases para la conformación de un sistema edu-cativo nacional, la localidad de Bahía Blanca experimentó un notable crecimiento motivado por la llegada del ferrocarril en 1884 y la construcción de un muelle de embarque en el puerto de Ingeniero White al año siguiente. Esto propició que la localidad se transformara en el punto de confluencia de la producción regional, generando la expansión de las actividades agropecuarias así como el desarrollo comercial y el intercambio de bienes y servicios. Estos cambios estimularon un gran aumento de la población producto de la llegada de una gran cantidad de inmigrantes que se instalaron en la periferia, dando origen a los barrios de Tiro Federal, Villa Mitre, Villa Rosas, Noroeste y Harding Green. El incremento demográfico fue de

La “libertad de enseñanza” en la escuela secundaria

En 1878 fue sancionada la Ley nacional n.o 934 que reconoció el carácter oficial y otorgó validez nacional a los estudios secundarios que brindaban los colegios particulares si se sometían a la inspección nacional. Estas instituciones dictaban el mismo plan de estudios que los colegios nacionales y sus estudiantes rendían exámenes parciales o generales en los colegios nacionales ante un tribunal mixto, compuesto por dos profesores del colegio particular, dos del colegio nacional y presidido por el rector de este último. De esta manera, la denominada “Ley de libertad de enseñanza” habilitaba el funcionamiento de las escuelas secundarias privadas que quedaban bajo el control estatal, ya que sus bachilleratos debían estar “incorporados” a algún colegio nacional con el que establecían una suerte de régimen de supervisión y control académico Dos decretos de 1897 y 1899 ex-tendieron este régimen a las escuelas normales y a las escuelas secundarias de “enseñanza especial”, es decir, escuelas de comercio e industriales.

Page 10: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Historia de la educación en Bahía Blanca (1880-2001)

314

una magnitud inusitada ya que la localidad pasó de 1472 habitantes en 1869 a reunir una población de 14.238 para 1895, lo que motivó que fuera declarada ciudad ese mismo año.

Este crecimiento propició un cambio notable en el panorama educativo a partir de la década de 1880, caracterizado por la creación de nuevas escuelas primarias públicas y la aparición de las primeras ofertas privadas, así como por una expansión sostenida de la matrícula. En 1879 las dos escuelas primarias del distrito reunían 97 inscriptos. Solo once años después, en 1890, la cantidad de estudiantes matri-culados ascendía a 1139. Este proceso de transformación había comenzado en 1881 cuando la Dirección General de Escuelas resolvió que la antigua Escuela de Varones comenzaría a denominarse “Escuela n.o 1” y la Escuela de Niñas pasaría a llamarse “Escuela n.o 2”. Poco después, ambas escuelas pasaron a compartir un nuevo edificio construido en 1889 en terrenos ocupados anteriormente por el Fuerte, en la primera cuadra de calle Vieytes.

Foto 1 Primeras escuelas en la calle Vieytes (1900) (AMUNS)

Page 11: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Mariano Santos La Rosa

315

La expansión de las instituciones primarias continuó con la creación de nuevas escuelas, en este caso ya mixtas como la n.o 3, la n.o 4 (de corta existencia), la n.o 5 y n.o 6, establecidas entre 1883 y 1886. Para 1890 comenzaron a crearse escuelas pri-marias en otras localidades del distrito como Cerri, Ingeniero White y Bajo Hondo. Sin embargo, las deficiencias que presentaba la infraestructura escolar fueron una constante para todas las escuelas públicas ya que la mayoría habían sido instaladas en inmuebles particulares que no se encontraban convenientemente preparados para esta función. Todas ellas eran escuelas elementales, por lo que solo brindaban hasta el cuarto grado. No existían aún escuelas graduadas en el distrito, que per-mitieran completar la escolarización primaria o común, como se la denominaba en aquella época.

La presencia de la educación particular en la ciudad cambiaría notablemente con la llegada de la orden salesiana. Fundada en 1859 por el sacerdote Don Juan Bosco, su objetivo fundamental era educar y dar formación espiritual a la niñez y juven-tud italiana de los sectores sociales más vulnerables. A partir de 1875, invitados por

Las primeras escuelas “particulares” de Bahía Blanca

La presencia de escuelas primarias privadas o particulares comenzó en la década de 1880 con la instalación en la localidad de diversas iniciativas de educación pri-maria: el colegio de varones Franco-Argentino, la Escuela Cosmopolita, el Colegio Español, la Escuela Nocturna, el Colegio Ítalo-Argentino y el Colegio Anglo-Ar-gentino, que buscaba atender a una matrícula selecta, tal como se indica en un aviso publicado en el diario El Porteño el 1.o de diciembre de 1889: “Este colegio está destinado a llenar una gran necesidad sentida por los muchos padres de familia que por su posición social no pueden resolverse a enviar a sus hijos a las escuelas públicas, donde todas las clases sociales tienen necesariamente que mezclarse”. Todos estos colegios seguramente fueron iniciativas individuales o de un grupo familiar que establecía un local escolar en su residencia o en algún inmueble al-quilado, dando clase en forma simultánea a estudiantes de diversas edades. Su existencia fue muy efímera ya que la mayoría desapareció uno o dos años después de su instalación.

Page 12: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Historia de la educación en Bahía Blanca (1880-2001)

316

el gobierno argentino, un grupo de salesianos se instalaron en Buenos Aires y se mostraron interesados en iniciar una labor evangélica y educadora con proyección hacia la Patagonia, que estaba a punto de ser ocupada por el gobierno nacional. Rápidamente comprendieron la importancia de instalarse en Bahía Blanca, atraídos por el crecimiento que comenzaba a experimentar la localidad. Llegados en 1890, de inmediato se abocaron a la educación de niños y jóvenes, por lo que comenzaron las tareas para instalar dos colegios primarios, el colegio Don Bosco para varones y el colegio María Auxiliadora, para niñas.

El prestigio del modelo educativo salesiano probablemente provocó que ambos establecimientos absorbieran una parte de la matrícula de las escuelas públicas y particulares. Mencionamos previamente que al inicio de la década de 1890 la matrí-cula inscripta en las escuelas públicas del distrito superaba los 1100 estudiantes. Sin

Alumnos de la Escuela de Artes y Oficios de La Piedad (1940) (AMUNS)

Page 13: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Mariano Santos La Rosa

317

embargo, para 1894 se encontraban matriculados en las diez escuelas públicas solo unos 781 estudiantes, mientras que 680 niños ya estudiaban en los dos estableci-mientos salesianos. El éxito de la propuesta educativa salesiana radicó probable-mente en las características de su modelo pedagógico y su “método preventivo” que implicaba una vigilancia afectuosa para evitar recurrir al castigo sistemático habi-tual en las prácticas docentes. Para ello debía generarse un vínculo afectivo entre docentes y estudiantes con la finalidad de establecer una relación de confianza, ele-mento clave en la pedagogía salesiana.

Inicialmente el colegio Don Bosco funcionó en un salón ubicado en la iglesia Catedral, pero rápidamente la orden comenzó a construir su sede definitiva en la segunda cuadra de calle Vieytes. La primera parte del edificio se levantó entre octu-bre de 1896 y abril de 1897, mientras que la sede definitiva del colegio María Auxilia-dora fue inaugurada en 1893, la cual se ubicó en la primera cuadra de calle Rondeau.

La creación de la tercera institución educativa salesiana en Bahía Blanca también tuvo lugar durante esa década. En 1891, Luis D’Abreu, principal accionista del Banco de Bahía Blanca, comenzó la construcción de una iglesia y de un colegio dedicados a Nuestra Señora de la Piedad, en terrenos del Ferrocarril Bahía Blanca al noroeste. Las instalaciones se inauguraron en 1894 y fueron donadas a la orden salesiana con el compromiso de que instalaran allí una escuela de artes y oficios. Dos años después comenzaron las actividades de la escuela primaria y en 1898 se abrió la sección de artes y oficios con un taller de carpintería. Sin embargo, ni las familias acomodadas ni las de escasos recursos mostraron interés en enviar a sus hijos a aprender un oficio cuando la educación ofrecida por las otras ofertas privadas ofrecía posibili-dades más concretas de reconocimiento social. Solo a partir de 1915 la Escuela de Artes y Oficios logró mantener una matrícula estable en sus talleres de carpintería, zapatería e imprenta.

Los tres colegios salesianos tuvieron la particularidad de implementar un régimen de internado, lo que permitió atraer a niños y jóvenes procedentes de la zona que se albergaron como estudiantes pupilos. Este régimen existió hasta la década de 1970, cuando la proliferación de escuelas públicas y privadas en la zona hizo que fuera innecesario seguir sosteniendo este sistema.

Page 14: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Historia de la educación en Bahía Blanca (1880-2001)

318

El desarrollo de la educación primaria y secundaria al inicio del siglo XX

Al comenzar el nuevo siglo continuaba la expansión de la educación primaria en el partido de Bahía Blanca. Existían para entonces unas nueve escuelas públicas y tres escuelas privadas salesianas, que en conjunto reunían una matrícula de 2371 estu-diantes. Al finalizar la década, la matrícula del nivel primario experimentó uno de sus crecimientos más importantes, pasando a 6481 estudiantes inscriptos para el año 1910.

Una novedad importante que contribuyó a este incremento se produjo en 1905 con la sanción de la Ley nacional n.o 4874 conocida como Ley Láinez, que facultaba al Estado nacional a crear escuelas públicas en el territorio de las provincias que lo solicitaran. Esto llevó, en apenas un lustro, al establecimiento de una decena de escuelas prima-rias en zonas periféricas de la ciudad, aunque todas ellas quedaron bajo el control del Estado nacional y organizadas pedagógicamente bajo los lineamientos de la Ley nacional n.o 1420. De esta manera comenzaron a convivir dos ofertas diferenciadas

Alumnos de la Escuela Primaria n.o 7 (1920) (AMUNS)

Page 15: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Mariano Santos La Rosa

319

para el nivel primario: las escuelas provinciales y las escuelas nacionales conocidas como escuelas Láinez, situación que se mantendría durante siete décadas.

En 1905 también se sancionó la reforma de la Ley de Educación Común provincial n.o 988, que implicó la eliminación de la mayor parte de las atribuciones de gobierno escolar que poseían los consejos escolares. Al mismo tiempo, esta reforma modificó nuevamente la denominación de los establecimientos educativos primarios. A partir de ese momento las escuelas comunes serían aquellas que contaban de primero a cuarto grado y las escuelas complementarias las que comprendieran de primero a sexto grado. El cambio más significativo de la nueva normativa fue que la educación obligatoria quedaba reducida a las escuelas comunes, es decir, hasta cuarto grado, consolidando el proceso de diferenciación y segmentación vertical. Esto llevó a que la antigua Escuela de Niñas n.o 2 anexara los primeros cuatro grados de la Escuela de Varones n.o 1, por lo que ambas instituciones unificaron sus historias. De esta manera, comenzó funcionar como escuela mixta bajo la denominación de Escuela Común n.o 2, permaneciendo en la primera cuadra de calle Vieytes. También en 1905 fueron creadas dos nuevas escuelas comunes en la ciudad, la n.o 4 y la n.o 7. Durante varias décadas, la enorme mayoría de las escuelas primarias de la ciudad fueron comunes ya que las escuelas Láinez también ofrecían solo hasta cuarto grado, por lo que resultaba muy escasa la oferta de formación complementaria que permi-tiera culminar la escolarización primaria. Este tipo de formación sí se ofrecía en las escuelas privadas.

Durante esta etapa se produce la novedad del establecimiento de las primeras escue-las de educación secundaria en la ciudad, dando respuesta a un ansiado anhelo de la comunidad bahiense. La historia de la educación secundaria en Bahía Blanca comenzó en 1895 cuando el colegio Don Bosco comenzó a dictar el primer año del bachillerato secundario. Al año siguiente, el gobierno nacional reconoció este bachi-llerato como incorporado a la enseñanza oficial y habilitó a los estudiantes a ren-dir sus exámenes libres en uno de los colegios nacionales de Capital Federal al que quedó “incorporado” en cumplimiento de lo establecido en la Ley nacional n.o 934, que establecía que los estudiantes de los colegios “particulares” debían revalidar sus estudios rindiendo examen en los colegios nacionales para que les fueran reconoci-dos los estudios secundarios cursados. Esta primera experiencia de bachillerato fue efímera ya que en 1902 las autoridades del colegio Don Bosco resolvieron cerrarlo

Page 16: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Historia de la educación en Bahía Blanca (1880-2001)

320

para habilitar una “Academia Comercial”, por lo que la sección secundaria del cole-gio Don Bosco adoptó el currículum de las escuelas nacionales de comercio a fin de satisfacer la demanda de las casas comerciales y entidades bancarias de la ciudad que buscaban contar con tenedores de libros y peritos mercantiles.

La gran expansión de la actividad mercantil que experimentaba la ciudad desde fines del siglo XIX llevó a que desde distintos sectores de la ciudad reclamaran la instalación de una escuela comercial pública, cuya creación fue autorizada en marzo de 1903. Ante la necesidad de conseguir un ámbito adecuado para que funcionara el nuevo establecimiento, el Concejo Deliberante de la ciudad aprobó una partida para solventar el alquiler de un inmueble en calle O’Higgins 29 y se organizó una comisión integrada por vecinos que iniciaron una colecta para recaudar fondos para el funcionamiento de la nueva institución, evidencia del interés que tenía la comu-nidad bahiense en la instalación de este tipo de educación en la ciudad. A mediados de junio se iniciaron las clases de la Escuela de Comercio y debido a que la canti-dad de inscriptos superó lo esperado, además del turno diurno se agregó un curso que funcionaba en horario nocturno, permitiendo de esta manera que ingresaran muchos interesados que trabajaban en casas comerciales.

Dos años después el gobierno nacional realizó reformas al plan de estudios de las escuelas comerciales, diferenciándolas en tres tipos:

• Las Escuelas de Comercio Elementales: brindaban el título de Dependiente Idó-neo de Comercio luego del cursado de tres años y estaban orientadas a estu-diantes con cuarto grado aprobado (primaria incompleta).

• Las Escuelas de Comercio Medias: otorgaban los títulos de Dependiente Idóneo al culminar los tres primeros años de estudio y el de Perito Mercantil al finalizar el cuarto año. Se ingresaba a ellas teniendo sexto grado aprobado (primaria completa).

• Las Escuelas Superiores de Comercio, que otorgaban los títulos de Dependiente Idóneo, Perito Mercantil y también el de Contador Público luego de tres años de estudios posteriores a los de Perito Mercantil.

Page 17: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Mariano Santos La Rosa

321

Inicialmente la Escuela Nacional de Comercio de Bahía Blanca fue de tipo elemental ya que solo otorgaba el título de Dependiente Idóneo. A partir de 1910 una nueva reforma de los planes de estudios llevó a que luego del tercer año se accediera al título de Secretario Comercial (en reemplazo del de Dependiente Idóneo), al finali-zar cuarto año se obtenía el título de Tenedor de Libros y al terminar el quinto año el de Perito Mercantil. En este contexto, la Escuela de Comercio de Bahía Blanca incor-poró el dictado del cuarto y quinto año, pudiendo otorgar los tres tipos de titulacio-nes. Los estudiantes del turno nocturno podían acceder a todas las titulaciones, pero luego de seis años, ya que la carga horaria que cursaban semanalmente era menor.

Entre 1929 y 1931, la Escuela de Comercio de Bahía Blanca fue habilitada para dar el curso de Contador, que implicaba para ese entonces dos años más de especializa-ción, luego de la obtención del título de Perito Mercantil. Sin embargo, el gobierno nacional suspendió el curso sin que hubieran egresado alumnos; aun así, debido a esta breve experiencia, la institución logró adquirir el carácter de Escuela Nacional Superior de Comercio, que mantuvo desde aquel entonces.

Muchos estudiantes de ambos turnos abandonaban la escuela al obtener el primer título intermedio, por lo que la cantidad de estudiantes en cuarto y quinto año dis-minuía significativamente. No obstante, la Escuela de Comercio pronto se convirtió en una institución atractiva para muchos jóvenes de la ciudad y la zona que busca-ban obtener una salida laboral relativamente rápida y de amplia demanda debido al grado de desarrollo de las actividades mercantiles en Bahía Blanca. El incremento en la cantidad de estudiantes llevó a que la Escuela de Comercio se mudara en 1909 a un inmueble en calle Rodríguez 28, instalaciones que pronto también resultaron insufi-cientes y que motivaron un nuevo traslado, casi una década después, a Rondeau 29.

Inicialmente la matrícula estaba conformada por estudiantes de clase media que buscaban recibir una formación para trabajar en el sector comercial y de servicios y no aspiraban a realizar posteriormente estudios superiores. La enorme mayoría de los estudiantes eran varones y la primera mujer se inscribió recién en 1909. Esto no estaba prohibido, pero era mal visto, por lo que solo a partir de la creación de una escuela normal las mujeres tuvieron una real oportunidad de proseguir estudios secundarios en la ciudad.

Page 18: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Historia de la educación en Bahía Blanca (1880-2001)

322

El proceso de ampliación de la educación secundaria en Bahía Blanca prosiguió durante la primera década del siglo XX. La instalación de un colegio nacional en la ciudad había sido reclamada insistentemente desde 1905 a través de una campaña impulsada por periódicos como El Comercio y por el Círculo de Prensa, integrado por destacadas figuras de la comunidad bahiense, intelectuales, periodistas y hombres de negocios. Los grupos dirigentes locales eran plenamente conscientes de la necesidad de facilitar a la juventud bahiense y de la zona la preparación necesaria para acceder a los estudios universitarios. Consideraban que un colegio nacional sería un centro formador de dirigentes locales, educados en la propia ciudad y que pudieran defender los intereses particulares. Por ello es que el Círculo de Prensa presentó una petición ante el Congreso nacional en julio de 1905 y tras esa solicitud la prensa local se pobló de requerimientos al gobierno nacional para la instalación no solo de un colegio nacional, sino también de una escuela normal. En estas solicitudes se resaltaba el crecimiento y desarrollo alcanzado por la ciudad y las dificultades que tenían las familias para enviar a sus hijos a estudiar a La Plata o Capital Federal. Esta campaña dio sus frutos y en septiembre de 1905 fue sancionada la Ley n.o 4743 que disponía la creación de cuatro colegios nacionales en la provincia de Buenos Aires, uno de ellos en Bahía Blanca.

El Colegio Nacional abrió sus puertas en abril de 1906. Inicialmente solo tenía habili-tado hasta cuarto año, por lo que sus alumnos debían inscribirse en el curso superior del Colegio Nacional de La Plata si deseaban completar sus estudios. Finalmente esto no fue necesario ya que pudo gestionarse el cursado completo y los primeros bachilleres pudieron graduarse a fines de 1910.

Por medio de un decreto de junio de 1905, el gobierno nacional estableció la correla-ción de estudios primarios y de bachillerato, de forma que todo alumno que deseara ingresar a una escuela secundaria debía acreditar la aprobación de sexto grado en una escuela complementaria o en su defecto rendir un examen de actitud. Estos eran los requisitos vigentes al momento de la apertura del Colegio Nacional, por lo que de los 22 inscriptos, 17 tuvieron que sortear este examen de ingreso. Esto evidencia el escaso desarrollo de las escuelas primarias complementarias en la ciudad a principios del siglo XX, ya que la mayoría de los estudiantes que aspiraban a ingresar al Colegio Nacional no habían finalizado la escuela primaria en forma completa. Esta modalidad de ingreso se mantuvo hasta 1917 y a partir de esa fecha el único requisito válido para ser estu-diante del Colegio Nacional fue tener aprobado el sexto grado de la escuela primaria.

Page 19: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Mariano Santos La Rosa

323

La creación del colegio no estuvo ajena a los problemas edilicios. Inicialmente fun-cionó en un inmueble alquilado en calle Rodríguez 48 y poco después debió trasla-darse a una casa alquilada en Sarmiento 168. Para hacer frente a las múltiples nece-sidades de la institución, en 1920 fue creada la Asociación Cooperadora, entre cuyas acciones más destacada figura la compra del edificio en 1963 y el financiamiento de parte de sus reformas en las décadas siguientes.

Al igual que la Escuela de Comercio, inicialmente la matrícula era predominante-mente masculina y en la primera inscripción solo se anotó una mujer. Esto comen-zaría a cambiar paulatinamente: en 1912 el 7 % de los estudiantes eran mujeres y para 1923 ese porcentaje había aumentado al 22 %.

El alumnado del Colegio Nacional era de clase media y media alta, y por su condición socioeconómica podía afrontar posteriormente los costos de radicarse en ciudades que tuvieran universidades. Por esto es que durante mucho tiempo los bachilleres egresados del colegio se inclinaban hacia carreras liberales.

Por otra parte, el grado de desarrollo del nivel primario en la ciudad tornaba cada vez más imperioso el establecimiento de una escuela normal que contribuyera a resolver la escasez de maestros titulados. De esta manera, una activa campaña impulsada por los medios de prensa logró que nuestra ciudad fuera incorporada como uno de los destinos de las 34 escuelas normales que el gobierno nacional cons-truyó entre 1904 y 1906. En febrero de 1906 se firmó el decreto de creación de una escuela normal mixta en Bahía Blanca, pero recién en julio de ese año comenzaron las clases debido a las serias dificultades para encontrar un inmueble apropiado. Inicialmente la escuela se instaló en un complejo de tres viviendas alquiladas que se encontraban en la primera cuadra de calle Fitz Roy. Allí comenzó a funcionar tanto la escuela normal como su escuela primaria anexa, que funcionaba como departa-mento de aplicación en donde las futuras maestras debían realizar sus primeras prácticas docentes. Al día siguiente de su inauguración, el diario La Nueva Provincia señalaba: “Ninguno de los establecimientos de enseñanza que funcionan actual-mente en Bahía Blanca está llamado a vincularse más con nuestras familias como la Escuela Normal, única en su género, capaz de realizar el propósito a que tiende la sociología moderna: enaltecer a la mujer dándole los medios de ganarse la vida honestamente y honrarse a sí misma”.

Page 20: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Historia de la educación en Bahía Blanca (1880-2001)

324

La instalación de la Escuela Normal significó no solo la formación de docentes para Bahía Blanca y todo el sur argentino, sino también la posibilidad de que la mujer desempeñara un rol importante dentro de la educación y el mercado laboral. Mientras tanto, los varones de las clases medias y acomodadas preferían asistir a la Escuela de Comercio o al Colegio Nacional, más ligados a la actividad comercial y administrativa. Para mediados de la década de 1920, la cantidad de estudiantes varones en la Escuela Normal seguía siendo inferior al 4 % del total de la matrícula del establecimiento. Simultáneamente, en un lapso breve de tiempo, se produjo un proceso de feminización del cuerpo de profesores. En 1917 los docentes varones constituían el 94 % del total pero para 1923 este porcentaje se había reducido al 42 %, por lo que las mujeres ya constituían la mayoría del plantel docente.

Las formas de enseñanza a principios del siglo XX

El plantel docente que se desempeñó en el Colegio estaba integrado en gran parte por abogados miembros del Poder Judicial. El director del colegio Jorge Sego-via se lamentaba en la memoria anual de 1914 enviada al Ministerio de Justicia e Instrucción Pública de la escasa atención que algunos docentes daban a la ense-ñanza: “No será posible mejorar esta situación mientras el catedrático no sea un docente de verdad; y no lo será jamás siempre que para él la enseñanza sea una función ocasional o secundaria […] En este Colegio la mayor parte de los cate-dráticos son universitarios y como no fueron educados especialmente para este género de labor, a veces carecen del fervor y la dedicación profesional”. Es que la forma de dar clase en estas escuelas secundarias respondía al modelo pedagó-gico del momento, el conductismo. “Tomar lección” era la forma preferida por los docentes para estimular el estudio de sus alumnos y comprobar el grado de conocimiento que habían alcanzado. Para ello el profesor indicaba los capítulos del libro o los temas que debían aprender o mejor dicho, memorizar, ya que en la clase siguiente se tomaba la lección, seleccionando a los estudiantes que debían exponer. Este tipo de prácticas fueron frecuentemente criticadas en las diversas revistas estudiantiles que proliferaron sobre todo a partir de la década de 1930.

Page 21: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Mariano Santos La Rosa

325

El desarrollo de la educación en la ciudad entre 1910 y 1945

Al inicio de la década de 1910, la educación primaria se había diversificado como consecuencia del establecimiento de una decena de escuelas primarias nacionales (llamadas Escuelas Láinez), repartidas por la periferia de la ciudad en barrios como Noroeste, Bella Vista, San Martín y localidades como Ingeniero White, Puerto Gal-ván y Punta Alta (perteneciente al partido de Bahía Blanca hasta 1945). Sin embargo,

Edificio de la Escuela Normal Superior en 1930 (AMUNS)

Page 22: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Historia de la educación en Bahía Blanca (1880-2001)

326

este tipo de escuelas solo comprendía los primeros cuatro grados de la enseñanza primaria. Además, desde un primer momento tuvieron que afrontar problemas de infraestructura ya que todas estas escuelas fueron instaladas en inmuebles alquila-dos por el gobierno nacional.

Durante el transcurso de la década de 1910 continuó el crecimiento sostenido del número de escuelas primarias provinciales, pasando de 26 a 36 establecimientos repartidos por todo el distrito. Esta etapa también fue importante para la expansión de la educación confesional en Bahía Blanca con la apertura de dos nuevas institu-ciones. En 1913 las hermanas de la Compañía de María fundaron el colegio La Inma-culada, el segundo de formación femenina confesional que también contaba con un régimen de internado. Inicialmente solo tuvo cursos de nivel primario ya que su sección secundaria fue abierta recién en la década del treinta. En 1917 se estableció el colegio primario San Vicente de Paul en el barrio de Villa Mitre, zona de la ciudad que estaba experimentando un gran crecimiento. Este también era un colegio exclu-sivamente de niñas, situación que se mantendría hasta fines del siglo XX.

La expansión de las escuelas primarias públicas provinciales, nacionales y privadas implicó un incremento significativo de la matrícula. En 1910 eran 6481 estudiantes que asistían a las diversas ofertas educativas de nivel primario y hacia 1919 el número de inscriptos ya superaba los 11.300 estudiantes.

Durante esta década los colegios confesionales también expandieron su oferta de educación secundaria. En 1916 el colegio Don Bosco reabrió su bachillerato, que-dando incorporado al Colegio Nacional de Bahía Blanca. Esto significaba que cada año los estudiantes del bachillerato del colegio Don Bosco debían revalidar los con-tenidos de cada materia rindiendo exámenes libres en el Colegio Nacional. Por su parte, el colegio María Auxiliadora fue autorizado por el gobierno nacional a esta-blecer su propio magisterio en 1919, quedando incorporado a la Escuela Normal Mixta de Bahía Blanca.

Las dos décadas siguientes transcurrieron sin grandes transformaciones, más allá de la lógica ampliación de la matrícula y de la apertura de nuevas escuelas primarias y secundarias, tanto públicas como privadas. Pese al crecimiento de instituciones y alumnos, la mayor parte de las escuelas primarias seguían funcionando en locales

Page 23: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Mariano Santos La Rosa

327

alquilados de forma particular y no reunían condiciones adecuadas para las activi-dades educativas. De las 38 escuelas públicas existentes para 1925 solo 13 contaban con edificio propio.

Los problemas de infraestructura también eran padecidos por las escuelas secunda-rias públicas. En 1918 la Escuela Nacional de Comercio tuvo que mudarse a Rondeau 29, donde funcionó hasta 1946. Esta era una casona acondicionada cuyas habitacio-nes cumplían la función de aulas. Sucesivas reformas realizadas permitieron incor-porar nuevas aulas y espacios, extendiéndose hasta calle Gorriti. La Escuela Normal Mixta también debió mudarse en 1921 a un edificio de dos plantas que se encontraba en la esquina de Brown y Villarino, en donde permaneció durante casi medio siglo.

La crisis de la infraestructura escolar bahiense comenzó a revertirse cuando en 1926 fue electo como gobernador de la provincia de Buenos Aires el Dr. Valentín Vergara, quien previamente fuera concejal e intendente de la ciudad de Bahía Blanca repre-sentando a la Unión Cívica Radical. Debido a su gestión, se inició la construcción

Escuela primaria n.o 3 (AMUNS)

Page 24: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Historia de la educación en Bahía Blanca (1880-2001)

328

de los edificios definitivos para las tres escuelas primarias más antiguas de la ciu-dad, las escuelas n.o 2, n.o 3 y n.o 5. También fueron levantados los nuevos edificios de las escuelas n.o 9 y n.o 14 y se realizaron diversas refacciones en instalaciones de otras escuelas. La construcción más emblemática de la época fue la de la escuela n.o 2, denominado en ese momento como “Edificio Centenario”, ubicado en la pri-mera cuadra de calle Vieytes donde funcionaba el viejo edificio de la escuela n.o 2, construido en 1889. Este fue demolido en 1912 para proceder a la colocación de la piedra fundamental de la nueva edificación, pero por diversos motivos las tareas comenzaron recién en 1926, lo que llevó a que la escuela tuviera que mudarse hasta la inauguración definitiva en 1928.

Otro problema que persistía al iniciarse la década de 1930 era la escasa cantidad de escuelas provinciales públicas que contaban con enseñanza complementaria. Para 1930 solo había diez escuelas públicas complementarias: la 2, 3, 4, 5, 6, 8, 9, 11, 13 y 16; por su parte, las escuelas primarias Láinez comenzarían a incorporar la escolaridad completa de seis años durante el transcurso de esta década.

La forma de instrucción complementaria se encontraba más desarrollada en las escuelas primarias privadas, que para ese entonces eran 16, aunque su matrícula no había experimentado un aumento apreciable desde 1910. No obstante, este tipo de formación seguía expandiéndose. En 1933 abrió sus puertas el colegio primario Mariano Moreno y dos años después incorporó su sección secundaria bajo el nom-bre de Instituto Goyena, llegando a ser la única institución privada no confesional que ofrecía un régimen de internado en su sede de Darregueira 45. Inicialmente el nivel secundario otorgaba el título de bachiller y a partir de 1945 inauguró su sec-ción comercial, quedando incorporada a la Escuela Nacional de Comercio de Bahía Blanca dos años después.

En 1936, un decreto del gobierno del conservador Manuel Fresco (1936-1940) imple-mentó la educación religiosa en las escuelas de la provincia, ratificada por medio de la Ley n.o 4755 que le dio un estatus legal definitivo y que se mantendría vigente hasta 1955 cuando fue reemplazada por la Ley provincial n.o 5823 que reemplazó la enseñanza religiosa por la de la “doctrina nacional” en el contexto de ruptura del peronismo con la Iglesia católica.

Page 25: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Mariano Santos La Rosa

329

Con respecto a la educación secundaria, durante esta etapa continuó diversificán-dose con el establecimiento de la primera escuela industrial de la ciudad (actual-mente conocida como la Escuela Técnica n.o 2) en 1937. La creación de este tipo de propuesta educativa comenzó a ser impulsada por el Estado como consecuencia de la reorientación del modelo productivo del país luego de la crisis económica mun-dial de 1930. La matriz de industrialización por sustitución de importaciones y la ampliación del mercado interno generaron que fuera cada vez más necesaria la for-mación de técnicos especializados en diversas ramas y oficios. De esta manera, se ampliaba la oferta de formación secundaria en la ciudad, que hasta ese momento había estado principalmente orientada a la formación humanista y comercial. Ini-cialmente la Escuela Industrial funcionó en el edificio del Colegio Nacional. Al año siguiente fue trasladada a calle Parchappe al 800 en unos galpones cedidos donde se instalaron los talleres y fue cambiando de sede a través de los años. El edificio definitivo, emplazado en calle Azara, sería construido recién cuarenta años después.

Las escuelas secundarias nacionales experimentarían una gran transformación cuando en 1941 fue implementado el llamado “Plan Rothe”, que implicaba un cam-bio en la estructura curricular de todas las escuelas secundarias al establecer un ciclo básico común para el Bachillerato Nacional (colegios nacionales), el Magis-terio (escuelas normales) y el Comercial. Este ciclo básico general de tres años era seguido por un ciclo superior de solo dos años de duración, diferenciado para cada orientación. Así se uniformaba la preparación básica para todas las modalidades de enseñanza (menos la industrial), por lo que la formación específica propia de las escuelas normales, comerciales y nacionales quedaba reducida a los dos años del ciclo superior. No obstante, la creación del ciclo básico, con sus tres años de for-mación común para todas las modalidades de escuelas secundarias, permitió que los egresados de las escuelas normales quedaran habilitados para realizar estudios universitarios.

Los estudios superiores seguían siendo la gran deuda pendiente, en materia edu-cativa, para la ciudad. El primer intento de establecer una institución universita-ria que estuviera en consonancia con el desarrollo económico y cultural que había alcanzado la ciudad se produjo en 1924, cuando el diputado nacional radical Mario Guido presentó un proyecto de creación de la Universidad Nacional de la Costa Sur, que contaría con una estructura académica conformada por tres facultades: Agro-

Page 26: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Historia de la educación en Bahía Blanca (1880-2001)

330

nomía y Agricultura, Ciencias Económicas y Química Industrial. Sin embargo, la Cámara de Diputados no aprobó esta propuesta.

La posibilidad de que la ciudad tuviera su propia sede universitaria recién se vol-vería a plantear en 1939, cuando el diputado nacional Samuel Allperín presentó un nuevo proyecto de creación de una universidad en Bahía Blanca, estructurada en dos Facultades: la de Ciencias Económicas, que otorgaría los títulos de Contador Público y Doctor en Ciencias Comerciales, y la Facultad de Agronomía y Politécnica, que otorgarían diplomas de Ingeniero Agrónomo, Veterinario e Ingeniero en diver-sas ramas. El espíritu del proyecto buscaba el establecimiento de un nuevo tipo de universidad orientada a la producción y que acompañara las transformaciones de la matriz económica que estaba experimentando el país.

Esta propuesta contó con el apoyo de la clase dirigente bahiense. En marzo de 1939, un grupo nucleado en la filial local del Museo Social Argentino decidió crear una institución privada denominada Universidad del Sur, como parte de una estrate-gia que buscaba presionar al Congreso nacional para que aprobara el proyecto del diputado Allperín.

Esta institución se organizó sobre la base de tres facultades: Ciencias Económicas, Química e Ingeniería, estableciéndose de esta manera un perfil productivo. Fue designado como rector Prudencio Cornejo (quien se desempeñaba como director de la Escuela Superior de Comercio desde 1919) y el resto del plantel docente lo con-formaron profesionales de la ciudad, algunos de los cuales se desempeñaban como profesores en instituciones secundarias. Las clases comenzaron en mayo de 1940 con una matrícula inicial de 170 estudiantes, funcionando la Facultad de Ciencias Económicas en las instalaciones de la Escuela Superior de Comercio y la Facultad de Química e Ingeniería en la sede de la Escuela Normal.

Al año siguiente, como el Congreso no avanzaba en el tratamiento del proyecto de Allperín, los miembros del Consejo Superior de la Universidad del Sur buscaron otra solución y solicitaron a la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) la creación en Bahía Blanca de una Facultad de Ciencias Aplicadas donde se dictaran las carre-ras de Química e Ingeniería. El rector de la UNLP, Alfredo Palacios, constituyó una comisión para evaluar la posibilidad de instalar en la ciudad una subsede de la uni-

Page 27: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Mariano Santos La Rosa

331

versidad platense. La institución estuvo conformada por un conjunto de docentes y alumnos de la UNLP, entre quienes se destacó el joven abogado bahiense Miguel López Francés. El informe elaborado por la comisión fue favorable y fue aprobado por el Consejo Superior de la UNLP en mayo de 1943. Para allanar este camino, en abril de 1943 el Consejo Superior de la Universidad del Sur resolvió transformar la Universidad del Sur en Instituto Técnico Superior del Sur. Sin embargo, la anexión a la Universidad Nacional de La Plata no prosperó como consecuencia de los cam-bios institucionales que experimentó el país luego del golpe militar del 4 de junio de 1943, que provocaron la renuncia de las autoridades de la universidad platense. El Instituto Técnico Superior del Sur continuó funcionando por un año más, a la espera de que las nuevas autoridades nacionales establecieran la creación de una universidad. Finalmente, el Consejo Superior resolvió cesar las actividades de la institución en mayo de 1944.

La educación en Bahía Blanca durante la etapa peronista

La llegada al poder del peronismo generó un impacto importante en el sistema edu-cativo. Entre 1946 y 1955 se desarrolló una política que estimuló una fuerte expan-sión de la matrícula en todos los niveles, sobre todo en las escuelas secundarias, debido a la sensible mejora que experimentaron los ingresos de amplios sectores de la población, producto del desarrollo de políticas redistributivas. A esto se sumó una importante inversión en educación que implicó un amplio programa de cons-trucción de establecimientos educativos. Esta etapa también se caracterizó por una fuerte intervención sobre los contenidos escolares, sobre todo a partir de 1952, con el objetivo de difundir la “doctrina nacional” peronista.

Durante este período finalmente se pudo concretar el ansiado proyecto de establecer una institución universitaria en Bahía Blanca, facilitado por un contexto político propicio. En las elecciones de 1946 fue electo como gobernador de la provincia de Buenos Aires el candidato peronista Víctor Mercante e ingresó como diputado pro-vincial Miguel López Francés, quien impulsó nuevamente la creación de una institu-ción universitaria en Bahía Blanca. Presentó el proyecto en la legislatura bonaerense en mayo de 1946, el cual obtuvo el apoyo de todas las fuerzas políticas, por lo que en octubre de ese mismo año la Ley provincial n.o 5051 creaba el Instituto Tecnológico

Page 28: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Historia de la educación en Bahía Blanca (1880-2001)

332

del Sur (ITS) en Bahía Blanca. En febrero de 1947 un decreto del Poder Ejecutivo nacional dispuso la implementación de este instituto reconociéndole rango univer-sitario y determinando los fondos necesarios para su funcionamiento.

El ITS, en sus comienzos, contaba con tres carreras: Contador Público, Ingeniería Química y Química Industrial. Así, desde su creación, el instituto tuvo un perfil tecnológico que lo diferenciaba del resto de los centros universitarios del país. Esta orientación era congruente con el proyecto industrializador promovido desde el gobierno nacional a partir de los planes quinquenales.

Inicialmente los estudios universitarios eran pagos y los alumnos debían abonar por cada materia cursada así como por el derecho a rendir exámenes finales. Esta situación perduró hasta diciembre de 1949, cuando por el Decreto presidencial n.o 6401 se eliminaron los aranceles en todas las universidades nacionales, quedando establecida la gratuidad de los estudios universitarios. Esta decisión del gobierno nacional junto con medidas tomadas por el ITS, como el establecimiento de un sis-tema de becas, de un pensionado para estudiantes de la zona y la creación de una Cooperadora de Estudiantes, contribuyeron al incremento de la matrícula, que en 1948 era de 269 estudiantes, pero que tres años después ya superaba los 1200 estu-diantes inscriptos.

En febrero de 1948 fue designado como rector interino el Dr. López Francés, quien desde setiembre de 1946 se desempeñaba como ministro de Hacienda de la provincia de Buenos Aires. El hecho de que el rector fuese simultáneamente ministro facilitó en gran manera la disponibilidad de partidas presupuestarias. El importante aporte financiero realizado por el gobierno provincial permitió al ITS la compra de propie-dades y la construcción de diversas instalaciones.

En primer lugar, el ITS funcionó en Rondeau 29, inmueble que había ocupado la Escuela Superior de Comercio hasta 1946. En 1951 comenzaron las obras de cons-trucción de la sede del rectorado en Colón 80, inaugurada dos años después, y del complejo de av. Alem 1253, que finalizara recién en 1963. También en 1951 las autori-dades del ITS crearon el Club Universitario con el objetivo de establecer un ámbito para la realización de actividades sociales y deportivas. Se instaló en un predio de av. Alem y San Juan que hasta 1949 ocupó la Sociedad Sportiva y que fue expropiado

Page 29: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Mariano Santos La Rosa

333

por el Estado provincial en beneficio del ITS. Al año siguiente, el ITS, a través de su Cooperadora de Estudiantes, inició la construcción de un barrio compuesto por 17 casas, destinado a los alumnos de pocos recursos procedentes de la zona.

En 1950 el Poder Ejecutivo nacional dispuso la anexión del ITS a la Universidad Nacional de La Plata, ya que la institución bahiense no estaba facultada para expe-dir títulos. Al año siguiente se amplió la oferta académica con la puesta en marcha de las especialidades de Electromecánica, Ciencias Físico-Matemáticas, Química, Mineralogía y Geología y Letras. Como parte de su proyecto formativo orientado a la producción, las autoridades del ITS promovieron la creación de una escuela secun-daria agrícola-ganadera que comenzó a funcionar en 1952 en el edificio de 11 de Abril 445, sede de la Escuela Superior de Comercio. Para realizar la formación práctica de los estudiantes, la Escuela de Agricultura y Ganadería contó con dos establecimien-tos rurales situados en las localidades de Ascasubi, Argerich y la laguna Chasicó, que fueron expropiados por el gobierno provincial y cedidos a la escuela. De esta manera, así como el ITS se inclinaba hacia la preparación de graduados orientados a la producción industrial, la Escuela de Agricultura y Ganadería haría lo propio en la preparación de especialistas en producción agropecuaria.

En 1952, el ITS estableció una Escuela de Bellas Artes, modificando de esta manera su perfil técnico-productivo inicial, pero tuvo una existencia muy breve, como con-secuencia de la intervención que se estableció al finalizar el mandato del gobernador Mercante. Como el proyecto de desarrollo del ITS estaba muy ligado a su gestión y la de su Ministro de Hacienda, López Francés, un decreto del gobierno nacional de octubre de 1952 dispuso que el ITS dejara de depender de la UNLP y pasara a la esfera del Ministerio de Justicia y Educación de la Nación. El gobierno nacional nombró al Ing. Juan M. Rioja como interventor de la institución, quien dispuso el cierre de las carreras de Bellas Artes con el argumento de que la institución debía retomar el perfil técnico indicado en su proyecto de creación.

Rioja profundizó el proceso de peronización a través de diversas medidas que busca-ban homogeneizar ideológicamente la comunidad educativa del ITS, determinando la cesantía de profesores y docentes auxiliares que no simpatizaban con el partido gobernante. La afiliación comenzó a ser un requisito imprescindible para seguir trabajando en el instituto y los estudiantes debieron cursar obligatoriamente una

Page 30: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Historia de la educación en Bahía Blanca (1880-2001)

334

materia de Formación Política, cuyo dictado se inició en 1953 con la intención de difundir la “doctrina nacional”. Ante esta situación, los estudiantes del ITS, nuclea-dos en la Federación Universitaria del Sur (FUS) realizaron una serie de manifesta-ciones y una huelga que paralizó las actividades en el instituto. Finalmente, en los primeros meses de 1954, y ante la decidida resistencia estudiantil, se dio por termi-nada la intervención y se reestableció su dependencia académica de la Universidad Nacional de La Plata, denominada entonces como Universidad Eva Perón.

No fue casual que la creación de la primera institución universitaria de la ciudad tuviera lugar en los años del primer peronismo, ya que en ese momento un sec-tor de la dirigencia política local ocupó importantes puestos durante la gestión de Mercante como gobernador de la provincia de Buenos Aires. Como mencionamos previamente, el bahiense Miguel López Francés fue ministro de Hacienda entre 1946 y 1952. Otra figura destacada del gabinete, el ministro de Educación Julio César Avanza, había sido previamente comisionado municipal de Bahía Blanca en 1946. Esta circunstancia favoreció la realización de una gran cantidad de obras en la ciu-dad y una importante inversión en infraestructura edilicia.

En 1946 se produjo la inauguración del amplio y moderno edificio para la Escuela Superior de Comercio levantado en calle 11 de abril 445, aunque las tareas se inicia-ron previamente a esta etapa, en 1942. También se construyeron nuevos edificios para las escuelas primarias 4, 6, 7 y 13, entre los años 1951 y 1952.

En el marco de la sanción de la Ley n.o 5096, conocida como Ley Simini de 1946, se crearon los tres primeros jardines de infantes de la ciudad. Esta norma establecía la gratuidad y obligatoriedad de las salas de 3 a 5 años, con la atención de docentes formados especialmente para este nivel educativo. Todo jardín debía contar con el siguiente personal: director, maestras de grado, profesor de música, visitadora social, preceptor, médico, odontólogo. La finalidad era organizar instituciones integrales donde coexistieran lo asistencial y lo pedagógico. Sin embargo, esta ley fue rápida-mente modificada y solo quedó obligatoria la sala de 5 años, hasta que en 1951 fue reemplazada por otra norma en la que la educación inicial pasaba a ser voluntaria.

Otro logro importante de la política educativa peronista desarrollada en nuestra ciudad durante el gobierno de Mercante fue la creación en 1950 del primer insti-

Page 31: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Mariano Santos La Rosa

335

tuto terciario denominado en ese momento como Instituto Superior de Pedagogía (actual Instituto Avanza), cuya creación fue impulsada por el entonces ministro de educación provincial y que funcionó inicialmente en la planta baja del edificio de la escuela primaria n.o 2. La primera carrera que dictó fue el Profesorado en Pedagogía. En 1953 se transformó en Instituto Superior de Perfeccionamiento Docente, ampliando su oferta con la incorporación de las carreras de Profesor Especializado en Pedagogía General (1954-1956) y Profesor Especializado en Pedagogía Diferenciada (1954-1959). También durante esta etapa fue creado el primer instituto de formación artística de la ciudad, la Escuela de Artes Visuales en el año 1951.

Pero la rama del sistema educativo que el gobierno peronista impulsó más fuer-temente fue la educación técnica, tanto en el nivel secundario como superior. Un decreto de junio de 1944, ratificado dos años después por la Ley 12921, creó la Comi-sión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional (CNAOP) que diseñó un sistema educativo paralelo determinando que las escuelas de artes y oficios con-formarían un ciclo básico, las escuelas técnicas de oficios serían el ciclo medio y las escuelas fábricas conformarían el ciclo superior. Esta formación culminaba en la universidad obrera.

Como parte de esta política de estímulo a la formación técnica, se instaló en 1947 la primera escuela fábrica de Bahía Blanca, dictándose en ese momento cursos de automotores, carpintería y electricidad. Este sería el origen de la actual Escuela Técnica n.o 4, ubicada en calle Florida 633.

La universidad obrera fue una iniciativa del gobierno nacional que tuvo su origen en la Ley 13229 sancionada en 1948. Sin embargo, su funcionamiento recién fue regla-mentado por el decreto del Poder Ejecutivo en octubre de 1952, siendo inaugurada oficialmente en marzo de 1953. Su finalidad era la promoción de la actividad indus-trial nacional mediante la formación de recursos humanos idóneos, en línea con las directivas planteadas desde el gobierno en el Segundo Plan Quinquenal.

La Universidad Obrera Nacional (UON) se organizó en facultades que funcionaban como sedes regionales en distintas ciudades del país. Las primeras sedes regiona-les que iniciaron sus actividades en 1953 fueron Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Rosario y Santa Fe. Al año siguiente, se creó la facultad regional de Bahía Blanca,

Page 32: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Historia de la educación en Bahía Blanca (1880-2001)

336

junto con la de La Plata y Tucumán. Cada facultad estaba dirigida por un decano, quien debía ser obrero egresado de la escuela sindical de la CGT. Por su parte, la dirección técnica recaía en un secretario, que necesariamente debía ser un técnico o profesional con título habilitante. Este tipo de conducción evidenciaba la estrecha relación entre la central sindical y la nueva universidad. Por ello no resulta extraño que la iniciativa de crear una sede local de la UON partiera de la delegación regional de la CGT ―que consideraba importante para la continuidad de los egresados de las escuelas fábrica de la ciudad y la región― y contara con el apoyo del Instituto Tecnológico del Sur.

La Facultad Regional Bahía Blanca (FRBB) de la UON inició sus actividades oficial-mente en abril de 1954. Para ingresar se debía contar con el título de Técnico de Fábrica otorgado por la CNAOP o el de las escuelas industriales de la nación. Las tres carreras que se implementaron inicialmente fueron Construcciones Mecánicas, Electrotécnica y Construcciones de Obras, cuyas clases se dictaban en horario ves-pertino para facilitar el ingreso de estudiantes que trabajaban. El claustro docente se conformó sobre la base de los profesionales con que contaba la ciudad, muchos de los cuales ya se desempeñaban en el ITS.

Complejo de la Universidad Nacional del Sur (1970) (AMUNS)

Page 33: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Mariano Santos La Rosa

337

Las actividades académicas comenzaron en el edificio de la esquina de Zelarrayán y Rodríguez, donde hasta ese momento funcionaba la biblioteca central y algunas aulas delInstituto Tecnológico del Sur, y más adelante, a mediados de la década de 1960, se trasladaron al edificio de calle 11 de Abril 461.

A diferencia de las restantes universidades argentinas, la UON mantuvo una exce-lente relación con el gobierno nacional ya que formaba parte de un proyecto educa-tivo claramente asociado con el ideario peronista. Esta vinculación con el gobierno puso en peligro la continuidad de la UON una vez que Perón fue derrocado por el golpe militar de septiembre de 1955.

Las transformaciones educativas entre 1955 y 1983

Luego del golpe de Estado de 1955, las autoridades de facto resolvieron interve-nir las universidades nacionales. En el caso del Instituto Tecnológico del Sur, fue designado como interventor el profesor de la casa Pedro González Prieto y, por decreto n.o 2432, se convirtió a la institución en una entidad descentralizada hasta que se le concediera categoría universitaria. El nuevo interventor, aprovechando el apoyo brindado por diversos sectores de la ciudad, resolvió el cese de actividades del instituto como una forma de presionar para que el gobierno de facto adoptara una decisión definitiva para la casa de estudios. Finalmente, en enero de 1956, por medio del Decreto Ley n.o 154 fue creada la Universidad Nacional del Sur (UNS) y se designó como nuevo interventor a Vicente Fatone. La nueva universidad se organizó bajo un sistema departamental, conformada inicialmente por ocho departamentos: Contabilidad, Economía, Física, Geología y Geografía, Humanidades, Ingeniería, Matemática y Química.

Con el establecimiento de la Universidad Nacional del Sur, los directivos y un grupo de profesores de la Escuela Normal presentaron la propuesta de anexión a la casa de altos estudios con el fin de lograr un régimen más descentralizado que permitiera realizar con mayor flexibilidad experiencias pedagógicas novedosas. La anexión se anunció durante la celebración del cincuentenario de la creación de la escuela, el 23 de julio de 1956. Poco después, en noviembre de ese mismo año, se produjo también la incorpora-ción a la universidad de la Escuela Superior de Comercio. Ambas escuelas se sumaron

Page 34: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Historia de la educación en Bahía Blanca (1880-2001)

338

a la de Agricultura y Ganadería como parte de las escuelas secundarias que dependían de la UNS, nucleadas en torno al Consejo de Enseñanza Media a partir de 1959.

En 1962 la necesidad de introducir reformas en la educación secundaria llevó a que el Consejo de Enseñanza Media y Superior (CEMS) decidiera la creación de la Escuela de Ciclo Básico de la UNS. Esta nueva escuela pasó a comprender los tres primeros años de la educación secundaria, por lo que la formación específica brindada por las Escuelas Normal, de Comercio y de Agricultura y Ganadería quedó compren-dida como un segundo ciclo de la enseñanza media, de tres años de duración. Esta nueva escuela funcionó desde un principio en el edificio de 11 de Abril 445 pertene-ciente a la Escuela Superior de Comercio y compartido desde 1952 con la Escuela de Agricultura y Ganadería. La última institución en incorporarse a este edificio fue la Escuela Normal que se mudó en 1970. De esta manera, todas las escuelas medias dependientes de la Universidad Nacional del Sur permanecieron reunidas en un mismo edificio hasta inicios de la década de 1990, cuando la Escuela de Agricultura y Ganadería se trasladó a sus instalaciones actuales en Sarmiento al 3300.

La educación técnica atravesó un período de transformaciones luego de la caída del peronismo. En 1959, por medio de la Ley n.o 14885, la Universidad Obrera Nacional fue transformada en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), otorgándosele un régimen de autarquía financiera e igualdad jurídica con las demás universidades nacionales. A partir de ese momento la organización docente, jurídica y adminis-trativa de la institución se asimiló a las restantes casas de altos estudios, lo que implicaba asumir similares características: representación de profesores, graduados y estudiantes en los cuerpos colegiados, organización de los órganos de gobiernos centrales y en las facultades, y elección del rector y los decanos por medio de vota-ción de los cuerpos colegiados.

Las escuelas de formación técnica secundaria pasaron por un proceso similar ya que durante ese mismo año el gobierno nacional resolvió la unificación de todas las escue-las fábrica e industriales bajo la órbita del Consejo Nacional de Educación Técnica (CONET) que las renombra como Escuelas Nacionales de Educación Técnica (ENET).

Con respecto a la educación privada, en octubre de 1960 el gobierno nacional auto-rizó a los colegios secundarios privados a promover a sus estudiantes sin interven-

Page 35: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Mariano Santos La Rosa

339

ción de los colegios estatales. De esta manera, se puso fin a la vigencia de la Ley n.o 934 de 1878 que durante más de ochenta años había regulado el funcionamiento de la educación privada, y se dio a los establecimientos privados de educación media la facultad de otorgar títulos por sí mismos, sin necesidad de estar “incorporados” a una institución de gestión estatal.

Esta etapa también se caracteriza por una importante expansión de la matrícula secundaria. A su vez, a partir de la década de 1960, la mayor parte de los jóvenes provenientes de los sectores medios y medios bajos deciden continuar sus estudios en lugar de intentar insertarse rápidamente en el mercado laboral al finalizar la escuela primaria, como sucedía hasta ese momento. Esta tendencia fue resultado de las transformaciones operadas en la matriz productiva y laboral no solo a nivel local, sino también a escala global, que implicaron la necesidad de ampliar la etapa de formación de los jóvenes antes de insertarse en el mercado laboral y generaron el surgimiento de transformaciones culturales como la aparición de la adolescencia.

Esto implicó también la diversificación de la formación terciaria y universitaria como parte del fenómeno de segmentación asociado al desarrollo y complejiza-ción de los sistemas educativos de masas. Por lo tanto, no es casual que durante esta etapa se haya ampliado la oferta de instituciones terciarias en la ciudad. En 1957 fueron creados la Escuela de Danzas y el Conservatorio de Música, del que se desprendió cuatro años después la Escuela de Teatro. En 1960, luego de un año de intensas gestiones, la orden salesiana establece el Instituto Católico del Profesorado Juan XXIII, que inicialmente dictó las carreras de Castellano y Literatura, Filosofía y Pedagogía, Matemática y Cosmografía. Hasta 1969 el instituto Juan XXIII funcionó en las instalaciones del colegio María Auxiliadora, año en que se trasladó definitiva-mente al edificio construido en la esquina de las calles Vieytes y Gorriti.

El nivel terciario también experimentó cambios importantes a partir de 1968, cuando el gobierno de facto del general Onganía inició un proceso de transforma-ción de las escuelas normales al establecer que la formación de maestros debía desa-rrollarse en un nivel postsecundario. La terciarización de los estudios del magisterio se dio a partir de tres resoluciones: la Resolución n.o 994/68 que estableció la reforma del sistema educativo; la Resolución n.o 2779/70 que creó los Institutos Superiores de Formación Docente y la carrera de profesor de Nivel Elemental; y la Resolución

Page 36: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Historia de la educación en Bahía Blanca (1880-2001)

340

n.o 2321/70 que aprobó con carácter experimental el primer plan de estudios de la carrera de Profesor de nivel elemental. En este contexto y adelantándose a estos cambios, la Escuela Normal de la UNS implementó en 1968 un ciclo superior de Magisterio comprendido por dos años de estudios que, al cabo de su finalización, permitían acceder al título de Profesor de Enseñanza Primaria. Dos años después se implementaron especializaciones que duraban seis meses y otorgaban los títulos de Profesor de Educación Elemental Rural, Profesor de Educación Elemental de Adultos y Profesor de Educación Preescolar, único que quedará en vigencia hacia fines de la década de 1970.

Estos cambios también impactaron en el instituto terciario provincial fundado por Avanza, que se transformó en Instituto Superior de Formación Docente incor-porando la formación de maestros primarios con orientaciones bajo los títulos de “Maestro Normal Superior con Iniciación a la Enseñanza Diferenciada” (1971-1979), “Maestro Normal Superior con Orientación a la Educación Pre-escolar” (1972-1979), así como titulaciones de formación docente para profesionales como la “Capacita-ción Docente para la función Directiva y Técnica” (1971-1979), “Capacitación Docente para Técnicos de Especialidad” (1972-1984). Esta institución pasó a ocupar su destino definitivo en 1982 cuando finalizó la construcción de la planta alta del viejo edificio Centenario de Vieytes 51.

A fines de la década del sesenta continuó la diversificación de la oferta de escuelas técnicas en nuestro distrito, esta vez por iniciativa del gobierno provincial. En 1969 las autoridades de la provincia de Buenos Aires autorizaron la creación de una Escuela de Pesca y Náutica en la localidad de Ingeniero White, denominada Escuela Técnica Industrial n.o 1 a partir de 1976, dependiendo siempre de la jurisdicción provincial, a diferencia del resto de las escuelas técnicas que existían por aquel entonces en la ciu-dad. Con respecto al nivel primario, los diversos gobiernos de facto que se sucedieron durante esta etapa no implementaron grandes transformaciones, con excepción del traslado de las escuelas primarias nacionales Láinez a las jurisdicciones provinciales entre 1968 y 1978 y la consecuente disolución del Consejo Nacional de Educación.

La dictadura militar que llegó al poder con el golpe de Estado de 1976, autodeno-minado “Proceso de Reorganización Nacional”, consideró la educación un campo de batalla más en su lucha contra lo que denominaba la “subversión”, llevando ade-

Page 37: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Mariano Santos La Rosa

341

lante una política fuertemente represiva. El rol del Estado en el ámbito educativo comenzó a ser definido como subsidiario, otorgando un lugar prioritario a la Iglesia y la familia como agentes de la educación. La dictadura implementó una serie de mecanismos de control sobre el aparato escolar, especialmente en las instituciones universitarias y en las escuelas secundarias, que fueron sometidas a intervenciones que desplegaron un fuerte aparato represivo, de control y vigilancia sobre profesores y estudiantes que culminaron en secuestros, torturas, desapariciones y asesinatos. Se prohibió el funcionamiento de los Centros de Estudiantes, se endurecieron los reglamentos disciplinarios, se cambiaron planes de estudios, se censuraron pro-gramas y bibliografía y se establecieron restricciones al ingreso en las carreras de ciencias sociales y los estudios universitarios fueron arancelados.

Las transformaciones educativas de los últimos 35 años

El período más oscuro de la historia argentina culminaría en 1983 con el restable-cimiento del régimen democrático y el triunfo en las elecciones de Raúl Alfonsín. Las herencias del período autoritario (enorme endeudamiento externo, crisis fis-cal, inflación) y las limitaciones políticas del gobierno condicionaron seriamente su

La represión a estudiantes en Bahía Blanca

El 3 de abril de 1975 fue asesinado frente a sus compañeros y en los pasillos de la universidad David Cilleruello, conocido como Watu. Este estudiante de 24 años cursaba la carrera de Ingeniería y participaba en la reorganización de la Federación Universitaria de la Universidad Nacional del Sur (UNS). Recibió un disparo en la cabeza por parte de uno de los integrantes de la custodia de Remus Tetus, designa-do interventor de la UNS por el gobierno de María Estela Martínez de Perón.

Otro ejemplo de la represión sufrida por estudiantes en nuestra ciudad fue el caso del secuestro en diciembre de 1976 de 16 alumnos y un profesor de la Escuela Técnica Industrial n.o 1, quienes fueron llevados al centro clandestino de deten-ción “La Escuelita” y sometidos durante un mes a torturas psíquicas y físicas.

Page 38: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Historia de la educación en Bahía Blanca (1880-2001)

342

capacidad para revertir la crisis del modelo de Estado benefactor. El nuevo gobierno otorgó al ámbito educativo la función de desmantelar el orden autoritario a partir de la transmisión de valores democráticos, por lo que fueron modificadas las nor-mas y reglamentos de convivencia, se crearon Consejos de Escuela y se fomentó el restablecimiento de los centros de estudiantes en el nivel medio y superior. Pero en cuanto a lo curricular, los cambios realizados solo estuvieron vinculados a los contenidos de las materias de civismo en la escuela secundaria. Se reemplazó sim-plemente la asignatura Instrucción Moral y Cívica por Educación Cívica, aunque el gobierno convocó a un segundo Congreso Pedagógico Nacional que implicó un profundo debate de todo el sistema educativo. Con respecto al nivel universitario, finalizaron las intervenciones y se restablecieron los estatutos previos a 1966 y el cogobierno, se eliminaron el arancelamiento y las restricciones al ingreso en las carreras, lo que implicó un incremento significativo de la matrícula universitaria.

Sin embargo, la crisis económica condicionó cualquier posibilidad de reforma y el descenso del poder adquisitivo de los salarios docentes generó grandes movi-lizaciones y huelgas a partir de 1987 y 1988. La hiperinflación de 1989 terminó por producir la fractura del sistema escolar y dio inicio a una etapa en la que la pobreza invadió las escuelas, de allí que el Estado comenzó a otorgarle al aparato escolar un rol asistencial en detrimento de su función pedagógica.

Las elecciones que marcaron el triunfo de Carlos Menem como presidente constituyen un punto de inflexión en la historia de la educación argentina. A partir del año 1992, casi inmediatamente después de superada la grave crisis hiperinflacionaria, Menem inició una profunda transformación y reestructuración del sistema educativo argen-tino que entendía como una parte central del proceso de “reforma del Estado”.

Los cambios impulsados por el menemismo fueron los más desestructurantes en la historia del sistema educativo argentino. Se instrumentaron a partir de 1992 con la sanción de la Ley 24049, conocida como Ley de Transferencia de los Servicios Educa-tivos, que implicó el traslado a la órbita provincial de todos los establecimientos de nivel medio y terciario administrados por el Estado nacional. Esto supuso el fin de las escuelas normales, comerciales y de los colegios nacionales. En nuestra ciudad la Escuela Normal y la de Comercio pudieron subsistir por ser escuelas dependientes de la UNS, pero los dos colegios nacionales de la ciudad fueron reconvertidos en la

Page 39: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Mariano Santos La Rosa

343

Escuela de Enseñanza Media n.o 13 y n.o 14, respectivamente. También se produjo el traslado de las tres escuelas técnicas nacionales a la jurisdicción provincial bajo el nombre de EPET n.o 2, n.o 3 y n.o 4.

La reforma educativa menemista se profundizó con la sanción en 1993 de la Ley Federal de Educación n.o 24195 y de la Ley de Educación Superior n.o 24521 en 1995. La Ley Federal de Educación fue la primera en legislar sobre todos los niveles que conforman el sistema educativo, abarcando a los establecimientos de gestión estatal o privada. Consagró legalmente la descentralización del sistema educativo, iniciada por la Ley de Transferencias, al asignar a las provincias la responsabilidad de la ges-tión de los niveles inicial hasta el superior no universitario (terciario) y reorganizó el tradicional esquema de educación preescolar, primaria, secundaria, terciaria y universitaria por el siguiente:

• Educación Inicial: conformada por el jardín maternal (de 45 días a 3 años) y la educación preescolar (de 3 a 5 años), cuyo último año fue declarado como obligatorio.

• Educación General Básica (EGB): obligatoria, de 9 años de duración que se orga-nizó en tres ciclos de tres años cada uno: Primer Ciclo (alumnos de 6 a 8 años), Segundo Ciclo (de 9 a 11 años) y Tercer Ciclo (12 a 14 años). Este nivel reemplazó al primario y sumó los dos primeros años del antiguo secundario.

• Educación Polimodal: no obligatoria, de 3 años de duración y organizada en diversas orientaciones: Economía y Gestión de las Organizaciones; Comunica-ción, Arte y Diseño; Ciencias Sociales; Ciencias Naturales; Producción de Bienes y Servicios. El Polimodal implicó la reestructuración profunda de las escuelas técnicas, comerciales y agropecuarias que debieron adaptarse a la nueva estruc-tura, convertidas en modalidades que solo otorgaban el título de bachiller. Las mayores resistencias se dieron en el caso de las escuelas técnicas ya que sufrían una transformación drástica que afectaba en gran medida su rol como forma-dora de profesionales.

Page 40: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN BAHÍA BLANCA (1880-2001

Historia de la educación en Bahía Blanca (1880-2001)

344

• Educación Superior: integrada por dos subsistemas, el Superior No Univer-sitario (terciario) y el Superior Universitario, que sería regulado por la Ley de Educación Superior, muy resistida en las universidades nacionales.

La implementación de la Ley Federal en la provincia de Buenos Aires generó fuertes críticas de docentes y estudiantes secundarios bahienses que organizaron sentadas y cortes de calle entre 1997 y 1998. Sin embargo, la reforma se aplicó a partir de 1999 con la aparición de los diseños curriculares para la EGB y el Polimodal. Esto implicó que muchas escuelas secundarias se vieran obligadas a “articular” con escuelas pri-marias al trasladarse a este nivel los dos primeros años de la formación media. Al mismo tiempo, el gobierno provincial procedió a la construcción en nuestra ciudad de tres edificios para albergar a tres escuelas secundarias que no contaban con sede propia: las escuelas medias 5, 8 y 12.

Con la llegada del kirchnerismo al poder los fuertes cuestionamientos hacia la reforma educativa menemista impulsaron una nueva normativa sancionada en 2006, la actualmente vigente Ley Nacional de Educación, que reconstituyó un sis-tema de educación primaria y secundaria aunque conservando su dependencia bajo la jurisdicción provincial.