Historia de la Filosofía Tomo I · PDF fileVolumen 1 Filosofía antigua ... PREFACIO A LA PRIMERA EDICION ITALIANA Esta Historia de la filosofía trata de mostrar la esencial humanidad

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  • Volumen 1Filosofa antigua - Filosofa patrstica, Filosofa escolstica

    PREFACIO A LA TERCERA EDICION ITALIANA

    La tercera edicin de esta obra ha sido enteramente revisada, en base a las notables contribuciones aportadas por los estudios ms recientes, y debida-mente puesta al da enaquellos aspectos que lo han hecho necesario.

    Se ha puesto una particular atencin en el apartado referente a la filosofa contempornea, en el cual se ha tratado de delinear las directrices y los problemas claves. Los problemasque actualmente aparecen con mayor inters, son aquellos que se presentan en el punto de encuentro de disciplinas cient-ficas diversas, puesto que alrededor a este punto pivotantodas las dems: el problema del hombre, su relacin con el mundo y la sociedad en la que con-vive, su destino futuro. Es en torno a estos problemas que la presente edi-cin, comoen las precedentes, mantiene su mximo inters.

    Para las notas bibliogrficas, se ha mantenido un sobrio criterio de selec-cin, para evitar un exceso de pesadez en la obra. No obstante los estudiosos que deseen profundizar en lostemas, encontrarn en base a las indicaciones suministradas, las fuentes de informacin sobre los autores de mayor inters.

    Miln, 1974 N.A.

    PREFACIO A LA SEGUNDA EDICION ITALIANA

    La segunda edicin de esta obra constituye una actualizacin y puesta al da de la primera a base de textos o documentos ltimamente publicados, de nuevas investigacioneshistoriogrficas y de nuevas orientaciones de crtica histrica y metodolgica. Las partes que han experimentado mayores revisiones o ampliaciones son las concercientes a la lgicay a la metodologa de las ciencias, la tica y la poltica. En efecto, las investigaciones historiogrficas contemporneas se dirigen preferentemente a estos campos, de acuerdo conlos intereses que estimulan hoy la investigacin filosfica. La exigencia de tener en cuenta los nuevos datos historiogrficos y de presentar todo el conjunto de una manera ordenada yclara ha producido aqu y all oportunos replanteamientos o desplazamientos de los autores tratados, de conformidad con ciertas constantes conceptuales que se han demostradoms activas e incluso decisivas en la determinacin del desarrollo y de la eficacia histrica de los sistemas filosficos. Naturalmente, las mayores modificaciones se han producido altratar de la filosofa contempornea con objeto de ofrecer un cuadro sinttico de conjunto sobre la investigacin y sobre la variedad de las corrientes que hoy se discuten y de losproblemas en torno a los cuales se centran las discusiones polmicas en el interior de cada corriente.

    Pero la estructura de la obra, sus requisitos esenciales, los planteamientos y criterios interpretativos fundamentales no han sufrido modificaciones sustanciales por haber conservadotoda su validez. En cuanto a las notas bibliogrficas, puestas tambin al da, se ha conservado el carcter puramente funcional de seleccin orientadora para la investigacinbibliogrfica.

    Doy las gracias a todos los que me han enviado sus sugerencias y consejos y, sobre todo, a los amigos con quienes he discutido algunos aspectos del tratado. A tres de ellos, a losque he recurrido con mayor frecuencia, Pietro Rossi, Pietro Chiodi y Carlo A. Viano, me es muy grato expresarles pblicamente mi gratitud.

    Turn, 1963 N.A.

    PREFACIO A LA PRIMERA EDICION ITALIANA

    Esta Historia de la filosofa trata de mostrar la esencial humanidad de los filsofos. Todava subsiste hoy el prejuicio de que la filosofa se afana en torno a problemas que no tienen lams mnima relacin con la existencia humana y de que se mantiene encerrada en una esfera lejana e inaccesible a la que no llegan las aspiraciones ni las necesidades de loshombres. Y junto a este prejuicio est el otro de que la historia de la filosofa es un panorama desconcertante de opiniones que se amontonan y se contraponen, privadas de un hiloconductor que sirva de orientacin para los problemas de la vida. Estos prejuicios son indudablemente confirmados por aquellas tendencias filosficas que, por su inclinacin a untecnicismo equvoco, han pretendido reducir la filosofa a una ciencia particular slo accesible a unos pocos y han ignorado as su valor universal para los hombres. Se trata, sinembargo, de prejuicios injustos, basados sobre falsas apariencias y sobre el desconocimiento de aquello que condena. Esta obra trata de mostrar tal injusticia.

    El punto de partida es la conviccin de que nada que sea humano es ajeno a la filosofa y, ms an, de que sta es el hombre mismo, en cuanto se plantea el problema de s mismo ybusca las razones y el fundamento de su propio ser. La esencial conexin entre filosofa y hombre es la primera base de la investigacin historiogrfica emprendida en este libro.Sobre tal base, este trabajo toma en consideracin la investigacin que desde hace veintisis siglos han emprendido los hombres de Occidente acerca del propio ser y del propiodestino. A travs de luchas y conquistas, dispersiones y regresiones, esa investigacin ha llegado a acumular un tesoro de experiencias vitales, que es oportuno redescubrir yresucitar de entre los ropajes doctrinales que muy frecuentemente lo ocultan en vez de manifestarlo. Pues la historia de la filosofa es profundamente distinta de la de la ciencia. Lasteoras pasadas y abandonadas ya no tienen significado vital alguno para la ciencia; las que son todava vlidas forman parte de su cuerpo vivo y no es preciso recurrir a la historiapara conocerlas y asimilarlas. Por el contrario, en filosofa la consideracin histrica es fundamental; una filosofa del pasado, si ha sido verdadera filosofa, no es un error abandonadoy muerto, sino una fuente permanente de enseanza y de vida. En ella se ha encarnado y expresado la persona del filsofo, no slo en lo que le era ms propio, en la singularidad ela experiencia de su pensamiento y de su vida, sino en sus relaciones con los otros y con el mundo en que vivi. Y debemos recurrir a la persona para redescubrir el sentido vital detoda doctrina. En cada una debemos determinar el centro hacia el que gravitaban las inquietudes fundamentales del filsofo, que es a la vez el centro de su personalidad de hombre yde pensador. Hemos de resucitar ante nosotros mismos a cada filsofo en su realidad de persona histrica para percibir claramente, a travs de la oscuridad de olvidos seculares odeformaciones tradicionales, su palabra autntica que an puede servirnos de orientacin y de gua.

    Por eso en, esta obra no se presentarn sistemas o problemas sustancializados y considerados como realidades independientes; como figuras o personas vivas, hacindolas surgirde la lgica de la investigacin en que quisieron expresarse y consideradas en sus relaciones con otras figuras y personas. La historia de la filosofa no es ni un reino de doctrinasimpersonales que se suceden desordenadamente o se concatenan dialcticamente, ni la esfera de accin de problemas eternos, de los cuales sea,n manifestaciones contingenteslas doctrinas singulares. Es un entramado de relaciones humanas, que se mueven en el plano de una disciplina comn de investigacin y, as, trascienden los aspectos contingentes oinsignificantes, para asentarse en los que son esenciales y constitutivos. Revela la solidaridad fundamental de los esfuerzos que tienden a aclarar tanto como sea posible la condiciny el destino del hombre; solidaridad que se expresa tanto en la afinidad de las doctrinas como en su oposicin, en su acuerdo tanto como en su enfrentamiento polmico. La historiade la filosofa reproduce en la tcnica de sus investigaciones rigurosamente disciplinadas el mismo intento que est en la base y es el motor de cualquier relacin humana:comprenderse y comprender. Y lo reproduce con las mismas vicisitudes de xitos y de desengaos, de ilusiones que resurgen y de claridades orientadoras, y de esperanzas siemprerenacidas.

    La disparidad y la oposicin entre las doctrinas pierde as su carcter desconcertante. El hombre ha explorado y explora todos los caminos para comprenderse a s mismo, a losdems y al mundo. Ha acertado y acierta en ello ms o menos. Pero debe y deber siempre renovar sus intentos, de los cuales depende su dignidad de hombre. Y no puederenovarlos sino recurriendo al pasado y obteniendo de la historia la ayuda que los dems pueden proporcionarle para el futuro.

    Por ello, no se encontrarn en esta obra crticas extrnsecas, que pretendan destacar los errores de los filsofos. La pretensin de impartir lecciones de filosofa a los filsofos es tanridcula como la de hacer de una determinada filosofa el criterio y la norma para juzgar a las otras. Cada verdadero filsofo es un maestro o compaero de investigacin, cuya voz nosllega debilitada por el tiempo, pero puede tener para nosotros, para los problemas que ahora nos ocupan, una importancia decisiva. Es preciso disponerse a la investigacin consinceridad y humildad. No podemos alcanzar, sin la ayuda que nos prestan los filsofos del pasado, la solucin de los problemas de los cuales depende nuestra existencia individual ycolectiva. Debemos por tanto, plantear histricamente tales problemas; y en el intento de entender el autntico mensaje de Platn o de Aristteles, de San Agustn o de Kant y decuantos, pequeos o grandes, han sabido tambin expresar una experiencia humana fundamental, hemos de ver el intento mismo de aclarar y solucionar nuestros problemas. E,l

  • problema de )p que nosotros somos y debemos ser es fundamentalmente idntico al de lo que fueron y quisieron ser, en su sustancia humana, los filsofos del pasado. La separacinde estos dos problemas priva al filosofar de su alimento y a la historia de la filosofa de su importancia vital. La unidad de ambos problemas garantiza la eficacia y el mpetu delfilosofar y fundamenta el valor de la historiografa filosfica. La historia de la filosofa establece como una soldadura entre el pasado y el porvenir de la filosofa, soldadura que es laesencial historicidad de la fil