10
Historia de los cafés literarios de Bogotá: entre la cultura, la bohemia y la conspiración Niño Neira CORTAVIENTOS Boletín de estudiantes PSIBA – Universidad de La Salle Bogotá – Colombia. No 3. 2015. 1 HISTORIA DE LOS CAFÉS LITERARIOS DE BOGOTA: ENTRE LA CULTURA, LA BOHEMIA Y LA CONSPIRACIÓN Saúl Alejandro Niño Neira Cuando se buscan fechas exactas o próximas de cuando nacieron los cafés literarios se puede encontrar en la literatura que lo exacto fue en el siglo XX y lo aproximado en 1920, pero cuando se analiza de fondo las dos palabras café y literatura y se quiere encontrar una especie de euritmia de ellas, basta con pensar la historia, el contexto y la esencia para darse cuenta que todo comenzó antes. Lo cafés literarios al igual que otros disfrutes más comunes se niegan a desaparecer y conforme la sociedad va avanzando estos tratan de evolucionar y entran en el contexto de la nueva era, respecto a los cafés literarios, algunos que existieron en Bogotá antes del bogotazo y que todavía existen son El Pasaje y el San Mortiz 1 , no muy populares para la época pero que sobrevivieron de los 90 que erigían antes de 1948. De igual forma hay que tener en cuenta El Automático que estuvo hasta los 80 y que fue importante ya que fue el primero en dejar entrar mujeres ya que en los cafés de la época no existía baño para damas. 2 No por lo anterior se van a dejar de citar algunos que al igual que el Automático, marcaron la memoria de los bogotanos, y gran parte del pensamiento, teorías y poemas que aún son vitales en el siglo XXI. Aunque no existe un concepto como tal que define lo que es un café literario me atrevo a decir que es un espacio donde se juntan el café y las letras y toda su forma de expresión, y creo que quien estudia y repasa la historia de estos centros de cultura darán la razón a este, y podrán fundar el suyo sin que uno sea más vago que el otro. Hoy las bibliotecas, mega bibliotecas, locales y de barrio, hacen cafés literarios en torno a una temática o un autor y nunca falta el aroma de este manjar, es 1 El tiempo archivo. Cien años de la historia colombiana en un sorbo de café: a principios del siglo xx en Bogotá existían ceca de noventa cafés que gozaban de prestigio. (2014, Marzo, 17). Recuperado de http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-13669015 2 Razón pública .com. Recorrido “espresso” por los Cafés de Bogotá. (2015, Junio, 21). Recuperado de.http://www.razonpublica.com/index.php/cultura/8536-recorrido-%E2%80%9Cespresso%E2%80%9D- por-los-caf%C3%A9s-de-bogot%C3%A1.html.

HISTORIA DE LOS CAFÉS LITERARIOS DE BOGOTA: · PDF fileHistoria de los cafés literarios de Bogotá: entre la cultura, la bohemia y la conspiración Niño Neira CORTAVIENTOS Boletín

  • Upload
    vukiet

  • View
    213

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Historia de los cafés literarios de Bogotá: entre la cultura, la bohemia y la conspiración

Niño Neira

CORTAVIENTOS Boletín de estudiantes PSIBA – Universidad de La Salle

Bogotá – Colombia. No 3. 2015. 1 1

HISTORIA DE LOS CAFÉS LITERARIOS DE BOGOTA: ENTRE LA

CULTURA, LA BOHEMIA Y LA CONSPIRACIÓN

Saúl Alejandro Niño Neira

Cuando se buscan fechas exactas o próximas de cuando nacieron los cafés

literarios se puede encontrar en la literatura que lo exacto fue en el siglo XX y

lo aproximado en 1920, pero cuando se analiza de fondo las dos palabras café

y literatura y se quiere encontrar una especie de euritmia de ellas, basta con

pensar la historia, el contexto y la esencia para darse cuenta que todo comenzó

antes.

Lo cafés literarios al igual que otros disfrutes más comunes se niegan a

desaparecer y conforme la sociedad va avanzando estos tratan de evolucionar y

entran en el contexto de la nueva era, respecto a los cafés literarios, algunos

que existieron en Bogotá antes del bogotazo y que todavía existen son El Pasaje

y el San Mortiz1, no muy populares para la época pero que sobrevivieron de los

90 que erigían antes de 1948.

De igual forma hay que tener en cuenta El Automático que estuvo hasta los 80

y que fue importante ya que fue el primero en dejar entrar mujeres ya que en

los cafés de la época no existía baño para damas.2

No por lo anterior se van a dejar de citar algunos que al igual que el Automático,

marcaron la memoria de los bogotanos, y gran parte del pensamiento, teorías y

poemas que aún son vitales en el siglo XXI.

Aunque no existe un concepto como tal que define lo que es un café literario me

atrevo a decir que es un espacio donde se juntan el café y las letras y toda su

forma de expresión, y creo que quien estudia y repasa la historia de estos

centros de cultura darán la razón a este, y podrán fundar el suyo sin que uno

sea más vago que el otro.

Hoy las bibliotecas, mega bibliotecas, locales y de barrio, hacen cafés literarios

en torno a una temática o un autor y nunca falta el aroma de este manjar, es

1 El tiempo archivo. Cien años de la historia colombiana en un sorbo de café: a principios del siglo xx en Bogotá existían ceca de noventa cafés que gozaban de prestigio. (2014, Marzo, 17). Recuperado de http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-13669015 2 Razón pública .com. Recorrido “espresso” por los Cafés de Bogotá. (2015, Junio, 21). Recuperado de.http://www.razonpublica.com/index.php/cultura/8536-recorrido-%E2%80%9Cespresso%E2%80%9D-por-los-caf%C3%A9s-de-bogot%C3%A1.html.

Historia de los cafés literarios de Bogotá: entre la cultura, la bohemia y la conspiración

Niño Neira

CORTAVIENTOS Boletín de estudiantes PSIBA – Universidad de La Salle

Bogotá – Colombia. No 3. 2015. 2 2

una forma de recordar la esencia de los cafés literarios de la época y salir un

poco de ese mundo invadido por la televisión la internet y centros comerciales.

Para comenzar con la historia de esos lugares que sirvieron y sirven hoy en día

para el encuentro de las letras, la poesía, la prosa, la escritura y la lectura en

voz alta, es necesario saber que en los cafés literarios se comparte la palabra.

La palabra escrita y la palabra hablada. Que en el transcurso del texto

implícitamente, estas formas de palabras salen a relucir en un dialogo, una idea,

una discusión, incluso en el sonido silencioso de una mente apaciguada

inquietante de acabar pronto una idea escrita para que luego salga en compas

con el viento y se dé eso, eso que se llama lectura.

Ahora sí, para comenzar, y lograr descubrir el embrollo de por qué todo empezó

antes es importante saber que el café toco tierra americana en 17303 por culpa

de un francés ¡dicen! de apellido Chirac que era director del Jardín Botánico de

Paris y que mando a las colonias francesas la sagrada planta para que la

cultivaran allá, y ya no dicen cómo fue que esa planta francesa se convirtió en

la madre de esos hijos plantados, solo se sabe que se plantaron a orillas del río

meta en el Orinoco.

Ahora bien para lograr la concatenación de las fechas lo anterior fue en el siglo

XVIII y para dar por sentado el consumo de la bebida es necesario decir que: en

1787 y 1807 la corona española ‘’reconoce que existen plantaciones de café en

Girón (Santander) y Muzo (Boyacá) ’’4 y en 1835 ya se exportaba café, lo que

da a suponer que para principios del siglo XIX ya se degustaba esta bebida en

el paladar de la mayoría de los colombianos.

Para continuar, lo que interesaba en este momento era tener claro cuando fue

que esta bebida era conocida y tomada por los colombianos; para así

desencadenar las primeras raíces de los espacios literarios hoy llamados

individualmente café-Literario.

Prosiguiendo en el embrollo, se tiene en cuenta que en el observatorio

Astronómico Nacional de Colombia creado por José Celestino Mutis de carne y

hueso de la expedición botánica del Reino de Granada en 1803, y que dentro de

este espacio concebido para el estudio y las observaciones astronómicas se

fraguaron conspiraciones contra la tiranía española ‘’Los principales personeros

de la oligarquía criolla que conformaban la junta eran: José Miguel Pey, Camilo

Torres, Acevedo Gómez, Joaquín Camacho, Jorge Tadeo Lozano, Antonio

3 González, P. (2012). Los cafés tradicionales capitalinos: una mirada a la cultura del café. Traza, 6. 12

4 Asociación Nacional de Exportadores de café Colombia. (ASOEXPORT). (s.f.). Recuperado de

http://www.asoexport.org/historia.html

Historia de los cafés literarios de Bogotá: entre la cultura, la bohemia y la conspiración

Niño Neira

CORTAVIENTOS Boletín de estudiantes PSIBA – Universidad de La Salle

Bogotá – Colombia. No 3. 2015. 3 3

Morales, entre otros’’5 esto bajo la dirección del observatorio por Francisco de

Caldas Santander.

Por lo anterior, se puede asumir que el primer centro café literario fue el

observatorio astronómico partiendo de las premisas que: el café ya estaba en

auge para esa época, y a esta bebida la llamaban bebida del diablo ya que el

Papa Clemente VIII (1536-1605), lo prohibió por su poder afrodisiaco pero al

momento de probarlo pronuncio “Questa bevanda del diavolo è così buona… che

dovremmo cercare di ingannarlo e battezzarlo” lo que viene a significar que Esta

bebida del diablo es una cosa tan buena, que vamos a engañar a Satanás

bautizándola y santificándola’’. Por otro lado hay otra leyenda6 ‘’ Fueron los

Yemenitas quienes lo popularizaron y respecto de los comienzos de su uso se

han difundido numerosas leyendas, de las cuales la más difundida es la que

cuenta que un joven pastor llamado Kaldi. Este pastor un día notó en su rebaño,

un comportamiento extraño: sus cabras saltaban y corrían contagiadas de una

euforia desbordante. Al ver esta extraña conducta, la curiosidad llevó a Kaldi a

observar que los animales cambiaban su comportamiento después de comer las

hojas y los frutos de un arbusto que producía pequeñas cerezas rojas. Dice la

fábula que el pequeño pastor probó los frutos y al poco tiempo se sintió poseído

por una extraña alegría que los impulsaba a cantar y danzar’’. Café de Colombia.

(s.f).

De igual la importante revolución francesa estallo en 1789 y a Europa el café

llego un siglo antes, lo que se puede pensar que ellos ya estaban consumiendo

esta bebida, y sin lugar a dudas lo que caracteriza a las revoluciones son sus

gestas intelectuales y notables hombres ilustrados que planean las asonadas en

lugares poco conocidos y sería ingenuo descartar el café como principal

acompañante en las reuniones ya que estas se realizaban en altas horas de la

noche.

Continuando con lo anterior, es posible que el café haya participado como anti

somnífero en las revueltas que tuvieron lugar en Europa y después en América

como lo certifica su historia ‘’ En el siglo XVIII, en el contexto de la Revolución

Industrial, y en especial en el siglo XIX, se generaron los mayores avances en

el procesamiento del café debido al auge de métodos mecánicos de tueste,

molienda y preparación. ’’ Y ‘’ El consumo de café no ha estado ajeno a

fenómenos sociales y políticos de trascendencia. Alrededor del café se han

5 Asociación Nacional de Exportadores de café Colombia. (ASOEXPORT). (s.f.). Recuperado de

http://www.asoexport.org/historia.html

6

Historia de los cafés literarios de Bogotá: entre la cultura, la bohemia y la conspiración

Niño Neira

CORTAVIENTOS Boletín de estudiantes PSIBA – Universidad de La Salle

Bogotá – Colombia. No 3. 2015. 4 4

detonado revoluciones y, también, se han diseñado esquemas de cooperación.

El café, es, en fin, mucho más que una bebida.7 ’’

Cabe el axioma de pensar que quienes han protagonizado e idealizado las

revueltas o revoluciones son personas letradas que terminan influyendo tarde o

temprano en una sociedad o época. Estableciendo así, que son eruditas debieron

tener relación directa con los libros sus literaturas, lecturas y la escritura,

ampliando sus pensamientos pudieron haber gestado ese vínculo inseparable y

su compartir en reuniones con amigos o colegas de pensamiento y claro está

con una taza de café.

Partiendo que ya se conoce el origen de los cafés literarios, no es menos

importante su evolución en el siglo XX o como lo proclaman quienes han escrito

sobre ello en 1920, y si así lo han escrito debe ser porque en esa época tal vez

se acrecentó la población se fue urbanizando la ciudad, las personas comenzaron

a hacerse a sus negocios donde se pedía un café o un tinto para leer las noticias.

Claro está, que su invención como espacio de diálogos políticos, económicos y

sociales de los hacendados trascendió a la creatividad poética de los más jóvenes

y de sus cargas románticas y de versos literarios y el desahogo de penas

intelectuales, y de la irreverente crítica contra el orden establecido de aquellos

años.

De lo anterior, los jóvenes que dieron más fuerza a los sitios como centros de

pensamiento y de cultura se hacían llamar Arkilókidas de estos pertenecieron un

grupo heterogéneo, constituido por León de Greiff, Luis Tejada, Silvio Villegas,

Ricardo Rendón, Hernando de la Calle, José Umaña Bernal, Juan Lozano y

Lozano, Silvio Villegas entre otros.

Los Arkilókidas ‘’fueron una neta y transitoria unidad generacional que se

dispuso a atacar sin misericordia a la generación centenarista’’8.

Para centrar el lugar de los hechos que ocupo Bogotá para esta generación, el

café famoso en el tiempo se llamó, Café Windsor ubicado en pleno centro de

la ciudad, en sus anécdotas cuenta Juan Lozano y Lozano que ‘’lluvia obligaba

a buscar refugio en el café, no era fácil encontrar mesa libre. A medida que

avanzaba la tarde, iban saliendo los hacendados y crecía el número’’ el número

de bohemios y por supuesto los Arkilókidas.

7 Café de Colombia. Historia del café. (s.f.).

8 Popel, H., & Gómez, M.(2008)

Historia de los cafés literarios de Bogotá: entre la cultura, la bohemia y la conspiración

Niño Neira

CORTAVIENTOS Boletín de estudiantes PSIBA – Universidad de La Salle

Bogotá – Colombia. No 3. 2015. 5 5

Una vez más cabe mencionar que los cafés literarios ya existían antes de 1920,

ya que el famosísimo León de Greiff llego por primera vez a Bogotá en 1918 y

Briggite König cita en su artículo que este al poco tiempo se unió a los

Arkilókidas, lo que deja al descubierto que este grupo ya figuraba antes de la

fecha.

Para cerrar estos años y nombrar algunos cafés que denotaron en la época cabe

mencionar el café la Botella de Oro, que se instaló en el atrio de la Catedral,

actual Palacio Cardenalicio, en la plaza de Bolívar el Reviere el café Astor. El

Pensilvania entre otros.

Dando un salto, aproximadamente en la historia de treinta años, nos situamos

en inmediaciones de los años 1945-1950. Donde ya los cafés-literarios gozaban

de prestigio y popularidad, y donde los intelectuales y la gente del común se

reunían en estos para charlar, pensar y discutir los acontecimientos. Cabe

resaltar, que algunos fueron más prestigiosos que otros.

Continuando entre café, literatura e historia, en Colombia sigue la oleada de

violencia, lo bueno es que siempre hubo como ahora de que hablar, y estos

cafés-literarios recibían a quienes por alguna razón o sin ella, y de manera u

otra intentaban entender y cambiar el país. Entre dicho, los colombianos de

ahora y los de antes solo se diferencian en que ahora tratan de arreglar el país

al estilo “Gruta Simbólica”, pero en cantinas, discotecas, antros, tomaderos,

billares entre otros.

Un personaje icono en la historia de Colombia y Bogotá fue el líder político Jorge

Eliecer Gaitán, el cual tras su magnicidio empieza el bogotazo y el fin de los

cafés-literarios. Los sucesos del 9 de abril de 1948, los saqueos y los incendios

que se apoderaron de la ciudad de Bogotá apagaron y silenciaron la poesía.

Tal cual como lo narra Carreira ‘’Aquel fatídico día Jorge Eliécer Gaitán cayó

agonizando a las puertas del también desaparecido café Gato Negro y toda la

ciudad ennegreció en un sopor de sangre y muerte. Los cafés no fueron ajenos

a este acontecimiento. Las crónicas de aquel día cuentan de las personas que

miraban desfilar los ríos de gente enceguecida por sus sueños rotos. Los cafés

se convirtieron en puntos de observación que después de unas horas ardieron

en fuego vivo como el resto de la ciudad. Bogotá se quemó y con ella sus cafés

y los recuerdos de una época de tertulias’’9.

Por consiguiente del suceso anterior, algunos de estos cafés desaparecieron

parcialmente fueron: La Bodega de San Diego, café tertulia donde se dieron

cita los conjurados del 10 de febrero de 1909 que intentaron el asesinato del

presidente, general Rafael Reyes. La carrera séptima, Café Inglés, el Molino,

9 Carreira, A. (s.f.).

Historia de los cafés literarios de Bogotá: entre la cultura, la bohemia y la conspiración

Niño Neira

CORTAVIENTOS Boletín de estudiantes PSIBA – Universidad de La Salle

Bogotá – Colombia. No 3. 2015. 6 6

Gato Negro, el Boulevard”, Martignon, cafés Roma y Niza, El Café de la Paz, El

Café Asturias y el Automático.

El resurgimiento de las cafés-literarios, han aparecido paulatinamente, con el

miedo y lo zozobra de la tecnología y de un país menos abocado de ilustres

bohemios poetas, de pensadores destacados, de filósofos utópicos que sueñen

a través de sus versos y sus teorías en construir un mundo mejor.

Es verdad cuando dice Fernando Vallejo que ni entre mil que nazcan podrá nacer

un Porfirio Barba Jacob, igualmente puede decirse de la genialidad de José

asunción Silva, que en su casa reunía a sus notables amigos a recitarle poemas

y escritos y sus amigos eran dichos escuchándolo, o un Miguel Antonio Caro

filólogo y presidente de la república en 1894 preocupado por el idioma a razón

de que en Colombia se hablara bien y se respetaran las leyes de la gramática.

Al igual que Rufino José Cuervo.

Es claro que, cuando en un café se escucha la palabra compuesta ‘’está

recitando’’, quiere decir que el sujeto, cualquiera que sea, está practicando el

oficio de la lectura, oficio a razón de que no cualquiera puede leer fluidamente,

menos en público y su voz tiene una sonoridad que logra recrear voces y

paisajes, sucesos dentro de historias maravillosas.

Es por eso que en los cafés literarios si se podía escribir y sacar obras literarias,

también había tiempo para la lectura, para la elocuencia de la palabra escrita

echa voz. La razón me la da el libro del famosísimo poeta José Asunción silva,

en su obra póstuma ‘’De Sobremesa’’ en la cual el autor Fernández, está en un

lugar público con sus amigos y José describe la bebida negra, la aromática y los

puros de los cuales salía un humo que ponía el ambiente más interesante.

Sin perder la idea, en este lugar descrito por José, el autor Fernández, les leyó

varios fragmentos de sus obras en los cuales la interrupción fue nula, el espacio

se prestó para un encuentro con la lectura, en ese momento la palabra escrita

se convirtió en palabra hablada, en y da pie para afirmar que en los cafés

literarios se encuentran la lectura y la escritura.

De igual forma se destaca entre los grandes el ya citado León de Greiff, Julio

Garavito, Rafael Pombo, Jorge Issacs, Alberto Lleras entre otros que no cabrían

en el documento pero que sin lugar a dudas fueron genios de la época y para

algunos que conocen de literatura de buenos escritos y bellos versos saben que

no pasaran de moda y siempre serán un referente de la historia de Bogotá o

quizás de América y algunos países Europeos hasta donde llegaron sus

tentáculos de genialidad.

Historia de los cafés literarios de Bogotá: entre la cultura, la bohemia y la conspiración

Niño Neira

CORTAVIENTOS Boletín de estudiantes PSIBA – Universidad de La Salle

Bogotá – Colombia. No 3. 2015. 7 7

También es destacar los autores después de la década de los 30 del siglo XX,

que recurrían a los cafés literario para pensar su época su momento y el contexto

de la sociedad, estos hijos de los antiguos intelectuales de la Nueva Granada,

de los pensadores Europeos que se establecieron en el continente Americano

más específico en el sur del continente.

Escritores como Gabriel García Márquez, que frecuentaba los cafés-literarios con

miedo y zozobra pero con el afán de untarse de esa inquietud intelectual de los

poetas y escritores bien narra en su libro vivir para contarla, su amigo más

cercano Álvaro Mutis, Andrés Caicedo que ya se murió pero sus obras siguen

vivas para muchos jóvenes, Alfredo Molano y su literatura sociopolítica, German

castro Caicedo asiduo reportero que narro historias de personas que se

adentraban en la malsana Amazonas y algunos volvían pero otros se los tragaba

la tierra y nunca se volvió a saber nada de ellos, William Ospina y su forma

maravillosa de contar el mal que aqueja a los colombianos, Fernando Vallejo que

ante la irreverencia y la verdad de la vida, deja risas y lágrimas pero al mismo

tiempo la reflexión que se apodera de la mente, Miguel Torres que sin lugar a

dudas fue cómplice de este escrito, y por último Laura Restrepo ejemplo de las

mujeres que narran de forma novelística los sucesos de la vida real sin titubeos.

Seguramente alguno de ellos, pisaron un café literario y en los cuales nacieron

grandes obras e ideas que llegaron hacer parte de la literatura para muchos

años.

Tal vez, la dimensión de café-literario ha cambiado hoy en día, ya que como todo

en la vida evoluciona, de igual forma, sin importar como los llamen tertulias

aristocráticas y hogareñas, conversatorios, espacio de relajación y contertulio,

las conspiraciones, los poemas, la poesía, la pintura, las noticias todo eso y más

se embebe a lo que son los cafés literarios.

Es claro que para entender los cafés literarios es necesario conocer del café como

bebida conspiradora o inspiradora del ser humano. Su trasegar histórico y su

concatenación con la literatura, hace que conozcamos la historia de los lugares

en los cuales se juntó la bebida con las letras.

Sin embargo, no se puede dejar de lado las palabras que casi no se mencionaron

pero que implícitamente estuvieron en el texto y que de fondo son la base se la

razón de ser de los cafés literarios, estas palabras son la palabra escrita y la

palabra hablada. Estas juntas crean lo que es la escritura como proceso

intelectual que se plasma en una superficie física y la otra, gracias a procesos

físicos puede ser dicha o hablada y escuchada, y que esa relación es la lectura

de un texto que llega a una o varias personas.

Historia de los cafés literarios de Bogotá: entre la cultura, la bohemia y la conspiración

Niño Neira

CORTAVIENTOS Boletín de estudiantes PSIBA – Universidad de La Salle

Bogotá – Colombia. No 3. 2015. 8 8

Los cafés literarios, son ese lugar que reúne una clase de gente que hace la

palabra escrita para diferentes fines, y crea los procesos de lectura en grupos

para que el escrito plasmado trascienda a mentes distintas.

No se puede negar que en el primer café literario, confluyo el proceso de lectura,

porque era casi que obligante que se supiera lo planeado conjuntamente y

existirá esa voz imperante que le ponía el suspenso y toda la elocuencia para

llegar al a sus receptores.

De igual forma, la escritura era una constante inherente a esos hombres que

planificaban la liberación del enemigo español, debía existir una evidencia de los

acontecimientos, y el proceso de escritura iba de la mano con la lectura.

En conclusión puede decirse que, no se concibe un café literario, donde no esté

presente la palabra escrita y la palabra hablada, ya que los libros y el café nos

llevan a imaginar más allá de lo que la percepción de nuestros sentidos nos

enseñan, y es necesario escribir lo descubierto y desahogar lo entendido.

Los cafés a través de la historia no son ajenos al escrito y a la voz, la reciprocidad

que existe es de lectura-escritura, escritura-lectura, lenguaje escrito-lenguaje

hablado, lenguaje hablado-lenguaje escrito, son inherentes a cualquier acción

del ser humano siempre están ahí captando y diciendo la realidad que se vive y

se experimenta cada segundo.

Historia de los cafés literarios de Bogotá: entre la cultura, la bohemia y la conspiración

Niño Neira

CORTAVIENTOS Boletín de estudiantes PSIBA – Universidad de La Salle

Bogotá – Colombia. No 3. 2015. 9 9

BIBLIOGRAFÍA

[Esfera pública]. Los cafés que murieron el 9 de Abril. 2012) Recuperado de

5 grandes cafés literarios del mundo. (2011). ARCADIA. Recuperado de

http://www.revistaarcadia.com/libros/articulo/grandes-cafes-literarios-del-

mundo/24392

Asociación Nacional de Exportadores de café Colombia. (ASOEXPORT). (s.f.).

Recuperado de http://www.asoexport.org/historia.html

Brigitte, K. (2002). El café literario en Colombia: símbolo de la vanguardia en el

siglo XX. Procesos Históricos.1. 2. 36

Café de Colombia. Historia del café. (s.f.). Recuperado de

http://www.cafedecolombia.com/particulares/es/sobre_el_cafe/el_cafe/el_cafe/ .

Carreira, A. (s.f.). Florecimiento y ocaso de los cafés en Bogotá. La Tadeo.14

Colombia Aprende: la red del conocimiento. (s.f.). Recuperado de

http://www.colombiaaprende.edu.co/html/home/1592/article-83837.html.

El Espectador. Memorias de García Márquez sobre Gaitán. (2014, Abril, 8).

Recuperado de http://www.elespectador.com/noticias/bogota/memorias-de-garcia-marquez-sobre-gaitan-articulo-485688

El tiempo archivo. Cien años de la historia colombiana en un sorbo de café: a

principios del siglo xx en Bogotá existían ceca de noventa cafés que gozaban de prestigio. (2014, Marzo, 17). Recuperado de http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-13669015

El Tiempo archivo. Los cafés literarios de Bogotá (2006). Recuperado de

Estrada, F. Por los senderos del café. La bebida del diablo: Historia económica y

política del café en Colombia. (2011). Recuperado de

http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/revistas/credencial/septiembre2011

/sendero-cafe

García, M. (2002) Gabriel. Vivir para contarla. Barcelona, España: Norma

González, P. (2012). Los cafés tradicionales capitalinos: una mirada a la cultura

del café. Traza, 6. 12

http://esferapublica.org/nfblog/los-cafes-que-murieron-el-9-de-abril/

http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-358422

Historia de los cafés literarios de Bogotá: entre la cultura, la bohemia y la conspiración

Niño Neira

CORTAVIENTOS Boletín de estudiantes PSIBA – Universidad de La Salle

Bogotá – Colombia. No 3. 2015. 10 10

Observatorio Astronómico Nacional. (s.f.). Recuperado de

http://ciencias.bogota.unal.edu.co/fileadmin/content/oan/13_Observatorio_Ast

ron_mico.pdf

Popel, H., & Gómez, M. Vanguardias literarias: Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela (2008). Recuperado de shttps://goo.gl/fFl7H9

Razón pública .com. Recorrido “espresso” por los Cafés de Bogotá. (2015, Junio,

21). Recuperado de.http://www.razonpublica.com/index.php/cultura/8536-recorrido-%E2%80%9Cespresso%E2%80%9D-por-los-caf%C3%A9s-de-bogot%C3%A1.html.

Torres, M. (2006) El crimen del siglo. Bogotá, Colombia: Planeta.