HISTORIA DE NICARAGUA

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MINISTERIO DE EDUCACIN (MINED) DIRECCIN GENERAL DE EDUCACIN PRIMARIA

DOCUMENTOS DE APOYO PARA LAS Y LOS DOCENTES HISTORIA DE NICARAGUA

MANAGUA, FEBRERO 2011 Crdito

AUTORIDADES DEL MINED

Miriam Soledad Raudez Rodrguez Ministra

Marlon Siu Viceministro

Jos Treminio Viceministro

Guillermo Francisco Lpez Lpez Director General de Educacin Primaria

Compilacin y adecuacin de textos Guillermo F. Lpez Lpez

ndicePresentacin LA INDEPENDENCIADel Absolutismo al Contrato Social Inicio del Proceso Independentista en Hispanoamrica Emancipacin de Mxico y Centroamrica Reflexiones de Jos Cecilio del Valle

06 0707 08 09 10

NICARAGUA: el Perodo de la Anarqua

Las Guerras Civiles El Caudillismo El Difcil Equilibrio entre los Poderes del Estado Deficiencias del Sistema Electoral El Detonante de la Guerra Civil de 1854

1111 12 13 14 14

El Canal Interocenico y las Amenazas a la SoberanaEl Protectorado Britnico sobre la Mosquitia De la Doctrina Monroe al Destino Manifiesto El Mtico Canal Interocenico Las Voces de la Cordura La Realidad Geopoltica

1515 16 17 17 18

La Guerra Civil: 1854-1856El Tratado Byron Cole-Castelln y los Filibusteros Tratado Byron Cole-Castelln Sermn del Padre Viril El Tratado Walker-Corral: 23-10-1855 Tratado Walker-Corral Artculos Adicionales Reacciones al Tratado Walker-Corral Invitacin de Estrada a intervenir en Nicaragua Hacia la ruptura de Patricio Rivas con Walter Conatos de Unidad Nacional Carta a Estrada

1919 19 20 21 21 21 21 22 22 23 23

La Guerra NacionalTres gobiernos Proclama de Estrada, 29 de junio Alerta centroamericana Proclama de Mora, 1 de marzo Proclama de Walker a los Centroamericanos Proclama de Carrera Hacia la Guerra Nacional La presidencia de Walter La Guerra Nacional Pacto Providencial La Batalla de San Jacinto: Filibusteros en Nicaragua Tropas de Estrada Antecedentes de la batalla Ataque filibustero y desarrollo de las acciones Resultados

2323 24 24 24 24 25 25 25 26 26 26 26 27 27 27 28

La Guerra Nacional IIDe San Jacinto a la derrota de WalKer La quema de Granada

2828 29

Orden de Henningsen a sus soldados Parte de Henningsen sobre el fin de Granada El Incendio de Granada: un acto justiciero Bloqueo del San Juan Proclama del General Jos Joaqun Mora Circular de los leoneses a los costarricenses El ejrcito aliado y su Jefatura ltimos momentos Fin de la Guerra Nacional Convenio entre Walker y Davis

29 29 29 30 30 31 31 31 31 32

Accin de gracias

32

Reflexiones sobre la Guerra Nacional

Las Reflexiones de Gregorio Jurez Modalidades del expansionismo norteamericano Liberalismo y nacionalidad Fragilidad del sentido de nacin Las Reflexiones de Rubn Daro Los Manes de William Walker

3334 34 36 36 36 36

LOS TREINTA AOS CONSERVADORES LA REVOLUCIN LIBERALCada de Zelaya Los onerosos pacto Dawson TRATADO CHAMORRO-BRYAN LA GUERRA CONSTITUCIONALISTA El pacto del Espino Negro La lucha de Sandino Biografa de Augusto Csar Sandino. Nicaragua, 1895-1934

37 3839 40 40 42 43 44 45

EL SOMOCISMO

48

RESUMEN DE LA HISTORIA OFICIAL DEL FRENTE SANDINISTA DE LIBERACION NACIONAL 50 CMO SE APROPI COSTA RICA DE NICOYA Y GUANACASTE (13)Costa Rica y el uso de la fuerza y la amenaza Los continuos reclamos de Nicaragua

5657 57

NICARAGUA: TIERRA CODICIADA (14)La Mosquitia San Andrs NICOYA Y GUANACASTE

6060 61 61

QU ES UN LAUDO? QU ES UN TRATADO? EL CODICIADO RO SAN JUAN 64 TRATADO DE LIMITES ENTRE NICARAGUA Y COSTA RICA Caas Jerez(15 de abril de 1858) ACTA DE CANJE

63 63

64 67

LAUDO DEL PRESIDENTE DE LOS EE. UU.,MR. GROVER CLEVELAND (22-3 -1888)GROVER CLEVELAND, PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA 68

LOS LAUDOS ALEXANDER LAUDO ALEXANDER, No. 1 LAUDO ALEXANDER No. 2 LAUDO ALEXANDER No. 3 BIBLIOGRAFA

71 71 75 77 81

PresentacinUno de los aspectos que promueve la educacin del Gobierno de Reconciliacin y Unidad Nacional a travs del Ministerio de Educacin es el rescate de la Identidad Nacional, identidad nacional que pasa por conocer e interiorizar en la Historia de Nicaragua, en los acontecimiento que han configurado nuestro pas, las gestas heroicas que ha librado nuestro pueblo desde nuestros ancestro a la actualidad, la heroicidad de la resistencia indgena a la conquista y colonizacin espaola, de las invasiones inglesa y gringas, nuestros hroes contemporneos, desde la Guerra Nacional, pasando por la lucha de Zeledn y Sandino, la Dictadura Somocista hasta la Revolucin Popular Sandinista, la gente que ha hecho y hace la historia, un pueblo aguerrido y valiente que ha construido nuestra nicaraguanidad. A travs de la Historia se estudia el pasado para actuar en el presente y prever el futuro, es conocer nuestras fortalezas, nuestras debilidades, nuestro quehacer, el actuar de nuestras generaciones, nuestros valores, nuestra cultura. La historia debe ser una disciplina que contribuya a que nuestros estudiantes se colmen con un sentido claro de la identidad nacional, se llenen de orgullo pinolero, de ser nicaragense, de amar a Nicaragua. Como dijo Sandino, manifestando el amor por su patria: En uno de aquellos das manifest a mis amigos que si en Nicaragua hubieran cien hombres que la amaran tanto como yo, nuestra nacin restaurara su soberana absoluta. Mis amigos me contestaron que posiblemente habra en Nicaragua ese nmero de hombres, o ms. Debe ser una disciplina que se comparta con entusiasmo con las y los estudiantes, haciendo uso de la narracin, mapas, ilustraciones, videos histricos, de lecturas de libros de historia, cuadros sinpticos, excursiones, charlas, cine forum, etc. Por ello, hemos realizado esta compilacin de materiales de apoyo de Historia de Nicaragua, para ustedes estimadas y estimados docentes, que abarca desde la independencia de Nicaragua hasta la Revolucin Popular Sandinista y adems se anexa un captulo particular sobre el Ro san Juan que incluye artculos sobre conflictos limtrofes y la codicia de la ruta del Ro San Juan, adems el Tratado Caas Jerez, los Laudos Cleveland y AlexanderGuillermo Lpez Lpez Director General de Educacin Primaria

DOCUMENTOS DE APOYO PARA LAS Y LOS DOCENTES HISTORIA DE NICARAGUA LA INDEPENDENCIALa proclamacin de la Independencia de Centroamrica fue fruto de un complejo proceso en el que intervinieron diversos factores: el descontento de los criollos provocado por el opresivo rgimen absolutista, la falta de derechos polticos y las restricciones al comercio y a la produccin. En este contexto, las novedosas propuestas del pensamiento Ilustrado, de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos, y de la Revolucin Francesa, encontraron terreno frtil: inspiraron la lucha de los criollos por su emancipacin y les sirvieron de gua al momento de organizar sus nuevas instituciones polticas.

Del Absolutismo al Contrato SocialDurante los trescientos aos del perodo colonial, el imperio espaol se rigi por un sistema poltico denominado monarqua absolutista, que se caracterizaba por la concentracin del poder en manos del Rey, as como por el control del Estado sobre las actividades econmicas y las relaciones sociales. La posibilidad de reformar este rgimen era muy limitada pues, de acuerdo a influyentes sectores de la Iglesia Catlica, la autoridad del monarca provena de Dios. Sin embargo, poco a poco esta doctrina empez a perder credibilidad a medida que se fue desarrollando una actitud cientfica, expresada en la bsqueda de explicaciones racionales tanto de las causas de los fenmenos naturales como de los orgenes de las instituciones sociales y polticas.

En el siglo XVIII, los filsofos de la Ilustracin argumentaron que la autoridad poltica no provena de Dios sino de un contrato voluntario entre el pueblo soberano y sus gobernantes, cuyo objetivo era proteger los derechos naturales inherentes a todos los seres humanos. A fin de prevenir las tiranas, propusieron dividir las funciones del Estado en tres poderes -el legislativo, el ejecutivo y el judicial- autnomos entre s pero, a la vez, articulados mediante un sistema de contrapesos. Asimismo, desarrollaron un concepto clave en las democracias modernas: el respeto a la voluntad de las mayoras.(1)

La influencia de estas ideas pronto se hara sentir. El 4 de julio de 1776, las Trece Colonias Britnicas en Amrica del Norte proclamaron su independencia y, en 1789, los prceres estadounidenses promulgaron una Constitucin Poltica republicana. Ese mismo ao estall otro movimiento revolucionario: el pueblo de Francia se levant en armas en contra del rgimen absolutista, proclamando la clebre Declaracin de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

En 1812 representantes del pueblo espaol, reunidos en las Cortes de

Cdiz, aprobaron otro documento trascendental: la primera Constitucin Poltica de la Monarqua Espaola, que impona lmites al poder del rey y reconoca el derecho de los ciudadanos a la libertad de expresin y de organizacin. Sin embargo, los legisladores espaoles rechazaron las demandas ms importantes de los criollos, como era la libertad de comercio y la igualdad de representacin ante las Cortes. Peor an, en 1814 se restableci el absolutismo, lo que agrav el descontento en el mundo colonial.

Inicio del Proceso Independentista en HispanoamricaEl 16 de septiembre de 1810, Miguel Hidalgo, prroco del pueblo de Dolores, en Mxico, inici una masiva insurreccin indgena demandando la abolicin del tributo y la esclavitud. A su muerte, otro cura revolucionario llamado Jos Morelos asumi el liderazgo de los insurgentes, exigiendo la independencia de Espaa y la redistribucin de la tierra.

En noviembre de 1811, la aparente tranquilidad de la Audiencia de Guatemala lleg a su fin. En San Salvador, Len, Granada, Rivas y Masaya, el pueblo se sublev exigiendo la destitucin de las autoridades espaolas, rebaja de impuestos, supresin de monopolios, abolicin de la esclavitud, libertad de prisioneros polticos, entre otras demandas.

El 20 de febrero de 1812, el Obispo Nicols Garca Jerez logr mandar desde Len una carta secreta al Capitn General Jos Bustamante, pidindole dos mil soldados para aplastar la sublevacin. ste moviliz de inmediato tres batallones que se encontraban acuartelados en El Salvador, Honduras y Costa Rica. Ante el inminente ataque, los rebeldes de Len y Rivas aceptaron reconocer la autoridad de los funcionarios coloniales y, a cambio, el obispo les prometi que no seran perseguidos.

Por el contrario, los granadinos opusieron resistencia armada al ejrcito colonial. Finalmente, el 25 de abril aceptaron deponer las armas y acogerse al ofrecimiento del obispo de que seran perdonados. Sin embargo, el Capitn General viol el acuerdo y orden capturar a un gran nmero de los rebeldes.

Los principales dirigentes fueron llevados en cadenas hasta Guatemala para ser enjuiciados. Diecisis personas fueron condenadas a muerte, nueve a presidio perpetuo, y otras ciento treinta y tres ms recibieron penas de varios aos de crcel y confiscacin de sus propiedades, entre ellas tres valientes granadinas: Josefa Chamorro, Mara Gregaria Robleto y Mara Ulloa.

El maltrato a los prisioneros granadinos gener an ms descontento en Centroamrica. Un grupo de patriotas que se reunan secretamente en el Convento de Beln, en ciudad Guatemala, elabor un plan para apoderarse del cuartel de armas, sublevar al pueblo y liberar a los presos. Uno de

sus dirigentes era el sacerdote indgena Toms Ruiz, originario de Chinandega, quien era admirador del cura revolucionario mexicano Jos Morelos, y difunda sus proclamas.

Lamentablemente, fueron traicionados por un delator y condenados a muerte o cadena perpetua. A raz de esta conspiracin, Centroamrica cay bajo el "Terror Bustamantino", tal como se llam al perodo entre 1813 y 1817, marcado por los abusos y persecuciones desatadas por el Capitn General.

Sin embargo, los americanos ya no estaban dispuestos a aceptar el desptico sistema colonial. Aunque el fusilamiento del padre Morelos y la feroz represin de Bustamante haban apagado el nimo de los insurgentes en Mxico y Centroamrica, se combata a muerte contra el ejrcito colonial en Amrica del Sur bajo el liderazgo de Simn Bolvar y Jos de San Martn.

Emancipacin de Mxico y CentroamricaMientras los patriotas criollos combatan por su independencia, el Rey Fernando VII sufri un severo golpe en la propia Espaa, pues las tropas de refuerzo que haba ordenado trasladar hacia Amrica del Sur se rebelaron el 1 de enero de 1821. El lder de la sublevacin, general Rafael del Riego, oblig al rey a restablecer la Constitucin de 1812 y la libertad de prensa en todo el imperio.

Los centroamericanos aprovecharon este espacio para promover las ideas independentistas. Con ese fin, el Dr. Pedro Molina fund un peridico titulado El Editor Constitucional, donde publicaba fuertes crticas en contra del despotismo, las desigualdades sociales, los privilegios de la aristocracia, y la intolerancia ideolgica. Incluso, se atrevi a denunciar sin tapujos los estragos del sistema colonial y a argumentar el derecho de los americanos a la independencia, lo que contribuy a preparar los nimos para la emancipacin de Centroamrica.

El 24 de febrero de 1821, el general criollo Agustn de Iturbide dio a conocer el llamado Plan de Iguala, cuyo objetivo era alcanzar la independencia de Mxico mediante un convenio con las autoridades espaolas que permitiera conservar el sistema monrquico, las jerarquas sociales y la supremaca de la Iglesia Catlica.

Poco despus, el ayuntamiento de Ciudad Real, capital de la provincia guatemalteca de Chiapas, acord sumarse a la iniciativa mexicana. Al recibir esta noticia el Capitn General Gabino Gainza convoc a los funcionarios espaoles as como a representantes del Ayuntamiento, la Iglesia y otros gremios de la ciudad, a una reunin extraordinaria para

tomar una decisin al respecto.

Los lderes republicanos, como el Dr. Pedro Molina y Jos Francisco Barrundia, no fueron invitados al palacio de gobierno pero estaban decididos a hacerse escuchar. El amanecer los encontr recorriendo los barrios de la ciudad, explicndole al pueblo la trascendencia del momento poltico. Una vez iniciada la reunin, Dolores Bedoya, esposa del Dr. Molina, junto con otras mujeres republicanas, mandaron a disparar una gran cantidad de cohetes para que el pueblo acudiera a la plaza.

Poco despus, el portal, patios, corredores y antesalas del palacio se hallaban atestadas de gente. Ante cada voto en favor de la proclamacin inmediata de la independencia, la multitud estallaba en aclamaciones y gritos de jbilo. Toda opinin contraria era recibida con murmullos y rechiflas.

El nicaragense Miguel Larreynaga pronunci un encendido discurso llamando a votar por la independencia inmediata, y su mocin fue aprobada por la mayora. Correspondi al intelectual hondureo Jos Cecilio del Valle la tarea de redactar el Acta de la Independencia, suscrita ese histrico 15 de septiembre de 1821.

Reflexiones de Jos Cecilio del ValleDespus de la independencia, el destacado intelectual hondureo Jos Cecilio del Valle expuso en el peridico El Amigo de la Patria sus reflexiones sobre este momento histrico, as como sus aspiraciones y temores ante los grandes desafos del futuro. A juicio del prcer, aunque la conquista de la libertad abra enormes posibilidades, tambin conllevaba graves riesgos, pues el sistema de castas establecido durante la Colonia haba abierto profundas divisiones entre indios, ladinos, criollos y espaoles.

En efecto explic - durante trescientos aos los indios haban vivido aislados en sus pueblos, bajo la estricta tutela de las autoridades espaolas. Los ladinos o mestizos no podan pisar las universidades y colegios, ni unirse en las aulas con los jvenes de raza blanca. Los criollos, o espaoles nacidos en Amrica, carecan de experiencia en el arte de gobernar, pues se les haba excluido de los principales cargos pblicos. Por otra parte, las polticas econmicas, caracterizadas por la concesin de monopolios y privilegios a reducidos grupos de personas allegadas al poder colonial, haban creado profundos abismos entre ricos y pobres. Adems, la imposicin del tributo y de diversas formas de trabajo forzoso haba generado hondos resentimientos entre las mayoras

oprimidas.

Por tanto, adverta del Valle:

No nos ocultemos los riesgos de la posicin en que estamos. Publiquemos la verdad para que su conocimiento nos haga ms prudentes. Somos en el punto ms peligroso de la carrera: nos hallamos en el perodo ms crtico de los estados. Vamos a formar nuevas instituciones, a hacer nuevas leyes, a crearlo todo de nuevo.

Una poblacin, dividida en tantas castas y diseminada en territorios tan vastos, llegar a unir sus votos sobre el Gobierno que debe constituirse? Las clases que han gozado sern bastante justas para dividir sus goces con las dems? Las que han sufrido sern bastante racionales para no excederse en sus peticiones? La juventud, vana casi siempre y persuadida de saber ms grande que el que tiene, respetar las luces de la experiencia juiciosa y previsora? Los impostores de los pueblos olvidarn sus artes y sacrificarn a los del pblico sus intereses privados?"

Cul era, a juicio de Jos Cecilio del Valle, la clave para conciliar tantos intereses opuestos?

Escuchemos de nuevo sus palabras:

"La Justicia es en caos tan grande el lazo nico que puede ligar intereses tan contrarios; y Justicia en lo poltico es el mayor bien posible del mayor nmero posible. Es necesario preferir la forma de gobierno menos peligrosa en circunstancias tan crticas. Pero es necesario presentar un Plan que tienda al bien del mximo; es necesario formar una Constitucin que haga felices a todas las clases; es necesario dictar leyes que lejos de dividir hagan una a la sociedad, leyes que no sacrifiquen los derechos de unos para distinguir o aumentar los derechos de otros; leyes que ofrezcan iguales premios a mritos iguales, y slo tengan por mrito los servicios tiles al bien del mximo; leyes que castiguen con iguales penas a delitos de una especie, y solo tengan por delito la violacin de los derechos del hombre; leyes que no sean el voto de una clase sino la expresin de la voluntad general de los pueblos pronunciada por sus representantes. (2)

Sin duda, a 185 aos de la Independencia, an tenemos mucho que aprender de los fundadores de la Patria Centroamericana.

NICARAGUA: el Perodo de la AnarquaEn Nicaragua, la transicin de la Colonia al Estado Nacional fue particularmente dolorosa, pues el militarismo y el caudillismo se insertaron en el contexto de una profunda rivalidad regional entre Len y Granada, que constituan virtuales ciudades-estado; es decir, ncleos polticos y econmicos casi autnomos cuyo dominio se extenda sobre las regiones circundantes.

Len, capital de la provincia durante la Colonia, era el centro poltico, intelectual, religioso y comercial del Partido de Occidente, Nueva Segovia y parte de Matagalpa, cuya poblacin total llegaba a los 122 mil habitantes. A travs de su puerto, el Realejo, intercambiaba productos con los puertos centroamericanos y suramericanos en las costas del ocano Pacfico.

Granada era una importante plaza comercial debido a su control sobre la salida hacia mar Caribe, por la va del lago de Nicaragua y el ro San Juan. Adems, era el centro econmico de las frtiles tierras de Masaya y Rivas, as como de la ganadera chontalea. Esta ciudad-estado constitua el eje de los departamentos Oriental y Meridional, as como de una parte de Matagalpa; en conjunto, controlaba una poblacin aproximada de 135 mil habitantes.

Las Guerras Civiles

A la secular rivalidad entre Len y Granada se sum el choque entre los partidarios del sistema republicano y los monarquistas que apoyaron la anexin de Centroamrica al Imperio Mexicano en 1822. El 16 de enero de 1823, un movimiento encabezado por Juan Argello, Manuel Antonio de la Cerda y otros criollos republicanos tom control de Granada con el apoyo de Cleto Ordez, carismtico caudillo popular y hbil artillero.

Aunque Iturbide fue depuesto de su trono en Mxico el 19 de marzo de ese mismo ao, en la lejana provincia de Nicaragua los odios polticos atizados por la anexin no se aplacaron. Las fuerzas republicanas ganaron control sobre Granada y Len mientras que los criollos conservadores, encabezados por las familias Sacasa y Chamorro, el obispo Nicols Garca Jerez y algunos ex funcionarios espaoles, se atrincheraron en las villas de Managua y El Viejo. En 1824, estall una cruenta guerra civil que se prolong hasta enero de 1825, cuando una misin encabezada por el general salvadoreo Manuel Jos Arce, oblig a ambos bandos a firmar la paz.

Concluida el conflicto militar, se procedi a elegir a las nuevas autoridades del Estado. El poder ejecutivo qued en manos de Manuel Antonio de la Cerda y Juan Argello, como Jefe y Vice-jefe, respectivamente. Asimismo, se conform una Asamblea Legislativa que promulg, el 8 de abril de 1826, una Constitucin Poltica por la cual Nicaragua se organiz como un Estado de la Repblica Federal de Centroamrica.

Sin embargo, la paz no dur mucho. En 1827 estall una guerra regional cuando el Presidente de la Federacin, apoyado por los conservadores guatemaltecos, intent imponer su autoridad sobre los Jefes de Estado. Los sectores liberales en toda Centroamrica se unieron bajo el liderazgo del general hondureo Francisco Morazn.

Manuel Antonio de la Cerda y Juan Argello tomaron partidos contrarios,

el primero con los conservadores y el segundo con los liberales. Pronto estall una guerra entre ambos que culmin con el fusilamiento de Cerda en Rivas, el 17 de noviembre de 1828.

Poco despus, el general Francisco Morazn asumi la presidencia de la Federacin, y coloc en la jefatura de Nicaragua a su to poltico Dionisio Herrera. Sin embargo, la resistencia a las reformas impulsadas por Morazn y los gobiernos liberales desencaden otras dos guerras federales, en 1831-1833 y 1837-1839.

Estos hechos repercutieron en la vida poltica nicaragense. En enero de 1837, fue asesinado el Jefe de Estado Jos Zepeda, quien, al igual que Herrera, perteneca a la red familiar de Morazn.

El 30 de abril del siguiente ao, la Asamblea Constituyente de Nicaragua rompi con la Federacin, y condicion el retorno a la unin centroamericana a la firma de un nuevo pacto que garantizara la autonoma administrativa interna de cada Estado.

En 1844, la tradicional rivalidad entre Granada y Len se vio agudizada debido a la modificacin de sus jurisdicciones administrativas. De acuerdo a la divisin territorial contemplada en la Ley Electoral de 1838 el distrito de Managua perteneca al Departamento Oriental, cuya cabecera era Granada.

Sin embargo, el ayuntamiento de Managua se neg a seguir pagando impuestos a la cabecera departamental, acusando a la aristocracia granadina de derrocharlos. Asimismo, pidi formar parte del Departamento Occidental, y el gobierno central aprob su solicitud el 29 de enero.

El Cabildo de Granada atribuy esta decisin a la influencia del Comandante General de Armas, el leons Casto Fonseca, quien se haba convertido en el rbitro de la vida poltica del pas desde el asesinato del Jefe Zepeda.

Las rivalidades internas del pas se entrecruzaron con los conflictos regionales entre conservadores y liberales. En 1844, el caudillo salvadoreo Francisco Malespn invadi Nicaragua donde se haban refugiado algunos partidarios y familiares del ex presidente federal Francisco Morazn. Como resultado, en enero de 1845 la ciudad de Len fue reducida a cenizas.

El Caudillismo

Una vez derrotados los leoneses, el control del poder ejecutivo pas a manos del hacendado granadino Jos Len Sandoval, quien fue electo Director Supremo en 1845. Sin embargo, sus esfuerzos por reorganizar el

Estado se vieron obstaculizados por las rivalidades entre los caudillos regionales.

Los caudillos eran, por lo general, fuertes terratenientes que tenan mucha influencia sobre sus peones. Sin embargo, tambin surgan lderes de los sectores marginados, que se distinguan por su capacidad para aglutinar a las masas rurales o urbanas. El carisma, o poder de atraccin personal que gozaban los caudillos dependa, en buena medida, de su proyeccin como hroes, gracias a su audacia, fuerza fsica o valor.

A cambio de apoyo militar, los caudillos reciban prebendas y privilegios si el lder principal lograba conservar o hacerse del poder. Las prebendas incluan, con frecuencia, cargos pblicos e impunidad en casos de corrupcin. De esta manera, las actividades militares y polticas se transformaron en un medio de enriquecimiento y ascenso social. El caudillismo funcionaba, pues, como un sistema de clientelismo en forma de pirmide, con jefes locales, regionales y nacionales. Lo que una al caudillo y a sus seguidores no era un conjunto de ideas o principios, sino ms bien un sentido de lealtad personal.

Fruto Chamorro, hijo de un rico hacendado granadino y de una indgena guatemalteca, emergi a mediados de la dcada de los cuarenta como lder de los conservadores del Departamento Oriental. Por su parte, los liberales leoneses encontraron un fuerte aliado en el militar guatemalteco Trinidad Muoz, quien ocupaba los cargos de Jefe del Ejrcito y Diputado ante la Asamblea Nacional. Cada uno reclutaba su clientela poltica por intermedio de lderes locales, que bien podan ser un prroco influyente, un alcalde indgena, o una figura carismtica y temeraria como Bernab Somoza.

La resistencia de las lites regionales al proceso de centralizacin del Estado se convirti en otro foco de tensiones. Los poderosos terratenientes y comerciantes, acostumbrados a mandar desde los cabildos de las ciudades, recelaban de los Prefectos, Comandantes de Plaza, Fiscales de Hacienda y otras autoridades nombradas por el poder ejecutivo, considerndolos intrusos enviados desde la lejana capital.

El Difcil Equilibrio entre los Poderes del Estado

A la par de las pugnas localistas tradicionales, en 1847 se abri un debate poltico en torno a los atributos de los distintos poderes del Estado y la organizacin de las fuerzas armadas. Los conservadores proponan reformar la Constitucin Poltica de 1838, para fortalecer el Poder Ejecutivo bajo el mando de un Presidente. En caso de insurreccin o invasin externa, ste podra disponer de las fuerzas permanentes del Estado y de las milicias sin previa autorizacin del Congreso. Adems, las reformas pretendan centralizar el poder poltico en manos de los propietarios, mediante el establecimiento de requisitos econmicos para el ejercicio del derecho al voto y el desempeo de cargos pblicos.

Los liberales, encabezados por el prestigioso jurista granadino Jos Benito Rosales, argumentaron que el establecimiento de requisitos econmicos para optar a los cargos pblicos era de espritu "aristocrtico", e implicara subordinar la inteligencia al dinero, pues en Granada no haban sesenta personas cuyo capital alcanzara la suma de dos mil pesos.

Por otra parte, los conservadores proponan eliminar el artculo 45 de la Constitucin de 1838, que consignaba el derecho del pueblo a la insurreccin en caso de que las autoridades electas violaran las garantas individuales. Adems, su proyecto otorgaba al Ejecutivo la potestad de suspender el rgimen constitucional en caso de desorden interno. Rosales argument que ello dejara sin efecto las obligaciones de los ciudadanos de pagar impuestos y defender la Patria con las armas. Con una lgica inspirada en Rousseau, sealaba:

"Dirn entonces los nicaragenses al Dictador: si no hay pacto ninguno, si nuestros derechos no existen, tampoco hay ningunos deberes para nosotros. Porque donde podran estar estos ltimos, cuando no se encuentra la carta en que estn escritos, y cuando estn suspensos los derechos, que son correlativos con los deberes? Cul es ese contrato social en el mundo entero, donde toda la obediencia sea para el pueblo, y para el gobierno todo el mando?"

Deficiencias del Sistema Electoral

Por otra parte, las elecciones no cumplan su funcin democrtica, pues los reglamentos otorgaban mucho poder a las autoridades locales para supervisar y controlar este proceso. En consecuencia, los caudillos locales lograban intimidar a los votantes, impidiendo que las elecciones contribuyeran a garantizar la legitimidad de las autoridades del naciente Estado republicano.

El desarrollo de las elecciones en Matagalpa, en 1853, ilustra este tipo de situacin. Ese ao, los candidatos ms fuertes para ocupar el cargo de Supremo Director eran el granadino Fruto Chamorro y el leons Francisco Castelln. A medida que los electores iban llegando al Cabildo, el Prefecto Altamirano, partidario de Chamorro, les daba la bienvenida y les indicaba dnde deban sentarse dentro del recinto. As, fue ubicando a cuatro chamorristas en cada extremo de las bancas, y a los partidarios de Castelln en el centro.

Abri la sesin y, naturalmente, los cuatro primeros se pronunciaron en favor del candidato granadino; cuando el quinto elector lo hizo por Castelln, el Prefecto dio un golpe en la mesa y lo increp: "Qu es eso, seor? Por qu interrumpe usted la votacin? No ve usted que se va votando por el General Chamorro?" Luego, orden reiniciar la votacin por el otro extremo de la banca; nuevamente, cuando lleg el turno de votar a los simpatizantes del candidato leons, repiti los golpes en la mesa y los regaos.

A los gritos del Prefecto, el capitn de la guarnicin departamental entraba al recinto; con las manos colocadas sobre las caderas y, exhibiendo dos pistolas de can grueso sobre el abdomen, le preguntaba: "Seor Prefecto, se respeta o no se respeta la autoridad?"

El Detonante de la Guerra Civil de 1854Como resultado de las elecciones de 1853, el general granadino Fruto Chamorro asumi el cargo de Director Supremo del Estado. Una de sus primeras disposiciones fue retomar el proyecto de reformas constitucionales que haba agitado el pas desde 1847. El 22 de junio convoc a elecciones de Diputados para conformar una nueva Asamblea Constituyente. Para su disgusto, el cuerpo legislativo qued integrado por muchos de los opositores a las reformas - entre ellos, el ex Director Supremo Jos Guerrero, Francisco Castelln, Mximo Jerez y Francisco Daz Zapata.

El 16 de noviembre, Chamorro acus a los diputados opositores de conspirar en contra de su gobierno, los apres y envi al exilio. Depurada de los disidentes, la Asamblea Constituyente elabor y sancion una nueva Carta Magna que elevaba a Nicaragua del rango de Estado al de Repblica, lo que implicaba dar la espalda a los esfuerzos que se venan haciendo para reconstruir la Federacin Centroamericana. Adems, colocaba el Poder Ejecutivo bajo un Presidente que gozaba de un mandato de cuatro aos, as como de facultades extraordinarias para imponer su autoridad. Peor an, los legisladores decidieron no celebrar elecciones al trmino del periodo de gobierno de Chamorro, sino designarlo de una vez para que continuara a la cabeza del Poder Ejecutivo hasta 1859.

Las resoluciones de la Asamblea Constituyente fueron el detonante de la guerra civil que abri las puertas a la ocupacin filibustera. Los diputados leoneses exilados en Honduras organizaron un ejrcito bajo el mando del general Mximo Jerez, y se prepararon para derrocar al gobernante granadino. Sumida en la anarqua, Nicaragua se hallaba a merced de los intereses geopolticos de Gran Bretaa y de Estados Unidos. (3)

El Canal Interocenico y las Amenazas a la SoberanaA raz de la Independencia, los nuevos Estados descubrieron que las relaciones internacionales no se principios de reciprocidad y respeto mutuo, sino por el fuerte. La poltica exterior de las potencias se basaba del poder militar para expandir sus zonas de influencia. centroamericanos regan por los derecho del ms en el ejercicio

Nicaragua fue uno de los pases ms afectados por las rivalidades geopolticas, debido a la importancia estratgica de su territorio para la comunicacin entre los ocanos Atlntico y Pacfico. La competencia entre Estados Unidos y Gran Bretaa por el control de esta ruta interocenica puso en grave peligro la soberana nicaragense durante las primeras cuatro dcadas de vida independiente.

El Protectorado Britnico sobre la Mosquitia

A raz de la ruptura de la Federacin, el gobierno nicaragense emprendi con ahnco la bsqueda de inversionistas extranjeros para construir un canal interocenico aprovechando las aguas de los grandes lagos interiores y su desaguadero en el Caribe, el ro San Juan. En 1840, el ingeniero britnico John Baily concluy un estudio topogrfico de la ruta interocenica, y argument la posibilidad de abrir un canal para barcos comerciales a un costo de veinticinco millones de dlares. Sin embargo, en vez de capital y tecnologa, el proyecto atrajo las ambiciones geopolticas de las potencias.

En febrero de 1840, John L. Stephens - agente diplomtico confidencial del presidente norteamericano Van Buren viaj a Nicaragua donde se entrevist con el ingeniero Baily y tom detalladas notas sobre los resultados de su estudio. Este hecho alarm al cnsul britnico Frederick Chatfield, quien explic a su gobierno la urgencia de restablecer el protectorado sobre la Costa de la Mosquitia, e incluir dentro de su jurisdiccin el estratgico puerto de San Juan de Nicaragua, terminal de la ruta interocenica en el Caribe.

En octubre de 1842, el cnsul Chatfield se present en Len y respald oficialmente la alegada jurisdiccin del rey miskito sobre el estratgico puerto, lo que provoc una larga polmica sobre Derecho Internacional. Apelando al concepto de Derecho Postliminium o de Propiedad Original, los gobernantes nicaragenses argumentaban que, al separarse de la metrpoli, cada Estado hispanoamericano quedaba en posesin del espacio geogrfico que le haba sido demarcado por la administracin colonial. Por su parte, Chatfield alegaba que la nica fuente de soberana sobre un territorio era su ocupacin efectiva y, puesto que la presencia de Espaa en la Mosquitia haba sido tan slo nominal, Nicaragua no poda reclamar herencia alguna.

Prosiguiendo con sus planes, en junio de 1844 fuerzas navales britnicas ocuparon Bluefields, entonces habitado por unos quinientos creoles de origen afro-antillano, y trasladaron all la sede de la corte del adolescente rey miskito George Augustus Frederick. El siguiente paso fue la usurpacin violenta de la terminal atlntica de la ruta interocenica. El 1 de enero de 1848, ciento cincuenta soldados britnicos desembarcaron en San Juan del Norte, arriaron la bandera de Nicaragua, y nombraron Gobernador del puerto a Jorge Hodgson, en representacin del rey de la Mosquitia.

Cuando las tropas invasoras se retiraron, el ejrcito nicaragense apres a Hodgson, pero el 8 de febrero tres barcos de guerra britnicos ocuparon de nuevo el puerto, as como los fuertes de El Castillo y San Carlos. Tomaron como rehenes a varios altos funcionarios, y obligaron al gobierno de Nicaragua a firmar un armisticio por el cual convena en dejar San Juan del Norte en poder de los representantes de Gran Bretaa mientras procuraba resolver el conflicto por medios diplomticos.

De la Doctrina Monroe al Destino Manifiesto

Indefensos ante el podero britnico, los gobernantes nicaragenses buscaron el apoyo de Estados Unidos, confiados en la proclama de solidaridad continental frente a las monarquas europeas, anunciada por el Presidente Monroe en 1823. Desconocan, empero, que hacia mediados del Siglo XIX el gobierno norteamericano haba optado por una poltica exterior ms pragmtica, pues comparta con su antigua metrpoli no slo intereses econmicos, sino tambin la arrogante creencia en la superioridad de la raza anglo-sajona.

Por ello, cuando el cnsul estadounidense en Centroamrica remiti a sus superiores en Washington una detallada exposicin sobre los planes del cnsul britnico para apoderarse de la ruta canalera, el Presidente Polk se qued de brazos cruzados. En realidad, dicho mandatario se hallaba muy ocupado impulsando la expansin territorial de los propios Estados Unidos. Entre 1846 y 1848, entabl una cruenta guerra con Mxico hasta arrebatarle la mitad de su territorio, desde Texas hasta California.

Hasta entonces, los Estados Unidos volvieron los ojos al istmo centroamericano. Su inters creci en el contexto de la llamada "fiebre del oro": una migracin masiva hacia California, estimulada por la propaganda sobre el hallazgo de fabulosas minas de oro. En 1849, el nuevo presidente estadounidense, General Zacharias Taylor, envi a Ephraim G. Squier a Nicaragua en calidad de Ministro Plenipotenciario, con la misin de asegurar la apertura de la ruta interocenica al torrente de colonizadores en ruta hacia California.

Taylor advirti a Squier que se abstuviera de involucrar a su gobierno en controversias innecesarias con Gran Bretaa; pero al llegar a su destino el joven diplomtico pronto olvid sus instrucciones. Presentndose como un verdadero heraldo de la Doctrina Monroe, suscribi de inmediato un proyecto de tratado diplomtico cuyas clusulas comprometan al gobierno norteamericano a defender la soberana territorial de Nicaragua.

Agradecido, el Director Supremo Norberto Ramrez otorg a la American Atlantic and Pacific Ship Canal Company, presidida por el magnate Cornelius Vanderbilt, una generosa concesin que le aseguraba derechos exclusivos sobre la ruta canalera, as como el monopolio de la navegacin por vapor en los lagos y ros nicaragenses.

El Mtico Canal Interocenico

Ante los ojos de los gobernantes nicaragenses, el cumplimiento del destino geogrfico de Nicaragua pareca inminente. En los peridicos de la poca se aseguraba que la apertura del canal dara lugar a una revolucin en el comercio mundial que estimulara la agricultura y la explotacin de las riquezas del pas. Tocada por la mano de la industria y la tecnologa, la naturaleza salvaje se inclinara al servicio del

bienestar humano. Esta repentina metamorfosis ya se daba por un hecho en un editorial de El Correo del Istmo de Nicaragua: La abundancia y la prosperidad se apoderan de nosotros. Esta reducida faja, que no ha mucho se vea sencilla y sin arte, se presenta ya bordada ricamente con los diversos matices que le prestan la industria y el cultivo: nuestras chozas se convierten en palacios: nuestras ciudades levantan sus cabezas: estos lagos inservibles presentan ya un aspecto grandioso y animado: este pas en fin que poco ha se vea selvtico e inculto, llama ya la atencin del universo: el comercio le considera su centro, la ilustracin pone en l su asiento: la gloria, en fin, el contento, las delicias y la felicidad humana se brindan espontneamente a los dichosos habitantes de este paraso terrenal.

Muchos nicaragenses imaginaban que bastara asentarse cerca de la ruta providencial para disfrutar del torrente de riquezas que pronto inundara el pas. Gregorio Jurez, uno de los principales intelectuales de la poca, inst al gobierno a divulgar cul sera el trazado definitivo de la obra canalera, pues: Semejantes conocimientos puestos al alcance de todos, facilitarn a cada uno de los hijos del Estado, los medios de colocarse de una vez en el mejor lugar: y a semejanza de un planto bien arreglado que solo aguarda la lluvia, o el riego para crecer y fructificar, les veremos llenos de prosperidad tan luego como el torrente de riquezas, intelectuales y materiales, atraviese nuestro suelo fecundo en tesoros de todo gnero.

Las Voces de la Cordura

Sin embargo, a la par de esta retrica grandilocuente en torno al proyecto canalero, tambin se dejaban escuchar algunas voces de cordura. Por ejemplo, en una carta pblica se recrimin a los gobernantes que por vivir en eterna expectativa del gran canal Ocenico descuidaban tareas urgentes que podan realizarse con recursos propios del pas. Tal paradoja, observ este pragmtico ciudadano, confirmaba la sabidura del refrn popular: Siempre lo mejor ha sido enemigo de lo bueno.

El intelectual granadino Pedro Francisco de la Rocha tambin ridiculiz la mitificacin del proyecto canalero como solucin inmediata a los problemas del pas. El progreso argument - slo podra alcanzarse mediante una profunda reforma a los planes de educacin universitarios, pues a veinticinco aos de la independencia an se conservaban intactos aquellos heredados de la Colonia.

Como muestra de las graves consecuencias del obsoleto sistema educativo observ - todos los universitarios podan disertar sobre el proyecto del canal con una vocinglera fastuosa, como quien discute en alguna clase o acto pblico sobre un certamen teolgico o de derecho cannico, pero no haba un solo estudiante capaz de levantar un plan topogrfico de la ruta interocenica. La Realidad Geopoltica

El astuto empresario Vanderbilt no dispona de tiempo para los ensueos inspirados en el canal interocenico. Luego de algunos tropiezos en su bsqueda de fondos para canalizar el istmo, ech a un lado el costoso proyecto inicial y se asegur el monopolio del lucrativo negocio de transportar pasajeros entre California y Nueva York a travs del territorio nicaragense. Peor an, los voraces administradores de su compaa empezaron a evadir el pago de dividendos al gobierno de Nicaragua, alegando prdidas pese a un flujo mensual de mil pasajeros por la ruta.

Mientras tanto, Estados Unidos y Gran Bretaa acordaron zanjar sus diferencias. Centroamrica ya no era una zona prioritaria para los intereses britnicos, pues esta potencia ya tena suficientes problemas con su expansin en la India y la China. Adems, ambas naciones compartan una arrogante visin sobre la superioridad de la raza anglosajona, por lo que procuraron complementar sus intereses en vez de enfrentarlos.

En efecto, en su discurso de presentacin de credenciales como Ministro Plenipotenciario de Gran Bretaa en Washington, Sir Henry Bulwer hbilmente entreteji la justificacin ideolgica del colonialismo britnico the white mans burden- con la idea del Destino Manifiesto que santificaba el expansionismo continental de los Estados Unidos como una misin altruista: Nuestras naciones hablan la misma lengua: proceden de la misma raza, y parecen igualmente encargadas por la Providencia de la misma misin gloriosa de ilustrar el nombre anglosajn, extendiendo los mejores intereses de la civilizacin en las dos grandes divisiones del mundo.

El Presidente Taylor correspondi en los mismo trminos a los halagos britnicos, y el 19 de abril de 1850, los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaa firmaron el Tratado Clayton-Bulwer. A primera vista, sus clusulas parecan beneficiosas, pues ambas potencias se comprometan a abstenerse de construir bases militares o establecer colonias en Centroamrica, y se constituan en garantes de la neutralidad de la ruta interocenica.

Sin embargo, una vez ratificado, el Ministro Plenipotenciario britnico aclar que el tratado no era retroactivo; por tanto, no implicaba la devolucin de territorios previamente "adquiridos" por Gran Bretaa, tales como Belice, Roatn y la Mosquitia nicaragense, lo que signific otro golpe para el inexperto gobierno nicaragense.

La poltica exterior expansionista de Estados Unidos cobr mayor vigor bajo el gobierno del Presidente Pierce, quien haba llegado al poder gracias al apoyo de una organizacin secreta surea denominada la Orden de la Estrella Solitaria. En su discurso de toma de posesin, el mandatario proclam: Mi administracin no ser dominada por ningn tmido pronstico sobre los males de la expansin. No debe en verdad disimularse que nuestra actitud como nacin, y nuestra posicin en el

globo, hacen la adquisicin de ciertas posesiones, que no estn dentro de nuestra jurisdiccin, eminentemente importante para nuestra proteccin, y acaso en lo futuro, esencial para la conservacin del comercio y la paz del mundo. El imaginario del Destino Manifiesto, que presentaba el expansionismo territorial de los Estados Unidos como un designio de la Providencia divina, se hallaba hondamente impregnado de una ideologa racista basada en la nocin de la superioridad anglosajona. Al margen de su condicin socioeconmica, la poblacin blanca estadounidense comparta la creencia de que corresponda a esta raza de la especie humana dominar o sustituir a sus congneres inferiores. Ello contribuy a crear un consenso a favor de la expulsin o exterminio de los indios americanos, e impregn la campaa militar contra Mxico. Tan slo los polticos nicaragenses parecan estar ciegos ante los signos de los tiempos. Pronto, sus disputas polticas abriran las puertas a la invasin de los filibusteros encabezados por William Walker. Fuente: Nicaragua: Identidad y Cultura Poltica (1821-1858), por Frances Kinloch Tijerino, Managua: Banco Central de Nicaragua, 1999.

La Guerra Civil: 1854-1856El Tratado Byron Cole-Castelln y los Filibusteros

La guerra civil entre legitimistas y democrticos estall en mayo de 1854 y, el 4 de junio, se instal el gobierno Provisorio Democrtico que nombr presidente a Francisco Castelln. Los rebeldes desconocieron al gobierno Legitimista de Fruto Chamorro.

Esta guerra fratricida conmocion a Centroamrica. Durante los meses de junio y agosto, los gobiernos de Guatemala y de El Salvador intentaron lograr la paz entre los beligerantes. Sin embargo, fracasaron porque Fruto Chamorro, aferrado a su legitimidad, no admiti a Hermenegildo Zepeda como delegado del gobierno Provisorio en las negociaciones.

Al principio, los rebeldes acorralaron a los legitimistas en Granada; pero, cuando stos se recuperaron y tomaron ms fuerza, el gobierno Democrtico busc ayuda externa y, el 28 de diciembre, firm el Tratado Byron Cole-Castelln, por el que los filibusteros vinieron a Nicaragua. Segn el tratado, los extranjeros alistados en La Falange Democrtica reciban un sueldo, comida diaria y, si sobrevivan, una porcin de tierra, a cambio de ponerse a disposicin del gobierno Democrtico:

Tratado Byron Cole-Castelln

1.- Los hombres habrn de alistarse para todo el tiempo que dure la guerra, bajo el ttulo de Falange democrtica. Ellos nombrarn los oficiales que deben mandarlos, bajo las rdenes del General en Jefe del Ejrcito democrtico, a quien estarn enteramente subordinados; as como deben estar sujetos a todo lo de organizacin y a las leyes penales de la ordenanza vigente en los delitos o faltas de disciplina.

2.- Reconocern, respetarn y obedecern como Director o Presidente de Nicaragua al que actualmente existe con el carcter de provisorio o el que se establezca en lo sucesivo, sea cual fuere la persona que ejerza este destino, con tal que no sea de la oligarqua granadina, contra la cual luchan los pueblos.

La venida de los filibusteros tena un antecedente legal desde que, en 1851, el Poder Legislativo determin:

Autorizar al Ejecutivo para que, si fuese necesario solicite la proteccin armada de cualquiera de los Gobiernos de Centroamrica o de otro extrao amigo del de Nicaragua y facultarlo para introducir tropas al Estado, tropas auxiliares, y agregar a las filas a los ciudadanos norteamericanos que quieran prestar sus servicios; ofrecindoles terrenos baldos en el Estado (Decreto del 26-8-1851 firmado por Alfaro).

Los filibusteros llegaron al inicio de 1855. De nuevo el gobierno salvadoreo intent la pacificacin y envi como intermediario al padre Alcaine. Pero, al igual que lo hiciera Fruto Chamorro, su sucesor Jos Mara Estrada se aferr a la consigna Primero la muerte que ceder al principio de legalidad y no admiti discusin.

El ingreso de los filibusteros arreci la lucha en Nicaragua. Destacamos dos momentos: la toma del Mesn de Rivas y la de Granada. A los pocos das de la fracasada negociacin de Alcaine, se increment la lucha y, el 29 de junio de 1855, se combati arduamente en el Mesn de Rivas, destacando la heroicidad del maestro Emmanuel Mongalo y del zapatero Felipe Nery Fajardo. Ambos quemaron el Mesn, donde combatan varios filibusteros. Mongalo renunci a la recompensa por considerar que era un servicio a la patria. Hoy es reconocido como hroe nacional.

El 13 de octubre, Walker tom Granada. Hubo Misa Solemne y el padre Vijil, en el sermn, pidi la paz. Walker se reuni con las autoridades y personas ms influyentes en la Casa Municipal y les ofreci un entendimiento.

Sermn del Padre Vijil

Walker Sera el Enviado de la Providencia para curar heridas y reconciliar la familia nicaragense que otros dividieron, porque ser el instrumento de la paz, lograr el fin de hostilidades tan crueles, es merecer el aprecio de esta tierra afligida por la peor de las desgracias: la guerra civil. Y entonces, cuando brille un nuevo sol, no sobre campos de muerte sino sobre tierras cultivadas, ni sobre ciudades en disputa sino en el mejor acuerdo, sosteniendo relaciones provechosas, el comercio extendido en la Repblica, y el libre trnsito sin trabas, entonces podremos decir del General Walker que se present a nuestras playas en son de guerra, pero que al llegar a nosotros, movido de

mejores impulsos, sinti la necesidad de cumplir nobles aspiraciones como elemento de civilizacin ante el caos de la guerra, trocndose de modo providencial en defensor de la tranquilidad, mediador en la disputa de los partidos, respetando la vida de los vencidos, la propiedad, la religin, la familia, como Iris de Concordia, ngel Tutelar de la Paz y Estrella del Norte de las aspiraciones de un pueblo atribulado.

El Tratado Walker-Corral: 23-10-1855

La toma de Granada aument el poder real y moral de Walker entre los democrticos. A continuacin, quiso realizar su sueo presidencialista, y procedi a eliminar los obstculos que se lo impedan. Necesitaba anular al ejrcito granadino. Walker presion al General en Jefe de las fuerzas legitimistas a firmar un tratado mediante el cual obtuvo un asombroso triunfo: el ejrcito de stos prcticamente qued anulado; su gobierno desapareci, y se firm la paz. El Tratado Walker-Corral desmantel los dos gobiernos y cre uno nuevo y nico: el Provisorio de la Repblica, con Patricio Rivas de presidente. Adems, Walker qued como General en Jefe del ejrcito de la Repblica.

Tratado Walker-Corral

Los Generales William Walker celebrar el tratado siguiente:

y

Ponciano

Corral

han

convenido

en

1.- De hoy en adelante quedan suspendidas las hostilidades, y habr paz y amistad entre las fuerzas beligerantes de uno y otro ejrcito.

2.- Se nombra Presidente Provisorio de la Repblica de Nicaragua al seor don Patricio Rivas, por el trmino de catorce meses

10.- Se dar orden por el seor General Walker a las fuerzas que atacan a Managua, que se retiren a Len, reducindolas a ciento cincuenta hombres; y cuando lo hayan cumplido, ofrece el General Corral reducir las fuerzas de Managua al preciso nmero de cien hombres al mando del General Martnez; y las de Masaya al nmero de cincuenta hombres

12.- Los Gobiernos que han existido en Nicaragua durante la guerra cesarn en el acto en que cada uno de los Generales les notifique este tratado

Artculos Adicionales

1.- Veinte y cuatro horas despus de la llegada del Presidente Provisorio de la Repblica a esta ciudad, entrar a ella el ejrcito que manda el General Corral en Masaya, y unido con el que manda el seor

General Walker con el Presidente y ambos Generales pasarn al templo a dar gracias al Seor de los ejrcitos de la terminacin de la guerra.

El seor General Walker ser reconocido como General en Jefe del Ejrcito de la Repblica, y nombrado por el Gobierno por un decreto. El seor General Corral entregar el mando, armamento y municiones, a menos que el Gobierno disponga lo contrario.

Reacciones al Tratado Walker-Corral

A pesar del triunfo de Walker, este tratado fue el principio del fin de los filibusteros en Nicaragua. El primero que reaccion fue el ex presidente legitimista quien, el 25 de octubre, llam a los centroamericanos:

Invitacin de Estrada a intervenir en Nicaragua

Persuadido de que mientras el filibustero William Walker tenga el mando en Jefe de las fuerzas de la Repblica, estarn seriamente comprometidas la independencia, soberana y libertad de Nicaragua y de todo Centro Amrica Declaro: Que al emitir el acuerdo en virtud del cual el Sr. General en Jefe don Ponciano Corral ajust con el expresado Walker el convenio de 23 del corriente ced nicamente al imperio de las circunstancias, sin tener libre voluntad para ello; y, en consecuencia, protestocontra las dichas dos piezas, reservndome todos los derechos que me corresponden como Representante solidario de la Nacin Y desde ahora interpelo al podero y auxilio de los dems gobiernos de Centro Amrica, para que sin ms invitacin puedan intervenir en los negocios de esta Repblica, obrando a mano armada como en causa propia hasta la desaparicin de todo poder extrao y el restablecimiento de la Potestad legtima .

Jos Mara Estrada sali al exilio, de donde regres en junio de 1856. Tambin Ponciano Corral reconoci su imprudencia y quiso remediarla, pidiendo ayuda a los militares hondureos Xatruch y Guardiola. Sus notas fueron interceptadas por las fuerzas de Walker y ste lo acus de haber conspirado con los enemigos del Estado para destruir al presente Gobierno de Nicaragua. Fue enjuiciado, declarado traidor y condenado a muerte. Walker explic en su libro La Guerra de Nicaragua por qu no lo perdon:

haba jurado solemnemente, hincado de rodillas y sobre los Santos Evangelios, cumplir y hacer cumplir el tratado del 23 de octubre y era responsable ante el mundo y especialmente para con los americanos de Nicaragua, as como ante el trono del Altsimo, de la fiel observancia de su juramento.

Hacia la ruptura de Patricio Rivas con Walker

Walker, el 6 de junio de 1856, a travs del filibustero cubano Goicoura, propuso a Jerez que le cedieran la presidencia. Cuando Jerez contest que "La ley i la conveniencia pblica se oponen esa Presidencia", Goicoura le respondi: "Walker ser el Presidente de Nicaragua, i as como en todas las Repblicas hispanoamericanas, una espada es la que debe mandar aqu". Jerez contest: "Ni veinte mil espadas, slo la opinin pblica".

El da 8, Goicoura reuni a "varios ciudadanos notables" e insisti en lo mismo; al da siguiente, se lo plante al ministro Salinas, expresndole que era cosa "del mismo Walker". Salinas tambin se opuso: "Nosotros hemos sostenido de buena fe que ese hombre no ha querido usurpar el poder ni dominar el pas, i yo interpelo a U. como cubano para que juzgue si nosotros pudiramos apetecer una dominacin extica". Y, como Goicoura le dijera que a este pas slo Walker y los americanos lo podan hacer feliz, contest: "Yo no comprendo que pueda haber felicidad por la fuerza, contra la ley i contra la opinin pblica, i el medio que U. propone conducir al pas i Uds. mismos la confusin, i la historia slo podr calificar Walker como imbcil". Ese mismo da, Walker visit a Patricio Rivas "para persuadirle que deba ceder el mando". Como se opuso, el filibustero "intim al Presidente presencia del ministro Jerez, que al da siguiente deba abdicarle el mando, lo tomara por la fuerza".

El da 10, don Patricio, presionado, anunci elecciones directas. El 11, Walker abandon Len, quedando la plaza con 200 americanos al mando de Natzmer, quien, al da siguiente, pensaba tomar prisioneros al presidente y a los ministros Jerez, Salinas y a otros. Advertidos de las pretensiones del militar, huyeron a Chinandega.

Conatos de Unidad Nacional

Durante el exilio chinandegano, el presidente Rivas anul el decreto electoral del 10 de junio. Y el 17, en Cojutepeque, Gregorio Jurez, delegado de su gobierno, firm dos tratados de amistad y ayuda mutua con el gobierno salvadoreo de Dueas. Este logro luego fue decisivo para la entrada del ejrcito salvadoreo en la guerra contra Walker. Adems, el 14 de junio, Jerez y Rivas escribieron al ex presidente Jos Mara Estrada, invitndolo a la unin de los Legitimistas y los Democrticos:

Carta a Estrada

Nuestro apreciado seor: Es ya indudable para este Gobierno que Walker abriga tendencias contra los intereses de Nicaragua y an de todo Centro Amrica. Es fuera de propsito el que nos ocupemos de calificar las causas que antes hayan inducido al error de sostener lo contrario: debemos slo contraernos al grande objeto de la salvacin de la patria, y por ello prescindir de toda cuestin pequea, de toda disensin de familia. Tal es la resolucin en que nosotros nos hallamos La cuestin del Gobierno de Nicaragua, Usted ve que es necesario cortarla: de nuestra parte, convencidos de ser un crimen toda idea de partido en estas circunstancias, slo apetecemos que ella se resuelva por una mira

de utilidad general, y consultando, si es posible, el voto de aliados sin demorar por eso la inmediata combinacin de todas fuerzas para el mejor xito de las operaciones.

los las

Estrada recibi la carta con alegra, pero no se logr la unin porque el ex presidente consideraba que la legitimidad estaba slo en su partido y en su ejrcito. En la contestacin, les propuso la unidad en torno al Partido Conservador Legitimista, donde seran muy bien recibidos y considerados en el ejrcito bajo su mando.

La Guerra NacionalTres gobiernos

El General en Jefe William Walker destituy al Presidente Patricio Rivas, acusndolo de promover la anarqua y unirse a los enemigos centroamericanos. A continuacin, en virtud de las facultades conferidas por el Supremo Gobierno, y considerando el deber sagrado de salvar la Patria de sus enemigos exteriores e interiores, nombr Presidente a Fermn Ferrer el 20 de junio de 1856.

Este decreto dividi a los democrticos. Unos siguieron a Rivas; otros, a Ferrer. Rivas no acept su destitucin y declar la guerra al gobierno Ferrer-Walker. Estando el ex presidente Estrada en el exilio, los militares legitimistas lo proclamaron nico gobernante. Meses despus, el 29 de junio, asumi el cargo, instal su gobierno en Somotillo y llam a la unin antifilibustera:

Proclama de Estrada, 29 de junio

Nicaragenses: El Gobierno Legtimo que desapareci de hecho el 25 de octubre ltimo, vuelve hoy, apoyado por los Estados, a trabajar con vosotros en la grande obra de arrojar a los aventureros que oprimen al pas Levantaos: No ms rencillas de partido; no ms discordias fratricidas... Unos slo haya entre nosotros un color poltico, una sola voz: Unin y fraternidad entre los hijos del pas: guerra slo a los filibusteros....

Desde esta fecha, Nicaragua Ferrer, Rivas y Estrada.

tuvo

tres

gobiernos

simultneos:

el

de

Alerta centroamericana

A pesar de los intentos de paz, Centroamrica slo se alarm cuando Walker ocup la Jefatura militar del gobierno Provisorio, nacido del Tratado Corral-Walker. El presidente Mora de Costa Rica rechaz al nuevo gobierno, por considerarlo un instrumento del expansionismo filibustero y, en noviembre de 1855, alert al pueblo a preparar sus armas. En febrero, le declar la guerra y, el 1 de marzo, llam a sus compatriotas a luchar por Nicaragua, e invit a los partidos beligerantes a unirse contra los invasores:

Proclama de Mora, 1 de marzoA las armas!... Marchemos a Nicaragua a destruir esa falange impa que la ha reducido a la ms oprobiosa esclavitudVamos a decirles: Hermanos de Nicaragua, levantaos; aniquilad a vuestros opresores; aqu venimos a pelear por vuestra libertad, por vuestra patria; unin, nicaragenses, unin; inmolad para siempre vuestros enconos; no ms partidos, no ms discordias fratricidas; paz, justicia y libertad para todos; guerra slo a los filibusteros.

Todos los leales hijos de Guatemala, El Salvador y Honduras marchan sobre esa horda de bandidos Dios nos dar la victoria, y con ella la paz, la concordia, la libertad y la unin de la gran familia centroamericana.

La resistencia de Estrada, Mora y de los gobiernos centroamericanos, cuyos ejrcitos marchaban a Nicaragua, enfureci a Walker, quien les declar enemistad eterna:

Proclama de Walker a los CentroamericanosLlamada a Nicaragua por el partido democrtico de la Repblica, la fuerza americana se ha esforzado en sostener los principios en cuyo favor se emprendiera la Revolucin de 1854. Para conciliar en un todo la paz general, dispuestos estbamos a sepultar en el olvido las disensiones anteriores y a procurar que ambos partidos quedasen amalgamados, y no formasen ms que uno. Con tal objeto, desde el tratado de octubre ltimo, hemos contenido a nuestros antiguos amigos los democrticos, intentando reconciliarlos con los afectos al Gobierno de Estrada. Mas nuestras proposiciones amistosas... fueron tratadas con desprecio y el nico pretexto de semejante conducta es la presencia de fuerzas americanas en Nicaragua. El partido Legitimista de Nicaragua ha rechazado nuestros esfuerzos conciliatorios; ha sostenido comunicaciones con los dems serviles de los otros Estados; y ha procurado debilitar el actual Gobierno Provisional, dando ayuda y bros a los amigos exteriores de Nicaragua (y) no queda a los americanos de Nicaragua ms arbitrio que declarar enemistad eterna al partido servil y a los Gobiernos serviles de la Amrica Central

En mayo, Guatemala declar la guerra al gobierno Provisorio y a Walker.

Proclama de CarreraGuatemaltecos: Bien conocidos son los sucesos ocurridos en Nicaragua desde que en Octubre del ao pasado unos pocos extranjeros se apoderaron en aquella Repblica de la autoridad

Soldados: No os llaman hoy al campo de batalla nuestras funestas y lamentables discordias intestinas; os llaman el honor y el inters nacional. Vais a defender la causa de nuestra Religin y de nuestra raza... Entretanto, os recomiendo la ms estrecha unin con vuestros hermanos del Salvador, Honduras y Costa Rica, para llevar a cabo la obra comn de lanzar del pas a los que, sin derecho alguno, han venido a mezclarse en nuestras disensiones y a amenazarnos con la ms oprobiada servidumbre.

Hacia la Guerra NacionalCuando el gobierno de Patricio Rivas declar la guerra al filibusterismo, el gobierno salvadoreo de Dueas lo apoy por el compromiso adquirido en los tratados de Cojutepeque. Luego entr Honduras. Desde entonces, al unsono, los centroamericanos lucharon por su nacionalidad. Sin embargo, Nicaragua segua desunida. Los gobiernos de Estrada y Rivas, al combatirse, beneficiaban a Walker.

La presidencia de Walker

Ferrer autoriz la candidatura presidencial de Walker. Y se cumplieron las pretensiones filibusteras, denunciadas por Marcoleta: Sus intenciones eran las de unirse a una de las partes beligerantes en Nicaragua, vencer de este modo la otra, y, sobreponindose despus a las dos, formar un nuevo Gobierno. Walker confes ms tarde que su Falange no vino para ser guardia pretoriana ni jenzaros del Gobierno Democrtico. Las elecciones celebradas los das 22, 23 y 24 de julio, fueron anticonstitucionales y fraudulentas, segn el siguiente cuadro: Art. 130 y 131 de la Cn. de 1838 Testimonio del corresponsal del NYT Art. 130.- Para ser Director se requiere: "Ustedes sin duda han visto el 1.- Naturaleza en la Repblica, resultado de las elecciones publicadas debiendo los originarios de los por El Nicaragense en algunas dems Estados tener cinco aos poblaciones le dan a Walker ms votos de vecindario. que el cudruple de los habitantes, 3.- Haber sido siete ciudadano. contando a todos los hombres, mujeres,

Art. 31.- No podrn obtener el nios y bestias. empleo de Director los jefes militares, de Teniente Coronel inclusive arriba,en actual servicio

La Guerra NacionalLa presidencia de Walker incentiv la unidad. A pesar de alguna resistencia, se superaron los obstculos y, el 12 de septiembre de 1856, los legitimistas y los democrticos partidarios de Patricio Rivas firmaron el Pacto Providencial.

Pacto Providencial

Deseando poner trmino a las diferencias interiores hemos celebrado el siguiente CONVENIO:

1.- El seor Presidente Provisorio, don Patricio Rivas, continuar con el mando Supremo de la Repblica, hasta que le suceda la persona llamada constitucionalmente.

4.- Toms Martnez queda ampliamente autorizado e investido de las facultades del Gobierno para conservar y aumentar la fuerza que crea conveniente para obrar contra Walker...

La guerra se transform en GUERRA NACIONAL de NICARAGUA y de LA NACIN CENTROAMERICANA: Todos contra Walker.

El Pacto Providencial suprimi los gobiernos Legitimista y Provisorio e instaur un nico gobierno Provisional Nacional frente al gobierno de Walker.

La Batalla de San Jacinto:

Apenas firmada la paz, los nicaragenses triunfaron sobre los filibusteros en la ms gloriosa hazaa nacional: LA BATALLA DE SAN JACINTO. Esta gesta se ha convertido en la FIESTA NACIONAL por excelencia, junto con la de la INDEPENDENCIA. Ambos momentos histricos los conmemoramos en LAS FIESTAS PATRIAS, los das 14 y 15 de septiembre.

Anlisis Tctico de la Batalla (Por Francisco Barbosa, Teniente Coronel del Ejrcito de Nicaragua)

Filibusteros en Nicaragua Segn Walker, para finales de 1856, su ejrcito llegaba a 2,000 hombres. En Granada tenan su Cuartel General, el Primer Batalln de Rifleros y un almacn de intendencia. Las dems unidades de combate estaban ubicadas as: el Segundo Batalln de Rifleros, comandado por McDonald, en Tipitapa; un Batalln de Ingeniera Ligera en Masaya; una Compaa de Rifleros en Managua; y dos compaas en Ro San Juan. Tenan rifles Sharps, Mini y Misissippi, revlveres Colt y artillera ligera: morteros, caones y obuses.Tropas de Estrada

En julio de 1856, el coronel Fernando Chamorro confi una columna de cien hombres al coronel Jos Dolores Estrada con la misin de dirigirse a los llanos de Ostcal, cerca de Tipitapa, para impedir el robo de ganado y el abastecimiento de alimentos de las tropas filibusteras de Managua, Tipitapa y Granada. En las instrucciones a Estrada, se enfatizaba evitar enfrenamientos con las fuerzas de Walker a no ser que les cortaran la retirada. Los nicaragenses, el 9 de agosto, llegaron a la hacienda San Jacinto, al nordeste de Tipitapa. El 1 de septiembre, al capturar un yanqui, se enteraron de que tropas filibusteras se preparaban para atacar a las nacionales en esos llanos. Entonces, Estrada, con sus oficiales y tropas, decidi enfrentar a los filibusteros y organizar la defensa, considerando las caractersticas del lugar, la cantidad de tropas, el armamento y las municiones existentes.

Estrada solicit refuerzos al mando del Ejrcito del Septentrin, los que llegaron el 11 de septiembre. Era una compaa de 66 indios flecheros matagalpinos. Luego, prepar el terreno para resistir un ataque de fuerzas mayores, principalmente en la direccin sur de la casa, y organiz sus 160 hombres en tres compaas, con las cuales planific la organizacin de dos cercos defensivos: uno interno, alrededor de la casa; otro externo, en la lnea de los corrales de piedra y madera. Antecedentes de la batalla El mando filibustero de Tipitapa saba que, el 1 de septiembre, tropas nicaragenses haban capturado un yanqui y que, adems, ocupaban la Casahacienda; por ello, el coronel McDonald y el capitn Jarvis, con 40 filibusteros, decidieron atacarlos; pero en las cercanas de la Casahacienda encontraron una frrea resistencia que, despus de dos horas, los oblig a retirarse. Murieron seis filibusteros, incluyendo a Jarvis; capturaron 14 rifles, 4 espadas y 15 bestias. De los nacionales, el oficial Carlos Alegra result herido y el cabo Justo Rocha, muerto.

McDonald inform al Cuartel General sobre la situacin de sus tropas y la necesidad de un ataque mayor. Walker, entonces, conform una columna, incluyendo voluntarios de Granada y Masaya, la que lleg a Tipitapa el 13 de septiembre. Aqu se integr el coronel Byron Cole, quien asumi el mando con Marshall y ONeal. Planificaron el ataque y se dirigieron hacia San Jacinto. Ataque filibustero y desarrollo de las acciones

Las tropas de Byron Cole, el 14 de septiembre, al amanecer, llegaron a San Jacinto, dividindose en tres columnas: la primera, mandada por el teniente Robert Milligan, atac el flanco izquierdo del corral de madera; la segunda, por el mayor ONeal, avanz por el frente; y la tercera, del capitn Watkins, en direccin del flanco derecho, donde se una el corral de madera con el cerco de piedra.

Estrada, informado del avance filibustero, orden no abrir fuego hasta que el enemigo estuviera cerca de las fortificaciones. Su puesto de mando estaba en el centro de la hacienda y distribuy las tropas as: en el flanco derecho, las de los tenientes Alejandro Eva, Miguel Vlez y Adn Sols; en el centro, la compaa del capitn Francisco Sacasa; y, en el flanco izquierdo, al oficial Ignacio Jarqun, apoyado por los oficiales Salvador Bolaos y Venancio Zaragoza.

Byron Cole mand atacar y las tres columnas, simultneamente, atacaron con rifles y revlveres, siendo rechazadas por los nicaragenses, a pesar de la desventaja ante la superioridad del armamento contrario. Los nacionales tenan rifles de chispa y escasa municin; los filibusteros, revlveres y fusiles de repeticin.

Despus de las primeras horas, recrudecieron los combates, imponindose la lucha cuerpo a cuerpo. Los extranjeros rompieron la defensa del flanco izquierdo y Estrada reforz esta posicin con los oficiales Vlez, Eva y Sols. La lucha era violenta y, a falta de municiones, algunos siguieron el ejemplo de Andrs Castro, quien derrib a un filibustero de una pedrada. La situacin segua crtica para los nacionales. Los filibusteros, a las 10 de la maana, al romper el cerco defensivo, iniciaron un reagrupamiento para concentrar sus esfuerzos en esa direccin.

Entonces, Estrada envi al capitn Liberato Cisne, al teniente Jos Ciero y al subteniente Juan Fonseca con sus escuadras a atacarlos por la retaguardia y los filibusteros huyeron hacia la hacienda San Idelfonso. El capitn Bartolo Sandoval, el teniente Miguel Vlez, -en bestias-, y soldados a pie los persiguieron. En esta heroica accin, el sargento Francisco Gmez muri de fatiga. Este esfuerzo dio su fruto, pues consiguieron matar a Byron Cole y asegurar la victoria.

Resultados

Estrada, en el Parte Oficial, reflej los resultados de esta batalla. Hubo 10 muertos y 7 heridos nicaragenses. De los filibusteros, 27 muertos y, adems, capturaron 20 bestias, 25 pistolas, 32 rifles Sharp, 47 paradas, chamarras y sombreros.

Esta Batalla influy enormemente en los patriotas nicaragenses y centroamericanos. Muchos de sus gloriosos combatientes continuaron luchando hasta la expulsin de Walker. El coronel Estrada, por sus

relevantes mritos, especialmente por las acciones de San Jacinto, fue ascendido, el 25 de junio de 1857, a General de Brigada.

Para Estrada, la Batalla de San Jacinto fue una accin ms en el cumplimiento de su deber ciudadano, luchando contra el expansionismo filibustero esclavista en Centroamrica.

La Guerra Nacional IIDe San Jacinto a la derrota de Walker

La unin de los partidos nicaragenses, en el Acuerdo del 12 de septiembre, y el empuje de los ejrcitos centroamericanos fueron decisivos para la victoria final contra el filibusterismo. La Batalla de San Jacinto signific un aliciente para los nacionales y un enorme desaliento para la Falange, la que, en adelante, se sinti ms presionada hasta su derrota definitiva.

Recordamos tres acontecimientos de esta etapa: la quema de Granada, la toma de los vapores en el Ro San Juan y el control de los ejrcitos aliados.

La quema de Granada

En noviembre de 1856, Henningsen tom el mando filibustero en Granada. Presionada en todas partes, la Falange deba concentrar sus fuerzas, porque, da a da, se debilitaba. A la presin militar se aada la terrible peste, que tantos estragos caus en los combatientes.

Henningsen, cuando abandon Granada, veng su resistencia y, obedeciendo a Walker, orden su destruccin:

Orden de Henningsen a sus soldados

Nuestro Jefe el Excelentsimo seor Presidente, Mr. William Walker, nos ha confiado el encargo de destruir esta ciudad, centro principal de nuestros enemigos. Ella, por sus muchos delitos para con nosotros, ha perdido el derecho de existir, y debe ser arrasada hasta sus cimientos. Id a hacerlo saber a sus moradores para que la desocupen este mismo da, permitindoles sacar nicamente lo que puedan llevar en sus manos. Todo lo dems es vuestro. A los que no quisieran obedecer buenamente esta orden, los haris salir a la fuerza.

Consumada su quema, Henningsen envi este lacnico parte a su Jefe:

Parte de Henningsen sobre el fin de Granada

Seor: En la tarde del 22 de noviembre de 1856 tom posesin del mando de la ciudad y fuerzas de Granada. Sus rdenes fueron destruir Granada y evacuar la ciudad con todos los almacenes, artillera, enfermos, soldados y familias americanas y nativas. Su orden ha sido obedecida. GRANADA HA DEJADO DE EXISTIR.

Llama la atencin que Walker justificara tal barbarie, en el captulo X de La Guerra de Nicaragua. Asegura que lo escrito en el cartel AQU FUE GRANADA fue un acto de justicia. Sin embargo, fue una accin fra y premeditada, cobarde y vengativa de un hombre dolido porque se le hizo resistencia. Trat de golpear a los legitimistas en su smbolo ms vivo: LA CIUDAD DE GRANADA y quiso dejar atizado el rencor entre ambos bandos nicaragenses. As lo demuestra, en el documento siguiente:

El Incendio de Granada: un acto justiciero

Eran cerca de las dos de la madrugada del 14(diciembre, 1856) cuando todo estuvo a bordo del vapor. Al salir, el general Henningsen fij en una lanza un cartel que deca: AQU FUE GRANADA, palabras bien calculadas para atizar las pasiones de partido, no extinguidas an en los antiguos legitimistas y demcratas. En tanto que uno de los partidos se lamentaba y gema por la prdida de su querida ciudad capital, el otro no poda contener sus sentimientos de triunfo y alborozo.

... En cuanto a la justicia de ese acto, pocos podrn discutirla; porque los habitantes de aquella ciudad deban vidas y haciendas a los americanos que estaban al servicio de Nicaragua y, sin embargo, se unieron a los enemigos que batallaban por expulsar de Centro Amrica a sus protectores. Sirvieron a los enemigos de Nicaragua del modo ms criminal, espiando a los americanos que defendieron sus intereses e informando de todos sus movimientos a los aliados.

Conforme a las leyes de la guerra, la ciudad haba perdido el derecho de existir, y la conveniencia de destruirla era tan evidente como la justicia de la medida. Esta destruccin envalenton a los leoneses, amigos de los americanos, a la vez que fue para los legitimistas un golpe del que no se han repuesto nunca. El cario de los antiguos chamorristas por Granada era grande y peculiar. Amaban a su principal ciudad como a una mujer; al cabo de los aos todava asoman las lgrimas a sus ojos cuando hablan de la prdida de su querida Granada. Y razn tenan de sentir tanto cario por la ciudad, porque sta les suministraba los recursos que les permitan mantenerse en el poder y dominar las pasiones exaltadas, como decan ellos, de los demcratas leoneses. La destruccin de Granada fue, por tanto, un gran paso hacia la destruccin del partido legitimista, y as consiguieron los

americanos de Nicaragua poner fuera de combate a su enemigo ms acrrimo y tenaz...

Bloqueo del San Juan

Otro acontecimiento destacable fue la victoria del ejrcito costarricense cuando control el ro San Juan y el lago Cocibolca, ayudados por Vanderbilt y los ingleses. El 1 de noviembre de 1856, Juan Rafael Mora declar el bloqueo al puerto de San Juan para cortar la ayuda a la Falange y amenaz con apresar los barcos que navegaban por el ro. Esto dio su resultado pues, poco despus, el 3 de enero, el ejrcito tico, en San Carlos, anunciaba su triunfo en la proclama de Joaqun Mora:

Proclama del General Jos Joaqun Mora

Centroamericanos: El venero, que daba vida a la siempre renaciente hidra del filibusterismo, est cortado. Todos los vapores de que se serva el bandido Walker, y los puertos militares del ro San Juan, estn en mi poder, y bajo la custodia de los soldados costarricenses. No temis ya que nuevas hordas de asesinos vengan a turbar vuestra tranquilidad por este lado.

Slo restan a Walker unos pocos hombres abatidos ya por vuestras armas, y que privados de sus vapores, ni pueden hacer los rpidos movimientos que tanto les han favorecido, ni an siquiera huir cuando los ejrcitos aliados caigan sobre ellos.

Defensores de la santa causa de Centro Amrica! Yo os invito a seguir la noble senda que habis empezado con tanta gloria a recorrer; no resuene en vuestros corazones otra voz que la de patria; otro deseo que el de exterminar a nuestros feroces enemigos... Que jams la fatal discordia venga a empaar nuestros triunfos ni a poner en riesgo nuestra santa y noble empresa. Las fuerzas de El Salvador, Nicaragua y Guatemala deben caer como un torrente sobre nuestros ya inermes enemigos.

Este acontecimiento arrincon an ms a la Falange, porque se le obstruy la principal arteria de abastecimiento. Tal hecho no pas desapercibido a los leoneses quienes, llenos de jbilo, el 10 de enero, en una circular, agradecieron la toma de los vapores de Walker y el control del ro y del gran lago:

Circular de los leoneses a los costarricenses

A los Costarricenses: El pueblo leons os da un abrazo expresivo de eterna gratitud por los heroicos esfuerzos que habis hecho por salvar a Nicaragua y a todo Centro Amrica de las manos del vandalismo del peor de los tiranos, William Walker En vuestras manos ha puesto visiblemente

la Providencia la espada que ha de escarmentar a ese dragn infernal; lo venceris; lo haris salir confundido del suelo de la Patria, predicando que Centro Amrica no es un pueblo inculto como ha dicho

Nosotros os felicitamos, nos felicitamos a nosotros mismos por el triunfo brillante de vuestras armas en la reconquista del Lago y del ro San Juan, con prdidas tan inmensas de parte de los enemigos

El ejrcito aliado y su JefaturaLos militares aliados contra Walker vieron la necesidad de unificar sus tropas, para que cada una no actuara por su propia cuenta. Y, a peticin del general Caas, en enero de 1857, firmaron el Acuerdo de Nandaime, donde nombraron General en Jefe del ejrcito aliado al hondureo Florencio Xatruch.

Cuando la noticia lleg a Len, el gobierno de Nicaragua envi una Nota, precisando que el nombramiento de Xatruch no abarcaba a los ejrcitos nacionales de las repblicas aliadas, e insistiendo en que su mandato era interino. Luego los generales centroamericanos lo sustituyeron por el general Mora.

ltimos momentosA lo largo de 1857, los ejrcitos de Nicaragua y de los aliados ejercieron una fuerte presin sobre la Falange, la que, muy desalentada, se aisl en la zona de Rivas. Una circular de Mora, de diciembre de 1856, ofreciendo el perdn y la repatriacin, haba producido efectos positivos, pues muchos desertaron e invitaron a sus compaeros a desertar. No obstante, la gran mayora de la Falange permaneci fiel a Walker y, tambin, algunos nicaragenses, porque en l cifraban el progreso de Nicaragua.

La captura de un barco con refuerzos filibusteros de California, la toma de San Jorge, los ataques constantes a la ciudad de Rivas, la ocupacin del puerto de San Juan del Sur, fueron acciones con las que los centroamericanos iban ganando la partida al ejrcito de Walker.

Fin de la Guerra Nacional

Como todo, la Guerra Nacional lleg a su fin. Con la causa perdida, Walker contact con el Capitn Davis, a travs de Henningsen, y, solucionadas algunas dificultades, Walker y Davis, el 1 de mayo, en Rivas, firmaron un convenio, que daba suficientes garantas al filibustero para retirase de Nicaragua sin peligrar su vida. Firmado el convenio, Walker capitul. LA GUERRA NACIONAL HABA ACABADO. La PATRIA CENTROAMERICANA haba triunfado.

Convenio entre Walker y Davis

1.- El General Walker, con 16 oficiales de su estado mayor, marcharn de Rivas, con sus espadas, pistolas, caballos y su equipaje personal, bajo la garanta del Capitn Davis, de la marina de los Estados Unidos, sin que sean molestados por el enemigo y sindoles permitido embarcarse a bordo del buque de guerra de los Estados Unidos Santa Mara, en el puerto de San Juan del Sur, obligndose el Capitn Davis a trasportarlos seguramente en el Santa Mara a Panam.

2.- Los oficiales del ejrcito del General Walker, marcharn de Rivas con sus espadas, bajo la garanta y proteccin del Capitn Davis, que se obliga a trasportarlos seguramente a Panam, bajo el cargo de un oficial de los Estados Unidos.

3.- Los soldados, oficiales subalternos, ciudadanos y empleados de los departamentos, heridos y sanos rendirn sus armas al Capitn Davis o a uno de sus oficiales

4.- El Capitn Davis obtendr garanta y con ella garantiza a todos los hijos de Nicaragua o de la Amrica Central ahora en Rivas, y entregados a la proteccin del Capitn Davis, se les permite vivir en Nicaragua y que sern protegidos en sus vidas y en sus propiedades.

No obstante la capitulacin, Walker pens regresar a Nicaragua, segn las palabras dirigidas a sus compaeros, con las que concluye La Guerra de Nicaragua:

Tened nimo, no os descorazonis ni perdis la paciencia; porque es seguro que a la postre triunfarn nuestros trabajos y esfuerzos. No tenemos donde escoger: el honor y el deber nos mandan seguir adelante por el camino que emprendimos, y no podemos desor la orden. Por los huesos de los muertos que yacen en Masaya, Rivas y Granada, yo os suplico que no abandonis nunca la causa de Nicaragua. Que vuestro primer pensamiento al abrir los ojos por la maana y el ltimo al cerrarlos por la noche sea el de conseguir los medios para volver a la tierra de donde nos trajeron injustamente. Y con slo que seamos fieles a nosotros mismos, an es tiempo de que todo termine bien.

Volvi, pero fue capturado, sentenciado y muerto en Honduras, y acab definitivamente la aventura filibustera.

Accin de gracias

Al acabar felizmente la guerra, en esta sociedad cristiana, no poda faltar la accin de gracias a Dios con Misa Solemne y Te Deum, y, el 6 de mayo, as lo decret el presidente:

El Presidente provisorio de la Repblica de Nicaragua a sus habitantes: Debiendo tributar al Ser Supremo el homenaje de nuestro humilde reconocimiento, por los triunfos adquiridos contra la horda filibustera que amagaba arrebatarnos nuestra independencia y libertad; ha tenido a bien decretar y DECRETA:

Art. 1.- Se celebrar en la Iglesia Catedral el domingo 10 del corriente, una misa solemne, con TE DEUM, en accin de gracias al Todo Poderoso por los triunfos que se han adquirido a favor de la patria. La misa se cantar por la primera dignidad eclesistica, y asistirn a ella todas las corporaciones y las autoridades civiles, militares y de hacienda.

Art. 2.- En las dems iglesias parroquiales, esta funcin tendr lugar el da festivo inmediato a la recepcin de este decreto, por los respectivos Seores Curas.

A las fiestas religiosas precedieron y siguieron vtores, cohetes, retoque de campanas y toda la alegra que siempre ha caracterizado al pueblo de Nicaragua y Centroamrica.

Reflexiones sobre la Guerra NacionalLa Guerra Nacional produjo un sentimiento de unidad en las lites gobernantes y los intelectuales nicaragenses, provocando, adems, la reflexin sobre el sentido de nacin en un contexto internacional muy difcil, pues la hegemona de los Estados Unidos y otras potencias estaba lejos de opacarse.

El sentimiento nacional estaba todava muy fragmentado, y predominaban, an despus de la guerra, las lealtades locales y partidistas. La tarea de los intelectuales fue, pues, hacer trascender a las masas el sentimiento nacional, sacando lecciones de la invasin filibustera y de la unidad centroamericana.

En su discurso del 8 de noviembre de 1857, ante la Asamblea Constituyente, los intelectuales Gregorio Jurez y Rosalo Corts dijeron que era necesario olvidar las causas de la guerra y enfatizar la unidad y el herosmo de la Guerra Nacional:

La historia de los tres aos que acabamos de atravesar, debera para siempre sepultarse en el olvido, con todas nuestras locuras, torpezas y desvaros, si ella no envolviese la gloriosa campaa nacional que dio a los ejrcitos aliados de todos los Estados de Centro Amrica, la ocasin ms propia, para hacer que el lustre de sus armas reflejase esplendente por todos los ngulos de la tierra Consrvese slo, de esos tres aos, tanto honor, tanta generosidad en lo que ha cabido su parte a Nicaragua; brrese todo lo dems, cuyo nombre y clasificacin ignoramos; y

procedamos a hablar de la poca presente, que data del 24 de junio del corriente ao. (4)

Adems, en 1858, el intelectual y poltico Gregorio Jurez public una serie de reflexiones sobre el nuevo contexto internacional en el que era evidente el dominio de los Estados Unidos, advirtiendo la necesidad de desarrollar una poltica exterior acorde con el principio de la balanza del poder a nivel mundial. Pero, sobre todo, seal la necesidad de fomentar el nacionalismo, pues en 1858 Nicaragua segua siendo una comunidad nacional muy fragmentada.

En 1912, una nueva ocupacin militar norteamericana de Nicaragua hizo que el intelectual nicaragense ms importante de la pocaRubn Daro rememorara en La Nacin de Buenos Aires, las acciones blicas de la guerra contra los filibusteros y la derrota de William Walker. En esta seccin, recogemos el pensamiento de estos patriotas cuya vigencia es universal.

Las Reflexiones de Gregorio Jurez

Durante la ocupacin filibustera, los gobernantes e intelectuales nicaragenses sintieron en carne propia las consecuencias del racismo profundamente arraigado en la ideologa del Destino Manifiesto. Esta ideologa no era exclusiva de esclavistas sureos como William Walker, sino que agreda la dignidad de los miembros de la lite criolla de Nicaragua hasta en los crculos oficiales en la capital de los Estados Unidos.

Los temores de los gobernantes nicaragenses se vean agravados por artculos publicados en peridicos europeos y norteamericanos pronosticando que Estados Unidos pronto absorbera los territorios de Mxico, Centro Amrica y Nueva Granada. Este proceso era inevitable - se aseguraba debido a la "natural decadencia" de los pueblos hispanoamericanos.

Muchos se dejaran convencer. Por ejemplo, el Presidente de Colombia, Mariano Ospina Rodrguez, propuso oficialmente en 1857 la anexin pacfica de su patria a los Estados Unidos. Puesto que la expansin norteamericana era inexorable - razon - era preferible que Colombia fuese absorbida por esa potencia de una manera incruenta - sobre todo, considerando que dicha transicin traera estabilidad y seguridad a la clase propietaria.(5)

Ejemplo contrario es el intelectual nicaragense Gregorio Jurez, quien se preocup por analizar las causas del expansionismo norteamericano para contrarrestar su arrollador avance, publicando sus reflexiones sobre el tema en una serie de editoriales de El Nacional.

Modalidades del expansionismo norteamericano

Gregorio Jurez observ que el expansionismo norteamericano se desarrollaba bajo dos modalidades: por medio de las irrupciones ilegales de los llamados filibusteros y mediante una poltica oficial sistemtica.

Las primeras - explic - eran, en esencia, empresas llevadas a cabo por aventureros en busca de riquezas materiales, aunque por sus resultados deban ser consideradas como parte integrante del sistema poltico de los Estados Unidos. Adems, distraan la atencin de los gobiernos amenazados, y les hacan perder de vista la segunda modalidad, ms grave y poderosa, que socavaba poco a poco los cimientos mismos de las naciones hispanoamericanas.

Era preciso, por tanto, determinar qu condiciones domsticas favorecan dicho proceso de absorcin, y cules podan ser los medios ms eficaces para contrarrestarlo. Jurez destac dos: la ausencia de un espritu nacional y de una poltica exterior coherente. Su remedio: difundir el sentimiento nacional y encontrar una frmula para conjugar los intereses de los pequeos y dbiles Estados hispanoamericanos con los de la "fuerte e imponente" repblica del norte.

A fin de conservar su independencia, los Estados hispanoamericanos deban cobijarse bajo la poltica de la "balanza del poder" que rega las relaciones entre los gobernantes del Viejo Continente. Nicaragua sugera Jurez - podra lograr este objetivo suscribiendo tratados especiales con diversas potencias europeas, para convertirse en pas anfitrin de inmigrantes de distintas nacionalidades. Los colonos portadores de cultura y tecnologa - seran recibidos bajo condiciones de la "ms perfecta igualdad", para garantizar el equilibrio de la influencia de sus respectivas metrpolis. En opinin de Jurez, el Tratado Clayton-Bulwer era un fruto de la poltica de la "balanza del poder": los compromisos asumidos por Estados Unidos ante Inglaterra en ese documento haban impedido que Walker convirtiera a Nicaragua en un Estado ms de la Unin americana. Como corolario de sus reflexiones, el intelectual nicaragense propuso una "mxima" de derecho internacional:

"Las naciones son respetadas consideradas por lo que tienen que dar, por lo que pueden quitar las otras. Si dan todo lo que tienen, ninguna consideracin deben esperar."(6)

Mi pas - razonaba Jurez - tiene mucho que ofrecer: la ruta interocenica y tierras para inmigrantes extranjeros. Estos preciosos recursos nunca ms deberan ser enajenados a concesionarios privados. Tan slo aquellos Estados que aceptasen asumir el compromiso de garantizar la i