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Artículos Breve historia del spleen Eduardo Berti Para agotar el significado de algunas palabras muy arraigadas en la cultura, no basta con remitirse a los diccionarios. En el caso del spleen, la presencia de este término en casi cuatro siglos de literatura francesa no deja lugar a dudas: algo hay entre los franceses, la melancolía y el aburrimiento. Imprimir | A- A A+ Cuando Charles Baudelaire empezó a escribir, alrededor de 1857, Le spleen de Paris, obra que acabaría instalando la poesía en prosa, la palabra spleen llevaba más de un siglo de uso corriente en Francia. El diccionario Le Robert, con su acostumbrado puntillismo, indica que el arribo del término, proveniente de Inglaterra, data de 1745 y que el adjetivo spleenétique o splénétique se propagó algo después, exactamente en 1776. A pesar de su origen inglés, la palabra tiene raíces antiguas. Los griegos hablaban de splên para nombrar el bazo, de allí que spleen también designe en inglés a la víscera opuesta al hígado; en bajo latín se decía splen y spleneticus como sinónimo de rata y de hipocondría, y es que por aquellos tiempos se solía adjudicar a las ratas la causa de la melancolía o de la bilis negra. Quienes fijan 1745 para indicar la llegada a Francia del término spleen señalan un texto del abad Jean-Bernard Leblanc, Lettres d’un François, en el que se halla la expresión “splene”. La palabra vuelve a aparecer en 1748, pero en femenino, como “la spleen”, en un documento escrito por la condesa de Denbigh. Dos años más tarde, Prévost es el primer lexicógrafo francés en citar la palabra en su Manuel Lexique (París, 1750). Pronto el término parece querer cambiar de ortografía: Voltaire habla de splin y Diderot despline en una carta que, en octubre de 1760, dirige a Sophie Volland. “¿Sabe usted lo que es el spline, lo que son los vapores ingleses? Yo tampoco”, escribe Diderot. “Le pregunté a nuestro escocés (el padre Hoop) durante nuestro último paseo

Historia Del Spleen - Eduardo Berti

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ArtculosBreve historia del spleenEduardo BertiPara agotar el significado de algunas palabras muy arraigadas en la cultura, no basta con remitirse a los diccionarios. En el caso del spleen, la presencia de este trmino en casi cuatro siglos de literatura francesa no deja lugar a dudas: algo hay entre los franceses, la melancola y el aburrimiento.Imprimir|A-AA+Cuando Charles Baudelaire empez a escribir, alrededor de 1857,Le spleen de Paris, obra que acabara instalando la poesa en prosa, la palabraspleenllevaba ms de un siglo de uso corriente en Francia. El diccionario Le Robert, con su acostumbrado puntillismo, indica que el arribo del trmino, proveniente de Inglaterra, data de 1745 y que el adjetivospleentiqueosplntiquese propag algo despus, exactamente en 1776.A pesar de su origen ingls, la palabra tiene races antiguas. Los griegos hablaban desplnpara nombrar el bazo, de all quespleentambin designe en ingls a la vscera opuesta al hgado; en bajo latn se decasplen y spleneticuscomo sinnimo de rata y de hipocondra, y es que por aquellos tiempos se sola adjudicar a las ratas la causa de la melancola o de labilis negra.Quienes fijan 1745 para indicar la llegada a Francia del trminospleensealan un texto del abad Jean-Bernard Leblanc,Lettres dun Franois,en el que se halla la expresin splene. La palabra vuelve a aparecer en 1748, pero en femenino, como la spleen, en un documento escrito por la condesa de Denbigh. Dos aos ms tarde, Prvost es el primer lexicgrafo francs en citar la palabra en suManuel Lexique(Pars, 1750). Pronto el trmino parece querer cambiar de ortografa: Voltaire habla despliny Diderot desplineen una carta que, en octubre de 1760, dirige a Sophie Volland.Sabe usted lo que es elspline, loque son los vapores ingleses? Yo tampoco, escribe Diderot. Le pregunt a nuestro escocs (el padre Hoop) durante nuestro ltimo paseo y he aqu lo que me respondi: Desde hace veinte aos siento un malestar general, ms o menos desagradable. Nunca tengo la cabeza libre. [...] Tengo ideas negras, siento tristeza y aburrimiento. Me encuentro mal; no deseo nada [...] La vida me desagrada .Si algo contribuy a fijar la ortografa inglesa original fue una novela del barn Pierre Victor de Besenval (1721-1794),Le spleen, publicada en 1757. En la novela, un hombre que recorre los jardines de Las Tulleras tropieza con un desconocido que le cuenta su historia de marido engaado, de amante traicionado, de padre entregado a la justicia por su hijo y de militar mal recompensado por sus servicios. Se trata, segn indica Pierre Testud en el prlogo a la ltima reedicin del libro, de una obra de total desencanto, no de desesperanza. Ahora bien, la historia del desconocido se trata realmente de un caso despleensemejante al que describe Diderot? A primera vista alguien podra decir que no, admite Testud, porque el personaje de Besenval se siente desgraciado por motivos bien precisos, es decir que est lejos de ser vctima de un ataque de melancola o de enfermedad imaginaria y siente ms disgusto ante la vida social que ante la vida misma. Sin embargo, Testud cree que su condicin es muy prxima al estado esplentico porque el desconocido siente, a un mismo tiempo, el desagrado por el mundo y el horror de la soledad, porque en suma podra describrselo aplicando las palabras de Voltaire al final de suCandide: presa de las convulsiones de la inquietud o del letargo del tedio.El tedio salvajeLos diccionarios franceses no terminan de ponerse de acuerdo llegado el momento de definir qu es elspleen, pero as y todo consiguen ser convincentes. Nombre ingls dado algunas veces a una forma de hipocondra consistente en un tedio sin causa, en un desinters por la vida, dice el Littr. Melancola pasajera, sin causa aparente, caracterizada por un desinters hacia todas las cosas, dice el Robert.Si se comparan estas definiciones francesas con el flemtico malhumor que propone el Oxford ingls se ver que el trmino lleg a cobrar en Francia un significado independiente del que se le daba en un principio en Gran Bretaa.Por su parte, el diccionario espaol de Mara Moliner defineesplncomo el estado de nimo del que no tiene ilusiones, ni inters por la vida.La castellanizacin despleenpuede ser tildada de fea pero no de inexacta, ya que toma en cuenta la misma raz esplen- (del griegosplenysplenos) palpable en palabras tcnicas comoesplenitis: inflamacin del bazo.El problema se revela mayor a la hora de los sinnimos. Desdeennuiochagrin(tedio o pesar) hasta melancola, neurastenia o nostalgia, todo parece bien orientado pero insuficiente. De todos ellos, el ms prximo parece serennui, aun cuando algunos tericos como Frantz Antoine Leconte (La tradition de lennuui splntique en France)prefieren distinguir entre el tedio salvaje y el tedio ms dulce o pasivo: el primero se asemejara alspleen, a la inquietud o a la obsesin, mientras que el segundo equivaldra a la apata, la ataraxia o la melancola. Elennui sauvage,quepara Leconte es el tedio esplentico por excelencia, constituira una sensacin, una manifestacin fsica tangible, mientras que el tedio pasivo es percibido como un sentimiento o como un fenmeno ms cerebral.Que el concepto despleenhaya suscitado a travs de la historia un sinnmero de nombres no hace sino corroborar lo arduo del caso. Los romanos hablaban detaedium vitae. Sneca hablaba defastiduum, nausea, horror loci, supervacuumydelectatio morosa. Los msticos hablaban detristitia. Los contemporneos de Baudelaire hablaban demal du sicle. Rubn Daro habla de indeferentismoy de anquilosis social en su libroLos raros: no se piensa con ardor en nada, no se aspira con alma y vida a ideal alguno. Y Vladimir Yankelevitch, enLAventure, lennui et le serieux, enumera una serie de eptetos como enfermedad invisible, herida ilusoria, malestar de lujo o enfermedad impalpable.No slo es posible aburrirse por falta de problemas, por falta de aventuras o peligros, explica Yankelevitch. Ocurre tambin que alguien llega a aburrirse por falta de angustias: un porvenir sin riesgos, una carrera en total reposo, una cotidianidad exenta de toda tensin son algunas de las causas ms ordinarias del tedio [...], ese monstruo delicado que obsesiona a los pesimistas, a Leopardi, a Schopenhauer, a Baudelaire.El spleen de parsLa melancola fue la compaera ntima de Baudelaire, sostiene Jean Starobinski enTrois lectures de Baudelaire (La mlancolie au miroir),para agregar que la poesa del autor deLas flores del malnombra ese estado del alma sin recurrir demasiado explcitamente a la palabramelancola, lo que obliga al recurso de los sinnimos, los equivalentes y las metforas, es decir, a emblemas o perfrasis que a menudo alegorizan.Elspleenocupa un lugar central enLas flores del mal, sobre todo en los poemas que conforman la seccin Spleen et idal, pero las palabrasspleenomelancolaapenas aparecen, y cuando esto ocurre es ms en los ttulos que en los versos. He all uno de los desafos de su trabajo potico, insiste Starobinski, para quien el trminospleendesigna el mismo mal [la melancola] pero a travs de un desvo que hace de l una suerte de intruso, elegante y a la vez irritante.A Starobinski le llama la atencin que la palabraspleenfuese acogida en Francia antes que dos vocablos,dandyydandysme,que caracteriza como cmplices: as como existe una asociacin entre la melancola y el espejo, un vnculo semejante se da, aunque a travs del narcisismo, con el dandy,que debe vivir y dormir delante de un espejo, segn escribiera Baudelaire enLe peintre de la vie moderne.Elspleenbaudelerianono es anlogo a la melancola romntica, sino al llamadomal de vivreidentificable con el tedio. Para Baudelaire, el tedio (lennui) es el mal absoluto. Muchos estudiosos han abordado este punto. Segn Claude Pichois, se trata de un tedio en el sentido teolgico y existencial que produce un efecto de remordimientos y morosidad. Segn Emmanuel Adatte, elspleenbaudeleriano es un estado de extrema inercia en el cual el pasado ya vivido y el futuro todava posible son ambos completamente despreciados.La sensibilidad modernaFue a muy poco de publicar en 1857Las flores del mal, libro en el que se encontraba la seccin llamada Spleen et idal,cuandoBaudelaire se puso a escribir los pequeos poemas en prosa que finalmente se conoceran comoEl spleen de Pars.Comospleenyennuison trminos intercambiables en Baudelaire, cierta ancdota ocurrida en torno a sus poemas en prosa cobra una dimensin especial: el diarioLe Figarohaba comenzado la publicacin deLe spleen de Parispero la interrumpi dos semanas despus, tras haber dado a conocer apenas seis poemas. Baudelaire fue a quejarse y el director del diario argument que esos poemas en prosa aburran a todo el mundo (en francs, ennuyaienttout le monde).Taedium vitaeVarios estudios publicados en los aos setenta exploran la tradicin deltaedium vitaeo delspleena lo largo de la historia de la literatura europea. En 1973, Madeleine Bouchez publicEl tedio: de Sneca a Alberto Moravia. Tres aos ms tarde, Reinhard Kuhn dio a conocerThe Demon of Noontide, Ennui in Western Litterature, y su arco lleg hasta Samuel Beckett.Al margen de estos estudios centrados en las letras europeas, ninguna produccin literaria especfica ha provocado como la francesa tantas especulaciones sobre el tedio esplentico. De 1980 esThe Horror of Life,librode Roger William que define alennuicomo un rasgo saliente de las letras de Francia y analiza los casos de Baudelaire, Jules de Goncourt, Flaubert, Maupassant y Alphonse Daudet.Algo por el estilo hace FrantzLeconte, pero su anlisis reviste una mayor amplitud histrica ya que se inicia en torno a la nocin de melancola en Charles dOrlans, estudia a otros poetas medievales (Christine de Pisan, Franois Villon) y atraviesa el Renacimiento (Louise Labb, Joachim du Bellay, Montaigne, Ronsard) antes de desembocar, claro, en Baudelaire.El rastreo de los esplengrafoses exhaustivo, y as resulta que en el teatro francs de los siglos XVII y XVIII abundaron obras comoLa malade sans maladie(La enferma sin enfermedad, 1699) de Dufresny,Les vapeurs(Los vapores, 1753) de La Mounire,Le malhereux imaginaire(El desgraciado imaginario, 1777) de Dorat oLAnglais Bordeaux(1788) de Favart, donde un personaje deca: Vuestra filosofa provoca elspleeny endurece los corazones.Lo que no aparece en la historia de Leconte ni en otras similares es una explicacin o una slida hiptesis de por qu elspleentuvo su epicentro en Francia. La pregunta no es formulada, acaso porque elennuies visto como una tradicin poco menos que constitutiva; no obstante, lejos de pensar esto, el historiador Philippe Joutard relata en la colosalHistoire de France(coordinada por Georges Duby) que los fenmenos delmal du sicle,dela neurosis y el decadentismo de fines del XIX, fueron adjudicados en su momento en Francia a influencias forneas: a la divulgacin del pensamiento alemn, de hroes como Werther o de pensadores como Schopenhauer, para quienes la voluntad de vivir trae consigo el mal y el sufrimiento; a la sombra de la novela rusa, de los nihilistas que pueblan las pginas de Turgueniev, del hombre del subsuelo de Dostoievski, de los personajes que como Oblomov habitan un tedio interminable; al influjo del ocultismo, del misticismo o del budismo que cimentaron una poderosa corriente antirracionalista.De Chateaubriand a Baudelaire, elennui, elspleen, el desgano ante la vida, el sentimiento de irremediable decadencia se haban hallado entre las constantes del romanticismo, slo que el positivismo y el realismo parecan haber eliminado sus miasmas y el autor deLas flores del malapareca como un sobreviviente, testigo de una poca felizmante abolida, dice Joutard. No obstante, es apenas el comienzo. Elfin de siclemarcar el auge del idealismo irracional por sobre el realismo positivo, del mismo modo que ste haba reaccionado contra el romanticismo. Su punto de contacto con la coyuntura poltica es muy significativo: la corriente irracional vive su esplendor entre 1884 y 1889, perodo de crisis para la Repblica.Caracterstica nacional o estado del alma adquirido por influencias forneas, elspleenresulta no obstante imposible de analizar sin pensar en la cultura parisina a partir del siglo XIX. De hecho, los abundantes estudios sobre Francia y el tedio esplentico concluyen que:a) Hayspleenen Stendhal (a quien le haba interesado mucho la novela del barn de Besenval) cuando en un carta de 1810 confiesa tener unspleenque termina en una fuerte fatiga corporal, o cuando en su diario (febrero de 1805) elogia un libro que me hubiese dado elspleenhace quince das.b) Hayspleenen Benjamin Constant y en Chateaubriand, de quien Gautier lleg a afirmar que era el inventor de la melancola.c) Hayspleenen Gautier (spleen luminoso de Oriente, escribe), a quien Baudelaire le dedicLas flores del mal.d) Hayspleenen Flaubert, quien lleg a manifestarle a Baudelaire: Ah, usted s que comprende las dificultades de la existencia.e) Hayspleenen Proust, quien dijo: No hay melancola sin memoria, ni memoria sin melancola.f) Hayspleeny a su vez dandismo en Huysmans, sobre todo enA contrapelo(A rebours) y en una carta dirigida a Thodore Hannon, en la que llega a escribir el participiospleentis(esplenetizado).g) Hayspleenen el belga Hannon, en sus horas cansadas y plmbeas, como escribe Daro.h) Hayspleenen Len Bloy cuando lamenta que nuestros padres eran mejores que nosotros, tenan entusiasmo por algo, como tambin escribe Daro.i) Hay una especie despleen tardo(dice Andr Guyaux) en Tristn Corbire, aun cuando se aparta de la idea baudeleriana.De seguir el anlisis podra llegarse hasta hoy y detectarennuiyspleen, por ejemplo, en Michel Houellebecq, quien en su primera novela,Extension du domaine de la lutte,hace de la prdida del apetito por la vida uno de los ejes centrales. No es que yo me sienta bajo; es ms bien que el mundo a mi alrededor me parece alto, dice el narrador, luego de comprobar que la msica lo emociona cada vez menos, de afirmar que una vida fuerte puede ser a la vez vaca y breve y de exponer la tesis de un amigo religioso para quien la civilizacin humana sufre de agotamiento vital, dado que en los tiempos de Luis xiv elapptit de vivreera grande pero ahora necesitamos que nos repitan que la vida es maravillosa y excitante.Nuevamente Houellebecq: Tuve la impresin de que conseguira instalarme de forma duradera en una vida ausente. Que el tedio, relativamente indoloro, me permitira seguir compliendo los gestos usuales de la vida. Nuevo error. El tedio prolongado no es una posicin soportable: se transforma tarde o temprano en percepciones netamente ms dolorosas, en un dolor positivo.El ennui inglsEn un texto dedicado alspleen, Henri-Franois Imbert subraya cierto dato curioso: que los ingleses suelen usar como equivalente la palabra francesaennui.Se detiene Imbert en el cuento Ennui de la irlandesa Maria Edgeworth (1767-1849), incluido en susTales of Fashionable Life,que interesaron mucho en su oportunidad a Stendhal. Autora deCastle Rackrent, precursora de la literatura regional, Edgeworth tena bastante de francfona y hasta lleg a escribir en 1812The Absintee,libro que algunos crticos definieron como balzaciano o incluso como una suerte denovela rusaantes de su tiempo.Imbert, como es lgico, no puede menos que sonrer ante el juego de espejos, ante la paradoja de que los ingleses empleasen una palabra francesa para designar eso mismo que los franceses indicaban en ingls.