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de conflicto -aunque no lo digan- también están tomando postura. A la ausencia de marco teórico, se le suma la falta casi escandalosa de herramientas que nos permitan investigar y producir conocimiento historiográfico nuevo (¿alguien vio alguna vez una fuente?Y no hablamos del coso que tira agua para arriba!!).
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¿en qué anda
historia?Cualquiera que se ponga un rato a pensar sobre
la carrera, tardará poco en darse cuenta que la
investigación no es un aspecto al que se le dé
mayor importancia, ni en la cursada ni en las
materias. Pensará, entonces, que la carrera de
Historia en la UBA está orientada hacia la
docencia… hasta que cursa las didácticas. En ese
momento, caerá en la cuenta de que nuestra
carrera no es más que un cúmulo de materias en el
que vamos aprobando cursos donde la tendencia
político-historiográfica a la que adscribe cada
cátedra se desdibuja, haciéndose pasar por
neutral, en la medida en que no se nos ofrece un
marco teórico adecuado que permita desarmar
las pretensiones universalistas de ciertas visiones
monolíticas de la historia.
Claro que, detrás de la fachada de la neutralidad,
se esconde siempre un posicionamiento. No
existe una historia neutral (y por lo tanto un
historiador neutral): tanto la investigación como
la producción de conocimiento implican una
toma de posición. No todos los historiadores y
docentes que leemos y/o escuchamos asumen
públicamente aquella causa por la que militan.
Quienes, por ejemplo, nos relatan la conquista en
términos de “encuentro”, la formación de los
Estado-Nación y la expansión y explotación
capitalista casi como un proceso natural, carente
de conflicto -aunque no lo digan- también están
tomando postura.
A la ausencia de marco teórico, se le suma la falta
casi escandalosa de herramientas que nos
permitan investigar y producir conocimiento
historiográfico nuevo (¿alguien vio alguna vez
una fuente?Y no hablamos del coso que tira agua
para arriba!!).
Otro punto de confusión generalizada radica en el
rol social y la relación con el “afuera” que tiene
nuestra carrera.Una disciplina como la historia no
puede estar al servicio de la carrera misma y
punto. Es decir, no debe encerrarse en las cuatro
paredes de un aula y solamente salir de paseo a un
congreso o unas jornadas. Si le agregamos a esto
que en repetidas ocasiones la historia que se
viene escribiendo adolece de todo tipo de mirada
crítica, tenemos como resultado una disciplina
endogámica y legitimadora, que abona a esta
cultura académico-política elitista que desliga el
saber del hacer.
Claramente, el propio perfi l de sujeto
“historiador” que la carrera construye implica
determinadas concepciones de lo que es la
Historia (en tanto ciencia social), del para qué y
del para quién de la misma.
Pero bueno, comienza un nuevo cuatrimestre y la carrera de Historia muestra algunas novedades. Este año, ante
un escenario en que los 'modernos' quedaron sólo con cuatro consejeros mayoría de profesores y minoría degraduados- existió la posibilidad de dar quórum y permitir que la Junta vuelva a sesionar.
Gracias a la gran participación estudiantil en el primer cuatrimestre, los estudiantes, docentes y graduados dehistoria votamos un programa en asamblea. Éste contiene una enorme cantidad de reivindicaciones y líneas deacción para transformar la carrera. Entre otras cosas, incluye los primeros pasos para desandar el camino de la tanmentada reforma del plan de estudios (tiene más años que muchos de los estudiantes de la carrera) y de lademocratización de los estamentales y anacrónicos órganos de co-gobierno. Bajo este programa, se eligió undirector de la carrera -también en asamblea- quien junto con los consejeros estudiantiles y la mayoría del claustro degraduados, quedaron sometidos al mandato asambleario.
Desde La Juntada pudimos profundizar nuestra posición respecto de las potencialidades de participar en un espacioinstitucional, en este caso una junta de carrera, en tanto ámbito factible de intervención para avanzar en laconsecución de las reivindicaciones de los estudiantes y, sobre todo, como un motor de movilización estudiantil. Poresta razón, pensamos que la elección de un director de carrera comprometido a reconocer e impulsar desde la juntael programa de historia puede funcionar, este contexto, como un elemento dinamizador del proceso.
Si por una de esas cosas de la vida, al entrar a la carrera
uno pretendía vincular la investigación histórica con la
construcción diaria de una realidad mejor, es muy
probable que día a día se decepcione un poco más de
la academia: si hay algo de lo que carece casi
completamente el plan de estudios de la carrera de
historia es de vocación de compromiso con la
sociedad a la que hace referencia, o sea, con los
actores que cotidianamente la construyen.
En fin, a veces tenemos la extraña sensación de estar
condenados a cortar y pegar una y otra vez las mismas
cosas que ya se dijeron y a restringir, paralelamente,
estos estériles debates a un grupo cada vez mas
reducido de entendidos en el tema, como si hacer
historia implicara necesariamente que el resto del
mundo no pueda entender de qué carajo estás
hablando.
Pero el ejemplo más sobresaliente de todo esto se
observa en la estructura que adquieren las cátedras. Si
uno desea comenzar un trabajo serio al interior de una
se encuentra con que no se sabe bien cómo lograrlo.
Sabemos que “las puertas están abiertas”, pero no
sabemos cómo, cuándo y dónde golpearlas. Y peor
a ú n , m e n o s s a b e m o s l o q u e n o s e s p e r a
(probablemente traducir textos, ser un che-pibe
durante un tiempo, y rezar para que alguna vez el Sr.
Feudal-Jefe de cátedra que te dirige se decida a
“apadrinarte” para que te presentes a una beca o
concurso. Y el problema reside en que no podemos
esperar a que una adscripción sea la que nos permita
aprender a investigar, a dar un práctico, a buscar
fuentes y a especializarnos.Aunque hay cátedras (que
son las menos, claro) donde efectivamente existe una
política interesante en este sentido, debe ser la
carrera la que nos brinde esas herramientas a todos, y
no a unos pocos que supieron golpear la puerta
adecuada en el momento indicado.
Todo esto se cristaliza en una forma antidemocrática
de construcción y (re)producción del conocimiento. El
conocimiento se construye (en el mejor de los casos),
o meramente se transmite, desde la cúspide de la
cátedra hacia abajo, dejando relegados o por fuera de
la discusión de los programas y contenidos a los
ayudantes-docentes de prácticos. En el último de los
escalafones, claro, los estudiantes, una suerte de
vasija vacía donde se vuelca un conocimiento ya
discutido y masticado, bajo la forma sólida de ladrillos
y más ladrillos de apuntes. Se trata de una concepción
del saber unilateral y exclusivamente academicista.
Es por todo esto que creemos que hay que avanzar en
una reforma del plan de estudios y en la
democratización de la carrera (de su co-gobierno y de
la producción del conocimiento) que haga lugar a
estas cuestiones que, creemos, no pueden seguir
siendo hegemónicas en la carrera.
Desde LA JUNTADA pensamos que es necesario
darnos todos (vos, yo, el compañero del banco de al
lado, el docente) la seria tarea de comprometernos
con la carrera que hemos elegido y asumir el ejercicio
de reflexionar y debatir, participar, organizarnos y
movilizarnos para darle un nuevo curso a esta carrera.
¿qué hay de nuevo, viejo?
La Junta Departamental es el órgano
tripartito de gobierno para la carrera. Estácompuesta por 4 profesores, 3 graduados y3 estudiantes, y cada claustro elige a susrepresentantes. En el caso de estudiantes,dicha elección se da cada 2 años. Este co-gobierno, posee, a pesar de contener atodos los claustros, un carácter bastanteantidemocrático debido a que elreglamento de la Junta afirma que sólopueden votar y ser elegidos por el claustrode profesores aquellos que sean titulares,asociados o adjuntos concursados, una “especie” extinta hoy en la Universidad de Buenos Aires, ya que hay unacarencia casi total de concursos y muchas veces, cuando los hay, resultan instancias poco transparentes (basadasmás en los contactos y afinidades político-académicas que en el mérito).
¿de qué estamos hablando cuando hablamos de junta de carrera?
Que no te la cuenten!
Creemos que esto es un avance político para quienes venimos luchando por transformar la carrera. Pero para queel proceso abierto siga vivo, depende de que nos comprometamos y fomentemos la discusión, el debate y laparticipación al interior de la carrera. Muy fácil es acusar con el dedo si tal asamblea o espacio es poco concurrido,cuando la apuesta es hacia ese lado. Lamentablemente muchos compañeros se dedican a juzgar experienciaspolíticas sin siquiera darse cuenta de lo poco que pueden genuinamente generar ellos mismos. Más allá de esto,que no dejan de ser opiniones marginales, y
todos
para que el programa no se transforme en una consigna más, para
sacarlo del papel, Nuestra apuesta es a la participación, al debate y a la lucha.
Se viene un cuatrimestre plagado de espacios para debatir y construir entre todos una nueva Historia
SUMATE!
ATENTI!!
En breve se debería convocar una asamblea
estudiantil de la carrera como a las comisiones
votadas (plan de estudios y democratización)
Tras un final de cuatrimestre bastante inusual por la gripe chancha, hubo
inconvenientes en la cursada de Historia Contemporánea, en la que
tozudamente se insistió en tomar el 2º parcial de manera presencial a
toda costa. El mismo fue el día 3/8, con carácter “optativo” (pero se
agregaron cosas para el final). A raíz de esto, un grupo de la cursada se
esta organizando para denunciar y enfrentar este tipo de
arbitrariedades. Más que nunca, es necesario organizarse y participar
para llevar adelante nuestras reivindicaciones.
Por lo tanto una gran cantidad de docentes (la mayoría de los que nos dan clases día a día en las aulas, muchossin cobrar nada) quedan excluidos de la participación en el claustro de profesores y deben hacerlo en el degraduados, sin importar que dicten clase todos los días o sean individuos totalmente desvinculados de la UBA:ambos tienen el mismo voto en el mismo claustro.
Bajo esta estructura existe una importante concentraciónde poder en la carrera, que va de la mano de lamonopolización de las instancias de (re)producción delconocimiento (cátedras, publicaciones, programas, becas,institutos de investigación) por un reducto minoritario de“profesores”, conocidos comúnmente como “losmodernos”, quienes han hegemonizado ideológicamentela carrera durante años y construido “feudos” en lafacultad, manejándola a su antojo a pesar de norepresentar hoy en día a nadie más que a si mismos y susintereses elitistas. Se oponen a las modificaciones quehace años se vienen impulsando en torno a losmecanismos de cogobierno, la reforma del plan deestudios, cátedras paralelas, etc. Son quienes han hechoun culto de la “profesionalización” de la disciplina,predicando en pos de la “desideologización” de nuestracarrera (es decir, separar la tarea intelectual de lasdemandas políticas), desacreditando otras visiones y, por lo tanto, esquivando la discusión y el debate de ideas,instancias imprescindibles para que podamos problematizar los contenidos en lugar de consumirlospasivamente.
Algunas de las funciones de la Junta son:
Sin embargo, las decisiones de este
órgano no son resolutivas sino que están
sujetas a la aprobación del Consejo
D i r e c t i v o , ó r g a n o a ú n m á s
antidemocrático, dado que se acentúa la
disparidad en la representación de los
claustros.
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Aprobación de cátedras y sus programas
Planificación de actividades institucionales
Revisión del plan de estudios
Realización de concursos
Organización de jornadas y congresos
lajuntada.historia@gmail.comlajuntadadefilo.blogspot.comEscribinos para mas novedades, puteadas, debates….