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Historia Resumida de la Armada del Ecuador, Parte I

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Desde hace algún tiempo se ha venido escribiendo sobre la historia de la Armada del Ecuador, por una parte el Instituto de Historia Marítima y por otra los diferentes autores que han enriquecido sus bibliotecas con excelentes libros sobre su proceso histórico; tenemos narraciones documentadas de hechos, buques y protagonistas; pero siempre ha faltado un documento que abarque otros campos que para mucha gente son desconocidos, como son las bases jurídicas de su existencia y su organización; todo esto complementado por una reseña histórica y fotografías de sus repartos y unidades que lo conforman.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR(COMPILACIÓN)

HISTORIA RESUMIDA DELA ARMADA DEL ECUADOR

Suboficial 2o (SP) José Gabriel Vargas Molina

Compilador

Armada del Ecuador

Comandante General de MarinaVicealmirante Luis Jaramillo Arias

Director General de Intereses MarítimosCapitán de fragata-EM Mac Mera Cárdenas

Edición del Instituto de Historia Marítima “Calm. Carlos Monteverde Granados”

Título:“Historia resumida de la Armada del Ecuador”

CompiladorSuboficial segundo José Gabriel Vargas Molina

PrólogoCapitán de fragata (SP) Mariano Sánchez BravoDirector del Inhima

Diseño editorialTcn. Marjorie Bravo Brito

Corrección de pruebas:Lic. Aída Rodríguez SalvatierraLic. Lilliam Chang DíazSgto. 1o Joel Pincay SalvatierraPeriodista Walter Riera Franco

ImpresiónEmpresa gráfica MacFormasTiraje: 1.000 ejemplares

Guayaquil, Ecuador, agosto de 2014

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PRESENTACIÓN

esde antes de 1986, año en que inició sus labores el Instituto de Historia Marítima, aparecieron las primeras obras sobre la Historia Marítima del Ecuador, pues distinguidos historiadores se dedicaron a esa ardua tarea, entre ellos don Julio

Estrada Ycaza y el doctor Octavio Latorre Tapia, siendo el primero de los nombrados, autor de aproximadamente medio centenar de publicaciones, de las cuales algunas de ellas tratan sobre la Historia marítima y portuaria del Ecuador, tal es que en 1972 publica “El puerto de Guayaquil 1 y al siguiente año el tomo 2 de esa colección, las mismas que entregan abundante información de esa materia, la que ha sido muy utilizada por los historiadores que lo seguimos.

Vendrían después otros investigadores, de ellos el más importante, es el contralmirante Carlos Monteverde Granados, con quien tuvimos la oportunidad de escribir algunos tomos de la Historia Marítima del Ecuador, siendo además un referente que a su momento nos decía en uno de sus escritos:

“Si bien es verdad que los hechos del pasado no se repiten de manera exacta, que las situaciones son otras, lo es también que las enseñanzas de la historia son un valioso aporte para comprender y dirigir el presente, vislumbrando el futuro.“El pueblo que no conoce su historia, no puede conocerse a sí mismo, no puede sentir orgullo de ser tal y siempre será proclive a optar por rutas distintas a las que le reclama su propia realidad.“La historia maestra del presente nos señala el camino a seguir, presentándonos los errores y también los aciertos de aquellos que nos precedieron, permitiéndonos así formarnos un juicio más cercano a lo verdadero, de situaciones actuales, que si bien distintas a las históricas, sin embargo, están condicionadas por éstas”.

Son dignos de mencionar también el doctor Jorge Pérez Concha, Olaf Holm y Eduardo Estrada Guzmán, que colaboraron incondicionalmente con nuestra revista semestral y engalanaron este Instituto con su vasta producción histórica, quedando de ellos libros de enorme interés, que han permitido perpetuar los diferentes episodios vividos por la Armada y por las distintas comunidades que han desarrollado su existencia en aquel elemento marino en diferentes épocas.

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Luego de 28 años de trabajo, el Instituto de Historia Marítima, habiéndose servido de aquellos historiadores, ha editado más de 100 publicaciones sobre nuestro pasado marítimo, y ya en la actualidad hemos visto la necesidad de elaborar un texto para el uso de los alumnos de la Armada en los distintos niveles de formación, especialización y perfeccionamiento. Trabajo que lo tomó a cargo el suboficial segundo (SP) José Gabriel Vargas Molina, quien se ha valido de aquellas obras ya editadas años atrás, para compilar los hechos más destacados y formar la Historia resumida de la Armada del Ecuador.

También es verdad que el autor nos entrega capítulos de su propia investigación, que sin duda, son un gran aporte a los fines que se persigue con esta obra. Lo hace cuando se refiere a los repartos navales en la época más contemporánea y en lo relativo al organigrama estructural de la Armada, esto en base a su experiencia y a los profundos estudios efectuados con enorme entusiasmo por el suboficial Vargas.

El libro sin duda atraerá a muchos lectores, sobre todo a aquellos que tengan la necesidad de consultar los episodios institucionales en forma sintetizada. Esta obra hacía falta, y habiéndose hecho realidad su edición, está a la disposición de todas las personas que lo requieran.

Mariano Sánchez BravoCapitán de fragata (SP)

Director del Instituto de Historia Marítima

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INDICE

Materia Página

Presentación ..........................................................................................................................................................................................................5

Introducción .......................................................................................................................................................................................................17

Consideraciones generales ...............................................................................................................................................................................20

CAPÍTULO ILA NAVEGACIÓN ABORIGEN EN EL ECUADOR .......................................................................................................................27

LA NAVEGACIÓN ABORIGEN ..............................................................................................................................................................29

GUAYAQUIL EN LA HISTORIA .............................................................................................................................................................33

- Con la fundación nace el puerto de Guayaquil .....................................................................................................................................33

- Guayaquil y el comercio marítimo colonial.............................................................................................................................................35

- Los astilleros del Guayaquil antiguo .........................................................................................................................................................37

- Tipos de naves construidas en los astilleros de Guayaquil ....................................................................................................................53

LA ARMADA REAL ANTES DE LA INDEPENDENCIA ..............................................................................................................57

- Organización de la Armada ........................................................................................................................................................................57

- La Armada de la Mar del Sur ......................................................................................................................................................................58

CAPÍTULO IINACE UNA MARINA DE GUERRA (1822 – 1830) ..........................................................................................................................65

LA MARINA DE GUERRA DE LA GRAN COLOMBIA ................................................................................................................67- Capitanía de Puerto de Guayaquil ............................................................................................................................................................69- La Infantería de Marina ...............................................................................................................................................................................70

PRIMERA ESCUELA NÁUTICA .............................................................................................................................................................70

PRIMERA FUERZA NAVAL ......................................................................................................................................................................71

- Goleta Alcance .............................................................................................................................................................................................72- Bergantín Chimborazo ................................................................................................................................................................................72- Goleta Pichincha ...........................................................................................................................................................................................73- Corbeta Pichincha ........................................................................................................................................................................................73- Goleta Guayaquileña ....................................................................................................................................................................................74- Bergantín Vicente .........................................................................................................................................................................................74

BATALLA DE TARQUI ................................................................................................................................................................................76

- Combate de Malpelo ....................................................................................................................................................................................78

- Invasión de la Escuadra peruana a Guayaquil .........................................................................................................................................84

- Desarrollo de la guerra .................................................................................................................................................................................85

ARRIBO DE LA FRAGATA COLOMBIA A GUAYAQUIL ............................................................................................................90

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CAPÍTULO IIILA ARMADA DE LOS PRIMEROS TIEMPOS (1830 -1860) .........................................................................................................95

LA FUERZA NAVAL A INICIOS DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR ................................................................................97

BUQUES QUE CONFORMARON EL DEPARTAMENTO MARÍTIMO DEL ECUADOR .............................................99

- Fragata Colombia .........................................................................................................................................................................................99

- Bergantín 27 de Febrero ........................................................................................................................................................................... 100

- Goleta Itsmeña ........................................................................................................................................................................................... 100

- Goleta Gracia del Guayas ......................................................................................................................................................................... 101

- Pailebot Diligencia .................................................................................................................................................................................... 101

LA REVOLUCIÓN DE LOS CHIHUAHUAS .................................................................................................................................. 102

- Goleta Juanita ............................................................................................................................................................................................. 103

- Bergantín Valeroso ..................................................................................................................................................................................... 103

- Goleta Atrevida .......................................................................................................................................................................................... 103

- Goleta Diligencia ....................................................................................................................................................................................... 103

INVENTO DEL SUBMARINO HIPOPÓTAMO ........................................................................................................................... 104

PERÍODO DE DECADENCIA DE LA MARINA DE GUERRA ............................................................................................... 105

- Vapor de guerra Guayas ............................................................................................................................................................................ 106

LEGISLACIÓN EN BENEFICIO DE LA ARMADA ...................................................................................................................... 108

- Ley Orgánica de Marina .......................................................................................................................................................................... 109

- Ley Orgánica de la Matrícula de Marina ............................................................................................................................................... 112

ORGANIZACIÓN DE LA ARMADA DESPUÉS DE LA REVOLUCIÓN DEL 6 DE MARZO .................................... 113

- Bergantín “Seis de Marzo” ...................................................................................................................................................................... 114

- Goleta “Invencible” ................................................................................................................................................................................... 114

REVOLUCIÓN DEL GENERAL JOSÉ MARIA URBINA ........................................................................................................... 115

- Vapor de guerra “Machala”. ...................................................................................................................................................................... 116

- Bergantín “Seis de Marzo” ....................................................................................................................................................................... 117

INVASIÓN DEL GENERAL JUAN JOSÉ FLORES ......................................................................................................................... 117

Bergantín goleta “17 de Julio” ...................................................................................................................................................................... 118

Pailebot de guerra “Olmedo” ........................................................................................................................................................................ 118

LA ARMADA DURANTE EL AÑO 1854 .......................................................................................................................................... 119

- Buques de la escuadrilla naval y cuadro de jerarquías ......................................................................................................................... 119

LA ESCUADRA PERUANA BLOQUEA GUAYAQUIL................................................................................................................ 121

LA ESCUELA NÁUTICA DURANTE ESTE PERÍODO ............................................................................................................. 122

CAPÍTULO IVEL PROGRESISMO EN LA ARMADA NACIONAL (1860-1895) ............................................................................................ 125

GOBIERNO PROVISORIO DE GARCÍA MORENO ................................................................................................................... 127

9

LA ESCUADRILLA DEL GOBIERNO PROVISIONAL .............................................................................................................. 129

- Goleta de guerra “General Sucre”, ......................................................................................................................................................... 129

- Goleta “4 de Abril” .................................................................................................................................................................................... 129

- Goleta de guerra “Salado” ........................................................................................................................................................................ 129

CAPITANÍA DEL PUERTO DE GUAYAQUIL ................................................................................................................................ 130

LA ESCUADRILLA DURANTE LA DECLARACIÓN DE GUERRA DE COLOMBIA A NUESTRO PAÍS........... 131

- Goleta “Guayas” (ex Clorinda María) ................................................................................................................................................... 131

- Goleta “Flor de Avante”............................................................................................................................................................................ 131

INVASIÓN DEL GENERAL JOSÉ MARÍA URBINA .................................................................................................................... 132

LA ESCUADRILLA NACIONAL EN 1864 ........................................................................................................................................ 132

- Vapor “Guayas” (ex Anne) ....................................................................................................................................................................... 133

- Vapor “Smirk” ............................................................................................................................................................................................. 133

- Vapor “Washington” ................................................................................................................................................................................. 133

- Vapor “Talca” .............................................................................................................................................................................................. 133

- Vapor “Bernardino” ................................................................................................................................................................................... 134

COMBATE NAVAL DE JAMBELÍ ......................................................................................................................................................... 134

ORGANIZACIÓN DE LA ARMADA EN 1867 ............................................................................................................................... 136

ECUADOR Y SU ARMADA DURANTE LA GUERRA CONTRA ESPAÑA ...................................................................... 137

- García Moreno General en Jefe del Ejército ........................................................................................................................................ 138

ORGANIZACIÓN DEL EJÉRCITO EN COMANDANCIAS GENERALES DE DISTRITO

(ZONAS MILITARES).............................................................................................................................................................................................138

- Goleta “Guayaquileña” ............................................................................................................................................................................ 139

- Pailebot de guerra “Mercedes” ................................................................................................................................................................ 139

- Asesinato de “García Moreno” ................................................................................................................................................................ 140

LEGISLACIÓN MILITAR ........................................................................................................................................................................ 142

- Leyes y Reglamentos Militares que afectan a la Armada ................................................................................................................... 142

LA REVOLUCIÓN LIBERAL ................................................................................................................................................................. 143

- Situación política desencadena la revolución ....................................................................................................................................... 143

- Vapor “Nueve de Julio” (ex Santa Lucía) ............................................................................................................................................... 145

- Vapor “Seis de Diciembre” (Ex Huacho) .............................................................................................................................................. 145

- Desarrollo de la Revolución .................................................................................................................................................................... 146

- Vapor “Pichincha” (ex Alajuela) .............................................................................................................................................................. 148

- Combate naval de Jaramijó ...................................................................................................................................................................... 150

ADQUISICIÓN DE BUQUES PARA ENFRENTAR LA REVOLUCIÓN LIBERAL ......................................................... 151

- Crucero “Cotopaxi” ................................................................................................................................................................................. 151

- Cañonero “Tungurahua” .......................................................................................................................................................................... 152

LA ESCUELA NÁUTICA EN ESTE PERÍODO .............................................................................................................................. 152

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CAPÍTULO VLA ARMADA DURANTE EL PERIODO ALFARISTA Y SU PARTICIPACIÓN DURANTE LA CAMPAÑA DE ESMERALDAS (1895-1916) ..................................................................................................................................................................... 150

PRIMERA PRESIDENCIA DE ELOY ALFARO ............................................................................................................................... 157

CREACIÓN DE NUEVOS REPARTOS DURANTE ESTE PERIODO .................................................................................. 160

- Capitanía de Puerto Bolívar .................................................................................................................................................................... 160

- Arsenal de Marina ...................................................................................................................................................................................... 161

CAMBIOS EN LA ORGANIZACIÓN DE LA ARMADA ............................................................................................................ 162

LA MISIÓN NAVAL CHILENA ............................................................................................................................................................. 163

- Buque Escuela “Marañón” ..................................................................................................................................................................... 165

- Cazatorpedero “Libertador Bolívar” ..................................................................................................................................................... 166

- Algunos contratos de personas chilenas y nacionales ......................................................................................................................... 167

LA CRISIS INTERNACIONAL DE 1910 ........................................................................................................................................... 167

Base fortificada de Punta de Piedra ............................................................................................................................................................. 168

LA ESCUELA NAVAL EN QUITO ....................................................................................................................................................... 169

PARTICIPACIÓN DE LA ARMADA DURANTE LA CAMPAÑA DE ESMERALDAS .................................................. 171

- Torpedero “Tarqui” ................................................................................................................................................................................... 173

- Transporte de guerra “Constitución” .................................................................................................................................................... 173

- Guardacostas “Patria” ................................................................................................................................................................................ 174

- Vapor “Montealto” .................................................................................................................................................................................... 175

- Situación del personal de oficiales y tripulantes de la Armada ......................................................................................................... 175

- Primera fase de la campaña ...................................................................................................................................................................... 175

- Segunda fase de la campaña ..................................................................................................................................................................... 179

- Fin de los combates .................................................................................................................................................................................... 183

LA ESCUELA NAVAL Y EL GENERAL ALFARO .......................................................................................................................... 184

CAPÍTULO VIDECADENCIA DE LA INSTITUCIÓN (1916-1942) ................................................................................................................... 189

CONFORMACIÓN DEL CIRCULO NAVAL .................................................................................................................................. 191

- Balandra “General Villamil” .................................................................................................................................................................... 192

CAMBIOS EN LA ORGANIZACIÓN DE LAS FUERZAS ARMADAS ................................................................................. 192

- La misión militar italiana ......................................................................................................................................................................... 192

LA REVOLUCIÓN JULIANA ................................................................................................................................................................ 193

- Cambios en la organización de la Armada............................................................................................................................................ 194

- Motovelero “Patria” ................................................................................................................................................................................... 196

- Aviso “Atahualpa” ...................................................................................................................................................................................... 196

EL COMBATE DE GALA ......................................................................................................................................................................... 197

SITUACIÓN DE LA ESCUADRILLA EN 1926 ............................................................................................................................... 198

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- Buque escuela “Presidente Alfaro” ......................................................................................................................................................... 199

LA ESCUELA NAVAL ................................................................................................................................................................................ 200

- Segundo año de la Escuela Naval (1937) .............................................................................................................................................. 203

- Tercer curso de cadetes en Chile (1938) ............................................................................................................................................... 204

- Suspensión de la Escuela Naval ............................................................................................................................................................... 207

FORMACIÓN Y ENTRENAMIENTO DEL PERSONAL DE TRIPULACIÓN ................................................................. 207

- Escuela de Grumetes ................................................................................................................................................................................. 207

- Escuela de Especialidades ........................................................................................................................................................................ 214

NUEVOS REPARTOS NAVALES DURANTE ESTE PERÍODO ............................................................................................... 216

- Capitanía de Puerto Baquerizo .............................................................................................................................................................. 216

- Servicio Hidrográfico de la Armada ...................................................................................................................................................... 217

- Capitanía de Salinas .................................................................................................................................................................................. 218

SITUACIÓN DE LA FUERZA OPERATIVA A INICIOS DE 1940 .......................................................................................... 218

COMBATE NAVAL DE JAMBELÍ ......................................................................................................................................................... 219

- Los hechos ................................................................................................................................................................................................. 223

- Participación de aviso Atahualpa en la guerra Ecuador Perú ............................................................................................................ 225

- Consideraciones generales de la participación de la Armada en el conflicto ................................................................................. 227

CAPÍTULO VIIRENACIMIENTO DE LA ARMADA (1942 – 1970) ..................................................................................................................... 233

REORGANIZACIÓN DEL MANDO NAVAL ................................................................................................................................. 235

- La misión naval de los EE.UU. de América .......................................................................................................................................... 235

- La Comandancia General de Marina ..................................................................................................................................................... 236

- Escudo histórico de la Armada ................................................................................................................................................................ 238

IMPORTANTES CAMBIOS EN LA ORGANIZACIÓN DE LA ARMADA ......................................................................... 239

- B/P Manabí ................................................................................................................................................................................................. 240

- B/P 9 de Octubre ....................................................................................................................................................................................... 240

- Fragata Guayas ............................................................................................................................................................................................ 241

- BAE Atahualpa ........................................................................................................................................................................................... 243

CREACIÓN DE NUEVOS REPARTOS NAVALES ......................................................................................................................... 245

- Capitanía de Puerto de Manta ................................................................................................................................................................ 245

- Base Naval de Salinas................................................................................................................................................................................. 245

- Capitanía de Puerto Ayora ....................................................................................................................................................................... 246

- La Escuadra Naval ...................................................................................................................................................................................... 247

- Estado Mayor de la Armada ..................................................................................................................................................................... 248

- Dirección de la Marina Mercante y del Litoral .................................................................................................................................... 252

- Estación Naval de San Lorenzo ............................................................................................................................................................... 253

- Primera Zona Naval .................................................................................................................................................................................. 254

12

- Segunda Zona Naval ................................................................................................................................................................................. 255

- Dirección del Material .............................................................................................................................................................................. 256

- Dirección del Personal .............................................................................................................................................................................. 257

- Capitanía de San Lorenzo ........................................................................................................................................................................ 257

- Academia de Guerra Naval ...................................................................................................................................................................... 257

- Dirección de Sanidad ................................................................................................................................................................................ 258

- Capitanía de puerto de Bahía de Caráquez .......................................................................................................................................... 260

- Escuela de la Marina Mercante ................................................................................................................................................................ 260

- Capitanía del Puerto de Esmeraldas ...................................................................................................................................................... 261

- Cuerpo de Infantería de Marina ............................................................................................................................................................. 261

- Escuela de Infantería de Marina .............................................................................................................................................................. 264

- La Aviación Naval ...................................................................................................................................................................................... 265

- Dirección de Bienestar .............................................................................................................................................................................. 266

INCORPORACIÓN DE UNIDADES NAVALES ENTRE 1942 Y 1970 .................................................................................. 267

- Galería de buques en este período .......................................................................................................................................................... 268

- Buque Insignia de la Armada ................................................................................................................................................................... 271

LA ESCUELA NAVAL DURANTE ESTE PERÍODO .................................................................................................................... 272

- Reapertura de la Escuela Naval ............................................................................................................................................................... 273

- La Escuela Naval a la Costa ...................................................................................................................................................................... 274

ESCUELA DE GRUMETES ..................................................................................................................................................................... 275

CENTROS DE RECREACIÓN NAVAL .............................................................................................................................................. 276

- El Club Naval de Guayaquil .................................................................................................................................................................... 276

- Club Casino de Tripulación .................................................................................................................................................................... 279

CAPÍTULO VIIILA NUEVA MARINA (1970-1990) ........................................................................................................................................................ 283

CAMBIOS TRASCENDENTALES EN LA ORGANIZACIÓN DE LA ARMADA ............................................................ 285

- Salón de Honor de la Comandancia General de Marina................................................................................................................... 287

CREACIÓN DE REPARTOS NAVALES DURANTE ESTE PERÍODO ................................................................................. 289

- Capitanía de Nuevo Rocafuerte ............................................................................................................................................................. 289

- Base Naval Norte ....................................................................................................................................................................................... 290

- Capitanía de puerto de Seymour ............................................................................................................................................................ 290

- Transportes Navieros Ecuatorianos ........................................................................................................................................................ 290

- Escuela de Aviación Naval ........................................................................................................................................................................ 291

- Instituto Oceanográfico ........................................................................................................................................................................... 292

- Inspectoría General de la Armada .......................................................................................................................................................... 292

- Superintendencia del Terminal Petrolero de Balao ............................................................................................................................. 292

- Astilleros Navales Ecuatorianos .............................................................................................................................................................. 293

13

- Dirección General de Intereses Marítimos ........................................................................................................................................... 294

- Dirección de Abastecimientos ................................................................................................................................................................ 297

- Superintendencia del Terminal Petrolero de La Libertad ................................................................................................................. 298

- Capitanía de Puerto El Carmen de Putumayo..................................................................................................................................... 298

- Superintendencia del Terminal Petrolero de El Salitral ..................................................................................................................... 299

- Dirección de Ingeniería Civil y Portuaria ............................................................................................................................................. 299

- Capitanía del Puerto de Francisco de Orellana (Coca) ..................................................................................................................... 300

- Dirección de Comunicaciones (DIRCOM) ....................................................................................................................................... 301

- Dirección de Electrónica Comunicaciones y Armamento ................................................................................................................ 302

- Comando de Operaciones Navales ........................................................................................................................................................ 302

- Secretaría General y Finanzas de la Armada ......................................................................................................................................... 305

- Base Naval de Guayaquil .......................................................................................................................................................................... 305

- Flota Petrolera Ecuatoriana...................................................................................................................................................................... 306

- Dirección de Inteligencia Naval .............................................................................................................................................................. 307

- Dirección General de Finanzas ............................................................................................................................................................... 308

- Escuela de Submarinos .............................................................................................................................................................................. 310

- Comando del Cuerpo de Guardacostas ................................................................................................................................................ 311

- Dirección General de Educación ............................................................................................................................................................ 313

- BAE Presidente Alfaro Ex Holder.......................................................................................................................................................... 313

- Escuela de Superficie ................................................................................................................................................................................. 313

- Tercera Zona Naval.................................................................................................................................................................................... 314

- Base Naval de Jaramijó .............................................................................................................................................................................. 315

- Servicio de Dragas ..................................................................................................................................................................................... 316

- Hospital Naval de Guayaquil................................................................................................................................................................... 318

- Instituto de Historia Marítima ............................................................................................................................................................... 319

- Escuela de Hidrografía .............................................................................................................................................................................. 320

- Escuela Contra Incendios y Control de Averías .................................................................................................................................. 321

- Dirección de Ingeniería Naval ................................................................................................................................................................. 321

- Dirección de Vivienda .............................................................................................................................................................................. 322

- Batallón de I.M. No 12 Esmeraldas ......................................................................................................................................................... 322

- Batallón de I.M. No 11 San Lorenzo ..................................................................................................................................................... 322

- Batallón de I.M. No 21 Jaramijó ............................................................................................................................................................. 322

INCORPORACIÓN DE UNIDADES NAVALES ENTRE 1970 Y 1990 .................................................................................. 323

- Escuadrón de Lanchas Misileras (LAE Quito, Guayaquil y Cuenca) ............................................................................................ 324

- Buque escuela Guayas ............................................................................................................................................................................... 326

- BAE Hualcopo ........................................................................................................................................................................................... 327

- BAE Chimborazo ..................................................................................................................................................................................... 328

- Escuadrón de Submarinos (BAE Shyri y Huancavilca) ..................................................................................................................... 330

14

- BAE Orión .................................................................................................................................................................................................. 333

- Escuadrón de Corbetas (BAE Esmeraldas, Manabí, Los Ríos, El Oro, Galápagos y Loja) ........................................................ 347

- Escuadrón de Auxiliares ........................................................................................................................................................................ .344

INSTITUTOS DE FORMACIÓN DURANTE ESTE PERÍODO ............................................................................................. 345

- La Escuela Naval......................................................................................................................................................................................... 345

- Escuela de Perfeccionamiento de Tripulantes ...................................................................................................................................... 346

- Escuela de Grumetes ................................................................................................................................................................................. 346

CAPÍTULO IXLA ARMADA DEL SIGLO XXI (1990-2010) ..................................................................................................................................... 349

ORGANIGRAMA ESTRUCTURAL DE LA ARMADA ............................................................................................................... 351

COMANDO GENERAL ........................................................................................................................................................................... 351

- Comandancia General de Marina .......................................................................................................................................................... 351

- Lista de Comandantes Generales de la Armada .................................................................................................................................. 352

- Dirección de Seguridad y Prevención de Accidentes ......................................................................................................................... 354

- Secretaría General de la Armada ............................................................................................................................................................. 354

- Estación Naval de Quito .......................................................................................................................................................................... 355

ESTADO MAYOR DE LA ARMADA ................................................................................................................................................... 356

- Inspectoría General de la Armada .......................................................................................................................................................... 358

- Dirección de Inteligencia Naval .............................................................................................................................................................. 360

- Dirección de Tecnologías de la Información y Comunicaciones ..................................................................................................... 362

COMANDO DE OPERACIONES NAVALES .................................................................................................................................. 365

- Buque Escuela Guayas ............................................................................................................................................................................... 366

- Zonas Navales ............................................................................................................................................................................................. 367

- Clasificación e identificación de unidades navales y aeronavales de la Armada ............................................................................ 367

- Comandancia de la Escuadra ................................................................................................................................................................... 369

- Escuadrón de Fragatas (BAE Presidente Alfaro (FM-01), BAE Morán Valverde (FM-02) Buque insignia)......................... 369

- Escuadrón de Corbetas (BAE Esmeraldas (CM-11), BAE Manabí (CM-12), BAE Los Ríos (CM-13), BAE El Oro

(CM-14), BAE Galápagos (CM-15), BAE Loja (CM-16)). ............................................................................................................ 378

- Escuadrón de Lanchas Misileras (LAE Quito (LM-21), Guayaquil (LM-23), Cuenca (LM-24)). ........................................ 382

- Escuadrón de Auxiliares (BAE Chimborazo (RA-70), BAE Calicuchima (TR-62), BAE Quisquis (TR-64) y BAE Atahualpa TR-63)) .................................................................................................................................................................................... 384

- Escuadrón de Submarinos (BAE Shyri (SS-101), Huancavilca (SS-102)) .................................................................................... 388

- Cuerpo de Infantería de Marina (Batallón de IM No 11 San Lorenzo, Batallón de IM No 12 Esmeraldas, Batallón

de IM No 21 Jaramijó, Batallón de IM No 22 Jambelí, Batallón de IM No 23 San Eduardo) .................................................... 392

- Comando de la Aviación Naval (Estación Aeronaval de Manta, Escuadrón UAV). ................................................................... 401

- Comando de Operaciones Insular.......................................................................................................................................................... 406

- Comando de Operaciones Norte ........................................................................................................................................................... 407

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- Dirección Nacional de los Espacios Acuáticos (Secretaría Ejecutiva de Protección Marítima; Función básica y responsabilidades de las Capitanías) ...................................................................................................................................................... 409

- Dirección Regional de los Espacios Acuáticos Insular ....................................................................................................................... 414

- Dirección Regional de los Espacios Acuáticos Esmeraldas ............................................................................................................... 418

- Dirección Regional de los Espacios Acuáticos Manabí ..................................................................................................................... 420

- Dirección Regional de los Espacios Acuáticos de Guayas y Santa Elena ........................................................................................ 422

- Dirección Regional de los Espacios Acuáticos de El Oro .................................................................................................................. 423

- Dirección Regional de los Espacios Acuáticos Oriental .................................................................................................................... 424

- Comando del Cuerpo de Guardacostas ................................................................................................................................................ 427

- Escuela de la Marina Mercante ................................................................................................................................................................ 437

- Superintendencias de los Terminales Petroleros .................................................................................................................................. 440

DIRECCIÓN GENERAL DE INTERESES MARÍTIMOS ........................................................................................................... 444

- Instituto Oceanográfico ........................................................................................................................................................................... 447

- BAE Orión .................................................................................................................................................................................................. 450

- Instituto de Historia Marítima ............................................................................................................................................................... 451

- Servicio de Dragas ..................................................................................................................................................................................... 454

DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN Y DOCTRINA .................................................................................................... 457

- Academia de Guerra Naval ...................................................................................................................................................................... 459

- Escuela Superior Naval “Comandante Rafael Morán Valverde” ...................................................................................................... 461

- Centro Tecnológico Naval “Suboficial Gerardo Ramírez Rambay” ............................................................................................... 461

- Escuela de Grumetes “Contramaestre Juan Suarez” ........................................................................................................................... 462

- Escuelas Básicas, de entrenamiento y perfeccionamiento.................................................................................................................. 463

- Unidades Educativas Navales (Liceos Navales) ................................................................................................................................... 476

- Base Naval Norte ...................................................................................................................................................................................... 481

- Base Naval de Salinas................................................................................................................................................................................. 481

- Universidad Naval “Comandante Rafael Morán Valverde” .............................................................................................................. 481

DIRECCIÓN GENERAL DE RECURSOS HUMANOS .............................................................................................................. 484

- Dirección de Personal, ............................................................................................................................................................................. 484

- Dirección de Bienestar ............................................................................................................................................................................. 484

- Dirección de Vivienda .............................................................................................................................................................................. 485

- Dirección de Sanidad ................................................................................................................................................................................ 486

- Hospital Naval Guayaquil ........................................................................................................................................................................ 487

- Hospital Naval de Esmeraldas ................................................................................................................................................................. 487

DIRECCIÓN GENERAL DEL MATERIAL ...................................................................................................................................... 490

- Dirección de Mantenimiento y Recuperación de Unidades Navales ............................................................................................. 491

- Dirección de Abastecimientos ................................................................................................................................................................ 495

- Dirección de Administración Financiera ............................................................................................................................................. 496

- Dirección de Investigación y Desarrollo ............................................................................................................................................... 497

- Dirección de Ingeniería Civil y Portuaria ............................................................................................................................................. 498

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- Base Naval de Guayaquil .......................................................................................................................................................................... 499

- Base Naval de Jaramijó .............................................................................................................................................................................. 500

DIRECCIÓN GENERAL DE FINANZAS ......................................................................................................................................... 501

DIRECCIÓN DE EMPRESAS DE LA ARMADA (Flopec, Astinave, Transnave, Multimodal, y Semalog) ........................ 502

CENTROS DE RECREACIÓN NAVAL (Club Naval Guayaquil, Corporación Casino de Tripulación de la Armada).... 507

CAPÍTULO XLA ARMADA DEL ECUADOR DENTRO DE LA ORGANIZACIÓN DE LAS FUERZAS ARMADAS ECUATORIANAS........................................................................................................................................................................................ 513

MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL ....................................................................................................................................... 515

- Instituto Antártico Ecuatoriano ............................................................................................................................................................. 521

COMANDO CONJUNTO DE LAS FF.AA. ...................................................................................................................................... 526

FUERZA TERRESTRE .............................................................................................................................................................................. 527

FUERZA NAVAL ......................................................................................................................................................................................... 530

FUERZA AÉREA ......................................................................................................................................................................................... 534

- Glosario ........................................................................................................................................................................................................ 541

- Bibliografía .................................................................................................................................................................................................. 545

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INTRODUCCIÓN

esde hace algún tiempo se ha venido escribiendo sobre la historia de la Armada del Ecuador, por una parte el Instituto de Historia Marítima y por otra los diferentes autores que han enriquecido sus bibliotecas con excelentes libros sobre su proceso

histórico; tenemos narraciones documentadas de hechos, buques y protagonistas; pero siempre ha faltado un documento que abarque otros campos que para mucha gente son desconocidos, como son las bases jurídicas de su existencia y su organización; todo esto complementado por una reseña histórica y fotografías de sus repartos y unidades que lo conforman.

El presente trabajo de investigación es el producto de la compilación de los diferentes libros editados por el Instituto de Historia Marítima y otros autores miembros de la Academia Nacional de Historia Militar del Ecuador y de la Academia Ecuatoriana de Historia Marítima y Fluvial, así como la información proporcionada por los diferentes repartos y unidades de la Armada, con la finalidad de facilitar el conocimiento y aprendizaje de esta fascinante fase de la vida humana.

Iniciaremos un crucero a través del tiempo y del espacio, que nos permitirá conocer la Armada del Ecuador, desde la época precolombina hasta los albores del siglo XXI; este viaje imaginario nos otorgará de buena tinta, saber quiénes somos, a qué nos dedicamos y cuál será nuestro futuro si decidiésemos ingresar a la Armada del Ecuador; una organización cargada de tradiciones y hechos heroicos, que han permitido situarle como una de las Instituciones más queridas y respetadas de nuestra patria.

En la introducción se exponen las bases jurídicas en las cuales se expresa el porqué de la existencia de las Fuerzas Armadas, conforme contempla la nueva Constitución del Ecuador, determinando su rol dentro de la organización del Estado ecuatoriano, así como la organización estructural de la Armada, sustentada sobre los nuevos procesos que permiten una administración ágil y eficiente en todos los sectores que la conforman; estos conocimientos proporcionarán un concepto claro de su estructura orgánica y su gestión, para cumplir el mandato constitucional de defender nuestra soberanía, sus recursos naturales y custodiar nuestra heredad territorial a través de mantener una Fuerza Naval moderna y

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bien equipada, así como participar en los procesos que permitan el desarrollo de la sociedad ecuatoriana en general.

El capítulo I contiene una reminiscencia de porqué el Ecuador es un país de origen marítimo, esas raíces profundas que obligaron a nuestros aborígenes a mirar al mar de frente y forjaron en el alma de su pueblo, el amor hacia todo lo relacionado con el mar, con razón podemos decir que quienes nacimos en esta bendita tierra, somos de origen marinero.

En los capítulos II, III, IV, V, y VI se encuentra registrada una serie de acontecimientos suscitados a través del tiempo en la organización estructural de la Armada del Ecuador, hechos que se relacionan indudablemente con la historia de nuestro país y el rol que desempeñaron los diferentes personajes que conformaron nuestra Institución, buscando permanentemente el desarrollo de la Armada Nacional. Se describe a los principales buques que conformaron las llamadas escuadrillas o flotillas, que en un inicio no eran sino buques de transportes que fueron armados en guerra, para enfrentar las continuas revueltas internas.

En el capítulo VII se reseña la situación de la Armada en los años posteriores a la II Guerra Mundial, cuando producto de la participación de la Misión Naval norteamericana, llegaron al Ecuador algunos buques norteamericanos que fueron transferidos a nuestra Armada para el patrullaje de las costas, conformándose una pequeña organización llamada Escuadrilla. La Armada, una vez separada organizacionalmente del Ejército ecuatoriano, inicia un período de desarrollo, tanto en el aspecto profesional de sus integrantes, como en el equipamiento material, con la mentalidad de una Fuerza Naval, componente de un poder naval necesario para el desarrollo del país, así como para la seguridad interna y externa del mismo.

El capítulo VIII inicia cuando la Armada al mando del vicealmirante Sergio Vásquez Pacheco, emprende un período de cambios trascendentales en su organización; período que coincide con el Gobierno nacionalista y revolucionario del general Guillermo Rodríguez Lara; se impulsaron cambios que infundieron un nuevo espíritu a los procedimientos de la Institución, orientados a diversos objetivos y políticas. Este período es decisivo para la vida de la Armada del Ecuador, porque se emprendieron acciones que incluyeron construcciones de bases, edificios y otras estructuras físicas; se adquirieron por primera vez buques de guerra y submarinos, construidos especialmente para la Armada, un buque escuela, aviones y helicópteros, se equipó las redes de telecomunicaciones con modernos sistemas de radio, así como se emprendió un importante proceso en la formación del su personal.

En el capítulo IX se encuentra una nueva Marina, una Institución que se ha venido preparando profesionalmente para enfrentar los nuevos retos del siglo XXI, ahora conforme lo dispone la Constitución del 2008, el rol de las Fuerzas Armadas ha cambiado y debe afrontar otras tareas a las cuales debe ineludiblemente prepararse y entrenarse para cumplir eficientemente los nuevos retos y enfrentar a un enemigo aparentemente desconocido pero que estaba siempre dentro del país; el flagelo del narcotráfico, la narco guerrilla, el tráfico ilegal de armas, contrabando y otros tantos problemas que actualmente deben combatir los organismos del Estado apoyados por las Fuerzas Armadas; por esta razón se ha incluido la misión, visión y tareas más importantes que realizan cada uno de los repartos y unidades que conforman la Armada, en los diferentes sectores dentro de su organización hasta finales del año 2010.

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Para que el lector comprenda el entorno institucional de las Fuerzas Armadas, en el capítulo X se ha incluido una descripción de cómo están organizadas las otras Ramas de las Fuerzas Armadas; ahora con un concepto nuevo de operación conjunta y cumpliendo las políticas de la defensa nacional del Ecuador, plasmadas en el llamado Libro Blanco, con total transparencia en el cumplimiento de las leyes y reglamentos de la República.

Tengo la esperanza de que este documento ayudará a elevar la mística marinera, así como los valores morales y éticos de sus miembros activos y pasivos que conformamos la Armada; porque conociendo su historia la amaremos, defenderemos y apoyaremos a su engrandecimiento y desarrollo en el campo humano y tecnológico, lo que redundará en el encanto de quienes tengan en mente ingresar a la institución, imaginando un destino honroso y digno, en su carrera como marino de guerra o servidor público.

Suboficial (SP) José Gabriel Vargas MolinaMiembro Fundador de la Academia Nacional de Historia Militar del Ecuador, y

Miembro Correspondiente de la Academia Ecuatoriana de Historia Marítima y Fluvial

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CONSIDERACIONES GENERALES

Base Jurídica

a Armada es una institución que basa su existencia conforme a lo que estipula la Constitución de la República del Ecuador en su Art. 158, la cual manifiesta que las Fuerzas Armadas tienen como misión fundamental la defensa de la soberanía y la

integridad territorial.

La Ley Orgánica de la Defensa, en su Art. 25 manifiesta que: las Fuerzas Terrestre, Naval y Aérea, son las Ramas de las Fuerzas Armadas y constituyen los órganos operativos principales del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.

En el Art. 26 de la misma Ley; en la sección Organización y Misión, se determina que: En cumplimiento del mandato constitucional, cada una de las Ramas de las Fuerzas Armadas deben desarrollar el poder militar para la consecución de los objetivos institucionales, que garanticen la defensa, contribuyan con la seguridad y desarrollo de la Nación, a fin de alcanzar los objetivos derivados de la planificación estratégica militar.

Direccionamiento Estratégico Institucional

Visión institucional.- Es una Armada lista para enfrentar a las amenazas y comprometida con el desarrollo de los intereses marítimos.

Misión institucional.- Desarrollar el poder naval para la consecución de los objetivos institucionales, que garanticen la defensa, contribuyan con la seguridad y desarrollo de la Nación, a fin de alcanzar los objetivos derivados de la planificación estratégica militar.

Para el cumplimiento de su misión institucional se han establecido los siguientes objetivos estratégicos:• Incrementar y desarrollar las capacidades estratégicas y operacionales del poder naval

determinadas en el concepto estratégico naval,• Mejorar el empleo, la formación y el perfeccionamiento de las capacidades y potencialidades

del talento humano y satisfacer sus necesidades básicas,

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• Fortalecer el desarrollo institucional y la infraestructura física y tecnológica para una administración eficiente de la Armada,

• Incrementar la seguridad y protección marítima, así como prevenir la contaminación de los espacios acuáticos, y

• Participar en actividades económicas relacionadas con la defensa; contribuir al desarrollo nacional, fortalecer la investigación científica y proyectar los intereses marítimos y fluviales hacia las cuencas del Pacífico, Amazonía y la Antártida.

Los valores institucionales

Los valores institucionales son principios y creencias en las cuales se basa la institución para garantizar que las estrategias se enmarquen dentro de la ley y éstas son: cohesión institucional, honor, valor, integridad, lealtad, disciplina, servicio y abnegación.• Cohesión Institucional.- Es el vínculo de unión, solidaridad y orgullo de pertenecer

a la Institución. Es el desarrollo del espíritu colectivo propio del trabajo en equipo con responsabilidad compartida. La capacidad de la Institución para operar conjuntamente y ayudar al desarrollo nacional, depende de las competencias profesionales de sus miembros, la integración efectiva y la unidad institucional.

• Honor.- cualidad que se basa en el propio respeto. Fundamento que impulsa en lo más íntimo, al rígido cumplimiento del deber para con la patria y la Institución, mediante la entrega total y práctica constante de la honradez, la nobleza del alma y el apego permanente e íntegro a la verdad.

• Valor.- cualidades positivas que deben tener los miembros de la institución para cumplir sus actividades dentro de la Armada; ánimo, que moverá a emprender resueltamente grandes empresas y hacer frente, resistiendo, sin dar muestras de cobardía, a las calamidades o peligros que se presenten en el cumplimiento del deber.

• Integridad.- cualidades que deben tener los miembros de la Armada como personas rectas, probas e intachables.

• Lealtad.- sentimiento de noble fidelidad y franqueza que permite un ambiente de confianza y seguridad en las relaciones entre los miembros de la Institución. Es la máxima expresión del desinterés, la buena fe y entrega total, que consiste en la devoción sincera, desprendida y voluntaria a la Institución, a una causa noble y a las personas.

• Disciplina.- observancia estricta de la Constitución, leyes, reglamentos, normativa vigente, procedimientos y disposiciones impartidas por las autoridades, sobre la base del respeto a la jerarquía y obediencia racional y consciente.

• Servicio.- personal comprometido en cuidar los intereses de la Armada, así como satisfacer las necesidades del público a quien está sirviendo.

• Abnegación.- permanente sacrificio de sus miembros para cumplir con la ley y sus reglamentos institucionales con su propia voluntad.

Estructura organizacional por procesos

La estructura orgánica de la Armada, se alinea con su misión institucional consagrada en el Plan Estratégico Morán Valverde y su operatividad se sustenta en los planes, proyectos y

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acciones estratégicas de los sectores operativo, personal, educación, material, espacios acuáticos, intereses marítimos y comando general.

Los procesos que permiten el logro de los objetivos estratégicos, productos y servicios de la Armada, se ordenan y clasifican en función de su grado de contribución o valor agregado al cumplimiento de misión institucional.

La vida de un hombre de mar

Hay personas que no tienen idea de lo que es o hace un hombre de mar, cuál es su formación, su psicología y su forma de vida, esto crea un pensamiento erróneo que lo hace considerar hasta cierto punto como algo desconocido; por esta razón es necesario explicar algo de sus costumbres, pensamientos y sentimientos que lo hace ver como un ser diferente a los demás.

El mar ciertamente parece obrar de un modo diferente en aquellas personas que están cerca de él, formándolas con un carácter especial y un tanto diferente de las demás, en su forma de apreciar la vida y su entorno al conformar una sociedad, tanto junto a sus propios compañeros como con la sociedad que lo rodea.

No importa si es oficial o tripulante, siempre será un Marino; una persona dedicada a la navegación por los mares del mundo. Ésta es una profesión muy antigua, a la cual se la dedica la mayor parte del tiempo; es una actividad a tiempo completo que se ha convertido en un arte, aplicando las enseñanzas de otros científicos y técnicos (matemáticos y astrónomos).

Se conoce como marino a quien se prepara en la navegación o tiene un grado en la Marina de Guerra, Marina Mercante o de Recreo, por lo que el término marinero sería la persona que presta servicio en una embarcación, generalmente en el peldaño más bajo de la escala.

Un verdadero marino, no ve a la institución como una carrera más, sino como el sentimiento más profundo de amor a la patria. Una vocación llevada con mística hasta los límites de entregar su vida por ella. En ella existe un lenguaje propio, que no conoce el común mortal, ese lenguaje que da diferente nombre a las cosas, identifica procesos e ideas y lo que es más, reconoce a quien ha estado en la Armada y quien fuera de ella.

El marino está preparado intelectual y psicológicamente para desempeñarse en forma ardua y sacrificada en el manejo de sofisticados sistemas electrónicos, en ambientes fríos como el COC (Centro Operativo de Combate); desde el departamento de máquinas donde las temperaturas a veces superan los 50 grados centígrados o en espacios físicos reducidos que dificultan su movilidad como en el submarino; así mismo es un ambiente donde se trabaja en equipo; un conjunto de conocimientos y habilidades (cubierta, máquinas, operaciones y artillería) que le permiten al Comandante del buque cumplir con su tarea.

El marino es reservado en sus actitudes; sin embargo, su corazón vibra en toda actividad; es valeroso, sin embargo no demuestra su energía hasta la hora precisa cuando debe enfrentar al enemigo, lo ha demostrado muchas veces; por eso estamos convencidos que la Armada es cuna de héroes anónimos que trabajan incansablemente sin esperar la recompensa, más allá que la del deber cumplido.

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Si no tienes ese sentimiento de amor a la institución, es mejor que no ingreses a ella; porque tu sola presencia, a falta de valores puede mancillar su honor; y tú, salir avergonzado al no haber podido estar a la altura de sus requerimientos.

Escalafón naval

Los marinos de guerra (incluye Infantería de Marina) comprenden: oficiales subalternos (alférez de fragata, teniente de fragata y teniente de navío); oficiales superiores (capitán de corbeta, capitán de fragata y capitán de navío) y oficiales generales (contralmirante, vicealmirante y almirante).

Dentro del personal de tripulación, que en otras armadas son identificados como gente de mar, tenemos al personal de chompa (marinero, cabo segundo y cabo primero), personal de chaqueta (sargento segundo y sargento primero) y suboficiales (suboficial segundo, suboficial primero y suboficial mayor).

Un marino mercante puede ser capitán de altura, oficial de cubierta (tercero, segundo o primero), jefe de máquinas, oficial de máquinas (tercero, segundo o primero), oficial radioelectrónico (antiguamente conocido como radiotelegrafista). En el escalafón subalterno en la sección cubierta: contramaestre o timonel; en la sección máquinas: mecánico, engrasador, aceitero, limpiador, etc.; en la sección de cámara: primer cocinero, ayudante de cocina, primer mozo, mozos, etc. En las embarcaciones de menor porte o de recreo el equivalente a capitán tiene el título de patrón. La denominación de estas funciones cambia con los países y principalmente, con el tipo de buque.

Para seguir la carrera de oficial de Marina se ingresa a la Escuela Superior Naval “Comandante Rafael Morán Valverde”; para el personal de tripulación la entrada es a través de la Escuela de Grumetes “Contramaestre Juan Suárez” y Escuela de Infantería de Marina. Para ser marino mercante se ingresa a la Escuela de la Marina Mercante Nacional. Una explicación más amplia de las diferentes especializaciones de la carrera naval, se encuentra en los capítulos siguientes cuando se describe a cada una de estas escuelas.

Escuela Superior Naval “Comandante Rafael Morán Valverde”. Archivo Dpto. RR.PP. de Cogmar.

Escuela de Grumetes “Contramaestre Juan Suarez”. Archivo Dpto. RR.PP. de Cogmar.

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Escuela de Infantería de Marina, archivo Dpto. RR.PP. de Cogmar.

Como un importante apoyo y complemento a las gestiones que realizan los marinos de guerra y de marina mercante a bordo de las unidades operativas y/o buques mercantes, constituye un selecto grupo de servidores públicos (ex militares y personal civil), gente profesional administrativa y técnica, en las diferentes áreas de su organización.

¿Cuántos años dura la carrera naval?

La carrera militar de un miembro de la Armada está regulada por la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas y sus reformas.

El tiempo que dura la carrera naval está determinado por varios factores, relacionados con el cumplimiento de los diferentes reglamentos que rigen en la institución. Sin embargo, en el caso de ascender cumpliendo las exigencias previstas y si existe la vacante orgánica; en el caso de un oficial tendría una duración de 51 años desde guardiamarina hasta el máximo grado que es almirante. En el caso del personal de tripulación, de igual forma considerando los 2 años de la Escuela de Grumetes sería de 41 años. En conclusión, se puede asegurar que la duración de la carrera naval en sí, la decide el marino, ya que ésta es de carácter voluntario.

Al margen de la duración de la carrera naval, si por cualquier circunstancia tendría que salir del servicio activo, para tener derecho a la jubilación voluntaria y a la pensión militar ofrecida por el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (ISSFA), hasta 1970 inclusive, debía ser de un mínimo de 15 años de servicio; a partir del año 1971 las aportaciones al ISSFA son mínimo de 20 años de servicio.

La Seguridad Social en las FF.AA.

La seguridad social militar, cubre al militar contra los riesgos a que se expone en el ejercicio profesional y busca además el bienestar de su familia, ajustándose a las leyes, reglamentos y disposiciones de la organización.

La seguridad social militar se define como el servicio público obligatorio, promovido por el Estado, que comprende las medidas preventivas, reparadoras y de recuperación, legalmente

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establecidas en un régimen especial, solidario, dispensadas en las instituciones de previsión, servicios y asistencia social a favor del profesional militar, el pensionado militar y su familia, los miembros de las Fuerzas Armadas y los pensionistas militares, para su bienestar y la elaboración del nivel de vida, función que la cumple el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas.

La creación de las pensiones militares se consideran como uno de los logros sociales y profesionales más significativos de la institución militar; este hito histórico, pionero en América, obra de la revolución juliana, culminó el 26 de marzo de 1928 con la expedición de la Ley de Retiro Militar publicada en el Registro Oficial 601 de la misma fecha, simultáneamente con la Ley de Montepío Militar.

En el gobierno del Dr. Isidro Ayora, se expidió la Ley de Jubilación, Montepío Civil, Ahorro y Cooperativa, punto de partida de la seguridad social ecuatoriana y de la Ley de Retiro Militar, que legalizó el retiro a favor de los oficiales y extendió el beneficio a todo el colectivo militar.

La Ley de Pensiones de las FF.AA. se promulga mediante Decreto Legislativo del 2 de marzo de 1939. La Caja Militar se crea mediante Decreto Legislativo el 29 de octubre de 1957, como caja independiente, administrada por la Caja de Pensiones.

Se crea el Seguro de Cesantía Militar para oficiales en servicio activo, por propia iniciativa de las FF.AA. y la Cesantía Militar para tropa se crea mediante Decreto Legislativo el 5 de noviembre de 1949 para el Ejército y Aviación; y, para la Armada el 12 de noviembre de 1951.

La Cooperativa de Cesantía Militar se crea mediante Decreto Legislativo el 23 de octubre de 1953, se cambia la denominación de Cesantía Militar para oficiales y tropa, por el de “Cooperativa de Cesantía Militar” cuyos fondos son administrados por la Caja de Pensiones, actual Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

Luego de varios intentos de las autoridades militares y su especial interés en materializarlo, finalmente se expide la Ley de Seguridad Social de las FF.AA. el 7 de agosto de 1992 y se publica en el Registro Oficial No 995 de la misma fecha.

La misión del ISSFA es: proporcionar prestaciones médicas, económicas y sociales, con calidad, oportunidad y eficiencia, que procure el bienestar individual y colectivo de la población militar, en un sistema previsional y solidario; con una gestión administrativa óptima de los recursos, para mantener el equilibrio financiero, que asegure la viabilidad futura de la institución.

A diferencia de la seguridad social militar del mundo occidental, que se financia íntegramente con recursos del Estado, el ISSFA lo mantiene como un régimen contributivo y solidario que se lo gesta en el ideal y espíritu del militar ecuatoriano, comprometido con los más caros intereses nacionales, aliviando el esfuerzo del Estado.

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El ISSFA enfoca su actividad al otorgamiento de las Prestaciones y Servicios Sociales  a sus beneficiarios conformados por el militar y su núcleo familiar; las prestaciones son beneficios a los que son acreedores el militar, su familia o los derechohabientes (beneficiarios al fallecimiento del militar en servicio activo y pasivo).

El ISSFA proporciona a sus afiliados las siguientes prestaciones:

Seguro de retiro (Pensión de retiro militar). Seguro de invalidez (Pensión de invalidez).Seguro de montepío (Pensión de montepío).Seguro de cesantía.Seguro general de salud.Seguro de mortuoria.Seguro de vida militar.Seguro de accidentes profesionales.Fondos de reserva.Fondo de vivienda.

Primer edificio del Issfa, junto al Hospital General de las FF.AA. No 1. Archivo del autor.

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CAPITULO I

NAVEGACIÓN ABORIGENEN EL ECUADOR

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Navegación aborigen1

uando el piloto español Bartolomé Ruiz de Estrada al mando del primer navío en que los conquistadores españoles incursionaron hacia La Mar del Sur en 1526, y que vino costeando a lo largo de lo que es hoy la provincia de Esmeraldas, se produjo el

inicial encuentro con una balsa aborigen de nuestra nación a la altura de punta Galera; fueron cronistas de la época los que detallaron el contacto establecido con la “extraña embarcación”.

Gracias a la costumbre inveterada de los españoles de no moverse y no emprender ninguna empresa sin dejar alguna constancia por escrito, hoy se poseen informes y relaciones de este contacto; es tal que en la nombrada relación de Sámano-Xerez del año 1527 se detalla la nave aborigen, que sin duda la describe como un bajel mercante, cuando dice:

“Trayan muchas piezas de plata y de oro para el adorno de sus personas, para hazer rescate con aquellas con quyen yban a contratar…. Trayan muchas mantas de lana y de algodón y camisas y aljulas ... y otras muchas ropas… todo esto trayan para rescatar por unas conchas de pescado de que ellos hazen quentas coloradas como corales y blancas que trayan casy el navío cargado dellas”.

Nuestras balsas aborígenes para aquella época surcaban la costa del Pacífico americano, desde Ecuador hasta México y Perú, comercializando mercadería, la que va descrita en las mencionadas crónicas, siendo esta la embarcación marítima más importante del hombre prehispánico. Los arqueólogos en base a sus hallazgos nos dan luz sobre una navegación prehistórica, esto es, con milenios de tradición, lo que en parte describiremos.

Maqueta de la balsa aborigen, museo naval Almirante Illingworth. Archivo del autor.

1 Sánchez Bravo, Mariano, Lcdo. CPFG(SP). Bodas de Oro Autoridad Portuaria de Guayaquil, Offset Abad Cía. Ltda. Guayaquil, APG, 2008.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

La cultura Las Vegas, denominada así por el sitio del hallazgo, es la más antigua ocupación humana de la costa ecuatoriana, conocida hasta este momento. Es contemporánea con la cultura Siches del Perú con sus 8000-6000 años antes del presente. Sobre los contactos entre estas dos culturas prehispánicas la antropóloga Karent E. Stothert insinúa que no se realizaron por vía marítima. Olaf Holm, en cambio, mantenía la teoría de una navegación temprana en la costa durante los tiempos de Las Vegas, cuando se refiere a la canoa de un solo tronco conocida recién en la primera cultura cerámica, la de Valdivia, que se inició alrededor de unos 3.500 años antes de Cristo, la que “no se habría inventado de un día para otro, y debe haber tenido sus antecedentes en las embarcaciones de las Vegas”.

En tanto Javier Veliz nos indica que la historia de la navegación aborigen en el Ecuador empieza en el periodo Formativo hace 3800 años antes de Cristo, existiendo evidencias de embarcaciones para la cultura Valdivia (4200 a.C.- 1500 a.C.) por maquetas de cerámicas encontradas, incluso en la isla de La Plata, lo que nos informa de una navegación alejada de nuestras costas.

Esta cultura lleva su nombre por el sitio de su descubrimiento, el valle de Valdivia de la península de Santa Elena, más en el año 1973 el R.P. Pedro Porras nos lleva a viajar con la cultura Valdivia hasta la isla Puná, en medio del golfo de Guayaquil, cuando publicó su informe de las embarcaciones en el sitio “El Encanto” en la costa norte de la isla; según Holm ésta presencia es indiscutible.

Los valdivianos pueden haber cruzado el canal del Morro, por ejemplo desde Posorja, donde Emilio Estrada había encontrado vestigios de la cultura. Así también cruzando el canal de Jambelí, conocemos en la provincia de El Oro menciones de su cerámica, aunque lo más impresionante constituye el haber estado presentes en la isla de La Plata, como se indicó.

Pero es con la cultura Machalilla (1500 a.C. 1200 a.C.) que podemos asegurar que los aborígenes realizaron las primeras travesías fuera de nuestras aguas, ya que sus evidencias culturales han sido encontradas y aceptadas por investigadores modernos de un contacto entre Ecuador y México en donde el intercambio cultural y de bienes se dio.

Durante el periodo Desarrollo Regional (500 a.C. 500 d.C.) podemos destacar que la cultura Jambelí, que geográficamente ocupó la zona de la gran península, el estero Salado, la desembocadura del río Guayas, la isla Puná y el canal de Jambelí, al sur del Litoral, controló una zona acuática, donde el flujo de las corrientes es intenso, y comerciaban con los habitantes de la culturas Guangala, al oeste y sur de la gran península, y Daule-Tejar, en la cuenca del Guayas, la región más fértil de la costa sudamericana del Pacífico.

Es de mencionar que según estudios efectuados por los hermanos Resfa e Ibrahim Parducci Z. en 1967, 1970, 1973 y 1976, dentro del periodo de Desarrollo Regional aparece una nueva fase o cultura denominada fase Guayaquil. Su ubicación está en la ciudad, situada en la ciudadela Atarazana. También se la localiza al sur de Guayaquil en el estero Covina compartiendo su subsuelo con la cultura Chorrera, más antigua que ella, y con las culturas Jambelí y Daule-Tejar, que fueron sus contemporáneas.

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NAVEGACIÓN ABORIGEN EN EL ECUADOR

En el desarrollo de esta cultura, sirvió de enlace el sistema de ríos: Daule, Babahoyo y Guayas, con aportes culturales de Manabí y península de Santa Elena. La datación del carbono 14 la sitúa en 340 a.C.

En este mismo periodo tanto las culturas La Tolita como Jama Coaque I, mantuvieron sus espacios geográficos bien marcados, pero la cultura Bahía es la excepción. Su influencia marítima se dio hasta la isla de La Plata y Salango, pero también se extendió a la cuenca del río Guayas a través del extenso sistema fluvial de esta rica zona. Sus manifestaciones de cultura material están presentes tanto en la alta como en la media y baja cuenca del Guayas.

Transcurridos los diferentes periodos, el aprendizaje de nuestros navegantes se fue incrementando sobre la base de la observación y de la experiencia de sus periplos, asimilación dada por miles de años de navegación que nos hace pensar en conocimientos sobre corrientes marinas, vientos, temporadas de viajes y rutas.

Concha spondylus princeps. Foto tomada del libro “Bodas de Oro Autoridad Portuaria de Guayaquil”.

La existencia de extensos bosques tropicales, en nuestro territorio donde crece de manera espontánea el “palo de balsa”, que por esto en nuestro país a la embarcación aborigen se la denomina balsa, madera de gran flotabilidad, fue aprovechada por nuestros aborígenes prehispánicos en la construcción de embarcaciones para la pesca artesanal y en la estructura de grandes plataformas que, a manera de barcos mercantes y por la evolución temprana de las tecnologías náuticas, permitieron a estos pueblos dominar y controlar el comercio marítimo en el Pacífico oriental hasta la llegada de los europeos. El papel primordial desempeñado por nuestros aborígenes es el comercio de spondylus, el que se efectúa durante 2.000 años, comenzando alrededor de 3000 a.C. y está mayormente limitado al Ecuador, pues la concha existía en los sitios Valdivia y Machalilla del litoral.

“De acuerdo a los estudios arqueológicos, sabemos que desde tiempos remotos, los pueblos de la costa ecuatoriana, ejercieron el monopolio de explotación, elaboración y comercialización de estas conchas; actividades ampliamente favorecidas por la localización del hábitat del spondylus princeps en las profundidades marinas alrededor de la isla de la Plata, frente a las costas de Manabí, y por la existencia de extensos bosques húmedos tropicales vecinos a la franja costera, donde crece de manera espontánea el palo de balsa (Ochroma ssp), madera de gran flotabilidad, aprovechada por nuestros aborígenes en la construcción de sus embarcaciones de pesca artesanal y en la estructura de grandes plataformas oceánicas que, a manera de barcos mercantes maniobraban diestramente”.“También de los bosques tropicales obtuvieron la caña guadúa para las casetas y superestructuras donde descansaban durante el viaje; el henequén para las jarcias, el algodón del que elaboraron las velas y la madera con que fabricaron un elemento de su invención llamado guara o guare, sistema

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

con el que lograron controlar el rumbo de sus naves en alta mar, conduciéndolas contra vientos y corrientes y controlando el comercio marítimo hasta la llegada de los españoles”2.

Siendo más explícito, el Spondylus se lo hallaba en las actuales provincias de Manabí, Guayas y El Oro, en lo que respecta a nuestro litoral. Desde estos sitios se expande primeramente a la altiplanicie peruana, y luego a la costa del Perú, así como a Mesoamérica y gradualmente se incrementa en la América Central.

En lo relativo al periodo de Integración (500 a 1530) Atacames, Jama Coaque II, Manteño, Milagro y Quevedo son las denominaciones arqueológicas para las distintas zonas geográficas que ocuparon estos grupos, sin embargo los cronistas mencionan a estos como barbacoas, niguas, paches , guancavilcas y chonos, grupos étnicos que ocuparon el litoral ecuatoriano; también indican que tanto los paches, como los guancavilcas y los chonos fueron excelentes navegantes, los primeros expertos en travesías en el mar y los segundos en el sistema fluvial.

Dejamos sentado que es la balsa manteño huancavilca la embarcación más importante del hombre prehispánico, y que las crónicas indicadas evidencian que con aquel bajel se efectuó un comercio marítimo a larga distancia, llevando a bordo, para tal fin, esto es para el intercambio comercial, una diversidad de productos, como la indicada por los europeos en época de los contactos, y como hemos dicho ésta y otros tipos de embarcaciones aborígenes navegaron por la cuenca del Guayas a lo largo de los siglos.

Por lo tanto podemos concluir que estos conocimientos, más su alto grado de organización social, económica y política, les permitió dedicarse a múltiples actividades, como la agricultura, la pesca y especialmente el comercio de intercambio gracias al desarrollo de tecnologías náuticas de su invención para la conducción de grandes balsas veleras con las cuales se desplazaban a grandes distancias navegando en alta mar.

Culturas aborígenes de la costa utilizaban la balsa para su movilización. Tomado del libro “Bodas de Oro Autoridad Portuaria de Guayaquil”.

2 Estrada Jenny, Marinos Inventores, pág. 17.

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NAVEGACIÓN ABORIGEN EN EL ECUADOR

Guayaquil en la Historia

Con la fundación nace el puerto de Guayaquil3

El que no se haya encontrado una acta o documento que certifique la fundación de la ciudad de Guayaquil en el lugar que hoy está asentada, ha provocado que muchos historiadores se esfuercen en sus estudios, producto de los cuales han sacado a la luz una variedad de tesis al respecto.

Según el historiador Ezio Garay, el motivo de que no exista dicho documento, se debe a que desapareció a consecuencia de los innumerables incendios que ha sufrido la ciudad, a lo largo de su existencia, en que se quemó la casa del Cabildo, con su archivo donde se guardaban las primeras actas, títulos y privilegios, que eran los únicos que podían tenerlos en custodia.

Nos referiremos a los análisis históricos que realizaron don Julio Estrada Ycaza, y don Miguel Aspiazu Carbo, quien en 1955 postuló la tesis de que Santiago de Guayaquil no era otra cosa que la Santiago de Quito, que se fundó en Riobamba en 1534. Manifiesta que habíase fundado la ciudad de Santiago el 15 de agosto de 1534, en las llanuras de Riobamba; acto jurídico efectuado por don Diego de Almagro que afianzaba la posesión del territorio quiteño para Francisco Pizarro, asegurada aún más con la fundación, el 28 de agosto, de la villa de San Francisco de Quito, en el mismo sitio donde se había erigido Santiago; con ello se había impedido las pretensiones del adelantado Pedro de Alvarado de apoderarse de dicho territorio.

Un punto fundamental del acta de fundación de la ciudad de Santiago es la previsiva disposición que dice, que “La fundación se hacía e hizo… con tal condición y aditamento… que pareciéndole a su Señoría que el dicho pueblo se debe mudar a otra parte con él en su nombre, se pueda mudar”.

La fundación siendo un acto jurídico tan solemne y significativo, no se la podía repetir a voluntad. Fundada una ciudad, quedaba fundada para siempre. Por lo tanto hoy sabemos que Santiago de Quito es la misma ciudad de Santiago de Guayaquil, la que sufrió algunos traslados, pero una sola fundación.

Para Benalcázar, al reasentar Santiago en el río Amay en 1535, lo hacía ante la necesidad de un puerto no solo para la provincia de Quito, sino para las que se proponía conquistar más al norte. El establecimiento del puerto le resultaba de vital necesidad, puesto que por allí debían desembarcarse las armas y soldados que lo ayudarían en su empresa de conquistar las provincias de Quillacinga y Condelunamarca.

Miguel Aspiazu Carbo en su obra “Las Fundaciones de Santiago de Guayaquil” manifiesta que el capitán Sebastián de Benalcázar trasladó la ciudad de Santiago, desde Riobamba al sitio La Cruz, en la boca del río Babahoyo, en la región de Chilintomo, por septiembre de 1534, donde permaneció hasta mediados de junio de 1535, en que el mismo conquistador la traslada al estero de Dimas, también denominado Amay o Babahoyo antiguo.

3 Sánchez Bravo, Mariano Lic. CPFG(SP). “Bodas de Oro Autoridad Portuaria de Guayaquil”, Offset Abad Cía. Ltda. Guayaquil APG-2008.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

Hacia abril de 1536 el capitán Hernando de Zaera, la traslada al paraje de Chaday, sitio ubicado a orillas del actual río Yaguachi. Dice Aspiazu que fue Francisco de Orellana, capitán general y teniente de Gobernador hasta 1541, quien trasladó Santiago de Chaday al cerro Santa Ana (Lominchao) a inicios de 1537, que fue este el año de su traslado definitivo, que al ser quemada y destruida en 1541 por los indios del litoral, se refugiaron los vecinos en Manabí, y que en 1542 el capitán Diego de Urbina, después de pacificar la región, la restableció en el cerro Santa Ana.

Los historiadores Dora León y Adám Szászdi afirman “que fue en la mitad de 1537 cuando Orellana dio por fundada la ciudad de Santiago de la Culata”.

Cabe indicar que fue Orellana quien reconoció la importancia geográfica de la ubicación de Santiago de Guayaquil para la navegación marítima y fluvial y para el desarrollo económico y social de la región.

En la “Relación de la Gobernación de Guayaquil de 1605”, publicada por Torres Mendoza, dice textualmente sobre la fundación de la ciudad:

“Fundose la ciudad de Guayaquil en el año de 1534, y su fundación no quedó hecha ni firme de una vez; porque la primera fue en la boca del río Babahoyo; la 2ª en el estero que llaman de Dimas; la 3ª. en la orilla del río Yaguachi que entonces se llamaba Guayaquil; de allí se mudó a la población de Lominchao, que es cinco leguas de donde ahora está fundada. El sitio en que ahora está se llama el paso de Guaynacaba. Y fue Guaynacaba Rey del Pirú”.

Aspiazu Carbo coincide con Torres Mendoza en lo referente a los sitios de asentamiento de la ciudad, a excepción de la ubicación de Lominchao, pues para el primero es éste el mismo sitio donde está el cerro de Santa Ana.

Don Julio Estrada Ycaza va más allá de 1542, cuando se refiere a la última mudanza de Guayaquil, pues al producirse la guerra civil entre los Almagro y los Pizarro, luego de algunos episodios, en el año 1547, el capitán Francisco de Olmos resolvió huir de los pizarristas “trasladando al vecindario en balsas a un lugar que los documentos registran indistintamente como Yagual o Guayal y que suponemos estaba por la zona de Posorja. No tardó Olmos en encontrar el sitio ideal para reasentar Santiago: el Cerrito Verde…”

En lo que se refiere al nombre de la ciudad, los esposos Szászdi dicen: “Es precisamente entre 1542 y 1547 cuando la ciudad fundada por Orellana toma el nombre de Guayaquil… Hasta 1542 la ciudad se llamaba Santiago de la Culata, Santiago o Santiago del río Amay”.

Manifiestan que Santiago tomó el nombre del río de Guayaquil o Yaguachi, y que ya en julio y agosto de 1544, en Lima, el tesorero Rodrigo Núñez de Bonilla aparece como procurador “de la ciudad de Santiago del río de Guayaquil”. Al respecto concluyen con lo que sigue: “Por lo tanto, queda confirmado que nuestra ciudad estuvo establecida a orillas del río Yaguachi (antes de Guayaquil) entre 1543 y 1547. Es también ahí que tomó para siempre el nombre de Guayaquil”.

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NAVEGACIÓN ABORIGEN EN EL ECUADOR

Guayaquil y el comercio marítimo colonial4

Asentada la ciudad sobre el cerro de la Culata, se fue extendiendo sobre las faldas del mismo. A su lado el gran río Guayas le daba el carácter de puerto, que lo iría convirtiendo en un centro comercial de enorme importancia. Por aquel tiempo fray Antonio Vásquez de Espinoza decía de Santiago de Guayaquil:

“Es puerto principal de todo el Reino de Quito, de mucha contratación así con la tierra de adentro de donde traen muchas harinas, jamones, quesos y otras cosas no solo para la ciudad sino para embarcar para Lima y toda la tierra del Pirú, como son paños, cordellates, cordovanes y otras cosas. También se llevan de la dicha ciudad muchas tablas y maderas para las fábricas de Lima... por no haberlas allá a propósito… Vienen a este puerto muchos navíos cargados de Lima y de los valles de Ica y de Pisco, con mucha cantidad de botijas de vino para el gasto del Reino de Quito, de suerte que este puerto se comunica con todo el Reino de Pirú, y con Tierra Firme, y con Nueva España, y de él sale el navío de oro del Reino de Quito”.

Por 1605 don Bartolomé Lizarraga relataba que “hasta frente a la ciudad tan solo llegaban los barcos pequeños, porque la barra a la entrada de la ría, a 3 brazas de profundidad, obligaba a los barcos grandes a quedarse en Puná, en donde se transbordaba la carga a balsas para conducirla a Santiago de Guayaquil”.

La ciudad se fue extendiendo por la parte baja o planicie hacia el sur, y en lo comercial dependía de cuatro actividades: el corte y exportación de madera, la construcción naval, su función portuaria para la Sierra, y la cosecha y exportación de cacao. Cada una de estas actividades dependería, a su vez, del carácter esencialmente marítimo de la ciudad.

Hacia los comienzos del siglo XVII, el comercio del cacao alcanzó niveles más respetables, y eran Centroamérica y Nueva España (México) los mercados principales para esta remunerativa actividad. El cacao fue a menudo permutado por las muy apreciadas mercancías chinas que se desembarcaban anualmente en Acapulco.

En agosto de 1679 el pirata y corsario inglés Bartolomé Sharp, quien había merodeado por el golfo de Guayaquil sin incursionar en la ciudad, dejó una crónica en la que dice de ella:

“En el extremo superior de este golfo… está la ciudad de Guayaquil, un lugar muy rico, y el embarcadero o puerto marítimo hacia la gran ciudad de Quito… Muchos comerciantes de Lima, usualmente envían por este lugar el dinero que destinan para la Vieja España… Aquí llega mucho oro de Quito…. Pero en especial llega el cacao, de donde se hace el chocolate que se supone es el mejor en el universo entero….Cuando buques de mayor calado entran a este golfo, anclan fuera de la playa y ponen su cargamento en veleros para llevarlo al pueblo”.

William Dampier. Tomado del libro “Bodas de Oro Autoridad Portuaria de Guayaquil”.

4 Sánchez Bravo, Mariano Lic. CPFG(SP). “Bodas de Oro Autoridad Portuaria de Guayaquil”, Offset Abad Cía. Ltda. Guayaquil APG-2008.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

Por otro lado William Dampier, el “pirata literato” que estuvo en los asaltos a Guayaquil en 1684 y 1687, escribió que “puede contarse a Guayaquil como uno de los principales puertos de la Mar del Sur”. Otro corsario inglés, Woodes Roger, que atacó la ciudad en 1709, dice: “El número de barcos que van y vienen desde aquí, sin incluir los costeros, son no menos de 40 embarcaciones cada año; esto muestra que el puerto de Guayaquil no es un lugar pobre para el comercio…”

Es que el puerto de Guayaquil va creciendo en forma acelerada, tal es que según Jorge Juan de Santacilia y Antonio de Ulloa, autores de las “Noticias secretas de América-1735”, Guayaquil es uno de los puertos principales por ser donde se fabrican y carenan casi todos los navíos que navegan en el Mar del Sur, como por el crecido comercio que se hace en él, de maderas que llevan al Perú, y de cacao a Panamá.

Otro viajero, don Bernardo Recio nos dice sobre Guayaquil en 1750 que “es mucho el comercio de esta ciudad, pues por una parte le entran embarcaciones, no solo de todo el Perú y Chile, sino también de la Nueva España, por otra parte bajan por diversas vías de toda la Sierra muchos géneros”.

En una relación del gobernador de Guayaquil, don Juan Antonio Zelaya y Vergara, de 17 de agosto de 1765, sobre el tráfico portuario de la ciudad se dice que al Callao se llevaba cacao, tabaco, madera, cera, pita y suelas, trayéndose en cambio harinas, vino, aguardiente, aceite y aceitunas; a Paita y Trujillo se enviaba maderas, cocos y cacao, trayéndose harinas, azúcar, pescado salado, cordobanes, jabón, piedras de sal, algunos granos, cajas de dulces, aceitunas, lona y algodón.

A Tierra Firme se enviaba algo de tabaco y cacao, que, por supuesto solo estaba destinado a trasbordarse a la península; de allí venía ropa de Castilla, cera y hierro, tablones de cedro, caoba, cocobolos, perlas y negros (esto último como cualquier mercadería).

El doctor Jorge Núñez Sánchez en un interesante trabajo histórico sobre “El Comercio de Guayaquil en el siglo XVIII”, al referirse a los capitales que manejaban los empresarios navieros de la ciudad en mención, en el último cuarto de esa centuria, nos dice:

“Un armador porteño don Antonio Sánchez Navarrete, propietario de la fragata “San Juan Nepomuceno” (el menor) y el buque “El Ayustado”, invirtió 90.000 pesos en la fabricación de un nuevo navío, llamado “La Piedad”, que poseía una capacidad de carga de 18.000 quintales. Otro armador, don Jacinto Bejarano, era propietario del buque “Santa Teresa”, de la fragata “El Sacramento” (luego llamada “La Guayaquileña”), que poseía una capacidad de 10.000 quintales y tuvo un costo de 67.000, pesos, del navío “Nuestra Señora del Tránsito”, que cargaba 18.000 quintales y costó 117.000 pesos, y el barco “Santiago el Fuerte”. Un tercero, Juan Casilari, poseía el navío “San Juan Nepomuceno” (el mayor), fabricado a un costo de 98.226 pesos y con una capacidad de carga de 19.000 quintales. Todos los barcos mencionados habían sido construidos en los astilleros de Guayaquil y sus propietarios habían invertido en ellos una suma aproximada de 500.000 pesos, lo que equivalía a un 70 por ciento de todo lo que Quito había remitido a España durante los once años de gobierno del presidente José Diguja (1767-1778)”.

Desde tiempo atrás el comercio con Acapulco estaba prohibido, excepto con licencia especial del Rey o Virrey, tal es que el 17 de enero de 1774 Carlos III autorizó el comercio virtualmente

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NAVEGACIÓN ABORIGEN EN EL ECUADOR

libre entre los Virreinatos de Nueva España, Nueva Granada, Perú, y la Capitanía General de Guatemala. Entre 1774 y 1777 se enviaron de Guayaquil nueve barcos a Acapulco con 44.654 cargas de cacao, pero el 18 de noviembre de 1778 la Corona impuso una cuota anual de 8.000 a 10.000 fanegas (de 110 libras) a la introducción del cacao guayaquileño a Acapulco, con la intención de proteger el cacao de Caracas, pues los guayaquileños vendían a menor precio. Tanto los guayaquileños como los mexicanos ignoraron la cuota impuesta, y entre el 13 de agosto de 1779 y el 15 de enero de 1782 se vendieron en México 69.751 fanegas de cacao ecuatoriano, contra solo 12.268 fanegas del venezolano.

Dice Hamerly que “el impulso que tomó Santiago de Guayaquil no tenía precedentes. Entre 1779 y 1790 entraron al puerto 111 barcos de categoría inferior. Finalmente el 5 de junio de 1789 Carlos IV, aceptó la realidad y liberó totalmente el comercio del cacao entre Guayaquil y Nueva España, de acuerdo con la Cédula de enero 17 de 1774, y sin las restricciones posteriores”.

Los enormes volúmenes de exportación de cacao entre 1791 y 1800 totalizaron 5’699.304 pesos. En promedio anual estamos hablando de 570.000 pesos, ingresos que permitieron el progreso de Guayaquil a partir del último cuarto del siglo XVIII. La población de la ciudad aumentó debido al enorme flujo migratorio desde la región Sierra, lo que a su vez proveyó a la Costa de mano de obra barata. El puerto creció de 5.000 habitantes en 1765 a 13.700 en 1804, y la provincia de 25.000 a 62.000 habitantes.

Los astilleros del Guayaquil antiguo5

Como se ha dicho, Guayaquil, desde su fundación ha tenido un papel protagónico en la vida de nuestro país, durante el período colonial se convirtió en el más importante proveedor de maderas a Lima y principal puerto de la Real Audiencia de Quito; pero desde finales del siglo XVI, adquirió otro rol, convirtiéndose rápidamente en la clave para el desarrollo de la Real Audiencia, por sus actividades comerciales, especialmente por el cultivo y exportación del cacao y la construcción naval, actividades que se mantuvieron durante los siglos XVII y XVIII, pero quizá por su propia ubicación se fue convirtiendo en el principal puerto del Pacífico después de El Callao.

Puerto de Guayaquil, calle de la orilla. Archivo del Inhima.

Con la conquista no solo se introdujo a las Américas ideas y sueños, sino también conocimientos; con el ingreso de aventureros también vinieron colonizadores que tenían buenas intenciones, industrias y buenos oficios como es la de carpinteros

5 Clayton Lawrance A., Los Astilleros del Guayaquil Colonial, publicación del Archivo Histórico del Guayas, Guayaquil 1978.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

que posteriormente permitió el establecimiento de la industria de la construcción naval, la misma que tuvo su apogeo entre los siglos XVI y XVII, período de gran desarrollo cultural y económico de las colonias; la división política española en América en esa época comprendía el Virreinato de Nueva España que alcanzaba México, centro América y el Caribe y el Virreinato del Perú que abarcaba gran parte de Sudamérica.

Una vez fundada la ciudad de Quito, fue necesario establecer una población en la costa para atender las necesidades de los conquistadores y colonos; es decir, se requería de un puerto por donde enviar sus productos y minerales, tanto internamente dentro de las colonias en América como hacia España. Para atender el intenso comercio entre América y Europa e internamente entre los virreinatos de América para el intercambio de materiales, tejidos, muchos artículos de lujo traídos desde Europa y alimentos de primera necesidad; así como el intercambio de productos propios de América, se necesitó de embarcaciones adecuadas y construidas en las colonias, ya que traerlas de Europa era muy costoso.

La Armada del Mar del Sur con sus galeones formaban un eslabón vital en la estructura imperial ya que la plata que llevaban a Panamá para su envío a España constituía el 40% o más del tesoro exportado anualmente; esta Armada en realidad estaba constituida de no más de cuatro o cinco buques que operaban en el Pacífico; de éstos, dos o tres eran galeones reales y los demás constituían buques mercantes fletados por el Gobierno. El tráfico marítimo en el Pacífico era mantenido por treinta o cuarenta buques mercantes, en su mayoría de armadores privados para el cabotaje del Virreinato del Perú.

Con Europa se comerciaba productos como el aceite de oliva, vino y trigo, sin embargo, la uva y el trigo ya habían sido introducidos en América. Este intercambio estimuló la actividad marítima; los paños elaborados en Quito vestían a los esclavos y clases bajas del sur de Colombia y gran parte del Perú. El cobre chileno se empleaba en fundiciones para fabricar varios artículos de uso doméstico y hasta cañones; el cacao de Guayaquil, con el que se preparaba el chocolate, que era la bebida favorita de los aborígenes también se comerciaba. Este nutrido comercio formó grandes fortunas que bien pudiera decirse fue producto de la existencia de la industria naviera esencialmente americana.

El Mar del Sur (océano Pacífico) fue un océano cerrado durante la mayor parte de los siglos XVI y XVII; debido a que el estrecho de Magallanes de clima inhóspito y tormentas frecuentes; el mar embravecido y los vientos fuertes, no permitían navegar entre los mares Atlántico y Pacífico.

Fue importante la utilización de Guayaquil como puerto de entrada y salida de mercaderías de diferente índole para otras regiones del Virreinato; es decir no era solo un puerto de paso de mercaderías, sino que era un lugar para la exportación de productos como vino, uvas y pasas, etc. que se producían en el Virreinato del Perú y la Real Audiencia de Quito.

Debemos considerar que durante el siglo XVII, Guayaquil fue víctima de tres grandes ataques de piratas; dos en 1624 y uno en 1687; además de éstos, hubieron otros ataques fracasados; consecuencia de lo cual, la Armada del Mar del Sur sufrió continuos ataques, que estuvo a punto de ser destruida, especialmente por los holandeses. Después de cada uno de estos ataques, la

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ciudad de Guayaquil quedaba semi destruida, pero con la ayuda de toda su gente y a veces con ayuda de gente venida de Quito, era inmediatamente reconstruida.

En la Monografía de Guayaquil6, escrita por Andrés Baleato en Lima, el año de 1820, se toma en cuenta los apuntes realizados por Jorge Juan y Antonio de Ulloa en 1735 en el Diccionario Histórico Geográfico de América; en este estudio se describe el cantón Guayas y específicamente la ciudad de Guayaquil. La Fundación de Santiago de Guayaquil fue un proceso de conquista española en la actual región de Ecuador, con lo cual, después de varios traslados y conflictos con pobladores nativos de culturas precolombinas, quedó definitivamente fundada la ciudad de Santiago de Guayaquil. La conquista se desarrolló entre 1534 y 1547, durante la cual fue cambiando de nombre de acuerdo al lugar de establecimiento, conservando el nombre de su santo patrono7. Desde su fundación; se anota que la ubicación geográfica de la Ciudad Vieja se estableció a la orilla occidental del río Guayas y a las faldas del cerro Santa Ana, antes conocido como Cerro Verde; y la Ciudad Nueva que empezó a poblarse en 1693, y finalmente el asentamiento del astillero que tanta fama llegó a tener.

También describe el tipo de suelo en la Ciudad Nueva, que por su baja altura del nivel del río, cuando se presentaba un aguaje, se producía la inundación de parte de ella, haciendo de su suelo un verdadero lodazal que impedía el tránsito de las personas por esos lugares; situación que no sucedía en la Ciudad Vieja, ya que el suelo es de cascajo y no se ablanda con el agua. Se habla de la existencia de un pequeño malecón de 16 a 18 varas, el mismo que se ha convertido en un lugar de paseo mirando al río donde fondean infinidad de buques, canoas y balsas, dando una vista muy agradable.

En cuanto a las casas, se dice que eran construidas de madera desde los cimientos; donde se clavan unas maderas negras que son incorruptibles; se detalla los diferentes tipos de maderas que se usan en la estructura; las maderas del piso son empernadas y calafateadas con estopa y brea y las paredes son de palos tejidos con bejucos y cubiertas con barro. La ciudad estaba compuesta por casas de uno y dos pisos, las cuales eran hermosas y tenían tiendas y almacenes. Se describe la cantidad de templos y su tipo de construcción; también de la gente que lo habitaba; de su forma de vestir y de su clima. Según el censo de 1805, la ciudad de Guayaquil tenía 13.700 habitantes.

En este estudio se manifiesta que el distrito de Guayaquil, gracias a sus ríos forma extensas llanuras de clima húmedo, donde las plantas crecen con lozanía, cuenta con montañas donde abundan excelentes maderas, ganados, aves domésticas y silvestres, así como insectos y reptiles; y también minerales como la sal y el copé.

Se produce cacao, café, arroz, frijol, maní, raíces, ají de varias clases, caña dulce, lana de ceibo, algodón, pimienta, tabaco, vainilla de olor, tamarindo, zarza y que en 1813 se descubrió en Puerto Viejo una cascarilla, más dorada y amarga que las conocidas hasta esa época. Plátanos

6 Informe del Presidente del Concejo Municipal del cantón Guayas en 1887, presentado al señor Jefe Político de dicho cantón y precedido del Estudio sobre Guayaquil en 1820, escrito por don A. Baleato. Guayaquil, 1887, Imprenta de la Nación, calle de la Municipalidad número 11.7 http://es.wikipedia.org/wiki/Fundacion_de_Guayaquil.

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que se usa como pan, papayas, cocos y gran variedad de frutas, especialmente las piñas que son las más exquisitas que se conocen en América y de la caña dulce hacen miel y guarapos.

En cuanto a las maderas tiene la negra, matasorna, guachapelí, amarilla, bálsamo, cañafístula, moral, maría, seca, ébano, cascol, guayacán, colorado, lampa, palo santo, de olor, matapalo, guarango, míspero, canelo, espino, nanú, palo de vaca, pechiche, mangle-roble, laurel, cedro ordinario o timbo, figueroa, guayabo de monte, ceibo, higuerón y palo de balsa.

El comercio interior se realizaba a cambio de plata; principalmente: cacao, madera (para construir barcos y canoas), ganado vacuno, caballar, pitas, cera y carey, manteca de cacao, sombreros de Jipijapa y de mocora, cabuyas, hamacas, sal, brea, miel de caña, algodón, frutas, tabaco y café.

El comercio exterior productos que se elaboraban en la sierra y otros que se producían en este distrito; sale para Cuenca y Quito: cacao, café, algodón, pita, arroz, pescado salado y seco, sal, cera, sombreros de Jipijapa, mulas, potros, añil y telas de Europa; y recibe, paños, bayetas, jerga, tocuyos, costales de gangocho, alfombras, sombreros, medias, harinas, lentejas, papas, puercos salados, perniles, quesos y plata.

Para el Chocó alto y bajo salen carnes, cebos, grasa, arroz, frijoles, sal bermeja y recibe oro y alguna plata. Para Panamá sale cacao, comestibles, velas de cebo y plata; y recibe géneros ingleses, alguna caobilla, escobas de palma, tinajas y jarros de barro. Para el Realejo y Sonsonate sale cacao, bayetas de la sierra, algunos sombreros de Jipijapa y plata; y recibe añil, cedro, caoba, petates de palma, mechas, alquitrán, brea y jarcia de geneque o de esporto.

Para Acapulco y San Blas sale cacao, aguardiente de España, aceite y vino del Perú, almendras y pieles de vicuña; y recibe de Acapulco algún palo de nazareno, a veces harinas, géneros finos de Puebla, yesca de Geta hechas embreados para alumbrar y plata; de San Blas, breas, alquitranes, caobas, cedros y plata.

Para Lima y la Península Ibérica sale cacao; para Lima, maderas, suelas, sombreros de Jipijapa, pita floja y torcida, catres, balaustres y otras manufacturas de madera, café, cocos, cera ordinaria, zarza, tabaco y recibe géneros de Europa, mercaderías, vinos, aguardiente, aceites, pasas del Perú, harinas, nueces, almendras y plata; y para Chile sale un poco de cacao y poco arroz, café, cocos, pita, sombreros de Jipijapa ordinarios y recibe vinos, quesos, mantequilla, nueces, almendras, lenguas y pescadilla.

A pesar de que Guayaquil ha sufrido calamidades como once incendios grandes, especialmente en 1692, 1707, 1764, y quedo reducida a cenizas y con grandes pérdidas; las invasiones de piratas holandeses e ingleses; el gran tráfico y continuo comercio de buques mercantes superó esas repetidas calamidades. Un cálculo de la exportación de artículos principales sólo para Callao y España asciende a 521.562 pesos anuales; se registran además 300.000 pesos por importe anual de construcción de navíos y carenas.

En el capítulo segundo del libro Noticias Secretas de América, escritas por Jorge Juan y Antonio de Ulloa se toca el tema de: Relación de los astilleros que hay en las costas del Mar del Sur, y con particularidad el de Guayaquil, que es el principal donde se fabrican y carenan casi

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todos los barcos que navegan en aquellos mares. Se manifiesta que hay varios lugares donde se fabrican embarcaciones, pero que el de Guayaquil, por varias razones es el más importante, quizá porque las maderas que existen allí son abundantes y de gran calidad.

Estos marinos de la Real Armada Española, manifiestan que las principales especies de madera son: guachapelí, roble amarillo, maría, canelo, mangle, bálsamo y laurel, se destaca al guachapelí como

“la madera más admirable por ser sólida y fibrosa con variedad de tamaños, con muy pocos nudos y muy suave al corte, casi incorruptible y tan jugosa, que al tocarle con el hacha después de sesenta o más años de servicio, parece que está acabada de labrar … y los navíos que se fabrican con ella, son de una duración nunca oída en Europa, como se experimenta allí; pues dejando aparte los navíos que hay en aquella mar con cincuenta o más años de servicio, todavía alcanzamos uno a quien llaman el Cristo Viejo, cuyo nombre le habrían puesto por ser tal su antigüedad”.8

En cuanto a su ubicación dicen:

“El astillero de Guayaquil esta situado a dos mil varas de distancia de la ciudad hacia la parte del sur, siguiendo el curso del río hacia abajo, y como este río tiene agua suficiente por aquella parte es espacioso el ámbito de la orilla que goza esta comodidad, por lo que se puede construir varios navíos en un mismo tiempo, sin estorbarse los unos a los otros”.9

La importancia que logró alcanzar fue tan grande que algunos historiadores se atreven a decir que “El puerto de Guayaquil es de suma importancia en aquellos mares, porque además de ser la llave del comercio de las provincias de Quito, con todas las demás del Perú y costas de Nueva España, así como paso forzoso para su comunicación, es también el mejor astillero que se reconoce en toda la costa del mar Pacífico, tanto por la abundancia de las maderas, como por su calidad sobresaliente, y por su comodidad admirable para construir los buques”,10 lo que sí puede afirmarse con seguridad, es que durante los siglos XVII y XVIII el astillero de Guayaquil fue el más importante y activo de la costa del Pacífico; esa importancia se logra por la presencia de una gran comunidad de constructores navales, llámese maestros de obra o carpinteros de rivera.

La fabricación de los buques se realizaba basándose fundamentalmente en la experiencia y considerando criterios prácticos o a pedido de los propios armadores desconociendo las técnicas de construcción de aquella época, especialmente sobre dimensiones y características de los bajeles, a este respecto Jorge Juan y Antonio de Ulloa manifiestan que “la construcción de los navíos del Perú, tanto mercantes como de guerra, hace unos vasos de medidas desproporcionadas y figura monstruosa, de suerte que á poca distancia se puede aplicar á todos, lo que un constructor inglés que pasó á aquel mar pocos años ha, le dixo á un sugeto con quien tuvimos conocimiento, quando le propuso que le carenase y compusiese una fragata- El dueño de la embarcación y el constructor estaban en Guayaquil, y habiendo pasado á bordo de la embarcación, después de haberla reconocido, y tratando entre los dos de la obra que se necesitaba, dixo el Ingles al dueño, que lo primero de todo era ver acia que parte se le había de

8 Juan, Jorge, y De Ulloa, Antonio; Noticias Secretas de América, pág. 58.9 Ibidem, pág. 57.10 Ibidem, pág. 159.

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poner la proa; y que siendo toda la embarcación de una misma figura por cualquier parte, podía como dueño de ella determinar lo que quisiese. Nada puede dar á entender mas claramente lo irregular de aquellos navios, fabricados con tal desproporción con el fin de que carguen mucho, que es á lo que se reduce toda la idea de los que los mandan construir”11 (se respeta la escritura original).

A pesar de estas “figuras desproporcio-nadas”, la construcción de los barcos en los astilleros de Guayaquil se mantie-ne a lo largo de la edad moderna, qui-zás debido a la excelente calidad de las maderas de la región que eran de larga duración y a la experiencia de los cons-tructores navales.Don Jorge Juan y Don Antonio de Ulloa, Tenientes generales de la Real Armada, miembros de la Real Sociedad de Londres y de las Reales Academias de París, Berlín y Estocolmo.

Las primeras construcciones de embarcaciones en América, se realizaron en 1520 con materiales traídos de España y sirvieron para explorar el Mar del Sur, especialmente durante las expediciones de Almagro y Pizarro para la conquista del Perú. El documento más antiguo sobre astilleros en Guayaquil se encuentra en la carta que escribe Diego Vásquez en Puná, en 1547, y está dirigido a Gonzalo Pizarro:

“La opinión de muchos caballeros servidores de Vuestra Señoría que por aquí han pasado, es que vuestra Señoría ha de mandar hacer galeras.

Si así fuere y Vuestra Señoría fuere servidor, aquí en la isla de la Puná las podemos hacer, donde creo yo daré el mejor recaudo que pudiere, y diligencia no me faltará para servir a Vuestra Señoría, y el poder para ello Vuestra Señoría me lo ha dado y da, que quinientos indios y veinte balsas servicio ya lo sacaré de esta isla y de mis indios, para que siempre anden en la obra y yo con ellos. Vuestra Señoría vea lo que es servido, que en hacellas se ventura poco y tiene buena sonada.

Nuestro Señor la muy ilustre persona de Vuestra Señoría guarde y aumente como vuestra Señoría desea y yo su criado.

Desta isla de la Puná a 25 de enero.

Muy ilustre señor, besa los pies de Vuestra Señoría, su criado

Diego Vásquez.”

Vásquez moriría aquel mismo año; y no una vez sino tres, si seguimos a todos los cronistas que su triste fin cuentan. La Gasca pondría fin a la rebelión de Pizarro y así el proyecto de Vásquez quedaría olvidado. Pero no sería por mucho tiempo. Woodreow Borah considera que a mediados del siglo XVI se construían aquí en Guayaquil las mayores y mejores naves. James Lockhart en cambio observa que la información fidedigna más antigua es la de 1557 sobre los galeones que hizo construir el virrey marqués de Cañete. No es intensión contradecir a

11 Ibidem, págs. 114 y 115.

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Lockhart, pues los documentos lo apoyan. Tan solo preguntamos: ¿Por qué se le ocurriría al Marqués mandar a construir sus galeones aquí, y no en Panamá, donde ya se habían fabricado muchos, o en el Callao donde hizo construir dos galeones su sucesor el virrey Toledo en 1580?. Y la respuesta no puede ser otra que aquí –y en Puná– ya se había comprobado que podían fabricarse naves; sino galeones, al menos embarcaciones menores.

En 1556, sabiendo que ya existían los elementos necesarios, el marqués de Cañete decide contratar con Baltasar Rodríguez la construcción en la isla Puná de una galera de 24 bancos. “¿Dónde se hallarían aquellos primitivos astilleros? Estamos con Destruge en que estarían “al norte de la Ciudad Vieja, junto al estero de la Atarazana”. Que de otra manera no se explicaría la mención de la descripción de 1605 de que la ciudad tenía, “dos arrabales en que hay aserraderos de madera”. Si uno estuvo al sur, el otro no podía estar sino al norte. Vásquez de Espinoza confirma lo último”.

Los primeros astilleros eran una industria móvil; muchos de ellos eran abandonados una vez que habían servido para una determinada jornada; por un proceso de selección natural, poco a poco los astilleros se fueron concentrando en Guayaquil, resultando difícil determinar la fecha y lugar donde se inició la construcción naval en este importante puerto de lo que es el Ecuador en la actualidad. Las más antiguas noticias de construcción de naves; datan de 1547 en la isla Puná, o sea más o menos diez años después de la Fundación de Guayaquil. Al finalizar el siglo XVI, en 1560 ya se estableció la industria naviera.

La construcción de las naves se realizaba por lo general para defenderse del ataque de los piratas y/o para sustituir una nave en mal estado; para estas labores se creaban organizaciones para realizar el trabajo en orden; los recursos salían del Virrey de Lima y la mano de obra, de los carpinteros de Guayaquil; el uso de las maderas más adecuadas se tomaba de las que existían en los bosques cercanos.

Los ataques de los piratas a Guayaquil que registra la historia son: Francis Drake en 1579 y Thomas Cavendish en 1587, además de otros ataques holandeses. Ante la inminencia de los ataques, el virrey tomaba dos opciones; una, requisaba los buques mercantes y los armaba en guerra, tripulándolos adecuadamente; la segunda, era disponer la construcción de barcos nuevos o adquirir los que se estaban construyendo para uso particular y alterarlos para uso de la Armada. El segundo paso era nombrar a los oficiales reales de Guayaquil, para lo cual se enviaba la orden y el dinero para iniciar la obra, sea un galeón, galera o patache; las dimensiones lo establecía quien contrataba la obra con los constructores locales; los materiales y mano de obra era local.

La construcción de los buques en el siglo XVII era más controlada; el Virrey manejaba los proyectos, éste contrataba con un constructor de Guayaquil, dándole los poderes e instrucciones necesarias para darle la categoría de real, usualmente el Virrey nombraba como superintendente y gobernador de las reales fabricas a personas con conocimientos de la industria naviera; esto permitía mejor control sobre el astillero.

“Las instrucciones que contenían las dimensiones y características de la nave proyectada, generalmente se entregaban al Superintendente separadamente de su título. En el caso de Joseph de Castro, por ejemplo, su título de superintendente-gobernador, mencionaba que las

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dimensiones de los buques, así como los tipos de maderas, corbatones, pernería, clavazón, y cosas de hierro con que se han de fabricar, quedaban especificadas en su contrato, que tenía fecha distinta a su nombramiento de superintendente-gobernador. Los superintendentes que provenían de otras áreas del virreinato, tales como Valenzegui en 1640 y Mello en 1656, recibían, además de su nombramiento, instrucciones más detalladas concernientes a los materiales a emplearse, las dimensiones y las características (mástiles, velamen, etc.) que se deseaban. Sin embargo, estas instrucciones no eran sino poco más que normas generales, puesto que el superintendente tenía amplias atribuciones para decidir todo, en atención a las circunstancias del caso.”

En algunas ocasiones, además de los superintendentes, se enviaba desde Lima personal de carpinteros, pero generalmente se utilizaban oficiales reales locales para llevar la contabilidad y los servicios logísticos.

Los artesanos agremiados formaban parte principal de la fuerza laboral. Eran pagados según sus aptitudes y conocimientos, sin distinción de casta social, color o raza. Se llamaban “oficiales” a los artesanos que ganaban los salarios más altos. Sus jornaleros eran designados “medio oficiales” y recibían la mitad del salario de los oficiales. Bajo ellos existía una clase especial de aprendices y trabajadores manuales que recibían solo salarios mínimos. A fines del siglo XVII la organización gremial, se había cimentado y se le reconocía sus privilegios; los maestros mayores recibían nombramientos en que se reconocía su preeminencia entre sus colegas. La gran mayoría de los artesanos que conformaban el gremio o maestranza, constituían la fuerza laboral de los astilleros.

El trabajo de seleccionar, extraer y transportar la madera requería mucha mano de obra, se empleaban dos métodos diferentes y superpuestos, uno era el corte de los árboles que eran transportados a los astilleros por empleados de la corona, desde el superintendente hasta el último mitayo y otro era la posibilidad de contratar a individuos que eran trabajadores desligados de la corona o contratistas, en ambos casos se mezclaba el trabajo diluyéndose las líneas de responsabilidad.

Los otros materiales necesarios para la construcción de naves como la brea, alquitrán y jarcia se conseguía en el mercado local (de América) se importaban los demás pertrechos en grandes cantidades como el hierro que era traído de España, lo que subía el costo de las embarcaciones. La jarcia y los cordeles a veces eran importados desde Castilla, pero la mayor parte de estos artículos venían de Chile. Algunos artículos no se los encontraba en Guayaquil eran traídos desde Lima, como remedios para los enfermos, y a veces alimentos y vino.

Los roles de pago eran remitidos desde Lima al Tesorero Real de Guayaquil, las personas que eran enviadas desde Lima, recibían sus sueldos anticipadamente; otras veces recibían sus salarios en Guayaquil o a su retorno a Lima. Los salarios eran pagados por año, por mes o por jornal, dependiendo del individuo y su empleo. El Superintendente por ejemplo recibía su salario anualmente, que durante el siglo XVII era de aproximadamente 2.000 pesos, mientras que un carpintero recibía por lo general cuatro pesos de a ocho reales por día.

A pesar de que los procesos administrativos, financieros y logísticos se mantenían, los procesos de su construcción variaban de una construcción a otra; se seguía la práctica tradicional, la operación de un astillero en la década de 1730 no cambiaba desde hace dos siglos; el proceso era el siguiente:

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“Al terminarse y calafatearse el casco, éste era echado al río Guayas (o al golfo de Guayaquil, si la construcción era en Puná). Las naves se construían con sus popas frente al río o con un cierto declive hacia la orilla. Mientras aún estaban soportadas por una cuna de botadura muy fuerte de roble, se excavaba un canal poco profundo desde la proa a la orilla. Cuando estaba ya listo el buque, le quitan la cuña… y con dos o tres golpes de mazo por la popa, sobre la cabeza de la quilla, en el espacio de un Ave María, corre con precipitada carrera al río. Cables y anclas eran empleados para frenar el rápido movimiento del casco y luego para traerlo de nuevo a la orilla donde, después de asegurarlo adecuadamente, se podía comenzar la obra muerta. La botadura en si se consideraba una importante ocasión pública. Toda la vecindad se trasladaba al sitio; y con razón pues, de una forma u otra, habían estado involucrados en la construcción, y debían sentirse partícipes de la misma”.

Aunque la industria privada mantuvo una actividad más o menos continua; tan solo de las construcciones reales hay información pormenorizada. De otra parte, los astilleros reales serían establecidos en el siglo XVII, una vez cada diez años en promedio, y es la relativa escases de estas obras lo que permite analizar más o menos a fondo cada período de actividad. Esto se debe a que la información existente se quemó durante los diferentes incendios que sufrió la ciudad de Guayaquil y con ella desaparecieron sus archivos.

El historiador guayaquileño don Julio Estrada Ycaza, en la Guía Histórica de Guayaquil dice: “Cuanto nos gustaría poder representar una historia circunstanciada del nacimiento, de la evolución y aún de la decadencia de los Astilleros de Guayaquil, de aquellos que le dieron fama y fortuna y que también fueron causa, aunque indirecta, de las invasiones de piratas y filibusteros. Ya lo intentamos en nuestra obra sobre El Puerto de Guayaquil 2: Crónica Portuaria y allí queda constancia de nuestro esfuerzo… y de nuestro fracaso. Porque todo lo que atañe a la vida de esta Santiago de Guayaquil parece estar condenado al misterio. Misterio a medias, bien es cierto, pero por ello mismo misterio mayor; porque lo poco que se sabe tan solo despierta la curiosidad por conocer lo demás. Al parecer inicialmente los astilleros estuvieron ubicados por la Atarazana. Sin embargo, no tardarían en trasladarse parcialmente al sur del estero de Villamar [calle Loja] para extenderse eventualmente hasta el estero de Morillo [calle Roca] es una zona pantanosa cruzada por cinco esteros.”12

Se insiste en que los registros de construcción concuerdan con períodos de tensión o emergencia, cuando los filibusteros y piratas incursionaban en el Pacífico y obligaban a los virreyes a defender sus territorios. Así en abril de 1577 el virrey Francisco de Toledo, conocedor de un posible ataque de una expedición inglesa al Pacífico, dispuso la construcción de dos galeras en Guayaquil, para la Armada de la Mar del Sur a un costo de 18.000 pesos; efectivamente, Francis Drake atacó por primera vez los puertos del Virreinato del Perú en 1579, esto provocó el inicio de la naciente industria guayaquileña.

El virrey Toledo ordenó la construcción de dos galeras adicionales, más pequeñas que la Santísima Trinidad, después de la aparición de Drake en 1579; estas galeras fueron entregadas a la Armada en 1580, una de ellas fue conducida al Callao por el capitán Hernando de Zúñiga.

En 1583 el virrey Martin de Enríquez, ordenaría la construcción de un galeón de 400 toneladas, que se llamó San Pedro y San Pablo y Apóstol Santiago; en 1586 un galeón y dos galeras

12 Estrada Ycaza, Julio, Guía Histórica de Guayaquil, tomo 2, Poligráfica, Guayaquil, noviembre 1996 (Publicada con el auspicio del Bco. del Progreso), pág. 92.

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que fueron hechas en época del virrey Conde de Villadonpardo, estaba construyéndose o terminándose en Puná cuando el pirata Cavendish pasó por allí. Además, se habían comprado el galeón “San Gerónimo”, de 250 toneladas, y el “San Andrés de 300 toneladas. En 1594 el corregidor de Guayaquil, Francisco Arias de Herrera, hizo construir un barco para su expedición a Esmeraldas. Al iniciar el siglo XVII, en 1602 se construyeron los galeones “Jesús María” y “La Visitación”, fabricados por el general Ordoño de Aguirre; y en 1610 los galeones “San José” y “Santa Ana” que fueron construidos por el maestro Antonio de Beaumonte y Navarra.13

A fines de 1615 se resuelve equipar la Armada durante el gobierno del virrey Esquilache construyendo tres barcos (dos goletas y una galera), así como reparar y carenar los dos bajeles existentes. Estos trabajos se realizaron en los astilleros de Puná y demoraron cinco años (1617-1622). El mayor de los buques construidos fue el “Nuestra Señora de Loreto”, de 44 cañones que pasó a ser la nave capitana de la Armada. El segundo buque que se construyó fue el patache “San Bartolomé” que tuvo 8 cañones, como no hubo instrucciones de mayor importancia durante el tiempo que operó el astillero real, se supone que la galera también fue construida. El “San Felipe”, y “San Pelayo” y “La Visitación” fueron los dos buques carenados y reparados.

“Se dice que el galeón que se fabricó en los astilleros de Toribio de Castro costó 300.000 pesos. Nos parece exagerado el precio en todo caso fue bautizado “Nuestra Señora de Loreto” y fue armado con 44 cañones. El Príncipe de Esquilache hizo construir, además, los galeoncetes “San Felipe” y “Santiago” de 16 cañones cada uno, los pataches “San Bartolomé” y “San Francisco”, de 8 cañones cada uno, y tres lanchas cañoneras”14.

Durante la construcción de los buques, que significó la consolidación de la construcción naval en Guayaquil, pocos artesanos, libres o esclavos debieron ser traídos desde Lima para ayudar en las faenas del astillero. El crecimiento de los trabajadores guayaquileños en los astilleros fue reforzado con la gente que adquirió experiencia en las construcciones realizadas entre 1610 a 1614, fueron suficientes para atender la demanda de mano de obra; esto contribuyó a que Guayaquil sea considerado como el principal centro de construcción naval en el virreinato. Los astilleros informales del siglo XVI habían sido remplazados por una organización más estable.

A inicios de 1624 el virrey Antonio Fernández de Córdova, marqués de Guadalcázar, tuvo conocimiento de un posible ataque de una flota holandesa compuesta por 15 buques y comandada por Jacobo L’Hermite, por lo que dispuso construir una flotilla de pequeñas galeras y lanchas cañoneras para proteger el Callao y sus áreas aledañas. Estas embarcaciones fueron construidas en el Callao ya que ese puerto tenía infraestructura y personal capacitado para la construcción naval con material importado.

Los holandeses bloquearon y atacaron el Callao y su vecindad, durante la mayor parte del verano de 1624; pero no lograron tomar la ciudad debido a las buenas defensas portuarias, mientras la Armada del Mar del Sur se las había arreglado para escapar tomando rumbo a Panamá. Debido a la emergencia, el Marqués de Guadalcázar firmó un contrato a fines de

13 Ibídem, pág. 94.14 Ibídem, pág. 96.

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1623, con un prominente constructor naval de Guayaquil, José de Castro, regresando a la vieja práctica del siglo XVI. El contrato estableció las dimensiones del buque, la fecha de entrega y el costo. Desafortunadamente el buque denominado San Diego, nunca llegó a terminarse, pues los holandeses lo quemaron cuando aún estaba en parrilla en su primer ataque a Guayaquil, en junio de 1624.

“En 1623, con ocasión de la venida de los piratas holandeses, se hicieron 3 galeones y 13 lanchas, cada una con un cañón en la proa, y una chata a manera de pontón con 4 cañones. El galeón “San Diego” sería construido por orden del virrey marqués de Guadalcázar (1622-1629), por el sargento mayor José de Castro Guzmán y costó 84.500 pesos, pero sería quemado por los holandeses en 1624, encontrándose aún en parrilla. Todavía existían astilleros al norte del Cerro”15.

En 1632, el conde de Chinchón (1629-1639) hizo construir el galeón “Nuestra Señora de la Antigua”, de 200 toneladas.

No se realizaron nuevas construcciones reales en Guayaquil durante los siguientes 15 años. En 1643, cuando Pedro de Toledo y Leyva, marqués de Mancera (1639-1648), sucedió al conde de Chinchón como virrey en 1640, al encontrarse con una Armada vieja y malgastada, decidió aumentarla y modernizarla ordenando la construcción de dos nuevos galeones en Guayaquil; los astilleros se constituyeron en Puná y las obras se iniciaron en el mismo 1640. Se proponía construir galeones de 1000 toneladas cada uno. Al botárselos al agua, la capacidad resultó menor, pero ambos fueron suficientemente grandes para montar más de 50 cañones por buque. La Santiago, fue construida como capitana16 y la Limpia Concepción, como almiranta.

“El capitán Pedro Ruiz de Eguiño actuó como sobrestante, y el general Martín de Valenzegui como superintendente. Costaron no menos de 257.000 pesos. Bernardo Torres los celebraría: La Capitana Real (Santiago) es la Reina de la Mar del Sur, y pudiera serlo del norte por su hermosura y grandeza; es de mil ciento cincuenta toneladas, y capaz de sesenta piezas de artillería. La Almiranta (Limpia Concepción) es de mil toneladas y pocas menos piezas”.

En 1646 una flota respetable de los holandeses pasó por el estrecho de Magallanes y logró ocupar Valdivia, donde pretendían establecer una colonia; para evitarlo, el virrey Mancera conformó una Armada; la mayor parte buques mercantes armados y los envió al sur con el buque Santiago como capitana; pero los españoles de Chile ya los habían expulsado. Desde mediados de siglo, los holandeses emprendieron una prolongada contienda marítima con los ingleses; por lo que terminaron sus acciones en el Pacífico español.

En 1650 el virrey Luis Hernández de Guzmán, conde de Alba de Listre, dispuso nuevas construcciones de naves. Los dos galeones construidos entre 1656 y 1659 fueron el “San José” y el “Nuestra Señora de Guadalupe”, cada uno con aproximadamente 825 toneladas y armados con 32 cañones. Estas embarcaciones fueron construidas con dimensiones que no correspondían (se había aumentado el tamaño), por lo que presentaban problemas para la seguridad de la navegación. Estuvieron a cargo del general Cristóbal del Mello, asistido por el

15 Ibidem, pág. 97.16 Un buque insignia o nave capitana es tradicionalmente la nave usada por el comandante en jefe de un conjunto de barcos de una escuadra naval. El término solía ser fundamentalmente una designación temporal, ya que buque insignia es dondequiera que estuviera el almirante enarbolando su bandera (insignia).

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escribano Lorenzo de Bances León, y fueron lanzados al agua en 1659 a un costo aproximado de 500.000 pesos.

La Junta de Guerra en España, había determinado que las naves no deberían ser mayores de 500 toneladas ya que eran más maniobrables y eficientes por lo difícil de la navegación en los mares del Virreinato; pero debido a la experiencia adquirida en la construcción de los buques, lo hacían hasta del doble del tonelaje de este tipo de naves. Esto se debía a que los principales usuarios de los barcos de la Armada de la Mar del Sur, eran en su mayor parte del tipo de mercaderes y exportadores, quienes lo preferían más grandes, aceptando el criterio mercantil sobre la conveniencia de maniobrabilidad; estos cambios anti técnicos, produjo el naufragio del “Nuestra Señora del Rosario” en 1632, al norte del Callao y del Limpia Concepción en los bajos de Chanduy en 1654.

Es evidente determinar que no solo se perdían centenares de vidas sino millones de pesos en mercancías o plata que iban a parar al fondo del mar con serias repercusiones económicas a toda la colonia. Estos naufragios no solo era por el gran tamaño y poca maniobrabilidad de los bajeles, sino por la falta de pericia de los navegantes.

Estas observaciones lo hizo presente la Junta de Guerra al Rey en 1659; se mencionaba que las instrucciones vigentes prohibían la construcción de buques mayores de 500 toneladas para la Armada de la Mar del Sur; se manifestaba además que los costos de carenaje y reparación de los buques mayores constituían un derroche injustificado de dinero. Por todos estos antecedentes, la Junta recomendó que antes de la construcción de un barco, todos los planos y medidas debieran ser aprobados por la mencionada Junta.

Como se observa; prevalece lo empírico en los astilleros de Guayaquil; las medidas se enviaban desde Lima, pero las dimensiones finales se determinaban al ojo. A pesar de estos defectos parece que el San José y el Nuestra Señora de Guadalupe duraron más de veinte años.

Posteriormente al virrey Alba de Listre no se realizaron nuevas construcciones reales en Guayaquil hasta finales de siglo; sin embargo, durante este período, los españoles estuvieron en constante conflicto con los bucaneros, después de que Henry Morgan atacara Panamá en 1670, la actitud del Virrey era tranquila y negligente. Cuando la acción de los piratas se hizo intensa a mediados de la década de 1680, el virrey Duque de la Palata y Rocafull apenas si reaccionó.

“En 1680, el duque de la Palata aseguraba, al terminar su actuación, que “acababa de fabricarse en Guayaquil” el “San Lorenzo”, de 20 cañones. Pero más bien parece que él lo encontró ya hecho”.

El intento que hizo el Consejo de Indias en 1686, para comprar y enviar a la defensa de la Mar del Sur seis fragatas, quedó anulado porque se decidió reforzar la defensa del territorio metropolitano. La presencia de bucaneros en el Mar del Sur en 1685, prácticamente había paralizado el comercio marítimo mediante el saqueo de puertos y la captura de buques; situación que se tornó insoportable que se obligó a la formación de la compañía de Nuestra Señora de la Guía por el Consulado de Comercio de Lima, para proteger sus intereses (una especie de Cámara de Comercio local). Con la aprobación del Virrey se armó buques mercantes para navegar en las costas del Virreinato y eliminar a los bucaneros, lográndose tal objetivo a finales de esa década.

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En ese mismo año, el duque de la Plata fue sustituido por Melchor Portocarrero, conde de la Manclova quien optó por una actitud mas responsable hacia los restos de la Armada que heredó; este personaje descubrió que el Consulado de Comercio de Lima, tenía deudas con la Corona, por lo que negoció que la deuda sea destinada a la construcción de dos buques mayores y un patache como pago a las obligaciones contraídas. En 1693 se inicia la construcción de los tres buques con Juan Bautista de Mendive, como Superintendente, y bajo la dirección inmediata del maestro mayor de fábricas Andrés del Valle: “Santísimo Sacramento”, nave capitana que tendría 34 varas de quilla y 845 toneladas, “Purísima Concepción”, nave almiranta, que tendría solo 32 varas de quilla y 781 toneladas y el patache “Santa Cruz” de 24 varas de quilla y 256 toneladas; costaron 300.000 pesos. Fueron los últimos buques construidos en los astilleros reales de Guayaquil y Puná, durante el siglo XVII.

“En 1697, con motivo de la mudanza a Ciudad Nueva, se le asignó al “Astillero Real y de Particulares” el sitio “a orillas de este rio para abajo de la ciudad, desde 30 varas apartadas de la punta del baluarte que de la última línea (por la calle Colón) hasta los términos de la casa y chacra de Juan de Ubilla (por la avenida Olmedo)… tierra a propósito para el efecto y que no se aniega con las corrientes del rio”. Al maestro mayor de Rivera, Andrés del Valle, se le señaló un solar en la zona. Por esta época el Procurador General argumentaba “que las fábricas que se han hecho siempre en estos astilleros, se han puesto las quillas y astilleras de barlovento de la población de la ciudad”. Ya se habrían olvidado de la existencia de los astilleros al norte del Cerro”17.

A consecuencia de que los bucaneros dejan de atacar los barcos españoles en los mares de América, a inicios del siglo XVIII empieza a decaer la industria naviera; por consiguiente los astilleros de Guayaquil dejan de construir barcos a gran escala para la Armada española. En 1730 se registra la construcción del “San Fermín”, a un costo de 81.150 pesos; tenía 34 varas de quilla y 11½ de manga; montaba 30 cañones de a 6 libras.

En 1736 se precisa la ubicación de los astilleros y confirma que existía uno al sur del foso (calle Mejía) y otro al norte del estero de la Atarazana. Hasta entonces se habían fabricado 176 naves: 47 de 36 a 54 codos de quilla; 32 de 27 a 36 codos; y 97 de 18 a 27 codos; fuera de las innumerables embarcaciones menores18.

En la Guía Histórica de Guayaquil, se registra que en 1757, José de Erdozia (alias El Boliviano), propietario y capitán del navío “Nuestra Señora del Carmen”, se defendió a la acusación de “haber fabricado un bote y barraca junto al hospital (en aquel entonces por la calle Aguirre), ya por la ignorancia de la prohibición que lleva expuesta, ya por el ningún detrimento que se irroga a la ciudad, y ya finalmente por haber visto en su ramada practicar lo mismo al capitán y al maestre de las Caldas, de suerte que valiéndose de aquel adagio vulgar de que en tierra que fueres, haz lo que vieres, hice mi bote y barraca con inspección de la ramada y barca que había fabricado dicho maestre”. Esto demuestra que al no existir los Astilleros Reales en Guayaquil, los astilleros independientes realizaban la construcción de los barcos sin seguir las ordenanzas existentes a este respecto.

En 1767 el Gobierno español determina la conveniencia de establecer en Guayaquil un Astillero Real en forma permanente, posiblemente ubicado entre el estero de Carrión (calle Mejía) y el

17 Ibidem, pág. 98.18 Ibidem, pág. 99.

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Fuerte de San Carlos (por el sector de los comercios de la Bahía), para lo cual envía expertos españoles que dirijan la construcción de navíos de guerra; por tal razón a finales de 1768, llegó a Guayaquil un equipo integrado por el constructor naval Cipriano Chenar, nombrado director del proyecto; dos guardia marinas Luis Mesía y Caicedo y Pedro Gutiérrez Carriazo como ayudantes del constructor; un capitán de maestranza, Nicolás Afriano; un maestro carpintero, Antonio Manuel Daínez y un guarda almacén de nombre José Ferrer. Su presencia en Guayaquil no dejó huella alguna en materia de construcción naval, ya que el proyecto fue abandonado por la muerte de Chenar en abril de 1770; las acciones realizadas hasta esta fecha, se reducía al reconocimiento de los bosques y regulación del corte de maderas19. Se cree que este estudio no tuvo acogida debido a que el virrey Amat, mostró poco entusiasmo por el proyecto.

Para 1775, el Procurador General informaba que los astilleros estaban “desmantelados”. Entre los barcos de particulares figura el “Nepomuceno”, botado al agua en el año de 1779.

En 1789, el astillero propiamente dicho se encontraba, según el Cabildo, al sur del estero de San Carlos (avenida Olmedo), sin embargo, el Fiel Ejecutor tenía que protestar contra el Gobernador por conceder permiso al capitán Juan Antonio Rocafuerte, para construir un barco en “el centro de la orilla” en terrenos del cabildo y estorbando al vecindario. En 1790, en el mismo lugar donde había fabricado un barco del coronel Jacinto Bejarano –cuñado de Rocafuerte– ya se estaba echando la quilla para otro. El Virrey, a instancias del Cabildo, prohibiría construir embarcaciones más allá del puente de Carrión (calle Mejía), sino únicamente en el Astillero. Esto se daba debido al excesivo entusiasmo del gobernador Ramón García de León y Pizarro para permitir construir barcos en pleno centro; al fin y al cabo logró revitalizar la construcción naval, pues durante su administración (1779-1790) se efectuaron obras por 1.528.024 pesos. Tan solo las fábricas para los armadores limeños se estimaban en 44.000 pesos anuales20.

A finales del siglo XVIII, la industria naval iba decayendo rápidamente, por lo que cuando doña Josefa Bejarano de Rocafuerte, pidió permiso para construir una embarcación en un sitio central, el Cabildo accedió. Para fomentar la construcción naval, en 1805 el gobernador Cucalón proponía liberar del almojarifazgo y alcabalas, los pertrechos y enseres empleados en nuevas fábricas de barcos, según la ley de fomento de la navegación; no así los usados en carenas y composiciones; el Cabildo, por su parte, estimularía a los armadores en otra forma, reconociendo las pérdidas económicas en la construcción de barcos.

Según el historiador Camilo Destruge en 1818, se habría fabricado unas lanchas cañoneras destinadas “a la defensa de la ría”, las últimas obras de la época colonial; por lo que las carenas ayudarían a mantener activo a los gremios de la construcción naval.

En 1822 el ciudadano Heredia pretende construir 2 goletas en Esmeraldas, para correo a Buenaventura. Contesta Bolívar que habiendo otras necesidades no ve la utilidad de construir estas embarcaciones donde no hay ni operarios ni elementos y que cuando lo considere conveniente les hará construir en Guayaquil. Tampoco cree útil Bolívar, la propuesta de los

19 Laviana Cuetos, María Luisa, La Maestranza del Astillero de Guayaquil en el siglo XVIII. Profesora ayudante de Historia de América de la universidad de Sevilla, 1984, pág. 74 a 91.20 Ibidem, pág. 99.

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comandantes de Esmeraldas de construir allí la lancha cañonera para custodia del puerto, que “de ser necesario es muy fácil y más pronto y menos costoso hacerla ir de Guayaquil donde hay excelentes lanchas cañoneras” antes que construirlas en Esmeraldas.

Durante la Gran Colombia, el derecho de carena era de 25 pesos por barco grande y los menores se cobraba según lo establecido por el Mayordomo de Propios, quien se quejaba de que no pagaban; el alcalde Vicente Ramón Roca opinaba que no se debía cobrar el derecho de recorrido a los buques, cuando lo hacen en el rio; mientras que el Procurador General opinaba igual pero decía que no debía alterarse esa recaudación así no más. Finalmente se decidió suspender esa recaudación.

Durante las guerras de la Independencia, la Escuadra Unida inicialmente al mando del contralmirante Martín Guisse, quien fue reemplazado por el capitán de navío Juan Illingworth por sus actitudes intemperantes y agresivas; permaneció en los astilleros de Guayaquil, durante sus necesarios y frecuentes períodos de reparaciones; pero la Gran Colombia no tenía casi idea de la existencia de los astilleros de Guayaquil, quizás por cuanto siempre había sido una colonia que miraba al Atlántico; no en balde prefería construir 12 pailebotes en astilleros extranjeros.

La fama de los astilleros guayaquileños, más la importancia geopolítica que tomó el puerto de Guayaquil, atrajo a la escuadra peruana a tomar este importante puerto durante la guerra entre la Gran Colombia y el Perú, el 22 de noviembre de 1828, demandando su rendición. La escuadra peruana estaba compuesta por la fragata “Presidente”, la corbeta “Libertad”, la goleta “Peruviana” y cinco lanchas cañoneras. Esta invasión terminó después de que las fuerzas peruanas fueran derrotadas en la batalla de Tarqui el 27 de febrero de 1829, y una vez de que se firmara el Tratado de Guayaquil el 22 de septiembre de 182921.

Como conclusión se manifiesta que Guayaquil durante el siglo XVI fue una ciudad primitiva y destartalada; y conservaría su apariencia de transitoria y efímera a lo largo del siglo XVII. En lo comercial la ciudad dependía de cuatro actividades principales durante aquel período: el corte y explotación de madera; la construcción naval; función portuaria para la región sierra; y la cosecha y exportación de cacao, lo que le da el carácter de una ciudad eminentemente marítima, creando un vínculo con todo el imperio español del Pacífico.

Los corsarios, piratas y los mismos incendios de grandes magnitudes creaban en Guayaquil un serio descalabro comercial y la paralización de la construcción naval y los demás negocios en general, por períodos más o menos largos.

Los astilleros reales funcionaron mientras existía la necesidad de aumentar la Armada Real o sustituir alguna unidad en mal estado, lo que daba origen a la creación de una dependencia grande, pero siempre profesional que estaba supeditada al Virrey de Lima en cuanto a órdenes y recursos, pero los materiales a usarse, especialmente la madera y la mano de obra era siempre gente de Guayaquil; es decir, los principales recursos eran tomados de las cajas reales de Lima y Guayaquil, reconociéndose que la carga principal del gasto provenía de Lima; especialmente durante las grandes y múltiples construcciones del siglo XVII que llegaron a cientos de miles de pesos.

21 Historia Militar del Ecuador, la batalla de Tarqui, pág. 218, 233 y 243.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

La construcción naval en Guayaquil existió con personas que proyectaban operar y navegar sus propios barcos o en su defecto, una vez terminados luego de un corto período de uso eran vendidos. Es posible que se hayan construido buques a comisión o contrato, o simplemente como una inversión para venderse al mejor postor; pero es más probable que los constructores retuvieran la propiedad parcial o total de aquellos bajeles, antes de que éstos salgan fuera del círculo de los capitalistas guayaquileños; sin embargo, el propósito de cualquier armador era transportar las mercancías a él encomendados en la forma más rápida, barata y segura.

El viaje de ida y regreso a Guayaquil, con maderas, cacao, tabaco y otros productos a El Callao u otros puertos más al sur, tomaba de 3 a 5 meses, y las utilidades crecían en proporción directa a la carga transportada, este solo factor alentaba la construcción de buques mercantes de alta capacidad.

Las naves de la Armada, considerando su misión principal que es la guerra, eran muy similares en capacidad y características a los buques mercantes; el espacio de carga de las naves reales se alquilaban regularmente a embarcadores privados como se dijo anteriormente, también los buques mercantes se transformaban rápidamente de cargueros en naves de guerra en casos de peligro, ya que las similitudes eran mayores que las diferencias.

Los procedimientos empleados para la construcción de las naves, en un astillero de Guayaquil y/o Puná fueron catalogados como empíricos, esto lo dijeron los oficiales navales españoles Jorge Juan y Antonio de Ulloa, quienes pasaron por Guayaquil en la década de 1730, parece que esta costumbre fue heredada de los españoles ya que antes de 1567 no existían ordenanzas que regulen la construcción naval en España y en sus colonias en América, hasta cuando en un intento masivo por tecnificar la industria aparecieron en el último cuarto del siglo XVI y siglo XVII reglas, códigos y ordenanzas sobre embarcaciones; normas creadas con la finalidad de evitar las imperfecciones y defectos de los navíos que se construían para las flotas mercantes y la Real Armada, a fin de que éstos sean más eficientes y seguros.

Es necesario considerar que las regulaciones existentes en Europa, para la construcción de los navíos, estaban hechas para navegar en los ríos y mares de ese continente; normas que además no eran cumplidas ni por los propios españoles. Conociendo que las Américas tenían otras condiciones de navegabilidad, existencia de corrientes marinas y de la necesidad de buques más grandes, exigía hacerlos a la medida de las necesidades del nuevo mundo; por esto, no debe sorprender que los constructores guayaquileños siguiesen sus propias reglas.

Sin embargo, de las formas “poco graciosas” o tan poco regulares de las embarcaciones construidas en Guayaquil, que a la vista parecen disformes; los mismos Jorge Juan y Antonio de Ulloa justificarían estas razones, ya que reconocieron que se lo hacía para lograr mayor capacidad de carga.

“El padre Ricardo Cappa, un historiador jesuita del siglo XIX, hizo una buena defensa de los buques construidos en Guayaquil, llegando a conclusiones positivas y muy diferentes en cuanto a la bondad de ellos; Cappa se opuso fuertemente al calificativo de “monstruosos” que se les dio a los buques del virreinato, entrando a analizar los diversos aspectos y características de los buques construidos en el Guayas, con escrupulosidad y objetividad, no superadas antes o después por ningún otro investigador”.

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A pesar de haberse realizado varios intentos para rehabilitar los astilleros de Guayaquil, desde mediados del siglo XIX prácticamente ya no se construían buques de vela, debido primero al uso de buques a vapor, y segundo porque ya escaseaba la madera para su construcción; es fácil concluir esta afirmación porque los bosques, especialmente en las regiones que actualmente son parte de la provincia del Guayas y Santa Elena, fueron depredados y explotados hasta llegar a su extinción total. “Desde 1859 el astillero de Guayaquil está desierto, y será mucho decir que llegan a diez los buquecillos construidos en los 15 años transcurridos. La guerra con el Perú primero y la civil después concluyeron con los artesanos y astilleros”. Lamentablemente, esta actividad dejo de ser prioritaria y se rezagó con la consiguiente pérdida de predominio y prestigio.

La industria de la construcción naval en el puerto de Guayaquil, realmente nunca se extinguió, ya que los Astilleros Navales Ecuatorianos (Astinave) al ser la empresa más antigua de la Armada del Ecuador, es heredera de la larga trayectoria histórica que en el campo de la construcción y reparación naval se ha reconocido a los astilleros de Guayaquil, donde se distinguía y apreciaba la actividad, habilidad y destreza de los carpinteros navales en la construcción de cascos y arboladuras en embarcaciones de madera.

A comienzos del siglo XX estos astilleros eran conocidos como “Arsenal Naval y Maestranza de Minas y Torpedos”, contaban con instalaciones y tecnología rudimentarias, pero que en todo caso, atendían las necesidades de la incipiente Fuerza Naval y de las embarcaciones de tráfico costero nacional. Para la década de los cincuenta, nuestros obreros se distinguían por su habilidad pero carecían de técnica, limitando con ello su trabajo a las reparaciones menores de maquinaria y mantenimiento del casco de los buques.

Tipos de naves construidas en los astilleros de Guayaquil

Galera: Era una nave de remos, provista también de velas como sistema auxiliar de propulsión, típica del Mediterráneo y usada generalmente para fines militares, sobre todo en la Edad Media. La galera se derivó del dromon bizantino, y mantuvo casi invariables sus características desde el siglo IX al XVIII. La mayoría de las galeras cubiertas al menos en parte, medían 40-50 m. de eslora y 6-7 m. de manga; contaban con 23-30 remos en cada lado y dos mástiles con velas latinas que, antes del combate, se arriaban para poder maniobrar con facilidad, independientemente del viento.22

Modelo de galera con dotación de remos reducida, que aún estaba en servicio a principios del siglo XIX.Las velas se arriaban antes del combate a fin de que la nave pudiera moverse sin depender del viento. Fuente Internet.

22 http://www.oya.es.net/reportajes/galera.htm

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Galeón: Era una embarcación a vela utilizada desde principios del siglo XVI. Los galeones eran barcos de destrucción poderosos y muy lentos que podían ser igualmente usados para el comercio o la guerra. Desde mediados del siglo XVI se convirtieron en el barco de comercio principal de las naciones europeas, y en su diseño se basaron los tipos posteriores de navíos de guerra de pequeño tamaño; un galeón es una embarcación a vela utilizada desde principios del siglo XVI.

Los galeones eran barcos de destrucción poderosos y muy lentos que podían ser igualmente usados para el comercio o la guerra. Desde mediados del siglo XVI se convirtieron en el barco de comercio principal de las naciones europeas, y en su diseño se basaron los tipos posteriores de navíos de guerra de pequeño tamaño.

Galeones españoles de la Gran Armada de 1588 por Cornelis Claesz van Wieringen, Rijksmuseum, Ámsterdam.- Enciclopedia.

Bergantín:23 Un barco, generalmente de dos mástiles, con todo su aparejo formado por velas cuadradas; es decir, velas dispuestas en los mástiles colgando de velas transversales respecto al eje longitudinal de la nave (el que va desde la proa hasta la popa).

El bergantín aparece en la segunda parte del siglo XVII y se empleó de forma generalizada hasta el siglo XIX. Se caracterizaba por la gran superficie de vélica que era capaz de desplegarse para su desplazamiento hacia otros países, de hasta 600 toneladas, siendo los bergantines buques extremadamente rápidos y ágiles en la maniobra, y apropiados para tráfico entre continentes.

Los bergantines fueron empleados como buques para tráfico mercante, pero también como corsarios, gracias a su gran velocidad, que les permitía escapar de navíos y fragatas, y alcanzar a toda clase de tráfico mercante. De esta forma las armadas incorporaron a su vez el bergantín, que portaba normalmente hasta una docena de piezas en cubierta, para exploración y lucha contra la piratería.

El “Falcón”, bergantín goleta americano de finales del siglo XVIII, perteneció a una pequeña flota de barcos dedicados al comercio pero,

por necesidades bélicas, fue convertido en barco de guerra, armándolo con 10 cañones. Finalmente acabó sus días de navegación sirviendo a su

país como guardacostas24. Foto tomada de Internet.

23 http://es.wikipedia.org/wiki/Bergantin.24 http://www.libreriadenautica.com/items/falcon-maqueta-bergantin-goleta-MMF-2.html.

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Goleta:25 Era un buque de vela de dos o más mástiles (las ha habido hasta de siete palos), siendo el mayor el de mesana, con el aparejo formado por velas áuricas –cangrejas y escandalosas– y velas de cuchillo –foques y velas de estay–; es decir, velas dispuestas en el palo siguiendo la línea de crujía, de proa a popa, en vez de montadas en vergas, como las velas cuadradas.

La goleta aparece en el siglo XVIII y tiene caracte-rísticas funcionales parecidas al bergantín, del que se diferencia principalmente por su aparejo. Es un buque capaz de alcanzar gran velocidad en ceñida y través, y se empleó de forma parecida al bergan-tín, aunque por su menor tamaño se destinaba más a actividades mercantes de cabotaje. El aparejo de cuchillo requiere menos personal para su manejo. Las goletas solían ser de menor desplazamiento que los bergantines, aunque también las hubo de más tonelaje, que se emplearon en navegación en-tre continentes, y en algún caso hasta de tres palos.

La goleta de velacho de dos mástiles Etoile, de la Armada francesa, utilizada para la instrucción naval. Foto tomada de Internet.

Patache: Era un tipo de embarcación de vela con dos palos, muy ligera y de poco calado, una especie de mezcla entre un bergantín y una goleta, que en sus inicios fue un barco de guerra, estando destinado a la vigilancia e inspección de las costas y puertos normalmente supeditada a otra embarcación de más importancia o tamaño, y también para viajes transpacíficos, aunque posteriormente se utilizó para fines civiles o de aprovisionamiento y que solía ser de unas 30 toneladas; fue usado sobre todo por la Armada española en los siglos XV, XVI, XVII y XVIII, para la defensa y vigilancia de los territorios del imperio español en ultramar. Por su ligereza y velocidad de desplazamiento fue empleado por corsarios españoles y holandeses para atacar a navíos comerciales.

Réplica de la nao Victoria, fotografiada en Nagoya, Japón, el 6 de junio de 2005. La única de las cinco naves, Magallanes que retornó a España en 1522, siendo la primera en circunnavegar el globo terrestre26. Foto tomada del Internet.

25 http://es.wikipedia.org/wiki/Goleta.26 Página web Wikipedia.org.

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Nao: La palabra nao (del latín navis, ‘barco’, a través del catalán nau) ha tenido en el castellano de siglos pasados, sobre todo los siglos XIV, XV, XVI y XVII, la acepción genérica de «nave» o «barco», especialmente aquellas embarcaciones dotadas de cubierta y velas pero no dotadas de remos. En los siglos XIV, XV y primera mitad del XVI, la palabra se refirió también a un tipo más concreto de buque que se distinguía por tener un elevado francobordo, tres mástiles dotados de velas cuadras y castillos en proa y en popa. Del mismo modo que en el siglo XV naos y carracas ya habían reemplazado a las cocas medievales, en la segunda mitad del siglo XVI, galeones, urcas, pinazas y filibotes ya habían reemplazado a naos y carracas.

Las naos son una evolución de las cocas medievales, barcos mercantes de casco redondo y un solo mástil con vela cuadrada. Las cocas, a su vez, eran lo que los vikingos habían desarrollado para los knarr, sus barcos mercantes. Hacia el siglo XIII, cuando el período vikingo ya había terminado desde hacía más de dos siglos, las cocas europeas empezaron a adquirir un nuevo adelanto técnico: el timón de codaste, que reemplazaba al timón de espadilla, utilizado hasta entonces desde las naos de los siglos XIV y XV.

Réplica de la Santa María en el Muelle de las Carabelas, La Rábida, Palos de la Frontera-España. Foto tomada de Internet.

Fragata: El término fragata es muy anterior a la navegación a vapor y a las escuadras de naves blindadas de la segunda mitad del siglo XIX. Desde el siglo XVII las fragatas eran buques de tres palos, más ligeras que los navíos de línea que formaban el núcleo principal de las escuadras de vela. Disponían como máximo de dos cubiertas y por lo normal artillada solo una o todo lo más con una pequeña batería en la segunda y con un número total de piezas que raramente excedía de 30, aunque en algún caso llegaba a 50.

Batalla de las Dunas, primer momento de la historia donde se demuestra la efectividad de un

barco ligero como la fragata “Holandesa”. Foto tomada de Internet.

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La Armada Real antes de la Independencia27

Organización de la Armada

Con Real Cédula del 27 de febrero de 1714 se crea la Armada Real, que aglutinó en una sola institución estatal las diversas fuerzas navales existentes en el Imperio español28; su misión era mantener el dominio de los distintos mares y dar protección a las líneas de comunicaciones marítimas en los diferentes territorios de ultramar. Dichas Armadas fueron las siguientes:

Armada de Galeras: Felipe II llevó a España a establecerse como uno de los mayores poderes navales del Mediterráneo del siglo XVI, siendo las galeras el instrumento marítimo más efectivo en la guerra naval de aquel tiempo. La corona española en 1573 contaba con 158 navíos de este tipo.

Armada de Flandes: Esta Armada con base en Dunquerque, tenía como misión transportar tropas a Flandes y combatir a los holandeses.

Armada de Nueva España: Escoltaba a los galeones desde Veracruz (México) hasta La Habana (Cuba).

Armada del Mar del Sur: Creada en 1580 por la corona española, para proteger el Virreinato del Perú y mantener fluidas, seguras y controladas las rutas marítimas en el Pacífico sur, desde cabo de Hornos hasta Centroamérica; su base estaba establecida en el puerto de El Callao. Patrullaba especialmente la ruta Callao-Panamá ya que se enviaban grandes cantidades de oro y plata de América a la madre patria.

Armada de Tierra Firme: Escoltaba a los navíos desde Portobelo (Panamá) hasta la Habana.

Armada de la Guardia de la Carrera de las Indias (desde 1576): Formada por galeones con artillería pesada que protegían los convoyes de la Carrera de las Indias. Estaba formada por ocho galeones y tres pataches, con tripulaciones específicas de 1.100 marinos y 998 soldados.

27 Sánchez Bravo, Mariano, CPFG (sp). Historia Marítima del Ecuador, Tomo IV: Época Colonial: siglos XVI al XIX, Inhima 2011, Guayaquil, Ecuador. 28 http://enciclopedia.us.es/index.php/Imperio_español.- Durante los siglos XVI y XVII, España llegó a ser una superpotencia a escala mundial. Castilla, además de Portugal, estaba en la vanguardia de la exploración y colonización europea, y de la apertura de rutas de comercio a través de los océanos (en el Atlántico entre España y las Indias, y en el Pacífico entre Asia Oriental y México, vía Filipinas). Los conquistadores vascos, castellanos y extremeños descubrieron y conquistaron vastos territorios y culturas diferentes en América y otros territorios de Asia y África. España, especialmente el reino de Castilla, se expandió colonizando esos territorios y construyendo con ello el mayor imperio económico del mundo. Entre la incorporación del Imperio portugués en 1580 (perdido en 1640) y la pérdida de las colonias americanas en el siglo XIX, fue el imperio más grande del mundo por territorio, a pesar de haber sufrido bancarrotas y derrotas militares a partir de la segunda mitad del siglo XVII. España dominaba los océanos gracias a su experimentada Armada, sus soldados eran los mejor entrenados y su infantería la más temida. El Imperio español tuvo su Edad de Oro en el siglo XVII.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

Armada de Barlovento: En 1595 se crea una unidad permanente en el Caribe que actuó intermitentemente. Su zona de acción comprendía desde Florida hasta las islas caribeñas; y su misión era combatir y perseguir a los piratas de la zona.

Armada del Mar Océano: Flota Atlántica permanente, creada en 1590. Contaba con aproximadamente 46 barcos, bajando a 20 en 1610, y subiendo a 50 unidades en 1639, se subdividía en tres escuadras, cada una con un tercio de barcos.

Armada del Estrecho: Con base en Cádiz, tenía como misión proteger el tráfico a través del estrecho de Gibraltar.

Armada de Lisboa: Patrullaba la costa desde el cabo San Vicente hasta Finisterre, y llegaba hasta las Azores para escoltar a los navíos procedentes de América.

Escuadra de Vizcaya: Tenía su base en la Coruña y patrullaba la costa norte.

La Armada de la Mar del Sur

La Armada del Mar del Sur escoltaba el transporte y muchas veces transportaba todos los productos y tesoros de Sudamérica a excepción de los de Tierra Firme (Venezuela y Colombia) hasta Panamá para su trasvase a Puerto Bello; de retorno traían todas las mercancías llegadas de Europa, ya que además tenían la función de buques mercantes.

Buques mercantes españoles escoltados por la Armada del Mar del Sur. Foto tomada del Internet.

“El pirata Drake fue el factor que desencadenó la expedición de la Cédula Real de 27 de abril de 1581, año en que podemos afirmar que se instituyó el convoy que se llamaba la Armada del Mar del Sur, y se nombró a Pedro de Arana lugarteniente de capitán general de los navíos reales”.

Habiéndose suprimido definitivamente el sistema de flotas en 1778 para el transporte de cargamentos de plata y oro desde América, la Armada del Mar del Sur dejó de funcionar, pero se mantuvo la conformación de la Armada Virreinal para defensa del mar y territorio costero colonial, transporte de tropas, etc., en el que se incluía las costas y territorio de la Audiencia de Quito.

Al año siguiente por real orden del 18 de mayo de 1779 se mandó al Virreinato del Perú a proclamar la guerra a Gran Bretaña, por lo cual se debió reforzar la Escuadra Naval y ejecutar los preparativos de defensa, enviándose cañones y municiones a Chiloé, Valdivia, Talcahuano

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y aún a Guayaquil a pesar de no pertenecer a ese Virreinato. La Armada Virreinal contaba con 4 navíos, una urca y dos goletas, comandadas por el general de la Armada Antonio Vacaro; sin embargo, los esperados ataques británicos nunca se realizaron.

El puerto de Guayaquil pertenecía a la Real Audiencia de Quito y por ende al Virreinato de Santa Fe; pero considerando la necesidad de que la Armada española proporcione apoyo inmediato a la ciudad de Guayaquil en casos de necesidad, sea por ataques piratas o como en este caso una inminente guerra; se gestionó que esta ciudad en lo militar dependa del virrey de Lima, por la única razón de que la cercanía permitía socorrerlo o apertrecharlo, ya que El Callao era la plaza más inmediata.

El rey de España Carlos IV (1788-1808), accediendo a una solicitud de la Junta de Fortificaciones, con sede en Madrid, expidió la Real Cédula el 7 de junio de 1803, mediante la cual se segregaba de la Real Audiencia de Quito, la administración militar de Guayaquil, agregándola ahora bajo la tutela del Virrey del Perú.

El Dr. Jorge Villacrés Moscoso, dice que:

“La medida adoptada por la Corona, era del todo preventiva, pues si se toma en cuenta que Guayaquil, dependía administrativamente de Quito, y de Bogotá, ciudades andinas, situadas en el interior, que presentaban dificultades para la comunicación; tanto más en casos de emergencia, mejor estaba en cuanto al ramo militar, que dependiera de Lima, ciudad situada geográficamente más cercana y más fácil de comunicarse. Como se ve, del texto y espíritu de la Cédula antes mencionada, se trataba de segregación de administración y no de territorio, y solo del puerto de Guayaquil, mas no de su provincia, por lo que Guayaquil con los territorios que comprendía su provincia siguió dependiendo de la Audiencia de Quito”.

El historiador Abel Romeo Castillo, manifiesta que “esta arbitrariedad y error fue subsanado en 1819”, y continúa:

“existe en efecto, una solicitud de los vecinos de Guayaquil, acompañada de las particulares del coronel Jacinto Bejarano y del barón de Carondelet, presidente de la Audiencia de Quito, para que se derogara la Real Cédula del 7 de junio de 1803. El documento fechado en Guayaquil el 28 de octubre de 1815, lleva la firma del gobernador Juan Vasco y Pascual, las de los Capitulares de aquel año y las de muchos vecinos distinguidos de la ciudad. El original de este importantísimo documento se halla en el Archivo General de Indias de Sevilla, en la sección V: X. Audiencia de Quito; legajo 276, expedientes de cabildos seculares”.

En cuanto a la Real Cédula del 15 de julio de 1802, el rey Carlos IV, después de mencionar textualmente lo mencionado por Requena, se limitó, en la parte resolutiva de la cédula, a segregar del Virreinato de Santa Fe y de la provincia de Quito el Gobierno y Comandancia General de Mainas, agregándosele al Virreinato de Lima, “pero sin segregar territorio, sin satisfacer en este punto la solicitud de Requena”.

“Por tanto Requena en su Informe, como el Rey en la Cédula, distinguen de manera muy clara y expresa la simple segregación del Gobierno, y la segregación del Gobierno con

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

segregación de territorio”; es decir, no se reformó la división territorial entre los dos virreinatos.

En conclusión, lo que se propuso el monarca español con esta Real Cédula, no fue sino facilitar el fomento de misiones religiosas y el rechazo de los posibles invasores portugueses a territorios bajo el dominio de la Corona española.

En 1804 la Armada virreinal contaba con la fragata de guerra “Astrea”, la corbeta “Castor” y el bergantín “Peruano”.

El historiador Emilio Estrada, en lo que respecta a la organización de la Capitanía del Puerto de Guayaquil dice:

“Para establecer el Apostadero de El Callao, llegó el brigadier de la Real Armada, Tomás de Ugarte y Liaño. La creación de dicho Apostadero fue dispuesta por reales órdenes de 23 de mayo y 22 de julio de 1797: simultáneamente se creaban las capitanías de puerto en Concepción, Valparaíso, Callao y Guayaquil”.

La creación del Apostadero Naval de El Callao, significó un adelanto en lo que toca a la Armada de la Mar del Sur y se emprendió en la habilitación y reparación de los navíos de guerra.

Durante la época de insurrecciones patrióticas de las colonias de América se determinó la importancia del dominio del mar, tanto para que los insurrectos logren su objetivo, como para que los españoles defiendan sus territorios; fácil era imaginar lo difícil de mantener una protección marítima en las expensas costas de la América española.

Para la flota española de la Mar del Sur; de curtidos marinos, que a lo largo de los siglos de coloniaje enfrentaron a los piratas ingleses y holandeses cada vez era más difícil su mantención; a inicios de 1819, el virrey del Perú Joaquín de la Pezuela (1816-1821), conocedor de un temerario proyecto de los insurgentes de preparar una escuadra para atacar a sus fuerzas en las costas del Perú, reunió la flota realista en el Apostadero de El Callao y nombró como comandante de ésta al brigadier Antonio Vácaro.

La Armada española en ese tiempo contaba con dos fragatas, una corbeta, tres bergantines, un pailebot y seis buques mercantes armados en guerra, en total catorce buques con 330 cañones y 32 lanchas cañoneras. Además, con los castillos de Real Felipe, de San Miguel, de San Rafael y otras baterías, que juntas montaban 200 cañones y protegían eficientemente a las naves surtas en El Callao, contra cualquier tentativa de ataque. Adicionalmente, la Corona española decidió enviar al Pacífico una flotilla compuesta por los navíos “San Telmo” y “Alejandro I” y la fragata “Prueba”; de los cuales únicamente la fragata “Prueba”, comandada por el capitán de navío Melitón Pérez del Camino, logró llegar al Pacífico.

Efectivamente, Chile venía conformando una escuadra naval al mando del capitán de Navío Manuel Blanco Encalada, la cual luego de una excelente campaña fondea el 17 de noviembre de 1818 en Valparaíso, con todas sus presas. El general Bernardo O’Higgins Riquelme, figura fundamental de la independencia latinoamericana, decidió ponerla bajo el mando de Lord Thomas Cochrane, con el grado de vicealmirante; este experimentado ex marino de la Armada británica a la cual sirvió por 17 años, zarpó desde el puerto de Boulogne, Francia y arribó a

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NAVEGACIÓN ABORIGEN EN EL ECUADOR

Valparaíso el 28 de noviembre de 1818, a bordo de la corbeta “Rose”, la misma que estaba comandada por el joven teniente John Illingworth.

Esta escuadra zarpó el 14 de enero de 1819, a su primera operación para lograr el dominio del mar; iba en busca del enemigo y luego de algunas acciones de guerra y el bloqueo a El Callao para provocar la salida de los buques españoles de su fondeadero, regreso a puerto sin obtener los resultados esperados. El almirante Cochrane contaba con la fragata “O’Higgins”, de 50 cañones, en la cual izó su insignia; el navío “San Martín” de 64 cañones, la fragata “Lautaro”, una corbeta, tres bergantines y una goleta y con esa fuerza se dirigió a bloquear El Callao.

El 1 de octubre de 1819, estuvo listo con elementos incendiarios, cohetes y morteros para atacar ese puerto, a las naves españolas y baterías de tierra. En la tarde del día 5 la línea enemiga en El Callao estaba conformada por los buques “Venganza”, “Esmeralda”, “Sebastián”, “Pezuela” y “Maipú” y los mercantes armados en guerra “Grampus”, “Cleopatra” y “Trujillana”. Luego de un reñido combate, Cochrane se convenció de que la destrucción de los buques españoles protegidos en El Callao era impracticable en esos momentos, procediendo a interceptar a la flotilla que venía de Cádiz, que como sabemos solo llegó la fragata “Prueba”.

Almirante Juan Illingwoth Hunt, forjador de la Armada Nacional. Archivo del Inhima.

La corbeta “Rose” que trajo a Chile al almirante Lord Cochrane fue adquirida en 100.000 pesos por el Estado chileno y se lo armó y equipó como una fragata para utilizarla en el corso entre 1819 y 1820; y se le dio el nombre de “Rosa de los Andes”. En sus dos baterías montaba 36 cañones, más 4 cañones largos de 18 libras; desarrollaba una velocidad de 12,5 nudos con viento duro. Para comandarla fue designado el mismo oficial que lo trajo desde Francia, John Illingworth, a quien se le dio los despachos de capitán de corbeta.

La “Rosa de los Andes” inició sus operaciones el 25 de abril de 1819, obteniendo algunas presas y participó en algunos combates, como el del 24 de junio con la fragata “Piedad” a la altura de Santa Elena, quedando averiada, por lo que tuvo que refugiarse en las islas Galápagos para ser reparada.

El 12 de mayo de 1820 a la altura de punta Galera enfrenta a la fragata “Prueba” de mayor capacidad bélica, pues esta última era de 1.300 toneladas y contaba con 52 cañones de 24 y 32 libras, en cambio que la corsaria tenía apenas 357 toneladas. El encuentro duró tres horas y finalmente la “Prueba” se retiró al amparo de la obscuridad por razones no aclaradas. “La Rosa de los Andes” se varó posteriormente en la boca del río Iscuandé, y al no poder rescatar la nave, Illingworth licenció a la tripulación.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

Al producirse los sucesos independentistas de Guayaquil el 9 de octubre de 1820, se constituyó una Junta de Guerra presidida por Urdaneta. Los dirigentes del movimiento nombraron jefe a José Joaquín de Olmedo y jefe militar al coronel Escobedo. Se decidió que se despachara a la goleta “Alcance”, que había tomado el nombre de Escobedo, en honor al jefe militar de ese nombre, llevando una comisión encargada de participar al general San Martín y al almirante Cochrane, jefe de la Escuadra Libertadora del Perú, el triunfo de la revolución de Guayaquil.

La noticia de la revolución de Guayaquil fue recibida con grandes demostraciones de júbilo, y saludada con una salva mayor por los buques de la escuadra libertadora; con la noticia de haberse derrocado a las autoridades realistas, la corona del rey Fernando había sufrido otro rudo golpe, y se mermaba cada vez mas su influencia en sus apartados dominios de América. A su arribo a Guayaquil el 14 de noviembre, la goleta “Escobedo” tomo el nombre final de “Patria”.

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Anclas aborígenes y espondilus

Balsa aborigen, se observa las anclas y guaras

La Balsa de Guayaquil, según grabado de Humboldt

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Galeón S. XVI Navio española siglo XV

Oficiales de la Real Armada de Carlos III

Galeón

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CAPÍTULO II

NACE UNA MARINA DE GUERRA(1822-1830)

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La Marina de Guerra de la Gran Colombia

a Marina de Guerra nace formando parte de la Armada del Mar del Sur y posteriormente, ya como estado libre y soberano, lo que sería la República del Ecuador, se

anexó a la Gran Colombia con el nombre de Distrito del Sur. La organización de la Armada en aquel tiempo correspondía a lo establecido en las Ordenanzas de la Armada española de 1793; es decir, comprendía el Servicio de Apostaderos y Escuadras.

Óeo del Libertador Simón Bolívar. Fuente Internet.

Durante las guerras de la independencia nuestros buques conformaron la Fuerza Naval Combinada conocida como “Escuadra Unida” y participaron en el bloqueo del Callao, hasta que se firmó su capitulación el 22 de enero de 1826.

Una vez que se funda la Gran Colombia, la Armada se organiza de la siguiente forma: Un Secretario de Marina, que dependía a su vez, del Secretario de Guerra y Marina de la Gran Colombia. El mencionado Secretario de Marina tenía bajo su jurisdicción a un Director de Marina, que a su vez mandaba sobre las cuatro comandancias generales de Marina, que se habían creado para hacer más eficiente la misión de la Armada, en tan extenso territorio de la recién creada República, que abarcaba los territorios de Venezuela, Nueva Granada y Quito29.

En los afanes de apoyar a la independencia definitiva del yugo español a las naciones de América; el 2 de mayo de 1821 el general Sucre arriba a la bahía de Santa Elena, a bordo de la corbeta “Alejandra” y posteriormente a Guayaquil, al mando de una fuerza de 700 hombres, con órdenes concretas y precisas del Libertador Simón Bolívar: conseguir del gobierno de Guayaquil la jefatura militar para dirigir la campaña sobre Quito y obtener la incorporación del puerto a la Gran Colombia. Junto con Sucre, en la misma ocasión arriba a las costas de Manabí el coronel Juan Illingworth, con una sección del Batallón Santander, a bordo del bergantín “Ana”, pues venían juntos y sufrió un retraso.

29 Jiménez López, Hadelis. La Armada de Venezuela en la guerra de la Independencia, pág. 26, Caracas-Venezuela, 2000.

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Mariscal Antonio José de Sucre, Libertador del Ecuador. Fuente Internet.

Anterior a este acontecimiento, el general José Mires, llegó a Guayaquil el 20 de febrero del mismo año, trayendo armas y municiones enviadas por el general Bolívar para la Junta de Gobierno de Guayaquil, la misma que fue pagada con oro en polvo, producto de lo cual se firmó un tratado de cooperación y auxilios recíprocos el 14 de abril de 1821; sin embargo, el Dr. José Joaquín de Olmedo, su presidente, manifestó siempre la inquebrantable intención de mantener a la provincia, como entidad política independiente.

Sin embargo, de esta posición hasta cierto punto rígida, por disposición del Libertador Bolívar, el 15 de mayo de 1821 se suscribió entre el doctor José Joaquín de Olmedo, presidente de Junta Superior de Guayaquil y demás miembros y el general Antonio José de Sucre, un convenio mediante el cual se ponía a esa ciudad bajo la protección de la Gran Colombia, pero manteniendo su independencia política, así como el apoyo necesario para la realización de operaciones militares bélicas que permitirían la liberación de Quito, situación que se facilitó gracias a la caballerosidad, dotes morales y diplomáticas del general Antonio José de Sucre nombrándole incluso, comandante superior del Ejército Libertador.

Dr. José Joaquín de Olmedo, presidente de la Junta de Gobierno de

Guayaquil. Fuente Internet

Una vez finalizada la Batalla de Pichincha el 24 de mayo de 1822, que terminó con la presencia española en los territorios de lo que fuera la Real Audiencia de Quito, se dio el ingreso a la Gran Colombia del Distrito de Quito, días antes, Cuenca había tomado igual resolución de conformar la República de Colombia con todo el territorio que por derecho le correspondían.

Esto no sucedió con Guayaquil, ya que como se manifestó anteriormente, por disposición del Libertador Bolívar el 15 de junio de 1821, se suscribió un convenio mediante el cual se ponía a esa ciudad bajo la protección de Colombia; por tal razón, cuando el Libertador Bolívar llegó al puerto de Guayaquil, el 11 de julio de 1822 encontró izadas banderas azul y blanco; dos días después, declara a la provincia libre de Guayaquil parte de la Gran Colombia, consumándose así de hecho, la anexión de las provincias de Quito, Guayaquil y Cuenca al Estado colombiano, situación que queda ratificada luego del histórico encuentro entre el Libertador Simón Bolívar y el general José de San Martín cuando se reunieron en la ciudad de Guayaquil el 26 de julio de 1822. Realmente Loja y Portoviejo se anexaron en diciembre del año anterior (1821), Cuenca el 11 de abril y Quito el 28 de mayo de 1822.

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Capitanía del Puerto de Guayaquil

La capitanía del puerto de Guayaquil nació en los albores de la Colonia, cuando el comercio marítimo y fluvial de la época comenzó a extenderse notablemente, especialmente por la explotación de la madera y la construcción de naves, necesarias para facilitar el comercio por estas vías, así como la exportación en gran volumen de productos como el cacao, hicieron florecer al puerto de Guayaquil.

Al inicio las actividades de la capitanía del puerto, fueron concentradas por autoridades civiles locales, para posteriormente encargársele a la Armada del Ecuador, con el propósito de desarrollar un ente naval regulador de las actividades relacionadas con la navegación comercial.

En 1547, un grupo humano de aproximadamente 150 personas al mando del capitán Francisco de Olmos, cruzaron en balsas el rio Guayas, desembarcaron en la playa de Piedra de las Peñas de Santiago de Guayaquil para vigilar y protegerse del enemigo.

En la época colonial de Guayaquil, las funciones de autoridad marítima fueron ejercidas por el Corregidor, para luego ser desempeñadas por el Gobernador, cuando Guayaquil dejó de ser Corregimiento, para erigirse en gobierno militar por Cedula Real del 8 de diciembre de 1762, siendo primer gobernador el teniente coronel don Juan Antonio Celaya y Vergara.

En 1797 en Guayaquil, aparece al mando de la Capitanía, el capitán de fragata Joaquín Asunsolo. En mayo de 1804, don José María Cucalón es mencionado como capitán del puerto en una comunicación dirigida a él por el gobernador Cucalón. El teniente de fragata Joaquín Villalva aparece como capitán del puerto desde el 19 de julio de 1811. Villalva, permaneció en el cargo hasta el 9 de octubre de 1820, cuando por la mañana al regresar de Puná fue tomado prisionero en la goleta “Alcance”, teniendo al momento de la transformación de octubre, el grado de capitán de fragata.

Después de la Revolución de Octubre fue designado don Manuel Antonio de Luzárraga y Echezurria como capitán del puerto interino y de las fuerzas sutiles de la provincia libre de Guayaquil.

Local de la capitanía de Guayaquil, frente al río Guayas. Archivo Inhima.

En cuanto a la edificación de la capitanía del puerto, esta es una de las que se tiene registrada en 1805. Otros historiadores datan su ubicación en otro lugar del mismo Malecón, salvándose de las llamas del gran incendio del 5 de octubre de 1896.

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La Infantería de Marina

Por decreto firmado por el general Francisco de Paula Santander, vicepresidente de la Gran Colombia, el 22 de julio de 1822 se

creó un Batallón de Infantería de Marina, bajo la organización de la Infantería del Ejército con 8 compañías en cada uno de los Departamentos de Marina, con su sede de comando en Cumaná, Puerto Cabello y Cartagena de Indias. No se asignó al Cuarto Departamento de Marina cuya sede era Guayaquil; sin embargo, el 20 de mayo de 1825, se aumentaron dos compañías de Infantería de Marina al amparo del mismo

decreto, para el cumplimiento de sus tareas específicas en el principal puerto del Ecuador.

General Francisco de Paula Santander, vicepresidente de la Gran Colombia, creó un batallón de Infantería de Marina. Archivo Inhima.

Estas compañías de Infantería de Marina quedaron conformadas por los subtenientes de Infantería de Marina, José María Vallejo y Manuel Rocha. José M. Vallejo llegó al grado de capitán de navío, quien en la Revolución del 6 de marzo de 1845 quedó mutilado una pierna. Luego de la batalla de Jambelí el 26 de junio de 1865, fue fusilado junto a su hijo por orden del presidente Gabriel García Moreno.

El 31 de agosto de 1828, a bordo de la goleta “Guayaquileña”, demostraron su bravura y coraje al derrotar a la corbeta peruana “Libertad” en el combate naval de Malpelo.

En 1832 contaba con una compañía conformada por 102 hombres, la misma que en el año de 1833 se denomina Cuerpo de Artillería de Marina, comandada por el capitán Diego Salinas.

Primera Escuela Náutica

En los últimos años pre republicanos los criollos vivían bajo riguroso control de las autoridades reales, pues la independencia se dejaba ya sentir, cada ciudadano era un patriota que sólo se preocupaba de las reuniones secretas, para conocer que papel iba a desempeñar en la revuelta y obtener así la ansiada libertad.

Teniente Francisco Calderón Garaycoa, uno de los alumnos de la Primera Escuela Náutica. Archivo Inhima.

Sin embargo, los conocidos hechos históricos a raíz del 10 de agosto de 1809, que culminaron con el triunfo en Pichincha el 24 de mayo de 1822, constituyen quizás la razón fundamental para que el Libertador Bolívar piense en la necesidad de un instituto donde se formarían los futuros hombres de mar ecuatorianos y fue así como el 9 de octubre de 1822, se decreta la creación de la Primera Escuela Náutica en Guayaquil, encomendando su dirección al almirante lllingworth y otros valiosos marinos de ese entonces.

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Escuela Náutica fundada el 9 de octubre de 1822. Foto archivo histórico Inhima.

La Escuela Náutica fue creada el 9 de octubre de 1822, pero recién el 11 de septiembre de 1923 abre sus puertas a la sociedad ecuatoriana; alma mater de la Armada Nacional, templo donde se formaron los forjadores de la Institución y del país en general, tales como: José María Urbina y Francisco Robles que llegaron a generales y fueron presidentes de la República; José Antonio Gómez y Juan Manuel Úraga, también generales de Marina; Francisco Calderón Garaycoa, Agustín Oramas, José Rodríguez Labandera, Francisco Javier Aguirre Abad y Pedro Carbo, entre otros.

Obviamente esta Escuela tiene una duración relativamente corta, funcionó solamente cerca de cuatro años, pero, de todas maneras egresaron distinguidos oficiales que fueron distribuidos en los países libertados por Bolívar.

Primera Fuerza Naval

La guerra de Independencia continuó en el Teatro Marítimo por la tenaz y heroica resistencia del general español Rodil, que permanecía atrincherado en El Callao; por lo cual, fue bloqueado durante largo tiempo por fuerzas navales peruanas y colombianas, con la participación de elementos humanos y materiales procedentes de Guayaquil; inicialmente al mando del contralmirante Martín Guisse, y posteriormente por el capitán de navío (coronel) Juan Illingworth, “cuando éste fuera relevado por sus actitudes intemperantes y agresivas durante uno de los necesarios y frecuentes períodos de reparaciones de la citada Escuadra en Guayaquil. Fue arrestado el 6 de enero de 1825, por orden del Jefe Superior del Distrito del Sur, General Paz del Castillo, juzgado por una junta de oficiales generales y enviado al Perú por vía terrestre bajo vigilancia militar30”. La Capitulación de El Callao se firmó el 22 de enero de 1826, cesando así en forma definitiva la resistencia española en América del Sur.

Los buques por aquellos tiempos eran de vela y totalmente de madera, la mayoría de ellos fueron construidos en los astilleros de Guayaquil, los mismos que tuvieron gran fama debido a sus maestros carpinteros y a las maderas de gran calidad que existían en la zona.

El poder naval de la Gran Colombia a inicios de año 1828, no era suficiente para cubrir los dos Teatros de Operaciones Marítimos (TOM), tanto en el Pacífico como en el Atlántico; a pesar de mantener dentro de su Fuerza Naval, a las fragatas de 62 cañones la “Colombia” y “Cundinamarca”;

30 Monteverde Granados, Carlos, Calm. (SP), Historia Marítima del Ecuador, tomo VI: La Gran Colombia 1828-1830, La República 1830-1840. Guayaquil, Ecuador, Inhima, 1997, Imprenta Naval, pág. 29.

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pues debía, por fuerza de las circunstancias, mantenerlas concentradas en el Atlántico, para rechazar a la poderosa Escuadra española desplazada en América al mando del almirante Laborde quien intentaba recuperar los territorios conquistados; por esta razón, la Escuadra de la Gran Colombia que estaba conformada por buques muy bien armados no era tan grande como para disgregarse en los dos mares que bañaban sus costas, tanto el océano Pacifico como el Atlántico; por lo que en el Pacífico solo quedó la goleta “Guayaquileña” para hacer frente a cualquier emergencia, ya que los demás buques estaban completamente deteriorados e inservibles.

Los buques que existieron durante el período que Ecuador perteneció a la Gran Colombia son:• Goleta “Alcance”• Bergantín “Chimborazo”• Goleta “Pichincha”• Corbeta “Pichincha”• Goleta “Guayaquileña”• Bergantín “Vicente”, y• Pailebot cañonero “Gracia del Guayas”,

Goleta “Alcance”

Este fue el primer buque de guerra de la naciente Fuerza Naval. Fue adquirida por José de Villamil en los Estados Unidos, para dedicarlo al comercio marítimo pero posteriormente lo vende a don Manuel Antonio de Luzárraga quien lo utiliza para efectuar viajes entre Guayaquil, Callao y Panamá. Con motivo de la declaración de independencia de Guayaquil, el 9 de Octubre de 1820 fue adquirida por la Junta de Gobierno en 30.000 pesos, fue armada con 10 carronadas y enviada a informar de este acontecimiento al general San Martin y al Lord Cochrane, al mando de don José de Villamil, en su primera misión.

Esta goleta posteriormente tomó el nombre de “Escobedo” y finalmente se llamó “Patria”, la misma que encalló en Chupadores el 19 de septiembre de 1821.

En estas mismas fechas se adquirieron 6 lanchas cañoneras, las mismas que se añadieron a la goleta “Alcance” para ser utilizadas en la defensa de la ría, manteniéndose en uso hasta 1826.

(1820-1821) Goleta “Alcance”, luego “Escobedo” y después “Patria”. Archivo Histórico del Inhima.

Bergantín “Chimborazo”

Se llamó inicialmente “Ana Bolívar”, fue construido en los astilleros de Guayaquil y adquirida al señor Guillermo Henderson en 1821, se lo arma en guerra; y para 1824 este buque contaba con 18 cañones: 16 carronadas de 18 libras y 2 largos de a 12. En 1825 y 1826 se menciona

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como comandante de la nave al capitán de navío Tómas Wright. En 1824 junto con la corbeta “Pichincha” y la goleta “Guayaquileña” formó parte de la Escuadra Unida, durante todo el bloqueo del Callao, participando en algunos combates contra las naves españolas y fuerzas españolas reorganizadas en Cartagena.

Capitán de navío Thomas Charles Wright, forjador de la Armada Nacional. Archivo del Inhima.

Luego de la capitulación española en el Callao, el Libertador Bolívar arriba a puerto de Chorrillos en Perú, a bordo de este buque el 7 de febrero de 1826, siendo recibido apoteósicamente.

Este buque se encuentra en 1827 como amparo y defensa flotante, anclado frente a la batería de Las Cruces en Guayaquil, con su casco reformado y dotado de 8 a 10 piezas de artillería.

Goleta “Pichincha”

Pequeña goleta construida en los astilleros de Guayaquil, la cual el 3 de junio de 1822 es bautizada con el nombre de Pichincha, la misma que fue conferida por don Manuel Concha a la Junta de Gobierno de Guayaquil.

Corbeta “Pichincha”

Por disposición del Libertador Bolívar, el 12 de agosto de 1823 se adquiere a don Vicente Ramón Roca la corbeta “Perubiana” de nacionalidad francesa en 25.000 pesos, la misma que es bautizada como “Pichincha” y armada en guerra a un costo de 1.151 pesos. Como parte de la Marina de la Gran Colombia, participa en las luchas independentistas peruanas desde 1824, comandada por don Tomás Drinot y contaba como dotación a 5 oficiales, 16 marineros y 28 soldados y clases. Participó en el bloqueo al Callao.

Por disposición del Comandante del Apostadero de Guayaquil, contralmirante J. Illingworth, el 28 de agosto de 1828 zarpa junto a la goleta de guerra “Guayaquileña” en búsqueda de la corbeta peruana “Libertad”, pero no participa en el combate de Punta de Malpelo, posiblemente por encontrarse en muy malas condiciones de operatividad, lo que no es justificación para cumplir una misión con honor, permitiendo con esta actitud que no se pueda capturar o destruir a la corbeta peruana “Libertad”. Esta novedad fue reportada por el Comandante de la flotilla capitán de navío Thomas Charles Wright en su parte de combate.

Esta actitud fue causa de un juicio a sus tripulantes, quienes para evitar drásticas sanciones, estando fondeado el buque en la isla Taboga, en la bahía de Panamá, se amotinaron la noche del 10 de octubre de 1828 y llevaron el buque al puerto de Paita donde fue entregado al Perú. Por declaración del propio comandante la tripulación era de 29 hombres, de éstos, ocho eran extranjeros y el “resto todos del Pacífico”, entre ellos peruanos que habían desertado de su Armada, quienes seguramente fueron sus cabecillas.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

Cuando la Escuadra del Perú se presentó frente a Guayaquil, el 22 de noviembre de 1828 demandando su rendición, bajo la amenaza de tomar la ciudad o destruirla, encontramos a este buque, junto a la fragata “Presidente”, corbeta “Libertad” y cinco lanchas cañoneras al mando del vicealmirante Martín Jorge Guisse.

Fue vendida por inservible según el informe del almirante Illingworth, sin confirmarse su fecha.

Goleta “Guayaquileña”

Por resolución del Libertador Bolívar, emitida en Guayaquil el 4 de marzo de 1823 se adquirió la goleta inglesa “Lady Collier” armada con 18 cañones, en 22.000 pesos a don Guillermo Robinet y al izar la bandera colombiana recibió el nombre de “Guayaquileña”.

En 1824 conformó la Escuadra Unida que participó en el bloque de El Callao y participó en la campaña libertadora del Perú conformando la Escuadra colombiana en 1825, es su comandante el teniente Husevorth. El 31 de agosto de 1828 participa en el combate naval de Malpelo en el que derrota a la corbeta peruana “Libertad”, sin lograr capturarla, al mando del teniente de navío Claudio Johnson, dirigiendo el combate a bordo de este navío estuvo el capitán de navío Thomas Wright.

En 1833 contaba con 9 cañones de 12 libras y 12 de 18. En 1837 la goleta es reacondicionada y posteriormente se la desarma y queda fuera de servicio a inicios de 1838.

Goleta de guerra “Guayaquileña”, 1823-1838. Archivo Histórico del Inhima.

Bergantín “Vicente”

Mencionado en abril de 1827, en que se indica que junto a la goleta “Guayaquileña” conformaba la Escuadra del Pacífico, reducido a mínima expresión en esos momentos.

A inicios de 1827, cambió la organización de la Armada, y el Departamento Marítimo pasó a denominarse Apostadero de Marina de Guayaquil, al mando del contralmirante Juan Illingworth.

En el mes de marzo de 1828 el comandante del Apostadero de Guayaquil capitán de navío Juan Illinworth, comunicaba al Secretario de Estado del Despacho de Marina, la precaria situación de los buques, manifestándose favorablemente para la adquisición de la corbeta “Adela” y así constituir una fuerza capaz de hacer frente y destruir a los corsarios españoles que amagaban el comercio de la Gran Colombia en el Pacífico. A esto había que considerar la dotación de oficiales y tripulantes para completar las tripulaciones de los buques, lo cual era difícil ya

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que en Guayaquil escaseaba la gente de mar y los buques por lo general tenían tripulaciones extranjeras, es decir mercenarios.

Es necesario considerar, lo decisivo que constituye el dominio del mar en la guerra, y de que el valor ofensivo y defensivo de un puerto, se mide por su capacidad para concentrar escuadras y convoyes, facilitar sus arribos y zarpes y poder proporcionar a la Fuerza Naval apoyo durante las operaciones. Por tal razón, conociendo que la situación de la Marina de Guerra colombiana en el Teatro de Operaciones Marítimo del Pacífico, era de absoluta inferioridad frente a su potencial adversario, el Libertador Bolívar consideró la necesidad de trasladar al Pacífico una fragata y una corbeta, pero la falta de recursos retrasó el cumplimiento de lo ordenado.

En 1828 la Escuadra del Perú no era superior a la de Colombia, por cuanto ésta, como habíamos dicho, contaba con las fragatas de 62 cañones “Colombia” y “Cundinamarca”, sin embargo para el Gobierno de Colombia, su mayor Fuerza Naval, no significaba un mayor Poder Marítimo31.

Para entender mejor, es necesario conocer estos importantes términos militares-navales como son conceptualizados en la actualidad; diferenciando por su puesto los tipos de buques y armas que existían en la época de las guerras de la independencia32.

31 Alfred Thayer Mahan (1840-1914) militar e historiador estadounidense, autor de la célebre obra La influencia del poder naval en la historia (1660-1783), un tratado sobre la hegemonía naval que causó gran impacto a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. En 1902 fue nombrado presidente de la Asociación Americana de Historia. En 1890 publicó su famosa obra, en la que además de analizar las estrategias y tácticas de la guerra en el mar, llegaba a la conclusión de que la supremacía naval, ejercida por Inglaterra en el caso del período estudiado, determinaba en mayor grado que cualquier otro factor militar o político su poderío sobre el resto de las naciones.32 Poder marítimo: Es la capacidad que posee una nación para usar el mar en su proyección política, económica y cultural. Comprende su ecuación, el conjunto de factores que condicionan el logro de los objetivos políticos en el campo de los Intereses Marítimos, intereses cuya determinación, desarrollo o seguridad se hallan vinculados a la utilización del mar.

Dichos factores según Mahan son:• La conciencia marítima o comprensión del grado en que se depende del mar para la vida y la seguridad.• Complejo geomarítimo: es la situación geográfica, la configuración física y la Marina Mercante (comercial, pesquera y

deportiva)• Poder naval: comprende los buques y sus bases• Infraestructura explotadora de los recursos del mar, y• Potencial económico.

Entendamos entonces que poder marítimo es una variable de alcance nacional y el poder naval es uno de sus factores que entran en su fórmula, la cual podemos resumir de la siguiente manera: poder marítimo = poder naval + Intereses Marítimos.

Poder naval: Para comprender mejor diremos que el poder naval en la actualidad, es el componente militar del poder marítimo y está conformado fundamentalmente por los medios necesarios para llevar a cabo la guerra naval: buques de superficie, submarinos, aviación naval, infantería de marina, bases y apostaderos navales; concluyendo que poder naval es el conjunto de unidades y posiciones que constituyen la fuerza de una nación en el mar.

En mi concepción, el poder naval es el peso específico que ejerce la Fuerza Naval de un Estado en su propia organización y su proyección geopolítica (puede ser oceanopolítica también) hacia terceros estados. La fortaleza, estructura, organización, adiestramiento, equipamiento, influencia, concepciones estratégicas y tácticas que esboza una Fuerza Naval, constituirá la principal base del poder naval que proyecta un estado; esto ha sucedido a través de los tiempos.

Fuerza Naval: Es el componente marítimo del poder militar de una nación y esta materializado por su fuerza de superficie, fuerza de Submarinos, fuerza Aeronaval y fuerza de Infantería de Marina.

Escuadra Naval: Es el nombre particular que se le da a la fuerza de superficie, la misma que está compuesta por fragatas, corbetas, buques de desembarco, buques de apoyo logístico (tanqueros, hospital, etc.).

TOM (Teatro de Operaciones Marítimo): Es el área geográfica en donde se desarrollan las operaciones navales-militares.

Intereses Marítimos: Es el conjunto de beneficios de carácter político, económico, social y militar que obtiene un Estado de todas las actividades relacionadas con el uso del mar.

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Durante los conflictos, los Estados acostumbran a declarar Zonas de Guerra o de Exclusión. Estas eran áreas marítimas ubicadas en las aproximaciones del litoral adversario donde se restringía o prohibía el tránsito de buques mercantes enemigos y neutrales, por lo que las naves comerciales navegaban dichas aguas a su propio riesgo, pues estaban sujetas al ataque sin previo aviso, éste constituyó un procedimiento para establecer un bloqueo económico de un país para cortar el libre comercio con los neutrales.

La Batalla de TarquiEl mariscal La Mar, presidente del Perú, tácitamente declara la guerra a la Gran Colombia al expedir el Decreto del Gobierno Peruano firmado el 20 de mayo de 1828, que en su artículo 2 decía:

“Pondrá al Ejército y a la Armada en pie de fuerza, capaz de resistir o atacar las tropas que atentaren a la dignidad nacional; bajo la protesta solemne de que en el caso inevitable de un rompimiento, el Perú no hará la guerra a los pueblos hermanos de Colombia y de Bolivia, sino a sus actuales jefes”.

El general José Domingo Mercedes La Mar y Cortázar, presidente de la República del Perú y comandante en Jefe del Ejército que invadió el suelo ecuatoriano y fue vencido en Tarqui, fue ecuatoriano de nacimiento. Era un militar prestigioso de reputación y de fama deslumbradora en su patria adoptiva, el Perú. En Ayacucho compartió con el general Sucre, las glorias de esa brillante jornada. Fue gobernador del Departamento de Guayaquil.

Los orígenes para la guerra entre Perú y la Gran Colombia son fáciles de determinar, considerando los antecedentes y conociendo que ese pueblo vecino es considerado eminentemente expansionista. El general Ángel Isaac Chiriboga en el libro Tarqui Documentado, indica entre otras las siguientes causas:

La ambición y el celo de los caudillos peruanos contra los guerreros que fueron libertadores de su patria, en los campos de Junín y de Ayacucho; la fundación de Bolivia en forma independiente, contra las aspiraciones del Perú, que deseaba que se le unieran los pueblos del Alto Perú, para formar con ellos una sola nación; el deseo determinado y concreto, especialmente de parte del general La Mar, de segregar e incorporar al Perú al Ecuador Meridional, y considerando que el general La Mar habiendo nacido en Cuenca, para conservarse en el cargo de presidente del Perú, le era indispensable ser peruano de nacimiento, y creyó fácil llenar tal formalidad legal, extendiendo, como consecuencia de una guerra, las fronteras de la nación que gobernaba, hasta el Juamandú colombiano.

General José Domingo Mercedes La Mar y Cortázar, presidente del Perú. Fuente Internet.

El 23 de junio de 1828, el Libertador Bolívar desde Zipaquirá, da órdenes al general Juan José Flores para la preparación de la guerra, disponiéndole aumentar el Ejército del Sur y mantenerlo listo para entrar en campaña. Luego en carta del 3 de julio le manifiesta conocer que la guerra se iniciará por el mar, por lo que le anticipa:“Ahora lo que nos toca es ver cómo hacemos esta guerra. Desde luego debe usted contar con que los del norte, no pueden ir más batallones de los que usted tiene a sus órdenes; y que de Popayán al Azuay todos

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estarán dispuestos a obedecerle en todo cuanto mande… Yo haré un esfuerzo extraordinario para que marchen allá nuestras dos inmensas fragatas, pero no gastarán menos de 6 meses. … Disponga usted que los seis batallones: Rifles, Caracas, Quito, Yaguachi, Cauca y Pichincha, que deben restablecerse, cada uno de ellos monte a más de mil hombres”.

General Juan José Flores, primer presidente del Ecuador. Fuente Internet.

“Nosotros mandamos al batallón de Paya a cubrir a Pasto, para que no se insurreccione en estas circunstancias. Cada uno de los escuadrones nuestros debe pasar de 200 plazas y usted debe formar cuatro inmediatamente, aunque sea con milicianos, usted no debe llevar ni una pieza de cañón. La milicia debe organizarse y disciplinarse muy bien para cubrir a Guayaquil y el Azuay. No se olvide usted nunca, que los peruanos han de atacar a Guayaquil siempre, defendiéndose o invadiendo. En el primer caso para llamar nuestra atención y en el segundo porque sus operaciones sean más perfectas. Si usted puede reunir siete y ocho mil hombres y tiene los medios necesarios para entrar en el territorio del Perú, debe usted ejecutarlo para no acabar de arruinar nuestros pueblos del Sur con esfuerzo tan extraordinario33”.

El contenido de esta carta nos demuestra que el Libertador Bolívar manifiesta su apreciación estratégica de la situación, sin omitir detalle alguno, dando los lineamientos de cómo llevar la guerra, con el interés de la seguridad de Colombia y tranquilidad del Departamento del Sur, considerando el derecho de las naciones de defender sus territorios.

En julio de 1828 Perú inició un bloqueo no declarado al golfo de Guayaquil, que impedía su libre comercio con el extranjero, constituyó un grave atentado a su estabilidad económica por lo que su situación no podía ser más precaria e insostenible, sabiendo que el puerto de Guayaquil era utilizado para la exportación e importación de productos elaborados y materia prima de la Costa y Sierra del sur de la Gran Colombia.

El almirante Juan Illingworth envía una comunicación al General Superior del Sur, para informarle de la presencia de un buque peruano, que dificulta la libre navegación en las cercanías de la isla del Muerto, con afán de imponer hostilidad anticipada y dice:

Al señor Jefe Superior del Sur, Juan José FloresSeñor general:“Tengo el honor de informar a usted, que hace algunos días que la corbeta de guerra del Perú nombrada “Libertad”, tiene establecido su crucero sobre la isla del Muerto y aunque no tengo noticia todavía de que haya entrado a las aguas del Departamento, sin embargo cruza sobre ellas, interceptando a cañonazos todos los buques que entran en este río, bien sean nacionales o extranjeros, sometiéndolos a ser visitados y registrados por los oficiales de dicha corbeta. Puede US concebir cuanto influye sobre el reposo y la propiedad del Departamento una amenaza de esta naturaleza, perjudicando hasta el último extremo al comercio nacional con este bloqueo disimulado, que nada diría sino se hubiesen interrumpido las amigables relaciones con el Perú y Colombia; pero que en el día no puede mirarse sino por una hostilidad anticipada. Al poner en conocimiento de usted esta novedad, espero se sirva

33 Monteverde Granados, Carlos, Calm. (SP), Historia Marítima del Ecuador, tomo VI: La Gran Colombia 1828-1830, La República 1830-1840. Guayaquil, Ecuador, Inhima, 1997, Imprenta Naval, pág. 60.

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darme las órdenes, que tenga por conveniente a fin de calmar los recelos que causa en este comercio el mencionado buque”. Dios, etc. Guayaquil, agosto 1° de 1828.

Juan Illingworth

Alegoría, Mariscal Sucre en la Batalla de Tarqui. Fuente internet.

En oficio fechado a 10 de agosto de 1828 el general Juan José Flores, tomaba previsiones, ordenando al almirante Illingworth, se rechace la agresión ante la presencia de la corbeta “Libertad” en el golfo de Guayaquil, cuyo texto es el siguiente:

Al señor Comandante del Apostadero de Guayaquil.“Impuesto de la nota de S.S. fecha 1° del presente, relativa al crucero establecido en la embocadura de ese río, por la corbeta del Estado del Perú nombrada “Libertad”, prevengo a US que sin pérdida de tiempo se armen las fuerzas disponibles de ese apostadero, y poniéndolas al mando del señor coronel Thomas C. Wright, dará la vela con las instrucciones que US deba expedir a ese jefe, arreglarlas al tenor de las que tengo dadas a US para éste e iguales casos en que pueden comprometerse las hostilidades.Aunque el objeto esencial de la comisión que se encargue al coronel Wright, sea el pedir al comandante de la corbeta “Libertad” una explicación sobre la mira de recelo de parte del Gobierno de Colombia, debe nuestra fuerza marítima estar preparada a defender a todo trance el honor del pabellón y cualquier agresión”.Dios, etc.; Cuartel General en Cuenca, a 10 de agosto de 1828.

Juan José Flores

El combate de Malpelo

La “Guayaquileña” y la “Pichincha”, que se hallaban frente a Guayaquil, se hicieron a la mar a cumplir su misión. El día 29 de agosto y luego de algunas horas de navegación, en la madrugada del día 31 se avistó a la corbeta peruana “Libertad” fondeada frente a punta de Malpelo a una distancia de unas 12 millas. No había buen viento para navegar, por lo que aquel buque tuvo tiempo para zarpar y hacerse a la vela, cuando la fuerza del viento se lo permitió.

El historiador peruano, capitán de fragata Manuel Vega, nos dice al respecto:

“En la nebulosa mañana del 31 de agosto de 1828, fondeaba la corbeta al N. de punta de Malpelo y a medio día, cuando al levantarse el viento, aclaró, avistáronse por la isla de Santa Clara los buques colombianos “Pichincha” y “Guayaquileña” que habían salido de Guayaquil a órdenes del intrépido comodoro Wright con retención del mando de la “Guayaquileña”.

El capitán C. Wright al elevar el parte del combate explica pormenores de los eventos realizados durante este primer enfrentamiento con la Escuadra peruana, donde se puede notar que la intención no era la guerra sino pedir una explicación de la actitud de ese navío peruano, pero que sin embargo, una vez dadas las circunstancias, se hubiera logrado capturar al enemigo si

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no hubiera sido porque, no tuvo el apoyo de la Unidad que lo acompañaba y “si la tripulación hubiese sido veterana y no formada por una forzada leva de cholos sacados de las canoas y balsas del río de Guayaquil”, según memorias del capitán Wright escritas años después:

Al señor Comandante del ApostaderoEn cumplimiento a las últimas órdenes de V.S. de 28 del pasado relativas a la salida de la goleta “Guayaquileña” y la corbeta “Pichincha” con el objeto de pedir una explicación al Comandante de la corbeta de guerra peruana nombrada “Libertad” que se hallaba cruzando entre las costas de Tumbez y la isla del Muerto, salí exactamente el 29, como se previno, y en la madrugada de ayer avisté dicha corbeta, que se hallaba fondeada frente a la punta de Malpelo; más como nos encontrábamos en calma y a más de diez o doce millas de distancia, tuvo aquel bajel tiempo sobrado para hacerse a la vela, como lo verificó mucho antes que pudiéramos acercarnos. Así que principió a soplar una brisa, hice señal a la “Pichincha” para que pasase a mi voz, y entonces ordené verbalmente a su Comandante, siguiera muy de cerca mis movimientos, para unida la fuerza, entrar luego en comunicación con la corbeta. A las dos de la tarde, viendo que la “Pichincha” no podrá unírseme por su mal andar, determiné acercarme a ella solo con esta goleta, bajo el supuesto de que la “Pichincha”, fácilmente y en su corto tiempo, podría tomar la posición que se le había señalado en caso de un choque. Observando que la corbeta peruana estaba preparada para el combate, y no teniendo otro medio más presto para ponerme en inteligencia con ella que acercarme a la voz, lo verifiqué así, poniéndome por su aleta de barlovento, a distancia de medio tiro de pistola, como lo ejecuté; y entonces, le dirigí mi palabra, exigiendo la causa porqué se hallaba en un bloqueo disimulado, cruzando sobre la boca de este río, a lo que se me contestó con frivolidades, y por último, rompiendo el fuego, que fue bien contestado por nuestra parte.En cinco minutos estaban ya los dos bajeles amarrados, pero cuidé siempre, al verificar esa maniobra, de dejarle el lugar necesario por la amura de proa de barlovento, a que atacase por allí nuestra corbeta “Pichincha”; desgraciadamente, calmó en parte el viento, y ese bajel no llegó hasta media hora después; en todo este tiempo, sostuve un fuego vivo de metralla y fusilería. A la segunda descarga, viéndome en la posición citada, intenté abordarla; pero cuando di la voz al efecto, observé un incendio por la proa, y poniendo mi primera atención en apagarlo, lo logré en pocos minutos. Al fin, cuando la “Pichincha” se me acercó, ordené a su Comandante atacar inmediatamente por el lugar que se le había prevenido; mas no lo hizo así, y de consiguiente no entró en acción, siendo esta la causa, en mi concepto, de no haber apresado la corbeta peruana de la que, desde un principio fue su tripulación casi toda destrozada por este buque, en términos que a fines de este combate, se hallaba su cubierta abandonada, desde el palo mayor hasta la proa sin tener siquiera un timonel, ocasión que hubiera sido aprovechada, si así como he dicho antes, no me hubiera encontrado casi sin gente. En estas circunstancias, logró el buque peruano cortar las espías con que estábamos amarrados y nos separamos mutuamente a reparar nuestras averías, las que de mi parte constan de una ancla partida, estáis, burdas y casi toda la jarcia pendiente trozada, bauprés y cebadera pasados de bala. Y en fin, otras mil averías que sería demasiado relatarlas. Aunque la “Pichincha” no ha tomado su parte correspondiente en la acción, de ningún modo puede acusarse a su Comandante de deseos de evitarla, porque es un oficial de bastante valor, de lo cual tengo sobradas pruebas antes de ahora: su buque acercándose a la “Guayaquileña” cuando estábamos en la acción, fue tomado por avante, más por casualidad que de intento del que lo mandaba; y la única cosa de que es culpable este oficial es la entera falta de disposición y de no haber obrado con actividad.Pasaré con inmenso dolor de corazón a poner en conocimiento de U.S. las pérdidas personales que hemos sufrido: veinticuatro muertos y treinta y seis heridos, entre los primeros se cuenta al valiente alférez de navío Juan González, un cabo y seis soldados de la guarnición y siete marineros; entre los segundos al comandante de la goleta teniente de navío Claudio Johntson y el alférez de navío José María Urbina, tres cabos, nueve soldados y veintidós marineros y el teniente de fragata

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Juan Unsdworth, contuso. Aunque no he logrado vengar la atroz agresión cometida por la corbeta capturándola, por la falta de la “Pichincha”, sería una negligencia imperdonable, si no recomendara a U.S. muy particularmente para conocimiento del Supremo Gobierno la heroica conducta de estos bravos oficiales, a quienes tengo el sentimiento de ver heridos y contusos. La intrepidez del subteniente Juan Vergara, comandante de la guarnición de este bajel es muy recomendable; y últimamente, los esfuerzos extraordinarios que han tenido que hacer todos mis oficiales para sostener, en un combate tan desigual, el timbre de las armas colombianas con una tripulación tan moderna y un buque tan pequeño respecto al peruano, son dignos de no olvidarse. La tropa ha cumplido con su deber y es acreedora a todo elogio, pues si la tripulación hubiera sido tan veterana como ella, habría sin duda, caído la corbeta peruana en nuestras manos; pero ya que esto por una desgracia no ha sucedido, puedo asegurar a U.S. que la Marina del Perú ha recibido una lección escarmentadora, de la del Sur de Colombia. Así que me he separado de la acción, hice señales sucesivas a la “Pichincha”, para que pasase a mi voz, para que se nos acercase y últimamente para que siguiera mis movimientos, todos con la intención de que, si se me acercaba, atacar por segunda vez; pues ni la excesiva mortandad, ni las muchas averías que sufrió este buque, podrían haberme contenido, si la “Pichincha” hubiera observado mis señales.Últimamente tuve a bien dirigirme a este puerto, haciendo las señales correspondientes a la corbeta “Pichincha” para que me siguiese. Como dicho bajel está ya a nuestra vista, sin aguardar a que se me reúna en este puerto, seguí con la próxima creciente hasta Guayaquil, por exigirlo imperiosamente la humanidad que se resiente de la permanencia de tanto mal herido en esta goleta.Me veo en el caso de no poner en conocimiento del señor General Jefe Superior del Sur, este detalle, por no tener otro oficial disponible que el que tendrá la honra de poner en manos de V.S. este parte; debiendo U.S. estar persuadido de que si se rompieron las hostilidades antes de poder

abrir una conferencia con el Comandante del bajel peruano, ninguna culpa puede atribuírseme, porque el precipitado fuego empezado por dicho buque no dio lugar a otras razones que las del cañón. Soy de U.S. con perfecta consideración, su muy atento y obediente servidor.

Thomas C. Wright

“Sin embargo, que el objetivo perseguido: capturar a la corbeta “Libertad” mediante una acción sorpresiva, no fue alcanzado por las naves colombianas, es evidente que el combate naval de Malpelo fue tácticamente favorable a la “Guayaquileña”, pues a pesar de no haber logrado la sorpresa y ninguna cooperación de la corbeta “Pichincha”, fue la nave adversaria “Libertad” la que rompió el contacto y eludió seguir el combate, para evitar ser abordada y capturada; triunfo táctico sí, pero que no sirvió para los propósitos estratégicos que motivaron el encuentro”34.

Maniobra estratégica concebida por Illingworth y aprobada por Juan José Flores, para capturar a la corbeta peruana Libertad, Tomado del libro Historia Marítima del Ecuador, tomo VI.

34 Ibid, pág. 83.

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La maniobra estratégica creada por Illingworth y ratificada por Flores en síntesis, consistió en capturar la corbeta “Libertad”, para lo cual era condición necesaria hacer uso de la sorpresa mediante el empleo de la goleta “Guayaquileña” y la corbeta “Pichincha”, para en una segunda fase incorporar a la Fuerza Naval Colombiana a esa corbeta y proceder a la captura de la goleta “Arequipeña” ex “Macedonia”. Una vez logrado este objetivo, reunidos estos tres buques y la cooperación de naves mercantes armadas para el corso, atacar las comunicaciones marítimas y objetivos en la costa del Perú con el propósito de persuadir a la fragata “Presidente”, en su intento de bloqueo a Guayaquil, situación que fue truncada por no haber podido apoderarse de la corbeta enemiga, tornándose desde ese momento la situación estratégica en el TOM totalmente favorable al Perú.

Batalla de Malpelo 31 de agosto de 1828, Archivo Histórico del Inhima.

Después del combate de Malpelo, el comandante de la corbeta “Pichincha”, capitán de fragata Archivaldo Taylor y su tripulación, fueron enjuiciados por los hechos que protagonizó dicho buque en ese evento, sin embargo, el buque debía continuar sus operaciones y es así como se encuentra en la isla de Taboga ya que debió

transportar al batallón Girardot de Panamá a Guayaquil. El 9 de octubre de 1828 la tripulación de la corbeta “Pichincha”, compuesta por 29 hombres de los cuales ocho eran extranjeros, en forma sorpresiva se amotinó intentando dar muerte a su Comandante y a todo aquel que no esté de acuerdo con este hecho. La justificación fue que no estaban de acuerdo en la forma como fueron juzgados sus compañeros por el general Flores. Es posible que se deba a que la tripulación que estaba compuesta, no eran marinos de profesión, sino “cholos” como dice Wright, al justificar la no captura de la “Libertad”. El día 6 de noviembre la corbeta “Pichincha” arriba al puerto de Paita traicionando a su patria, para pasarse al lado peruano, inducidos por gentes de ese país.

Mariscal Antonio José de Sucre. Fuente Internet.

Un mes antes, el 9 de septiembre de 1828, el Gobierno peruano decretó el bloqueo de los puertos colombianos, entre los tres grados, seis minutos de latitud sur y los nueve grados de latitud norte, es decir desde Tumbez hasta Panamá. Por esa razón la Escuadra peruana salió a navegar el 18 de septiembre bajo el mando del vicealmirante

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Gisse, arribando al puerto de Paita el día 22, para desembarcar al mariscal José La Mar cerca de Piura, e integrarse al Ejército que estaba al norte del Perú. Para finales de septiembre ya se estableció el bloqueo.

Por otro lado, el general Sucre, en su viaje del Callao a Guayaquil comenta al Libertador sobre su apreciación de la situación del Ejército del Perú, de sus problemas internos y la decisión que tenía ese Gobierno de hacer la guerra a la Gran Colombia y de su gestión ante La Mar para evitar la guerra. El general Ángel Isaac Chiriboga, a este respecto dice:

“el general Sucre daba al Libertador una razón circunstanciada del estado político y militar del Perú; de su situación agrícola y económica; de las rivalidades entre los generales Gamarra y La Mar; de los propósitos del primero de destituir del Gobierno al segundo si no hacía la guerra contra Colombia; anticipándose, eso sí, en establecer con seguridad de que “no dudaba que los seis mil u ocho mil hombres que conducía el Perú al suelo de la Gran Colombia serían batidos seguramente por cuatro o cinco mil soldados colombianos35”.

Bolívar, el 28 de octubre de 1828, le escribe a Sucre desde Bogotá poniendo bajo su responsabilidad los destinos del Departamento del Sur y concediéndole poderes extraordinarios con la siguiente carta:

“Mi querido General: Bendito sea el día en que usted llegó a Guayaquil. Yo temía todo por la suerte de usted y también espero todo de su regreso. Ojalá que usted sea más dichoso que los héroes de la Grecia cuando tornaron de Troya. !Quiera el cielo que usted sea feliz en los brazos de su nueva Penélope!Dirijo a usted un extraordinario que lo es el doctor Merino, con el objeto de llevarle a usted estos pliegos; ellos contienen el nombramiento de Jefe Absoluto del Sur. Todos mis poderes buenos y malos los delego a usted. Haga usted la guerra, haga usted la paz; salve o pierda el Sur, usted es el árbitro de sus destinos, y en usted he confiado todas mis esperanzas. Tome usted por base de sus operaciones la naturaleza de las cosas y que el interés instantáneo sea el genio de sus inspiraciones. Que obren pues las circunstancias y se deje usted arrastrar por ellas como de un impulso irresistible. Si así lo hiciese usted nunca será culpable y siempre habrá acertado. No hay remedio; el destino debe guiarnos. En cuanto a mí, pienso que la gloria es mil veces preferible a la felicidad, y que la vindicta de Colombia pesa más en mis balanzas que los viles goces de la vida.Si por desgracia llega a perderse la espalda de Quito por la insurrección de los pueblos del Cauca, la atención preferente de usted debe dirigirse a Pasto, para asegurar aquel punto como la base fundamental de nuestras operaciones; porque Pasto es la llave y el ancla del Sur. Apodérese usted de ese país y después pensaremos en las demás operaciones, que deben ser secundarias a este punto.Yo estoy haciendo marchar de diferentes partes tres batallones y un escuadrón hacia Popayán y estos cuerpos servirán de reserva al Ejército del Sur. Espero con deseo que los peruanos nos busquen al saber el estado de nuestras cosas; entonces podrán ocupar alguna parte del territorio para dejarlos internar y destruirlos, y que nuestra justicia se multiplique por sus crímenes. Pienso que siempre los peruanos serán implacables con nosotros y que nuestra moderación logrará solamente insolentarlos. Por lo mismo, sería inexcusable la disolución de nuestro Ejército si la miseria y el egoísmo nos forzaran a ello. Desarmado el Sur, los peruanos lo toman, y sufrirán tres desolaciones por una; porque soy implacable contra la ignominia y porque estoy convencido de que si el cielo me ha deparado tantos obstáculos para vencerlos, también me ha concedido la destrucción de mis enemigos. Yo estoy resuelto a marchar dentro de un mes al Sur, contando

35 Chiriboga Navarro, Ángel Isaac. “Tarqui Documentado” Tomo I, 1960, Quito Ecuador, Biblioteca Militar Ecuatoriana, Volumen No 23, pág. 88.

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que para entonces estarán las tropas de reserva en estado de marchar adelante. Mientras tanto estoy desbaratando el abortado plan de conspiración; todos los cómplices serán castigados más o menos; Santander es el principal, pero es el más dichoso porque mi generosidad me lo defiende. Su partido será aniquilado y le anulado por mucho tiempo. Esto es todo lo que puedo decir por ahora.El resto de la República marcha divinamente, aunque en lo humano no hay nada seguro. Venezuela y Cartagena son baluartes de nuestros enemigos. Cumana ha sido redimida por el General Salom, que está mandando allí con la fortuna de un bienaventurado; él es el pacificador y el bienhechor de su tierra. Siento añadir a usted que en el Oriente nadie hacer el bien gracias a sus antiguos caudillos. Usted, mi querido General, es el único inmaculado de aquel heroico y desgraciado país. A propósito, ¿está usted sentido conmigo por causa de su familia? Si yo hago mi apología verá usted que tengo diez veces razón; porque yo antepongo siempre la comunidad a los individuos. Voy a mandarle a pagar, sin embargo, por servir a usted y a la justicia. Por lo demás, si usted está sentido conmigo pienso que el resto de la humanidad debe asesinarme, porque nunca le he ofendido ni aún con una tentación.No contesto por esta vía ni a Flores ni a O´Leary, ni a nadie; por esto mismo deseo que usted les lea esta carta a fin de que sepan que yo le he dado a usted el ser de Simón Bolívar. Sí, mi querido Sucre, usted es uno conmigo, excepto en su bondad y en mi fortuna.Mando a usted esa proclama para que la haga publicar con la mira que dice cada una de sus palabras.Sea usted feliz mil veces, querido General, pero todavía mil veces más glorioso; éste es el voto de quien lo ama a usted más en este mundo, aunque no tanto como lo merece.

Bolívar

Mediante esta carta es evidente que el Libertador Bolívar, un estratega eminente y genial, confía plenamente en el general Sucre, dándole la inmensa responsabilidad de perder o ganar la guerra a su nombre. Al darle esta gran tarea, reconoce en él sus grandes dotes militares y valores morales, tanto para hacer la guerra como para dominar al pueblo, a las masas, las mismas que se demuestra en el hecho de haber escrito su biografía, situación que no es común de un hombre que aún vivía y peor aún, saliendo de la pluma y su genial inteligencia36.

“Acreditado el general Sucre como organizador pleno de sapiencia, estratega providente, táctico singular; de espíritu combativo pero tranquilo y leal a toda prueba a la obra de Bolívar; su designación para el Comando en Jefe del Ejército ecuatoriano, fue acogida con señaladas muestras de entusiasmo. Era verdad que el general Flores había demostrado poseer dotes singulares de organización, pero sus prestigios de guerrero aún no tenían una confirmación capaz de garantizar el éxito en operaciones de gran extensión”37.“Ante el conflicto en marcha, el Gobierno de Colombia estableció los siguientes objetivos de la guerra:Impedir la conquista de los Departamentos de Guayaquil y Cuenca, los que evidentemente constituían el objetivo político-territorial del Ejército del Perú.Imponer al Perú la devolución de la provincia de Jaén y de la parte de Mainas que tenía ocupada.

36 Sociedad Antonio José de Sucre, “Mariscal Sucre” Serie Pichincha: Historia, 2003, Quito Ecuador, Gobierno Provincial de la provincia de Pichincha, págs. 8 a 17.37 Chiriboga. Ob. Cit., pág. 97.

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Impedir que el Perú continúe penetrando en Mainas y que alcance los territorios de Quijos”.“Para enfrentar la situación, el mariscal Sucre formuló el siguiente Concepto Estratégico: Destruir al Ejército peruano que avanzaba por la línea de invasión Loja-Cuenca, a fin de eliminar la amenaza contra Guayaquil y Cuenca e imponer al Perú la devolución de las provincias de Jaén y Mainas.Para dar cumplimiento al mencionado Concepto Estratégico, el Mariscal Sucre impuso la Maniobra Estratégica que se describe a continuación:Destruir las fuerzas enemigas en el Callejón Interandino antes que alcancen Cuenca.Si el enemigo se retirara, perseguirlo hasta la provincia de Loja con el propósito de destruirlo.Ante la insuficiencia de medios bélicos y si fuera estrictamente necesario, retirar fuerzas de Guayaquil, aceptando perder temporalmente esta ciudad, a fin de fortalecer el esfuerzo estratégico principal, localizado en el Callejón Interandino, donde se daría la batalla decisiva”38.

Invasión de la Escuadra peruana a Guayaquil

Por desgracia, el 22 de noviembre de 1828, una parte de la Escuadra del Perú, se presentó frente a Guayaquil demandando su rendición y luego al no obtenerla, intentó apoderarse de la ciudad por la fuerza. La Escuadra enemiga que estaba compuesta por la fragata “Presidente”, la corbeta “Libertad”, la goleta “Peruviana” y cinco lanchas cañoneras inició su ataque a la ciudad y a la goleta “Guayaquileña” y las cañoneras que defendían el puerto. El combate duró hasta caer la noche.

Este mismo día, la Escuela Náutica cierra sus puertas por haberse producido la invasión peruana y desde esa fecha sufrió muchas clausuras y reaperturas.

Al siguiente día continuó el cañoneo y hubo un intento de desembarco utilizando botes, siendo rechazados por el batallón “Caracas” y el escuadrón “Dragones”, así como facciones de los batallones “Girardot”, “Ayacucho”, “Cauca” y tres baterías de artillería que apoyaba la angustiosa pero heroica defensa de Guayaquil. La fragata “Presidente” al retirarse a su fondeadero fuera del alcance del fuego enemigo, queda varada, situación que fue aprovechada para atacarla causándole averías considerables en su estructura, pero lo más importante de esta acción es la muerte del Jefe peruano vicealmirante Martín Jorge Guisse, siendo remplazado por el teniente de navío José Boterín, quien continuó ejerciendo un riguroso bloqueo a Guayaquil.

Viendo que la ciudad era cruelmente atacada, causando incendios, horror, desolación y muerte, el Comandante General del Departamento de Guayaquil, contralmirante Illingworth, obligado por la situación militar absolutamente desfavorable; conociendo la dificultad de recibir apoyo del Ejército del Sur y para evitar más penurias al pueblo, autoriza la firma de un Convenio de Capitulación que es firmado por los delegados de Colombia y del Perú, que entre otras cosas dice:

“En el río de Guayaquil a la vista de la ciudad el 19 de enero de 1829, reunidos a bordo de la goleta de guerra de la República del Perú nombrada “Arequipeña” los SS coroneles Manuel Antonio Luzarraga y Juan Ignacio Pareja, comisionados por parte del señor comandante general de la Plaza de Guayaquil, general de brigada Juan Illingworth y los señores tenientes comandantes don

38 Sociedad Antonio José de Sucre, Ob. Cit., págs. 42 y 45.

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Alejandro Acuaroni y don José Félix Márquez comisionados por el comandante en jefe de la Escuadra del Perú don José Boterín, con el objeto de acordar los puntos convenientes para ambas partes sobre la evacuación de la referida plaza a fin de evitar los padecimientos de la población consiguientes a un estrecho bloqueo y demás accidentes de la guerra, después de haber canjeado sus respectivos poderes ante nosotros los secretarios alférez de fragata de la Armada del Perú Manuel González Pavón y Florencio del Valle de la tesorería del Departamento, presentaron los referidos SS comisionados por parte de la plaza las proposiciones siguientes…”.

Este convenio fue ratificado por el titular de la Comandancia de Escuadra del Perú, contralmirante Hipólito Bouchard el 20 de enero del mismo año.

En carta del 31 de enero 1829, el contralmirante Illingworth informa al general Juan José Flores y justifica las razones por las cuales se vio obligado a realizar una “transacción” con el enemigo:• Los clamores que llegaban de todas las autoridades de los cantones aledaños.• Necesidad de sofocar la rebelión de los pueblos y aproximar al Daule el batallón de Manabí.• Probabilidad de una alteración de los movimientos del Ejército peruano.• La conservación de un menaje considerable si triunfa Colombia.• Escudriñar las intenciones del enemigo que debía ilustrar la política de esta guerra.• Destruir algunos pagares en esa plaza, como los estancos y aprovechar ese dinero para la

manutención de la tropa en los cantones.• Dar a los acreedores una prueba del interés que el Gobierno toma en sus compromisos.• Asegurar en favor de las personas sus propiedades.

Desarrollo de la guerra

El 19 de diciembre las tropas del general La Mar entran en la ciudad de Loja sin recibir oposición de ninguna clase y en ella esperan el arribo de la división del general Gamarra. El 28 de enero, el general Antonio José de Sucre asume el comando de las tropas de la Gran Colombia. El 18 de febrero Sucre informa al Gobierno colombiano que el personal y material disponible consiste en: 6 batallones y 6 escuadrones con 3.800 infantes y 600 hombres de caballería. El Ejército se halla organizado en dos divisiones, con el parque suficiente para la campaña y servido regularmente.

El 3 de febrero, el general Sucre tratando de evitar la guerra, propone al presidente La Mar hacer la paz, mediante las llamadas “Bases de Oña”, pero éste, no acepta una solución pacífica al problema. El día 4 en Paquichapa (cerca de Saraguro), los batallones “Yaguachi” y “Quito” se encuentran con la vanguardia peruana y libran un corto combate.

El 10 de febrero, el coronel peruano Raulet ataca la ciudad de Cuenca. La guarnición de defensa de esa ciudad, comandada por el general Vicente González, no tenía capacidad de repeler el ataque, sin embargo este aguerrido oficial, utilizando inclusive soldados enfermos presentó heroica resistencia hasta agotar la munición existente. El coronel Raulet se retira de Cuenca habiendo sufrido muchas bajas y con sus tropas desmoralizadas, ya que no esperaban esta reacción. Ante estas circunstancias, el general Sucre decide que el general Flores marche a ocupar Girón y que atacase a las patrullas de reconocimiento y fuerzas de avanzada peruanas especialmente en el río Saraguro, para tomar algunos prisioneros y causar daño.

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Alegoría de la batalla de Tarqui. Fuente internet.

El resultado de esta acción se indica en el Boletín No 1 que Sucre envía al Gobierno de Colombia: “El Sr. general, comandante en Jefe, Flores, lo informó al Jefe Superior, y calculando la naturaleza del camino, el tiempo que debían emplear los cuerpos de vanguardia en desfilar, previno al

general Urdaneta atacase bruscamente con las compañías “Granaderos de Cauca” y cuarta de “Caracas”, al mando del coronel León, la gran guardia que defendía el puente y pasos del río que separan nuestras respectivas posiciones, y si es posible desordenase los últimos cuerpos del enemigo. El general Urdaneta dio órdenes a nuestra avanzada, compuesta de 20 soldados del “Yaguachi”, de posesionarse del puente. Llegar al río, desalojar al enemigo, derrotarlo y perseguirlo, todo fue una misma cosa. Saraguro dista del río del mismo nombre como media legua de mal camino. En la plaza de este pueblo tenía el enemigo formado los batallones números Primero y Octavo. El coronel Jiménez, a cuyas órdenes estaban, al sentirse atacado vacilaba entre la resistencia y la fuga, cuando oyó al Presidente La Mar, que creyéndose atacado por todo nuestro ejército dio la voz: sálvese el que pueda. Desde este momento todo fue confusión; los soldados obedientes a su general en Jefe, y abandonados por sus oficiales, se dispersaron en todas direcciones. La obscuridad de la noche, la fragosidad de los caminos, la falta de guías, y más que todo el no presentarse un cuerpo reunido a que cargar, impidieron al general Urdaneta hacer la persecución y salvaron por esta vez al ejército peruano de una completa destrucción”.“Después de reunir su tropa el general Urdaneta, en virtud de las órdenes que tenía, mandó dar fuego a los almacenes del enemigo, y desgraciadamente se contaminó a varias casas antiguas, y destruyó parte de la población”.“El fruto inmediato de este espléndido suceso, debido al valor de 20 soldados del “Yaguachi”, consistió en dos batallones dispersos completamente, sesenta prisioneros, gran cantidad de armamento, varios caballos, mulas, todos los almacenes del enemigo y dos banderas”.“Al amanecer de hoy el Sr. General en Jefe, dio órdenes al coronel Luque y al comandante Camacaro que marcharan con el batallón “Rifles” y un piquete del “Cedeño”, más allá de Saraguro, con el objeto de recoger los desperdicios del enemigo. Estos Jefes lograron destruir ochenta cargas de municiones, dos piezas de batalla, un número considerable de fusiles, y tomar varios prisioneros, doscientas mulas y porción de equipajes que el enemigo abandonó en su vergonzosa fuga…”39.

De los boletines de guerra del Ejército del Perú se concluye que no solo fueron dos batallones, sino toda la Tercera División la que cubría la retaguardia peruana. Esta acción formidable y heroica de los 20 soldados del “Yaguachi” la noche del 12 de febrero de 1829, fue premiada por el general Sucre y constituye un orgullo para el Ejército ecuatoriano.

El día 26 se inicia la marcha de las tropas colombianas en medio de una fuerte lluvia para ejecutar lo planificado en forma sorpresiva y a la hora determinada. La I División, comandada por el general Urdaneta inició la marcha de aproximación, precedida por el Escuadrón Cedeño y un destacamento de 150 hombres al mando del capitán Piedrahita.

39 Chiriboga Navarro, Ángel Isaac, Tarqui Documentado, Tomo I, 1960, Quito, Ecuador, Biblioteca Militar Ecuatoriana, Volumen No 23 pág.142.

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A las 04:45 del 27 de febrero se escuchó una descarga de fusilería que hizo suponer que el Escuadrón Cedeño había sido descubierto por el enemigo. Por tal razón, se destaca al batallón “Rifles” en su auxilio. A consecuencia de la oscuridad se produjo una escaramuza entre las fuerzas amigas que inmediatamente fue superada.

Al clarear el día se inició el ataque en dirección del ala derecha de la posición del enemigo, a través del bosque, para envolver el flanco izquierdo de la posición peruana. Cuando la división del general Plaza estaba completamente batida, apareció el grueso de las fuerzas peruanas al mando del general La Mar e inmediatamente entraron en combate. Así quedaron empeñados en la lucha los 5.000 hombres de la Infantería peruana contra los 1500 hombres de la I División del Ejército de Sucre. Con este refuerzo, el enemigo consiguió hacerse fuerte en las breñas del Portete de Tarqui. Mientras esto acontecía, a considerable distancia apareció la II División colombiana y la compañía de “Cazadores del Cauca”, rápidamente dominó a las fuerzas parapetadas en las breñas orientales del Portete de Tarqui, permitiendo que el resto de la I División, inclusive el “Escuadrón Cedeño”, se lanzara a la carga derrotando al enemigo definitivamente. La persecución la realizaron el “Escuadrón Cedeño” y los batallones “Yaguachi” y “Caracas”, causando pánico y numerosas bajas en el adversario. Entre tanto el batallón “Rifles” capturó a los fugitivos que se habían parapetado en el bosque.

Fiel a su espíritu magnánimo, Sucre ordenó suspender la persecución, salvando al invasor del aniquilamiento total. El resultado final del combate fueron 2500 bajas entre muertos y heridos del ejército peruano, frente a 360 bajas del ejército del Distrito del Sur.

Después de su triunfo inapelable en el combate, el general Sucre propone al general La Mar, firmar un armisticio, producto de lo cual se firma el llamado Tratado de Girón que contemplaba:

El Ejército invasor deberá desocupar todos los territorios del estado de Quito; deberá realizarse la desocupación el 2 de marzo de 1829 y terminar en el plazo improrrogable de 20 días; en el tratado definitivo que deberá celebrarse en Guayaquil, se resolverán todos los reclamos de Colombia; deberá desocuparse Guayaquil, levantándose el bloqueo del norte; y para los asuntos limítrofes, se tomará como base el principio del Uti Possidetis Juris de 1809.

El Perú violó el Tratado al no desocupar Guayaquil por dos razones: manifestó que el Tratado celebrado con el general La Mar no era válido, ya que ese tema debía conocer solo el Congreso; y su intención de no terminar la guerra, a pesar de su derrota en Tarqui, porque teniendo el control de las comunicaciones en el Teatro de Operaciones Marítimo, podía abastecer a las tropas que ocupaban Guayaquil y reforzarlas; movilizar y desplegar su ejército para emprender nuevas operaciones.

El resultado de la actitud magnánima del general Sucre fue que el general La Mar, una vez desembarazado de este espinoso momento pretendió seguir con sus planes estratégicos, iniciándose la campaña conocida como Buijo, nombre del lugar donde el Libertador Bolívar, estableció su cuartel general. La campaña del Buijo duró cinco meses. Las tropas vencedoras de Tarqui desalojaron gradualmente a las guarniciones peruanas en las poblaciones de Babahoyo, Baba, Daule, Zamborondón y Yaguachi.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

El Perú por su parte, no solo se negaba a cumplir con el dictado de Girón, sino que más bien procedía a reforzar a las tropas que guarnecían Guayaquil; desde Paita enviaron a bordo de la corbeta “Pichincha” al batallón “Ayacucho” y del Callao zarpó el bergantín holandés “Mercurio” con tropas y pertrechos el día 18 de abril; el 19 y el 20 zarparon para Guayaquil la fragata “Monteagudo” y la goleta “Guayaquileña”, conduciendo los escuadrones “Húsares de Junín” y “Dragones de Arequipa”. En la noche del 22 de abril arribó a Guayaquil el general Mariano Necochea, a bordo de la goleta “Sirena”, quien de inmediato tomó el mando de la división que estaba formada por 2.100 hombres.

Como se observará, se emplea a la corbeta “Pichincha” que infelizmente se anexó al Perú y a la “Guayaquileña” para transportar tropas peruanas con fines de agresión, rompiendo el acuerdo firmado el 19 de enero de 1829, durante la Capitulación de Guayaquil.

En estas circunstancias, Guayaquil se encontraba en una situación de total indefensión, debido a la falta de una flota capaz de defenderla, por lo que Perú al disfrutar del dominio del mar hizo lo que le vino en gana por la vía marítima y fluvial.

El 16 de mayo el Libertador Bolívar tomó el mando de todo el ejército, es decir de todas las fuerzas empleadas en la campaña; el 13 de junio estaba en Baba y el 20 llegó a Samborondón. Por primera vez los peruanos que ocupaban Guayaquil dieron una respuesta satisfactoria, ofreciendo entregar la plaza, pero “en condiciones decorosas”. El 28 de junio, Bolívar estableció su cuartel general en Buijo y se aprestaba a accionar sobre Guayaquil.

Se suscitaron dos acontecimientos que aceleraron la entrega de Guayaquil. Primero el día 18 de mayo la fragata “Presidente”, principal buque de la Escuadra peruana explotó y se hundió en la ría frente a Guayaquil, a consecuencia de un incendio que se había iniciado en dicho buque, por tanto la superioridad naval del Perú disminuyó grandemente y cambiaría radicalmente con la llegada al Pacífico de la fragata “Colombia”.

La segunda razón es de carácter político ya que los días 6 y 7 de julio en Lima y Piura el general Antonio Gutiérrez y el general Agustín Gamarra encabezaron un golpe de estado contra el presidente La Mar; pronunciándose de inmediato por la terminación de la guerra.

Ante la insistente petición del Libertador Bolívar se pudo concretar el Tratado de Guayaquil el 22 de septiembre de 1829 y de inmediato las partes designaron sus representantes: por Colombia intervino su Ministro plenipotenciario don Pedro Gual y por el Perú actuó el señor José Larrea y Loredo.

Se acordó lo siguiente:

Ambas partes reconocerán como límites de sus respectivos territorios, los mismos que tenían antes de la independencia, los antiguos Virreinatos de Nueva Granada y el Perú, con las variaciones que juzgasen convenientes acordar entre sí.

Se nombró una comisión de dos personas por cada república para que rectifiquen y fijen la línea divisoria, trabajos que se iniciaron 40 días más tarde por haber sido ratificado este tratado por las dos partes.

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NACE UNA MARINA DE GUERRA (1822-1830)

Nuestro derecho, de acuerdo con el principio jurídico del Uti Possidetis Juris, comprendía la línea por la parte suroccidental: Tumbes, Huancabamba y Marañón, mientras el Perú interpretaba, fijaba y sostenía la línea: Zarumilla, Chinchipe y Marañón.

Se puede concluir que Perú inició la guerra con operaciones en el teatro marítimo, porque así accionaba sobre la parte más débil de su adversario y se daba tiempo para completar su movilización por tierra. La Fuerza Naval de la Gran Colombia en general era superior a la peruana, pero el grueso de ella estaba en el Atlántico; en el Pacífico el único buque en condiciones operativas era la goleta “Guayaquileña”, ya que el resto de buques que sostuvieron el bloqueo del Callao que conformaban la Escuadra Unida, hasta la rendición del general Rodil, estaban completamente inservibles.

Los almirantes y comandantes, ejerciendo el mando de los navíos, o sea ejerciendo el poder naval destruían el poder marítimo al anular el tráfico comercial, pues normalmente las Escuadras se armaban requisando los buques a los Armadores o comprando navíos mercantes para convertirlos en buques de guerra. Se habían olvidado, descuidado y no habían comprendido que para mantener la integridad de una nación debían mandar en las rutas marítimas; es decir, cumplir el primer mandamiento de la Estrategia Naval: “Mantener abiertas las líneas de comunicaciones propias y negar al enemigo el uso de las suyas”.

Monumento al Mariscal Antonio José de Sucre en la plaza de Santo Domingo,

Quito. Foto Archivo Histórico Biblioteca Municipal de Guayaquil.

La ocupación de la Plaza de Guayaquil finalizó el 26 de julio de 1829, pero recién el 25 de diciembre de ese mismo año, Perú devolvió los buques del Estado Grancolombiano, que mantenía como rehén; por tal razón, arriban al puerto de Guayaquil la corbeta “Pichincha”, la goleta “Guayaquileña” y el pailebot cañonero “Gracia del Guayas” en esa fecha. Posteriormente el 26 de febrero de 1830 llega a Guayaquil el bergantín de guerra “Adela” conducido por la goleta “Arequipeña” de la Armada peruana. Durante la posesión del bergantín “Adela”, la Armada peruana le bautizó como “1 de Febrero” conmemorando con ello la toma de Guayaquil, pero una vez en manos del Gobierno colombiano fue rebautizada como “27 de Febrero”, aniversario de la batalla de Tarqui.

Según los informes de recepción se hace notar que la corbeta “Guayaquileña” presentaba su casco en buenas condiciones no así sus velas; la corbeta “Pichincha” en completo estado de destrucción; el pailebot “Gracia del Guayas” en buen estado y el bergantín “Adela” en buen estado pero sin armamento.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

Arribo de la fragata “Colombia” a Guayaquil“El 1 de febrero de 1830 arribó a la isla Puná la fragata “Colombia”; y, después de 161 días de navegación, desde su salida de Puerto Cabello, llegó a Guayaquil el 8 del citado mes”40.

Era evidente que el general Gamarra hasta esa fecha, no pensaba desalojar nuestro puerto principal, producto del Tratado de Guayaquil, pero la presencia de este gran navío en aguas del Pacífico lo hizo cambiar de idea, devolviendo el último buque que estaba en su poder (bergantín Adela) permitiendo de esta forma afianzar la paz entre los dos países.

A pesar del gran interés que tenia el Libertador Bolívar de enviar esta inmensa fragata, como él la llamaba, al Teatro de Operaciones del Pacífico para controlar las comunicaciones marítimas; la demora de arribar a Guayaquil fue por dos razones: la primera es el temor del Gobierno Grancolombiano de que el general Laborne que mantenía la Fuerza Naval española en aguas del mar Caribe, emprendiera un ataque contra las costas de Venezuela y Nueva Granada, y la segunda fue por falta de recursos económicos para su alistamiento y travesía.

Mediante la lectura de las cartas de Simón Bolívar se puede apreciar el vivo interés de enviar cuanto antes las dos grandes fragatas y dos corbetas, pero la situación financiera era muy grave, por lo que fue retardándose mucho tiempo; hasta que finalmente el 1 de septiembre de 1829 salen con destino a Guayaquil desde Puerto Cabello, la fragata “Colombia” y la corbeta “Urica”, vía cabo de Hornos, bajo las órdenes del general Renato Beluche, que fue nombrado jefe de la escuadrilla.

Durante la travesía se destaca que la corbeta “Urica”, a la altura de la desembocadura de río Negro al sur del Río de la Plata, sufrió un grave desperfecto, por lo que tuvo que separarse de la expedición y buscar un puerto para su reparación.

Maqueta de la fragata “Colombia” de 62 cañones. Museo Almirante Illingworth (Inhima).

Otro hecho que se registra es el relevo del comandante del buque coronel Gualterio Chitty, por su carácter fuerte e intolerable y a fin de evitar la sublevación de la tripulación, por el segundo comandante capitán de fragata Leonardo Stagg, siendo posteriormente ratificado por el general Juan José Flores. Bajo su comando pasan el cabo de Hornos y continúan el crucero hasta Guayaquil sin ninguna novedad en cuanto a la navegación. Arriban a Guayaquil el 8 de

febrero de 1830 después de 161 días de singladura, trayendo a bordo 560 hombres entre marineros y tropa, perdiendo únicamente diez marineros que murieron en la vuelta del cabo de Hornos y con el coronel Chitty en calidad de arrestado.

40 Monteverde Granados, Carlos, Calm. (SP), Historia Marítima del Ecuador, tomo VI: La Gran Colombia 1828-1830, La República 1830-1840. Guayaquil, Ecuador, Inhima, 1997, Imprenta Naval, pág. 122.

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NACE UNA MARINA DE GUERRA (1822-1830)

Doce días después del arribo de la fragata “Colombia”, ésta debió cumplir un crucero de 60 días en aguas del Perú junto a la goleta “Guayaquileña”, anotándose los siguientes acontecimientos: El general Febres Cordero, prefecto de Guayaquil, presentó su renuncia, siendo remplazado en estas funciones por el doctor José Joaquín de Olmedo; el general Renato Beluche no accedió a quedarse en el Sur desempeñando el cargo de Comandante de la División Marítima y regresó a Venezuela, por lo que fue remplazado por el capitán de navío Thomas Charles Wright; comandante del Apostadero de Guayaquil fue nombrado el capitán de navío Juan Ignacio Pareja.

El 23 de febrero zarpó la fragata “Colombia” de Guayaquil a Puná, habiéndose retrasado el cumplimiento de la operación debido a que la “Guayaquileña” zarpó recién hacia Puná el 8 de marzo. Ambos buques zarpan el día 9, pero la “Guayaquileña” regresó a Guayaquil con su capitán teniente de navío Francisco Calderón, arrestado por falta a la disciplina.

1829, vista de Guayaquil y el río. Ilustración de Alcide D´Orbigny. Tomado del libro Episodios Históricos e Imágenes de la Armada del Ecuador (Inhima)

La fragata “Colombia” continúa la operación como único buque de la escuadrilla, arribando al puerto del Callao el 1 de junio después de haber navegado frente a las costas peruanas; regresa a Puná el 20 de julio permaneciendo en este lugar en forma permanente por disposición del general Juan José Flores y porque durante este tiempo, justamente el 13 de mayo el Departamento del Ecuador (Quito) se separa de la Gran Colombia para constituirse en un Estado libre e independiente; Guayaquil se adhirió a esta resolución el 19 de mayo y Cuenca el día 20.

Entre los oficiales de este buque se subrayan: Capitán de fragata Leonado Stagg, comandante; teniente de fragata Mateo Game, segundo comandante; teniente de fragata José María Urbina y alférez de fragata José Antonio Gómez, estos dos últimos oficiales procedentes de nuestra Escuela Náutica.

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La triste historia de este buque es llegar retrasado a los importantes acontecimientos de este país; primero llega tardíamente a la guerra con el Perú y finalmente luego de este crucero, encontró que la Gran Colombia había dejado de existir, debiendo quedarse para siempre en aguas de la naciente República del Ecuador.

93Girón, Casa de los Tratados

Estero calle Loja, obra de E. Charton 1840-1845.

94 General Bartolomé SalomAlmirante Tomas Charles Wrigth

Simón Bolivar

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CAPÍTULO III

LA ARMADA DE LOS PRIMEROS TIEMPOS(1830-1860)

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La Fuerza Naval a inicios de la República del Ecuador

l 13 de mayo de 1830 mediante acta firmada por una asamblea de notables de Quito, el Departamento del Sur se separa de la Gran Colombia y forma un Estado independiente con el nombre de Ecuador. El 22 de septiembre el venezolano general Juan José Flores,

asume el poder como presidente del Estado del Ecuador; José Joaquín de Olmedo es el vicepresidente. El comandante de la División Marítima en noviembre de 1830, era el capitán de navío Thomas C. Wright.

En 1832 continuaba desempeñando las mismas funciones de comandante del Apostadero de Guayaquil el capitán de navío Thomas Charles Wright, siendo éste el último Jefe Naval que tuvo dicha denominación, ya que en lo posterior se llamó Departamento Marítimo del Ecuador, según leyes dictadas por el Congreso Constitucional de ese año; este cargo pasa a llamarse Comandante General del Departamento Marítimo del Ecuador.

General Juan José Flores primer presidente del Estado del Ecuador; José Joaquín de Olmedo es el vicepresidente. Foto fuente Internet.

El 3 de noviembre de 1832, el Congreso Constitucional del Ecuador decretó que el establecimiento de la Marina militar se llamará Departamento Marítimo del Ecuador en vez de la antigua denominación de Apostadero de Guayaquil. El 8 del mismo mes, el general Juan José Flores disponía el ejecútese. El mando de este Departamento se lo dio a un general de brigada de Marina o capitán de navío, bajo la denominación de Comandante General. Se estableció también que habrá un Mayor de Departamento, dirigido por un capitán de fragata, quien se hará cargo de las oficinas de mayoría, secretaría y sus correspondientes archivos; de ese modo se legalizó la Marina durante la República.

Decreto de creación o legalización de la Marina de Guerra ecuatoriana

El Congreso Constitucional del Estado Considerando:1o que el antiguo Apostadero de Guayaquil debe variar su denominación por no depender en el día de otro Departamento Marítimo.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

2o que conviene fijar el número de empleados que deben servir las dependencias militares de Marina.

Decreta:Artículo 1o El establecimiento de la Marina Militar en el puerto de Guayaquil, se nombrará Departamento Marítimo del Ecuador.Artículo 2o Su jurisdicción se entenderá desde el Río Tumbes por el Sur y por toda la costa del territorio del Estado hasta los límites que por el Norte señalan los tratados que han de celebrarse con el Estado de la Nueva Granada.Artículo 3o El mando de este Departamento se dará a un General de Brigada de Marina o Capitán de Navío a juicio del Gobierno bajo la denominación de Comandante General, con las prerrogativas y responsabilidad que designan las Ordenanzas Generales de la Armada.&o. único.- Cuando el Gobierno por circunstancias particulares nombre un General o Coronel del Ejército para Comandante de Armas del Departamento reunirá este el mando de la Comandancia General de Marina.Artículo 4o Habrá un Mayor de Departamento de la clase de Capitán de Fragata, quien se hará cargo de las oficinas de mayoría, Secretaría y sus correspondientes archivos con las atribuciones que tienen por las ordenanzas los mayores de Departamento Marítimo...

Dado en Quito a 3 de noviembre de 1832.- 2o El Vicepresidente del Congreso.- Pablo Bazcones.-El Secretario del Congreso Mariano Miño.- Palacio de Gobierno en Quito a 8 de noviembre de 1832.- 22o Ejecútese.- Juan José Flores.- Por su Excelencia.- Antonio Martínez Pallares.- Es copia.- San Miguel.Es copia.- Córdova.Es copia de su original, de que certifico. Quito a 13 de diciembre de 1832.- 22o.

Al inicio de la Marina de Guerra ecuatoriana sus oficiales fueron los que habían pertenecido a los buques y repartos navales del Distrito del Sur de la Gran Colombia y que optaron por continuar al servicio del Ecuador.

Almirante Juan Illingworth Hunt. Archivo del Inhima.

Con excepción del capitán de navío Juan Ignacio Pareja que era ecuatoriano de nacimiento y formado en la Marina española, los demás tales como: Illingworth, Wright, Stagg y Luzarraga eran extranjeros y fueron quienes conformaron al alto mando y organizaron la nueva Armada Nacional.La oficialidad joven estaba formada por ecuatorianos egresados de la Escuela Náutica de Guayaquil, fundada en 1822 por el Libertador Bolívar y otros oficiales en su mayoría procedentes de la Escuela de Cartagena de Indias. Sus tripulaciones eran una mezcla de extranjeros y nativos del país, generalmente pescadores de origen humilde, como lo manifestara el capitán de navío Thomas C. Wright cuando justificó no haber capturado a la corbeta peruana “Libertad”, después del combate naval de Malpelo: “Si la tripulación hubiese sido veterana y no la formada por una forzada leva de cholos sacados de las canoas y balsas del río de Guayaquil”41.

41 Monteverde Granados, Carlos, Calm. (SP), Historia Marítima del Ecuador, tomo VI: La Gran Colombia 1828-1830, La República 1830-1840. Guayaquil, Ecuador, Inhima, 1997, Imprenta Naval, pág. 80.

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LA ARMADA DE LOS PRIMEROS TIEMPOS (1830-1860)

Las guarniciones de los buques grandes estaban integradas por una compañía de Infantería de Marina de 85 hombres al mando del comandante Pascual Guedes y del capitán Diego Salinas, mientras que en los buques menores había grupos poco numerosos para cubrir la seguridad, variando su composición de acuerdo al tamaño del buque y su tripulación.

Capitán de navío Thomas Charles Wright.

Buques que conformaron el Departamento Marítimo del EcuadorLos buques que inicialmente conformaron el Departamento Marítimo del Ecuador fueron:

Fragata “Colombia”;Goleta “Guayaquileña”;Goleta “Itsmeña”;Goleta “Gracia del Guayas”;Bergantín “27 de Febrero”; yPailebot “Diligencia”.

Fragata “Colombia”

Construida en los astilleros de Nueva York, EE.UU. en el año de 1825, junto a la corbeta “Cundinamarca” para la Escuadra colombiana del Atlántico, a pedido del Libertador Bolívar, su primer comandante fue el capitán de fragata Leonardo Stagg. El costo de las dos fragatas fue de 1.078.845 pesos y estaban armadas con 62 cañones cada una, de los cuales treinta eran largos y estaban situados en la batería baja y en la cubierta alta 30 carronadas y dos cañones largos, los cañones eran de 32 libras y las carronadas de 42 libras. Sus dimensiones eran: eslora 181 pies y 6 pulgadas, manga 46 pies y 2 pulgadas y puntal 30 pies, su tripulación de combate era de 500 hombres, pero podía transportar hasta 1.000 personas, su casco era de madera y estaba enteramente forrado de cobre. Esta información ha sido obtenida del Archivo Histórico Nacional de Bogotá, según el inventario elaborado en Cartagena en 1826.

Este era el buque más grande que tuvo nuestra Institución en los albores de la República, el mismo que arribó con motivo del conflicto con el Perú que terminó con la batalla de Tarqui y la invasión a Guayaquil por la escuadra peruana en 1828, el Libertador Bolívar ordenó que dicha fragata se dirija a esa ciudad, pero la “Colombia”, comandada por el capitán de navío Leonardo Stagg, arribó a la isla Puná el 4 de febrero de 1830, después de más de cinco meses de navegación, ya que siguió rumbo por cabo de Hornos; la invasión de Guayaquil había terminado.

Después que nuestro país se separó de la Grancolombia el 13 de mayo de 1830, este magnífico buque de guerra, junto a otros buques grancolombianos, estacionados en el Apostadero de Guayaquil, pasó a formar la Marina de Guerra del Ecuador.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

(1830-1836) fragata “Colombia”, maqueta del Museo Naval Alm. J. Illingworth.

En su época la fragata “Colombia” fue la nave de guerra más poderosa entre todas las pertenecientes a las Armadas de los países sudamericanos del Pacífico; pero esta importancia, perfectamente demostrada por los acontecimientos de la guerra entre la Gran Colombia y el Perú, no fue tomada en consideración por los Gobiernos de los inicios de la República, que solo vieron en ella un inconveniente económico para el

Estado y sin entender el gran significado que tenía para la defensa de su soberanía y existencia42.

Fue varada en diciembre de 1836, se vendió el herraje a Guillermo Gellibert y se quemó el casco.

Bergantín “27 de Febrero”

Por disposición del general Juan José Flores el 14 de abril de 1830 fue refaccionado y armado en guerra el bergantín “Adela” luego de reincorporarse a la Grancolombia después de haber permanecido en la Armada del Perú, por efecto del Convenio de Capitulación de Guayaquil; se lo denominó “27 de Febrero” y su primera misión fue, trasladar a Panamá al batallón Ayacucho.

El 14 de septiembre de 1831, producto de la sublevación de los tripulantes de la fragata “Colombia” al hacer su último intento de restablecer la República Gran Colombiana; a bordo de esta fragata, se lleva a efecto la ejecución de cuatro reos a quienes se los encontró mayor culpabilidad. Los demás sentenciados fueron llevados a bordo del bergantín “27 de Febrero” para que desde ahí presencien su ejecución, los mismos que posteriormente fueron expatriados perpetuamente43.

En 1833 se indica que se encuentra en servicio y que está armado con 2 cañones de 12 libras y 4 de 18. Posteriormente fue desarmado y destinado a efectuar fletes.

Goleta “Itsmeña”

Aparece en servicio en 1830; el 25 de agosto del mismo año es designada para que sirva de aviso a la fragata “Colombia”; por razones de economía se dispone el desarme de la goleta “Guayaquileña” y bergantín “27 de Febrero”, lo que no se cumple en esa fecha.

42 Ibid, pág. 264.43 Ibid, págs. 190 a 193.

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LA ARMADA DE LOS PRIMEROS TIEMPOS (1830-1860)

Durante la guerra de 1828 a 1829 esta nave había operado en el área de Panamá, contra el tráfico marítimo enemigo, permaneciendo en esta jurisdicción hasta fines del conflicto. El 4 de noviembre de 1830 arribó a Guayaquil, trayendo al general Luis Urdaneta enviado por el gobierno de Colombia, zarpando de forma inmediata, lo que dio origen a que el general Flores, dispusiera su captura.

La intensión del general Urdaneta fue insurreccionar a las tropas colombianas, desconociendo al general Juan José Flores como presidente del Ecuador y conseguir la restitución de la Grancolombia bajo el mando Supremo del Libertador Bolívar, lo cual no era cierto; vista el Libertador ya no era el presidente, y se encontraba gravemente enfermo en San Pedro Alejandrino. El Libertador falleció el 17 de diciembre de 1830.

El Gobierno del Ecuador insistió en recuperar a la “Itsmeña” que estaba sirviendo a la Marina de Guerra de la Nueva Granada, en la jurisdicción de Panamá al mando del comandante Lavarsier, por lo que la goleta “Guayaquileña” al mando del capitán de fragata Juan Hipólito Soulín, lo capturó el 18 de marzo de 1831 trayéndolo a Guayaquil.

La goleta “Itsmeña” estaba armada con un cañón de 12 como colisa (plataforma giratoria para un cañón de artillería). A fines de 1831 y a inicios del siguiente año es reparada con un presupuesto de 2.107 pesos y 2 reales. En 1833 y quizá más tarde continúa en servicio.44

Goleta “Gracia del Guayas”

Permanece al servicio de la Marina de Guerra desde 1830; armada con una colisa de a 12. Durante el conflicto entre 1831 y 1832 con Nueva Granada por la anexión del Departamento del Cauca al Ecuador, la goleta “Guayaquileña”, el pailebot “Diligencia”, la goleta “Itsmeña” y la goleta “Gracia del Guayas”, fueron los buques que soportaron todo el peso de largas y continuas permanencias en el mar, cumpliendo tareas de reconocimiento y vigilancia de las actividades enemigas, tanto en orden interno como externo. La fragata “Colombia”, la más importante por su poderío no tuvo ninguna actuación debido a su alto costo de operación.

“Esta goleta formó parte de nuestra Escuadra por algunos años y en febrero de 1838 se indica que a pesar de haber dictado la orden de fletar al comercio a esta unidad, se dispone que al igual que a la “Guayaquileña” se conserve en el mejor estado de servicio para desempeño de cualquier misión; por tal motivo se hace a la vela a fin de controlar el contrabando en especial el de paja toquilla. Después de ese año no se lo vuelve a mencionar y según un historiador fue desbaratada por su estado inservible”45.

Pailebot “Diligencia”

Esta Unidad de una colisa de a 12, sirvió a la Armada desde 1832 por aproximadamente dos años; estuvo entre los buques que soportaron todo el peso de las continuas operaciones por

44 Sánchez Bravo, Mariano. Buques y Personajes, Instituto de Historia Marítima, Guayaquil, 1991, pág. 12.45 Ibidem, pág. 13.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

el conflicto con la Nueva Granada, por la anexión del Departamento del Cauca al Ecuador, sucesos que repercutieron intensamente en la actividad naval.

La Revolución de los ChihuahuasLa revolución contra Flores se inició en Guayaquil, el 24 de septiembre de 1833 dirigido por el coronel Pedro Mena, como una reacción a la decisión del congreso de dar al presidente las facultades extraordinarias y por la prisión y expulsión del país de Vicente Rocafuerte. Éste fue liberado y proclamado Jefe Supremo.

El 20 de octubre de 1833 Vicente Rocafuerte, se proclama Jefe Supremo de Guayaquil. Foto fuente Internet.

El favoritismo del general Juan José Flores por los granadinos y venezolanos, era evidente; los mandos militares superiores eran confiados a oficiales venezolanos en su mayoría, y algunos de ellos sin ningún mérito para obtener estas jerarquías; era otra fuente de discordia en aquellos tiempos.

En estas circunstancias, la División de la Marina de Guerra fue completa, pues un buen número de oficiales plegaron a la revolución. Se formó la Escuadra Libertadora al mando del general Thomas Charles Wright; llamada así por Rocafuerte, y estaba compuesta por la fragata Colombia como buque insignia y las goletas “Guayaquileña”, “Gracia de Guayas”, “Diligencia”, “Juanita” y los bergantines “27 de Febrero” y “Ecuatoriano”.

Las fuerzas del gobierno de Flores al mando del general Juan Ignacio Pareja Mariscal, disponían de las goletas “Valerosa” e “Itsmeña”, el bergantín “Atrevido” con un cañón giratorio de a 18 y tres cañoneras con un cañón giratorio; pequeña Fuerza Naval muy débil para enfrentar a la Escuadra Libertadora y específicamente a una nave tan poderosa como la fragata “Colombia”.

Es de anotar que las goletas “Valerosa” y “Juanita”, así como los bergantines “Atrevido” y “Ecuatoriano”, eran naves mercantes improvisadas como buques de guerra y por tanto no fueron parte de nuestra Armada en los albores de la República. En un informe al Jefe del Estado Mayor General, el 12 de febrero de 1834 entre otras cosas refiriéndose a estos buques se dice:

“… estaba aparejándose los dos barquitos que unos particulares estaban construyendo y que la necesidad ha convertido en buques de guerra con el titulo de bergantín goleta “Atrevida” y goleta “Valerosa”; pero desde aquella fecha no solo se ha concluido su habilitación, sino que han arrojado a las fuerzas sutiles enemigas muchos balazos, que las han contenido y causado daño…”46.

En 1834 Flores y Rocafuerte se reconcilian y firman un documento para poner fin a las calamidades de una guerra civil y restablecer la paz de un modo sólido y permanente en beneficio de la causa de la Nación.

46 Monteverde Granados, Carlos, Calm. (SP), Historia Marítima del Ecuador, tomo VI: La Gran Colombia 1828-1830, La República 1830-1840. Guayaquil, Ecuador, Inhima, 1997, Imprenta Naval, pág. 244.

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LA ARMADA DE LOS PRIMEROS TIEMPOS (1830-1860)

Esta revolución no terminó con la captura de Rocafuerte; prosiguió en tierra con las guerrillas en la costa y el Gobierno de Quito, que no admitía el juego de poderes de Flores y Rocafuerte. Fue necesario seguir con una campaña formal que terminó en la sangrienta batalla de Miñarica, el 18 de enero de 1835.

Durante este lamentable episodio cierra un período difícil para la Armada Nacional, donde se observa que la ausencia de los principales jefes navales de sus buques, la falta de mantenimiento por la escases de recursos económicos y los largos períodos que las naves permanecían en los fondeaderos sin recibir el carenamiento indispensable para su conservación, a más del resentimiento que por razones políticas dividió al personal naval, fueron las principales causas de la prematura decadencia de la Marina de Guerra que con tan buenos augurios había iniciado en 1830.

Goleta “Juanita”

Con motivo de la guerra entre el presidente Flores y Vicente Rocafuerte es armada en guerra el año 1833 y puesta a órdenes del alférez de navío Juan Manuel Úraga de 19 años, sirviendo del lado de Rocafuerte, en el conflicto llamado de los Chihuahuas. Con esta unidad, durante una misión de exploración se varó en la isla Santay, lo que aprovecho Flores para enviar al comandante Soulín con 15 botes con el fin de atacar a la goleta revolucionaria, pero Úraga pudo desvararla y retornar a donde estaban las fuerzas amigas; una vez terminado el mencionado conflicto, no se lo vuelve a mencionar.

Bergantín “Valeroso”

Unidad gobiernista durante la guerra de los Chihuahuas, pues la escuadra se había dividido en dos; participó en combates en el año 1834.

Goleta “Atrevida”

Buque perteneciente a la débil escuadrilla gobiernista durante la guerra de los Chihuahuas, combatió en el año 1834; finalizado el conflicto, no se lo vuelve a mencionar.

Goleta “Diligencia”

Adquirida en el año 1836; el 5 de abril se dispone que a más de la oficialidad, deberá ser tripulada por 4 marineros de primera clase y 8 de segunda. Conforme lo describe su comandante, el capitán de fragata graduado Lucas Rojas, la goleta “Diligencia” era un buque pequeño, con las mínimas comodidades y para ser utilizado en períodos cortos de navegación por su poca capacidad de víveres y combustible; por eso lo considera óptima como una lancha cañonera, para ser utilizada en el patrullaje y control de la delincuencia, en el río y zonas costeras.

Siempre se pensó en venderla aunque sea en calidad de chatarra, a pesar de que siempre cumplió con su función, en una ocasión se estableció su avalúo en 30.500 pesos, considerando el estado de su casco, arboladura, etc., no fue vendida en esa ocasión por necesidades del servicio, encontrando que en el año 1840 “era el único buque de la Marina de Guerra ecuatoriana; los

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

otros que ésta había tenido en 1834 fueron desapareciendo, unos porque fueron vendidos y los demás porque se destruyeron totalmente por falta de mantenimiento”47.

“La pequeña goleta de guerra “Diligencia”, tan menospreciada por todos los funcionarios que tenían relación con ella, fue el buque más activo en su función específica, de la pequeña escuadra ecuatoriana”48.

Al cerrar el año 1843 la “Diligencia” tenía su mástil mayor roto y fue necesario dotarla de uno nuevo, lo que ocurrió a inicios del año 1844; en realidad se reparó todo el buque para dejarlo en las mejores condiciones a pesar del limitado presupuesto. El 9 de enero se nombra comandante interino de este bajel al capitán de navío graduado Jaime Williams. En los meses de febrero a octubre sale a patrullar las costas de Manabí para controlar el contrabando. El 31 de marzo desde Bahía de Caráquez, el comandante del buque, capitán de navío J. Williams informa que el buque se encuentra en buen estado salvo el velamen que estaba en muy mal estado, lo que le impedía salir a navegar.

El 2 de diciembre el Gobernador dispone al Comandante General del Distrito que la goleta salga a Galápagos conduciendo los presos que vienen de la capital de la República y que a su regreso haga un crucero por las costas de la provincia de Manabí. La goleta “Diligencia” cumplió esta misión hasta comienzos del año 1845.

Invento del submarino “Hipopótamo”En nuestro país se han destacado algunas personalidades dentro de los campos de las ciencias y la investigación tecnológica; en cuanto a personajes dentro de este período es indudable que se destaca la presencia del ex guardiamarina José Raymundo Rodríguez Labandera. Este insigne ecuatoriano nació en Guayaquil, entre los años1805 a 1806; siendo parte de una familia de escasos recursos; en 1823 ingresó siendo uno de los primeros alumnos de la Escuela Náutica de la ciudad de Guayaquil, fundada por el almirante Juan Illingworth Hunt; realizó estudios de matemáticas, física, náutica, mecánica, etc.; en 1827 fue guardiamarina de la Escuadra colombiana y en 1830 fue ascendido al grado de teniente de fragata.

José Raymundo Rodríguez Labandera, inventor del submarino “Hipopótamo”. Fuente Internet.

Este distinguido personaje realizó algunos inventos, como el piano de cigüeñales; un barquito de marcha automática; ciertos juguetes y animales mecánicos que desplazaban sus miembros con movimientos similares a los naturales; en 1831 construyó una máquina que fundía letras para imprentas, por lo que el 2 de enero de 1832 fue nombrado Administrador de la imprenta Municipal, pero a los diez días renunció para editar su periódico “El Patriota”, el cual al poco tiempo quebró.

En 1838, la historia señala que este ingenioso inventor:“construyó una embarcación submarina de su invención, para dos tripulantes, con la que estaba dispuesto a sumergirse en el río a fin de demostrar las ventajas que una nave de tales características

47 Ibidem, pág. 263.48 Estrada Guzmán, Eduardo. Historia Marítima del Ecuador, tomo VII: La República 1840-1850, pág. 443.

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podría significar en tiempos de guerra. Según lo aprueban documentos de la época, “El Hipopótamo”, nombre que José Raymundo Rodríguez Labandera dio a su invento, poseía dos hélices colocadas una a cada lado de la parte central de la nave, que en una cubierta tenía seis cilindros o escotillas. Se abastecía de aire mediante un tubo con flotador, colocado al extremo. Las hélices laterales se impulsaban mediante dos remos colocados en el interior y accionados por cada uno de los tripulantes”.“Según la cronología de la historia de los sumergibles el submarino “Hipopótamo”, inventado y probado por José Raymundo Rodríguez Labandera, el año 1838, en las aguas del río Guayas, frente a la ciudad de Guayaquil, ocuparía uno de los primeros lugares entre similares inventos del mundo y el primer lugar entre los que se inventaron en América Latina. Lamentablemente el Ecuador no estimuló al inventor y nunca validó ese honor”49.

El “Hipopótamo”.- Tal es el nombre que se ha dado al buque de guerra que navega entre dos aguas, obra de invención del señor José Rodríguez, alumno que fue de la Escuela Náutica.

Maqueta del submarino “Hipopótamo”. Museo Naval Alm. Juan Illingworth (Inhima).

Con demasiada sorpresa han visto los habitantes del Guayas, que se hallaban en botes y diferentes embarcaciones menores, colocados enfrente de la ciudad, al otro lado del río, sumergirse el “Hipopótamo”, estando a su bordo el señor José Rodríguez, en unión del señor José Quevedo, joven contemporáneo de aquel y natural también de este país, y seguirlo con la vista fija a un pequeño tubo, que quedaba muy poco fuera del agua e imperceptible a la simple mirada, a una distancia regular; dicho tubo estaba amparado por una boca de fuego en la que estaba colocada el asta de la bandera nacional, que flameaba hermosamente por la brisa que corría”50.

Como hemos comprobado, la inmersión del “Hipopótamo” se hizo realidad en la tarde del 18 de septiembre de 1838, llenando de gloria al Estado ecuatoriano y colocando en un sitial muy importante a la Armada del Ecuador. Este ex marino visionario e incansable investigador, recibió el reconocimiento del pueblo guayaquileño, no así del Gobierno central que nunca supo reconocer esta hazaña de carácter mundial que la humanidad guardará para la posteridad; a pesar de que este acontecimiento fue informado a Quito por el general Vicente González Rodríguez, gobernador de la provincia. Se desconoce la fecha de su fallecimiento, pero se cree que fue en la ciudad que lo vio nacer.

Período de decadencia de la Marina de GuerraEn 1840, cuando había finalizado el gobierno de Vi y participar en el combate naval, sea en acciones de abordaje o como sirvientes de las piezas de artillería.

49 Estrada Ruiz, Jenny, Marinos Inventores, págs. 34 y 35.50 Reproducido del periódico El Ecuatoriano del Guayas, número 237, del viernes 21 de septiembre de 1838.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

A pesar de que el presidente Vicente Rocafuerte en 1837 decretó el restablecimiento de la Escuela Náutica de Guayaquil, para estas fechas ya no había necesidad de oficiales para la Marina de Guerra por no haber ya buques en los que pudieran ejercer su profesión. Esta aparente incoherencia, se puede entender que la existencia de la Escuela Náutica, estaba orientada como base fundamental para desarrollar la Marina Mercante para el comercio.

Rocafuerte en su mensaje a la Cámara Legislativa manifestó: “El Ministro de Marina os presentará un proyecto de ley orgánica sobre la materia, y algunas observaciones interesantes sobre el arreglo de los puertos, de los prácticos, de los faros y de una milicia naval”; esto nos permite apreciar que no le asignó al poder naval la importancia que tiene en el contexto del poder marítimo.

Vapor de Guerra “Guayas”

Fue construido en los astilleros de Guayaquil entre 1840 y 1841 por encargo de la compañía de vapores “Guayas”, quienes pensaban llamarlo “San Vicente” pero fue adquirido por el Gobierno, cancelando al señor Manuel Antonio Luzárraga (accionista de esa empresa) la cantidad de 37 mil pesos. Este primer buque a vapor construido en América del Sur, era de 100 toneladas y construido de selecta madera, su casco estaba forrado de cobre y la maquinaria se la importó de los Estados Unidos; se lo botó al agua el 7 de agosto de 1841.

La construcción de este vapor tuvo muchos comentarios contrarios ya que era “poco práctico como buque de guerra y también lo era como buque mercante pues había sido diseñado para el comercio en la bahía Chesapeake un lugar muy distinto a la cuenca del Guayas. La falta de carbón de piedra hacía que su máquina operara muy ineficientemente y su alto consumo de leña, materia de menor poder calorífico que el carbón de piedra, le daba una autonomía tan limitada, que el buque no podía ir a sitios muy distantes sin requerirse previamente la organización de un servicio de reabastecimiento. El buque era ineficiente en todo sentido y poco rentable para el Estado, pero sin embargo marcó un hito de avance tecnológico y eso se lo debe a Rocafuerte, pues fue él quien concibió la idea, no Flores, y el dinero usado para pagarlo era del Estado, no del Presidente”51

Fue armado en guerra y en 1842 participó en un simulacro de combate con la goleta “Diligencia”. Su primer comandante fue el capitán de fragata José María Doyle y tenía una tripulación de 23 marineros. En 1843 se menciona que está destinado a efectuar viajes de Babahoyo a Balao transportando mercaderías, costeándose de esta manera sus gastos. Dicho año lo comandaba el teniente de navío Francisco Robles, en cuyo cargo se desempeñó hasta 1845, que con el grado de capitán de fragata se sublevó con dicho buque. La unidad participó en la Revolución del 6 de marzo de 1845 al mando del mismo Robles, junto a la goleta “Diligencia”.

(1841-1858) Vapor de guerra “Guayas”, foto Archivo Histórico del Inhima.

51 Estrada Guzmán, Eduardo. Historia Marítima del Ecuador, tomo VII: La República 1840-1850, pág. 440.

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Del año 1853 a 1856 es comandada por el capitán de fragata José María Robles, aquel último año se informa que se halla enteramente inútil por su vejes a pesar de las reparaciones efectuadas. En 1858 su último comandante fue el capitán de fragata Francisco Gutiérrez.

En 1841 la goleta “Diligencia” junto al vapor de guerra “Guayas” conforma la Marina de Guerra. En 1842 con motivo de las fiestas octubrinas, se efectuó un simulacro de guerra en el río Guayas.

El 25 de noviembre de ese año se inauguró el faro de la isla Santa Clara, quedando así instalado y en funcionamiento el primer faro de la costa ecuatoriana, gracias a la tenacidad de Vicente Rocafuerte que como gobernador de la provincia del Guayas hizo realidad su proyecto para la “seguridad del comercio y prosperidad de la industria”52.

Habiendo fracasado las negociaciones con el señor Matías León, enviado del Gobierno peruano para tratar el asunto limítrofe en enero de 1842, el presidente Flores Jijón dispuso al Ministro de Guerra y Marina (e), coronel Juan Hipólito Soulín elevar el estado de alerta en el sur del país con las siguientes prevenciones: activar y perfeccionar la organización de las milicias; que en conjunto con el Gobernador de la provincia de Guayaquil dicte todas las providencias de seguridad posible y finalmente el refuerzo de los batallones del ejército conforme lo dispone la Ley Orgánica del Ejército. En esta comunicación no se nombra para nada a la Marina ya que sus dos únicos buques estaban desarmados al terminar el año 1841, refiriéndose al vapor de guerra “Guayas” y goleta “Diligencia”53.

Como no se suscitó el problema y una vez bajadas las tensiones con el Perú, el gobernador Vicente Rocafuerte pidió se desarme al vapor “Guayas” para ponerlo otra vez a trabajar en el servicio de cabotaje, desconociendo una vez más la importancia de una Marina de Guerra, por lo que los aspirantes a oficiales de Marina no tenían un futuro inmediato. El Comandante General del Distrito, consideró que alguno de estos aspirantes merecían ser mantenidos dentro de las Fuerzas Armadas y por lo que pidió que los aspirantes Pedro Ponce y José Espinoza, sean ascendidos a subtenientes de infantería en el Ejército; a lo que el Ministro de Guerra y Marina aceptó el pedido y envió los despachos de los nuevos oficiales54.

El capitán de fragata graduado Lucas Rojas, comandante de la goleta “Diligencia” en una carta fechada alrededor del 31 de enero de 1842 dirigida al presidente Flores sobre las necesidades que tiene la Marina de Guerra, con mucha franqueza le sugiere la adquisición de un buque de mayor tamaño que pueda ser utilizado además como buque de instrucción ya que éste, que se encuentra a su mando es muy pequeño y no tiene las mínimas comodidades que recomiendan las leyes marítimas; entre otras cosas le dice:

“La ʻDiligenciaʼ como lancha cañonera, es inmejorable para el río, en donde puede ser muy útil, sobre todo, persiguiendo a los salteadores y para hacer muy cortos cruceros, pero para salir al mar en un viaje de travesía, y que no sea por la costa y topando con frecuencia a los puertos, no sirve. No admite víveres ni para dos meses y su bodega se llena en el momento solamente con la leña (para la cocina)”.

52 Monteverde Granados, Carlos, Calm. (SP), Historia Marítima del Ecuador, tomo VI: La Gran Colombia 1828-1830, La República 1830-1840. Guayaquil, Ecuador, Inhima, 1997, Imprenta Naval, pág. 288.53 Estrada Guzmán, Eduardo. Historia Marítima del Ecuador, tomo VII: La República 1840-1850, vol. 2, pág. 131.54 Ibidem, pág. 150.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

“Siete años hace mi general que este buque está a mi cargo y aunque siempre he estado penetrado de las mismas necesidades, había guardado general silencio atendiendo a las penurias del tesoro y a otras consideraciones. Pero hoy afortunadamente nuestras ventas se hallan en mejor pie, a la vez que el Ecuador, comienza a ocupar un lugar más distinguido entre las naciones del continente sudamericano, y por lo mismo, me he animado a hablar en la segura confianza de que si V.E. y el estimado gobernador de Guayaquil Sr. Rocafuerte, lo toman a su cargo, muy pronto podrá el Gobierno del Ecuador disponer de un buque. Justo es mi respetable general, que yo, que soy tan

alto de cuerpo, cese ya de vivir hecho dobleces en una cueva estrecha, con el nombre de cámara. Dispense mi querido y respetado general la franqueza de quien con sentimiento de particular y distinguida consideración se suscribe de V.E., muy humilde y obediente servidor, Lucas Rojas”55.

Grabado, calle de la orilla, 1836, Archivo Histórico del Inhima.

Legislación en beneficio de la ArmadaDurante 1842 el capitán del puerto de Guayaquil era el capitán de fragata Francisco Reyna, cargo de mucha importancia en aquella época, pues era el responsable del puerto, que era a su vez la principal fuente de ingresos fiscales de la costa. Su responsabilidad no solo abarcaba a los buques en los aspectos técnicos náuticos, sino su relación con el puerto, por lo que debía coordinar con los servicios de aduana y de sanidad para que se realizaran las respectivas visitas antes de completar los trámites portuarios específicos. Esto le traía frecuentes problemas al capitán del puerto, pues tanto los guardias del resguardo de aduana como el médico de sanidad no siempre estaban listos para realizar sus inspecciones oportunamente, por lo que con frecuencia se daban fricciones con los encargados de esas dependencias.

En esta parte es preciso recordar que los puertos ecuatorianos y especialmente el puerto de Guayaquil se vieron afectados por la fiebre amarilla, epidemia que cobró muchas vidas y que causó hondo pesar en todo el pueblo del Ecuador. Por esta razón a pedido de Vicente Rocafuerte, el 5 de noviembre de ese año se convocó a varios comerciantes de la ciudad, para conformar una junta de beneficencia, cuya función principal sería la de colectar fondos para socorrer a los pobres indigentes de Guayaquil, expuestos por falta de recursos a morir, victimas no solo de la fiebre amarilla sino también de la más cruel miseria. La primera Junta de Beneficencia del Guayaquil republicano, fue entonces fundada por Rocafuerte y los asistentes a la convocatoria. El primer donante de la nueva Junta fue don Manuel Antonio de Lizárraga con mil pesos.

Si bien la capitanía del puerto no dependía directamente de la Comandancia del Distrito, estaba muy ligada a la defensa del puerto, por lo que el capitán del puerto tenía un problema adicional, que requería de mucho tacto y diplomacia pues tenía dos jefes; El jerárquico que era el comandante general del Distrito general Wright y el político, que era el gobernador de la provincia Vicente Rocafuerte.56

55 Ibidem, págs. 133 y 134.56 Ibidem, vol 2, págs. 130 y 131.

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La Capitanía tenía una oficina al pie del río Guayas, contaba con botes que servían para su trabajo con los buques que llegaban al fondeadero de la ciudad puerto. Tanto el Resguardo de Aduana como el servicio de Sanidad contaban con botes propios, pero en muchas ocasiones se requería el apoyo de los botes de la Armada.

Capitanía del puerto de Guayaquil, a la izquierda, según réplica de Chica Melgarejo. Foto tomada del libro Episodios Históricos e Imágenes de la

Armada del Ecuador, Inhima.

Ley Orgánica de Marina

Parecería que por primera vez en muchos años el Poder Ejecutivo y el cuerpo legislativo tomaron en serio el informe del Ministro de Guerra y Marina en su parte relacionada con la Marina de Guerra. La Convención trató la Ley Orgánica del Ejército, que para todo efecto práctico era más bien una ley orgánica militar, pues cubría temas administrativos que tocaban también a la Marina, como era el manejo de letras, retiros y pensiones; de hecho esa ley remplazó a la del 7 de 4 abril de 1837, que cubría los mismos temas generales.

La Convención Nacional decretó con fecha 8 de mayo y el Ministro de Guerra y Marina, sancionó a nombre del Presidente, con fecha 11 del mismo mes, una Ley Orgánica de Marina. Hasta donde hemos podido investigar, ésta sería la primera de esta clase en el período republicano.

Esta ley aunque no lo dice, es un complemento de la Ley Orgánica del Ejército, expedida dos días después, la cual envolvía varios aspectos generales que esta ley de Marina no cubría y que la afectaban directamente. Adicionalmente a la Ley Orgánica de Marina, también se dictó con la misma fecha la Ley Orgánica de la Matricula de Marina, que tenía por objeto regular el servicio de los individuos que pertenecían a los gremios relacionados con la Marina, como calafates, carpinteros y otros.

Veamos algunos artículos principales de la Ley Orgánica de Marina:

“Art. 1º El Comandante General del Distrito de Guayaquil, ejercerá el mando de la Comandancia General de Marina, con las facultades que designan las Ordenanzas generales de la Armada del año 1789 (las de España), y tendrá para su despacho en este ramo, un mayor de Marina de la clase de jefe ú oficial, y un amanuense con el sueldo de ʻsubtenienteʼ”. A este artículo se le agregó un párrafo temporal que dice: “Mientras que la presente fuerza marítima de la República no se aumente; las funciones del mayor de Marina serán desempeñadas por el mayor del Distrito”.

“Art. 2º El mayor del Distrito, en calidad de mayor de Marina ejercerá las atribuciones designadas por la Ordenanza a los mayores del Departamento Marítimo; y será además Secretario de

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

la Comandancia General en este ramo; intervendrá en las revistas que pase todo individuo perteneciente a la Marina, presenciará sus pagos, y formará los estados y demás documentos de su respectivo departamento”. A este artículo se agregó un párrafo que dice: “Los estados y demás documentos que se pidieren por el Gobierno, serán visados por el Comandante General, quien los remitirá al ministerio respectivo; junto con las listas de revista”.

“Art. 3º Además del buque de vapor, habrá dos buques menores armados en guerra del porte de ciento ó doscientas toneladas cada uno, cuando lo permitan las circunstancias, a juicio del Poder Ejecutivo, y que deben ser construidos precisamente en el astillero de Guayaquil, salvo el caso de una guerra repentina, ú de otra exigencia del servicio público”.

“Art. 4º Cada uno de estos buques de guerra será mandado por un jefe ú oficial de Marina y tendrá los subalternos y tripulación necesarios para su custodia y navegación”.

“Art. 5º Cuando estos buques se hallen en puerto pasaran a bordo revista de comisario del 1º al 6 de cada mes, y sus tripulaciones serán después pagadas el día señalado, del mismo modo que se paga a los individuos del ejército.”

“Art. 6º Habrá un capitán de puerto de la clase de jefe ú oficial de Marina, quien ejercerá al mismo tiempo, el cargo de sub-inspector de arsenales”.

“Art. 7º Cuando el gobernador creyese conveniente, habrá también un contador de arsenales, que hará al mismo tiempo de guarda almacén de marina; su sueldo será de cuarenta pesos mensuales.

“Art. 8º Se establecerá el empleo de capitán de corbeta en la Marina Nacional, que corresponderá a la graduación efectiva de sargento mayor del Ejército.

Art. 9º. Queda abolido el empleo de teniente de fragata y todos los oficiales que actualmente obtengan esta graduación, serán conservados en ella, hasta que sean promovidos.

Art. 10º. Los tenientes de navío, se denominarán en lo sucesivo primeros tenientes de Marina, los alféreces de navío segundos tenientes de idem, y los alféreces de fragata alférez de Marina; con las distinciones señaladas a su clase por la Ordenanza.

Art. 11º. Las divisas de los jefes y oficiales de Marina, serán las mismas que corresponden a los de igual clase en el Ejército, y cuando concurran con éstos a la función de los consejos de guerra tomarán sus asientos con arreglo a las antigüedades de su despacho, con los de su correspondiente graduación en el Ejército.

Art. 12º. Todos los jefes y oficiales de Marina que después de publicado el presente decreto quedasen sin colocación efectiva, se considerarán como de cuartel o retiro, y las pensiones que deban gozar serán arregladas por el orden que designa la ley orgánica del Ejercito.

Art. 13º. Quedan en observancia las Ordenanzas Generales de la Armada adicionada con la presente ley en todo lo que no se oponga a la Constitución de la República.

Art. 14º. Los jefes, oficiales y demás individuos de Marina, tendrán los sueldos siguientes, a saber:

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PAGOS MENSUALESEN PESOS

Capitán de navío 160

Capitán de Fragata 115

Capitán de corbeta 85

Primer teniente de Marina 60

Segundo teniente de Marina 40

Alférez de Marina 30

Cirujanos y Comisarios, según su correspondiente graduación 30

Contadores embarcados en comisión 30

Aspirantes de Marina ó a los que pasasen de dos años de embarcados 16

Aspirantes de Marina de segunda clase 12

Contramaestre 20

Guardianes 16

Condestables 16

Carpinteros de primera clase 16

Carpinteros de segunda clase 12

Calafates de primera clase 16

Calafates de segunda clase 12

Armeros y herreros 16

Cabos de guardias 14

Gavieros 14

Marineros de primera clase 12

Marineros de segunda clase 8

Grumetes 6

Pajes de primera clase 4

Pajes de segunda clase 2

Es notable la ausencia de maquinistas en la lista de personal, lo que nos revela la óptica limitada de los Jefes que solo pensaban en una Marina de buques a vela.

Art. 15º. Además de los sueldos de que habla el artículo anterior cuando se hallen embarcados con mando o en servicio, los capitanes de navío disfrutarán de cuatro raciones de armada, y los capitanes de fragata y de corbeta de tres raciones. Los demás oficiales desde primeros tenientes hasta los alféreces de Marina incluso los contadores, cuando los haya, disfrutarán de dos raciones de armada y todo individuo de mar desde aspirante o contramaestre hasta paje gozará de una; más cuando los referidos jefes u oficiales obtengan destinos en tierra, el valor de las raciones que reciban entonces, será descontado de su sueldo, del modo que se practica en el Ejército.Art. 16º. A los generales, jefes, oficiales e individuos de tropa que están embarcados en transporte o en comisión del servicio, se les abonará además de su sueldo, el número de raciones de armada que le corresponda por sus graduaciones en el Ejército, durante su permanencia a bordo.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

Art. 17º. Queda derogado el Decreto del Ejecutivo del 7 de septiembre de 1826, que trata sobre sueldos y gratificaciones de Marina”.

La Ley Orgánica de la Matrícula de Marina

Como complemento a la ley anterior, se expidió, en la misma fecha, esta ley que regulaba el personal especializado en la fabricación y mantenimiento de los cascos de los buques.

“Art. 1º. En los cantones del Morro y Santa Elena, las autoridades locales matricularán todos los individuos que pertenecen a los gremios de carpinteros, calafates, canoeros, balseros, banqueros y pescadores, con la especificación de nombre, domicilio, profesión y estado de cada uno.Art. 2º. Las autoridades locales de dichos cantones remitirán anualmente al Gobernador de la provincia, una copia de la matricula que hayan formado, con expresión de la alta y baja que hubiere. El Gobernador pasará igual copia al comandante general, a fin de que instruido de ella, pueda pedir el número de marineros que se necesiten para los buques de guerra, y eximir a los que consten en la matricula de ser enrolados en el Ejército. El comandante general remitirá al Poder Ejecutivo una copia igual por el órgano respectivo”. A este artículo le añadieron un párrafo: “El número de marineros que necesiten los buques de guerra, se pedirá a los cantones mencionados, distribuyendo y guardando entre ellos la debida proporción.Art. 3º. Los matriculados en la milicia de Marina están exentos del servicio militar en las filas del Ejercito; más los solteros servirán alternativa y anualmente en los buques de guerra y gozarán entonces del sueldo que les corresponde por la ley”. A este artículo le agregaron el siguiente párrafo: “Tanto los solteros como los casados harán cuando llegue su turno el servicio del arsenal; más éstos últimos serán relevados mensualmente. Art. 4º. El Capitán del puerto de Guayaquil matriculará a los carpinteros, calafates y pescadores: los matriculados estarán exentos de servir en las filas del Ejército.Art. 5º. Los buques de guerra del Estado llevarán a su bordo en cada viaje un carpintero y un calafate de los matriculados, quienes gozarán entonces del sueldo que les corresponda por la ley. Ningún matriculado podrá excusarse de hacer este servicio cuando llegue su turno.Art. 6º. Los matriculados en la milicia de Marina que por medio de la fuga o de cualquier otro modo intenten sustraerse del servicio de Marina o del arsenal, serán obligados a servir un tiempo doble del prefijado en este decreto, y en caso de reincidencia, serán castigados con arreglo a la Ordenanza como desertores.Art. 7º. Los que después de publicado este decreto no se presenten a ser matriculados en sus lugares respectivos, serán aprehendidos y entregados para que hagan el servicio por un tiempo doble del señalado”.

Como podemos ver claramente, en el proceso, esta ley se convirtió en una norma sobre la “Milicia de Marina”, lo que sería un anticipo a leyes con ese título que se darían en el futuro.

Esta era una forma de tener a personal civil especializado a la orden para casos de emergencia bélica.

La confusión entre la Ley Orgánica de Matricula de Marina y el Decreto sobre milicias expedido por la Convención del 12 de junio, explica el porqué del cambio del texto en la ley citada y su mezcla con la milicia marinera. En el decreto sobre milicias en su Art. 3º, se exceptúa a los matriculados de Marina del servicio en las milicias.

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LA ARMADA DE LOS PRIMEROS TIEMPOS (1830-1860)

El 13 de mayo el Ministro de Guerra y Marina le dijo al Comandante General de Distrito de Guayaquil:

“Tengo la honra de incluir a V. S. en copia legalizada, la nueva Ley Orgánica Militar, expedida por la H. Convención Nacional el 10 del presente mes; a fin de que V. S. se sirva darle la publicidad que corresponda en el distrito de su mando y tenga su cumplida observancia. Comunicación similar fue enviada, con fecha 17 de mayo, para la Ley Orgánica de Marina y la de matrícula de Marina”57.

El 8 de diciembre de 1846, Vicente Ramón Roca Rodríguez, asume el poder como presidente de la República. Foto fuente Internet.

Por medio de una ley expedida el 26 de abril de 1843 y sancionada por el ministro Soulín, se establece claramente y por decreto las funciones de los Ministros de Estado. En ese decreto se establece las funciones del Ministro de Guerra y Marina. En el art. 4to., que trata sobre este punto, dice en relación con la Marina:

“Corresponde a la Secretaría del Despacho de Guerra y Marina: todas las órdenes y correspondencias que se dirijan al servicio militar, conservación, aumento o disminución de tropa (…) las órdenes sobre construcciones de buques, reunión de fuerzas marítimas ó sutiles, su armamento, apresto, sostenimiento, servicio y administración, matrículas, ó reclutas para las fuerzas marítimas: expedir las patentes de corso, y comunicar los reglamentos y órdenes en el ramo …”.

Con fecha 12 de junio de 1843 el presidente Juan José Flores decretó fuero militar a los integrantes del Ejército y la Marina.

Organización de la Armada después de la Revolución del 6 de Marzo de 1845Luego de la Revolución del 6 de marzo que terminó con el gobierno de Juan José Flores, se conforma el Gobierno Provisorio (triunvirato) compuesto por: José Joaquín de Olmedo como representante del Departamento de Quito, Vicente Ramón Roca representante de Guayaquil y Diego Noboa Arteta como representante del Departamento de Cuenca; entre otras

autoridades se nombran: general Antonio Elizalde Lamar, comandante general del Distrito de

Guayaquil; capitán de navío Juan Valverde, comandante general de Marina; y, alférez

de navío Fernando Gómez, capitán provisional del puerto de Guayaquil.

El 3 de mayo de 1845, tropas marcistas comandadas por el general Antonio Elizalde LaMar son derrotadas en “La

Elvira”, hacienda de Juan José Flores, por tropas bajo el mando de Flores y el general Juan Otamendi. Foto Archivo

del Inhima.

57 Ibidem, págs. 331 a 335.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

Con fecha 21 de marzo de 1845, considerando que es necesario dar una organización provisional al Ejército y la Marina; decreta la organización de la Marina, ratificando que la Comandancia General de Marina esté conforme a la organización del 8 de noviembre de 1832; que los grados para jefes y oficiales de Marina y su correspondencia con los del Ejército, será el mismo que determina la Ordenanza general de la Armada, así como los uniformes e insignias que detalla el Decreto de 1826. Los sueldos y gratificaciones de acuerdo al reglamento del mismo año.

El vapor “Guayas”, goleta “Diligencia” y lanchas cañoneras que existen se armarán para aumentar las fuerzas marítimas. Por un decreto especial se determinará el número de buques que deben existir en tiempo de paz. Se determina el orgánico de los buques, lanchas y botes armados que existen. Se dispone que las tripulaciones reciban del Gobierno sus uniformes y finalmente que se mantiene la vigencia del reglamento del arsenal del 21 de octubre de 1822.

En 1845 continúan ambas unidades, cuando el capitán de fragata Francisco Robles se subleva con el vapor de guerra “Guayas”, la goleta “Diligencia” captura al mencionado vapor. Durante la Revolución del 6 de Marzo estos dos navíos conforman las fuerzas sutiles al mando del comandante Robles.

Para el año 1846 la Fuerza Naval estuvo conformada por:

Vapor de Guerra “Guayas”,Bergantín “6 de Marzo”; y Goleta “Invencible”.

Bergantín “6 de Marzo”

Con fecha 16 de abril de 1845 el Secretario del Gobierno provisorio informa al Gobernador de Guayaquil que se ha comprado al señor Francisco Camba el bergantín “Garaicoa” en la cantidad de 11.500 pesos. Se dispone que se arme en guerra y su nombre será “Seis de Marzo” debiendo formar parte de las fuerzas marítimas determinadas en el Decreto del 21 de marzo. Se puso en conocimiento de la Comandancia General de Marina para que reciba el buque con el inventario y formalidades de costumbre y proceda a armarlo y tripularlo debidamente58.

El 29 de junio de 1845, el general Juan José Flores, fue deportado a Panamá, a bordo de este bergantín. Al siguiente año junto con la goleta “Invencible” y el vapor “Guayas” conforman nuestra Fuerza Naval. El año 1847 el “6 de Marzo” fue desarmado y el Gobierno dispuso su venta.

Goleta “Invencible”

En la misma fecha que se adquiere el bergantín “Garaicoa”, el Secretario General también notifica al Gobernador que el Gobierno provisorio ha comprado al señor Pedro Druet la goleta “Carmen”, que con el nombre de “Invencible” debe armarse en guerra y formar parte de las fuerzas sutiles decretadas con fecha 21 de marzo, el pago de este buque debe hacerse con

58 Ibidem, vol 3: 1845. Inhima, 2006, pág. 115.

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dos mil pesos cada mes empezando desde el presente hasta completar su valor que es de 5.123 pesos, se recomienda se prevenga a la tesorería para realizar estos pagos y se exija la respectiva escritura de venta. Se dispone además que la Comandancia General de Marina reciba este buque con el inventario y formalidades necesarias59.

Una vez recibidos los buques “6 de Marzo” e “Invencible”, el Comandante General de Marina con fecha 18 de abril informa al General en Jefe que con esta fecha se ha expedido dos nombramientos para guardias marinas a los jóvenes Ambrosio Mora y Tomás Obando los que deben embarcarse en la goleta “Invencible” y hacer su servicio a las órdenes de su comandante el alférez de navío Francisco Oyarvides.

El 6 de septiembre de 1852, el general José María Urbina y Viteri asume el poder como presidente de la República. Durante este Gobierno, la Escuadra toma el

nombre de Flotilla Nacional. Foto fuente Internet.

Presta servicios a partir del año 1845, en remplazo de la goleta “Diligencia”. Armado en guerra y mantenido así, por los sucesos de la Nueva Granada y por circunstancias de agitación en que se encontraba la República. En 1847 se informa que si se mantiene aún la “Invencible”, es porque destinada como está a servir de guardacostas, el vapor “Guayas” queda expedido para los demás servicios. Los años 1848 y 1849 continúan en servicio junto al mencionado vapor de guerra.

En 1847 la Escuadra estaba disminuida y solo contaba con tres buques, reduciendo su personal a 56 hombres en servicio activo entre oficiales y tripulantes. En 1853 la Escuadra toma el nombre de Flotilla Nacional, al mando del capitán de navío graduado José Antonio Gómez, y conformada por las siguientes unidades:

Vapor de guerra “Guayas”,Vapor de guerra “Machala”, Bergantín “27 de Febrero”, Bergantín “6 de Marzo”,Bergantín goleta “17 de Julio”, y Pailebot de guerra “Olmedo”.

Revolución del general José María Urbina El 20 de febrero de 1850 inicia la revolución encabezada por el general José María Urbina, en esa fecha se encarga de la comandancia general de Marina al señor capitán de navío Francisco Robles; comandante del vapor de guerra “Guayas” al teniente de fragata José María Robles; al teniente de fragata Francisco Gutiérrez que comande la goleta “Invencible” y Capitán del puerto capitán de navío Juan Manuel Úraga.

59 Ibidem. pág. 116.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

El 26 de febrero de 1851, Diego de Noboa y Arteta, es elegido por la Convención Nacional como presidente de la República, el cargo de vicepresidente es abolido en la Constitución de 1851. Foto fuente Internet.

El 15 de julio de 1851 la Convención Nacional, siendo presidente de la República don Diego Noboa Arteta, decreta el establecimiento de la Escuela Náutica en Guayaquil por considerar de gran utilidad para el fomento y el adelanto de la Marina Nacional, destacándose en su articulado que: “El alumno que gana los cursos que determina el Poder Ejecutivo y su Decreto reglamentario, será considerado como guardia marina; y cuando se lo necesite, será llamado al servicio con el

sueldo correspondiente. Entre tanto puede libremente dedicarse al servicio de la Marina Mercante, o a ejercer cualquier otra industria”, otro; “El Poder Ejecutivo podrá destinar por un año, a uno o más guardia marinas, al estudio práctico de buques de guerra de cualquier nación amiga, con cuyo fin, el Poder Ejecutivo negociará y arreglará su admisión en ellos de una manera conveniente”60. En esta vez tampoco inició sus labores la Escuela Náutica por razones políticas, ya que el presidente Noboa es derrocado por el mismo general Urbina quien se declara Jefe Supremo.

Vapor de guerra “Machala”

En 1852 los invasores liderados por Juan José Flores arribaron a territorio ecuatoriano para desestabilizar al Gobierno a bordo del vapor “Chile”; al ser derrotados, por disposición del Gobierno entra a dique para arreglar los desperfectos y se incorpore a la Armada como integrante de la flotilla. En febrero de 1853 se realizan las últimas reparaciones y se lo denomina vapor de guerra “Machala” y es puesto bajo el comando del capitán de navío graduado Juan Manuel Úraga, siendo sus oficiales el alférez de navío José H. Chávez y alférez de fragata Francisco Castillo y con una dotación de un guardiamarina, un primer maquinista, un segundo maquinista, dos tizoneros, un cabo de guardia, un meritorio de 1ra. Clase y 9 marineros de 2da. Clase. Este mismo año se decide la venta del Machala y el bergantín 17 de Julio, mas no se lleva a cabo.

En 1854 se encarga el comando al capitán de corbeta Francisco Gutiérrez, pero el 8 de noviembre es remplazado por el capitán de navío José Antonio Gómez, quien ejerce dichas funciones hasta el año 1856; aunque el 31 de enero de 1855 se dice que se ha dado el mando de este bajel al capitán de fragata Lucas Rojas, pero que al mismo tiempo se encargue de la Capitanía de Guayaquil ya que el capitán de navío José A. Gómez debe continuar con el mando de comandante en jefe de la Escuadra.

Ante la amenaza de invasión comandada por Juan José Flores se ordena que los buques de la Armada se encuentren perfectamente armados y en estado de salir al mar. En 1858 es retirado del servicio.

Vapor de guerra “Machala” ex Chile, foto archivo del Inhima.

60 Sánchez Bravo, Mariano, CPFG (SP). Historia Marítima del Ecuador, tomo VIII, La República 1850-1860, Inhima, 1997, pág. 24.

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LA ARMADA DE LOS PRIMEROS TIEMPOS (1830-1860)

Bergantín “6 de Marzo” (Ex Silas Mareau)

El bergantín norteamericano “Islas Mareau”, fue comprado a los señores Cox-Game, mediante contrato firmado el 2 de junio de 1852, cumpliendo órdenes del Jefe Supremo general José María Urbina, pagándose la suma de 16.000 pesos al contado. Fue su primer comandante el capitán de navío Juan José Valverde, quien al inspeccionarlo informó de una pequeña avería en el palo mayor. Había sido construido en Baltimore en 1845; su eslora era de 100 pies 10 pulgadas, su manga de 25 pies 8 pulgadas y un desplazamiento de 242 toneladas inglesas.

Fue armado en guerra para intervenir en las luchas internas, con el problema que la coliza montada hacia popa impedía en correcto manejo del buque; se lo rebautizó con el nombre de “6 de Marzo”.

Zarpó el 21 de septiembre de 1852 hacia Buenaventura, para dejar en dicho puerto a varios individuos sentenciados a la pena de expatriación y para el desempeño de otras comisiones. A su retorno le sorprendió un fuerte temporal frente a las costas del Chocó y en la madrugada del 6 de octubre se varó en los bajos arenosos de Huascaona, frente a Izcuande, produciéndose el naufragio de la nave; muriendo por esta causa el comandante, capitán de navío Juan José Valverde, el segundo comandante, capitán de fragata Francisco Oyarvide y más de 60 marinos entre oficiales y tripulantes. Sobrevivieron al accidente los alféreces de fragata Francisco Castillo y Joaquín San Martín y seis tripulantes.

Invasión del general Juan José FloresCon el fin de impedir la invasión de la Fuerza Naval encabezada por el general Juan José Flores, el Gobierno Supremo declara: “El ex general J.J. Flores, los aventureros que lo acompañan y los buques que los conduzcan al territorio del Ecuador, serán considerados como piratas …”, sin embargo, con la ayuda del gobierno del Perú se inicia la invasión arribando a Puná el 8 de abril de 1852 con las siguientes naves: vapor “Chile”, bergantín “Almirante Blanco”, fragata “Luna”, barca “Esperanza” y otros bajeles, tripulados por extranjeros de diversas nacionalidades dispuestos a todo por una buena paga.

Nuestra Marina de Guerra contaba con los siguientes buques: vapor de guerra “Guayas” y el pailebot “Olmedo”; la goleta “Invencible” estaba considerada como pontón.

El 8 de julio de 1852, el general Juan José Flores y mercenarios zarpan del Callao y tratan de tomar Guayaquil, luego de bombardearla. Foto fuente Internet.

Los buques de la flota de J. J. Flores permanecieron por algún tiempo en la isla Puná, sin recibir recursos de ninguna clase y sin hacer nada, lo que provocó descontento entre su tripulación al sentirse engañada, algunos desertaron; por otro lado, el Supremo Gobierno realizó algunas adquisiciones de buques para ser armados en guerra. Entre ellos tenemos al bergantín “Silas Mareau” que se lo denominó “Seis de Marzo”; al bergantín “Juan Luis” que se lo denominó “17 de Julio”, la goleta “Portales” que se denominó “Nueve de Octubre” y la goleta “Charruas” que se llamó “Diez de Mayo”.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

Bergantín goleta “17 de Julio”

Forma parte de la Fuerza Naval del Ecuador desde el año 1852, es por esto que el 28 de julio del mismo año el Gobierno dispone el alistamiento de los buques: bergantín “6 de Marzo”, “17 de Julio” y goleta “9 de Octubre”, más también estaban en servicio la goleta “10 de Marzo” y el pailebot “Olmedo”. El 21 de octubre se informa sobre averías en la ropa de la tripulación y en los víveres provocados por la abundancia de ratas en el buque, sugiriéndose que sus pañoles sean forrados en cobre, por lo que el Vicepresidente de la República ordena se facilite el dinero para el efecto. Debido al naufragio del bergantín “6 de Marzo” frente a las costas de Chocó, el 17 de julio zarpó en su búsqueda al mando del capitán de navío José Antonio Gómez Valverde, resultando infructuoso.

Al siguiente año es comandada por el mismo oficial de Marina, siendo su segundo comandante el capitán de corbeta Francisco Martínez y oficiales de cargo el teniente de fragata Juan Montesdeoca y alférez de navío Miguel Núñez, contando además con 4 guardiamarinas, 1 meritorio, 8 marineros de 2da. Clase y dos pajes.

El año 1854 se dispuso su venta mas no se ejecutó y se la puso al mando del capitán de navío Juan Manuel Úraga, que le comandó por dos años. En 1857, el Gobierno solicitó al Congreso la autorización para venderla, con el fin de que el Tesoro se ahorre los gastos que demanda su mantenimiento; se logró venderla en remate público a mediados de dicho año.

Bergantín goleta “17 de Julio”, foto archivo del Inhima.

Pailebot de guerra “Olmedo”

Inicia sus servicios en enero de 1852 cuando el Gobierno dispone su salida con dirección a Manta transportando armamento y municiones para 60 hombres de infantería, con motivo de un posible desembarco del invasor general Flores quien era considerado un pirata. El mes de octubre de ese año se lo utiliza con el fin de reparar el faro de la isla Santa Clara. Con motivo del naufragio del bergantín “6 de Marzo” sucedido el 6 de octubre de 1852; el Gobierno ordenó con fecha 2 de diciembre el zarpe de este bajel con destino a Buenaventura, lo que se ejecutó sin encontrar restos de la nave, ni náufragos.

En 1853 lo comanda el capitán de corbeta Francisco Gutiérrez, siendo sus oficiales el alférez de navío Antonio Elizalde y el alférez de fragata Felipe Radiche; al siguiente año es comandado por el teniente de fragata Juan Montesdeoca, pero en 1855 consta como comandante el mismo Francisco Gutiérrez con el grado de capitán de fragata, estando en el cargo hasta 1857. Al siguiente año es comandado por el capitán de fragata Lucas Rojas.

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LA ARMADA DE LOS PRIMEROS TIEMPOS (1830-1860)

Es de mencionar que el 31 de agosto de 1853 es destinado para la exploración de las islas Galápagos con víveres para 100 días; debiendo examinar los depósitos de guano en la isla principal y en Avermarle, Nauboroargh, Bratle y Roque. En octubre del mismo año regresa a Galápagos para retirar todo el armamento y las municiones que se encuentran en poder de los presidiarios, los cuales pretenden fugar y no cumplir sus condenas; en esta ocasión un grupo de su tripulación que salió a patrullar en una de las islas, al mando del alférez Radiche se extravió por varios días, pero fueron rescatados por la tripulación de la goleta Azuay. En 1854 entre sus tareas, controla el contrabando y transporta presidiarios a las Galápagos y deportados a Panamá. Es una de las unidades de la flotilla compuesta de 4 buques.

1857 su dotación es reducida al comandante, 1 teniente de fragata, 2 guardiamarinas, 2 guardianes sin cargo, 4 cabos de guardia, 2 marineros de 1ra. Clase y 4 pajes. El 29 de julio de dicho año se dispone su reparación, por lo que al siguiente continúa en servicio, pero luego es retirado del mismo.

Malecón de Guayaquil y la Capitanía del Puerto en 1864, fotografía de Rafael Castro. Tomado

del libro Episodios Históricos e Imágenes de la Armada del Ecuador, Archivo del Inhima.

La Armada durante el año 1854

Buques de la escuadrilla naval y cuadro de jerarquías

En 1854 la Armada cuenta con los siguientes buques: vapor “Guayas” y “Machala”, bergantín “17 de Julio” y el pailebot “Olmedo”. Considerando que los buques se habían reducido, se decide reducir también el presupuesto. El capitán de navío José Antonio Gómez era el oficial naval más antiguo, pero se encontraba destinado a la Capitanía de Guayaquil, por lo que el capitán de navío Juan Manuel Úraga, comandante del bergantín goleta de guerra “17 de Julio”, era quien tenía el mando de la Escuadrilla Naval; por su parte los buques sufrían un deterioro por la falta de un adecuado mantenimiento.

Para hacer una comparación de las jerarquías en la Marina de guerra del Ecuador a continuación se incluye un cuadro ilustrativo:61

61 Ibidem, pág. 169.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

De 1820 a 1849 De 1850 en adelante

General de Marina (brigada o división) General de Marina (brigada o división)Capitán de navío Capitán de navíoCapitán de fragata Capitán de fragataTeniente de navío Capitán de corbetaTeniente de fragata Teniente de fragataAlférez de navío Alférez de navíoAlférez de fragata Alférez de fragataAspirante de Marina (guardia marina) Guardia marina

En 1855, con el apoyo del Gobernador de la provincia general Francisco Robles, ex alumno de la Escuela Náutica, ésta reinicia sus labores, contratándose el 8 de enero de 1856 al señor Francisco Prieto como “Acreditado profesor”, para que se encargue de la Dirección de la escuela y dicte las materias de: Náutica, Artillería, Maniobras, Dibujo marítimo y Evoluciones de escuadra. Funciona durante un corto período hasta que renuncia al cargo el 28 de enero de 1857, entrando la escuela nuevamente en receso. Cinco guardiamarinas quedan en servicio en la Armada; tres son destinados al vapor de guerra “Guayas” y dos al pailebot “Olmedo”.

Durante el Gobierno del general de Marina Francisco Robles García, el Estado ecuatoriano se adhiere a la declaración de Paris, aboliendo el corso mediante Decreto del Congreso Nacional del 29 de noviembre de 1856; comprometiéndose a cumplir los términos y condiciones del mencionado documento, los mismos que se detallan a continuación:

El corso queda abolido;

El pabellón neutral cubre la mercadería enemiga, a excepción de la de contrabando de guerra;

La mercadería neutral, a excepción de la de contrabando de guerra, no es apresable bajo pabellón enemigo; y,

El bloqueo para ser obligatorio debe ser efectivo; es decir, debe estar mantenido por una fuerza suficiente para impedir el acceso al litoral enemigo.

Capitán de navío Juan Manuel Úraga, comandante del bergantín goleta de guerra “17 de Julio”, tenía el mando de la Escuadrilla Naval.

A finales de 1858, la Armada estaba organizada de la siguiente manera:• Comandancia General de Marina• Vapor de guerra “Guayas”• Pailebot de guerra “Olmedo”• Vapor de guerra “Machala”, en calidad de pontón para la venta• Capitanía del puerto de Guayaquil

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LA ARMADA DE LOS PRIMEROS TIEMPOS (1830-1860)

• Capitanía del puerto de Manta• Arsenal Naval

La Escuadra Peruana bloquea Guayaquil

Los problemas diplomáticos entre Ecuador y Perú, nacen desde una vez finalizada la existencia de la Gran Colombia, en esta ocasión se decidió cancelar el préstamo de Inglaterra gestionado para pagar parte de los gastos incurridos en los procesos de libertad de las naciones bolivarianas conocido como deuda inglesa, los mismos que fueron prorrateados entre las naciones liberadas por Simón Bolívar.

Como se recordará el Perú mediante el Tratado de Guayaquil de 1829, reconoció dicha deuda que ascendía a 860.000 pesos, la misma que ése país pretende cancelar mediante la entrega de terrenos baldíos y su producto; pero en las áreas no delimitadas entre los dos países, se envían notas diplomáticas subidas de tono entre ambas cancillerías y se llega al rompimiento de las relaciones diplomáticas.

Ante un inminente peligro de guerra, el presidente Robles, reorganiza el Ejército y la Marina para su defensa. El Congreso del Perú el 21 de octubre de 1858 aprueba la ley que faculta a su Gobierno a defenderse del agresor mediante el empleo de la fuerza, inicialmente con un Ejército de 15.000 hombres el mismo que sería incrementado a medida que lo exijan las circunstancias.

Su inteligencia indicaba que:

“… las fuerzas ecuatorianas constaban de 1.800 hombres en Guayaquil, de los cuales solo 700 eran veteranos. En el interior dijo había 2.000 hombres y de ellos 500 dignos de considerarse de tal calificativo. Pero sobre fuerzas navales nada decía, por ser ésta nula y por lo tanto no había preocupación en ese frente. El camino estaba libre, y la Escuadra peruana podría dirigirse con toda confianza a las costas ecuatorianas y bloquearlas”62.

En estas circunstancias, el 31 de octubre de 1858, el pueblo guayaquileño fue testigo de una injusticia más para nuestro valeroso pero desarmado pueblo. El bloqueo lo comandó el contralmirante Ignacio Mariátegui, quien en 1843 se desempeño como Director de nuestra Escuela Náutica; Mariátegui arriba a Guayaquil a bordo de la fragata “Amazonas”, buque de 1.473 toneladas, podía navegar con motor y velas, armado con una colisa de 130 libras, 6 cañones de 68 y 26 cañones de 32, es decir de un poderío respetable; le acompañaban los vapores “Tumbes”, “Izcuchaca” y “Arauco”. El vapor de guerra “Loa” controlaba la costa desde punta de Santa Elena hasta Esmeraldas, sin oposición ninguna.

La defensa del país fue nula, a pesar de que el Congreso autorizó el fortalecimiento del Ejército y de que el general Robles llamara al Ecuador a unirse, nada se pudo hacer; por el contrario, los políticos de turno liderados por Gabriel García Moreno se encargaron de dividir al país sin importarles la situación que se vivía.

62 Ibidem, págs. 243 a 303.

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En estas circunstancias de manera incomprensible el Gobierno, el 7 de enero de 1859 decide vender el único buque que tenia la Armada, el pailebot de guerra Olmedo, ya que no se contaba al vapor de guerra Machala, que estaba desde hace mucho tiempo en calidad de pontón para la venta; de esta forma, la Armada que durante la década 1850 – 1860 mantuvo una pequeña escuadrilla, se quedó sin un solo buque, con el país con sus costas y su principal puerto bloqueado y con un conflicto interno de impredecibles consecuencias.

La Escuela Náutica durante este período

En la era Republicana es decir desde 1830 en que nuestra patria ya tomó su nombre de República del Ecuador, tampoco se encuentra documentación histórica, solamente se pueden citar hechos aislados sucedidos periódicamente, de manera que pasan los años y a veces décadas sin que se sepa algún acontecimiento notable relacionado con la Escuela Náutica.

Fue el presidente Vicente Rocafuerte que convencido de la importancia del comercio marítimo refunda en Guayaquil, el año 1836 la Escuela Náutica, pero desgraciadamente, no subsiste sino por un par de años y de sus resultados no se conoce nada.

Pasan varios años y el presidente Diego Noboa en 1850 tenía todo listo para la reapertura de la Escuela Náutica, pero fue depuesto por José María Urbina, en 1851 y su funcionamiento se aplaza hasta 1854 en que el mismo presidente Urbina (ex alumno de la Escuela Náutica) decide hacer realidad la iniciación de los cursos, más, por circunstancias políticas y económicas, la Escuela no llega a consolidarse y prácticamente deja de existir cuando termina el período presidencial de Urbina en 1856.

Posteriormente el presidente Francisco Robles que también fue un distinguido alumno de la escuela náutica, decreta la apertura de la Escuela en 1858 y también, esta vez, el decreto queda solamente en el papel.

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Estero C Loja X Chartón 1840-1845

Calle de la Orilla, obra de E. Charton 1860

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Guardiamarina José Rodríguez L. Capitán de navío José María Vallejo

Muerte de Simón Bolivar

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CAPITULO IV

EL PROGRESISMO ENLA ARMADA NACIONAL

(1860-1895)

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Gobierno Provisorio de García Moreno

ste nuevo período se inicia con el país convulsionado, por la situación internacional con el Perú y el conflicto interno donde había dos Gobiernos, por un lado el Gobierno Provisorio

encabezado por Gabriel García Moreno y por el otro el del general Guillermo Franco quien asumió el cargo como Jefe Supremo de los Departamentos de Guayas y Azuay.

El general Franco creyendo ser el Jefe Supremo del Ecuador, permite que el 25 de enero de 1860, los plenipotenciarios de Castilla (Perú) y Franco (Ecuador) firmen el Tratado de Mapasingue; a toda luz nulo e irrisorio, desoyendo las insinuaciones que se le hacían desde Quito.

El 17 de septiembre de 1859, el general Guillermo Franco, toma la Jefatura Suprema de Guayaquil. Fuente Internet.

El Tratado Franco-Castilla o de Mapasingue fue ratificado por Guillermo Franco dos días después, el tratado entre otros temas trata: • Se restablece las relaciones de paz entre los dos países;• El Perú se da por satisfecho la ofensa inferida por el presidente Robles al declarar al ministro

Cavero persona no grata;• El Gobierno ecuatoriano desaprueba y condena las injurias hechas a la nación peruana por

la prensa; y,• El Gobierno del Ecuador declara sin ningún efecto las adjudicaciones de cualquiera de los

terrenos hechos a los acreedores británicos, reconociendo la Real Cédula del 15 de julio de 1802, acreditando los derechos del Perú en los territorios de Quijos y Canelos.

Este era el único objeto del tratado, los otros 31 artículos, solo eran la forma de disimular el regalo al Perú.

El 15 de febrero de 1860, los triunviros (Gobierno provisorio) protestan oficialmente y desconocen el tratado. Junto al Gobierno provisorio protestan las demás secciones del país; Quito el 13 de febrero, Latacunga el 14, Ambato e Ibarra el 17, Guaranda el 18, Riobamba el 19, Otavalo el 20, etc.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

El general Guillermo Franco intuyendo un inminente ataque de las fuerzas del Gobierno provisorio decide adquirir buques y embarcaciones menores que impidan la llegada por los ríos cercanos a Guayaquil. Recupera el pailebot “Olmedo” adquiriéndolo al señor Smith su nuevo dueño, al realizarse su inspección se lo encontró en lamentable estado, requiriéndose su urgente reparación, especialmente de sus cuadernas. Se contrató tripulación en su mayoría extranjeros enganchados los cuales al siguiente mes reclamaron sus sueldos y al no recibirlos amenazaron con desertar.

Este buque realmente estaba inservible y era casi imposible ponerlo operativo, decidiendo tenerlo como pontón. Este buque fue rebautizado como goleta de guerra “General Sucre”, su comandante fue el capitán de navío graduado Francisco J. Martínez.

Así mismo se adquiere la goleta “15 de Julio” por la imperiosa necesidad de contar con un buque operativo, se lo convierte en buque de guerra y es bautizado como goleta de guerra “5 de Abril”, su primer comandante es el capitán de fragata Francisco Gutiérrez.“Es importante mencionar que a la “Cinco de Abril” se la menciona también como bergantín goleta de guerra “Cuatro de Abril” y es así como se lo define finalmente. En las diferentes comunicaciones firmadas por el comandante Gutiérrez se refiere a dicho bajel con los dos nombres, lo que es extraño, pero la documentación así lo confirma”63.

El 2 de abril de 1861 el Dr. Gabriel García Moreno, asume el poder como presidente Constitucional del Ecuador; Mariano Cueva, es el vicepresidente. Foto fuente Internet.

Se intentó adquirir el vapor norteamericano “Bolívar”, pero por falta de dinero no se hizo el negocio. También intentaron reactivar al vapor “Machala”, pero solo fue carenada para mantenerlo como pontón. A estos bajeles habría que adicionarle la goleta “Salado” que fue comprada en 1858.

Las tropas gobiernistas comandadas por García Moreno y el general Juan José Flores combaten con las fuerzas del general Franco, tomando finalmente la ciudad de Guayaquil el 24 de septiembre de 1860. Ese mismo día “… el Comandante de la Escuadrilla peruana, a bordo de la goleta “4 de Abril”, ofrece entregar la Escuadrilla ecuatoriana y a los ecuatorianos que se hallan a sus órdenes siempre que se les reconozca en sus grados y sueldos. García Moreno se lo ofrece, pues conseguida la victoria ya no hay motivos para la división entre los hijos de una misma patria y todos deben servir en el nuevo orden. Con esta oferta, el 26 de septiembre se entregan los buques en las aguas del golfo y en el fortín de la Planchada, 64 militares ecuatorianos, entre ellos 9 coroneles, ingresan con sus grados y sueldos a las filas del Gobierno Provisional. La Escuadrilla que el 30 de septiembre se la pone bajo el mando del coronel Juan Manuel Úraga, se compone de tres goletas, “Salado”, “General Sucre” y “4 de Abril”, esta última de 230 toneladas varada en punta de Piedra. Cada goleta tiene 5 piezas de artillería, 2 por banda y una coliza reforzada; además 2 pedreras. La goleta Sucre era de 120 toneladas y se la remató posteriormente en 4.000 pesos”64.

63 Ibidem, pág. 374.64 Ibidem, pág. 396.

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EL PROGRESISMO EN LA ARMADA NACIONAL (1860-1895)

La escuadrilla del Gobierno Provisional

La Escuadrilla Naval durante el período del general Franco estuvo conformada por las goletas de guerra “General Sucre”, “Cuatro de Abril” y “Salado”. Al pontón pailebot “Olmedo” se lo utilizó como presidio durante este conflicto.

Goleta de guerra “General Sucre”

Conformaba la flotilla nacional desde 1859, el 1 de septiembre el general Franco la pone a órdenes del jefe de la Escuadrilla peruana, que mantenía el bloqueo de Guayaquil. Por su diario de navegación se conoce que esta unidad y la goleta “4 de Abril” durante el mes de junio de 1860, son destacadas a la provincia de Manabí al mando del capitán de navío Francisco Martínez. Esta unidad tenía 120 toneladas, 5 piezas de artillería, 2 por banda y una coliza reforzada y dos pedreras. Fue vendida en 1860 en 4.000 pesos.

Goleta “4 de Abril”

Estuvo comandada por el capitán de fragata Francisco Gutiérrez, realizó operaciones en la provincia de Manabí junto a la goleta de guerra “General Sucre”, al ser devuelta la Flotilla por el comandante Antonio de la Puya, jefe de la Escuadrilla peruana, su comandante era el capitán de navío Juan Manuel Úraga. Tenía 230 toneladas, el mismo armamento que la goleta “General Sucre”. Fue varada en punta de Piedra en 1860; se vendió en 1861.

Goleta de guerra “Salado”

Fue adquirida por el Gobierno en el año 1858, tenía el mismo armamento que la goleta “General Sucre”, una vez entregada por las fuerzas de ocupación peruanas el 1 de septiembre de 1860, ésta permanece en la Armada. En 1861 es el único buque con que cuenta la Armada, la misma que se dedica a combatir el contrabando. También es utilizada para impartir cursos de guardiamarinas a bordo ya que no existía la Escuela Náutica y éstos debían salir a navegar para practicar las artes navales, tal es el caso del guardiamarina Francisco Fernández Madrid y Bello. En 1863 lo comanda el capitán de fragata Diego Eugenio Matos.

Cuando Colombia declara la guerra a Ecuador, el 2 de noviembre de 1863, es parte de la Flotilla nacional junto a la goleta “Guayas” y otras embarcaciones, realizando acciones navales exitosas. El 20 de enero de 1864 su dotación de oficiales y tripulantes es reducida a 18 hombres, siendo comandante del buque el teniente de fragata Francisco Castillo.

Al producirse la invasión del general José María Urbina en 1864 esta goleta fue integrante de la Escuadrilla Nacional que enfrentó a los invasores. Es vendida el 15 de septiembre de 1864 y su dotación es trasbordada al vapor “Guayas” (ex Anne).

En 1861 con el advenimiento del Garcianismo, la Armada se ve disminuida y solo cuenta con buques aislados sin ninguna organización, pues algunas oportunidades se manifiesta que no era necesario tener en el país una Marina de Guerra y más aún de dudosa utilidad, ya que los buques eran utilizados para defender las muchas revoluciones internas en el país debido

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

a la inestabilidad política de nuestra Patria. De esta forma se dio las espaldas al mar, pero el tiempo se encargó de desmentir esta tesis errónea; únicamente se limitó a fortificar la ciudad de Guayaquil y el fuerte de punta de Piedra.

Otro golpe para la Armada fue la disposición del presidente García Moreno de suprimir el Arsenal Naval el 21 de enero de 1862, y de vender la máquina que era del vapor de guerra “Guayas” el 15 de febrero del mismo año.

Capitanía del Puerto de Guayaquil

Desde su inauguración en 1857, sus instalaciones estaban ubicadas en el Malecón a la altura de la calle Clemente Ballén, a orillas del río Guayas; esta constancia la registró el fotógrafo Rafael Castro, miembro de la Comisión Científica Española del Pacífico (1862 -1866), que recorrió todo el litoral americano. El capitán del puerto era el teniente de fragata Aurelio Ballén

El Dr. Gabriel García Moreno, presidente de la República, con fecha 1 de marzo de 1862 decretó un reglamento para el puerto principal del país, entre otras cosas se disponía que: todo capitán de buque debe atracar en Puná para embarcar al guardia de aduana y al práctico antes de fondear en la ría frente a Guayaquil, donde las autoridades del puerto revisarán los documentos de navegación y los manifiestos de carga.

Los buques fondearán o se atracarán al muelle donde lo disponga el Capitán del Puerto, tomando las precauciones del caso; los buques desde su entrada al golfo de Guayaquil y mientras esté en el puerto, durante la noche, tenga prendida una luz ubicada en el palo trinquete para evitar desastres con otras embarcaciones; está prohibido arrojar al agua lastre o escombros sumergibles y otras acciones sin autorización de la autoridad del puerto bajo pena de pagar una multa.

“Capitanía del Puerto y Resguardo. En el año de 1857 tuvo la inauguración de estos dos pequeños, pero bonitos edificios que sirven de oficinas a la primera autoridad marítima y al Jefe del resguardo. Ambos edificios están desempeñados por un personal culto e ilustrado, todo lo cual contribuye a impresionar gratamente al extranjero que visita nuestro puerto. Estos dos edificios hállense situados frente a la Gobernación y en el gran muelle fiscal, los separa un elevado mástil de señales”. Foto y texto, Biblioteca Municipal de Guayaquil.

El 9 de marzo de 1863, el Gobierno Nacional, mediante Decreto firmado por el presidente García Moreno adopta las Reglas que deben seguirse para precaver los abordajes en el mar, las mismas que constaba de reglas relativas a las luces y señales en tiempo de neblina, así como reglas relativas al rumbo. Estas se fueron perfeccionando con el tiempo y en 1960 se transforman en el Reglamento para prevenir abordajes en el mar, parte de las normas sobre la

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EL PROGRESISMO EN LA ARMADA NACIONAL (1860-1895)

Seguridad de la Vida humana en el mar, reglas muy importantes que son cumplidas en todo el mundo.

El 11 de agosto de 1863, el coronel Daniel Salvador, ministro de Guerra y Marina en su informe al Congreso informa que el Gobierno no necesita una flotilla, por lo que se limita a mantener la goleta “Salado”, armada en guerra y destinada a impedir el contrabando.

El muelle fiscal y la Capitanía del puerto en 1865, Archivo Histórico del Inhima.

La escuadrilla durante la declaración de guerra de Colombia a nuestro país1863 fue un año difícil para nuestro país. El Gobierno de García Moreno conocía de las intensiones secretas de Colombia y Perú para anexar al Ecuador en la Confederación Granadina, no como un solo país sino como tres grandes provincias, Quito, Guayas y Azuay, lo cual no estaba en sus planes. El Congreso del Ecuador declaró el 21 de septiembre al país en estado de defensa, es decir declarando al Ejército en campaña y otorgó al Presidente poderes extraordinarios para la defensa del país.65

Goleta “Guayas”

Durante la emergencia por la declaratoria de guerra de Colombia a nuestro país en 1863, el Gobierno adquirió la goleta “Clorinda María” en 7.000 pesos y en 3 días se la armó en guerra tomando el nombre de “Guayas”. Esta unidad conformó la Flotilla Nacional junto a la goleta “Salado”, 3 chatas armadas y 2 embarcaciones para transportes. Esta Fuerza llevaba 12 cañones y 300 hombres para desembarco. Luego se les unió la goleta nacional mercante “Flor de Avante”, armada con 2 cañones. Durante un tiempo relativamente corto (seis días) estuvo lista la flotilla, la misma que salió de Guayaquil el 24 de noviembre; el 8 de diciembre de 1863 esta fuerza se tomó Tumaco; Las acciones fueron exitosas pero finalmente la operación contra Colombia fue negativa, puesto que las fuerzas de tierra del general Flores fueron derrotadas en Guaspud y debieron retornar a Guayaquil.Una vez finalizado este conflicto, este bajel fue puesto fuera de servicio, quedando únicamente la goleta Salado con personal reducido.

Goleta “Flor de Avante”

La Flotilla Nacional al mando del coronel José de Veintimilla arribó a Esmeraldas el 30 de noviembre y como una de las embarcaciones había sufrido daños, y a un pedido al Gobernador de Esmeraldas se anexó a la expedición naval a la goleta mercante Flor de Avante que esta en

65 Sánchez Bravo, Mariano, CPFG (SP). Historia Marítima del Ecuador, Tomo IX, primera parte, págs. 175 a 191.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

ese puerto; la armaron con dos pequeños cañones y zarparon a La Tola donde embarcaron a 150 soldados y participó en dicha campaña. Una vez finalizada la operación, fue desarmada y continuó en sus labores ordinarias.

Invasión del General José María Urbina Uno de los más implacables opositores del presidente de la República Dr. Gabriel García Moreno, indudablemente fue el general José María Urbina, quien junto a otros conspiradores emprenden en 1864 una invasión a nuestro país desde el sur, con el afán de sacar del poder al García Moreno, a quien acusaban de querer anexar el país a Francia y de ser un gobernante tirano e inhumano.

El Presidente de la República dispone al general Juan José Flores, quien era el general en jefe del Ejército ecuatoriano, que prepare el Ejército para su defensa; pero el general Flores se encontraba muy enfermo y manifestó la imposibilidad de cumplir esa misión; lo que consiguió el presidente fue la muerte del general, el 1 de octubre de 1864, en el cumplimiento del deber a bordo del vapor “Smyrk”; así, en aguas del canal de Jambelí, terminó sus días el general Flores, reconocido estratega, héroe de la independencia y fundador de nuestro país. El historiador Benjamín Carrión, afirma que sus biógrafos dicen que antes de morir el general Flores conoció que las fuerzas invasoras fueron derrotadas y dispersadas; y de que se invocó a la virgen de las Mercedes, patrona de los ejércitos.

La Armada inició sus preparativos para la defensa del país y para ello únicamente contaba con la goleta “Salado” y con personal reducido desde el 20 de enero de 1864. El 1 de marzo de ese año por disposición del Presidente se suprime la Mayoría General de Marina, que estaba al mando del capitán de navío Agustín Oramas, quien al no tener cargo pasó al retiro.

La Escuadrilla Nacional en 1864

La Escuadrilla Nacional al mando del capitán de navío Juan Manuel Úraga, quien fue llamado al servicio activo de las armas nombrándolo Jefe de la Escuadrilla y de todas las fuerzas del mar, estuvo conformada por los siguientes buques: • Vapor de guerra “Guayas”, al mando del capitán de fragata Diego Eugenio Matos,• Goleta de guerra “Salado”, al mando del capitán de fragata Lucas Rojas,• Vapor “Smyrk”, al mando del teniente de navío Diego Sánchez,• Vapor “Washington”,• Vapor “Talca”, al mando del capitán de navío Juan Manuel Úraga,• Bergantín “General Sucre”, al mando del capitán de corbeta José Izquierdo,

• Lanchas cañoneras, lancha cañonera No 1, al mando del guardiamarina Tomás Matos.

El reclutamiento del personal idóneo para tripular los barcos también fue un problema, oficiales líderes y personal técnico experimentado para operación de las máquinas, que fue necesario contratar personal extranjero, esta necesidad de buques de guerra y sus tripulaciones se mantuvo durante el gobierno de García Moreno. Este pensamiento de no tener una fuerza

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naval adecuada contrastaba con la realidad; permanentes conflictos internos e internacionales con Colombia y España, decían lo contrario; el resultado final era adquirir buques con sobreprecio y contratar personal improvisado.

El Presidente se encargó de que el Comandante de sus fuerzas, conozca su decisión de que todos quienes hayan participado en la invasión organizada por el general Urbina, están declarados fuera de la ley y que sean ejecutados en el campo de batalla donde fueren capturados.

Vapor “Guayas”

Al producirse la invasión de Urbina al Ecuador con la intensión de derrocar a García Moreno de la presidencia, el Gobierno compró el vapor “Anne” de bandera inglesa, la misma que fue entregada por el capitán Geo Chambers al capitán de fragata Diego Matos con inventarios el 8 de septiembre de 1864, se lo armo en guerra con el armamento necesario y tomó el nombre de vapor de guerra “Guayas”, su comandante fue el capitán de fragata Diego E. Matos.

En la noche del 31 de mayo de 1865, éste vapor es abordado por el vapor “Washington” de las fuerzas expedicionarias del general Urbina, quien por segunda ocasión invade el país, dando como resultado la muerte su comandante.

Vapor “Smyrk”

Armado en guerra el año 1864 para enfrentar la invasión del general Urbina. Finalizado el conflicto fue separado del servicio, pero en 1865 es utilizado nuevamente, debido a una segunda invasión dirigida por el general Urbina, en esta ocasión estuvo comandando por el capitán de navío Francisco J. Martínez y el alférez de navío Diego Sánchez, como segundo comandante. Contaba con 2 cañones y participó en el combate de Jambelí; posterior a estos acontecimientos fue desarmado y regresó a sus actividades habituales.

Vapor “Washington”

El comandante urbinista José Marcos Tejada con 50 hombres y la complicidad de su capitán el señor Francisco Modesto Game, se apoderan del vapor mercante “Washington” el día 13 de mayo de 1865, con la intensión de apoderarse del vapor “Guayas”; acción que la realizan el 31 del mismo mes, muriendo en esta acción el comandante del vapor “Guayas”, capitán de fragata Diego Matos. Este vapor más dos pequeñas embarcaciones formaron la escuadrilla de los complotados para derrocar el Gobierno establecido, encabezados por los generales José María Urbina, Guillermo Franco y Francisco Robles. Una vez terminadas las acciones no se lo vuelve a mencionar.

Una vez apoderados del vapor “Guayas” estos dos buques se dirigen al golfo de Guayaquil, esperando el momento para atacar a las fuerzas del Gobierno. Mientras tanto el Gobierno decide arrendar el vapor “Talca” y armarlo en guerra para perseguir a los complotados.

Vapor “Talca”

Producida la agresión de los urbinistas, García Moreno, que había llegado a Guayaquil para dirigir las acciones de defensa, intenta comprar o arrendar el vapor “Talca”, mercante de la Real

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

Compañía Inglesa de Vapores; pero ante la negativa del vicecónsul de Gran Bretaña Mr. J. Harman, decide embargar este vapor, por necesidades del Gobierno. Fue armado en guerra con 4 cañones y se puso al mando del capitán de navío Juan Manuel Úraga y junto al vapor “Smyrk” zarpó el 25 de junio a buscar a los buques del bando faccioso.

Los vapores de los dos bandos se enfrentaron el 26 de junio de 1865 en aguas del canal de Jambelí. Este buque mandó a pique al vapor “Guayas” (apoderado por las fuerzas de Urbina), así también tomó en abordaje al “Bernardino”. A bordo se transportó a los revoltosos, a muchos de los cuales se los fusiló a bordo del mismo buque, provocando protestas a nivel nacional e internacional. Terminadas las acciones no se lo vuelve a mencionar.

Vapor “Bernardino”

Buque cedido por Colombia a los urbinistas en 1865 y con bandera chilena intentó atacar a las fuerzas del Gobierno. Junto a los otros 2 buques participó en el combate de Jambelí. En estas acciones fue abordado por el vapor “Talca”. Luego de este combate se lo declaró buena presa y se lo consideró propiedad de la Nación. Como en 1866 existía el peligro de un ataque de la Escuadra española a las costas ecuatorianas, el vapor “Bernardino” fue hundido junto a otras embarcaciones en la parte mas estrecha del río Guayas para evitar que esta Escuadra avance hasta Guayaquil.

Una vez que el presidente García Moreno se entera de lo sucedido en el vapor “Guayas”, emitió tres decretos con fecha 6 de junio de 1865; el primero declarando piratas a los que asaltaron al vapor de guerra “Guayas”; en el segundo declaró al Ejército en campaña y en el último encargó el poder al vicepresidente Rafael Carvajal, para trasladarse a Guayaquil a dirigir las acciones bélicas en contra de los revolucionarios urbinistas.

García Moreno no tuvo dificultades en organizar las tropas, sin embargo, como los buques del gobierno fueron capturados por las fuerzas de Urbina, no tenía buques para el ataque, excepto el “Smyrk”, por lo que decide el 19 de junio de 1865 comprar o alquilar el vapor “Talca” de propiedad de la Real Compañía Inglesa de Vapores, pero al negarse tal posibilidad decide embargarlo por necesidades del Gobierno, apelando a la Ley de Angarias y Derecho Internacional.

El capitán del buque mercante, George Chambers Stocks, se opuso tenazmente a la entrega de su buque, pero finalmente tuvo que ceder ante el prepotente presidente ya que fue amenazado con el “fusilamiento inmediato y con amortajarle en su propio pabellón…66”. Por casualidad, el mismo día arriba a Guayaquil la fragata de guerra “Blanca” de la Armada española, ante quien concurre el vicecónsul británico para pedir protección, aduciendo el apresamiento arbitrario por parte del Gobierno del Ecuador, pero no surtió ningún efecto ya que el vapor “Talca” quedo en poder del Gobierno.

Combate Naval de Jambelí

El capitán de navío graduado Juan Manuel Úraga, fue nombrado jefe del Estado Mayor de las fuerzas de mar y tierra y quedó al mando del vapor “Talca”. La lista de jefes y oficiales de las fuerzas de mar y tierra para dicha campaña embarcada en los vapores “Talca” y “Smyrk” era el siguiente:

66 Sánchez, Mariano, Historia Marítima del Ecuador, Tomo IX: Primera Parte, pág. 291

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• Comandante en jefe del Ejército, Gabriel García Moreno,• Sargento mayor edecán, José Murgueito,• Jefe del Estado Mayor, capitán de navío graduado, Juan Manuel Úraga,• Adjunto celador de policía, Juan Gualberto Vera,• Brigada de artillería, teniente coronel efectivo, Manuel Sixto Arévalo,• Batallón Guayas, José Martínez de Aparicio,• Primer Regimiento Lanceros, teniente coronel efectivo, José María Quiroz,• Cuerpo de Marina, capitán de navío graduado, Francisco Javier Martínez.

Los adversarios urbinistas, habían logrado armar dos vapores fluviales (vapor “Washington” y vapor “Bernardino”), apoderarse de un vapor de guerra del Gobierno (vapor de guerra “Guayas”) y dos embarcaciones de vela. Su comando estaba compuesto de:• General en jefe, general José María Urbina,• General Guillermo Franco,• Comandante en jefe de la Escuadrilla, general de Marina, Francisco Robles, embarcado en

el vapor “Bernardino”,• Capitán de navío José María Vallejo,• Capitán de fragata, José Marcos Tejada,• Capitán de fragata José María Robles,• Capitán de fragata, Juan HerediaEl relato del combate se toma del informe de la acción naval dirigida al Ministro de Guerra y Marina:

“República del Ecuador.- Estado Mayor General de la Escuadrilla.- Guayaquil, 27 de junio de 1865.“Al H. señor Ministro de Estado en el Despacho de Guerra y Marina.“Nombrado por S.E. el Comandante en Jefe del Ejército, Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas destinadas a combatir los buques armados por el ex general Urbina y situados en la boca de Jambelí, me cabe la honra de dar cuenta al Gobierno, por el respetable órgano de US.H. de las operaciones que tuvieron lugar en la expedición.“A las 7 de la noche del domingo 25 zarpó de este puerto la fuerza compuesta de los vapores “Talca” y “Smyrk”, el primero montaba un cañón giratorio en proa, de a 18, uno rayado de a 24 al centro y dos de pequeño calibre en batería, treinta y dos individuos de tropa de artillería, cincuenta del batallón Babahoyo, otros tantos del batallón Guayas y del 1er. Regimiento y veinte individuos más entre ingenieros y tripulación; el segundo montando dos cañones de pequeño calibre, cincuenta individuos del batallón Guayas, diez y seis más entre ingenieros y marineros y dos cañones de pequeño calibre.“A las siete de la mañana del 26 se avistó al vapor “Guayas” fuera de la boca de Jambelí.“Entre las órdenes de S.E. era la primera de perseguir aquel vapor, hasta tomarlo; por lo que nos dirigimos sobre él, recibiendo los fuegos que nos rompió a gran distancia con el cañón rayado que montaba a popa.“Tanto por descubrir la causa de sus disparos, tanto por aguardar al “Smyrk”, hicimos alto; y al tiempo que éste se nos juntó, el “Guayas” hizo rumbo a la boca de Machala, dejando comprender que su objeto era incorporarse a los otros buques que probablemente estaban adentro.

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“S.E. dispuso entonces continuar la marcha sin atender los disparos del cañón del “Guayas”, cuando éste hubo llegado a la boca, indicada, se dirigió al vapor “Bernardino” situado a la orilla opuesta, y se unió a él mura con mura. La ocasión no podía ser más oportuna para dar la carga, y S.E. la ordenó al momento. Después de cinco tiros de cañón, se dio el abordaje; y media hora de combate nos hizo dueños de los dos buques “Guayas” y “Bernardino”, cuyas dotaciones se defendieron con el valor de la desesperación. Sin embargo de haberles abandonado su almirante, el general Robles, huyendo en un bote vergonzosamente hasta Santa Rosa.“En ese momento se nos incorporó nuevamente el vapor “Smyrk” a órdenes del capitán de navío graduado Francisco Javier Martínez, a quien S.E. ordenó ir a tomar al vapor “Washington” que se supo estaba en Jelí cerca de Santa Rosa. Dos horas después regresó el “Smyrk” convoyando al Washington, a bordo del cual habían estado los ex generales Urbina y Robles, con otros jefes enemigos, todos los cuales huyeron despavoridos al primer disparo del “Smyrk”.“Mientras tenía lugar la captura del “Washington”, dispuso S.E. salvar al “Guayas”, que se iba sumergiendo por la popa, a causa de una bala de cañón recibida a flor de agua y no fue posible evitar el completo hundimiento del buque.“Así ha terminado para gloria del país y escarmiento de los malos ecuatorianos, la expedición naval dirigida contra los piratas; pretender señalar las acciones heroicas de los señores jefes, oficiales y soldados que harán eterna la jornada de Jambelí, sería muy difícil; baste el decir que el valor sin ejemplo del jefe había pasado al alma de todos los que le acompañaban. De hoy en adelante el Ecuador sabe lo que puede esperar de sus hijos, cuando se trate de vengar su honra y defender su libertad…”67

Como epílogo de estos acontecimientos fueron las ejecuciones de 27 prisioneros entre los que se encontraban jefes, oficiales y soldados que posiblemente no lo merecían; no estuvieron los dirigentes de este levantamiento armado. La sed de venganza de García Moreno, ha sido satisfecha. A pesar de que la Constitución de ese tiempo prohibía la pena de muerte él lo dispuso con su voluntad, calificándoles de piratas para justificar los asesinatos.

En el mes de diciembre de 1865 el vapor “Washington” sufrió un incendio encontrándose en la cuidad de Babahoyo, producto de lo cual se procedió a su reconstrucción para restaurarlo completamente. Después de año y medio de reparaciones, el 1 de julio de 1867, fue botado al agua.

El Gobierno decidió cambiar el nombre del vapor “Washington” por el de “General Bolívar”, asimismo se designó comandante del buque al capitán de fragata Lucas Rojas. En el año de 1867 la Marina de Guerra no contaba con buque alguno para el cumplimiento de su misión; entonces el vapor “General Bolívar” era el único buque en servicio en ese año, ya que el vapor de guerra “Jambelí”, ex “Bernardino” fue echado a pique para obstruir el canal de entrada a Guayaquil e impedir el paso de los buques españoles que se esperaba, ataquen a esa cuidad.

Organización de la Armada en 1867

En cuanto a la organización de la Armada en informe emitido el 10 de agosto 1867, se manifiesta que existía la Comandancia General del distrito de Guayaquil, la Capitanía del puerto de Guayaquil y la Capitanía del puerto de Manta.

67 Ibidem, pág. 305.

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EL PROGRESISMO EN LA ARMADA NACIONAL (1860-1895)

El 6 de diciembre de ese año el presidente de la República Gerónimo Carrión, debió renunciar a su cargo bajo presiones del Cuerpo Legislativo y del propio García Moreno, quedando a cargo del Gobierno el vicepresidente Dr. Pedro José Arteta, quien inmediatamente llamó a elecciones.

El Ecuador y su Armada durante la Guerra contra España

El 14 de abril de 1864 la Escuadra Naval española integrada por las fragatas de guerra “Resolución” y “Triunfo” y la goleta “Covadonga” al mando del almirante Luis H. Pinzón se apoderaron de las islas de Chincha del Perú sin previa declaración de guerra, este conflicto involucró a España y 4 naciones americanas (Colombia, Ecuador, Chile y Bolivia)68. Chile declaró la guerra a España el 20 de septiembre de 1865, Perú el 14 de enero de 1866 luego de haber suscrito con Chile un tratado de alianza. Inicialmente el Ecuador se declaró al margen de este conflicto pero por presiones políticas se celebró un convenio de Alianza Ofensiva y Defensiva en la cuidad de Quito, el 30 de enero de 1866 entre la república de Ecuador, Perú y Chile.

El 27 de febrero de 1866 el presidente Gerónimo Carrión decretó al Ecuador en estado de guerra contra el gobierno de España. El 2 de marzo expidió otro decreto que declara al ejército en campaña. Bolivia se incorporó a esta alianza el 22 de marzo.

Producto de esta guerra se produce el combate naval entre la corbeta chilena “Esmeralda” y la goleta española “Covadonga” con la captura de esta última; en esta circunstancia se suicida el almirante Pareja y lo remplaza el almirante Méndez Núñez, quien en represalia el 31 de marzo de 1866 bombardea Valparaíso dejándolo en ruinas.

Antes del bombardeo los representantes de Perú, Chile y Ecuador decidieron dividir los gastos de fortificación de Guayaquil; Perú ofreció los cañones necesarios y 1.000 fusiles, así como un préstamo de 80.000 soles, Chile aporto con 50.000 pesos.

La Escuadra española atacó el 2 de mayo las fortificaciones de puerto de El Callao por aproximadamente 5 horas, retirando su Escuadra hacia San Lorenzo. Las noticias sobre los combates en El Callao hicieron que las autoridades de Guayaquil se alisten para rechazar a la Escuadra española. Conforme lo indicado anteriormente se hundió al vapor “Jambelí” en el canal de acceso a Guayaquil, con el fin de obstruirlo.

En el alistamiento para la defensa de Guayaquil, se estableció un sistema de señales combinadas durante el día y faroles de diversos colores durante la noche; en el cerro Santa Ana se instaló un telégrafo para divisar cualquier embarcación. Se reforzó la isla Puná, estableciéndose en aquella isla una capitanía del puerto con la misión de dar la alerta temprana ante la presencia de la Escuadra española.

Pasó el tiempo y no sucedió nada; la tensión fue disminuyendo poco a poco hasta llegarse a considerar que era muy improbable el ataque de la Escuadra española a Guayaquil; por lo que

68 Ibidem, pág.45.

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el 3 de julio de 1869, se dispuso que se entregue al jefe de la Comisión Militar del Perú bajo prodigio inventario, los cañones y más artículos de guerra que trajeron para la defensa de la plaza de Guayaquil69.

Debiendo realizarse en mayo de 1869 las elecciones presidenciales para suceder al Dr. Javier Espinoza, se propusieron como candidato al Dr. Francisco Xavier Aguirre Abad, pero García Moreno quería el poder para él, a más de que Aguirre Abad era concuñado de su archienemigo el general José María Urbina; por lo que el 16 de enero de 1869 se consuma el golpe de estado y una junta de notable nombra al Dr. García Moreno presidente interino.

El 19 de marzo de 1869 estalló en Guayaquil una revolución liderada por el general José de Veintemilla quien muere en la fracasada revolución y se apresó a las autoridades de Guayaquil. La Armada en este conflicto casi nada pudo hacer ya que su único buque el “General Bolívar” se encontraba arrendado a particulares quienes lo tenían dedicado al comercio.

García Moreno General en Jefe del Ejército

El Dr. García Moreno, presidente interino del Ecuador presenta su renuncia, siendo nombrado presidente interino el Dr. Manuel de Azcázubi su ex cuñado, quien se posesionó el 19 de mayo y seguidamente nombra a García Moreno, Ministro de Hacienda, pero el 22 de mayo hace que la convención lo nombre General en Jefe del Ejercito, ocupando los 2 cargos hasta el 11 de julio. De esta forma García Moreno se incorpora al servicio activo en calidad de jefe, aunque su condición de ciudadano civil no le permitía tal condición. Esta actitud nos demuestra su total poder y dominio político en la Convención ya que en la mayor parte eran sus amigos o partidarios70.

El 11 de diciembre de 1869 el Ministro de Guerra y Marina informa al Presidente de la República que ha dispuesto que el buque llamado “Estrella del Norte” ha quedado como propiedad nacional y que será armado en guerra para ser utilizado en el servicio de guardacostas. Este bajel tomo el nombre de “Guayaquileña”.

En la década de 1870 la Armada continuaba en abandono por los gobiernos de turno por lo que durante este periodo únicamente conto con 2 buques armados en guerra que tomaron los nombres de goleta “Guayaquileña” y pailebot “Mercedes”.

Organización del Ejército en comandancias generales de distrito (zonas militares)

Es necesario señalar que en 1871 existían comandancias generales (zonas militares) en tres capitales de distrito; la de Quito que comprendía las provincias de Pichincha, Imbabura, León (Cotopaxi), Tungurahua, Chimborazo, Esmeraldas y Oriente, al mando de un general; la de Guayaquil, que comprendía las provincias de Guayas, Los Ríos, Manabí y Galápagos,

69 Ibidem, pág. 8370 Ibidem pág. 134.

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comandada por un general; la de Cuenca que comprendía las provincias de Azuay y Loja, a cargo de un teniente coronel.

En agosto de 1871 en el puerto de Manta, es capturado el pailebot nacional “Evangelina” de 60 toneladas, capitaneada por Wisley Clark, quedando en poder del Estado y conducido a Guayaquil. Este buque traía de Panamá catorce cajones de municiones y dos de rifles viejos de Remington posiblemente enviados por Eloy Alfaro; según manifiesta en una carta el propio presidente García Moreno71. Aprovechando de esta situación, el capitán del puerto de Guayaquil, capitán de fragata Lucas Rojas, sugiere al comandante general del distrito que este buque sea armado en guerra y remplace a la goleta de guerra “Guayaquileña”, ya que es un buque nuevo y de mejores condiciones para ser un buque de guerra.

Goleta “Guayaquileña”

La goleta “Estrella del Norte” adquirida por el Estado en la suma de 640 pesos, 4 reales, era una pequeña embarcación de apenas 29 toneladas tripulada por 1 capitán y 8 tripulantes. En mayo de 1869 estaba capitaneada por don Jacinto Quinde, su comandante fue el teniente de fragata Francisco Fernández Madrid Bello. Este buque cumplió tareas de guardacostas fin combatir el contrabando y viajes logísticos a las islas Galápagos. Por orden del Jefe de Estado fue desarmada en 1871, dejando de ser un buque de la Armada, su último comandante fue el capitán de corbeta José H. Chávez.

El 16 de junio de 1871 una comisión especial elabora el reglamento para el puerto de Guayaquil y Sanitario. El 10 de agosto de ese mismo año, el general Secundino Darquea, ministro de Guerra y Marina en su exposición al Congreso expresa que: únicamente la goleta “Guayaquileña” se encuentra armada en guerra; que la capitanía de Guayaquil esta comandada por un capitán de fragata y la capitanía de Manta por un sargento mayor del Ejército; que para la Escuela Náutica se intentó contratar equipos para la enseñanza práctica de máquinas de vapor, pero que por el alto costo ha sido suspendido.

Pailebot de guerra “Mercedes”

Una vez que el Gobierno autoriza la sugerencia del capitán del puerto de Guayaquil, se le instaló la artillería, se construyó la Santa Bárbara para la munición y otras adecuaciones necesarias. El buque estuvo listo el 24 de septiembre y tomó el nombre de “Mercedes”, sus plazas fueron cubiertas con la oficialidad y tripulación de la “Guayaquileña” y la misión que debía cumplir eran las mismas de la goleta remplazada.

El 21 de noviembre de 1871 el Comandante General del Distrito de Guayaquil aprobó un reglamento para embarcar y desembarcar tropa y las precauciones que se deben tomar.

Por disposición del presidente García Moreno, el 22 de enero de 1872 se inician las acciones para instalar el primer sistema de faros de la República. Por esta razón se encargó a la firma

71 Sánchez, Mariano, Episodios Navales durante el proceso revolucionario alfarista, Boletín No 3 de la Academia Nacional de Historia Militar, págs. 233 - 234.

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francesa Barbier-Fenestre de París la fabricación de dos faros para instalarlos en Santa Clara y Punta Arenas; dos luces de puerto para Manta y Esmeraldas y cuatro boyas con campana para los bajos de Mala.

Luego de difíciles tareas, el 1 de agosto de 1872 se inauguró el faro de Santa Clara, remplazando al antiguo faro que había funcionado desde el 25 de noviembre de 1841 (primer faro instalado en Ecuador). El 11 de noviembre se terminó la instalación de las luces en el puerto de Manta; el faro de Esmeraldas el 1 de enero de 1873; el faro de punta Arenas fue inaugurado el 5 de julio de 1873. El faro de punta Mandinga fue inaugurado el 9 de octubre de 1872, este faro fue construido utilizando la linterna del antiguo faro de Santa Clara.

El 10 de agosto de 1875 el general Francisco Javier Salazar, ministro de Guerra y Marina en su exposición al Congreso se ratifica en el sentido de que “muchos años han de transcurrir antes que la nación pueda tener una Armada considerable, en mi concepto, de dudosa utilidad. Sería por lo mismo fuera de propósito que fatigase vuestra atención sobre el particular con quiméricos proyectos; y, por el contrario, convencido de que a nada es más aplicable entre nosotros la evangélica máxima de que bástale al día su propio afán, que a lo relativo a la Marina de Guerra, me limitaré a exponer sobre ello lo que por ahora es tan posible como urgente practicar…”72

El 9 de diciembre de 1875, Antonio Borrero Cortázar, asume el poder como presidente de la República, no hubo vicepresidente. Foto fuente Internet.

Asesinato de García Moreno

El 6 de agosto de 1875 se suscitó el asesinato del Dr. Gabriel García Moreno, presidente de la República del Ecuador, como hemos visto, un personaje polémico, odiado y querido por muchos; hombre enérgico, de intachable honradez, pero represor y a la vez culto y brillante.

El presidente Borrero y Cortázar, que le sucedió a García Moreno, nombró al general Ignacio de Veintemilla comandante general del Distrito de Guayaquil desconociendo los consejos de sus asesores; la consecuencia fue que este general, inmediatamente empieza a conspirar en compañía de los generales José María Urbina y Francisco Robles; Veintemilla es destituido por sus actitudes dictatoriales, motivo suficiente para iniciar la subversión; el 8 de septiembre de 1876, Borrero fue derrocado por Ignacio de Veintemilla, quien fue proclamado Jefe Supremo del país.

72 Ibidem, págs. 254-255.

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EL PROGRESISMO EN LA ARMADA NACIONAL (1860-1895)

El 6 de agosto de 1875 fue asesinado el presidente Gabriel García Moreno por Faustino Lemus Rayo. Foto Archivo Histórico del Ministerio de Cultura.

El 18 de septiembre de 1876 el Ministerio de Guerra y Marina decide que los generales Secundino Darquea y Juan Manuel Úraga sean dados de baja y borrados del escalafón militar por considerárseles causantes de los problemas de la República.

En diciembre de ese año, el general Veintemilla decidió atacar la Sierra, utilizando el armamento adquirido en los Estados Unidos de América, autonombrándose Capitán General en Jefe del Ejército y el general Urbina como jefe del Estado Mayor general del Ejército, logrando la victoria del ejército liberal en los combates de Galte y Los Molinos (Guaranda).

El Viernes Santo 30 de marzo de 1877 falleció envenenado el obispo, monseñor José Ignacio Checa, al beber el vino del cáliz durante los oficios religiosos. Este hecho se consideró que no estaba relacionado con las actividades políticas de la época; sino que fue por retaliaciones personales con personas de la iglesia misma; a pesar de que el Clero se había declarado en franca oposición con el Gobierno de Veintemilla.

Los vapores fluviales “Bolívar” y “Chimborazo”, que actuaron armados en guerra durante el conflicto de 1883, Foto tomado del libro Episodios Históricos e Imágenes de la Armada del Ecuador.

Una revolución se había creado en contra de Veintemilla dirigida por el general Yépez, encontrándose éste en las faldas de Pichincha el 13 de noviembre de 1877; el gobiernista general

Cornelio Vernaza dispuso construir barricadas en puntos estratégicos de Quito; luego del enfrentamiento, al siguiente día las fuerzas del Gobierno, lograron un triunfo completo.

El 30 de mayo de 1878 estando fondeado en el río Guayas, el pailebot de guerra “Mercedes” sufre la explosión de su santa bárbara, hundiéndose frente a Guayaquil, causando la muerte del oficial de guardia alférez de navío José Antonio Gómez y algunos soldados. El 8 de junio se procede a su recuperación, logrando rescatar el palo mayor que es vendido y su cañón junto con

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

su cureña y corredera. El casco no pudo ser recuperado ya que se encontraba completamente destruido; después de las averiguaciones del caso se determinó que el accidente fue un caso fortuito.

La Armada se quedó sin un solo buque para sus actividades de control y logísticas; y la tripulación sin empleo, excepto el comandante del buque, capitán de corbeta Francisco Mora que fue trasbordado a la comandancia general de Guayaquil; esta circunstancia hacía más urgente la adquisición de un buque que lo remplace.

La Convención Nacional reunida en Ambato el 26 de enero de 1878 para redactar la novena carta política, eligió al general Ignacio de Veintemilla como Presidente Constitucional.

Legislación MilitarLeyes y Reglamentos Militares

A continuación se detallan las leyes y reglamentos militares que conformaban el marco legal para el funcionamiento de las Fuerzas Armadas durante este período:• Ley reformatoria del Código Militar• Ley Orgánica Militar• Ley de Guardias Nacionales• Ley reformatoria de la Ley de Guardias Nacionales• Ordenanzas de Marina• Ordenanzas de Guarda Costas• Ley de Inválidos• Ley de Montepío Militar• Ley de Retirados• Reglamento de Hospital• Reglamento de Parque• Código Civil y de Enjuiciamiento• Ley Penal y de Enjuiciamiento• Reglamento de Policía• Táctica de Artillería, Infantería y Caballería• Reglamento Interior de Cuarteles• Reglamento de Marina de 8 de noviembre de 1832• Reglamento de Sanidad• Reglamento del Puerto• Reglamento de Luces• Reglamento de Navegación fluvial• Ley de arqueos de buques.73

73 Ibidem, pág. 308.

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EL PROGRESISMO EN LA ARMADA NACIONAL (1860-1895)

La Revolución Liberal

Situación política desencadena la revolución

Desde cuando se dio el golpe de estado revolucionario que debía destituir a las autoridades chapetonas e instalar en el poder a un Gobierno enteramente criollo, que cumpliera las aspiraciones del sector progresista y disipara los temores del sector propietario el 10 de agosto de 1809; nuestros lideres no se imaginaron que habría una resistencia de las demás sociedades regionales quiteñas que se sintieron inconformes; así el Ecuador inició su vida republicana dentro de un ambiente de inestabilidad política; las luchas por el poder fueron permanentes lo que derivaron en guerras intestinas por grupos económicos que buscaron siempre sus beneficios, sin importar porqué la gente del pueblo buscó incesantemente su ansiada libertad, en búsqueda de una vida de libertad y de justicia.

La necesidad de fijar los límites del nuevo país con Colombia y Perú fue otro de los motivos para la inestabilidad y violencia. A pesar de que después de la batalla de Tarqui supuestamente quedaron definidos los limites con el país del sur; no fue así, los problemas y conflictos continuaron hasta cuando después de la guerra del Cenepa se firmó la paz el 26 de octubre de 1998, al firmar el documento conocido como Acta de Brasilia o Declaración de Paz de Itamaraty, y se determinaron finalmente sus fronteras.

Otro factor fueron los problemas internos que debidos a la débil organización del Estado, terminaron en levantamientos y pequeñas revoluciones por distintas causas políticas que buscaron en su momento satisfacer las necesidades de uno u otro sector político, siempre alrededor de intereses económicos.

Un país rico en recursos naturales, especialmente agrícolas como el cacao que enriqueció a unos pocos en detrimento de los muchos trabajadores con quienes no se compartía esta bonanza. Las provincias de la costa, excepto Guayas, fueron literalmente olvidadas de la obra del Gobierno; pueblos de campesinos afroamericanos, cholos y montubios con sueldos que solo les permitía subsistir, con deudas heredadas y otros males con la complicidad del clero que también los oprimía.

La presencia de una serie de revoluciones sangrientas marcadas por una falta de identidad clara y definida, donde el Presidente ejercía un solido control sobre el Ejército. En realidad, en el Ecuador existían dos tendencias muy marcadas; la de los conservadores que querían mantener la estructura económica y social de la época colonial; y, la de los liberales que buscaban un nuevo orden político. Entre 1860 y 1875 gobernó el Dr. Gabriel García Moreno que representaba a las fuerzas conservadoras apoyadas por el clericalismo civilista, con una característica de líder religioso, militar y político.

General Eloy Alfaro Delgado, líder de la Revolución Liberal. Archivo Histórico del Guayas del Ministerio de Cultura y Patrimonio.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

Como reacción surgió una corriente liberal radical liderada por Eloy Alfaro y sus montoneras; proceso político revolucionario en el que participaron hombres, mujeres, indios afroamericanos, campesinos, artesanos e intelectuales. Esta lucha duró 31 años hasta que fue declarado el triunfo de la Revolución el 5 de junio de 1895.

Era una sociedad donde unos pocos tenían derechos políticos y sociales, una sociedad excluyente que marginaba a los indios, mestizos, pobres afrodecendientes y mujeres. La iglesia católica era una institución del Estado que controlaba los cementerios, el registro de los habitantes, la educación, además cobraba y recibía impuestos. Las Órdenes religiosas eran dueñas de grandes propiedades en la ciudad y en el campo; es decir, la revolución alfarista transformó de manera profunda las condiciones políticas, sociales y culturales del Ecuador.

El nuevo ejército montonero formado en campaña mediante innumerables victorias y derrotas, era incapaz de vencer al poder conservador protegido por el ejército regular. Eloy Alfaro y sus generales organizaron sus fuerzas con partidas de campesinos liderados por sus caudillos locales, por militares proscritos y por intelectuales extremistas; los ascensos se ganaban basándose en la valentía personal, aunque en el marco de los estratos sociales de la época; se privilegiaba a determinados grupos con las más altas jerarquías; éste fue el Ejército, que pasó a ser el regular con el triunfo de la revolución.

Es así que, encontrándose Eloy Alfaro en la ciudad de Panamá es invitado a participar en un pronunciamiento en la ciudad de Esmeraldas el 14 de octubre de 1880, encabezada por el teniente coronel César Guedes su comandante de armas; Alfaro desembarca el 9 de octubre en Tumaco y toma el mando del buque de vela “Estrella” y arriba con 25 hombres al puerto de Esmeraldas el 18 del mismo mes. El Gobierno toma precauciones decretando el cierre del puerto de Esmeraldas al comercio marítimo y obviamente la prohibición de ingreso de naves nacionales o extranjeras.

“Montoneros”, participaron en los combates revolucionarios liderados por Eloy Alfaro. .Archivo histórico del Guayas del Ministerio de Cultura y Patrimonio.

Al no contar la Armada con buques de guerra, el Gobierno utilizó vapores nacionales para la defensa de sus costas y la captura de Alfaro, como el caso de los vapores “Esmeraldas”, “Olmedo”, “Quito”, “Rocafuerte”, etc., quienes zarparon con tropas a bordo para impedir que Alfaro llegue a cumplir su objetivo de asaltar las costas de Manabí hasta llegar a Guayaquil en la operación denominada “la marcha del sur”. Esta operación fracasa debido a que el teniente coronel Guedes había contra revolucionado, regresando Eloy Alfaro a Panamá.

El presidente Veintemilla en 1882 dispuso la compra del vapor “Santa Lucía” a Chile, este buque vino a remplazar al vapor “Mercedes”, después

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EL PROGRESISMO EN LA ARMADA NACIONAL (1860-1895)

de cuatro años que la Armada no tuvo ningún buque de guerra, paralelamente se adquiere el vapor “Huacho”.

Vapor “Nueve de Julio” (ex Santa Lucía)

Fue adquirido al Gobierno chileno en 1882 con el nombre de “Santa Lucía”, arriba a Guayaquil el 3 de agosto y se lo bautiza con el nombre de vapor “Nueve de Julio”, su casco era de fierro, 180 pies de eslora, 32 pies de manga y 12 de puntal, con capacidad de transportar 300 toneladas de carbón. El gobierno de Chile remplazó su caldera en 1872 y lo utilizó como buque de transporte de tropas durante la Guerra del Pacífico. Su máquina daba un andar de 13 a 15 millas por hora. Su armamento era de dos cañones de calibre de a 30 del sistema parrot y una culebrina de bronce de a 12.

Tenía aparejo de goleta, pues las velas eran un auxilio para economizar combustible. La dotación indispensable era de 45 a 50 tripulantes. En 1884 estaba al mando del capitán de fragata Nicolás Bayona Ors. El 20 de noviembre combatió con el vapor “Alajuela” del general Alfaro a la altura de Tumaco. El 6 de diciembre acude en ayuda del vapor “Huacho” y libra nuevo combate con el “Alajuela”, al cual derrota a la altura de Jaramijó.

En 1888 debido a su situación precaria se lo mantiene como transporte de tropas y en 1896 aún se lo menciona, pero no como transporte o nave de guerra, sino como un problema económico, debido a su costo de mantenimiento sin beneficio alguno.

Vapor “Seis de Diciembre” (ex Huacho)

En 1883 el Gobierno adquirió el vapor “Huacho” que contaba con dos culebrinas de bronce de calibre de a 4 y un cañón de a 12, ese mismo año conformó la flotilla del general Veintemilla a su mando estuvo el teniente coronel Froilán Muñoz. Una vez que el 10 de febrero de 1884 asumiera el poder José María Plácido Caamaño, se autoriza la venta de los vapores “Nueve de Julio” y “Huacho”, lo que no se cumple por las acciones revolucionarias del general Alfaro.

El 6 de diciembre de 1884 es derrotado por el “Alajuela” del general Alfaro, con fuertes pérdidas y con la muerte de su comandante y maquinista Ricardo Linch entre otros, siendo rescatado por el vapor “Nueve de Julio” evitando una mayor masacre. En 1885 consta como vapor nacional “Seis de Diciembre” y comandado por el sargento mayor León J. González y como encargado de detall el alférez de fragata Manuel Viteri. Sirve en la Armada hasta 1886.

Cuando estaba por terminar el período presidencial del general Veintemilla, el 26 de marzo de 1882 se da a sí mismo un golpe de estado proclamándose “Jefe Supremo por la voluntad de los pueblos y capitán general en Jefe de los Ejércitos de la República”, por lo que la gran mayoría de los ecuatorianos se declaran en contra del dictador, estallando una nueva revolución.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

Esmeraldas se convierte en foco revolucionario; por lo que el Jefe Supremo dispone que el vapor “Olmedo” zarpe el 26 de abril de 1882 con rumbo a ese puerto, a enfrentar a Eloy Alfaro que se dirigía a Esmeraldas desde Tumaco. También se dispone que los vapores nacionales “Manabí” y “Esmeraldas” zarpen de Guayaquil transportando más tropas. Se conoció que el general Robles salió de Guayaquil con una división de 300 soldados, para enfrentar a los facciosos de Esmeraldas, retornando de Esmeraldas el 19 de agosto a bordo del vapor de guerra “Huacho” luego de los combates en aquella provincia.

Desarrollo de la revolución

En enero de 1883 las fuerzas de Alfaro cayeron sobre Esmeraldas, por lo que el Gobierno decreta el bloqueo de dicho puerto para evitar la introducción de armas y municiones, auxilio de todo género para el enemigo. El 6 de enero los coroneles Luis Vargas Torres, Manuel Franco y Medardo Alfaro después de combatir en Las Palmas se apoderaron de Esmeraldas, organizando un gobierno compuesto por Pedro Carbo y Eloy Alfaro, el cual vino de Panamá a hacerse cargo de las acciones militares en contra de Veintemilla.

Líderes de la Revolución Liberal. Archivo Histórico del Guayas del Ministerio de Cultura y Patrimonio.

Los combatientes contra la dictadura fueron llamados los Restauradores y surgieron de todos lados de la República formando fuerzas respetables como la de los generales Francisco Javier Salazar, José María Sarasti y Pedro Ignacio Lizarzaburo, que iban rumbo a Quito combatiendo palmo a palmo. El 3 de enero de 1883 se inicia la toma de Quito; los combates son furibundos debido a la valiente defensa de las tropas dictatoriales, lideradas por doña Marieta de Veintemilla, sobrina del general Veintemilla.

Las fuerzas navales de Veintemilla está conformada con los vapores de guerra “Santa Lucía” y “Huacho”, y los vapores fluviales

“Manabí”, “América” y “Chimborazo”; mientras que las fuerzas de Alfaro y los Restauradores queda conformada por los siguientes vapores fluviales, armados en guerra: “Bolívar”, “Quito”, “Huáscar” y “Victoria”.

Las fuerzas restauradoras comandadas por Eloy Alfaro acampan frente a Guayaquil el 29 de abril de 1883, mientras que las de Salazar, Sarasti y Landázuri el 11 de mayo y de Caamaño el 25 del mismo mes. El 8 de mayo de 1883 Veintemilla, por medio de la fuerza, mandó a sacar de

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las bóvedas del Banco del Ecuador, la cantidad de 320.000 pesos, sin escuchar las protestas del Cuerpo Consular de Inglaterra, Francia, Italia, España, Alemania y Colombia.

Las fuerzas navales antagónicas de Veintemilla, el vapor “Huacho” dominaba el estero Salado y en el puerto de Guayaquil el “Santa Lucía” artillado con cuatro piezas parrot de a 30, el “Manabí” y varios vapores armados en guerra; por otro lado, por Río Grande la flotilla revolucionaria compuesta por los vapores “Bolívar”, “Quito”, “Huáscar” y “Victoria” se habían movido de Barranco Blanco rumbo a Guayaquil. Las fuerzas restauradoras y regeneradoras fueron consiguiendo sucesivas victorias en diferentes puntos de la ciudad de Guayaquil hasta la victoria final; el vapor “Santa Lucía” había fugado llevando al general Veintemilla.

El 10 de febrero de 1884, José María Placido Caamaño y Gómez Cornejo, asume el poder como presidente de la República. Foto fuente Internet.

Consolidado el triunfo, el 9 de julio de 1883 se emitió un decreto convocando a elecciones directas y populares para el día 15; el 10 los generales Sarasti y Salazar ya en desacuerdo con Alfaro llamaron a Pedro Carbo que se encontraba en Lima proclamándolo Jefe Supremo de Guayaquil; es decir, Ecuador tenía tres gobiernos provisorios: el de Pedro Carbo en Guayaquil, el de Alfaro en Esmeraldas y Manabí y el pentavirato o provisorio para Quito y resto del país.

El 10 de agosto de 1883 se convocó a elecciones para representantes a la X Asamblea Constituyente; los diputados nombraron presidente interino de la República a José María Placido Caamaño el 15 de octubre, por lo tanto los gobiernos actuales dejaron de existir. El 7 de febrero de 1884 la Asamblea eligió presidente Constitucional al mismo Placido Caamaño; por lo que después de Veintemilla, Alfaro fue el gran perdedor, quien abandonó el país nuevamente.

Combatientes en el proceso de la revolución liberal. Archivo Histórico del Guayas del Ministerio de Cultura y Patrimonio.

Al llegar Eloy Alfaro a Panamá a finales de febrero, inició gestiones para la adquisición del buque “Alajuela”, para transportar hacia las costas del Ecuador, fusiles, municiones y otros objetos bélicos necesarios para su proyecto revolucionario. Una vez adquirido el buque le dio el nombre de “Pichincha”.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

Vapor “Pichincha” (ex “Alajuela”)

Buque adquirido en 1884 por el general Eloy Alfaro en el puerto de Corinto, Nicaragua, en la suma de 35.000 pesos, por intermedio del periodista ecuatoriano don Francisco Proaño. Buque mercante que hacia el servicio de cabotaje en las costas de Panamá; adquirió además 1.000 fusiles, 500.000 cartuchos y algunos cajones de machetes de 24 pulgadas.

En el viaje al Ecuador fue apresado por revolucionarios colombianos opuestos al gobierno del Dr. Cervera; terminada la insurrección fue devuelto en pésimo estado, casi inservible, se lo reparó en Taboga; cambió su nombre por el de vapor “Pichincha” e inició sus actividades revolucionarias. A la altura de Tumaco se enfrentó al vapor “Nueve de Julio” (ex “Santa Lucía”) el 20 de noviembre de 1884, en un combate que no fue decisivo, quedando algo mal trecho. El 6 de diciembre combate con el vapor “Huacho” a la altura de Jaramijó, al cual derrota en verdadera carnicería, es auxiliado por el “Nueve de Julio”. En dicha acción el “Alajuela” es derrotado y Alfaro ordena vararlo en las playas de Balsamaragua ( Jaramijó). Entre los muertos consta el comandante del buque, Andrés García Marín74.

El buque adquirido por Alfaro tenía un desplazamiento de 300 toneladas, era de fuerte estructura; casco de madera y se le había colocado una protección metálica en el puente de gobierno; tenia una máquina de vapor que le daba una velocidad de 10 nudos; fue armado con un cañón de a 20 libras, una culebrina de a 12 libras, una culebrina de a 8 libras y una ametralladora Remington. El historiador contralmirante Carlos Monteverde manifiesta que “se adquirió 2.000 rifles (fusiles) Remington con sus respectivas bayonetas y cacerinas, 500.000 proyectiles y algunas cajas con machetes Collins para transportarlos al Ecuador. Considerando que el mismo Alfaro manifiesta que se embarcaron solo 1.000 fusiles, los otros mil posiblemente los retuvo como prenda, quien prestó el dinero”.

Este buque que por ser de madera era vulnerable al fuego de fusilería y aún más al de cañón, fue pagado con una carta de crédito de 25.000 pesos firmada por el Dr. Zaldivar expresidente de El Salvador, amigo y coideario de Alfaro; la diferencia fue pagada por un antiguo deudor de Alfaro.

Luego de sortear algunas dificultades, el buque “Pichincha” zarpó de Panamá el 15 de noviembre de 1884; 18 fueron los integrantes de su tripulación, a quienes Alfaro dio grados militares, desde coronel (Luis Vargas Torres) hasta soldado (Antonio Naranjo), en la tripulación habían cuatro extranjeros: James F. Power, irlandés; Gumercindo Sepúlveda, chileno, Federico Vengoechea, colombiano y Luis Castellá, español. El comandante del buque era Andrés Marín; y toda la expedición estaba a órdenes del general Eloy Alfaro.

Como se entenderá; para evitar sospechas y poder navegar rumbo a Ecuador, se decidió embarcar sólo a 18 personas, el capitán del buque así como el armamento debía ser embarcado e instalado cuando el buque zarpara.

Sobre el general Eloy Alfaro Delgado debemos anotar que el grado de general de la República le fue otorgado por la Asamblea en el año 1884 y en reconocimiento a sus servicios militares

74 Sánchez Bravo, Mariano, CPFG (SP). Buques y Personajes, págs. 34 y 35.

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durante la campaña restauradora, como comandante superior del ejército liberal, que en unión a la fuerza conservadora habían derrotado al ejército de Veintemilla. Los conocimientos militares eran producto de su experiencia como combatiente en las diversas acciones de armas en las que había tomado parte desde temprana edad, sea en calidad de subordinado inicialmente, y luego como comandante de las fuerzas liberales; pero sin que hubiera asistido a ningún centro de formación militar, aspecto de mucha importancia para apreciar su actuación en el histórico combate naval de Jaramijó, frente a un adversario que era un profesional de las armas y que además tenía medios materiales superiores, el general Reinaldo Flores Jijón; hijo del general Juan José Flores75.

Capitán de fragata Nicolás Bayona Ors. Archivo Histórico del Inhima.

El Gobierno Nacional tenía conocimiento de las actividades de Alfaro en Panamá y de las insurrecciones que estaban sucediendo en el país, dispuso que se trasladaren fuerzas militares desde Guayaquil a las provincias de Manabí y Esmeraldas, al igual que a otros lugares de la República. Por este motivo el buque de la Armada “Nueve de Julio” al mando del capitán de fragata Nicolás Bayona Ors, el 16 de noviembre de 1884, zarpó de Guayaquil rumbo a las áreas de conflicto llevando tropas y material bélico.

El “Nueve de Julio” llegó a las costas de Tumaco, en aguas de Colombia, encontrándose con el vapor “Pichincha” que venia de Panamá, produciéndose el combate de Tumaco. El combate se inició al medio día y duró dos horas. Los combatientes del “Pichincha” pelearon valientemente poniendo en retirada al buque “Santa Lucía”; durante el combate se pudo apreciar que la tripulación de este buque del Gobierno que salió expresamente a combatir a los insurgentes; no tenía la más mínima organización de su personal, ni preparación para el combate.

Combates entre las fuerzas revolucionarias lideradas por Eloy Alfaro y fuerzas del Gobierno Nacional. Archivo histórico del Inhima.

Cuando el general Alfaro llegó a Bahía de Caráquez en el buque “Pichincha” (ex “Alajuela”) el 1 de diciembre, el Gobierno del Ecuador había organizado una flotilla al mando del general Reinaldo Flores Jijón como comandante en jefe de Operaciones de

75 Monteverde Granados, Carlos, Calm., Historia Marítima del Ecuador, Tomo X, pág. 17.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

las Fuerzas del Litoral, conformada por el transporte armado “Nueve de Julio”, al mando del capitán de fragata Nicolás Bayona; vapor “Huacho”, armado en guerra y los vapores “Sucre”, “Mary Rose” y “Victoria”, los mismos que zarparon de Guayaquil el 30 de noviembre; el 5 de diciembre arribaron a Manta para desembarcar a las tropas e iniciar las operaciones por tierra, excepto el vapor “Huacho” que se había retrasado, porque estaba siendo remolcado.

Esa misma noche el buque “Pichincha” encuentra al “Huacho” que en sus bodegas llevaba soldados que no habían sido desembarcados y lo aborda, produciéndose una encarnizada lucha a fuego de fusil y machete; unos defendiendo la nave, y otros atacando con ímpetu para lograr su objetivo de destruir al buque y sus tripulantes. La llegada del “Nueve de Julio” impidió que el “Huacho” sea destruido completamente.

Combate naval de Jaramijó

En la mañana del 6 de diciembre de 1884, el “Nueve de Julio” llegó al lugar del combate y procede a atacar al “Pichincha” mediante maniobras y utilizando todo su armamento y personal, una vez más la heroica participación de las tripulaciones de ambos buques determinó que el combate de Jaramijó tenga como final el incendio y varamiento del buque “Pichincha” en las playas de Jaramijó cuya tripulación tuvo que abandonarlo por el peligro de una explosión de sus calderas y santa bárbara.

Los muertos y heridos fueron muchos; en el “Pichincha” se lamentó la muerte de 35 combatientes, entre ellos su capitán Andrés Marín García. En el “Huacho” murió su comandante teniente coronel Froilán Muñoz algunos de sus oficiales y soldados que entre muertos y heridos eran 300. El general Eloy Alfaro salvó su vida atado a un barril como salvavidas y junto a su gente se internó en la selva manabita para seguir su revolución en Esmeraldas.

Combate naval de Jaramijó, buque Pichincha ex Alajuela es incendiado. Foto Archivo Histórico del Inhima.

Montecristi, Bahía y otras poblaciones de Manabí estaban en poder del Gobierno; como no pudo tomar la ciudad de Esmeraldas, a mediados de enero de 1885 siguió a Tumaco y luego a Panamá.76

A pesar de que el general Alfaro fue derrotado en la batalla naval de Jaramijó, la revolución continuó en las provincias de Esmeraldas y Manabí; en octubre de 1886 los revolucionarios se tomaron Esmeraldas y encarcelaron a sus autoridades. El Gobierno

76 Ibidem, págs. 19 a 76.

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EL PROGRESISMO EN LA ARMADA NACIONAL (1860-1895)

designa nuevamente al general Reinaldo Flores como director general de la guerra en las provincias de Manabí y Esmeraldas, quien se apresta para su recuperación utilizando al vetusto transporte “Nueve de Julio”.

Adquisición de buques para enfrentar la Revolución Liberal

Considerando la situación política interna del Ecuador que obligaba a las constantes movilizaciones de tropas y de que la Armada únicamente contaba con el transporte “Nueve de Julio” y vapor “Huacho” en situación casi inservible; se ve en la necesidad de adquirir un buque de guerra fuerte, ágil y que sirva tanto para los ríos del litoral como para el mar; por lo tanto, el Gobierno decide la adquisición del vapor “Chaihuin” de la Armada chilena, el mismo que arribó a la ciudad de Guayaquil el 18 de diciembre de 1886. El historiador contralmirante Carlos Monteverde manifiesta que el crucero “Cotopaxi” fue adquirido a la empresa Adam Greulich y compañía, con domicilio en la ciudad de Valparaíso, Chile, que no perteneció a la Armada de Chile y que estaba diseñado para actividades de transporte de carga77.

Crucero “Cotopaxi”

“En el año 1892, el capitán de navío Nicolás Bayona Ors, a quien la legislatura de 1888 lo había ascendido a esta jerarquía, informa sobre el “Cotopaxi” en los términos siguientes: Este buque adquirido en el año 1886 por el Supremo Gobierno es de fierro, tiene 135 pies ingleses de eslora 21 de manga y 7 de puntal, su casco es de buena clase, de 1/3 y 1/2 pulgadas de espesor de doble remaches y cuadernas sólidas; fue construido en Inglaterra en 1884, para el servicio de trabajo recio que debía desempeñar. Su máquina es de alta y baja presión con condensador de patente, de fuerza de 50 caballos nominales, con caldera cilíndrica de planchas de acero y tiene un andar de 10,5 millas por hora. Fue reformado y armado en guerra en la factoría ʻLa Famaʼ en esta ría (Guayaquil), bajo la dirección del que se suscribe. Está calificado como un crucero de 3º o 4º orden y armado con 4 cañones de retrocarga sistema Armstrong, 2 cañoncitos revolver tiro rápido sistema Glatin y las carabinas Remington suficientes para la segunda división de la artillería. Su departamento interior fue arreglado para buque de guerra con la capacidad suficiente para alojar su tripulación y en muchas ocasiones ha servido como buque transporte por necesidades que hemos tenido de llevar tropas a las provincias del norte de la costa a pesar de no estar conforme con las Ordenanzas Navales. Su dotación para poder cubrir el plan de combate debe ser de 64 hombres, de comandante a paje y 20 hombres de guarnición, pero la falta de leyes de marina en el país hace que esa dotación sea casi incompleta”78.

(1886-1960) Crucero “Cotopaxi”, después cañonero “Calderón”. Foto Archivo Histórico

del Inhima.

77 Ibidem, pág. 89.78 Monteverde Granados, Carlos, “Historia Marítima del Ecuador”, tomo X, págs. 94.

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Cañonero “Tungurahua”

La cañonera “Tungurahua” fue el primer buque diseñado y construido para la guerra, adquirido por el Ecuador, pues si bien la fragata “Colombia” fue una nave de guerra, construida para esta finalidad, no fue comprada por ningún Gobierno ecuatoriano, sino por el Libertador Bolívar para la Marina de Guerra de la Gran Colombia y pasó al Estado ecuatoriano cuando se separó el Distrito del Sur de la unidad Grancolombiana.

(1888-1900) Cañonera “Tungurahua”, maqueta y plano. Foto archivo histórico del Inhima.

El cañonero “Tungurahua”:

“era una nave diseñada para finalidades bélicas, su casco de planchas de acero Bessemer de 1/3 y 1/2 pulgadas de espesor, con dobles remaches y sólidas cuadernas; con una máquina de vapor de alta y baja presión y caldera tubular de acero, que le daban un andar medio de 18 nudos; su sistema de gobierno le permitía maniobras rápidas; en general era un buque moderno, armado con un cañón crupp de 4 cm. de calibre, montado en una torre de acero que le permitía disparar en todas las direcciones; también tenía 2 ametralladoras Nordenfelt de 3 cañones instaladas una en cada banda y montadas en bases de acero. Su compartimentaje era de 9 secciones estancas, que limitaban el espacio habitable para su tripulación compuesta de 14 hombres, quienes en el momento del combate debían permanecer, casi todos bajo cubierta”.79

La Escuela Náutica en este período

Posiblemente la poca conciencia marítima de los subsiguientes mandatarios, la agitada vida política ecuatoriana y también la falta de recursos económicos pueden haber sido factores determinantes para que la formación del personal naval haya sido tan descuidada en las cuatro décadas que siguen al año 1858 y solamente en 1892 durante la presidencia de Luis Cordero es que se hace notoria la gran importancia del comercio marítimo y fluvial y se decreta nuevamente la creación de la Escuela, con grandes augurios; pero una vez más, solamente fueron augurios porque el funcionamiento de la Escuela náufraga en el torbellino político de la transformación liberal, junto con una generación nacida de marinos muy llenos de entusiasmo.

En 1888 la Flotilla Nacional cuenta con el vapor “9 de Julio” (ex “Santa Lucía”), crucero “Cotopaxi” (posteriormente llamado cañonero “Calderón”) y el cañonero “Tungurahua”, siendo su comandante en jefe el capitán de navío Nicolás Bayona hasta el año de 1895, año de la Revolución Liberal, en que toma el mando el capitán Benigno Calderón, de esta forma termina el siglo XIX.

79 Ibidem, págs. 95.

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Eloy Alfaro

Gabriel Garcia Moreno Flavio Alfaro Santana Eloy Alfaro Delgado

Llegada del Ferrocarril a Quito

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Soldados de Alfaro

General Ulpiano Paez Ignacio de Veintemilla García Moreno

Guayaquil en 1880.

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CAPÍTULO V

LA ARMADA DURANTE EL PERIODO ALFARISTA Y SU PARTICIPACION

DURANTE LA CAMPAÑA DE ESMERALDAS

(1895-1916)

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Primera presidencia de Eloy Alfaro

on Eloy Alfaro en el poder, se visualiza la necesidad de organizar una fuerza armada (Ejército y Marina), capacitada para consolidar los cambios producto

de la Revolución Liberal, y una de las medidas adoptadas fue contratar instructores militares extranjeros para profesionalizar el Ejército, cumplir con la defensa de la patria, estabilizar el frente interno y controlar la delicada situación internacional con los países vecinos de Colombia y Perú.

El 17 de enero de 1897, el general José Eloy Alfaro Delgado, asume el poder como presidente de la República, Manuel Benigno Cueva es el vicepresidente. Foto fuente

Internet.

Con este interés estratégico, el presidente Eloy Alfaro, debido a la permanente dinámica revolucionaria que vivió el país y los serios problemas internacionales que enfrentaba en esa época decide contratar una misión militar chilena la misma que arriba al Ecuador a inicios del siglo XX. La misión naval chilena inicia en 1905 y termina en 1916; oficialmente llegó como una misión militar, contratada por el gobierno del Ecuador para modernizar el Ejército ecuatoriano; pero no debemos olvidar que la Armada del Ecuador hasta 1942 fue parte del Ejército ecuatoriano y por lo que todo cambio que se producía en el Ejército afectaba de una u otra forma a la Marina.

La presencia militar chilena en el Ecuador se inició mediante un activo contacto militar entre ambos países materializado con sucesivas misiones chilenas a través del envío de instructores chilenos al Ecuador y con la presencia constante de oficiales alumnos ecuatorianos en las escuelas y regimientos chilenos. El Gobierno chileno ofreció becas para que una gran cantidad de oficiales ecuatorianos estudiarán y practicarán su profesión en los regimientos y escuelas de Chile; sin embargo, es necesario reconocer que durante la presencia de la misión militar chilena, los oficiales del Ejército y Marina también recibieron instrucción en otros países de Europa.

El proceso de profesionalización del Ejercito ecuatoriano se plasmó en la existencia de un cúmulo de conocimientos especializados y de habilidades prácticas; la existencia de un sistema de entrenamiento, verificado en Ecuador a través de unidades de enseñanza básica, creadas a

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

principio de siglo bajo la dirección chilena como es el Colegio Militar, la Escuela de Clases del Ejército y el establecimiento de la Escuela Naval en Quito, generó cohesión y solidaridad social en la fuerza armada, lo cual se va afianzando con el paso de los años; y, finalmente se creó un código de ética y un sentido de responsabilidad profesional.

La Ley Orgánica del Ejército propuesta por los militares chilenos en 1903, finalmente fue aprobada íntegramente en 1905; en esta ley se establecía un sistema claro de normas establecidas a la duración de la carrera, a los sistemas de ingreso y egreso, a los sueldos, pensiones y ascensos; sin embargo, estos cambios no se dieron sino hasta 1925.

Con el establecimiento del Gobierno Liberal en 1895 se produjo un profundo cambio en el mando naval; todos los jefes y oficiales profesionales que conformaban el escalafón de la Marina de Guerra, fueron remplazados por improvisados jefes y oficiales sin antecedentes ni preparación naval militar, que les diera idoneidad para desempeñar las funciones propias de los comandantes y oficiales a bordo de los buques; en algunos casos para cubrir estas deficiencias se contrató a personas nacionales y extranjeras, como es el caso del comandante de la cañonera “Tungurahua”, el inglés señor S. Simmons y el segundo comandante señor Luis Bonhoff, ciudadano alemán.

La Escuela Naval que venía funcionando en el transporte “Nueve de Julio” entre 1892 a 1895, dejó de funcionar debido a los acontecimientos políticos de ese año; este buque fue dado de baja ese mismo año por su elevada vetustez.

La Flotilla Nacional, a finales del siglo XIX estaba conformada por el crucero “Cotopaxi” y la cañonera “Tungurahua”. Recordemos que el crucero “Cotopaxi” no era un buque de guerra, fue adquirido a la empresa Adam Greulich y compañía, con domicilio en la ciudad de Valparaíso, Chile. Se aclara además que este buque no perteneció a la Armada de Chile80,

era un buque de transporte y se llamó “Chaihuin”, el mismo que arribó a la ciudad de Guayaquil el 18 de diciembre de 1886.

Esmeraldas, 1915: El buque de guerra “Cotopaxi” en la desembocadura del río Esmeraldas durante la campaña contra Concha. (Foto archivo MCE).

Nos ratificamos en que el cañonero “Tungurahua” fue el primer buque diseñado y construido para la guerra adquirido por el Ecuador, ya que la fragata “Colombia”, fue comprada por el Libertador Bolívar para la Marina de Guerra de la Gran Colombia y al encontrarse circunstancialmente en Guayaquil, ésta pasó a ser parte del Estado ecuatoriano al separarse de la Grancolombia.

El contralmirante Carlos Monteverde Granados en el Tomo X de la Historia Marítima del Ecuador, dice que uno de los cambios que más afectó a la Armada fue el remplazo del capitán de navío Nicolás Bayona Ors, quien venía desempeñándose como jefe de la Flotilla Nacional y comandante del crucero “Cotopaxi”, por el capitán de fragata Benigno Calderón Domínguez, improvisado oficial, sin experiencia para ocupar estos principales cargos.

80 Monteverde Carlos, calm, Historia Marítima del Ecuador, Tomo X, La República 1884-1925, págs. 89 a 94

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LA ARMADA DURANTE EL PERIODO ALFARISTA... (1895-1916)

El mismo autor considera que el capitán de navío Bayona por haber sido comandante del buque “Nueve de Julio” durante el combate de Jaramijó, donde el general Eloy Alfaro sufriera catastrófica derrota, sea posiblemente la principal causa para su separación del servicio y su voluntario alejamiento del país.

Por otra parte; se reconoce que el capitán de fragata Benigno Calderón, era un oficial con amplio conocimiento de los buques mercantes, no así de los buques de guerra y su disciplina militar. Esta afirmación queda evidenciada en una llamada de atención del Comandante de Armas de la Provincia, al haber dirigido una solicitud en términos no adecuados: “me es sensible tener que devolver su nota de fecha 21 del presente (agosto 1895), por haber hecho uso de frases inadecuadas cuando se trata de personas de alta jerarquía militar; por consiguiente, en consulta con el señor Ministro de la Guerra, se ha resuelto que U. vuelva a solicitarlo de conformidad con el estilo sano y respetuoso de la milicia”81.

El 10 de noviembre fue ascendido al grado de capitán de navío, siendo el oficial más antiguo de la Armada en ese tiempo; permaneció en los cargos mencionados hasta 1900 cuando tuvo que renunciar por motivos de salud, siendo remplazado por el capitán de fragata James Power, irlandés, quien antes de ser comandante de la cañonera “Tungurahua”, se desempeñaba como maquinista del vapor “Pichincha”, ex “Alajuela”, compañero del general Eloy Alfaro en la aventura marítima que terminó en el combate de Jaramijó.

En abril de 1896 el teniente coronel del Ejército José P. Aroca, fue nombrado comandante de la cañonera “Tungurahua” debido a las discrepancias entre el comandante y segundo comandante que eran un inglés y un alemán respectivamente, quienes no cumplían con lo dispuesto en el Código Militar y las Ordenanzas Navales, y que por su cuenta daba altas y bajas sin considerar al Jefe de la Flotilla, capitán de fragata Benigno Calderón.

Capitán de fragata James Power, irlandés, maquinista del “Alajuela” y posteriormente, comandante de la cañonera “Tungurahua”.

Los problemas descritos anteriormente no eran los únicos que determinaron la crisis de la Marina de Guerra, sino que además los oficiales que habían servido a la Armada durante los Gobiernos de filiación conservadora, fueron retirados y remplazados por personas vinculadas a la Revolución Liberal, así como a extranjeros sin grado naval o militar. Esta situación fue la causa que determinó el extremo deterioro de la Marina de Guerra durante los nueve primeros años del Gobierno Liberal, hasta cuando en 1904 vino de Chile una misión naval, restableciéndose la Escuela Naval a bordo del transporte “Marañón”, iniciándose así, un corto período de recuperación de la Armada, el que se extendió hasta 1913, año en el cual la Marina de Guerra entró en campaña, la que finalizó en 1916, con el saldo desfavorable de que los buques estaban casi destruidos, debido al intenso trabajo que debieron realizar.

81 Sánchez, Mariano, Protagonistas en el Mar, pág. 127

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

A pesar del apoyo logístico brindado, el Gobierno central, después que finalizó el conflicto olvidó los servicios prestados por la Marina de Guerra, iniciando de inmediato el desmantelamiento de la fuerza, con la venta de uno de los buques y negando los recursos para el mantenimiento y reparación de los otros, que por ésta causa se fueron destruyendo, comenzando así en esta época la etapa más negativa en el devenir de la Institución, período que se extiende hasta 1942.

Es indudable que el general Alfaro al asumir el poder de la Nación quiso rodearse de personas de su confianza, por tal razón el capitán de fragata James Francis Power su amigo y compañero de luchas a bordo del “Alajuela”, fue incorporado a la Armada Nacional durante su primera presidencia en 1896, a través de un contrato como se acostumbraba en aquel tiempo para desempeñarse como comandante de la cañonera “Tungurahua”, cargo que ocupó hasta 1900 ya que fue trasbordado al pontón “Comandante Marcos” y posteriormente, en 1901, al crucero “Cotopaxi” hasta noviembre del mismo año, en que decide separarse de la Armada del Ecuador. En 1905 reingresa a la Armada como comandante del mismo buque hasta 1911, en que se retira con el grado de capitán de navío.

Creación de nuevos repartos durante este período

Capitanía de Puerto Bolívar

Conocer la historia de la Capitanía de Puerto Bolívar es adentrarnos en el tiempo en aquel espacio marítimo de la región Austral del territorio ecuatoriano, allá por el siglo XIX y XX, cuando el Puerto de Bolívar lugar donde actualmente se encuentra localizada esta Capitanía, empezaba a constituirse como la puerta de entrada y salida de la producción principalmente agrícola.

Este puerto que originalmente se denominó Puerto Huayla, siendo su precursor José María Ugarte, presidente del Cabildo de aquel entonces por el año de 1869, fue legalizado definitivamente el 7 de abril de 1883 e inaugurado un 18 de diciembre del mismo año, bautizándolo con el nombre de puerto de Bolívar.

Sin embargo no es sino en el Gobierno del señor José María Plácido Caamaño, un 17 de octubre de 1886, en donde se empieza a gestionar que al puerto de Bolívar, se le dé la categoría de Puerto Mayor; para lo cual debía cumplir ciertos requisitos como el contar con una oficina de Aduanas, resguardo y necesariamente de una capitanía del puerto. Digno de mencionar es que dos meses más tarde la Armada del Ecuador compra el vapor “Chaihuin” de bandera chilena, que al enarbolar el Pabellón ecuatoriano recibió el nombre de “Cotopaxi”, que más allá de su valor material, es un hito histórico que trascendiera 55 años después, en la boca de Jambelí como protagonista de la épica acción del 25 de julio de 1941.

El 11 de abril de 1898 se convocó a licitación para construir la Capitanía; el 8 de julio del mismo año se firma el contrato adjudicando la construcción al señor Lorenzo Serrano Pazmiño. Con esto después de aproximadamente doce años de gestiones del puerto de Bolívar ascendió a la

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categoría de Puerto Mayor. La capitanía en sus inicios tenía la siguiente estructura de mando: un capitán del puerto, un oficial y de tres a seis marinos. Ejerció las funciones de primer capitán de puerto el señor Podalirio Murgueitio.

La ubicación original de la capitanía era al inicio del muelle antiguo de cabotaje, hacia un costado, frente la construcción del resguardo, posteriormente el 28 de mayo de 1969 la Municipalidad de Machala da en venta a favor del Ministerio de Defensa Nacional, mediante compensación por deudas que mantenían las partes conjuntamente, del solar que sustentaba el antiguo edificio de Aduana de Puerto Bolívar, para la construcción y funcionamiento de la Capitanía el Puerto, ubicación que se mantiene hasta la presente fecha.

(1990) Terminal marítimo de Puerto Bolívar. Foto archivo del autor.

Arsenal de Marina

El 26 de junio de 1907 con un Decreto Ejecutivo promulgado por el general Eloy Alfaro, en los inicios mismos de nuestra Marina de Guerra, se creó en el Puerto de Guayaquil, el Arsenal de Marina, a cargo del Inspector General de Máquinas de la Armada. Este reparto pasó a denominarse Dirección de Arsenales de la Armada e Inspección General de Máquinas, bajo las órdenes del Comandante General de Marina.

El Arsenal Naval y Maestranza de Minas y Torpedos, contaban con instalaciones y tecnología rudimentarias, pero que en todo caso, atendían las necesidades de la insipiente Fuerza Naval y de las embarcaciones de tráfico costero nacional. Para la década de los cincuenta, nuestros obreros se distinguían por su habilidad pero carecían de técnica, limitando con ello su trabajo a las reparaciones menores de maquinaria, debiendo los buques atender daños mayores con su propia dotación o utilizando las capacidades, experiencia e instalaciones de astilleros del exterior.

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Cambios en la organización de la Armada

En el Registro Oficial (R.O.) No 61 de abril/1906 se publica el Reglamento de Policía Marítima para los puertos de la República del Ecuador, mediante el cual se establece que los capitanes de puerto tienen la autoridad en los puertos y caletas marítimas y fluviales; apoyarán al poder judicial para capturar criminales y delincuentes y retener a los arraigados. Los capitanes de puerto son los jefes de la policía marítima y fluvial, tienen autoridad sobre los capitanes, oficiales, tripulantes y pasajeros de las naves nacionales y extranjeras así como sobre el personal de los gremios navales.

En el R.O. No 149 de agosto de 1906, se publica el Ceremonial Marítimo. Este documento contiene el conjunto de formalidades establecidas para ser cumplidas por los miembros de la Armada del Ecuador en los diversos actos públicos y solemnes; muchas de estas formalidades no tienen el carácter de inflexibles, imperando el criterio de la autoridad responsable para su aplicación.

En octubre de 1906 en el R.O. se publica el mensaje del general Eloy Alfaro al Congreso Constituyente, que entre otras cosas dice:

“No cumpliría un deber de justicia y de patriotismo si no os recomendara a nuestro denodado Ejército; cuyas dotes militares son una firme garantía para el liberalismo y para la seguridad de la Nación. El valor indómito, la abnegación, la disciplina, la constancia en la defensa de los principios liberales, el amor ardoroso a la Patria hacen del Ejército ecuatoriano una colectividad digna de la atención preferente de todos los altos Poderes del Estado… no muy tarde, tendrá la República un Ejército bien organizado e instruido, que rivalice con los mejores del continente, para lo cual el Gobierno ha iniciado la compra de cincuenta mil fusiles Manglicher reformado, calibre siete nueve con las municiones necesarias; elementos de guerra comprados al señor Georg Grotstneck, de Berlín. También se ha negociado con el Sr. F.U. Falcinelli G. dos baterías de artillería sistema Skoda, austriaco, con las municiones necesarias…”

En el R.O. 215 del sábado 27 de octubre de 1906, mediante Decreto se publica el Reglamento para la Escuela Naval y de Ingenieros a bordo del “Marañón”. En el cual se establece a bordo del crucero “Marañón”, la Escuela Naval y de Ingenieros, determinando el número de alumnos y los cursos de admisión.

En noviembre de 1906, el presidente interino de la República, Eloy Alfaro, decreta que se hace necesario rebajar el personal que actualmente sirve a bordo del buque escuela “Marañón”, será de ciento sesenta y nueve hombres de capitán á paje; el personal contratado (extranjero), constará de dos jefes y nueve oficiales de guerra y mayores, un sub-oficial, nueve sargentos de mar, once cabos de mar y dos marineros primeros. El personal nacional se compondrá de cinco oficiales de guerra y mayores, nueve sargentos de mar, catorce cabos de mar, ochenta y siete marineros y gente de máquina, quince de servidumbre y cinco empleados.

De igual forma en el R.O. No 312 de 1907, decreta que en todo buque de la Armada Nacional habrá los siguientes cargos: oficial de detalía, oficial de derrota o navegación, oficial artillero, oficial torpedista y minero, oficial de maniobras y botes, ingeniero, cirujano y contador.

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Mediante Decreto Ejecutivo publicado en el R.O. No 355 del 20 de abril/1907, se pone en vigencia el Reglamento del Oficial Artillero de la Armada Nacional, decretándose que en todo buque de la Armada habrá un oficial de guerra con el cargo de artillería, el mismo que será nombrado por el comandante, eligiéndolo de entre los de mayor graduación o antiguos o competentes y permanecerá en el desempeño de su cargo un año por lo menos, quien será responsable del cuidado y vigilancia de todo lo concerniente al servicio de la artillería; es decir, los cañones de grueso, mediano y pequeño calibre, las ametralladoras, rifles, sables, ascensores, pólvoras, cargas, proyectiles, artificios, salvavidas de patentes, extinguidores, las mismas que deberán estar siempre listas para ser utilizadas.

Este reglamento era muy completo en su contenido, ya que determinaba en forma explícita las responsabilidades que tenía el oficial artillero, por lo que muchos de los artículos de este reglamento, se mantienen hasta la actualidad en los buques de la Armada.

En el R.O. No 408 del 27 de junio/1907 se publica el Reglamento del Arsenal de Marina, a cargo del Inspector General de Máquinas de la Armada. Mediante este Reglamento se establece en el puerto de Guayaquil un Arsenal de Marina, lo que constituye en la actualidad los Astilleros Navales Ecuatorianos. Se destaca que el Inspector y Director tenía la facultad de efectuar en los talleres, reparaciones y trabajos particulares y su producto sería utilizado con el exclusivo objeto de fomentar y ampliar los talleres. Se implementó con cinco secciones a saber:

Primera Sección.- Maestranzas de arsenales que a su vez se dividían en talleres de mecánica, herrería, calderería, y cobrería, fundición, carpintería, ebanistería, y modelería, para efectuar todas las reparaciones, reformas, repuestos y todo lo que fuere necesario en los diferentes departamentos de los buques o secciones de la Marina de Guerra.

Segunda Sección.- Consumos generales, o sea el aprovisionamiento de consumos a los buques y secciones, ya sea trimestral o semestralmente.

Tercera Sección.- Repuestos, excluidos y remplazados.

Cuarta sección.- Ropas y servicios de mesa, es decir: paños, sargas, brines y lonetas y toda clase de insignias para oficiales y demás tripulaciones de Marina.

Quinta sección.- Armas de guerra y municiones; todo lo concerniente a armas de guerra, cañones, rifles, revólveres, sables, etc., que se usen en los buques de la Armada así como las municiones.

La misión naval chilena

Antecedentes

La Guerra del Pacífico, conocida también como Guerra del Salitre, tuvo lugar entre 1879 y 1883. Fue una de las guerras más importantes en la historia de América del Sur, situando en un primer plano el papel del ejército chileno. Esta guerra entre hermanos americanos enfrentó a Chile, Bolivia y Perú.

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Durante años el desierto de Atacama (al sur de Bolivia y al norte de Chile) fue ignorado por ambos países; pero todo cambió al descubrirse que existían importantes yacimientos de salitre. En Antofagasta, perteneciente a Bolivia, se instaló la Compañía de Salitre de Antofagasta, de capitales chilenos iniciando las exportaciones del oro blanco a Europa el 1 de mayo de 1872. Hubo dos tratados de límites; el último, firmado por los presidentes Federico Errázuriz de Chile y Tomás Frías de Bolivia en 1874, donde se ratificaba el paralelo 24 grados latitud sur como límite entre los dos países.

Perú puso en vigencia el 28 de marzo de 1875 una ley mediante la cual expropió las oficinas salitreras de Tarapacá, pagando a sus antiguos propietarios con certificados. En 1879 el presidente boliviano Tomás Frías fue derrocado por un golpe de Estado encabezado por el general Hilarión Daza. Este decretó un nuevo impuesto de 10 centavos por quintal de salitre exportado. La Compañía de Salitre de Antofagasta se negó a pagarlo. Entonces Daza ordenó el embargo y remate de esa empresa.

El gobierno chileno salió en defensa de los capitalistas de ese país; rompió relaciones con Bolivia y el día señalado para el remate, 200 soldados al mando del coronel Emilio Sotomayor ocuparon Antofagasta, impidiendo la subasta. El 1 de marzo, Bolivia declaró la guerra a Chile. Otro tanto hizo Perú, quien en 1873 había firmado un pacto con Bolivia. El 5 de abril, Chile declaró la guerra a los aliados. Hacia fines de 1879 Tarapacá quedó en manos de las tropas chilenas.

A las disputas territoriales con Bolivia y Perú, se agregaron los conflictos fronterizos entre Argentina y Chile, por lo que el ejército chileno consideró de suma importancia asegurar sus fronteras, para lo cual requería contar con un ejército moderno, fuerte, de potencial bélico, del cual Chile no disponía para la década de 1880.

Chile necesitaba de expertos militares, quienes además de su alta capacidad teórica contaran también con experiencias militares. Escogieron como ejemplo al modelo militar prusiano y entre 1880-90 arribaron al país andino instructores alemanes con una gran experiencia de guerra. En 1885 el Gobierno chileno contrató al capitán de artillería alemán Emil Körner como instructor. El contrato tenía una duración de cinco años, sin embargo, este contrato traspasó el marco original del acuerdo.

Los primeros resultados de este entrenamiento se demostraron con motivo de la guerra civil que tuvo lugar en 1891, cuando el nuevo ejército organizado por el instructor alemán triunfó sobre las fuerzas sublevadas contra el presidente Balmaceda. Este éxito inicial hizo que el Congreso chileno reunido en septiembre de 1891 promoviera a general de brigada al capitán Körner como premio, reforzándolo en su cargo de Estado Mayor. Fue ascendido a general de División en 1896, el mayor rango militar chileno hasta ese entonces. Con este alto rango el capitán prusiano alcanzó una situación privilegiada y excepcional, logrando un poder que hizo posible la expansión casi ilimitada de la influencia militar alemana en Chile.

Chile fue el primer país latinoamericano que introdujo, en 1900, el servicio militar obligatorio. Sus vecinos respondieron con respuestas similares. Argentina y Perú lo introdujeron en 1901, mientras que Bolivia lo hizo en 1907. La implantación del servicio

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militar y la instrucción según el modelo alemán trajo como resultado el que en la primera década del nuevo siglo, Chile contara con el ejército más poderoso, el mejor instruido de América Latina, así como uno de los mejores armados.

El primer destino de la misión militar chilena en 1899 fue Ecuador. El Ejército Ecuatoriano en 1905 envió ya a 30 de sus oficiales a la Escuela Militar de Santiago. Una vez establecida la Misión Naval, en 1906 se encontraban becados en la Escuela Naval chilena en Valparaíso los cadetes Carlos Gómez Santistevan y N. Toral y en la Escuela de Aspirantes a ingenieros los alumnos Ernesto Chacón, Luis Román y Remigio Crespo.

El apogeo del Ejército chileno se manifestó el 18 de septiembre de 1910, cuando Chile celebró el centenario de su independencia. El desfile militar fue el principal punto de atracción de las fiestas del centenario de dos semanas de duración. El general Von Pfuel, representante del emperador Guillermo II, declaró con satisfacción que “entre los desfiles de Santiago y el de Tempelhof cercano a Berlín no hay ninguna diferencia”. A este evento asistió el Dr. Luis Cordero ex presidente de la República con el cargo de Enviado Extraordinario y ministro Plenipotenciario del Ecuador, asignado por el presidente Eloy Alfaro. Esta misión diplomática estuvo integrada entre otras personalidades por el coronel Olmedo Alfaro y el capitán de fragata Francisco Fernández, edecán de Luis Cordero.

La participación de la Misión Naval chilena en la Armada del Ecuador se inicia con la adquisición del buque “Marañón”.

Buque Escuela “Marañón”

El capitán de fragata Mariano Sánchez en su libro Buques y Personajes escribe:

“Inicialmente el vapor mercante “Águila» de la compañía de navegación Ansaldo (Chile) fue comprado por los balmacedistas en la guerra civil chilena de 1891. Terminada la misma se lo rebautizó como “Casma” y pasó al servicio de la Armada Nacional, siendo armado en guerra. En 1905 lo adquirió el Gobierno ecuatoriano, arribando a Guayaquil el 24 de mayo del mismo año y se lo denominó buque escuela “Marañón”. A su bordo se reabrió la Escuela Naval en agosto de 1905. Tenía una dotación de 13 oficiales, 110 individuos de tropa y 14 cadetes navales, comandados por el capitán de navío Carlos E. Fuensalida (de la Armada de Chile), la mayor parte de la dotación la componían contratados chilenos”.

(1905-1907) buque escuela Marañón, h“Al siguiente año viajó a Talcahuano con el fin de limpiar sus fondos y

prestó ayuda a los damnificados del terremoto de Valparaíso. A su retorno lo comanda el capitán de fragata Rubén Morales, también chileno. En 1907 fue canjeado al Gobierno de la Estrella Solitaria por el cazatorpedero “Almirante

Simpson”. Su armamento consistía en dos cañones de 76 mm y

desplazaba 2.627 toneladas”.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

En el R.O. No 510 del 30 de octubre/1907, Eloy Alfaro decreta que inmediatamente después de ser recibido, por el Comandante General de Marina del Distrito del Guayas, al buque de guerra “Almirante Simpson”, se le denominará “Libertador Bolívar”, en homenaje al padre de la gran patria colombiana.

Cazatorpedero “Libertador Bolívar”

Fue construido en 1896 en Inglaterra y se llamó “Lion” y pasó a la Armada de Chile con el nombre de “Almirante Simpson” fue adquirido por el Gobierno del Ecuador a cambio del buque escuela “Marañón”; arribó a Guayaquil los primeros días de noviembre de 1907 y tomó el nombre de “Libertador Bolívar”. Su primer comandante fue el capitán de navío Rubén Morales Perón (oficial de la Armada de Chile). Este fue el primer buque de guerra de la Armada del Ecuador del siglo XX; se lo identificaba como cazatorpedero, pero en realidad era del tipo guardacostas; sus características eran: eslora 240 pies, manga 27½ pies, puntal 15 pies, desplazamiento 858 toneladas, calado medio 8½ pies, 2 máquinas de triple expansión de 4500 IHP, 4 calderas tipo Normand de una velocidad máxima de 21 nudos; su dotación era de 166 hombres en tiempo de guerra y 128 en tiempo de paz; su armamento constaba de 2 cañones Elswick de 120 mm, 4 cañones Hothkess de 47 mm, 3 tubos lanzatorpedos; dos estaban situados en cubierta, uno a proa estribor y otro a popa babor y un tercero bajo cubierta en la proa.

(1907-928) cazatorpedero “Libertador Bolívar”, sirvió en la campaña de Esmeraldas de 1913 a 1916. Foto Archivo Histórico del Inhima.

Participó en defensa de la Patria durante la amenaza de guerra con el Perú en 1910; en 1911 se entrenaron guardiamarinas a bordo de este buque. Además del

Comandante del buque había otros oficiales de la Armada de Chile tales como: capitán de corbeta David Puyol Trincado y el teniente primero Oscar Ferrari Páez.

Jefes y oficiales de la Misión Naval chilena, 2. Oficiales y marinería del cazatorpedero “Libertador

Bolívar”. 3. Capitán de corbeta D. Heli Núñez, primer jefe de la Misión. 4. Club Sport Bolívar. 5. Marinería del “Libertador Bolívar”. (Foto Archivo

del Inhima.)

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LA ARMADA DURANTE EL PERIODO ALFARISTA... (1895-1916)

La participación de la Misión Naval chilena se forja a través de contratos de prestación de servicios profesionales entre oficiales chilenos y la Armada del Ecuador; así tenemos que el 6 de mayo de 1905, se firma un contrato por medio del cual el capitán de fragata Carlos Fuenzalida, el teniente 1ro. David Puyol y los tenientes 2dos. Oscar Ferrarí y Víctor Cabezas se comprometen a conducir al Ecuador el transporte “Casma” e instruir al personal ecuatoriano que debía hacerse cargo de la nave, con las asignaciones mensuales de 100, 50 y 35 libras esterlinas, respectivamente.

Algunos contratos de personas chilenas y nacionales

Los contratos de prestación de servicios se firmaban de gobierno a gobierno a través del Ministerio de Guerra y Marina o de las representaciones diplomáticas en otros países. En ellos se establecía el cargo, sueldo, tiempo de duración y una cláusula que establece la condición de darse por finalizado el contrato por enfermedad, mala conducta e incompetencia profesional.

Revisados los contratos entre 1906 y 1907 con profesionales extranjeros se encuentran: Daniel Aris como alto artillero en la Marina de Guerra con sueldo de 6 cóndores; José Inostrosa, guardián en la Marina de Guerra, 7 cóndores; Rafael Jamett, capitán de alto artillero, 6 cóndores; Luis Flores, director de Arsenales, inspector general de máquinas e ingeniero Primero, 50 cóndores; Justo Zúñiga, guardián, 7 cóndores; Juan J. Ortiz Acosta, fogonero primero, 7 cóndores; José Tomás Sánchez, capitán de altos, 5 cóndores; teniente de la Armada de Chile Sr. Octavio Olger, asimilado capitán de corbeta como segundo comandante, oficial de detall, subdirector de la Escuela Naval y director de las obras de fortificación, 50 cóndores; teniente de la Marina de Chile Sr. Oscar Ferrari Páez, asimilado capitán de fragata como primer comandante de uno de los buques de la Armada y director de la Escuela Naval, 60 cóndores; Roberto A. Espíndola, asimilado ingeniero primero con cargo de máquinas, 35 cóndores

Como técnicos nacionales: Teodomiro Méndez, farmacéutico, 10 cóndores; Luis González, capitán de altos, 5 cóndores; Alejandro Hidalgo, capitán de alto Artillero, 5 cóndores y otros más. Como se puede observar se contrató al personal profesional necesario para tripular los buques recientemente adquiridos, ya que el personal permanente era muy escaso.

La crisis internacional de 1910

Ante el peligro de un conflicto bélico con el Perú, por el fracaso del arbitraje del Rey de España, llevaron al Ecuador a desconocer este laudo aún antes de ser promulgado, pues se sospechaba que iba a ser contrario a las aspiraciones de nuestro país. El grito “Tumbes, Marañón o la Guerra” levantó el espíritu nacional y el país entero se dispuso a tomar las armas en defensa de sus derechos; la Nación se movilizó; la pequeña Fuerza Naval entró en gran actividad; se compraron armas modernas; se fortificó la frontera sur y el fuerte de Punta de Piedra convirtiéndola en batería de costa, para la defensa del Puerto de Guayaquil.

Considerando que la provincia de El Oro sería el eje de concentración de tropas, pero que carecía de vías de comunicación en forma casi absoluta, el camino obligado era la vía

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

marítima; por lo que los buques fueron alistados para cualquier eventualidad, sobre todo para el transporte de tropas y servicio logístico. El caza-torpedero “Bolívar” debía estar con sus calderas a presión y listo para zarpar, para trasladar al presidente Alfaro al frente de batalla. Efectivamente, el presidente Alfaro se trasladó a la provincia de El Oro para dirigir las tropas al viejo estilo guerrillero.

Chile en febrero de 1910, vendió a Ecuador gran cantidad de armas de todo calibre, que fueron embarcadas en un total de 731 bultos. Estas compras, indudablemente costosas, sirvieron para fortalecer la defensa y equipar al Ejército y a la Marina.

Base fortificada de Punta de Piedra

El 16 de agosto de 1909 se firma la escritura de préstamo gratuito y perpetuo entre la familia Rodríguez (propietaria de la hacienda La Josefina), y el Supremo Gobierno, para levantar una fortificación y mantener allí la tropa necesaria para su operatividad. Se completaron sus fortificaciones con ocho cañones Armstrong de 120 mm en emplazamientos distribuidos en la colina Punta de Piedra y cerro Atahualpa que dominaban el río, además de otros cañones de menor calibre.

Fuerte de Punta de Piedra. Se observan cañones de distintos calibres y el personal del mismo. 1910. (Foto archivo del Inhima).

Según el historiador contralmirante Monteverde “se trasladó de Guayaquil a punta de Piedra los cañones que habían llegado en el “Marañón” y que se conservaban en el depósito de Artillería (situado en las calle San Martín y la orilla).

El “Libertador Bolívar” remolcó las balsas de la Aduana en las que se transportó este material. Esta primera remesa de material bélico a punta de Piedra estaba constituida de la manera siguiente: 3 cañones de 12 cm. modelo de 1891, 2 cañones de 76 mm modelo 1898, 3 cañones de campaña de 76 mm, 23 cañones de 76 mm modelo 98 y 1 cañón de 47 mm modelo 1881. Los 3 cañones de 12 cm modelo de 1891, los dos de 76 mm modelo 1898 y el de 47 mm modelo de 1881 eran de tipo naval, es decir con montajes fijos, pero los otros eran de montaje en ruedas, para uso en tierra”.

La primera preocupación de la Armada y de la Misión Naval chilena fue la formación de oficiales y tripulantes por medio de institutos serios y permanentes, que debían remplazar a los cursos prácticos de cadetes y tripulantes, a bordo de los buques. Paralelamente a este proyecto, estaba la formación de especialistas e ingenieros navales. Por lo que la base fortificada

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de punta de Piedra, se incrementó con una Escuela de Grumetes y la Escuela de Especialistas de Artillería, Minas y Torpedos.

La existencia de la base de punta de Piedra fue el comienzo de una época de expansión y crecimiento de la Armada, que puso allí su base más importante, la que sirvió también para el mantenimiento de las unidades en forma más cuidadosa, gracias a los ingenieros navales y mecánicos que iban aumentando.

El año de 1911 es el de máximo desarrollo, pues se instituye la Escuela de Grumetes y de Especialidades, de Artillería, Minas y Torpedos. Llegan especialistas y otros contratados por la Misión de Chile para dirigir y entrenar a los cursos que se abren en punta de Piedra, no solamente para la Marina, sino también para el Ejército. Los contratados chilenos fueron numerosos, excesivamente numerosos, pues llegaron hasta marineros y mozos, a costa del Gobierno, muchos de los cuales se quedaron a vivir indefinidamente en Ecuador.

Se construyeron instalaciones para gran número de gente, que a momentos debió pasar de 200 hombres, pues allá iban también artilleros y personal del Ejército. Fue considerado como una base mixta, de la Marina y del Ejército, no sólo por la dependencia de la Marina al Ejército, sino también porque la defensa de costas podía considerarse una función de las fuerzas de tierra. Eso explica que después de 1912, la batería de punta de Piedra esté comandada casi constantemente por oficiales de la Fuerza Terrestre. El fuerte fue también utilizado como depósito de municiones, material de guerra. En la actualidad pertenece a la Armada como un destacamento pero no asigna personal naval; lastimosamente, las instalaciones eran todas de madera y canchones de material muy deleznable y de ellas no ha quedado ninguna.

El comandante Rubén Morales en julio de 1911, propuso en este lugar la construcción de un “astillero-varadero”, para la reparación de los buques de la Armada y de otras naves nacionales y extranjeras. El proyecto se realizó pero no en punta de Piedra, sino en Posorja.

La decadencia de esta base, se inicia por la situación política de los años 1911 y 1912 que causó grandes gastos y perturbó la estabilidad del Gobierno; afectó los proyectos; su mantenimiento era excesivo ya que todo debía traerse de Guayaquil. El clima era y sigue siendo malsano por los terrenos pantanosos que lo rodean, produciendo enfermedades como paludismo y fiebre amarilla, causando muchos enfermos que debieron trasladarse a Guayaquil; el mismo comandante Ferrari cayó enfermo de fiebre amarilla en 1912. Todo este cúmulo de eventos causó el cierre de las dos escuelas (de grumetes y de especialistas de artillería, minas y torpedos), por lo que las actividades de la Armada poco a poco regresaron nuevamente a Guayaquil.

La Escuela Naval en Quito

Mediante Decreto del presidente Eloy Alfaro del 9 de abril de 1911, se crea la Escuela Naval en Quito lejos de su lugar natural junto al mar, considerando que el desarrollo que le corresponderá al Poder Naval del país en el futuro, requiere la formación de oficiales de Marina; pero que debido al clima, que interrumpe a menudo el buen funcionamiento de los estudios, no han dado buenos resultados los diversos cursos establecidos en Guayaquil.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

Se menciona además que en la mayoría de los países del continente, la Escuela Naval funciona en tierra y en la capital de la República; por lo que considera conveniente que ésta funcione en Quito, desde donde cuando haya que efectuarse la instrucción práctica de los alumnos, puede llevarse a cabo con facilidad, debido a la rapidez de comunicación con Guayaquil y el océano Pacífico.

El capitán de navío Rubén Morales, jefe de la Misión Naval chilena y asesor del gobierno del Ecuador es nombrado director de la Escuela Naval, que inicia su funcionamiento el 18 de abril de 1911 con los siguientes instructores: capitán de corbeta Rafael Andrade Lalama, Ing. 1º. Pedro Briones, ingeniero 2º. Benigno S. Abad y como instructor militar el alférez del Ejército Manuel María Cevallos, quien posteriormente pasó a las filas de la Armada, retirándose de ésta con el grado de capitán de corbeta.

En sus inicios la Escuela Naval funcionó junto a la Escuela Militar en el edificio de la Exposición actual complejo del Ministerio de Defensa Nacional en la Recoleta, hasta cuando tuvo local propio en el lugar donde antes funcionó la Academia de Guerra del Ejército, situado en la calle Ambato al pie del Panecillo.

Fachada del edificio del Palacio del Ecuador en la Exposición Nacional de 1909, que posteriormente fue la Escuela Militar y la Escuela Naval; hoy es el Ministerio de Defensa Nacional. (Foto archivo MCE).

Como anécdota se anota la extraída del libro La Armada del siglo XX escrito por el doctor Octavio Latorre:

“El comandante Morales, que en un principio aceptó la idea de la creación de la Escuela Naval en Quito, tuvo que encontrar una solución “salomónica”, que para nosotros nos parece algo extraña: la construcción de un tercio de buque de cemento en una de las quebradas del Machángara, cercana al barrio la Magdalena”.“El 17 de mayo solicitaba el comandante Morales una asignación al Gobierno por la cantidad de 3.000 sucres para la obra que tendrá “un palo de maniobras”, y además instalaciones anexas... y que vendría a llenar una verdadera necesidad y servirá para ejercitar a los alumnos en cualesquiera de las Escuelas Militares y también para instalar en su palo, la antena de telegrafía sin hilo.”“El tercio del casco de cemento se construyó efectivamente al Sur del Panecillo, como queda dicho, y su costo en aquél tiempo fue de 5.693 sucres, los trabajos se realizaron bajo la dirección de Mr. de Wind. Allí permaneció por muchos años, como un tributo a las adaptaciones forzadas, dadas las condiciones de la época. El sitio ha sido ocupado por las nuevas urbanizaciones de Quito, la quebrada ha desaparecido, por lo que no es posible sino imaginarse aquellas prácticas marineras en un buque de cemento, en medio de los Andes”.

Pese al empeño del comandante Morales de impulsar la Escuela Naval y al no recibir el apoyo del Gobierno, solicitó el desahucio de sus servicios en diciembre de 1912. Posteriormente fue su director el teniente de fragata Juan Francisco Anda y Maldonado.

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LA ARMADA DURANTE EL PERIODO ALFARISTA... (1895-1916)

El 1 de marzo de 1913 la Escuela Naval reinició sus actividades bajo la dirección del coronel Ricardo Garzón, de tal forma que un oficial del Ejército se encargó de la formación de oficiales de la Armada; terminando de esta manera, el período de fructífera labor de la Misión Naval de Chile en el Ecuador, que oficialmente se extiende desde el año 1905 hasta 1912, pero que sin embargo permaneció hasta 1916.

Los nombres de los oficiales chilenos que integraron la Misión Naval entre otros son: Rubén Morales, Oscar Ferrari y Carlos Fuensalida, quienes se ganaron con justicia un sitial dentro de la historia de la Marina de Guerra por su trabajo, ya sea en el buque escuela “Marañón” y “Libertador Bolívar”, así como en la Escuela Naval de Quito, formando oficiales profesionales que posteriormente fueron los forjadores de la Armada del Ecuador.

Cabe destacar que aún cuando la Misión Naval chilena ya había finalizado su labor en Ecuador, los marinos ecuatorianos siguen hasta la actualidad viajando a Chile para continuar sus estudios navales, lo que constituye hitos que han forjado verdaderos lazos de amistad entre ambas instituciones que han perdurado inalterables en el tiempo.

Participación de la Armada en la campaña de Esmeraldas

Edison Macías en su libro “Historia General del Ejército Ecuatoriano” manifiesta que “La revolución alfarista que tuvo trágico episodio con el holocausto de su líder principal y otros importantes caudillos, generó sentimientos encontrados: arrancó una sonrisa siniestra de labios amoratados por el odio y el rencor, pero hizo también verter lágrimas de impotencia y despecho de las almas agradecidas de la revolución… El coronel Carlos Concha Torres, partidario y protagonista de la Revolución Liberal, decidió vengar la sangre mártir de sus superiores y compañeros, y proseguir la lucha que había quedado inconclusa en las abrasadoras llamas de una espeluznante pira”. Estas frases encierran el clima de descontento que sintió el pueblo ecuatoriano y su desaprobación por el Gobierno del general Leonidas Plaza Gutiérrez y, en especial, el pueblo esmeraldeño que esperaba el cumplimiento de todos sus principios y objetivos de esta revolución.

Los acontecimientos se inician el 24 de septiembre de 1913 cuando el coronel Carlos Concha Torres a la cabeza de un grupo de 30 personas, atacó el cuartel de policía de la ciudad de Esmeraldas, apoderándose de una cantidad de armamento con el cual intentaron tomarse el cuartel del batallón “Manabí”, con el apoyo de personal de tropa de ese batallón, que lo conformaba en su mayoría gente esmeraldeña. Los revolucionarios del coronel Concha no lograron su objetivo ya que un grupo de marinos del crucero “Cotopaxi” (posteriormente BAE “Calderón”) lo impidió.

El contralmirante Monteverde en su obra “La Marina de Guerra en la Campaña de Esmeraldas 1913-1916” dice:

“La intervención oportuna y decidida de la marinería que tenía como parte de su armamento dos ametralladoras Colt, determinó la derrota de los atacantes al cuartel, que se vieron obligados a replegarse hacia el interior de la selva, para continuar la guerra de guerrillas, utilizando el armamento que habían logrado obtener del cuartel de Policía. Los revolucionarios tuvieron en

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esta acción cinco muertos y diez heridos, mientras que del lado de las tropas del Gobierno hubo un oficial muerto y muchos heridos, algunos de gravedad”.

El 27 de septiembre, mediante una proclama que fue conocida en Quito y Guayaquil, el coronel Concha, hacía conocer las causas por las cuales se levantaba en armas contra el gobierno de Leonidas Plaza.

El aislamiento de la provincia de Esmeraldas en aquella época era casi total, la única vía de comunicación con el resto del país era la marítima debido a la naturaleza selvática y carencia casi total de vías de comunicación internas, por tanto era justo el resentimiento de sus habitantes con el Gobierno Central, a quien atribuían despreocupación por todas las necesidades de la provincia.

Al conocer estos acontecimientos, el Gobierno dispuso que el ministro de Guerra y Marina general Juan Francisco Navarro, se dirigiera a Esmeraldas. Viajó a esa ciudad en el cazatorpedero “Libertador Bolívar”. El buque arribó el 28 de septiembre, a las 10 de la mañana transportando 100 hombres del batallón “Guayas”, al mando del mayor Héctor Icaza.

Es muy posible que entre los oficiales del buque “Libertador Bolívar” hubiera adeptos a esta insurrección, por lo que el historiador Julio Estrada, afirma que los revolucionarios esperaban con interés la llegada de este buque de la Armada, vista tenían conocimiento que un grupo de oficiales estaba apoyando la revolución, pero no fue así, ya que el complot fue descubierto y cambiaron la fecha de arribo del buque.

Las tropas gubernamentales el 8 de octubre, proceden a buscarlo siguiendo el curso del río Esmeraldas; éstas fueron atacadas por los rebeldes sufriendo la muerte a dos clases y un soldado y dispersando a los demás, excepto al capitán Oviedo y algunos soldados que fueron capturados, por lo que la tropa restante decidió regresar inmediatamente a Esmeraldas.

Leonidas Plaza Gutiérrez y parte de su Gabinete. Archivo Histórico del MCE.

Los fusiles abandonados por la tropa gubernamental durante la huida, aumentó el arsenal de los rebeldes que se sintieron triunfadores. Este resultado adverso obligó a que el Gobierno reconozca la gravedad de la situación, la que demandaba mayor energía para combatir la insurrección del pueblo esmeraldeño, conocedor del terreno y acostumbrados a la lucha en la selva, quienes al mando de un experimentado comandante, se presentaban casi invencibles.

Las tareas de transporte de tropas y de apoyo logístico, estaba a cargo de las unidades navales que operaban en el Teatro, éstas estaban bajo el mando militar del Jefe de Operaciones. Estos buques eran el cazatorpedero “Libertador Bolívar”, guardacostas “Patria”, crucero “Cotopaxi”,

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torpedero “Tarqui”, este último un buque muy pequeño, sin artillería ni torpedos, ya que el tubo lanzatorpedos que le fue instalado en el año 1910, para esta fecha ya había sido retirado y el vapor “Montealto”.

Es necesario aclarar que la Armada en 1913 no disponía de buques adecuados para tareas de transporte de tropas, situación que obligó a utilizar toda clase de buques, incluyendo balandras que fueron remolcadas por buques a motor. Consciente de estas limitaciones, el año 1913 el Gobierno adquirió el buque mercante “Hatasu”, dándole el nombre de “Constitución” y el yate Cavalier rebautizado como guardacostas “Patria”.

Torpedero “Tarqui”

Su nombre anterior era “San Nicolás” fue entregado a la Armada Nacional por el señor Darío Moral. En 1910 fue adaptado para fondear minas y lanzar torpedos; tenía un desplazamiento de 50 toneladas; desarrollaba una velocidad máxima de 13 nudos; su dotación era de 12 tripulantes. En 1911 su comandante es el ingeniero 3ro. Victoriano Donoso. Durante la campaña de Esmeraldas participa de manera activa en las acciones navales que se realizaron.

En 1917 se lo reclasifica nominándole como cañonero y posteriormente como aviso cuando se lo retira el armamento. Después de ser reconstruido por el Arsenal de Marina, en 1932 participa junto al cañonero “Cotopaxi” en el llamado combate naval de Gala.

El 25 de julio de 1936 se perdió en los bajos de la isla del Muerto mientras realizaba trabajos para instalar una boya luminosa.

Transporte de guerra “Constitución”

Era un buque carbonero (transporte de carbón) de 5.417 toneladas, de bandera inglesa, fue adquirido a un costo de $257.550 y se lo armó con dos cañones Armstrong de 76mm. En diciembre de 1913 es nombrado comandante el teniente de fragata Juan Francisco Anda y en 1915 es comandado por el teniente de fragata Diógenes Fernández. Este buque fue de gran utilidad para transportar la tropa durante la campaña en Esmeraldas, a pesar de que no se realizó ninguna transformación en su estructura para transportar soldados. Una vez finalizada la campaña de Esmeraldas, por decreto del Congreso del 7 de octubre de 1915 se autoriza su venta.

(1913 -1915) Transporte “Constitución”. Archivo Histórico del Inhima.

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Guardacostas “Patria”

El guardacostas “Patria” era un yate de 312 toneladas, empujado por una hélice movida con una máquina a vapor; tres mástiles dando una velocidad de 12 nudos y se armó con una o dos piezas de 76mm. Mientras se realizaban los trabajos para convertirlo en un buque de la Marina de Guerra pasó un gran tiempo inactivo; es por eso que su primera operación en la campaña de Esmeraldas fue en el mes de octubre de 1914, justamente cuando casi todos los otros buques estaban inoperativos.

(1913-1918) Guardacostas “Patria”. Archivo Histórico del Inhima.

Pasada la medianoche del 12 de octubre de 1818 el guardacostas “Patria”, zarpó de Guayaquil rumbo a la isla Puná, a bordo viajaba el embajador de Austria y el señor Rafael Pino Roca, ministro de

Guerra y Marina; el comandante del buque era el teniente de fragata Manuel María Cevallos.

Al poco tiempo de navegar se produjo el varamiento del buque a la orilla derecha del río Guayas, frente a la hacienda Josefina, aproximadamente a 15 millas de Guayaquil. Los esfuerzos que se dieron para salvar al buque fueron en vano, se intentó con la participación del teniente de fragata Diógenes Fernández Ampuero, comandante del cazatorpedero “Libertador Bolívar”; con la contratación de la compañía italiana pero fue imposible desvararla. El buque permaneció en ese lugar por muchos años, hasta que por la acción del tiempo y la corriente del río lo destruyeron hasta desaparecer.

Vapor “Montealto”

Al iniciarse la campaña de Esmeraldas en 1913, sirvió con el nombre de “Montealto”, en 1914 consta con el mismo nombre y bajo el comando del alférez de fragata Juan Teobaldo Constante; ese mismo año pasó a la Armada en forma definitiva con el nombre de “Enrique Valdez”, en homenaje al coronel del mismo nombre, que murió durante uno de los combates de esa campaña.

Presta sus servicios a la Armada hasta 1934 en que es transferido al Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, el mismo que hasta inicios del presente siglo navegó por el río Guayas con su característico color rojo.

(1913-1934) vapor “Enrique Valdez” ex “Montealto”. Archivo Histórico del Inhima.

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Situación del personal de oficiales y tripulantes de la Armada.

En lo que concierne al personal naval: los oficiales superiores en servicio eran pocos; ya antes hemos dicho que la transformación política de 1895, tuvo como consecuencias que los antiguos oficiales navales profesionales, como Bayona y otros, fueron remplazados por improvisados marinos de guerra cuyos únicos antecedentes eran haber servido antes a las órdenes del general Alfaro en las campañas de la revolución liberal: James F. Power, es el principal exponente de esta generación de marinos; fue remplazado como Comandante del “Cotopaxi” por el capitán de fragata Rafael Andrade Lalama, graduado en la Escuela Naval que funcionó a bordo del transporte “Nueve de Julio”.

El capitán de fragata Rafael Andrade Lalama era el oficial naval ecuatoriano, en servicio, de mayor jerarquía; todos los oficiales subalternos, eran aquellos graduados en la Escuela Naval a bordo del “Marañón”, en los cursos que se realizaron a bordo del “Libertador Bolívar” y en la Escuela Naval que funcionó en la ciudad de Quito, todos oficiales jóvenes sin la experiencia que se adquiere en largas navegaciones.

Los pocos oficiales que quedaron de la Misión Naval de Chile llenaban los vacíos que había en los principales puestos de mando. En el cazatorpedero “Libertador Bolívar”, el Comandante era un oficial chileno, lo mismo que los ingenieros y después, durante la campaña, el Jefe de Máquinas y otros oficiales ingenieros del “Constitución” fueron extranjeros contratados, lo mismo se observa en el “Patria”.

Capitán de fragata Rafael Andrade Lalama, comandante del cañonero “Cotopaxi”. Foto Archivo del Inhima.

En cuanto a las tripulaciones, el cambio político de 1895, no tuvo consecuencias importantes. Muchos tripulantes antiguos siguieron en servicio a bordo del “Cotopaxi”, aunque en el “Libertador Bolívar” había numerosos contratados chilenos, especialmente en máquinas y calderas. Los marineros y grumetes eran reclutados, directamente por los comandantes de los buques, entre los antiguos que antes habían servido a bordo, sin embargo en ocasiones se contrataba a individuos sin instrucción ni experiencia.

Primera fase de la Campaña

El 29 de octubre de 1913, el Gobierno declaró al Ejército en estado de campaña, y se formó la brigada “Esmeraldas” con los batallones “Guayas”, “Constitución”, “Quito”, el batallón de Reserva No 64 (formado a base de la columna Esmeraldas), Policía de Quito, una sección de artillería con dos cañones Krupp y todos los destacamentos sueltos que ya estaban en diversos lugares de la provincia. El coronel Celín Arellano fue designado comandante de la brigada. Ésta se completó con 1.244 hombres, casi en su totalidad procedentes de la Sierra.

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Por otro lado, los revolucionarios también fueron aumentando sus efectivos, con nuevos elementos que incentivados por el éxito de sus primeras acciones, se habían incorporado a sus filas, entre estos los mayores Julio Mena, Federico Lastra, Abelardo Bustamante y Rubén Ponce, oficiales en servicio pasivo que actuaron en la Campaña de 1912.

En estas circunstancias y las inciertas noticias de donde se encontraban las fuerzas revolucionarias del coronel Concha, sucede un hecho determinante para el futuro de las acciones bélicas, y es el desacuerdo entre el jefe de operaciones y el comandante de la brigada. El historiador naval contralmirante Carlos Monteverde dice al respecto:

“El coronel Velasco era de la opinión que no se debía buscar al adversario oculto en la selva, la reciente experiencia del desastre sufrido por el mayor Icaza pesaba fuertemente en su razonamiento, pero el comandante de la Brigada tenía diferente opinión y presionaba a su superior para que iniciara las operaciones inmediatamente, criterio que concordaba con los deseos del Gobierno de terminar con la subversión lo más pronto posible, lo que era también apoyado por el mando Superior del Ejército”.

El coronel Velasco Polanco contrario a su propio criterio, decidió iniciar las operaciones para terminar con los revolucionarios en el terreno que fuere, dispuso que el batallón “Constitución” reforzado por alícuotas de la Policía de Quito y al mando del coronel Alejandro Andrade Lalama, reconozca el sector de la orilla derecha del río Esmeraldas, mientras el batallón “Quito” y parte del batallón “Guayas” el margen izquierdo en ruta a Majua donde se estimaba estaba el coronel Concha con sus guerrillas.

Fue en el estero Cúquive en donde fueron prácticamente masacrados soldados y policías gobiernistas. En efecto, el 10 de diciembre de 1913 el batallón “Constitución” y la fracción de la Policía se encontraban en el paso de la cordillera del Guayabo; destacó por seguridad en la vanguardia al Tcrn. Ricardo Montenegro al mando de un pelotón de soldados a caballo.

Cuando la pequeña unidad de caballería se disponía a pasar el estero de Cúquive fue de improviso emboscada, sus miembros inmisericordemente aniquilados, inclusive su comandante Tcrn. Montenegro. Acto seguido fue atacado violentamente el grueso de la columna. La segunda y tercera compañías fueron prácticamente eliminadas. En el sangriento combate también fue dado de baja el Tcrn. Alejandro Andrade Lalama, hermano del capitán de fragata Rafael Andrade Lalama, comandante del “Cotopaxi”.

El 16 de diciembre se firma el acta de capitulación de las Fuerzas gubernamentales ante el ejército insurgente conocida como Convenio de Chinca, legalizado por el coronel Velasco Polanco jefe de Operaciones de las Fuerzas del Gobierno y el coronel Carlos Concha jefe de las Fuerzas revolucionarias. Mediante este convenio se acordó la entrega de todas las armas y municiones de las fuerzas del Gobierno al Jefe revolucionario a cambio de la libertad absoluta de jefes, oficiales y tropa, incluyendo a los prisioneros retenidos en Majua.

Entre los factores para esta derrota se anotan: el desconocimiento del terreno y la desestimación de la capacidad combativa del adversario; el desconocimiento e inexperiencia en combates de selva o de guerra irregular; el inadecuado empleo de unidades de combate en un medio desfavorable, como la utilización de la caballería en áreas densamente selváticas; la falta de

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coordinación entre las propias unidades, en un medio donde fácilmente se pierde el contacto visual y se desarticulan las comunicaciones.

Además debemos considerar que el Mando Superior del Ejército, estaba encabezado por el general Luis Cabrera, militar chileno al servicio de nuestra Patria como jefe del Estado Mayor general del Ejército ecuatoriano, profesional de mucho prestigio, pero formado doctrinariamente, bajo concepciones europeas especialmente alemanas y por consiguiente sin experiencia ni conocimiento alguno de la guerra de selva, quien emitía directivas y consejos relacionados con la manera de operar contra el enemigo oculto en la selva, que obviamente no fueron acertados.

Mirando desde el punto de vista netamente de las operaciones militares en tierra el Tcrn. Julio H. Muñoz respecto a la Misión Militar chilena comenta:

“los resultados de esas enseñanzas, (que tuvieron también por único escenario el callejón interandino), se pusieron en evidencia en la guerra civil de Esmeraldas, donde el fracaso de la educación militar que había recibido el Ejército ecuatoriano, no podía haber sido más completo ni más aterrador”.

Ocupada la ciudad de Esmeraldas por las fuerzas revolucionarias, dominaba este territorio el coronel Concha; quedando únicamente en el mar presencia militar del Gobierno, del que tuvo control absoluto durante toda la campaña, ventaja que no fue aprovechada por los jefes militares considerando que el coronel Concha no tenía ningún buque o embarcación.

El 15 de diciembre de 1913, el Gobierno decretó la organización del Ejército de Operaciones del Litoral con el contingente de 10 batallones y la movilización de las reservas; igualmente adquiere el buque “Constitución” para el transporte de las tropas al área de las operaciones.

El 17 del mismo mes, arriba a la rada de Esmeraldas el cazatorpedero “Libertador Bolívar” con el capitán de fragata Roberto Stone, ciudadano chileno, como su comandante, con la disposición de establecer el bloqueo del puerto de Esmeraldas.

La situación de Esmeraldas era tan preocupante que el general Plaza, decidió ir en persona a combatir a los revolucionarios, pero antes decreto la creación del Ejercito del Norte, responsabilizando del mando al general Rafael Arellano.

Las relaciones entre los comandantes de los buques “Libertador Bolívar” y “Cotopaxi” capitanes de fragata Roberto Stone Navajas (chileno) y Rafael Andrade Lalama respectivamente, no eran nada buenas, pues no existía entre ellos una relación de mando o subordinación, manifestando una tirantez y continuas desavenencias como nos manifiesta el alférez de navío Víctor Neumane en su diario de campaña. Esto se debía posiblemente por no haber un jefe naval superior a ellos, que ordene las maniobras cuando ambos buques debían realizar acciones coordinadas.

El 24 de diciembre de 1913 arriba a Esmeraldas el Gobernador de la Provincia G. García, con la orden del general Plaza al comandante del “Libertador Bolívar” de bombardear la ciudad de Esmeraldas “sin contemplación ninguna”, a lo que el comandante Stone se niega por no constituir un objetivo de las operaciones militares y por ser una gravísima infracción del

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Derecho Internacional en tiempo de guerra. A pesar de su negativa inicial, a las 09:00 horas del día 26 inició el bombardeo con sus cañones de 120mm con apoyo del “Tarqui” con sus ametralladoras, sobre las casas de La Boca, Tachina y otros lugares. No participó el “Cotopaxi” por encontrarse en Bahía de Caráquez donde estaba el general Juan Francisco Navarro, comandante en jefe del Ejército de Operaciones del Litoral.

Cañón de 120 mm del cazatorpedero “Libertador Bolívar” con el cual bombardearon Esmeraldas en 1913. Foto Archivo Histórico Ciudad Alfaro, Montecristi.

Antes del desembarco de las tropas del Gobierno, el “Libertador Bolívar” mantenía un riguroso bloqueo del puerto de Esmeraldas, y el

crucero “Cotopaxi” junto al aviso “Tarqui” mantenían vigilancia de costas y control de las comunicaciones. El transporte de tropas lo realizaba el vapor “Constitución” y algunas balandras que eran remolcadas. Resumiendo la situación; se podría decir, que los revolucionarios dominaban en toda la provincia y el Gobierno en el Teatro Marítimo.

Con la intención de infundir temor a las tropas revolucionarias que tenían bajo control a la ciudad de Esmeraldas, por decisión del general Navarro, el 10 de febrero de 1914 se realizó un segundo bombardeo en los que participaron el “Constitución” con sus cañones de 76mm, el “Cotopaxi” y el “Libertador Bolívar”. El contralmirante Monteverde manifiesta que: “Solo 11 minutos fueron suficientes para causar terribles efectos; tres minutos después del último disparo, se inició el incendio que destruyó una parte de la ciudad. El bombardeo de la ciudad de Esmeraldas, fue considerado por la opinión pública como una acción inhumana y por los militares y marinos, como innecesaria para los fines perseguidos por la acción militar”.

Esmeraldas, 1914: Algunas embarcaciones

con militares embarcándose para la

toma de “Las Piedras”, el jefe de Operaciones fue

José Miguel Rivadeneira. (Archivo Histórico

MCE).

El general Plaza llegó a Esmeraldas el 27 de febrero; encontrándose a bordo del crucero “Cotopaxi”, tomó el mando directo de la fuerza y decidió realizar el desembarco. Luego de varios intentos frustrados por falta de planeamiento de las operaciones; de ideas claras y definidas; así como, por la falta

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de embarcaciones menores suficientes, para desembarcar con seguridad y simultáneamente; finalmente el 5 de marzo de 1914, se realizó el esperado desembarco de las tropas gobiernistas en las playas de Atacames.

El primer bote que llegó a la playa fue uno del “Libertador Bolívar” que estaba al mando del alférez de fragata Miguel Donoso, quien mereció las felicitaciones del general Plaza por su decidida actuación para evitar que los soldados que iban en este bote, se aterrorizaran ante el peligro de morir ahogados o víctimas del fuego enemigo; temor explicable por ser ellos oriundos de la Sierra y sin ningún entrenamiento en esta clase de maniobras.

Posteriormente, el día 11 se realizó en la ciudad de Esmeraldas, el desembarco de soldados que estaban a bordo del “Cotopaxi”; de los cadetes de la Escuela Militar, y del batallón de Desembarco formado por tripulantes de los buques, en total de 350 hombres, y el día 12 las fuerzas al mando del general Navarro. El general Plaza desembarcó en Coquitos el día 13. La fuerza total que desembarcó era de 3.000 hombres aproximadamente.

Creyendo que con esta acción daría por terminada la revolución del coronel Concha, el general Navarro regresó a Quito a asumir sus funciones de ministro de Guerra y Marina. El 12 de marzo el encargado del Poder Ejecutivo doctor Alfredo Baquerizo Moreno, firmó un decreto dando por finalizado el bloqueo del puerto de Esmeraldas.

El “Libertador Bolívar” regresó a Guayaquil, arribando el 19 de marzo con el general Navarro y su Estado Mayor. El teniente de fragata Luis F. Auz asumió el mando de este buque, en remplazo del capitán de fragata de la Armada de Chile Roberto Stone, por discrepancias con el general Plaza.

La Boca, 1914: En la playa, los cuerpos de algunos revolucionarios muertos en el primer combate de Coquitos. (Archivo Histórico MCE).

Segunda fase de la campaña

La situación estratégica general no había cambiado, pues a pesar de haber sido ocupada la ciudad de Esmeraldas por tropas gobiernistas, el resto de la provincia quedó en poder de los revolucionarios, exceptuando Cojimíes, Limones y La Tola. El cuartel general del coronel Concha se situó en la población de Tachina muy cercana a la ciudad de Esmeraldas. En el Teatro de Operaciones Marítimo permanecía el crucero “Cotopaxi” y el aviso “Tarqui”, mientras que el “Libertador Bolívar” y el “Constitución” estaban en Guayaquil.

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Las tropas del Gobierno fueron remplazadas por personal que estaba adaptado a los climas cálidos. La fuerza quedó conformada por las siguientes unidades: batallón Milagro de reserva, batallón 9 de Octubre de reserva, batallón Daule de reserva, batallón Babahoyo de reserva, batallón Manabí de reserva, batallón Machala de reserva, batallón Vencedores No 1 de línea, columna Vengadores de Andrade de reserva y regimiento de artillería Sucre en línea, con un total de 1600 hombres pero sin ninguna experiencia de combate. El transporte de estas tropas las realizó el vapor “Constitución” con el apoyo ocasional del “Libertador Bolívar” y el “Cotopaxi”.

El 8 de abril de 1914, a bordo del crucero “Cotopaxi”, salieron de Esmeraldas los batallones Vencedores, Daule y Babahoyo al mando del jefe de Operaciones coronel Moisés Oliva; el mismo día se desplazan por la playa desde La Tola en dirección del sur al mando del coronel Samuel Franco. El día 9 desembarcó una fracción del batallón Vencedores al mando del coronel José Mena. A continuación desembarcaron los batallones Vencedores y Babahoyo comandados por los coroneles Luis A. Dueñas y Daniel del Hierro, ambos batallones al mando del coronel Enrique Valdez jefe del Estado Mayor del coronel Oliva.

Las fuerzas de Gobierno son nuevamente conducidas hacia una emboscada por fuerzas revolucionarias en un sector entre Las Piedras y Camarones; a pesar de grandes esfuerzos por defenderse cayeron bajo el fuego enemigo sufriendo grandes pérdidas humanas, incluyendo jefes y oficiales, entre éstos el coronel Valdez.

Nuevamente el contralmirante Monteverde nos hace notar que “La derrota de la fuerza al mando del coronel Oliva fue completa frente a un enemigo numéricamente inferior, pero comandada por un jefe con imaginación y cualidades militares innatas, en tanto que el coronel Oliva y sus jefes subordinados, erraron por demasiada confianza en su superioridad, y no ordenar las medidas de seguridad que eran las que el arte militar aconseja en esa situación”.

Esmeraldas, 1914: Una fila de cañones gobiernistas apuntando contra el campamento revolucionario de Tachina, durante la Campaña contra Concha. (Archivo Histórico MCE).

Por disposición del coronel Concha se respetó la vida de los heridos gobiernistas que quedaron de estos combates, los que fueron recogidos por personal de la Cruz Roja y

trasladados a Esmeraldas, igual sucedió con el cadáver del coronel Valdez para trasladarlo al cementerio, y posteriormente llevarlo a Guayaquil a bordo del “Libertador Bolívar”.

Como resultado de este combate la moral de la tropa gobiernista sufrió una gran depresión, culpándose de este error al coronel Oliva al no cumplir el plan de operaciones; lo contrario ocurrió en la tropa revolucionaria que se vio fortalecida, pero la situación estratégica de ambas fuerzas no sufrió cambio alguno.

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El siguiente objetivo táctico de los revolucionarios para recuperar la ciudad de Esmeraldas fue la hacienda La Propicia de propiedad de la familia Concha, ubicada en el rico y fértil valle del río Tiaone, ya que ésta, constituía una fuente de aprovisionamiento de víveres para las tropas del general Plaza, por lo que el coronel Concha decidió desalojarlas de ese lugar que, obviamente, estaba bien resguardada por los batallones “Machala” y “9 de Octubre” y parte de los batallones Babahoyo, Manabí, Esmeraldas y regimiento de artillería Sucre.

Luego de una feroz lucha con bajas de parte y parte, en la tarde comenzaron a decaer las acciones, seguramente por la falta de municiones. También las fuerzas atacantes intentaron abandonar la lucha, pero sus jefes no las dejaron, hasta que las fuerzas gubernamentales al no recibir los refuerzos esperados, se rindieron al fin.

Campamento Bellavista, 1914: Un grupo de militares entre los que consta el general José Miguel Rivadeneira, jefe de Operaciones en la campaña contra Concha, durante una visita al Campamento Bellavista. (Archivo Histórico MCE).

Luego del combate de La Propicia el 8 de mayo de 1914, las fuerzas del general Plaza quedaron cercadas en la ciudad de Esmeraldas y sin su fuente de provisiones alimenticias, por lo que la única forma de comunicarse era por la vía marítima, la que fue utilizada para transportar la logística y nuevos contingentes para remplazar a las tropas que hasta esta fecha habían sufrido grandes penalidades y perdido dos importantes combates (Camarones y La Propicia), lo que afectó negativamente su moral. Además, la insalubridad en Esmeraldas era extrema, morían entre 7 u 8 soldados diariamente, cifra que a veces era mayor debido al paludismo y disentería.

El general Leonidas Plaza Gutiérrez regresó a Quito para reasumir sus funciones de presidente constitucional de la República, quedando al mando de las fuerzas del teatro de operaciones el coronel Manuel Andrade, quien había remplazado anteriormente al coronel Oliva, cuando éste fue nombrado jefe de la III Zona Militar.

Los combates por el control de la ciudad continuaron el 30 de junio de 1914, día en que se realizó el desembarco y la conquista de la isla Prado y el 18 de agosto cuando las fuerzas revolucionarias al mando de Lastra, Mena y Proaño, en más de tres horas de lucha cuerpo a cuerpo intentaron tomarse las posiciones gobiernistas, sin lograrlo gracias a la participación de la artillería del buque “Libertador Bolívar”, y la fusilería del “Tarqui”. Producto de este combate los atacantes sufren la pérdida de 57 muertos y 15 heridos graves, además de 62 fusiles, 40 machetes y 7.000 proyectiles de fusil.

Con estos últimos acontecimientos se avizora un cambio de la situación estratégica, iniciándose una nueva fase del conflicto, ahora a favor de las tropas del Gobierno, constituyéndose en puntos estratégicos, La Boca a cargo del Gobierno y Las Piedras en poder de los rebeldes; éstos a pesar de las pérdidas sufridas vuelven a atacar La Boca, utilizando una mayor cantidad de combatientes, pero nuevamente son derrotados por las tropas del Gobierno gracias a la

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superioridad del armamento empleado y las obras de defensa que se habían construido, dejando en el terreno 75 muertos y muchos heridos, mientras que del lado del Gobierno únicamente hubo 1 oficial y 11 soldados heridos.

Es comprensible el control del área de operaciones, vista la importancia de Las Piedras como punto de control de las embarcaciones que transitaban entre la rada exterior y el puerto de Esmeraldas, era igual a la de La Boca y se complementaban; por lo tanto, quien ocupara los dos lugares tendría el dominio completo del área.

El 8 de diciembre, se inicia el ataque con 130 hombres del batallón Guayas, 40 del Machala y 90 de la columna Esmeraldas, con el apoyo del buque “Libertador Bolívar” que realizó un sorpresivo desembarcó de tropas en lanchas armadas con ametralladoras. Esto determinó para que el enemigo abandonara Las Piedras retirándose a Tachina, luego de una valiente defensa de la posición.

Como era de esperarse el coronel Concha consciente de la importancia de esta área, el 15 de diciembre inicia las acciones desde Tachina por varios frentes y empleando todas sus fuerzas, para recuperar la posición, antes de que se termine de construir las trincheras y colocar las alambradas en Las Piedras. Sin embargo de las defensas construidas, la audacia y valor de los atacantes pudo más: causó la masacre de los soldados del batallón Guayas que dormían, siendo degollados en su mayoría. A pesar de que la sorpresa fue completa, las fuerzas del Gobierno, en lucha cuerpo a cuerpo en las trincheras y con el apoyo del batallón Machala, lograron defender la posición.

A inicios de 1915 era evidente el bajón del ánimo de las tropas del coronel Concha por los combates perdidos, mientras que en las tropas del Gobierno se notaba una recuperación de la moral y el deseo de ganar la guerra gracias a salir airosos en los combates de isla Prado, La Boca y las Piedras.

El día 24 de febrero de 1915 se realiza la captura del coronel Concha en su hacienda San José, donde se hallaba reposando junto a su hermano el coronel Julio Concha Campuzano, que había ido a visitarlo; ambos fueron conducidos a Esmeraldas como prisioneros, para someterlos a las leyes correspondientes.

La captura y prisión del coronel Concha no fue causa inmediata del fin de la revolución, pues los jefes revolucionarios de común acuerdo, decidieron seguir resistiendo y para remplazarlo, designaron al señor Enrique Torres, una persona sin preparación ni experiencia militar, posiblemente en consideración de su parentesco con el coronel Carlos Concha Torres.

Esmeraldas, 1916: Formación de militares gobiernistas desembarcando en la ciudad. (Archivo Histórico MCE).

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El último combate de importancia de esta guerra fratricida, se realizó el 14 de septiembre de 1916 en un lugar entre el poblado de Río Verde y una pequeña colina llamada Panecillo, ocasión en la que intervinieron el buque “Cotopaxi” y el aviso “Tarqui”.

Fin de los combatesAl asumir el poder el Dr. Alfredo Baquerizo Moreno el 1 de septiembre de 1916, inició una política encaminada a instituir la paz en la Republica. Consecuente con este propósito decretó, el día 8 del mismo mes, la amnistía para todos los presos políticos, inclusive al coronel Carlos Concha Torres, quien fue puesto en libertad el día 13, en las primeras horas de la noche. Una vez libre, envió una carta a los jefes de la revolución, dándoles a conocer, que estaban en completa libertad y recomendándoles que, en aras del bien general, depusieran las armas y se acogieran al indulto y amparo decretado por el Ejecutivo.

Al final de estos acontecimientos; las actividades de los buques de la Armada fueron las de transportar a las unidades del Ejército, evacuar enfermos y llevar a Guayaquil el material innecesario con los únicos buques que aún estaban en condiciones de navegar que eran el crucero “Cotopaxi” y el guardacostas “Patria”.

Como epílogo se puede concluir que durante la Campaña de Esmeraldas, la participación de los buques de la Armada fue básicamente las de transportar a las unidades del Ejército hacia las zonas del conflicto, así como el material necesario para las operaciones; sin embargo, se podría considerar que realizó todos los tipos de operaciones relacionadas con el ejercicio del dominio del mar, situación que fue posible por la ausencia absoluta de una fuerza naval contraria y la participación de oficiales y tripulantes profesionales entrenados por la Misión Naval chilena; estas acciones, pusieron a prueba el temple y abnegación de los tripulantes y oficiales de los buques, durante la evacuación de los numerosos enfermos afectados de dolencias infecciosas, expuestos a inminentes contagios, sin causarles pánico ni afectar el cumplimiento de su deber.

El estado de deterioro de los buques llegó a extremos incalculables; era verdaderamente peligroso navegar en ellos; el Gobierno desoyó los repetidos informes de sus comandantes, haciéndole conocer el peligro que corrían los buques; y, si no se lamentaron consecuencias desastrosas, fue justamente por la dedicación y mística marinera de sus hombres que los mantenían a flote.

Desconociendo el apoyo brindado por las unidades de la Armada en la Campaña de Esmeraldas a las fuerzas gubernamentales en conflicto, en vez de apoyar la recuperación de las naves a través de un mantenimiento de sus cascos y máquinas; el Gobierno de turno, dispuso que muchos marinos, héroes anónimos, sean dados de baja por falta de presupuesto para pagar sus sueldos; igual suerte corrieron las naves que en un momento fueron tan importantes para apoyar las acciones de combate, sean desarmadas y vendidas por las mismas razones.

Esmeraldas, 1916: Algunos militares recibiendo los restos del comandante Alejandro Andrade fallecido en el combate

de Cúquive durante la Campaña contra Concha el 16 de diciembre de 1913, sus restos permanecieron en la Hacienda

El Guayabo hasta 1916.()Archivo Histórico MCE).

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Por toda esta actividad, queda la impresión de una Armada, pequeña pero bien preparada, que pudo enfrentar una situación tan difícil y salir airosa, confirmando una tradición de superación y sano orgullo de haber rendido más allá de lo ordinario.

Como epilogo de este acontecimiento diremos que a pesar del apoyo logístico brindado, el Gobierno central, después que finalizó el conflicto olvidó los servicios prestados por la Marina de Guerra, iniciando de inmediato el desmantelamiento de la fuerza, con la venta de uno de los buques y negando los recursos para el mantenimiento y reparación de los otros, que por ésta causa se fueron destruyendo, comenzando así en esta época la etapa más negativa en el devenir de la Institución, período que se extiende hasta 1942.

La Escuela Naval y el general Eloy AlfaroEl general Eloy Alfaro, en su primera Presidencia, se preocupa de la Marina de Guerra, enfrenta la formación de oficiales y tripulantes, se adquiere el transporte “Marañón” y el crucero “Cotopaxi”, después cañonero “Calderón”, el mismo que se levanta muy enhiesto y constituye el templo del honor de la Armada ecuatoriana.

Si bien el general Alfaro no alcanza los resultados propuestos durante su gobierno, la Escuela esta vez no desaparece, su sucesor, el presidente Leónidas Plaza Gutiérrez recoge el multitudinario entusiasmo que produce la presencia de estas dos naves surtas en el río Guayas y decide que la Escuela funcione a bordo del “Marañón” con más de una veintena de cadetes que llegan a inscribirse, todos ellos ansiosos de servir a la Armada y a la patria. Este curso de cadetes funcionó casi de una forma regular durante los años 1902 y 1903.

El apoyo del Gobierno hacia la Escuela se debilita un tanto, el curso se suspende por poco tiempo hasta que en 1904, en un convenio con el gobierno de Chile, se produce el canje del “Marañón” con el auténtico buque de guerra “Simpson” el que al izar la bandera ecuatoriana se llamó cazatorpedero “Libertador Bolívar”. El curso de la Escuela, según todos los miembros del Comando Militar, tendría que estar a bordo de este buque siendo un buque de guerra moderno (en esa época) los cadetes podían aprender el manejo de todo su armamento y de sus modernas máquinas. Efectivamente el presidente Lizardo García, el 10 de agosto de 1905, ordena el transbordo de los cadetes a éste nuevo buque.

La segunda presidencia del general Alfaro fue, sin duda alguna, la más fructífera para la Armada; en 1908 el Gobierno del Ecuador, con el beneplácito y apoyo del Gobierno de Chile, y la asistencia y asesoramiento de su misión naval, se da una nueva vida a la Armada Nacional.

Se crean diversos cursos para preparación del personal subalterno; se fortalece el Fuerte de Punta de Piedra y se le dotó de una numerosa y especializada tripulación para que secundando al jefe y oficiales asignados se encarguen de su cuidado y mantenimiento. También se construyen algunas embarcaciones auxiliares, pero sucede lo increíble, la Escuela Naval no tuvo la continuidad que se esperaba y solamente fueron cursos de oficiales que funcionaban intermitentemente.

Del grupo de cadetes que se inició en 1905 se graduaron solamente tres oficiales: Juan Francisco Anda y Maldonado, Diógenes Fernández Ampuero y Agustín Pino Roca; los dos primeros siguieron sus estudios de especialización en Chile y Pino Roca se retiró temporalmente de la Armada para reingresar en 1912. Los oficiales Anda y Fernández fueron alumnos muy distinguidos en Chile, obtuvieron las más altas calificaciones y a su regreso a la patria con los

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mejores conocimientos llegaron a ser los más fuertes puntales de nuestra Armada, pasaron por todos los puestos subalternos de abordo, luego los de Comando y también los de la más alta dirección, pues llegaron a la Dirección General de la Armada, así se llamaban los Comandantes Generales de ahora, los dos llegaron también al grado de capitán de navío, grado que fue el más alto de aquella época.

En estas condiciones llegamos a la crisis internacional con el Perú en el año 1910. Se detecta una inminente invasión peruana; el general Eloy Alfaro, presidente de la nación, con extraordinaria rapidez moviliza todos los elementos militares posibles incluyendo algunos centenares de decididos macheteros esmeraldeños y manabitas, los puso en pie de guerra y él a la cabeza, marchó a la frontera a castigar al enemigo que atentaba contra el patrimonio nacional. En esta campaña la acción de la Armada tuvo una importancia muy especial, porque entre Guayaquil y las poblaciones de la provincia de El Oro se empleaba únicamente la vía marítima, por lo tanto el poder naval fue decisivo.

El cazatorpedero “Libertador Bolívar” y el aviso “Tarqui” fueron los centinelas que custodiaban nuestras fronteras marítimas, atentas y listas para enfrentar a cualquier buque peruano que intentara incursionar en aguas ecuatorianas; el “Cotopaxi” junto con los transportes públicos y privados se encargó de la movilización de tropas, vituallas, armamentos y equipos que fueren necesarios.

Este ejemplo de enorme patriotismo del primer hombre de la patria tuvo un desbordante respaldo ciudadano, todos querían estar en primera fila en la frontera. En esta vez la anunciada invasión peruana no tuvo lugar; los comandos peruanos, comprobando la vertiginosa movilización de las Fuerzas ecuatorianas, ordenaron a sus tropas regresar a sus cuarteles.

Al finalizar el año 1910 el país adquiere el buque transporte “Constitución”. Al iniciar el año 1911 se decreta el funcionamiento de la Escuela Naval, esta vez a cargo de la Misión Naval chilena, pero por disposición gubernamental debió funcionar en Quito. En 1913 se crea un curso de Ingenieros Navales a bordo del “Libertador Bolívar”; todo parece que estuviera en la vía del éxito y la historia se repite; la situación política interna del país, luego de la muerte del general Alfaro es sumamente tensa, los líderes están empeñados únicamente en mantenerse en el Gobierno unos y de subir a como de lugar otros.

De otro lado el aspecto económico es un factor negativo para todas las Instituciones del Estado a todo nivel, lo alcanzado con tanto sacrificio y esfuerzo se desplomó rápidamente. La Escuela Naval deja de funcionar en 1913, el Curso de Ingenieros Navales se suprimió por Decreto en 1916.

Cadetes navales de la Escuela Naval Militar en 1911, que funcionó en la ciudad de Quito. Primera fila: José Ramón Arturo, Julio César Donoso, Atilio Cavanna y Teodoro Morán. Segunda fila: Juan T. Constante, Carlos Ibañez, Jorge Sviercovich, Segundo

Andrade y Cristóbal Escala. Foto Archivo del Inhima).

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Al decretarse la supresión de la Escuela de Ingenieros, los siguientes aspirantes a Ingenieros el tercero y último año, bajo la Dirección del capitán de corbeta R. Espíndola y por concesión especial, en mérito a sus calificaciones, se les permitió terminar el curso con el fin de que puedan graduarse.

Pese a tantas decepciones, el personal naval mantiene un alto espíritu de optimismo, situación que es muy beneficiosa en la Campaña de Esmeraldas, que se la llamó Guerra de Concha y duró tres años (1913-1916). La Armada participó en el transporte de tropas y vituallas como en su desembarco y defensa de los sitios de avanzada a lo largo de la provincia verde; por otra parte los ingenieros y mecánicos tenían que hacer milagros para mantener operativas todas las Unidades, pues en los tres años de campaña no tuvieron un solo buque fuera de servicio, cuando más unas rápidas revisiones en Guayaquil, Posorja o Bahía de Caráquez.

Todo el personal que tomó parte en la campaña esperaba que tendría su compensación, todos creían y estaban seguros que volvería a funcionar la Escuela de Ingenieros y la Escuela Naval, que se crearían nuevamente los cursos de especialidades para suboficiales, sargentos, cabos y grumetes, que se incrementaría adecuadamente el presupuesto para que la Armada pueda desarrollarse, para así lograr mantener a los oficiales que tanto le costaba al país, muchos de ellos eran tentados para trabajar en compañías extranjeras y algunos se embarcaron en buques mercantes de bandera extranjera, lamentablemente esas expectativas no se cumplieron.

187Guayaquil a inicios del siglo XX

Grupo de la Cruz Roja durante la campaña de Esmeraldas

Grupo de enfermeras en medio de la campaña de Esmeraldas

188 Armas capturadas en la campaña de Esmeraldas

Capitania de Guayaquil a inicios del siglo XX.

Eloy Alfaro visita el buque “Libertador Bolívar”.

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CAPITULO VI

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Conformación del Círculo Naval

l 16 de abril de 1916 se reúnen en Guayaquil un grupo de marinos y afectos a esta profesión para conformar un círculo naval con el objeto de buscar el adelanto de la Marina de Guerra y Mercante Nacional, para el resguardo de nuestras costas y para el desarrollo del comercio

marítimo ya que la situación de los buques era lamentable por su deterioro y abandono.

El cazatorpedero “Libertador Bolívar” es el buque que mas deteriorado estaba y necesitaba con urgencia ser reparado. El guardacostas “Patria” viajó a Tumaco, Colombia en octubre de 1916 para trasladar a Guayaquil a miembros de la Comisión colombiana de Límites, llevándoles de retorno a esa misma ciudad el 1 de marzo de 1917.

El crucero “Cotopaxi” y el guardacostas “Patria” zarpan el 10 de julio de 1917 a un crucero a Galápagos para transportar al presidente de la República Dr. Alfredo Baquerizo Moreno, embajadores de varios países sudamericanos, autoridades de Gobierno, representantes de la prensa e invitados especiales. Este viaje se realizó con la intensión de reafirmar la soberanía ecuatoriana en el Archipiélago de Galápagos, así como hacer presencia en el mar territorial y puertos ecuatorianos.

El liberal Dr. Alfredo Baquerizo Moreno, asume el poder como presidente de la República, no hubo Vicepresidente. Foto fuente Internet.

El buque designado fue el guardacostas “Patria”, escoltado por el crucero “Cotopaxi”; con la finalidad de mantener permanente comunicación con la sede del Gobierno en Quito, en ambos buques se instaló equipos de radiocomunicaciones, el telegrafista del “Patria” era el señor H. Simmons.

Durante este crucero el presidente del Ecuador visitó también los puertos de Puerto Chico (isla San Cristóbal), Puerto Villamil (isla Isabela), isla Floreana, Esmeraldas, Bahía de Caráquez y el fondeadero peruano de Puerto Pizarro, estableciendo vía radio sendos comunicados protocolarios con su similar del Perú; invitando al crucero “Almirante Grau” a visitar el puerto de Guayaquil, quienes arribaron el 25 de julio de 1917 a nuestro puerto principal; por esta razón se considera el 10 de julio como el inicio de las telecomunicaciones por radio en la Armada del Ecuador.

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Puerto Chico, isla San Cristóbal, en 1918 tomó el nombre de Puerto Baquerizo Moreno en honor al primer presidente del Ecuador que visitó las islas Galápagos.

Balandra “General Villamil”

Fue adquirido por la Armada en septiembre de 1917 para el mantenimiento de faros y para realizar viajes logísticos a las islas Galápagos; en 1918 consta como comandante el teniente de fragata Enrique Cucalón quien permanece hasta 1922, pues con fecha 18 de agosto de ese año entrega dicho buque al capitán de corbeta Carlos Ibáñez, quien presta sus servicios hasta 1927. Su último comandante fue Eduardo Whilley.

Cambios en la organización de las Fuerzas ArmadasEn noviembre de 1920 mediante decreto se autoriza para que en el menor tiempo posible, se proceda a crear una escuela de aviación en la ciudad de Guayaquil, en cuya composición puedan estar oficiales del Ejército, de la Marina, cadetes de la Escuela Militar o particulares.82

La Aviación Ecuatoriana toma importancia a partir del 15 de julio de este año, fecha en la cual se inician los cursos teóricos y prácticos en dicha escuela, ubicada en la ciudad de Guayaquil. Se nombran 14 alumnos, en los grados de subtenientes y tenientes. Se incorporan los sargentos mayores Vece Francesco, como Consultor y Carbone Vincenzo como cirujano.83 Se nombra como comandante del curso al capitán de corbeta Juan Francisco Anda, y como director técnico al sargento mayor Vicenzo Lombardi.84

Luego de algunos años de haber terminado sus labores la Misión Militar chilena, el Gobierno nacional reconoce la extraordinaria labor desempeñada por los componentes de dicha misión. Se concede la condecoración “Estrella Abdón Calderón” de Primera Clase, al general Luis Cabrera, contralmirante Carlos Fuensalida, coronel Ernesto Medina, capitán de navío Rubén Morales, capitán de fragata Heli Núñez; de Segunda Clase al teniente coronel Luis Bravo, teniente coronel Luis Franzani, teniente coronel Ismael Gómez, teniente coronel Ricardo Oleas, capitán de corbeta Oscar Ferrari; de Tercera Clase al teniente Florencio Torres.85

La Misión Militar Italiana

El 22 de mayo de 1922, llega el primer contingente de la Misión Militar Italiana, compuesto por oficiales en servicio activo pertenecientes a las Fuerzas Armadas de Italia, conformando un grupo de instructores y profesores de todas las armas; fueron incorporados al Ejército ecuatoriano con los mismos grados que ostentaban en su país. El jefe de la misión fue el general Pirzio Biroli; de esta forma quedan incorporados al Ejército permanente del Ecuador, para prestar sus servicios profesionales mediante un contrato celebrado con el Gobierno del Ecuador desde julio de 1922, hasta julio de 1925. Esta misión militar sin haber participado directamente con la Armada, se siente su influencia a través de los cambios aplicados al Ejército nacional.

82 R.O. 51 de 6 de noviembre de 192083 R.O. 568 de 19 de agosto de 192284 R.O. 584 de 8 de septiembre 192285 R.O. 796 de 2 junio 1923

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El año de 1924 busca de alguna manera culminar el esfuerzo de reorganización e instrucción del Ejército, iniciado con el mandato de José Luis Tamayo, se amplía su ámbito a la Marina creando un Curso de Aplicación de Guardias Marinas y Aspirantes a Ingenieros a bordo del crucero “Cotopaxi”, con un año de duración.

Enero de 1925 nace con un presupuesto para Fuerzas Armadas, de $ 6.400.000 sucres; el coronel Chiriboga sigue en la Dirección de Instrucción. En la Marina, se clasifican a los oficiales en: de guerra, ingenieros y de administración.

Sus unidades: Crucero “Cotopaxi”, Caza Torpedero “Libertador Simón Bolívar”, Yate “Aga”, Yate “Tarqui”; y, batería de costa de punta de Piedra. Su presupuesto era de $ 25.000 sucres86.

Se expide el Reglamento a la Ley Orgánica Militar, con lo cual se consuma el traslado administrativo del Ejército al Ministerio de Guerra:

“El Ministerio de la Guerra ejerce en tiempos de paz el mando del Ejército y de la Armada, por medio de instrucciones y órdenes emanadas en las leyes y reglamentos; es responsable de la administración y del estado de las fuerzas militares de la República”. “El Estado Mayor General, es el órgano técnico que bajo la inmediata dependencia del ministerio, dirige, coordina y prepara los medios bélicos”87.

La Revolución JulianaEn vista de que el Gobierno presidido por el doctor Gonzalo S. Córdova, ha cesado en el ejercicio de sus funciones, asume el mando supremo de la República la Junta de Gobierno Provisional, en virtud de la voluntad del Ejército y pueblo ecuatorianos. Firman el Decreto: Luis Napoleón Dillon, José Rafael Bustamante, general Francisco Gómez de la Torre, general Moisés Oliva.88 Había llegado al poder, un movimiento revolucionario propiciado por oficiales jóvenes del Ejército, cansados de la plutocracia banquera de Guayaquil, buscando los cambios de su Ejército y de su país que no pudieron cristalizarse con la Revolución Liberal. Los firmantes aparecen como Vocales de la Junta de Gobierno, encargados a su vez de diferentes carteras de Estado, bajo la figura de un mando compartido. Se nombra ministro de Guerra, Marina y Aviación al general Francisco Gómez de la Torre; como ministro de Obras Públicas al general Moisés Oliva; sin embargo, el mencionado general, Jefe del Estado Mayor, presenta su renuncia como Vocal de la Junta de Gobierno, siendo remplazado por Francisco Arízaga Luque como ministro de Instrucción Pública. En Obras Públicas es nombrado Pedro Pablo Garaicoa.89

El 9 de julio, el movimiento militar iniciado en la ciudad de Guayaquil y replicado en la ciudad de Quito, depuso a las autoridades provinciales del Guayas, instaurando una Junta Militar de Zona integrada por el sargento mayor Idelfonso Mendoza, capitán de fragata Diógenes Fernández, capitán de corbeta Manuel Cevallos, capitán Luis Rivadeneira y los tenientes Leonidas Salas, Pedro Icaza, Luis Rodríguez y Miguel Castillo, quienes suscribieron un manifiesto a nombre de la institución militar. En Quito se instauraba la Junta Suprema Militar

86 R.O. 101 de 7 enero 192587 R.O. 122 de 31 de enero 192588 R.O. 1 de 10 de julio de 192589 R.O. 4 de 14 de julio de 1925

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

compuesta por el teniente coronel Luis T. Paz y Miño que la presidía, mayores Juan Ignacio Pareja y Carlos A. Guerrero, teniente Federico Struve y subteniente Ángel Bonilla.90

Cambios en la organización de la Armada

En la Marina de Guerra se crea la Inspectoría General de la Armada, su jefe responderá de sus acciones ante el jefe de la III Zona Militar, quien ejerce las funciones de comandante general de esta Rama de las Fuerzas Armadas.91

A fin de administrar la Marina, se crea en el Ministerio de Guerra la sección Marina. Al finalizar el año, el coronel Paz y Miño es trasladado a la jefatura de la III Zona Militar.92

En cuanto a la Armada: los oficiales se clasifican en oficiales de Guerra, oficiales Ingenieros de Guerra, oficiales de Administración y oficiales de Sanidad. Los oficiales de guerra, de cadete a capitán de navío; los ingenieros de Guerra, de cadete ingeniero a ingeniero de fragata.93 Se decreta la Ley de Situación Militar y Ascenso.94

Se asignan las cabeceras de zona militar: I Zona Tulcán, II Zona Quito, III Zona Riobamba, IV Zona Cuenca, V Zona Loja; VI Zona Guayaquil; VII Zona Portoviejo. La Comandancia General de Marina estará adscrita a la Jefatura de la Sexta Zona Militar, cuyo jefe será el Comandante General de Marina.

En mayo de 1926 se publican nuevos reglamentos para la Marina: Reglamento para la entrega de cargos en los buques, deberes del Oficial Piloto, de ascenso para la Marina, Reglamento para la Sección de Marina del Ministerio de Guerra, de excluidos y remplazos en los buques de guerra (altas y bajas del material de guerra), programa de exámenes para oficiales de guerra, construcciones, reparaciones, conservación y modificaciones para la Marina Mercante, trazado de la línea de carga, arqueo de las naves, dotación para los buques mercantes, Reglamento de exámenes para maquinistas e ingenieros de la Marina Mercante, de asimilación para el personal de la misma y de creación del Cuerpo de Prácticos. Se cambia el nombre de Comandancia General de Marina, por el de Dirección General de la Armada.

En el campo legal, se publica la nueva Ley de Montepío Militar95, la misma que establece su patrimonio a base del descuento del 6% del sueldo del personal en servicio activo, el 6% de la pensión de los retirados, a más de los bienes de los militares que mueran ab-intestato, entre otros. Se aprueba la Ley Orgánica de la Marina, en la que se establece su dependencia del Ministerio de Guerra, a través de la Sección de Marina; un Estado Mayor General, la Dirección General, los buques de Guerra, fuertes y capitanías de puertos, institutos de Instrucción, diques y arsenal. Se mantiene la misma clasificación de los grados y del tipo de oficiales, a más de observar los mismos lineamientos generales que rigen para el Ejército.96 Se decreta la nueva Ley de Retiro Militar en la

90 Lloret, Patricio, La Misión Militar Italiana, Boletín No 4 de la Academia Nacional de Historia Militar, págs. 96-97.91 R.O. 30 de 15 de agosto 192592 R.O. 141 de 29 diciembre 192593 R.O. 191 de 26 febrero 192694 R.O. 193 de 1 de marzo 192695 R.O.100 de 5 de agosto de 192696 R.O. 101 de 6 de agosto de 1926

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que se establecen nuevas normas para el retiro voluntario, retiro forzoso por edad, retiro forzoso por vencimiento del plazo de disponibilidad, retiro forzoso por asuntos disciplinarios, invalidez, sentencia de justicia ordinaria, sentencia de tribunal militar y fallecimiento.97 Un general con 30 años de servicio recibía una pensión mensual de $ 448,50; un subteniente $ 94,50. Como requisito de ascenso para los oficiales de la Armada se instituye la presentación de memorias profesionales, y se publican los temas sobre los cuales se puede investigar.

En noviembre de 1927 se aprueba el Reglamento para la Inspección General de Máquinas y Construcciones Navales. Se publica el Reglamento Orgánico del Consejo de Defensa Nacional encargado de estudiar y resolver el problema defensivo de la Nación, está integrado por los ministros de Hacienda, Previsión Social, Correos y Telégrafos, Guerra; Inspector del Ejército, jefe del Estado Mayor, director general de la Armada, jefe del Servicio de Aviación; además, tiene una Comisión Técnica conformada por el Inspector, Jefe del Estado Mayor, comandante de la I Zona Militar, director de la Armada, subjefe del Estado Mayor General, subsecretario de Guerra y un oficial superior por cada arma.98

En 1828 se vuelve a la división territorial en cuatro zonas militares: I Zona (Carchi, Imbabura y Pichincha); II Zona (León, Tungurahua, Chimborazo y Bolívar); III Zona (Cañar, Azuay, Loja y el Oro); IV Zona (Guayas, Manabí, Los Ríos, Esmeraldas y Galápagos). Las provincias de Napo-Pastaza y Santiago- Zamora forman un Distrito Militar bajo dependencia del Ministerio de Guerra. Cabeceras de Zona; Quito, Riobamba, Cuenca y Guayaquil. En el Ministerio de Guerra se cambia la denominación de secciones a departamentos: Ejército (I), Marina (II), Aviación (III), Movilización (IV).

En 1928 se publican reglamentos y reformas: Reglamento para: Concesión y Pago de Pasaportes para las tres Fuerzas, Deberes del Oficial de Guardia en la Mar y en Puerto, Uniformes para la Armada Nacional, Servicio de Sanidad Militar, Ley de Retiro Militar, Ley de Montepío Militar, General de Instrucción, Artillería para Evoluciones y Formaciones con Material, Servicios Auxiliares Internos de los Hospitales Militares, Departamento de Marina, Ley de Situación Militar y Ascenso.

Dotación del cañonero “Cotopaxi” en 1919. Foto tomada del libro “Episodios históricos e imágenes de la Armada del

Ecuador”, tomo II, 2o edición.

La estadía de la Misión Militar Italiana duró hasta el 5 de agosto de 1929, aunque oficialmente, la rescisión del contrato se firmó el 14 de noviembre de 1940.

97 R.O. 110 de 18 de agosto de 192698 R.O. 495 de 24 noviembre 1927

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

En el año 1828 por decreto ejecutivo del doctor Isidro Ayora, presidente del Ecuador, se cambia la clasificación del crucero “Cotopaxi” por el de cañonero “Cotopaxi” y en 1936, según Decreto Ejecutivo No 1250, el encargado del poder ingeniero Federico Páez, su nombre fue sustituido por el de Abdón Calderón en honor al héroe de Pichincha.

Motovelero “Patria”

Motovelero de 50 toneladas de desplazamiento, que fue construido en Noruega en 1914; su casco era de madera y pertenecía a una compañía de pescadores noruegos con el nombre de “Ulba”. Estos pescadores noruegos arribaron a Galápagos con el fin de elaborar conservas, pero dicha empresa fracasó. Este buque fue adquirido por el Gobierno nacional en enero de 1927 y fue nombrado como “Patria”; lo comanda el capitán de corbeta Jorge Sviercovich, y luego por corto tiempo el capitán de corbeta Enrique Cucalón.

Este buque fue utilizado para el servicio de faros y boyas y como transporte logístico entre el continente y las islas Galápagos. Prestó servicios hasta 1934, pues al siguiente año su estado era inservible.

Aviso “Atahualpa”

Fue construido en los astilleros de Durán, perteneciente a la compañía del ferrocarril del sur para que preste servicios en la fumigación de los buques que arribaban al puerto de Guayaquil. Sus características fueron: eslora 74 pies; manga 17 pies; calado 4 pies; desplazamiento 70 toneladas a toda carga; radio de acción (crucero) 3.000 millas; dotación en tiempo de paz 13 individuos; y, dotación para la guerra 20 entre oficiales y tripulantes. Fue incorporado a la Armada Nacional el 16 de marzo de 1927, por Decreto del Presidente Provisional de la República, doctor Isidro Ayora, “para la vigilancia permanente del Archipiélago de Galápagos y más comisiones relacionadas con sus necesidades marítimas y efectiva acción del Gobierno en dicho territorio”99.

(1927-1960) Aviso “Atahualpa”. Foto Archivo Histórico del Inhima.

Fue utilizado para el mantenimiento de faros y boyas de la República y patrullaje de la costa; a lo largo de su existencia sufre algunas reparaciones y transformaciones. La última transformación se la terminó al finalizar el año 1940, después de casi cinco años de inactividad; de tal forma que

99 Monteverde Granados, Carlos, “Evolución de la Marina de Guerra Ecuatoriana”, pág. 63.

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en julio de 1941 pudo participar durante el conflicto con el Perú, donde el Aviso “Atahualpa” se llenó de gloria, al repeler continuas incursiones de la aviación peruana, en los canales de la provincia de El Oro, logrando en una ocasión derribar un avión enemigo.

El Combate de Gala

El 7 de abril de 1932 un grupo de gente armada, al mando del teniente coronel Ildefonso Mendoza y del capitán de fragata ingeniero Benigno Abad Lara, sorprendiendo a la guardia se apoderaron del cañonero “Cotopaxi” cuando éste se encontraba en reparaciones en el Arsenal de Marina, y procedieron a remolcarlo con el “Aviso Tarqui”; que también lo habían capturado, tomando rumbo al golfo de Guayaquil.

Para evitar ser atacados por los cañones del fuerte de punta de Piedra, siguiendo el mismo modus operandi, sorprenden a la guardia y al jefe, condestable Elizardo del Río procedieron a llevarse los cierres de los cañones de 120 mm; una vez que la noticia de estos acontecimientos fue difundida, se realizó una reunión entre el ministro de Guerra y Marina don Leonardo Sotomayor y Luna, el entonces Encargado del Poder Dr. Alfredo Baquerizo Moreno y el jefe del Departamento de Marina de ese ministerio, capitán de fragata Teodoro Morán Valverde, se acordó que el director general de la Armada (hoy comandante general de Marina) Juan Francisco Anda y Maldonado regrese inmediatamente a Guayaquil y reasuma sus funciones administrativas.

Sin embardo, luego de algunos días que no se tomaban medidas para recuperar los buques secuestrados, el encargado del Gobierno envía el histórico mensaje que decía: “El Cotopaxi es un casco viejo con cañones, haya que oponerle otros cascos con cañones. Si no hay quien vaya iré yo”.

Capitán de fragata Carlos Ibáñez B. y tripulación de la Armada en la Sala Capitular

de San Agustín. Sesión Solemne. Quito, 1930. Foto

tomada del libro Episodios históricos e imágenes de la

Armada del Ecuador”, tomo II, 2o edición.

El jefe de la II Zona Militar de Guayaquil, coronel Ricardo Astudillo; hombre enérgico y de buenas cualidades militares, con el asesoramiento del capitán del puerto de Guayaquil, capitán de fragata Carlos Ibáñez Benítez, tomó el mando de las operaciones para desbaratar la insurrección militar. Con la motonave “Colón”; buque mercante y de cabotaje, junto a unos remolcadores de la Aduana organizó una pequeña escuadrilla, embarcó unos cañones del Ejército y salió en busca de los insurgentes que estaban a bordo de cañonero “Cotopaxi” y se conocía estaban en las cercanías de Sitio Nuevo.

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El 12 de abril de 1932 la escuadrilla encontró al “Cotopaxi” en la desembocadura del río Gala, iniciándose la balacera sin que ninguno de los buques sufriera daños mayores. El cañonero “Cotopaxi” sufrió un agujero causado por un proyectil de cañón, ocasionando la muerte del mayor Guillermo Quiñonez viejo guerrillero nacido en Esmeraldas.

El combate terminó cuando el teniente coronel Mendoza izó una bandera blanca y el coronel Astudillo tomó el mando militar, ordenando el regreso del buque al puerto de Guayaquil, finalizando de esta forma este suceso político sin sentido.

Situación de la Escuadrilla en 1926En el mes de julio de 1926 se conforma una comisión de oficiales de la Armada para ver la conveniencia o inconveniencia, bajo el punto de vista táctico y técnico de la reparación y/o reconstrucción del cazatorpedero “Libertador Bolívar”, llegando a la conclusión de que el “Libertador Bolívar” ha dejado de ser un buque al que se puede considerar reparable; por lo que en diciembre de 1928, de acuerdo a la orden directa del presidente interino de la República Dr. Isidro Ayora se reúnen todos los oficiales del grado de capitán de corbeta para arriba para estudiar el tipo de buque que debe adquirir la Armada.

Durante estos años se realiza una afanosa búsqueda de fondos para adquirir un buque que remplace al cazatorpedero “Libertador Bolívar” para dar solución al grave problema de la inexistencia de la defensa marítima del territorio nacional.

El 17 de abril de 1929, el Dr. Isidro Ayora es elegido por la Asamblea Constituyente, como presidente constitucional del Ecuador, no hubo Vicepresidente. Foto fuente Internet.

Destacados jefes militares que estuvieron al mando de nuestra Institución elaboraron frecuentemente proyectos para la creación de una pequeña Fuerza Naval; entre ellos se destaca el teniente coronel Luis Larrea Alba, quien defendió esta ineludible necesidad de mantener un Poder Naval; de igual manera el coronel Telmo Paz y Miño apoyó la idea de crear una Fuerza Naval, sin embargo no pudieron ante la incomprensión y despreocupación de las élites políticas que siempre fueron indiferentes a los asuntos navales.

Los jefes navales como Juan Francisco Anda y Maldonado, Teodoro Morán Valverde y otros constantemente hicieron oír sus voces de reclamo, hicieron circular constantes comunicaciones manifestando el abandono en que se mantenía a la Marina de Guerra, pero tampoco pudieron hacerla realidad por razones económicas y falta de conciencia marítima.

Se realizaron gestiones ante la Armada de los EE.UU para adquirir un buque de la clase EAGLE y con el Gobierno de Chile en procura de los destructores antiguos de la clase LINCH que no dieron resultados, por lo que se decidió adquirir un buque de bandera norteamericana pero construido en Inglaterra; ya que la Armada de los Estados Unidos manifestaba que conforme el artículo XVIII del tratado de Washington prohibía la venta u otro modo de transferencia de cualquier nave de guerra de ese país a cualquier país extranjero.

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Buque Escuela “Presidente Alfaro”

Fue adquirido el año 1935 al señor William Hissam Vanderbilt en 60.000 dólares y tenía el nombre de Yate Ara; fue traído desde Brooklin, Estados Unidos de América y se lo denominó Buque Escuela “Presidente Alfaro”; su primer comandante fue el capitán de fragata Diógenes Fernández Ampuero; este buque que venía a remplazar al cazatorpedero “Libertador Bolívar”, pero no se lo podía comparar ni táctica ni técnicamente ya que era un yate o buque de recreo.

Este buque fue construido en 1917 en Southamtom, Inglaterra por la firma Camper and Nicholson; sus características eran: eslora 195 pies, manga 31 pies, 869 toneladas brutas y 406 netas; dos motores diesel de 6 cilindros cada uno, que juntos desarrollaban 2.400 caballos de fuerza. A finales de 1917 fue incorporado a la marina francesa donde prestó servicios como patrullero durante la primera guerra mundial (1914 – 1918); al terminar la guerra fue desmovilizado y adquirido por el señor William Vanderbilt. En manos de este millonario norteamericano, fue adecuado en Suecia para ser utilizado en actividades de recreo, realmente era un yate de lujo; de tal forma que este buque, al ser adquirido por la Armada debió ser readecuado para instalar el armamento y equipos propios de un buque de guerra, pero sin grandes pretensiones.

El 1 de agosto de 1935, se firmó la escritura por la que el Gobierno del Ecuador adquiriría este buque para la Marina de Guerra. El cambio de bandera se realizó el mismo día en la ciudad de New York y por decreto ejecutivo del 31 de julio de ese mismo año se le dio el nombre de “Presidente Alfaro” para ser utilizado como patrullero en las costas continentales y el Archipiélago de Colón.

El 2 de octubre de 1937 zarpa a Tacahuano, Chile, donde es sometido a reparaciones en sus arsenales; los trabajos se inician en noviembre/1937 y culminan en mayo/1938; se instalan dos cañones Savage de 76/45mm que fueron obsequiados por el general Fulgencio Batista, presidente de Cuba y el director de tiro, obsequió la Armada de Chile; se hicieron arreglos para dar cabida a 20 guardiamarinas transformándose así en Buque Escuela; se ejecuta un recorrido (mantenimiento y reparaciones menores) de sus maquinas principales y auxiliares; se instaló una nueva estación de radio y se aumentó la habitabilidad del buque.(1935 – 1955) Buque Escuela “Presidente Alfaro”.

Archivo Histórico INHIMA.

En 1942, en los astilleros de Balboa se somete a nuevos cambios; se desmonta los cañones Savage y en su lugar se colocan dos colisas tipo naval de 76/23mm de doble propósito y un director de tiro; se instalan dos motores para bombas de profundidad; se instalan dos ametralladoras de 50 mm en el puente de botes marca Brown con refrigeración hidráulica y a mano; recorrido general de maquinas principales y auxiliares; se cambia las hélices y se limpia sus fondos. Se reintegra a la Escuadra en marzo de 1943.

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En 1941 lo comanda el capitán de corbeta Cesar Puente Godoy: En 1945 su comandante es el teniente de fragata Manuel Nieto Cadena; su dotación ese año era de 11 oficiales, 7 suboficiales, 13 Sargentos, 18 cabos y 27 grumetes; prestó servicios hasta 1955 en que fue desmantelado por inservible, hundiéndose en el río Guayas tras los talleres navales Witting.

La Escuela Naval

La Escuela Naval no tenía una vivencia regular. En el quinquenio 1917 - 1922 se trata de terminar no sólo con la Escuela, sino también con la Armada. No ha sido posible conocer el motivo para que se llegue a lo increíble. En 1917 se vende el “Constitución”, el “Libertador Bolívar” es desarmado y no volverá a funcionar hasta su hundimiento en 1928, llegándose a decretar el arriendo del “Cotopaxi”, lo que felizmente no sucedió.

En la Presidencia del doctor José Luis Tamayo la Escuela convalece un tanto. En el año de 1923 se crea un curso de cadetes a bordo del “Cotopaxi”, al mando de uno de los más distinguidos oficiales de ese entonces, el capitán de navío Rafael Andrade Lalama: entre sus ayudantes - instructores aparece otro brillante oficial, el teniente Antonio Alomía Larrea que había llegado de Chile graduado, con sus propios medios en la Escuela de Ingenieros Navales de Talcahuano.

El teniente Alomía en sus memorias relata lo siguiente:

“Fui destinado a este buque (“Cotopaxi”), comandado por el capitán de navío Rafael Andrade Lalama, donde encontré oficiales de muy buenos quilates. A poco y gracias al entonces Ministro de Guerra y Marina, señor G. Icaza, otro pionero de grandes obras, organizó la Segunda Escuela Naval a bordo del “Cotopaxi”, en los primeros meses de 1923. Ingresaron una docena de jóvenes bizarros, valientes y capaces, algunos de los cuáles a vuelta del calendario se ganaron el estrellato histórico, político y profesional. Entre ellos recuerdo a Rafael Moran Valverde, nacionalmente conocido, pues la historia ecuatoriana le tuvo preparada la heroica e inolvidable gesta de 1941 a bordo de este “Cotopaxi” que para mayor gloria de la “Patria” cambió su nombre con el de otro héroe “Abdón Calderón”, donde con la inteligencia y resuelta colaboración de un grupo de muy jóvenes pero intrépidos oficiales de la promoción de 1938 (tuve la suerte de conocer a varios de ellos por ser su profesor) y también con viejos y jóvenes tripulantes hechos en la dureza del mar derrotaron en Jambelí a un moderno destructor peruano en un combate tan desigual que jamás hubo de registrarse parangón en la historia naval. En este mismo curso estuvieron Pedro Concha Enríquez, E. Icaza (hijo del Ministro), J. Medina, Carlos Miño Padrón, M. Morías, Gustavo Cervantes, Cesáreo Panchana. J. Durango, C. M. Monteverde, A. Hurtado, etc. Fuimos sus instructores y profesores: Teodoro Moran Valverde, M. García, José Campusano Chico, Ing. Naranjo (civil) y el autor de estas líneas Antonio Alomía Barrera. Afortunadamente el curso terminó con éxito completo y los guardiamarinas, ya oficiales fueron destinados a diferentes repartos. Durante el desarrollo del curso, por primera vez, el pelotón de cadetes con una dotación de marinería desfiló en Guayaquil el 9 de octubre de 1924 a los acordes de los aplausos del público, como premio al esfuerzo de todos. La Marina se hizo presente y su recuerdo duró muchos años (Antonio Alomía Larrea, reminiscencias).”

Este valiosísimo teniente Alomía Larrea pasó al servicio del Cuerpo de Ingenieros del Ejército Ecuatoriano, retirándose definitivamente del servicio activo con el grado de coronel, luego participó, por muchos años, y con notorio éxito en el Cuerpo Consular, vivió junto con su familia en España representando a su patria. También fue corresponsal del Diario “El Universo”

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de Guayaquil y su columna “Atalaya del Universo” fue siempre muy leída como aplaudida hasta que murió en Madrid. Algunos de los oficiales anteriormente citados fueron jefes y también instructores de la primera promoción de 1938.

Volvemos a la Escuela y con mucha pena debemos decir que nuevamente se interrumpió la formación de oficiales navales hasta 1928 en que, siendo presidente el doctor Isidro Ayora, viajan a Chile seis jóvenes en goce de becas de la Escuela Naval “Capitán Arturo Prat”. Dos años antes también ingresaron a la mencionada Escuela los cadetes Cesar Puente Godoy y Nicolás López Valdivieso. Al mismo tiempo en 1927 el Gobierno ecuatoriano adquiere el Motovelero “PATRIA” ex-AGA y abordo funcionan cursos de grumetes.

Los nombres de aquellos seis cadetes es preciso destacarlo porque algunos de ellos fueron no solamente los iniciadores y propulsores de la Escuela Naval, sino también de la Armada misma, ellos son: Manuel Alomía Guerra, Jorge Gálvez, Ernesto Moscoso Y., Ulpiano Páez, Alberto Sánchez L. y Enrique Coloma S.

El año 1934 llegan a la patria los oficiales últimamente nombrados con el grado de alférez de navío y como era de esperarse, despliegan todas sus actividades con una tenacidad digna de ejemplo para tratar de transformar las estructuras de la Armada, sustentan conferencias públicas en el Círculo Militar de Quito con la asistencia de ministros de Estado, miembros de las Fuerzas Armadas y más connotados personajes; los temas de esas conferencias eran la soberanía nacional, la defensa de nuestras costas, la defensa de la pesca en el Archipiélago de Galápagos para lo cual exhiben datos concretos alarmantes, pues las industrias conserveras de atún del Estado de California tuvieron una ganancia de treinta y siete millones de dólares en los años 1932 - 1933. Estos distinguidos oficiales, con toda su agresividad, empiezan a crear un ambiente favorable hacia la Armada, a difundir una verdadera conciencia marítima en niveles civiles, sostienen largas reuniones con las más altas personalidades del Gobierno para tratar de convencer que es fundamental la ayuda del Estado en beneficio de esta noble Institución.

El 1 de septiembre de 1934, el Dr. José María Velasco Ibarra asume el poder como presidente constitucional, el cargo de Vicepresidente no existe. Foto fuente

Internet.

Tal fue la acción desarrollada que el presidente de la República, Doctor José María Velasco Ibarra, motivado por esos argumentos tan patrióticos como irrebatibles ofrece todo su apoyo posible, o sea, que nuestros cuatro oficiales (los cuatro guasos como se dio en llamarlos) comienza a tener éxitos en sus gestiones y plantea la fundación de la Escuela Naval, pero no una escuela que tantas veces ha sido clausurada o suspendida por largos períodos sino una escuela permanente. La formación de oficiales y personal subalterno es indispensable para llegar a tener una verdadera Marina de Guerra. También hay preocupación por mejorar el material naval. El presidente Velasco lanza un decreto comisionado a Puente Godoy,

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Moscoso Iturralde y Sánchez López para que viajen al exterior a buscar un buque adecuado para un funcionamiento regular de la Escuela Naval, cuyo precio esté acorde con las posibilidades económicas nacionales. Los comisionados visitan Cuba, la República Dominicana y los Estados Unidos, se demoran algunas semanas; a su regreso informan al presidente Velasco que el buque (ARA) de propiedad de uso privado del millonario Vandervill era lo más ajustado al presupuesto disponible, que a poco costo se le podría hacer las adecuaciones necesarias para el uso requerido y que además su dueño está dispuesto a venderlo al Ecuador en un precio bastante inferior a su verdadero valor, en reconocimiento a las muy cordiales atenciones que le dispensaron las autoridades ecuatorianas durante su viaje que hiciera por las Islas Galápagos.

(1936) oficiales y cadetes de la Escuela Naval en Quito. Foto Archivo Histórico del Inhima.

La meta ahora es conseguir el dinero necesario para la compra del buque, para las adecuaciones necesarias, para el traslado de la tripulación y para el

entrenamiento previo de todo el personal en el manejo de su maquinaria y equipos. Desde luego esta tarea no es tan fácil, las disponibilidades económicas del país son muy estrechas, pasan algunos meses para obtenerlas pero, al fin, la constancia de esos cuatro oficiales y la decisión del presidente Velasco vencen los engorrosos trámites oficiales y legales, y el buque “ARA” con el nombre del “Presidente Alfaro” llega a Guayaquil a mediados de 1935 al mando de su comandante el capitán de navío Diógenes Fernández Ampuero y desde luego con la dotación de los oficiales anteriormente nombrados.

Creemos procedente citar un hecho que constituye un contrasentido histórico-político: El presidente Velasco Ibarra fue quien más luchó contra todos y contra todo para lograr la compra del “Presidente Alfaro” y después de un lustro a bordo del mismo buque estuvo como prisionero político, junto con Carlos Guevara Moreno por el tiempo de 14 horas con motivo de la sublevación de los oficiales de la Base Aérea de Guayaquil en enero de 1940 en apoyo de Velasco Ibarra, aduciendo que hubo fraude en las elecciones presidenciales efectuadas en ese mismo mes de enero.

En 1935 el teniente Manuel Alomía Guerra toma la cátedra de Matemáticas en la Escuela Militar de Quito y Antonio Alomía Larrea con el grado de mayor de ingenieros la de Física en el mismo Instituto: los dos tratan de influir en los cadetes militares para que ingresen a la Escuela Naval que está por crearse y, como veremos más adelante, lo conseguirían. Durante el segundo semestre de 1935 se planifica el funcionamiento de la Escuela, es indispensable hacer todos los estudios de organización, lugar de funcionamiento, cálculos económicos que deben ser previamente aprobados en el presupuesto nacional del año 1936, es fácil entender que la empresa es de gran

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envergadura, ahora no puede fallar nada; el presidente Velasco es un hombre que no admite errores, es necesario hacer todos los ajustes necesarios, ya no se puede retroceder en la creación de esta Escuela con el carácter de permanente, dependerá en gran parte del minucioso estudio que se haga en todas las áreas que tengan relación con ese objetivo y en esa línea tienen que desarrollarse todas las acciones.

(1936) oficiales instructores de la Escuela Naval en Quito. Foto Archivo Histórico del Inhima.

Llega el año 1936, el trabajo tenaz, laborioso y constante de ese grupo de oficiales ante las autoridades nacionales, pues el doctor Velasco ya no es el presidente de la República, pero, de todas maneras, lo planificado el año anterior se cumple en la mayor parte y junto con el respaldo absoluto de sus compañeros, el proyecto tiene también la colaboración de superiores y gobernantes, dando por resultado final la consecución de la meta propuesta y el 14 de enero de 1936, el encargado del mando supremo. Ing. Federico Páez decreta la creación de la Escuela Naval, de su ejecución queda encomendado su ministro de Defensa, general Alberto Enríquez Gallo.

La Escuela Naval funcionó hasta el mes de mayo de 1936 en la escuela “Digno A. Núñez”, pero como ya debía iniciarse el nuevo año lectivo en esta escuela de niñas, había que desocuparla a como de lugar. La Armada adquiere en arrendamiento una solitaria casa de propiedad del señor C. Illescas B. ubicada junto a la playa en Punta de San Lorenzo a unos dos kilómetros al norte de la escuela (Digno A. Núñez), tenía también dos plantas pero era más grande que la anterior, disponía de un buen espacio para formaciones y deportes, en fin tenia mas comodidades.

Segundo año de la Escuela Naval

La superioridad naval en vista de las malas condiciones de vida sufridas en Salinas dispuso que el segundo curso lectivo, luego de las vacaciones, se lo haga a bordo del B/E “Presidente Alfaro” con base en Guayaquil. Efectivamente desde enero de 1937 los cadetes navales ocuparon uno de los entrepuentes de popa en donde se adaptaron las literas necesarias; las clases se las recibía en el salón principal del buque. La situación cambió notablemente, había algo de comodidades, se podía esperar un mejor rendimiento en los estudios, prácticas y más actividades marineras. El plan de estudios se intensificó al máximo, porque, de acuerdo a un convenio entre el Ecuador y Estados Unidos, vino al país la primera Misión Naval Norteamericana integrada por el capitán de navío James Coe Van de Car y el capitán de corbeta Cari Earling Hoard, quienes tomaron a cargo la dirección académica del curso; entre los dos se distribuyeron la enseñanza de la mayor parte de las materias profesionales.

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Al mismo tiempo se hizo otra llamada para conformar el nuevo primer curso; de 65 aspirantes que se presentaron, fueron aceptados solamente 20, porque únicamente había 20 becas. Estos nuevos 20 cadetes cumplieron en sus seis primeros meses, junto con otro curso igual de cadetes de aviación en las ciudades de Quito y Cuenca. En agosto de 1937, los cadetes navales vinieron a Guayaquil a un local que arrendó la Armada situado en la esquina de las calles Eloy Alfaro y Maldonado, allí siguieron normalmente sus estudios bajo la dirección del capitán de fragata Luis Eloy Jarrín. Mientras tanto, a bordo del B/E “Presidente Alfaro” el segundo curso continúa con toda intensidad sus estudios.

En septiembre de 1937 se planifica el carenamiento del B/E “Presidente Alfaro” en el astillero de Talcahuano, Chile y aprovechando la entrada a dique se deberían hacer todas las transformaciones que desde 1935 se pensaba hacerlas a fin de que el buque tenga todas las instalaciones para ser un verdadero buque escuela. El Gobierno de Chile ofrece poner a la orden todas las facilidades para que los cadetes hagan todos los cursos de aplicación que puedan, mientras duren las reparaciones del B/P “Presidente Alfaro”. Este ofrecimiento constituye una gran oportunidad que se diera a los cadetes para que tengan una óptima preparación en un país cuya Armada está considerada en primer lugar en la América del Sur.

La Superioridad Naval, en vista de la especial oferta de Chile, resuelve suprimir las vacaciones a los cadetes y hacer todos los arreglos para que viajen a Chile. Todos los preparativos se cumplen con la mayor rapidez equipos, uniformes, documentos, etc., y el 3 de octubre de 1937 zarpa de Guayaquil el B/P “Presidente Alfaro” para arribar a Valparaíso el 10 del mismo mes, al mando de su Comandante capitán de corbeta Cesar Puente Godoy. Como instructores viajaron el capitán de corbeta Cari Earling Hoard y los oficiales de dotación del buque y el instructor militar de Artillería Catón H. Guerrero.

Tercer curso de cadetes en Chile

Después de una corta permanencia en Valparaíso, el B/E “Alfaro” zarpa con rumbo a Talcahuano con su tripulación y por supuesto con los 26 cadetes. De conformidad con lo planificado el “Alfaro” tiene que alistarse para entrar a dique. De los trabajos de carenamiento y de las transformaciones para Buque Escuela se encarga el Apostadero Naval de Talcahuano con la colaboración del personal de abordo. Los cadetes son transbordados al tradicional Buque Escuela Chileno la corbeta “General Baquedano” que se encuentra al ancla en la bahía de la isla Quiriquina a unas 10 millas del Apostadero Naval de Talcahuano.

Con especial deferencia para los cadetes ecuatorianos se destina a un selecto grupo de instructores, cuyos nombres se consignan con afecto y gratitud: Comandante y director del curso, capitán de fragata Federico Madariaga; segundo comandante y subdirector, capitán de corbeta Luis Fernandois; tenientes Pedro Jorquera, Hernán Santa Cruz, Cesar Andrade, Jorge Lange, Tomás Sepúlveda y el guardiamarina Jorge Mira. Con mucha dedicación y un interés digno de encomio dictaban las respectivas clases de navegación, artillería, mina, torpedos, submarinos, para naves, derecho internacional, leyes y reglamentos, y de igual forma dirigían las correspondientes prácticas en los diferentes buques de la Marina de Chile.

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Como se ven los cadetes se integraban a la Armada Chilena, bajo sus leyes y ordenanzas, como si se tratara de un curso de cadetes de último año de la Escuela Naval Chilena en periodo de embarque. En el mes de junio del 38 se desarrolla toda clase de prácticas y zafarranchos reales. A bordo de los destructores “Linch”, “Condell” y del Submarino “Simpson” se hace cálculos de navegación, ejercicios de artillería, prácticas de tiro real también con blancos reales, lanzamiento de torpedos y cargas de profundidad, colocación de minas, navegación de minas, submarina diurnas y nocturnas; dicho en otras palabras es el mes de los exámenes finales del tercer curso de la Escuela Naval.

Fotografía captada el 9 de agosto de 1938, con motivo de la ceremonia de juramento a la bandera de los flamantes alféreces de fragata. Constan además los altos jefes y oficiales de la plaza de Guayaquil. Foto tomada del libro Escuela Superior Naval Comandante Rafael Morán Valverde: sus principales momentos (Inhima).

El reacondicionamiento del “Presidente Alfaro” avanza rápidamente se lo ve transformado ya en un verdadero Buque Escuela, ya falta muy poco y a su terminación empezará el retorno a Guayaquil. La estadía en Chile ha sido altamente provechosa en todo sentido para los cadetes, oficiales y tripulantes ecuatorianos, pues, además de todos los conocimientos técnicos adquiridos, calaron muy hondo en sus mentes, los grandes valores morales que debe tener el “Caballero del Mar”; la sólida preparación profesional del oficial de Marina; fue un continuo crecimiento de virtudes humanas: el entrañable compañerismo, la lealtad a toda prueba, la sinceridad, la responsabilidad y eficiencia en el trabajo, el espíritu de cuerpo y, como motivación común, el inmenso amor a la Armada y el orgullo de pertenecer a ella.

Es un justo motivo de gratitud el consignar aquí que la Armada chilena colaboró de una manera decidida, afectuosa y eficaz para mejorar y ampliar los conocimientos del personal del “Presidente Alfaro”, pues oficiales y tripulantes se embarcaron en diferentes buques de la Armada chilena donde fueron sometidos a cursos intensivos y a prácticas de todas las especialidades de la guerra naval.

Al llegar a Guayaquil se conoce la primera noticia agradable, en enero del 38 se había llamado a un nuevo grupo de jóvenes para formar el primer curso de la Escuela Naval, ingresan 25 cadetes. La Escuela logra así completar los tres cursos, tal como se había planificado en 1936 y cuenta ya con 71 cadetes, lo que constituye una gran satisfacción para todo el personal de la Armada.

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El 10 de agosto de 1938 los 26 cadetes del tercer curso ascienden al grado de alférez de fragata por decreto ejecutivo de esa misma fecha. Constituyéndose en la primera promoción que egresa de la actual Escuela Naval. En ceremonia especial, el mismo día, los 16 oficiales de línea juran la bandera en el salón de honor del edificio de la Segunda Zona Militar, luego son distribuidos en los diferentes repartos de la Armada.

De los 16 flamantes oficiales, unos van a desempeñar cátedras en la Escuela Naval y también en la Escuela de Grumetes que se funda en el mismo mes de agosto, otros van a ser oficiales de cargo en el buque y algunos van a prestar sus servicios en el Servicio Hidrográfico fundado pocos años atrás. Estos 26 alférez por su número y sólida preparación, a más de ser una fuerte y positiva inyección en cuadros de oficiales navales, se constituyen en un prestigioso grupo que tratará de colocar a la Armada en el más alto nivel dentro de las otras ramas de las Fuerzas Armadas y para lograrlo ponen todo su entusiasmo y decisión en difundir en sus subalternos el orgullo y amor por la Institución. Incursionan en los mejores estratos sociales de Guayaquil, se ganan la admiración y afecto general comenzando así a poner las primeras bases de conciencia marítima en el elemento civil.

La capacitación profesional no podía estancarse, a comienzos de 1939 los alférez Jorge Leoro Dueñas, Marco Salcedo Salcedo, Luis Gómez Cevallos, Mario Paz y Miño, Vicente Mejía, Alejandro Vallejo López, Pedro Pozo Vergues y Galo Andrade V. Toman un curso de geodesia, topografía e hidrografía bajo la dirección del coronel Carlos Pinto que también era profesor de cálculo diferencial e integral, los otros profesores fueron el Señor Alfonso Tufiño, capitán de corbeta Cesar Puente, tenientes de fragata Ernesto Moscoso y Alberto Sánchez; este curso duró nueve meses y, como examen final, los ocho oficiales en conjunto hicieron la medición de una base geodésica en la isla Puná, levantamiento hidrográfico de una pequeña parte del golfo de Guayaquil frente a Punta Española y también un levantamiento topográfico en la misma isla Puná, luego de lo cual obtuvieron sus respectivos diplomas de especialistas.

De este grupo de oficiales fueron seleccionados los alférez Jorge Leoro Dueñas y Marco Salcedo para embarcarse, en representación del Gobierno ecuatoriano, a bordo del buque oceanográfico norteamericano “Summer”, debiendo ellos tomar parte activa en todos los trabajos que se realicen a bordo, esta operación duró ocho meses y en ese tiempo se hizo el levantamiento hidrográfico del golfo de Guayaquil y de toda la costa Ecuatoriana; posteriormente esos trabajos fueron llevados a Washington para que se editen las cartas náuticas de esta región, las mismas que sustituyeron a las antiguas hechas por el Almirantazgo inglés y en la actualidad se usan en la navegación marítima.

El alférez de fragata Luis Gómez Cevallos, con el grado de teniente de fragata, fue designado miembro de la Comisión de Limites junto con el alférez de fragata Jorge Game Castro. En 1941, al mediar el mes de marzo, todos los alférez de fragata junto con otros oficiales, de mayor graduación asisten a un curso de artillería, a bordo del B/E “Presidente Alfaro”, dictado por el teniente de fragata Ernesto Moscoso Iturralde. Este curso tiene una duración de tres meses y también los oficiales asistentes obtienen su diploma correspondiente.

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Suspensión de la Escuela Naval

Al finalizar el año 1938, cuando los dos cursos de la escuela habían terminado el año lectivo, es decir cuando los cadetes del 2do. año debían pasar al 3er. y los de 1ro. a 2do., el presidente de la República. Dr. Aurelio Mosquera Narváez, a pedido de su ministro de Defensa, señor Galo Plaza Lasso decreta la suspensión de los dos últimos cursos de la Escuela Naval, justamente cuando el entusiasmo de profesores, cadetes y de todo el comando y personal de la Armada era incontenible. Se dijo que la situación económica del país era el motivo para ese antipatriótico procedimiento. La desmoralización cunde en todos los niveles náuticos, a nadie se le ocurre ni pensar siquiera, menos aún aceptar que el ahorro de pequeña cantidad de dinero que costaba el mantenimiento de la Escuela iba a mejorar el presupuesto nacional. El estado anímico decae totalmente, no solo en el ámbito naval sino en todas las Fuerzas Armadas y hasta se llegó a comentar que este hecho tuvo su repercusión en la campaña del 41. Este injustificable error de aquellos gobernantes, en su oportunidad, fue acremente criticado en el ambiente castrense.

Sin embargo, pese a lo equivocado de la misma, la presión de la superioridad naval se deja sentir y logra que se deje una puerta abierta a la esperanza de que no se interrumpa la formación de oficiales navales. Se resuelve que los cadetes del segundo curso que tienen las ocho primeras antigüedades viajen a Chile a terminar sus estudios en la Escuela Naval chilena, para lo cual se inician las correspondientes gestiones. Los cadetes seleccionados son: Rufo Almeida. Gustavo Moncayo, Alejandro Cajas. Sergio Sáenz, Francisco Pita. Gonzalo Cabezas, Gustavo Rodríguez y Alsacio Northia. Una vez que todo estuvo listo, viajan estos ocho cadetes a Chile en marzo de 1939, allá fueron sometidos a un examen previo para enlistarlos en el curso que corresponda a sus conocimientos. Los cuatro primeros de la lista son aceptados al cuarto curso, o sea al penúltimo y los otros cuatro al tercer curso.

Todos estos cadetes siguen normalmente sus estudios, junto con los cadetes chilenos y tienen que someterse a las leyes y reglamentos de la Armada de Chile. Al finalizar el último año de escuela hacen su viaje de instrucción anual, como es costumbre en Chile, y luego se gradúan de alférez de fragata en diciembre de 1940 los primeros cuatro, constituyendo la segunda promoción de la Escuela Naval del Ecuador; y los otros cuatro en 1941, conformando la tercera promoción de esta misma escuela.

Formación y entrenamiento del personal de tripulación

Escuela de Grumetes

Al producirse la Independencia de nuestra nación, sobrevino la incorporación de lo que hoy es Ecuador a la Gran Colombia, y por orden del Libertador Bolívar se adquirieron tres buques de guerra, entre 1823 y 1824, que con la bandera tricolor fueron renombrados goleta “Guayaquileña”, bergantín “Chimborazo” y corbeta “Pichincha”, conformándose la primera escuadra naval.

La formación del personal de tripulación de la Armada no siempre se inició en un instituto o centro de estudios, al contrario, para dotar de personal a los buques de guerra durante las

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épocas a la Gran Colombia (Distrito del Sur) e inicios de la República del Ecuador; no eran marinos de profesión, sino cholos pescadores en el mejor de los casos, como dice el capitán de navío Tomas Charles Wright al justificar la no captura de la corbeta peruana Libertad después de la batalla de Malpelo el 31 de agosto de 1828: “si la tripulación hubiese sido veterana y no formada por una forzada leva de cholos sacados de las canoas y balsas del río de Guayaquil …” se hubiera logrado el objetivo. En este combate participaron la goleta Guayaquileña y la corbeta Pichincha pertenecientes a la Gran Colombia (Distrito del Sur).

Combate naval de Malpelo, oleo Archivo Histórico del Inhima.

Durante el siglo XIX e inicios del XX, no existía la Escuela de Grumetes; las tripulaciones de los buques eran ciudadanos que tenían ciertos conocimientos del mar, pero no eran egresados de ningún centro de formación; sus centros de entrenamiento fueron siempre los buques

que en sus diferentes épocas contaba la naciente Fuerza Naval del Ecuador, por lo que se hacía necesario contar con personal especializado para tripularlos; esta falta obligó a que sus tripulaciones se fueran formando y perfeccionando en las mismas Unidades a flote en que servían en las distintas especialidades como ser: guardián, condestable, contramaestre, carpintero, marineros de primera y segunda clases; es más, la marinería en caso de ser necesario, era enganchada en los buques mercantes, por el período que se requería, de acuerdo a la Ley de la República de aquella época.

Los grumetes eran enganchados, alistándose por un período determinado mediante la percepción de una remuneración. Pero el grado de grumete no era el menor a bordo, lo era el de paje, que se trataba de un muchacho que aspiraba a la plaza de grumete, y que estaba encargado de la limpieza y aseo de las embarcaciones.

Con el advenimiento del buque a vapor, nuestra Marina contó desde 1841, con el vapor de guerra “Guayas”; para utilizarlo se contrataron maquinistas extranjeros quienes a su vez, se comprometían a dar períodos de clases para el aprendizaje de las máquinas, apareciendo además la especialidad de tizonero, que eran los encargados de atizar la lumbre, pero no consta en la historia de aquella centuria en nuestra patria, una escuela de perfeccionamiento de tripulantes.

Un marinero del buque “Nueve de Julio”. Archivo histórico del Inhima.

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En agosto de 1853, cuando la Armada contaba con 4 buques de guerra: el vapor “Guayas”, vapor “Machala”, pailebot “Olmedo” y bergantín goleta “17 de Julio”, se dice que hay escasez de marinería y que no hay quien quiera embarcarse en los buques de guerra, y por tanto para formarse de grumete, porque los beneficios económicos son mayores en la Marina Mercante.

Avanzando en el tiempo, el Congreso de la República del Ecuador decretó el 14 de agosto de 1885, que la Fuerza Armada del mar en tiempos de paz, durante 1886 se compondrá del vapor “Nueve de Julio”, que además de su dotación de oficiales y marinería contará con 10 grumetes; el vapor “Seis de Marzo” con 8 grumetes; el vapor “Sucre” que tendrá 2 grumetes; y el vapor “Jaramijó” sin grumetes; estos grumetes tendrán formación a bordo de los buques de la flotilla y podrán ir ascendiendo de acuerdo a su participación; se menciona en las listas del personal, que los grumetes tienen una asignación mensual de 6,40 pesos cada uno. Una década después, en 1896, el grumete tendrá el sueldo de 14 sucres mensuales.

Al iniciarse el siglo XX, en el año 1900, el crucero “Cotopaxi” contaba a su bordo con 8 grumetes e igual los tenía en 1902.

El general Eloy Alfaro, en su primera Presidencia, se preocupa de la profesionalización de las Fuerzas Armadas en general y de la Marina de Guerra en particular; emprende la formación de oficiales y tripulantes, para lo cual se adquiere el transporte “Marañón” (1905) que se constituyó posteriormente en el Buque Escuela “Marañón” y el caza torpedero “Libertador Bolívar” (1907); los mismos que junto al crucero “Cotopaxi” (después cañonero “Calderón”) adquirido en 1886, se convierten en centros de entrenamiento de sus dotaciones.

(1914) el presidente Eloy Alfaro a bordo del buque cazatorpedero “Libertador Bolívar”, lo acompañan su ministro de Defensa y el comandante y segundo

comandante del buque, ambos oficiales de la Armada de Chile. Foto ArchivoHistórico del Inhima.

En el cazatorpedero “Libertador Bolívar”, se admitió a bordo a 31 grumetes y en el crucero “Cotopaxi” tenía 20 grumetes. Por 1911 los números seguían igual, y es de indicar que el contramaestre Juan Suárez era el tripulante más antiguo del “Cotopaxi” en este último año.

Durante la segunda presidencia del general Alfaro, que sin duda fue la más fructífera para la Armada del Ecuador; con el beneplácito y apoyo del Gobierno de Chile, en 1908 el Gobierno del Ecuador, consigue traer al país una nueva misión naval chilena (relevo de personal), que con su asistencia y asesoramiento se da una nueva vida a la Armada Nacional.

Se crean diversos cursos para preparación del personal subalterno, se funda el depósito de punta de Piedra a unas 15 millas al sur de Guayaquil donde se construye una Santa Bárbara muy necesaria para el almacenaje de material bélico y al mismo tiempo se montan cañones de 96 a 120 mm para la defensa del puerto de Guayaquil, transformándose así en el Fuerte de

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

Punta de Piedra, que, de acuerdo a los planes militares de entonces, constituyó la poderosa defensa del puerto principal del Ecuador y se le dotó de una numerosa y especializada tripulación para que secundando al jefe y oficiales asignados se encarguen de su cuidado y mantenimiento. El año de 1911 en este lugar se crea la Escuela de Grumetes y la Escuela de Especialidades, de Artillería, Minas y Torpedos.

Esta base a cargo de la Armada, en algunas ocasiones fue comandada por oficiales del Ejército nacional ya que la Armada hasta 1944 era parte del Ejército de nuestro país100; en consecuencia oficiales del Ejército ocupaban plazas orgánicas de la Armada, siendo en ocasiones hasta comandantes de buque101 y capitanes de puerto. En 1912, consta con la denominación de Escuela y Fuerte de punta de Piedra, bajo la dirección del mayor del Ejército Manuel Eduardo Bosano, siendo Subdirector el alférez de navío T/R Camilo Bergoño.

Cazatorpedero “Libertador Bolívar”. Foto Archivo Histórico del Inhima.

A lo largo de los años, tanto la Escuela de Grumetes como la Escuela de Especialidades han sufrido diversas interrupciones y reaperturas; igual suerte le toca correr a estas escuelas que no tienen larga vida; en este caso por la decadencia de esta base que se inicia por la

situación política de los años 1911 y 1912 que causó grandes gastos y perturbó la estabilidad del Gobierno; el clima era malsano por los terrenos pantanosos que lo rodean, produciendo enfermedades como paludismo y fiebre amarilla, causando muchos enfermos que debieron trasladarse a Guayaquil; todo este cúmulo de eventos causó el cierre de las dos escuelas (de grumetes y de especialistas de artillería, minas y torpedos), por lo que las actividades de la Armada poco a poco regresaron nuevamente a Guayaquil y el entrenamiento del personal regresó a bordo de los buques.

En 1911 a bordo del cazatorpedero “Libertador Bolívar”, se realizaron cursos prácticos para oficiales y tripulantes, para estos últimos en: artillería, torpedos y minas submarinas, cubierta, señalero y máquinas; pero los mismos no resultaban suficiente para una carrera profesional, por las condiciones de trabajo y la dificultad de mantener una plana de instructores de forma permanente.

100 Con Decreto No 766 del 9 de agosto de 1944, se establece la completa independencia de las tres ramas de las Fuerzas Armadas: Ejército, Marina y Aviación, y en la nueva organización la Comandancia de Marina pasó a denominarse Primer Distrito Naval, y el Comandante de Marina, Jefe del Primer Distrito Naval, según lo disponía el Decreto Ejecutivo del 24 de enero de 1945.101 Monteverde Granados, Carlos, Calm. La Marina de Guerra en la Campaña de Esmeraldas. págs. 60, 175.

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DECADENCIA DE LA INSTITUCIÓN (1916-1942)

Curso de grumetes a bordo del motovelero “Patria” en 1933. Archivo Histórico del Inhima.

El alférez de navío Manuel María Cevallos al entregar el cargo de comandante del guardacostas Patria al mayor del Ejército Eduardo Bosano en 1914; durante las operaciones para combatir el levantamiento del coronel Carlos Concha en Esmeraldas, en su informe al coronel Jefe de la III Zona Militar que en esa época se desempeñaba además como Comandante General de Marina, en relación al personal de tripulación dice: “Respecto al personal hay mucho que decir, pero el señor coronel estará informado ya por el señor sargento mayor Eduardo Bosano, mi sucesor, pues la carencia de una Escuela de Grumetes obliga al jefe a recoger gente nueva, desertores de otros tiempos y otras naves, siendo ésta la única que entiende del oficio, máxime que últimamente, en la rada de Esmeraldas, recibí órdenes del señor coronel comandante en jefe de trasbordar al cazatorpedero “Libertador Bolívar” la marinería antigua que no dejó nunca que desear y recibir otra que recogida de las cárceles, arribó en el crucero “Cotopaxi”102. Esta comunicación evidencia que las tripulaciones de los buques de guerra eran diversas; no siempre existía la predisposición de ingresar a las filas de la Armada ya que era reconocida como una institución de mucha disciplina.

En el año de 1928 se presentó un “Proyecto para la defensa de nuestras costas”; en él se habla del establecimiento del servicio militar obligatorio para la Marina, y también se menciona que el señor capitán de fragata Teodoro Morán Valverde, en su trabajo “Programa para la organización Marítima de la Defensa Nacional” hace notar la necesidad de establecer cursos de grumetes. La comisión formada para analizar la propuesta, manifestó que en el proyecto señalado, estos cursos de grumetes se efectuarían con el personal de conscriptos asignados para cada una de las unidades navales; y que como está consultada ya la partida de rancho para su sostenimiento, restaría únicamente el gasto para proveer los de uniformes.

La necesidad de una Escuela de Grumetes seguiría latente cinco años después, pues fue recién el 14 de marzo de 1933, que el presidente de la República, Dr. Juan de Dios Martínez Mera, expidió el Decreto Ejecutivo No 193 del 14 de marzo de 1933, estableciendo la Escuela de Grumetes que funcionará a bordo del motovelero “Patria” y que la compondrán 50 alumnos de las diferentes unidades y reparticiones de la Armada, pudiendo aumentarse este número a medida de las necesidades del servicio y conforme lo permitan las posibilidades económicas del Tesoro Nacional.

Se dice también que la duración de los cursos será de 18 meses, y las clases serán dictadas por los oficiales de la dotación del motovelero “Patria”.

102 Ibidem, pág. 176.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

(1927-1934) grabado motovelero “Patria”, ex “Ulba”. Archivo Histórico del Inhima.

Este buque, de antiguo nombre “Ulba” era un motovelero con casco de madera, que fue adquirido por el Gobierno ecuatoriano en enero de 1927. Prestó servicios hasta 1934, pues al siguiente año su estado es inservible.

De ello concluimos que la Escuela de Grumetes duró hasta 1934, aproximadamente dos años, y seguidamente se retornó al sistema de grumetes repartidos en los buques de guerra, tal es que en 1941 constaban embarcados 2 grumetes, en el cañonero “Calderón”: Alejandro Martínez y José Jiménez, que combatieron en el Combate Naval de Jambelí y fueron declarados héroes nacionales.

En tanto en el aviso “Atahualpa” participaron en los combates aéreos navales contra las fuerzas peruanas, los grumetes Daniel Cevallos Ruiz, Enrique Pita Miller, Gabriel Cabrera Serrano, Félix Aldás Chiriboga y Eleuterio Chalá, éste último fue quien abatió un avión peruano con la ametralladora ZB de popa el 23 de julio de 1941, que fue un día glorioso para la patria y la tripulación de ese pequeño aviso.

El 31 de agosto de 1935, fecha en la que el país adquirió el yate “Ara”, dándole el nombre de Buque Escuela “Presidente Alfaro”, continuó funcionando la Escuela de Grumetes.

Después del conflicto de 1941; en el año de 1945 se reanudan los cursos en el buque “10 de Agosto”, posteriormente llamado “Manabí” donde permaneció por un año la Escuela de Grumetes, para continuar nuevamente en el Buque Escuela “Presidente Alfaro”, hasta el año 1950.

La Escuela de Grumetes permaneció durante 1950 en el buque escuela “Presidente Alfaro”. Archivo Histórico del

Inhima.

Como caso particular es de indicar que estando repartidos los grumetes en los buques de la Armada el 15 de enero de 1945 el joven Renán Olmedo González es dado el alta como grumete al patrullero “10 de Agosto” y fue ubicado en el Departamento de Operaciones para su desempeño como Señalero. Con el paso de los años aquel grumete llegaría a ostentar el más alto grado de la Marina: almirante, con Decreto Ejecutivo No 3711 del 6 de agosto de 1979103.

103 Parte de este titulo ha sido tomado de la conferencia dictada por el capitán de fragata (SP) Mariano Sánchez Bravo en la Escuela de Grumetes el día 20 de marzo de 2013.

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DECADENCIA DE LA INSTITUCIÓN (1916-1942)

En esos años existía la posibilidad, que conforme a sus méritos y conocimientos, un tripulante podía ascender al escalafón de oficiales; desde luego a través de sus estudios en la Escuela Naval.

El 30 de diciembre de 1947 arribó a Guayaquil la legendaria fragata “Guayas”, buque adquirido al Gobierno de los Estados Unidos; en su dotación llevaba a bordo 49 grumetes; este fue un verdadero buque de guerra donde también se formó nuestro personal.

La Escuela de Grumetes continuó en su esfuerzo permanente de entregar a la “Patria” tripulantes conscientes de su deber; por lo que el 2 de marzo de 1952, la Escuela de Grumetes se instaló en la Base Naval de Salinas, siendo Comandante de la base y su Director el capitán de fragata Ramón Albán Semanate; este oficial de Marina también se desempeñó como Director de la Escuela Naval.

A pesar que la Escuela de Grumetes estaba en pleno funcionamiento en la Base Naval de Salinas, el presidente interino de la República, don Clemente Yerovi Indaburu, expidió el Decreto No 10 del 12 de noviembre de 1966, derogando el Decreto Ejecutivo No 193 del 14 de marzo de 1933, con que se creó la Escuela de Grumetes; y se crea el Centro de Reclutamiento Naval, que funcionará en la Base Naval de Salinas, como reparto subordinado a la Dirección del Personal de la Armada, y con presupuesto orgánico de la Armada desde el 1 de enero de 1967.

(2010), edificio actual de la Escuela de Grumetes “Contramaestre Juan Suarez” en la Base Naval

de Salinas, foto Archivo Dpto. RR.PP. de la Comandancia General de Marina.

Esto se debió a que la Escuela de Grumetes creada con el Decreto de 1933, no tenía respaldo legal para su existencia, pues el motovelero “Patria” ya no existía desde 1935 y los parámetros de funcionamiento eran distintos.

El 31 de diciembre de 1967, por cambios en la estructura orgánica de la Armada, la Escuela de Grumetes pasa a constituirse como Centro de Reclutamiento Naval, para luego el 18 de febrero de 1971, fusionarse con la Escuela de Especialidades que también es trasladada a Salinas, dando origen al Centro de Instrucción Naval, constituyéndose éste, en el primer centro de formación técnica para el personal de tripulación de la Armada.

A partir del año 1992 retoma su nombre inicial de Escuela de Grumetes (Esgrum), finalmente el 10 de enero de 1996, se le asigna el nombre de Contramaestre Juan Suárez, en memoria del insigne marino que por cerca de cinco décadas sirvió en forma abnegada, leal, valiosa y honrada en las cálidas cubiertas de los buques de guerra de la Armada; en la actualidad, forma parte del Centro Tecnológico Naval que funciona en la ciudad de Guayaquil y cuyo primer y segundo año se lo realiza en esta escuela de formación en Salinas.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

Hablar de la Escuela de Grumetes sin mencionar a su patrono, el contramaestre don Juan Suárez, no sería justo, lo justo es que la Escuela tiene el alto honor de mantener ligado a su existencia a un hombre de mar, con una vivencia histórica legendaria; 49 años de servicio activo a bordo de los buques de la Armada, un récord jamás superado; ello gracias a que se mantuvo por su destacado y esforzado protagonismo, por su don de gente, y que nunca rehuyó a las adversidades en la vida naval, sirviendo con honor y plena lealtad. Por todo ello fue condecorado con la estrella Abdón Calderón de Tercera Clase, el 10 de agosto de 1926, presea difícil de acceder en la época; es más, fue propuesto para su ascenso a alférez de fragata, pero la muerte lo impidió ya que falleció a inicios de 1927.

Por los documentos en nuestro poder, se deduce que el contramaestre don Juan Suárez, patrono de esta Escuela, ingresó a la Armada en el año 1877, cuando nuestro único buque era la goleta “Mercedes” y posiblemente fue en ese buque en el que inició su carrera naval, con el más modesto de los cargos de la tripulación: grumete. En adelante pasó a prestar servicio a distintos buques de la Armada.

Escuela de Especialidades

Lo sucedido con la Escuela de Grumetes se repite con la Escuela de Especialidades; es que en las épocas iniciales de nuestra Institución, no existía un centro de estudios donde los tripulantes de los buques adquieran su formación profesional; en su mayoría eran personas nacionales y extranjeras, posiblemente ex marinos mercantes; quienes eran contratados para dirigir a las dotaciones y especialmente operar las maquinas, con el compromiso de “enseñar” a sus pupilos los marineros de a bordo, que decidían continuar su carrera militar.

Teniente Miguel A. Rojas de la Misión Naval Chilena, durante la instalación de los cañones en el Fuerte de Punta de Piedra. En este fuerte funcionó la Escuela de Especialistas en Artillería, Minas y Torpedos. Foto Archivo Histórico del Inhima.

Como se manifestó anteriormente, en el fuerte de punta de Piedra, en el año de 1911 se crea la Escuela de Grumetes y la Escuela de Especialidades, de Artillería, Minas y Torpedos, no solamente para la Marina, sino también para el Ejército.

La Escuela de Especialistas en Artillería, Minas y Torpedos, fue inaugurada el 17 de abril de 1911, en cuyo año fue director el teniente de fragata Diógenes Fernández Ampuero, siendo el alférez de navío Isaías Álvarez el ingeniero 3ero., torpedista Antonio Capovilla, el capitán de batería Estuardo Vallejo y el ingeniero electricista Francisco Serrano, a más del condestable torpedista Elizardo del Río y los condestables Antonio Rodríguez y Francisco Rebánales de nacionalidad chilena; dicha escuela inició clases con 64 tripulantes alumnos en las diferentes especialidades con los grados de cabos de entrepuentes, marineros y marineros segundos.

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Batallón de desembarco del buque cazatorpedero “Libertador Bolívar”. Foto

Archivo Histórico del Inhima.

El 10 de agosto de 1911, los tripulantes alumnos de la escuela de Especialistas desfilaron en Quito, junto con la marinería del crucero “Cotopaxi” y cazatorpedero “Libertador Bolívar”, dicha parada militar impactó al público capitalino, que por primera vez, en la historia presenciaban un desfile en que intervenía la Armada.

Así como existen los cambios continuos de la tecnología, el Centro de Instrucción se modifica para estar acorde a la capacitación pedagógica; pasando en el año 1979 a fusionarse con la Base Naval de Salinas y conformar la Base Naval de Entrenamiento, que trabajó así hasta el año 1987 en que se crea el Centro de Formación Naval. Mirando el proceso de transformación, y buscando la profesionalización del personal de la Armada, a partir del 4 de enero de 1990 se crea la Escuela de Perfeccionamiento de Tripulantes en la Base Naval Norte de la ciudad de Guayaquil.

Una vez que el Ministerio de Educación y Cultura, aprobó el funcionamiento del Instituto Técnico Superior Centro Tecnológico Naval (CETNAV), mediante la Resolución Ministerial No 2426 del 29 de julio de 1997, se procedió a realizar los trámites pertinentes para el cambio de denominación de Escuela de Perfeccionamiento de Tripulantes por Centro Tecnológico Naval.

La sede de este centro de estudios se encuentra ubicado en la Base Naval Norte, contiguo al puente Rafael Mendoza Avilés, en la ciudad de Guayaquil, en donde funciona el tercer curso y como se manifestó anteriormente, en la Escuela de Grumetes se realiza el primero y segundo curso.

Por lo tanto, son parte del CETNAV todos los grumetes que ingresan a Salinas para realizar el curso para marineros y realizan en Salinas su primer y segundo año en el que adquieren, a mas de los conocimientos militares básicos, materias técnico científicas. Posteriormente pasan a Guayaquil para completar su tercer año. Al terminar el segundo curso reciben el título de Técnico Superior, para posteriormente al culminar el tercer año se gradúan como tecnólogos navales.

Las especialidades que se orientan actualmente son:• Electrónica• Electricidad• Informática

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• Mecánica Naval• Administración • Ciencias Navales, y• Sanidad Naval

CETNAV funciona con locales propios, dispone de infraestructura moderna, aulas funcionales, talleres, laboratorios, material didáctico con tecnología avanzada; y, además posee personal docente idóneo y más requisitos indispensables para el desarrollo de un proceso técnico pedagógico, acorde con las exigencias ante el advenimiento de la sociedad del conocimiento, es decir en orden al tercer milenio.

De estos centros salen promociones de tripulantes, hombres que entregan su trabajo valioso a la Institución; su orgullo de vestir el uniforme blanco, admirando cada día el horizonte azul de nuestro mar, compartiendo alegrías, ilusiones y a veces desesperanzas, siempre están con el sentido de mística y compañerismo como caballeros de mar, que no sólo ha significado hacer una carrera sino haber vivido un ambiente pródigo para la realización individual, para adquirir temple y una personalidad identificada con los valores más nobles de la Armada, de sentirse parte de la vida nacional y contribuir a la seguridad y grandeza del Ecuador.

Nuevos repartos navales durante este período

Capitanía de Puerto Baquerizo

El 16 de marzo de 1927 considerando la necesidad de establecer la organización marítima del Archipiélago de Colón y en atención a los informes elaborados por la Dirección General de la Armada, el presidente provisional de la República, Dr. Isidro Ayora, mediante Decreto Ejecutivo crea la capitanía en el puerto de Baquerizo Moreno, al cual le asigna un capitán de puerto hasta teniente de fragata, un ayudante hasta alférez de navío, un sargento de armas, un marinero primero, un señalero, cuatro grumetes y un grumete ordenanza.

En el mismo decreto, en su artículo 3 se destina al Aviso “Atahualpa”, para que desde esta fecha quede incorporado a la Armada Nacional, para la vigilancia permanente del archipiélago y mas comisiones relacionadas con sus necesidades marítimas y efectiva acción del Gobierno en dicho territorio.

(1909) Puerto Baquerizo Moreno, Galápagos, antes Puerto Chico. Foto Archivo Histórico de la Biblioteca Municipal, Guayaquil.

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Servicio Hidrográfico de la Armada

La necesidad de que la República del Ecuador cuente con su propia carta geográfica oficial, hace que en 1928, el Gobierno Nacional funde el Servicio Geográfico Militar, el cual inicia sus labores basándose en los trabajos geodésicos y cartográficos de la Misión Geodésica Francesa que, al mando del general Georges Perrier permaneció en nuestro país a principios del presente siglo entre los años de 1900 a 1908. Esta misión, a su vez vino al país, con el propósito de efectuar un replanteamiento y corrección del arco del meridiano terrestre, medido a principios del siglo XVIII por La Condamine y los académicos franceses, quienes visitaron la Real Audiencia de Quito de 1737 a 1743.

Puesto en marcha el Servicio Geográfico Militar, realiza sus labores de geodesia, topografía, nivelación y cartografía en la sierra ecuatoriana. Pero surge la necesidad de extender los levantamientos hacia la costa y la urgencia de trazar el perfil costero y reconocer los fondos marinos adyacentes. Se pensó en la conveniencia de fundar un servicio hidrográfico, de la misma manera que existía ya en varios países de sudamericanos, como Argentina, Chile, Brasil y Perú.

Se funda entonces el 2 de febrero de 1932, señalándose como su base la ciudad de Guayaquil y siendo su primer jefe el capitán de fragata Carlos Ibáñez Benítez. El primer edificio en que funcionó el Servicio Hidrográfico fue el de la zona militar situado en la avenida 9 de Octubre, cercano al parque Centenario.

Pioneros de la investigación hidrográfica, de civil el profesor Luis Tufiño. Archivo Inhima.

El Servicio Hidrográfico, estaba compuesto de un jefe y siete oficiales aunque posteriormente su número bajó a tres. Se hicieron dos pedidos importantes de instrumentos los más modernos para la época, de geodesia, topografía, nivelación, hidrografía, mareas y meteorología. Como trabajo inicial se pensó en un reconocimiento de los ríos Daule y Babahoyo desde 10 kilómetros antes de su confluencia que forma el río Guayas.

El Servicio Hidrográfico de la Armada recibió el apoyo del profesor Luis Tufiño, hombre de ciencia educado en la Universidad Sorbona de París y en la Escuela de Ciencias de esa misma ciudad; fue nombrado su asesor técnico desde su fundación, asimilándole a la Armada con el grado de capitán de fragata; su ayuda fue valiosa por su amplia experiencia. Durante su vida fue casi permanentemente director del Observatorio Astronómico de Quito, se separó del Servicio Hidrográfico en 1938 y falleció en 1965.

El propulsor para el establecimiento del Servicio Hidrográfico fue el capitán de navío Teodoro Morán Valverde, hermano del héroe de Jambelí; desde su fundación hasta 1939 fueron varios

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

los jefes del Servicio, algunos titulares y otros encargados y hasta hubo un civil asimilado el profesor Luis Tufiño.

Por sus actuaciones frente al Servicio Hidrográfico merece destacarse al capitán de navío ingeniero Luis Eloy Jarrín destacado desde el año 1931 en calidad de comisionado como jefe de la brigada de nivelación. Se distinguió por sus conocimientos y su trabajo tesonero y continuo. Varias veces estuvo encargado de la jefatura del reparto hasta que fue nombrado titular en 1939. Fue iniciador de la publicación Avisos a los Navegantes, publicó el Derrotero de la Costa Ecuatoriana en 1938 y otros trabajos destacados.

Capitanía de Puerto de Salinas

La fecha de creación de la Capitanía del Puerto de Salinas, es el 10 de enero de 1938. Primero funcionó la dependencia de Aduanas y Capitanía, en el edificio que aún existe en el cantón La Libertad y que fue de propiedad del señor Aureliano Mosquera, como dato adicional cabe indicar que dicha casa era de construcción de madera y que luego también funcionó el casino del Batallón Marañón. Al término de la segunda guerra mundial surge, con increíble rapidez un período de explotación económica del mar que induce al desarrollo económico de los países.

En el año 1954 el Ing. Alarfarre de nacionalidad italiana construye la oficina de la Receptoría de Sales que luego sería la Capitanía, y contaba con dos plantas en donde funcionaban las oficinas y el altillo del guardián.

En lo que ahora es el Hotel Calypsso funcionaban las calderas de la Receptoría, la cual sufre una explosión en el año 1959, destruyendo parte del muelle en donde se encontraba la caseta de la Marina que luego de lo ocurrido se ubican en la oficina de la Receptoría.

El primer capitán de puerto fue el señor Aureliano Mosquera, los primeros marinos fueron el señor suboficial Blacio como ayudante de Capitanía y el sargento Medina. Existió en un antiguo muelle que fue construido por un capitán de nacionalidad española y era por allí donde se embarcaba la sal para luego ser exportada tanto hacia el norte como hacia el sur; la primera remodelación del mismo fue realizada por el capitán Acosta y como constancia de que allí fue la receptoría se encontró una placa de cemento; actualmente, del antiguo muelle solo quedan vestigios.

Situación de la Fuerza Operativa a inicios de 1940

A inicios de 1940 el Ecuador mantenía una Armada incipiente, pues los únicos buques que tenía, eran el buque escuela “Presidente Alfaro”, el cañonero “Calderón” y el Aviso “Atahualpa” que no constituían una fuerza de combate, sin embargo eran llamados Escuadrilla unas veces y otras veces Flotilla.

La situación operativa de estos buques era la siguiente: el buque “Presidente Alfaro” en 1939 sufrió un varamiento en las rocas del canal de entrada a Puerto Baquerizo Moreno; en septiembre de 1940 tuvo un nuevo accidente, esta vez en el departamento de máquinas que

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DECADENCIA DE LA INSTITUCIÓN (1916-1942)

causó la muerte del capitán de corbeta ingeniero Miguel Zea Vivar y graves heridas al teniente de fragata ingeniero Abraham Game Bustamante y a varios tripulantes de ese departamento producto de una explosión de una caldera causada por falta de mantenimiento y sus largos períodos de inactividad.

El cañonero “Calderón” en 1940 fue sometido a varias reformas estructurales para dar mayor capacidad de agua a su caldera, lo que lo obligó a permanecer atracado al Arsenal de Marina, habiendo en el mes de mayo realizado un recorrido por las islas Galápagos.

Por su parte en el Aviso “Atahualpa”, en su proceso de reconstrucción que venía desde 1935, en noviembre de 1940 se cumplían los últimos arreglos para poner en servicio a este pequeño buque; para inicios del año 1941 ya debería estar listo para entrar en servicio e iniciar sus labores habituales.

Se puede resumir diciendo que la Marina de Guerra ecuatoriana, durante todo el año 1940 no había tenido la oportunidad de realizar el entrenamiento del personal, para el cumplimiento de su legítima misión de defender la heredad territorial. Muchos eventos se venían dando en la frontera sur; que se sentía venir una guerra con el Perú; sin embargo, el Gobierno nacional con mucha ingenuidad creía que con improvisados buques de guerra podría enfrentar a una Fuerza Naval como la ese país.

Desde la campaña de Esmeraldas hasta 1942 se pude decir con seguridad, que es la etapa más negativa y nefasta de la Marina de Guerra; debido al abandono del poder político que no hizo ningún esfuerzo para recuperar a los buques que habían tenido un constante accionar a lo largo de ese conflicto entre hermanos ecuatorianos; y, en cuanto a la preparación de los buques para un posible enfrentamiento con el país del sur no se hacia nada; inclusive lo que se conocía de este problema internacional era a través de la prensa escrita.

Efectivamente, a los buques no se los preparaba para este enfrentamiento bélico, sino que se disponía continúen realizando las actividades habituales, que eran las de logísticas y mantenimiento de faros y boyas; mientras tanto el Ejército del Perú puso en ejecución su bien elaborado plan de agresión a los puntos de frontera con nuestro país, con elementos superiores en proporción de diez a uno; en cuanto a su Armada, estaba conformada por dos cruceros, dos destructores, submarinos y varios buques pequeños que en su conjunto constituían una Fuerza Naval preparada para el combate y que tenía el apoyo de su aviación, elemento inexistente en el lado ecuatoriano104.

Combate Naval de Jambelí

La agresión a nuestro país se inicia con el ataque al destacamento militar ecuatoriano de Corral Viejo, provincia de El Oro, el 4 de enero de 1941, sin embargo las autoridades ecuatorianas no disponen el alistamiento de sus Fuerzas Armadas para la defensa y únicamente se limitan a reforzar los destacamentos de la provincia de El Oro con dos oficiales y 56 individuos de tropa.

104 Monteverde Carlos, Historia Marítima del Ecuador, Tomo XII, Epoca Contemporanea pág.123-125.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

En la provincia de El Oro se producían combates entre tropas del Ejército de Perú y Ecuador en menor escala; es decir escaramuzas de pocos minutos donde se producían muertos y/o heridos de cada lado, pero una vez finalizadas bajaban las tensiones. A fines del mes de junio de 1941, se notó un aumento de estos pequeños combates entre patrullas que se acusaban mutuamente de ser responsables, pero las posiciones las mantenía Ecuador sin variaciones, no se cedían ni un centímetro; es decir estaban como siempre habían permanecido.

La Armada era un Institución pequeña, parte del Ejército Ecuatoriano; sin embargo, se la reconocía formando parte del Ministerio de Guerra y Marina. Solamente existía un comandante y era el comandante en jefe del Ejército como máxima autoridad de Fuerzas Armadas. El comandante de Marina estaba bajo las órdenes directas de la IV Zona Militar del Ejército. Existía la Comandancia de Marina en Guayaquil y la Comandancia General de Marina en Quito, quienes tenían funciones administrativas, únicamente para el control del personal de oficiales y personal de tripulación. El comandante de Marina era el capitán de fragata ejecutivo, Francisco Fernández Madrid; y el comandante general de Marina era el capitán de fragata ejecutivo, Cesar A. Mogollón.

La Armada tenía tres buques, Buque Escuela “Presidente Alfaro”, en esa fecha estaba viejo y casi inservible; el cañonero “Calderón”, un buque de transportes construido en 1884, es decir a la fecha tenia más de 56 años; y, el Aviso “Atahualpa” que se lo utilizaba para mantenimiento de faros y boyas; para su mantenimiento existía el Arsenal de Marina que no era sino un pequeño taller para reparaciones menores.

Ninguno de los nombrados era un buque de guerra, pero estaban armados con cañones y ametralladoras, sin embargo eso no los convertía en buques aptos para un combate naval. Debemos tomar en cuenta que en épocas de la II Guerra Mundial ya los combates no eran entre buques sino más bien se utilizaban como apoyo a desembarcos y bombardeos de costas.

Para tener una idea del estado de los buques de la Armada del Ecuador, consideremos una carta que el comandante interino del cañonero “Calderón”, capitán de corbeta Ej. César Puente Godoy, dirige al Comandante de Marina el 15 de enero de 1941, que entre otras cosas le dice:

“1) Que en la actualidad este buque se encuentra abandonado, sin un solo oficial de cubierta, por tal motivo no hay quien reciba ni entregue los diferentes cargos que existen, agradeceré hacer conocer este particular al señor comandante general de Marina, para que en ningún caso se le haga responsable al suscrito cualquier anormalidad que pudiera acarrear el abandono indicado. Pues los dos señores oficiales que han sido dados el pase a esta Unidad, se encuentran haciendo uso de licencia, y 2) Que se está alistando el buque para entrar a parrilla inmediatamente que el señor director del Arsenal indique que esta lista la parrilla. Además los trabajos de las máquinas se ha dado comienzo”105.

Se debe considerar además, que el personal de la Armada siempre estaba listo para defender el territorio nacional; sin embargo, le hacían saber a la superioridad que dejan constancia “de tener conciencia de que al ir en la clase de naves que tenemos, al cumplimiento de cualquier misión militar, van a un seguro y estéril sacrificio y que merecen se les dé buques eficientes”. En informe enviado al comandante general de Marina entre otras novedades del personal,

105 Monteverde Granados, Carlos; “Evolución de la Marina de Guerra Ecuatoriana”, pág. 102

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se informa que existe un “enorme porcentaje de enfermos (oficiales y tripulantes) por lo que la situación de cada uno de los repartos navales se hace desesperante”.

Por ejemplo, se manifiesta que el teniente de fragata Rafael Moran Valverde sufre de diabetes y cuando es dado el pase al cañonero “Calderón” se encontraba enfermo con paludismo. Otros casos: teniente de fragata Ing. Abraham Game (colibacilo intestinal), alférez de fragata César Endara (un absceso en la ingle), alférez de fragata asimilado Darquea (órganos interiores lesionados).

Capitán de fragata Rafael Morán Valverde, héroe del combate naval de Jambelí. Archivo Histórico del Inhima.

A finales de junio se dispone trasbordos en la Marina; al teniente de fragata César Puente Godoy del cañonero “Calderón” le trasbordan al Buque Escuela “Presidente Alfaro”; en el “Calderón” le nombran comandante al teniente de fragata Rafael Morán Valverde y al alférez de fragata Cesar Endara que estaba de oficial artillero va de segundo comandante; el alférez de fragata Manuel Nieto Cadena es trasbordado de la Capitanía de Guayaquil al cañonero “Calderón” como oficial artillero.

Una vez recibido el cargo de oficial artillero del cañonero “Calderón”, la primera gestión del alférez Nieto fue verificar el estado de funcionamiento de los cañones y sus proyectiles de 3 pulgadas, que eran reconocidos como “viejos”; estos fueron utilizados permanentemente entre 1913 y 1916 durante la participación de la Armada en la revolución de Carlos Concha en Esmeraldas y la munición con seguridad era la adquirida por el general Alfaro para ser utilizados durante el problema limítrofe que se presento con Perú en 1910 (arbitraje del rey de España era beneficioso para Perú) y estaba guardada en el Fuerte de Punta de Piedra ubicado en la rivera del río Guayas, a unas millas al sur de Guayaquil.

Unos días antes, esos proyectiles fueron reactivados por el alférez Endara, pero no se habían hecho ninguna prueba, ni de los proyectiles peor de los cañones; pero como ya se preveía muy cercano el ataque del Perú, a pesar de que la Armada no estaba preparada en cuanto al material para la defensa del país; los buques, al menos los considerados “operativos” debían alistarse de alguna forma. Esto era debido a que no se podía obtener la autorización del Comandante General de Marina para mover el buque y hacer las pruebas de los cañones y la munición, debido a la situación económica del país, que en general era desastrosa; no había dinero ni para realizar el mínimo mantenimiento de los buques.

A mediados de mes de julio el Comandante de Marina da la orden de que el buque “Calderón”, salga a verificar si a través del canal que existe junto a Punta de Piedra, podía este buque pasar del río Guayas al estero Salado. Estando navegando muy despacio en esa dirección, ayudados de una sonda manual, mas o menos a una media hora, el buque se quedó varado, quedando muy “graciosamente” encima de un banco de arena; en esas circunstancias se decide hacer la prueba de los cañones.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

Motonave que transportó tropas a Puerto Bolívar en julio de 1941. Archivo fuente Internet.

Se toca zafarrancho de combate; cada uno en sus puestos; se determinó el blanco, es decir el lugar donde debían llegar los proyectiles y se realizan los disparos; inmediatamente después del único disparo, el alférez Endara que era jefe de la pieza de popa, reporta la rotura de la aguja percutora del cañón; lo mismo le sucede al alférez Nieto jefe del cañón de proa; resultado de esta practica, el buque se queda sin sus cañones.

Una vez desvarado el buque, regresan al Arsenal de Marina en Guayaquil. Insistimos que este mal llamado Arsenal, no era sino un lugar donde había unos pequeños talleres de mecánica para reparar bombas de combustible, generadores y otras máquinas pequeñas, y otro de carpintería, para hacer reparaciones pequeñas y dar comodidad a la habitabilidad de los buques; el Arsenal tenía una grada (varadero) para subir embarcaciones de tamaño hasta del cañonero “Calderón”; el Buque Escuela “Presidente Alfaro” ya no entraba. Cuando había que hacer un trabajo más complicado, por ejemplo el arreglo del eje de la hélice lo hacían en los talleres del Ferrocarril ubicados en Durán, que sí eran grandes y bien equipados. Las agujas percutoras se empiezan a elaborar con maestros del Arsenal.

El 24 de julio de 1941 el comandante del cañonero “Calderón”, teniente de fragata ejecutivo, Rafael Morán Valverde, recibió la orden del Comandante de Marina, capitán de fragata ejecutivo, Francisco Fernández Madrid de escoltar un convoy militar constituido por tres naves, con tropas y material bélico con destino a Puerto Bolívar; la motonave “Pinta” del señor Cristianse, que llevaría 300 hombres, 200 quintales de municiones y otros materiales; la motonave “Olmedo”106 del señor Parodi, que llevaría 250 hombres, 30 toneladas de carga que se embarcarían en Duran, más dos camionetas de la casa Gallardo; la motonave “Daisy Edith” del señor Romero, con 250 hombres y 15 toneladas de materiales que se embarcarían en Durán.

Estas naves debían zarpar de Guayaquil convoyadas por el cañonero “Calderón” y puestas al pairo, a su popa en el siguiente orden: motonave “Olmedo”, motonave “Pinta” y motonave “Daisy Edith”. Se dieron instrucciones que en caso de encontrar al enemigo, se deberá comunicar por radio a los demás buques del convoy para que apaguen sus luces de navegación; debiendo el Calderón sostener la acción a despecho del propio sacrificio; las novedades debían comunicarse por radio y en clave a la Comandancia de Marina cada 3 horas.

Por el lado peruano, el capitán de navío Grimaldo Bravo A. que estaba a bordo del crucero “Coronel Bolognesi” el día 22 de julio de 1941 recibió la orden de operaciones del Agrupamiento Norte No 3, emitida el 20 del mismo mes. En el párrafo 8 de ese documento decía: “Las unidades de la Escuadra se mantendrán en aguas territoriales, listas a cortar las comunicaciones de Puerto Bolívar con Guayaquil, interceptando el canal de Jambelí”. La Fuerza

106 Motonave Olmedo. En 1896 fue la primera embarcación del país con energía eléctrica a bordo, su recorrido Guayaquil-Puná-Pto.Pilo-Pto. Pital (Sta Rosa). Página web: www.machala.gob.ec.

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DECADENCIA DE LA INSTITUCIÓN (1916-1942)

zarpó de Zorritos en las primeras horas del día 23 con el BAP “Coronel Bolognesi” y el BAP “Almirante Villar”, efectuando un recorrido hasta Capones y fondeando posteriormente en Pizarro. En la madrugada del día 25, los dos buques zarpan para Jambelí a cumplir lo dispuesto en su orden de operaciones.

Los hechos

El cañonero “Calderón” sale aproximadamente a las 10 de la noche del 24 de julio de 1941; los buques daban una velocidad de seis nudos; es decir navegaban por el río Guayas muy despacio y únicamente un poco mas rápido cuando la marea estaba a favor (bajamar). Arribaron a Puerto Bolívar aproximadamente a las 7 de la mañana, los recibió las autoridades del Ejército a quienes se les entregó la carga que había sido transportada en las motonaves, entre eso, proyectiles y ametralladoras ZB, cargamento mas o menos grande que iba en ayuda a los combatientes del sector.

Como no se terminó de hacer los percutores en el torno, el personal encargado (dos técnicos del Arsenal) se embarcó a bordo del “Calderón”; durante este tiempo, en los tornos del buque se pasaron elaborando estos percutores; al arribo a Puerto Bolívar todavía no terminaban el trabajo, por lo que hubo que esperar para hacer la práctica del disparo de los cañones.

Tripulación del cañonero “Calderón” que participó en el combate naval de Jambelí.

Foto Archivo Histórico del Inhima.

A pesar de que se les exigía agilidad en el trabajo, había una demora justificada ya que era un trabajo de precisión. Como a las 10:30 se terminó el trabajo y estaban listos para las pruebas, por lo que se solicita al comandante Morán salir al área del golfo de Guayaquil para disparar los cañones y de esta forma probar los cañones y la munición; se acepta y sale el buque. Cuando habían navegado unas dos millas, el vigía reporta “humo de vapor a la cuadra de babor”, el alférez Nieto con su magnífica vista encuentra tres columnas de humo y manifiesta que “tres columnas de humo

no pueden ser sino buques de guerra peruanos, ya que los buques mercantes no andan en grupos de tres”. Se esperó un tiempo hasta que el vigía confirmó “son buques peruanos”.

Oficiales que participaron en el combate naval de Jambelí en 1941. Tomado del libro Episodios Históricos e Imágenes de la Armada (Inhima).

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

El alférez Manuel Nieto Cadena, ahora vicealmirante en servicio pasivo cuenta que: “el buque peruano navegaba tan rápido que se le veía los bigotes en la proa; en eso el gato Morán, comandante del buque, ordena virar 180 grados, es decir con rumbo a Pto. Bolívar, mientras el Calderón dio la vuelta, el buque peruano ya estaba a nuestro lado, luego de unos minutos ellos empiezan a disparar y el buque nuestro obviamente a contestar. Al iniciar los disparos se rompe nuevamente la aguja percutora del cañón de popa (del alférez Endara) y me queda únicamente funcionando el cañón de proa a mi mando. Menos mal que el mio si contestó, disparé una, dos, tres veces y seguí disparando hasta un total de 17 disparos, que era lo que podía hacer porque ponía unos proyectiles en la recámara y no disparaba y se los botaba al agua inmediatamente porque caso contrario explosionaba en las manos y no quedábamos ninguno, era mejor que los peruanos nos peguen”. “Durante el combate había una lluvia de balas disparadas por tres o cuatro cañones peruanos; se oía el ruido de las balas que venían silbando, y nos quedábamos en espera de que caigan en el buque; felizmente nunca cayo ninguno, porque con uno que caía nos hundíamos, pero caían cerquita, a las bandas, a proa, a popa, tuvimos una suerte pero escandalosa; contestamos todo el combate, soportamos todo el combate, y retornamos con iras a Pto. Bolívar. La gente de Pto. Bolívar que vio el combate nos recibieron con gritos y con aplausos”.

En su informe el comandante del cañonero “Calderón” informó al mando, los detalles de la navegación Guayaquil a Puerto Bolívar y el desarrollo de las acciones bélicas destacando la inmensa desigualdad entre los dos buques contrincantes y de que las acciones se sostuvieron únicamente con un cañón 3 pulgadas y dos antiaéreos de 20mm, ya que el cañón de popa falló después del primer disparo; que de las cargas (proyectiles) que se tenía solo respondieron un 30%; que el buque no sufrió ningún daño; y de la heroicidad con que combatió el personal de la dotación que cumplió con su deber en todo momento.

Para destacar la diferencia existente entre los dos buques, se incluye el siguiente cuadro explicativo:

Características Almirante Villar Abdon “Calderón”

Año de construcción 1915 - 1918 1884

Tipo Destructor Remolcador, cañonero

Desplazamiento 1585 Tons. 300 Tons.

Eslora 315 pies 131,1 pies

Manga 42 pies 16,7 pies

Calado 12 pies 9 pies

Cañones 4 de 101.6/50mm VickersAlcance 2 cañones 10.000 m

2 Armstrong de 76/40 mm

Cañones antiaéreos 1 de 76.2 mm Madsen3 de 7.65 mm Madsen

-o-

Ametralladoras 3 de 65 mm 2 de 20 mm

Tubos lanza torpedos 9 x 450 (3 triples) -o-

Minas 80 -o-

Sistema propulsión Turbinas con engranajes reductores, 2 ejes Máquina recíproca de vapor, 1 eje

Poder 32.000 caballos de fuerza en el eje 150 SHP

Velocidad 27 nudos 8 nudos

Autonomía 2.000 MN a 16 nudos 500 MN

Tripulación 168 hombres 54 hombres

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DECADENCIA DE LA INSTITUCIÓN (1916-1942)

(1918-1950) BAP destructor “Almirante Villar” en 1934; (1886-1960) crucero “Cotopaxi”, después cañonero “Calderón”. Foto Archivo Histórico Inhima.

Las telecomunicaciones a bordo del “Calderón”, se hacia con la Comandancia General en Guayaquil; ésta tenía una estación de radio para comunicarse con los buques; otra había en Galápagos pero era del Ejército; y otra en Salinas, quienes se comunicaban entre sí. La principal comunicación era entre Guayaquil y Quito.

El oficial encargado de las comunicaciones en la Comandancia de Marina era el teniente Gabriel Jarrín y estaba en Guayaquil, hizo un curso en Buenos Aires, como oficial comunicante, era considerado un muy buen oficial. Las comunicaciones solamente eran por radiotelegrafía, utilizando el código Morse y empleando las claves dispuestas por este oficial; no se utilizaba mensajes por voz.

Las transmisiones de las posiciones del buque eran a pedido del mando; normalmente había un horario de comunicación que se cumplía estrictamente; la orden la daba la comandancia de marina; generalmente era una vez en la mañana, otra al medio día, en la tarde y la última era a las 10 de la noche.

Combate naval de Jambelí, 25 de julio de 1941. Óleo del Archivo Histórico del Inhima.

Participación del Aviso “Atahualpa” en la guerra Ecuador-Perú

Por otro lado, el Aviso “Atahualpa”, pequeño buque construido en Durán; utilizado en el servicio de faros y boyas, se le instaló a bordo dos cañones Breda pertenecientes al Ejército. Este pequeño buque debía cumplir la misión de custodiar las costas de la provincia de El Oro; ya que la lancha “Machala”, embarcación desprovista de armamento fue atacada por dos lanchas patrulleras del Perú el 9 de junio de 1941; por esta razón, el Comandante de Seguridad de Frontera, teniente coronel Octavio Ochoa solicitó al Comandante de la IV Zona Militar que enviara al Aviso “Atahualpa” en forma permanente para la vigilancia y protección de las comunicaciones del canal de Jambelí.

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

El Aviso “Atahualpa” arribó a Hualtaco el día 12 de junio conduciendo dos oficiales y 20 hombres de tropa para reforzar el destacamento de La Payana; su comandante era el alférez de fragata Luis Gómez Cevallos, quedando subordinado al comandante de Seguridad de Frontera. El 25 del mismo mes, se hace cargo del Comando del buque el alférez de fragata Víctor Naranjo Fiallo.

El destino quiso que él la tripulación de este buque se cubra de gloria al repeler contínuos ataques de la aviación peruana que buscaba cumplir su plan de invasión a la provincia de El Oro.

Las principales acciones se realizaron durante el día 23 de julio de 1941 a las 08:30 horas, cuando aparecen en el cielo de Puerto Bolívar cuatro aviones peruanos y proceden a atacar al Aviso “Atahualpa” volando a 200 metros de altura y pasando por la banda de babor; descargaron cuatro ráfagas de ametralladora, acción que fue repelida con las dos ametralladoras y el pequeño cañón Breda del buque; producto de este rápido combate (7 minutos), se derribó un avión enemigo que cayó en Balzalito.

Alférez de fragata Víctor Naranjo Fiallo, comandante del Aviso “Atahualpa”, héroe del Jambelí. Archivo Histórico Inhima.

El día 24 a las 12:00 horas aparecen cuatro aviones peruanos; el Aviso “Atahualpa” en zafarrancho de combate, logra desatracar del muelle para tener libertad de maniobra; los aviones contrincantes ametrallan al buque y lanzan 3 bombas que caen a 25 metros de popa sin ocasionar ningún daño; este combate dura 15 minutos, ataque que no logra amilanar la valiente y heroica defensa del buque.

A las 14:00 horas se inicia un nuevo ataque por los mismos cuatro aviones enemigos; éstos en picada ametrallan al buque, hasta unos 150 metros de altura, por todos los costados, en este combate que duró 25 minutos, no se lanzaron bombas, y el buque y su heroica tripulación salen inmunes del ataque.

A las 15:30 horas, aparecen, así mismo cuatro aviones enemigos que luego de sobrevolar al puerto, buscan al Aviso “Atahualpa” para atacarlo; el buque estaba en movimiento para defenderse; este fue el ataque más fuerte de todos, se ametrallaba incesantemente al buque sin acertarlo, las ráfagas caían alrededor del buque; se lanzaron cuatro grupos de tres bombas cada uno a sus costados levantando columnas de agua, mojando la cubierta y estremeciendo al buque. Durante este ataque se dañaron las tres piezas, la cuales fueron reparadas inmediatamente y se continuó con el fuego. Este combate que se luchó con el armamento y los fusiles de a bordo duro 45 minutos, el buque sufrió únicamente el impacto de una ráfaga de metralla detrás del puente de gobierno.

Durante estos combates se pudo comprobar y sufrir las malas condiciones del armamento y la escasez de municiones. El comportamiento del personal fue brillante, heroico y de completa entrega a la defensa de la amada Patria.

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DECADENCIA DE LA INSTITUCIÓN (1916-1942)

Oficiales y tripulantes del aviso “Atahualpa”, combatientes heroicos de 1941. Tomado del libro Episodios Históricos

e Imágenes de la Armada (Inhima).

El Congreso Nacional, con fecha 1 de noviembre de 1960, declara “héroes” a los oficiales y tripulantes del cañonero “Calderón” y del aviso “Atahualpa”, por su valerosa acción desplegada en defensa del territorio nacional en julio de 1941, por los combates librados.

Consideraciones generales de la participación de la Armada en el conflicto

Debemos recordar que el ataque de los peruanos al territorio ecuatoriano fue empleando batallones de desembarco de la Marina, soldados (de infantería), paracaidistas, aviones y que los buques estaban muy bien equipados y listos para disparar, o sea una fuerza poderosa.

El informe enviado por el Comandante de Marina al Comandante General de Marina el 31 de agosto de 1941 nos releva de cualquier comentario en cuanto a las razones por las cuales nuestro país fue alevosamente agredido por el Perú.

Oficio No R15-435; Guayaquil, agosto 31 de 1941Señor Comandante General de Marina,Quito.-A fin de darles fundamentos a algunos pedidos que tienen el mayor incremento de nuestra Marina y Aviación para el bien de la patria, cumplo en someter el presente análisis muy elemental desde luego, sobre la última campaña del sur.Sin entrar a analizar la organización de nuestras fuerzas militares del Ejército, en los distintos puntos y líneas establecidas para la resistencia, ya que aquello no esta dentro de la esfera de esta Comandancia, sin embargo creo cumplir con un deber hacer una apreciación general de los acontecimientos; i, señalar por creerlos ser esencialmente navales y aéreos los motivos prominentes que determinaron el rápido derrumbamiento de la moral de las tropas; i, por tanto la derrota.Esta rápida derrota desde hace cien años la ha venido preparando el Ecuador entero; sus hombres de Estado (legisladores, presidentes, ministros, diplomáticos) sus periodistas, sus maestros de escuelas, etc., regando la semilla del pacifismo unos, las mas raras doctrinas exóticas otros y la inmensa mayoría de los ecuatorianos regateando los presupuestos a las partidas para el ministerio de Defensa y jamás adoptando un programa de adquisiciones de materiales bélicos, ni facilitando una partida razonable para invertirle entre otros materiales indispensables; en buques de guerra, en cañones de costa y aviación.Así pues, todos aquellos respetables elementos en cuyas manos está siempre la suerte de un país, todas aquellas destacadas entidades, sin darse cuenta inadvertidamente prepararon esta tragedia nada más que por el persistente escepticismo con el que siempre han escuchado los clamores por

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HISTORIA RESUMIDA DE LA ARMADA DEL ECUADOR

una Marina y una Aviación adecuada a las necesidades de la defensa nacional, para comprobar lo cual, cumplo en citar los siguientes trabajos presentados por parte del informante: Tesis Profesional.- “La Marina que debemos preparar”, presentada al E.M.G. del E. el 15 de diciembre de 1932.- Mi parte al ser nombrado Comandante de Marina del 10 de marzo de 1938. Desarrollo del tema “La Aviación i la Marina en la defensa de nuestras costas” en mayo de 1939 en mi último trabajo realizado en comisión por orden del E.M.G. del E. , el 18 de julio del presente año con un adicional en el que a grandes rasgos previo análisis de la peligrosa situación de esos días debido a la carencia de Marina i Aviación; solicité de urgencia al Estado Mayor General en mi calidad de Comandante de Marina los elementos que para hacer frente al peligro eran indispensables, solicitud de última hora que no era otra cosa que la repetición de lo solicitado muchas veces desde épocas lejanas. Ningunos de los elementos civiles y militares podrá decir lo contrario de lo que a continuación afirmo: La falta de buques de guerra y de aviones de guerra, que neutralizando la acción de los buques y aviones de guerra peruanos impidieron el bloqueo de nuestra línea de comunicaciones Guayaquil-Puerto Bolívar y el bombardeo y luego la captura de Puerto Bolívar, con lo que el flanco y retaguardia de nuestros pocos batallones que combatieron al invasor, quedando en posesión del enemigo, fueron colocados dentro de una tenaza que los obligó al rápido repliegue hacia el oriente, repliegue que se tradujo en derrota por la desmoralización de la tropa que, sin la intervención neutralizante de una aviación propia que la socorriera, se sentía ametrallada furiosamente por la aviación enemiga, esa falta de materiales, repito; fue el origen indudablemente del colapso de nuestras pocas, pero aun intactas fuerzas combatientes.Con estos antecedentes, buscar en otros motivos la causa del desastre que nos aflige, con todo respeto creo, salvo la más ilustrada opinión de la superioridad, ser innecesario. El desastre; mientras el Ecuador continúe sin el material de marina i sin el material de aviación, mil veces solicitado a los hombres de Estado que, desde nuestra separación de la Gran Colombia se han sucedido en la Administración Nacional; el desastre, repito, estaba y continuará en estado latente i cualquier día como ya ocurrió había de ser esperado. Las amargas consecuencias de la falta de un poder naval suficiente; el Ecuador las ha venido experimentando desde fines de 1828 época en la cual; las fuerzas navales del Perú al mando de los almirantes Guisse y Botarin después del desigual combate de Punta Malpelo capturaron Guayaquil, desastre que en aquella época pudo a tiempo ser reparado por la gloriosa victoria de Tarqui; hoy también nuestro Ejército podría llevar la decisión de esta contienda a las zonas que, como en aquella época, se alejaron de la zona marítima en la que somos por falta de marina mui vulnerables; por desgracia también nos aqueja; la del aire cuya fatal influencia se ejercerá en la moral de nuestras fuerzas allá en la altura con la misma intensidad fatídica que opero aquí en la Región Litoral. Y habrá de decir que los medios aéreos del enemigo no solo obraron en la moral de las tropas, si no aun en la misma dirección de las operaciones de nuestro mando de la frontera, pues, mientras éste por falta de aviación daba sus ordenes a “ciegas”, por que es así cuando un Ejército o flota carecen de aviación, el enemigo operaba con el perfecto “control” de lo que hacían y los movimientos de nuestras Fuerzas mediante su Aviación.Si por satisfacer la ansiedad nacional inventamos una causa que, precisamente no sea la que es, la falta de Marina y Aviación adecuadas; intencionalmente, habremos desviado la línea de cesión que el futuro impone y habremos trazado para lo que las sigan nuestras futuras generaciones a sabiendas, una ruta equivocada; es decir el concepto de que la Defensa Nacional se hace a base simplemente de un 100% de Hombres y no como en realidad en el día es; “a base de un 60% de Materiales de un 15% de Entrenamientos y un 25% de Factor Moral o sea Factor Hombre,

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DECADENCIA DE LA INSTITUCIÓN (1916-1942)

desde luego estos porcentajes aun no han sido por los tratadistas con exactitud matemática determinados , pero ellos oscilan alrededor de los que dejo citados.

Consecuente con este informe; sea para una inmediata acción; sea para una futura Revancha, vuelvo como desde años atrás a solicitar con todo respeto:

1º.- La provisión de materiales y creación del Cuerpo de Artillería de Costas en toda su amplitud o por lo menos en parte de lo que se indica en el informe del 18 de julio del año en curso, que elevé al E.M.G. del E. la Comisión compuesta por el capitán Rocha, el mayor Hinostroza y el suscrito;

2º.- La provisión de todos, o por lo menos, para empezar, el 30% de los elementos de los materiales navales e hidroaéreos que se indican en el trabajo “La Marina y la Aviación en la Defensa de Nuestras Costas” parte I y parte II, trabajo presentado en 1939 al E.M.G. del E.;

3º.- Convertidos en realidad los dos anteriores párrafos, la creación por lo menos de la Subsecretaría de Marina;

4º.- Que sin perjuicio de depender del Ministerio de Marina, existe una cierta separación entre la Marina de Guerra propiamente dicha y la Marina de Servicios;

5º.- Creación de Capitanías de Puerto: en Puerto Bolívar (cuando sea recuperado), en Bahía, Manta y Esmeraldas;

6º.- La contratación de una Misión Naval o que aquella que se encuentra en Quito venga a Guayaquil y aumentándola con el necesario personal, inicien un intensivo período de instrucción de acuerdo con un plan previamente aprobado por nuestro mando naval;

7º.- Una revisión racional de los sueldos de los hombres embarcados, asignándoles una gratificación halagadora que los retenga en el servicio embarcado; esta gratificación en la siguiente escala:

Oficiales de cualquier jerarquía el 15%Tripulación desde suboficial a grumete el 20%

En cuanto a Sueldos y Rancho, la siguiente escala:

Aprendiz a Grumete Sueldo S/.75,oo Rancho S/. 45,oo Total S/.110,oo

Grumete “ “ 90,oo “ “45,oo “ “ 135,oo

Marinero “ “ 110,oo “ “45,oo “ “ 155,oo

Cabo de Mar “ “125,oo “ “45,oo “ “ 170,oo

Sargento 2º. “ “150,oo “ “45,oo “ “ 195,oo

Sargento 1º. “ “170,oo “ “45,oo “ “ 215,oo

Suboficial “ “200,oo “ “45,oo “ “ 245,oo

Honor y Patria, El Comandante de Marina (f ) Fco. Fernández Madrid., Cap. de Frgta. Ejc.”107.

Desde fines del siglo XIX ya había ciertos acuerdos o normas internacionales que los países debían seguir para solucionar los conflictos especialmente limítrofes. La Unión Panamericana tenia sus normas, las Naciones Unidas tenían otras normas pero ninguna de ellas permitía que ningún país podía estar ocupado por una fuerza militar extranjera antes de solucionar sus divergencias, pero a nosotros si nos ocuparon, y estando ocupados se firmaron los tratados de paz.

107 Archivo Histórico del Inhima.

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(1978) Guayaquil, inauguración del parque de la Armada con el BAE “Calderón” convertido en museo. Foto Archivo Histórico Dpto. RR.PP. de la Comandancia General de Marina.

Ecuador hace los respectivos reclamos aprovechando que se estaba realizando la reunión de los cancilleres de los países de América para tratar el asunto internacional mundial. O sea la reunión no era para tratar nuestro problema con el Perú,

sino porque Europa estaba en guerra, Alemania había invadido varios países. Lo lamentable es que cuando los cancilleres se reúnen en Itamaratí (Ministerio de RR.EE. de Brasil), el Ecuador presenta su queja, expone Perú, se realiza la votación y por unanimidad los países hermanos de América prácticamente dieron el visto bueno para que el Perú continúe ocupando el territorio del Ecuador.

El historiador general Patricio Lloret Orellana manifiesta: “La profesionalización y modernización del Ejército y de las Fuerzas Armadas en general, nació con la Revolución Liberal, tomó forma a partir de 1920 con la presencia de Chiriboga y Paz y Miño, y se consolidó con el advenimiento de la Revolución Juliana; lamentablemente, todo este intenso trabajo fue echado por la borda, a partir de 1930, hasta culminar con la tragedia nacional de 1941. Algunos autores quieren encontrar en la derrota, la culpabilidad de la Misión italiana al descuidar la formación en el “aspecto fronterizo”108, y ello no es verdad si revisamos el esfuerzo realizado en este periodo para profesionalizar al Ejército. La falta de políticas institucionales para aplicar los conocimientos doctrinarios en la instrucción diaria de las tropas, sumada a la irresponsabilidad de la élite política en la conducción del país, llevó al país a la catástrofe de 1941”109. Entiéndase que al decir Ejército, el autor se está refiriendo a las Fuerzas Armadas.

108 Jaime Breilh y Fanny Herrera. El proceso juliano. Pág. 144109 Boletín No 4 de la Academia Nacional de Historia Militar, págs. 117, 118

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(1926) Segunda Junta de Gobierno Provisional General Alberto Enriquez Gallo

Guayaquil, muelles del sur 1930

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El 9 de Julio de 1927 se crea el Banco Central

Guayaquil, boulevard 9 de Octubre de 1920