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HISTORIA REVISTA LIFE
Grande, siempre en crecimiento, tormentosa, sensible, escandalosa,
sentimental, pomposa, franca, insolente, desafiante, absurda, melodramática,
devastadora». Estas fueron las palabras que uno de los editores de Lifeusó para
describir a la revista que cautivó al público estadounidense desde los años 30
hasta los 70, cuando perdió la batalla contra el enajenante brillo del televisor.
En 1883, los socios John Ames Mitchell y Andrew Miller fundaron en Nueva York
un semanario llamado life, publicación que sólo le heredó el nombre a la revista
de la que se habla en este artículo. Su lema era «mientras haya vida —life—,
hay esperanza».
Esta primera Life era una publicación de humor e interés general —sirvió para
catapultar la fama de célebres ilustradores, incluyendo a Robert Ripley, quien
años después fundaría la revista Ripley’s Believe It or Not—, y abordaba temas
como la religión, la política, la moda, la literatura y vida social, en un estilo que
más tarde adoptaría The New Yorker. Sin embargo, nunca igualó el éxito de sus
competidoras —como Esquire y Puck—, y después de la Gran Depresión, se
declaró en bancarrota y cerró sus puertas.Ver la vida y ver el mundo
En 1936, Henry Luce, que en 1923 había fundado la revista Time, y Fortune en
1930 —y que en 1954 lanzaría Sports Illustrated, así como People en 1974, entre
muchas otras publicaciones periódicas— compró los derechos del nombre Life.
Desde su primer número y bajo la dirección de Luce, la renovada Life le dio
prioridad total a las imágenes. Ésta fue la primera revista en la que los
fotógrafos eran los héroes, los verdaderos artífices de las historias; muchos de
ellos serían objeto de apasionadas biografías o personajes centrales de
películas.
En un discurso, Luce describió de la siguiente manera los objetivos del nuevo
semanario: «Ver la vida, ver el mundo, ser testigos de grandes eventos; [...]
observar cosas extrañas [...], ver cosas que están a miles de kilómetros, cosas
escondidas detrás de los muros de las habitaciones, cosas peligrosas, [...] buscar
y adquirir placer al ver, ver y asombrarse, ver y aprender; por lo tanto, ver, y no
sólo ser visto, es ahora y siempre será la nueva esperanza de la humanidad».
El primer número apareció el 23 de noviembre de 1936. A partir de entonces, la
revista publicaría artículos con una cantidad mínima de texto —casi siempre
pies de página— como complemento de fotografías de distintos aspectos de la
vida humana, con énfasis en los acontecimientos políticos, las celebridades y la
vida suburbana de los EE.UU. Se imprimieron 380 mil copias del primer número,
y tan sólo cuatro meses después, el tiraje aumentó a un millón de ejemplares.
¿Educación o entretenimiento?
Casi 50 años antes que Life, la revista National Geographic ya había descubierto
el potencial de mercado de las imágenes; su fórmula era mostrarle a los
occidentales lo «otro», lo exótico, en su contexto de origen. Los reportajes se
cubrían con una fachada de «rigor científico y académico», y su postura editorial
consistía en evitar temas poco placenteros —como la miseria y la guerra—, y en
cambio idealizar la «inocencia» de los países en vías de desarrollo.
Por su parte, Life nunca tuvo la intención de presentarse como una autoridad
científica, pero sí quiso ser un instrumento de educación para las masas: la
revista reflexionaba acerca de las peculiaridades de la vida estadounidense y su
clase media. Henry Luce, un hombre que había tenido una educación de élite en
Yale y Oxford, y pertenecía a la clase privilegiada de su país, estaba fascinado
con el hombre común que vivía en los pequeños poblados de los EE. UU., casi del
mismo modo que National Geographic lo estaba con el indígena de una tribu
remota en África, Asia o Sudamérica. Bajo esta lente, Life describió un estilo de
vida que daba la apariencia de una perfección moral, y se alejaba de la
desigualdad, el racismo y la pobreza.
La revista estadounidense LIFE está de aniversario y para ello ha seleccionado 75 de sus mejores fotografías que pueden verse a través de su. Es una oportunidad excepcional para navegar por aquellas imágenes que han hecho historia a lo largo de esos 75 años y que suponen una verdadera fuente de inspiración para nosotros, los fotógrafos. Del blanco y negro al color, para retratar tanto a dirigentes políticos como a actores de Hollywood pasando por conflictos bélicos, la calidad de las obras expuestas no te dejará indiferente.
Una revista que, aunque fundada en 1883 más centrada en la política a través de la sátira y el humor, no fue hasta 1936 cuando Henry Luce, fundador del compró los derechos de la publicación comenzando aquí la etapa enfocada al
fotoperiodismo. Por sus páginas han pasado casi todos los grandes autores de la historia de la fotografía, como el ya mencionado, y nos han dejado instántaneas para el recuerdo como la célebre “Marinero besando a la enfermera” de Alfred Eisenstaedt.
Pero hay más, muchas más, un fantástico retrato frente al espejo de Chaplin como payaso, Los Beatles sumergidos en una piscina, James Dean paseando por un lluvioso Times Square, Salvador Dalí captado en toda su esencia surrealista, Picasso en su estudio y así hasta completar un total de 75 fotografías únicas e irrepetibles, que aunque principalmente centradas en la historia de Estados Unidos, no son ajenas a nuestra mirada.
Como revista impresa su andadura terminó en abril de 2007 pero desde entonces sigue nutriendo su archivo a través de internet dotando a su web de un compendio de recursos fotográficos que hacen las delicias de todos aquellos que devoramos imágenes. Así que os invito a perderos por sus links y a celebrar con ellos esos 75 años de fotografías para la historia.