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IL ALFAGUARA INFANTIL Maén Puerta Ilustraciones de Richard Blanco Historias de fútbol

Historias de fútbol

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Maén Puerta

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Maén PuertaIlustraciones de Richard Blanco

Esto es una simulación de texto de contraportada... Tres relatos totalmente diferentes pero con un denominador común, la calidad literaria de la autora. «Vacas en las nubes» es un canto al realismo mágico; «la verdad» un llamado a la reconciliación y «la autobiografía de un bebé» un divertido absurdo. Cada historia te dejará una sensación tan particular que la volverás a leer más de una vez.

Historias de fútbol

ALFAGUARA INFANTIL

CODIGO DE BARRAS

ALF

AG

UA

RA

Maé

n Pu

erta

His

toria

s de

fút

bol

ALFAGUARA INFANTILDESDE 8 AÑOS

Maén PuertaIlustraciones de Richard Blanco

Historias de fútbol

ALFAGUARA INFANTIL

ALFAGUARA INFANTIL

ALFAGUARA INFANTIL

Maén PuertaIlustraciones de Richard Blanco

Historias de fútbol

Historias de fútbol© del texto: 2008, MAÉN PUERTA

© de esta edición: 2008, Editorial Santillana, S.A.Avenida Rómulo Gallegos, Edf. Zulia, piso 1. Sector Montecristo, Boleíta, Caracas (1071), Venezuela.Telfs.: 58-212 235 30 33 / 235 47 30Fax: 58-212 239 79 52www.santillana.com.ve

ISBN: 978-980-275-890-6Depósito legal: Il6332008800891Impreso en Venezuela por Lithomundo

Tiraje: 2000 ejemplares

Una editorial del grupo Santillana que edita en Argentina

Gerald EspinozaEdición: Adriana Rodríguez R.

Todos los derechos reservados.

en parte, ni registrada en, o transmitida por, un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni

por fotocopia, o por cualquier otro, sin el permiso previo

Maén PuertaIlustraciones de Richard Blanco

Historias de fútbol

Historias de fútbol© del texto: 2008, MAÉN PUERTA

© de esta edición: 2008, Editorial Santillana, S.A.Avenida Rómulo Gallegos, Edf. Zulia, piso 1. Sector Montecristo, Boleíta, Caracas (1071), Venezuela.Telfs.: 58-212 235 30 33 / 235 47 30Fax: 58-212 239 79 52www.santillana.com.ve

ISBN: 978-980-275-890-6Depósito legal: Il6332008800891Impreso en Venezuela por Lithomundo

Tiraje: 2000 ejemplares

Una editorial del grupo Santillana que edita en Argentina

Gerald EspinozaEdición: Adriana Rodríguez R.

Todos los derechos reservados.

en parte, ni registrada en, o transmitida por, un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni

por fotocopia, o por cualquier otro, sin el permiso previo

6 7

¡UNA GAMBETA DE FUTBOLISTA!

¡Una gambeta! ¡Una gambeta! Ése era el grito que me acompañaba a la hora de acercarme a la cancha. Todos mis compañeros me animaban para que cumpliera con sus pedidos, pero yo, resignado, dejaba la misión en las manos (o en las patas) de Rocco Lorenzo, mi loro, quien siempre me escoltaba a las prácticas de fútbol y que de tanto vernos jugar aprendió a ejecutar las gambetas de fútbol más espectaculares, dignas del mejor futbolista del mundo. Sus patas lograban figuras acrobáticas, dignas del mejor circo, y el balón, con sus peripecias, se transformaba en un arcoíris, un regalo de la naturaleza que terminaba invadiendo la portería, rebasando al arquero y rompiendo la malla.

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¡UNA GAMBETA DE FUTBOLISTA!

¡Una gambeta! ¡Una gambeta! Ése era el grito que me acompañaba a la hora de acercarme a la cancha. Todos mis compañeros me animaban para que cumpliera con sus pedidos, pero yo, resignado, dejaba la misión en las manos (o en las patas) de Rocco Lorenzo, mi loro, quien siempre me escoltaba a las prácticas de fútbol y que de tanto vernos jugar aprendió a ejecutar las gambetas de fútbol más espectaculares, dignas del mejor futbolista del mundo. Sus patas lograban figuras acrobáticas, dignas del mejor circo, y el balón, con sus peripecias, se transformaba en un arcoíris, un regalo de la naturaleza que terminaba invadiendo la portería, rebasando al arquero y rompiendo la malla.

14 15

ESTUDIAR PARA LA LIBERTAD

Mi papá dice que el fútbol es diversión y al-gunas veces trabajo, pero yo pienso que ante todo es un deporte. Mis clases de educación física son para mí una fiesta de la libertad en la que se puede mirar y se puede jugar.

Un día estaba conversando con una de mis maestras y ella me preguntó qué quería estudiar cuando fuese grande. Le contesté, sin pensarlo dos veces: «Yo quiero estudiar para la libertad». Sorprendida, mi maestra me preguntó qué significaba eso, y entonces yo le respondí: «¡Quiero ser futbolista!».

CAMINO AL CIELO

Cuando le preguntaba a mi abuelo qué sen-tía cuando ganaba su equipo, él siempre me respondía: «Siento que voy camino al cielo». Yo no entendía mucho esa respuesta, hasta una tarde en que mi equipo disputaba el pri-mer lugar del campeonato y ganamos cinco a dos. Al finalizar el partido, un compañero me preguntó cómo me sentía, y le dije feliz: «Siento que voy camino al cielo».

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ESTUDIAR PARA LA LIBERTAD

Mi papá dice que el fútbol es diversión y al-gunas veces trabajo, pero yo pienso que ante todo es un deporte. Mis clases de educación física son para mí una fiesta de la libertad en la que se puede mirar y se puede jugar.

Un día estaba conversando con una de mis maestras y ella me preguntó qué quería estudiar cuando fuese grande. Le contesté, sin pensarlo dos veces: «Yo quiero estudiar para la libertad». Sorprendida, mi maestra me preguntó qué significaba eso, y entonces yo le respondí: «¡Quiero ser futbolista!».

CAMINO AL CIELO

Cuando le preguntaba a mi abuelo qué sen-tía cuando ganaba su equipo, él siempre me respondía: «Siento que voy camino al cielo». Yo no entendía mucho esa respuesta, hasta una tarde en que mi equipo disputaba el pri-mer lugar del campeonato y ganamos cinco a dos. Al finalizar el partido, un compañero me preguntó cómo me sentía, y le dije feliz: «Siento que voy camino al cielo».

20 21

¿QUIÉN GANÓ?

Aunque no me lo crean, yo leí en un libro de hazañas del fútbol que hace muchos años se dio un partido en el que en el tiempo de la definición por penaltis los equipos estaban empatados por 44 goles cada uno, y ninguno de los jugadores se veía agotado ni con in-tenciones de fallar. Lo que no cuenta la his-toria es que hasta los perros que rodeaban el estadio se fueron a descansar y nunca nadie supo quién ganó.

DESDE SIEMPRE

Cuenta mi tío que el fútbol existe desde que el hombre vive. Y yo lo creo, porque cuando veo a un jugador entrelazar su ilusión con el balón pienso que debe haber existido siem-pre. Y si por casualidad ese jugador es un niño, sin duda alguna siento que soy yo, so-ñando con estrellas en forma de balones que caen rendidas a mis pies.

20 21

¿QUIÉN GANÓ?

Aunque no me lo crean, yo leí en un libro de hazañas del fútbol que hace muchos años se dio un partido en el que en el tiempo de la definición por penaltis los equipos estaban empatados por 44 goles cada uno, y ninguno de los jugadores se veía agotado ni con in-tenciones de fallar. Lo que no cuenta la his-toria es que hasta los perros que rodeaban el estadio se fueron a descansar y nunca nadie supo quién ganó.

DESDE SIEMPRE

Cuenta mi tío que el fútbol existe desde que el hombre vive. Y yo lo creo, porque cuando veo a un jugador entrelazar su ilusión con el balón pienso que debe haber existido siem-pre. Y si por casualidad ese jugador es un niño, sin duda alguna siento que soy yo, so-ñando con estrellas en forma de balones que caen rendidas a mis pies.

44 45

LA NOCHE

Era de noche. El estadio tenía poca luz, pero estaba el compromiso de jugar. Todo iba bien hasta que hubo un apagón general en el pueblo. Estábamos tan emocionados que seguimos jugando como sombras agudas re-flejadas por la luna, que en algunos momen-tos se convirtió en la dueña del balón.

¡SALGAN!

En una ocasión, cuando jugaba en una cate-goría inicial, el profesor nos estaba indican-do las posiciones que debíamos observar en la cancha. Todo iba muy bien hasta que el profesor nos gritó: «¡Salgan!», como un avi-so para que avanzáramos de puesto. Pero uno de mis compañeros no entendió bien y se fue a las gradas a sentarse al lado de su papá a llorar. El profesor se sorprendió y se acercó a preguntarle: «¿Qué haces aquí? ¿Por qué no estás jugando?». Y él le contestó que simple-mente había obedecido la orden.

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LA NOCHE

Era de noche. El estadio tenía poca luz, pero estaba el compromiso de jugar. Todo iba bien hasta que hubo un apagón general en el pueblo. Estábamos tan emocionados que seguimos jugando como sombras agudas re-flejadas por la luna, que en algunos momen-tos se convirtió en la dueña del balón.

¡SALGAN!

En una ocasión, cuando jugaba en una cate-goría inicial, el profesor nos estaba indican-do las posiciones que debíamos observar en la cancha. Todo iba muy bien hasta que el profesor nos gritó: «¡Salgan!», como un avi-so para que avanzáramos de puesto. Pero uno de mis compañeros no entendió bien y se fue a las gradas a sentarse al lado de su papá a llorar. El profesor se sorprendió y se acercó a preguntarle: «¿Qué haces aquí? ¿Por qué no estás jugando?». Y él le contestó que simple-mente había obedecido la orden.

Este libro publicado por Editorial Santillana, S.A.

bajo el sello Alfaguarase terminó de imprimir

en el mes de mayo de 2008 en los Talleres de Lithomundo

Caracas, Venezuela.

ALFAGUARA INFANTIL

Maén PuertaIlustraciones de Richard Blanco

Esto es una simulación de texto de contraportada... Tres relatos totalmente diferentes pero con un denominador común, la calidad literaria de la autora. «Vacas en las nubes» es un canto al realismo mágico; «la verdad» un llamado a la reconciliación y «la autobiografía de un bebé» un divertido absurdo. Cada historia te dejará una sensación tan particular que la volverás a leer más de una vez.

Historias de fútbol

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CODIGO DE BARRAS

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Maén PuertaIlustraciones de Richard Blanco

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