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Honorio quila, poeta campesino. El sol cuando a mí me hablaba. Honorio Quila, Claudio Mercado

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Honorio Quila es un cantor a lo poeta de Loyca Arriba, cerca de San Pedro de Melipilla, zona central de Chile. El año 2007 falleció a la edad de 90 años. Es considerado entre sus pares y estudiosos como uno de los mejores poetas y cantores a lo divino de la zona central de Chile. Su mente creó cientos de versos. Este libro está basado en registros de conversaciones sobre su vida, sus versos y su quehacer como poeta y cantor. Complementa al libro un disco con grabaciones de sus cantos desde el año 1964 al 2000.

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En el árbol del amorHonorio Quila, poeta campesino

En el árbol del amorparó un picaflor a verapenas picó la florno quiso permanecer

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Honorio Quila es un poeta y cantor a lo divino y humano de Loyca Arriba, cerca de San Pedro de Melipilla. El año 2007 falleció a la edad de 90 años. Es considerado entre sus pares y estudiosos como uno de los mejores poetas y cantores a lo divino de la zona central de Chile. Su men-te creó cientos de versos. Algunos son cantados por otros poetas, pero muchos fueron guardados celosamente en su memoria. Cada verso está compuesto de 50 líneas; sa-ber cien versos significa tener en la memoria 500 líneas de poesía. Versos compuestos y guardados en la mente, sin escritura de por medio. La vida campesina, la naturaleza, las historias bíblicas, la manera de entender y de vivir en el mundo están en esos versos. Ahí se guarda el conoci-miento y la tradición campesina. Son cantados en rituales mortuorios, novenas y ocasiones sociales. Ser poeta campesino significa estar atento al mundo y re-lacionarse directamente con lo divino. Significa ir al sol en un sueño y ahí escuchar una melodía cantada por miles de niños. Y despertar y sacar la melodía en la guitarra y luego cantar la melodía del sol. Los versos de don Honorio, su voz, sus melodías y su manera de tocar la guitarra son tan famosos entre los cantores como su reticencia a ser grabado, filmado o registrado de alguna manera. Durante años muchas personas, entre las que me cuento, quisimos registrar sus versos y su vida. Pero con un celo exagerado por sus creaciones, don Honorio siempre se negó. Nos conocimos en 1993 y pasé días hermosos en su casa de Loyca Arriba escuchando historias y versos. El año pa-sado me llamó porque sintió que se acercaba su muerte y quería que hiciéramos un libro con sus versos y su vida. En-tonces comencé a ir a la casa de su hija Ignacia, en Llolleo, donde estaba postrado y enfermo. De esas visitas quedó registro de siete horas de conversaciones sobre su vida, sus versos, su quehacer como poeta y cantor. Son fragmentos de historias, de 90 años de una vida.Don Honorio dictó muchos de sus versos a Ignacia, y que-daron escritos. Antes de morir pidió a su hija que me dijera que debíamos continuar el trabajo y hacer el libro. Este libro.

INTRODUCCION

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La manera de entender y de percibir el mundo de los campesinos es inimaginable para la gente de la ciudad. La sabiduría que subyace esa manera de vivir no forma parte de los curriculums escolares ni de los canales formales de aprendizaje, ni de los medios, ni de las conversaciones familiares urbanas.La familia reunida en el almuerzo domin-guero jamás imaginará que la persona que cultivó esas lechugas o esas ricas frutillas que están comiendo mantiene en su me-moria dos mil líneas de versos que narran las historias de la Biblia. Digo dos mil líneas para que esos mismos que están comien-do las lechugas entiendan lo que digo, si hablara en campesino diría que ese poe-ta sabe cien versos y dos mil palabras. En-tendiendo por verso lo que en la ciudad se conoce por poema y por palabra lo que se conoce por verso. Ese campesino que sembró, cuidó y cose-chó las frutillas lo hizo pensando, inventan-do, recordando versos. Cada verso tiene cincuenta palabras, cincuenta líneas con una estructura rígida y complicada. La ma-yoría de los poetas no sabe leer ni escribir, pero saben las historias de la Biblia en ver-sos.Y no sólo la Biblia, también está en verso la naturaleza, la historia de Chile, los acon-tecimientos, los amores, las catástrofes, la

política, la filosofía, la vida.El mundo en versos, en décimas y cuartetas octosílabas de rima compleja.

Durante siglos los campesinos chilenos han tenido este conocimiento, han visto y des-crito el mundo en versos. Estos versos son referidos, es decir, declamados, o cantados. Esta manera de cantar es conocida como Canto a lo Poeta, que se divide en Canto a lo Humano y Canto a lo Divino.El Canto a lo Poeta se canta acompañado de guitarra o de guitarrón. El guitarrón o guitarra grande es un instrumento de 25 cuerdas, único en el mundo, inventado por los antiguos cantores de Chile central. No sabemos cuando se hizo el primer guita-rrón, pero hay referencias de él a partir de 1800. Sabemos que a comienzos de 1900 había guitarrones en distintas partes de Chile central, y también sabemos que en la década de 1960 sólo había guitarrones y guitarroneros en Pirque. Actualmente el guitarrón se ha popularizado y ya hay más de 50 guitarroneros.

El otro instrumento usado es la guitarra, que es tocada de una manera propia. Exis-ten más de cuarenta afinaciones campesi-nas que son usadas para distintas melodías. La guitarra transpuesta, que es como se

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define debido a su cualidad de no seguir la afinación occidental, tiene distintas ma-neras de ser tocada, siendo estas definidas por identidades locales.Cada lugar ha desarrollado sus propias afi-naciones y sus propios toquíos. Estos están ligados a las entonaciones (melodías del canto) que son también una clara marca de identidad. Muchas de las melodías exis-tentes tienen nombre de los lugares donde fueron creadas (la codeguana, la colchagui-na, la principalina). Además de las melodías tradicionales locales, existen cantores que crean las suyas propias, siendo incluidas de inmediato en el repertorio común si son del agrado de los demás cantores.

El canto a lo divino se ha realizado tradicio-nalmente en velorios de angelitos, novenas y encuentros campesinos. Cuando se hace una novena o vigilia en un honor a un san-to, se pasa la noche entera cantando frente a la imagen celebrada, y debido a la mane-ra en que se canta y se toca, a las horas sin dormir, a la concentración y a la fe, se viven momentos de mucha emoción interna y de conexión con lo divino.

Una vigilia a la antigua, entendiendo por antigua lo que abarca la memoria de la gente, es una rueda pequeña, entre tres y diez cantores del mismo lugar o de los al-rededores, todos ellos conocen las mismas entonaciones. El tocador comienza con una entonación y un fundado1. Todos deben seguirlo. Él to-cará para todos sin parar, cada uno cantará su verso con despedida incluida, todos con la misma entonación y el mismo tema. La historia de algún profeta, o la historia del diluvio, o la creación, o por astronomía. To-dos cantando sobre la misma historia, pero con versos distintos, a veces muy parecidos, a veces con la misma cuarteta, pero distin-tos. Tejiendo la misma historia una y otra vez, narrando en un tejido asombroso la historia contada por primera vez hace miles de años y a miles de kilómetros. Escuchar con atención los versos cantados

1 Fundado se llama a los distintos temas de los versos.

en una rueda a lo divino es una experiencia asombrosa, iluminadora. Los poetas sitúan el nacimiento de Cristo en el campo chile-no, lo van a ver peucos, águilas, lo visitan las bandurrias, el pitío, los bueyes. Una rueda de canto a lo divino a la anti-gua tiene un diseño que enhebra todo con todo. Es una estructura diseñada para que la mente y el espíritu del cantor puedan sa-lir de la vida cotidiana y entrar a los parajes metafísicos, divinos.

Pero el canto a lo divino también acompaña a la muerte. Uno de las funciones más im-portantes de los cantores es y ha sido can-tar en los velorios de angelito. Los cantores cantan toda la noche frente al niño muerto y al amanecer cantan poseídos por el alma del niño, que se despide de sus padres y les pide que no lloren pues él ya está llegan-do a la gloria. Hasta hace unos 30 años atrás era este un ritual muy común en los campos, donde morían muchos niños por falta de atención médica. Actualmente esto ha cambiado, hay postas y medicamentos y la cantidad de niños que muere es mu-cho más baja, por lo que esta tradición se realiza con mucho menos frecuencia, pero cuando es necesario, se hace.

¿De dónde sale, como nace esta tradición?La historia dice que cuando llegaron los es-pañoles a Chile comenzó la mezcla de sabe-res. De España llegaron miles de personas del pueblo, cargados con sus creencias, sus males de ojo, sus brujas y hechicerías, su paraíso y su infierno, sus músicas, sus poe-tas, sus juglares, sus poesías y sus formas poéticas: las cuartetas y las décimas. Traían también todo lo que les habían dejado los musulmanes en sus 800 años de ocupación de España. Los moros recién habían sido expulsados. Los que llegaron eran españo-les-moros.También llegaron unos pocos letrados, sa-cerdotes y gente que formaba una élite en España y siguió formándola aquí, en la nue-va tierra.Pero los recién llegados no encontraron

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una tierra vacía, despoblada. Chile estaba habitado por pueblos que también tenían su sabiduría, sus creencias, su manera de entender y percibir el mundo. Tenían su re-ligión, su música, sus cantos, su poesía, te-nían un desarrollo estético tan importante como el que traían los españoles.Entonces comenzó la fusión y el reemplazo de creencias, de maneras de situarse en el mundo, de entender y relacionarse con el cosmos. Comenzó el asombro de unos y otros ante las distintas maneras de concep-tualizar el mundo. El poder de la cruz acababa de expulsar a los infieles de España, el dios católico había derrotado finalmente al Islam. Dios estaba con los cruzados. Con esa idea en la men-te, los sacerdotes españoles comenzaron su trabajo de evangelización en América. Dieron por supuesto que la verdadera re-ligión era la suya y todas las demás eran demoníacas, que había que destruir siglos de tradiciones locales para imponer la suya, que el mismo dios los mandaba a convertir en cristianos a estas gentes sin alma.

Los pueblos originarios de América des-collaban y aún lo hacen por un profundo sentimiento religioso, de unidad con el cosmos. La ritualidad andina y surandina de tiempos prehispánicos es un tejido que cruza todas las manifestaciones de la vida. Ella se expresa en la danza, la música, los textiles, la organización social y política, en los preciosos objetos rituales de cerámica, piedra o madera. La profusa vida ritual de los descendientes de aquellos pueblos pre-hispánicos demuestra que ese profundo sentimiento ritual que une al hombre con el cosmos ha pervivido.Los sacerdotes españoles se encontraron con pueblos que vivían cotidianamente in-mersos en un mundo ritual. En Chile central se encontraron con rituales que celebraban el ciclo agrícola donde tocaban sus flautas de piedra y madera al son del tambor. Can-taban y danzaban a sus dioses a su ma-nera. Con los españoles llegó otra manera, otros

instrumentos. Llegaron las cuerdas: la gui-tarra, la vihuela, el arpa, los violines. Gran-de debió haber sido la sorpresa para los nativos al escuchar esos instrumentos de cuerdas. Tan grande como cuando vieron a los españoles montados en los caballos y pensaron que eran un solo animal.

Los nuevos instrumentos comenzaros a ser descubiertos por los músicos nativos, acos-tumbrados al sonido de las flautas. Enton-ces los fueron adaptando a sus gustos, a su manera de escuchar y organizar los so-nidos. Fueron naciendo y fijándose afina-ciones locales en la guitarra, se agregaron cuerdas, se inventaron instrumentos, nació el charango, el charrango, la guitarra gran-de o guitarrón. La nueva lengua, el español, trajo consigo sus formas poéticas. Las cuartetas y déci-mas sirvieron a los sacerdotes para enseñar la historia sagrada. La décima, pese a su di-ficultad, es una excelente herramienta para recordar historias largas. Los campesinos, ahora mestizos, fueron cayendo uno a uno en el embrujo de los versos, en las ganas de querer saber más y más. Y la tradición se fue formando como se forma todo en este mundo. La semilla estaba sembrada, sólo tenía que crecer.La décima se fue expandiendo por los cam-pos y con ella las historias de Sansón, de Moisés, de José, de Elías, de Noé, de Adán y Eva, de Caín y Abel, de las visiones de San Juan, de la Creación, del nacimiento del Niño y del padecimiento de Jesús, por sólo nombrar algunas. Cientos de historias repetidas en los versos con distintos mati-ces. Durante dos mil años las historias fue-ron contadas y siguen siendo contadas y cantadas en los campos chilenos.

Este es un libro que reúne las historias en versos creadas por un poeta, Honorio Quila Ballestero.

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UNA VIDA DE POETA

Hoy es el día, postergo todo y me voy a Llolleo a visitar a Honorio Quila. Llego y ahí está Honorio en la cama, con su larga y blanca barba, y chascón. Hola Claudio, que alegría grande, y vamos conversando y entrando en una atmósfera tan cálida. Está bien enfermo y la mente está lenta. Ya no es el Honorio Quila de hace tres años, la última vez que lo visité allá en su casa de Loyca arriba. Hablamos de versos y me comienza a recitar uno por nacimiento, el de las águilas voladoras. Me dice que lo ha estado recordando pero sólo se acuerda del primer pie, ha estado intentando pero no ha conseguido recordarlo. Es que la memo-ria me está fallando.Esta vida es tan extraña, tan intensamente extraña, todo está relacionado con todo. Sonrío incrédulo ante este asombroso mun-do y comienzo a referirle el segundo pie:

Dos niños fueron a vera Cristo el hijo de Diosy con ansiedad los doslo querían conocer

Don Honorio abre los ojos y se incorpora, sonríe, sí, ese es, ¿¡usted se lo sabe?-Sí-¿Cómo sigue?

todo este acontecercausó grande admiracióncuando nació el redentortodo el mundo despertóun halcón lo visitóy un peuco bien cazador

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Silencio.Don Honorio me mira sonriendo, ¿y se sabe los otros pies?-Sí, me lo sé entero-A ver, dígalo

El nieto de Santa Anaha nacido en el portalde regalo un pavo realle lleva una dulce ancianatambién una bella damale lleva una blanca florhasta un esquivo leónfue a visitar al Mesíasllegaba de mañanitaun zorro viejo, ladrón

Lo voy diciendo y él lo va recordando, voy haciendo silencios para que su memoria llegue al camino del verso y poco a poco va llegando y lo vamos diciendo juntos.Don Honorio no quita sus ojos de mis ojos mientras recita y se le pierden algunas pa-labras, algunas líneas, luego retoma. Se-guimos, lo terminamos

Dos bellísimas bandurriasde lo alto también vinierony alegría le trajeronal hijo de la virgen purafue muy grande la dulzurade aquella madre benditavolaba una tortolitamatorral en matorraly llegaba hasta el portaluna leona calchoncita

Silencio

-¿ Y usted cómo se lo sabe? -Cuando estuvimos en la catedral, parece que fue en el 99, usté cantó ese verso con la melodía del sol y yo estaba grabando la vigilia completa y ahí quedó, y me gustó tanto que lo aprendí.

La vida y sus tantas vueltas. Don Honorio debe haber sabido más de doscientos ver-sos, debe haber compuesto en su vida mu-cho más de cien versos. Según don Juan

Uribe, Honorio sabía más de 200 versos. Yo sólo sé uno de sus versos, justamente este por nacimiento, justamente el que se le ha olvidado e intenta recordar estando yo presente. ¿Quién mueve los hilos? ¿Las coincidencias existen?Sabemos con certeza que no, pero igual uno se asombra. Una jugarreta más del destino, una maravilla más del destino. Aquí estoy enseñándole uno de sus versos al gran Honorio Quila.

- A ver dígalo de nuevo, desde el segundo pie

Y comienzo nuevamente mientras él lo va regrabando en su memoria. Los versos son tan fáciles y tan difíciles de aprender y re-tener en la memoria. A veces basta sólo la primera palabra del pie para recordarlo en-tero. A veces es más difícil. La mente de don Honorio está cansada, un poco perdida en una nube de recuerdos. Referimos varias veces el verso.El tiempo pasa lentamente. Un poco hacia el poniente está el mar y todas sus olas. Aquí adentro una cama, una silla de rue-das, un poeta de barba larga y blanca, un anciano de 90 años recorriendo su memo-ria en busca de versos.

Pongo un casete que he traído con una gra-bación que hizo don Juan Uribe en 1965. Honorio canta por pajaritos2 con Miguel Galleguillos. Los años vuelven atrás. Las vo-ces fuertes, el toquío diestro, los versos a flor de piel. Don Honorio fija la vista en este aparato que reproduce su voz y su to-quío de cuarenta años atrás. Me mira, mira a la radio, me vuelve a mirar. Pasan las horas. Rico caldillo de pescado y seguimos la con-versa. La alegría del encuentro. Don Ho-norio comienza a recordar y a recitar verso tras verso. El del sueño cuando fue al sol es una maravilla.

2 Cantar por pajaritos significa cantar un verso dedicado a los pájaros.

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-Pucha, Claudito, que alegría grande siento. Vamos a hacer un libro. ¿Cómo era el se-gundo pie? ¿Cómo empieza?-Dos niños fueron a ver- A Cristo el hijo de Dios

Lo toma y lo sigue. Varias veces durante la tarde me pregunta hasta que ya lo fija en la memoria. Me pide que se lo deje escrito y lo escribo en una hoja para que su hija Ignacia se lo lea.

La vida sigue dando vueltas. Ignacia está casada con Luis Mercado. ¡Pariente! Me dice cuando hablamos por teléfono. No nos conocemos. Llego a Llolleo y él no está en casa. En un momento Ignacia me queda mi-rando y me dice “pucha, Luis se va a llevar una impresión muy grande cuando te vea. Sabes, a él se le murió un hijo de 28 años en un accidente y tú eres igual a él. La misma nariz, la mirada, el pelo”.Y cuando Luis llega me queda mirando y luego me da la mano largamente, cariño-samente. Siento en su rostro una emoción contenida. La vida no tiene fin.

La tarde sigue rodando y Honorio sigue recitando versos y la vida es una pequeña maravilla y oscurece y me despido y cuando me despido de Luis siento aquello indefi-nible que él está sintiendo. A través de su mano apretada en la mía y de sus ojos fijos en los míos siento una calidez, un amor, una desesperación y el asombro que está vivien-do. Me mira y me mira y me dice perdone pero lo he conmovido. Asiento en silencio. Eres de la familia, me dice, eres bienvenido cuando quieras o cuando necesites. Ven a vernos pero avísanos antes para esperarte con unos ricos pescados.

Todo esto pasó hace unos cinco días y no he podido sacarme a Honorio ni a mi pariente de la cabeza. ¿Quién mueve los hilos? La pregunta repetida una y otra vez. La respuesta silenciosa una y otra vez.

Afuera llueve, son las dos de la mañana y escribo escuchando a don Honorio cantan-

en los velorios. Tocaban otros de otra laya, y le decía mi padre a los otros tocadores, tóqueme bien, porque le gustaba cantar de apunte. Se llama cantar de apunte a los que cantan con otro que toque. Y entonces, eso lo que hay que saber.Claro que ya ahora que estoy enfermo, hace cuatro años que estoy enfermo. Bueno, han venido muchas personas aquí, hasta libros hemos regalado y ven entonces versos de Honorio Quila y encuentran bonito, sobre todo el verso, que cuesta para hacer eso:

Mira cristiano soberbiomira al Dios omnipotentemira la luz relucientemira el santo evangelio

La luz del santo evangelio es muy linda, yo no sé usté qué religión lleva, o qué, porque hay muchas sectas-Yo no soy muy amigo de la Iglesia Católi-ca, de la jerarquía, de los curas, pero tengo toda la historia sagrá en la cabeza-Pero si la historia sagrá es otra cosa. Pero los curas que hay hoy día están muy ro-ciados, porque el hombre siempre ha sido codiciador con las damas jóvenes, entonces bueno, son cosas, pero tampoco, no me conviene desacreditar a la religión católica porque es la que conocí yo. Y la otra que conocí, que son religiones hermanas, es la ortodoxa. Por ejemplo, en El Manzano un caballero que se llamaba Antonio, y era cura de la religión ortodoxa y me apreciaba mucho a mí, mucho mucho. Iba todos los años al Manzano a cantar, allá cantaba con los Correa, usté dice que conoce a los Correa, a Segundo y Andrés, a la señora Ida. Hay otro, que ése no lo ha oído nombrar, que éramos compadres cuando cantábamos juntos antes, pero valía la pena cantar con él, muy bueno. Se llamaba Hermelindo, éramos compadres de boca, me entiende usted, ¿usted sabe lo que es un compadre de boca?- Un compadre de amigo-Sin guagua, se fija usted.Conocí a una señora que era de Loyca, en

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do por nacimiento cincuenta años atrás. Es una rueda, varios cantan por el mismo fun-dado y la misma melodía. La simpleza de la melodía, repetida una y otra vez tejiendo la historia: los Reyes Magos, Herodes, los pas-tores, los animales, el pesebre, la estrella en el oriente, Jesús, María y José.

Santiago, el Metro, los televisores dentro de los carros del Metro, la publicidad des-quiciada desquiciándonos, el ruido, la gen-te, la violencia, los autos, las bocinas, los frenos del Metro, el audio de las noticias de los televisores dentro de los carros del Metro.

Vuelvo a Llolleo, calle Cristo Rey. Afuera de la casa, el mar. Dentro de la casa, un poe-ta. La alegría del encuentro, los versos, la con-versa.Le digo a don Honorio que ya es hora de que encienda la grabadora. Hace un gesto de resignación y me dice que sí con la ca-beza y los ojos.Al fin su voz y sus historias quedarán re-gistradas. A don Honorio no le gustan las grabadoras, nunca grabé nuestras conver-saciones, sus cuentos, sus versos, nunca quiso. Se lo propuse varias veces, don Ho-norio, grabemos sus versos, sus melodías, hagamos un documental, hagamos un li-bro, y usté preocupado de los derechos, de la autoría, que le copian los versos, que los deforman, nunca quiso. Y ahora mucha de esa energía ya no está. Como usted dice, cuando el poeta llega a viejo

Así va quedando el poetacon el correr de los añosigual que rueda sin rayoscomo fusil sin baquetacomo verso sin cuartetacomo escopeta sin cajacomo espuela sin rodajacomo balsón sin aradocomo picana sin clavocomo brasero sin brasa

Como gallo sin su gallinay como fuego sin llamacomo carnero sin lanacomo minero sin minacomo quisco sin espinacomo coilera sin coilecomo rico sin ni cobrecomo chofer sin vehículocomo abogado sin títuloy como esquela sin sobre

Como pato sin lagunay como flor sin florerocomo vaca sin terneroy como arriero sin mulascomo parche sin costuray como árbol sin sombracomo ovejero sin hondacomo cuadro sin esquinacomo motor sin bencinacomo molino sin tolva

Como corral sin ovejasy como mate sin yerbacomo guitarra sin cuerdascomo panal sin abejascomo taza sin orejay como casa sin puertacomo avenida sin cresca3

como tribunal sin leycomo palacio sin reyy como eslabón sin yesca

Al fin va a quedar el puetaigual que un uso sin copocomo una palma sin cococomo subida sin cuestacomo carta sin respuestay como juez sin juzgadocomo llave sin candadocomo sombrero sin faldacomo cuchillo sin vainacomo enfermo desahuciad

La cuestión es que ahora enciendo la graba-dora por primera vez en tantos años y don Honorio está medio perdido en una nube de recuerdos, de relaciones finas e íntimas. Noventa años pasando a toda velocidad

3 Cresca: crecida del río o estero

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por su mente. Doscientos versos dice Juan Uribe que sabía de memoria don Honorio. Desde sus recuerdos van saliendo fragmen-tos, ideas, pedazos de vida.

-Nosotros fuimos con Miguel Galleguillos los que sostuvimos este canto aquí en Chi-le. Si no hubiera sido por Miguel Gallegui-llos y por mí, y por mi papá, que era el fundador mejor dicho.-¿No cantaba su abuelo?- No. Mi papá cantó mucho, cantaba con ese Pedro Lizama y con ese Eusebio Fuen-tes, de los Quillayes. ¡Pero uno quedaba, no sé como quedaba uno, maravillado, de oír la voz y los versos que cantaba! Mi papá los hacía él mismo. El Eusebio no, él tenía versos de otros poetas pero más antiguos, ya estaban los versos no más. Por ejemplo un verso

Dijo en el as considero siendo es un sólo Diosy después pasó del dosson los libros que refiero de los testamentos quieroen el tres considerabalas tres personas que amabade una sola omnipotencia

-Hay que ver mucho de estos cantos. Y como digo, más converso yo de Gallegui-llos porque a Galleguillos no lo quiero dejar atrás bajo ningún punto, porque él cantó primero que mí, o sea, en público, él era mayor que mí, y cantaba bien.Y en una novena que era muy antigua, la imagen era San Antonio de Padua. ¿conoce a ese caballero usted? Antes se veía.- Sí, encuentra las cosas y es de los enamo-rados-Bueno, San Antonio tiene muchísimo mé-rito, y entonces ahí cantábamos todos los años y yo iba chico con mi papá, al laíto. Pero mi papá tenía una voz, no es porque fuera mi padre, tenía una voz que.. .., y Ga-lleguillos tocaba. Mi papá tocaba también, pero no le gustaba tocar en las novenas y

Loyca siempre ha estado la nata de canto-res, una señora que tenía 115 años pero tenía una memoria y una versación que no la tenía nadie. Una vez veníamos con mi papá de Quelentaro, mira, dijo, voy a pasar donde la Margarita. ¿Cómo te va Margarita, cómo te va Hono-rio? Mira, le dijo, te voy a decir una pregun-ta, ¿cómo andaremos en edad? Mayorazo usted po oiga, le dijo.Mi papá le dijo ¿sabís qué viento me hizo pasar? Mira, le dijo:

La virgen halló al señoren la cruz hecho pedazos (pero con aquella fuerza)le dijo venga a mis brazosalza corazón de amor

La cuarteta:Alza corazón de amorno olvidís a quien te adorami triste corazón llora¿por qué llorai, corazón?

Bonito, muy bonita la cuarteta, esos versos los sabía mi papá. Yo consideraba que él los hacía, porque él no me decía muchos ver-sos, él tenía versos antiguos, muy antiguos pero cuando lo sospeché mucho yo me dijo que lo hizo él.-¿Esta señora cantaba?-Era de las mejores, cantaba bien. Doña Ida Correa cantaba muy bonito y Galleguillos también. Usted no alcanzó a conocer a mi señora?- No- Yo decía a mí me gustaría una mujer que sea fiel hasta… Se llamaba Carmela de las Mercedes, le decían Menche, pero se lla-maba Carmela de las Mercedes, igual que mi hija.

Cierra los ojos y se recuesta en los almo-hadones. Hace rato que estamos aquí, él buscando en su memoria, removiendo sus sentimientos, su sensibilidad de poeta.La Ignacia entra a la pieza y nos sirve un té. Honorio sale de su ensimismamiento

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-Ahora me estaba acordando, pero de la flor de la canela de mi papá:

Es verdad que es cosa malael orgullo y vanidadla porfía y la deidadmuchos las tienen por galacual conductor nos igualaél en su poder fecundoy con cariño profundopor nosotros padecióaquel que en la cruz murióJesús salvador del mundo

Ve, y yo le digo que me preguntó una per-sona cuáles versos se cantan en la misa.Yo toco dos toquíos, uno que se llama to-quío tapao, es bonito, y el otro el doble común. El doble común y el común, usté sabe, pero es lindo. Don Juan decía no po Honorio, no anda ni cerca el guitarrón, us-ted toca mucho mejor la guitarra que el guitarrón. Es bien bonito el doble común, ése que us-ted se iba a sacar solo en el corral, a cuero pelao, ése es el doble común, ¿se acuerda? Es así cuando a uno le interesa una música, le hace empeño de aprender.

Sí, me acuerdo, don Honorio se está refi-riendo a una vez en su casa de Loyca hace

varios años, por 1995 debe ser, cuando lo iba a ver y pasábamos el día a la sombra de su casa. Él cantando y hablando, yo es-cuchando feliz. Hacía calor y yo andaba a pata pelá y me fui al corral de las ovejas a practicar lo que don Honorio me acababa de enseñar en la guitarra, el toquío doble común.

- ¿Y usté hacía muchos versos? - Es lo que digo yo, el mismo don Juan me llevó tantos versos y no volvieron nunca, quedaron allá en la universidad. Bueno, para él estaba bien porque entonces él ganaba macanudo, billete. Quedó de escribir para cuando íbamos a salir pa lejos. ¿Adónde escribo yo? don Juan me preguntó. Le dije yo, mire, yendo la cartas en el bus de Loyca llegan a mi poder porque los micristas, los chiquillos eran amigos conmigo y me pasa-ban las cartas. Y Galleguillos le dijo yo vivo al lado de donde llega el bus y entonces se hizo el trato que llegaban las cartas allá.Pero llegaron tres cartas, incluso iba a la casa mía Galleguillos, y llegaba como a las tres de la tarde, yo estaba trabajando por ahí cargando un hornilla pa´ carbón, por ley he sido hombre de trabajo, de lo mejor del campo, pa todo, pa sacar espino, pa arar, pa cultivar la tierra, pa sembrar. Tenía una represa y de ahí regaba, cosa chica pero ..

La tos interrumpe el relato, el cuerpo se sa-cude, los ojos lagrimean, los 90 años pesan en el cuerpo - ¡Miércale, ésa es la broma, pero tengo un remedio bien bueno! Así que tengo un tranque chico pero tiene vertiente, no se seca nunca, de ahí traigo el agua a la misma casa, son como 800 me-tros, y la traigo a la misma represa. Pero ahora que estoy enfermo, ya llevo cua-tro años... La enfermedad mía es muy rara y hay veces que a mí me da pena, porque yo era tan libre anterior, andaba donde quería y también fui un hombre muy divertido, ta-llero y qué sé yo, con Atalicio Aguilar, ése no lo conoció usté- No

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- Atalicio Aguilar era medio político, era buen político. Buen cantor y payador a la vez, payaba conmigo, nos tirábamos a re-gar, ná de cuento

El mundo da un salto, salimos de la pieza de Llolleo, el tiempo no es lineal, es parale-lo, múltiple, incomprensible. Don Domingo Pontigo, ahijado de don Honorio, uno de los baluartes de la poesía y el canto campe-sino de San Pedro de Melipilla, recuerda en su casa de Las Pataguas:

-Una vez los vi payar yo (a Honorio y Ata-licio) en un restaurán en Melipilla, venía-mos de un encuentro de payadores, no me acuerdo de dónde. Y los hombres llegaron muy temprano a Melipilla a un restaurán. Y les gustaba mucho tomar vino a ellos, y yo no tomaba. ¡Pero sabe que payaron casi todo un día, don Honorio y Atalicio! pero en cuartetas sí. -Todo el día cantando- Sí, y al último sabe que creo que salió ganando Atalicio casi, en muchas partes le hacía preguntas, porque antes la paya de cuartetas era muy común la pregunta y respuesta. Lo que hacía el Mulato Taguada con Javier de la Rosa. Bueno, a lo mejor te-nía más cualidades artísticas Honorio, tenía mejor voz, tocaba mejor guitarra, pero en cuanto a la improvisación Atalicio era muy bueno, era bien pícaro Atalicio también, te-nía la picardía que a lo mejor Honorio no tenía.

Otro salto y otro más, la tierra sigue giran-do, en la Revista En Viaje de noviembre de 1961, don Juan Uribe escribe:

En Loyca Abajo hay un poeta y can-tor que no tolera de buen grado los arrestos y fama de Honorio Quila. Se trata de don Atalicio Aguilar Ar-mijo, regidor de la comuna de San Pedro. A los poetas de Loyca Arriba y en especial a Honorio Quila, del cual por lo demás es bastante ami-

go, les ha dedicado composiciones completas. Damos dos décimas como muestra:

En Loyca los popularesme tienen un odio a muertehe tenido poca suertepa hacer rendir mis cantaresvoy a irme a otros lugaresa ver si me va mejorgrande ha sido el deshonory un enorme desagradocanto con el más letradoy a nadie tengo temor

Si Honorio me criticarami versación que presentolo desafiara al momentoa que conmigo cantaramuchas medidas tomarasin ninguna dilaciónpor no bajar de opiniónapuestas le cantaríay cantando le diría:corrige tu versación

Al conocer esta décima, Honorio con-testó de inmediato:

Don Atalicio Aguilarusted se tiene por poetayo le doy satisfacciónen preguntas y respuestasvea que poco me cuestadarle al pronto explicaciónle suplico por favorbúsqueme luego la roscaporque en la región de Loycayo soy el poeta mayor

Volvemos a la pieza de Llolleo, ahí está Ho-norio, en su cama, hundido en sus recuer-dos.

-Nosotros seguíamos la paya que tenían los antecesores, la historia de Bernardino Gua-jardo, eso llevamos nosotros- Hay tantos versos bonitos, tantas cuarte-tas

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- Tantas, pero yo como digo “mira cristiano soberbio, mira el Dios omnipotente”Éso, “mira”, Galleguillos hizo cuatro versos, como pa tablearme a mí, pero yo digo en todas las palabras “mira”, y él no, cualquier palabra no más.“Mira”, le ponía “mira” y entonces dijo aquí lo gano. Pero yo nunca le dejé, le dije com-padre, hay una cosa, tiene debilidad el con-tenido, ¿por qué “mira”?

Mira cristiano soberbiomira el Dios omnipotentemira la luz relucientemira el santo evangeliomira el sagrado misteriomira Jesús en el templomira el santo sacramentomira los sabios ministros (que son los curas)mira aquel cáliz bendito (el cáliz de la consagración)mira los diez mandamientos

¿Tiene por qué todo, no?-Tá bonito- Eso es lo que una persona puede decir, aquí hay una cosa, este autor que hizo esto tenía contenido, todo dice por qué, por qué mira. Es tal como ése… ¿cómo dice? se me ol-vidan, ayer estuve recorriendo un poco, se me ha perdido la memoria un poco, no me acuerdo de los nombres de las personas, no ve que tantos nombres.

Tantos nombres, la tierra llena de nombres, de palabras, de lugares, de situaciones. Acabamos de comer una exquisita cazuela y don Domingo, sentado en el comedor de su casa de Las Pataguas, comienza a re-cordar:

- Bueno, yo conocí a Honorio por allá por el año 60 más o menos, si no lo conocí antes. Cuando hice el servicio militar había algu-nos pelaítos que eran de Loyca y me em-pezaron a conversar de la vida de Honorio

Quila, de la existencia de Honorio Quila. Y justo en esos tiempos iban a mandar un sa-télite a la luna, los rusos, y Honorio hizo un verso por antes que llegaran a la luna. Algo me acuerdo de una décima que dice

Prosperando el mundo enterohacer un viaje a la lunatienen mensurá la alturalos rusos irán primeroun satélite que hicieronque en bomba lo dispararonel piloto que mandaronfue la heroica perra Laicay al mundo un dolor espantaque inocente la mataron

¡Me acuerdo de esa décima! Entonces le hice el contrarresto. Pero no lo tengo en la memoria. El me mandó el verso con un pelao de Loyca. Y por ahí supo él de la exis-tencia mía también, porque no me conocía él a mí.

Don Honorio, allá al lado del mar, también recuerda cuando conoció a Domingo:

- Por ejemplo dicen que mi ahijado Pontigo está sirviendo de maestro, y quizás, porque yo no le he amaestrado a la manera mía, si él tiene de su propio talento, es cosa de él. El mejor poeta que encontré yo, en esos tiempos cuando andábamos con don Juan, fue mi ahijado. Entonces él estaba prestan-do el servicio militar, mi ahijado, y en Loyca Arriba a un vecino mío también le tocó. Le tocó en Iquique, y se acordaba allá de los cantos mi ahijado. Y el amigo de acá de Loyca Arriba le dijo, acá hay un poeta que se llama Honorio Quila. Sí, lo conozco, le dijo, él le sacó un verso a la luna. Don Juan le dijo a todos que le sacaran un verso a la luna, porque necesitaba demostrar eso en la universidad, y me dice la Ignacia que usted lo trajo el verso.- Traje la grabación- ¿y se acuerda como principia? Escuche:

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Prosperando el mundo enterohacer el viaje a la lunatienen mensurada la alturalos rusos irán primeroun satélite ya hicieron que al espacio lo elevaronfue el piloto que mandaronla heroica perra Laicay al mundo un dolor que espantaque inocente la mataron

No ve que yo oí lamentarse a la perrita, por-que se le terminó la comida. Le dejaron co-mida pero no se acordaron que se le iba a terminar la comida y se iba a morir de ham-bre. Y eso me dolió a mí, la perrita se murió de hambre. Yo nací con ese don también.

Don Juan Uribe organizó esos increíbles concursos de Canto a lo Divino y Humano en diferentes ciudades entre 1964 y 1973, congregando a los mejores poetas de esos años.

En el concurso de Puente Alto, en 1969, cantaron por el viaje a la luna, y don Juan lo grabó. Nadie había vuelto a escuchar esas grabaciones en mucho tiempo, estaban en una maleta guardadas. Un tesoro. Una joya de ese tesoro son nueve poetas cantando un pie de verso sobre la llegada del hombre a la luna. Cantan en rueda, a la manera tradicional. Cada uno con un instrumento, a la manera nueva.

-Mire, don Honorio, más bien escuche lo que traigo.

Aprieto la tecla y comienza ese prodigio de la tecnología, de la inteligencia humana. Los muertos reviven, las voces emitidas 40 años atrás vuelven a recorrer el aire y llegan a nuestros oídos. Memorias, recuerdos. Honorio escucha en-simismado

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Viaje a la Luna

Miguel Ángel Galleguillos (Loyca)

Hermosa fue la conquistadel gran planeta la lunaes muy grande la fortunaque tenemos a la vista los años que hay en la listano deben jamás morir,los tres colonos sin finclavaron sus corazonesson de todas las nacionesseñores, voy a advertir

Manuel Gallardo (Aculeo)

En un viaje espacialsalió el Apolo Onceatravesó el horizontey a la luna fue a parares un hermoso lugarlos astronautas respondenla luna está muy conformesiendo ella tan virginalel pueblo tanto esperar que la conquistó el hombre

Honorio Quila (Loyca)

Hacían cincuenta siglosque el hombre inició este viajecon su técnica y corajeno le temió a los peligrosahora tiene consigotodo lo que imaginóaños tras años soñóque pisaría en la Lunay navegando en la alturaotro mundo conoció

Rodemil Jerez (Los Quillayes)

Años de mil novecientos sesenta y nueve es sabidolo mucho que ha conseguidoel hombre con su talentodentro de aquel gran invento tres destacadas figurastrasmitían en la alturapara la Humanidad enterale pusieron la bandera de su nación en la Luna

Joaquín Cantillana (Puente Alto)

Estados Unidos mandó a tres hombres por fortunaque lleguen hasta la lunael astro que formó Diosya cuando en ella pisósu bandera pararony los himnos le tocaronal valiente coronelsu placa sacó tambiény ese recuerdo dejaron

Ricardo Gárate (Aculeo)

La Apolo Once se salióy el mundo la pudo vermes de julio el dieciséisa las nueve treinta y dosde Cabo Keney despególo que me digo es verdadSaturno la llevaráque cinco tiene por nombrey a poner su pies el hombreen mar de la tranquilidá

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Augusto Cornejo (Aculeo)

Se ponen a trabajarlos hombres con mucha cienciay lo hicieron con pacienciaun cohete para volarLos astros …… cunaa acompañar a la lunasalieron a la derechay ese día fue la fechade julio fue la aventura

Hermógenes Escobar (Pirque)

A aquel planeta lunarllegó la Apolo oncelos astronautas entoncesempiezan a trabajarempezaron a estudiaraquellas rocas sagradaspor nadie nunca tocadas de colores relucientes por medio la televisiónlo pudo apreciar la gente

Arturo Vera (Pirque)

En los Estaos Uníoslos valientes con fortunallegaron hasta la lunaen un satel influídoiba muy bien dirigido por esos hombres humanosllegaron salvos y sanosde esa larga trayectoriay pasarán a la historialos norteamericanos

Silencio. Honorio mira fijo la radio. El tiempo y la vida. Los años, la memoria, los días, los ver-sos, la noche.

Don Domingo, en su casa de Las Pataguas, continúa su relato de los tiempos en que conoció a don Honorio

- Y vienen después los concursos en la ra-dio Serrano de “Buscando la mejor voz y

los conjuntos de la región”, y aparecen los payadores de Loyca: Honorio Quila, Atalicio Aguilar y Miguel Galleguillos. Yo sabía de la existencia de los Taguadas y De La Rosa, y algunos payadores ambu-lantes que existieron en aquellos tiempos, bueno que no eran poetas, era que habían aprendido algunas cuartetas, algún con-trapunto de Javier de la Rosa y Taguada. Y Honorio se interesó mucho por conocerme a mi. Y llega el concurso “Buscando la mejor voz” y aparecen los payadores de Loyca.Y yo em-pecé en mi casa a improvisar, a entrenarme solo, porque acá nadie más payaba, en mi sector, y me presento a la radio Serrrano.-¿Era puro canto a lo divino por aquí?- Canto a lo divino, bueno algunos poetas sabían algunos versos a los humano pero esos eran pa decirlo en las pichangas por ahí. Y ahí aparecen los famosos payadores Mi-guel Galleguillos y Honorio Quila. Voy y me inscribo yo también. Ya está. Y me mandan con Honorio Quila, el toro plateado, que era el más famoso, que estaba sonando más fuerte. Chuta, asustado yo, pero sin nervio, era un niño que tenía unos veinte años en esos tiempos. No sabía lo que eran nervios, no sabía de pifias, de público, nada. Me cuadré arriba del escenario y nos pusi-mos a payar con Honorio. En cuartetas por-que él era cuartetero, no era payador en décimas. Pero no sé, yo por mi juventud me llevé a toda la gente, y él me tenía invitado a su casa. Y salió él, no se despidió de nadie porque se sintió mal, lo pifiaron. Y yo tenía que llegar a su casa, dije a lo mejor no me va a recibir, y no tenía ninguna otra parte conocida en Melipilla.Pucha yo golpeando a la puerta. Hola, me dijo, cómo está. Bien. No me pareció nada bien lo que pasó hoy día, me dijo. Le dije bueno, qué pasó, yo encuentro que salió muy bonito lo que hicimos. No, pero ahí hay compadres que me tienen mala y me pifiaron, dijo, pero no importa, pase no más, vamos a conversar y alójese aquí. Me alojé ahí. De ahí nos hicimos amigos con Honorio.

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Y él después me invitaba a su casa y me empezaba a mostrar músicas que él sabía, pero el hombre sabía mucho. En canto a lo divino y en música traspuesta, en guita-rra traspuesta, no hay nadie que le haga el peso todavía a Honorio. Sabía una infinidad de maneras de afinar la guitarra y tocaba muy bonito. Pero yo no sé que le pasó a Honorio des-pués, se puso así como egoísta. Lo que pasó es que empezaron a aparecer las gra-badoras, a aparecer las filmadores y como que se empezó a chupar. Después no que-ría dar entrevistas o eran muy limitadas las entrevistas que daba. Y yo en aquellos tiempos ya sabía tocar gui-tarra pero nunca me dio por aprenderle su música. No era envidioso de lo que él hacía, lo admiraba mucho sí, es que lo hacía muy bien. Y nombraba la manera de afinar la guitarra, el nombre de las melodías.¡puchas que me hizo falta la grabadora!Y después lo admiré tanto que lo busqué pa que fuera padrino de matrimonio cuan-do nos casamos nosotros.

Pero como les dijera, los otros, Miguelito era muy bueno pa componer, pero no tenía las mismas melodías que Honorio. Bueno a lo mejor no tuve la oportunidad de que él me mostrara lo que sabía hacer. Igual Ata-licio. Pero siempre yo fui más admirador de Ho-norio. Otra cosa es que cantaba muy bien también en su juventud. La primera vez que tuvimos oportunidad de participar juntos fue en San Fernando el año 64, y sacó el primer lugar en aquel tiempo, cuando se payaba con jurado, sacó el primer lugar como en 300 participantes, porque fue bien masivo ese encuentro que se hizo. Claro que todo no eran payadores, habían muchos cantores que eran sola-mente cantores a lo divino, y cantores a lo humano algunos, pero payadores no eran muchos. Apareció Santos (Rubio), por pri-mera vez, ahí conocí a Santos. Estaba Honorio, Luis Campos de Pacha-cama, que me tocó payar con él a mí esa vez. Bueno, loyquinos de acá los otros dos: Atalicio y Miguelito. Hermógenes creo que

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estaba también. De los que sonaron más es Carlos Marambio, que nos acolleraron siem-pre con Carlos nos tiraron a nosotros. Pero después de payar con Campos después me acolleraron con Marambio y hicimos varias presentaciones porque estuvimos tres días ahí. Organizaba Juan Uribe esa vez.

Una vez más las grabaciones nos traen esos momentos. La voz de don Juan en la cere-monia de premiación y finalización del Con-curso de San Fernando, en 1964, dice:

“Durante tres días juglares chilenos venidos de las provincias de Valparaíso, Santiago y Colchagua han exhibido sus cualidades poéticas y musicales, han tomado un con-tacto inestimable entre ellos mismo y han dado un paso decisivo en la resurrección de la más auténtica expresión del folklore chileno.En este concurso, señores, no hay prácti-camente vencedores y vencidos. Cualquiera de los presentes podría cantar:

yo soy el toro plateadoque tiene los cachos de oro

El jurado (…) ha otorgado primeros premios y diplomas a las siguientes personas:Honorio Quila Ballestero“

Pero la grabación se corta y aquello que ocurrió hace tantos años, casi mi vida com-pleta, no quedó registrado, desapareció como es la ley de la vida. Los sonidos se emiten y desaparecen, salvo que una má-quina humana lo registre. En fin, no se puede tener todo. ¡Cuántas veces lo habré dicho ya!: este libro está hecho de frag-mentos, de retazos, de lo que quedó en la memoria o registrado en alguna cinta.

Juan Uribe, siempre Juan Uribe. En 1969 escribió el artículo “Honorio Quila Balleste-ro, premio nacional de poesía popular.” en el Boletín de la Universidad de Chile. Nº 95-96. Transcribo una larga cita:

“En pocos lugares del Valle Central hay una floración de cantores y poe-tas populares (como en Loyca). Se cuentan por docenas los aficionados al canto antiguo que deben esperar largos turnos para lucirse en las novenas y velorios de angelitos. Los loiquinos se saludan y refranean en verso; versos burlones de intensión desafiadora y punzantes como espi-nos. La mitología local nos habla de los grandes poetas y cantores de hace treinta o más años: Honorio Quila Catalán, Ángel Custodio He-rrera, Roberto Moya, el poeta-profe-sor Maximiano Jerez; todos de Loyca Arriba. Mauricio López de Longovilo; Miguel Guzmán de El Peumo, etc. En-tre los actuales disputan la palma además de Honorio Quila Balleste-ros, Miguel Ángel Galleguillos, el satírico Atalicio Aguilar, la joven estrella de Los Quillayes, Rodemil Jerez; Domingo Pontigo de Palqui y Carlos Marambio de Lo Encañado.Quila es un hombre de color vivo, corpulento y fuerte. De temperamen-to alegre, socarrón y risueño; él se basta para animar cualquier fiesta. Además de poeta, payador y cantor, don Honorio cuenta chascarros, su-cedidos y va improvisando cuartetas y décimas sobre todo lo que se pre-senta a su vista.Solicitado por los fundos y hacien-das de la región para cantar en no-venas y velorios, recorre a caballo y en “micro” sus dominios poéticos.

Yo salí de Loyca Arribaen una micro embarcadopasé Patagüilla y Pradoy el Chacaray, en seguidaLas Arañas más arribaque deslinda con El Peumotambién el pueblo de San Pedroque con Yancay es vecinoel fundo de Longovilolo atravesamos muy luego

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Nacido el 25 de agosto de 1917, nues-tro poeta da mucha importancia a las virtudes de dicho mes.-..“Agosto es el mes en que cantan los zorros porque andan en leva, es la fiesta de ellos. Es muy bueno para nacer. Los que cumplen en agosto caen en gracia a las mujeres, aun-que no hay que darles a ellas mucha confianza”.

A la mujer nunca es buenomuy regalona tenerlaporque es muy probable hallar-laenojada y echa venenodarle al día por lo menosun bofetón y un trompónmostrarse como un Nerónmucho más amor nos tieneque una mujer se mantienecon libra y media de amor

-“ A mí me enseñó a tocar y a ver-sear mi padre, Honorio Quila Cata-lán, que fue el emperador del “canto a lo poeta” en la zona melipillana. Mi padre era acaparador de versos. Nadie sabía más que él. Murió a los 93 años de una rabia y un resfrío. No era rico pero nunca fue pobre. Tenía muchas ovejas a medias con los inquilinos y con todos cantaba. Era muy celebrado como cantor en “Los Cachos Grandes”, una cantina cer-ca del cruce de Melipilla. Allí y también en las picanterías de “Los Rulos”, en María Pinto, se reunían los taitas del verso, los costinos más afamados…se apostaba plata en-tre los cantores:

Si sois de los cachos tiesosy te encuentras muy segurocantemos unos mil pesoshasta quedar en lo puro

Hizo pacto con el diabloen Catemu, un caballeropor cien millones de pesosse trató con José Arnero

El fundo de La Rinconadanombrarlo también convieneLincoya con Los Culenesson pequeñas propiedadesEl Sauce que al lado estáson propietarios vecinosy sigue por el estiloel fundo El Sauce, digamostodo esto lo atravesamosllegamos al Arbolillo

Codigua y La Villasecapor vecinos ambos vienendespués siguen Los Maitenestambién el fundo de PopetaMandinga que luego enfrentaun lindo fundo de riegoSan Manuel está ahí, luegoy al lado está Culipránpasando por Chocalány Huilco, un pequeño pueblo

Al llegar a Melipillanuevamente me embarquéLos Cachos Grandes paséEl Marcos que está a la sigaChiñigüe El Cristo y Los Qui-loscon El Paico que está al ladoLo Chacón hemos pasadoEl Monte con TalaganteSanta Ana en un instanteMalloco con Padre Hurtado

Al fin en la despedidaesto es como yo les digodespués de pasar por Maipúllegamos a Los Cerrillos�

En su discurrir gracioso y humorís-tico, saltando de un punto a otro, Honorio va ensartando versos y re-cuerdos.

4 En el artículo de don Juan Uribe sólo estaban el primer y tercer pie. He agregado los otros pues el verso estaba escrito en un cuaderno. Lamentablemente la despedida estaba incompleta. Ignacia recuerda que este verso se lo encargó Juan Uribe, pidiéndole que describiera el viaje desde Loyca a Santiago.

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Este fue un arrendatariode la hacienda de “La Palma”que al demonio ofreció el almapara ser gran millonarioen “La Palma” de Rosariosucedió como les hablopor tener plata me enjaulodecía el avariciosopara ser más poderosohizo pacto con el diablo

Ocho mil pesos pagópa librarse de aquel yerroy en las alturas de un cerroun valiente lo velóel rico se libertópor un héroe mineroperdió el diablo majaderomás sanguinario que el tigrepor milagro quedó libreen Catemu, un caballero

-“Yo aprendí a leer en la Biblia y en las libretas de versos de mi padre. También estudié un tiempo con el maestro Amador Rodríguez Errázuriz, más conocido como “Huesos Viejos”.. A los seis años ya molestaba en la guitarra. La primera vez que canté fue en Loyca en una novena de San Antonio, un 13 de junio, en la casa de don Pedro Alarcón.. A los once años ya cantaba en las novenas de la Virgen del Carmen, y a los 13 comencé a componer. Mi primer ver-so fue por la vieja cuarteta de los instrumentos de La Pasión

Macho, martillo y tenazay hacha pa labrar la cruzcordel pa atar a Jesúsescalera, espá y lanza

-..”Desde los 15 años me dediqué de firme al poetismo. Le diré que en el campo, es mejor ser poeta que taure (tahúr)..Para el cantor, en la mesa, la mejor presa; en la cama, la mejor dama.”

Honorio compone indistintamente por temas religiosos o profanos. Enrai-zado en el paisaje melipillano, su estro sobresale en el verso a lo humano, cantando por la flora y so-bre todo por los pajaritos de su rincón natal. Como su compañero y competidor don Miguel Ángel Galle-guillos, Quila es un notable poeta pajaritero.

Verso por los pájaros

En una gran reuniónque tuvo el cóndor chilenomuchos pájaros vinierona observarle su opinióntodos con mucha atenciónle aplaudieron lo que hablóbien claro les explicóque Chile es pa todo pájaropa que gobierne el espacioDios al cóndor coronó

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poético entre lo divino y humano en sus versos proyecta una visión rural de la gloria. En Puente Alto dio a conocer su “Rodeo en el Cielo”.

Hay un rodeo en el cielocelebrado por los santoslucen muy lindos chamantosy buenos mancos corralerosestá corriendo San Pedrocon San Juan el capatazle entregó San Nicolásal ministro con agradoun novillo ajardinadodel asta caracoleá

La medialuna es de oroen contorno embanderadaasimismo iluminadaque resplandece el tesoroSan Isidro y San Gregoriocorren sin tener receloa un novillo overo negrole gritan aquí va, aquí vay le hicieron la atajáen sus caballos tan buenos

San Lorenzo y San Raimundodos huasos muy bien montadosy el capataz les ha dadorequete lobo un torunolos caballos son segurospa atajar en la banderael tintin de las espuelassuenan como campanillaslos santos gritan y avivanesas son atajás buenas

San Lucas y Santo Tomáscorrieron juntos los dosy muy loba les salióuna vaca enclavelále hicieron dos atajásy después la devolvieronviva que tan bien lo hicierongritaban en la tribunacorriendo en la medialunalos dos huasos se lucieron

L águila es muy poderosapara cazar las perdicesy arrancan las codornicesporque saben que es golosael pájaro grande gozaporque tiene harto poderel chico qué puede hacersin tener capacidadmejor vuelan en bandáspa poderse defender

Mucho reclama el pitíocuando ve un ave rapiñase ocultan las golondrinasdel chuncho que es tan temidoen los montes escondíodiariamente lo veránel cachudo y el chercánse toman muy bien las basestodo pájaro rapaceanda detrás del zorzal

Con razón protesta el trileel queltehue y el pequény les contesta el pidéncon hambre no hay quien no es-trilelos pájaros volatilestienen muy buena opiniónpara todos sale el soldicen y alaban a Diosel cóndor les advirtiócuidado con el halcón

Por fin en la despedidael gavilán es ligerotambién es ave rapiñasegún dice el carpinterosufre mucho el zorzal meroporque es pájaro arruinadosu vida es pasar paradose ve que poco se muevelos que la pagan a nueve*el jote con el guairao

*Pagar a nueve. Pagar caro

No sólo humaniza a los pájaros, a la manera de los fabulistas de la Edad Media. En su continuo transitar

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Al fin corrió san Franciscolo acompañó San Alfredoestuvo tan lindo el rodeoque vino hasta Jesucristoentre coros de angelitosglorioso bajó del reinosanto, santo Dios diciendolos ángeles con deseoa ver correr al rodeotambién vino el Padre Eterno

La fama de Quila tiene sus impugna-dores y desafiadores. De vez en cuan-do, en un velorio o novena cantada aparece un afuerino venido de un fundo o pueblo distante, con el afán de superarlo en versos por sabiduría bíblica o en las proezas y dificul-tades métricas del contraverso, el canto a dos razones, las redondi-llas o contrapuntos. Honorio acepta el reto e inicia la competencia lan-zando su famoso cartel de desafío.

Yo soy el mejor autorpoeta de mucho talentopa tocar el instrumentotengo fama de cantor

Quila Ballestero Honorioentra con veintidós letrassoy el único poetaque hay en este territorioen composición no ignorosoy rico improvisadorsáquenme otro mejoren todo lo que han andadopa cantar improvisadoyo soy el mejor autor

Yo no soy cantor soy poetaque tengo mucha memoriapara explicar una historiaes poco lo que me cuestapara dar una respuestala doy en breves momentosla instrucción y fundamentosegún mi disposiciónen Chile yo soy cantorpoeta de mucho talento

Con cantores he cantadoque también quieren ser poetasen preguntas y respuestaspara explicación me han dadoyo no soy autorizadopero sí de harto talentocon mi buen sentido inventoa lo divino y humanotambién tengo buenas manospa tocar el instrumento

Hacen unos cuantos añosque en Chile corre mi famay cuando un cantor me llamapronto ve su desengañoy si nos autorizamostiene que ser buen autoryo soy buen compositoral compás de mis consortesen Chile de sur a nortetengo fama de cantor

Por fin digo en la elocuenciayo como poeta afamadoen Chile no hay encontradoquien me haga la competenciatengo mucha inteligenciapara inventar versacióntoda mi composicióninstrucción y fundamentosoy un poeta de talentoque tengo mucha opinión

Volvemos al presente y a la pieza de Llolleo. La barba blanca de Honorio evidencia el paso del tiempo. El aprendiz escuchando al maestro, preguntando ¿habían guitarrones en Loyca cuando usté era joven?

-No, eran nombrados los guitarrones sí, pero no se veían. Allá un cantor de Loyca, Emilio Pinto, dijo los guitarrones son gran-des, y estábamos los dos con Galleguillos y le dijimos pero los guitarrones son chicos po Emilio, después los conoció. Era cantor también pero no cantaba bien, otro her-mano que tenía cantaba bien, Juan Pinto se llamaba. Juan Pinto llegaba, si sabía que había un velorio y preguntaba. Honorio fue a un velorio. ¿Y dónde? Allá llegaba él.

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-¿Eran muchos los velorios en esa época?-Claro, había mucho velorio de angelito. Los versos los hacía yo, pero según las pa-labras que uno hace, por ejemplo cuando yo llegaba:

Ya llegué ángel del señoral pie de tu lindo altarcon fervor para cantarcon humildad y devocióncon pena en mi corazónal ver lo que te pasónunca lo pensaba yode verte así en este díapor eso es que en esta vidahoy somos, mañana no

Y la gente se quedaba ahí, dolidos, les daba pena, lloraba la gente más vieja, pa que digo los dolientes, lloraban. Y tocaba un toquiíto yo, que le llamábamos raspeado, toquiíto raspeado, que el compadre Esmerildo Co-rrea lo tocaba bien y lo cantaba bien, tenía una gracia en la voz, que yo quisiera que estuviera joven.- Yo vi, dice la Ignacia, yo vi dos velorios de angelito, pa un primo mío, sobrino de Honorio, que le cantó, y vi a una ahijada de él que murió, y también le cantó. Pero todos lloraban, y él estaba fresco como una tuna. Yo no sé si se pondría duro, estaba acostumbrado, no sé.Y en el velorio de los angelitos, empiezan a cantar y no paran más, ve que no le rezan sino que le cantan no más al angelito. Aho-ra es distinto, ahora mueren muchos me-nos y yo le digo a mi papá que se le ha ido terminando la pega porque mueren menos guaguas.

El asombroso ciclo de la vida repetido en todos los seres vivos: nacemos, crecemos, vivimos, envejecemos, morimos. Don Ho-norio está en la parte final, tiene sólo los recuerdos. Como dicen en el norte, el pasa-do está adelante, lo has vivido, lo conoces; el futuro está a tu espalda, atrás, descono-cido.La pieza, la cama, las sábanas, los almoha-

dones, el olor a enfermo, los ojos mirando hacia adentro, la mente viajando, agarran-do pedazos de memorias, fragmentos que llegan a la superficie para luego sumergirse bajo otros. Retazos inconexos de 90 años. La puerta se abre, comienza la huella pero luego se pierde, aparece otra..

- Los cuentos los hacía yo, a Atalicio le gus-taba cuando contaba cuentos, él picaba no más. ¡Cuándo después me fui pegando la cachá que después él los vendía y los con-taba. Le celebraban harto! Allá en Las Palmas me sucedió, estábamos alojados con mi papá, en una casa que te-nía allá mi papá. Dormíamos juntos con mi papá. Salí en la madrugada a buscar agua a un pozo por allá lejos, pozo de vertiente, natu-ral. Cuando estaba en el pozo detrás de un boldo, porque hay muchos boldos y miré así, cuando veo unas piernas, unas botas negras que venían bajando por debajo de los trebos, ya. ¿Qué viene a hacer este ga-llo aquí? Tá, venía la niña con dos baldes y yo me escondí en un peral de peras membrillo que llaman, me subí arriba del peral por-que estaba fácil, porque era como chue-co, y arriba era coponcito, no me veía ná. Y llegó él y tendrían mucha costumbre de todo lo demás, y por qué no viniste ayer, le dijo la chiquilla, es que no tuve tiempo, tuve que trabajar, no será que tenís otra, le dijo, cobrándole celos. No, le dijo y se sacó el poncho, un ponchito chico y lo tendió pa que entonces ella se tendiera ahí. Mire, decía yo, y aquí ahora cómo lo voy a hacer. Tocó que ella le dijo: después no te casai conmigo, me hacís lesa, no quiero así. Le dijo, mira, por Dios que me caso, le juraba, mira, le dijo, por este Dios que me está mirando. Entonces le dije yo “señorita, hágalo como él le dice, si se va a casar con usted” ¡y parte con los baldes y parte el chiquillo pal cerro. Se hicieron humo. Atali-cio después contaba en otras partes, decía que él había hecho eso. Pero son ocasiones que se presentan.

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A mí lo que me gusta de Santito5 es que él toca no más y no lo deja a uno en ver-güenza, las toma toítas, mejor que Panchito Astorga. Yo no sabía cómo, pero aquí voy a mandar un mensaje a Santito que tiene que venir a verme

Honorio sonríe y recita

El maestro fue invitado a un banquete de bodas y en aquella misma hora su invitación ha aceptado con sus discípulos amados entraron a aquella aldeatal como Jesús deseamuy contento acompañóla boda se efectuó en Canaa de Galilea

Su madre hijo, le decía en la mesa faltó el vinoqué tengo que ver contigomujer, le dijo el mesíasaún no llega todavíala hora le contestóesto lo ejecutó Jesúscon muy buena ideacuando anduvo en Galileaprimer milagro que obró

Termina de referir y con asombro ante la belleza del verso, don Honorio me dice: ¿Qué me dice usté, que sea hecho por mí ése?

- Por eso, si usted tiene posibilidad de reco-pilar y hacer algo para los mejores cantores que hay hoy día, está bien. Yo no digo que sea el mejor, ¿quién soy yo? Que tengo una fama de cantor no más. Pero es grande la fama que tengo, muy grande.En el Concurso de Alhué, don Juan Uribe dijo: don Honorio Quila y Santos Rubio se miden de dos razones, de improviso. Pero Santito se puso blanco como la muralla. ¿Y por qué? Le dio susto. Santito, le dije, no, don Honorio, por la fama que usté tiene, usté tiene mucha fama, me dijo. Eso dice que le dio susto.

5 Santos Rubio, cantor de Pirque.

No me acuerdo bien pero lo tengo anotado (el verso), cuando le dije yo, ¿quién canta primero, canta usté o canto yo?, usté tie-ne el guitarrón en la mano, usté va a partir, le dije. Yo le di la preferencia pa que no le quedara tan trabajoso. Ya po, entonces dijo Santito:Yo saludo don Honorio (dijo con su rostro tan humilde)a las nobles señoritas y como era de dos razones tuve que contes-tarle, y contesté: …….

Silencio. Ya he dicho que este libro está he-cho de fragmentos. Justo cuando Honorio me está refiriendo esta historia el minidisc en que estoy grabando se termina y los versos no quedan registrados. Luego le pregunto a Santos pero no se acuerda, y la Ignacia no lo tiene anotado. Nos quedamos sin saber cómo fue ese verso a dos razones. Aprovecho de explicar que cantar a dos ra-zones quiere decir que dos personas can-tan un verso, cada una dos líneas, y como es improvisado tiene su cuota de dificultad pues ninguno sabe lo que dirá el otro.

-¿Usted sacaba muchas entonaciones?-Pero claro que sí, pero yo es tanto el.., cómo quiero decirlo, me decaí tanto, y la más pena que tengo es que se me olvidó todo, se me olvidó tanto. Versos que los he hecho yo mismo pero se han olvidado. Por ejemplo el verso a la luna no me acordaba ná…-Si no está recorriendo los versos se olvi-dan-Se le olvidan, pero ahí donde dice por ejemplo

De la cordillera al marun astro lindo y bonitopor manos de Jesucristocon sus luces a alumbraralumbra todo lugarcon sus luces tan hermosascomo en un jardín de rosasque está formado en la alturade todas las almas purasMaría es la más hermosa

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Esos son los versos que se cantan en la misa. Pero entra tanta gente a cantar, yo no es por desacreditar a los cantores, que son tan huasos, si es bonito ser huaso, yo no me admiro de eso, porque puedo ser yo el pri-mer huaso. Pero yo le hice empeño, porque en la Biblia no hay cosa que no haya estu-diado, ahí es donde tengo yo la sabiduría, y los curas siempre pitean6 y dicen ¿cómo sabís tanto?

Cuando el padre me mandóaquel cáliz de amargura lo tomé con gran ternuraporque así se decretómi espíritu conformóel poder de la oraciónme iré a la eterna mansiónmuy triste y acongojadopor ser del hombre olvidadoantes de mi cruel pasión

Antes de mi cruel pasióndel rostro sangre brotabapor todo el cuerpo sudabasangre de mi corazón

6 Pitean: alegan

Ésa es la cuarteta.

Había una niña de Loyca, de esas Valdene-gro, le decía yo que estaba mal solo, no sé que hacer, me entretenía conversando. Le decía, sabís que más, tengo tan mala vista pa escribir y necesito escribir versos, tú po-dís ayudarme en esto. Claro, por qué no. Y me escribió como dos o tres cuadernos, pero no eran grandes los cuadernos, de hartas hojas no, y ahí anotaba. Pero después llegaron estas mismas chiqui-llas mías a la casa, y después no he visto ná, desaparecieron. Pero ahí también hay un hermano mío que ahora es muerto, tam-bién era poeta, era bien bueno.Tamos jodidos, Claudio-Tantos versos que hay y los más viejos se los van llevando, van quedando en el olvi-do-Quedan en el olvido, por eso con don Juan yo, debiera de haberme.., haber hecho otra cosa. No podría él tampoco.

Don Honorio se refiere a que don Juan tendría que haber hecho un libro con él,

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como lo hizo con don Manuel Gallardo, de Aculeo. Ahí estarían sus versos, todos los que ahora ha olvidado, todos los que se han perdido. Pero eso ya no fue, ahora sólo quedan fragmentos en su mente, pies hua-chos, versos incompletos. Cierra los ojos y comienza a referir

Jesús el eterno padredueño del cielo y la tierray una preciosa doncellafue su santísima madrepobre, humilde y tan amablepermitió lo imposiblecaminó Marta y Matildepara hacerle compañíapuesto pa rendir su vidanació de lo más humilde

Nació de lo más humildeuna hermosísima florsu purísima pasiónque fue un castigo terrible

Ésa es la cuarteta. Y esta otra

Brillantes son las estrellasdonde se mira Jesúsdonde acaricia la luzque pueda morir en ellas

Honorio me mira sonriente, los ojos le bri-llan. Yo antenoche soñé cantando, me dice

-Mi papi me dijo, y yo le dije: capaz que venga Claudio. No sé por qué pero me tin-ca que esta semana viene Claudio- ¿Y qué estaba cantando en su sueño?- No me acuerdo pero mi voz era como que estuviera joven. Tan linda mi voz todavía, yo mismo decía, tengo mi voz tan buena. Bueno, pero si yo si siguiera cantando me gustaría que fuera de otra laya el canto, ya darle un nuevo reglamento.Allá en San Pedro algo le dije a una seño-ra, a mí me da pena y me gustaría que se impusieran de cómo es el reglamento del canto, pa que lo escuchen con sabiduría, eso falta, hace falta en esta comuna. La co-

muna de San Pedro es mi comuna. Por eso tengo mi galvano, es lindo lo que hay escri-to. Eso está pal recuerdo pa sécula.

El hombre estaba adorandoél dice en nombre de Jesúsla mujer siendo su cruz ahí lo estaba tentandolo seguía perturbandoen la oración que lo vide verlo tan convertidode rabia se despedazabael rosario en que rezabase lo cortó a su marido

Después que se lo cortóapesarada se vioa su dichoso maridodespués perdón le pidióde rodillas se postrópidiéndole al santo eternoal tomar el sacramentoque su cuerpo lo deseabay de Dios fue perdonadaal ver su arrepentimiento

Al ver su arrepentimientoque el marido estaba haciendode ahí se fue convirtiendode su pecado violentode un momento a otro momentoconoció que había Diosentonces se convirtióse consoló con llorarse lo hubo de encadenar después que se lo cortó

No ve, ná que ver con la malicia, es la cuar-teta la maliciosa:

Una mujer enojadase lo cortó a su maridodespués que se lo cortóse lo dio a tomar cocido

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Han visto a las tres Maríasa las orillas del Jordánen el cielo las veráncon toda su astronomíaSan Agustín les decíaque lo dejen en su chozacon grillos y con esposaspadeció el eterno padrecomo sería la sangre que corre de losa en losa

Las lágrimas le asoman a los ojos cuando termina de referir. Es un verso que llega a dar pena, dice. La belleza del verso, el sufri-miento que soportó el Nazareno. Imaginar, sentir como habrá sido ese sufrimiento, qué cosas habrá pensado mientras cargaba la cruz. Las cosas que inspiran a los poetas al momento de hacer sus versos. El sentir, el saber que lo que se relata es la historia sa-grada.

Aquel día tan amargoDios nos tiene destinado

Ése está en el libro del padre Jordá, y yo lo he escuchado que lo han cantado por ahí los cantores. Pero es bonito

Aquel día tan amargoDios nos tiene destinadoque hemos de morir quemadosse acaban los siglos largosllorarán los reyes magoscuando se oscurezca el solclamaremos al señorhasta donde alcance la vidatemblaran cuarenta díasmisericordia, señor

Ése lo oí yo, lo oí en El Durazno cantar. Y un verso que dice, por Salomón

Dice la sagrada historiaque no se puede perderporque se formó por él el templo en el monte Moriano hay sabio de más memoriaque me dé satisfaccióncomo fue la construccióndel templo quiero saberque me den a conocerque fin tuvo Salomón

Eso cantan autorizados los cantores

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La Ignacia entra a la pieza, se acerca pre-ocupada a don Honorio, que se ha ido ca-lentando con los versos, la memoria excita-da, cientos de versos dando vueltas en su cabeza. Tose y se estremece, se incorpora y se deja caer en los almohadones.

- ¡Ese pecho, papá, ¿te duele, tenís fiebre, estai con fiebre Honorio?- No, ¿en qué estaba yo? si estoy bien, como dije

En el mundo no nacióy el padre nunca pecóla abuela estuvo doncella hasta que el nieto murió

¡Sáquese ese caldito de la cabeza¡ pero es-cuche bien

En el mundo no nacióy el padre nunca pecóla abuela estuvo doncella hasta que el nieto murió

Allá en Lo Marcolí se cantaron tantas cuar-tetas. Mejor dicho era yo el de las cuartetas. Pero tan distintas. Todos los años llevaba un verso o dos, los hacía yo mismo, pero la gente se quedaba tono, callaíto. Los canto-res, sobre todo.Si esta vena de ser autor viene del papá de uno. Mi papá era muy entendido pa eso

La luna entre las estrellasalumbra en sus resplandoresde diferentes coloresque todos le dicen bellaahí salieron con ellaa donde Dios la destinael lucero también brillaaparte al venir el díaalumbra en más armoníaque el oro y la perla fina

El lucero es muy lindo pue -¡Pucha que son bonitos los versos por as-tronomía! Don Chosto me dio éste, que era de su tío Amador:

De los astros más nombradosMercurio vidreo farolque anda detrás del soly de los demás rodeadoel firmamento pobladode tanta iluminacióna distancias de un millónqué límites desigualesy de los más principales dieciocho planetas son

-ah, 18 planetas son

-18 planetas sonde los títulos primariosse mueven los secundariosque hay en la constelación

Ésa es la cuarteta- Sí, ya, todas esas palabras, como que son tan difíciles pero no son tan raras.- Son antiguas- Y sabias. Nicasio Tapia, cantaba bonito, como ese Pedro Lizama, Ignacio Arce, pero de los buenos, lo bueno, no vamos a nombrar una media docena, serán muy pocos los buenos buenos.

Fragmentos, la vida está formada por frag-mentos unidos misteriosamente. Este libro es un fragmento más, formado a partir de fragmentos de conversaciones, recuerdos, imágenes, grabaciones. En la maleta de don Juan Uribe que encon-tramos, además de las grabaciones de los concursos hay una cinta que dice Honorio Quila y Miguel Galleguillos. No tiene fe-cha, seguramente esta grabado en Loyca, donde vivían ambos poetas. Veo los cerros loyquinos llenos de pájaros y ovejas, ¿sería primavera, estarían los pastos verdes?Los dos poetas frente a frente, cada uno con su guitarra. Don Juan con la grabadora - seguramente una Nagra- feliz escuchando los versos.Honorio comienza a cantar por San Fran-cisco

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San Francisco milagrosolo escogió Dios del cieloy predicó el evangeliohumilde y lleno de gozosiendo rico fabulosoél sacrificó su vidaera su segura guíala santa cruz y el rosarioy en un monte solitarioayunó cuarenta días

Don Miguel toma su guitarra y comienza el primer pie

Siendo un serafín queridoSan Francisco fue el caudilloque imitó a los pajarillosque fueran ..les dijo hermanitos míosles doy un consejo finoque ordenó el hacedor divinoDios eterno y poderosoque le cantaran con gozoslos pájaros con sus trinos

Don Honorio toma su guitarra y comienza el segundo pie

Siguió los pasos de Cristotodo lleno de humildad fue obra de caridadla vida de San Franciscodoce apóstoles benditosle dio pa que predicarafue en un monte en Italiadonde oró cuarenta díasel verdadero Mesíasallá le grabó sus llagas

Le toca a don Miguel su segundo pie

San Francisco predicóa los pájaros del cielocon cariño verdadero…la dulzura de su....interiorlos pajaritos ligerossus cabezas inclinarony al Mesías lo adoraroncon cariño y grato anhelo

“Ahora una no más por pajaritos, un pun-to por pajaritos, dice la rara en su canto, una décima nos más”, dice don Juan, inte-rrumpiendo el desarrollo natural del verso. Comienza a explicarle a alguien, lejos del micrófono, sobre el verso de pajaritos. Don Honorio comienza a cantar

Dice la rara en su cantobendito sea Diosdice en la cuna gorjeóla tortolita en el llantoel águila canta en lo altocon su música sonoraMaría a su hijo adorala hija de Santa Anay al repique de campanacanta un canario en la gloria

Don Miguel hace una larga introducción en la guitarra, seguramente recordando el verso. Cuando ya lo tiene en la memoria se lanza

También hay otra avecillade plumaje tornasolla formó nuestro señory se llama golondrinatambién otra chiquitinael querido ruiseñorentonando una canciónpor las selvas placenteroy el que ha sido muy ligeroel canario ..

Honorio toma su guitarra y sigue cantando

Dios del cielo a mí me ha dadodice la loica en su anheloun vestido de tres vuelosy un delantal coloradole dijo el chuncho enojadoque lindo traje lucístambién salió la perdizcon un vestido a la modase anunció mejor que todasdemonio la codorniz

¿Tá bonito, no? dice Don Juan, y la graba-ción acaba.

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Fragmentos de fragmentos de vidas. Mo-mentos guardados en una cinta, en este caso algunos minutos de hace 45 años atrás en Loyca. Otro tesoro.

Volvemos al presente, que ya es pasado, y Honorio sigue recordando su vida

- Bueno, a propósito de santiguar, yo san-tiguo. Pero qué paso conmigo, me veían santiguar y cualquiera venía. Me gustaba santiguar. También a mí me ojeó una mujer, porque yo era muy divertido en mis cosas, tallero bueno, y la señora se reía tanto, se ten-día riendo, la que me ojeó. Pero yo estaba hombre, no era muy niño. Y entonces un compadre me dijo, compadre, la mujer ésa que está riendo, ésa lo ojeó a usted. No ve que después quedé triste, de estar tan alegre. El ojo es más que el espanto, que lo ojeen a uno, por eso un niño se muere del espanto de ojo.

Y mi compadre me llevó donde una seño-ra que se llamaba Ursula Mora, y entonces comenzó a santiguarme y cuando principió no más, mi amigo, me dijo, muy prudente la señora, aguánteme un poquito. Fue a la cocina, bueno, nunca está de más, pero las cosas no son pa todos, eso se lo aseguro yo. Entonces fui y la vi, tenía ahí fuego de leña, y tenía brasas y ella santiguaba con palqui porque el ojo es bueno santiguarlo con palqui, y fue y revolcó en las brasas el palqui. Ya mi amigo, me dijo, así mismo me trató, ya mi amigo, usted no es espanto el que tiene, a usted lo ojearon. ¿y cómo va a saber eso ella? Sin que le diga nadie.Y ella dijo: estuvo muy bueno que lo ojea-ran porque llegó. Yo voy a entregar mis tí-tulos a otro, este don de santiguar, me dijo. Pa que usté santigue en adelante a los ni-ños chicos sobre todo.

La última niña que santigué yo, llegó el papá de ella, don Honorio me dijo, me le

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va a morir el niño, ¡llegó llorando! (don Honorio se emociona recordando y se le quiebra la voz) y la señora al lado, como vendrían, pero la señora no lloraba. Él me dijo me le va a morir el niño. No se aflija le dije yo, no se aflija, yo se lo voy a santiguar y no se va a morir ná, le dije. Pero con qué santiguo yo, con lo más po-deroso que puede haber en el mundo. Y así fue, ¿cuál es que se le murió?-¿Y con qué santigua usted?- No, es que esas cosas son un poquito secretas también. Y todos no saben tanto porque hay un niño allá que le gustaba san-tiguar, yo lo veía santiguar pero no veía con qué oraciones. Pero hay gente tan pode-rosa pa santiguar. Ella una de ésas, Úrsula Mora se llamaba. Y tenía una hija que se llama Flora Mora, y era cantora, cantaba ella y la buscaban pa cantar en los rodeos. Pero no cantaba muy bien.

La Ignacia entra a la pieza con una bande-ja, te voy a servir un tecito, ¿y te gustaría aprender a cantar?

-Estoy aprendiendo con don Chosto Ulloa, y Santito a veces me hace algunas clases. Don Chosto sabe mucho de escrituras y es medio filósofo entonces está siempre pen-sando, reflexionando sobre las escrituras y pucha que sabe y siempre que puedo voy pa allá- Pero tú todavía no estás componiendo- ¿Versos? Sí- ¡No vai a hacer lo del cura, po!-¿Tomar versos y ponerles cualquier autor?-No sólo eso, el cura toma la primera pa-labra, la cuarta, por ahí va. Y si no, llega cara´e palo no más, un verso que es de otra persona como que lo hace él-No, yo soy más serio-Toma tecito

Don Honorio abre los ojos y dice

-Lo mío, cuando hago versos a lo humano

Ya estoy cansado de amartees más lo que he padecidoes tanto lo que he sufridoque mejor pienso dejarteyo no quería olvidartepero veo tus despreciosmejor me retiro lejosa conquistar otro amorsiento en mi pecho un dolorporque me voy y te dejo

Recuerda prenda queridade mis primeras palabrascuando te dije con lágrimasque fuerai la esposa míaalegre te sonreíaisescuchándome explicaryo te dije que al altarmuy pronto te llevaríapor eso paloma míacuesta mucho pa olvidar

Entonces, a todo el mundo le gusta ese ver-so. Todo el que escuche un verso de este tipo le gusta. Pero uno no saca nada. Hay un hermano mío que me decía, Honorio, tan bonitos versos que hacís tú, sácales mé-rito de alguna manera.

También tuve una novia que no era de Lo-yca, era de un fundo vecino, era hija de un rico, se llamaba Violeta. Y nosotros íbamos pa´ allá a cargar papas con mi hermano ma-yor. Y ella se enamoró de mí y me decía cuando estábamos cargando, había una manchita de espino tupida y allí se metía ella, siempre mirando que no la vieran los de la casa. Y me decía: te quiero tanto, Ho-norio.Se llamaba Violeta, yo hice una cueca:

Violeta a mí me olvidópero no fue falta de ellasus padres se la llevarona mi querida doncella

Pero yo la quería, casi me morí cuando la llevaron. Era linda, ¡pero linda linda! Otra dama yo no tuve en mi vida, tuve hartas mujeres, y bonitas, pero nunca como ésa.

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Violeta a mí me olvidópero no fue falta de ellasus padres se la llevaron a mi querida doncella.

Tenía 12 años-¿Entonces usté canta desde cuándo?-No, yo canto de chico, de tres, cuatro años. No ve que el papá sabía cantar y tocaba, y ahí aprendía yo. Y había una hermana también que tocaba muy bien, incluso yo le aprendí a ella más, ¡pero tenía unas ma-nos! Esos toquíos que yo toco. Bueno, y a propósito de guitarrón vamos tocando un poco, si a mí me gusta mucho la música.

Saco el guitarrón de su estuche y don Ho-norio sonríe

-Mire y es guitarrón bonito-Bonito es Me mira con los ojos brillosos y refiere

Toco acordeón en el arpay guitarrón en guitarrade puro gallo que soyme gusta el vino en la parra

Yo había prometido de no largar el arte mío hasta…, y ahora ya 90 años es har-ta edad, pero dije cuando esperaba el año 2000: ¿pasaré el 2000? Y lo más bien que lo pasé, ¡y ahora que llegó al 2000 vamos a llegar al 2010!

Al menos cuando llegó ese caballero, Juan Uribe, que anduvo por todas partes allá en Loyca. Supo que yo iba a una novena a Los Quillayes, una novena muy nombrada en Los Quillayes, la novena del tránsito, la Virgen del Tránsito. Allá llegó. Llegó con Miguelito primero a Loyca, y Miguelito le dijo no, yo no le he visto a mi compadre. Entonces no le dijo ni una cosa. Se dio la vuelta pa allá pal camino de la fruta, pal Manzano y llegó allá a Los Quiyalles. Más contento que un grillo, cuando nos encon-tró. Claro que él llevaba grabadora, por

supuesto que tenía que llevar pa grabar al gusto de él, tanto cantor. Nos juntábamos 60 cantores allá.- ¿Y con un sólo tocador la rueda, o hacían varias ruedas?- Bueno, habían también otros que toca-ban, parados unos. Por ejemplo se cantaba una ruedecilla y seguían otros, con otros cantores que llevaban ellos de otros lados, de Quelentaro, de Loyca mismo, no ve que Loyca es grande, Loyca es largo.Hay uno que era de Los Quillayes, Segundo Sánchez se llamaba. La casa de él era de los mismos Sánchez, la novena se hacía en la casa de Marcolí Sánchez, pero le decían Marcolí, Marcos Luis se llamaba.Y ahí venía Lucho Sánchez. Los patrones de Los Quillayes tenían un sagrado corazón que celebraban, y daban la vuelta a todo el fundo. Partían de las casas y volvían a las casas. Tomaban mucho tiempo, pa los seis meses, daban la vuelta de casa en casa. Por ejemplo un día sábado, cada ocho días, un inquilino recibía a la virgen, una estampa tapada con vidrio. Y entonces el día sábado estaba en esa casa, el otro día sábado la recibía el otro de más allá. Y gente de Loyca no faltaba nunca. Toda la noche, y al otro día cuando nos servían desayuno ya nos retirábamos todos. Pero al otro sábado estábamos en otra casa. Yo tenía un compañero que se llamaba Roberto Tapia, que le gustaba mucho, una vez vino porque esta casa es de él. Y allá en Loyca donde estábamos nosotros con Miguelito, porque le decíamos Miguelito a Miguel Galleguillos, allá llegaba él y se es-taba toda la noche escuchando cantar.Todos los sábados cantábamos.

Ignacia, sentada al lado de Honorio, co-mienza a recordar

-Yo estaba pequeña, muy pequeña y mi papá se ponía una manta de castilla, tenía cuello, todo, se ponía un sombrero, una buenas botas y partía con su amigo Fran-cisco a cantar a la novena, y llovía a chu-zos. Sabes que salía lloviendo de la casa, pero esas lluvias torrenciales, y ellos sería

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tanta la pasión. Y se pegaban el pique y era como ir de aquí a Leyda, a pie, más, a pie por los cerros.- Era lejos pero no era tanto- ¡Cómo llegarían empapados! Mi papi usaba la manta de castilla pero ese otro caballero usaba un poncho así no más. Mi papi usaba unas botas de esas, como las llamaban, de cuero, un cuero especial que había antes, que ahora no se ven esas bo-tas, y buen pantalón, grueso. Mi papá se iba, por ejemplo, salían a esta hora, y caminaban, caminaban y llegaban oscuros adonde iban, cantaban toda la no-che y mi papá llegaba no al otro día, sino que al otro día. Normalmente cuando él llegaba ya no llovía, y de eso yo tengo re-cuerdos no de un año no más, sino que de varios años, todos los años iba.- ¿Y si no tocaba novenas tocaban ange-litos?- Angelitos, claro, eso nos venían a buscar a la casa- Y también recuerdo una vez que llegaron en la noche, no sé qué horas eran, pero yo era muy pequeña y a él lo vinieron a buscar para ir a San Vicente. Había muerto un an-gelito, una guagüita, y llegó un caballero a caballo a buscarlo. Y él le dijo ¿cuándo murió? Esta noche, pero los quieren allá. Ya, le dijo mi papá, vamos a ir. Aseguró todos sus animales, se arregló y partió con su guitarra. No llegó hasta el otro día en la tarde. Porque yo lo echaba de menos, yo quería andar en todas, estaba chica, no estaba mi hermana todavía. Pero era más para las no-venas, porque habían novenas ahí en Loyca y también lo buscaban, acá donde don Emi-lio Pinto también lo buscaban pa las nove-nas. Y otras veces que llegaba y salía con su guitarra, era porque iba a cantar.¿dónde? no me pregunte porque a mí no me decía ná. Él le decía a mi mamá y salía, pero yo tengo esos recuerdos que él salía con su guitarra a cantar. Y en la casa también se hacía novena-La del Carmen, la Virgen del Carmen- Desde que tengo uso de razón mi abuelo rezaba la novena, o sea, la rezaba mi papá

pero mi abuelo se amanecía ahí con un bra-sero grande. Llegaba don Miguel Gallegui-llos, don Francisco Lizama, iba este otro ca-ballero, que no me recuerdo los nombres. Don Antonio Armijo, él no cantaba. Me recuerdo muy bien que se colocaba la virgen, se adornaba todo y en el medio un brasero grande, el brasero era redondo y se hacía alrededor del brasero la rueda. Es-taba mi tío Manuel, mi tío Demetrio, que también cantaban. Mi tío Roberto compo-nía, él era autor, tocaba la guitarra y canta-ba pero mi tío Demetrio no componía sino que él cantaba los versos de mi papá o de mi abuelo, se los memorizaba y los canta-ba y cantaba muy lindo. Y mi tío Manuel también tocaba guitarra y cantaba pero se memorizaba los versos de los otros. Y me acuerdo que yo dormía, despertaba y estaban cantando, volvía a dormir y volvía a despertar y seguían cantando hasta el ama-necer y en la mañana pasaban al comedor y se tomaban su buen caldillo. Mi mamá les hacía un caldillo de la misma carne asada que quedaba del día anterior, se hacía un tipo ajiaco y les daba de desayuno a todos los que estaban ahí, y ahí volvían y canta-ban el último verso pa la virgen. Al otro día en la mañana, no sé qué hora sería pero estaba de día y se iban cada uno a su casa. Llegaban al anochecer, ya oscu-ro, muchas veces lloviendo, a caballo. Se rezaba la novena primero, se rezaba toda la novena completa y después se comía y después se empezaba a cantar. Se hacía gloriado y pasaba la rueda del gloriado, era como un mate grande pero tienen un nombre que no me acuerdo ahora. Y con aguardiente, tapado con un paño, con una bombilla. Y tomaban todos, después toma-ban mate entre verso y verso, mate con so-paipillas. Se mataba un chancho, se comía carne asada, carne al horno. Y había vino que mi mamá hacía, en la misma casa se hacía ese vino y se tomaba, como vino añe-jo. Y se amanecían, tomando, comiendo, cantando.

Pero papá, ¿allá a Los Quillayes usted iba a la novena de?

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- El Tránsito. El 15 de agosto. Y allá en la casa donde íbamos había una niñita que se llamaba Isabel. Y había que pasar un este-ro. ¡Mire como era Los Quillayes, de tanta abundancia de agua¡- Pero si llovía tanto, cómo no iba a haber abundancia - Pero no, en el verano también- ¡Y no se enfermaban! se quedaban toda la noche mojados con así unos braserotes- Pero los braseros allá había que estar con cuidado. Pero la niñita esa, era chica y ve-nía a toparnos, al estero. Y allá no faltaba gente que venía a caballo y me mandaban un caballo pa que pasara el estero. Y había más de alguno que se quedaba sin caballo, se arremangaba hasta la rodilla, a la rodilla no más le llegaba el agua.

Los recuerdos se suceden, se agolpan, lu-chan por salir primero

- Y había una señora de El Peumo, ahí veci-no con Loyca, se llamaba Eduvigis, ¡pero la hubieran visto cantar ustedes a esa mujer! Cantaba muy lindo. Y cantaron una vez, vino mi papá con Pedro Lizama, Pedro Lizama cantaba muy bien, la voz es la linda.Mi papá le decía siempre, te acordai Pedro

cuando la Eduvigis nos tuvo con los pan-talones abajo. Cantaron toda una noche ¡pero les dejó la melga no más! Cantaba bien, esa niña cantaba bien, era pa morirse oírla. Y el hermano, Ignacio Arce también, y me decía a mí, mire Honorio, estoy tan cabreado pa cantar, uno no gana ni cobre, me decía, y tiene que estar cantando y a veces me duele la espalda. Era poco mayor que yo. Cantaba unos versos tan lindos. ¡Yo no sé de dónde diantre llegaban versos tan lindos!

San Benito jubiló edificó un monumentoy en aquel hermoso templotoda su vida pasóen un gran libro escribióun gran e importante asuntoesta verdad no la ocultosegún dice la escrituray en la misma sepulturaayayay dijo un difunto

La cuarteta:

Ayayay dijo un difuntoadentro de un camposantosi no me dan aguardienteesta noche los espanto

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Ve, entonces cantaba yo estos versos y ahí iba tomando fama donde andaba en tantas partes, por ejemplo en Los Quillayes, San Vicente, Santa Inés, Valdebenito. Íbamos de a caballo, ahora no, ahora lo vienen a buscar, no falta un auto, una camioneta. Y en El Manzano le canté también a muchos angelitos.-Oiga, don Honorio, hábleme de su melo-día del sol, que es tan re bonita-Es lo más difícil que tengo yo, que eso también va a tener que ir, si acaso, en el libro. Tiene que ser lo primero pero no me acuerdo bien de algunas cosas. Ese verso que diceen sueños a mí me habló el sol. Y la Ignaci-ta me dice, pero papá eso no es capaz na-die de hacerlo, otro autor. Ella se da cuenta de eso.

En sueños a mí me habló el sol me dijo yo soy tu amigoy me mostró tantos niñosen forma de una visiónyo sentí en mi corazónen el momento alegría yo soy padre me decíade los seres de la tierraque alumbro acá en la alta esferay le doy la luz al día

Y la Ignacia me dice, papá, no es capaz na-die de hacer versos así.- ¿Ése lo soñó?- Lo soñé, pero le digo que me falta muy poco pa adivinar, en mi sabiduría bíblica. Si yo estudié Biblia.

Y le doy la luz al díael sol me hablaba en la alturaen un tono de dulzurasoy tu amigo me decíadonde bajaba y subía (porque hacía unas levantadas, y bajaba, bajaba y subía)daba un bello resplandorde uno y otro colorde verde azul y amarilloestando durmiendo tranquiloen sueños a mí me habló el sol

Y yo le digo a mi hija, si ustedes llegaran a hacer el libro, aunque fuera poco lo que yo me acuerdo, pero..

El sol cuando a mí me hablabatiró los rayos al mundopor unos cuantos segundosazuleja una luz dabaalegre me convidabame dijo vente conmigoy demostraba los niñostodos vestidos de blancoentonando un dulce cantocon instrumentos muy finos

Con instrumentos muy finoslargas y delgadas vihuelasarpas como astas de espuelas con cuerdas y bordoncillosmiles y miles de niñosen tierra solar cantabanyo quietamente observabaque alguien llevaba una cruzdaba una azuleja luzel sol cuando a mí me hablaba

Y eso lo vi yo (Honorio se emociona, se quiebra la voz) y era, ¿quién era? el señor Jesús que iba cargando la cruz. Y yo tuve esa dicha de verlo, aunque en sueños, pero harta pena me da. Y la despedida

Al fin se fue y me dejócon los ángeles cantandoy al cielo se fue elevandoy en las nubes se internónuevamente apareciódespidiéndose contentoyo vi que se abrió una puerta en el cielo a mucha alturavi la belleza más puraque en el mundo se encuentra

Pasan los días, el mundo da vueltas y vuel-tas según alguien lo ordenó. Vuelvo a San-tiago, al Museo, a nuestra casita del cerro, a los niños, a mi negra, don Chosto, Santos, La Chimuchina, los chinos, los versos ron-dando continuamente en mi cabeza. Tantas cosas. Pero ésas no entran en este libro.

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Voy a Llolleo nuevamente. Entro a la pieza y está Honorio en la cama, en penumbra, los ojos cerrados. Me acerco, cómo está don Honorio. Me mira desde una bruma y me reconoce, le comienza a venir una alegría, una tristeza en la cara, toma mi mano y la aprieta fuerte, acercándome a él, tirán-dome hacia él. Claudio, me dice, Claudio, estás aquí. Su mano me aprieta más y me acerca a su cuerpo. Me mira fijo a los ojos, los rostros a 20 cms uno del otro. De su mano a mi mano comienza a pasar algo así como una corriente mientras me dice vas a ser cantor a lo divino, tienes que ser can-tor a lo divino. Su mano sigue apretando y tirándome hacia él. Un calor extraño, fuer-te, recorre mi mano. Estoy en una posición incómoda inclinado sobre la cama y casi encima de don Honorio. Nuestros rostros casi tocándose, él mirándome a los ojos fi-jamente, su mano apretando mi mano. Vas a ser cantor a lo divino, Claudio. Sus ojos me miran acuosos y fijos mientras siento este traspaso de energía, de sabiduría, de experiencia, de vida de un viejo sabio a un aprendiz.

Ignacia entra a la pieza y le dice, ya papá, deja que se siente, y don Honorio, como despertando, dice claro, claro, siéntate y toca el guitarrón. La mano me queda caliente, siento en ella una energía que la hace ser una parte di-ferente de mi cuerpo. Es la una de la tarde y estoy en Llolleo. Paso seis horas con don Honorio, escuchando las historias y la vida del poeta más afamado de estos campos. Versos, amoríos, recuerdos, mi mano sigue caliente, cálida, presente mientras escucho. Hablamos, referimos versos, toco el guita-rrón, canto algún pie huacho porque don Honorio necesita hablar, me pide que to-que pero luego se larga a hablar. Pasa la tarde, oscurece, es hora de irme, me vengo a Pirque. Manejo la roja por la carre-tera del sol, mi mano sigue latiendo, es cla-ro que algo potente me ha sido traspasado. Llego a la casa y el Cote salta de la cama y se me sube encima, aquí están mis negritos

queridos. Piedrín me da un beso y me dice tenís un olor raro en las manos. Sí, le digo, y le sonrío. Caliento algo para comer y me voy a lavar las manos pero no puedo meter al agua la mano derecha, algo me lo impi-de, quiero conservar ese calor, esa energía en mi mano.Despierto al día siguiente y mi mano sigue latiendo, es una bola de energía.Pasan los días y Honorio está presente con-tinuamente. Sé que me ha sido otorgado un don. ¿Por qué a mí? me pregunto, por-que estaba ahí, me respondo. Vas a ser cantor a lo divino, Claudio, tienes que ser cantor a lo divino. Escucho aún sus palabras y sé que algo de su sabiduría y ex-periencia ha entrado en mí.La verdad es que cada vez compongo y aprendo más versos. Paso buena parte del tiempo repasando y sacando versos. La cuota de obsesión necesaria para ser cantor está casi completa. Es cíclico, como todo, periodos muy intensos y momentos más descansados. El resultado es una buena cantidad de versos en la cabeza. Mi maes-tro Chosto, mi maestro Quilama, el maes-tro Santos. Ahora don Honorio. La flor de la canela de los cantores. Al que le toca le toca. Hay que apechugar.

Voy a Llolleo una vez más. Don Honorio está bien, desde su cama continúa su his-toria

-Si yo estuve dos veces a punto de.., ven-dí todo, iba a vender todo pero no lo hice, no alcancé. Me dijo mi papá, ¿qué estás haciendo? Porque las paró que yo vendí el caballo ensillado en primer lugar, con mon-tura y todo. Tenía un amigo en Santiago que trabajaba en un sello. Vente conmigo, si querís estudiar, y a mí me gustó. En el día trabajai en el sello y en la noche en la es-cuela nocturna. A mí me gustó eso, y le dije a mi papá, mire, yo voy por esto, me voy a Santiago, porque a mí me hace mucha falta, me voy a Santiago.Y aquí voy a quedar solo, me dijo, pero tiene tantos hijos más, le dije, pero no son como

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tú, me dijo. No hay ni uno de mis hijos que sea como vos. Pero tiene que acostumbrar-se también. Y fue tanta la súplica, pobre mi padre, se afligió él, y me quedé.

A mí ahora, allá en Loyca, me robaron todo lo que tenía, pero sin piedad, no aflojaron nunca. Tenía ganado vacuno, que ése es el que me daba plata. Tuve ganado, no era mucho pero muy bonito, criado con harto talaje. Conmigo no están muy conforme porque dicen que yo soy rico. Yo no, nunca me he destinado, o se si me pongo alguna vez alguna tirita buena, no se me olvida de Lázaro. Yo tuve tías que eran pobres, pero no dejaba nunca de ayudarles. En mi casa mi papá traía en abundancia todas las co-sas, las papas las ponía en una pieza. Y tan pobre mi tía, por qué no le llevo. Y tomaba ojo que no me vieran y le iba a dejar a mi tía porque era muy pobre. Y llegaba allá y no tenía ni perros porque no tenía cómo criar-los. Y llegaba allá, tía, le vine a dejar unas papitas. Y eran hartas, le alcanzaba pa una semana o más, pero ella tenía niños. Así es la cosa.

Dios la amó pero no se la llevó,otros dicen que la dejó de regaloal hombre le dejó un paloy a la mujer la partió

¡Qué tal?

Hay un rodeo en el cielocelebrado por los santoslucen muy lindos chamantosy buenos mancos corralerosestá corriendo San Pedrocon San Juan el capatazle entregó San Nicolásal ministro con agradoun novillo ajardinadodel asta caracoleá

Don Honorio sigue vagando por su mente, encontrando pies huachos de versos que alguna vez tuvo completos en su memoria. Lo perdido, perdido está, quedan los frag-mentos

El domingo una morename dio tentación de risa de verla hasta sin camisay pelada de melenade pulsera una cadenaamarilla y amorosasobre su pecho una rosaque llevaba un pensamientoy con el fustán mugrientoque llegaba a tirar prosa

-Hay que ver mucho. Me dicen los curas a mí, cómo sé tanto, porque yo algunas ve-ces me salgo de las casillas, y yo les digo que en la Biblia. Antes se enojaban si uno tenía la Biblia.-¿Y usted cuando chico leía la Biblia?- No, yo la Biblia la compré, estaba hombre ya, más de 14 años. Yo leía el libro misal.- ¿Y de ahí sacaba las historias pa compo-ner?- Claro, entonces era muy fácil. Tuve dos Bi-blias, tuve una cuando era bien joven y en-tonces en la casa, usted sabe que cuando hay hermanos, todos querían leerla, hasta que se perdió y no se supo qué se hizo. Y después la Biblia buena es la de Jerusa-lén. Y ahora no sé, pero tenía yo en la casa, ahora como quedó el desparramo cuando me vine pa acá, allá quedó la Biblia. Pero he tenido tan buena memoria.-¿Le duele la cabeza, papá, los ojitos?-No, he estado bien, y ahora mucho más porque como llegó Claudio- El otro día cuando viniste me dijo “quedé con salud porque vino Claudio, me va durar harto rato”- Pero de alguna manera, eso le estaba con-versando a Claudio, que de alguna manera vamos a hacer venir a Santito porque yo deseo que venga, porque yo de repente me puedo morir también, y quiero conversarle muchas cosas a Santito. Y muy bonito es con bombilla pero mejor es a trago ¿será así?- Estuvo bueno el otro día cuando vinimos con Santos. ¿se acuerda que vinimos?- sí, sí. Yo aprecio mucho a Santito.

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Vuelve a mi mente el recuerdo de hace un mes atrás cuando vinimos con Santos. Estábamos en Pirque con Santos un día y me dijo ¿y cuándo vamos a ver a Honorio, Claudito? Uno de estos días po Santito. Y el día se llega como dicen en el campo y partimos a Llolleo. Un día hermoso en que dos poetas amigos se encuentran. Un día de recuerdos que se remontan al año 1964 cuando se conocieron en el concurso de San Fernando. Santos toca y canta y la con-versa no se detiene por un momento. Tan-tas anécdotas, tantos versos.

-Ay, Santito, me encuentro tan feliz de es-tar con usté-También yo pues, don Honorio, mire don-de nos vinimos a encontrar

Pero el tiempo es el tiempo y no se detiene jamás. Estamos en la misma pieza, pero no está Santos. Honorio está diciendo -Porque yo me quiero ir a mi casa. Yo no pierdo la esperanza, lo digo aquí con todas las letras, de irme a mi casa y seguir traba-jando de alguna manera, en cosas que yo sea capaz- Pero papá, dime ¿Quién te va a cuidar? Si tú dependes cien por ciento.- Pero yo tengo allá, ¿Quién está cuidando ahora allá? Hay un sobrino- Pero Juan no te va a ir a cuidar a ti porque tiene que cuidar a su madre que también está inválida- Pero no, yo tengo otros amigos. Y por úl-timo tengo mi novia. Me caso con mi novia y punto!

Honorio se ríe feliz de su ocurrencia mien-tras yo lo apoyo, claro, se casa y listo.

- ¿Y por qué no estuvo la novia cuando él cayó enfermo?- Ah, porque estaba ocupá, digo, y las risas rebotan por la pieza.

- Claudio, le pregunté a usted por Arturo Vera, murió. Ese hombre era muy amigo

pa mí. Nosotros le colocamos el manto a la Virgen en Maipú.- Papi ¿de eso no quedo foto, no quedó ná grabado?- No quedó ninguna cosa de esas, y cuan-do se colocó ni siquiera quedó historia, que haya quedado en diarios, no.Nosotros fuimos llamados exclusivamente para colocarle el manto a la Virgen. No me acuerdo de la fecha, y también se selló un sello ahí, cerrado pa secula seculora. Se le puso una tapa de cemento y quedó sellado, y ahí está el nombre de nosotros. Está se-llado. Y eso es bueno que lo sepa la gente. Los nombres están adentro, hay papeles adentro, papeles escritos.Así tenía que ser, tenían que depositar eso, en un papel muy bueno, llega a ser duro. Estábamos Atalicio, Arturo Vera y yo. Y yo era el menor de todos.- ¿Y usted cuantos años tenía?- Yo tendría 65 años. Atalicio dijo yo tengo 72 años, pero don Arturo depositó los pa-peles, el mayor tenía que ser, más que tu-viera más mérito. Era muy noble caballero, muy noble, muy buena persona don Arturo Vera.Entonces le tocó a él depositar los papeles, y esos van escritos ahí, y se sellaron encima, se le puso una tapa de cemento, eso esta-ba arreglado, muy bien hecho, y el manto lo colocamos a la virgen así más allá, pero muy bonito el manto, lo regaló el Papa Juan XXIII, él regaló el manto, de eso me acuer-do muy bien, ¡pero qué manto más lindo, y grande! Después seguimos yendo nosotros, nos lla-maba don Juan (Uribe) al templo allá a can-tar, y ahí venía Santito a cantar conmigo.

Yo respeto mucho el viejo testamento

El tabernáculo fueel santo lugar sagradodonde Dios ahí ha habladocara a cara con Moisés

¿Qué le parece? me dice sonriendo, y yo le respondo con un pie

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De los cinco libros fueque estaba escrita la leyle daban comprender al ingeniador MoisésIrán escribió despuésaquella linda hermosuraestudió la ciencia puray hacia el pueblo la explicóquién como el dedo de Diosque firmó buenaventura

- Ah, buenaventura, claro. ¿Qué dice usted del rey Opulón, existió?- No lo conozco- ¿No? A mí me han dicho unos sabios por ahí que jamás existió un rey Opulón. Pero claro, que lo haigan comparado a un rico por Opulón, eso lo entiendo yo en la Biblia

Un San Lázaro ha llegadoa Opulón se presentóy de por Dios le pidióde que era necesitadole negó el menor bocadoel mendigo salió a andary le volvió a interrogarLázaro sobre el sustentole dijo el rico avarientotengo y no te quiero dar

Se apareció al otro díaa las puertas del palacioy se llegó con despaciodonde aquel rico vivíael sobrante de comidano le brindó por merced

Sabe usted que hasta hoy día hay gente mezquina. Nosotros éramos nueve herma-nos y mi papá decía de los nueve hermanos me salieron dos hijos mezquinos. Y era cier-to. Yo no tengo esa ciencia de ser mezqui-no, de negarle a otro sobre todo lo que se trata de comer.

Don Honorio pierde el hilo del pie que esta-ba refiriendo y continúa con el siguiente

Si no tenía concienciaaquel el rico poderosoy de verlo tan leprosoque le causaba impacienciapero la omnipotencia le ayudaba a mendigarse dirigió a caminar el caudaloso han de ver ándate y después venlo que te dejen de dar

Tanta vida, tantos versos, tantos días y no-ches, ¿por qué estaremos aquí, en esta tie-rra, que será la vida? me pregunto mientras el silencio nos envuelve en Llolleo. Don Ho-norio ha cerrado sus ojos y descansa sobre los almohadones, la Ignacia está en la coci-na preparando un tecito más. Las olas del mar cercano continúan con su tarea. Atrás, adelante, atrás, adelante. El sin fin del uni-verso moviéndose por el universo.La Ignacia entra a la pieza, don Honorio abre los ojos y comienza a hablar en el pun-to en que viajaba su mente

- El cura (Miguel Jordá) aquí me dijo yo te quiero mucho Honorio. Yo también lo apre-cio bastante, don Miguel. Bueno, claro que él todavía tiene interés.- Un día le dije que tenía hartos versos, como 200 versos de mi papá, ya po, me dijo, en qué está que no me los entrega, le hago un libro en dos meses. Se llevó todos los versos de mi papá, le entregué dos cua-dernos de 60 hojas cada cuaderno, que yo misma se los escribí, y se los llevó y nunca los devolvió, de ahí sacó los mejores versos. El resto..- ¿Pero no le has pedido los cuadernos?- Sí se los pedí, y se puso choro, me dijo que los había devuelto, que me los había entregado a mí misma, ¡y cuándo, si al cura yo no lo veía nunca!- El padre Miguel tiene que venir aquí y le voy a pedir que me traiga los versos que yo más necesito. Que me traiga los cuadernos. Hay unos versos ahí, son míos

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Quila Ballestero Honorioentra con 22 letrassoy el único poeta que hay en este territorioen composición no ignorosoy rico improvisadorsaquen a otro mejoren todo lo que han andadopa cantar improvisadoyo soy el mejor autor

Bueno, me mando las partes yo

La Ignacia sonríe y dice y ahora está hacien-do un verso

- ¿Y por cuál cuarteta lo está haciendo?- No, si no lleva cuarteta, es que lo estoy ha-ciendo para los municipales de San Pedro, no ve que hay que palabrearlos también- Uno por ponderación municipal

- Todos me miran a huevoeso a mí poco me importaya no vuela la langosta

¿cómo dijimos denante?

- Porque ya no estoy tan nuevo- Porque ya no estoy tan nuevo - Ayer le dije, siga el verso. Pero me dijo no, no quiero hacer trabajar la cabeza. Segura-mente se sentía mal con el resfrío.- Es que no puedo, sería una vanidad muy grande ya que estoy mejor, que yo mismo me perjudique, entonces tienen que tener paciencia los oyentes. Es que yo digo versos huachos ahora porque me está fallando la memoria

A la mujer nunca es buenomuy regalona tenerlaporque es muy probable hallarla enojada hecha un venenodarle al día por lo menos un bofetón o un trompónmostrarse como un Nerónmucho más amor le tieneuna mujer se mantienecon libra y media de amor

Pero le contestó una poeta, mujer

Con libra y media de amorcómo querís mantenerlacomo querís sostenerlasi le hay de dar rigory si te juega a traiciónse va para otro terrenose va pa países ajenosse va con otros amigosy pegarle sin motivoa la mujer nunca es bueno

Ve po, entonces. Es muy duro el amor, el hombre sufre con la mujer, pololeando que sea, porque no deja nunca de ponerle los gorros. ¿es así o no? Así que no se pue-de. No se puede tener trato con las casadas mujeres, y ésa es la pura verdad

No se puede tener trato con las casadas mujeresporque tienen el decirno se puede, no se puede

No ve, todas esas cosas hay que meterlas en el libro pa que tengan conocimiento los demás, pa que la juventud, las nuevas ge-neraciones- Tanta sabiduría que hay ahí, en las cuarte-tas. Hace como seis años le canté a Santos un verso que yo había sacado, uno de los primeros que saqué. Está bonito, me dijo, pero ¿dónde está la cuarteta? Y no tenía cuarteta. Ah no, me dijo, sin cuarteta, no hay verso.- bueno pero si eso es lo que vale, la cuar-teta. Yo me acuerdo que mi papá tenía una cantidad de versos, le gustaba hacer de esos versos

El enamorado pobreno se ponga a cobrar celoporque le hacen el favorde quererlo pelo a pelo

Y es la pura verdad, porque qué va a hacer un enamorado con una ricachonaLa mujer es como el pan…, sabía dos versos

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yo y sabía otros dos Jesús Carrasco, por esa cuarteta. Yo canté mucho con ese hombre, sabía hartos versos ese hombre.- ¿De dónde era él?- De Loyca, si era de la cuadrilla de nosotros, cantábamos con Lizama, Miguel Gallegui-llos, Autor Huerta. Éramos como seis pero granaditos, me entiende. Yo le hice la contra a los cantores. Tenía 12 años, principié a cantar de esa edad. Ya cantaba con el cantor que se presentara, que siempre se acordaba Galleguillos de eso. Decía, pero porla el niñito que sabe versos. Por donde reventaban ellos estaba listo yo. Tenía grande admiración mejor di-cho, Miguelito.- Por cualquier fundado se defendía- Al tiro- Mire, y yo que estoy empezando a los cua-renta y tantos-Así es, y hay veces que es bueno dar las cosas, que no se pierdan.Jesucristo era sabio, pos no iría a ser. Hice un verso por esta cuarteta:

En Canná de Galileaprimer milagro que obrópor servirle a su compadreel agua en vino convirtió

¡linda cuarteta, ¿no?!

Su madre, hijo, le decíaen la mesa faltó el vinoqué tengo que ver contigomujer, le dijo el mesíasaún no llega todavíala hora, le contestóesto lo ejecutóJesús con muy buena ideacuando anduvo en Galileaprimer milagro que obró

Seis tinajuelas de piedrapara aguadoras teníanlas hincheron hasta arribacon agua de una cisterna Jesús en esa contiendaen vino convirtió el aguacon santísimas palabraslo convirtió y lo bendijoJesús el milagro lo hizopor servirle a su compaña

Yo lo encuentro que quedó muy bueno

Bueno, qué vamos a hacer, nosotros esta-mos en este tiempo ahora, que parece que es de ayer el mundo, ¡tiene muchos millo-nes de años!- Sí po, somos un puntito nosotros, somos una sombra pará como dice el verso- Está como una señora que decía, clarito: sí po comadrita, si en esta vida somos una zorra parada no más. Pero Galleguillos también era harto en-tendido. Sabía también, había leído Biblia también, y mucho. Y los mismos cantores cometían errores o palabras que no … no-sotros nos mirábamos no más cuando co-metía el error. Y había unos que cantaban bien y otros mal. Este Orlando Tapia que le digo de Los Quillayes, el papá de él, era harto cantor y muy buena persona. Y había un caballero que llegó del sur a Loyca, llegó a una casa que era pobre. Y andaba trayendo una burrita, y la andaba llevando de un lado a otro, se cambiaba de una parte a otra, la cargaba pero sin apare-jo, así no más, cómo lo haría. Cargaba los paquetes. Se llamaba Cenobio, el apellido

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no lo supe nunca, ¡pero el hombre pa saber versos!Y andaba trayendo una niñita, pero niñita más bonita. Y se cambiaba de una casa a otra, y a otra, y de Loyca se cambió pa Los Quillayes. Tenía pasto pa la burrita, mante-nían a la burrita y se mantenían ellos tam-bién. Donde estaban había gente que les gustaba el canto, los vendían, él les daba los versos. La niñita no me acuerdo cómo se llamaba, pero muy bonita. ¡Qué le pa-rece!- Así es la cosa

Silencio. Las horas, el sol cumpliendo su destino una vez más, oscureciendo esta parte del planeta e iluminando otras. Movi-miento continuo, transformación continua de todo en todo. Respiramos, miramos, escuchamos, nacemos, vivimos, morimos. Pequeños puntos luminosos en el universo. Hebras de la gran trama. Nada más.Honorio recita con los ojos cerrados

Toco el arpa en acordeóny el acordeón en guitarray de puro gallo que soyme tomo el vino en la parra

A mí me gustaría traer un guitarrón. Bueno, aunque no ande yo, tengo silla de ruedas ahí y me llevan a cantar pa todos lados. Porque me gustaría dar instrucciones y en-señar, a las pobres mujeres sobre todo. Me refiero yo que aprendan cómo es el regla-mento del canto. Ya dijimos que cuando le toca otro, por ejemplo, yo canto y me toca el toque Santito, eso es cantar de apunte, le toca otro. Pero es mejor tocarse uno mis-mo.

Semisentado en la cama Honorio toca mi guitarrón, va probando, descubriendo, dejando que los dedos fluyan lentamente. Esos dedos que antes hacían maravillas con las cuerdas de su guitarra van despertando lentamente.

-Y esos requiebros cuando yo canto de apunte, Santito no me deja un requiebro atrás, él me toma al tiro, eso se llama que el tocador le ayuda al cantor. Como una vez, un cuento que sé yo, pero es pa la risa. Eso es lo que le gustaba a, cómo se llama, cómo se llama éste, Aguilar, Atalicio. Y era harto político, en eso me llevaba muy lejos. A uno cuando le gusta una cosa es como cuando le gusta una niña a un hombre, se apasiona por una niña y no afloja nunca.- Te sigue hablando de niñas, parece que el libro va a ser de amor- Tése callao, no, no, no, si el libro no va a ser de amor. Entonces como digo, yo les quisiera contar un poquito de… Silencio, la mente lanzada hacia adentro, buscando versos en su memoria.

Me quisiera acordarcuando me pateó la ovejamientras más me retirabame las pegaba en la oreja

Es un dice muy antiguo, los viejitos sabían eso, yo les aprendía- Papá. ¿Hay algún cantor que esté vivo que sea mayor que usted?- No po, soy yo el más viejo- El patriarca. ¿El patriarca no le decían a don Miguel Galleguillos?- El patriarca a ratos le decían- Pero era mayor don Miguel que mi papá- Era mayor Miguelito que mí, pero canta-mos mucho, era buen compañero. Quiero decir buen compañero por dónde le rompía uno, él estaba listo, no estaba ná que no tengo ná (versos) o cantando los mismos versos, tampoco. Y cantábamos allá sobre todo en San Francisco, en lo de don Pedro Valdenegro que le conversé. A mí me gustaría que fuera allá por ejem-plo Santito Rubio en primer lugar, Clau-dio, usted, pero que fueran unos cuantos guitarroneros por eso quiero aprender yo (a tocar el guitarrón) pa cantar allá en San Francisco.

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San Francisco milagrosolo escogió Dios del cieloy predicó el evangeliohumilde y lleno de gozosiendo rico fabulosoél sacrificó su vidaera su segura guíala santa cruz y el rosarioy en un monte solitarioayunó cuarenta días

-Ahí me gustaría a mí por ejemplo poner, que se presente el Panchito Astorga, San-tos Rubio, Claudio Mercado-¿Y quién más, papá?- Y Honorio Quila- También

Quila Ballestero Honorioentra con 22 letras

- Mi madrina se moriría, mi madrina es la que encabeza todo eso. Se moriría pero ya no está mi compadre, ya no está don Miguel, me dijo, no es lo mismo. Llegan, cantan un verso y se van. Cantan dentro de la iglesia y se van.- Otra cosa que me gustaría, no ponerle a las Valdenegro que hagan un gasto ahí, po-ner a la gente de acuerdo allá, “va a venir a cantar fulano de tal y el otro y otro, y todos cantan en guitarrón”, entonces la gente se entusiasma allá y tiene que cooperar.- Y poner una fritanguería- Poner unas pocas papas no más- Unas papas asás

Reventó la papa hirviendoal lado del borde de la ollaPilatos sacaba caldocon ajicito y cebolla

¡Ve, po!Jecho Carrasco vivía en Las Arañas, cerqui-ta con Loyca. Había que atravesar la loma no más. Y ahí nos juntábamos, porque yo venía de Loyca Arriba. A veces me venía a pie, no es tan lejos.- Papá, ¿Jecho Carrasco era el que era cie-go?

- Era ciego- ¿ Y cantaba?- ¡Pero púchica que cantaba bonito, cuando soltaba el grito! Y si ahora después hubiera cantado con ustedes, por ejemplo, con un guitarrón. Y Autor Huerta era otro, Autor se llamaba.

- Antes la capilla en Loyca Arriba era grande, hecha en adobes, alta, y la que hay ahora es una capilla chiquitita, dos piezas y pare de contar. Dice que ahí lo traía mi abuela de la mano a misa, fueron las primeras veces que vino a una iglesia- Tenía dos años y me traían a misa de la mano. Y ahí observaba yo pero no cantaba en ese tiempo, pero cantaban otros.

Don Honorio sonríe y comienza a cantar el Ave María. La alegría y la fuerza del recuer-do. Ochenta y ocho años han pasado. Una vida humana.

- Está ronco, papá, no haga más fuerza en el canto. El Luis me dijo, está ronco. ¡pero si le ha dado vuelta el motor todo el día, no ha parado de hablar y le sigue dando vuelta!- Yo cuando me casé ¿sabe dónde nos íba-mos a ir recién casados? Era una hacienda- Pero cómo la iba a conocer si ahora es pueblo, allá en la comuna de La Granja, en ese tiempo era fundo- No, era hacienda. Ahora tiene que estar poblado. Allá nos íbamos a ir nosotros. Yo tenía un amigo en Peumo, y el patrón cada vez que estaba allá, se llama Félix Maldo-nado, pero la flor de la canela, de acá de Peumo. Entonces le decía el patrón de la granja, cásate y te vai allá. Ya patrón, le aceptó, y entonces me convidó a mi: Ho-norio, yo me voy a ir a administrar el fundo de La Granja allá a Santiago, entonces me voy a casar.Yo le conocía la novia, iba conmigo a ver la novia pa allá pal lado de Santa Cruz. Y era una señora muy simpática, muy bo-nita, muy atrayente, no hallo como decir, muy agradable la señora. Mire le dije yo, yo

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quiero saber una sola cosa no más. ¿Qué trabajo me puede dar usted allá? ¿no se le ocurre Honorio? Si te casai y te vai con-migo, yo voy a ser ministro allá, y te voy a pasar las llaves y tú vai a ser llavero. Ese es el oficio que me tenía. Y a mí ya me había gustado ya. Entonces cuando nos ca-samos le dije yo a mi señora y ella me dijo al tiro, vámonos Honorio.- Pero por el papito… Le pasó igual que a mí, yo tuve que dejar mi trabajo, todo, por el papá.

-¡Qué lindo es el estudio, Claudio¡- Es muy re bonito estudiar

Quisiera ser estudiadoy tener sabiduríapa cantar con alegríay también apesarado

- Está bueno, pero cuál verso encontré bo-nito yo, más bonito que eso. Si llegáramos a hacer un libro nosotros. Eso le digo a mi hija, porque ella tiene interés, bueno yo no sé en que forma lo quieren hacer ustedes. Yo le dije, yo no estoy más ahora, pero de todas maneras, hay que acordarse. Por ejemplo a mí me gustaría mucho que fuera en el libro:

Una mujer enojadase lo cortó a su maridodespués que se lo cortóse lo dio a tomar cocido

¡Que le parece?- Está bueno, ¿y tiene verso hecho por esa cuarteta?- Por eso, pero pa acordarse. Porque una vez yo me encontré malón. Mijita, le dije, anote esto, no importa que no lo anote en-tero, y siempre ella se confunde. No ve que también principio un verso yo

Mira cristiana soberbiamira al Dios omnipotentemira la luz relucientemira el santo evangelio

Y este otro dice

Una cristiana soberbiavive tranquila en su vidadice en su soberaníade que hay Dios y no se acuerdaen esta nación chilenase ha sabido esta verdaduna de la santidadpor mala la desistiónegaba la fe de Diosuna mujer enojada

Ve, eso le decía en San Pedro a una señora: mire, señora, no es ninguna cosa las cuar-tetas. Eso lo que quisiera yo, servir como de profesor, pero no pierdo la esperanza, porque de repente uno muere también. En-señar a la gente cómo es el reglamento del canto, eso es lo que me interesa a mí, por-que todos no saben. Por ejemplo me pre-guntaba, no me acuerdo quién pero tengo presente la pregunta, que cuáles versos se podían cantar en la misa. Entonces, no sabe la gente. Puede ser cual-quiera, versos de la pasión de Cristo, pero hay muchos otros

En la iglesia aniversariohay cuerpos de todas almas San Pedro funde esta palmasiendo de Cristo vicarioen el mismo calendarioel pontificado vede Roma también se creeel sello del cristianismoha sido y es el bautismoel escudo de la fe

Es así ¿no? También conviene esos versos, pero se me han olvidado tantos versos con esta enfermedad que me llega a dar pena. Ayer no más que la Ignacia me decía: papá, ¿por qué llora? Lloro, le dije, lloro porque tengo pena por muchas cosas, en primer lugar por tu salud, y por tantas poesías que se me han olvidado. Y pa más ese padre Miguel, ya le conversaron eso, vino y me dijo yo te voy a hacer un libro, Honorio, y

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yo, como es sacerdote, le creí. Y no fue ná así. Hizo, pero él. El puso versos de Honorio, pero el libro es de él.- Ahora vamos a hacer su libro, don Hono-rio, no se preocupe, ahora va a existir un libro de Honorio Quila.

Don Honorio cierra los ojos y persigue sus recuerdos. Ignacia también recuerda:

- Don Juan alcanzó a recopilar a algunos y a otros los dejaba atrás. Dejó como grana-dito lo que más podía conversar él, entablar o hilar una conversación, eso lo dejó. Y lo demás como que lo desechó. Aparte que habían muchos que cantaban bonito, pero tenían versos de otras personas, no propios; entonces él recopiló, él dejó los mejores: Miguelito, Atalicio. Hay algunos que cantan y cantan maravilloso, pero no son autores, y no tocaban

Honorio despierta con un verso en los la-bios

Me cuentan que San Benitoen el mundo fue hombre negro y ahora se halla en el reinogozando de Jesucristodicen los sabios ministrosporque ellos tienen su cienciaa Dios a darle la cuentaya me voy a dirigirpero me queda el decirque el ser negro no es afrenta

Honorio sonríe y cierra los ojos. ¿cuántos versos andarán rondando por su mente? ¿cuántos fragmentos de versos, cuántos pies huachos estarán ahí al aguaite para sa-lir a la superficie? Evidentemente es tarde. Si Honorio hubiera querido que hiciéramos este libro diez años atrás otro gallo canta-ría, pero el mundo es lo que es y no lo que queremos que sea. Afortunadamente están las grabaciones de don Juan Uribe, como el hermoso verso por el templo de Salomón que estoy escuchando mientras escribo, están algunos versos escritos en libros, en artículos. Todo lo otro ya se perdió.

Tantas veces me lo pregunto y me lo vuelvo a preguntar aquí mirando a don Honorio, ¿por qué tanto alboroto con conservar los versos, con los versos perdidos, con mante-ner escrito o grabado aquello que siempre fue pasajero? Porque son tan bonitos, podría ser una res-puesta.El poeta muere y con él mueren sus ver-sos y se acabó. El ciclo de la vida clarito. Pero tal vez el poeta moría y alguien le ha-bía aprendido sus versos, a alguien le había dado sus versos. El detalle es que ahora el mecanismo de mantención de la tradición oral, de todo el conocimiento mantenido y transmitido durante cientos de años por la humanidad, por los distintos grupos huma-nos, se está perdiendo.Pero es tan absurdo querer mantenerlo. El universo es cambio continuo, eterno movi-miento.Hace millones de años que el sol se pone día tras día. El milagro ha vuelto ha ocurrir. Ha llegado la noche. Es hora de irme. Tengo un viaje de tres horas por delante. Es hora de dejar que don Honorio descanse. Ha es-tado todo el día hablando, recordando, re-firiendo sus versos, sus queridos versos.

Miércoles, las 11 de la mañana y estoy en la web. Arriba en la Kennedy, piso 16 de las torres del hotel Marriot. Aquí paso los miércoles haciendo funcionar el sitio web del museo. Necesito que me manden infor-mación para las fichas de la sección icono-grafía y llamo por teléfono al Museo. Me dicen que me llamó Juan Pérez, guitarrone-ro de Pirque, que lo llame urgente. Sonrío feliz porque anoche me estuve acordando del Juan y quería llamarlo. Llamo al Juan. ¿Qiubo Juan, cómo estai? Te tengo una mala noticia, me dice. Pucha, pienso pa mis adentros, y el corazón me comienza a palpitar. Se murió don Honorio Quila, dice, y siento un sacudón recorriendo la espalda. En un segundo tengo la imagen de don Honorio con su larga barba blan-ca refiriéndome versos. Los sentimientos se arremolinan, la vista fija al frente, más

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allá de la pantalla del computador. Se mu-rió el viejito, se fue don Honorio. ¡Claudio, Claudio! me dice Juan, haciéndome volver a este lado del mundo. A las tres es la misa en San Pedro, creo que le cantaron ayer toda la noche. Todavía no creo, no asimilo que don Hono-rio murió, pero es evidente que es verdad. Así es y ha sido siempre la muerte. De pron-to el que estaba vivo ya no lo está. Es todo. De pronto un llamada telefónica y alguien a quien quieres ya no existe, simplemente ya no existe. Hay que ir a la misa le digo a Juan, no pue-do, responde, pero Santos me dijo que si ibai lo llamaras. Ya, lo llamaré, y Juan co-mienza a hablarme de un salterio y un rabel pero ya no lo escucho, se murió el viejito, se murió don Honorio y no alcancé a ir a verlo una última vez. ¡Cresta! Ven a verme luego, Claudito, porque me queda poco tiempo, me dijo hace dos meses. Pero el trabajo, el museo, la web, la película de los guitarroneros, la familia, los chinos, el festi-val de videos, todo, todo al mismo tiempo y yo siempre con don Honorio en la cabeza, tengo que ir, tengo que ir, voy mañana, voy

pasado mañana, voy el próximo martes, pero siempre una urgencia, una pega que sacar un cabro chico que ir a buscar, siem-pre algo y no fui y ahora ya es tarde, ya es demasiado tarde y está en su ataúd, frío, muerto. Nunca más.Llamo a Santos y partimos a San Pedro de Melipilla y ahí en la parroquia está el ataúd de don Honorio. La misa ha empezado re-cién, el cura Jordá la celebra. En un momen-to Jordá pide a los cantores presentes que le canten a Honorio y Santos me dice ya, Claudito, vamos a cantar, pero no lo hago, un absurdo de ¿quién soy yo, un aprendiz para estar ahí cantándole al maestro? y le digo a Santos que cante él no más. Llevo a Santos al altar y cuando le paso la guitarra el cura me dice contento ¿tú también vas a cantar? y me da la mano y le digo que no. Santos canta hermosamente un verso que va improvisando con la vida de Honorio y el cura canta sin preocuparse de la rima.Al momento me arrepiento porque le de-biera haber cantado al viejito en su ataúd, pero ya no lo hice. El misterio de la vida y la muerte.

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La misa acaba, abrazos con las hijas de don Honorio y con mi pariente Luis. Vamos al cementerio. Se me acerca la Malena, la hija que vive en Santiago y me abraza llorando y me dice Claudito, mi papá te amaba, gra-cias por todo lo que hiciste por él. Y luego la Ignacia me abraza y me dice: te espe-ró hasta el último momento, te llamamos no sé cuántas veces y nunca contestaste el teléfono. Dijo que continuáramos lo que habíamos empezado, que siguiéramos ade-lante e hiciéramos el libro. Te esperó hasta el último momento. Miro el ataúd entrando al nicho. Nunca más.Volvemos a Pirque, ¿y por qué no cantó? tendría que haber cantado, me dice San-tos. Pucha, Santos, me dio no se qué, la embarré, ná que hacerle ya, debiera haber cantado. Sí, po. Oiga, Santito, deme una cuarteta para ha-cerle un verso a Honorio. Ya no más, cual podría ser, ya está

Mírenlo cómo se vay dijo que nos queríael amor que nos tenía¿se le habrá olvidado ya?

Pucha la cuarteta pa bonita. Llegamos a Pirque, es de noche, dejo a Santos en su casa y parto a Peñalolén, a la casa de Ge-rardo pues estamos editando la película de los guitarroneros. Estaré ahí seguramente hasta las tres de la mañana y volveré a Pir-que. Mañana hay que levantarse a las seis. El corazón triste, la mente ensimismada, don Honorio ya no está. Me estuvo espe-rando para la despedida y no fui. Nada que hacer, sólo continuar la tarea, hacer el libro de Honorio Quila. Pasan semáforos, luces, autos, cemento, lá-grimas. Mientras manejo hacia Peñalolén le hago el verso de despedida

Tengo una pena a decirse murió Honorio Quilala tierra gira tranquilay yo canto mi sentirme quería despediren la tierra ya no estáde su bonito cantarde sus versos y de su vozle digo el último adiósmírenlo como se va

Gran poeta y gran cantorde memoria infatigablede melodías notablestuvo el don del creadortambién fue santiguadorprocurando mejoríasy cuántas noches saldríaa alegrar los angelitosy cantando despacitoél dijo que nos quería

La melodía del solla soñó Honorio Quilay los versos en una filahermosos como arrebolbrillando como un farolHonorio sirvió de guíalos versos los componíapor la historia más sagránunca se me olvidaráel amor que nos tenía

Ya se fue usted de este mundoya no nos veremos másla muerte es un gran jamáses un quiebre muy profundoy tan sólo en un segundosaltó hacia el más alláy en la gloria estarácantando en coros divinosy a su corazón tan fino¿se le habrá olvidado ya?

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Al fin toda vida acabata escrito cuando nacimosy a esta tierra vinimoscon las horas bien contadasy don Honorio cantabacon su voz de mil amoresno me digan que no llorecuando el corazón porfía déjenme tener la penacomo tuve la alegría

Pasan los meses, los recuerdos son recuer-dos, los muertos van muriendo un poco más cada día. Tristeza y alegría, noche y día, noche y día. Aparece el concurso de los Fondos de la Música. Tengo un compromi-so que cumplir con don Honorio, tengo que hacer el libro. Armo el proyecto nuevamen-te, el año pasado lo presenté a la línea Pa-trimonio Inmaterial y no ganó. Ahora tiene que ganar. Un libro con un disco de audio. Sería tan bonito. Es tan bonito. Ganó. Está aquí. Don Honorio estará feliz, donde quie-ra que esté, al fin con su libro.

Los muertos en el mundo de los muertos, los vivos en el mundo de los vivos. En la casa de Las Pataguas seguimos sentados a la mesa de don Domingo.

-Así no más pos, don Claudio-Así con don Honorio, se fue el viejito-Fue muy controvertido, no sé como decir-lo -¿Usté lo fue a ver a San Antonio?-Sí, le hicimos un beneficio también, porque el hombre estuvo como tres años en cama, se le agotaron sus recursos también, que los recursos son los primeros que se agotan con la enfermedad. Le hicimos un beneficio en San Pedro nosotros, algo le reunimos por ahí, estaba muy contento el hombre. Y después cuando murió le cantamos toda la noche. Le hice un verso yo por ahí, le tenía uno primero, cuando le hicimos el benefi-cio lo canté. Y después le hice uno cuando falleció. Los tengo pero en la memoria no, por ahí en algún archivador debe estar. A ver si lo tuviera por aquí, aquí guardo mis papeles sueltos.

Don Domingo busca en sus carpetas llenas de versos. En el estante del comedor de esta pequeña casa de campo hay un teso-ro. Hojas y hojas llenas de versos. Los pape-les están escritos por todos lados, no hay espacios vacíos en las hojas. Versos y más versos. El mundo percibido en versos, en octosílabos que forman décimas estructu-radas por cuartetas.Va dando vueltas las hojas buscando los versos. Los fundados más variados están escritos ahí. Cientos de versos que inventa mientras cuida sus frutillas.

-Aquí parece que hay uno

Quila Ballestero Honorioha dejado de existiryo lo vengo a despedircomo el cantor más notorioaquí en su triste velorioa todos les pido calmala muerte a todos desarmapero ya vendrá el consueloDios le dirá allá en el cieloal cabo llegaste mi alma

Adiós Ignacia queridacon Malenita las dosa mí me ha llamado Diosa morar a la otra vidaque siempre estén muy unidasque Dios las quede cuidandopor mí ya no estén llorandomi muerte en mí fue un anhelome han de ver allá en el cielopero en otros brazos cuando

Honorio padrino míote quise como a mi padreun cantor de lo más grandeen este Chile ha nacidojamás te echaré al olvidote seguiré recordandoy una vez de cuando en cuando a Dios rogaré por tique Dios te dirá felizyo aquí te estaba esperando

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Tu Loyca hoy queda de lutoy San Pedro tu comunase le acabó la fortunaal poeta más absolutotu fama no la discutotodos lo han de reconocery tu apreciado valerpor todos tus semejantespero de aquí en adelantesepultado me han de ver

Por fin todos los cantoreste rendimos pleitesíaen este tu último díavamos a rendirte honorestal vez no traje unas florespero te traje este cantotus hijas no tengan quebrantoporque él se fue a descansary en el cielo va a morarcon Dios y todos los santos

Ése fue el que le hice pal funeral pero le tengo otro más que le hice cuando estaba vivo todavía, en homenaje. Debe estar aquí a lo mejor. -Cantaba muy bonito el hombre en reali-dad- Sí, y cuando estaba joven cantaba mucho mejor. Yo lo conocí en San Fernando, ahí tenía una tremenda voz. A ver, aquí está. Éste es un brindis

Brindo por Honorio Quilapor el gran toro plateadotriunfó en todos ladosy en todos sacó maquilacomo el mejor se perfilapero eso fue en otro tiemposu prestigioso talentodebe ser reconocidoquiero homenajearte vivono después que te hayas muerto

Éste lo hice en el homenaje que le hicimos. Y aquí está el verso que le hice antes

Quila Ballestero Honorioun monarca sin fronterassu fama de tal manera traspasó mil territoriosen novenas y veloriosen la paya fue afamadoun homenaje inspiradoyo te ofrezco con gran tonoporque cayendo tu tronoyo soy el toro plateado

Encierra veintidós letrasel taita de los cantoreshoy de aquí te rinde honorescomo el mejor de los poetasescrito queda en mil metasel brillo de tus tesoros este verso es un decoro para eternizar tu gloriapero quedará en la historiaque tengo los cachos de oro

Soy el único poetaque quiso hacerte esta ofrendaes de todos una deudapor tus múltiples facetaste recuerdo en cada letraporque tu historia valorosi pudiera en letras de oroescribiría tu nombrelo que guardas tú como hombrenadie sabe tus tesoros

Que hay en este territoriolos mejores ya están muertosy no hay ningún libro abiertoque supere a lo de Honorioes tan diestro y meritoriolo que este loyquino ha dadoun talento no igualadomi padrino y compañeroes un homenaje sinceroque yo traigo acaparado

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Por fin Dios del alto cielotú que nos diste la luzdale también la saluda este poeta chilenoes un esperado anheloque tu familia requieretu mano aquí se requiere pregun-tar a domingo, esta falladomi dios y creador padrete trae un abrazo grandetu ahijado y compañero

Este verso lo hice con dos cuartetas, o sea, Quila Ballestero Honorio encierra 22 letras, lo hice con doble cuarteta, la del toro pla-teado y la de las 22 letras, el nombre de él.

En mi casa en un cerro de Pirque ha oscu-recido, los pájaros cantan entre los espinos y los tebos. También hay perros y grillos. Echo a andar una de las grabaciones de don Juan. Aparece el verso por la reforma agra-ria de los pájaros. La reflexión del campe-sino sobre la reforma agraria, la propiedad de la tierra, cantado a través de los pájaros. Bonito verso, la naturaleza participando ac-tivamente de la cultura. Pucha que hubiera sido bueno haberle leí-do estas cosas que estoy escribiendo a don Honorio, haber podido hacer el libro jun-tos, pero usté no quiso hacerlo hasta muy tarde y yo me demoré cuando usted dio el paso. Así no más es la cosa, se nos fue la oportunidad y ahora quedo con la pega y si usted tiene que decirme algo para el libro encontrará la forma de decírmelo. No he olvidado aquella vez, unos ocho años atrás, cuando soñé que usted se mo-ría en la casa de mi familia en Maitencillo. Ahí frente a mí, en la cama de mi madre, usted sentado con la guitarra en la mano, enseñándome, yo sentado en la otra cama, aprendiendo, también con mi guitarra en la mano. Un momento de felicidad, y de pronto usted se muere. Hay muchas cosas que no he olvidado.Recuerdo que esa misma semana, luego del sueño, fui a verlo a Loyca y también re-

cuerdo la alegría y el alivio cuando llegué a su casa y ahí estaba usté, vivito y coleando, la sonrisa plena y la mente llena de versos e historias. El sueño no era cierto y pasamos un día tan bonito.

En una croquera de julio del 2000 está ano-tado:Voy a Loyca a ver a don Honorio. Me dice que se deben hacer 12 versos por año, nada más. Se está siempre haciendo ver-sos, pero no se puede tomar todo lo que viene a la mente porque uno se trastorna. 12 versos en la mente, no escritos. Escritos puede hacer muchos, y dos melodías por año. Eso no más.

Más abajo dice: son las cuatro de la maña-na y los viejos siguen cantando, las melo-días se entrelazan unas a otras, el continuo rasgueo de las guitarras forma una capa hipnótica que nos va acercando al cielo. Las historias formando el tejido hermoso contando de cuando y cómo nació el Niño Dios. Estamos en la parroquia de Loyca, es el año 2000 y debe haber unos cuarenta cantores. Don Honorio toca tan bonito en mi guitarra.

A veces los escritos en las croqueras son largos, otras veces cortos. Este fue corto, una lástima.

Quizás qué tesoros habrá todavía en la casa de don Honorio en Loyca. Cuadernos, cin-tas, versos, fotos. Tenemos que ir a Loyca con la Ignacia. Debiera hacer un terreno y ime por una semana a trabajar a algún pue-blito por ahí. No necesito más que el com-putador y la cámara. ¿Y mis tres negritos?En tres días más es el canto por la cruz en Lo Arcaya, estoy nervioso. El domingo co-mienzan los chinos, llega con todo la cruz. ¿Quién es la cruz, qué es la cruz?

Pasa el tiempo, el tiempo nunca se detie-ne. Viene y va, es paralelo. Honorio abre los ojos una vez más, la última en este libro, sonríe brillando las pupilas y dice

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Estoy con una alegríay un consuelo tengo yoque me ha de perdonar Diosde mis culpas cometidasestoy alabando a Maríapor orden de un serafínde los cielos ha de venirde los circos más hermososalabando al poderosocantando me he de morir

Cantando me he de morir cantando me han de enterrarcantando me he de ir al cielocantando me he de salvar

Ignacia me mira y dice

- ¡Tiene tantos versos en la memoria, fíjate que yo llego con el cuaderno borrador, pero me dice, no me acuerdo más!

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Este libro contiene sólo los versos que fueron dictados por don Honorio a su hija Ignacia. Por espacio y tiempo deberán quedar para otro libro los cuadernos manuscritos con versos, cuecas, refranes y cuartetas.

Al comienzo de cada verso hay un poema de cuatro líneas, es la cuarteta que estructura el verso. Cada décima o pie del verso termina con una de las líneas de la cuarteta. Se dice entonces que el verso es encuartetado. Los versos encuartelados son muy apreciados por los cantores, pero existen muchos versos sin cuarteta, versos mochos.

La rima de la décima explicar el contrarresto

He normalizado las faltas de ortografía de los versos. Como fueron dictados por don Ho-norio a Ignacia, mantener la ortografía no venía al caso. No hay cambios de palabras, sólo hago el traspaso del lenguaje hablado al escrito con las normas de éste, es decir, sin faltas de ortografía para poder leer sin sobresaltos.Algunos versos tienen el año en que fueron creados, pero en la mayoría ese dato se ha perdido. La fecha aproximada aproximadamente entre 1925 y 2004

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VERSOS A LO DIVINO

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Verso de Noé

Aquel que hace un beneficiose necesita pacienciasi no tiene la experienciale servirá de prejuicio

Por voz del omnipotenteNoé labró las maderasle dijo de tal manerahaz un arca relucientepredicó primeramenteantes que viniera el juiciodijo Noé les avisopara que no estén descuidadosnunca será bien pagadoaquel que hace un beneficio

Cuando principió a labrarlas maderas para el arcadecía el santo patriarcaDios un juicio va a mandarse estableció a trabajarel edificio con cienciase burlaban sin clemenciael pueblo de aquel varónpara ser predicadorse necesita paciencia

En aquella tierra santael edificio formódespués que la terminóguardó toda clase de plantatambién un altar levantapara alabar la omnipotenciaDios descargó la sentenciacastigando al ser humanono puede ser buen ancianosi no tiene la experiencia

Noé en el arca entrócon su mujer y sus hijosluego el Señor mandó el juicioy el mundo se oscurecióde tinieblas se cubrióla tierra de un improvisoentonces el patriarca dijoel tiempo ya se cumpliótodo aquel que no cree en Diosle servirá de prejuicio

Verso de Noé

Yo tengo sembrado un cocoen tierra no cultivadaes una planta elevadaque va creciendo de poco

Noé con mucha humildadhizo un arca de maderay el pueblo de tal manerano le creyó su verdadsiempre siguió en su maldadel hombre violento y locoplazo ya queda muy pocoNoé decía con calmapa producir una palmayo tengo sembrado un coco

El patriarca trabajócon fe en aquel edificioluego el señor mandó el juicioy a los hombres castigóel santo ciervo encerróde todo en el arca sagradapor las aguas fue elevadala arca dice la escrituravaró en Armenia en la alturaen tierra no cultivada

Ciento cuarenta díasla arca flotó por las aguasNoé por una ventanase asomaba y no veíaal padre eterno pedíatranquilidad en su moradacon su familia cantabaalabanza el varón justola palma cuando da el frutoes una planta elevada

Sopló de los cuatro cabosdel mundo un viento velozlas tinieblas retiróy el mundo fue despejadoel sol brillante alumbradoigual que la luz de un focodijo Noé yo conozcocomo es esta creaciónla nueva generaciónque va creciendo de a poco

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Verso de Moisés

Saquen a este pobrecitoque lo han venido a botaryo lo mandaré a criarhasta que esté grandecito

La hija del faraónen el Nilo se bañabavio una guagua que llorabay le tuvo compasiónles dijo en esta ocasiónsaquen a este pequeñitoy lo traen ligeritoa mi palacio realpara librarlo del malsaquen a este pobrecito

Y lo tomó la princesaa la mayor brevedady dijo con gran piedadséquenle bien la cabezalo dio a una mujer hebreaque le diera de mamarera su madre en verdadla mujer que lo crióy dijo con triste vozque lo han venido a botar

La miraba el inocentey a su madre sonreíay sin hablar le decíame salvó el omnipotentey su madre dulcementelo empezaba a acariciarla princesa fue a buscarla propia madre del niñoy decía con cariñoyo lo mandaré a criar

Buscó una mujer hebreapara que se lo criaray antes que el niño hablaraya le infundió sus ideaslo que el esclavo deseaes poder salir de Egiptoy le contestó el niñitoalgún día esto serávan a tener que esperarhasta que esté grandecito

Verso de Moisés

Dios su alianza confirmóy lo hizo con Abrahamy renovó a Isaachijo de Abraham y Jacobéste erraba el nombre de Dioscomo estaba en su comarcala privenia les abarcay para Egipto se vana tierras de CanáanJacob y sus doce patriarcas

Del hombre de un Josuéfue a donde Jacob marchóy en Egipto encontróa su hijo querido Josémucho se alegró despuésal ver su querido hijotuvo un gran regocijoy él le hubo de recibirlos doce antes de moriruno por uno bendijo

Por el autor poderosodoce tribus se formaronlos que se multiplicaronen ese pueblo numerosoaquel joven tan hermosoy justo varón de fese subió al trono despuésadorando al rey del cieloy por el … postrerose salvaron esa vez

Estaba el hijo de …pastoreando su ganadoestaba en su oficio afanadoel hijo de Jacobveía una zarza ardery unas luminosas llamasuna linda luz tan claracon una voz que el oyódijo el pastor entendióMoisés corrigió con vara

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Verso histórico

Arriba de la piedra piedraestaba la cabra cabraaguaitando a la serpienteque estaba a la larga larga

En las tablas de Moisésestá escrito el mandamientoy los demás sacramentosque se encierran en la feel fundamento dirélo que el testamento encierrapa que el pecador comprenday ame a Dios con reverenciaSan Pedro fundó la iglesiaarriba de la piedra piedra

Parte de un catolicismoen la iglesia el pecadory el sacramento mayores el sagrado bautismolo recibe el cristianismopor sus benditas palabrasque así fundada esta palmapadre hijo Espíritu Santomirando desde lo altoestaba la cabra cabra

En el viejo testamentodonde se encuentra el origenel anuncio de la virgeny el hermoso nacimientode Abraham su fundamentodesde la alianza primerapara que el cristiano mueraEva y Adán fue tentadoy cayeron en pecadoaguaitando a la culebra

Pedro el apóstol mayordice el nuevo testamentocon el primer sacramentofue bautizado el señorAdán fue el primer hechorcontra su hermano se amargasobre él su mano descargahuye y lo deja muertose veía en el desiertoque estaba a la larga larga

Verso divino

Un soldado meditabaen la baraja francesatoda la pasión de Cristocon la mayor reverencia

Dijo en el as considerosiendo es un sólo Diosy después pasó al dosson los libros que yo infierode los testamentos quieroen el tres considerabalas tres personas que amabade una sola omnipotenciay en la misa tal frecuenciaun soldado meditaba

El cuatro lo hizo pensarlos cuatro evangelistasque revisaron la listadel misterio singularJuan y Lucas al pensarMarcos a Matías expresaen el cinco con certezalas cinco vírgenes bellasse significó que eran ellasen la baraja francesa

El seis que el mundo formóel hacedor en seis díascon su sabia profecíael siete lo descansóen el ocho bien notóocho personas que han vistola fe del diluvio vistosegún el texto sagradosignificó estando hincadotoda la pasión de Cristo

En el nueve se acordóde aquellos nueve leprososque Jesús dijo con gozofue milagro que obróen el diez también pensólos mandamientos de ciencialo que están a la presenciade nuestra ley verdaderaya oyó la misa enteracon la mayor reverencia

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Verso divino

Cuatro son las tres Maríascinco los cuatro elementosocho las siete que brillanonce los diez mandamientos

Digo la una que es unaen nombre de Jerusalénla Virgen salió con bieny siempre virgen y puradejó su santa escrituraal profeta Jeremíamuchas almas convertíapredicando la doctrinade su santa ley divinacuatro son las tres Marías

Digo las dos que son doslas dos tablas de la leypor donde pasó Moisésa adorar al Niño Diosun tierno abrazo le diole dejó el pan de sostento1

en el santo sacramentoen la mesa del altarhan hallado en el misalcinco los cuatro elementos

Digo las tres que son trescon los cuatro evangelistasque son palabras benditassegún dice san Joséa la gloria entrarécon tan lindas maravillassi a nuestra madre se humillacinco galanes acompañansus candelas se le apaganochos las siete que brillan

Nueve son los nueve meseslos que se tardó el señorpor darlos la salvaciónpor eso en la cruz padecenuestra madre se entristeceen aquel bello aposentoen el santo sacramentolo dijo con triste calmadejó para el bien del almaonce los diez mandamientos

1 Sostento: sustento

Verso divino

El gallo de la vecinaabre el pico y canta luegose levanta y hace fuegoel que duerme en la cocina

Digo una pa contary enseguidas digo dosdigo en el nombre de Diosque es todo lo principalla virgen ha de ampararaquel que se determinacon sus palabras divinasyo muy bien que me detuvepara cantar se sacudeel gallo de la vecina

Ya diciendo dos son tresse remiten a la vistay las cuatro evangelistaspertenecientes a la fey mi padre san Josésuplica con un gran ruegoen mi canto me sosiegoy lo paso divertidoy el gallo sobre dormidoabre el pico y canta luego

Se cuentan las cinco llagasy se cuentan seis candelasla Virgen cuenta sus penasle adora al Señor sus plagassiete gozos encontrarasolo firmaba en un pliegocuando a padecer me entregodijo Dios con su podercuando no tengais que hacerse levanta y hace fuego

Se cuentan los ocho corosy se cuentan nueve mesesla Virgen cuenta las vecescuando tuvo el gran tesorose cuenta que es uno soloDios en la Santa Doctrinase cuenta de que es divinael señor sacramentadodicen lo han abandonadoel que duerme en la cocina

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Verso de Nacimiento

Una que nunca pecóy nunca pudo pecarmurió diciendo Jesúsnunca se pudo salvar

Mandó el padre desde lo altoa la segunda personay en tercero una palomaque era el Espíritu Santoa Satanás el quebrantoDios con su poder le dioSan Gabriel fue el que anuncióel nacimiento primerofue madre del nazarenouna que nunca pecó

Vino a encarnar a la tierracomo el ángel anuncióy en el vientre se engendróde una preciosa doncellareluciente como estrellanadie le puede igualary con amor maternaldecía nombre del padreque siempre virgen y madrey nunca pudo pecar

Satanás con mucho afánal Señor preguntósi eres el hijo de Dioshaz que estas piedras se hagan panle dijo no tentarásal Dios que te dio la luzdespués que murió en la cruzse fue a orar cuarenta díasMagdalena arrepentidamurió diciendo Jesús

A un monte lo llevóSatanás con atarantoa mostrarle los encantosy el Señor no permitióle dijo al señor tú Diosjamás lo podrás tentarSatanás salió a arrancartentarlo no fue capazpor soberbio Satanásnunca se pudo salvar

Verso de Nacimiento

Nació de lo más humildeuna hermosísima florsu purísima pasiónque fue un castigo horrible

Jesús el eterno padredueño del cielo y la tierray una preciosa doncellafue su santísima madrepobre humilde y tan amablepermitía lo imposiblecaminó Marta y Matildepara hacerle compañíapuesto pa rendir su vidanació de lo más humilde

María madre de Dioscomo en la escritura dicela eligió de once mil vírgenesy en el vientre se engendróMaría también naciópa ser madre del Señorpor divina permisióndice el viejo testamentosanta Ana tomó en el huertouna hermosísima flor

Nació en la ley de Moisésnuestro Dios sacramentadotambién fue su padre amadoel patriarca san Joséen la Escritura se vecomo dijo san Simóny el profeta Simeóndijo será muerto Cristoestá en el testamento escritosu purísima pasión

A muerte fue sentenciadoaquel que nació en Belénentre la mula y el bueyla vaca y otros ganadospor Herodes fue azotadoaquel rey inconvenciblesu pasión fue tan horriblelo vendió y lo entregó Judasdice la sagrada Escrituraque fue un castigo terrible

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Verso de Nacimiento

Nació el cordero pascualen un tan glorioso díase cumplió la profecíade mi Dios angelical

Nació mi Dios muy contentode una preciosa doncellay una luminosa estrellavino a ver su nacimientoalumbró en el firmamentocomo la aurora borealpor ser rey universales bueno que se celebreen Belén en un pesebrenació el cordero pascual

Fue tan grande regocijoque tuvo el pueblo escogidoal ver que había nacidoel tan apreciado hijopor todo el mundo se dijolos hombres con alegríanuestro Dios nos enviaríaun dulcísimo consuelonació el redentor del cieloen un tan glorioso día

Con razón todo vivienteen Belén se hizo la obraque ahí apareció la auroraen su purísima frentecon esa luz relucientedel cielo segura guíaantorcha que relucíahacia el Dios soberanopor eso dijo al cristianose cumplió la profecía

Cuando el ángel anuncióa María en su cabañaque vendría en su compañael verbo que se engendrómuy asombrada quedócon la nueva celestialy con amor maternalle dijo a nombre del padreque tenía que ser madrede mi Dios angelical

Verso de Nacimiento Verso contrarrestado

En el viaje del orienteestas probanzas me danla latitud del Jordáncon cristalinas corrientes

Nació el salvador del mundoy caminaron los magos sin temerle a los estragosdel Herodes iracundoun astro el más rubicundoles dio el aviso potentecon el corazón fervientelos tres reyes se apuraron13 días se tardaronen el viaje en el oriente

Estando en Jerusalénel tirano con cariñoles dijo si hallan al niñoparticípenme del bienquiero ir en su arribeny adorarlo me verán ya que apresurados vanpor las ciudades y aldeasporque Simón y Mikeaestas probanzas me dan

Tres regalos presentaronque fue oro, incienso y mirraHerodes un grande tirriatuvo porque lo engañaronel camino lo extraviarondespués que gracias le danen ese tiempo San Juanera pequeño en los brazosno recorrían sus pasosla latitud del Jordán

Lo que se significabaen el oro como a reyse rendían a su leyy tal tributo le dabanen el incienso adorabancomo a Dios los eminentesen la misa los fervientescomo el profeta decíaque bálsamos correríancon cristalinas corrientes

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Al fin José fue avisadopor un ángel que saliesey para Egipto se fueseun viaje largo dilatadotomó su hijo tan amadodejando la poblaciónal cielo su corazónal partir se encomendarony en el camino encontrarona Dimas el buen ladrón

Contrarresto

En el viaje en el orientese les presentó una estrellala cual les sirvió de huellapara ver al relucienteHerodes secretamenteles dijo yo me confundopreguntando por segundosy les dio buen hospedajepara rendir homenajesnació el salvador del mundo

Estas probanzas me dansegún dice Jeremíascon las demás profecíasde Isaías, Jacob y Abrahampor Jesús no ignoraránse dirigen a Belénhallan al infante y vena san José y su esposala vuelta era peligrosaestando en Jerusalén

La latitud del Jordánera larga y espaciosala noche tan tenebrosaya la distancia donde estánellos justificaránque en su pesebre lo hallaronal verlo se posternaron2

sin dejarle de mirarMelchor, Gaspar, Baltasartres regalos presentaron

2 Posternaron: prosternaron

Con cristalinas corrientespor el país circunvecinodecretando el asesinodegollar los inocentescorrió la sangre a torrenteslos temerarios buscabanpor ver si a Jesús hallabanRaquel lloraba en apurosaquellos delitos duroslo que se significaba

A Dimas el buen ladrónhalló la pobre familiacomo capitán se humillay se movió a compasiónJesús miró al galardónhabiéndolo perdonadodeclara el texto sagradohabiendo el patriarca vueltoque Herodes había muertoal fin José fue avisado

Verso de Nacimiento

En el árbol del amorparó un picaflor a verapenas picó la florno quiso permanecer

Vino de su padre amadoCristo a nacer a la tierray de una mujer muy bellacomo otra no se ha halladodos mil años han pasadode que nació el redentorel único salvadorel verdadero Mesíaspor el hombre dio su vidaen el árbol del amor

Desde aquel seno maternode aquella virgen santísimaen sus entrañas purísimasdonde se hizo carne el verbonació el hijo del eternode aquella bella mujercon su infinito podernos trajo divina luza donde nació Jesúsparó un picaflor a ver

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También de la serraníabajaron unos pastoresllevándole lindas floresa aquel hijo de Maríala gente toda corríaa adorar al Salvadory un hermoso picafloren el aire lo adoróy por los aires volóapenas picó la flor

Los tres reyes del orienteMelchor, Gaspar, Baltasarvinieron a visitaral tierno niño inocentede rodillas muy fervientesadoran a Dios su reyla voz del ángel Gabrieldijo váyanse pa EgiptoJosé en el portal benditono quiso permanecer

Al fin doy la despedidavarillita de sarmientoel gallo quedó cantandola noche del nacimientotuvieron conocimientolos tres reyes del orientecada cual con su presentehasta el pesebre llegaronde rodillas lo adoraronal tierno niño inocente

Verso de Nacimiento

Canta un canario en la gloriasiete loicas y un pitíoy un picaflor encendidocanta con nueve palomas

Dice la rara en su cantobendito el hijo de Diosdice en la cuna gorjeóla tortolita en su llantoel águila canta en lo altocon su música sonoraMaría a su hijo adorala hija de santa Anay a repique de campanascanta un canario en la gloria

La oveja dijo en Belénnació Dios con humildady la cabra con novedaddecía vamos a verentre la mula y el bueyestaba el recién nacidoel Mesías prometidodel mundo el mayor tesoroy le cantaban en corosiete loicas y un pitío

Jesús, dijo la torcazavino a nacer desde lo altoy con su plumaje blancofue a visitarlo una garzadesde el oriente avanzantres reyes bien dirigidospor la estrella protegidoscomo en la escritura dicecantaban tres cuculicesy un picaflor encendido

Un tigre también llegódespacito a ver a Cristoy el humilde animalitocon temor lo visitómiles de visiones viola Virgen nuestra señoranunca el ángel abandonaa la sagrada familiay una hermosa golondrinacanta con nueve palomas

Al fin vino el chincolitoal pesebre a ver al niñotres diucas y un jilguerilloun diucón y un zorzalitoen aquel portal benditoestá el cordero pascualcon un amor sin iguallos ángeles lo adorarony también lo visitaronun halcón y un gavilán

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Verso de Nacimiento

Una cabra y una ovejapara el hijo de Maríay una vaquita paríacon cuernos en la cabeza

Jesús el hijo de Diosnació en Belén de Judease supo en la Galileaporque el gallo lo anuncióel pesebre iluminóel niño con su bellezaa pesar de su pobrezatoditos lo visitarony le dieron de regalouna cabra y una oveja

Un pastor de su rebañoun cordero le llevóy María agradecióeste gesto tan humanootro le llevó tempranolo que en su huerto teníaalbaquita floriday también flor de laureluna rosa y un clavelpara el hijo de María

Un segador le llevóuna gavilla de trigoestaba contento el niñoy José la recibióotro un melón le llevóy también una sandíadijo la virgen Maríaeste regalo está buenole llevaron un camelloy una vaquita paría

Un cazador le mandóuna tortolita muertay recaudos de su huertauna anciana le llevómuy contento el Niño Diosdesechaba la tristezadispusieron con certezatres humildes pastorcillosde llevarle un ternerillocon cuernos en la cabeza

Al fin vino un picaflora dejarle una virtudy le dio al niño Jesúsun beso de paz y amorvolaba a su alrededorde verle tanta bellezauna cabra y una ovejapara el hijo de Maríay una vaquita paríacon cuernos en la cabeza

Verso de Nacimiento

Tres picaflores volandovisitan al niño Diosque en el pesebre naciódecía un pidén cantando

El cóndor con guitarrónal niño dios le cantabay también lo acompañabaun zorzal con acordeónuna loica y un gorrióntambién llegaron cantandolas campanas repicandopa que el niño se celebrellegaron hasta el pesebretres picaflores volando

Arpa pa cantarle al niñodijo la tenca yo llevoy entonando un canto nuevola acompañó un jilguerilloun pidén cantor y pillohasta el pesebre llegóun águila preguntóa donde fue el nacimientoy tres tordos muy contentosvisitan al Niño Dios

Violín dijo una perdizllevo pa cantarle a Cristo¿qué hay en el portal bendito?preguntaba un codornizvamos dijo un cuculía cantar en alta vozun chercán le contestóvámonos todos en coroa adorar aquel tesoroque en el pesebre nació

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Dijo en voz alta la raraya nació el hijo de Diosy pa cantar le llevóadornada su guitarracon claveles en las alasllegó un halcón preguntando¿a dónde están adorandoal Mesías verdadero?aquí nació el rey del cielodecía un pidén cantando

Por fin vino una bandurriatocándole una campanale cantaba de mañanaal hijo de la virgen puracuando gorjeaba en la cunase veía muy hermosocon su rostro luminosode belleza sin igualnació Cristo en el portalen medio de la pobreza

Verso de Nacimiento

Despierta reina de amorque me abrai la puerta quieroque te viene a visitarun amante pasajero

Los profetas y patriarcasantes que nazca el Mesíasanuncian de que vendríaa enseñarnos la ley santapreparaban la llegadadel divino redentorsan Gabriel embajadorse le vino a hacer presentey para que Jesús entredespierta reina de amor

El señor fue concebidoen aquel seno maternoel hijo del padre eternoel Mesías prometidonueve meses escondidoestuvo el Dios verdaderoy a María con esmerole dijo el niño Jesúsyo voy a salir a luzque me abrai la puerta quiero

Por el espíritu santoél tomó carne del vientrese formó Dios para siempreentre plagas y quebrantosMaría cubierta en llantosan Gabriel le fue a anunciarque ya pronto va a encarnarel divino salvadory este es el hijo de Diosque te viene a visitar

En Belén fue el nacimientode Jesús y su fortunadespués que estuvo en la cunavino el buey y le echó alientolos astros del firmamentoadoran al verdaderoel gallo anunció primeroque Cristo había nacidoy persiguen los judíosa un amante pasajero

Al fin en la despedidaverde cogollo de cañanació Jesús en Beléna la una de la mañanade la virgen soberanaque lo crió con amory después con gran rigorpor el hombre padecióy luego en la cruz muriópor darnos la salvación

Verso de Nacimiento

Reventó la papa hirviendoal lado del hervor de l´ollaPilatos sacaba el caldocon ajicito y cebolla

Por profetas fue anunciadoel bendito nacimientopor el mismo padre nuestroCristo redentor fue enviadotodo fue por el pecadoque se estaba cometiendoel plazo se fue cumpliendode este bello acontecertodos dicen que en Belénreventó la papa hirviendo

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Después que en Belén nacióel hijo del dios benditoque huyeran para Egiptoun ángel les anuncióHerodes lo sentencióa muerte dice la historiahablaba con voz sonoradijo tráiganlo al momentoporque quiero verlo muertoal lado del hervor de l´olla

Herodes con desagradodijo con ira y sin tinoestos inocentes niñospor mí serán degolladoslos judeanos armadoslo buscaban pa matarlono pudieron encontrarloal tierno niño inocentepara alimentar su gentePilatos sacaba el caldo

Por buen camino anduvieronMaría, José y el niñoy al ver a sus enemigosen piedra se convirtieronfue una permisión del cielodecía nuestra señoraHerodes hora por horaesperaba al tierno niñoquería hacerle un cariñocon ajicito y cebolla

Al fin en la despedidavarillita de ciprésiba Jesús y Maríacon el patriarca Josépara Egipto iban los tresmuchos martirios sufriendoheladas noches de inviernodecía José llorandoy los iba acompañandoel divino padre eterno

Bautismo de Cristo

Aquí te traigo este panpa que tomís desayunocada cual se comió unoy sobró para almorzar

El Señor se bautizóa los veinticinco añossan Juan con un lindo pañole echó el agua y lo secóen el momento saliódestinado a predicarentró al templo y fue al altardonde había un señor curapa que tu alma sea puraaquí te traigo este pan

Después de ser bautizadopredicaba la doctrinade su santa ley divinales hablaba el Dios amadoun hombre enfermo ha llegadoen el momento oportunosoy pobre como ningunoy no tengo que comeryo te doy le dijo élpa que tomís desayuno

Subió al monte Taborel señor con sus discípulosvinieron pobres y ricosa escucharle su sermónahí les dijo el Señorno quede sin parte algunolos llamó uno por unopara darles el manjary dijo antes de empezarcada cual se comió uno

Después de haber predicadohizo una misa y tres señaspara toda su gente buenaque lo había acompañadodijo vengan a mi ladopa poderlos perdonarluego voy a consagrarun poco de pan benditolos llamó y les dio a toditosy sobró para almorzar

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Al fin a todos les dioun pan para el desayunoque no se me quede algunoa todos les convidóde este modo alimentóaquellos fieles cristianoscon humildad el soberanode su padre les hablóy a todos les enseñóque se amaran como hermanos

Las bodas de Canaán

En Caná de Galileaprimer milagro que obrópor servirle a su compañael agua en vino convirtió

El maestro fue invitadoa un banquete de bodasy en aquella misma horasu invitación ha aceptadocon sus discípulos amadosentraron a aquella aldeatal como Jesús deseamuy contento acompañóla boda se efectuóen Caná de Galilea

Su madre, hijo le decía en la mesa faltó el vinoque tengo que ver contigomujer le dijo el Mesíasaún no llega todavíala hora le contestóesto lo ejecutóJesús con muy buena ideacuando anduvo en Galileaprimer milagro que obró

Seis tinajuelas de piedrapara aguadoras teníanlas hincheron hasta arribacon agua de una cisternaJesús en esa contiendaen vino convirtió el aguacon santísimas palabraslo convirtió y lo bendijoJesús el milagro lo hizopor servirle a su compaña

El director del banqueteprobó el agua convertiday al novio le decíaeste es un vino excelentese sirve primeramenteel buen vino le advirtióel Señor les ordenóque a la mesa lo sirvieranpara que todos bebieranel agua en vino convirtió

Verso de los Cuatro Evangelios El evangelio cristianofue escrito en comunidadla pura y santa verdadpredicó el Dios soberano

Comed en comunidadCristo dijo entre vosotrosamad unos con los otrosMarcos escribió esta verdadjoven de muy corta edadposeedor de 18 añosfue testigo el varón sanode Cristo cuando murióuno de los que escribióel evangelio cristiano

Lucas también acreditalo que Marcos escribiólo mismo recopilósobre una plana escritafueron palabras benditasque habló la divinidadel evangelio en verdadal revisar bien las listaspor los 4 evangelistasfue escrito en comunidad

San Mateos fue escritordel evangelio cristianoél escribió por su manolas verdades del señordejó como buen pastoral hombre en comunidadhaciendo así una unidadcomo los cuatro evangeliosforman un solo misteriola pura y santa verdad

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San Juan el evangelistalo que también escribiólo mismo se confirmóen cuatro planas escritasestas palabras benditasbien comprende el fiel cristianoSan Juan por su propia manoal hombre le dio el bautismoa todito el cristianismopredicó el Dios soberano

Al fin Jesús predicóel evangelio cristianoSan Mateo por sus manoslleno de fe lo escribióSan Marcos también tomóparte como evangelistaSan Lucas entregó su listatal como recopilólo que Jesús predicóescribió San Juan Bautista

Versos de la mujer samaritana

La mujer samaritanaen el pozo de Jacobagua a Jesús le pidióella se mostró tirana

Salía de la Judeacon todo su apostoladodejó varios bautizadosy regresó a Galileaacción que tanto deseay nunca pudo alcanzarlase recomendó a una ancianaal peso de una virtuddonde conoció a Jesúsla mujer samaritana

Como a la hora de siestamarchó Jesús a la fuentecuando vio de repenteuna mujer muy honestatodo esto le manifiestacuando el agua le pidióentonces ella comprendióque aquel hombre era el Mesíasse vio tan arrepentidaen el pozo de Jacob

Al pedirle de beberella se mostró contrariadiciéndole que en Samariani un judío puede haberquiso darle a conocerque Jehová era el diossu corazón trasminódejó su alma en arreglopara convertir el puebloagua a Jesús le pidió

Habló Jesús otra vezpara cumplir sus deberesquien de mi agua bebierejamás nunca tendrá sedy mandó luego otra veza su casa que se afanabusca el remedio que sanapa que todo se cumplieraantes que a Dios conocieraella se mostró tirana

Al fin corrió presurosaa dar al pueblo el avisofue porque era precisode la nueva venturosaella con voz primorosaporque pudiesen creerles dijo vengan a veral Mesías verdaderodio el anuncio primeroaquella humilde mujer

Verso de la mujer samaritana

La mujer samaritanaen el pozo de Jacobagua Jesús le pidióella se mostró tirana

Recorriendo la Judeaenseñando y predicandoiba Jesús caminando ir donde Sara deseadecía que en la bordeaun día muy de mañanahabló con la soberanay a la gente presuntosaeres aquella dichosala mujer samaritana

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Los apóstoles andabanen Samaria algo comprandoy al salvador esperandomientras tanto regresabaa la cisterna llegabadonde Jesús la observóal oír se avergonzóla predicha apesaradapresto cayó arrodilladaen el pozo de Jacob

Dicha mujer confundidaal decirle si supieraquien te pide agua le dieraque él te dará agua de vidaella contestó afligidacuando a conocer le dionuestro patriarca bebióde su relación dirépara probarle la feagua Jesús le pidió

Ya se llegaron los díasrenunció la pecadoray en el momento de ahorahablaré con el Mesíasse oirá la profecíade mi padre bella planay se oirá en Galanafallaron mis intencionesCristo con santas razonesy ella se mostró tirana

Verso de Padecimiento

(Este verso está hecho a dos cuartetas, una se desglosa en la primera línea de cada dé-cima, la otra en la última)

Tú dices que no me quieres¿por qué no me quieres? díyo dejé de ser queridosólo por quererte a ti

Mi padre Dios me escogiópara ser su hijo amadopor salvarte del pecadoy darte la salvación

Tú dices que no me quieresobstinado pecadory aumentas mi dolorcada vez que tú me ofendesaquel que en pecado muereel infierno merecióyo soy el hijo de Diosque por darles gracias mueropor ser justo y justicieromi padre Dios me escogió

¿Por qué no me quieres? dísabiendo que por ti mueroyo soy aquel fiel corderoque del cielo descendícruel castigo recibípor salvarte del pecadono seas tan descuidadoy medita mis desvelosyo bajé del alto cielopara ser su hijo amado

Yo dejé de ser queridode mi santísimo padrederramé gotas de sangreal coronar mis sentidosaquellos hombres impíoscon clavos me han taladradopor ti sufrí con agradolos suplicios y tormentosyo bajé del alto cielopor salvarte del pecado

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Sólo por quererte a tipermití ser enclavadopor salvarte del pecadomi vida entera rendítodos dieron contra mísin tenerme compasióncon dolor del corazónsufrí los crueles tormentosyo quise ganarte el cieloy darte la salvación

Cuando en la cruz me matarontoda la tierra temblóel sol empalideciólos muertos se levantaronlos inocentes lloraroncuando murió el redentoral divino salvadorno le tuvieron piedadpara podernos salvarél nos dio todo su amor

Verso de PadecimientoVerso contrarrestado

Macho, martillo y tenazasy hacha pa labrar la cruzcordel pa atar a Jesúsescala, espada y lanza

El hijo del padre eternoel Mesías prometidofue azotado y escupidopor librarnos del infiernoHerodes en su gobiernocruel sentencia le amenazamatarlo era su esperanzacon una cruel rebeldíapara enclavarlo teníamacho, martillo y tenazas

De la casa de Pilatoslo sacaron sentenciadova a morir crucificadogritaba aquel pueblo ingratoAnás y Caifás de inmediatodecían muera Jesúsy al rey que nos dio la luzlo trataban de hechicerotrajeron tres carpinterosy hacha pa labrar la cruz

Jesús sentenciado a muerteno tiene quien lo consuelesu madre sí se conduelellora por su hijo inocenteVerónica también sientedolor cuando vio la cruzen el calvario una luzse veía como encantotrajeron con atarantocordel pa atar a Jesús

Enemigos y contrariosbofetearlo era un gustoy lo llevaron al puntohasta el monte del calvariolas tres Marías llegaronhasta el lugar sin tardanzaJesús muy humilde avanzapara ser crucificadoprepararon los tres clavosescala, espada y lanza

Al fin el hijo de Diosmurió en el leño sangrientoy al dar el último alientotoda la tierra temblóel mundo se oscurecióel sol perdió su luz puradejó de brillar la lunalas estrellas palpitaronlos muertos se levantaronvivos de la sepultura

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Contrarresto

Macho, martillo y tenazaspreparan sus enemigosJuan fue el único testigoque de ello dejó constanciano hay en su vida esperanzalas tres Marías diciendose sintió un ruido tremendocuando iba a ser su findecían ya va a morirel hijo del padre eterno

Y hacha pa labrar la cruzdespués que estuvo labradaen los hombros fue cargadadel mismo señor Jesúsaquel que al hombre dio luzle dieron crueles maltratosel pueblo gritaba en altoque muera crucificadoy lo sacan maniatadode la casa de Pilatos

Cordel pa atar a Jesúsen el momento trajeronhiel y vinagre le dierontodo en una prontitudlo privaron de la luzal fiel cordero inocenteno estuvo tranquilamenteni siquiera por un ratoy fue por Poncio PilatosJesús condenado a muerte

Escalera, espada y lanzaya tenían preparadasMaría su madre amadade llorar nunca descansacon Magdalena se abrazacuando lo crucificaronen el lugar del calvariosufrió tres horas penosasle dieron muerte afrentosaenemigos y contrarios

Vivos de la sepulturase levantaron los muertosse rasgó el velo del templosegún dice la escriturase movieron las columnasdel templo de SalomónMaría se desmayóal ver su pálido rostromurió por todos nosotrosJesús el hijo de Dios

Verso de Padecimiento

Tú dices que no me quieres¿por qué no me quieres? dídejé yo de ser queridosólo por quererte a ti Mi padre Dios me escogiópara ser su hijo amadopa redimir el pecadode Adán que un día pecócruel castigó recibiópor disfrutar los placeresmira que en pecado muereel que no pide perdóny de todo corazóntú dices que no me quieres

Dime mortal el motivodel odio que me has tomadoporque siendo Dios amadoquieres enterrarme vivolas blasfemias he recibidomucho me duelen a mítodo esto que padecíse lo ofrezco al padre eternoy de verme en el tormento¿por qué no me quieres? dí

Aquel Dios omnipotenteal hombre vino a advertirque a pesar de aquel sufrirno deja de ser clementecon el corazón ardientea todos ha redimidodice Jesús yo he sufridosuplicio tan inhumanopor amar a los cristianosdejé yo de ser querido

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Decían que era hechicerolos que a mí me ofendíanpor eso me perseguíanen aquel tormento fieroprepararon un maderobien labrado para mícon gusto lo recibíy en mis hombros lo carguéy en él tranquilo expirésólo por quererte a ti

Al fin me entregué al rigorde la cruz y los sayonesy a mi padre mil perdonespedí por el pecadorsin tenerme compasiónal calvario me llevaronallá me crucificaronpara quitarme la vidalloró la virgen Maríacuando mi cuerpo bajaron

Verso de Pasión de Cristo

Siempre lo crucificaronmataron al nazarenoresucitó a los tres díasque redimió al mundo entero

Un tal Judas Iscariote vendió al hijo de Dios padretreinta monedas de sangrerecibió el traidor por dotele descargaron a azotescuando preso lo tomarona Pilato lo entregaronpara que lo sentenciaraaunque en él culpa no hallaransiempre lo crucificaron

Irene amiga de Judasle dijo traidor tiranovendistes al soberanoporque en él teníai dudaun cirineo le ayudaa Cristo a cargar el leñomira que con tanto empeñolos clavos le están clavandoy Marcos dijo llorandomataron al nazareno

Judas se desesperócuando murió el nazarenoy en las afueras del puebloen un árbol se ahorcóIrene mucho lloróporque se quitó la vidaJudas, Judas, le decíacontéstame que soy yomira que el hijo de Diosresucitó a los tres días

Irene dijo afligidaJudas no resucitóesto hizo el hijo de Diospor cumplir su profecíaPedro llorando decíanegué a Jesús nazarenosiendo un maestro tan buenotan humilde y tan piadosotan justo y tan poderosoque redimió al mundo entero

Verso de Pasión de Cristo

Samuel el Judío errantese burló del salvadorviéndolo tan fatigadole negó un corto favor

Estando en su triste hogartan tranquilo como digocuando recibió el castigoque le sirvió de pesardesde entonces salió a andaraquel impío inocentepor los campos imperiantesdice fatigado voyy no se ha muerto hasta hoySamuel el Judío errante

Siguió el gotal aquel díaa Cristo el verlo pasarsólo por acompañary cumplir su profecíamarchaba su compañíaaquel hombre con dolorcon sacrilegio mayorsintió una ira precisacon sonrisa de la misase burló del salvador

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Por su vista presencióaquellos crueles tormentoslos suspiros y lamentosde María él lo sintiópero los acompañóhasta que lo han enclavadoen el madero sagradoél se comenzó a reíry no le ayudó a sentirviéndolo tan fatigado

Por su impía y mala fe le propuso el mismo Dioscon ánimo siente voz llorando descansaréeste misterio se veen los libros con primorcuando con tano sudoriba la omnipotenciay al llegar a su presenciale negó un corto favor

Verso de pasión de Cristo

Antes de mi cruel pasióndel rostro sangre brotabapor todas partes sudabasangre de mi corazón

Cuando el Padre me mandóaquel cáliz de amarguralo tomé con gran ternuraporque así se decretómi espíritu conformóal ponerme en oraciónmiré a la eterna mansiónmuy triste y acongojadopor ser del hombre olvidadoantes de mi cruel pasión

Sufrí terribles dolorescerca de Jesemaníy mi muerte prometípor todos los pecadoresde ver los hombres traidoresa mi padre suplicabaluego un ángel me llamabapara darme fuerza y luzy al presentarme la cruzdel rostro sangre brotaba

En la cena presentéen víspera antes de morircuanto tuve que sufrircuando los pies les lavéal monte me retirécuando Judas se marchabacon la intención que llevabade entregarme en el momentoy al pensar en mis tormentospor todo el cuerpo sudaba

Terribles penas sufríacuando el traidor me entregódel tormento que me dioa mi cuerpo estremecíalos traidores los teníapresente en esa ocasiónsin tenerles compasiónal momento me entreguéy por el hombre sudésangre de mi corazón

Verso de Pasión de Cristo Verso contrarrestado

Llegó nuestro salvadora donde el judío errantepidiéndole suplicanteque le conceda un favor

La noche del prendimientoya Jesucristo sabíaque iba a llegar su agoníay él solo estaba contentodesde aquel mismo momentose penetró del dolorangustiado del rigorse allegó donde Caifáy a la casa de Anállegó nuestro salvador

Estaba en el huerto orandocon Pedro, Juan y Santiagocuando recibió el mal pagoque ahí lo estaba esperandosin saber cómo ni cuandoel enemigo triunfanteJudas corría adelantey era el que lo iba a entregary así él pudo pasara donde el judío errante

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Pilato traidoramentele leyó la cruel sentenciaal redentor de la cienciapor darle gusto a la gentesabiendo que era inocenteaquel Dios insemejanteapoyado iba adelanteentró a su martirio cruelse allegó a donde Samuelpidiéndole suplicante

La primer vez que cayóa los cuatrocientos pasosapoyado por sus brazoshumilde se levantóhacia adelante caminóinundado de sudoral amante redentora San Juan dijo por ciertose le allegó por secretoque le conceda un favor

Contrarresto

Llegó nuestro salvadoral pie del calvario y dijoaquí fenece el mal hijoinundado de sudorél soportó su doloren el madero sangrientono se le oía un lamentoa aquel Dios tan justo y buenotranquilo estaba y serenola noche del prendimiento

Adonde el judío errantellegó el humilde Jesúscargando la Santa Cruzllegó casi agonizantecon un dolor incesanteMaría triste llorandode ver que lo andan buscandose enternecía por esocuando lo tomaron presoestaba en el huerto orando

Pidiéndole suplicantese allegó con tanta feagua pidió tengo sedy dámela en el instantepero aquel hombre ignorantele dijo al omnipotentequita de aquí prontamenteque de atrás te sigo yoa donde lo destinóPilato traidoramente

Que le conceda un favorpor cariño o por piedadporque con tanta crueldadmortifican al señorél soportó su dolory solo lo soportónadie se compadecióni por verlo mal heridoiba tan descoloridola primer vez que cayó

Verso de Pasión de Cristo Verso contrarrestado

La niña que yo queríala cortaron en el monteuna tajá de buen porteentre las piernas tenía

Me mandó mi padre eternoal mundo a salvar los hombresreluce mi santo nombreentre ancianos y modernosal librarnos del infiernolleno de sabiduríadispuesto a rendir mi vidapara poderlos perdonaraquí la vine a encontrarla niña que yo quería

El primer paso que dioCristo en calle de la amarguraun judío con infuria3

una bofetá le diode Pilato recibiósentencia de seis mil azotesJesús le dijo al bolbotede cuya pasión les nombrola cruz pa mis propios hombrosla cortaron en el monte

3 Infuria: furia

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Seis mil seiscientos setentalos azotes que le dieronal redentor de los cielossegún la historia nos cuentalas monedas fueron treintaque recibió el Iscarioteen la cima de aquel montedel calvario lo prendierony en el costado le hicieronuna tajá de buen porte

Del pueblo lo levantaronpa hacerlo más padecerllegó a Jerusalénla cruz a cuesta al calvariola ropa se la quitaronpara burlarse en seguidadesnudo en carne el Mesíasle despojaron su cuerpopero un manto rojo envueltoentre sus piernas tenía

Contrarresto

La niña que yo queríavine a conocerla al mundosiendo yo el autor segundohijo de José y Maríalleno de sabiduríaoraba con amor tiernobautizó ancianos y modernoscon su poder fraternala redimir al mortalme mandó mi padre eterno

La cortaron en el montela madera pa la cruzse mofaron de Jesúspríncipes y sacerdotesy Judas el Iscariotecontra él se rebelópor dinero lo vendióal justo inocente y fielbendijo a Jerusalénel primer paso que dio

Una tajá de buen portetenía al costado izquierdose la hizo Longivio el ciegoporque lo mandó Golgotede Jesús recibió el dotecuando el lanzazo le aciertarecobró su vista abiertadespués que le dio el lanzazoy fueron los latigazosseis mil seiscientos setenta

Entre las piernas teníaun hermosísimo mantoque no escandalice tantoel cruel Caifá les decíapor una de sus heridassu corazón traspasaronantes de esto lo azotaroncon una cruel rebeldíalos hombres con tiraníadel pueblo lo levantaron

Verso a la cruz de mayo

Soy el árbol principalla palma más elevadaen todo el mundo adoraday en la corte celestial

Te saludo hermosa cruzcon la mayor alegríaporque fuisteis bendeciday sagrada por Jesúshermoso rayo de luzsigno de todo mortalsoy el árbol principalla palma más elevadaen todo el mundo adoraday en la corte celestial

Te saludo cruz benditaguía de mi salvaciónque con mucha devociónte he venido hacer visitarelucís a nuestra vistaen este adornado altaryo te vengo a saludaren este día tempranosé que pa todo cristianosoy el árbol principal

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Te saludo con agradonuestra santísima cruzdonde el cuerpo de Jesúsmurió en ti crucificadotraspasado con tres clavosfuiste toda ensangrentadacomo no ha de ser sagradacon la sangre del Señorfuiste para el pecadorla palma más elevada

Yo te saludo cruz bellaporque soy lindo tesorosoy más brillante que el oroque la luna y las estrellaspor los hombres de la tierrapa Jesús fuiste labradapor eso fuiste sagradahermosa y tan relucientey soy por todo creyenteen todo el mundo adorada

Te saludo cruz de Cristoastro puro y luminosoque los ángeles con gozote adoran árbol benditode ti se ahuyenta el malditode tu poder sin igualsoy el astro originalque te adornan las estrellassoy adorada en la tierray en la corte celestial

Por fin santísima cruzflorcita de la pasiónyo te adoro y te venerodentro de mi corazónde las alturas el solte ilumina con sus rayospor eso una vez al añote rezan con devocióny en el nombre de el Señorte saludo cruz de mayo

Verso de la Virgen María

María es la más hermosaque el oro y la perla finacomo el agua cristalinaque corre de losa en losa

De la cordillera al marun astro lindo y bonitopor mano de Jesucristoa Chile vino a alumbraren Maipú está su altaren una iglesia preciosacomo en un jardín de rosasestá brillando en la alturade todas las almas purasMaría es la más hermosa

Igual que la clara estrellaalumbra en sus resplandoresMaría flor de las floresentre todas la más bellaradiante como centellaigual que el lucero brillaes la estrella matutina que ilumina al aclarary María alumbra másque el oro y la perla fina

El sol con sus lindas guíasatraviesa por los maresrecorriendo los lugareshasta que amanece el díadijo la virgen Maríacon su palabra benditael señor las examinaa todas las criaturasy es su gracia y hermosuracomo el agua cristalina

No han visto a las tres Maríasa la orilla del Jordánen el cielo la veráncuando ya declina el díasu hermosura es muy crecidade verlas el alma gozay se tiene por dichosalo dice el eterno Padrecómo sería la sangreque corre de losa en losa

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Verso de la Virgen María

Las cuentas de mi rosarioson balas de artilleríahace temblar el infiernocon decir ave María

Oye, madre soberanalas quejas de un pecadory contempla el gran dolorque aflige mi alma humanade tu ser la luz dimanalo mismo que de un sagrariopara no ser tu contrariote lo digo con anheloson escalas para el cielolas cuentas de mi rosario

Ya no me muero de espantoal contemplar mis dolenciasperdona mis insolenciaste quiero, tú sabes cuántohoy ven a sanar mi llantote lo pido madre míadame la suma alegríadame la gracia y la luzlas palabras de Jesússon balas de artillería

Santo Domingo fue autorde la oración del rosarioy derrotó a sus contrariosrezándolo con amory también el pecadorque le clama al padre eternoestá bajo su gobiernoy el de la Virgen Maríaesta devoción y guíahace temblar al infierno

Todo el universo implora pidiendo la salvacióny todo el pueblo y naciónse salvará sin demoramuchas gracias atesorael rosario y letaníaslas rezaré noche y díacon el rosario en la manoy se salvará el cristianocon decir ave maría

Ángel glorioso y benditoel rosario rezo yopa ver lo que padecióel redentor infinitouna y otra vez repitola Dios te salve y la santay mi Dios ya se levantadel sepulcro pa la gloriahace de Jesús memoriael que los misterios canta

Verso de San Francisco

El demonio sembró vientoscon una yunta de arañasal pie de una alta montañacosechó puros tormentos

Una pareja de torospuso al yugo san Franciscoy se produjo un triguitotan lindo como un tesorolas espigas como el orobrillaban que era un portentoy un ángel del firmamentovelaba aquella primiciay por envidia y codiciael demonio sembró vientos

En las bodegas del cielocaía el trigo a raudalesmil echonas colosalessegaban a todo vuelogran entusiasmo y revuelooíase en la cabañaamarillaban las cañasdel trigo ya engavilladoy el diablo clavó el aradocon una yunta de arañas

Quinientas mil toneladasrindió la cosecha aquellaalumbraban las estrellaslas parvas apretujadasen las lomas empinadasflorecía la cizañamurciélagos y alimañasa Satanás maldijeroncuando llorando lo vieronal pie de una alta montaña

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La dulce virgen Maríafue este día espigadoray de la celeste auroragranos de luz recogíaun ángel era su guíaJesús el rey del sustentoy entre fieros juramentosel diablo sembró el pecadoy por estar condenadocosechó puros tormentos

En la tierra del edénlos santos se reunierony a san Francisco eligieroncomo el príncipe del bienpresente estaba tambiénnuestro supremo hacedory muy contentos los dospor la cosecha brindarony a Satanás sepultaronen el valle del dolor

Verso divino por clamor

Mira los diez mandamientosmira nuestra salvaciónmira a Dios nuestro señormira el cruel padecimiento

Mira cristiano soberbiomira al Dios omnipotentemira la luz relucientemira el santo evangeliomira el sagrado misteriomira Jesús en el templomira el santo sacramentomira los sabios ministrosmira aquel cáliz benditomira los diez mandamientos

Mira el ángel de tu guardamira que está a tu presenciamira con inteligenciamira que alguien te resguardamira las santas palabrasmira de tu redentormira infiel pecadormira seas buen cristianomira no seaís inhumanomira nuestra salvación

Mira el poder celestialmira la ciencia divinamira la santa doctrinamira que tú eres mortalmira al pie del altarmira al dar la comuniónmira en la consagraciónmira está el cuerpo de Cristomira en aquel tan benditomira a Dios nuestro señor

Mira con dolor pendientemira del santo costadomira de tu Dios amadomira la sangre vertientemira sostén en tu mentemira ten conocimientomira el corazón abiertomira de tu buen Jesúsmira que murió en la cruzmira el cruel padecimiento

Mira al fin en el calvariomira donde murió Cristomira sin tener delitomira así fue necesariomira quien fueron contrariomira nuestra madre imploramira que por su hijo lloramira con tantos desvelosmira el camino del cielomira el reino de la gloria

Verso de clamores

No me digas que no llorecuando el corazón porfíadéjame tener la penacomo tuve la alegría

Si mi deseo es llorarcomo san Pedro lloróy de esta manera yola gloria podré ganarJesús no puede olvidara quien su poder implorepara que mi alma no ignoreeste divino tesorosi vez que por tu amor llorono me digas que no llore

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Con todo mi corazónmi potencia y mi sentidolloren ojos tristes míoshasta alcanzar el perdóna quien nos da todo dones una segura guíapor eso así el alma míapuede en llanto deshacerseno es conveniente oponersecuando el corazón porfía

Una lágrima es bastantepara merecer tu graciahasta la última desgraciapudo salir yo triunfantemadre del divino infantela más bondadosa y buenalloraba cual Magdalenaque me proteja de justoasí como tuve el gustodéjame tener la pena

Llorando y pensando tantomi Dios misericordiosocon su auxilio poderosomitigará nuestro llantoperdonando a todo cuantote ofendo en mi rebeldíapasar de noche y de díaen un continuo penarquiero tener el pesarcomo tuve la alegría

Verso a lo divino

Padre y redentor míocon lágrimas se lo digoaquí vengo arrepentidoporque mi alma está en peligro

Voy a hacer un guitarrónde madera de laurely voy a cantar con élalabanzas al señortriplica una afinaciónque de distintos sonidospa cantar con buen sentidoy al cielo elevar mi vozpara celebrar a Diospadre y redentor mío

Voy a hacer una vihuela pa cantar en alta vozpa que llegue al trono de Diosel sonido de las cuerdasque sea sonora y buenapa cantar a lo divinoyo con dolor me persignopara alabar al señory este precioso favorcon lágrimas se lo digo

Para poder ser felizvoy a hacer una acordeónpara cantarle al señorlos salmos del rey Davidcuando a este mundo nacíde mi Dios fui protegidopor eso ahora le pidomi salvación angustiososeñor misericordiosoaquí vengo arrepentido

También voy a hacer un arpapa cantarle al salvadorel rey David fue el autorde ese instrumento que encantaseñor perdona mis faltascon humildad se lo digoen la iglesia me arrodillopara pedirle perdónque me dé la salvación porque mi alma está en peligro

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Al fin voy a hacer un pianopa cantarle al celestialyo soy pecador mortalrebelde, infiel y tiranoseñor mío y soberanodame la paz y concordiaperdone mis malas obraspadre mío y poderosousted que es tan bondadoso y rico en misericordia

Verso de el sembrador

Me le hace que estoy segandocon una echona malditay me quedan las puntitascon cien tareas medidas

Misterioso sembradoraquel que derrama el granopara que todo cristianoconvierta su corazónlas palabras del señorson las que se están sembrandopara que siga aumentandola semilla espiritualy un triguito celestialme le hace que estoy segando

Muy fina fue la semillaque san Mateo sembróen Jerusalén se oyóesta preciosa doctrinaen tierras de Palestinasan Marcos la dejó escritay san Juan lo testificay en su mente lo anotabay san Isidro segabacon una echona maldita

Misterioso aquel sembradodijo el salvador del hombrey en la cumbre de aquel montefue el Señor crucificadonuestro salvador amadosembró la hermosa plantitaque a todos nos purificay nos da la salvaciónya saqué la obligacióny me quedan las puntitas

Desde la gloria bajaroncomo claro y bien se sabemiles y millones de avesy el trigo se lo comieronpor varias partes se vieroncomer la hermosa semillaa veces en demasíase trabaja con empeñono puedo gozar mis sueñoscon cien tareas medidas

Por fin Marcos escribiólleno de fe y de alegríapor la muerte del Mesíasy también por su pasiónla doctrina la sembróaquella gracia divinapor toda la Palestinala sembró con gran cariñode la cosecha del trigocomieron las avecillas

Verso a lo divino

Si me quieren, sé querersi me olvidan, sé olvidarsi me desprecian, desprecioése es mi modo de amar

Dios quiere las almas puraspa poderlas perdonary así se podrán salvarlas inocentes criaturascomo dice la escrituraen las tablas de la leylo pronuncia san Gabrielel divino verdaderodijo el poderoso eternosi me quieren, sé querer

Ninguna alma se ha perdidodijo Dios después de mítendrán el ser que les dimemoria y cinco sentidospero nunca han conocidopor dónde les viene el malnunca dejarán de hablarni de dar bueno ejemplosdijo Dios al mismo tiemposi me olvidan, sé olvidar

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El Señor tiene un sentircon los que se han condenadoy los tiene olvidadospara sécula sin finde ahí nunca han de salirde aquel fuego tan inmensoeste es un fuego eternoporque aquí ya no hay perdóndijo el divino Señorsi me desprecian, desprecio

Dijo el divino Señorlas almas puras y limpiasgozarán de mis deliciasy obtendrán la salvaciónreciban la comuniónen la mesa del altarlas que se quieran salvarpractiquen la santa feque yo los perdonaréése es mi modo de amar

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VERSOS A LO HUMANO

Verso de presentación del poeta

Yo soy el mejor autorpoeta de mucho talentopa tocar el instrumentotengo fama de cantor

Quila Ballestero Honorioentra con veintidós letrassoy el único poetaque hay en este territorioen composición no ignorosoy rico improvisadorsáquenme otro mejoren todo lo que han andadopa cantar improvisadoyo soy el mejor autor

Yo no soy cantor soy poetaque tengo mucha memoriapara explicar una historiaes poco lo que me cuestapara dar una respuestala doy en breves momentosla instrucción y fundamentosegún mi disposiciónen Chile yo soy cantorpoeta de mucho talento

Con cantores he cantadoque también quieren ser poetasen preguntas y respuestaspara explicación me han dadoyo no soy autorizadopero sí de harto talentocon mi buen sentido inventoa lo divino y humanotambién tengo buenas manospa tocar el instrumento

Hacen unos cuantos añosque en Chile corre mi famay cuando un cantor me llamapronto ve su desengañoy si nos autorizamostiene que ser buen autoryo soy buen compositoral compás de mis consortesen Chile de sur a nortetengo fama de cantor

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Por fin digo en la elocuenciayo como poeta afamadoen Chile no hay encontradoquien me haga la competenciatengo mucha inteligenciapara inventar versacióntoda mi composiciónintrucción y fundamentosoy un poeta de talentoque tengo mucha opinión

Verso de presentación del poeta

Yo soy el poeta mayorque no quiero ningún consejotodavía no estoy tan viejopara bajar de opinión

Soy hijo de padres pobrespero de buena concienciasoy de mucha inteligenciay de corazón muy nobleyo me he ganado un buen nombrecomo buen compositorde talento superiory de composición buenay en esta nación chilenayo soy el pueta mayor

Si me quieren conocery saber de mi talentocomo improviso e inventoy como puedo componeraquí me voy a entenderde mis cantos no me dejomi fama desde muy lejosse nombra en esta naciónyo soy un seguro autorque no quiero ningún consejo

Soy domiciliado en Loicade la comuna de san Pedrocincuenta y ocho años tengoy tengo experiencia propiacuando improvisar me tocamis opiniones les dejobien fundado me aconsejoy en mi saber me analizopara cantar de improvisotodavía no estoy tan viejo

El año mil novecientosdiecisiete fui nacidode chico fui de sentidode memoria y de talentode mucho conocimientopara la composiciónsoy un afamado autorque a Dios temo solamenteme costaría la muertepara bajar de opinión

Verso de Santa Genoveva

Bella querida condesaaquí te vengo a avisarpronto te van a sacara cortarle la cabeza

De tu muy amado esposote llegó la cruel sentenciay Golo con gran urgenciala escupió muy gustosovendrán a tu calabozodos verdugos con gran prisahombres de tanta seriesate van a sacar de ahíy esto creédmelo a míbella querida condesa

La más simpática Bertallegó a la reja en personay le dijo a su patronasi está durmiendo despiertaGenoveva como muestrale tuvo que contestarla doncella sin tardarle dijo al verla que llorava llegar tu postrer horaaquí te vengo avisar

Contestó la prisioneratráeme tinta y papelpa poder escribir bienuna carta verdaderapor ser mi hora postreraun adiós te voy a daral conde vas a entregaresta esquela Jesús míopor calumnia de un impíopronto te van a sacar

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La condesa lagrimandoel último adiós le dioel escrito lo mojópor eso se iba borrandode sí mismo aconsejandoque muriera su iglesiaque pedido de su altezaque su cuerpo fuera muertola sacan para un desiertoa cortarle la cabeza

Al fin cuando la encontróen aquella serraníaaquella santa queridade rodillas se postróle pidió perdón a Diosllena de gusto y de gozoal ver que llegó su esposotuvo dicha y alegríalloraba de noche y díaen el desierto penoso

Verso de Santa Genoveva

Santa Genoveva estuvosiete años en la montañacon su hijo en unas cabañasuna cierva lo mantuvola providencia lo sostuvopara que esto se escribierajuzgando si alguien hubierauna mujer o sea hombrele habría dado por nombrecabrita romeralera

Al pequeño le enseñabaa que conociera Dioscon una serena vozy la fe le prodigabael niño en cuanto aclarabapartía a los matorralesárboles que son frutalespor nuestras necesidadesbastemos tanta humildadque andais por los romerales

Luego que ya se agotabalo que da el árbol silvestrepartía por lo terrestrey al cielo sus quejas dabala madre al creador le dabagracias por su hijo sencilloque aparenta cervatillole decía al desdichadobuen dar que andáis hijo amadopastando el alfilerillo

Le habló un día de San Juandel patriarca y su virtudvestido así como túcreció en el río Jordánéstas probanzas me dannoticias y los analesaunque no somos igualessufrimos crueles tormentosy a Dios daremos cuentapor los alfilerillares

Al fin en la despedidavarillita de sarmientoGenoveva padeciósiete años en el desiertoesto ha sido como ejemplolo sufrió aquella reinaen una caleta de piedrapedía su mantencióny ahí le mandó el Señorde leche llena una siembra

Verso de amor

Porque me voy y te dejocuesta mucho pa olvidarno tuviste compasiónde mí tendrás que acordarte

Ya estoy cansado de amarte es más lo que he padecíoes tanto lo que he sufríoque mejor pienso dejarteyo no quería olvidartepero veo tus despreciosmejor me retiro lejosa conquistar otro amorsiento en mi pecho un dolorporque me voy y te dejo

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Recuerda prenda queridade mis primeras palabrascuando te dije con lágrimasque fueras la esposa míaalegre te sonreíasescuchando mi explicaryo te dije que al altarmuy pronto te llevaríapor eso paloma míacuesta mucho pa olvidar

Para mí ha sido el fracasono fue por falta de empeñoimagínate que en sueñoyo te he tenido en mis brazosde tu reflexión no hay casoya eres dueña de otro amoryo tengo en mi corazónrecuerdos de tu amor cruelde tu pobre amigo fielno tuviste compasión

A mí no me causa enojopero tengo sentimientoporque ya hace tanto tiempoque me engañai con tus ojosa otro amor yo me acojopor ver si puedo olvidarterecuerda que supe amartecon un cariño profundomientras vivai en el mundode mí tendrás que acordarte

Al fin en la despedidaasí lo quiso el destinoperdí el tesoro más finoque era toda mi alegríavoy a terminar mi vidade pena y tanto dolorcasi no tiene perdónlo que tú hiciste conmigouna daga de dos filostraspasó mi corazón

Verso de amor fino

Tiene mi perla preciosade oro reluciente el pelolos labios como un corallos ojos color del cielo

Ella se llamaba Hortensiaes la más bella entre milvuela como ave gentila la más alta eminenciapero ella con obedienciavuelve hacia mí presurosatan honesta y hacendosaque no encontraré otra igualrostro de ángel celestialtiene mi perla preciosa

Es de muy triste mirarpero de mucha ternuray al ver su gran desventuratriste me pongo a llorarcon su dicha sin cesarme da la paz y el consuelome llena de grato anhelosu hermosura y su bellezatiene por naturalezade oro reluciente el pelo

Es de sonrisa halagüeñaque ya no hay comparaciónes humilde de corazónla que se dice mi dueñaes dura como una peñao mejo dicho un pedernalni el más fragante rosalse iguala a ella, se indicaporque tiene desde chicalos labios como un coral

También tiene el cuerpo finocomo un alambre delgadoelegante y adornadoparece un ángel divinohace feliz mi destinoy con ella me desvelono siento ningún receloadorando a mi perlitay tiene a más de bonitalos ojos color de cielo

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Al fin parece una estrelladel celeste firmamentomi ninfa lo que contentosiento yo al vivir con ellaes la angelical doncellaen la época presenteno hay entre la humana gentequien le iguale su hermosuray para más preciosuratiene el lucero en la frente

Verso de amor

Con mi alma intrestecida4

de ti me voy a ausentaringrata mal pagadorapor Dios que te va a penar

Pa otro país velozmuy pronto me voy a irpero antes de partirte voy a decir adiósahí me despido de voscon una pena crecíay si tu amor homicíasi infiel habéis sido conmigotodo esto yo te lo digocon mi alma intrestecida

Si con gran preseverancia5

me hubierais querido a míyo habría puesto en timi amor con grande arroganciapor causa de tu inconstanciapronto te voy a dejarlágrimas habéis de llorara cada hora y momentocon dolor y sentimientode ti me voy a ausentar

Cuando yo te amé dijistesgustosa y con alegríaque nunca me olvidaríasfue lo que me prometistespor querer no me quisistescon cariño halagadoramaldita la infeliz horacuando vine a conocerteni tu sombra quiero verteingrata mal pagadora

4 Intrestecida: entristecida 5 Preseverancia: perseverancia

Si con grande procosía6

me miráis indiferenteaquí te tengo presentemi sufrir y tu falsíano estará lejano el díaque de mí te has de acordarporque yo te supe amarcon un cariño esmeradodel haberme despreciadopor Dios que te va a pesar

Verso de amor

Mira mujer el amorcomo es en este mundoque con cariño profundonos nace del corazónde cuanto fue mi dolor cuando tu amor me negastetú muy tranquila quedastepensando no sé qué cosay como eres tan hermosayo no he podido olvidarte

Ay, querida amiga míacuando me acuerdo de ticuanto fue lo que sufrícuando no me recibíastú sabes prenda queridacómo este amor principióse mantuvo entre los dossin que nadie lo supierase elevó hasta las estrellasy todo se terminó

De pena me desmayépensando en mi mala suerteen los brazos de la muertelargo rato agonicémira mujer otra vezlo que a mí me sucediócuando mi cuerpo cayódesplomado hacia la tierrapensando en ti, dulce estrellay en mi santísimo Dios

6 Procosía: hipocrecía

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Yo nunca me imaginéque tal cosa sucedíadije yo así es la viday solo me conforméyo no sé si volverénuevamente a hablar con ellasé que de alguna maneratenemos que hablar los dospara explicarle yoalgo aunque ella no quiera

Al fin, delicia del almaaquí te digo en personade dejarte una coronade oliva, laurel y palmapara que vivas en calmaa mi lado te tuvieraaunque tu madre no quieraque te converse solitapara un sí de tu boquitate diera mi vida entera

Verso de ejemplo Verso contrarrestado

Una mujer enojáse lo cortó a su maríodespués que se lo cortóse lo dio a tomar cocido

Una cristiana soberbiavive tranquila en su vidadice en su soberaníade que hay Dios y no se acuerdaen la América chilenase ha sabido esta verdáuna de la santidápor mala la desechónegaba la fe de Diosuna mujer enojá

El hombre estaba adorandoel dulce nombre de Jesúsla mujer siendo su cruzahí lo estaba tentandolo seguía perturbandoen la oración que lo viode verlo tan convertíode rabia se despedazabael rosario en que rezabase lo cortó a su marío

Al ver su arrepentimientoque el marío estaba haciendode ahí se fue convirtiendode su pecado violentode un momento a otro momentoconoció que había Diosentonces se convirtióse consoló con llorarse lo hubo de encadenardespués que se lo cortó

Supo el cura parroquialde estas dos almas felicesde que estaban con la virgenvino y las mandó llevarse fueron a confesarcon su cuerpo intestrecidoel cura a lo que los viovino al templo a confesarlosel pan bendito en el cálizse lo dio a tomar cocido

Contrarresto

Una mujer enojádecía que Dios no habíasola no se convertíani en la mayor cristiandadexpresa de la ciudaddijeron vamos a pruebadijo el cura voy donde elladestinado a predicarpor ver si puedo enmendaruna cristiana soberbia

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Se lo cortó a su maríoaquel rosario benditonegaba la fe de Cristoal divino Jesús míocon su cuerpo enfurecidoella pasaba rabiandode ver a su cruz rezandoen la oración que vioal divino Jesús míoel hombre estaba adorando

Después que se lo cortóapesarada se vioa su dichoso maríodespués perdón le pidióde rodilla se postrópidiéndole al santo temploal tomar el sacramentoque su cuerpo lo deseabay de Dios fue perdonadaal ver su arrepentimiento

Se lo dio a tomar cocidoel pan bendito y sagradocon deseos ha comulgadola mujer con su maridoa los pies de un Jesús míota la reina angelicalde rodillas en el altaresas dos almas felicesde que estaban con la virgensupo el cura parroquial

Verso de Revelación en sueño

Un día que salí al campoen busca de una avecillame encontré con una niñaque parecía un encantosu vestidura de blancoy su rostro angelicalsus labios como un coraly sus ojos como el cieloondulado un rubio peloy al cuello de oro un collar

Ella me dijo poetaquiero tenerte en mis brazosque de oírte no me cansoesa voz de clarinetamejor dicho una trompetaque desciende de tus labiosal oírte me desmayoesas dulces melodíaspor tus lindas poesíasle voy hacer un regalo

Al contestarle le dijetanto no merezco yopero ella me contestótú tienes muy buen origenmi voluntad me exigeoír tu canto armoniosotú eres poeta virtuosoy de poderes dotadosdel cielo privilegiadoy triunfador victorioso

Gran poeta yo te adorose allegó y me dio un abrazoy ahí se formó un palaciode ángeles cantando en coroen guitarrones de orocantaban en alta vozentonces dije por Diosno son cosas de este mundoy con cariño profundosonriente se despidió

Al fin se fue y me dejócon los ángeles cantandoal cielo se fue elevandoy en las nubes se internónuevamente apareciódespidiéndose contentayo vi que se abrió una puertaen el cielo en mucha alturavi la belleza más puraque en el mundo no se encuentra

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Verso de pajaritos

Chincol que te habíai hechotiempo que te ando buscandoal cabo te vine a hallarchincolito chincoleando

Tenía este chincolitouna diuca muy amigay siempre andaba a la sigade su querido amiguitopiérdesele el chincolitoen el lugar más estrechomás la diuca en un barbechoanidándose la hallóy luego le preguntóchincol que te habíais hecho

El día que me perdídijo el chincol a la diucano supe ni de mi rucay fui a dar a Conchalíla pascua la pasé ahícantando y zalagardiandoa veces por acá llorandoen los mayores extremospara que nos arreglemostiempo que te ando buscando

Mi esposo que era el diucónse murió y me dejó solay supe que tu chincolate la arrebató un halcónmudos los dos por razónnos tenemos que casarasí lo hubo de pensardespués que murió el difuntopara arreglar este asuntoal cabo te vine hallar

Bien haremos la parejaconvengo en el esposoriotú estai algo vejestoriotú también estai algo de viejacon tus llantos y tu quejasmi corazón va ablandandocasémonos pero cuandono quiero más ofenderteno perdaís cuidado vertechincolito chincoleando

Por fin en este contratoestaban y un gavilány les dijo aquí me dande su boda el mejor platoy si no junto los matoya saben que soy atrozel chincol dijo por diosmátenme a mí no a mi niñapero el ave de rapiñasiempre arrasó con los dos

Verso de reunión de pájaros

Hubo una gran reuniónentre bosques y madreselvasque como rey de las selvasle tocó hablar al leóntodos dieron su opiniónde pájaros y animaleshaciendo fuerzas brutalesel peso de la vida carano hallan semillas las rarasni lombrices los zorzales

Este mal del mundo enterotortura a chicos y grandeshasta el cóndor de Los Andesno haya qué echarle al guargüerosufre el traro y el jilgueroloca, diuca y diuconestordos, torcazas y gorrionestencas, tiuques y chercaneslos loros por charlataneslos chunchos por cabezones

Todos han tenido su historiazorros, liebres y patos chinoscon el cambio del destinoni el ruiseñor canta gloriani el burro que hace memoriadel paciente en la fronterase aburre en las sementeraspor falta de producciónhasta el potro regalónrelincha en las pesebreras

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La escasez dijo el guardradose debe a brerla y desbenescantan de hambre los pequenesla lechuza y el chucaoy el chonchón por otro ladode mal nombre y mal agüerohablándoles del pucherotodo es falta de armoníaporque no se encuentra hoy díani pasto por los potreros

Al fin los pájaros de Chilejunto con los animalessufren todos por igualessegún explican los trileshasta los sapos y reptileshallaron bien la reuniónpa protestar en uniónla tremenda carestíaporque se encuentra hasta hoy díapor falta de la razón

Verso de la reforma agraria de los pájaros. Agosto de 1969

Para trabajar la tierrase origina capitaldecía triste un chercánarriba de una mata de higuerapor allá en una palmerale contestaba un gorriónésa es la verdad señorsin capital no hay trabajopor eso es que vino abajoel pequeño agricultor

También dijo un carpinterohablando con un pitíoque toda la vida ha sidodespreciado el zorzal meroun cachudo y un jilguero dicen por su mal destinohay que abrir otro caminopara alivianar la cargala vida está muy amargapara el pobre campesino

Un trile lleno de espantodijo como diputadoharé llegar al senadola necesidad del campouna tórtola con llantopidió con necesidaduna ayuda por piedadun chincolito decíay también por la sequíase ha visto calamidad

Un aguilucho decíayo hablo como senadorque al pequeño agricultorhay que ayudar sin mediday si no la carestíanunca va a terminartenemos que trabajardecían dos codornicesno puedo sacar lombricesdijo con pena un zorzal

Al fin dijo un picaflorarriba de un cardenalel cóndor va a gobernara Chile mucho mejorsi al pequeño agricultorlo levanta en condicionesque valgan sus opinionesy haga la reforma agrariaaunque se infurien las águilasy pateen los halcones

Viva el 18 de septiembre

Viva el 18 de Septiembreque celebramos en Loicabebiendo en vasos y en copasen mucha orden se entiendelos regidores atiendenhasta el último finaldon Atalicio Aguilary don Santiago Miranday este verso se los mandael gran poeta regional

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Todas las autoridáde Loica bien se portaroncon seriedad vigilaronpor toditas las ramásno hubo ni una novedaden esta preciosa fiestauna alegría despiertaen ancianos y modernosviva el 18 diciendobailando chilenas cuecas

También el profesoradose portó muy bien lo indicopresentaron un equipode niños bien ordenadosse sentían los bulladosy el sonar de las vihuelasgran campeonato de rayuelay un alto palo ensebadoy huasos muy bien plantadosque bailaban con espuelas

El señor cura inicióa las 9 de la mañanauna misa de campañay mucha gente asistiódespués la fiesta siguiólos futbolistas jugandolos poetas refraniandodécimas, dichos y payasla fiesta así no desmayadecían contrapuntando

Al fin fue linda la fiestade todo hubo su poquitotambién estuvo bonitoel canto de los poetascarreras en bicicletastuvieron bien ordenadaslas carreras ensacadasfueron las más divertidaslo más bonito que habíafueron las cuecas premiadas

Planeta Martes. 1963

Allá en el planeta Marteshay otra clase de gentees un mundo florecienteadornado de diamantesallá hay palacios brillantesde sí mismo iluminadoaquellos artes ponadosque no hay con qué comparary un sol que se ve alumbrarde unos colores dorados

Allá los mares profundosson de un agua cristaladason dulces no son saladaque la bebe todo el mundoallá hay poderes profundocantan peces y animalestambién hay lindos portalesy músicas muy sonorases una vida de glorialos hombres son inmortales

Allá la vida es eternanunca mueren los vivientey viven tranquilamentela ancianidad y la modernade oro puro son las piedrasde olor agradable el vientoallá todos son atentosy humildes de corazónpara alabar al señorhay millones de instrumentos

Para la locomociónson rápidos como balalos hombres todos con alasy vuelan por la espacióntienen comunicaciónpa hablar con otros planetasse dan rápidas respuestasson de un oído profundosolamente a este mundohablan y nadie contesta

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Al fin allá en el planetahay montes, pampas y ríosmujeres y hombres activosde inteligencia completasin necesidad de letrason sabios los inmortalesallá todos son igualesde un elevado talentoy quizás si en algún tiempoconocemos a los marciales

Árboles y arbustos. 1967

El nogal para hacer estribosel lingue para hacer yugosel trébol pa hacer tarugosy pa baños el nutríopara ramos el olivoel quillay pa hacer enjabrasel álamo pa hacer tablaspa hacer rayos el espinola parra para hacer vinopa cocos y miel la palma

La quila para picanapa hacer peine el coligüepa hacer canastos el mimbrepa varillas la pataguael guayacán pa hacer cucharaspa hacer platos el caneloel peumo pa hacer luslerola acacia pa mordazasel litre para hacer masasy para mostos el ciruelo

Para postes el Traiguénel boldo para balsónla lumilla pa timónpa medicina el culénpa astillas el bollénla coilera pa hacer arcopara la peste el barracopa el amor la yerba buenael toronjil pa la penay pa friegas el tabaco

Para bancos el peralel algarrobo pa tablonesla luma pa hacer limonesy pa teñir el quintralpa pitos el cañaveralpa brevas y higos la higuerapa hacer orchata la almendrapa la nube el sauce negropa saumerio el romeroy pa adornos la palmera

Pa árbol de pascua el pinoel guindo pa hacer mistelala caoba pa vigüelasy pa hacer dulce el membrilloel durazno pa huesillospa sopaipillas el zapallopa el trueno el contrarayoy pa sacar fuego el maquipa santiguar el palquiy pa cruces el mayo

Ponderación. 1961

Yo me tomé al desayunotrescientos cincuenta matesdoce mil tazas de chocolatey la mitad de un torunoen el almuerzo segurome comí treinta corderosun segundo me refieroun fondo de charquicánme comí una horneá de panun chancho y siete carneros

Me comí quinientos pavosen una sopa cazuelame comí ochenta borregastodas en un solo asadomil pollos escabechadosme comí con ligerezaestando sentado a la mesame tome un fudre de vinono crean que perdí el tinoporque soy pura firmeza

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A la once me tomémil tazas de té con lecheme comí ochocientos quequespero ni me paladiénuevamente principiéa la hora de la comidatrescientas pavas cocidasme comí en un solo platodoscientos cuarenta patosy de postre cien sandías

Para calentar los piesdespués de estar acostadome tomé bien reposadocien tazas de caféporotos comí despuésporque siempre hambre teníaun tonel de chicha hervidapa combatir el resfriadocien kilos de queso asadopara bajar la comida

Al fin me comí un caballoestando acostado en la camaquince sacos de manzanasasados treinta zapalloscocidos cincuenta gallosme comí bien ajisadosciento cincuenta pescadosdiez kilos de mantequillaciento sesenta gallinasy un quintal de charqui asado

Ponderación. 1964

Vi un día cien culebronesy doscientas sabandijasvi trescientas lagartijasy cuatrocientos leonesvi quinientos langostonesy seiscientos faisanesvi setecientos caimanesy ochocientos cucarachosy vi novecientos saposy vi mil alacranes

También vi mil cien lagartosy mil doscientas iguanasvi mil trescientas arañasy mil cuatrocientos gatosvi mil quinientos guanacosy mil seiscientos ratonesmil setecientos gorrionesy mil ochocientas sirenasmil novecientas ballenasy vi dos mil tiburones

Vi dos mil cien carpinterosy dos mil doscientos quiquesvi dos mil trescientos güitresy dos mil cuatrocientos merosvi dos mil quinientos perrosy dos mil seiscientos venadosdos mil setecientos pavosy dos mil ochocientos lobosdos mil novecientos lorosy vi tres mil guadraos

Y vi tres mil cien lechuzasy tres mil doscientos torosvi tres mil trescientos zorrosy tres mil cuatrocientas cucasvi tres mil quinientas diucasy tres mil seiscientos conconestres mil setecientos hormigonesy tres mil ochocientas ranastres mil novecientas rarasy vi cuatro mil halcones

Por fin vi cuatro mil cien chinguesy cuatro mil doscientas gansascuatro mil trescientas garzasy cuatro mil cuatrocientos tigrescuatro mil quinientos cisnesy cuatro mil seiscientas chillascuatro mil setecientas ardillasy cuatro mil ochocientas loicascuatro mil novecientas moscasy vi cinco mil polillas

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Sueño de el sol y el planeta Marte 1963. Verso contrarrestado

En sueño a mí me habló el solme dijo yo soy tu amigoy me mostró tantos niñosigual como una visiónyo sentí en mi corazónen el momento alegríayo soy padre me decíade los seres de la tierraque alumbro aquí en la alta esferay le doy la luz al día

El sol cuando a mí me hablabatiró los rayos al mundopor unos cuantos segundosazuleja una luz dabaalegre me convidabame dijo vente conmigoy me mostraba los niñostodos vestidos de blancoentonando un dulce cantocon instrumentos muy finos

También el planeta Marteen sueño me rebelótres veces al mundo bajócon su luz pura y brillantecon una voz resonantesoy tu estrella me decíapoder para tus poesíasmucho más tengo que dartey luego empezó a elevarsecomo una antorcha encendida

Sobre la luz del planetase veían tres personascada cual con su coronalos tres tocaban trompetate damos luz buen poetapa que seais más poderosoel planeta luminosoen alta voz me decíayo soy tu estrella y tu guíaconmigo serís dichoso

Al fin me voy de este mundoa la vida espiritualmi cuerpo voy a dejaren un sepulcro profundoyo soy un poeta fecundode mucha imaginaciónen sueño me habló el Señory me dijo que me fueraque abandonara la tierraque allá era mucho mejor

Contrarresto

Y le doy la luz al díael sol me hablaba en la alturaen un tono de dulzurasoy tu amigo me decíadonde bajaba y subía daba un bello resplandorde uno y otro colorde verde azul y amarilloestando durmiendo tranquiloen sueños a mí me habló el sol

Con instrumentos muy finoslargas y delgadas vihuelasarpas como astas de espuelas con cuerdas y bordoncillosmiles y miles de niñosen tierra solar cantabanyo quietamente observabaque alguien llevaba una cruzdaba una azuleja luzel sol cuando a mí me hablaba

Como una antorcha encendidade la tierra se alejóy en mi mente se grabómucha más sabiduríadulcísimas melodíaspoeta tengo que darteeres tú dueño de tu artenosotros somos testigosel sol me habló como amigotambién el planeta Marte

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Conmigo serís dichosodesde el planeta me hablabatres personas coronadascon sus rostros muy hermososen un barco luminososin ventanillas ni puertasel sonar de las trompetasen el barco se escuchabalas tres personas estabansobre la luz del planeta

Que allá era mucho mejorla vida en la eternidadme dijo vente no máscon alegría el Señorel unitrino hacedorme reveló en un segundoy con cariño profundome convidaba contentoa alabar al padre nuestroal fin me voy de este mundo

Así va quedando el poeta

Así va quedando el poetacon el correr de los añosigual que rueda sin rayoscomo fusil sin baquetacomo verso sin cuartetacomo escopeta sin cajacomo espuela sin rodajacomo balsón sin aradocomo picana sin clavocomo brasero sin brasa

Como gallo sin su gallinay como fuego sin llamacomo carnero sin lanacomo minero sin minacomo quisco sin espinacomo coilera sin coilecomo rico sin ni cobrecomo chofer sin vehículocomo abogado sin títuloy como esquela sin sobre

Como pato sin lagunay como flor sin florerocomo vaca sin terneroy como arriero sin mulascomo parche sin costuray como árbol sin sombracomo ovejero sin hondacomo cuadro sin esquinacomo motor sin bencinacomo molino sin tolva

Como corral sin ovejasy como mate sin yerbacomo guitarra sin cuerdascomo panal sin abejascomo taza sin orejay como casa sin puertacomo avenida sin crescacomo tribunal sin leycomo palacio sin reyy como eslabón sin yesca

Al fin va a quedar el puetaigual que un uso sin copocomo una palma sin cococomo subida sin cuestacomo carta sin respuestay como juez sin juzgadocomo llave sin candadocomo sombrero sin faldacomo cuchillo sin vainacomo enfermo desahuciado

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Bibliografía:

Juan Uribe Echevarría. Poetas y cantores populares de Loyca. Revista En Viaje Nº 337, pgs. 30 y 31. Noviembre 1961, Santiago.

Juan Uribe Echevarría. Honorio Quila Ballestero, premio nacional de poesía popular. Boletín de la Universidad de Chile. Nº 95-96. 1969. Santiago.

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