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29 ¿cómoves? Horacio Durán Navarro confiesa que la UNAM es su eje, su vida, su hogar. “De aquí me sacan sólo en un cajón”. Durante los últimos 50 años su vida ha transcurri- do entre alumnos y polémicas intelectua- les. Es un hombre eternamente joven por la renovación permanente de sus ideas y conceptos en torno a la enseñanza del diseño. Su máxima aportación a la vida académica es la creación de la carrera de diseño industrial en 1969. Por ser el fundador e impulsor del di- seño en México y maestro por más de 30 años, la UNAM lo nombró en 2000 Profesor Emérito de la Facultad de Arqui- tectura. Hombre de porte distinguido, alto, delgado y de mirada seductora, a sus 79 años confiesa que ha tenido una vida col- mada de amores, aventuras y retos. La charla se desarrolla en el Posgrado de Diseño Industrial, del Centro de Inves- tigaciones en Diseño Industrial de la Fa- cultad de Arquitectura, del cual también es fundador. Maestro de maestros nunca niega una asesoría o consejo a los múlti- ples jóvenes que lo buscan. Al pasar por el Aula Magna, con orgullo comenta que lleva su nombre. “Empecé a diseñar en 1947 cuando todavía el concepto no se conocía, decíamos dibujar. Mi primer con- tacto con el diseño ocurrió cuando vi unos bellos muebles en la casa de Clara Porset y decidí que quería dedicar mi vida al di- seño”. Quizá el toque de inspiración y la semilla de la creatividad vienen de su madre, Lidia Navarro, que era maestra de pintura y le enseñó a pintar desde temprana edad. “A los 14 años estudié con Javier Guerrero Galván; me autorizó entrar a las clases de desnudo y casi me desmayo”. En sus años de juventud siguió la es- cuela de Siqueiros. “Hacía cuadros con- tra el racismo y por la libertad. Años más tarde incursioné por la escuela pictórica de Picasso y de Leonardo Da Vinci, quien fue un gran diseñador”. Su vida profesio- nal fue conjugando la pintura, la arquitec- tura, el diseño y sobre todo la enseñanza de estas disciplinas. Así, ha diseñado mi- les de objetos que van desde mobiliario, tapetes, carteles y cerámica, hasta instru- mental médico, máquinas, autos, casas y edificios. En su trayectoria se nutrió de diver- sos maestros. En la Helsinki School of Economics de Finlandia estudió diseño para la promoción de importaciones; con el maestro Ricardo Guerra aprendió filo- sofía y con Charles Roy, historia del arte. Pero su guía fue Robin Bond del Real College of Arts, con quien trabajó 15 años y aprendió pedagogía, filosofía y psicolo- gía del arte y del diseño. Horacio lo re- cuerda con mucho afecto. “Bond era un hombre de una gran sabiduría”. Cuenta con avidez y pasión algunos pasajes de la gestación de la carrera de diseño industrial. “Trabajé cinco años en la elaboración del plan de estudios; una vez que lo terminé, conseguí una cita con el entonces rector Javier Barros Sierra, quien me mandó con Ramón Torres, direc- tor de la Escuela Nacional de Arquitectu- ra. El proyecto piloto comenzó en febre- ro de 1969 y, en el sótano de la biblioteca, empezamos a impartir clase a 17 alum- nos. Recuerdo con gran cariño a la prime- ra generación de diseñadores. Como trabajo de tesis, un equipo diseñó un mi- crobús; recuerdo que el arquitecto José Luis Benllure, quien fungió como sinodal, se sorprendió de la creatividad que le im- primieron”. Su propuesta curricular innovadora ha estado sustentada en el equilibrio integral entre las capacidades técnicas, el saber humanístico y el arte. Al respecto expli- ca: “Mi filosofía es humanista, y creo que es fundamental conocer al hombre y su cultura para que el diseño pueda satisfa- cer las necesidades del ser humano, por eso soy partidario de que la carrera de di- seño integre materias humanísticas; las materias tecnológicas son solamente es- tupendas herramientas”. Arquitecto, humanista y artista Concepción Salcedo Meza Horacio Durán Autorretrato. Tengo muy buen carácter, quizá porque he realizado todo lo que he querido. Tengo lo suficiente para ser feliz. Defecto. Me encantan las chicas. Virtud. Soy muy tolerante. Pasatiempos. De joven el fútbol, el polo y la pintura; ahora ir al café y leer. Arte. Picasso y Mozart. Sueño. Terminar mi libro acerca de la teoría del diseño. Personalmente Foto: Dante Bucio

Horacio Durán - Revista ¿Cómo ves?Horacio Durán Navarro confiesa que la UNAM es su eje, su vida, su hogar. “De aquí me sacan sólo en un cajón”. Durante los últimos 50 años

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  • 29¿cómoves?

    Horacio Durán Navarro confiesa que laUNAM es su eje, su vida, su hogar. “Deaquí me sacan sólo en un cajón”. Durantelos últimos 50 años su vida ha transcurri-do entre alumnos y polémicas intelectua-les. Es un hombre eternamente joven porla renovación permanente de sus ideas yconceptos en torno a la enseñanza deldiseño. Su máxima aportación a la vidaacadémica es la creación de la carrera dediseño industrial en 1969.

    Por ser el fundador e impulsor del di-seño en México y maestro por más de 30años, la UNAM lo nombró en 2000Profesor Emérito de la Facultad de Arqui-tectura. Hombre de porte distinguido, alto,delgado y de mirada seductora, a sus 79años confiesa que ha tenido una vida col-mada de amores, aventuras y retos.

    La charla se desarrolla en el Posgradode Diseño Industrial, del Centro de Inves-tigaciones en Diseño Industrial de la Fa-cultad de Arquitectura, del cual tambiénes fundador. Maestro de maestros nuncaniega una asesoría o consejo a los múlti-ples jóvenes que lo buscan. Al pasar porel Aula Magna, con orgullo comenta quelleva su nombre. “Empecé a diseñar en1947 cuando todavía el concepto no seconocía, decíamos dibujar. Mi primer con-tacto con el diseño ocurrió cuando vi unosbellos muebles en la casa de Clara Porsety decidí que quería dedicar mi vida al di-seño”. Quizá el toque de inspiración y lasemilla de la creatividad vienen de sumadre, Lidia Navarro, que era maestra de

    pintura y le enseñó a pintar desde tempranaedad. “A los 14 años estudié con JavierGuerrero Galván; me autorizó entrar a lasclases de desnudo y casi me desmayo”.

    En sus años de juventud siguió la es-cuela de Siqueiros. “Hacía cuadros con-tra el racismo y por la libertad. Años mástarde incursioné por la escuela pictóricade Picasso y de Leonardo Da Vinci, quienfue un gran diseñador”. Su vida profesio-nal fue conjugando la pintura, la arquitec-tura, el diseño y sobre todo la enseñanzade estas disciplinas. Así, ha diseñado mi-les de objetos que van desde mobiliario,tapetes, carteles y cerámica, hasta instru-mental médico, máquinas, autos, casas yedificios.

    En su trayectoria se nutrió de diver-sos maestros. En la Helsinki School ofEconomics de Finlandia estudió diseñopara la promoción de importaciones; conel maestro Ricardo Guerra aprendió filo-sofía y con Charles Roy, historia del arte.Pero su guía fue Robin Bond del RealCollege of Arts, con quien trabajó 15 añosy aprendió pedagogía, filosofía y psicolo-gía del arte y del diseño. Horacio lo re-cuerda con mucho afecto. “Bond era unhombre de una gran sabiduría”.

    Cuenta con avidez y pasión algunospasajes de la gestación de la carrera dediseño industrial. “Trabajé cinco años enla elaboración del plan de estudios; unavez que lo terminé, conseguí una cita conel entonces rector Javier Barros Sierra,quien me mandó con Ramón Torres, direc-

    tor de la Escuela Nacional de Arquitectu-ra. El proyecto piloto comenzó en febre-ro de 1969 y, en el sótano de la biblioteca,empezamos a impartir clase a 17 alum-nos. Recuerdo con gran cariño a la prime-ra generación de diseñadores. Comotrabajo de tesis, un equipo diseñó un mi-crobús; recuerdo que el arquitecto JoséLuis Benllure, quien fungió como sinodal,se sorprendió de la creatividad que le im-primieron”.

    Su propuesta curricular innovadora haestado sustentada en el equilibrio integralentre las capacidades técnicas, el saberhumanístico y el arte. Al respecto expli-ca: “Mi filosofía es humanista, y creo quees fundamental conocer al hombre y sucultura para que el diseño pueda satisfa-cer las necesidades del ser humano, poreso soy partidario de que la carrera de di-seño integre materias humanísticas; lasmaterias tecnológicas son solamente es-tupendas herramientas”.

    Arquitecto,humanista yartistaConcepción Salcedo Meza

    Horacio Durán

    Autorretrato. Tengo muy buen carácter,quizá porque he realizado todo lo que hequerido. Tengo lo suficiente para serfeliz.

    Defecto. Me encantan las chicas.Virtud. Soy muy tolerante.Pasatiempos. De joven el fútbol, el polo y la

    pintura; ahora ir al café y leer.Arte. Picasso y Mozart.Sueño. Terminar mi libro acerca de la teoría

    del diseño.

    Personalmente

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    : Dan

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