HUELLA CARBONO 23-06-2010 - Diario La Segunda de... · Carbono Huella de Chile en ... sus oficinas en el extranjero. ... proyecto total es llegar a una reducción de 8 mil toneladas

LA EXITOSA EXPERIENCIA DE NUEVA ZELANDIAEL IMPACTO QUE TENDRA LA LEY GRENELLE 2 EN EL MERCADO FRANCES

MI HUELLA PERSONAL: ANTONIA ZEGERS, ACTRIZ

Huella deCarbono Chileen

más competitivas con menos gases de efecto invernadero

Viñas chilenas:

MIERCOLES 23 DE JUNIO DE 2010

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ACTIVO VERDEl La estrategia del sector vitivinícola para competir con menores emisiones

HISTORIAS DESTACADASl Data center “verde” usa innovadora tecnología para ser carbono neutro l Reciclaje de desechos aminora la generación de carbono l Essbio inició este año la contabilidad de sus emisiones para gestionar su estrategia de mitigación l Salmonicultura chilena adelanta el cálculo de su huella

ENTREVISTAl Laurent Bonneau, consejero regional de Cooperación de Francia para el Cono Sur y Brasil REPORTAJEl Nueva Zelandia: la experiencia de posicionar sus productos por la vía sustentable INNOVACIÓNl U. Santa María estudiará la viabilidad comercial del metano generado por la basura l U. de Concepción busca producir biodiésel a partir de microalgas

MI HUELLA PERSONALl Antonia Zegers, actriz

SUMARIO

Editora: Carolina Mayorga Periodistas: Pamela Pinto / Cristián Arévalo / Felipe De Ruyt Diseño: Jorge Aguirre Fotos: Rodrigo Merino / Álvaro GonzálezDepartamento Comercial: Claudio Palacios: 3301143 / Pilar Rodríguez: 3301484 / Carol Sánchez: 3301751

Directora: Pilar Vergara Tagle Vicepresidente Ejecutivo: Felipe Edwards del RíoRepresentante Legal: Jonny Kulka Fraenkel

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“En este momento diría que no hay viña en Chile que diga ‘esto de la huella de carbono no es mi asunto’, porque esta industria vive del comercio internacional y recibe requerimientos todos los días, en muchos de sus mercados, sobre este tema”. Así descri-be Elena Carretero, gerente general de los Consorios Tecnológicos del Vino (Vinnova-TecnoVid), de Vinos de Chile, las razo-nes de la vitivinicultura chilena para ubicarse en la testera de la lucha por aplacar emisiones de carbono en el país.

De hecho, hoy la gran mayoría de las viñas se ha

incorporado a esta tendencia, adop-tando medidas como envasar el producto en botellas de menor peso –que ahorran emisiones en el transporte– y aplicar prácticas de eficiencia energética en sus procesos pro-ductivos.

A mediados de esta década, el estímulo para preocuparse de la hue-lla de carbono corrió por cuenta de impor-tantes retailers, como Tesco en Inglaterra y Wal-Mart en Estados

Unidos, que empezaron a pedir a sus proveedores que determinaran sus emisiones. A esto se suma el “efecto etiqueta”: el vino, a diferencia de otros productos, puede exhibir sus logros ambientales directamente sobre la mesa.

“Es muy importante destacar, no obstante, que se tiende a exigir dema-siado en este ámbito a la vitivinicultura porque es un sector ‘figurín’, pero esto no significa que tenga un peso decisivo en cuanto a las emisiones totales de

gases de efecto invernadero (GEI)”, precisa Carretero.

“Nosotros siempre partimos por decir que este sector ha hecho

avances en cuanto a la huella de carbono, pero hay que

recordar que no somos el sistema eléctrico ni la minería: consumimos apenas el 5% de la energía que se utiliza en Chile. Y sin embargo, a pesar de emitir poco, estamos haciendo esfuerzos para gestionar dichas emisio-nes, mientras otros secto-

res productivos generan mucho carbono y gestionan

poco o nada”, añade.Un gran hito que las viñas

chilenas abordaron en esta década fue empezar a determinar su huella

de carbono, utilizando alguno de los distintos estándares internacionales existentes. Viña Ventisquero contabilizó en 2007 las emisiones de GEI de todas sus operaciones, desde los campos hasta sus oficinas en el extranjero.

Concha y Toro hizo lo propio a partir de 2008, catastrando las emisiones correspondientes a 2007 de la viña en su totalidad, considerando emisiones directas e indirectas.

“Uno de los primeros resultados que obtuvimos fue comprobar la rele-vancia que tienen en nuestro negocio las emisiones ligadas al transporte”, describe Giancarlo Bianchetti, gerente de Desarrollo Sustentable de Concha

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ACTIVO VERDEHUELLA DE CARBONO EN CH ILE

COMPENSAR mediante bonos de carbono, reducir el peso de las cargas exportadas e implementar medidas de ahorro de energía son algunas de las iniciativas que han posicionado a las viñas locales en el primer lugar nacional en cuanto a aplacar el carbono que liberan en su proceso de producción.

La estrategia del sector vitivinícola para competir

con menores emisiones

Envasar en botellas “ecológicas” de

menor peso es una estrategia extendida entre las viñas para

reducir las emisiones ligadas al transporte.


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y Toro.“De ahí en adelante han sido varias

las viñas que han seguido el ejemplo”, complementa Alexis Núñez, consultor de Sustentabilidad y Cambio Climático de Deloitte.

Entre los desafíos futuros para hacer más precisa la medición de la huella en el sector, Núñez menciona la necesidad de “determinar el alcance de la medición, fijando las metodologías más precisas y adaptadas a la realidad nacional y, en segundo lugar, establecer una conveniente relación y compromiso de la cadena de proveedores en el logro de los objetivos de reducción propuestos por la industria”.

LA HORA DE COMPENSAR

Luego de medir siguió la hora de aplicar medidas concretas para hacerla descender por diferentes vías, como la compensación o transacción de bonos de carbono.

Ventisquero fue la primera en compensar las emisiones de CO2-e generadas en el transporte a través de proyectos de restauración de bosques y uso de energías renovables.

Viu Manent, en tanto, neutralizó sus emisiones a través de la compra de bonos de carbono en una planta de energía geotermal situada en Amatitlán (Guatemala).

“Quisimos que fuera un proyecto con nombre y apellido en lugar de preferir paquetes como algunos que están disponibles hoy, en los que da un poco lo mismo dónde se hace la compensación”, apunta José Miguel Viu, gerente general de Viu Manent.

Otro ejemplo de la misma tendencia es el de viña De Martino, que realizó su audi-toría de carbono con la consulto-ra chilena Green Solutions.

“Pa r t imos con ellos con un modelo piloto. Primero calcu-lamos la huella completa de la viña y fuimos capaces de identificar el nivel de emisiones de cada línea de la viña. A partir de ahí se seleccionó la línea Nuevo Mundo. Hicieron un plan de reducción de emisiones y lo que no se pudo disminuir se neutralizó y certificó como carbono

neutral”, señala Didier Vidal, gerente comercial de la consultora. “Tuvieron tan buena llegada en Europa y Estados Unidos que luego nos pidieron certi-

ficar a toda la viña como carbono neutral”, agrega.

BOTELLAS MÁS LIVIANAS

Al mismo tiempo, las viñas emprendieron accio-nes para reducir o mitigar sus emisiones en áreas clave. Un paso fundamen-tal ha sido atenuar el peso de las botellas. Así, tras un largo trabajo de ingeniería

desarrollado por Cristalerías Chile, Concha y Toro introdujo

esta innovación en sus vinos Frontera y Sunrise, destinados al

mercado de Gran Bretaña. Usando menos vidrio, pero sin perder calidad

y resistencia, lograron reducciones de entre 7% y 14% del peso. El logro fue premiado en febrero de este año con el The Drinks Business Green Award.

En julio, la viña comenzará a des-pachar en botellas livianas al exterior su marca Casillero del Diablo. “El proyecto total es llegar a una reducción de 8 mil toneladas al año en peso”, describe Giancarlo Bianchetti.

Viu Manent, por su parte, también posee botellas que denomina como “ecolivianas” y dio un paso más allá al adosarles etiquetas hechas con papel reciclado.

Siguiendo esta tendencia, Viña Cono Sur también incorporó la utilización de botellas ultralivianas en sus líneas más competitivas. Con ello han logrado ahorros significativos en vidrio.

El Grupo San Pedro Tarapacá (VSPT), conformado por las viñas San Pedro, Santa Helena, Tarapacá, Altaïr, Viña Mar, Misiones de Rengo y Casa Rivas, también cambió a botellas livianas el envasado en las líneas varietales de las dos primeras, logrando ahorros de 14% en el peso de los contenedores, revela Matías Rivera, enólogo jefe y gerente general de Viña Santa Helena y miembro del Comité de Sustentabilidad de VSPT.

“En concursos internacionales de

ACTIVO VERDE

Viene de la página 3

ETAPAS DE MAYORINTENSIDAD ENERGÉTICA

MAQUINARIAS

BOMBEO

TRANSPORTE

ETAPAS DE MAYORINTENSIDAD ENERGÉTICA

MOTORESBOMBEO

REFRIGERACIÓNAIRE COMPRIMIDO

BOMBEO Y MOTORESILUMINACIÓN

CALDERA (VINO TINTO)

REFRIGERACIÓN (CUBAS) O CLIMATIZACIÓN (BARRICAS)

BOMBEOILUMINACIÓN

REFRIGERACIÓNCLIMATIZACIÓN (BARRICA)

BOMBEOILUMINACIÓN

MOTORESAIRE COMPRIMIDO

CALDERAILUMINACIÓN

Etapas del proceso de producción

COSECHAMANUAL

COSECHAMECÁNICA DIURNA

COSECHAMECÁNICA NOCTURNA

PODA

CONTROL DE HELADAS

RASTRAJE Y CONTROL DE MALEZAS

FERTILIZACIÓN

APLICACIÓN DE PESTICIDAS

RIEGOS

RECEPCIÓN - MOLIENDA - SELECCIÓN

MACERACIÓN EN FRÍO Y FERMENTACIÓN

DESCUBE Y PRENSADO

FERMENTACIÓN MALOLÁCTICA

VINO EN BRUTO TERMINADO

BARRICAS

VINO TERMINADOCON BARRICA

VINO TERMINADOSIN BARRICA

CUBAS

ENVEJECIMIENTO GUARDA

CLARIFICACIÓN, FILTRADO Y ESTABILIZACIÓN

ENVASADO

RECEPCIÓN - MOLIENDA - SELECCIÓN

MACERACIÓN EN FRÍO

ESCURRIDO Y PRENSADO

MOSTO

DESBORRE ESTÁTICO

FERMENTACIÓNEN BARRICAS

BLANCO TERMINADOCON BARRICA

BLANCO TERMINADOSIN BARRICA

FERMENTACIÓNEN CUBAS

DESCUBE DESCUBE

CLARIFICACIÓN, MOVIMIENTOS,FILTRADOS Y ESTABILIZACIÓN

ENVASADO

REFRIGERACIÓN Y BOMBEO (VINO BLANCO)

FLUJO PRODUCTIVO DEL VINO TINTO FLUJO PRODUCTIVO DEL VINO BLANCO

FLUJO DEL PROCESO VITICOLAFLUJO DEL PROCESO VITICOLA

COSECHAMECÁNICA NOCTURNA

Fuente: Proyecto del Nodo Tecnológico “Energía y Cambio Climático: Apresto de las exportaciones y aumento de competitividad en el sector vitivinícola”.

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Los procesos vitícola y vinícola tienen etapas con alta intensidad de uso de energía. A partir de este esquema general es posible defi nir las características energéticas de cada tipo de vino, mediante la defi nición del Litro de Vino Equivalente Energético (LEE).

El transporte efi ciente es uno de los aspectos fundamentales para el ahorro de energía en la fase de cosecha del proceso vitícola.


HUELLA DE CARBONO EN CH ILE

HidroAysén: sustentabilidad y responsabilidad ambiental

El cuidado y respeto por el medio ambiente es uno de los principios y compromisos que forman parte esencial del proyecto HidroAysén. Es por eso que la actual etapa de tramitación de los permisos ambientales ha incorporado altos estándares tanto para el diseño del proyecto como en las medidas de compensación, mitigación y reparación de sus impactos ambientales.

En ese sentido, se ha utilizado como prin-cipal criterio ambiental el concepto “Diseñar Mitigando”, que quiere decir que teniendo en cuenta los posibles efectos que tendrá la construcción de cinco centrales hidroeléctricas en los ríos Baker y Pascua en la Región de Aysén sobre el medio ambiente y el entorno social y cultural, se han incorporado de manera anticipada en el diseño de las obras medidas de mitigación que los minimicen.

HidroAysén ha lleva-do adelante uno de los estudios de impacto ambiental más desafiantes que se haya realizado en el país. Para lograr identificar todos ellos se han realizado numerosos análisis, investi-gaciones y campañas en terreno en distintos períodos del año que han que involucrado más de 300.000 hectáreas de caracterización, pudiendo contar con información científica, social y ambiental desconocida. Este intenso proceso, que significó una inversión de unos US$ 12 millones y contó con la colaboración de ocho centros académicos y de investigación, permitió definir criterios ambientales para hacer de HidroAysén un proyecto sustentable y ambientalmente responsable.

Dentro de las principales consideraciones integradas tempranamente en el diseño del proyecto destaca la reducción de los niveles de los embalses de las centrales en 36,5% en relación con el proyecto que se había estudiado en 2005. Esto también ha implicado minimizar al máximo la cantidad de familias relocalizadas, que llegan hoy a 14 grupos familiares.

La ecuación entre superficie de embalses y energía generada ubica a HidroAysén como uno de los proyectos hidroeléctricos más eficientes a nivel mundial. El proyecto triplica la eficiencia de la central Itaipú, en la frontera entre Brasil y Paraguay, duplica a las últimas centrales hidroeléctricas que entraron en operaciones en Chile en los ‘90, como Pangue y Ralco, y

sería capaz de generar 13 veces más energía que la central Rapel en un poco más de la mitad de su superficie.

A estos criterios ambientales –y conside-rando anticipadamente los intereses de los habitantes de la región– también se suman la no intervención de los niveles naturales de los lagos Bertrand y O’Higgins; la restitución de la totalidad de las aguas y establecimiento de un caudal mínimo de operación, y la aplicación de consideraciones paisajísticas y campamentos autosuficientes y aislados que ayudan a minimizar los impactos sobre las poblaciones y los servicios básicos de las

localidades aledañas al proyecto durante su período de cons-trucción.

E l p r o y e c t o HidroAysén no sólo considera medidas que mitigan los impac-tos en su diseño, sino que propone un completo plan de

compensación y repa- ración que incluye, por ejemplo, la protección del patrimonio y bienestar social; un plan de manejo social; medidas para apoyar el desarrollo turístico; estudios científicos y ecológicos de especies nativas presentes en los ríos Baker y Pascua, y la protección de la flora y fauna nativa mediante la creación de un Área de Conservación de 11.560 hectáreas y un Programa de Reforestación con especies nativas que abarca más de 4.500 hectáreas, entre otras medidas.

El proyecto incluye además, un Plan de Seguimiento Ambiental que tiene por objetivo establecer el monitoreo y control de las variables ambientales afectadas por el Proyecto HidroAysén a través de diferentes mediciones y verificación de la efectividad de las medidas de mitigación y prevención propuestas, que serán controladas por la autoridad ambiental.

La sustentabilidad de HidroAysén se basa en todos estos argumentos, así como en el aporte que significa este proyecto para las necesidades energéticas de Chile y sus habitantes. Además de los beneficios que la realización de este proyecto tendrá para los ayseninos, este proyecto representa una contribución concreta que se suma a los esfuerzos que tendrá que implementar nuestro país para disminuir su huella de carbono.

En el diseño del proyecto destaca la reducción de los niveles de los

embalses de las centrales en 36,5% en relación con el proyecto que se había

estudiado en 2005.

vino, por ejemplo, hemos observado que los jueces, incluso antes de catar, toman el peso de las botellas y consideran este punto al evaluar”, afirma Rivera.

Viña Anakena, en tanto, usa bote-llas ecoglass en dos de sus líneas, “lo que implica 15% menos de peso por botella”, asegura Constanza Pérez, encargada de Marketing de la empresa.

Tecnologías simila-res son aplicadas por el grupo Errázuriz, Seña y Caliterra, y por Viñedos Emiliana.

AHORRO DE ENERGÍA

Un tercer frente que están abordando los distin-tos actores de la industria es el del ahorro energético. Para crear una propuesta útil en esa línea, los Consorcios Tecnológicos de Vinos de Chile, con el apoyo de InnovaChile de Corfo, desarrollaron el concepto del “Litro de Vino Equivalente Energético” (LEE), herramienta de benchmarking energético elaborado en un trabajo conjunto con las universidades Alberto Hurtado y Católica de Chile, el Programa País de Eficiencia Energética (PPEE) y expertos de empresas.

Este estándar innova al reconocer las diferencias, desde el punto de vista energético, en el proceso de elaboración los distintos vinos (ver infografía). De hecho, el que un vino sea tinto o blanco influye en cuánta energía se necesita para hacerlo.

“Esto no estaba hecho en ninguna parte de la literatura internacional”, afirma Elena Carretero. “Nuestra meto-dología es muy específica y considera más de 30 tipos de vino”, apunta.

A partir del LEE, las empresas pueden detectar los puntos del proceso productivo en los que se pueden aplicar políticas de eficiencia energética.

Mientras tanto, las viñas no se han quedado atrás al adoptar medidas concretas. El Grupo VSPT firmó, en el marco de su programa “Sus-tentabilidad en 360°”, un convenio con la Uni-versidad Santa María, la Sociedad Alemana para la Cooperación Técnica (GTZ Chile) y el PPEE para desarrollar la eficiencia energética en la producción viti-

vinícola.“Este año estamos realizando la

instalación de paneles solares para el ahorro de energía térmica. Esto implica un ahorro efectivo de 16% del com-bustible empleado en calentamiento”, precisa Matías Rivera. Estima que con los proyectos que han puesto en marcha en eficiencia energética han logrado bajar sus emisiones “en más de 200 toneladas de CO2”.

Otras viñas que se preparan para adoptar o han puesto en marcha distintas medidas de eficiencia energética son Ventisquero, Concha y Toro, Cousiño Macul, Cono Sur, el grupo Errázuriz, Seña y Caliterra, Los Vascos, Emiliana y Lapostolle, entre otras.

Hacia adelante, los Consorcios Tec-nológicos del Vino estudian cómo poder convertir los desechos (riles y rises) en biogás para aminorar el consumo de combustibles fósiles en distintos procesos. “Estamos explorando la arti-culación de modelos asociativos entre las viñas para poder generar escalas que hagan viable esta posibilidad”, puntualiza Elena Carretero.

“EN CONCURSOS internacionales de vino hemos observado que los jueces, antes de catar, toman el peso de las botellas y consideran este punto al evaluar”, revela Matías Rivera, enólogo jefe y gerente general de Viña Santa Helena.

Elena Carretero, gerente general de los Consorcios

Tecnológicos del Vino.

Giancarlo Bianchetti, gerente de Desarrollo Sustentable de

Viña Concha y Toro.

Matías Rivera, enólogo jefe y gerente general de Viña Santa Helena.

El proyecto ha considerado distintas etapas de trabajo con la comunidad.


6 HISTORIAS DESTACADAS

usa innovadora tecnología para ser carbono neutro

Un novedoso diseño que recoge las últimas innovaciones tecnológicas de calefacción eficiente constituye

el data center de segunda generación de Solint, instalación que atiende las necesidades de información de grandes y medianas empresas.

Este data center “verde” utiliza un innovador sistema de agua en un circuito cerrado que sirve para enfriar los equipos a una temperatura constante de 18°C. En 2007, Solint inició la construcción del centro con la intención de ser un data center ecológico y carbono neutro, proyecto a cinco años que demandó una inversión total de US$ 15 millones.

Emilio Barayón, presidente de la firma, confiesa que se trata de una apuesta a futuro. “No existe ningún data center en el mercado chileno y latino-americano capaz de ofrecer soluciones a los clientes y que, al mismo tiempo, les ayude a compensar su propia huella de carbono”, enfatiza.

La mayoría de los data center ocupan una climatización normal, a través del aire acondicionado, proceso que genera gases de efecto invernadero y demanda un mayor consumo de energía. Solint, en cambio, afirma que su centro es 14 veces más eficiente que uno tradicional debido a la menor demanda energética.

Ubicado en una zona residencial de Nuñoa, este sistema ocupa servido-res ultradensos (Blade C7000 de HP) y aprovecha la circulación del agua tanto para mantener climatizado el

ambiente como para abastecer de agua caliente y fría a sus instalaciones. Dispone también de dobles equipos electrógenos de última generación, bajos en emisiones contaminantes, que les permiten seguir

funcionando en caso de cortes en el suministro eléctrico.

En Solint indican que, en su conjunto, las empresas de tecnologías de la información producen cada año 200.000 ton. de CO2, considerando un promedio de generación diésel. Un estudio de medi-ción energética realizado por esta empresa determinó que si las pymes utilizaran este tipo de solución renovable en sus infraestructuras, el ahorro de energía sería equivalente

a la electricidad que consume una ciudad de 74 mil habitantes.

“Nuestro proyecto contempla a tres años un ahorro estimado de 350.000 ton. de CO2 por efecto de una menor demanda de energía”, indica Barayón.

En paralelo, la empresa ha impul-sado entre sus empleados el ahorro de energía, electricidad y agua, entregando incentivos en dinero –reembolso del 50% de sus gastos– a quienes consiguie-ran disminuir sus cuentas de electricidad (cambio de ampolletas, reemplazo de electrodomésticos por otros de eficien-cia energética y desenchufar artefactos al salir de sus casas).

A TRAVÉS DE UN NOVEDOSO SISTEMA de climatización, la empresa Solint puso en marcha el primer data center que en vez de ocupar aire acondicionado utiliza un sistema de agua en un circuito cerrado que enfría los equipos a una temperatura constante de 18°C.

Data center “verde”

Solint invirtió US$ 15 millones en este data center ecológico.

Emilio Barayón, presidente de Solint.

Desde hace algunos años es frecuente que muchas personas aprovechen los desechos de papeles y cartones para su propio beneficio. Lo que antes era botado a la basura, ahora se reutiliza en la elaboración de una amplia gama de productos y, de paso, sirve a grandes y medianas empresas para darle un cariz sustentable al manejo de sus desechos.

Este nicho fue abierto hace dos décadas por algunas empresas, como es el caso de la firma Recupac, que entrega un servicio de reciclaje de papeles, cartones y desechos plásticos, lo que permite una mejor dispo-sición de residuos. Isidro Pereda, gerente general de esta empresa, explica que en la planta ubicada en Qui-licura se procesan desechos como cartones, papel blanco, revistas, cartulina, diarios, plásticos flexibles y pet

(botellas plásticas de bebidas gaseosas y agua mineral).

“Una de las ventajas de este servicio es que hace posible reducir la huella de carbono de las empresas a través del reciclaje”, señala el ejecutivo.

Diversas compañías productoras de alimentos, vinos, vestuario, comercio, multitiendas y cadenas de retail aprove-chan este sistema de retiro de residuos –bandejas, plumavit, plásticos y cajas de embalaje– que antes se acumulaban

en sus bodegas y patios sin un destino claro. Mediante esta fórmula, los dese-chos son comprimidos y transportados en grandes lotes hacia la planta, donde son procesados para ser reutilizados posteriormente en la fabricación de papeles, cartón, tissue y pañales, entre otros productos, indica Pereda.

En paralelo, esta empresa certifica la disposición sustentable de los resi-duos retirados y gestiona la donación a fundaciones de beneficencia, entre-gando recursos equivalentes a residuos reciclados.

El trabajo de calcular las emisiones de carbono forma parte de la política adoptada por el grupo Coipsa, holding al cual pertenece Recupac junto a Corrupac y CPP. Como una forma de apoyar este esfuerzo, el grupo también ha imple-mentado una campaña comunicacional para promover entre sus trabajadores el ahorro energético y el uso eficiente de los recursos.

Reciclaje de desechos aminora la generación de carbono

Residuos como cartones, papel blanco, revistas,

cartulina, diarios, plásticos fl exibles y

pet son reutilizados en la fabricación de otros

productos.

Isidro Pereda, gerente general de Recupac.


Cono Sur busca convertirse en la primera viña de Latinoamérica en certificarse en ISO 14064

Hace más de 10 años que Viña Cono Sur viene incorporando una serie de prácticas de producción limpia que la han hecho más competitiva en los mercados internacionales, al punto de convertirse en la segunda exportadora chilena de vinos, con la venta de 4,5 millones de cajas anuales. Hoy está próxima a certificarse en la norma ISO 14064 bajo el esquema CEMARS. Esta certificación establece un sistema sólido para la estimación y reporte de los GEI, lo que permite gestionar-los e identificar las oportunidades de implementar distintos planes de reducción de emisiones.

Adolfo Hurtado, gerente general de la compañía, describe el largo camino que se inició en 1998 con iniciativas que en la actualidad se han convertido en decisiones de negocio muy exitosas. “En esos años ninguno de estos esfuerzos eran obligatorios, pero hoy son factores clave para negociar con actores relevantes del

mercado internacional, sobre todo en aquellos países con una mayor conciencia ambiental”, cuenta.

Los primeros pasos que Viña Cono Sur dio en este sentido tuvieron que ver con el manejo limpio e integrado de los viñedos, “que es muy seme-jante al manejo orgánico, pero sin certificación”, explica Hurtado.

“Tuvimos que aprender a conocer muy bien el viñedo para poder reem-plazar el calendario de fumigaciones químicas por prácticas naturales que nos permitieran controlar las plagas sin pesticidas. Dos años más tarde, BCS (organismo alemán independiente que certifica mundialmente productos orgánicos conforme a diversos estándares legales y normas privadas) nos dio la certificación orgánica y hoy contamos con cerca de 400 hectáreas de viñedos certificados”, relató el ejecutivo.

Control orgánico de plagas

Hurtado cuenta que una de las plagas más comunes de las viñas es el ‘burrito’, que se controlaba con la utilización de 3 o 4 químicos muy potentes. “Hoy usamos una banda pintada con una solución de ajo, pegamento y grasa que impide que el insecto suba a la planta. Más tarde, un grupo de gansos se encarga de los que quedan en el suelo. Además, con la Universidad Católica del Maule desarrollamos una tesis que probó que el hongo Beauveria bassiana, que es inocuo para las viñas, ataca el sistema nervioso central del

burrito y lo mata, así que es inoculado en el suelo de los viñedos para controlar esta plaga”, detalla.

También ocupan prácticas similares para controlar la arañita roja que se come la savia de las hojas. En este caso usan un depredador natural de esta especie: el Neoseiulus chilensis o arañita blanca. Y para nutrir la vid aprovechan los mismos desechos del proceso de vinificación; es decir, el escobajo, orujo y pepas con los que producen un compost que se distribuye a través del riego por goteo.

Neutralización de emisiones

“Desde el año 2007 contamos

con la certificación inglesa Car-bonNeutral Delivery, que indica que las emisiones generadas por el transporte de nuestros productos son compensadas a través de la compra de bonos de carbono de proyectos de reforestación, energía eólica e hidráulica, entre otros”, señala Hurtado.

Estos esfuerzos se suman a la utilización de botellas ultralivianas en sus líneas más competitivas. “De esta forma ahorramos un porcentaje importante de vidrio”, acota.

Entre los desafíos futuros de Cono Sur se encuentran el reem-plazo de las fuentes de energía, un mayor control del gasto de agua y energía y el tratamiento de aguas residuales a través de la lombricultura.

Esta viña está próxima a acreditar esa norma, que

establece un sistema sólido para el seguimiento y elaboración de informes sobre emisiones de GEI.

Esta iniciativa se suma a una serie de prácticas sustentables

que desde hace más de diez años la firma está llevando adelante.

Adolfo Hurtado, gerente general

de Viña Cono Sur.

Diversas prácticas incorporadas en todo el proceso productivo de Viña Cono Sur han permitido que la firma obtenga una serie de certificaciones.

En las instalaciones de la viña se han introducido medidas de

eficiencia energética.


8 HISTORIAS DESTACADAS

Como principal abastecedor de agua potable de la zona centro-sur de Chile, Essbio no pudo marginarse de los efectos

del terremoto y maremoto de febrero. Con casi 3.900.000 clientes repartidos en las regiones de O’Higgins (900 mil personas), Maule (1 millón de personas, a través de la empresa Nuevosur) y Biobío (2 millones de personas), la firma

penquista es la más importante a nivel regional.

Tras el primer impacto, la sanitaria ha conseguido gradual-mente recuperar su capacidad de abastecimiento y ha reafir-mado su política ambiental y los proyectos en marcha sobre reducción de gases de efecto invernadero.

Rodrigo Díaz, gerente Rela-ción Comunidad y RSE de Essbio, resalta la preocupación de la sanitaria por el tema medio-ambiental, sobre todo debido a los efectos que se prevén a futuro por el impacto que tendrán las modificaciones del clima en las fuentes nivales (las altas cumbres

cordilleranas que surten del líquido). “La emisión de GEI incide en el calentamiento del planeta, produciendo alteraciones en el clima. En nuestro caso, proveemos de agua potable a habitantes de las regiones de O’Higgins, Maule y Biobío y el cambio climático afectará la disposición de fuentes nivales en el futuro. Aunque es cierto que es posible generar agua potable a partir de la desalinización, creemos que debemos ayudar a mitigar este riesgo y realizar acciones que permitan preservar un recurso tan noble como el agua dulce”, enfatiza el ejecutivo.

INVENTARIO DE EMISIONES

Las emisiones de GEI de Essbio se concentran en los procesos de producción, distribución y descontaminación de aguas superficiales, además de la disposición de los residuos, señala Díaz. “Sin embargo, la mayor cantidad proviene de la energía utilizada en nuestros procesos”, agrega.

Durante este año, la sanitaria inició la contabilización de emisiones de GEI y

está capacitando a sus profesionales para hacer un recuento oficial de ellas, luego de suscribir el proyecto May Day Network e integrar los grupos de trabajo definidos por Acción RSE.

Los resultados del inventario de emisio-nes estarán a fines de este año, dando paso al proceso de discusión que permita actuar sobre ellas, procurando su reducción y los cambios que sean necesarios para bajar los niveles de gases contaminantes.

Essbio inició este año la contabilidad de sus emisiones para gestionar su estrategia de mitigación

EL GERENTE RELACIÓN COMUNIDAD Y RSE de la sanitaria que provee de agua potable a las regiones de O’Higgins, Maule y Biobío explica que el calentamiento global es un tema de máxima preocupación para la empresa, ya que se prevé que los cambios ambientales pueden afectar a futuro la disposición de fuentes nivales.

La sanitaria espera que a fi nes de 2010 esté terminado su

inventario de emisiones.

Rodrigo Díaz, gerente Relación Comunidad y RSE de Essbio.

Como una manera de profundizar el desarrollo sustentable, esta empresa impulsa proyectos de investigación para la incorpo-ración de energía renovable no convencional en sus sistemas productivos. El primero de ellos se trata de la implementación de dos reactores solares para el secado de lodos en las comunas de Cabrero y Chillán. El segundo es un reactor biológico en Monte Aguila mediante el cual el residuo es sometido a un proceso de estabilización y secado, apro-vechando la energía producida por procesos bacterianos (bioestabilización).

Otro de los proyectos destacados tiene

como objetivo dar un uso sustentable a las miles de toneladas de residuos generados por los procesos de tratamiento de aguas. La idea es usar la materia orgánica de estos residuos, ricos en elementos como nitrógeno y fósforo, para ser ocupados en predios forestales, iniciativa que se lleva adelante con la comunidad de Llollinco.

En paralelo se estudia el desarrollo de bombas solares. Este proyecto permitirá incluir la energía solar en el centro de la actividad productiva de la compañía, como es el movimiento de las aguas en las plantas de tratamiento de agua potable.

INNOVACIÓN EN EL USO DE ENERGÍA



Productos y servicios se unen al “boom” del mercado de carbono

Una “segunda ola” de empresas se está incorporando activamente, a partir de este año, al sistema de compensación de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) mediante bonos de carbono. Estas recién llegadas no sólo son empresas que apuntan a la exportación hacia los países desarrollados: un número creciente corresponde a las que elaboran una amplia gama de produc-tos y servicios ligados al mercado interno chileno, el cual muestra una sofis-ticación creciente a nivel de retail.

La primera experiencia de neutralización de automó-viles en Vitacura demostró que existe una “demanda verde” en nuestro merca-do. Más del 12% de las personas que asistieron al Centro Cívico a renovar su permiso de circulación compensaron, además, las emisiones anuales de sus vehículos, pagando sumas entre $15 y $90 mil.

Lo anterior dejó en evi-dencia que las empresas de bienes y servicios han multi-plicado sus requerimientos de medición de huella de carbono y, en varios casos, de neutralización de las mismas, señala Matías Soffia, director del Programa de Eco-Negocios de Fundación Chile.

“Este año prevemos que por lo menos 60 empresas estén calculando su huella junto a Fundación Chile, con una enorme variedad de clusters: desde los conocidos ejemplos de radio Zero y TaxiGo hasta líneas aéreas, bancos, hoteles, producto-

ras de eventos, constructoras, navieras, distribuidores de automóviles y hasta la industria de seguros”, señaló.

“Este año prevemos que por lo menos 30 empresas estén calculando su huella, tanto grandes como medianas, y varias de ellas ya están trabajando en reducción

de emisiones y compen-sación”, explica.

Creación de conciencia

Soffia precisa que es muy importante destacar que la huella de carbono permite conocer y carac-terizar las emisiones de las empresas y las per-sonas. La jerarquía de la preocupación ambiental privilegia, en primer lugar, la búsqueda de reduccio-nes, particularmente por la vía de la eficiencia energética.

Sólo después que estas opciones se han agotado técnica o económicamen-te se recomienda proce-der a la neutralización con bonos de carbono y otros elementos de compensación, como

las forestaciones selectivas, las cuales tienen una demanda creciente hacia el futuro.

“Si una empresa tiene una idea para elaborar productos o servicios ‘carbono neutral‘, basta con que se acerque a Fundación Chile para participar en este mercado creciente con calidad certifica-da”, propone Soffia.

La primera experiencia de neutralización de

automóviles en Vitacura demostró que existe

una “demanda verde” en nuestro mercado, afirma Matías Soffia, director del Programa de Eco-Negocios de

Fundación Chile.

Mientras las consecuencias de la crisis que experimentó la industria salmonera en los últimos años

siguen manifestándose, al punto que se prevé que durante 2010 la producción total apenas alcance el 50% de la registrada en 2008 –es decir, este año rondaría las 300 mil toneladas, considerando todas las especies–, varias empresas están apostando dentro de sus estrategias de recuperación a considerar el cálculo y mitigación de su huella de carbono como un antecedente diferenciador frente a sus competidores internacionales.

Los chilenos no son los únicos que están trabajando en esta línea. Como precedente, existe un Análisis de Ciclo de Vida (LCA, por sus siglas en inglés) publicado el año pasado por el Ins-tituto Sueco para la Alimentación y la Biotecnología (SIK), el cual con-firmó en el contexto de la producción salmonera de Noruega que elaborar este producto acuícola implica emisiones muy bajas, de 2 kilos de CO2-e. Éstas son levemente superiores a las de carne de pollo, pero equivalen a menos de la mitad de las de la carne de cerdo y son siete veces inferiores a las que lanza a la atmósfera la producción de carne de vacuno, medidas en unidades de Calen-tamiento Global Potencial (GWP).

En Chile, distintos sectores están comenzando a avanzar en este camino. La empresa Ecosea Farming ya prepara desde enero de este año la cuantificación de emisiones de la salmonicultura nacio-nal, enfocada, en este caso, a determinar

el efecto de utilizar mallas de cobre antifouling (que evitan la acumulación de algas, cuya descomposición genera GEI).

Las empresas Mainstream y Aquagen, en tanto, han comenzado a adelantar la medición de su huella de carbono, aplicando metodologías que abarcan estándares internacionales como la PAS 2050 y 2060, el GHG Protocol y avances en la generación de los estándares ISO actualmente en estudio.

“En una mirada de mediano plazo, involucrarse en la determinación de la huella de carbono constituye una antici-pación en el cumplimiento de normativas

y regulaciones que sabemos que irán implementándose de manera gradual en países como Francia, y como respuesta a la exigencia de grandes retailers”, explica José Luis García-Huidobro, gerente general de GEQ Chile, consul-

tora que está asesorando a empresas del sector en esta tarea.

Los análisis ya están arrojando sus primeras conclusiones respecto de los aspectos del proceso productivo susceptibles de mejorar. Entre ellos se cuentan, explica García-Huidobro, los relacionados con el uso de combustibles fósiles, como el transporte terrestre y marítimo, y la utilización de gases refrigerantes como el HFC.

“Este primer ejercicio tiene como gran ventaja el establecer una línea base en cuanto a las emisiones de GEI, hecho que incluye mejoras en la gestión de datos”, afirma.

Salmonicultura chilena adelanta el cálculo de su huella

EN PLENO remonte de la crisis que afecta al

sector, distintas empresas buscan diferenciarse en

sus mercados a través de la mitigación de sus GEI.

La efi ciencia en el proceso productivo con el apoyo de tecnología permite bajar el consumo energético y las emisiones de gases de efecto invernadero.

El éxito de la neutralización vehicular en Vitacura evidenció el interés de las personas por incorporarse a la reducción de CO2.


10 ENTREVISTA

que compren productos chilenos van a pedir cuentas de los GEI en el ciclo de producción”

“Las empresas francesas

Francia se ha convertido en Europa y en el mundo en uno de los principa-les promotores de la especificación

del impacto que algunos productos de consumo masivo tienen sobre el medio ambiente. Tanto así, que desde el año 2007 la nación gala se embarcó en una cruzada destinada a transparentar por ley infor-mación sobre el contenido equivalente en carbono de una serie de productos y sus correspondientes embalajes.

Así, desarrolló una legislación específica orientada a permitir a los consumidores conocer en detalle las características globales de producción y su huella de carbono. La llamada Grenelle de l´Environnement, texto legal más cono-cido como Ley Grenelle, estableció en el otoño de 2008 las grandes orientaciones aceptadas en Francia en relación con los antecedentes que las personas debían conocer sobre las emisiones de carbono a la hora de preferir un producto.

El origen de su denominación provie-ne de una antigua comuna anexada a París, que también sirve como nombre al hotel que albergó en mayo de 1968 el primer encuentro político que analizó el tema medioambiental en medio de la agitación estudiantil reinante en la época.

Su puesta en marcha, por medio de la Ley Grenelle 2, ya tiene fecha definida: el 1 de enero de 2011 en esa nación será obligatorio que las etiquetas contengan

la información del contenido de carbono y el impacto ambiental estimado de su embalaje.

Esta iniciativa impacta de manera directa a las exportaciones chilenas a ese país y a los principales mercados europeos, como Alemania e Inglaterra, que siguen la misma tendencia de rotu-lar productos bajo estrictos estándares medioambientales.

Laurent Bonneau, consejero regional de Cooperación de Francia para el Cono Sur y Brasil, especifica que esta norma amplia no sólo afecta a los productos de consumo, sino a una amplia varie-dad de actividades, tales como energía, alojamiento, urbanismo, transporte y agricultura, biodiversidad, riesgos para la salud, manejo de desechos y actividades de empresas.

Su efecto más importante para los exportadores chilenos, destaca, será que éstas deberán ajustarse al nuevo esce-

nario del mercado francés.

“El marco de la Ley Grenelle y el contexto interna-cional hace que las empresas francesas que van a comprar materias primas y productos elaborados en Chile vayan a

pedir cuentas de las emisiones de gases de efecto invernadero a través del ciclo de producción. A partir de enero de 2011 lo más probable es que una tienda de retail prefiera a un proveedor que tenga una huella de carbono inferior”, explica el diplomático francés.

ABRIENDO CAMINO EN LA UNIÓN EUROPEA

Actualmente, la Ley Grenelle 2 se encuentra en trámite de aprobación parlamentaria. El poder legislativo galo trabaja en la elaboración de una norma específica sobre el etiquetado de productos que contempla aspectos como la cantidad de agua utilizada, desechos que generan, proporción de reciclabilidad, calentamiento global y uso de pesticidas, entre otros.

Aunque su discusión no ha estado

Laurent Bonneau, consejero regional de Cooperación de Francia para el Cono Sur y Brasil.

EL 1 DE ENERO DE 2011 entrará en vigencia en Francia la llamada Ley Grenelle 2, que obligará a los exportadores a especifi car la huella de carbono e impacto ambiental de los embalajes en las etiquetas de productos destinados a ese mercado.

Laurent Bonneau, consejero regional de Cooperación de Francia para el Cono Sur y Brasil:

Varias cadenas de retail en Francia ya ofrecen productos como leche, agua mineral, jugos, quesos, detergentes, platos preparados, preparaciones de crêpes y pizza con su huella de carbono en las etiquetas.



exenta de problemas, hasta ahora se mantiene a firme el plazo para su inicio. La iniciativa de gravar el consumo de combustibles en parti-culares y empresas, sin embargo, fue pospuesta. Medios franceses han reportado, incluso, que es posible que la entrada en vigencia se postergue debido a diferencias con otros países europeos.

Lo cierto es que una vez que entre en marcha esta ley tendrá implicancias directas en la forma en que los productos chilenos lle-gan a tierras francesas y a todo el Viejo Continente. Bonneau precisa que la Unión Europea todavía está en proceso de negociaciones para incorporar las exigencias medio-ambientales como una norma para todo el bloque económico.

“Ya hay en camino textos y borradores para avanzar en este tema y lo más probable es que se llegue rápidamente a nuevas medidas paraarancelarias en las fronteras de la Unión Europea para productos de importación”, apunta el consejero.

En la sociedad francesa, el centro

de la discusión está puesto en que estas medidas no se conviertan en potenciales barreras de entradas para la protección de la producción local, ya que, en definitiva, el objetivo es luchar contra el cambio climático.

Las principales cadenas de retail de dicho país, como Casino, Carre-four y Leclerc, se han adelantado a la nueva legislación y ya ofrecen en sus góndolas una amplia gama de productos donde la huella de carbono figura en las etiquetas. El listado incluye leche, agua mineral, jugos, quesos, detergentes, platos preparados, preparaciones de crêpes y pizzas.

Debido a la cercanía de los plazos y el interés demostrado por diferentes sectores productivos chilenos, la delegación francesa ha llevado adelante iniciativas de coordinación y encuentros con los actores involucrados.

Para inicios de septiembre se prevé la celebración de un seminario sobre el tema en conjunto con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

PRINCIPALES PRODUCTOS INVOLUCRADOSEn 2009, las exportaciones chilenas

destinadas a Francia alcanzaron un total de US$ 1.185,8 millones, registrando una caída de 47,9% con respecto del año anterior, cuando llegó a los US$ 2.277,47 millones, según datos de ProChile. Los productos que encabezan esta lista son cobre, celulosa, salmones y truchas, maíz híbrido, vinos, mariscos y frambuesas, principalmente.

El desempeño de las exportaciones e importaciones generó en 2009 un

saldo positivo en la balanza comercial de US$ 546,8 millones y el intercambio comercial sumó US$ 1.824,8 millones, registrando una variación del 43,1%. Cifras de ProChile y del Servicio Nacional de Aduanas revelan que Francia ocupa la posición número 15 como socio comercial de Chile y la duodécima ubicación como destino de los envíos locales, captando el 2,4% del total de las exportaciones nacionales y 14,5% del total de envíos no tradicionales.

Comercio Exterior Chile-Francia4.000,00

3.000,00

2.000,00

1.000,00

0,002005 2006 2007 2008 2009

Fuente: ProChile, sobre información del Servicio Nacional de Aduanas. ExportacionesBalanza Comercial

ImportacionesIntercambio Comercial

(Mill

ones

de

US$)


12 REPORTAJE

Con una próspera economía y con una población que goza de altos estándares de vida, Nueva

Zelandia es considerado un competidor directo de Chile en la cuenca del Asia Pacífico. Su aislamiento geográfico, similar al de nuestro país, y pequeña superficie no han sido obstáculo para que sus exportaciones ganen cada día mayor competitividad, amenazando en algunos casos a las chilenas en los mercados más exigentes.

En la actualidad sobresale en el concierto internacional por una metó-dica y creciente política sustentable que le ha reportado importantes logros y reconocimientos, tanto por su cuidado del ambiente como por su afán de que sus productores reduzcan emisiones de GEI.

Junto a Noruega, Islandia y Costa Rica, esta ex colonia británica es uno de los países que declararon firmemente su intención en 2007 de convertirse en carbono neutro, meta que se fijó alcan-zar en el año 2020. Desde entonces y, a pesar de los cambios de gobierno y prioridades, Wellington ha puesto en marcha incentivos y diversas medidas de estímulo para que los sectores producti-vos reduzcan su CO2, utilicen energías renovables y ganen en competitividad.

De visita por estos días en nues-tro país, la experta neozelandesa Ann Smith, gerente téc-nica del prestigioso CarboNZero Pro-gramme, instancia dependiente del Land Care Research –instituto de investi-gación gubernamen-tal especializado en el manejo sustenta-ble de los recursos productivos de ese país–, explica que las nuevas autoridades de Nueva Zelandia están enfocadas principalmente en propiciar la eficiencia energética y las tecnologías limpias para poder reducir el impacto ambiental en el país. “Se ha implementado un sistema de transacción de emisiones que ha sido adoptado en su primer año por el

sector forestal. Además, desde julio de este año el sector energético y el de transporte tienen que empezar a reportar sus acciones para reducir emisiones”, indica la especialista de esta organiza-ción certificadora, una de las que han conseguido mayor reconocimiento a nivel mundial.

PELEANDO CONTRA LA DISTANCIA GEOGRÁFICA

Nueva Zelandia tiene una economía abierta y fuertes vínculos económicos con Reino Unido y Australia debido a razones históricas y geográficas. Japón y otros países del sudeste y este asiático también son importantes socios comerciales, así como Estados Unidos.

Smith indica que Chile tiene hoy la “oportunidad” de aprender de las inves-tigaciones y la experiencia neozelandesa para construir una estrategia de apoyo a sus exportaciones frente a los próximos desafíos en el acceso a los mercados internacionales. “Si más empresas siguen estas formas de certificación, van a ser reconocidas en los mercados. Ya no sólo serán productores de Nueva Zelandia, sino también de otros países como Chile, Sudáfrica o Australia, por ejemplo”, explica.

Chile y Nueva Zelandia tienen nume-rosas características que los asemejan en su potencial exportador: ambas naciones se encuentran en ubicaciones geográfica-mente distantes de los grandes mercados y compiten allí con productos similares, tales como frutas, madera, pescados, mariscos y vinos, entre otros.

Paradójicamente, esta rivalidad también acerca a ambos países, ya que enfrentan problemas parecidos, como el llamado “food miles” o distancia que un producto debe recorrer desde su punto de origen hasta que llega a destino, como por ejemplo, las cadenas de retail. Este criterio está tendiendo, en algunos casos, a jugar en contra de los productos provenientes de destinos

la experiencia de posicionar sus productos por la vía sustentable

Nueva Zelandia:

AL IGUAL QUE CHILE, este país está distante geográfi camente de los principales mercados mundiales. A pesar de ello, ha logrado instalarse con fuerza como un productor “amigable” de frutas, madera, pescados y mariscos gracias al estímulo a la investigación y políticas estatales de protección ambiental.

A partir de julio, en Nueva Zelandia, sectores como el transporte deberán empezar a reportar sus emisiones.

Puerto de Wellington.


lejanos, ya que grupos de consumidores están privilegiando productos locales por considerar que su “food miles” es menos contaminante.

En 2009, una campaña publicitaria realizada en Inglaterra comparó la mantequilla importada desde Nueva Zelandia frente a su símil local debido a la larga distancia que la primera debía recorrer para llegar a las góndolas de los supermercados en el Reino Unido. Esta campaña no sólo sirvió para poner en alerta al gobierno neozelandés, sino que instó a los exportadores de ese país a unir sus esfuerzos y mejorar su imagen en los mercados de destino.

“Un tomate pro-ducido en el Reino Unido artificialmen-te fuera de estación va a tener una huella de carbono mucho más alta que el de Nueva Zelandia o Chile. Si se consi-dera sólo el ‘food miles’, esto puede esconder el hecho de que todos los pro-cesos que se hacen a nivel de facturación local pueden ser más intensos en su huella que producir en Nueva Zelandia o Chile, incluso considerando el transporte de estos productos en barcos”, explica la experta en sistemas de contabilidad de carbono y procesos de certificación.

Desde entonces, varios sectores productivos se han organizado para reducir sus emisiones de CO2. Los

productores de lácteos, cordero, vinos, kiwis, berries y paltas han unido esfuer-zos para optimizar sus procesos y se están beneficiando del estímulo fiscal para iniciar proyectos sustentables en sus predios que luego sean transables como bonos de carbono.

ENERGÍAS RENOVABLES NO CONVENCIONALES

Otra materia en la que Nueva Zelandia tiene camino adelantado es en la composición de su matriz energética,

que contempla entre 57% y 70% el uso de recursos renovables como agua, energía eólica y geotermia, por sobre combustibles de origen fósil, como el carbón o petróleo. En Chile, en cambio, a pesar de los esfuerzos por diversificación, la matriz energética toda-vía utiliza centrales ter-moeléctricas a carbón para generación ener-gética, lo que aumenta considerablemente la emisión de GEI de los principales procesos

productivos.La experiencia neozelandesa en

la mitigación de su huella de carbono es analizada hoy en un seminario que se celebra en el Centro de Extensión de la Universidad Católica, donde participan expertos internacionales y chilenos.


Ann Smith, gerente técnica del CarboNZero Programme.

LA MATRIZ ENERGÉTICA neozelandesa está compuesta entre 57% y 70% por

energías hidroeléctrica, eólica y geotérmica.

La venta de productos como vinos, alimentos y cosméticos bajos en carbono es una tendencia ya consolidada en Nueva Zelandia.


14 INNOVACIÓN

El Centro de Tecnologías Ambienta-les de la Universidad Santa María (CETAM) investiga soluciones para

capturar GEI generado por la basura, especialmente metano, gas de efecto invernadero que tiene un potencial nocivo 12 veces mayor que el CO2.

“Una interesante posibilidad es su captura eficiente para quemarlo y luego producir energía, lo cual permitiría dismi-

nuir su potencial como GEI al transformarse en CO2. Se puede conver-tir, por ejemplo, en gas de ciu-dad o en com-bustible para generar energía eléctrica. Sin embargo, en los rellenos sani-tarios cuando

mucho se quema en antorchas, perdiendo su potencial energético”, puntualiza el profesor Francisco Cereceda, director del CETAM.

Esta situación llevó al centro a postular en conjunto con la empresa norteamericana Numark Associates Inc., experta internacional en mercados

de bonos de carbono, a un concurso administrado en Chile por el Ministerio de Energía que es organizado y financiado por el programa “Methane to Market”, iniciativa de la Environmental Protection

Agency (EPA) del gobierno de Estados Unidos. “Este año nos dieron la buena noticia de haber sido el primer proyecto chileno que se adjudica un financiamiento de la EPA norteamericana”, cuenta el académico.

Cereceda detalla que el proyecto durará dos años y abordará las barreras técnicas y económicas que inciden en la baja captura de GEI, en particular del metano, que presentan los rellenos sanitarios y actividades industriales relacionadas.

“Nuestro objetivo es rentabilizar el negocio de la captura del metano. La idea es que se termine transformando en energía o que una empresa gane dinero a través de la venta de bonos de carbono. Queremos tomar un vertedero tipo y evaluar desde

el punto de vista técnico. Vamos a medir la cantidad de metano que este vertedero es capaz de producir porque una de las barreras de entrada que tienen las empresas que quieren ingresar a este negocio es la falta de información técnica respecto de este tema, lo que incide directamente en la rentabilidad de la inversión y en su interés”, sostiene.

Para realizar las exploraciones de metano en el vertedero seleccionado, el proyecto contará con equipamiento y know how de Estados Unidos. “Esto será complementado con entrenamiento de nuestros ingenieros y químicos. Se pretende desarrollar un spin off dentro de CETAM dedicado al mercado de bono de carbono y exploración de metano a partir de este proyecto”, especifica el académico.

“Los inversionistas deben entu-siasmarse económicamente con la captura de metano, ya sea para la compra de bonos de carbono o para hacer algo con el residuo que también otorgue ganancias, como por ejemplo, transformarlo en energía. Pero para eso se debe tener claro cuánto meta-no genera ese vertedero y cómo los empresarios lo pueden rentabilizar”, enfatiza el profesor de la Universidad Santa María.

EL PROYECTO apunta a determinar las barreras

tecnológicas y económicas que hay en Chile para

capturar este GEI, con miras a transformarlo en un producto transable en el mercado de

bonos de carbono.

U. Santa María estudiará la viabilidad comercial del metano generado por la basura

Francisco Cereceda, director del CETAM.

El Grupo Interdisciplinario de Bio-tecnología Algal y Biocombustibles Algales del Centro de Biotecnología

de la Universidad de Concepción (CB-UdeC) ejecuta, desde fines de 2008, el proyecto Fondef “Manejo biotecnológico de microalgas oleaginosas nativas para la obtención de biodiésel”, dirigido por la Dra. Patricia Gómez y el Dr. Cristián Agurto. En esta iniciativa también partici-pan la empresa productora de microalgas de interés comercial Panades y Cía. Ltda. y FAME Ltda., único productor chileno de biodiésel.

En esta tarea están trabajando en estrecha colaboración con el profesor Dr.

Yusuf Chisti, director del Biochemical Engineering and Process Biotechno-logy Research Center de la School of Engineering de la Massey University de Nueva Zelandia.

El investigador afirma que nuestro país presenta un gran potencial para producir estos biocombustibles dados los extensos territorios no aptos para la agricultura tradicional y por la alta diversidad de especies de microalgas que existen, a pesar de lo cual el desarrollo de esta tecnología es todavía incipiente.

Agurto explica que esta investigación pretende establecer las bases del esca-lamiento industrial para la producción

de microalgas nativas oleaginosas mediante el aislamiento y selección de cepas, mejoramiento genético de cepas, opti-mización de condiciones de cultivo y del proce-samiento de la biomasa microalgal en biodiésel. Hasta ahora se han selec-cionado diversas cepas

de microalgas oleaginosas nativas y se han definido las condiciones óptimas de cultivo para inducir la producción de aceite sin afectar sus tasas de crecimiento.

El equipo investigador se encuentra trabajando, además, en protocolos de mejoramiento genético de microalgas seleccionadas para aumentar los ren-dimientos de producción de aceite.

Adicionalmente, se han diseñado e implementado sistemas de cultivo cerra-dos –fotobiorreactores– que permitirán una óptima producción de biomasa microalgal rica en aceite. Posteriormente, éstos serán transformados, mediante un proceso llamado transesterificación, para generar metil esteres o biodiésel.

Uno de los aspectos más importantes de esta propuesta es que el biodiésel obtenido a partir de microalgas nativas no constituye una amenaza ambiental.

“Al contrario, estas fuentes alterna-tivas de biodiésel de origen vegetal no requieren destinar grandes extensiones de terreno agrícola a su cultivo ni importar especies vegetales exóticas al país (como la jatropha y la palma). Por otro lado, si los grandes productores de CO2 lograran vincularse con la pro-ducción de este tipo de biocumbutible mediante la compra de bonos de car-bono o incorporando este biodiésel en su matriz eneregética, esta experiencia puede constituir una forma de reducción del efecto invernadero a nivel local y global”, explica Agurto.

ESTA INVESTIGACIÓN pretende establecer las bases del escalamiento

industrial para la producción de microalgas nativas oleaginosas mediante el aislamiento y selección de cepas con las cuales elaborar

un biocombustible que no constituya una amenaza ambiental.

U. de Concepción busca producir biodiésel a partir de microalgas

Nuestro país presenta un gran potencial para producir estos biocombustibles.


15

–¿Conoces tu huella de carbono?

–No, y aunque tampo-co conozco demasiado sobre ese tema en específico, sí me interesa mucho el cuidado del medio ambiente.

–¿Cómo expresas este interés?–Me preocupo de reciclar mi

basura y utilizo lo más que puedo la bicicleta para transportarme. En este sentido ha resultado de mucha ayuda que el municipio de la comuna en que vivo (Ñuñoa) impulse un programa de reciclaje que les permita a los vecinos asumir conductas realmente eficaces en este punto, porque no es muy coherente que reciclemos nuestra basura y que luego nos tengamos que trasladar grandes distancias en automóvil para poder llevarla a un punto limpio.

–¿Quién debe ser el responsable de cuidar el medio ambiente?

–Todos. El cuidado del medio ambiente les corresponde tanto a las personas como a las instituciones. Valoro los esfuerzos que hacen las autoridades en este sentido y que facilitan que los particulares adopten prácticas verdes realmente eficaces. Si las condiciones están dadas, es más probable que un grupo mayor de personas se sumen a estas iniciativas.

–¿Cuál crees debiera ser el rol de la empresa privada?

mihuellapersonal

“El tema ambiental no es un ideal, es una necesidad

COMO UNA PERSONA común y corriente en materia medioambiental, pero con una preocupación y acción que sobrepasa a la del promedio de la población se defi ne esta actriz, que ha adoptado diferentes acciones en su vida privada para preservar el planeta. Para ella, ser sustentable es un estilo de vida que intenta transmitirle a su hija de una manera muy práctica, mediante el reciclaje, el cuidado del agua y la preferencia de la bicicleta como medio de transporte. “Trato de inculcarle un estilo de vida sencillo, más cercano a la naturaleza”, dice.

–Creo que todos los pro-yectos deben ser evaluados con una mirada de largo plazo. El medio ambiente no se recupera automáticamente y lo que hoy puede resol-ver un problema puntual, mañana es probable que se transforme en una situación sin solución. Me opongo a aquellos proyectos que representan pan para hoy y hambre para mañana. Hay otros criterios que considerar: no todo se trata de dinero.

Sería esperanzador para las generaciones futuras darse cuenta de que hoy existe la voluntad de incor-porar de verdad estos temas en el análisis de todos los proyectos industriales y comerciales. El tema ambiental no es un ideal, es una necesidad y una obligación moral actual.

–¿Cómo involucras a tu hija en estos temas?

–Aunque ella es muy chiquitita aún, hago que me ayude a separar la basura para reciclar, a cuidar el agua –aunque a esta edad es su pasatiempo favorito– y desde los 8 meses que va conmigo en bicicleta a todas partes. Ella sabe que esa es nuestra forma de

transportarnos. Además, trato de inculcarle un estilo de vida sencillo, más cercano a la

naturaleza. –¿Cómo promoverías estos

valores entre los chilenos?–Todos los medios de difusión

son válidos, pero lo más importan-te es que existan iniciativas colecti-vas que creen las condiciones para que estos esfuerzos se repliquen.

Mientras más personas hagan algo en favor del medio ambiente, mayor

será el impacto positivo, pero para que ocurra es necesario que exista una

mayor coordinación entre las autoridades y las personas.

y una obligación moral actual”

Sería esperanzador para las generaciones futuras darse cuenta

de que hoy existe la voluntad de incorporar de verdad estos temas

en el análisis de todos los proyectos industriales y comerciales.

este sentido ha resultado de mucha ayuda que

AntoniaZegers,actriz.



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