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HV7-07.3 El Comercio en época de la Colonia

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El Comercio en época de la Colonia EL COMERCIO:

La vida económica de la Venezuela colonial dependía de su producción agropecuaria y del intercambio con mercancías importadas.

El centro de la vida económica eran las haciendas y hatos, en los cuales se producía para consumo local y para la exportación. Sus productos fluían hacia las ciudades y puertos para ser exportados a España, Islas Canarias, México, Cuba, Puerto Rico. A cambio de estos productos se traían víveres, loza, sedas, esclavos y una gran variedad de artículos manufacturados.

El comercio se realizaba por algunos puertos venezolanos habilitados para el tráfico, divididos al efecto en puertos mayores y menores. 1.- La Guaira y Puerto Cabello eran puertos mayores. 2.-Maracaibo, Cumaná, Pampatar y Santo Tomé de Guayana, puertos menores.

En los primeros se pagaban todos los impuestos; en los puertos menores se rebajaban algunos derechos y a veces sólo se cobraban los impuestos municipales. EL COMERCIO CON ESPAÑA: Primer período: (siglos XVI, XVII y comienzos del XVIII). Se hacía mediante la flota de Tierra Firme, que una vez al año cubría la ruta de Sevilla a Cartagena de Indias y Panamá. Al pasar cerca de las costas venezolanas, algunos barcos pequeños se separaban de la flota y tocaban en Pampatar, Cumaná, La Guaira y Maracaibo, para efectuar el comercio de las provincias. Segundo período: (1730-1785). Durante este período el comercio estuvo en manos de la Compañía Guipuzcoana, la cual despachaba sus barcos directamente a La Guaira y Puerto Cabello, atendía el comercio de la provincia de Caracas y eventualmente el de Cumaná, Margarita y Maracaibo.

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Tercer período: (1785-1810). A raíz de la extinción de la Guipuzcoana, Venezuela fue incluida en el sistema de comercio libre establecido para todas las colonias españolas en 1778. Con este nuevo sistema Sevilla perdió su carácter de puerto único, y en su lugar el gobierno español habilitó otros nueve puertos de la península para el comercio con Las Indias.

El comercio libre rigió el tráfico con España hasta la Independencia. Fue un sistema liberal en relación con las restricciones y el monopolio anterior. Pero este comercio no permitía a las colonias comerciar con otros países. Esto último se logró con la Independencia. EL COMERCIO CON MEXICO:

Este comercio se inició desde los primeros años de la colonia y

alcanzó mucha importancia. Desde el siglo XVIII, este tramo permitió a los comerciantes y

cosecheros venezolanos disponer de una flota mercante que llegó a contar 18 barcos destinados al tráfico con el puerto de Veracruz. Este comercio por La Guaira disminuyó sensiblemente a fines del siglo XVIII, pero al mismo tiempo aumentó por Maracaibo, que llegó a ser el puerto de Tierra Firme. EL COMERCIO CON LAS COLONIAS EXTRANJERAS:

En general, este comercio estuvo prohibido. Pero en 1777, el Rey Carlos III autorizó a los hacendados venezolanos para que compraran esclavos en las colonias extranjeras, pagando su importe con frutos del país, a excepción de cacao.

El mismo año concedió permiso a las autoridades francesas de las Antillas para comprar ganado y víveres en las provincias venezolanas, pagando su importe en dinero, letras de cambio o esclavos. EL COMERCIO INTERIOR:

El comercio o tráfico interior tuvo muy poco desarrollo. Algunas rutas

terrestres y fluviales ponían en contacto a las zonas de producción con ciudades y puertos de embarque.

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Caracas, primer núcleo urbano de la colonia, mantenía comercio por tierra con poblaciones muy apartadas de su provincia, y también con las de Cumaná, Maracaibo y Nuevo Reino de Granada.

Con estas últimas, a través de las ciudades de Barinas, Mérida, Pedraza, San Cristóbal, La Grita y los llanos de Casanare.

Caracas se abastecía de ganado vacuno de los valles de Aragua, que la

surtían de aves y ganado menor. La ciudad se comunicaba con el puerto de La Guaira por un camino de 15 km, a través de la sierra del Ávila, que se recorría en cuatro horas; actualmente conocido como "camino de los españoles"

San Felipe y Puerto Cabello eran también importantes centros hacia los cuales convergían caminos desde Barinas, El Tocuyo y Barquisimeto.

De El Tocuyo y Trujillo salían caminos hacia Maracaibo y Coro. Hacia

Barcelona y Cumaná concurrían caminos por los cuales se transportaba de los llanos orientales, de las costas de Paria y de la depresión de Unare.

La navegación fluvial constituyó un importante medio de comunicación para algunas regiones. Sin embargo, el celo de las autoridades coloniales y su empeño en perseguir el contrabando provocaron el cierre de estas vías. RELACIONES COMERCIALES DE ESPAÑA CON SUS COLONIAS:

La política colonial de España estuvo orientada de acuerdo con el mercantilismo, doctrina económica que se basa en los siguientes principios: 1.- Control de todas las actividades económicas por el Estado. 2.- Monopolio comercial y prohibición a las colonias de comerciar con otros países. 3.- Búsqueda y atesoramiento de metales preciosos, y medidas para impedir su exportación.

El gobierno español aplicó esta doctrina mediante el establecimiento de las siguientes disposiciones: 1.- Las colonias sólo podían comerciar con España. El comercio con otros países se consideraba delito grave y se castigaba severamente. Durante más de dos siglos todo el comercio de España y sus colonias debía hacerse por el puerto de Sevilla.

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2.- Se prohibía producir lo que producía España. No se permitía sembrar uvas, ni olivos, ni lino, a objeto de garantizar el consumo de vinos, aceites y telas de España. Estaba igualmente prohibido establecer industrias de confección de telas. Estas medidas iban dirigidas a impedir la competencia con la producción metropolitana y a convertir las colonias en mercado seguro de los productores y comerciantes españoles. 3.- El mercantilismo español mantenía el principio de que la riqueza de la nación dependía de la cantidad de metales preciosos que tuviera en sus arcas. Esto movió al gobierno a estimular la explotación de las colonias en busca de minas, muchas veces en perjuicio de otras actividades que habrían sido más productivas. Las riquezas mineras de los territorios coloniales fueron la base del establecimiento de los grandes centros administrativos, que fueron los Virreinatos (México, Perú, Nueva Granada), mientras otros territorios quedaron relegados y culminaron su organización política tardíamente (Venezuela).