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Núm. 74 - 75 HD
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MINISTERIO DE AGRICULTURA
COBERTURAVEGETAL
DE TALUDES
MARIANO GARCIA ROLLAN
Agente de Extensión Agraria
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COBERTURA VEGETAL
DE TALUDES
La existencia de taludes y terraplenes es muy frecuentee inevitable en el medio rural. Silos, albercas, acequias, es-
tercoleros y otras muchas construcciones que presenten pa-
redes salientes por encima del nivel del terreno circundan-
te, suelen reforzarse con pequeños contrafuertes de tierra.
Parcelas o fincas situadas más altas que las vecinas suelen
limitarse con taludes cuando no se dispcqne de piedras para
cierres verticales. I^ual sucede en muchas comarcas con el
borde de los bancales de cultivo. La nivelación del terreno
para. nuevas construcciones, en lugares accidentados, requie-
re movimientos de tierra que también originan terraplenes
artificiales. Y, como ejemplo final, pensemos en los múlti-ples caminos que los agricultores están realizando por todo
el país; estas obras, individuales o comunitarias, suponencientos de kilómetros de nuevo trazado, con sus correspon-
dientes cunetas y taludes de tierra.
Todos estos taludes presentan una superficie inclinada
que conviene proteger y utilizar. La necesidad de propor-
cionarles una cubierta vegetal se justifica principalmente
por tres razones :
Mejor aspecto.-El aspecto del talud gana mucho si lassuperficies terrosas se cubren de un tapiz verde. La tierra
desnuda es menos bella y da al paisaje sensación de aridezy abandono. En cuanto a los taludes cercanos a la vivienda,
pueden ajardinarse con plantas ornamentales, que serán un
recreo para la vista y adorno natural para el lugar.
F^ig. l.-Muchas construc-ciones rurales se refuer-
zan con taludes.
Lucha contra la erosión.-Hay que luchar contra la ero-
sión, que es muy acentuada en los taludes. En pendientes
suaves, el agua de lluvia produce un desgaste laminar uni-
forme en la superficie, pero en pendientes fuertes produce
surcos cada vez más grandes. La fuerza del líquido al correr
por esos surcos va arrastrando tierra y deshaciendo el ta-
lud, con el consiguiente peligro para la obra o terreno si-
tuados sobre él. Por otra parte, los sedimentos arrastrados
van a depositarse a zonas más bajas, estropeando drenajes
o aterrando zonas fértiles. En zonas lluviosas el material
arrastrado es tan grande que puede cegar canales de riego
y cambiar el curso de las corrientes de agua. Se ha calcu-
lado que algunos taludes pueden desgastarse a una velocidad
de hasta 750 toneladas por hectárea cada año.
Como es lógico, la erosión varía mucho de unos sitios
a otros. Depende de la cantidad de lluvia caída en la co-marca, de la longitud y pendiente del terraplén, de la clase
de suelo que lo forma (según permeabilidad, tamaño de suspartículas, contenido en materia orgánica, compactación ),
etcétera. Pero una cosa es segura: la erosión se puede evi-
tar con una buena cubierta vegetal que frene la caída del
ag^a can sus hojas y sujete el suelo con sus raíces.
Producción de forraje.-Se puede conseguir una produc-
ción forrajera útil y, en taludes de mucha longitud y utili-
Fig. 2.-Los lados de loscaminos suelen hacerse en
talud.
zando hierbas nutritivas, el rendiYniento no es nada despre-
c7able. En las autopistas españolas, la parte de taludes apro-
vechables para céspedes se calcula en unas 2,5 hectáreaspor kilómetro. Las cifras son mucho menores tratándose de
caminos y obras rurales, pero siguen siendo interesantes.
CARACTERISTICAS PECULIARES DE LOS TALUDES
El suclo de los taludes puede ser muy variado, pero, en^;eneral, comparándolo con las tierras de cultivo normales
Fig. 3.-El agua de lluvia erosiona las pendientes.
I^ig. 4.-La erosión puedeponer en peligro las cons-
trucciones.
y llanas, presenta unas características negativas que deri-
van de su inclinación. Por ejemplo, suele poseer poca hu-
medad, ya que la cantidad de agua que puede infiltrarse en
él está en relación inversa a la inclinación del terreno. La
sequedad se acentúa en las partes altas de taludes con mu-cha pendiente. Constituyen una excepción aquellas laderas
por las que aflora al^ún manantial o capa freática.
El grado de humedad y la temperatura dependen de lacantidad de sol recibida, y ésta varía mucho con la pendien-
te y la orientación. Las diferencias pueden ser enormes en-tre taludes próximos, con sólo estar uno en la solana y otro
en la umbría. Más temperatura y meríos humedad habrá
en las solanas y en las cabeceras; más fresco y más hume-
dad en las umbrías y en las bases.
Por otra parte, cuando la inclinación es grande, la,s la-
bores son difíciles, no se puede emplear maquinaria ncrmal,
las semillas se deslizan, el agua de riego escurre demasiadodeprisa y es difícil mantener el equilibrio.
Las casas se agravan cuanda el terraplén ha surgido por
obras de desmonte, corte de terreno o acumulación de ma-
teriales especiales. Los cortes profundos dejan al descubier-
to el subsuelo estéril, sin materia orgánica, pobre en nitró-
Pig. 5.-El suelo sc puede preparar con un simple rastrillo.
geno, con mala estructura e incluso con la roca madre aso-
mando. Otras veces las máquinas dejaron la superficie en-
durecida y alisada por el corte, o apisonada y compactada, por
lo cual no penetra el aire, ni el agua, ni las raíces. En estos
casos también suele haber acumulación de arcilla o arena.,
elevada acidez o alcalinidad y, desde luego, infertilidad.
En resumen, los taludes nos ofrecen un suelo incómodo,
muy variado y lleno de inconvenientes para las plantas. No
obstante, podemos resolver los problemas que nos presentan
y conseguir una cobertura vegetal útil.
PREPARACION Y SIEMBRA
Dada la gran variedad de taludes que podemos encontrar,
lo primero que debe hacerse es un análisis del suelo, al me-
nos para tener idea de su acidez ( de ello dependerá queusemos enmiendas calizas o no ) y de sus necesidades en
fertilizantes.Como suelen ser pobres en materia orgánica, conven-
drá usar 1 a 3 kg. de estiércol fino o basuras de ciudad por
cada metro cuadrado, pero tales abonos deben estar bien
fermentados y sueltos. En cuanto a los abónos minerales,
debemos tener en cuenta que los granulados no favorecen
-^-
la germinación de las semillas pequeñas y pueden ser arras-
trados. Anotemos que deben evitarse las dosis masivas de
abonas nitrogenados, pues a pesar de ser sus efectos es-
pectaculares sobre las gramíneas en taludes pobres, es pre-
ferible fraccionar las aplicaciones.
En cuanto a labores de preparación del terreno, hay que
evitar las profundas, para no favorecer la erosión. Además,
interesa mantener la compacidad, en los taludes que sos-
tienen obras, para evitar que el agua y el aire penetren enlos firmes ; por ello sólo se debe actuar en superficie. La
escarificación o preparación superficial necesaria puede ha-cerse fácilmente con un rastrillo. Se igualará antes el terre-
no, quitando las piedras salientes y eliminando crestas y
surcos, operando en la dirección de las curvas de nivel. La
poca tierra removida será suficiente para mezclar con los
abonos y realizar la siembra.Cuando hay poca pendiente, se añade, a veces, una lige-
ra capa de tierra fértil traída de fincas cercanas, pero tam-
bién en estos casos conviene rastrillar antes la superficie
del talud, para evitar el deslizamiento de la tierra que se
eche y facilitar el enraizamiento.
La siembra en los taludes suele ser difícil si no se em-
plea algún material de cabertura. Este material se coloca
encima del terreno, para proteger a las semillas y facilitar
su germinación. Tales cubiertas temporales contribuyen tam-
bién a mantener la temperatura del suelo, reducen la eva-poración y disminuyen la erosión, al evitar el impacto de la
lluvia. La protección que proporcionan al talud hasta queconsigue implantarse la veg'etación es fundamental. Desde
luego, son necesarias, si se quiere tener éxito en pendientes
fuertes, cuando no puede prepararse la tierra para la siem-
bra o cuando se siembra en épocas inadecuadas.
Los materiales para cobertura empleados normalmente es-
tán al alca.nce de cualquiera. Uno de los más corrientes es
la paja de cereales, en cantidad media de 50 kg. por área.
Con 0,5-1 kg. de paja por metro cuadrado se consigue una
capa protectora de 3-8 cm. de espesor. También se emplean
cortecillas de árboles, virutas de madera o serrín. heno ( me-
Fig. 6. - Capa protectorade recortes, que luego secubrirá con malla de
cuerda.
jor picado), malla de yute, cáscaras, hojarasca y otros res-
tos vegetales, agujas de pinos, mantillo, turba, recortQS de
papel macerados, fibras celulósicas, gravilla, ete. Los mate-
riales livianas suelen regarse con emulsiones asfálticas para
mantenerlos adheridos, pero también pueden sujetarse con
redes o cuerdas. Si se ponen láminas de plástico ( aceleran
la germinación ), conviene que sean transparentes y se de-
ben retirar antes de que las plantitas se doblen y debili-
ten. En obras públicas se han empleado también estabili-
zadores que se infiltran en el suelo y aglomeran sus par-tículas; por ejemplo, extractos de algas, sustancias plásti-
cas y emulsiones bituminosas especiales.
Tratándase de materiales celulósicos (paja, heno, papel,
etcétera ), conviene añadir al suelo algo de nitrógeno adi-
cional, del orden de 2 kg. por cada 100 de material.
Para realizar la siembra de taludes difíciles pueden mez-
clarse las semillas con agua y un material fino adherente,
lanzando la mezcla sobre la ladera. Se deben elegir días
sin lluvia y se procurará que la mezcla tenga la consisten-
cia necesaria para que, al ser lanzada, quede pegada y no
se amontone. Luego puede colocarse una cubierta de va-
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Fig. 7.-Cobertura con gramíneas.
rios centímetros de paja de cosechadora o de los materiales
antes citados. Se evitarán las pisadas hasta que esté todo
bien cubierto de plantas, cosa que sucederá a los pocos meses.
Los problemas de siembra desaparecen cuando la cubier-
ta vegetal se realiza plantando esquejes, pero este proce-
dimiento no necesita explicación y sólo se emplea con cier-
tas plantas ornamentales. En algunos casos la cobertura se
consigue trasplantando tepes de césped, que se recortan decualquier pradera, pero es engorroso y no siempre da buenresultado.
ELECCION DE ESPECIES
Ya hemos dicho que los taludes son muy variados y por
ello serán también distintas las especies adecuadas para cadacaso. Hemos de distinguir dos grandes grupos, según su fi-nalidad: especies forrajeras que forman césped, y especies
exclusivamente ornamentales. Siempre se preferirán plantas
cuyas semillas germinen rápidamente, para acortar así el
tiempo en que el talud permanece desnudo. Recordemos a
este respecto que la germinación puede acelerarse sumer-
giendo las semillas en agua previamente, batiendo algunas
con arena, etc. ; en el caso de leg^uminasas, puede ser con-veniente inocular las semillas con Rhizobium.
Fig. 8.-Cabertura con le-guminosas.
Interesa mucho que las especies elegidas sean resisten-
tes, de larga duración y se adapten al clima local. Las es-
pecies espontáneas son las mejores adaptadas al lugar, pero
no suelen interesar, por lo lento que resulta su multipli-
cación. Conviene también que las semillas se encuentren
fácilmente en el comercio, p^ara disponer de ellas en cual-
quier momento y tener asegurado cierto grado de pureza
y selección.
PLANTAS PARA CESPEDES FORRAJEROS
Generalmente se cuenta con especies nutritivas, muy ape-
tecidas por el ganado y que proporcionan buena cobertura.
Suelen ser gramíneas o leguminosas. Las gramíneas germi-
nan pronto y proporcionan buenas densidades, por lo que
deben preferirse en la etapa inicial. Las leguminosas cubren
Fig. 9.-Las gramíneas pre-fieren lo alto de los ta-ludes v las leguminosas
^ las bases.
una mayor superficie por planta y prefieren las bases de los
taludes y las umbrías. Interesan las de raíces múltiples, fas-
ciculadas en cabellera que sujete bien la tierra; se evita-
rán, por el contrario, las de raíz única y gruesa. A conti-
nuación relacionamos unas cuantas especies, que pueden em-plearse con buenos resultados, generalmente :
- Feshcca rubrn, gramínea duradera, muy buena. Pre-fiere umbrías, sitios frescos y suelos calizos.
- Festuca ar^^^^,dinacF^^, también duradera, más alta que
la anterior, de crecimiento más rápido, más resistente a lasequía. Prefiere suelos compactos. Van bien mezclada con
el dactilo.
- I^actilo (Ds^ccylis glomerata). Gramínea durad^era, alta.
Resiste la sequía, el frío y las grandes pendientes. Apropia-
da para solanas, en suelas no arenosos. El tapiz que forma
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es discontinuo, por lo que conviene mezclarla con alguna
otra.- Raygrás inglés (Loliu.m perenr^e). Gramínea duradera,
de hoja fina y brillante, que forma césped compacto. Crece
rápidamente y prefiere suelos arcillo^sos y sola.nas. Resiste
e1 frío.
- Fleo (Phleum pratense). Gramíne^a duradera, que forma
césped poco compacto. Aguanta humedad y frío, pero no
la sombra.
- Falaris (Phalar,'s cuberosa). Duradera, alta ; resiste la
sequía, el frío, los suelos pobres, salinos, húmedos o yeso-
sos. Prefiere las solanas.
- Grama (C,ynodu^L daccylon). Gramínea duradera, que
se prepaga rápidamente, por lo que debe utilizarse en ta-ludes que estén alejados de las tierras de cultivo. Forma cés-
ped apretado, que no necesita segarse. Resiste la sequía.
Además de la semilla, se pueden usar estolones.
- Loto (I,otus corniculaa^^s). Leg^uminosa de tallos ras^tre-
ros y flores amarillas. Prefiere solanas de sitios fríos; aguan-
ta pendientes fuertes, sequí^a y salinidad.
- Trébol subterráneo (Trifolium subcerraneum). Legumi-
nosa anual, de tallos tumbados. Prefiere suelos silíceos y
aguanta la sequía. Se resiembra ella misma fácilmente.
- Trébol blanco (Trifolium repens). Leguminosa durade-
ra, de tallos rastreros, que van enraizando según avanzan.
Prefiere suelos compactos, frescos y luminosos. Resiste el
frío y la humedad, pero no la sequía. Se puede poner enla base de taludes suaves o en laderas que se rieguen y no
sean ácidas.En algunos países se usa mucho la leguminosa ^Coronilla
varia, porque se extiende fácilmente en suelos calcáreos.
La época de siembra suele ser la misma para todas las
especies mencionadas, prefiriéndose la primavera en sitios
fríos y el otoño en lugares templados. No obstante, algunas
prefieren la primavera ( grama ) y otras el otoño ( trébol
subterráneo ).Si el talud se siembra con una sola de las especies des-
critas, las dosis a emplear pueden ser las siguientes:
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Especie Gr. ^^or rnz
Festuca rubra ... ... ... ... ...Festuca artmdinacea ... ... ...Dactilo ... ... ... ... ... ... ...Raygrás inglés ... ... ... ... ...
10252025l5
Falaris ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... . ... 25Grama ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 10
20Trébol subterráneo ... ... ... ... ... ... ... ... ... 15Trébol blanco ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 10
No conviene emplear una sola especie, pues dan mejor
resultado las mezclas de semillas. Las dosis suelen ser en-
tonces, como media, de 30 a 60 gramos de mezcla por me-tro cuadrado, pero depende mucho de las especies compo-
nentes y las relaciones entre ellas. Las cifras son siempre
mucho más altas que para sembrar praderas, dadas las cir-
cunstancias especiales del medio y el fin que se persigue.
A1 principio se pueden añadir ciertas cantidades de ce-bada o centeno, que luego desaparecerán tras haber pro-
porcionado buena cantidad de forraje.
Fig. 10.-Taludcon lirios.
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ESPECIES F.XCLUSIVAMENTE ORNAMENTALES
Decimos exclusivamente pcrque los céspedes antes tra-
tados también adornan cualquier lugar. Existen plantas con
gran capacidad invasora, resistentes a la sequía y a los
suelos pobres, que pueden cubrir de fiores cualquier talud
que se quiera a,jardinar. Se puede hacer así más agradable
cualquier rincán y cambiar el aspecto de los aledaños de las
viviendas rurales.
Muchas son las especies que se pueden elig^ir ( sobre todo
si se dispone de agua para regar el talud), pero sólo vamos
a relacionar unas cuantas entre las más rústicas y que han
demostrado buen comportamiento en las circunstancias quenos ocupan. Quien desee ampliar sus conocimientos, podrá
consultar libros de jardinería o preguntar a personas enten-
didas.
- CarE^^u(^r^>r«s e1^u.lis (Me^sembryanthemum). Rastrera, de
hojas estrechas carnosas. Se extiende pronto, aunque el sue-
lo sea muy arenoso. Se suelen plantar unos 30 esquejes por
metro cuadrado. Hay etras especies más pequeñas del mis-
mo género, que también pueden servir.-/r^s gc^Tm.n^^i^a o lirio. Va bien en solanas, para conso-
lidar taludes pendientes. Le va mal la humedad. Se plan-
tan trozos de rizomas, dispuestos horizontalmente, medio en-
terrados.- Sedum s^„^r1^^^rt. Puede cubrir los terrenos pobres con
hojas carnosas y flores rosadas. Parecido es el S. acre, que
forma buenos tapices de flores amarillas.
- Ar^bis ^^lp%na. Extiende sus ramillas sobre el suelo rá-
pidamente. Tiene las flores blancas y va bien en solanas.
- IU^^ris sc^rn^^c^rrirens o earraspique. Aguanta suelos so-
leados y secos. Tiene fiorecillas blancas abundantes. Va bien
mezclada con otra^s, como Aubri^ria del^oid.^a.
- C^r^^sr,ium comencosum. Es rastrera, de follaje plateado
invasor y flores blancas. Se multiplica por semilla y esque-
jes. Resiste la sequía y va bien en solanas, asociada con
otras como las anteriores.En sitios costeros hemos visto emplear Armeria ntaritimn
Fig. 11.-Los rizomas delos lirios sujetan bien el
terreno.
asociada con Alyssurn saxarile y gramíneas bajas. En sitiosfresco^s pue^den po^nerse Saponaria ocymoides, Ajiiga repr^w^s,
etcétera.
CONSERVACION
2Tna vez conseguida la cobertura vegetal, hay que pro-
curar conservarla en buenas condiciones. No hacen falta
grandes cuidados, ya que las plantas elegidas son resistentes.
Rara vez se contará con agua para regar, pero si se dis-
pone de ella, se usará con prudencia ; los riegos serán pe-
queños, aunque repetidos y, a ser posible, pulverizando el
líquido. Cosa parecida podemos decir del abonado, que en
suelos pobres y de mucha pendiente se hará en pequeñasdcsis repetidas periódicamente.
Tratándose de céspedes, es fundamental la siega opor-
tuna. Si se pretende obtener forraje para el ganado, con-
Fig. 12.-Guadaña pa-ra un solo brazo.
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vendrá dar el corte cuando las gramíneas están a punto
de espigar y las leguminosas empezando a florecer. Es el
momento en que tales hierbas alimentan más. Como la in-
clinación del terreno impide usar segadoras normales, hay
que recurrir a la siega manual con guadaña o cortacéspe-
des de mano. Hoy se fabrican modelos de jardín, de muy
poco peso y mango largo, que pueden manejarse en cual-
quier postura. Ta,mbién hay guadañas miniatura, que se pue-
den usar con un solo brazo.
Después de cada siega, y al final del invierno, conviene
compactar un poco la superficie del talud, que suele ahue-
carse. Esto se consigue desplazando un rodillo por la lade-
ra o golpeando con la cara plana de una pala.En caso de que el césped no se aproveche como forraje
y se considere la siega muy molesta, habría que usar ciertos
herbicidas para evitar su crecimiento libre. El más emplea-
do es la hidracida maleica, que, aplicada en primavera, dis-
minuye el desarrollo de las gramíneas y evita su floración.
Se echan unos 60 gramos de producto por área, disuelto en
unos ocho litros de agua, pulverizándolo en días sin lluvia.
Se repite cada año. Si aparecen malas hierbas de hoja an-cha, se puede añadir al tratamiento anterior 30 gr. de 2-4-D
con más agua. Las plantas indeseables que puedan salir tam-bién se pueden arrancar a mano o con una pequeña aza-
dilla escardadora, cosa necesaria tratándose de taludes conornamentales. En éstos es importante ir reponiendo los fa-
llos con nuevas plantas, para evitar calveros, que la erosión
agrandaría.
PUBLICACIONES DE EXTENSION AGRARIABravo Murillo, 101 - Madrid-20
Se autoriza la reproducción íntegrade esta publicación mencionandosu origen: «Hojas Divulgadoras delMinísterio de Agricultura».
I.S.B.N.: 8-1-500-7091-0 - Depósito legal: M. 31.558-1975 (20.000 ejemplares)
Neogra(is, S. L. - ^antiago Estéeez, 8- Madrid-]9