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7/25/2019 Ideologa y Pedagoga Carrasco
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IDEOLOGAY PEDAGOGA
Joaqun
GARCIA CARRASCO*
Just cacin y pertinencia del tema
No es difcil encontrar razones para justi-
ficar un proyecto de anlisis de las relacio-
nes en tre ideologa y pedagoga. El trm ino
ideologa, con la voluntad de e ncontrar un
contenido semnt ico expl c i to a l mismo,
nace en el crepscu lo del siglo de las luces)).
Siglo al que D'Alembert, en sus Elments de
philosophie', llama siglo d e la filosofa)) y si-
glo de la ciencia n atural)); pero al que
J
C.
Fabricius en 178 4 llama, igualmente, ((Erzie-
hungsjah rundert)) porque fue, cier tamente,
la Ilustracin el marc o esplndido e n el qu e
nacen las intenciones educacionales de un
proyec to generalizado d e racionalidad qu e
las convierte en Pedagoga, en ciencia so-
bre la educa cin. La educacin adquiere, en
ese siglo, la cond icin d e utilidad pb lica. El
tipo de ejercicio de racionalidad que pro-
mueve la Ilustracin conmueve los cimien-
tos d e la enseanza. T odo s los grandes escri-
tores de la poca toman pa rte en el debate,
desde Locke a Did erot. Incluso, algunas obras
ma estras de la poca, desde el pun to d e vista
literario, son especficamente pedaggicas:
el Emilio de Rousseau (1782), La educacin del
gnero hzlmano de Lessing (1 777-178 0), las Car-
taspara la promocin de la bzlmanidad de Herder
(1 79 3 , las Cartas sobre la educacin esttica del
hombre d e Schiller (1795 ). La Ilustracin se
dis t ingue, como veremos, por un cambio
profundo en la concepcin de la racionali-
dad, y ese cambio afecta a la figura que el
hom bre t iene de s mismo y a la concepcin
y proceso que proyecta de la formacin
cultural.
En segundo lugar, porq ue toda Pedagoga
debe prop onerse una teora de los concep-
tos pedaggicos,
c o n c e p t ~ l o g i a ~ ~ ~a llama
Nacido en 1941. Actualmente es catedrtico de Peda-
goga General en la Universidad de Salamanca. Algunos de
sus libros publicados son: Pol?tica docente (Madrid, Edito-
rial
B.
A.C.) ,
Ley G enera l de Educacin
(Salamanca, Edito-
rial Sgueme),
Cuestiones d e Pedagogiz te ni u
(Salamanca,
Editorial Patmos).
D'ALEMBERT,
ssai sur les Im ents de philosophie, ou
sur les priitcipes de connairsances hum ain es, avec claircis-
sement. Oeuvres Compltes D'Al emb ert , Geneve, 1967,
Slatkine reprints,
T. I . ,
p. 122. aNotre sicle s'est donc ap-
pel par excellence le sicle d e la philosophie . ..
2 BUNGE.M . , Epistemologiz, cap. 3 *Naturaleza de los
Mario Bun ge, un e studio del ((proce so de
categorizacin)) lo llamara Jerom e Brune r3;
en cualquier caso, es indiscutible la necesi-
dad de distincin en tre las ((formas de pen -
samiento)) que t ienen lugar e n el ((discurso
p e d a g g i ~ o ) ) ~ .s tamos acostumbrados, en
los textos de intencin pedaggica, a ver
cm o se pasa del lenguaje mito-po tico, de
la trasposicin metafrica del lenguaje, al
modelo analtico susceptible de modeliza-
cin matemtica. Ello se hace sin la m eno r
solucin de continuidad. Precisamente, el
trazo d e l inderos en el pensamiento fue una
de las inten cion es prim ordiales d e la Ilustra-
cin. Hasta el punto de no temer af irmar
que los inconvenientes que encontramos en
la construccin de una Ciencia de la Educa-
cin se deb en, en b uena parte, a q ue ((a la
ilustracin del pensam iento pedagg ico hay
que calificarla bajo el nombre de ((ilustra-
cin i n ~ o m p l e t a ) ) ~ .
La tercera razn que motiva este estudio
es qiie la ideologa entendida como pen-
samiento esencialmente deformador y de-
forrriante u no de los significados que t iene
esta palabra se lanza co mo piedra arrojadiza
contra toda construccin pedaggica, como
reflejo del ((ejercicio de poder de violencia
~ i m b l i c a ) ) ~ue t iene lugar en todo acto o
proceso educacional. Los pedagogos actua-
les seran los mo de rno s sofistas))'.
bjetos conceptuales*, Barcelona, Ed. Ariel, 1980; Id *El
ser no tiene sen tido y el sentido no tiene ser: notas para una
conceptologa,
Teorema,
VI,
pp . 201-2 12.
3 HR UNER ..S.,
Elproceso mental en e l ap~endizaje ,
Ma-
drid, 1978. Narcea S.A. de Ediciones.
4 COLOM,
A.
Lectura del dircurso pedaggico actual,
Palma de Mallorca, 1979. Ed. Embat.
SUBIRATS.., La lustracin insuficiente, Madrid , 198 1.
Ed. Taurus.
I~ OUDIEU,.; PASSERON,.C . ,
La reproduccin, ele-
meniros para un a t eo M del sirtema de enseanza,
Barcelo-
na , 1.972. Ed. Laia.
7 .E1 gran sofisma qu e Platn nos ha denunciado en el
Protrigoras creemos qu e en sustancia es ste: el de quiene s
estiman qu e es lcito apoyarse en la evidencia axiomtica de
que el hombre slo es hombre por la educacin, para justi-
ficar la profesin de sofista como cientficos d e la educ a-
cin , como maestro de hum anid ad y de sus virtudes ms
genuinas (la libertad, la personalidad, la realizacin de la
propia mismidad).
Por supuesto, ni Scrates ni Platn , a pesar de su
impla-
cabl~e nlisis, h an pod ido acabar con los sofistas, en su sen-
tido ms estricto, ni es posible acabar con ellos, como tam-
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La cua rta razn estr iba en qu e las comp o-
nentes cognitivas del acto educacional re-
miten, para el hombre ordinario, a formas
ideolgicas de pensamiento e in terpreta-
cin. Has ta e l pu nto de qu e podr amos su-
prim ir, se pierisa, sin perjuicio, to da forma-
cin tcnica tiel pedagogo y de la accin
educativa, menos el hecho mismo vital del
conta cto directo con el alumno8. De ah la
falta de com prom iso terico q ue los forma-
dores practican para la accin didctica.
Unos, porque su formacin estuvo directa-
mente dirigida para el cultivo de las cien-
cias, en tan to que ciencias , y no de las cien-
cias para ser enseadas; otros, los pedago-
gos, po rqu e no encu entran lugar existencia1
en el que aplicar los conocimientos q ue po-
seen; de la falta de aplicacin ded ucen una
falta de sentido . La distancia qu e resta entr e
el conocimiento c ient f ico y los requeri-
mientos de los problemas existenciales que
plantea el acto educacional con creto, se re-
poco la medicina puede acabar con las enfermedades. Tan
slo es posible inte ntar mante nerlos a raya . Pero los so-
fistas se reproducirn siempre , precisamente porque la mul-
tit ud los gobiern os necesitan estos cientficos de la perso-
nalidad, estos maestros de la virtud. Por eso tampoco les ne-
gamos su funcin social *. Plat n, Protgoras, 1980, Edi-
cin bilinge comentario de Gustavo Buen o, Ovied o,
Clsicos el Basilisco, Pentalfa ediciones. (La cita, e vidente -
mente, pertenece a un texto de Gustavo Bueno, en el co-
mentario introductorio de la pgina 82).
Y un educador es esencialmente un creyente un
poe ta.. Hay un hecho sorprend ente: para muchos en Espa-
a lasjc haj d e tecntficacin de la pedagogb coinciden con
las fechas de la degradacin de la educacin. Lo cual n9
quiere decir evidenteme nte q ue haya una relacin de casua-
lidad*. (El subrayado pertenece al autor del lib ro.) GONZ
LEZ DE CARDENAL. . , M e m o d p a r a u n e du ca dor co n u n
epi2ogo parajaponeses, Madrid, 1981. Narcea S.A. de Edi-
ciones.
Dura alternativa sta, en la que se encuentra un hombre
qu e viva cultivando lo q ue ha dad o en llamar Ciencia de la
Educacin: o poe ta o sofista. Realm ente, a pesar de la bue-
na voluntad
el buen hacer de sus autores, ms que como
dos libros, los he sentido com o dos librazos.
8
.Nadie intentara negar q ue la prctica de la enseanza
produce los resultados que son propios de la experiencia.
Pero,
justam ente, el hecho de q ue se sigan necesariamente
de ella, exige un anlisis. Adems, no los produce de m ane -
ra automtica . Pues nadie extraer de un hecho aquello que
no ha sido intelectualmente preparado*.
BELTH,M., a
educacin como dirciplina cientl;fca,
Buenos Aires, 197
1
Ed. El Ateneo, p. 2.
l lena con contenidos de pensamiento que
perten ecen a la forma de pensamiento ideo-
lgico.
La quinta razn o m otivo se origina po r el
lugar que ocupa la ideologa en el pensa-
mie nto c ontem porn eo. La ideologa se en-
tiende, en general, como sis tema de ideas
coherentes referido directamente a la ac-
cin; en cuanto tal , acta como el agluti-
nante y diferenciador cultural del pensa-
miento contemporneo.
Una sexta razn arranca de la crisis de
racionalidad cientf ica qu e, com o mo me nto
terminal, se presenta despu s de haber ana-
lizado, hasta la nusea, el criterio de verdad
que contiene la forma de lenguaje ms de-
purado y perfecto sobre la realidad: el len-
guaje de la ciencia. Como consecuencia de
esta crisis de racionalidad se produce una
revitalizacin cultural de otras formas de
pensamientog.
Finalmente, el estudio de la ideologa ha
sido el eje problemtico, en to rn o al cual se
ocup el quehacer de la llamada Sociologa
del c o n o c i r n i e n t ~ ~ ~ .
Tod as estas razones son m s qu e suficien-
tes para justificar que, hoy, nos proponga-
mos co mo proyecto ,
y
desde la misma Pe-
dagoga, las relaciones del sistema pedag-
gico de proposiciones y la forma de pensa-
mie nto ideolgico.
E l
concepto de ideologt
y
su problema
semntica
en el ocaso del stglo
X V I I I
Despus de la Revolucin aparecen en
Francia un grupo de intelectuales del ms
diverso gnero, a los que se dio en l lamar
< ( i d e l ~ g o s ~ ' .lgunos piensan que fueron
todos discpulos de Condillac. Pero, en el
g rupo , in f luyeron muchos o t ros au to res .
9
MUGUERZA,.
La razn sin esperanza,
Madrid, 1977.
Ed. Taurus; GEYMONAT,.,
Ciencia y realirmo,
(apndice:
sobre e l concep to de cn szs de la racionalidad cientt;rca),
Barcelona, 1980. Ed. Pennsula.
1 MERTON, .K.,
La Sociologia de la ciencia,
Madrid,
1977, Alianza Univers idad, vols.
PICAVET.
es idologues, essai sur l histoire des ides
et des thones scientifiques, philosophiques, religieuses,
etc., en Frunce depuis
1789, Pars, 1891, Flix Alcan.
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Voltaire haba ya difundido la filosofa de
Locke y el paradigma newtoniano, al tiempo
que reconoce en Descartes, en el Descartes
del
Mtodo,
uno de los pensadores ms gran-
des del siglo
XVII
Igual que Voltaire, reco-
nocen el valor metodolgico del
cartesianis-
mo Mopertius, Lamettrie, Ruffon Todos,
discpulos cartesianos y enciclopedistas, va-
loran en Descartes al introductor del mto-
do. Como afirmaba D Alembert, en el Dis-
cours p r h i n a i r e de I Enciclopea ie,
Descartes
fue el promotor del mtodo racional que
hizo posible el paradigma newtoniano; al-
fanje con el que, luego se daran los tajos al
contenido y sistema cartesiano e incluso a
su perspectiva racional de acercamiento a la
realidad. Descartes proporcion el calcetn
al que Newton dio la vuelta.
Si son los idelogos los defensores del
mtodo racional en la poca endo-y-post-re-
volucionaria, los herederos creativos de los
enciclopedistas, fue Napolen el que con-
virti la palabra ideologa en instrumento
acusatorio y apodo despectivo. Los idelo-
g o ~ ,l defender el mtodo racional, conver-
tan el despotismo en irracionalidad polti-
ca. Tal apodo del poltico pensador tena
como destinatario privilegiado, por su auto-
ridad e influencia, a Destu tt de Tracy. A su
lado estaban tres generaciones sucesivas de
idelogos que iban desde Volney, Condor-
cet, Cabanis, Laromigukre -miembros de
1 Institut-, a Benjamn Constant, Lacrois,
Bichat, Lamark, Saint-Simon, Comte, Litr
A todos les une el ideal enciclopedista de
fervor racional, fidelidad al dato objetivo,
voluntad de transformacin social y proyec-
to de racionalizacin de la gestin pblica
del Estado. A todos, tambin, les une la vo-
luntad de transformar el proceso y el conte-
nido por el que un hombre se convierte en
culto
y
representante de la poca y espacio
vital en el que vive.
Destutt de Tracy (1775 a 1836) es el in-
ventor de la palabra ideologa>). ormado
inicialmente por la lectura de los clsicos, se
dedica a la carrera de las armas. Cuando cae
La Fallete, se retira y se absorbe en la lectura
de Buffon, Fourcroy y, sobre todo, Lavoisier.
Considera que la formacin completa no pue-
de prescindir de las ciencias fsico-matem-
ticas, sobre todo la qumica, porque son
estas ciencias las que proporcionan hbitos
de inteligencia. Incluso el desarrollo de la
filoslofa est en funcin del desarrollo
y
aportaciones de la Fsica. ste es un elemen-
to claramente enciclopedista. A la cada de
los girondinos, es apresado. En la crcel,
Lavc~isierproporciona a Destutt la obra de
Condillac. Queda admirado, sobre todo, por
el Tratado de los sistemas. De la crcel sale
admirador de cuanto haba significado la Ilus-
tracin. En abril de 1796 lee, en el Instituto,
la Memoria sobre la adquisicin del conocimiento.
En ella se plantea que el origen y desarrollo
de las ideas es el fundamento
y
el mtodo
con el que tratar la moral, la poltica y la
edunzcin.
Nosotros, en el lenguaje actual,
dir ~~mos:a gentica de las ideas es el funda-
mento de la intervencin pedaggica. No es
una gentica piagetiana, evolutiva, sino ms
bien gentica regresiva. Las ideas se origi-
nan a partir de las sensaciones (Condillac) y
se suceden unas a otras con una ordenacin
perfectamente lgica. En los aos IV
y
V de
la Ii.evolucin lee las otras dos Memorias y
acu:ia el trmino ((ideologa)) ara la ciencia
que estudia la gnesis de las ideas. El nuevo
nonlbre obedece a la nueva perspectiva. La
gentica de la idea se apoya en las adquisi-
ciories de la ciencia y no en el discurso de la
antigua metafsica. Si esto es as, a la genti-
ca cle las ideas sobre el mundo debe corres-
ponder la secuencia de intervenciones para
la formacin de la razn. De ah que, a partir
de 1801, empiece a publicar el Projet d l-
ments d idologie a I usage des coles centrales de la
r@ztblique ran cai~ e, dedicado a la juventud y
concebido como libro de texto para las Es-
cuelas Centrales. La tesis inicial estriba en
que el conocimiento de una especie animal
es incompleto en tanto no se estudien sus
facultades intelectuales. La ideologa en-
cuentra su campo de estudio fundamental
en el estudio del hombre. La ideologa es
parte, pues, de la zoologa. Considera a Locke
corno el primer analista de la inteligencia,
entendida como hecho del mundo; el pri-
mero que la ((observay describe
...
como se
observa y describe la propiedad de un mi-
neral o de un vegetal)). El estudio del com-
portamiento inteligente es una parte de la
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fsica. En tanto que al planteamiento me-
tafsico del problema 10 colocaremos entre
las artes imaginativas destinadas a halagar el
sentimiento, a satisfacer, ms que a instruir)).
Siguiendo los pasos de Locke, es Condi-
llac el verdadero fundador de la ideologa,
dice Destutt. Aunque, en estas cuestiones,
Condillac no proporcione ms que sillares
(morceaux) fuera de monumento.
El estudio de tales procesos intelectuales
es el fundamento, no slo del estudio de
las lenguas, sino tambin de las ciencias mo-
rales y polticas. Lo que Destutt propone, en
nuestra opinin, es que el ideal ilustrado, en
definitiva, el paradigma de Newton en el
tratamiento de la naturaleza, se extienda al
estudio de la inteligencia y a la racionaliza-
cin de la conducta moral
y
de la gestin
poltica. As, se entiende la reaccin napo-
lenica, de la que hablamos antes. El para-
digma newtoniano tuvo que hacer frente,
para entrar en Europa, a las resistencias de
la Academia. Pero, para formar parte de las
enseanzas de la Escuela tuvo que ocurrir la
Revolucin Francesa. El ltimo reducto de
irracionalidad estaba en la gestin del Esta-
do. La ideologa aparece como contenido y
fundamento de la accin educativa de per-
feccionamiento intelectual y basamento de
la ciencia de gestin politica. Cuando deci-
mos accin educativa, nos referimos a la for-
macin de la razn, a la adquisicin organi-
zada y sistemtica del conocimiento y al de-
rrumbamiento y correccin del prejuicio.
Todo ello pensamiento ilustrado. La tarea
de formacin del pensamiento implica, para
Destu tt, tres operaciones diferentes aunque
relacionadas: obtencin de la idea, expre-
sin de la misma y combinacin entre ideas
para formar juicios. A la primera tarea co-
rresponde la meta de la verdad, a la segunda
la de la exactitud y, a la tercera, la educacin
(justesse). La ideologa no es ciencia exclusi-
va para especialistas, es contenido de forma-
cin para la juventud. La experiencia le de-
mostraba que poda explicarse con fruto a
los jvenes. Porque la inteligencia se desa-
rrolla al tiempo que lo hace la fuerza de
nuestros msculos; lo mismo que se debilita
con la inaccin.
Una de las afirmaciones ms interesantes
y significativas desde el punto de vista peda-
ggico es la siguiente:
L..
el espritu humano
marcha paso a paso siempre; sus progresos
son graduales, de tal suerte que ninguna ver-
dad es ms difcil de comprender que cual-
quier otra, cuando se conoce bien lo que
precede. La ininteligibilidad est en funcin
de la distancia respecto a lo que ya conoce-
mos. Pero no hay distancia mayor entre la
verdad ms sublime y la que inmediatamen-
te la precede, que entre la idea ms sencilla y
la que inmediatamente la sigue; como no
hay mayor distancia entre el 99 y el 1 que
entre el
1
y el 2 La serie de nuestros juicjos
es una cadena de eslabones iguales...))
(El-
ments d ldologz e, t. 1 p.
14).
El genio nunca
inventa movido por el azar, encuentra el
eslabn siguiente de la cadena. El objeto
primordial de la ideologa es la enseanza
del mtodo de pensamiento. De ah que exis-
ta consanguinidad entre ideologa
y
peda-
goga. La ideologa, al mismo tiempo que
describe el funcionamiento del entendimien-
to, dispone y prescribe el proceso de adqui-
sicin de las ideas, proporciona los enuncia-
dos normativos que han de regir el proceso
de informacin o de obtencin de la idea, el
proceso de su expresin exacta
y
el de la
justeza de su combinacin en el juicio. En el
fondo, creemos, Destutt quiere afirmar que
no existen razones vlidas por las que el
juicio lgico sobre precedencia de la forma-
cin de las ideas deba invalidarse pedaggi-
camente con un juicio psicolgico que afir-
me la postergacin. Es decir, para l no exis-
ten razones psicolgicas que justifiquen las
alteraciones lgicas en las secuencias racio-
nales de conceptos. Por lo que aquello que
lgicamente debe preceder no puede psico-
lgicamente postergarse. La nica razn se-
ra la dificultad; pero, como hemos dicho, la
dificultad no es intrnseca a la proposicin
misma, sino que se deriva de su situacin
dentro de la cadena de cosas conocidas.
Con todo ello, no se hace sino afirmar el
ideal ilustrado de que los errores de la razn
pueden ser corregidos y reparados con el
recto uso de la razn. De ah que en Descar-
tes se alabe solamente la intencin del m-
todo)); y que del paradigma newtoniano se
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extrapole la metodologa a toda ciencia po-
sible.
Pero, cuando Destutt de Tracy escribe, ya
se habia unido, como hemos dicho, el traba-
jo crtico cognoscitivo con los ideales revo-
lucionarios. De la crtica intelectual se habia
pasado a la critica social (sobre todo con P.-
H.
D.
d Holbach (1723-1789
y
C.-A. Helve-
tius (1 71 5-1771). Destutt, consciente de esta
interpretacin, promueve la fe utpica en la
capacidad recuperativa de la razn y el co-
nocimiento. De ah que la ideologa pueda
convertirse en norma para la praxis y funda-
mento del comportamiento social racional.
De la ideologa depende el que se determi-
nen positivamente las legalidades de los fe-
nmenos naturales y las legitimidades de los
sucesos de la sociedad.
Pero, hasta este momento, la ideologa
significa conocimiento ilustrado y basamen-
to epistemolgico de todo conocimiento
aceptable. La lucha se entabla entre error e
ilustracin. Como concepcin de la ilustra-
cin, la ideologa remite al ((tratado de los
sistemas)) de Condillac; pero los paradigmas
del conocimiento no ilustrado, de la conta-
minacin intelectual, tenan como claro an-
tecesor la teora de los idola de Francis
Bacon. El criterio pedaggico de la ilustra-
cin ya haba quedado reflejado en los escri-
tos de Locke: el hombre es una tabla sin es-
cribir cuando llega al mundo. Lo que de l se
haga es consecuencia de su educacin. Al
proceso educacional no le quedaba si no una
alternativa: o con la Ilustracin o contra ella.
Estar con la Ilustracin es estar con la racio-
nalidad, estar fuera de ella es vivir en los
santuarios de los dolos baconianos.
Los [dolos de Francis Bacon
El autor de
No vum organum
ocupa uno de
los puestos ms importantes en la historia
de la lgica inductiva y de la filosofa de la
ciencia *.
Bacon reacciona contra la lgica aristot-
lica, fundamentada en el poder de la deduc-
2 COPJ-ESTON,
. , Histona e la FilosofZz, Barcelona,
1979, Ed.
h i e l ,
t 111 p
294
cin. Deduccin que hacia depender su efi-
cacia del valor de las premisas. Por eso, Ba-
con reacciona afirmando que ese valor es
dudoso si los conceptos de las premisas no
se apoyan en la verdadera induccin, nica
que puede convertirse en motor de progre-
so para las ciencias, y, con ellas, en poder del
hombre sobre la naturaleza. El pensamiento
asegurado en la lgica deductiva encuentra,
en su instrumento, demasiada facilidad para
conseguir generalizaciones. Bacon no pre-
tende nicamente predicar prudencia, sino
cambiar de procedimiento racional. Pero ni
l ni, ms tarde, Stuar t Mill, consiguen una
justificacin definitiva del proceso de induc-
cin, No obstante, Bacon queda como el
primer eslabn de la cadena que llevar, con
la potenciacin del mtodo, a la ciencia del
siglo XVIII.
La desconfianza de los conceptos no in-
ducidos por la observacin de los hechos se
justifica por la presencia generalizada de
fuer.tes de error que acechan al entendi-
miento del hombre. El error se establece tan
profundamente que incluso se llega a tomar
como premisa de verdad, por eso es ((dolo)),
una ((nocinfalsa)). Idolos y nociones falsas
son el impedimento y rmora de la renova-
cin de las ciencias. Existen cuatro clases de
dolos:
a
((dolos de la tribu)), que tienen su ori-
gen en la naturaleza humana. Todos somos
capaces de reconocer su yugo. Es fcil con-
vertir a los sentidos en la medida de las co-
sas. Pero los sentidos son ya una elaboracin
de lo que hay en la naturaleza. La percepcin
sensorial proporciona, de momento, un an-
tropomorfismo. Los sentidos ((deforman e
impurjfican)).
b ((Idolos de la caverna)), que residen en
la individualidad, en la experiencia anterior,
en las fuentes con las que conceptualmente
corifigur el hombre su mentalidad. Cada
hombre busca entroncar su nueva percep-
cin
y
conocimiento, organizndolo dentro
de la trama que ya ha construido.
C
((dolos del mercado)), que dependen de
las decantaciones de opiniones preconcebi-
das, los cuales pasan a formar parte del len-
guaje con el que comunicamos nociones.
7/25/2019 Ideologa y Pedagoga Carrasco
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Cada estructura de comunicacin es una mi-
cro-organizacin de pre-supuestos y por lo
tanto de pre-juicios. La definicin, a partir
de esta situacin lingstica no lleva a un
mejor conocimiento sino a bizantinismos y
((fantasas sin sentido)).
d
(dolosde teatro)),que tienen su fuente
en los instrumentos intelectuales con los que
los hombres estn, en cada poca, habitua-
dos a inferir sus planteamientos ((cientfi-
cos)). Con estos instrumentos convertimos
el mundo en ((fantasa y comedia)).Junto a
los sistemas que pretenden confundir el pen-
samiento verdadero con la mera estructura
coherente de un sistema, estn tambin las
tradiciones cognoscitivas, la credulidad y la
negligencia intelectual. Estos dolos que sub-
yugan al entendimiento olvidan el ((ejemplo
en contrario))y se afincan en los casos favo-
rables. La ley de la racionalidad debiera ser
la opuesta: tiene mayor valor probatorio para
un axioma, precisamente, el caso contrario.
Porque prueba con ms rigor su falsedad,
que lo confirman multitud de casos proba-
torios. El entendimiento humano no es de
luz pura, s ino que padece la influencia de la
voluntad y de los sentimientos.
Y
esto es lo
que produce esas ciencias tiles para cual-
quier cosa, pues se cree con la mayor facili-
dad en aquello que ms se ha deseado que
fuese verdadero13.
Ideologi-o metaflsica como epistemologia gentica
Designamos como ((ideologa)) l plantea-
miento de los (
7/25/2019 Ideologa y Pedagoga Carrasco
7/24
les adecuados para ejercitar la facultad dis-
c~r s iva ) ) ~ .
Con el planteamiento lockiano se produ-
ce una transposicin y transfiguracin del
obje to de la filosofa
y,
particularmente, de
la metafsica. De ser la ciencia del ser y de
sus ltimas causas, la filosofa se convierte
en la ((ciencia del espritu)>lg, omo dice
D Alembert.
Y, cuando, ms adelante, se pregunta por
el principio del que debe partir, afirma ro-
tundamente: en mtaphysique, le rsultat de
nos sensations)) La filosofa no est desti-
nada a perderse en las propiedades genera-
les del ser y de la sustancia, en cuestiones
intiles sobre cuestiones abstractas, en divi-
siones arbitrarias y nomenclaturas eternas:
o es la ciencia de hechos o la ciencia de las
quimeras)).
En el captulo
V I
del Essa isur les lments de
philosophie. D Alembert especifica an ms:
((nuestras ideas son el principio de nuestros
conocimientos, y estas ideas tienen en s
mismas principio en las sensaciones; es una
verdad refrendada por la experiencia)).Pero
la misin de la filosofa no acaba en la con-
firmacin de esta afirmacin sino en un plan-
teamiento de carcter gentico: ((Cmo as
sensaciones producen las ideas? Primera
cuestin que debe proponerse el filsofo y
sobre la que debe recaer todo el sistema de
elementos de filosofa)).
En el Discurso preliminar de la Enciclopedia
precisa an ms el sentido que otorga a la
Filosofa y en particular a la Metafsica. No
parece que Newton desdease del todo la
metafsica. Era demasiado filsofo para no
ver en ella la base de nuestros conocimien-
tos (pero) ea porque creyese difcil dar
al gnero humano luces bastante satisfacto-
rias o bastante extensas sobre una ciencia
comnmente incierta y discutible se abs-
tuvo casi absolutamente de hablar sobre ella
en sus escritos Lo que Newton no intent ,
ni acaso pudo hacer, Locke hubo de empren-
18
LOCKE,J . , o). cit.,
cap. 1 prrafo 15.
19
D ALEMBERT,
ssai sur les Lments de philosoph ie, ou
sur lespnncipes des connazisances humaines (1759), Oeuv-
res d Alcmbcn, Genive, 1967, Slatkine Reprints, t. 1 p.
130.
derlcl
y
aun realizarlo con xito. Se puede
decir que cre la Metafsica aproximada-
mente lo mismo que Newton haba creado
la Fsica En una palabra, redujo la Metaf-
sica
a
lo que debe ser en realidad: laflsica
exper,;mental del alma..
) 2 0 .
Replanteamiento metafsico del que se
hara eco Kant en las postrimeras del siglo.
Siguiendo la lnea que presentamos y que
recorre todo el siglo
XVIII ,
Condillac, en
En-
sayo sobre el origen de los conocimientos humanos,
precisa el sentido y la labor encomendada a
esta fsica del espiritu: ((Nuestro primer ob-
jeto es el estudio del espiritu humano, no
para descubrir su naturaleza, sino para co-
nocer sus operaciones, observar el arte con
el que se combinan, y cmo debemos con-
ducirlas a fin de conseguir toda la inteligen-
cia de que somos capaces))21.
stos son los textos y motivos por los que
Gsdorff haba llamado a esta metafsica
((epistemologa)).Y, porque el anlisis retro-
cede en bsqueda de un primer principio a
partir del cual se configuran y explican las
operaciones intelectuales, por eso, calific a
esa epistemologa de epistemologa genti-
ca, o epistemologa regresiva. Podramos,
evidentemente, explicitar an ms el senti-
do
y
los matices de este proyecto filosfico,
per9 ni es nuestra misin ni es necesario
aqu para nuestras intenciones.
Baste con indicar que el proyecto no que-
da inicamente en su significacin filosfica
sino que t iene intenciones claramente peda-
ggicas. Y, esto, por diversos motivos. El
primero, porque, como hemos visto, los
idelogos son los que se encargaron de
realizar el proyecto y, al menos, en Destutt
de Tracy existe clara connotacin pedag-
gica. En D Alembert tambin la hay cuando
af i~ ma : As es quiz verdadero decir que no
existen casi nunca ciencia o arte de los que
no se pueda, en rigor, con una buena lgica
instruir al ingenio ms limitado: puesto que
2 )
D
ALEMBERT.
iscurso preliminar de la Enciclopedia,
versin de Francisco Rivera Pastor, Madrid, 1920, Ed. Espa-
sa Calpe, pp. 121-122.
21 CONDILLAC,ssai sur l ongine des connaissances hu-
mal;nes, ouvrage 02 l on rduit un seul pnncipe tou t ce
quz concerne l ente ndem ent,
746, Ed. Lenoir, Colin,
1924 , p.1.
7/25/2019 Ideologa y Pedagoga Carrasco
8/24
existen pocas cuyas proporciones y reglas
n o pueda n ser reducidas a nociones s imples
y dispuestas entre s en un orden tan inme-
diato que la cadena no se encuentre e n parte
alguna i n t e r r ~ m p i d a ) ) ~ ~ .
Y, ms ade lante , aade: ((La ciencia de la
comunicacin de las ideas no se limita a
poner orden en las ideas mismas, s ino que
deb e ensear a un a expresar cada idea de la
ma nera m s clara posible y, por consec uen-
cia, a perfeccionar los signos destinados a
ello)).Actividad pedaggica qu e no desdea-
ron los ilustrados. Condillac escribi Curso
de estudios para la instruccin del rtncipe de Par-
ma (1775); Diderot escribi Carta sobre los
sordomudos al uso de los que entiendeny ven 17 5 1 .
Y, casi todos, tuvieron un alum no mister io-
so e n el que vieron representado mticamen-
te el proceso epis temolgico que recorra el
ente ndi mi ento desde la ((vaciedad ockiana)),
a la plenitud ideolgica de la Ilustracin; ((la
mecnica espir i tual com n a todos los hom-
bres)) (Turgo t). Po rqu e esta metafsica, en el
fondo, procede a descubrir una his tor ia y
gnesis persona l. Buffon, en su Histoire natu-
relle, reconstruye el mecanismo cognosciti-
vo utilizando la figura del mo m en to adami-
ta, en el que el pr imer h om bre nace al pen-
samiento; Condil lac en el Tratado de las Sen-
saciones (1754) propon e el simbolismo de la
estatua ((organizada com o nosotros)) y do-
tada de espritu, evid ente me nte sin ideas in-
natas. Incluso, mucho antes, Baltasar Gra-
cin, en el Criticn (165 l ) coloca a Criti lo y
Andrenio en la s i tuacin primitiva de tene r
que aprender lo todo . Es tos exper imentos
me ntales tie nen races antiguas. Gsdoff da
seas de expe rimen tos semejantes para des-
cubrir la forma c on la que los hom bres em -
pezaron a hablar y que luego se atr ibuy
tambin a Federico 11de Hohenstaufen
1
198-
1250). El mismo significado tendran las re-
flexiones sobre los nios salvajes23.Debe-
mos recordar al abate 1 Epe y a su continua-
do r Itard , educa dor del ((Sauvage de 1 Avey-
ron)).
D ALEMBERT,
iscurso preliminar a la Enciclopedia,
op. cit . , p . 56.
3
f~ Franck TINLAND, homme s auvage; homo f e m ~
et hom o sylvestni, Payot, citado por Gsdorff, op. cit.,
1968, p. 245.
A la intenciona lidad pedaggica que tena
esta ((epistemologa gentica)) que hemos
llamado ideologa)) , solam ente le fal t el
tratadista que convirtiera en sistema peda-
ggico lo que s implemente quedaba e n t ra-
tado d e metafsica. Lo pedaggico que d en
el siglo XVIII en preocupacin, recordemos
la frase de Fabricius, y en dedicacin. La
Pedagoga qued s in su Newton o s in su
Locke qu e sacara a la Metafsica de la pote n-
cialidad del sistema
gentico propuesto
y
obtuviera la teora pedaggica correspon-
diente. Tan slo queda la intuicin y el te-
rreno removido para la posible construc-
cin de tal teora. P orqu e a las limitaciones
qu e las ((ideas innatas)) de Descartes impo -
nan al desarrollo de la metafsica del cono-
cimiento, se corresponden las limitaciones
que las predeterminaciones naturales o so-
brenatu rales del medioevo imp onan a la Pe-
dagoga. Las dos las rem ovi Locke. ((T oda
la fel icidad que puede gozar el hombre en
este mundo, se reduce a tener el cuerpo
sano y el alma bien formada
...
confieso que
hay hom bres cuyo cue rpo y espritu so n na-
turalm ente vigorosos , y es tn tan b ien orga-
nizados, que apenas tien en necesidad de so-
corro de los otros ...; pero es tos ejemplos
son muy raros, y yo creo poder asegurar,
que de cien personas, las noventa son bue-
nas o malas, son tiles o intiles a la socie-
dad, segn la educacin que han recibido.
ste es el origen de la gran diferencia en tre
los hombres))24.
Creemos q ue hasta nuestros das no se ha
planteado en fo rma s is temtica la construc-
cin de una teora pedaggica qu e se corres-
pondiera con el sentido de lo que hem os Ila-
mado ideologa.
Ideologa no significa que el trm ino Ideo-
loga mantenga un sentido unvoco en los
dis t intos autores que, emplendolo o no,
trabajen en el mismo proy ecto. Ideologa es
el proyecto de investigacin e n el que el eje
fun dam enta l de la reflexin es el estudio del
proceso d e conocim iento. Aqu, desde Loc-
4
Educacin de /os nios. Obra escrita en
in ls
por Mr.
Locke, traducida al francs por Mr. Coste, miembro de la
Sociedad Real de Londres y de ste al castellano por
D.F.A .C.P., Madrid, 1817, t . 1 pp. 2.
7/25/2019 Ideologa y Pedagoga Carrasco
9/24
ke, existe la voluntad de tra tar semejante
objeto cognoscit ivo, e l proceso del conocer,
previo planteamiento obje t ivo y aprove-
chando la leccin y e jemplo q ue en el tra ta-
miento de sus respectivos objetos ofrecen
las ciencias positivas.
Y
este mismo progra-
ma es e l qu e encon tramo s realizado en dos
autores de diferente importancia y dis tinto
valor en cuanto a la obra acometida y e jecu-
tada, pero que, respecto a la intencionalidad
de ilum inar la ciencia pedaggica, han teni-
do parecida pretensin: Jean Piaget y, ms
recientem ente , Marc Belth.
L a pedagogzl a en
el
marco de la ideologia
Q ue n o es una veleidad unir e l nom bre de
Piaget a las intencion es investigadoras de la
teora del conocimiento del m om ento i lus-
trado, lo indica la s iguiente c ita de un tex to
de Pilar Palop:
Seguramente, porque la epistemologa
gentica aparece efectivamente vinculada
-por su temtica, por alguno de los presu-
puestos que presiden su ejecucin, por las
ideas que efectivamente la cruzan- a una
tradicin que se remonta a Locke, a Leib-
niz. a Hume. a Kant. En libros como el de
R. ~ l a n c h ,or ejemplo, no se pone en duda
la continuidad entre epistemologa y la epis-
temologa gentica, que constituira la ver-
sin cientfica de aqulla. Hay, efectiva-
mente, semejanzas globales muy marcadas
entre la epistemologa gentica y otros pro-
yectos epistemolgicos de la tradicin fi-
losficaZ5.
Gustavo Bueno ha visto ((semejanzas es-
tructurales)) entre el ((ideario))piagetiano y
5 PALOP
ONQUERES, P . ,
Epistemologi gentic a y filoso-
fi arcelona, 1981, Ed. Ariel, p. 53 El libro citado de
Blanch es el siguiente: BLANCH,R . , u epljtemologik,
Barcelona, 1973. Ed. Oikos-Tau. Inmediatamente despus
de la cita qu e hemos presentado, P. Palop alude a un traba-jo de Gustavo Bueno,
Jean Piaget y lafilo sofi delsen tido
comiin
( indi to) , en el que d um a:
e
La obra de Piaget re-
cuerda muy de cerca otras empresas de la filosofa clsica
qu e ta mbin concibieron el anlisis filosfico en trminos
de una reduccin psicolgica: principalmente el Ensayo de
Locke~.Nosotros aaduamos: . . .y de todos los ~i de l og os ~
de la Ilustracin.
la obra de Locke, de Kan t o de Hegel. Aun-
que la obra de Pilar Palop explique que es-
tas relaciones son, cuando men os, de natu-
raleza muy particular. Relaciones q ue la au-
tora describe admirablemente en su l ibro.
Al mismo tiempo, analiza las limitaciones
conceptua les de l s is tema de pensamiento
que pretende construir Piaget bajo e l pro-
granla de epistemologia gentica. Para el
estudio de estos porm enores, rem itimos a la
obra. Aqu, solam ente nos intere sa la trans-
ferencia de la epistemologia gentica e n tan-
to que basamento epis temolgico de una
Pedagoga cientfica.
L o prim ero q ue enc ontram os es la dis tin-
ciri que Piaget intro duce al afirmar que en
Pedagoga hay que tener en cuenta f ines y
meclios, objetivos e instrumentos. Es a la
sociedad a quie n corresp onde fijar los fines
d e la e d ~ c a c i n ) ) ~ .
Estos f ines se derivan ((esp ontn eam ente))
de la misma co nfigura cin del sistema social.
A la sociologa de la educacin es a la que
corresponde inferir las leyes mediante las
cuales se isom orfizan determ inadas finalida-
des a determinad as config uracion es sociales.
Pero , en contra de lo que a f i rma Durkhe im ,
en lo qu e t ienen d e configuracin posible de
la personalidad no so n mer o pro duc to social.
Tarnbin debe existir ((compatibil idad)) n-
tre lo propuesto y las leyes del comporta-
miento hum ano. Por e jemplo, no es t nada
claro q ue p ueda esperarse de los individuos
a formar que sean constructores conscien-
tes e innovadores e n ciertos campo s de las
actividades sociales en q ue se necesitan gra n-
des cualidades y, a la vez, rigurosos confor-
mis ta s en o t ra s r amas de l s abe r y de l a
accin27.
Esto nos recuerda la conexin entre e l
fen m eno llamado ((creatividad)) la estruc-
tura de la personalidad q ue d escribe Maslow.
Pero, en cualquier caso, nada pod emo s afir-
mar sob re e l ((rendim iento efectivo)) y la
gran cantidad de ((efectos imprevistos)), sin
permeabilizar la Pedagoga a toda la mode-
lizacin matem tica que le propo rcionan los
21; PIAGET,. , Psicologi y Pedagogi 7, Barcelona, 1980,
Ed. Ariel, p.
25
27 Id
p .
27 .
7/25/2019 Ideologa y Pedagoga Carrasco
10/24
tratamientos estadsticos de los datos. De
ah la n ecesidad d e la ((Pedagoga experi-
men tal)), No sotro s diramos ms bien: la ne-
cesidad de la exper im enta cin e n Pedagoga,
siguiend o la intencionalidad de Clapar de2*.
La razn estr iba en qu e no se puede, por
pro ced im iento dedu ctivo, decidir la eficacia
de un m to do a partir de la teoria cientifica
en la qu e su pon e apoyarse. Esa desconexin
de te rmina y justifica qu e el problem a q ue se
plantea es especficam ente pedaggico
y
n om era m en te psicolgico. En la realidad de un
proceso de educacin intervienen factores
no controlados por la (( teora perceptiva))
que plantea la Psicologa. Esto nos lleva a
afirmar que el planteamiento tecnolgico,
impl c i to en e l p lanteamiento de Piage t
-objetivo, teoria cientifica, enun ciado nor-
mativo-, no valida el enun ciado norm ativo
nicamente c om o deduccin a partir de pro-
posiciones perte neci ente s a una teora cien-
tfica. La norm a tecnolgica que decide so-
bre instrum entos debe ser validada d irecta-
me nte a travs del proced imiento de verifi-
cacin experimental . Entre la proposicin
cientfica y el enunciado normativo se intro-
ducen condiciones fcticas de aplicacin.
ste es un b oni to pro blem a a estudiar por la
Teo ra d e la Educacin: la decibilidad de los
enunciados norm ativos en Pedagogia . De la
solucin a este problema depende la auto-
nom a cientifica de la Pedagoga respecto a
la Psicologia
y
la Biologa Piaget dice am-
bigua men te: ((reposa so br e ellas sin con-fundirse con ellas));oponindose a Dot t rens
qu e po stula la (( independencia completa)) .
Pero, a l o pone rse a l argum enta mal. Dice:
Si sta ( la Pedagoga experimental) , de
acuerdo con el esquema positivista de la
ciencia, qu iere limitarse a u na simple inves-
tigacin de hechos y leyes, sin pretender
explicar lo qu e constata ..29 . ero si para la
Pedagoga fuera posible analizar hechos y
ob tene r enunciados legaliformes se posee-
ran los elem ento s bsicos para la construc-
cin de teoras. Tend ra razn Do ttren s: se-
ra posible la construccin de teorias peda-
28
CLAPAREDE,
.rychologie de I enfa nt et pdagogie ex
primentale.
29
PIAGET
J .
op. cit., p 33
ggicas propiamente dichas . Se habr an
construido explicaciones. Piaget opina,
por el contrario, qu e no es posible, en Peda-
goga, construir explicaciones sin acudir a la
Psicologia cientfica. Justificarse diciendo
que los progresos de la pedagoga experi-
mental , en tant o qu e ciencia indepe ndiente
por su objeto , estn ligados, com o en todas
las ciencias, a investigaciones interdiscipli-
narias, si de lo q ue se trata es de constituir
una verdadera ciencia, es decir, una cienciaexplicativa y no solamente descriptiva.. .)),
es no decir nada. La filosofa de la ciencia
puede decidir sobre la correccin de una
teora cientfica, so br e la demarcacin e nt re
ciencia
y
no ciencia, per o n o decidir si una
teor a es fsica, biolg ica, psicolgica o pe-
daggica. Creem os que el criterio de demar-
cacin de este segundo camp o de decisin,
no es criterio de demarcacin epistemolgi-
co, s ino d e carcter econmico. C m o de-
cidir si las teoras del aprendiza je son teo ras
pedaggicas o psicolgicas? Aqu intervie-
nen elementos del carcter institucional de
la ciencia, no d e su estru ctura form al, Dada
la situacin social de los pedagogos, pro nto
muchas proposiciones pedaggicas ((perte-
necern)) al campo de la Psicologa o hasta a
la medicina. Pinsese en la logopedia y fo-
niatra.
Sin embargo , Piaget, en e l tom o X V de la
Enciclopedia francesa,
distingue dos t ipos de
decisin tecnolgica en Pedagogia: el pri-
mero se refiere a los mtodos en los que setransmiten constructos humanos como la
Historia de Espaa o la ortografa ((cuya
transmisin slo plantea problemas de me-
jor o peor tcnica de informacin)); el se-
gundo se refiere a informacin sobre pro-
posiciones fsicas o matemticas en cuyas
teorias ha interven ido la induccin o la de-
duccin. En este segundo caso, una verdad
no es asimilada, en forma real, en tan to q ue
verdad, sino en la medida en que ha sido
reconstruida o redescubierta por medio d e
una actividad suficiente)).
Piaget da a entender qu e el t ipo de apren-
dizaje en un caso y otro es diferente. En el
prim ero, las ((verdades so n ace ptadas)), si
fueran proposiciones morales se tratara de
((fijar voluntades)); en el seg undo , se trata-
7/25/2019 Ideologa y Pedagoga Carrasco
11/24
ra de descubrimiento activo)). La lgica
del descubrimiento, en el segundo caso, da-
ra el instrumento idneo para su asimila-
cin pedaggica. Piaget olvida que el meca-
nismo lgico de la demostracin no se iden-
tifica con el mecanismo psicolgico de la
asimilacin. Destutt de Tracy dira que, en
cualquier caso, la asimilacin depende de
los conocimientos anteriormente posedos.
Ausubel le dira que, en todos los casos, la
asimilacin, el aprendizaje significativo, de-
pende de los organizadores mentales dispo-
nibles por el sujeto. Olvida tambin que el
contexto de descubrimiento es distinto al
contex to de justificacin. El teorema de Pi-
tgoras puede ser planteado en mltiples
contextos matemticos. El pedagogo debe
decidir, como en el caso de la historia, cul
es el contex to -una vez convertido el teo-
rema en objetivo de conocimiento- en el
que debe ser planteado y cules han de ser
los lmites de la demostracin)).La inven-
cin)) en pedagoga, en la secuencia peda-
ggica, es un problema de estructuracin.
La norma pedaggica debe decidir dos co-
sas: en qu estructura lgica plantear la in-
formacin y qu mtodo de presentaci jn es
el m ~decuado para conseguir esa estruc-
tura. Esta es la medida en que el problema
de la inteligencia y, con l, el problema cen-
tral de la Pedagoga de la enseanza ha apa-
recido as ligado al problema epistemolgi-
co fundamental de la naturaleza de los co-
noc imien to~) )~~.
Conocer un objeto es, por tanto operar
sobre l y transformarlo para captar los me-
canismos de esta transformacin en relacin
con las acciones transformadoras. Conocer
es asimilar lo real a estructuras de transfor-
maciones, siendo estas estructuras elabora-
das por la inteligencia en tan to que prolon-
gacin directa de la accin)).
Si esto es as, no vemos la diferencia entre
el aprendizaje de la historia y el aprendizaje
de las matemticas.
A menos que, por pre-
juicio, la historia se considere nicamente
como sujeto de conocimiento memorstico
y la fsica y las matemticas como objeto de
conocimiento significativo)) en trminos
30 PIAGET
. , op.
cit.
p
38.
de Aiisubel). Piaget debe mucho en estos
planteamientos a Wallon. De aqu se deduce
que el problema de la Pedagoga no es sola-
mente la decidibilidad sobre los mtodos;
sino que, adems, es tarea de ella la decidibi-
lidad sobre las estructuras de transforma-
cin)) adecuadas al aprendizaje de teoras
sobre el contex to de la estructuracin de las
acciones. Y esto lo tienen que aprender, ade-
ms de los gremios de pedagogos, los gre-
mios de cientficos. Porque no es lo mismo
demostrar un teorema en el ltimo ao de
universidad, por ej. el teorema de Pitgoras,
que proponer su aprendizaje a nivel de En-
seariza General Bsica. Hay que decidir el
contexto estructural en el que este teorema
pueda tener significacin y a partir de qu
contt:xto de acciones hacerlo significativo.
En lr decisin interviene, ciertamente, el
conocimiento de las estructuras lgicas con
el qce opera un nio determinado. Quiz,
por rio atender a esto, se d ms aprendizaje
memorstico en la enseanza de las matem-
ticas que en la enseanza de la historia.
Y, en este campo, es donde la epistemolo-
ga gentica de Piaget es un instrumento
terico de primera magnitud. Precisamente,
porque muestra la forma como se constru-
yen las nociones fundamentales, la forma
com~o e construyen las estructuras menta-
les en las que pueden convertirse en signifi-
cativos los contenidos de las informaciones
que se le presentan al nio. Por ejemplo, en
un estadio en el que nicamente se encuen-
tra estructurada la inteligencia para la per-
cepcin de la causalidad tctico-cinestsica,
no se pueden presentar contenidos que im-
pliquen la causalidad perceptivo-visual, y
mucho menos otros tipos de legalidad lgi-
co-abstractiva. Esta secuencia de
estructura-
ciones determina el proceso de presentacin
de la informacin y las secuencias de de-
mostracin)), para que un problema pueda
ser asimilado significativamente. Tambin,
por lo mismo, la Pedagoga tiene mucho
que ver con la decisin del momento en que
la inteligencia se encuentra en condiciones
para determinar un desequilibrio cognitivo
que permita el paso a otra estructura de
operacin, posibilitando series diferentes de
trarisformaciones a partir de las acciones. La
7/25/2019 Ideologa y Pedagoga Carrasco
12/24
decidibilidad normativa de la Pedagoga debe,
en el contexto de la epistemologa gentica,
atender a tres rdenes de contextos: al del
desarrollo lgico de la ciencia que se trans-
mite, al perfeccionamiento de los instru-
mentos desencadenadores de acciones o ins-
trumentos didcticos, y al progreso del co-
nocimiento sobre la naturaleza y secuencia
de las estructuras mentales. Esto es lo que
ensea Piaget. En una palabra, el problema
central de la enseanza de las matemticas
consiste en ajustar recprocamente las es-
tructuras operatorias espontneas, propias
de la inteligencia, con el programa o los
mtodos relativos a los campos matemti-
cos ense ados)). Ello implica, t ambi n,
transformaciones de las mismas matemti-
cas que se ensean)). No ha ocurrido otra
cosa con la introduccin de las estructuras
fundamentales del pensamiento matemti-
co de la escuela de Bourbaki y los llamados
mtodos Cuisenaire.
No podemos detenernos ms, porque nos
queda todava mucho camino que recorrer
dentro del plan que nos habamos propues-
to. Quede nicamente la constancia del pro-
grama de investigacin pedaggica, que se
origina con los planteamientos de lo que
hemos dado en llamar
La ideologz como deformacin de la objetividad
de la conciencia
Kurt Lenk, en su obra E l concepto
de
ideolo-
gz'a, empieza e1 capitulo introductorio con la
siguiente afirmacin: ideologasdestinadas
a prestar sancin terica a las formas de do-
minacin social existieron ya en las culturas
orientales y antiguas))32. videntemente, la
afirmacin indica que ya se ha tomado par-
31 BELTH,M. , a educacin como disciplina czent ca,
Buenos Aires, 1971. Ed. El Ateneo . Propone a la pedagoga
similar programa de investigacin, aunq ue lo encontramos
ms ambiguo
y
farragoso que el que se obtiene de la obra
de Piaget.
3
LENK,K . ,
El concepto de ideologa, Comentario cti-
co y seleccin sistemitica de textos, Argentina, 1974, Ed.
Arnorrortu, p , 9.
tido por un determinado concepto de ideo-
loga y se retrotrae en el tiempo hasta el
comienzo de la cultura escrita. Y, por qu
no, desde el comienzo de la humanidad. Siem-
pre se ha dado la justificacin insuficiente
del planteamiento social establecido, por
parte del grupo que detenta la responsabili-
dad de la decisin.
Nosotros no vamos a caer en este plantea-
miento. Consideramos que una parte im-
por tante del trabajo intelectual del siglo
XVIII
se refiri a la crtica social. Ah estn, en los
albores del XIx, Holbach y Helvetius para
testimoniarlo, y ah est el conocido mito
de los seores y mito de los sacerdotes))
para tomar un paradigma de la crtica social
realizada. Pero ninguno de estos autores
llam a su quehacer ideologa ni acus de
idelogos a sus contrarios. Se trata de una
retraccin)) el concepto de ideologa, que
se forma en torno al pensamiento de Carlos
Marx, y que los socilogos del conocimien-
to encuentran reflejados en idnticas situa-
ciones en todas las pocas de la historia.
Nosotros vamos a bucear para encontrar
lo que llamaremos ideologas)),directa-
mente en La Ideologia Alemana de Marx y En-
gel^^^. Pero antes debemos atender a lo que
Hegel entendi como Ilustracin o, como
dice un autor, cmo entendi el paradigma
de toda lustracin posible))34. egel no ve
la Ilustracin como un concreto acontecer
histrico, sino como categora especulati-
va)), como un acontecer en)>a conciencia,
como un devenir de la conciencia que tie-
ne validez universal. De ah que, aun cuando
la considere histricamente realizada y por
lo mismo convertida en objeto, inmediata-
mente acte sobre ella el carcter crtico
racional de la conciencia. La incidencia de la
conciencia sobre el objeto, convertido ya en
objeto quieto de conciencia, permite con-
vertir a ste en lo contrapuesto y, por lo
tanto , en posibilidad de inteleccin uni-
3 3
MARX, K .
ENGELC,
. ,
a
ideologl alemana. Crtica
de la novsima filos ofh alemana en las personas de sus re-
presentantes Feuerbach, B. Bauer
y
Stimer
y
de l socialzsmo
alemn e n las de sus diferentespr ofetas, Trad. d e Wences-
lao Roces, Barcelona, 1972.
Ed.
Grijalbo.
34
ALVAREZ
M . ,
Hegel tntrprete
y
critico de to da posi-
ble ilustracin
trabajo indito).
7/25/2019 Ideologa y Pedagoga Carrasco
13/24
versal)): apa rece la realidad de la conc iencia,
f rente a l, com o pura mismidad de la con-
ciencia y como instancia ltima. Entonces
aparece la posibilidad de regulacin del ob -
jeto por el sujeto, la reconstruccin de la
realidad por el pensamiento. La pura inte-
leccin n o pue de tener aqu ningn con-
tenido propio)) , se presenta como instancia
vaca, se p resenta com o ((la fiel "aprehe n-
sin" formal de esta propia inteleccin ple-
na del espritu del mun do y de su lenguaje))
((resum iendo os rasgos dispersos en una ima-
gen universal, haciendo de ella una intelec-
cin de todos (consciente) de que el inte-
rs en tener u n c ontenido para este razonar
y charlar es lo nico qu e ma ntiene el todo y
las m asas e n s u e ~ t r u c t u r a c i n ~ ~ .a pura
inteleccin entra en conflicto con lo esta-
blecido, con la creencia. La pura intelec-
cin sabe la fe como lo con trapuesto a ella, a
la razn y a la verdad)P6.La conciencia ve en
la creencia toda la tram a de err ores y supers-
ticiones componiendo el reino del error. El
error d om ina la masa gen eral de la concien-
cia. La masa de error es utilizada reflexiva-
m en te po r quien es la aprovech an para justi-
ficar sus intereses y p or quienes se ven legi-
t imados en su despotismo, por quienes ra-
cionalizan con reflexin sus intereses. El error
alcanza as a la masa co m o en e stado espon -
tneo, a las capas reflexivas en forma de
((mala intencin)) o racionalizacin de inte-
reses y a los gobernantes al confirmarse y
legitimarse precisamente por el error gene-
ralizado. El error slo muestra su cara en el
desgarramiento generalizado de la concien-
cia, pero su apariencia externa es la de la
coheren cia y resistencia estructural a la con-
ciencia crtica y racional. Pero la presencia
de la conciencia crtica proporc iona a la rea-
lidad u n fluir ininte rrum pido . ((La com uni-
cacin de la pura inteleccin pued e compa-
rarse, por ello, a una exp ansin tranquila o
((difusin)) es una penetr ante infeccin
Una bu ena m aana, da un em pujn el cama-
rada y ipatapn , el dolo se viene a tierra.
5 HEGEL,
.W.F. ,
Fenomenologz d el espritu
Mxico,
1966, Ed. F ondo de Cultura Econmica, p 318.
36 HEGEL,
.
W .F. , Fenomenologa del espritu Mxico,
1966,
Ed. Fondo de
Cultura Econmica, p
3
19.
Una bu ena maana, cuyo medioda n o est
manchado de sangre
P7.
Per o existe una con tradiccin e n toda ilus-
tracin, ya que promueve ((una)) acionali-
dad c om o si tuviera validez universal. Si bien
lo racional es real, lo real es tambin racio-
nal. I ,a Ilustracin aparec i, prim ero, com o
inestabilidad d e la realidad. ((Laracionalidad
llega siempre tarde a la hora de configurar la
realiciad));de ah qu e no toda i lustracin sea
instalacin en un tipo de racionalidad sino
una lucha consigo misma, al mismo tiempo
qu e con la masa de error . Esta naturaleza de
la lucha de la Ilustracin con tra los errores,
que consiste en combatirse a s misma en
ellos y condenar en ellos lo que afirma, es
par;a nos otro s)) o es lo que ella misma y su
lucha son
en sz3 .
((Hegel ,al decir que lo real
es racional, piensa en lo real com o prese nte,
en lo que se va extendiendo incontenible-
m en te ante nuestra vista en este sentido es
innegab le que la filosofa poco o nada tien e
que decir, porq ue llega cuando ya la realidad
se ha impuesto. Pe ro, por ot ra par te , el co-
nocimiento de la realidad lleva a sta ms
all de si misma, en c uan to descu bre e n ella
sus propias posibilidades inm ane ntes He -
gel impide el estancamiento de la Ilustra-
cin, al buscar en la idea una sntesis de
sujeto y objeto))39.
Los posthegelianos no siguieron esta sin-
tesis y redujeron la Ilustracin a la mera
supresin de los errores, sintetizando toda
equivocacin e n e l denom inador com n de
la creencia teolgica. D e ah qu e proclama-
ran: ((Rebelm onos con tra esta tirana de
los pensa mien tos. Ensem osles (a los hom-
bres) a sustituir estas quimeras por pensa-
mientos q ue co rrespondan a la esencia del
hom bre, dice uno, a adoptar an te el los una
actitud critica, dice o tro , a quitrselos de la
cabeza, dice el terc ero , y la realidad existen -
te s e derrumbar^^^. Marx llama a e sta posi-
bilidad de transform acin de la realidad por
un cambio de los pensamientos (( inocentes
y p - ~ e r i l e santasas)).Dado que suponen que
7 Id Id
p
321.
38 Id. Id. p 323.
9 ~ V A R E Z ,M . ,
op.
cit.
pass.
4
MARX, . ; ENGELS,
. ,
op.
cit.,
Prlogo,
p .
11.
7/25/2019 Ideologa y Pedagoga Carrasco
14/24
todos los actos humano s son producto de la
conciencia, cambiando la conciencia se de-
rribarn las barreras de la realidad y apare-
cer la revolucin. Pero as, dice Marx, no
com baten el niundo real existente.
Las premisas de Marx son otras. El hom-
bre se dis tingue del animal en que prod uce
sus medios de vida y al producirlos pro duce
((indirectam ente su pro pia vida material.. .)).
Tal y como los individuos manifiestan su
vida, as son. Lo qu e son coincide, por con-
siguiente, con su produccin, tanto con lo
que producen como en e l modo cmo produ-
cen. Lo qu e los individuos son depend e, por
tanto, de las condiciones materiales de su
p r o d u c ~ i n ~ ~ .a produccin de ideas y re-
presentaciones sobre e l mundo y sobre e l
hombre mismo se encuentra d irectamente
entrelazada con la actividad material; ((La
conciencia no puede ser nunca otra cosa
qu e el ser consciente, y el ser de los hombre s
es un pro ceso de vida real...)) (( N oes la co n-
ciencia la qu e de term ina la vida, sino la vida
la que determ ina la conciencia))42. a au to-
nomizacin de la conciencia y la autonom i-
zacin del pen samie nto f rent e a la realidad
histrica humana es la consecuencia de la
divisin del trabajo e n manua l e intelectua l.
De ah que la ((ideologa)) lemana que Marx
crit ica y qu e pretend e la transformacin de
la realidad por la fuerza de la idea es ((mala
conc iencia)), ((concie ncia alsa)). Po rq ue esti-
pula co mo verdad lo q ue n o es s ino la con-
ciencia de la situacin histrica de la divi-
s in d e l t rabajo . Lo que se ofrezca como
((opcin cultural)) y derivado del ejercicio
pur o de la racionalidad, no es e n realidad tal
cosa, sino el fruto y representacin de la
realidad histricamente constituida.
((Las ideas de la clase d om inan te so n las
ideas dom inantes en cada poca; o, dicho en
otro s trmin os, la clase que ejerce el poder
material do min ante en la sociedad es, al
mismo tiemp o, su poder espiri tual domi-
nan te. La clase qu e tien e a su disposicin los
medios para la produccin material dispone
con ello, al mismo tiempo, de los medios
para la produccin espiritual, lo que hace
que se le sometan, a l propio t iempo, por
4
Id. id p 19-20.
42 I d i d. p 46.
trm ino m edio, las ideas de quienes carecen
de los medios para producir espiritualmen-
te. Las ideas dominantes no son otra cosa
qu e la expresi n ideal de las relaciones ma-
teriales dom ina ntes concebidas com o ideas;
por tanto, las relaciones materiales domi-
nantes, las mismas relaciones que hacen de
una determinada clase, la clase dominante
son tam bin las que confieren el papel do-
mi nan te a sus ideas. Los individuos qu e for-
man la clase dom inante t ienen tambin, en-
tre otras cosas, la conciencia de ello y pien-
san a ton o co n ello; por eso, en cua nto do-
minan como clase y en cuanto determinan
todo el mbito de una poca his trica, se
com prend e, de suyo, que lo hagan e n toda la
extensin y, por tanto, entre otras cosas,
tambin com o pensadores, como producto-
res de ideas, que regulen la produccin y
distribucin d e las ideas de su tie mp o; y que
sus ideas sean, por ello mism o, las ideas do-
minantes d e la
Unas cuantas lneas ms adelante califica
de ((idelogos)) los dete nta dor es de la fun-
cin de intelec tuales den tro de la divisin de
trabajo establecida en la estructura social.
Este planteam iento de Marx sobre el con-
cep to de ideologa hace qu e se atribuya epis-
temolgicamente al com pone nte ideolgico
una inicial caracterizacin negativa po r co n-
traposicin , por ejem plo, a la ciencia, dado
que , a primera vista, la ideologa es la com-
po ne nte cognoscitiva de la imposicin de la
forma de prod uccin y de las relaciones so-
ciales, la fo rm a co mo se racionalizan y justi-
fican los intereses de clase.
Arne Naess ha estudiado pormenorizada-
me nte el trmino ideologa y sus afines en
La Ideologia alemana deduciendo que no se da
en ningn caso una definicin normativa,
descriptiva o real. N o hay ningun a razn
para sospechar q ue Marx haya querid o hacer
del conc epto ideologa uno de sus eon-
cepto s fundamental es^^^. Si esto es as, nad ie
43
Id. id.
p
30-51.
44
NAESS,A. CHRISTOPHERSEN,.A. KVW,
K. emo-
cracy ideology an d objetivity
Oslo,
1956
Univ. Press Os-
lo, Cfs. NAESS, , , Histonk del trmino nldeologiw des de
Destutt de Tracy hasta Karl Mam
en Horotz, Irvinglouis,
Histona y elementos de la Sociologi del Conocimiento
Buenos Aires, 1964 Ed. Universitaria,
t
1 pp 23 SS.
7/25/2019 Ideologa y Pedagoga Carrasco
15/24
puede, en rigor, sin ms, construir una teora
de la ideologa acudiendo, nicamente, a los
textos en los que el trmino se hace explci-
to. Lo que no quiere decir que no se pueda,
acudiendo al ncleo central de su sistema de
pensamiento, construir el nicho semntico
en el que situar sin equivocidad el trmino
ideologia, a pesar, incluso, de
La Ideologz
alemana.
Eugenio Tras parte precisamente del he-
cho que Naess, como nadie, puso de mani-
fiesto: el concepto de ideologa, tal como
aparece en
La Ideologia alemana
es polismi-
co y ambiguo; lo cual no quiere decir que en
el sistema de pensamiento de Marx no haya
recursos con los que aislar unos hechos o
formas de pensamiento, que cumplan la fun-
cin sealada en La Ideologz alemana
y
a los
que ya no se pueda atribuir equivocidad.
((Ideologa denota un campo objetivo de-
6
terminado, pero connota asimismo una
valoracin del mismo)>45.a demarcacin en-
tre ideologa y ciencia sera el criterio de
demarcacin caracterstico de la epistemo-
loga de Marx.
El problema central de Marx se cifra, se-
gn Tras, en la cuestin del porqu del cre-
cimiento del capital, y para ello supera el
nivel de la ((apariencia de los hechos)) para
situarse al nivel en el que se crean ((concep-
tos de pensamientos));
es,decir conceptos
organizables en ((sistema)) ciencia. En ese
sistema conceptual es en el que toma luz y
nacimiento la esencia de la realidad, la ver-
dad de los hechos.
El concepto de pensamiento que toca la
esencia de la realidad es precisamente el con-
cepto de plusvala y sus asociados teri-
cos. Mientras que la apariencia, la forma con-
creta con la que los hechos econmicos se
producen, induce cognoscitivamente un con-
glomerado coherente de ideas en las que se
concreta la justificacin del mismo: en este
caso, el sistema capitalista. Luego existe una
correspondencia entre ideologa
y
aparien-
cia del sistema, frente a la correspondencia
entre sistema conceptual y esencia del fen-
meno. La teora de la ideologa enraiza por
tanto, y epistemolgicamente encuentra su
mbito semntico, dentro del anlisis cient-
fico de un problema real: el crecimiento del
capital. Tambin posee un contexto concre-
to: la desmitificacin del sistema capitalista.
Las fases epistmicas del razonamiento son:
planteamiento de un ncleo problemtico,
construccin de un sistema conceptual, ex-
plicacin del funcionamiento real del creci-
miento del capital y consecuentemente, des-
cubrimiento de las leyes que explican el sis-
tema capitalista. Solamente despus se atien-
de a un problema de segundo orden epist-
mico: el modo de produccin
y
la explica-
cin de las construcciones intelectuales con
las que el capitalismo se justifica. La razn
epistemolgica se encuentra en que esas jus-
tificaciones, o produccin de ideas, se que-
dan ms all del criterio de demarcacin in-
troducido por Marx.
Esos bloques de ideas se originan en las
apariencias, son la ideologia. Mientras que la
ciencia supera los hechos en los conceptos
bien definidos de la teoria, y se constituyen
en sistema lgico que explica, desde la esen-
cia de los hechos, la realidad del funciona-
miento.
La ideologa es la no-ciencia. Tras lleva su
anlisis ms lejos, lo que hace honor a su
seriedad. Dado que el contexto semntico
en el que tericamente se plantea el proble-
ma, se construye el sistema y se encuentra la
explicacin, es el sistema capitalista, el cre-
cimiento del capital, el concepto de ideolo-
ga que en el con texto se infiere slo como
prei.enciosa extrapolacin, se puede conver-
tir en
la
teora general de las ideas o teoria
general de las ideologas, englobando por
isornorfismo no slo la produccin de justi-
ficaciones al sistema capitalista, sino todo lo
que no sea derivable directamente del sis-
tema de conceptos con los que se explica el
funcionamiento del capital: Filosofa, Dere-
cho, Arte
...
Pedagoga (como veremos ms
adelante).
Ciertamente, Marx ha introducido un cri-
terio de demarcacin y con ello ha ((sub-
vertido)) el planteamiento hegeliano de la
determinacin de la realidad por la concien-
5
TR~As
.
Teori de lar ideologas
Barcelona 1975
cia. ((Marx rompe en el mismo acto con toda
d
Pennsula
p. 2 1
filosofa de la conciencia , que entiende
7/25/2019 Ideologa y Pedagoga Carrasco
16/24
por saber una toma de conciencia de la esen-
cia, o con toda fenomenologa , que en-
tiende por saber una captacin o intuicin
de esencias no mediada por una mediacin
conceptual Marx abandona lo ((cons-
ciente))(porque es producido por la aparien-
cia) y abandona lo ((visible)) porque no mues-
tra la esencia). Porque, por principio, es la
realidad la que determina la conciencia y no
al contrario.
Pero de este planteamiento no se puede
deducir que toda construccin intelectual
sea fruto de la determinacin social. Para
Tras es un reduccionismo que no es de Marx.
Pero tampoco se puede afirmar que todo
sistema de hechos humanos sea fruto del
complejo funcionamiento de las leyes de cre-
cimiento del capital, tambin es un reduccio-
nismo que tampoco es derivable del sistema
planteado por Marx, que responde directa-
mente al ncleo del sistema de conceptos en
el que directamente se plantea su criterio de
demarcacin epistemolgica. Por eso Merton
pone de relieve, aunque contra
l van tam-
bin los palos del posible reduccionismo, la
frase de Marx: je ne suis pas mar~iste))~'.
El mismo esfuerzo que hizo Marx para
encontrar los conceptos ((primitivos)) con
los que elaborar el sistema que explicara el
funcionamiento del capital y tambin los
comportamientos del sistema capitalista, hay
que buscarlos en otros contextos. Se puede
extender el criterio de demarcacin marxia-
no. Y as actu Saussure o Lvi-Strauss. Pero
no se puede considerar el ((paradigma mar-
xiano)) de la economa como paradigma de
todo sistema real.
De este concepto de ((ideologa))o ideolo-
ga marxiana, evidentemente, no se puede
deducir una pedagoga, en tanto que ciencia
de la educacin o tecnologa educativa, como
se quiera. La razn es evidente, el criterio de
demarcacin lo impide. Si la ideologa surge
de la apariencia, en ella no puede haber ((con-
ceptos)) susceptibles de convertirse en siste-
ma explicativo. Podr haber ideologa peda-
ggica pero, incluso sta, estara originada
6
Id id 44.
47
MERTON
. K .
La
sociologa de la ciencia Madrid
1977 Alianza Universidad t
1
p .
54.
por la aplicacin del criterio de demarcacin
marxiano -que por otra parte, es el criterio
de demarcacin de la ciencia moderna- al
contexto de los hechos educacionales.
Entonces, por qu hay quien ha preten-
dido construir una teora de la enseanza a
partir de este paradigma? Para ello han sido
necesarias dos cosas. Primero, que el para-
digma marxiano saliera de sus lmites y se
convirtiera en la ontologa reduccionista de
la determinacin de todo lo real a partir de
las funcionalidades del aparato econmico;
segundo, que los hechos educacionales se
convirtieran en una ((ontologaregional)) de
ese paradigma. La primera accin intelectual
la llevaron a cabo autores como Althusser;
la segunda accin la llevaron a cabo Bourdieu-
Passeron. No queremos decir que stos sean
los culpables, no. Ah est todo el marxismo
mecanicista, todo el sociologismo radical,
toda la teora de la sociologa del conoci-
miento que no se queda en anlisis de la
estructura ((externa))de la ciencia, sino que
quiere, incluso, explicar sociolgicamente
estructura interna de la misma. Ellos son
representantes significativos; sobre todo, per-
tinentes al problema que nos ocupa; las re-
laciones entre ideologa y pedagoga.
Para Althusser, en Ideologz y aparatos ideo-
lgicos del Estado48,el problema fundamental
es el de la reproduccin de los medios de
produccin. Empleando el texto conocido
de Marx en Carta a Kugelman (11-71.868)
-incluso un niio sabe que si una forma-
cin social no reproduce las condiciones de
la produccin al mismo tiempo que produce,
no puede durar un ao))-49, deduce que lo
reproducido son dos cosas: las fuerzas pro-
ductivas y las relaciones de produccin exis-
tentes. La reproduccin de la fuerza del tra-
bajo tiene lugar a partir del salario. El nivel
del salario se establece partiendo del valor
que se asigna al trabajo en vistas a la consecu-
cin de las condiciones materiales de su re-
produccin y de los resultados histricos o
48
ALTHUSSER.EscnJos Barcelona 1974 Ed. Laia
pp .
105
SS.
49 MARX ENGELS artas sobre El Capital Barcelona
1968 Ed. Materiales; MARX. l capital Mxico 1966 Ed.
Fondo de Cultura Econmica t . 1. pp. 704-706.
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conquistas del valor del trabajo mediante la
lucha de la clase proletaria: evitando la dis-
minucin del poder adquisitivo del salario y
aumentanto la duracin del trabajo para man-
tener ese poder adquisitivo.
Pero, lo que se reproduce no es simple-
mente la presencia de la fuerza de trabajo
sino la capacitacin de la misma dent ro de la
divisin del trabajo. Esta reproduccin se
asegura fuera de la empresa mediante el sis-
tema educacional capitalista, ((mediantesus
procedimientos e instituciones)). La repro-
duccin de la fuerza de trabajo exige la re-
produccin de la capacitacin y la repro-
duccin de las reglas del comportamiento
dent ro del orden establecido. c... La escuela
(pero tambin otras instituciones o aparatos
del Estado) ensean ciertas ((habilidades)),
pero mediante formas que aseguran el so-
metimiento a la ideologa dominante , o bien
el dominio de su prctica .
Althusser no define lo que entiende por
ideologa, pero describe los ((aparatos ideo-
lgicos del Estado)) como predominante-
mente dirigidos a actuar mediante el empleo
de la ideologa dominante. La represin en
ellos es indirecta, disimulada, ((casi simb-
lica)).
Aunque no define lo que entiende por
ideologa, queda patente que lo que de ella
puede decirse tiene que estar en consonancia
con el hecho necesario de la ((reproduccin
de las condiciones de produccin)). Por lo
tarito la ideologa, en tanto que elemento
cognoscitivo, est construida con elementos
que se proponen como justificacin y legi-
timacin de lo establecido, pero no en tanto
que establecido (relativo histricamente),
porque no sera sino un elemento relativo
de reproduccin; sino convirtiendo la relati-
vidad del hecho de reproduccin en un abso-
luto conceptual.
De ah que la ideologa se presente como
enfermedad conceptual, falsedad, en su pro-
pia esencia.
Las consecuencias para una teora de la
enseanza las extraen Bourdieu-Passeron.
((Toda accin pedaggica es objetivamente
una violencia simblica en tanto que impo-
sicin, por un poder arbitrario, de una arbi-
trariedad cultural))50.Es violencia ((simb-
lica)) en cuanto que se ejerce a travs de una
((relacin de comunicacin)~.s violenta por-
que ((impone)) ((inculca)) na arbitrariedad
cultural. Carecer de efecto en tan to no ten-
gan lugar lss condiciones sociales o relacio-
nes de fuerza que hagan posible la imposicin
e inci~lcacin.La accin pedaggica repro-
duce la seleccin arbitraria que un grupo o
clase ((operaobjetivamente en y por su arbi-
trariedad cultural)) . La estructura y funcio-
nes de esa cultura ((nohan podido deducirse
de ningn principio universal, fsico, biol-
gico o espiritual)).El grado objetivo de arbi-
trariedad del poder de imposicin de una
accin pedaggica es tanto ms elevado cuan-
to ms elevado sea el mismo grado de arbi-
trariedad de la cultura impuesta)).
Laij llamadas teoras de la educacin que-
dan reducidas a ((ideologas pedaggicas)),
en la medida en que contribuyen al enmas-
caramiento de su verdad objetiva. Con lo
cual, la ideologa sigue siendo entendida
como pensamiento esencialmente deforma-
dor deformante, ya que pretendiendo trans-
mitir verdad solamente reproduce, intelec-
tual y culturalmente, las condiciones obje-
tivas determinantes de la reproduccin de
las condiciones sociales de produccin. De
este anlisis no se escapan ni siquiera las
((coritestaciones ms radicales)). Ya que es-
tas ((manerassuaves)) pueden ser el ((nico
modo eficaz de ejercer el poder de violencia
simt)lica en un estado determinado de re-
laciones de fuerza
y
de las disposiciones ms
o menos tolerantes respecto a la manifes-
taciQn explcita y brutal de la arbitrarie-
dad)). Como dira Durkheim, no hay edu-
cacin liberal)).
Cie este anlisis se deducen varias cosas,
La primera, que la llamada ciencia de la edu-
cacjn no es ms que un mito que enmascara
la realidad objetiva de la forma de pensa-
miento pedaggico: estrictamente, raciona-
lizacin de la imposicin de una arbitrarie-
dad cultural. La segunda, que todo acto edu-
catjvo, en tanto que intencionalmente diri-
gido a una reproduccin cultural, es un acto
rC1
BOURDIEU . PASSERON.C . a reproduccin. Ele-
mentos para una teoM del sistema de enseanza
Barcelo-
n a
1972 Ed Laia
passim.
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18/24
autor i tar io que impo ne violentamente una
arbitraried ad c ultural. La terce ra y ms radi-
cal, que to da actividad cultural hum ana, en
definitiva, no es ms qu e el fru to racionaliza-
do de la estructura de fuerzas del s is tema
social . Hecho que se encubre aumentando
la eficacia reproductiva que contiene la ne-
cesaria reproduccin de las condiciones de
produccin para pod er mantener e l sistema
establecido.
Ahora bien, este planteam iento es una ar-
golla qu e se po ne al cuello a todo sistema de
significaciones culturales. Vemos qu e de nue -
vo se ha practicado el reduccionismo. En
Ma rx se parta del anlisis del sistem a capita-
lista
y
se determ ina aqu e n la arbitrariedad
de toda estructu ra y transmisin cultural .
Se olvida un hecho fundamental: que el
hom bre es el nico ser , den tro de los fi lum
zoolgicos, cuya supervivencia no es el fru-
to de mecanismos automticos de interac-
cin co n el medio. Ms bien es el fruto de
proyectos sociales de sobrevivencia que se
concretan y toman cuerpo social en insti-
tuciones. De ah que, por haber extrapolado
el anlisis ma rxista ort od ox o, desde el cam-
po capitalis ta tod o tipo de configuracin
social y particularmente a todo tipo de ac-
cin pedaggica, el mismo quehacer cultu-
ral del hombre aparece por el lado de su
arbitrariedad y no por el lado de su nece-
sidad.
Se olvida, finalmente, la pretensin de q ue,
a partir de juicios de hec ho sobre la natura-
leza, constru ccion es cientficas, no se pued e
acceder-a la construccin y planteamiento
de juicios de valor o de op cione s culturales.
De ah que, s i bien toda opcin cultural es
por su misma cond ic in una dec i s in o
eleccin de carcter no absoluto, nunca es
com pletam ente arbitraria; ya que el ho mb re
necesita proyectar, elegir formas culturales
que realicen el hecho mismo de la sobrevi-
vencia. La accin pedaggica es un hecho
necesario de sobrevivencia, y la transforma-
cin de la naturaleza e n cultu ra es un hech o
igualmente necesario desde el pu nto de vis-
ta antropolgicu. P or este motivo, toda ac-
cin pedaggica, incluso en cuanto a sus
conte nido s, nunc a es totalmen te arbitraria.
La arbitrariedad de Bourdieu-Passeron es-
t r iba en e l hecho de optar , gratui tamente ,
por vincular necesariamente tod o hech o edu-
cacional al sistema ms limitado
y
concreto
de las condiciones d e produ ccin y al siste-
ma de fuerzas dominantes en una es t ructura
social determinada.
Todo el mecanismo social estar, segn
ellos, contaminado intelectualmente, porque
su verdad nunca es aparente s ino que se
encuentra s iempre ocul ta por eso es tan
eficaz) en las construcciones ideolgicas que
en su interior siemp re se justifican: la ideo-
loga. Aqu se produce un dilema atroz. La
ciencia es el nico tipo o forma de pensa-
miento en el interior del cual se producen
principios universales legtimos. Per o de ellos
no se pueden deducir justificaciones para
opcio nes sociales, ya que la opci n cultural
no es decidible en el campo de la ciencia
porque nunca pueden deducirse juicios de
valor de juicios de hech o.
Po r o tro lado, las opcio nes culturales siem-
pre se deciden en el interior de las arbitra-
riedades q ue le gitima n las ideologas, las cua-
les son pensam iento esencialmente deforma-
dor y deformante que solamente se puede
transm itir median te ejercicios y actua cione s
de poder de violencia simblica.
Creemos que hemos llegado realmente a
la comprobacin de que este callejn no
tiene salida.
A partir de lo que hemos dicho an terior-
me nte, se ve co n toda claridad qu e necesita-
mos redefinir el con cep to de ideologa))y
el con cep to de accin pedaggica. La form a
de actuar e n esta tercera parte es retrotraer-
nos a la consideracin de la ideologa com o
hecho. Es una realidad que los grupos hu-
ma nos, ap arte d e la ciencia, dirigen su praxis
mediante componentes configuradas inte-
lectualmente.
El conocimiento ordinario emplea el tr-
mino ideologa para designar el conju nto de
contenidos de pensamiento de una persona
o grup o prescindiendo de la naturaleza es-
pecfica de cada com pon ente uni tar iamente
consid erado ), necesarios para la justificacin
o qu e son la justificacin) de la direcci n de
7/25/2019 Ideologa y Pedagoga Carrasco
19/24
su praxis humana (individual y10 social). Den-
tro de la ideologa se definen los objetivos
de la accin y stos se insertan en una jerar-
qua real de prioridades.
No es apropiado, en esta primera aproxi-
macin, calificarla como ((forma de pensa-
miento)). La ((forma de pensamiento)) tiene,
para nosotros un sentido epistemolgico,
que supone, respecto al anterior conjunto
de contenidos de pensamiento, en amalga-
ma y sin previa decantacin, una viviseccin
de su estructura intelectual. Es decir, la for-
ma de pensamiento ideolgico supone deter-
minar, dentro de esa amalgama, una defini-
cin. Definicin que no tiene por qu in-
cluir unos contenidos y desechar otros, sino
que pretende determinar el mecanismo por
el que se insertan dentro del conjunto.
Tambin, para el conocimiento ordinario,
el trmino ciencia se compone de un con-
junto amalgamado de apreciaciones sobre
contenidos particulares de pensamiento. La
perspectiva de este segundo trmino se orien-
ta, ms que a la direccin de la praxis, a la
descripcin
y
explicacin de la realidad (in-
dependientemente de lo considerado como
real o del valor real de lo considerado).
Esto produce una facilitacin en la labo