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Número de palabras: 357 Autor: Javier Gómez Fuente: sobreleyendas.com La leyenda de las cataratas de iguazú

Iguazu

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Libro sobre iguazu

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Número de palabras: 357Autor: Javier Gómez

Fuente: sobreleyendas.com

La leyenda de las cataratas de iguazú

Apoyado en la barandilla admiraba, con la mirada

perdida, el tremendo salto de agua de la

Garganta del Diablo. Las manecillas del

reloj seguían girando lentamente en mi reloj, sin embargo, para mí,

el tiempo se había detenido. Estaba solo,

pero no estaba solo; los turistas me rodeaban.

Reinaba el silencio, pero había ruido; de niños, de gritos, de voces que no sabían apreciar la gran

verdad que se descubría a mis pies…

Mis cinco sentidos se encontraban poseídos por aquella increíble

maravilla de la naturaleza, Las Cataratas

de Iguazú.

Cuenta la leyenda que habitaba en el Río Iguazú una monstruosa criatura, una serpiente, por nombre Boi, a quien

los indígenas habían de ofrecer en sacrificio cada año a una joven

muchacha, arrojándola a los rápidos del Iguazú.

Cierto año, al frente de una de esas tribus

guaraníes llegó un joven, Tarobá. Cuando se fijó en la muchacha que

iba a ser sacrificada, se enamoró perdidamente

de ella.

Por todos los medios Tarobá intentó

convencer a los ancianos de todas las tribus de que se le perdonara la vida a Naipí, la bella muchacha

que sacrificarían. Pero sus intentos no dieron

resultado. La joven había de ser sacrificada porque así lo quería la diosa Boi.

Lejos de asustarse, Tarobá, la noche antes del sacrificio, cogió su

canoa y llevando en ella a Naipí, la raptó.

Al enterarse de lo sucedido, Boi, la

serpiente, los persiguió. Asomando su lomo en el río lo partió en dos y originó así las dos

grandes cataratas de Iguazú.

Tarobá y Naipí quedaron atrapados en esas

aguas. Tarobá quedo convertido en árbol, justo encima de la

Garganta del Diablo, mientras que la cabellera

de Naipí se convirtió en las impresionantes

aguas que descienden turbulentas por la misma Garganta.

Boi, la diosa, volvió a sumergirse y desde el

fondo de las cataratas vigila constantemente

que Tarobá y Naipí no puedan unirse

nuevamente. Sin embargo, dicen los indígenas del lugar que

cuando el arco iris se dibuja entre la bruma

que se levanta allá abajo, donde rompe la catarata, Tarobá y Naipí

unen su amor…