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96 GATOPARDO www.gatopardo.com PERSONAJE DEL MES “Queridos hermanos y hermanas: después del gran papa Juan Pablo II, los cardenales me han elegido a mí, un simple y humilde trabajador de la viña del Señor. Me consuela el hecho de que el Señor sepa trabajar y actuar, incluso con instrumentos insuficientes, y sobre todo me encomiendo a vuestras oraciones”. Con estas elucubraciones, Joseph Ratzinger inauguró su discurso luego de ser nombrado Benedicto XVI, el 19 de abril de 2005. “Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por mi edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer de manera adecuada el ministerio petrino”. Y con éstas anunció su abdicación, el 11 de febrero de 2013. La de este alemán de 85 años ha sido considerada una decisión histórica. No sólo porque sea la tercera renuncia de un papa en 16 siglos, sino también, y sobre todo, porque las oraciones del mundo católico no surtieron efecto, y Benedicto XVI terminó abandonando la pesada cruz de su antecesor, In nomine Spiritus Sancti joseph ratzinger, nombrado benedicto xvi un Arca de Noé que hoy naufraga y amenaza con hundirse de no encarrilar su camino. Fuera de la versión oficial, esa que indica que Ratzinger desertó por motivos de salud, la prensa ha seguido barajando un póquer de hipótesis (unas más escalofriantes y reveladoras que otras). La principal es que Benedicto XVI habría salido del Vaticano empujado por las luchas internas de poder, y por la corrupción y decadencia moral de una parte del clero. Sus intentos por flexibilizar la postura y opinión de la Iglesia frente a las actuales problemáticas sociales, en temas como sexualidad o reproducción, habrían fracasado por total falta de quórum. Recordemos que, durante 2012, una masiva fuga de documentos pontificios —escándalo bautizado como “VatiLeaks”— puso en evidencia una fuerte oposición de la curia romana a las medidas de transparencia institucional que persiguió Benedicto. Tímidamente, Joseph Ratzinger quiso limpiar la Iglesia de pederastas, materialistas y ultraconservadores, pero al parecer las cúpulas del poder eclesiástico acabaron expulsándolo a él, casi como por obra y gracia del Espíritu Santo. Aun así, nadie podrá quitarle el honor de haberle cerrado las puertas del trono de San Pedro a Marcial Maciel, el fundador de Los Legionarios de Cristo y una de las tantas ovejas descarriadas que el pastor encontró en su corral. por adagio

In nomine spiritus sancti

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PERSONAJE DEL MES

“Queridos hermanos y hermanas: después del gran papa Juan Pablo II, los cardenales me han elegido a mí, un simple y humilde trabajador de la viña del Señor. Me consuela el hecho de que el Señor sepa trabajar y actuar, incluso con instrumentos insuficientes, y sobre todo me encomiendo a vuestras oraciones”. Con estas elucubraciones, Joseph Ratzinger inauguró su discurso luego de ser nombrado Benedicto XVI, el 19 de abril de 2005.

“Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por mi edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer de manera adecuada el ministerio petrino”. Y con éstas anunció su abdicación, el 11 de febrero de 2013.

La de este alemán de 85 años ha sido considerada una decisión histórica. No sólo porque sea la tercera renuncia de un papa en 16 siglos, sino también, y sobre todo, porque las oraciones del mundo católico no surtieron efecto, y Benedicto XVI terminó abandonando la pesada cruz de su antecesor,

In nomine Spiritus Sancti joseph

ratzinger, nombrado

benedicto xvi

un Arca de Noé que hoy naufraga y amenaza con hundirse de no encarrilar su camino.

Fuera de la versión oficial, esa que indica que Ratzinger desertó por motivos de salud, la prensa ha seguido barajando un póquer de hipótesis (unas más escalofriantes y reveladoras que otras). La principal es que Benedicto XVI habría salido del Vaticano empujado por las luchas internas de poder, y por la corrupción y decadencia moral de una parte del clero.

Sus intentos por flexibilizar la postura y opinión de la Iglesia frente a las actuales problemáticas sociales, en temas como sexualidad o reproducción, habrían fracasado por total falta de quórum. Recordemos que, durante 2012, una masiva fuga de documentos pontificios —escándalo bautizado como “VatiLeaks”— puso en evidencia una fuerte oposición de la curia romana a las medidas de transparencia institucional que persiguió Benedicto.

Tímidamente, Joseph Ratzinger quiso limpiar la Iglesia de pederastas,

materialistas y ultraconservadores, pero al parecer las cúpulas del poder eclesiástico acabaron expulsándolo a él, casi como por obra y gracia del Espíritu Santo. Aun así, nadie podrá quitarle el

honor de haberle cerrado las puertas del trono de San Pedro a Marcial Maciel, el fundador de Los Legionarios de Cristo y una de las tantas ovejas descarriadas que el pastor encontró en su corral. — por adagio