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La integración de contribuciones nacionales tentativamente determinadas es para los diversos países de América Latina y del mundo una oportunidad para trazar la ruta hacia un desarrollo bajo en carbono y resiliente al clima. Chile ha avanzado en la integración de una propuesta inicial para trazar el escenario de mediano y largo plazo frente al cambio climático, y saludando este importante esfuerzo, el Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe (GFLAC), se complace en presentar una serie de propuestas para el fortalecimiento de los medios de implementación como es el financiamiento climático.
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CONTRIBUCIONES NACIONALES TENTATIVAMENTE DETERMINADAS (INDCs)
PROPUESTAS SOBRE ELEMENTOS DE FINANCIAMIENTO
GRUPO DE FINANCIAMIENTO CLIMÁTICO PARA LATINOAMÉRICA Y EL CARIBE (GFLAC)
CONTENIDO I. INTRODUCCIÓN II. ELEMENTOS DE FINANCIAMIENTO 1. ESTRATEGIA NACIONAL DE FINANCIAMIENTO CLIMÁTICO Y RECOMENDACIONES 2. PRESUPUESTO PÚBLICO Y RECOMENDACIONES 3. FINANCIAMIENTO INTERNACIONAL Y RECOMENDACIONES 4. FINANCIAMIENTO PRIVADO Y RECOMENDACIONES
III. CONCLUSIONES
I. INTRODUCCIÓN La integración de contribuciones nacionales tentativamente determinadas es para los diversos países de América Latina y del mundo una oportunidad para trazar la ruta hacia un desarrollo bajo en carbono y resiliente al clima. Chile ha avanzado en la integración de una propuesta inicial para trazar el escenario de mediano y largo plazo frente al cambio climático, y saludando este importante esfuerzo, el Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe (GFLAC), se complace en presentar una serie de propuestas para el fortalecimiento de los medios de implementación como es el financiamiento climático. El GFLAC integrado por organizaciones de la sociedad civil e instituciones académicas, es una iniciativa que surge de la necesidad de enfrentar dos desafíos fundamentales en América Latina y el Caribe: por un lado, la urgencia de elevar los estándares de transparencia y rendición de cuentas del financiamiento internacional en materia de cambio climático, y por otro la necesidad de reforzar y promover la transparencia presupuestaria de los recursos nacionales destinados a la atención del cambio climático en miras a incrementar la efectividad del recurso. Durante 2014 el GFLAC en colaboración con sus puntos focales en Chile, SustentaRSE, el CR2 de la Universidad de Chile y Chile Transparente, llevaron a cabo un estudio sobre el mapa de financiamiento climático en Chile (disponible en www.gflac.org) en donde se identificaron importantes áreas de oportunidad entorno al tema de financiamiento climático que se plantean en este documento a manera de recomendaciones. Lo anterior, tomando en consideración lo estipulado en el punto 6.2 sobre “contribución nacional tentativa en materia de financiamiento” enmarcada en el Anteproyecto de Contribución Nacional Tentativa en el contesto del Tratado Climático 2015 a ser finalizado en la vigésimo primera conferencia de las partes (COP21) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que a la letra dice: “En 2018, Chile comunicará una Estrategia Nacional Financiera frente al cambio climático, la que
incluirá al menos los elementos siguientes: -‐ Análisis recurrente de gasto público, actualizable todos los años a partir de 2020; -‐ Una cartera de proyectos financiables, en adaptación, mitigación, fortalecimiento de
capacidades y desarrollo tecnológico, sectores identificados como prioritarios en la política nacional de respuesta al cambio climático;
-‐ La identificación de un porcentaje sobre el PIB que debería destinarse a dicha cartera, en línea con los últimos estudios sobre la economía del cambio climático, y con miras a la constitución potencial de un fondo para la acción climática” (MMA, 2015 :11).
El texto señala que con estos elementos Chile contará con “una línea base sobre el financiamiento del cambio climático a nivel nacional, pudiendo identificar y sistematizar los flujos financieros según su procedencia, gasto público y privado nacional e internacional; y eventualmente según su ejecución”. Al respecto y en total acuerdo con la necesidad de crear estrategias nacionales de financiamiento climático, algo que el GFLAC promueve plenamente, presentamos estos elementos de financiamiento que consideramos pueden ser integrados como punto de partida en las contribuciones nacionales del país, considerando que ya se cuenta con insumos en la materia.
II. ELEMENTOS DE FINANCIAMIENTO El financiamiento climático como medio de implementación es una pieza calve para el alcance y cumplimiento de los compromisos señalados en el contexto de las contribuciones nacionales. En este sentido, el GFLAC propone al Gobierno de Chile, integrar las siguientes consideraciones:
1. ESTRATEGIA NACIONAL DE FINANCIAMIENTO CLIMÁTICO (ENAFICC) La Estrategia Nacional de Financiamiento Climático debe ser un instrumento que permita conocer al menos cuatro elementos: ¿Cuánto cuesta el cambio climático en el país?, ¿Con cuánto se cuenta a nivel nacional para hacerle frente?, y ¿Cuánto se necesita adicional para complementar dichas necesidades de inversión?, ¿Qué tipo de mecanismos financieros se requiere para cubrir dichos costos según el sector y la actividad de que se trate?. La Estrategia debe ser de carácter transversal, es decir, integrar acciones más allá del Ministerio de Medio Ambiente, para cobijar actividades de otros sectores altamente relevantes para la atención del cambio climático. Esta estrategia implica tanto la creación y definición de arreglos institucionales como la asignación de un responsable de coordinación, cuyo actor ideal debiera ser el Ministerio de Hacienda por sus atribuciones, pero en plena coordinación con otras entidades nacionales y subnacionales, además de que debe tener medios para su operación. La Estrategia enmarcada en una política amplia en materia de cambio climático también debe considerar un plan de acción de corto, mediano y largo plazo, en donde se visualicen las medidas que se pueden financiar en estos plazos. Esto considerando aquellas acciones que podrían significar costos negativos para el país, como las acciones en materia de eficiencia energética, buscando así cubrir una matriz de inversión que vaya de las acciones más baratas a las más costosas , mismas que podrán ser asociadas a los mecanismos financieros adecuados para su ejecución. De igual forma, se puede hacer una matriz de inversión que permita atender aquellas acciones que representan un grado de urgencia mayor como criterio central. La Estrategia debe regirse por principios básicos de transparencia, rendición de cuentas, participación y debe garantizar que la sustentabilidad de las inversiones, esto es, debe garantizar que a la hora de estudiar las necesidades de inversión también se pueda analizar la transición de aquellas actividades que producen el problema y sustituirlas por otras que
mitiguen dichos impactos, evitando incluir aquellas acciones que podrían resultar en grandes externalidades socio-‐ambientales. La supervivencia en el tiempo de una Estrategia de este tipo requiere de un respaldo de política pública y en particular de la creación y/o integración en un marco legal que le de validez, respaldo jurídico y que le permita transitar en el tiempo. Una Ley Nacional de Cambio Climático sería un marco transversal idóneo para estos efectos. Asimismo y en miras a que la Estrategia mantenga una visión de largo plazo y vaya más allá de periodos gubernamentales en tanto no exista un mandato legal que la sostenga, se propone la creación de un Consejo Consultivo multi-‐actor cuyo cuerpo colegiado funcione como mecanismo de apoyo para el diseño, ejecución y evaluación de la Estrategia. De manera específica esta Estrategia debería contener tres tipos de estrategias de operación: una que considere aspectos relacionados con el presupuesto y gasto público, otra relacionada con el financiamiento internacional como fuente de soporte y una tercera que incluya la participación responsable del sector privado en el financiamiento. Aspectos específicos en cada uno de estos rubros se describen en el siguiente apartado.
RECOMENDACIONES GENERALES SOBRE ESTRATEGIA NACIONAL DE FINANCIAMIENTO CLIMÁTICO
-‐ Crear una Estrategia Nacional de Financiamiento Climático que se rija por principios de transparencia, rendición de cuentas, participación, derechos humanos, equidad y sustentabilidad. Esta estrategia implica arreglos institucionales que permitan a las partes interesadas concertar las necesidades financieras, así como las contribuciones que el país está dispuesto a hacer con una perspectiva de corto, mediano y largo plazo, integrando una visión Nacional y subnacional. Aspectos a incluir en la Estrategia: a) Definición de arreglos institucionales para su operación (Dirección, coordinación y gestión). b) Cuantificación de costos derivados y para atención del cambio climático en Chile c) Cuantificación de contribuciones nacionales anuales vía presupuestos públicos para
atención del problema. d) Cuantificaciones de necesidades de inversión para alcanzar las metas y cubrir los costos
estimados. e) Integración de un Plan de inversión de corto, mediano y largo plazo. f) Identificación de mecanismos de financiamiento complementarios a los recursos públicos. g) Creación de un sistema de monitoreo, reporte y verificación del financiamiento climático
que permita monitorear y evaluar tanto la asignación de recursos recibidos del financiamiento internacional, como aquel asignado vía presupuestos públicos y privados.
h) Establecimiento de un cuerpo colegiado multi-‐actor que permita dar seguimiento y apoyo al diseño, ejecución y evaluación de la Estrategia.
2. SOBRE PRESUPUESTO PÚBLICO
El presupuesto público como una de las herramientas más importantes en el ciclo de planeación de un país, cuya asignación refleja las prioridades del estado (Gutiérrez, 2013), debe ser parte central de la Estrategia Nacional de Financiamiento Climático, pues el primer punto de partida de un país es identificar con cuánto recurso nacional se cuenta para hacer frente al problema. Esto considerando que Chile como país OCDE no se coloca como principal destino de cooperación y financiamiento internacional según recientes estudios del GFLAC (2014). Para ello es necesario caracterizar el gasto público que se realiza en la actualidad, caracterizando aquellas actividades que se han creado para atención del cambio climático, y aquellas otras que sin haber sido creadas para tales efectos, su existencia y ejecución tienen impactos positivos
para la atención del problema, además de identificar aquellas acciones que ocupan recursos presupuestales, pero cuya ejecución podría estar causando el problema. Para ello se sugiere trabajar en los siguientes rubros en materia presupuestal:
-‐ Identificación de prioridades de gasto: Dentro del estudio realizado por el GFLAC se identifica
que la asignación presupuestal total del país ascendió a $55,153,239,230.76 USD, de los cuáles Chile no cuenta con recursos expresamente etiquetados como cambio climático, aunque cuenta con una asignación de alrededor de $ 284,074,903 asociados a la atención del problema, lo que representa alrededor de 0.5% del presupuesto para 2014 (GFLAC, 2014). Esto significa que el problema no ha sido del todo integrado en la planeación y en la asignación presupuestal del país, por lo que se sugiere caracterizar el gasto identificando también aquel monto que podría estar generando el problema1. La asignación de recursos presupuestales, si bien muestra una tendencia hacia favorecer la adaptación, lo que es positivo, se identifica que otros recursos privados podrían estar transitando hacia una tendencia negativa hacia el incremento de emisiones, por lo que el presupuesto también debería garantizar una asignación mayor hacia la atención de la mitigación, para generar un balance en la asignación.
Gráfico 1. Distribución por sector del gasto público asociado a cambio climático en Chile.
-‐ Fuente: GFLAC (2014)
-‐ Transparencia presupuestaria: De acuerdo al ranking de transparencia presupuestaria del International Budget Partnership (IBP), Chile se encuentra con una calificación de 66 de 100 puntos, es decir, cuenta con un grado significativo de transparencia, sin embargo, la información en materia de cambio climático es deficiente y no cuenta con un grado importante de desagregación.
RECOMENDACIONES SOBRE PRESUPUESTO PÚBLICO:
-‐ Monitoreo, Reporte y Verificación del Gasto Público: Se sugiere crear un sistema de MRV sobre el gasto público que permita seguir y evaluar las tendencias en la asignación del gasto público, identificando aquel que ayuda al combate al cambio climático e incluso aquel que podría estar causando el problema, para poner en marcha acciones de transición. Este sistema de monitoreo debe ser de carácter público y accesible, y debe actualizarse cada ciclo presupuestal.
1 Los puntos focales del GFLAC en Chile han realizado estudios sector por sector sobre gasto público que puede ahondar a manera de ejemplo sobre las potenciales inconsistencias que podría haber entorno al gasto público, dicho informes pueden ser consultados en www.gflac.org .
$ 0 $ 20,000,000,000 $ 40,000,000,000 $ 60,000,000,000 $ 80,000,000,000 $ 100,000,000,000 $ 120,000,000,000 $ 140,000,000,000
TOTAL MITIGACIÓN
TOTAL ADAPTACIÓN
TOTAL MITIGACIÓN Y ADAPTACIÓN
Serie1
-‐ Determinación de presupuesto anual: Se sugiere identificar la inversión anual que el país
realizará en materia de cambio climático vía presupuesto público, para luego hacer la división y asignación presupuestal transversal. Esta asignación debe contemplar tanto la actuación de actores a nivel del gobierno central/nacional y de los gobiernos subnacionales.
-‐ Asignación presupuestal transversal: Se sugiere crear un esquema de presupuestación transversal que permita la asignación de recursos para atención de cambio climático no sólo dentro del sector medio ambiente, sino de otros sectores representativos para el combate al cambio climático, como son el energético, el de transporte, el forestal, el de agua, el de manejo de riesgo y otros involucrados. Este proceso de presupuestación transversal va de la mano de la planeación del país, lo que implica que cada Ministerio debe incorporar dentro de sus planes la atención del cambio climático y estipular el costo de operación que dichas acciones implican. Esto también permite generar una asignación balanceada, ya que de acuerdo al informe del GFLAC no existe un balance en la asignación de recursos públicos en materia de adaptación y mitigación, pese a que el país mantiene una taza de incremento en sus emisiones de gases de efecto invernadero y a su vez es altamente vulnerable a los efectos del cambio climático.
-‐ Etiquetación sobre cambio climático: En miras a monitorear y evaluar el gasto público en
materia de cambio climático, se sugiere generar un sistema de etiquetación presupuestal que permita mejorar los estándares de transparencia presupuestal y coadyuve a la asignación transversal de recursos en materia de cambio climático. En otros países la creación de anexos presupuestales transversales ha sido útil para tales efectos.
-‐ Transparencia presupuestal: Se sugiere incrementar los índices de desagregación sobre
información presupuestaria que permitan a la ciudadanía y a interesados en general, conocer los niveles de asignación de recursos a actividades y programas puntuales, en miras a generar esquemas de evaluación para promover la presupuestación basada en resultados en el país.
-‐ Ingresos públicos: Se sugiere dentro de la Estrategia también considerar asuntos relacionados
con los ingresos. Chile por ejemplo, cuenta con un impuesto al carbono, sin embargo, como lo recaudado en este esquema se dirigirá a acciones que primuevan la atención del cambio climático no es claro por lo que se sugiere también considerarlo en la estrategia de financiamiento como mecanismo de financiamiento público.
3. SOBRE FINANCIAMIENTO INTERNACIONAL
De acuerdo al estudio del GFLAC, Chile no es uno de los principales destinos de financiamiento internacional a nivel de América Latina y el Caribe, sin embargo, es receptor de importantes recursos que requieren para su efectividad de ser estudiados y evaluados de manera cuidadosa. Los resultados obtenidos en el estudio del GFLAC señalan que al sintetizar la información sobre flujos internacionales para la mitigación y adaptación al cambio climático en Chile durante el período 2010-‐2014 se identificaron un total de 57 proyectos que cuentan con financiamiento internacional. Las fuentes de financiamiento son diversas, como también la forma en que los proyectos son diseñados e implementados. De este modo, de los 57 proyectos identificados, solo en 45 proyectos se conocen los montos involucrados, razón por la cual basado en la metodología del GFLAC se identificó que Chile recibió alrededor de $ 303.837.252 USD por parte de organismos internacionales y por concepto de proyectos vinculados a cambio climático (GFLAC, 2014). Dado el escenario de incertidumbre sobre la información provista para el cálculo del financiamiento climático y más aún para la evaluación de su efectividad se proponen las siguientes recomendaciones.
RECOMENDACIONES SOBRE FINANCIAMIENTO INTERNACIONAL
-‐ Monitoreo, Reporte y Verificación del Financiamiento Internacional: Se sugiere crear un
sistema MRV de financiamiento internacional para caracterizar el origen, el tipo, los montos, los ejecutores, los receptores, la temporalidad y todos los elementos sobre los flujos provenientes del financiamiento internacional tanto bilateral como multilateral. Lo anterior para identificar el ciclo del recurso y llevar a cabo así una evaluación de la efectividad de dicho recurso. Se sugiere que este sistema sea también operado por una entidad coordinadora, que al igual que el MRV de presupuesto puede ser el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Relaciones Exteriores, en plena colaboración con otros Ministerios involucrados. Esto es útil porque el sistema de registro que tienen los países y agencias donantes no siempre refleja los montos reales que los países reciben al final de la cadena de financiamiento. El sistema de MRV debe construirse bajo el principio de máxima publicidad; así como en la lógica de datos abiertos en un formato de página web cuya información se actualice cada año.
-‐ Mapa de geo-‐referenciación de datos: Se sugiere que el mapa de financiamiento internacional permita conocer la concentración geográfica de los recursos para identificar las brechas que existen en zonas de alto riesgo.
-‐ Cartera de proyectos: Se sugiere crear una cartera/portafolio de proyectos en el corto,
mediano y largo plazo que permitan conocer los proyectos que requieren de financiamiento internacional para su ejecución, lo que permita establecer una estrategia más certera de operación.
-‐ Entidades Nacional Designada ante el Fondo Verde del Clima: Se sugiere establecer a una
entidad nacional asignada para el potencial acceso de recursos del Fondo Verde del Clima, que a su vez opere bajo estándares de amplia transparencia y que cuente con mecanismos de rendición de cuentas y participación para evaluación de los proyectos que sean ejecutados con este financiamiento.
4. FINANCIAMIENTO PRIVADO Dada el importante rol que la inversión privada juega en sectores estratégicos como el energético en Chile, es necesario que estos actores se integren de manera armónica a la lógica de planeación nacional entorno al cambio climático. De esta forma, una Estrategia Nacional de Financiamiento Climático debería considerar el rol y la participación coherente de dichos actores. RECOMENDACIONES SOBRE FINANCIAMIENTO PRIVADO
-‐ Monitoreo, Reporte y Verificación del Financiamiento Privado: Monitoreo, Reporte y Verificación del Financiamiento Privado: el seguimiento del financiamiento privado es uno de los las complejos debido a la falta de transparencia y de un registro que permita conocer su origen y plena ejecución. Por ello se sugiere que al sistema de MRV internacional se sume un sistema de seguimiento del financiamiento privado que sirva incluso como incentivo para los inversionistas quienes podrán plasmar sus contribuciones a la lucha contra el cambio climático.
-‐ Incentivos climáticos: Se sugiere crear un plan de incentivos financieros e incluso fiscales para que el sector privado se involucre cada vez más en las acciones en materia de desarrollo bajo en carbono, tanto en el sector energético, como en el sector transporte y otros relacionados con infraestructura que son altamente dañinos para el sistema climático. Los incentivos creados
por el Ministerio de Hacienda en plena colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente y otros ad hoc.
-‐ Cartera de proyectos: se sugiere que dentro de la cartera de proyectos el estado chileno
pueda identificar aquellas acciones, mecanismos y programas más convenientes para la participación de la inversión privada en sectores estratégicos.
III. CONCLUSIONES
Las contribuciones nacionales tentativamente determinadas (INDCs) constituyen una oportunidad para la definición de las acciones que Chile podrá poner en marcha a partir de 2020, sin embargo, las acciones planteadas requieren necesariamente de medios de implementación que permitan su ejecución. En este sentido, el Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe (GFLAC) reconociendo los avances ya planteados en el Anteproyecto de contribuciones, propone una serie de elementos entorno a uno de los medios de implementación más importantes como es el financiamiento climático. Esto en miras a que sus contribuciones presenten un mayor grado de desarrollo que permita a su vez trazar una ruta de trabajo de aquí al 2020 año en que estas acciones tendrán que comenzar a ejecutarse. En general se acuerda crear una Estrategia Nacional de Financiamiento Climático que permita integrar escenarios de inversión y financiamiento en el corto, mediano y largo plazo para garantizar el alcance de las metas establecidas. Lo anterior pensando en que si bien Chile es un país potencialmente donante por su rol dentro de la OCDE, se trata de un país con constantes y crecientes necesidades en materia de financiamiento sobre cambio climático. Dicha Estrategia debe en general integrar previsiones institucionales, de política y legales, pero debe para su efectivo funcionamiento incorporar al menos elementos sobre presupuestos públicos, financiamiento internacional y financiamiento privado. Se plantea que se creen mecanismos de monitoreo, reporte y verificación del financiamiento, tanto para generar una línea base de información como para evaluar la efectividad en la ejecución de los recursos, incrementando los niveles de transparencia, rendición de cuentas y participación, como condiciones mínimas para transitar en armonía hacia un desarrollo bajo en carbono y resiliente al clima. De igual forma, el GFLAC reitera el interés de trabajar con el Gobierno de Chile en la construcción y seguimiento de las recomendaciones provistas. Referencias:
§ GFLAC, (2014). Mapa de Financiamiento para Cambio Climático en Chile. Disponible en
www.gflac.org .
§ Gutierrez, A (2013). Finanzas públicas. El papel del Estado en la Economía y los Objetivos de
Políticas Públicas. Asociación de Exalumnos de la Facultad de Economía de la UNAM. 18pp.
§ MMA, (2015). Anteproyecto de Contribución Nacional Tentativa en el contesto del Tratado
Climático 2015 a ser finalizado en la vigésimo primera conferencia de las partes (COP21) de la
Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
Para mayor información contactar: Sandra Guzmán, Coordinadora General GFLAC, [email protected] Mónica Enríquez, Coordinadora Comunicación GFLAC, [email protected]