28
1

INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

1

Page 2: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

2

DIRECTORIO

Julio 2013

Director José Luis Barrera Mora

Editor Luciano Pérez

Consejo Editorial Agustín Cadena

Alejandro Pérez Cruz Alejandra Silva

Fabián Guerrero Fernando Medina Hernández

Web Master Gabriel Rojas Ruiz

Ave Lamia es un esfuerzo editorial de:

Director

Juvenal Delgado Ramírez

www.avelamia.com

ILUSTRACIONES: � Portada: Buñuel, Juvenal García. � P. 3: Prostituta, anónimo. � P. 4: Luis Buñuel. � P. 5 - 6: Cartel y escenas de la película Los

olvidados de Luis Buñuel. � P. 7: Magdalena penitente, Murillo. � P. 7: Demonio, autor desconocido. � P. 8: Magdalena, El Greco. � P. 9: Magdalena, Ivanov. � P. 10 - 11: Sylvia Plath. � P. 12: Sylvia Platt by Daddy, blogspot. � P. 13: Tumba de Sylvia Platt. � P. 14: Lucifer, anónimo. � P. 15: Coronas de cristo (plantas). � P. 16: Desnudos, autor desconocido. � P. 17: Desnudo femenino, Sascha Huttenhain. � P. 17: Desnudo masculino, autor desconocido. � P. 18: Beso, wallpaper. � P. 19: Vadim Gluzman, foto de archivo. � P. 21: Sombra, Daniel Faustino. � P. 21: Vampiro, wallpaper. � P. 22: Luna llena, blogspot. � P. 23: Ropa tendida, anónimo. � P. 23: Tazas de café, autor desconocido. � P. 24: Ventana en tarde lluviosa, Fernanda Angulo.

Reserva de Derechos:

04 – 2013 – 030514223300 - 023

INDICE EDITORIAL 3

¿EN DÓNDE ESTÁN LOS OLVIDADOS?

José Luis Barrera 5

SIETE DEMONIOS EN MAGDALA Luciano Pérez 7

SYLVIA PLATH Norma Elsa Pérez 10

CORONA DE CRISTO Leticia Vázquez 15

TÚ (POEMA EN TRES TIEMPOS) Claudia Contreras 16

ORQUESTA SINFÓNICA NACIONAL PROGRAMA 10

Tinta Rápida 19

SOMBRA Ángeles Camacho 21

RELATO DE UNA TARDE LLUVIOSA Y ROPA TENDIDA Mario Bravo 23

IMAGEN DEL MES 25

SOBRE LOS AUTORES 26

Síguenos en:

Ave Lamia @ave_lamia

Page 3: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

3

De la Magdalena a Buñuel

No recuerdo haber “llorado como una Magdalena” cuando el 29 de julio de 1983 anunciaban la muerte de Luis Buñuel en la Ciudad de México, pero debo decir que sí me dolió el deceso de uno de mis directores de cine favoritos. Desde que conocí su obra, la que hizo tanto en España como en Francia y México, descubrí su indiscutible estilo con pinceladas surrealistas que tanto le gustaron y lo caracterizaron. Ese sello personal que le dio a su cine, lo hizo uno de mis favoritos y por eso lamenté su muerte. A 30 años de ésta, se debe decir que Luis Buñuel dejó un legado cinematográfico que difícilmente se puede cuestionar: Bella de día, Tristana, El discreto encanto de la burguesía, Los olvidados, El perro andaluz, Viridiana, y El oscuro objeto del deseo, son un significativo ejemplo de su vasta obra.

Pero en julio se celebra (o se venera, como más le guste a usted) a Santa María Magdalena, cuya verdadera personalidad ha sido objeto de innumerables discusiones: La gran mayoría le atribuye la de prostituta, que al parecer es una tradición iniciada por el papa Gregorio Magno quien la relaciona con la pecadora anónima que unce los pies a Jesús, y con María de Betania, hermana de Lázaro y Marta. Y aunque desde 1969 la Iglesia Católica abolió del calendario litúrgico el apelativo de penitente, ya es difícil retirarle la imagen de prostituta, tanto que en la capilla de Santa María Magdalena, actualmente cerrada al culto y cercana a la “muy prostibularia” calle de San Pablo (ubicada en el callejón de San Miguel y que actualmente luce con un letrero de Museo Agrario, que ya también está en desuso), se celebraba a estas musas de los insaciables y los solitarios. Aquellas que practican el llamado “oficio más antiguo” y que falsamente se cree que obtienen “dinero fácil”, tienen por patrona, junto con los peluqueros, a la propia María Magdalena. Venga pues la celebración.

Page 4: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

4

La muy controvertida personalidad de prostituta de María Magdalena y la indiscutible genialidad de Buñuel, se celebran en el mes de julio, y a manera de homenaje sumemos a las Prostitutas, aunque su día internacional es el 3 de junio, ya que ni a la santa, ni al director de cine les han de estorbar.

José Luis Barrera

Page 5: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

5

A mediados de la década de los 40, llegó a nuestro país el cineasta español Luis Buñuel, quien después de una profunda y analítica indagación en la vida de la Ciudad de México, dirigió la película de Los Olvidados en la que dejó al descubierto una realidad que muchos de los habitantes de esta urbe ignoraban o definitivamente evitaban: la cruel y difícil situación en que viven los desposeídos; tan lejana a ese mítico carácter nacional de soportar estoicamente e incluso con sentido del humor los avatares de la vida.

Buñuel, a diferencia de Ismael Rodríguez, evita los arquetipos pintorescos que el cine nacional le tenía asignados al pueblo mexicano, esto debido a que se daba cuenta que vivían –y aún viven, claro está– con fuertes recelos y rencores en contra de una sociedad empeñada en omitir su existencia.

El director no pudo ser más acertado con el título de la cinta, ya que nadie parece acordarse de aquellos que piden a gritos que sea reconocida su existencia. Cuando se ha proyectado este

filme en la Cineteca Nacional o en algún cineclub, se han escuchado comentarios en el sentido de creer que el tema es producto de la ficción del guionista. Esto demuestra el mencionado olvido, en mucho debido a “Pepe el Toro” y el eufemístico ambiente de miseria en que vive. Pero para “El Jaibo”, “Don Carmelo” y “El Ojitos” no existen “Chorreadas” ni simpáticas teporochas que causen gracia antes que aversión. En Los Olvidados, la pobreza no es redención.

Los Olvidados aparecen en los llamados barrios bravos, donde cualquiera puede ser “Pedro”, “Mercedes”, “Don Carmelo”, “El Ojitos” o “El Jaibo”. Sólo hay que volver un poco la vista hacia ellos y comprobar que son personajes de la vida real; que están hechos de la misma materia que cualquier ser humano, lo que implica que por más

¿EN DÓNDE ESTÁN LOS OLVIDADOS?

José Luis Barrera Mora

Page 6: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

6

fortaleza o sentido del humor que tengan, no son los abnegados personajes de película que soportan la injusticia social y la abyección humana de la que forman parte.

Fue Luis Buñuel un cineasta español que dejó al desnudo la prepotente indiferencia de los citadinos hacia aquellos que más parecen ser hijos no deseados o bastardos de la metrópoli, y no personas que requieren de un espacio para sobrevivir (un pequeño trozo

de existencia). Buñuel, desde su llegada, buscó el auténtico rostro de nuestro pueblo para mostrarlo sin prejuicios y lo encontró, a diferencia de muchos oriundos que se contentan con hacer turismo en su propia ciudad.

Page 7: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

7

Siete demonios como siete enanos entraron en la ciudad de Magdala, para buscar a la mujer de cabellos larguísimos y rizados, y apoderarse de su cuerpo y de su mente. “Ella se llama María”, le dijo Doc a Feliz, y éste saltó de alegría; pero Gruñón no estaba contento y dijo: “¿Otra María? ¡Ya no, por favor!”, aunque Tímido no objetó nada, y Estornudo sólo se ocupaba de su propia nariz. Dormilón se durmió, y Tontín hizo varias piruetas. Doc ordenó: “¡Adelante, muchachos! Apoderémonos de la mujer”.

María ya no era blanca como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron

dentro de ella, la gente de Magdala se asustó, pues la joven empezó a conducirse de manera extraña. Como Doc, era soberbia; como Feliz, optimista en exceso; como Gruñón, se enojaba con facilidad; como Tímido, no quería ver a nadie; como Estornudo, no era posible acercársele; como Dormilón, ya no prestaba atención a nada; y como Tontín, hizo muchas tonterías. “Pobre mujer”, decía la gente, “los demonios hicieron presa de ella”.

Magdalena ya no podía estar en paz, porque siete fuerzas diabólicas en su interior la dominaban, siete fuerzas contradictorias que no la dejaban ser. Entonces algunas amistades le sugirieron que acudiese al hombre de Nazareth, el cual hacía milagros, especialmente el de echar fuera los diablos que trajera uno dentro. María no lo pensó más y se fue a

buscar al hombre milagroso. Los enanos se alarmaron. Doc le dijo a todos: “¡No permitamos que vaya con el mago!”, pero Feliz no vio que hubiera problema: “¿Qué nos puede hacer él?”. Gruñón dijo odiar al echador de diablos, “¿qué tiene contra mí?” Tímido no quiso hablar, le daba pena decir algo; Estornudo nada más estornudó; Dormilón sólo bostezó; y Tontín se paró de cabeza y gruñó como un cerdo.

Siete demonios en Magdala

Luciano Pérez

Page 8: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

8

María corrió a encontrar al Señor, antes de que los demonios impidiesen su intención de curarse. Llegó ante Él, y en ese momento los enanos actuaron, de modo que Jesús tuvo que enfrentarlos de a uno por uno. Primero, Magdalena dijo ser muy sabia en todo y que no necesitaba maestro alguno: “sé más que tú, mago, porque soy más viejo”. Jesús no se intimidó y le dio la orden: “Dime tu nombre y vete”, y el demonio dijo: “Me llamo Doc, ¡adiós, amigos!” Luego, la mujer se echó a reír, diciendo: “Nunca me sentí mejor que en esta vida, ¡la prefiero a cualquier otra!” El hombre milagroso, con severidad, le dijo: “¡Di tu nombre y te vas!”, y el diablillo obedeció: “Soy Feliz, ¡nunca dejen de sonreír!” A continuación, María se puso furiosa: “¿Qué tengo que ver contigo, Jesús? No uso reloj, para que mi hora no llegue”. Con paciencia, el Hijo del Hombre lo invitó a salir: “Di tu nombre, por favor, y vete”. El enano dijo: “¡Me lleva el Diablo! ¡Soy Gruñón!”

Los siguientes cuatro demonios fueron más fáciles de sacar. Magdalena bajó la mirada y ya no quiso

hablar; el Señor le dijo: “Di cómo te llamas, y adiós”, y el enano, con voz muy baja, dijo: “Soy (muy) Tímido”, y se fue. María estornudó, y el diablo, para no perder tiempo, dijo: “Soy Estornudo, ¡me voy!” Después, ella se adormeció, y Jesús echó fuera a Dormilón, ni le preguntó su nombre. Finalmente, Magdalena hizo ojos bizcos y sacó la lengua; el Señor sabía que ese enano no podía hablar, así que le dijo: “Tontín, vete ya”.

María de Magdala despertó como de un largo sueño, y le preguntó a Jesús: “¿Se fueron?”, y Él respondió: “Sí, se han ido y no volverán más”. Ella quedó muy relajada y el Señor muy fatigado. María le dio las gracias: “Maestro, te agradezco por lo que has hecho conmigo al liberarme. Sólo hay algo que me preocupa, que la gente piense que porque tuve siete enanos dentro de mí, fui una mujer pecadora”. Jesús le dijo: “En verdad te

Page 9: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

9

digo, llegará el tiempo en que a todas las pecadoras se les llamara Magdalenas, y por eso llorarán mucho”. Ella protestó: “¡No quiero tener que ver con nada de eso!”, y Él le dijo: “Tómalo con calma. Después de todo, es algo así como el precio por haberte librado

de los siete demonios. Además, serás mi discípula, me verás resucitado, luego vivirás en una cueva, y se dirá que fuimos marido y mujer”. María le preguntó: “¿Lo seremos?” Y el Señor, que nunca sonreía, casi lo hizo al responder: “El matrimonio es un diablo

enano peor que los siete que te saqué”. Y ella le dijo: “Los enanos no eran tan malos, sólo demasiado traviesos”. Él le preguntó: “¿Prefieres que te los regrese?” Y ella respondió: “Sí, pero con el octavo que mencionaste”. Ambos rieron y se fueron juntos.

Page 10: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

10

Sylvia Plath nació el 27 de octubre de 1932 en Boston, Massachusetts. Fue la primera hija de Otto Plath, un profesor de entomología, especializado en abejas, de la Universidad de Boston, y de Aurelia Schober, que fue su alumna, una profesora de inglés y alemán en una escuela secundaria. En Sylvia se despertó desde muy joven la inquietud por la literatura. Su niñez transcurre muy feliz, hasta que llegó su primer encuentro con la muerte, cuando fallece su padre el 5 de noviembre de 1940; fue una pérdida que nunca pudo superar, y a partir de ahí sintió una fuerte inseguridad por su propia existencia. En 1950 ingresó al Smith College, donde fue una estudiante muy destacada. Perteneció a los consejos y comités estudiantiles de dicha escuela, y escribió también para revistas y periódicos.

Si su vida intelectual resultó muy productiva, la emocional fue más bien solitaria. Su segundo encuentro con la Señora de la Muerte, aunque fallido, se dio en 1953 cuando intentó suicidarse, pero su madre la salvó llevándola al hospital. Y desde entonces, la futura autora de “Lady Lazarus” se encontró a sí misma, y se puso a escribir poemas referentes a la muerte.

Tiempo después, y recuperada de su depresión, obtiene una beca para ir a Cambridge, en Inglaterra, para especializarse en literatura. Ahí fue donde conoció a Ted Hughes, un poeta extraordinario, del cual se enamora y con el que se casa en junio de 1956. Por él dejó su vida profesional, para entrar de lleno en la marital y maternal; ésta, una vida llena de insatisfacciones. Y mientras

Hughes ganaba premios, reconocimientos y buenas críticas para su obra, Sylvia se eclipsaba, aunque no por eso dejó de escribir.

Sin embargo, hay personas que no nacen para una vida marital ni para atarse a las obligaciones para con una familia, y Sylvia fue una de ellas. Esa fue, por tanto, otra etapa depresiva para ella, y fue precisamente cuando escribió sus mejores poemas, cargados éstos de

Sylvia Plath (1932-1963)

Norma Elsa Pérez

Page 11: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

11

melancolía, soledad y angustia, llenos de ira y también de esperanza. Se trató de un periodo difícil, porque además se enteró de la infidelidad de su marido, quien al poco tiempo la deja. Entonces, Sylvia se quedó sola con sus dos hijos, Frieda y Nicholas, en Devon, continuando su vida sin Ted.

En 1962 se muda a Londres, en medio del peor de los inviernos, y su poesía se vuelve más existencial, más doliente. Así fue como dio a luz su novela autobiográfica The Bell Jar (“La campana de cristal”). Y a un mes de ser publicada ésta, Sylvia Plath, la

verdadera Lady Lazarus, abandona la vida para vivir en la muerte, suicidándose el 11 de febrero de 1963. Nos dejó una obra de extraordinaria y melancólica belleza, que abriría caminos diferentes para la poesía, y no sólo para la escrita por mujeres. Para entender la obra de la Plath, yo misma tuve que morir, para retornar desde la muerte y abrazar a Lady Lazarus...

Entre sus libros destacan Ariel, que fue su primer libro de poemas publicado después de morir, en 1965, y por el cual se le concedió el Premio Pulitzer en 1982, ¡a veinte años de que murió! The Colossus fue

publicado en 1960 en Inglaterra. La ya mencionada novela The Bell Jar apareció en 1963. Crossing the Water es de 1971. Hay un volumen de cartas a su madre, Letters Home, que se publicó en 1975, y otro que contiene cuentos y diversos textos en prosa, Johnny Panic and the Bible of Dreams, aparecido en 1979.

A continuación damos una versión al español de uno de los poemas más característicos y significativos de Sylvia Plath, el que posiblemente da la clave de su vida y de su obra, “Lady Lazarus”.

Page 12: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

12

Lady Lazarus

Lo hice otra vez. Un año de cada diez sé manejarlo - Algo como un milagro andante, mi piel brilla como una pantalla de lámpara nazi mi pie derecho un pisapapeles, mi cara sin facciones, finas líneas judías. Arranca la servilleta oh mi enemigo. ¿Doy miedo? - ¿La nariz, las cuencas de los ojos, la dentadura completa? El aliento agrio se irá en un día. Luego, luego la carne la tumba, la cueva, corrompida será un hogar para mí y yo una mujer sonriente. Tengo sólo treinta. Y como el gato tengo nueve veces para morir. Esta será la número tres. Qué desperdicio aniquilar cada década. Qué millón de filamentos. La multitud crujidora de cacahuates se empuja para ver

Page 13: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

13

desenvolverme mano y pie - El gran strip-tease. Caballeros, damas éstas son mis manos mis rodillas. Puedo ser piel y hueso, no obstante, soy la misma, la idéntica mujer. La primera vez pasó cuando tenía diez. Fue un accidente. La segunda vez quise que durara y no regresar ya. Me moví toda como una concha marina. Tuvieron que llamar y llamar y quitarme los gusanos como si fueran perlas viscosas. Morir es un arte, como cualquier otro. Lo hago excepcionalmente bien. Lo hago para que se sienta como infierno. Lo hago para que se sienta real. Creo que puedes decir que tengo un llamado. Es suficiente y fácil hacerlo en una celda. Es suficiente y fácil hacerlo y quedarse quieta. Es el teatral regreso en pleno día al mismo lugar, la misma cara, el mismo brutal y divertido grito: “¡Un milagro!” que me tira. Hay un precio para ver mis cicatrices, hay un precio para escuchar mi corazón - realmente lo hay.

Page 14: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

14

Y hay un precio, un precio muy alto por una palabra o por tocar o por un poco de sangre o un pedazo de mi cabello o de mis ropas. Así, así, Señor Doctor. Así, Señor Enemigo. Soy tu obra, soy tu joya, la nena de oro puro que se derrite ante un chillido. Me volteo y ardo. No creas que subestimo tu gran preocupación. Ceniza, ceniza - Tú mueves y remueves. Carne, hueso, no hay nada ahí - Una barra de jabón, un anillo de bodas, un relleno de oro. Señor Dios, Señor Lucifer cuidado cuidado. Fuera de la ceniza me levanto con mi pelo rojo y me como hombres como aire.

Page 15: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

15

Esta es la planta que más recuerdos me trae. Y es de mis favoritas, por su flor y por el color de ésta; por la forma de sus hojas, por su tamaño, por su tallo fuerte; pero más por sus espinas, grandes.

Recuerdo cuando tenía doce años, era Semana Santa, Viernes Santo. Viento, polvo, calor, la noche fresca, chacales, lentejas, pollo con garbanzos, torrejas de atún, tostadas de pescado, capirotada. No golpear, no gritar, no martillar.

Estaba contenta, cosiendo, cuando me vieron y fueron con el chisme. Después, “no, hoy no se cose”; hasta mi padre, que es un ateo, “no, mi hija, no hagas eso, deja de coser”, y todos en la casa murmuraban: “La Chole está cosiendo”. Hoy no se cose y yo no lo sabía, yo, tan inocente. Me sentí mal y lloré mucho. Después me puse un shorticito, el que estaba bastillando.

Ese día, mi mamá y yo trajimos Corona de Cristo y Estrella de Belén. La Corona, aunque no estaba muy grande, ya traía espinas. Nos dijeron que crecería mucho y que la Estrella de Belén nunca se secaría y siempre tendría flor; aunque después, en el invierno, me di cuenta que no es así. En cuanto llegamos regué las flores, y cuando

estaba regando los geranios, aproveché para tomar una ramita de la Corona de Cristo. Cerré mi puño para sentir dolor, así sentí que Él me perdonaba por haberlo lastimado.

Esa noche dormí con la Corona de Cristo a un lado de mi cama.

Corona de Cristo

Leticia Vázquez

Page 16: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

16

Tú (poema en tres tiempos)

Claudia Contreras

Tú, mi paisaje Tus labios revoloteaban gaviotas despertando mi humedad. Tus dedos, pinceles en paraje, bosquejan mis pezones despiertos. Un relámpago muerde cuando tú me miras. Palomas llaman al celo, alimentan mi desvelo, pares, tus palomas pares. Descanso de mis manos tu media luna, secreto rincón de mi lujuria.

Page 17: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

17

Tú, mi sed

Come, la ansiedad me come, ráfaga devoradora captura gemidos, amanecer a brasa a fuego, a pelo. Amazona rompe riendas, eleva hitos, crea lagos artificiales

Tú, mi placer

Me gusta sentir tu respingo de macho excitado justo al ensartarme tu filosa espada en ese espacio que en su delirio te abrasa.

Page 18: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

18

Tu boca Tu boca mi alegoría, añoranza de mis sentidos, dibujo su contorno, delimito sus alcances y es el deseo ahora quien me mira, quien me subyuga, deslizándose en mi mente, primera vez descubriéndote entre mis dedos, en la humedad de mi lengua, y es el baile de los hambrientos el que nos hermana, mis labios en tu boca se transforman en quimera y soñamos con el amanecer en nosotros temblando.

Page 19: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

19

Esta reseña tendría que hablar del gran concierto que ofreció el 26 de abril la Orquesta Sinfónica Nacional, en su programa 10 de la temporada 2013. Tendría que hablar de la Suite del ballet Panambí, de Alberto Ginastera, del Concierto para violín y orquesta en Re Mayor, de Piotr Ilich Tchaikovski, y de La noche de los mayas de Silvestre Revueltas. Por supuesto habría que mencionar alguna ficha de estos autores, tanto como de la atingente dirección de Carlos Miguel Prieto como director y la brillante interpretación del violinista israelí Vadim Gluzman.

Sin embargo, haciendo de lado las cuestiones técnicas del concierto, me voy a enfocar meramente al ámbito emotivo del mismo. Y el lector ha de perdonar que tampoco me centre en la emotiva sección de percusiones en el tercer movimiento: Noche de encantamiento de la obra

de Revueltas. Debo decir, antes de renunciar a los comentarios formales de este programa, que fue un gran concierto, conocí una obra contemporánea muy interesante de Ginastera y recreé la famosa fantasía maya de Revueltas, siempre emotiva e intensa. En fin, una profunda noche musical.

Pero al igual que muchos de los asistentes, la atención estaba centrada en el magnífico Concierto para violín y orquesta de Tchaikovski, cuya fama es por demás evidente. No sé

el entorno emotivo que tenían las personas del auditorio que esperaban con ansia esta obra, pero debo decir que el mío, amén de la euforia musical que me ocasiona preponderantemente el primer movimiento, Allegro moderato, es porque era la obra favorita de mi padre, y claro está que por él conocí y disfruté esta delicia musical.

Pasando la primera parte del programa, salió la bella concertino (¿se dirá concertina, según las reglas gramaticales feministas?),

Orquesta Sinfónica Nacional programa 10

Tinta Rápida

Page 20: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

20

para escuchar el muy conocido “La” de todas las secciones de la orquesta. Y ya para cuando entró Vadim Gluzman con su violín en mano, la ambrosía de notas que iban a manar de su instrumento ya me hacían abrir apetito en la imaginación. Se hizo el silencio en la sala principal del Palacio de Bellas Artes, Carlos Miguel Prieto alzó sus manos y entonces emergieron las primeras notas de la sección de cuerdas y la emoción se posesionó de inmediato en la sala.

Y comenzaron a oírse los magistrales contrapuntos del famoso concierto de Tchaikovski, los primeros 50 segundos que avizoran el largo y sentido solo de violín, que hasta los seis minutos de la interpretación dará paso a la magnífica y espectacular entrada de la orquesta en su conjunto (cuerdas, alientos y percusiones en su esplendor), que nuevamente le cederá los honores al violín para una segunda explosión musical cuando se rondan los nueve minutos.

Todas las facultades técnicas que exige el concierto no le quitó en ningún momento

protagonismo al sentimiento de Vadim Gluzman, quien se notaba entusiasmado desde los primeros acordes, como lo estuvimos los asistentes al concierto. Los aplausos por supuesto que rondaban el ambiente, la pregunta era obligada: ¿podrá el público contener el aplauso al término del movimiento? Sin embargo a mí sólo me ocupaba la emoción de escuchar el concierto que nunca pude oír en vivo con mi padre.

Lo lamentable es que el público en general aplaudió al término de este magnífico movimiento, no permitiendo la continuidad deseada para seguir con el concierto completo, que dicho sea de paso, si se le conoce bien, se verá que los dos movimientos que siguen, el Andante y el Allegro viviacissimo, no desmerecen, a pesar de la majestuosidad del Allegro Moderato que abre el concierto.

Si bien es cierto que la emoción estalla desde que los últimos acordes están preparando el final del primer movimiento, creo que se debería respetar la obra en su conjunto. Debo decir que aunque yo pude contenerme de aplaudir, no

lo pude hacer con el llanto. La emoción fue total.

Tal vez por ello, Carlos Miguel Prieto decidió incluir La noche de los mayas como cerrojazo del programa, ya que se requería esa fuerza interpretativa para sacarnos de la mente la emoción del Concierto para violín y orquesta en Re Mayor de Tchaikovski, y que no bajara la emoción del público, que al final brindó sonora ovación a los participantes, incluida la formidable sección de percusiones que cerró este banquete musical.

Al final, cuando la sala estaba quedando silenciosa y los últimos asistentes estaban tornando a la calle, me levanté y me retiré, no sin antes despedirme de mi padre.

Page 21: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

21

Sombra

Ángeles Camacho

1 deviene en mora división bipartita bajo los rayos

2

llueven palabras negros cisnes abatidos yacen en papel

3

gotas de tierra trechos de ruidos rotos voz sobre el papel

4 dedos hilarantes obstruyen los fulgores que hieren el ojo

5

luna chorreante que nubla un vampiro alas de nimbo

6

aspiro terca aromas que dibujan dulce contorno

Page 22: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

22

7 entre cubiertas múltiples, densas duerme tullida la memoria

8

qué fiera avidez es la inerte oquedad dentro del cuerpo

Page 23: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

23

Aquella tarde recuerdas, cuando estallaba la guerra refulgía mi ciudad. Aquella

tarde fueron al cine, hicieron el amor. Tú

preguntaste:"¿no fumas demasiado?"

Yo quemaba el calendario y atrasaba tu reloj...

(Fragmento de “Aquella tarde” , canción de Ismael

Serrano)

La ropa blanca hondeaba en el tendedero mientras el cielo se teñía de un color gris, que más se acercaba a ser negro, casi en el mismo tono en que ella percibía su vida en aquellos últimos días.

Cualquiera que asomara la nariz por alguna ventana, podría darse cuenta de que en pocos minutos una tormenta caería sobre aquella ciudad: la calle olía

a tierra mojada, los pájaros huían a sus nidos, los perros buscaban un hotel de paso para sortear la futura noche, los automóviles encendían sus luces y ella recordaba que la ropa aún seguía tendida en el patio trasero.

Un rayo de repente ha iluminado el cielo, seguido de su infaltable estruendo, sin embargo, no es ese el ruido que ha estremecido a la habitante de la casa. Alguien tocó a la puerta y ella no espera visitas.

Alguien tocó a la puerta, era él. No sé si más viejo o más cansado, quizás aburrido de estar tan sin ella, quizás desesperado de arrancar tantas hojas al calendario y saberse lejos... tan lejos. Ante la sorpresa ocasionada por la llegada del inesperado visitante, ella

sólo atinó a abrir aún más sus ojos de luciérnaga y dirigirle a él una señal con las manos, anunciándole, casi suplicándole que no se quedara afuera, implorándole con la mirada para que ingresara a la casa. Afuera está por caerse el cielo y aquí adentro están estos dos por colocarle estrellas al techo.

Ella a paso lento sirvió dos tazas de café, él apresurado cerró todas las ventanas que permanecían

Relato de una tarde lluviosa y

ropa tendida Mario Bravo

Page 24: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

24

abiertas, como si quisiera atrancar sus vidas a piedra y lodo, temeroso quizás de que algún viento sople y lo pierda de nuevo en pleno naufragio, tal como el que vivió y murió hace unos años, aquel naufragio que lo dejó varado en la “Isla del olvido”, ahí adonde van a parar los viejos amores, los sueños no cumplidos y las promesas que todos solemos hacer. Hoy no habrá naufragios ni mensajes urgentes escritos en arena de playa, sólo habrá desembarcos en la boca de ella y mensajes de alivio tatuados en las pieles de ambos.

Como en los viejos tiempos, bebieron café y platicaron del día: el de ella rutinario, en cambio el de él, resultó un poco más intenso… encontró por fin la balsa que lo alejó de aquella isla, no ubicada en ningún mapa de pirata ni reclamada por alguna nación poderosa. En esta tarde, en la “Isla del olvido” han celebrado como nunca jamás lo han hecho sus habitantes, pues el olvido dio paso al recuerdo, y con ello al deseo, a la memoria, a la cartografía trazada por los amantes rumbo al lugar marcado con una “X”, aquel sitio en el cual ella no

cenará sola y él no pensará cabizbajo y triste: “¿qué andará haciendo ahora?”

Afuera, las gotas de la lluvia caen desde hace veinte minutos, estrellándose contra humanos que corren para refugiarse como si de una guerra se tratara; mientras, aquí adentro la paz se firma con una taza de café y unas manos entrelazadas, a ratos bajo la mesa, a ratos sobre el mantel, entre las migajas que brotan del pan y los labios.

Al finalizar de beber el café, tanto las sombras de ellos, como ellos mismos en carne y hueso, recorrieron en el cuerpo del otro los sitios ya caminados en el pasado, le arrebataron las caricias al monopolio del olvido, libraron una Revolución, no de claveles ni de barbudos, sino de cuerpos que abandonaron sus trincheras y decidieron atacar sin darle cuartel al enemigo: cada beso perforaba las posiciones del

ejército-cuerpo de enfrente, cada roce dinamitaba las barricadas del olvido-dolor, así hasta que los dos soldados que estaban en el frente de batalla, se encontraron y se reconocie- ron, experimentando el suave calor del fuego enemigo.

Cuando cayó la última gota de lluvia, la noche ya era día.

Ellos sostuvieron con ambas manos la bandera blanca que pedía –exigía– tregua, al tiempo en que ella recordó que la ropa aún seguía tendida en el patio trasero.

Con sus ochenta y tantos años encima, los dos caminaron hacia donde la ropa escurría lágrimas de lluvia, desapareciendo, perdidos ya para toda la vida o para toda la muerte, entre sábanas blancas, camisas y vestidos.

La ropa tendida quedó ahí hasta el día siguiente, secándose al sol.

Page 25: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

25

El fruto, Alan Altamirano, 2013. Facebook: mk.kabrito, xilografía 90 x 60 cm. Mk_kabrito

Page 26: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

26

Sobre los autores

Leticia Vázquez

Estudié ciencias de la comunicación y sentí que era mejor que estudiar letras hispánicas. Empecé a escribir con logros a los 16 años, decidí que no escribía mal y podía ofrecer algo a la gente. He trabajado con grupos vulnerables, soy deísta y semivegetariana. Quiero que a la gente le guste lo que escribo y que tenga una historia mía que contar y compartir con su familia, amigos, alumnos...

Norma Elsa Pérez

Originaria de la Ciudad de México, lectora profesional de Tarot, devota del Black Metal y de la Santa Muerte. Es estudiosa de la obra del Marqués de Sade y de Salvador Dalí, así como de Carson McCullers, Sylvia Plath y Sor Juana Inés de la Cruz.

Luciano Pérez

Editor, corrector y traductor. En otro tiempo periodista y promotor cultural y poeta. Desde 2001 escribe sólo narrativa: cuento y novela. Devoto de la fantasía y la ciencia ficción, así como de la cultura alemana, el ocultismo, lo sobrenatural, el comic y las divas del viejo Hollywood. Autor de Cuentos fantásticos de la Ciudad de México (2002). Cronista no oficial de Tepito.

José Luis Barrera “Tinta Rápida”

Nacido en la Ciudad de México en el año de 1965. Colaboró en la Revista Memoranda del ISSSTE, y en la sección cultural de La Fuerza del Sol. Autor del libro Memorias Dipsómanas (2012). En el terreno cultural, trabajó en la Casa de Cultura “Quinta Colorada” y en el proyecto Arte en tu Zona. Es promotor cultural, amante y estudioso de la Ciudad de México, principalmente de su barroco. En pocas palabras, es Peatón Profesional.

Page 27: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

27

Ángeles Camacho

Nació en algún lugar al sur de la Ciudad de México. Fue discípula del escritor Agustín Monsreal. Es aprendiz de lingüística indígena, y se ocupa de la obra de Renato Leduc y de Sor Juana Inés de la Cruz, a quien considera su maestra iniciadora. Se declara amante de los Beatles, no fan. Es autora de textos de difícil clasificación. Se autonombra base zapatista de apoyo desde el anonimato.

Claudia Contreras Enemiga de lo formal, comunicóloga de carrera, nace en la ciudad de México un 5 de noviembre. Poseedora de una sed enorme por aprender, se sumerge en la poesía desde temprana edad; lee con singular interés los libros de la biblioteca familiar, descubriendo su deseo de escribir y aprender, el cual se reflejaría en su participación en distintos foros de literatura en la Web: La Esquina de las Letras, El llanto de las libélulas, Sensibilidades, Clases de Literatura, Letras libres, culminando el 24 de Septiembre de 2004 con la creación del Blog: C desnuda la piel* , en el cual publica su obra de primera mano, además de promover la obra de escritores consagrados y noveles. A finales del 2009 integra la grabación de podcast buscando que la poesía cobre vida al ser leída e interpretada por ella y sus creadores. A principios de enero de 2012 es publicado su primer poemario: C desnuda la piel, por Editorial Morvoz. *http://pieladentroviajeinterior.blogspot.com

Juvenal Garcí a Originario de la ciudad de México, se inició en Morelia, Michoacán, como cartonista profesional en "El Sol de Morelia", y luego a nivel nacional estuvo en "El Sol de México". Luego trabajó en "El Universal" y "El Universal Gráfico", así como en el "Esto". Se tituló como dibujante de comics e ilustración en la Academia de Arte Secuencial (AMAS), dirigida por el legendario dibujante Ramón Valdiosera, donde conoció el trabajo de verdaderas leyendas del comic de terror "Tales from the Crypt".

Mario Bravo Soria

Psicólogo egresado de la UAM Xochimilco, maestro en Estudios Latinoamericanos y profesor

universitario. Ateo; ex soñador de goles en donde imaginaba que emulaba a Maradona contra

los ingleses en el 86’; melancólico crónico; admirador del Che Guevara; lector de Cortázar,

Sabines, Neruda, todo Saramago, Benedetti, Rodolfo Serrano, Rubén Bonifaz Nuño, Gelman,

Haroldo Conti, Freud, Galeano, Antonio Machado, Miguel Hernández y Cernuda. Apasionado de

Chaplin, Los Hermanos Marx, el cine argentino y Woody Allen. Amante de la música de Joaquín

Sabina, Serrano, de los discos de tango, de Gardel, Troillo, Piazzolla, Adriana Varela o La Chicana

y del violín de Yehudi Menuhin.

De niño pasaba horas asomado por la ventana de un departamento en un cuarto piso: hoy

todavía mira por las ventanas (de casa; de un café; del autobús, de los ojos, propios y ajenos…).

Escribe por necesidad, porque le teme al silencio, porque los mejores besos y las más feroces

bofetadas, los ha conseguido a través de palabras escritas. Escribe para ahorrarse las sesiones

psicoanalíticas: y sin embargo, de poco le sirve, pues antes que cualquier cosa, es un neurótico

de pies a cabeza.

Page 28: INDICE - Revista Cultural julio.pdf · como la nieve, porque el sol de Galilea la había visto demasiado durante años. Cuando los enanos entraron dentro de ella, la gente de Magdala

28

En Ave Lamia, la

decena no es trágica