Los glacis están formados por arcillas arenosas y en otras ocasiones limos, con can­tos calcáreos muy angulosos y cantos cuarcfticos más redondeados que aparecen en menor proporción. La matriz es arenosa de grano medio-fino. Los cantos son hetero­métricos y el tamaño medio 2-3 cm. El centilllega a alcanzar los 15 cm.

Los depósitos de fondo de dolina están constituidos por arcillas de descalcificación originadas por los procesos kársticos desarrollados sobre las calizas del Páramo. Estas arcillas constituyen un sustrato impermeable, sirviendo para que las aguas de escorrentía se acumulen, dando lugar a lagunas estacionales.

3.4. EVOLUCION DINAMICA

El rasgo geomorfológico de mayor antigüedad en esta Hoja, lo constituye la Superficie del Páramo, cuya edad es finineógena, ya que se produce después de la sedimenta­ción de las calizas del Páramos y de la fase tectónica lberomanchega I (AGUIRRE et al., 1976). En la Hoja está bien desarrollada, con escarpes netos que se van difumi­nando hacia el sur y a una altura comprendida entre 1040 Y 900 m. Se encuentra lige­ramente inclinada hacia el SO, aunque localmente puede estar basculada en otras direcciones.

El basculamiento de la superficie es posterior al desarrollo de la misma y anterior a la instalación de la red de drenaje cuaternaria, pues la dirección predominante de ésta es NE-SO, es decir discurre a favor de una superficie inclinada en ese sentido.

Regionalmente, esta superficie corresponde a la M2

de SCHWENZNER (1973) y a la

C de GLADFELTER (1971).

Sobre esta superficie, tiene lugar una etapa de karstificación favorecida por la topo­grafía plana del terreno y su litología calcárea.

A partir del Cuaternario se inician los procesos de disección y jerarquización de la red fluvial. La red fluvial produce erosión diferencial que origina diversos tipos de mode­lados estructurales. Las principales fluviales (ríos de la Vega, Mayor y Cigüela), están bastante encajadas en este sector, sin apenas dejar depósitos (salvo los de llanura de inundación en ciertos tramos de estos rfos).

Los procesos fluviales con carácter erosivo, producen una fuerte disección de los materiales mesozoicos de la Sierra de Altomira originando ·chevrons" y otros relieves en los que queda patente la estructura y carácter alternante de los materiales.

Contemporáneamente tiene lugar procesos de laderas, como deslizamientos, col u­viones, etc. que amplían los valles incidir la red fluvial. Finalmente los procesos kárs­ticos contribuyen al modelado de las superficies, originándose de presiones de fondo plano y contornos variados, que pueden estar rellenas de arcillas de descalcificación.

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3.5. MORFOLOGIA ACTUAL-SUBACTUAL y TENDENCIAS FUTURAS

Como ya se ha mencionado en el capítulo de Neotectónica, los movimientos com­presivos continúan manifestándose en la región hasta final del Mioceno, dando lugar al plegamiento y fracturación de las calizas aragonienses-vallesienses.

Este régimen tectónico fue sustituido por una distensión, que se continuó hasta el cuaternario.

Sin embargo, las características geológicas y climatológicas de índole regional y local, no parecen presentar importantes modificaciones a corto y medio plazo, dentro del ámbito de la Hoja.

Los principales procesos que continúan actuando, son los fluviales, representados por la incisión vertical que se produce en arroyos menores (proximidades de la Sierra de Altomira).

Por otro lado, hay que pensar en posibles reactivaciones de fallas con incidencia en la morfología, que puede condicionar un mayor encajamiento en algunos arroyos y ríos.

Además la deforestación, puede provocar un aumento de la escorrentía superficial, favoreciendo el desarrollo de cárcavas (en zonas con litologías favorables), así como facilitar procesos de ladera (coluviones, caidas de bloques. deslizamientos). al que­dar más desprotegidas, por la falta de vegetación y favorecido por la circulación de agua en las mismas.

Por último hay que mencionar, que hay posibilidad de casos puntuales de halocinesis y diapirismo, en relación con los yesos, como ya se han observado en zonas cerca­nas a la Hoja.

4. GEOLOGIA HISTORICA

Este capítulo es una aproximación a la evolución sedimentaria, paleogeográfica y tec­tónica del área estudiada. A pesar de que la Hoja de Huete se encuentra ubicada fun­damentalmente en los ámbitos de la Sierra de Altomira y de la Depresión Intermedia, y que los materiales aflorantes más antíguos pertenecen al Jurásico (Lías), y tenien­do en cuenta que la mayoría de los fenómenos poseen carácter regional. se ha creí­do preciso. al objeto de poder visualizar su paleogeografía. que no haya sólo que ceñirse al marco concreto de la Hoja, sino que su descripción se contemple desde un punto de vista regional, el cual abarcaría el "dominio ibérico", así como que resulta necesario trasladarse al Paleozóico para comprender su evolución sedimentaria y tec­tónica más reciente.

Durante el Paleozoico el "dominio ibérico" se configura a partir de un conjunto de fallas con dirección NO-SE y N-S que posteriormente dan lugar a la compartimentación de bloques verticales que juegan un papel decisivo durante el período mesozóico. Estos bloques, que a partir del Mesozóico se comportan de forma distensiva. juegan a su

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