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UNIVERSIDAD DE COSTA RICA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
ESCUELA DE ANTROPOLOGÍA
CURSO DE ARQUEOLOGÍA
COD: AT-0102
GRUPO 02
PROFESOR: GERARDO ALARCÓN
TEMA: INFORME SOBRE LA GIRA A los sitios las mercedes de guápiles y nuevo Corinto de Pococí.
ESTUDIANTE: ALEJANDRA MORALES PRADO
CARNE: B04296
FECHA DE ENTREGA: 10 NOVIEMBRE, 2011
Informe sobre la gira a los sitios Las Mercedes, Limón y Nuevo Corinto, Pococí
El informe consiste en la descripción de los indicadores de cultura material para inferir aspectos
sociopolíticos de los sitios Las Mercedes y Nuevo Corinto, y su relación en el tiempo como elementos
importantes dentro de una posible organización a nivel regional, como cacicazgos hasta la llegada de los europeos
a territorio costarricense.
En la gira del sábado 05 de noviembre, se inicio en el sitio arqueológico Las Mercedes-1, no abierto al
público, ubicado en la propiedad de la universidad EARTH en Guápiles, Limón, también es la zona conocida
“Línea Vieja” porque ser la antigua ruta ferroviaria del Atlántico creada por Minor Keith. Todo el complejo
arqueológico esta divido en tres sectores principales: Las Mercedes-1 (que es el sector central), Las Mercedes-2,
Las Mercedes-3, siendo muy grande su extensión, mayor que la extensión conocida de Guayabo (Vásquez y
Chapdelaine, 2008).
Fue antes una plantación de banano y cacao, además de ser parte de la ruta del ferrocarril en el siglo XIX.
Al igual que el monumento nacional de Guayabo, las Mercedes tiene un clima de bosque muy húmedo. Su
vegetación es muy abundante, cruzado por varias quebradas (algunas modificadas por los mismos habitantes
antiguos, y está en deterioro paulatino por los saqueos, el clima, y los usos anteriores que se le han dado al
terreno.
Este asentamiento no es un fenómeno cacical aislado, se especula sobre una organización regional, debido
la posición geográfica de la misma, y su relación con el antiguo cacicazgo de Guayabo, ubicada a 25-28 Kms del
sitio, como prueba es la conexión con aldeas menores entre los dos cacicazgos, manipulación del entorno y por la
monumentalidad de las estructuras (similares en su composición), aunque no hay evidencia de la interacción que
tuvieron. Existe la posibilidad de que compartan una tradición constructiva, la cual es la quema inicial de material
perecedero antes de construir, pero se debe corroborar en Guayabo.
El terreno compuesto de sedimentos fluviales, es de escasa profundidad, facilitando la ubicación de
algunos restos de la monumentalidad con solo excavar unos 60-90 cm en profundidad. De hecho, no es necesaria
la excavación para identificar los restos de cultura material monumental en el terreno, basta con observar el orden
de las piedras de cantos rodados usadas para hacer los muros de contención de los basamentos, tal como se
observo en la visita. Estos cantos rodados fueron traídos exprofeso de la fuente más cercana al asentamiento como
es el Río Dos Novillos que está 700 mts al sureste, y debido a su tamaño, se infiere un nivel de organización
complejo de las fuerzas productivas, para el transporte de materia prima y el proceso de construcción de las
estructuras. Y por sus rasgos
Se han hecho referencias anteriores a este sitio en investigaciones arqueológicas (Hartman,1901; Skinner,
1926; Snarskis,1978; Stone, 1977) pero la información fundamental para inferir procesos sociales es carente o no
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se ha registrado sistemáticamente, es por eso que en el año 2004, 2005 y 2009 se han hecho proyectos de la
Universidad de Costa Rica en conjunto con el Museo Nacional de Costa Rica, en convenio con la universidad
EARTH, para limpiar el sitio, después hacer prospecciones, explorar y mapear el terreno, y haciendo secuencias
cronológicas de restos de cultura material que permitan dar una base teórica más sistemática, precisa, acerca de la
extensión del sitio, y su tiempo de ocupación (Vásquez y Chapdelaine, 2008). De acuerdo con dataciones
absolutas se estiman que los procesos constructivos se concentran en el año 1000 d.C, siendo los mismos
iniciados antes pero su construcción es como Guayabo, acumulada y paulatina. Las dos quebradas que recorren el
sitio están totalmente delimitadas con muros perimetrales, en donde se ve que se hicieron trabajos reiterados
durante mucho tiempo cerca de las mismas (se observa el pulido en las piedras).
La segunda parte de la visita se dio en el sitio de Nuevo Corinto, en Pococí. El complejo arqueológico es
bastante extenso, formando parte del Rancho Rolos, y una finca que colinda con el río Chirripo y el Corinto. Por
su extensión, es uno de los asentamientos precolombinos más grandes de la zona de Pococí. Su nombre se debe al
río Corinto y al poblado con el mismo nombre. El relieve es de pantanoso, con mucha fauna y vegetación, además
de un clima húmedo con altas temperaturas.
A diferencia de los sitios Las Mercedes y Guayabo, no se ha investigado arqueológicamente este lugar, ni
tampoco se tiene información científica sobre la sociedad que vivió aquí, solo se hacen referencias a los artefactos
que han salido de sus tierras, por los huaqueros y el coleccionismo internacional, al igual que la mayoría de los
asentamientos precolombinos del Caribe de Costa Rica. De momento, los temas que abarcan la investigación
arqueológica actual en el territorio serían el mapeo del sitio, la exploración del relieve, la limpieza y la ubicación
de todos los artefactos no portátiles.
Al pertenecer a propiedad privada, se ha explotado para la agricultura de banano, la extracción de madera,
y la ganadería, además de alquilarse los lotes cercanos para fábricas medianas como la de hielo. Cerca del sitio
hay un tajo que es la principal razón del deterioro del complejo, gracias a la vibración de la maquinaria
quebradora que desestabiliza las edificaciones enterradas, y se caen partes de las mismas, lo cual aumenta con la
erosión del suelo por el agua de las precipitaciones.
Se estima que el tiempo de ocupación e inicio del sitio fue a partir del 1500 a.C hasta la época de contacto
con los europeos (tiempo similar a Las Mercedes-1), es probable que fue más tiempo. Un indicador de este tiempo
de ocupación es el material de las fases tempranas (La Montaña, 200-2000.aC) y tardías (La Cabaña, 800-1500
d.C).
No hay mucho desarrollo de elementos arquitectónicos monumentales prehispánicos muy concentrados
(solo en épocas tardías, aparece un aglutinamiento de estructuras y se aprecia en el terreno). Sí se observaron
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varios montículos dispersos en la zona, además de una calzada que se localiza cerca del montículo principal
“Plaza 1” (es el más grande y se localiza en el centro del núcleo arqueológico) la cual se dirige al sitio Las Flores,
teniendo partes hundidas por el terreno, continua hasta el río Corinto con acueductos y escalinatas para evacuar el
agua y pasar de forma segura (a diferencia de Guayabo, las calzadas son totalmente niveladas). Donde inicia la
calzada en los límites del núcleo tiene en ambos lados montículos menores que tienen probable función de
control, fundados con piedra volcánica tanto los muros como el relleno, asemejando una colocación natural (la
posición estratégica es la misma en Guayabo y Las Mercedes-1). El montículo principal mide 40 metros de
diámetro, pero no el más alto, mide alrededor de 1,80-2 metros, el más alto mide entre los 2,50-3,10 metros de
altura, y 28-30 metros de diámetro (la mayoría miden así, por su forma circular) ubicándose al noreste de “Plaza
1”, no se aprecia una escalinata hacia la cima de ningún montículo como en Guayabo por ser de baja altura o no
se han excavado para encontrar evidencia de los mismos.
En el centro del núcleo arqueológico se aprecia un cambio en la vegetación (de llanura a lacustre, propia
de los pantanos) porque el terreno está hundido, esto se cree que es por 2 razones: hay un espacio empredado en
forma de panza, que drena el excedente de agua, y/o posible estrato arcilloso del suelo en ese espacio en especial,
evitando que se filtre el agua. Sobre el drenaje se ha comprobado con perfil estratigráfico, que hay un cambio del
color de la tierra en forma de “U”, que hay una ruta para sacar el agua del poblado. La pregunta es ¿esta ruta de
drenaje es natural o intencional de humanos, habiendo un acueducto subterráneo? De momento se necesita
corrobación.
Una de las estructuras más distantes del núcleo es la “Plaza 4” que tiene muros perimetrales gruesos
rectangulares que delimitan el recinto, lo cual restringe la entrada al mismo. Hay hallazgos de restos de material
lítico (como herramientas para trabajar la piedra, algunos productos finales) y desechos de los mismos, infiriendo
que el recinto se usara como posible “taller” para manufacturar la piedra, y al estar separado de otros montículos
del núcleo, se especula una posible especialización del trabajo en lugares fijos para manufacturar la materia
prima.
En varios montículos del núcleo, en las bases y bordes se localizan en la superficie restos de cerámica y
lítica, lo cual facilita la identificación de una estructura antigua, porque este terreno apenas se está investigando y
explorando, y los montículos se confunden fácilmente con el relieve dificultando la exploración (limpieza
constante).
La distribución de las estructuras son intencionales, el objetivo es permitir que el agua se dirija hacia los
mantos acuíferos más cercanos. Significa que existe un aprovechamiento del espacio y una construcción
inteligente para evitar las inundaciones, un ejemplo es la técnica de construcción de quema de los materiales
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perecederos antes de construir, luego queman nuevamente y se construye, manteniendo estas superestructuras de
forma paulatina.
Aunque ha habido muchos huaqueos y modificaciones agrícolas, hay tumbas intactas dentro de los
espacios habitacionales, siendo una forma de respeto, aprecio, y legitimación del territorio.
Todas estas estructuras en el área central del sitio Nuevo Corinto, fueron planificadas de tal forma que
impresionara a los visitantes del sitio, mostrando un poder bastante amplio sobre las fuerzas productivas, además
de que los tamaños de los montículos no son iguales, se puede especular una diferenciación en la sociedad (error
posible por la deterioración de los asentamientos). La extensión del sitio muestra un posible centro de poder
sociopolítico que se estaba desarrollando en épocas tardías, y una especialización de la lítica, además de una
importancia a los muertos, legitimando su poder ya sea enterrándolos en zonas asignadas para esa función o
legitimando el poder de un grupo de individuos o institución enterrando a los muertos, como se menciono antes,
en recintos cerrados habitacionales.
De momento esto es solo especulación que se necesita corroborar con otras líneas de evidencia más
adelante durante el desarrollo de la investigación de la arqueóloga Mónica Aguilar, como los ecofactos (que no se
han conservado a menos que estén carbonizados), datos etnográficos y etnohistóricos de poblados indígenas de la
región (no es muy confiable, el uso que le dan a cultura material hoy no es la misma al uso dado en el pasado),
comparación con otros sitios arqueológicos (se observa unas similitudes a los sitios antes mencionados),
comparación secuencias cronológicas de cerámica y lítica.
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