75
INFORMES PROVINCIALES DE DESARROLLO HUMANO República Dominicana REGIÓN EL VALLE OFICINA DE DESARROLLO HUMANO

Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

Embed Size (px)

DESCRIPTION

nformes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle, Republica Dominicana.

Citation preview

Page 1: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

INFORMES PROVINCIALES DE DESARROLLO HUMANO

República Dominicana

REGIÓN EL VALLE

OFICINA DE DESARROLLO HUMANO

Page 2: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-0

II. Región de El Valle

La región, como concepto social que crea identidad y sentido de pertenencia está en proceso de construcción en República Dominicana y se podría calificar todavía de débil. La Constitución promulgada en 2010, ha elevado a la región a rango constitucional quizás como un movimiento en sentido inverso al proceso de fragmentación del territorio de las últimas décadas. Este informe entiende que de algún modo habrá que revertir el proceso de fragmentación territorial que en la práctica ha constituido 384 entidades municipales. Hay por lo menos dos caminos para revertir la situación creada: crear mancomunidades que funcionen o fortalecer regiones únicas de planificación constituidas cuyos gobiernos sean establecidos por procesos democráticos. Sea cual sea la solución, será un proceso complejo por los intereses que se han venido creando en los últimos años. La región El Valle está compuesta por dos provincias: San Juan y Elías Piña (Mapa II.1). Se ubica en la parte central occidental de República Dominicana y hace frontera con Haití, a lo largo de unos 154 kilómetros. Tiene un territorio total de 4,995 km2, una población estimada para 2008 de 316,556 habitantes, y una densidad poblacional de 63.4 habitantes por km2. Esta densidad es una de las más bajas del país1. El tamaño de su territorio, el relativo despoblamiento, su carácter fronterizo, los recursos naturales de que dispone y usa, los procesos históricos que ha vivido y las intervenciones del Estado en ella han marcado su proceso de desarrollo y explica el estado actual en que vive su población y los retos que enfrenta. Este capítulo ofrece una visión general de la región de El Valle y facilita el estudio de los informes provinciales de desarrollo humano de San Juan y Elías Piña. En la segunda sección se destaca la geografía, los activos naturales con que cuenta El Valle y los problemas y retos ambientales que enfrenta. Además analiza la distribución territorial de la población de la región y la división política, y caracteriza las ciudades y poblados principales. La tercera sección analiza los aspectos fundamentales de la economía de El Valle, destacando las similitudes, diferencias, convergencias y divergencias entre las dos provincias que la componen. En ella también se analiza el empleo y desempleo en la región, así como las remuneraciones, y como participan los diferentes grupos de población (hombres, mujeres, jóvenes, personas adultas, y personas con y sin instrucción). En la cuarta se discute el estado de acceso y tenencia a la documentación de identidad personal de la población de ambas provincias En la quinta parte se analiza el estado de la educación y los servicios educativos. En la sexta parte se evalúa el estado de salud de la población, la situación de los servicios de salud, la seguridad y asistencia social. La cuestión del sistema de justicia se desarrolla en la séptima sección, poniendo énfasis en los temas de eficiencia y equidad del sistema en la región. La octava sección presenta una síntesis de los resultados de los estudios cualitativos en Elías Piña

1 ONE (2009). La densidad media a nivel nacional es de 197.76 habitantes por km2.

Cuadro II.1 Índice de desarrollo humano provincial Provincia Nacional El valle San Juan Elías Pina

Valor Posicióna Valor Posiciónb Valor Posiciónb IDH (2004-2007) 76.4 69.6 10 69.3 29 63.8 32 Índice de educación comparable (2007) 83.9 74.9 10 76.0 27 67.5 32

Tasa Bruta de Asistencia Combinada 81.2 82.4 3 83.4 9 78.4 21 Tasa de alfabetización (Personas de 15 años o

más) 88.2 73.8 10 75.8 29 65.2 32 Índice de salud comparable (2007) 79.0 76.5 8 76.6 23 76.0 27

Tasa de sobrevivencia en la niñez por cada 1000

habit. 963 957 957 23 955 27 Índice de ingresos comparable (2004) 66.4 53.8 10 55.1 27 47.9 32

Ingreso per cápita aproximado en dólares internacionales constantes de 2007 2,888.0 1,529.6 1,634.4 27 1,113.4 32

Ingreso – IDH -2 a Posición 1 el valor más alto y 10 el más bajo b Posición 1 es valor más alto y 32 y el más bajo

Page 3: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-1

y San Juan en materia de cultura, sentido de identidad y actores sociales en El Valle. Se discuten cuestiones como el sentido de pertenencia, factores de arraigo y desarraigo, costumbres y prácticas culturales. La última sección evalúa el poder social, político y la gobernabilidad local en las provincias, destacándose las cuestiones relativas al funcionamiento del poder municipal, al desempeño de los y las representantes de los territorios en el Congreso, y las percepciones de la población sobre los legisladores.

II.1 El índice de desarrollo humano de la Región de El Valle El Indice de Desarrollo Humano (IDH) es un indicador de potencia, de logros de la población de las regiones y de las provincias. Este indicador combina información los logros en educación, en salud y la posibilidad de llevar una vida digna y sirve como medición aproximada del nivel de desarrollo humano de una población. En el caso del Indice de Desarrollo Humano a nivel provincial (IDH Provincial), la medición se realiza a través de cuatro indicadores: la tasa neta de asistencia escolar a nivel de básica y la tasa de alfabetización, la tasa de mortalidad en la niñez y el ingreso medio familiar percapita2. Por provincias, la situación de Elías Piña es la peor en educación e ingresos mientras que en salud ocupa la posición 27. San Juan está en la posición 29 de las 32 provincias en cuanto al índice global, pero tiene una ventaja considerable sobre Elías Piña en educación e ingresos. Estas cifras reflejan la falta de libertades en las que vive la población de la región y plantea un gran desafío hacia adelante (Cuadro II.1 y Anexo II.1).

II.2 Geografía y recursos naturales en El Valle La geografía y la dotación de recursos naturales es un factor que influye aunque no determina el nivel de desarrollo humano de una región. En efecto, la productividad de la tierra, las condiciones agroclimáticas y otras dotaciones o ausencia de recursos en el territorio pueden condicionar el desarrollo humano siempre que el desarrollo tecnológico no logre compensar las condiciones adversas. La región puede ser definida de diferentes formas3. Noguet y Albert la han definido como: “la región, el lugar, siguen siendo la quintaesencia de la geografía, pero el énfasis radica cada vez más en el proceso de construcción de la región, producto de aquella múltiple combinación de poderes, conocimientos y espacialidades. La formación y transformación de las regiones está hecha de procesos materiales y discursivos, físicos y simbólicos, palpables y representados, económicos y culturales, humanos y sociales, reales e imaginados; y todo ello sedimentado en paisajes físicos, políticas públicas, geografías imaginativas”4. Las regiones tienen diversas características que permiten su identificación. Estas son:

Es un territorio delimitado y continuo, de extensión variable, con elementos físicos y humanos que le dan una personalidad propia y diferenciada.

Está estructurada por las interrelaciones entre los elementos físicos y humanos y los territorios que la componen, de las que derivan su propia especialización funcional y jerarquización.

Es un sistema abierto, vinculado a un entorno a través de flujos constantes de entradas y salidas. El grado de organización interna varía de unas regiones a otras. Existen las áreas desarrolladas, que

son especializadas y jerarquizadas, y las de menor desarrollo, con un bajo nivel de integración espacial. La región puede ser observada a diferentes escalas; se puede dividir en subsistemas territoriales de

menores dimensiones. Cada región se diferencia de las demás por las diversas discontinuidades. Por sus principales características, El Valle conforma un espacio geográfico regional. Es sin dudas un territorio delimitado y continuo, donde la parte más llana, “El Valle”, es la que estructura las interrelaciones del

2 El IDH Provincial es un intento de aproximación a una medida de desarrollo humano a nivel terrirorial comparable con las mediciones internacionales. Los supuestos, aproximaciones, y metodología utilizados en su cálculo se detallan en el anexo II.1. 3 El concepto de región es uno de los más analizados y debatidos en el marco conceptual de la Geografía, donde se consideran diferentes tipos de regiones, como son las regiones naturales, fisonómica-paisaje y humanas. Tradicionalmente existe la Geografía Regional, ampliamente difundida en Europa y otros países. 4 Noguet y Albert 2004

Page 4: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-2

territorio; es el “centro” que organiza el territorio, principalmente, la ciudad de San Juan de la Maguana. Como se discutirá más adelante, esta región se ha ido conformando como un espacio geográfico, a través del tiempo.

II.2.1 La situación geográfica, los recursos y condiciones naturales de la región

La región El Valle se localiza en la zona Suroeste y más occidental del país y la forman las provincias de San Juan y Elías Piña, esta última limitando con la frontera haitiana. La situación geográfica de la región es periférica central5 y el territorio se ha ido conformando históricamente con la influencia de diversos factores naturales, sociales y económicos. La frontera con Haití tiene un importante papel en el territorio y su área de influencia se extiende prácticamente en toda la región6. La localización y los límites de la región se han representado en el Mapa II.17. El territorio de la región El Valle es básicamente montañoso, y está conformado por dos sistemas de montañas al Norte y al Sur; en el Norte se encuentra la parte más occidental de la Cordillera Central y en el Sur la de la Sierra de Neiba, conectadas en el centro por el Valle de San Juan, que es la principal zona llana de la región. Hay otros pequeños valles de poca extensión, como son los valles intramontanos de Hondo Valle, El Cercado, Vallejuelo y Rio Limpio. El relieve de la región se puede observar en el Mapa II.2 de hipsometría donde se reflejan las zonas diferenciadas según su altura. Casi la mitad de la población en la región vive en las montañas, alcanzando el 48.5 % de la población. El 82% de la misma vive en la zona rural, donde la incidencia de la pobreza es de 86% y la de indigencia de 47%. Se trata de niveles de incidencia mayores que los encontrados en poblaciones que viven en zonas no montañosas, como se puede observar en el Anexo II.2. Las condiciones de vida de la población que se asienta en las montañas son más difíciles, por habitar en asentamientos pequeños, más aislados y con menores posibilidades de acceder a los servicios básicos. La pobreza de esta población de montaña se manifiesta en múltiples dimensiones como bajos niveles de instrucción, falta de oportunidades de empleos y servicios, y precariedad de las viviendas8.

En el territorio regional hay diferentes recursos y condiciones naturales que son utilizados por la población para satisfacer necesidades. Los suelos son un importante recurso en la región. Como resultado, la economía de la región ha adquirido un carácter agrícola. Debido a que la mayor parte del territorio es montañoso, los suelos que predominan en la región son de clase VII, los cuales se consideran escabrosos de montaña, con una topografía accidentada; son suelos no cultivables, pero con muy buenas condiciones para la explotación forestal, localizándose en las estribaciones de la Cordillera Central, en su ladera Sur y en la ladera Norte de la Sierra de Neiba, esto es, al Sur de la región en algunas zonas con altos niveles de pendientes. Los mejores suelos son escasos. Están localizados en el Valle de San Juan, encontrándose suelos de clases I, II, III y IV. La intensidad en el uso de estos suelos y la elevada concentración de población en la zona se combinan para hacer de la actividad agrícola la principal de El Valle. Además de la calidad

5 En Geografía se utiliza el concepto de situación geográfica para referirse a las relaciones que tiene un territorio con otros. Los territorios se clasifican en términos de accesibilidad o cercanía-lejanía, y pueden tener una situación central, periférica o de contacto. Muchas veces se pueden establecer situaciones geográficas de varios tipos, como es en la región El Valle, que se ha considerado como periférica en su porción más occidental y central-de contacto en su parte más oriental. 6 Ver Sección IV Elías Piña 7 ONE 2008. La posición geográfica de la región según los puntos geográficos extremos se encuentran por el norte en los 19°17'02" N, por el sur en 18°35'25" N, por el oeste en los 71°53'10" O y al este en 70°53'10" O. 8 ODH/PNUD 2008

Recuadro II.1 Las condiciones de pobreza de la población de montaña en El Valle. Vivir en la montaña es un determinante de la situación pobreza. En El Valle residir en la montaña significa (Anexo II.2): Que las personas tienen una probabilidad de ser indigentes 1.6 veces mayor que

las que no residen y una probabilidad de ser pobre 1.28 veces mayor. Que los servicios son menores y menos frecuentes. La recogida de basura es 2.6

veces menor con respecto a quienes residen en zonas bajas. El agua del acueducto dentro de la vivienda tiene una cobertura equivalente a la tercera parte de la cobertura en las zonas bajas. La energía eléctrica servida a través de la red pública tiene una cobertura equivalente al 20% de quienes no residen en las montañas.

Que se tiene menor acceso a bienes durables que proveen servicios básicos. Menos de la mitad de la población tiene probabilidad de cocinar con gas propano, la proporción de hogares con inodoros es menor, la calidad de los materiales con que están hechas las viviendas es menor, y la probabilidad de disponer de radio y teléfono es baja.

Fuente: ODH/ PNUD 2008

Page 5: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-3

de los suelos en esa zona, éstos, especialmente los ubicados en San Juan, disfrutan de riego9, lo que no ocurre con los suelos de la zona occidental de El Valle, los cuales prácticamente no se riegan, a excepción de la zona de El Llano en Elías Piña10. El riego produce una fuerte diferenciación en la utilización y productividad de los suelos11. Los recursos forestales en la región son abundantes, principalmente los bosques, en sus zonas de montaña. La mayor parte de la vegetación natural, principalmente en las zonas más llanas del valle ha sido transformada, para dar paso a la agricultura y en menor medida a la ganadería. La superficie de bosques alcanza el 38% de uso de la tierra en la provincia de San Juan y es menor en Elías Piña donde es el 24% del territorio provincial12. La región de El Valle es rica en recursos hídricos, con agua suficiente para el consumo humano, para producir energía y para el riego. La región forma parte de la región hidrográfica del Yaqué del Sur, que es la que tiene más disponibilidad per cápita de agua en el país13; aunque en ambas provincias hay importantes fuentes de agua, en la provincia de San Juan hay una mayor abundancia, con dos presas que almacenan agua y con canales de regadío. Las principales cuencas hidrográficas de la región están representadas en el Mapa II.3. Un estudio de la Secretaria de Estado de Medioambiente y Recursos Naturales (SEMARENA) muestra un importante deterioro en las fuentes de agua en la región, la cual ha estado vinculada a la deforestación de las cuencas hidrográficas. Esto ha ocurrido en las cuencas del Rio Yaque del Sur y la Subcuenca del rio San Juan y en la Cuenca del Rio Artibonito14. Las condiciones climáticas locales que existen en la región El Valle son el resultado de diferentes factores geográficos que interactúan y se constituyen en una de las condiciones geográficas más importantes de este territorio. Estas condiciones cobran una especial importancia por ser una región predominantemente agrícola que depende en gran medida de las precipitaciones y la temperatura. Aunque las condiciones del clima en la región son tropicales, como en el resto del país, existen ciertos cambios a nivel regional, donde predominan el microclima tropical húmedo de sabana y el seco, y otros microclimas que están en relación estrecha con la altitud, ya que en la región hay gran influencia de las montañas15.

En la Cordillera Central el clima es húmedo, con una estación seca que varía de moderada a severa dependiendo de la altitud de la zona. La precipitación tiene una variación entre 1,000 y 2,000 mm; la temperatura anual está entre los 20 y 25C en las zonas por debajo de los 1200 msnm y de 15 a 22C en las zonas más altas.

En la Sierra de Neiba el clima, también es húmedo, con un periodo seco, durante el primer trimestre del año, con una precipitación anual que oscila entre 1,000 a 1,700 mm, y una temperatura anual que varía entre 20 y 25C.

En el Valle de San Juan el clima varía entre tropical seco y húmedo, con dos marcadas

estaciones secas en el primer y tercer trimestre del año. La precipitación media anual es de 600 a 1000 mm y la temperatura media anual varía entre 22 y 24C. Algunas zonas dentro del valle, en la parte occidental como en Las Matas de Farfán, el clima es más húmedo, con una acentuada estación seca, en el primer trimestre del año, lo que también ocurre en Comendador, Bánica y El Llano.

9 SEMARENA 2004 10 Trabajo de campo en las provincias Elías Piña y San Juan durante el año 2009 11 En la sección de cada una de las provincias se profundiza en el análisis del riego 12 SEMARENA 2004 13 INDRHI 2006 14 SEMARENA 2002 y trabajo de campo en las provincias Elías Piña y San Juan durante el año 2009 15 SEMARENA 2004

Page 6: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-4

II.2.2. Los principales problemas ambientales de la región Las transformaciones de los recursos y condiciones naturales se convierten en casi todos los territorios en problemas ambientales con diferentes impactos y consecuencias. Casi siempre los problemas ambientales perjudican a las personas en el lugar donde viven y repercuten en la calidad de vida que pudieran poseer16. Estos problemas influyen en todos los aspectos de su vida diaria, pudiendo afectar desde la alimentación, hasta el abastecimiento, la calidad del agua para consumo y la calidad del aire que respiran; algunos de estos problemas pueden llegar a deteriorar la salud y otros, como los incendios forestales pueden destruir y alterar, las vidas, casas y cultivos. Muchos de los problemas ambientales, hacen más vulnerables a las personas, casi siempre a los más pobres, incrementando el riesgo frente a desastres. El riesgo resulta de la combinación de las amenazas, la vulnerabilidad y las capacidades17. En general puede considerarse que los problemas ambientales influyen en la región de El Valle en el desarrollo humano que las personas pudieran alcanzar. Los problemas ambientales que se han constatado en la región, los cuales no se han listado en orden de importancia, son:

a) Relacionados con los recursos y condiciones naturales:

Fuentes de aguas contaminadas Deforestación Erosión y deterioro de los suelos Prácticas de conuquismo, sobreuso del suelo y abuso de agroquímicos en las zonas bajas,

cultivo de laderas con prácticas no sostenibles, prácticas de tala y quema de bosque y agricultura migratoria

Incendios forestales Deslizamiento de tierras Inundaciones Sequia, principalmente en el extremo occidental del valle

b) Relacionados con los asentamientos humanos:

Utilización del agua: aguas contaminadas, ausencia o falta del tratamiento de agua y escasez Problemas con los desechos sólidos en su recolección y contaminación con los vertederos a

cielo abierto Aguas negras vertidas en las cañadas, y de allí a los ríos Pocilgas en las orillas de los ríos Diferentes ruidos, principalmente en las zonas céntricas Vulnerabilidad a las inundaciones, principalmente en la parte oriental del valle.

Los problemas ambientales que afectan a la población se explican de una forma más detallada en las secciones III y IV de este libro donde se analizan dichos problemas a nivel local en cada provincia. II.2.3 La protección de los recursos y condiciones naturales El territorio regional ha sido transformado por las diferentes actividades humanas, por lo que algunos recursos y condiciones naturales se han deteriorado o destruido debido acciones, políticas y planes de desarrollo económico que, al igual que en el país, se han basado en una explotación intensiva de los recursos y condiciones naturales18. Debido a esto, se hace necesario cada vez más, una adecuada protección de los

16 ODH 2008 17 ODH 2008 18 Ramírez 2006

Page 7: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-5

mismos, pero que a la vez ofrezca oportunidades para las personas que viven en la región19. Hay diferentes instrumentos para proteger los territorios, desde la declaración de un territorio como protegido, hasta proyectos y planes estatales y privados que tratan de mejorar o restablecer determinados recursos o condiciones naturales. En la región hay diferentes territorios que han sido declarados como áreas protegidas por el estado dominicano20. La principal área protegida es Parque Nacional José del Carmen Ramírez que se encuentra localizado en el territorio al Norte y Noroeste de la región. Además, por sus bosques y biodiversidad son importantes el Parque Nacional Nalga de Maco y la Sierra de Neiba. En estos parques se desarrollan algunas actividades ecoturísticas, pero sus potencialidades para esta actividad no están siendo aun aprovechadas. En estas áreas protegidas existen conflictos con las comunidades locales y las autoridades que las protegen en la región debido a que estos pobladores viven en condiciones de pobreza y tienen pocas alternativas productivas y fuentes de ingresos, lo que hace que tengan una fuerte presión sobre los recursos naturales que son su principal fuente de subsistencia. Los conflictos en la región están principalmente asociados a:

La tenencia de las tierras, cuando hay invasiones o situaciones de ilegalidad y se producen expropiaciones o abusos de poder. Muchas comunidades se sienten afectadas y no desean participar en la protección de las áreas protegidas.

Hay conflictos con los límites de las áreas protegidas, que con frecuencia no están bien definidos, o

los pobladores los desconocen. En la región influye la deficiente vigilancia y control sobre las áreas protegidas, como en el caso de la

Sierra de Neiba que no cuenta siquiera con una Administración establecida21. En la región El Valle las comunidades locales consideran que no se benefician con el establecimiento

de las áreas protegidas, sino que los beneficiarios son personas que no viven en estas zonas, que son los que usan estos recursos para obtener beneficios económicos o disfrutan de los mismos como visitantes o turistas22.

En la región no se ha implementado el comanejo, lo que podría constituir una alternativa para que las comunidades participen, se empoderen y se beneficien con las áreas protegidas de su entorno23. También funcionan diferentes instituciones que deben proteger los recursos y condiciones naturales, como son la Dirección Provincial del Ministerio Medio Ambiente y Recursos Naturales, la cual desde el año 2000 se encarga de implementar y controlar los lineamientos de la política ambiental del Estado en la provincia. Sin embargo, adolece de diferentes limitaciones, en particular de recursos, personal e infraestructuras. En los ayuntamientos de los municipios de la región apenas han comenzado a funcionar las Unidades de Gestión Ambiental (UGAM), como establece la Ley No. 176-07 y por lo general no hay personal capacitado para atender la problemática ambiental en el territorio municipal24. II.2.4 Los asentamientos humanos en la región En comparación con el resto del país, la región El Valle esta poco poblada y presenta bajas densidades poblacionales. No obstante, hay notables diferencias poblacionales entre los asentamientos y entre las dos provincias que conforman la región.

19 ODH/PNUD 2008 20 Ley 64-2000 21 Trabajo de campo en la Sierra de Neiba, año 2009 22 Trabajo de campo en las áreas protegidas de las provincias Elías Piña y San Juan durante el año 2009 23 SEMARENA 2006 y entrevistas a pobladores de las comunidades cercanas al Parque Sierra de Neiba, año 2009 24 Trabajo de campo en las provincias Elías Piña y San Juan y entrevistas en los Ayuntamientos municipales durante el año 2009

Page 8: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-6

San Juan esta mucho más poblada y hay una concentración poblacional en el municipio cabecera, San Juan de la Maguana, donde reside el 54 % de la población provincial, lo que se combina con la existencia de muchos asentamientos rurales pequeños y dispersos; en San Juan el 53% de la población es rural y más de la mitad de la población de la provincia reside en las montañas

Elías Piña está prácticamente despoblada. Tiene muy bajas densidades poblacionales; predomina la

población rural, que representa el 65% del total y, en general, los asentamientos son pequeños, ubicados principalmente en las zonas montañosas. También los asentamientos urbanos tienen poca población. Comendador es el principal centro urbano y apenas tiene 11 mil habitantes, y la provincia no cuenta con una red urbana ni jerarquía urbana.

En la región El Valle existe una jerarquía urbana, con dos ciudades principales localizadas en San Juan, que son San Juan de la Maguana y Las Matas de Farfán, que se han convertido en centros de servicios y de comercio para toda la región. En Elías Piña no existe una verdadera jerarquía urbana y hasta la mayor ciudad que es Comendador, tiene un marcado carácter rural y depende en sus relaciones de las ciudades de San Juan de la Maguana y Las Matas de Farfán. La ciudad de San Juan de la Maguana, capital regional, ejerce su área de influencia en todo el territorio regional La región se caracteriza por su ruralidad, que está más acentuada en su zona occidental, hacia la zona fronteriza. En ella se evidencian características de lo que se ha denominado la nueva ruralidad25, que según Martínez, hace que la relación rural-urbana, que antes era planteada en términos de una contradicción o de una relación dicotómica entre ambos espacios sociales, se conceptualice una de relación entre espacios complementarios, debido a que en muchos territorios lo rural se ha transformado y presenta características económicas, productivas, sociales y culturales que lo asemejan a lo urbano, pero sin perder los rasgos que le son propios como la vinculación a la agropecuaria, las intensas relaciones sociales primarias, y el mantenimiento de ciertas costumbres y tradiciones26. En la región se han identificado diferentes relaciones entre las ciudades o asentamientos urbanos y el entorno rural y es difícil delimitar donde termina la zona urbana y donde empieza la rural; incluso muchos de los asentamientos urbanos establecidos en la región, siguen teniendo su carácter rural. En la provincia de San Juan se constataron rasgos más urbanos en su territorio, por lo que se ha identificado la provincia como rural-urbana y la de Elías Piña como rural27. II.2.5 Las vías de comunicación

Las vías de comunicación en la región están desarrolladas a partir de una red vial regional. La pieza

central de esa red es la Carretera Sánchez que atraviesa el Valle de San Juan, por toda la provincia de San Juan y después por Elías Piña, donde termina su trazado en Comendador. Esta red vial es la que articula el territorio regional y es la que conforma un eje central, de donde parten las carreteras y caminos que conectan todos los municipios de las provincias. En el occidente de la región, la red de carreteras y caminos se observa menos desarrollada y Las Matas de Farfán funciona como un nudo de comunicaciones en este territorio, principalmente en su conexión con los asentamientos ubicados al Sur, en la zona montañosa (El Cercado, Juan Santiago y Hondo Valle) y también para los de la zona Norte, como Bánica y Pedro Santana28.

En la región también se evidencia que la mayoría de los caminos y algunas carreteras en las zonas de

montañas están en mal estado, lo que dificulta la conexión y aumenta el tiempo para trasladarse a esos lugares.

25 Para Llambí y Pérez, la nueva ruralidad, en América Latina se vincula a los procesos de transformación, como son los cambios en los patrones productivos y en las técnicas de producción en la agricultura; también se relaciona con el medio ambiente y la calidad de vida que pueden disfrutar las personas en los lugares rurales. Otros autores como Salas señalan que la urbanización del campo está presente, porque se incrementan las ocupaciones no agrícolas y también que los medios masivos de comunicación llegan hasta las regiones más apartadas; también se evidencia un proceso de ruralización porque muchas ciudades, sobre todo en América Latina, parecen ranchos grandes por la falta de desarrollo urbano. 26 Martínez 2006 27 En las secciones de las provincias se analizan sus características rurales 28 Trabajo de campo en la región El Valle, año 2009

Page 9: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-7

Tal es el caso de la carretera de San Juan de la Maguana a Vallejuelo y un caso más extremo, es el del Distrito Municipal de Rio Limpio, que prácticamente esta desconectado de toda la región29.

29 Trabajo de campo en la región El Valle en 2009 y Sección Rio Limpio, donde se explica falta de conexión de este distrito con su provincia.

Page 10: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-8

Mapa II.1. Región El Valle: Localización, extensión y límites

Page 11: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-9

Mapa II.2. Región El Valle: Hipsometría

Page 12: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-10

Mapa II.3 Región El Valle: Cuencas hidrográficas

Page 13: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-11

II.2.6. El ordenamiento del territorio La región ha evidenciado un proceso de fragmentación territorial en los últimos años, al dividirse los municipios que conforman las dos provincias en varios distritos municipales. El ejemplo más significativo es el del municipio de San Juan de la Maguana que se ha subdividido en 10 distritos municipales, algunos de ellos casi despoblados. Los otros municipios de la región también han experimentado este proceso, pero se han dividido en uno o dos distritos municipales, algunos de ellos con apenas dos mil habitantes. Los Ayuntamientos municipales confrontan diferentes problemas para ejecutar la Ley 176-0730 que tiene como mandato comenzar el ordenamiento municipal; no cuentan con la cartografía necesaria de calidad y actualizada y tampoco tienen el personal capacitado para comenzar a ordenar el territorio. En la región El Valle se han identificado tres grandes territorios comunes para ambas provincias:

a) Al Norte de la región, un primer territorio montañoso, de gran extensión, casi despoblado con asentamientos rurales dispersos, con deficiente comunicación e infraestructura, pobre, con recursos de agua y con problemas de deforestación.

b) Un segundo territorio, en el centro, que es llano y más dinámico, con suelos fértiles, con una mayor

población y densidades poblacionales más altas, y con centros urbanos que son las principales

c) ciudades de la región que funcionan como los centros de servicios. Aquí es donde se desarrolla la actividad agrícola de toda la región, la cual cuenta con los mayores niveles de regadío en su parte central y oriental. Es además el territorio mejor conectado y de un fácil acceso.

d) El tercer territorio está situado en el Sur, que es la zona de montaña de la ladera Norte de la Sierra

de Neiba, con pequeños asentamientos, algunos considerados como centros urbanos, con un marcado carácter rural y muy relacionados con la agricultura en los valles intramontanos, (El Cercado, Vallejuelo, Hondo Valle y Juan Santiago).

No se han realizado intervenciones destacadas para un ordenamiento territorial en la región ni en sus provincias, por lo que se puede afirmar que existe una ausencia de ordenamiento territorial. El “orden” o “desorden” territorial de la región, al igual que en las provincias, ha sido y es el resultado del devenir histórico, económico y político que ha conformado un espacio geográfico regional con ciertas similitudes y diferencias, pero donde el planeamiento territorial ha sido inexistente.

II.3 El Valle: un espacio económico común San Juan y Elías Piña forman un espacio económico común. No se trata de dos economías íntimamente vinculadas sino de una economía única, aunque los agentes asentados en diferentes territorios tengan roles y reciban beneficios diferenciados. La existencia de este espacio económico común se debe a cuatro factores básicos:

1) En la región existen dos ciudades que sirven de puntos de articulación de toda la región en términos de comercio y servicios, incluyendo servicios públicos; ambas ciudades se han convertido en centros de acopio y provisión.

2) La red vial de que está dotada es de carácter regional.; 3) La agricultura es la actividad dominante en ambas provincias, aunque con intensidades diferenciadas,

contribuyendo a crear plataformas de comunes de comercio y servicios. 4) La existencia de arreglos institucionales, especialmente a través del Estado, que se traduce en

intervenciones definidas en términos regionales.

30 Ley del Distrito Nacional y de los Municipios 2007

Page 14: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-12

En efecto, San Juan de la Maguana y Las Matas de Farfán, ambas ciudades en la provincia San Juan, se han constituido en puntos articuladores de la actividad económica regional. En ambas ciudades se han ubicado almacenes y centros de distribución de productos manufacturados y de insumos agrícolas para la venta en la región y en Haití; también se han ubicado oficinas de instituciones financieras, proveedoras de servicios de telecomunicaciones, tribunales y oficinas administrativas de instituciones públicas y privadas. De esta manera, una proporción considerable aunque no determinada de los flujos financieros y comerciales de toda la región El Valle “pasan” a través de empresas o instituciones ubicadas en una de estas dos ciudades. Sin embargo, mientras San Juan de la Maguana sirve principalmente a los asentamientos y actividades ubicadas hacia el Oeste de la región en San Juan, Las Matas de Farfán sirve a los asentamientos y actividades ubicados hacia el Este de San Juan y Elías Piña. Por otra parte, un factor que explica en parte la dinámica expuesta anteriormente es que en la región se desarrolló una red vial regional que se articula alrededor de la Carretera Sánchez, la cual atraviesa el Valle de San Juan desde los asentamientos de Guanito y Sabana Alta en el extremo Suroriental de San Juan, hasta la frontera con Haití en Elías Piña. El carácter regional de la red viene dado por el hecho de estar constituida por un conjunto de carreteras que articulan toda la región de una forma particular, y tiene un único punto de entrada y salida del Valle de San Juan, a través de Azua. Una característica sobresaliente de esta red es que, aunque de manera muy diferenciada entre territorios, privilegia la articulación de éstos al eje central antes que la articulación entre ellos. De esta forma, mientras hacia el Sureste del eje la red logra conectar los diferentes territorios y asentamientos (El Cercado, Derrumbadero, Batista, Vallejuelo, Rosario, etc.), hacia el Suroeste y el Norte ésta se limita a conectar los asentamientos con el eje central, excepto en los casos en que los asentamientos se localicen en el trayecto de la vía entre un asentamiento más alejado y la Carretera Sánchez. Adicionalmente, hacia el Oeste, la estructura de esta red evidencia un fuerte sesgo de la articulación hacia Las Matas de Farfán haciendo que asentamientos como Comendador, El Cercado y Bánica se comporten como sus satélites. En adición a lo anterior hay que destacar que en ambas provincias, la agricultura es, por mucho, la actividad económica dominante, aunque se pueden advertir grados diferenciados de la incidencia de esta actividad. Como se verá más adelante, el cultivo de granos, en particular habichuelas y guandules, y el de cereales, especialmente arroz y maíz, explican más del 80% de la tierra cultivada. Este hecho contribuye a la existencia de operaciones comerciales, financieras y de servicios de tipo regionales en apoyo a la actividad agrícola. Finalmente, todas las instituciones públicas de República Dominicana incorporan ambas provincias en una misma región administrativa. Las diferencias se limitan a que algunos ministerios incorporan a Azua a la región mientras otras limitan la región a Elías Piña y San Juan. Esto condiciona de manera significativa las intervenciones y contribuyen a articular institucionalmente la región. El hecho de que El Valle sea una zona económica común ha sido el resultado de una construcción histórica. Durante la colonia y hasta inicios del S. XX, los territorios de ambas provincias eran eminentemente ganaderos. La crianza de ganado, principal actividad económica de la zona, se acompañaba de un comercio transfronterizo intenso aunque intermitente en función de las decisiones y acciones de las autoridades del gobierno central. Este comercio era dominado por productos de la ganadería que fluían desde el lado oriental hacia el occidental, y de manufacturas, muchas de ellas originarias de Europa, en sentido inverso. Hacia finales del S. XIX e inicios del S. XX, sin embargo, la actividad comercial doméstica también cobró importancia. Hacia finales de la década de 1930, la abrupta y violenta interrupción del comercio binacional decidida por el régimen de Trujillo en el marco de la llamada “política de dominicanización de la frontera” afectó sensiblemente a toda la región, en particular la actividad ganadera que vio desaparecer su principal mercado debido al cierre fronterizo. Sin embargo, esta política de interrupción de los intercambios y contactos con Haití fue acompañada de una de “agriculturización” del Valle de San Juan que buscaba incrementar la producción agrícola a nivel nacional y reducir la dependencia de importaciones.

Page 15: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-13

Mapa II.4. Región El Valle: Zonas de riego

Page 16: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

14

De forma similar a otras regiones del país como el Cibao Noroeste, en Elías Piña y San Juan esta política tuvo como pilares la construcción de canales de riego y la implementación de un conjunto de mecanismos que forzaron a la población rural a trabajar en los cultivos. El resultado fue una transición de la economía del conjunto de la región desde la ganadería y el comercio hacia la agricultura. Esta transición quedó consolidada entre los sesenta y los ochenta con la significativa ampliación de los canales de riego y con la implementación de diversos instrumentos de fomento de la actividad, incluyendo la creación de asentamientos en el marco de las políticas de reforma agraria de esos años. En adición a esto, hay que indicar que hasta 1942 ambas provincias eran una sola, y hasta 1938 eran parte de la provincia de Azua, de tal forma que la división político administrativa que define los límites entre ambas provincias es de reciente data. Paradójicamente, esta fragmentación se dio en el marco de un proceso de transición productiva que consolidó, aunque en un sentido distinto, el carácter regional del espacio económico. II.3.1 Divergencias entre Elías Piña y San Juan A pesar del carácter regional del espacio económico, las provincias Elías Piña y San Juan que componen la región El Valle tienen diferencias relevantes entre ellas que las hacen divergir en varios sentidos. Estas diferencias, que también existen entre territorios de la misma provincia, especialmente en San Juan, son particularmente marcadas en los siguientes aspectos:

1) Población. Como se indicó antes, aunque ambas provincias tienen relativamente baja población y densidades poblaciones, en Elias Piña el despoblamiento es marcado. La Oficina Nacional de Estadística (ONE) estimó que en 2010, la población de San Juan era de poco más de 245 mil habitantes. En contraste, Elías Piña tendría algo más de 72 mil, esto es, menos de un 30% de la de San Juan.

2) Calidad de los suelos. Aunque ambas provincias son muy montañosas y predominan suelos poco aptos para la agricultura, en Elías Piña la proporción es mayor y en promedio, los suelos son menos fértiles;

3) Dotación de infraestructura de riego y de comunicación vial. Como se observa en el Mapa II.4, San Juan es una provincia densamente regada, en particular en el Valle de San Juan. Esto hace que más del 75% de la tierra cultivada en la provincia esté bajo riego. Así mismo, cuenta con una red vial relativamente densa, especialmente alrededor de la Carretera Sánchez y hacia el centro y el Este. En contraste, Elías Piña tiene una muy baja cobertura de riego (menos del 25% de la tierra cultivada), limitándose a la porción central de la provincia que forma parte del Valle de San Juan. De igual manera, la red vial es mucho menos densa, y el estado general de las carreteras es mucho más precario, según se pudo observar durante los trabajos de campo.

4) La ubicación de sus territorios y asentamientos. Los asentamientos en San Juan, en particular aquellos ubicados en el Valle de San Juan, a lo largo o cerca de la Carretera Sánchez, tienen una ubicación central, convirtiéndose en puntos de acceso para el resto de los asentamientos de la provincia y de la región. En contraste, todos los territorios y asentamientos en Elías Piña y algunos de San Juan tienen una ubicación periférica, no pudiendo servir como punto de acceso. Como veremos, esto tiene repercusiones relevantes para el desarrollo comercial y urbano.

5) La agricultura de Elías Piña es territorialmente más especializada que la de San Juan. Mientras en la primera, las diferentes subzonas agrícolas tienden a concentrar sus tierras en el cultivo de uno o dos productos diferentes (p.e. arroz y maní en la zona central, habichuelas en las zonas altas del Sur y yuca en las bajas del Norte), en San Juan, las tierras se dedican en su mayoría al cultivo de habichuelas, con niveles limitados de especialización territorial en otros cultivos como en cebollas en Vallejuelo hacia el Sur de la provincia, y arroz en las planicies del Sureste alrededor de Guanito y Sabana Alta.

Page 17: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

15

II.3.2 De las diferencias a las divergencias Como se acaba de sugerir, las diferencias de suelo, infraestructura de riego y comunicaciones, ubicación, desarrollo urbano y diversificación relativa se traducen en divergencias económicas relevantes entre ambas provincias. En primer lugar, debido a las fuertes disparidades en la dotación de infraestructura de riego, se advierten significativas diferencias en los rendimientos agrícolas entre ambas provincias. En San Juan, los rendimientos medios son más elevados que en Elías Piña en todos los cultivos. Estas diferencias terminan incidiendo de manera directa en los ingresos de los productores y, dado el extraordinario peso de la agricultura en la actividad económica y la generación de ingresos en la región, tiene un impacto significativo en los niveles de pobreza y de privaciones. En efecto, mientras el ingreso medio31 por persona por mes en San Juan en 2004 fue de RD$2,740, en Elías Piña fue de RD$1,900. Como resultado, a pesar de que la incidencia de la pobreza en San Juan es de las más elevadas del país, en Elías Piña es la más elevada aún, y las diferencias entre las provincias es notable. Mientras en San Juan dos de sus ocho municipios y distritos municipales estaban entre los primeros diez con mayor incidencia de la pobreza general de ingresos en el país, en Elías Piña cinco de sus seis entidades municipales estaban en esa condición, y tres de ellas estaban entre las primera cinco. En segundo lugar, como resultado de la diferencia de ubicación, dos asentamientos en San Juan, San Juan de la Maguana y Las Matas de Farfán, se han convertido en centros pivotes de provisiones y servicios para asentamientos ubicados en la periferia, tanto en San Juan como en Elías Piña. En contraste, todos los asentamientos en Elías Piña son periféricos. En tercer lugar, como resultado de lo anterior, el desarrollo urbano en San Juan es mucho más pronunciado que en Elías Piña, en particular debido al desarrollo alcanzado por San Juan de la Maguana y Las Matas de Farfán, los cuales tienen un relativamente elevado tamaño de la población y tienen una infraestructura urbana relativamente desarrollada, en especial la primera. Como se indicó antes, es en estas dos ciudades donde se concentra un importante número de establecimientos gubernamentales, comerciales y de servicios. En contraste, Elías Piña no cuenta con centros urbanos de importancia. Esa concentración también se ha traducido en una relativa concentración de los recursos, tanto públicos para la provisión de servicios esenciales como agua potable y saneamiento, como privados asociados a inversiones, contribuyendo a acrecentar la brecha económica y en la calidad de vida entre estos dos asentamientos y el resto. En cuarto lugar, también como resultado de lo anterior, la economía de San Juan es más diversificada que la de Elías Piña, al contar con actividades comerciales y de servicios, y hasta manufactureras aunque de muy limitadas capacidades, las cuales tienden a concentrarse en sus centros urbanos. No obstante, las divergencias entre Elías Piña y San Juan se reproducen al interior de San Juan, con asentamientos y territorios periféricos que dependen de la provisión de bienes y servicios finales y de intermediación ubicados en asentamientos centrales, con poco o ningún riego, con limitadas y

31 Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo 2006. Calculado a partir del ENCOVI 2004.

Cuadro II.2 Población en edad de trabajar, económicamente activa, ocupada e inactiva. Estructura promedio (Porcentajes) 2003-2008 Indicadores El Valle Nacional PET 100% 100%

Hombre 52% 52% Mujer 48% 48%

PEA 100% 100% Hombre 69% 61% Mujer 31% 39%

Ocupados 100% 100% Hombre 75% 66%

Mujer 25% 34% Desocupados 100% 100%

Hombre 32% 37% Mujer 68% 63%

Inactivos 100% 100% Hombre 33% 35% Mujer 67% 65% Fuente: ODH/PNUD utilizando la base de datos de ENFT varios años. Anexo II.4

Cuadro II.3 Tasa de Participación, de Ocupación y Desempleo (Porcentaje), Promedio 2003-2008

Indicadores El Valle Nacional

Tasa de Participación 52.1 55.8

Hombre 69.3 68.7 Mujer 33.3 43.0

Tasa de Ocupación 45.0 46.6 Hombre 65.0 61.9 Mujer 23.1 31.5

Tasa de desempleo 13.6 16.5 Hombre 6.2 9.9 Mujer 30.6 26.9

Fuente: ODH/PNUD utilizando la base de datos de ENFT varios años

Page 18: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

16

deterioradas vías de acceso y con mayores niveles de pobreza. Estos son los casos de El Cercado, Vallejuelo, Carrera de Yeguas y Sabaneta. Por esa razón, antes que divergencias inter provinciales, se trata de divergencias inter territoriales en la región en su conjunto derivadas de los factores ya mencionados como ubicación y dotación de suelos e infraestructura, y que colocan a los territorios y asentamientos más privilegiados (p.e. San Juan de la Maguana y Las Matas de Farfán) en una situación ventajosa para aglutinar población y recursos, y eventualmente reproducir una relación desigual con el resto de los territorios en términos comerciales, financieros y de flujo de recursos públicos. De esta forma, en la medida en que la provisión de insumos agrícolas, de manufacturas, de servicios de transporte y de recursos financieros, entre otros se concentra territorialmente en San Juan de la Maguana y Las Matas de Farfán, los territorios periféricos y dispersos como El Cercado, Hondo Valle o Bánica se vuelven marginales tienden a perder capacidad de negociación sobre precios, calidad y alcance de servicios, y provisión de servicios públicos. Ante la debilidad de contrapesos políticos desde los territorios o desde el Estado, el resultado es una sostenida ampliación de las brechas y una creciente marginalidad de quienes no están en el centro. Esta parece ser la historia en El Valle. II.3.3. Empleo: ¿A qué se dedica la gente?

El empleo es de las principales formas de generar inclusión social32 y es la manera más

sostenible de reducir pobreza. La capacidad de generación de ingresos propios permite salir o evitar situaciones de privación o dependencia y viabiliza la creación de otras capacidades. Esta capacidad, sin embargo, depende por una parte de las capacidades portadas individualmente como el estado de salud o el nivel de instrucción, y por otra de elementos externos a las personas como el entorno económico e institucional que facilita o entorpece la creación de puestos de trabajo, y por tanto de oportunidades. La Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo (ENFT) que publica semestralmente el Banco Central de la República Dominicana es la fuente de información más sistemática y detallada sobre el mercado de trabajo. La información estadísticamente significativa que provee es nivel regional, y aunque también provee información por provincia, por el tamaño de la muestra, no es estadísticamente significativa. En adición, en el caso de El Valle se tiene el agravante de que, al ser San Juan una provincia de mucho mayor tamaño económico, poblacional y territorial que Elías Piña, ésta última queda todavía más escondida dentro de los indicadores regionales. En todo caso, el regional continúa siendo el mejor acercamiento disponible hasta el momento, pero como se verá en los informes provinciales, ambas provincias son eminentemente agrícolas lo que aminora los riesgos de sesgos asociados a inferencia sobre las provincias a partir de información regional. Por otra parte, según la convención internacional se considera la edad de 10 años como la mínima que habilitaría a una persona para trabajar, esto puede ser sujeto a debate y es un arreglo estadístico.

Cabría preguntarse: ¿Cuáles son las dimensiones y las características de la población en capacidad y dispuesta a trabajar en El Valle? ¿Tiene diferencias con respecto al resto del país?

De acuerdo a resultados de la ENFT, para el período 2003-200833 se evidencia que:

1) En promedio para el periodo 2003-

2008 en la región El Valle había poco más de 235 mil personas en edad de trabajar (PET), el 3.2% del promedio nacional para el mismo período. La población económicamente activa de la región El Valle, alcanzaba a unos

32 ODH/PNUD 2010. En el capítulo V se analiza el comportamiento del empleo en República Dominicana. 33 Se tomo este período de referencia porque fue a partir de 2003 que la región tenía representatividad regional.

Cuadro II.4 Condiciones de inserción en el mercado laboral, por sexo en El Valle y Nacional (Porcentaje) Promedio 2003-2008

Indicadores El Valle Nacional

Hombre Mujer Hombre Mujer PEA/PET 69.3 33.3 68.7 43.0

PEA ocup/PET 65.0 23.1 61.9 31.5 PEA desocupada 4.3 10.2 6.8 11.6

Inactiva 30.7 66.7 31.3 57.0 Fuente: ODH/PNUD utilizando la base de datos de ENFT varios años. Anexo II.4

Page 19: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

17

122 mil personas, promedio anual durante 2003-2008, la población ocupada era 105 mil, los desocupados casi 18 mil y los inactivos 113 mil (Anexo II.4).

2) De la población en edad de trabajar, el 52% eran hombres (Cuadro II.2). De la PET, el 52% estaba en el mercado de trabajo, es decir, empleada o dispuesta a emplearse, lo cual era una proporción inferior al nacional (Cuadro II.3).

3) La tasa de participación de los hombres era el doble de las mujeres en la región, en una magnitud más alta que a

nivel nacional (1.6 veces).

4) La tasa de de ocupación en la región era ligeramente más baja que a nivel nacional y la tasa de desempleo nacional era un 21% superior a la región. En El Valle el empleo es predominantemente más masculino que en el resto del país.

5) En la región, la cantidad de hombres ocupados es 3.1 veces superior a la cantidad de mujeres, mientras que a nivel nacional es una relación de 1.9 veces.

6) El desempleo de las mujeres era casi 5 veces superior al de hombre mientras que a nivel

nacional es 2.7 veces superior.

7) Las diferencias por género en la inserción en el mercado laboral son muy marcadas. Las dos terceras partes de las mujeres estaban inactivas y eso es más del doble de los hombres y es más que el promedio nacional. El 10% de las mujeres estaban desocupadas el doble de los hombres y está en el promedio nacional. Sólo el 23% estaba ocupada, menos de la tercera parte de los hombres y menos que el promedio nacional (Cuadro II.4)

8) En términos dinámicos, de las nuevas personas que se incorporaron a la PEA el 64% eran hombres, entre los que encontraron

empleos el 68% eran hombres y los que quedaron desocupados fueron esencialmente mujeres (Cuadro II.5).

9) Por edad, la región tiene una estructura de la población económicamente activa, de los ocupados, desocupados y de la población inactiva similar a la estructura nacional. No así en términos de los cambios generado en el período. El aumento de la PEA de la región y de la PEA ocupada se concentra en los grupos etarios de 20-39, de 10-19 y más de 60, en una intensidad mayor que la nacional. El aumento de la desocupación se concentra en las edades de 10 a 19 años y 40 a 59, con marcadas diferencias por sexo. (Anexo II.6 II.7). Por cada

10) En la región de El Valle predomina el trabajo informal. El 75% de lo que están trabajando lo hacen de manera informal y el 82% de los nuevos empleos creados fue en con esas

Cuadro II.5 Estructura del cambio del cambio por sexo y al interior de cada sexo 2003-2008 Estructura de cambio por indicador (porcentaje) 2003-2008

Indicadores El Valle Nacional

Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer PEA 100 64 36 100 48 52 PEA ocupada 100 68 32 100 51 49 PEA Desocupada 100 -50 150 100 96 4 Inactiva 100 67 33 100 50 50 Estructura de cambio por sexo (porcentaje) 2003-2008 PET 100 100 100 100 100 100 PEA 49 47 51 63 62 64 PEA ocupada 47 49 44 67 70 64 PEA Desocupada 1 -1 6 -4 -8 0 Inactiva 51 53 49 37 38 36 Fuente: ODH/PNUD utilizando la base de datos de ENFT varios años. Anexo II.5

Cuadro II.6 Empleo formal e informal en El Valle y nacional. Estructura promedio y estructura del cambio, por sexo (porciento) 2003-2008

Sector

El Valle Nacional Estructura promedio

2003-2008

Estructura del cambio

2003-08

Estructura promedio

2003-2008

Estructura del cambio

2003-08 Formal 24.6 18.2 44.5 15.9

H 14.1 24.3 27.6 4.5 M 10.5 -6.0 16.9 11.4

Informal 75.4 81.8 55.5 84.1 H 61.4 129.1 38.4 44.5 M 14.0 -47.3 17.1 39.7

Total 100.0 100.0 100.0 100.0

Fuente: ODH/PNUD utilizando la base de datos de ENFT varios años y anexo II.8

Page 20: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

18

característica. Los ocupados en el sector informal son fundamentalmente hombre y esta tendencia es mucho más intensa que a nivel nacional (Cuadro II.6 y Anexo II.8).

11) Por nivel educativo de las personas ocupadas está por debajo de la media nacional. Casi el

18% de las personas ocupadas que residen en la región no tienen ningún nivel educativo, lo cual es 2.24 veces el promedio nacional y el 58.5% de los ocupados no había completado la educación básica, 1.41 veces el promedio nacional. La tendencia es a aumentar el empleo de los hombres que no ha completado la educación básica (Cuadro II.7).

12) La tasa de participación por grupo etario es similar en la región y a nivel nacional, aunque el

grupo de mayor edad de 60 y más, tiene una tasa de participación que es un 39% superior al promedio nacional, lo que está indicando el nivel de privación en que vive esa población en la región. En general se observa que las tasas de participación y de ocupación de hombres menores de 19 años y mayores de 60 son mayores en la región que a nivel nacional. Esta diferencia apunta a varios elementos. Por un lado a la presencia de trabajo infantil masculino en mayor intensidad que en otras regiones. La relativamente elevada incidencia de trabajo infantil fue confirmada por el trabajo cualitativo de campo desarrollado para este informe cuyos resultados se plasman en un capítulo posterior. No obstante, las estadísticas de fuerza de trabajo sólo enfatizan al trabajo infantil masculino en tanto se refiere a población inserta en el mercado de trabajo (población trabajando o dispuesta a trabajar) mientras que el trabajo infantil femenino en el hogar, de una importancia capital para la dinámica de producción y reproducción, no se visibiliza (Cuadro II.8). Alta participación laboral de la población masculina de 60 años y más, que se asocia a una prolongada vida laboral de una población envejeciente que no cuenta con protección social y que vive en hogares que no pueden prescindir de sus aportes económicos. Las mujeres de más de 60 años de El Valle también participan más en el mercado de trabajo que sus pares en el resto del país lo que sugiere un fenómeno similar al de los hombres de esa edad, aunque con menor intensidad.

13) La baja participación de mujeres jóvenes en el mercado de trabajo en El Valle puede

asociarse a las menores posibilidades de lograr una inserción exitosa. En efecto, como se

Cuadro II.7 Población ocupada según nivel educativo. Estructura promedio y estructura del cambio entre 2003-2008 promedio anual (Porcentajes) A. Ocupados según nivel educativo alcanzado y sexo

Grupos de edad

El Valle Nacional Estructura promedio 2003-

2008 Estructura del cambio entre

2003-2008 Estructura promedio 2003-

2008 Estructura del cambio entre

2003-2008 Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer

Ninguno 17.7 14.5 3.2 42.1 28.8 13.3 7.9 6.1 1.8 5.4 2.4 2.9 Básica 49.1 39.8 9.3 47.0 33.6 13.5 44.8 32.7 12.2 24.4 10.2 14.3 Media 20.2 14.3 5.9 1.0 -1.2 2.2 28.4 18.1 10.3 41.6 26.7 14.8 Universitaria 13.0 6.9 6.2 9.9 6.6 3.3 18.8 9.2 9.7 28.6 11.9 16.8 Total 100.0 75.5 24.5 100.0 67.8 32.2 100.0 66.0 34.0 100.0 51.2 48.8 B. Ocupados según nivel educativo completado y sexo

Grupos de edad

El Valle Nacional Estructura promedio 2003-

2008 Estructura del cambio entre

2003-2008 Estructura promedio 2003-

2008 Estructura del cambio entre

2003-2008 Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer

Ninguno 58.5 47.2 11.3 84.4 62.9 21.5 41.6 30.7 10.9 23.2 10.5 12.7 Básica 19.9 15.8 4.1 -2.3 -8.2 5.9 26.1 18.1 8.0 22.8 13.4 9.3 Media 14.2 8.9 5.3 7.3 3.9 3.4 21.4 11.9 9.4 39.5 21.4 18.1 Universitaria 7.4 3.5 3.8 10.6 9.3 1.3 10.9 5.3 5.6 14.6 5.9 8.7 Total 100.0 75.5 24.5 100.0 67.8 32.2 100.0 66.0 34.0 100.0 51.2 48.8 Fuente: ODH/PNUD utilizando la base de datos de ENFT varios años

Page 21: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

19

verá más adelante, en esa región, una mujer entre 20 y 39 años tiene un 17% mayor de probabilidad de ser desempleada que en el resto del país. Además, el hecho de que en El Valle haya una la mayor relación de dependencia con respecto al resto del país, es decir, un mayor número de personas económicamente dependientes, podría ser un factor que influya en una menor participación laboral de las mujeres, reforzando la tradicional división sexual del trabajo. En 2002 en El Valle, por cada persona con una edad entre 15 y 65 años, había 0.69 con una edad menor a 15 años. En Elías Piña esta relación era de 0.81. En la zona metropolitana de 0.51 y en el resto del país de 0.58. Si a la relación de dependencia se incorpora la población de 65 años y más, el coeficiente en El Valle sería de 0.81 comparado con 0.58 en la zona metropolitana y 0.68 en el resto del país.

14) Hay que destacar que cuando se excluye a Santo Domingo y al Distrito Nacional, las cifras

de participación de las mujeres jóvenes en El Valle, aunque menores, no guardan grandes distancias respecto de las cifras de otras regiones del país. Esto indica que las oportunidades de empleo para mujeres jóvenes en la zona metropolitana son mucho mayores que en el resto del país y que las distancias entre El Valle y otras regiones del país son menores que lo que revelan las cifras agregadas.

15) Las mujeres, cuya tasa de desocupación fue de poco 30.6% y representan el 68% de todas

las personas desempleadas, más que a nivel nacional donde las mujeres representan el 63%. El grupo más afectado son las mujeres de 20 a 39 años, que en El Valle representan el 48% de todas las desempleados con una tasa de desocupación de 40% mientras que a nivel nacional representan el 42% con una tasa de desocupación de 30.1%.

16) El desempleo en la región de El Valle afecta más a las mujeres que a los hombres, sin

importar el nivel educativo de un grupo u otro. Estas diferencias en el desempleo son particularmente elevadas en hombres y mujeres con educación primaria, ya que el número de mujeres desempleadas en este rubro fue 71% mayor la de los hombres. Las diferencias más significativas están entre quienes no tienen ningún tipo de nivel educativo: el desempleo entre mujeres con esta condición casi triplicó entre 2000 y 2008 al de los hombres.

17) La mayoría de la gente que se emplea, lo hace en la agricultura y la ganadería. Entre 2003 y

2008, en esta región la agricultura y la ganadería concentraron poco menos de la mitad de todo el empleo, una proporción 3.1 veces más elevada que en el resto del país (Anexo II.10).

18) Las cifras de empleo en la región sugieren un nivel muy bajo de actividad manufacturera, la

cual explica casi tres veces menos puestos de trabajo que en el resto del país. También las

Cuadro II.8 Tasa de participación, tasa de ocupación y tasa de desempleo de El Valle y Nacional, promedio 2003-2008

Grupo etario

El Valle El Valle El Valle Tasa de participación Tasa de Ocupación Tasa de desempleo ampliado

Total Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres 10-19 18.9 27.9 8.8 14.3 23.3 4.2 24.2 16.3 52.5 20-39 73.8 91.6 55.3 59.1 84.1 33.0 19.9 8.1 40.3 40-59 71.5 94.5 46.0 67.2 92.8 39.0 6.0 1.8 15.3 60 o más 44.5 70.7 15.4 43.8 69.5 15.3 2.4 2.1 3.7 Subtotal 52.1 69.3 33.3 45.0 65.0 23.1 13.6 6.2 30.6

Grupo etario

Nacional Nacional Nacional Tasa de participación Tasa de Ocupación Tasa de desempleo ampliado

Total Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres 10-19 19.5 25.4 13.2 13.2 19.6 6.5 32.2 22.8 51.1 20-39 78.9 92.6 66.0 63.7 82.3 46.1 19.2 11.1 30.1 40-59 73.2 92.5 54.2 66.2 87.6 45.3 9.5 5.4 16.4 60 o más 31.9 51.6 13.1 30.9 50.1 12.6 3.3 3.0 4.6 Subtotal 55.8 68.7 43.0 46.6 61.9 31.5 16.5 9.9 26.9

Fuente: ODH/PNUD utilizando la base de datos de ENFT varios años

Page 22: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

20

cifras del empleo en construcción, comercio, hoteles, bares y restaurantes, comunicaciones, y el sector financiero apuntan a reducidos niveles de actividad en esas ramas.

19) Después de la agricultura, la actividad “otros servicios” y el comercio son las que mayor

número de gente emplea en la región con 16% y un 15% del total de la población ocupada, seguida por transporte y comunicaciones con 5.1% del total de personas ocupadas. En conjunto, estas cuatro actividades explican más del 82% del empleo total. Esta distribución contrasta marcadamente con la distribución de la población ocupada con el resto del país, donde la ocupación se concentra en actividades de comercio, industrias manufactureras, transporte y comunicaciones, otros servicios y construcción emplean una relativamente elevada proporción de la población activa.

20) Una muy elevada proporción de empleo por cuenta propia. Aproximadamente entre 2005 y 2008, poco menos de dos tercios de la fuerza de trabajo era cuentapropista, equivalente a 1.6 veces superior al promedio nacional (Gráfico II.1). Como se ha visto, el grueso de la fuerza de trabajo se empleó en la agricultura, siendo el empleo cuentapropista agrícola un 42% de la fuerza de trabajo del El Valle, comparado con menos de un 11% a nivel nacional

21) El Valle es la región del país donde hay más empresas con

menos de 4 empleados34. El 78% de las personas empleadas están en ese rango, lo que representa el 1.4 veces más que el promedio nacional (Cuadro II.9 y Anexo II.11).

22) El 55.7% de la población infantil de 5 a 14 años solo estudia mientras que a nivel nacional es

el 75% y el 41.3% no trabaja ni estudia, lo cual es el doble del promedio nacional (Cuadro II.10 y Anexo II.12).

1) La tasa de formalidad privada, es decir, la

proporción de la población ocupada formal que labora en el sector privado respecto al total de ocupados en el sector privado35 es la más baja del país. El promedio nacional (37.5%) es 3 veces más que el promedio de El Valle (Anexo II.13). Esto se refleja, como se evidencia en los informes provinciales, que El Valle es de las regiones del país con más bajo nivel de filiación al régimen de pensiones de la seguridad social Esta baja afiliación se asocia a la baja proporción de empleo

34 La Región del Cibao Nordeste es la segunda con el 72%. 35 SISDOM. Ficha técnica

Cuadro II.9 Estructura de la población ocupada según tamaño de la empresa. Promedio del periodo 2000-2009 en porciento

Tamaño El Valle Nacional 1-4 78.1 54.7 5-10 3.3 7.2 11-19 1.3 3.6 20 y más 17.3 34.5 Total 100 100 Fuente: Elaborado por la UAAES, Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, a partir de procesamiento de las bases de datos de las ENFT del BCRD. Anexo II.11

Cuadro II.10 Población infantil (5-14 años) según situación laboral y escolar en porciento. Promedio 2005-2009 Característica El Valle Nacional Trabaja y estudia 2.4 2 Solo trabaja 0.5 0.3 Solo estudia 55.7 75.3 No trabaja ni estudia 41.3 22.4 Total 100 100 Fuente: Elaborado por la UAAES, Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, a partir de procesamiento de las bases de datos de las EFT del BCRD.

63%

15%

75%

48%39%

11%

54%

15%

Cuentapropista(2005-2008)

Empleado/a delsector público (2005-

2008)

Trabajador/a informal(2005-2008)

Empleado/a enagricultura (2000-

2008)

Gráfico II.1. El Valle: características sobresalientes del empleo (Varios años)El Valle Resto del país

Fuente: ODH/PNUD con base en ENFT 2000-2008

Page 23: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

21

formal y por tanto a la precariedad del empleo, aunque también tiene que ver con los retrasos de la puesta en marcha del régimen contributivo-subsidiado en pensiones36. En adición a esto, ambas provincias, pero especialmente Elías Piña, comparada con el resto del país, tienen una elevada proporción de hogares pobres afiliados al régimen subsidiado de la seguridad social que cubre a la población más pobre que no tiene un trabajo formal (ODH/PNUD 2009)37.

2) La estructura de la población no económicamente activa

según la condición de inactividad en la región de El Valle muestra una estructura parecida al promedio nacional, con ligeras modificaciones. Hay más inactividad por labores del hogar en El Valle que en la media nacional, aunque menos jubilados, pensionados y por edad (Anexo II.14)

3) La estructura de la población ocupada según la condición

de pobreza monetaria del hogar indica que en promedio durante el período 2000-2009, la población no pobre del promedio nacional es 1.83 veces superior al nivel de la región de El Valle. Mientras que la población pobre es 1.9 veces superior en la región que a nivel nacional (Cuadro II.12 y Anexo II.15).

¿Cuánto gana la gente?

El gráfico II.2 revela que en El Valle los ingresos laborales son, en promedio, significativamente menores que en el resto del país, alcanzando apenas un 70% en comparación con las demás provincias durante 2005-2008. Esto, de entrada, sugiere una mucho más limitada capacidad de la población para satisfacer necesidades materiales básicas. Las diferencias de ingresos laborales entre El Valle y el resto del país excluyendo la zona metropolitana se dan en todos los sectores de actividad, para ambos sexos, para todos los grupos de edad y para todos los niveles de instrucción. Sin embargo, dentro de la región hay

importantes disparidades de ingreso entre personas laborando en diferentes ramas de actividad, con diferenciados niveles de instrucción, entre grupos de edad, y entre hombres y mujeres. Los gráficos II.3 y II.4 muestran los ingresos laborales medios para hombres y mujeres en las cuatro actividades más importantes, las cuales explican más del 82% del empleo total. Lo que más llama la atención son las notables diferencias salariales entre la población empleada en agricultura y la empleada en el resto de los sectores., tanto para mujeres como para hombres. Para el periodo 2005-2008 esta población recibió, en promedio, cerca de las tres cuartas partes de lo que recibió la media de la población laboral, y el equivalente al 44% de lo que recibieron los empleados de la rama de servicios, cuyas remuneraciones fueron las mayores entre las cuatro actividades seleccionadas. El comercio fue la segunda actividad de menor nivel de remuneración entre las cuatro seleccionadas, y menor al nivel medio de remuneración en la región, seguida por administración pública y defensa.

36 Para paliar esta situación, el Estado desarrolla el programa de Pensiones Graciables (PROVEE) el cual otorga RD$300 mensuales a cada persona pobre mayor de 65 años para la compra de alimentos. Sin embargo, esto entraña un serio problema pues, en vez de asegurar los derechos consagrados en la Ley 87-01 de Seguridad Social, a los envejecientes se ponen en marcha programas paralelos de ayudas, que aunque más rápidos en términos de su implementación, no garantizan derechos. 37 En agosto 2008 ya habían asegurado al 75% de los pobres identificados por SIUBEN en la provincia. Por fortuna, Elías Piña y en menor medida San Juan, se benefició del hecho de haber sido una de las primeras provincias donde se inició la afiliación al régimen subsidiado de la seguridad social.

Cuadro II.11 Estructura de la población ocupada según condición de pobreza monetaria del hogar1 (Línea CEPAL) (Porcentaje). Promedio 2000-2009

Característica El Valle Nacional

No pobre 36.7 67.2 Pobre no Indigente 32.1 22.7 Indigente 31.2 10.1 Total 100 100 Fuente: Elaborado por la UAAES, Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, a partir de procesamiento de las bases de datos de las ENFT del BCRD. Anexo II.15x

46.6

32.8

33.2

32.4

Resto del país

El Valle

San Juan

Elías Piña

Gráfico II.2 Remuneraciones laborales medias (RD$ por hora), promedio 2005-

2008

Fuente: ODH/PNUD con información de la ENFT.

Page 24: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

22

Por otro lado, al comparar los datos de ambos gráficos y al evaluar los datos del gráfico II.5 se advierte que entre 2005 y 2008 en El Valle, a nivel agregado, las diferencias salariales entre hombres los hombres son reducidas. Sin embargo, cuando se evalúa por nivel de actividad se observan diferencias notables a favor de los hombres en las cuatro actividades seleccionadas.

Las diferencias más notables se observan entre la población con mayores y menores niveles de instrucción, especialmente a favor de los hombres (Gráfico II.6). Los hombres con educación universitaria recibieron entre 2005 y 2008 cerca del triple de ingresos por hora en comparación con el ingreso de los hombres sin instrucción, 3 veces más ingresos por hora que las mujeres sin instrucción, y un 10% más que lo que ganan las mujeres con un nivel universitario de instrucción.

La población con instrucción secundaria

ganó, en promedio un 26% más que la población con instrucción primaria y un 60% más que la población sin instrucción. Así mismo, las diferencias salariales entre hombres y mujeres se acrecientan a medida que avanza el nivel de instrucción. Los hombres con educación secundaria ganaron un 37% más que sus pares femeninos y aquellos con instrucción primaria ganaron un 13% más que las mujeres con similar nivel de instrucción. No obstante, estad diferencias por nivel de instrucción parecen seguir el patrón nacional y no se percibe que sean particularmente intensas o menguadas en El Valle (Gráfico II.7). También, como lo revela el Gráfico II.8, se advierte que el ingreso crece con la edad, excepto para la población de 60 o más años en la que el

ingreso laboral retrocede al nivel medio de la población entre 10 y 19 años. Esto resulta de que a partir de esa edad, los hombres y mujeres que trabajan tienden a dedicarse a la agricultura donde los ingresos son inferiores al resto de las actividades. Esto también sucede en el resto del país con la misma intensidad que en El Valle (Gráfico II.9).

25.5

37.2

45.7

57.9

33.2

35.0

47.5

55.8

61.9

47.1

Agricultura y ganaderia

Comercio

Adm. Pub. y defensa

Otros servicios

Total

Gráfico II.3 Ingresos laborales (RD$ por hora) de los hombres en El Valle y el resto del país

(excluyendo la zona metropolitana) en ramas de actividad seleccionadas (2005-2008)

Resto delpaísEl Valle

Fuente: ODH/PNUD con base en ENFT

30.9

25.6

38.0

39.4

32.7

25.6

37.1

43.4

46.2

41.1

Agricultura yganaderia

Comercio

Adm. Pub. Ydefensa

Otros servicios

Total

Gráfico II.4 Ingresos laborales (RD$ por hora) de las mujeres en El Valle y el resto del país (excluyendo la zona metropolitana) en ramas

de actividad seleccionadas (2005-2008)

Resto del país

El Valle

Fuente: ODH/PNUD con base en ENFT

25.5

37.2

45.7

57.9

33.2

18.6

25.6

38.0

39.4

32.7

25.4

31.9

43.0

46.3

32.8

Agricultura yganadería

Comercio

Adm. Pública ydefensa

Otros servicios

Total

Gráfico II.5 El Valle: ingresos laborales de hombres y mujeres en ramas de actividad

seleccionadas (RD$ por hora),Promedio 2005-2008

Hombres

Mujeres

Total

Fuente: ODH/PNUD con base en ENFT

Page 25: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

23

A pesar de estas fuertes brechas, el gráfico II.10 sugiere que, en términos de ingresos laborales,

El Valle es una región menos desigual que el resto del país. Las diferencias de ingresos entre hombres y mujeres, entre aquellos que tienen mayor y menor nivel de instrucción y entre quienes tienen más y menos edad son menores que en el resto del país. En el resto del país, los hombres ganan, en promedio RD$ 6.33 entre 2005 y 2008 por hora más que las mujeres, mientras en El Valle las diferencias son casi nulas. Las diferencias salariales entre quienes tienen instrucción universitaria y quienes tienen instrucción primaria son mayores en el resto del país (RD$ 35.4 por hora) que en El Valle (RD$ 31.5), y la diferencia de ingresos laborales entre quienes tienen entre 40 y 59 años de edad respecto a quienes

tienen entre 20 y 39 años es menor en El Valle (RD$ 6.6 por hora) que en el resto del país (RD$ 9.7 por hora).

II.4 La pobreza en El Valle

Para el desarrollo humano la pobreza es un fenómeno multidimensional, asociado a la privación de las personas para vivir una vida tolerable, es decir, es la ausencia de capacidades para ser libre. Modificar esta realidad implica cambios culturales, políticos y sociales además de económicos para que la persona pueda desmontar las privaciones y no depender de subsidio público. La pobreza implica que a una persona se le puede robar la dignidad, la confianza y el respeto por sí mismo, así como el respeto de los demás38. Por eso medir la pobreza por el ingreso, puede ser útil pero no es suficiente.

38PNUD 1997, p. 17-18.

24.0

30.6

39.9

68.0

20.9

27.1

29.1

55.4

23.3

29.6

37.2

61.1

Ninguno

Primario

Secundario

Universitario

Gráfico II.6 El Valle: ingresos laborales de hombres y mujeres por nivel de instruccion (RD$

por hora)Promedio 2005-2008

Total

Mujeres

Hombres

Fuente: ODH/PNUD con base en ENFT

15.2

32.5

39.1

32.7

22.8

45.3

55.0

45.7

10-19 años

20-39 años

40-59 años

60 años ymás

Gráfico II.9 Ingresos laborales (RD$ por hora) en El Valle y el resto del país

(excluyendo la zona metropolitana) . Promedio 2005-2008

Resto del país

El Valle

Fuente: ODH/PNUD con base en ENFT

15.9

32.6

39.9

33.8

12.8

31.8

37.9

21.8

15.2

32.5

39.1

32.7

10-19 años

20-39 años

40-59 años

60 y más

Gráfico II.8 El Valle: ingresos laborales de hombres y mujeres por rango de edad (RD$ por hora)

Promedio 2005-2008HombresMujeresTotal

Fuente: ODH/PNUD con base en ENFT

23.3

29.6

37.2

61.1

33.2

41.0

46.3

76.4

Ninguno

Primaria

Secundaria

Universitaria

Gráfico II.7 Ingresos laborales (RD$ por hora) en El Valle y el resto del país

(excluyendo la zona metropolitana) por grupos etarios

Promedio 2005-2008

Resto del país

El Valle

Fuente: ODH/PNUD con base en ENFT

Page 26: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

24

Hay varios métodos para medir la pobreza, pero los más utilizados son el de la línea de pobreza

de ingreso39 y el de necesidades básicas insatisfecha. Además se utiliza el índice de privaciones humanas y otros indicadores de resultados que dan cuenta logros o privaciones de la población. Estas diferentes formas de medición se utilizan en las secciones de este informe que analizan la situación de San Juan y Elías Piña.

En este capítulo general sobre la región El Valle, se apoya en la medición reportada en el SISDOM40 sobre la base de pobreza de ingreso y necesidades básicas insatisfecha utilizando como base la información que provee la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo.

De acuerdo a estas cifras la pobreza en la provincia medida por el ingreso se ha mantenido

durante la década del 2000 entre un 75% y 65% según un sea medida con la línea de pobreza de la CEPAL o la línea de pobreza del Banco Mundial. En ambas es una cifra elevada y supera entre 1.6 y 1.9 veces el promedio nacional, aunque en El Valle decrece en una magnitud relativa superior al promedio nacional (Cuadro II.12 y Anexo II.16).

En efecto, a pesar de que la proporción de población de la región de El Valle disminuye (4.2% a principios de la década a 3.6% al final), la participación de las personas en condiciones de indigencia y pobreza de la región se reducen en términos absolutos y relativos (Gráfico II.11), esto implica que hay otras zonas del país que se han visto más empobrecida.

El nivel de pobreza según las necesidades básicas insatisfecha estaría en orden del 69% en la

región de El Valle para el período 2005-2009 mientras que a nivel nacional es el 47% de los hogares. La combinación de necesidades básicas insatisfecha con la línea de pobreza de ingreso permite

determinar si el nivel de pobreza de la provincia es estructural o coyuntural. La primera se refiere a un conjunto de necesidades insatisfechas y la segunda a la circunstancia de una caída en el ingreso real que coloque a una persona en condiciones de pobreza. De acuerdo a esta clasificación, el 56.6% de la población de El Valle cae en la situación de pobreza crónica, es decir, pobre por la medición del ingreso

39 La línea de pobreza de ingreso establece un nivel de ingreso que puede adquirir una canasta de bienes (alimentos, transporte, vivienda, etc.) que es mínima para vivir. Esa línea se determina a través de una encuesta según los hábitos de la población. Hay otra “línea de pobreza” internacional que se determina a través del poder adquisitivo de US$2 diarios. Adicionalmente otra forma de medir pobreza es a través de las necesidades básicas insatisfechas, es decir, el conjunto de necesidades de vivienda, equipamiento, servicios, educación, etc. que las personas de un hogar mínimamente necesitan. Ambas se usan en el país y se aplican en cada una de las provincias analizadas. 40 Sistema de Indicadores Sociales de la República Dominicano (SISDOM) del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo elaborado por la Unidad Asesora de Análisis Económico y Social (UAAES).

0.5

31.5

6.66.3

35.4

9.7

Entre hombres ymujeres

Entre educaciónuniversitaria y

primaria

Entre edades de40-59 y 20-39

Gráfico II.10 Diferencias salariales absolutas (RDS por hora) por sexo, nivel educativo y

edad en El Valle y el resto del paísPromedio 2005-2008

El Valle

Resto delpaís

Fuente: ODH/PNUD con base en ENFT

0.7

0.8

0.9

1.0

1.1

1.2

1.3

1.4

1.5

1.6

1.7

2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

Indi

ce d

e po

blac

ión

bajo

la lí

nea

de p

obre

za

Gráfico II.11 Indice de población bajo la linea de pobreza nacional y en El Valle, (2000-2009)

Nacional(CEPAL)Nacional(BM)El Valle(CEPAL)El Valle (BM)

Fuente: ODH/PNUD con base a SISDOM

Page 27: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

25

y pobre por necesidades básicas insatisfecha. Esta es la segunda región con mayor pobreza crónica, superando 1.83 veces el promedio nacional y solamente la región de Enriquillo está peor con un 64.7%. Esto evidencia la situación la privación de largo plazo en la que se encuentra la población de la región (Cuadro II.13).

La pobreza estructural de la región de El Valle es la más de baja del país, apenas un 12.5% lo

cual es un complemento del elevado porcentaje de pobreza crónica. Es decir, es poca la población que es no pobre por el ingreso y si es pobre por necesidades básicas insatisfecha. Es también la octava región con menos pobreza reciente41, es decir, la pobreza en la región no es un fenómeno coyuntural y reciente. Es la novena región con menos población no pobre por ambos métodos, lo cual es menos de la mitad del promedio nacional y solamente superado por Enriquillo.

El ingreso mensual percpita En el período 2005-2009, el ingreso medio familiar mensual por persona en pesos corrientes y

constantes representa la mitad del nacional. Es la cuarta región de mayor crecimiento del ingreso real (6.2%) el doble del promedio nacional (3.0%). En términos nominales pasó de RD$2,345 mensuales percapita a RD$3,733 en 2009, mientras que a nivel nacional pasó de RD$4,505 a RD$6,371 mensuales (Anexo II.17). Este nivel de ingresos medio familiar mensual por persona está acompañado de una concentración del ingreso menor que la media nacional. Durante el período 2005 a 2009, el coeficiente Gini42 de la región de El Valle fue de 0.479 que es el sexto a nivel de las regiones y es más bajo que el promedio nacional (0.527).

La baja concentración

del ingreso determina que la relación entre la “proporción del ingreso total acumulado por el 20% más rico de los hogares (quintil 5) y la proporción del ingreso acumulado por el 20% más pobre de los hogares (quintil 1), ordenados en base a la suma de los ingresos percapitas de los hogares”43 es 12.1 veces para la región de El Valle mientras que nivel nacional es 16.1 veces, es decir el promedio nacional para el período 2005-2009 es 1.33 veces más alto que en El Valle.

41 Las regiones de Enriquillo y Yuma tienen respectivamente un 12.2% y 13% 42 El Gini cuando se acerca 1 indica que hay mayor concentración y cuando se acerca a 0 indica igualdad. 43 SISDOM. Nota técnica de la Razón de desigualdad de Kuznets

Cuadro II.12 La pobreza en El Valle según diversos indicadores

Años

Línea de pobreza CEPAL

Línea pobreza Banco Mundial

Línea de pobreza CEPAL Línea de pobreza Banco Mundial Población

de El Valle en % del

nacional

El Valle Nacional El Valle Nacional

Proporción de El Valle en % Nacional

Proporción de El Valle en % Nacional

Población en

Indigencia

Población en

pobreza monetaria

Población en

Indigencia

Población en

pobreza monetaria

Población en

Indigencia

Población en

pobreza monetaria

Población en

Indigencia

Población en

pobreza monetaria

Indigencia Pobreza Indigencia Pobreza Indigencia Pobreza Indigencia Pobreza Indigencia Pobreza Indigencia Pobreza 2000 4.2% 15.8% 8.6% 18.5% 10.6% 54.5% 77.2% 14.6% 38.0% 39.3% 69.2% 9.0% 27.7% 2001 4.4% 12.4% 8.0% 15.7% 9.4% 40.3% 69.7% 14.4% 38.4% 30.0% 59.4% 8.5% 27.9% 2002 4.3% 14.2% 8.7% 17.7% 10.6% 50.7% 78.2% 15.3% 38.5% 41.2% 70.1% 10.0% 28.3% 2003 3.7% 10.5% 6.4% 12.1% 7.7% 55.3% 80.1% 19.7% 47.2% 40.1% 73.6% 12.5% 35.6% 2004 3.2% 6.2% 4.5% 7.3% 5.0% 48.8% 78.2% 25.0% 55.6% 36.5% 67.8% 15.9% 43.0% 2005 3.3% 5.9% 4.7% 7.0% 5.5% 44.6% 76.3% 24.9% 53.6% 32.8% 67.6% 15.4% 40.5% 2006 3.3% 6.4% 4.8% 8.3% 5.8% 42.1% 73.1% 21.6% 49.6% 32.9% 65.0% 13.1% 37.0% 2007 3.3% 6.5% 5.1% 7.6% 6.0% 41.0% 75.4% 20.9% 48.6% 27.3% 65.1% 11.8% 35.8% 2008 3.6% 7.1% 5.4% 9.1% 6.2% 41.7% 75.1% 20.8% 49.4% 30.1% 63.8% 11.8% 36.5% 2009 3.6% 6.2% 5.1% 8.4% 6.0% 32.8% 67.4% 18.8% 47.4% 24.6% 57.6% 10.4% 34.0%

Prom 3.7% 9.1% 6.1% 11.2% 7.3% 45.2% 75.1% 19.6% 46.6% 33.5% 65.9% 11.8% 34.6% Fuente: Sistema de Indicadores Sociales de la República Dominicano (SISDOM) del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo elaborado por la Unidad Asesora de Análisis Económico y Social (UAAES). Nota: Los datos presentados por regiones hasta octubre del 2003 deben ser utilizados con precaución debido a que las EFT son representativas a nivel regional solo a partir de la encuesta de octubre del 2003.

Cuadro II.13 Distribución porcentual de la población de acuerdo con el método integrado de medición de pobreza (MIP): NBI-Línea CEPAL (Promedio 2005-2009)

Criterios de pobreza Nacional El Valle Posicióna Pobreza Crónica: Pobre por LP y pobre por NBI 30.9 56.6 2 Pobreza Estructural: No pobre por LP y pobre por NBI. 16.4 12.5 10 Pobreza reciente: Pobre por LP y no pobre por NBI 18.8 16.9 8 No pobre: No pobre por LP y no pobre por NBI 33.9 14.0 9 Fuente: Elaborado por la UAAES, Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, a partir de procesamiento de las bases de datos de las EFT del BCRD a La posición indica el 1 como el valor más elevado y 10 como el valor más bajo.

Page 28: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

26

11.4

16.1

20.3

15.1

5.2

9.7

13.6

8.7

Total nacional El Valle Elía Piña San Juan

Gráfico II.13. Porcentaje de personas sin acta y sin cédula de nacimiento en El

Valle, 2007Sin cédula

Sin acta

Fuente: ENDESA 2008

El Gráfico II.12 muestra el porcentaje de

ingreso familiar recibido por cada decil (10%) de hogares, ordenados desde los más pobres hasta los más ricos, sobre la base de la suma de los ingresos per cápita de los hogares44. El cual muestra que a medida que se avanza en los deciles de hogares la diferencia entre lo que estos reciben en El Valle y el promedio nacional aumenta.

¿Cuántos recursos se necesitan para

erradicar la pobreza monetaria? Según los cálculos realizado por el Ministerio de Economía45 y tomando como referencia el nivel de pobreza determinado por los cálculos de CEPAL en la región de El Valle de 71% de pobreza y 37% de indigencia y asumiendo que los recursos estuvieran perfectamente focalizados se necesitarían alrededor de RD$4.9 mil millones en promedio para 2008 y 2009. Lo que representa el 5.6% del total de requerido a nivel nacional (RD$87 mil) y alrededor del 0.3% del PIB46 (Anexo II.18). Por hogares, tomando como referencia la línea de CEPAL se requerirían RD$85 mil pesos anuales para erradicar la pobreza y RD$24 mil tomando como referencia la línea de pobreza del Banco Mundial, lo cual es ligeramente superior al promedio de nacional. (Anexo II.19 y II.20).

En síntesis, la pobreza en la región es elevada por cualquier método de medición comparada con

la media nacional, aunque evoluciona más favorablemente que el resto del país. Predomina la pobreza crónica, es decir aquella que refleja condiciones socioeconómicas de largo plazo. La población recibe un ingreso promedio percapita bajo pero con una mejor distribución del ingreso y erradicar los niveles de pobreza de ingreso demandarían un esfuerzo de 0.3% del PIB promedio en los años 2008-2009.

II.5 Documentación en la Región de El

Valle: el comienzo de la exclusión

Sin documentación muchos de los derechos básicos se ven truncados. La posesión de documentación aunque no es una capacidad en si misma sí es el instrumento esencial que abre las puertas a capacidades tan básicas como la educación, la seguridad social, el voto o la justicia. La falta de documentación en el país es un problema que se ha intentado solucionar pero cuatro tipos de inconvenientes se presentan: a) Dificultades administrativas b) La problemática asociada con la nacionalidad dominicana y los descendientes de población haitiana. c) El uso partidario que se le ha dado en algunos momentos a la obtención irregular de documentación.

d) Las irregularidades que se han cometido emitiendo documentación falsa.

44 SISDOM. Nota técnica 45 SISDOM 46 A nivel nacional se requiere el 5.2%

1.64.5

8.413.2

19.126.3

35.2

46.5

62.1

1.23.6

6.8 11.116.4

23.0

31.5

42.5

58.7

100.0

0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Déciles de hogares , ordenados desde el más pobre al más rico

Grafico II.12 El Valle. Distribución porcentual del ingreso familiar por deciles 2005-2009

Nacional

El Valle

Fuente: SISDOM en base a ENFT

Page 29: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

27

La región de El Valle, según la ENDESA 2007, es la región donde mayor porcentaje de población carece de acta de nacimiento del país, llegando, como se evidencia en el Gráfico II.13, a un 9.7% de la población, frente a un 5.2% de media nacional. La principal razón reportada para la falta de acta de nacimiento según la ENHOGAR 2006 a nivel nacional es la falta de documentación de los padres y esta es también la principal razón reportada en El Valle. Parece evidente que la falta de documentación es una condición que se transmite inter-generacionalmente y con ella la exclusión. Con respecto a tenencia de cédula se repite el mismo caso, El Valle es la región con peor desempeño en el país llegando hasta un 16.1% de la población frente a un 5.2% a nivel nacional. Observando los datos por provincia es evidente que la población de Elías Piña es que mayores problemas de documentación encuentra no solo de la región de El Valle sino de todo el país. La población de San Juan ocupa la quinta peor posición del país con respecto a acta de nacimiento y la novena peor posición con respecto a tenencia de cédula. Según los estudios estadísticos realizados las variables que mayor incidencia tienen en la posesión o no de acta de nacimiento son la tasa de analfabetismo, el porcentaje de personas nacidas fuera de la provincia, y el ingreso familiar per cápita promedio47. Los factores que más explican la tenencia o no de cédula son, el número de centros de cedulación por cada diez mil habitantes, la tasa de analfabetismo, el porcentaje de personas nacidas fuera de la provincia y el porcentaje de hogares pobres según condiciones de vida48.

La Ley 218-07 de amnistía en la declaración tardía de nacimiento ha significado un gran avance en la reducción de la indocumentación en el país y también en la Región de El Valle así como el trabajo conjunto entre la JCE y las escuelas, organizaciones religiosas y organizaciones sociales en el apoyo y acompañamiento a las familias en el proceso de documentación. El proceso de modernización de las oficialías y centros de cedulación es también una buena iniciativa que conseguirá unir virtualmente todo el registro civil del país facilitando los trámites de forma importante, además de asegurar mejores condiciones para las personas empleadas y el almacenamiento de los libros de registro. Se ha comenzado este proceso en algunas oficialías de la región pero, como se detalla en los apartados provinciales, todavía falta completarlo en numerosos municipios. La instalación de delegaciones de la JCE en los hospitales también ha facilitado notablemente el proceso de declaraciones oportunas por lo que sería interesante instalar estas delegaciones en todos los hospitales donde se atienden partos de manera habitual. La documentación es la puerta de entrada a la existencia legal y al ejercicio de los derechos y el acceso a las capacidades. La indocumentación puede significar la casi inexistencia para las políticas públicas por lo que es inadmisible la tasa de indocumentados que mantiene la Región del Valle con respecto al resto del país. Es importante continuar con las medidas impulsadas por la JCE para conseguir llegar a eliminar la indocumentación en esta región.

II.6 Educación en El Valle Una población sin educación, es una población con reducidas libertades para elegir lo que valora, tener opciones en la vida y poder ejercer sus derechos. El nivel educativo de una región, provincia o municipio se da en un contexto y en el caso de El Valle es de un alto nivel de privaciones. Este apartado ofrece un panorama general de la situación educativa en la región, el cual se analiza con más detalles en las secciones correspondientes a cada provincia. II.6.1 Escolaridad y alfabetización

47 Regresión lineal múltiple con un R2 ajustado de 86% a un nivel de significación de 5%. 48 Regresión lineal múltiple con un R2 ajustado de 80% a un nivel de significación de 5%.

Page 30: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

28

La región de El Valle es la región con más baja escolaridad promedio del país en la población de 15 años y más. En 2002, tenía 5.0 años en promedio y la media nacional estaba en 7.3, es decir, 2.3 años menos. Esa situación no ha variado significativamente en los últimos años según la información reportada por ENDESA y ENFT.

El índice de empoderamiento humano en educación (IEEd) calculado en el INDH 2008 indicaba

que la región ocupaba la posición 7 de las 10 regiones, determinado por la novena posición en cobertura y la 2 en calidad. Este resultado en calidad, se debe a las calificaciones en medida y básica, que aunque son deficientes (menos de 60 puntos en el promedio 2002-2006) son menos deficientes que el promedio nacional (Anexo II.1). De los 9 indicadores que forman el IEEd, en 6 de ellos El Valle ocupa la octava, novena, o décima posición. El nivel de analfabetismo es el más alto del país. Según estadísticas del Ministerio de Educación (MINERD), la región presenta la más alta tasa de analfabetismo de la población de 10 años o más con 25.6%49 de su población sin haber aprendido a leer y a escribir, superando en 16 puntos porcentuales la tasa nacional. A la vez, esta tasa es significativamente superior a la región que le sigue en incidencia del analfabetismo que es el Cibao Noroeste50 con más de 10 puntos por debajo (8.8%). Según ENDESA 2007, al desagregar los datos por provincia, Elías Piña muestra un 30.5% de analfabetismo entre población de 10 años y más, mientras que San Juan registra un 21%. Por su parte, a nivel municipal, El Valle reporta las mayores tasas de analfabetismo entre la población de 15 años, llegando a ser de hasta 56% en el municipio de Rio Limpio. En Vallejuelo, la tasa de analfabetismo para ese grupo etario alcanzó el 42% en 2007. II.6.2 ¿Cómo se educa la gente en El Valle?

El nivel educativo alcanzado por la población en un territorio promueve el desarrollo de

capacidades que permite alcanzar funcionamientos deseables y que a la vez influyen de una manera determinante en las condiciones sociales, económicas y culturales de la comunidad a nivel individual y colectivo, es decir, en el espacio construido por las personas como resultado de su acción social.

Para que la población de El Valle, pueda alcanzar los funcionamientos educativos, se requiere un

entorno institucional adecuado de la Dirección Regional Educativa de San Juan quien tiene la responsabilidad de conducir, regular y gestionar el sistema educativo, así como la participación activa de la comunidad y la disponibilidad de recursos suficientes para los procesos educativos en el aula que favorezca la promoción de la asistencia escolar, la permanencia dentro del sistema de la población correspondiente con un rendimiento que evidencie adquisición de competencias.

Matrícula y asistencia escolar

El Valle representa una matrícula cercana al 4.9% del total de matricula nacional. El 49% de la matrícula estudiantil se educa en zonas rurales y el 51% en las urbanas, incluyendo las urbano-marginales. Según el índice de empoderamiento educativo, el cálculo compuesto del índice de cobertura51 indica que El Valle ocupa la penúltima posición en materia de cobertura educativa con un valor de 0.478, sólo superada por la región de Enriquillo52 con 0.402. Le sigue Yuma53 con 0.495. A nivel nacional el Índice de cobertura es 0.529. La región también mostró la tercera posición más baja en matriculación en primaria y secundaria para 2002, antecedida solo por Enriquillo y Yuma en ambos ciclos. Para el 2009, esta tasa había empeorado, ubicando a la región El Valle con la tasa de matriculación más baja a nivel nacional. El 49 Estadísticas de Indicadores 2008-2009 MINERD (con base en Encuesta Nacional de Trabajo 2008). 50 Dajabón, Monte Cristi, Valverde y Santiago Rodríguez 51 Combina tasa neta de matriculación en primaria y secundaria y relaciones de género 52 Barahona, Pedernales, Independencia y Bahoruco 53 El Seibo, La Altagracia y La Romana

Page 31: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

29

índice de calidad fue el noveno más alto de las diez regiones según el INDH 2008, y el Índice de Empoderamiento en Educación (IEEd) regional alcanzó el cuarto más bajo a nivel nacional.

Al analizar las tasas de asistencia escolar, la región evidencia una alta asistencia escolar en educación básica, con avances en los últimos años, especialmente en la provincia de San Juan; sin embargo, la asistencia escolar en secundaria para Elías Piña es la más baja del territorio nacional, siendo especialmente baja en estudiantes del sexo masculino para toda la región. Calidad de la educación En el contexto de este informe, la calidad de la educación permite que las personas adquieran los conocimientos, las habilidades y las actitudes que favorezcan su relacionamiento con el entrono y que favorezca la toma de decisiones individuales colectivas que vayan en beneficio personal y de la comunidad en la que se desarrolla. Dentro de los aspectos relevantes para una educación con calidad están los procesos mediante los cuales de desarrolla la enseñanza y el aprendizaje, el ambiente en que se acoge al estudiante, los recursos e insumos disponibles en cantidad, oportunidad y con las características requeridas, un cuerpo docente competente y estudiantes en condiciones de aprender (bien nutridos, con sus necesidades básicas satisfechas) entre otras dimensiones a valorar. Se ha revisado aspectos relacionados con el ambiente físico y el entorno que brindan las escuelas en la región, el sistema de gestión según está organizado en el ámbito regional así como algunos indicadores de proceso y resultado como son las tasas de repitencia, promoción y el rendimiento en las pruebas nacionales.

Características de la infraestructura de las escuelas en la Regional de Educación San Juan Como será discutido más adelante, los servicios en la provincia son precarios, deficientes y

deficitarios y las escuelas no escapan a esta realidad. Según datos de 2002 obtenidos del II Censo de Nacional de Talla en Escolares de Primer Grado de Básica en RD, se evidencia que menos de la mitad, apenas un 46.2 % de los planteles educativos cuenta con una buena infraestructura, esto es, que en el espacio físico donde se desarrolla la actividad de enseñanza aprendizaje, el entorno sea amigable, con un adecuado acondicionamiento ambiental (espacio, temperatura, iluminación, filtraciones, disponibilidad continua de agua potable y disposición de excretas, entre otras) y que permita y facilite la adquisición de los conocimientos, las habilidades y las destrezas de los educandos; y propicio para una adecuada entrega de contenidos por parte de los y las maestras.

La fuente principal de agua en los centros educativos se obtiene de las fuentes naturales de agua como son los arroyos, manantiales y ríos, alcanzando el 32.8%. Le sigue el agua de tubería dentro de la escuela con un 23% y agua de tubería fuera del establecimiento con un 22.5%. El 14% obtiene el agua de pozos. Esto ubica a las escuelas en San Juan con un 70% de sus establecimientos con acceso a agua insegura para uso humano, por el alto riesgo de contaminación de las fuentes obtención descritas. El 35% del agua para beber en las escuelas es clorada, con un 43% de agua no es apta para consumo pues no es tratada con ningún método para hacerla potable.

El 52.4% de las escuelas en San Juan utiliza letrinas, ocupando el décimo lugar en relación con las 17 regionales de educación en el territorio nacional, según el tipo de servicio sanitario utilizado. Solo un 25% cuenta con inodoros y el 21% de los centros carece de este tipo de servicio, siendo el más alto a nivel nacional, superando en casi 15 puntos al que le sigue en la escala.

La recogida de basura en los planteles por el ayuntamiento alcanza un 15%, en el 69.5% de los establecimientos la basura se quema y en el 12% de los centros la basura se quema, se tira a los ríos, cañadas, patios o vertederos.

Page 32: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

30

Esta situación de las escuelas en la Regional San Juan aun cuando muestra una realidad que existía hace casi 8 años, no muestra grandes diferencias con lo valorado en el trabajo de campo realizado recientemente debido a que las nuevas infraestructuras adolecen del mantenimiento requerido en forma continua y los servicios públicos no se adaptan a las necesidades de la población infantil y juvenil dentro de los planteles. Indicadores de calidad La distribución del porcentaje de promoción, abandono y repitencia de la población escolar en esta región muestra un desempeño por debajo del promedio nacional. En nivel de abandono es 22% por encima del promedio nacional, la tercera región más alta54. Un 15% más de repitencia, la segunda más alta55 y un 86.7 de promoción, la séptima más alta56 de 10, con un 2.2% por debajo del promedio nacional (Cuadro II.14). En los últimos 10 años, las mayores dificultades para el estudiantado tanto en El Valle como en el resto del territorio nacional se hacen particularmente en la escuela básica donde de cada 100 estudiantes que asisten al octavo grado, solo 90 logran ser promovidos al año siguiente57 y específicamente al tercer grado. Cabe recordar que, según la normativa, la promoción en primero y segundo grado del nivel básico es automática lo que no permite valorar el nivel de logro en lectoescritura y operaciones matemáticas básicas exigidas en este nivel, mientras que sólo empieza a ser obligatoria la evaluación para la promoción a partir del tercer grado. La sobreedad es también un problema en la región. La tasa de sobreedad del nivel básico y medio en el sector público a nivel nacional para el año 2007-2008 fue de 26.9%. Según información de la Oficina de Planificación Educativa del MINERD, “a nivel nacional y en el sector público, la tasa de sobre edad del nivel básico muestra una tendencia creciente pasando de 5.2% a 11.7% en el sector público y de 4.6% a 10.7% a nivel nacional del primero al octavo grados. Sin embargo, para el nivel medio las mismas se mantienen sin variaciones significativas”58. Para el 2008, las direcciones regionales de educación con mayores tasas de sobreedad en básica fueron: San Juan de la Maguana (27,69%) más de diez puntos sobre la media, Baoruco (27,14%), Higuey (25,08%) y Barahona (24,22%), con un promedio nacional del 17,6%. Para la educación media, El Valle se ubica en segundo lugar (37,86%), casi 11 puntos porcentuales sobre el promedio, precedido por Baoruco (40,99%). Le siguen San Cristóbal (35,44%) y Barahona (34,74%).

Un indicador de equidad es el de paridad de género que en El Valle se encuentra en 0.85 para todos los niveles, muy baja al compararla con la media nacional y con el indicador de equidad igual a 1, que se atribuye a una baja asistencia de mujeres59. Sin embargo, en un análisis más detallado, se evidencia una tasa de asistencia y de matriculación baja para ambos sexos, que se acentúa en el nivel secundario más en hombres que en mujeres por la alta deserción masculina por motivos económicos. En las demás regiones no se aprecian diferencias relevantes entre sexos. A El Valle le siguen Enriquillo, el Cibao Noroeste y el Cibao Nordeste. La región Ozama tiene el índice de equidad de género más elevado, con 0.97.

54 La primera es Enriquillo y la segunda Yuma 55 La primera más alta es Cibao Noroeste. Duarte, María Trinidad Sánchez, Salcedo y Samaná. 56 Muestran un peor desempeño las regiones de Yuma (8), Cibao Noroeste (9) y Enriquillo (10) 57 Estadísticas en Indicadores 2008-2009. MINERD. 58 Estadísticas en Indicadores 2008-2009. MINERD 59 Estadísticas en Indicadores 2008-2009. MINERD

Cuadro II.14 Indicadores de abandono, promoción y repitencia en El Valle y a nivel nacional 2008-2009

Región Total

Abandono #a Promoción #a Repitencia #a El Valle 4.9% 3 86.7% 7 8.4% 2 Nacional 4.2% 88.7% 7.0% #a: Posición relativa, donde 1 es el valor más alto y 10 en más bajo Fuente: ODH/PNUD con base en Estadísticas de Indicadores 2008-2009 MINERD

Page 33: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

31

En relación al nivel de instrucción del personal docente, en El Valle se observa un bajo porcentaje de docentes con grado, especialmente en la provincia de Elías Piña, a pesar de ser una de las regiones que tiene maestros con mayor número de años de experiencia docente como se evidencia en el informe provincial correspondiente. El porcentaje de docentes certificados es el segundo más bajo de todas las regiones, sólo superado por la región Enriquillo. Para el nivel inicial, la proporción de maestros ingresados por concurso en 2009 con respecto al total de maestros en cada regional educativa, ubicó en los primeros cuatro lugares a Cotuí con 57.5 %, Mao con 17.2%, San Juan con 15.9% y San Francisco de Macorís con 15.3%, Estas cifras son interesantes y positivas pues muestran un cambio en la dinámica de contratación que incluye la formación académica como requisito primordial.

No se evidencia en el ámbito regional ni en el nacional un patrón

de relación interprovincial positivo para los resultados académicos de estudiantes que reciben docencia de maestros titulados o bachilleres, como lo muestra el análisis de la eficiencia educativa en Elías Piña y San Juan.

El resultado promedio de la región El Valle en las pruebas nacionales en el periodo 2002-2006

evidencia el mayor rendimiento a nivel nacional. Le sigue casi dos puntos por debajo la Región Ozama. No obstante los resultados alcanzados, la calidad de la educación en la región según las Pruebas Nacionales no deja de ser precaria. La calificación promedio en las provincias que componen la regional del distrito no ha superado el mínimo requerido para la aprobación en el nivel básico, a pesar de que en las pruebas de español y matemáticas superó el promedio nacional en dos y tres puntos.

Durante el 2009, en las pruebas de ciencias sociales y naturales, la puntuación fue ligeramente

inferior que la media nacional, tal como se evidencia en el Cuadro II.15. El Ministerio de Educación cuenta con una estructura regional cuyo nivel inmediatamente inferior al central son las direcciones regionales. El Cuadro II.16 muestra la distribución de alumnos matriculados, centros y secciones por dirección regional a nivel nacional. En el caso de El Valle, ésta región cuenta con Dirección Regional la cual es el organismo ejecutivo, tiene sede en la provincia de San Juan, se denomina Regional 02, e incluye, además de la provincia de San Juan a Elías Piña. A su vez, esa Dirección Regional Educativa San Juan está conformada por los siguientes distritos educativos como órganos descentralizados de gestión:

Distrito Educativo 02-01 Comendador (Elías

Piña) Distrito Educativo 02-02 Pedro Santana

(Elías Piña) Distrito Educativo 02-03 Las Matas de

Farfán (SJM) Distrito Educativo 02-04 El Cercado (SJM) Distrito Educativo 02-05 San Juan de la

Maguana Este Distrito Educativo 02-06 San Juan de la

Maguana Oeste Distrito Educativo 02-07 Hondo Valle (Elías Piña)

Los distritos educativos de la región no manejan presupuesto anual. Sus responsabilidades se limitan a la gestión de la nómina, y tienen un nivel de desconcentración para la consecución de objetivos educativos programados desde el nivel central. La dinámica de funcionamiento operativo financiero de los planteles educativos dependientes de los distritos educativos, se manejan con micro presupuestos

Cuadro II.15 Resultados en Pruebas Nacionales por área temática, en la Dirección Regional San Juan y a nivel nacional Pruebas El Valle Nacional Español 51.7 49.7 Matemáticas 49.5 46.0 Sociales 53.5 54.5 Naturales 48.5 49.8 Fuente: ODH/PNUD con base en Plan operativo MINERD 2009

Cuadro II.16 Porcentaje de estudiantes, centros, secciones y su posición relativa por región. 2008-2009

Región Matri-culas #a Centros #a Secciones #a

Ozama 32.5% 1 29.0% 1 33.1% 1 Cibao Norte 16.6% 2 15.4% 2 15.8% 2 Cibao Sur 8.1% 4 8.8% 5 8.2% 4 Cibao Nordeste 6.7% 5 9.0% 4 8.0% 5 Cibao Noroeste 4.2% 9 5.2% 8 4.5% 8 Valdesia 11.4% 3 10.4% 3 10.5% 3 Yuma 6.0% 7 6.0% 7 5.5% 7 Higuamo 6.6% 6 7.0% 6 6.5% 6 El Valle 3.6% 10 4.8% 9 3.7% 10 ENRIQUILLO 4.3% 8 4.2% 10 4.2% 9

#a: Posición relativa, donde 1 es el valor más alto y 10 en más bajo Fuente: ODH/PNUD con base en Estadísticas e Indicadores 2008-2009 MINERD

Page 34: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

32

aportados por las Asociaciones de Padres, Madres y Amigos/as de la Escuela y las Juntas de Vecinos, situación que no difiere de las regionales educativas del resto del territorio nacional. II.6.3 En conclusión En conclusión, la región El Valle presenta problemas de calidad educativa e ineficiencias que se traducen en un bajo nivel de logro por parte de los estudiantes, lo que afecta de manera negativa las posibilidades de desarrollo individual y colectivo.

Se evidencia un elevado analfabetismo, más que en el resto del país, y es especialmente elevado en Elías Piña y algunos municipios de San Juan.

Las condiciones de infraestructura y servicios disponibles en las escuelas de la región, adolecen en su mayoría de lo requerido para que el proceso de enseñanza aprendizaje sea bien realizado y bien aprovechado. En algunos centros, la ausencia de servicios sanitarios disponibles con agua corriente y con una adecuada higienización en las áreas de esparcimiento (basuras en canchas y patio de las escuelas visitadas), afecta la asistencia especialmente en jóvenes de sexo femenino y pone en riesgo la salud de la población escolar.

La tasa de matriculación es la más baja a nivel nacional, no obstante evidencia una alta

asistencia escolar con avances recientes. A pesar de una insuficiente asistencia en secundaria, especialmente en estudiantes del sexo masculino.

Alta repetición con respecto a las otras regiones del país, pero reduciéndose en los últimos

años y muy alta sobreedad con tendencia al alza y siguiendo la tendencia nacional.

Bajos porcentajes de docentes con grado en comparación con el nivel nacional, a pesar de tener el cuerpo docente de mayor experiencia y antigüedad en el análisis interregional y provincial.

Los resultados alcanzados en las pruebas nacionales son precarios, aun cuando están

sobre la media nacional y no se evidencia un patrón de relación interprovincial positivo para los resultados académicos en estudiantes cuyos maestros son titulados o bachilleres.

II.7 Salud en la Región El Valle.

La desigualdad social en salud se refiere a los recursos y a las distintas oportunidades

relacionadas con la salud que tienen las personas en función de su sexo, edad, origen étnico o del territorio en el que viven60, lo que se evidencia en bajos indicadores de salud y en un pobre estado de salud en comunidades y colectividades socialmente desfavorecidas.

La Comisión de Determinantes Sociales de la Salud de la Organización Mundial de la Salud

OMS en el marco conceptual de los determinantes sociales de la salud, identifica una serie de factores que afectan directa e indirectamente el estado de salud de la población; entre éstos, determinantes estructurales de las desigualdades de la salud como el contexto socioeconómico y político, la posición socioeconómica y determinantes intermediarios de la salud, que impactan en el nivel de salud individual y colectivo en salud61 y en el bienestar de las personas62.

60 Whitehead M. The concepts and principles of equity and health. Int J. Health Serv. 1992; 22: 429-45. 61 Borrel C. et al. 2008. Las políticas para disminuir las desigualdades en salud. Rev. Gaceta Sanitaria; 22(5): 465-73. 62 Dentro de los determinantes estructurales del sistema social que afectan directa o indirectamente el nivel de salud alcanzado: gobierno (tradición política, transparencia, corrupción, poder sindical, entre otros), políticas macroeconómicas (p.e: políticas fiscales, de regulación del mercado de trabajo), políticas sociales (vivienda, distribución de la tierra, sistemas de protección social); políticas públicas (educación, atención sanitaria, saneamiento ambiental), valores sociales y culturales (confianza en los servicios de salud, valoración de la salud mental, social, física, costumbres); la posición socioeconómica en que las jerarquías de poder o de acceso a los recursos privilegian a algunas clases sociales, a los hombres y a las personas de raza blanca; y los factores o

Page 35: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

33

En la Región El Valle, los determinantes sociales condicionan el perfil de morbilidad y

mortalidad de la población. Existe una alta carga de enfermedad en que los factores ambientales y sociales tienen un peso causal importante. Las características de accesibilidad del territorio, el entorno urbano-rural que concentra los mejores y mayores recursos en las grandes urbes, la institucionalidad, las características de la vivienda, las fuentes de abastecimiento de agua en el hogar, así como aquellas condiciones sociales que diferencian el acceso a servicios básicos de calidad con el que cuentan las personas en este territorio, exige un mejoramiento de las condiciones de vida para reducir el impacto en la salud de las personas y sus posibilidades de desarrollo. II.7.1 ¿De qué se enferma la gente en la región?

Poseer medios o recursos es un indicador de un cierto nivel de logros. Las circunstancias materiales como los ingresos, el sector, paraje o barrio en el que se reside así como la infraestructura física en la que se vive, son condicionantes intermediarios de las desigualdades en salud.

La vivienda encierra una serie de condicionantes sanitarias determinadas por la calidad de la

misma (tipo de pisos, paredes, techos, disponibilidad de agua y saneamiento básico). Estas características pueden significar importantes privaciones que repercuten directamente en la salud de quienes la habitan.

En el caso del piso de tierra es uno de los factores que más incide en la morbilidad pues tienen

un contacto continuo con las personas, especialmente en niños y niñas (NN) en edad de lactancia y etapa pre escolar. Estos exploran especialmente el medio a través del tacto y el contacto con el suelo, por lo que la tierra como parte del entorno habitual en la familia puede ocasionar problemas de infecciones y favorece que los vectores formen parte integral en el contexto cotidiano, si además del piso de tierra las paredes son de yagua o de palma. En El Valle el 19% de los hogares tienen piso de tierra, concentrándose especialmente en la provincia de Elías Piña, que muestra un 35% de sus hogares con esta característica. El 18%de los hogares en El Valle consumen agua no apta para el consumo humano63, apenas el 25% consume agua embotellada64 y es la región que tiene el porcentaje más bajo de hogares con electricidad, con un 86.5%, seguido por La Altagracia con un 89.1%. Esto afecta directamente la salud de la población pues se asocia a la morbilidad por enfermedades diarreicas agudas (EDA), por la contaminación de alimentos y por su utilización en la preparación de alimentación complementaria infantil. Con relación a servicio sanitario, la región muestra indicadores precarios que ubican a la población en situación de vulnerabilidad. Apenas el 32% de los hogares cuenta con inodoros privados. En particular, Elías Piña ocupa el tercer lugar después de Baoruco y Monte Plata en porcentaje de hogares con inodoros privados. En la región, el 40% utiliza letrina y hay un 10% que no cuenta con ningún tipo de servicio sanitario65. La situación muestra un deficitario servicio de eliminación de excretas, con una práctica adicional de las mujeres de 15 a 49 años (con hijos menores de 5 años) que elimina las deposiciones al aire libre, en una zanja o desagüe o arrojándolo a la basura en un 35%66.

determinantes intermediarios que determinan desigualdades en salud: circunstancias materiales (vivienda, nivel de ingresos, condiciones de trabajo, microespacio territorial), circunstancias psicosociales (estrés, falta de apoyo emocional, bajo sentido de coherencia frente a las circunstancias vividas que afectan la salud), factores conductuales y biológicos y finalmente el sistema de salud (acceso inequitativo, baja calidad en la provisión de los servicios sanitarios, pago por servicios de salud en colectivos empobrecidos)2. 63 Cuadro 2.9.3 p. 40, ENDESA 2007. 64 Cuadro 8. 18% evidencia ENHOGAR 2006, p.32. 65 ENDESA 2007) 66 Cuadro 10.12. p. 186, ENDESA 2007

Page 36: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

34

El entorno se revela como uno de alto riesgo para la salud y de alto y continúo nivel de exposición a noxas y focos de contaminación que favorecen enfermedades cuando se considera una alta incidencia de la incineración de basura o eliminación de desechos y basuras en vertederos y cañadas cercanas a los hogares67. En adición, los habitantes de la región tienen un limitado acceso a agua potable para el consumo, y el 40% de los hogares tiene acceso a agua potable fuera de la vivienda68. Dadas las condiciones anteriores, no es sorpresa que en las dos provincias de la región la gente se enferme principalmente de afecciones relacionadas con un entorno insalubre. El principal motivo de consulta incluida la sala de emergencias son las infecciones respiratorias agudas (IRA), ambas con más de un 25% de las consultas totales en Elías Piña y San Juan, aun cuando se observa una tendencia regresiva para el periodo 2004-2009 en ambas provincias. Las enfermedades gastrointestinales y la desnutrición infantil ocupan también los primeros lugares en las causas de morbilidad. Los altos indicadores de morbilidad por EDA y parasitosis observada en las provincias de San Juan y Elías Piña afectan de manera negativa el crecimiento y desarrollo de los niños y niñas en la región. Por su parte, los accidentes explican una baja proporción de los ingresos por emergencia, existiendo una notable diferencia entre San Juan con un 2%de las víctimas fatales totales y Elías Piña que junto con Pedernales fue la que obtuvo una menor incidencia de siniestralidad en el territorio nacional69. De los factores nutricionales, la desnutrición crónica (baja talla para la edad) se constituye en uno de los principales factores de riesgo relacionados con la muerte en la niñez y el déficit en el aprendizaje por daños irreversibles en su desarrollo neurocerebral. La región El Valle, según ENDESA 2007, ocupa el primer lugar en desnutrición crónica. Le siguen la Región Enriquillo y la Región Peravia. La mayor carga para este indicador a nivel nacional y regional la tiene Elías Piña. La cantidad de comida en la ingesta no es el principal problema para el estado nutricional evidenciado en niños y niñas sino el tipo de comida con bajo contenido proteico animal y rica en carbohidratos y grasas. En adición, las prácticas de alimentación de la persona que prepara los alimentos en los hogares tienden a disminuir el aporte nutricional de los alimentos. Especialmente crítica es la situación de niños y niñas en edad escolar, cuya ingesta diaria es deficiente y deficitaria en nutrientes y micronutrientes tal como se detalla en el capítulo III de este documento. Las enfermedades diarreicas agudas y las parasitosis combinadas representan más de un 25% por ciento de las consultas en menores de 1 año. Solo en San Juan se aprecia una reducción importante en menores de 1 - 4 años, alcanzando el 10% de las consultas totales para ese grupo etario (ENDESA 207). Tanto en las estimaciones de ENDESA como en los registros de los establecimientos del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, las enfermedades respiratorias son el principal motivo de consulta en la población menor de 5 años en El Valle, con más de la mitad de las consultas de acuerdo con esta última fuente70. Esto coloca a las enfermedades relacionadas con salubridad como responsables de alrededor de una quinta parte de las consultas en menores de 5 años. Por otro lado, la anemia y la desnutrición son responsables de alrededor de un 10 por ciento de las consultas de ese grupo, lo cual resulta consistente con la anteriormente mencionada baja calidad de la alimentación y los efectos que las EDA y las

67 La percolación de lixiviados producto de las basuras en vertedero abierto o a ras de piso contaminan el subsuelo y las napas subterráneas, así como la incineración que genera gases contaminantes, son factores adicionales que deterioran la salud, originando problemas respiratorios y gastrointestinales, generando contaminación olfativa, propiciando la proliferación de vectores que transmiten enfermedades infecciosas como la leptospirosis, dengue y malaria (mosquitos y ratas, entre otros). 68 Se ha explicado en detalle en el capítulo III y IV “¿Con qué cuenta la gente? Vivienda, servicios y comunicaciones” para las provincias San Juan y Elías Piña. 69 Holguín A., Mario:”Diagnóstico de la Siniestralidad de Tránsito en RD”. 2008. 70 Memorias SESPAS, 2009.

Page 37: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

35

parasitosis ocasionan en el estado general de salud de la población infantil, en la capacidad intestinal de absorción y en el desarrollo cognitivo. Con relación a prácticas de autocuidado, la región evidencia la segunda posición más alta en duración de lactancia materna con 11 meses de amamantamiento71, precedida por la Región Enriquillo con 12 meses, lo que es inversamente proporcional en las prácticas evidenciadas en regiones con población con un mayor nivel educacional y mayor riqueza, en que la lactancia materna es una práctica poco frecuente. La lactancia exclusiva hasta los 6 meses y mantenida hasta los 2 años protege al lactante de enfermedades infecciosas, otorgándole inmunidad y anticuerpos maternos, además del fortalecimiento del vinculo afectivo madre-hijo/a. No obstante, para la ingesta de micronutrientes esenciales en la dieta como la vitamina A, el hierro y el yodo, la región muestra los niveles más bajos a nivel nacional, con apenas una ingesta de 73.9% de Vitamina A y un 66% en ingesta de hierro en niños menores de tres años. La región también es la que muestra una menor ingesta por hogar a nivel nacional de sal yodada, con menor acceso al producto en la mayoría de los hogares de la región72. Se verifica un importante incremento en las afecciones relacionadas con la hipertensión arterial (HTA) en el nivel regional, lo que afecta la población activa y la productividad, y demanda un cambio en la dieta, acciones de prevención como promoción de estilos de vida saludable y acceso a servicios de salud integrales. Al analizar la estadística, se observa un incremento de hasta tres veces el número de consultas por HTA crónica en Elías Piña y un incremento cercano al 4% para San Juan. Esto podría deberse a una mayor utilización de los servicios por parte de la población al implementarse el Seguro Familiar de Salud (SFS) bajo el Régimen Subsidiado (RS), que hubiese permitido realizar detección precoz de los problemas de salud mencionados. Es importante destacar que los problemas del aparato circulatorio, afectan en la actualidad a más mujeres que hombres en la región, patrón epidemiológico similar al resto del territorio nacional. II.7.2 Perfil de mortalidad en El Valle En El Valle las causas de muerte se mantienen similares para las diferentes etiologías. Las muertes maternas son ligeramente inferiores a nivel de tasas en San Juan que en el resto del país, mientras en Elías Piña se mantiene similar a la tasa nacional. La tasa de mortalidad infantil es inferior en Elías Piña que a nivel nacional. Sin embargo, en San Juan el indicador es superior a la media nacional. Esto podría deberse a la referencia de embarazadas y neonatos desde Elías Piña a San Juan con la correspondiente carga de las muertes neonatales en la mortalidad infantil, por inexistencia de continuidad en los cuidados obstétricos y neonatales en los hospitales de esa provincia, la incapacidad de resolución de problemas de menor y mediana complejidad y agravamiento de cuadros clínicos que requieren provisión de servicios de salud de mayor complejidad para su resolución.

Por otro lado, resultados empíricos revelan niveles de sobrevivencia desde el nacimiento con una correlación positiva con la escolaridad de la madre. Percibiéndose un incremento con mayor claridad a partir de los 5 años de estudios cursados73, especialmente entre quienes han alcanzado a cursar 4 años y luego para quienes alcanzan estudios superiores. Si en la región El Valle la escolaridad promedio de la población de 6 años o más, es de 3.3 y el 18.5% de las mujeres de 6 años y más carecen de educación con apenas un 22.1% que ha alcanzado entre el 5to y 8º de primaria74, se puede inferir que el riesgo de

71 ENDESA 2007 72 Then, Amarilis. 2002: “Determinación de consumo de sal yodada en hogares de escolares en Republica Dominicana”. Investigación realizada en coordinación con el II Censo Nacional de Talla y Peso en Escolares. Universidad Autónoma de Santo Domingo. 73 Cáceres U., Francisco: “Diferenciales en la mortalidad infantil. Diferenciales demográficos y socioeconómicos”, p. 76 .Situación de la Niñez en la RD: tendencias 1986-2006. Ed. Profamilia. 74 ENDESA 2007, p. 22. Cuadro 2.4.3 Nivel de educación de la población femenina de 6 años y más.

Page 38: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

36

nacer en la región El Valle, condiciona un alto riesgo de morir antes del primer año de vida, limitando las capacidades esenciales y la oportunidad de vivir una vida larga y saludable desde el nacimiento.

II.7.3. Provisión de Servicios en El Valle La provisión está organizada en la Red Proveedora de Servicios (RPSS) que conforma el

Servicio Regional de Salud VI de Salud75 (Anexo II.2). Está conformada por la infraestructura pública del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social instalada en Azua, San Juan y Elías Piña.

Cuenta con el Hospital de Referencia Regional Taiwán, localizado en la ciudad de Azua a 85

kilómetros de San Juan y a 137 kilómetros de Elías Piña. Además de noventa y seis Unidades de Atención Primaria (UNAP) distribuidas en las dos provincias cubriendo la totalidad de los municipios y distritos municipales y oferta servicios de atención especializada en siete hospitales actualmente en funcionamiento. La región cuenta con suficiente infraestructura de atención primaria y atención hospitalaria.

Se evidencia una alta capacidad ociosa en el nivel provincial y municipal de los hospitales generales. El problema es ante todo la limitada dotación de recursos humanos sanitarios, de equipamiento y de gestión sanitaria, y por tanto de provisión de servicios. Como resultado, se verificó mediante entrevistas un fuerte nivel de referimientos desde Elías Piña hacia San Juan debido a la incapacidad de una atención adecuada en la provincia fronteriza. En el recorrido en terreno se pudo evidenciar que en toda la provincia de Elías Piña no existe un servicio funcional de imagenología simple con sala de Rayos X; no hay un técnico en condiciones de tomar las placas de rayos y procesarlas, ni médico con las competencias certificadas para evaluar las imágenes solicitadas. El nivel de resolución es más efectivo en el Hospital Regional de San Juan, que además de hospital provincial funge como hospital regional por los servicios de especialidad ofertados, aun cuando esta oferta no se mantiene los 7 días de la semana durante las 24 horas del día, los 365 días del año. El indicador estándar a nivel internacional es la Densidad de Recursos Humanos (DRRHH) que asegura una dotación de recursos competentes para manejar las situaciones de emergencia y las cotidianeidades de toda red de servicios sanitarios76 . Se exige que la dotación sea de al menos 25 profesionales (médicos, enfermeras profesionales y matronas/parteras profesionales, esta última figura inexistente en el país) por cada 10 mil habitantes, estándar que está muy lejos de cumplirse. San Juan cuenta con una DRHH de apenas 10.8 por diez mil habitantes y en Elías Piña es de 12.7 por diez mil habitantes77. Con relación al sistema de referencia y contrarreferencia, no se pudo verificar el número de referimientos registrados en el último año desde Elías Piña hacia San Juan, ni desde San Juan hacia el Hospital Regional de Azua o a hospitales de mayor complejidad en Santo Domingo. Según información recibida por actores clave del nivel central, se conoce que la Red Proveedora de Servicios de Salud (RPSS) no cuenta con un sistema adecuado de ambulancias medicalizadas funcionando 24/778 para el traslado de pacientes críticos al nivel de referencia regional ni al tercer y cuarto nivel de complejidad en Santo Domingo. El Valle evidencia apenas el 4% del total nacional de establecimientos Farmacias del Pueblo que ofertan medicamentos a bajo costo. Sus 17 establecimientos en la región (Recuadro II.2), se distribuyen de la siguiente manera a nivel territorial: 7 en la provincia de Elías Piña y 10 en San Juan. El 24% de la población total de Elías Piña y que reside en Hondo Valle y Juan Santiago no tiene acceso en su

75 De acuerdo con lo estipulado en la Ley General de Salud 42-01. 76 “Densidad de Recursos Humanos en Salud” conformada por la suma de los indicadores disponibles en cada país: médicos, enfermeras profesionales y parteras por 10,000 habitantes. La recomendación es de 25/ 10 mil habitantes. JLI/OMS. 2002 77 ODH con base en Indicadores Básicos de Salud, SESPAS 2009. Dirección de Atención Primaria de Salud Datos del SRS Metropolitano y SRS El Valle y Zapata, Selma. 2009. Tesis “Equidad en la distribución de los Recursos Humanos profesionales médicos y enfermeras en el Distrito Nacional y Elías Piña”. Cuadro 4. Pág. 31. INTEC-CENINBIO. 78 24/7: Se refiere a continuidad en la provision de servicios de salud, 24 horas del día, los 7 días de la semana.

Page 39: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

37

comunidad a los precios preferenciales de las farmacias del PROMESE por inexistencia de este tipo de oferta79.

Así mismo, en la cabecera municipal de San Juan de la Maguana apenas se ubican 4 Farmacias

del Pueblo que abastecen 9 distritos municipales y que concentran el 56% de la población de la provincia. Estas cifras evidencian una brecha de equidad en el acceso a reducción del gasto de bolsillo por concepto de gasto en medicamentos para la población de una de las regiones más pobres y con mayores privaciones en el territorio nacional.

II.7.4. Salud sexual y reproductiva El nivel de empoderamiento de la mujer en la toma de decisiones con relación a su propia

fecundidad y la oportunidad de ser madre esta mediada por las características educacionales y por la base material con la que cuenta, entre otras variables que inciden en la capacidad de agencia. En el país, las mujeres ejercen su derecho gracias al conocimiento de algún método para la regulación de la fecundidad, producto de la efectividad de los programas de promoción de la salud desarrollados en los últimos quinquenios80.

La utilización de métodos anticonceptivos como mecanismo para la planificación familiar es una

práctica regular en mujeres de 15 a 49 años en el ámbito nacional. Específicamente en El Valle el 63.4% utiliza métodos modernos para el control de la natalidad, ocupando el tercer lugar con el más alto porcentaje a nivel nacional. Le preceden la región Cibao Sur con 65.9% y Valdesia con 64.8%. El método más utilizado es la esterilización femenina, solo siendo superada por la región Cibao Sur. Un 35.4% de la población femenina en edad fértil no utiliza método alguno.81

Al analizar la utilización de los métodos modernos para el grupo etario de jóvenes adolescentes,

se observa que las jóvenes sexualmente activas que no están en unión de pareja utilizan la píldora, el preservativo masculino y como método tradicional, el retiro (coitus interruptus). A nivel nacional, el 50% de las jóvenes no usan método anticonceptivo a nivel nacional.

Los embarazos en adolescentes ubican a la región en segundo lugar a nivel nacional con un

21.9% de jóvenes de 15 a 19 años que ya han sido madres o que están embarazadas por primera vez82,

79 El cálculo porcentual está hecho en función de la población publicada por la ONE 2008 según Censo 2002 y la distribución territorial vigente en el 2006. 80 ENDESA 2007: Planificación Familiar, p.91 81 Encuesta Nacional de Hogares 2006, Capitulo 10: Uso de Anticoncepción p. 39. 82 ENDESA 2007, Cuadro 4.8 Embarazo y maternidad de las adolescentes p. 89.

Recuadro II.2 Ubicación de Farmacias del Pueblo de PROMESE, por sección, provincia y municipio. Región El Valle

Nombre de la Farmacia del Pueblo Sección Municipio Provincia Hospital General Bánica Tabacal Bánica Elías Piña Clínica Rural Sabana Larga Potro Blanco Comendador Elías Piña Hospital Provincial Rosa Duarte Las Patillas Comendador Elías Piña Clínica Rural El Llano Reboso El Llano Elías Piña Clínica Rural Pedro Santana La Palma Pedro Santana Elías Piña Clínica Rural Bohechío Bohechío Bohechío San Juan Clínica Rural Buena Vista del Yaque Buena Vista Bohechío San Juan Clínica Rural Derrumbadero Derrumbadero El Cercado San Juan Hospital General El Cercado El Pinar El Cercado San Juan Clínica Rural Juan de Herrera Juan de Herrera Juan de Herrera San Juan Clínica Rural Matayaya Matayaya Las Matas de Farfán San Juan Hospital General Dr. Federico Armando Aybar La Estancia Las Matas de Farfán San Juan Clínica Rural Barrio Pueblo Nuevo Mogollón San Juan San Juan Hospital Regional Dr. Alejandro Cabral Mogollón San Juan San Juan Clínica Rural La Maguana Hato Nuevo San Juan San Juan Clínica Rural Pedro Corto Pedro Corto San Juan San Juan Hospital General Vallejuelo Río Arriba del Sur Vallejuelo San Juan Fuente: ODH/PNUD con base en datos SigPaS 4 y PROMESE-CAL.

Page 40: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

38

lo que se relaciona directamente con las condiciones de vida, con el nivel socioeconómico y el nivel educacional alcanzado por las jóvenes, constatando que a mayor educación y mayor nivel socioeconómico menor porcentaje de embarazos para este grupo etario.

Del total de partos vaginales atendidos en la región, cerca del 25% corresponde a embarazadas

menores de 19 años. Un porcentaje similar ocurre con las cesáreas realizadas en los centros de atención especializada, lo que evidencia un problema en la utilización de métodos de anticoncepción en este grupo etario, a pesar de conocerlos y a una sobre instrumentalización de los partos83. El 20% de los abortos totales en la región que llegan a consultar al sistema de salud, se atiende en jóvenes menores de 19 años84.

En El Valle, las embarazadas reciben menos atención médica que en otras partes del país, por

falta de continuidad de los servicios que limitan la búsqueda de atención por parte de la población beneficiaria y por la autolimitación en la búsqueda de atención hospitalaria, especialmente por problemas de acceso geográfico, por las características de género del proveedor de servicios de salud, entre otras causas.

Durante el 2010, de acuerdo con la estadística de Tolerancia Cero se ha registrado dos muertes maternas, una en un centro privado en San Juan en el mes de febrero y otra en el Hospital Hondo Valle en Elías Piña, en el mes de marzo.

En el periodo 2007-2008, la RPSS registró 155 muertes infantiles, el hospital de Elías Piña se ubicó dentro de los 15 hospitales generales con atención materno-infantil que más muertes reportó y el hospital regional de San Juan ocupó el sexto lugar de 12 hospitales de referencia regional con mayor número de muertes infantiles reportadas.

La carga de mortalidad infantil que aporta la región al número de muertes a nivel nacional para el

2007 es 1.54% del total en el territorio nacional; y de acuerdo con la estadística del 2008, es 3.03%, casi el doble de las muertes del año anterior frente a un incremento de un 10% de las muertes infantiles totales entre un año y otro. Para 2009 se observa una reducción en el total de muertes infantiles a nivel nacional de un 15.8%, y la carga que aporta la región es de un 2% al total de muertes para el mismo año. 85 Con relación a la atención especializada, se evidencia un relativamente bajo nivel de parto intrahospitalario en Elías Piña, y en general una elevada tasa de partos en adolescentes, superior a la media nacional en toda la región.

La cobertura de las vacunaciones ha sido evaluada por ENHOGAR 2006 según cumplimiento de esquema en los niños y niñas de 12 a 23 meses. Se supone que a esa edad el niño ya debe haber recibido todas las vacunas recomendadas (BCG, tres dosis de PENTA/DPT, tres dosis contra la polio y una contra el sarampión). Según esta medición, el 44% de los infantes a nivel nacional tenían el esquema completo.

Según ENDESA 2007, el 52.9% de los infantes de 18 a 29 meses había recibido el esquema de

vacunación completo (debido a un cambio en el esquema básico de vacunación86). Para la región El Valle, apenas el 44.8%87 de los niños y las niñas de 18 a 29 meses lo logra, y ocupa el último lugar en la comparación interregional, seguido de la región Enriquillo con un 45.1%.

83 No todos los partos en adolescentes deben ser atendidos por cesárea, lo regular es que un 5% de los partos totales, sean atendidos con esta técnica quirúrgica para minimizar riesgos en el feto o por condiciones maternas pre existentes. 84 Datos SiGPas 4. 85 Informe Tolerancia Cero: Situación epidemiológica, eventos bajo observancia tolerancia cero. Resumen ejecutivo correspondiente al mes de marzo 2010. Ministerio de Salud SESPAS. 86 “Estudiar las coberturas de vacunación durante el primer año de vida era la práctica antes de que el esquema de vacunación sustituyera una vacuna contra sarampión, rubeola y parotiditis (SRP o trivirica) que se da después de cumplir el primer año, por la vacuna contra el sarampión que se le daba a los 9 meses” ENDESA 2007, p.167. 87 ENDESA 2007, Cuadro 10.3 Vacunas por características seleccionadas, p. 169.

Page 41: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

39

La provincia Elías Piña es la penúltima con menor cobertura de esquema completo con 34%.

Estas bajas coberturas ponen en riesgo adicional a la población infantil frente a enfermedades transmisibles y que son prevenibles. La vacunación es una condicionalidad requerida en el marco del componente Comer es Primero del Programa Solidaridad. Sin embargo, por falta de supervisión y empoderamiento de los proveedores de servicios en el ámbito de atención primaria, no se incentiva mediante campañas de concientización de la importancia de la inmunización mediante el esquema de vacunación establecido a nivel nacional por el Ministerio de Salud como programa esencial de salud pública.

II.7.5 En conclusión

En la región El Valle se evidencia un nivel de salud en la población marcado por las desigualdades establecidas por diferencias en los determinantes sociales. Factores sociales, políticos y ambientales en el grupo poblacional que vive en este territorio afectan el nivel de salud de la población evidenciado en el perfil de morbilidad. La gente se enferma principalmente por afecciones relacionadas con un entorno insalubre y por condiciones de saneamiento básico insuficientes.

• La provisión de servicios de salud se caracteriza por una alta capacidad ociosa y por un bajo nivel resolutivo en los centros de atención especializada por insuficiente dotación de recursos profesionales de la salud y por una insuficiente e ineficiente continuidad en los cuidados en los distintos niveles de atención con un sistema de referencia y contrarreferencia que no responde de manera efectiva para una adecuada resolución y prevención de los problemas de salud. Como resultado de las ineficiencias de la red, se verifica un fuerte nivel de referimientos desde Elías Piña hacia San Juan debido a la incapacidad de una atención adecuada.

• El problema es ante todo las limitadas capacidades humanas, de equipamiento y de gestión, y por tanto de provisión de servicios de manera continua y oportuna. El gasto de bolsillo para compra de medicamentos genera un efecto regresivo en las familias pobres, la oferta deficitaria de Farmacias del pueblo en comunidades y distritos municipales de la región evidencia la urgente necesidad de priorizar esta región en la construcción y habilitación de unidades adicionales.

• Se verifica un importante incremento en las afecciones relacionadas con la hipertensión arterial, lo que afecta la población activa y la productividad, y demanda de un cambio de la dieta, acciones de prevención y acceso a servicios.

• Los accidentes explican una baja proporción de los ingresos por emergencia, y hay una notable diferencia entre San Juan y Elías Piña

• Se evidencia una elevada desnutrición infantil la que asociada a la alta incidencia y prevalencia de enfermedades diarreicas y parasitarias torna vulnerable la salud de NN sometiéndolos a condiciones desiguales e inequitativas de desarrollo dados esencialmente por una nutrición adecuada y estado de salud en sanidad, lo que unido a las características de vulnerabilidad y riesgo por las condiciones de vida le restan posibilidades a la expansión máxima de las capacidades presentes y futuras.

• En El Valle, a pesar de que las mujeres ejercen su derecho a la planificación familiar utilizando

métodos anticonceptivos ofertados por los servicios de salud, casi una cuarta parte de los partos y los abortos atendidos en la región corresponden a adolescentes. Los bajos niveles de escolaridad en la población juvenil, especialmente en mujeres, condiciona en quienes se embarazan y dan a luz en la región un alto riesgo de que los recién nacidos mueran antes del primer año de vida, limitando las capacidades esenciales y la oportunidad de vivir una vida larga y saludable desde el nacimiento.

• Se verifica un bajo nivel de parto intrahospitalario en Elías Piña, con relación a la media nacional.

Page 42: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

40

II.8 Seguridad Social y Asistencia Social en El Valle Los sistemas de seguridad social y la asistencia social son instrumentos de política social dirigida a proteger una parte o a la totalidad de la población ante contingencias específicas como invalidez, vejez y enfermedad88. Cada sociedad elige el alcance de sus sistemas de seguridad social y de los programas de asistencia social a través de sus normativas como la Constitución, leyes, decretos y reglamentos, y a través de sus acciones (políticas, programas, proyectos, etc.). En República Dominicana la aprobación de la Ley 87-01 de Seguridad Social ha implicado el reconocimiento de derechos para toda la población, en cuestiones que históricamente han sido entendidas como favores desde el Estado. En este apartado se analiza el impacto de la implementación del sistema de aseguramiento para la población a nivel regional y los retos en materia de salud y de pensiones para la protección de la población en servicios sociales esenciales. II.8.1 Seguridad social La seguridad social se define como “la protección que la sociedad proporciona a sus miembros mediante una serie de medidas públicas contra las privaciones económicas y sociales que, de no ser así, ocasionarían la desaparición o una fuerte reducción de los ingresos por causa de enfermedad, maternidad, accidente de trabajo o enfermedad laboral, desempleo, invalidez, vejez y muerte y también la protección en forma de asistencia médica y de ayuda a las familias con hijos”89. La seguridad social está estrechamente ligada al concepto del trabajo, ya que tiene al mercado laboral como la puerta de entrada y la discusión sobre el diseño y estrategia a seguir han estado inspiradas en cómo se mejorar la calidad de vida de los trabajadores y sus dependientes. Por esta razón, la estructura del mercado laboral, entre otros factores, determina los niveles de cobertura y la sostenibilidad financiera de los sistemas de seguridad. Como se señaló previamente, en el período 2003-2008 la Región del Valle verificó una tasa de desempleo similar a la prevaleciente a nivel nacional. No obstante, entre 2005 y 2008 esta región registró la menor tasa de población ocupada en el sector formal con poco menos de 25%, esto es más de 20 puntos porcentuales menos que la media nacional (43.1%). Más aún, para ese período El Valle observó la tercera más baja de crecimiento de la participación del empleo formal (Cuadro II.17). Estos resultados en el mercado laboral indican que la población laboral de El Valle y sus dependientes es económicamente muy vulnerable debido a la precariedad de la mayoría de los empleos del sector informal y a la vulnerabilidad que implica la desocupación. Uno de los regímenes del sistema de seguridad social en República Dominicana es el llamado régimen contributivo subsidiado. Su objetivo es, mediante financiamiento público complementario, proteger a la población trabajadora y sus dependientes inserta en el sector informal. De esta forma, el sistema procura ampliar la protección más allá de la protección tradicional que supone el régimen contributivo y que beneficia a la población con empleos

88 ODH/PNUD 2010 89 Citado por ODH/PNUD 2010.

Cuadro II.17 Población ocupada en el sector formal (2005-2008).

Región Porcentaje promedio

anual

Crecimiento promedio

anual

Diferencia respecto al promedio nacional

Cibao Norte 45.0 2.8 0.2 Cibao Sur 38.9 1.7 -5.9 Cibao Nordeste 30.2 7.9 -14.6 Cibao Noroeste 36.5 5.2 -8.4 Valdesia 36.2 6.8 -8.0 Enriquillo 31.8 1.0 -13.0 El Valle 24.8 1.7 -20.1 Yuma 48.4 2.8 3.5 Higuamo 43.4 0.7 -1.5 Ozama/Metropolitana 55.5 3.5 10.6 TOTAL 44.9 3.3 … Fuente: ODH/PNUD con base en ENFT.

Page 43: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

41

formales. Desafortunadamente, todavía el régimen contributivo subsidiado no se ha puesto en marcha, lo que supone una prolongación en el tiempo del estado de vulnerabilidad de esa población. Esta estructura del mercado laboral caracterizada por una muy elevada proporción de empleados informales y precarios90 y la falta de protección que supone el retraso en el régimen contributivo subsidiado contribuye a incrementar la desigualdad social, debilita el Estado de derecho, y afecta el crecimiento económico y el bienestar de la población, lo cual retrasa el desarrollo humano a nivel individual y a nivel colectivo en toda la región El Valle y a nivel nacional91. Aseguramiento en Salud Con relación al aseguramiento en salud, a diciembre del 2009 el 36.3%92 de la población dominicana tenía acceso a un seguro de salud. En ese año, la Región El Valle estuvo casi 4 puntos porcentuales por encima de la media nacional, con 39% de su población asegurada. Dadas las condiciones de informalidad en el empleo y de pobreza en la región, es natural que el Seguro Nacional de Salud (SENASA), la aseguradora pública que tiene a su cargo el aseguramiento de la población más pobre a través de la operación y financiamiento del régimen subsidiado de la seguridad social, sea, por mucho, la aseguradora de mayor carga en la región93. Durante 2009, SENASA consiguió asegurar e incorporar a más de 120 mil nuevos afiliados. Según datos de SENASA (Cuadro II.8), en El Valle, esta institución tiene asegurado al 7.1% de la población bajo el Régimen Subsidiado y al 5.0% bajo el régimen contributivo. Sin embargo, esta última cifra corresponde casi en su totalidad a empleados públicos de entidades centralizadas del estado con representación local. Esto es entendible dada la baja tasa de empleo formal en la región. Respecto del Régimen Subsidiado, la mayor cobertura en la región corresponde al municipio de San Juan de la Maguana, el cual concentra la mayor cantidad de población sin empleo formal y desempleada.

Por otro lado, como se discutió ante, el régimen contributivo-subsidiado aún no ha entrado en vigencia, lo cual prolonga y exacerba la exclusión social en salud, afectando a unos 2.9 millones de personas entre trabajadores y dependientes, es decir al 31% de la población. Las familias que deberían estar cubiertas bajo este régimen enfrentan un mayor gasto de bolsillo que todas las demás del Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), debido a que tienen que pagar la totalidad del costo del aseguramiento en salud o la totalidad del costo de los servicios. Este es el caso de la región, especialmente por la baja tasa de empleo formal.

El retraso en el inicio del régimen contributivo subsidiado esconde además una discriminación

geográfica ya que en el país existe una territorialización de la informalidad en el empleo, que afecta de manera diferenciada a la zona urbana y rural. Una vez más, la población rural enfrenta desigualdades con respecto al acceso a oportunidades. Debe ser de primera prioridad considerar esto en el diseño y ejecución de políticas, especialmente en El Valle donde la mayor fuente empleo está en el sector agrícola donde, como se discute en el apartado sobre empleo, una elevadísima proporción del empleo es informal.

90 ODH/PNUD 2010. 91 ODH/PNUD 2010 y ODH/PNUD 2008. 92 Consejo nacional de Seguridad Social CNSS, Estadísticas 2009. 93 Desafortunadamente, aunque representa una baja proporción del total de la población asegurada, no se tiene información consolidada con relación a la proporción de población asegurada en otras Aseguradoras de Riesgo de Salud (ARS). Ver los informes de desarrollo humano de San Juan y Elías Piña en este volumen.

Cuadro II.18. Población asegurada en la ARS SENASA en El Valle y sus provincias por régimen (2010).

Provincias Régimen

Subsidiado Régimen

Contributivo Asegurados Total San Juan 79,442 11,602 91,044 Total Elías Piña 22,331 1,904 24,235 Total Región El Valle 101,773 13,506 115,279 Total Nacional 1425932 272186 1698118 Porcentaje del Total 7.14% 4.96% 6.79% Fuente: ODH/PNUD con base en cubos de afiliación SENASA, marzo 2010.

Page 44: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

42

Sistema de Pensiones

En República Dominicana, sólo el 54% de los perceptores de ingresos está afiliado al sistema en el régimen contributivo del sistema de pensiones. Adicionalmente, se verifica una distribución territorial muy desigual de la afiliación lo que indica que hay provincias en las que el acceso al sistema de pensiones es muy reducido. En el caso de El Valle, el número de cotizantes al Sistema de Pensiones, que incluye a todas aquellas personas que aportan activamente al sistema, se corresponden con la baja tasa de empleo formal en la región. En efecto, De acuerdo con los datos de la Superintendencia de Pensiones (SIPEN) que se reproducen en el Cuadro II.19, a diciembre de 2009 la provincia de Elías Piña tenía registrado tan sólo 1,652 afiliados el 0.09% y San Juan de la Maguana 12,289 afiliados. Esto equivalía al 0.09% y 0.69% del total de afiliados en el país, respectivamente, y en conjunto al 0.8% del total del país para la región El Valle. Esta cobertura contrasta con la de la Región Ozama que alcanza el 47% (Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo con 28.0% y 19.0% respectivamente)94.

Nueva vez, estas diferencias en el reparto hacen imperativa la puesta en marcha del régimen

subsidiado y contributivo subsidiado en materia de pensiones. La situación de exclusión es aún más intensa en términos territoriales y de pobreza cuando se

considera la pobreza en adultos mayores de 60 años quienes ya no forman parte del mercado laboral. Las provincias de El Valle, junto a otras como Monte Plata, Independencia, Baoruco y San José de Ocoa, está entre las que mayor proporción de población de 60 años y más bien en condiciones de pobreza. En otras, como el Distrito Nacional o Santiago los porcentajes son incluso inferiores a 15%.

II.8.2 Asistencia Social

El Programa Solidaridad es, por mucho, el principal programa de asistencia social en el país. Las estadísticas disponibles de este programa, en especial sus componentes Comer es Primero y Bonogás Hogar confirman las percepciones de la población respecto a su amplia cobertura en El Valle. Con respecto a Comer es Primero, a finales de 2009 había un total de 42,790 hogares beneficiarios. En términos generales, esta cobertura implicaba que cerca de la mitad de los hogares en ambas provincias y más del 75% de los hogares pobres eran beneficiarios de este componente. Por su parte, en ambas provincias que componen la región, la cobertura del Bonogás Hogar es moderadamente superior a la de Comer es Primero, aunque debido al acceso no estandarizado a este componente, en contraste con Comer es Primero, es más complejo evaluar su efectividad en lo relativo a cobertura de hogares pobres. En el caso del componente Incentivo a la Asistencia Escolar (ILAE) de Solidaridad, en 2009 éste benefició a más de 18,40095 estudiantes en la región, lo que equivale al 27% de cobertura de la población total matriculada en el periodo 2008-2009. De acuerdo al informe sobre la pobreza en República Dominicana preparado por BID/BM, los retornos a la educación en el país comenzaban a ser relevante elevados a partir de los doce años de educación96. Esta realidad obliga a un relanzamiento del ILAE con el objetivo de elevar la cobertura hasta el último año del bachillerato. Debe ser ampliado y enfocado a mejorar la cobertura en los niveles

94 http://www.sipen.gov.do/documentos/Boletin26_Sipen.pdf. 95 De acuerdo con matricula 2008-2008, Boletín Estadístico MINERD 2008-2009. 96 BM y BID: Informe sobre la Pobreza en la República Dominicana. Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo. Santo Domingo, junio 2007.

Cuadro II.19. Afiliados a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) en El Valle por provincias (2009) AFP San Juan Elías Piña El Valle Popular 3,944 574 4,518 Reservas 17 2 19 Romana 1 0 1 Scotia-Crecer 5,404 666 6,070 Siembra 2,923 410 3,333 Total 12,289 1,652 13,941 Fuente: ODH/PNUD con base en SIPEN Boletín 26, Diciembre 2009

Page 45: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

43

de inicial y básica. Junto con ello, se hace necesario implementarlo como incentivo a la educación media que es donde existen los mayores índices de deserción escolar asociado a necesidades económicas. El monto del ILAE implementado en secundaria debe ser al menos superior al valor del incentivo al nivel básico, para compensar el costo de oportunidad familiar de insertar a los hijos en el mercado laboral. El Valle es la región con el porcentaje más alto de personas envejecientes pobres de acuerdo con el mapa de pobreza del SIUBEN. La provincia de San Juan ocupa la tercera posición y Elías Piña la segunda, con relación a las otras provincias del territorio nacional. Por lo tanto, los programas de asistencia social relacionadas con el suplemento alimenticio y suplemento a medicamentos deben ser revisados y readecuados a las necesidades fundamentales de asistencia de la población mayoritaria vulnerable, en cantidad y oportunidad de la entrega del subsidio.

Desde el enfoque de capacidades, los sistemas de protección social deberían contribuir a evitar

las privaciones y a la ampliación de las libertades, mientras que los programas de asistencia social deberían formar parte o ser auxiliares a los sistemas de protección, entre otras cosas, contribuyendo al acceso de la población a servicios sociales críticos. En el análisis regional se destaca lo siguiente:

1. El Valle se evalúa como una región vulnerable, con baja tasa de población empleada, alta

tasa de deserción escolar, alta incidencia de trabajo infantil y una alta tasa de población de envejecientes en situación de pobreza. Esta situación debe constituirse en una prioridad territorial para la implementación de las políticas de aseguramiento y de asistencia social, en el marco de las leyes vigentes.

2. Resulta urgente el diseño e implementación de estrategias destinadas a reducir el trabajo en

la población escolar y a fomentar la asistencia en todos los niveles del sistema educativo. 3. La Región El Valle es eminentemente agrícola como se ha descrito en este informe, lo que

favorece la informalidad en el empleo. En este sentido es prioritario que se establezcan nuevas corresponsabilidades entre los potenciales beneficiarios de educación secundaria del componente ILAE del Programa Solidaridad, especialmente en el área rural, posiblemente vinculadas a la asistencia a cursos sobre técnicas agrícolas, y con apoyo del Ministerio de Agricultura o programas de organismos internacionales sobre esta materia que estén funcionando en la región.

4. El apoyo técnico y económico a los pequeños productores agrícolas junto a los programas de

asistencia social vigentes y las iniciativas de priorización de aseguramiento en salud y en materia de pensiones, podría convertirse en instrumentos determinantes para reducir la pobreza urbano-rural en esta región.

II.9 La justicia en El Valle: Un Estado que no termina de llegar

La organización territorial de la región de El Valle coincide con la organización territorial del

departamento judicial de San Juan. Esto hace posible tener una imagen integral del funcionamiento de la justicia desde una perspectiva territorial para dicha región, y sobre la forma de cómo sus habitantes ejercen el derecho a la justicia.

El sistema judicial es parte fundamental de las garantías institucionales de toda sociedad, para

hacer realidad el Estado de derecho, colocando en situación de igualdad a toda la ciudadanía. La estructura del sistema, así como la gestión de los procesos judiciales deben hacer que sus servicios lleguen a toda la ciudadanía, en cada una de sus localidades, sean estos parajes, distritos municipales, municipios o provincias.

Sin embargo, el Informe de Desarrollo Humano del año 2008 argumentó que en la sociedad

dominicana, el acceso a las oportunidades está determinado, entre otras cosas, por el lugar donde se

Page 46: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

44

vive. En ese sentido, el hecho de vivir en la Región de El Valle incide en la cantidad y calidad de los servicios que en materia de justicia reciben sus pobladores, así como en la posibilidad de estos de usar en su beneficio la oferta de servicios en su territorio.

II.9.1. Equidad En el marco de un proceso de reforma y modernización del sistema de justicia, éste ha

impulsado políticas en procura de garantizar el ejercicio igualitario del derecho a la justicia a tres grupos de población que se encuentran entre los más vulnerables de la sociedad dominicana: mujeres, niños, niñas y adolescentes, y personas en condición de pobreza.

En el departamento judicial de San Juan, la promoción de estas acciones se ha caracterizado

por los siguientes elementos: a) Acciones dirigidas hacia las mujeres. Desde 2008, el departamento judicial de San Juan

cuenta con una Unidad de Atención Integral a víctimas de violencia de género e intrafamiliar y abuso sexual. Esta entidad posee un equipo multidisciplinario, que tiene como propósito ofrecer en un mismo espacio, las atenciones prioritarias a las mujeres víctimas de violencia psicológica y física. Las atenciones incluyen asistencia médica, psicológica y legal.

Sin embargo, la Unidad de Atención tiene un reducido impacto por su limitada cobertura, ya que sólo ofrece sus servicios al distrito judicial de San Juan (la única Unidad de Atención en todo el departamento judicial). En los testimonios recogidos en San Juan y Elías Piña, emergió la resistencia de la policía para aplicar la ley en caso de violencia en contra de las mujeres, así como la legitimación de la violencia en la población y sus instituciones. Esta situación sugiere que a pesar de los esfuerzos desde el sistema de justicia, la violencia de género continúa siendo invisible en el departamento judicial de San Juan y se mantiene una significativa vulnerabilidad de las mujeres por los escasos mecanismos que ofrece el territorio para que ésta ejerza sus derechos.

b) Acciones dirigidas a la niñez y adolescentes. A partir de la aprobación del llamado Código del

Menor, en República Dominicana se crearon un conjunto de instituciones, de carácter social y judicial con el objetivo de garantizar el tratamiento adecuado de los casos de abuso contra esta población. Para el caso de la región de El Valle, la instalación y puesta en marcha de esas instituciones se ha hecho de manera parcial lo que impide que niños, niñas y adolescentes en El Valle tengan las mismas posibilidades de que el sistema de justicia logre proteger adecuadamente sus derechos. Esto contrasta con el caso de Santo Domingo donde el sistema de instituciones se instaló por completo. Lo anterior apunta a un importante desbalance territorial en el ejercicio de los derechos, y refuerza la idea de que el desarrollo humano en República Dominicana está en función de lugar donde se viva.

c) Acciones dirigidas a reducir las desventajas que produce la pobreza para obtener justicia. En

este sentido, la principal acción ha sido la creación de la Oficina Nacional de Defensa Pública. Esta oficina ofrece servicios de defensoría a personas acusadas. A pesar de que los servicios que ofrece son gratuitos, esto no garantiza que la pobreza no sea una condición que impida la pérdida de libertad, ya que la imposibilidad de pagar las garantías económicas está restringiendo la libertad a ciudadanos y ciudadanas pobres que están siendo procesados. En comparación, ante el mismo tipo de acusación, ciudadanos y ciudadanas no pobres tienen la capacidad de ejercer el derecho a la libertad bajo fianza.

De esta forma, la limitada cobertura, así como la aplicación parcial de las acciones dirigidas

a poblaciones vulnerables, sumadas a un contexto social, cultural y económico de pobreza y legitimación e institucionalización de la violencia reducen las posibilidades de la población de hacer

Page 47: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

45

uso eficiente de los servicios que reciben, mantienen a las mujeres, la niñez y adolescentes, así como a las personas en situación de pobreza en permanente estado de vulnerabilidad.

II.9.2 Eficiencia El departamento judicial de San Juan, el cual cubre todo el territorio de El Valle, enfrenta

importantes limitaciones de recursos, tanto en cantidad como e calidad. Toda la cadena del sistema es afectada por esta situación. En términos de la cantidad de recursos, todo el departamento judicial carece de medios de transporte suficientes, así como de herramientas para realizar los procesos de investigación. En ese sentido, la falta de preparación de sus recursos humanos incrementa las limitaciones de hacer justicia de manera eficiente.

El personal policial, principal apoyo del Ministerio Público, apenas logra el grado de bachiller, y

según el propio Ministerio Público, ofrece resistencia para aplicar las leyes en caso de violencia contra las mujeres. Otra dificultad que deriva de la participación de los cuerpos de seguridad es el incumplimiento de los plazos en la presentación de los expedientes, lo que atrasa y resta calidad a los procesos de impartir justicia.

En la actualidad, la relación entre el Ministerio Público y los cuerpos de seguridad enfrenta

dificultades, como resultado de la falta de claridad de los roles de cada uno de éstos actores. En efecto, tal como se discute en los capítulos de cada provincia, si bien el Código Procesal Penal es claro al plantear que es el Ministerio Público es responsable del proceso de investigación, en el departamento judicial de San Juan esta situación no ha sido del todo asumida por la policía.

II.9.3 Empoderamiento Según Amartya Sen el “empoderamiento es el proceso de adquirir poder, tanto para el control de

fuerzas externas como para el aumento de la confianza propia y las capacidades individuales”97. También Paula de San Pedro define empoderamiento como “la capacidad del individuo para escoger una opción dentro de varias alternativas siendo consciente de las opciones existentes”98.

A partir de esto, en materia de justicia, la población de la región de El Valle vive en unas

condiciones sociales, culturales y económicas que no le permiten conocer las opciones de que disponen para vivir una vida sin violencia, así como poder evitar perder su libertad. La reproducción de la violencia desde los centros escolares y la familia no permite que las personas de la región imaginen sus propias vidas sin violencia, situación que es agravada por la resistencia de los cuerpos policiales de aplicar la ley en los casos de violencia intrafamiliar.

Los bajos índices educativos de la región, se reflejan en la elevada tasa de analfabetismo del

territorio. Mientras la media nacional es de 10.7%, San Juan revela una tasa de analfabetismo de 21.5%99. Esto tiene una incidencia directa en las posibilidades que tiene la ciudadanía de la región de El Valle de conocer las opciones con que cuenta en materia judicial así como de sus derechos. Dar continuidad y adecuado seguimiento a un proceso judicial implica un mínimo conocimiento de las leyes y de los propios derechos, así como de los instrumentos que ofrece el sistema para hacerlos valer. En ese sentido, en el departamento judicial de San Juan se ha estado reduciendo la demanda de servicios a los defensores públicos. Prueba de ello es que para el año 2008 el número de casos que recibió la Oficina Nacional de Defensa Pública pasó de 69.9% del total de casos a 51.4%100.

Finalmente, como se analiza en los informes provinciales de Elías Piña y San Juan, existe una

baja demanda de los servicios judiciales, sobre lo cual se entiende está influyendo su reducida población y sistemático despoblamiento de sus territorios.

97 ODH/Diplomado de desarrollo humano. 2010. 98 ODH/Diplomado de desarrollo humano. 2010. 99 ENDESA 2007. 100 Oficina Nacional de la Defensa Pública. Informe 2008. Página 65.

Page 48: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

46

II.9.4 En conclusión El acceso a la justicia y su impartición es uno de los requisitos de la ciudadanía para tener

desarrollo humano, es protección frente al atropello, es saber que existe un árbitro independiente y creíble, es seguridad para el ciudadano que respeta el Estado de derecho. El contexto económico, social y cultural de la Región de El Valle, sumado a los problemas de gestión del sistema judicial disminuyen las oportunidades para ejercer el derecho a la justicia de la población de dicho territorio, debido a que:

1. En la Región El Valle existen prácticas sociales y culturales que legitiman la violencia, lo que propicia la invisibilidad del problema, lo que también contribuye de manera directa a que hombres, mujeres y niños, niñas y adolescentes de la Región tenga una vida sin violencia.

2. Las prácticas culturales y sociales de El Valle, sumadas a altos niveles de analfabetismo

impiden que la población se empodere en materia judicial y sea capaz de tomar las opciones que más les convenga en materia judicial para de esta forma poder ejercer sus derechos. Como se ha podido apreciar, también las condiciones económicas intervienen en la manera en que se imparte justicia en El Valle, haciendo que su población reciba las penas más duras por no poder pagar las garantías económicas.

3. Los cuerpos de seguridad pública de El Valle viven en condiciones de pobreza, sin los

conocimientos y las herramientas imprescindibles para cumplir con su trabajo, lo que los pone en situación de vulnerabilidad para ejercer sus funciones en defensa de los intereses de la sociedad, sobre todo frente a situaciones de narcotráfico, en las que los infractores de la ley, normalmente cuentan con recursos muy superiores a los que proporciona el Estado.

4. Los cuerpos de seguridad pública no tienen claridad de su rol, a partir del nuevo código

procesal penal, lo que genera problemas de articulación entre ésta y el Ministerio Público.

II.10 Cultura, identidad y sentido de pertenencia en El Valle El análisis de la cultura e identidad en la región El Valle atraviesa dos dimensiones: la mirada a la

interculturalidad presente en el sentido de ser frontera y la solidaridad como eje de cohesión social y sentido de pertenencia en el micro-territorio en la región. Ambas dimensiones se tratan en los próximos acápites.

II.10.1 La interculturalidad presente en el sentido de “ser frontera” El Valle es una región en la que se muestra la interculturalidad y la cultura transfronteriza en su

cotidianidad e identidad. La interculturalidad surge de los procesos de intervenciones sociales y educativas donde se produce una interacción entre grupos con diferentes culturas como los grupos migrantes o en los pueblos indígenas. Tomás Austin Millán destaca que “la interculturalidad se refiere a la interacción comunicativa que se produce entre dos o más grupos humanos de diferente cultura".101

En la frontera dominico-haitiana de El Valle, la interculturalidad se recrea a través de la

existencia de familias transfronterizas, de un intenso intercambio informal y amistoso entre pobladores dominicanos y haitianos, y del intercambio lingüístico.

Las familias transfronterizas son fenómenos notables en Elías Piña y San Juan. Estas familias se

extienden a ambos lados de la frontera con tíos, tías, abuelos, hermanos en un lado y el otro. Las relaciones consanguíneas con población haitiana tienen una presencia histórica en la región en la que los matrimonios transfronterizos son comunes. Los matrimonios transfronterizos están sustentados en el ejercicio de la poligamia, una práctica común en la región con mayor énfasis en Elías Piña. Refranes,

101 Millán, Tomás Austin.(2008) “Una visión de Salud Intercultural para los Pueblos Indígenas de las Américas”. Pan American Health Org.

Page 49: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

47

poemas y décimas elaboradas en Bánica y otros poblados de Elías Piña refuerzan el ejercicio de la poligamia como un “don” o una “gracia” que fortalece la masculinidad. En este ámbito se encuentra el símbolo del “coco mordán” que genera ciertas preferencias en un sector de la población masculina de la región por las mujeres haitianas. Esto a su vez refuerza la presencia de las prácticas poligámicas y los matrimonios transfronterizos.

Por otro lado, la interculturalidad se muestra también en el intercambio lingüístico. Es frecuente

encontrar que tanto jóvenes como personas adultas tienen cierto dominio del creole sobre todo en Elías Piña. Esto así por la interacción con la población haitiana migrante y sobre todo por la presencia del mercado transfronterizo.

En adición a esto, la población joven, infantil y adulta dominicana tiene vínculos afectivos y de

amistad con la población haitiana que vive en el otro lado de la frontera y la población migrante que convive en su mismo espacio o comunidad. Las actividades recreativas se convierten muchas veces en actividades transfronterizas, la población de ambos pueblos pasan de un lado a otro a recrearse. Peleas de gallo, fiestas, juegos de domino y simplemente juntarse a beber clerén o ron son actividades que pueden realizarse en el lado haitiano o en Elías Piña indiscriminadamente.

No obstante, estas estrechas relaciones primarias se mezclan con un discurso discriminatorio

contra la población haitiana que parece sustentarse en un discurso antihaitiano muy frecuente en los medios de comunicación.

Desde una perspectiva de desarrollo humano, la mirada intercultural de la frontera ofrece la

posibilidad de fortalecer las relaciones que existen horizontalmente entre ambos pueblos, relaciones basadas principalmente en redes sociales de apoyo, solidaridad, relaciones afectivas y de amistad. Igualmente, permite potenciar la comunicación intercultural en la región El Valle con miras a fortalecer la cohesión social en la frontera.

En Elías Piña, la identidad fronteriza se expresa con el sentido de “ser de la frontera”. Para la

población de esa provincia, ser de la frontera es sinónimo de “abandono”, “lejanía” y discriminación. Este último elemento está asociado a la cercanía con Haití y la tendencia percibida de nombrar de forma despectiva a la población de Elías Piña, por parte de la población de otras provincias, como “haitiana”. De igual manera, se percibe que los sanjuaneros y sanjuaneras tienden a ser discriminados en otros pueblos del país, porque se le vincula con la población haitiana y con prácticas de “brujería”.

Este vínculo histórico y genealógico con la población haitiana aumenta el perfil racial de negritud

en la región, lo que se suma a la histórica y profunda presencia africana. Sin embargo esta negritud se niega y se esconde en una identidad racial confusa y de tendencias a “blanquearse”. Las personas negras tienden a negar su negritud definiéndose como “indias” o mostrando incapacidad para definirse. La no aceptación de esta identidad tiende a ser reforzada en parte de la población al sentirse discriminada y “confundida” con población haitiana, lo que sugiere que la negación opera también como un mecanismo de defensa.

Esta identidad racial bañada de confusión y negación bloquea la cohesión social porque se

establecen tensiones en las relaciones sociales con la violación a los derechos de las personas racialmente diferentes y por la autodiscriminación (autoexclusión) en que viven las personas que niegan su propia identidad racial.

II.10.2 La solidaridad: eje de cohesión social y sentido de pertenencia en el micro-territorio de la región

La población de El Valle tiene un fuerte sentido de pertenencia a las comunidades y pueblos

donde viven. Las personas tienen un fuerte arraigo al micro-territorio porque en él se sienten acogidas y forman parte de un intenso tejido social formado por redes sociales de apoyo y solidaridad. Las redes sociales están formadas por vecinos y familiares, los cuales proveen a apoyo crítico en situaciones de enfermedad, muerte, atención a niños-niñas, alimentación, cuidado de envejecientes y cuidado de

Page 50: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

48

personas discapacitadas. Estas redes incluyen a la población migrante haitiana que convive con la población dominicana de estas provincias.

Este arraigo al territorio genera una fuerte cohesión social desde el micro-territorio lo que no

ocurre con el macro-territorio, es decir, la provincia, la región y el país. Las personas de los distintos municipios en la región no se reconocen como parte de la provincia; en su imaginario, la provincia no existe.

Esta desconexión entre municipio-provincia produce la ausencia de una identidad provincial y se

extiende hacia la región, la cual no se menciona ni se conoce, y hacia el país. En el caso de Elías Piña, en este vacío de identidad influye la poca comunicación vial entre los distintos municipios y la cabecera de la provincia como ocurre entre Bánica-Comendador y Hondo Valle-Comendador.

En términos de la identidad nacional, en la población de El Valle la dominicanidad aparece

débilmente definida, limitada en su definición a partir de la oposición a lo haitiano o de la extensión del micro-territorio. La naturaleza de la dominicanidad no tiene símbolos culturales explícitos en la población de la región.

El chenchén, los brujos y el vodú: símbolos que cohesionan la región El Valle Chacá y chenchén son platos típicos de la región. Ambas provincias se disputan el origen de

estos, cuestión que no se ha estudiado a profundidad. Por un lado, se le atribuye raíces haitianas, y por el otro, africano-cimarronas. La presencia de este hábito alimenticio muestra el flujo de costumbres y pautas culturales en esta zona fronteriza entre haitianos y dominicanos.

Algo similar sucede con las creencias y prácticas mágico-religiosas, correspondientes al vodú

dominicano. Las manifestaciones de estas prácticas y creencias en ambas provincias muestran la presencia de celebraciones del vodú como veladas, velaciones, cabo de año, nueve días, brillé y maní. En todas estas celebraciones se construyen altares y se decoran los espacios con paños de colores según el color del luá o misterio. También se brinda comida, bebida, se realizan oraciones, bailes de palo, salves y balsié. El brindis de comida y el contenido festivo en las celebraciones mágico-religiosas vinculadas al vodú fortalecen la cohesión social en la comunidad, y adhieren a la cohesión social elementos afectivos y de alegría.

El vodú dominicano tiene 21 divisiones de luases y misterios entre las cuales encontramos con

mucho peso en la región la división india donde se encuentra la Reina Anacaona y el Rey del Agua. En cada división hay misterios o luases representados por santos, como es el caso de San Miguel que representa al misterio-lua Belié Belcán.

El vodú en la región dialoga y se mezcla con el catolicismo. De hecho, los curanderos y

curanderas tienden a ser también líderes religiosos en la parroquia. Tienen altares, asisten regularmente a las misas, organizan celebraciones católicas y simultáneamente velaciones típicas del vodú.

El curanderismo fortalece el liderazgo femenino y genera empoderamiento social. Las mujeres

predominan en el curanderismo y el ejercicio de este oficio las convierte en un referente importante para la comunidad que a su vez las empodera socialmente. La presencia del curanderismo o los llamados brujos es otro de los símbolos de identidad de la región.

Tanto San Juan como Elías Piña son conocidas como “tierra de brujos”, con mayor énfasis en

San Juan. Este símbolo mágico-religioso genera discriminación y rechazo hacia los sanjuaneros pero a su vez fortalece la identidad y sentido de pertenencia al territorio. “Me siento orgullosa de ser Sanjuanera, aunque me digan que soy bruja”.

Los brujos o curanderos cumplen un rol importante en la región como eje de cohesión social. A

través de ellos se tejen redes sociales de atención a la salud, la enfermedad y a situaciones de conflictos en las relaciones de vecindad.

Page 51: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

49

Dentro de la religiosidad popular de la región encontramos prácticas y creencias mágico-

religiosas que son distintivas de San Juan y de Elías Piña. A San Juan se le denomina la tierra de Liborio. La gente habla de Liborio como un héroe, un santo, un sabio, un curandero que combina todas estas facultades.

La representación de Liborio ofrece al sanjuanero un referente histórico de liderazgo y

empoderamiento social y político. Liborio sintetiza la cultura mágico-religiosa de San Juan en su ejercicio de curanderismo pero también el empoderamiento social y político de la provincia donde se desarrollaron movimientos sociales campesinos de oposición a la invasión y ocupación estadounidense de inicios del Siglo XX, y posteriormente a la dictadura de Trujillo. Liborio representa la cultura sanjuanera desde su idiosincrasia campesina, mágico-religiosa y de movilización social.

La figura de Liborio no aparece con tanta fuerza en Elías Piña. En esta provincia se destaca el

Cerro de San Francisco en Bánica como un lugar de procesiones al igual que la Agüita de Liborio en San Juan.

El control social convierte a mujeres, infantes y jóvenes en sujetos sin derechos y víctimas de violencia Tanto en Elías Piña como en San Juan se muestra la existencia de unas relaciones de poder

patriarcal que se expresa en la segregación de roles de género al interior del hogar y se reproducen en las nuevas generaciones. Mujeres y hombres de las comunidades tienden a legitimar la desigualdad de género y el poder de los hombres sobre las mujeres. “Los hombres trabajan en la cerca y las mujeres hacen oficios en la casa”.

El poder patriarcal se sostiene en las comunidades gracias al sistema de control social existente.

Muchas vecinas y vecinos se mantienen vigilantes de las conductas de mujeres, jóvenes e infantes para que cumplan con las normas sociales en las que el poder se concentra en el hombre. Las personas que violan estas normas tienden a ser socialmente penalizadas a través del rumor y el chismorreo en la comunidad, lo que significa rechazo

En el caso de la violencia de género, el sistema de control social contribuye a reducir las

posibilidades de ruptura de las mujeres con los patrones de agresión de los hombres así como la denuncia contra el agresor. Con frecuencia, las mujeres vecinas, familiares y asociaciones de mujeres les piden a las mujeres víctimas de violencia que regresen con los hombres para mantener “la familia unida”. A esto suma el hecho de que la conciencia de derechos parece muy débil entre las mujeres, limitando su feminidad a los roles tradicionales de género que la definen como mujer-madre-esposa.

Por otra parte, los principales conflictos entre la población joven y la adulta se producen por las

relaciones de poder que ejerce la segunda sobre la primera. La población adulta trata de mantener un sistema de control social y de poder frecuentemente autoritario para con la población joven que genera muchas tensiones y conflictos. Estos se expresan en el rechazo a las distintas expresiones de cultura juvenil como son el estilo de vestir, la música, los bailes, las formas de recreación y las relaciones de pareja. Estos conflictos se muestran en todos los sectores, estratos y género.

En adición, la población adulta tiende a violar sus derechos a la expresión de niños, niñas y

jóvenes, situación que alimenta los conflictos. En ese sentido, niños y niñas son víctimas de la violencia ejercida por las personas adultas de la familia como padres y madres, y en la escuela por sus maestros, maestras y directores de centros. Sin embargo, la población infantil no reconoce el maltrato recibido en la familia y en la escuela como violación a sus derechos. La ausencia de una conciencia de derechos se hace presente tanto en la población infantil como joven. El único derecho que niños, niñas y jóvenes parecen reconocer es el derecho a la expresión y la recreación. Ambos suelen ser de suma importancia para ellos.

II.10.3 En conclusión

Page 52: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

50

La cultura e identidad en la región El Valle presenta los siguientes elementos: 1. El Valle no constituye una unidad territorial desde el imaginario de la población de ambas provincias por tanto no se puede hablar de una cultura regional sino de elementos comunes y distintivos entre la cultura de ambas provincias. 2. Las diferencias culturales entre San Juan y Elías Piña son el Laborismo como movimiento religioso en San Juan y las procesiones al cerro de San Francisco en Elías Piña. 3. En ambas provincias las mujeres, la juventud y la población infantil sufre la violación de sus derechos de expresión y recreación así como el ejercicio de violencia y maltrato. El sistema de control social existente coarta las libertades de estos grupos poblacionales. 4. En Elías Piña existe una identidad cultural transfronteriza en la que interactúan las prácticas culturales entre los dos países (Haití-República Dominicana) lo que no se presenta en San Juan.

II.11 Poder y gobernabilidad en El Valle Los informes nacionales de desarrollo humano han destacado la importancia del poder político

para avanzar en una agenda para el desarrollo humano. Esta sección discute brevemente la distribución del poder y participación política y electoral en El Valle, el poder relativo de las organizaciones sociales y la movilización, y el rol de los ayuntamientos y de las personas representantes congresuales de la región así como el papel de los medios de comunicación en el proceso de empoderamiento ciudadano.

II.11.1 ¿Quién tiene el poder político? Históricamente, la región de El Valle ha sido un

bastión político del Partido Reformista. Sin embargo, recientemente, al igual que en el resto del país, este liderazgo se ha estado diluyendo. El clientelismo, el caciquismo y el autoritarismo han sido características que históricamente han marcado la vida en toda la región aunque con una presencia mucho más intensa en Elías Piña que en San Juan.

La presencia de caudillos locales, el uso

indiscriminado de los recursos públicos para ganar apoyo político, la falta de participación real en instancias como los ayuntamientos y de diálogo entre la población y sus organizaciones y la representación congresual de la provincia limitan la posibilidad de que el político partidario sea un canal de la democracia en la región.

Los datos electorales de El Valle reafirman la idea

de que en las provincias más pobres hay menor tasa de abstención que en las más ricas102. Los análisis estadísticos realizados indican que la pobreza es el principal factor determinante de la participación o abstención en las elecciones, y que el nivel educativo de la población sólo incide en el nivel de abstención a través de su influencia en la pobreza103. Esto sugiere que el voto no viene determinado tanto por la capacidad crítica o el nivel de instrucción sino por

102 ODH/PNUD 2008, p.117 103 Al realizar un modelo de regresión múltiple del nivel de abstención como variable dependiente y la pobreza NBI y el nivel de escolaridad promedio como variables independientes el nivel de pobreza resulta significativo a un nivel de confianza 95% (t=-2.10880 y p=.04438) mientras la escolaridad promedio resulta no significativa (t= 0.6932, p= 0.49411). El R2 del modelo es 0.5685.

36%

26%

31%

46%

20% 19% 20%

27%

San Juan Elías Piña El Valle Nacional

Gráfico II.14 Tasa de abstención electoral en El Valle, 1998-2008

Congresionales y municipalesPresidenciales

Fuente: JCE

Page 53: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

51

la necesidad material, y cuestiona si el voto es un indicador de empoderamiento político o si, por el contrario, es un indicador de clientelismo.

Estos datos también cuestionan las razones por las cuales la gente se abstiene de ejercer su

voto y si la abstención electoral tiene como causa la pereza o apatía, la falta de opciones partidarias que les representen o una posición de rechazo político a los procesos electorales. Como se observa en el Grafico II.14, la tasa de abstención de la Región de El Valle es 15 puntos inferior a la media nacional en las elecciones congresuales y municipales y 7% inferior en las presidenciales, siendo la abstención mucho menor en Elías Piña que en San Juan.

II.11.2 En El Valle, el empoderamiento social hace la diferencia Entre Elías Piña y San Juan hay grandes diferencias en el nivel de empoderamiento social y

político. San Juan es una provincia con un alto empoderamiento social y político, con presencia de muchas organizaciones sociales, y que ha vivido procesos donde se muestra el empoderamiento social. Tal es el caso de Vallejuelo con proyectos de desarrollo sostenible y con una alta movilización social. En esta provincia se articulan distintas organizaciones sociales con un liderazgo local significativo.

En todos los municipios y comunidades de San Juan existen procesos organizativos en un

amplio espectro de sectores y se ha desarrollado una cierta conciencia de la necesidad de movilización social para demandar a las autoridades su intervención en los problemas básicos de éstas. El liderazgo local en San Juan está vinculado a la Iglesia Católica y a la presencia de ONGs que han fortalecido los procesos comunitarios.

San Juan presenta un liderazgo juvenil activo en distintas comunidades con formas alternativas

de comunicación y espacios de creatividad. Los procesos de formación de este liderazgo se vinculan a la intervención de ONGs como Plan Internacional y Fundación Kellogg además de la Iglesia Católica y FUNDASEP. Hay que destacar la presencia de proyectos de desarrollo local con estrategias de participación comunitaria en Vallejuelo liderados por las hermanas dominicas brasileñas.

Elías Piña, por el contrario, no muestra este empoderamiento social y político. Hay un sistema de

control social alto con relaciones de poder basadas en el miedo y el control generado por el clientelismo (sistema de favor-reciprocidad), las relaciones primarias y por relaciones políticas autoritarias.

Los actores sociales en Elías Piña no tienen espacios de poder y su incidencia es muy débil.

Existe un gran número de organizaciones en los distintos municipios, pero trabajan en forma aislada con una gran fragmentación social. Las organizaciones se sienten “desamparadas” porque no tienen apoyo técnico ni asesoría por lo que no se ha logrado desarrollar capacidades humanas críticas en la provincia.

La poca articulación existente entre las organizaciones sociales en Elías Piña es otro factor de

débil empoderamiento social y se expresa en la poca movilización social en la provincia, la cual no ha tenido movimientos de protestas desde la década de los setenta. En contraste, en promedio San Juan ha registrado 4 protestas por año desde 1996 hasta 2009. En este último año se produjeron 12 movimientos de protestas en toda la provincia.

II.11.3 Los ayuntamientos: baja participación y efectividad, y mucho clientelismo Los gobiernos locales de la Región de El Valle están lejos de convertirse en espacios que

impulsen el debate público razonado para crear consensos sobre las prioridades de desarrollo y de políticas públicas.

Por una parte, la puesta en marcha de la Ley 176-07 está avanzando muy lentamente, tanto a

nivel nacional como en El Valle. Como reflejo, ningún ayuntamiento de la región cumple con la estructura institucional, ni con los principios de transparencia que marca la Ley, según se pudo comprobar mediante el trabajo de campo realizado para este informe.

Page 54: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

52

Con respecto a las múltiples vías de participación local que la ley habilita, estas no son suficientemente utilizadas por la ciudadanía ni por los ayuntamientos de la región. La forma más utilizada de participación es el derecho de petición, es decir la participación de cualquier particular en las reuniones del Concejo Municipal. Este ejercicio aunque a veces consiste en la presentación de problemas o propuestas de solución para la comunidad; en su mayoría se reduce a la petición de ayudas personales. Esta práctica desvirtúa el potencial de este espacio para impulsar el debate público sobre las prioridades o los intereses de la comunidad y por lo tanto limita la democracia. El otro mecanismo que es relativamente conocido, el Presupuesto Municipal Participativo, pese a que se ha puesto en marcha en múltiples municipios y distritos municipales según detallan los ayuntamientos a la Cámara de Cuentas, su ejercicio dista mucho de cumplir con los objetivos que tenía la Ley. En la mayoría de los casos se convierte en un ejercicio que no consigue integrar a toda la comunidad y que suele estar dominado por organizaciones y personas vinculadas al partido de gobierno. Durante el trabajo de campo se constató que en muchas comunidades hay quejas debido al hecho de que la gente no se enteró de la celebración de las sesiones.

Por otra parte, como se

muestra en el Cuadro II.20, la participación de las mujeres en los cargos municipales ha sido muy baja. Durante el periodo 2006-2010 tan solo ocuparon el 8% de las alcaldías y el 31% de las regidurías. La única mujer alcaldesa es la de de San Juan de la Maguana; en Elías Piña no hay siquiera una.

Con respecto al desempeño financiero de los ayuntamientos, cabe recordar la casi absoluta

dependencia de éstos de los ingresos transferidos por el Gobierno Central. En su mayoría, los ayuntamientos y juntas de distrito argumentan la imposibilidad de aumentar los ingresos propios. Adicionalmente, ninguno de éstos en El Valle recibe algún fondo especial por ser considerado municipio prioritario en función de las altas tasas de pobreza de toda la región.

Según el informe de la Cámara de Cuentas al Congreso en 2008, los municipios y distritos

municipales de Elías Piña parecen estar muy cerca de cumplir con la normativa con respecto a los porcentajes que deben destinar a cada concepto y que se establece en la ley de municipios. Sin embargo, ningún ayuntamiento ni junta de distrito utiliza menos de 25% de su gasto en pago de servicios personales, como lo indica la ley, siendo la media de lo gastado en este rubro de 44% del gasto total. En San Juan, como se indica en el informe de esa provincia, este porcentaje es mayor, lo cual deja cantidades irrisorias de gasto para poder cumplir con las competencias municipales.

Mediante el trabajo de campo también se pudo comprobar, como se argumenta en los informes

provinciales, que en muchos casos, el número de personal contratado es elevado para las labores necesarias aparentes, considerando las dimensiones de las demarcaciones y su población. Así mismo, las calificaciones del personal contratado, con mucha frecuencia, parecen no tener relación con los puestos en los que las personas son designadas, y que su contratación, según el propio personal del ayuntamiento entrevistado, incluyendo síndicos, síndicas y directores de juntas municipales, se trata de un pago de una deuda política para con personas que ofrecieron apoyo en la campaña electoral. Es por ello que los ayuntamientos parecen terminar siendo agencias de ayuda a las personas y de pago de favores electorales y políticos. Esta forma de hacer política y de ejercer funciones públicas (clientelismo) compromete la efectividad y la eficiencia de los ayuntamientos en el cumplimiento de sus responsabilidades porque éstos se desvían de sus funciones de servicio a la comunidad para convertirse en el premio para quienes ganaron las elecciones.

Por otro lado, las relaciones con otras instituciones públicas en el territorio son casi inexistentes

en toda la región. No se han creado los Consejos Económicos y Sociales Municipales que instruye la ley 176-07 en ningún municipio, limitando las sinergias que se podrían dar entre diferentes autoridades.

Cuadro II.20 Relaciones de género en los cargos electos municipales en El Valle, 2006-20101 Municipios Sindicatura Regiduría % Alcaldesas %Regidoras

H M H M Total Elias Piña 6 0 21 9 0% 30% Total San Juan 5 1 24 11 17% 31% Total El Valle 11 1 45 20 8% 31% Fuente: ODH/PNUD con base en Liga Municipal Dominicana 2010

Page 55: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

53

No obstante, el trabajo de campo encontró que se han creado varias mancomunidades municipales en la región: dos transfronterizas y dos regionales. Estas iniciativas pueden convertirse en espacios que faciliten tanto las relaciones binacionales como el mejor aprovechamiento de los escasos recursos y capacidades con que cuentan municipios y juntas de distrito. Pese a esto, es aún muy incipiente el desarrollo de acciones conjuntas a través de ellas.

II.11.4 Los representantes congresuales: relación clientelar y no de representación Los representantes congresuales de la región han sido históricamente hombres reformistas.

Aunque en la actualidad está cambiando la representación partidaria, no ocurre lo mismo con el género. En el caso del Senado, se advierte una muy baja rotación en Elías Piña pues una misma persona ocupó la posición por 28 años. En contraste, en la Cámara de Diputados el índice de rotación es alto en toda la región.

La función legislativa de los congresistas es la más desconocida del trabajo de los legisladores.

Según una encuesta realizada por GALLUP104 para la Cámara de Diputados y el PNUD, el 87% de la población declara no conocer los proyectos de ley discutidos en la actual legislatura y el 88% de la ciudadanía indica desconocer los contenidos del nuevo texto constitucional, recién discutido y aprobado.

Para Amartya Sen, la democracia es el gobierno del pueblo a través de la discusión y el debate

público. Desde esta perspectiva los datos anteriores sugieren que la democracia dominicana es precaria. El caso más paradigmático es de la reforma constitucional, en la medida en que el debate sobre ella gira alrededor de los valores sobre los que se funda la sociedad y los que deben guiar las acciones del Estado y las políticas públicas. El hecho de que el debate que se generó no llegó a ser conocido por gran parte de la población indica un elevado grado de debilidad de la democracia y del rol representativo de los legisladores, pero además no tenía un carácter vinculante. Al final, los promotores del debate no necesariamente incluyeron las recomendaciones surgidas de los debates.

En adición a esto, el régimen democrático se ve truncado ya que la gente no ejerce su voto en

función de la labor legislativa que desempeñan sus representantes sino más bien por vinculaciones partidarias y prácticas clientelares. Pese a esto, un estudio de Gallup mencionado sobre la percepción e imagen pública de la Cámara de Diputados indica que “el 88.5% de los encuestados decía desconocer los programas sociales de la Cámara de Diputados”105. Además, el 87% opina que la Cámara de Diputados colabora poco o nada con la comunidad106. Más aún, “cerca del 70% piensa que los diputados siguen teniendo prebendas y beneficios personales, y un por ciento superior a cincuenta opina que la comunicación y la información de los diputados hacia sus comunidades no ha experimentado mejoría”107. Este estudio también plantea que el 96% de los encuestados opina que los “programas sociales de los diputados tienen un escaso nivel de beneficio directo, lo cual ha de conducir a una evaluación y replanteamiento de dichos programas o servicios, en lo que se relaciona a su verdadera utilidad para la imagen pública de la institución e incluso respecto al valor político que tienen para los diputados”108. En el caso del Senado de la República, senadores y senadoras cuentan con fondos de ejecución discrecional para labores de asistencia social, bajo el título de Fondo de Asistencia Social. En el caso de la Cámara de Diputados, se le denomina Fondos de Gestión Legislativa.

La ejecución de estos fondos ha sido objeto de dos críticas: a) No se vinculan directamente a las atribuciones que le asigna la Constitución al Congreso de

la República. b) Afecta las reglan básicas de la competencia electoral, al poner fondos públicos a disposición

de los congresistas, lo cual los sitúa con ventajas frente a quienes no reciben esos fondos y compiten por esas posiciones, en particular cuando no existe un adecuado sistema de control y vigilancia del uso de esos fondos.

104 GALLUP-PNUD 2010, p.31 105 GALLUP-PNUD 2010, p.33 106 GALLUP-PNUD 2010, p.21 107 GALLUP-PNUD 2010, p.10 108 GALLUP-PNUD 2010, p.23

Page 56: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

54

c) El uso de estos fondos contribuye a sostener ideas distorsionadas que tiene parte de la ciudadanía sobre las funciones legislativas. El ámbito de evaluación del trabajo de los legisladores deja de ser la de fiscalizar, legislar y representar, y pasa a ser el reparto de ayudas que hagan en la comunidad, según se detectó en el trabajo de campo de los grupos focales.

En adición a esto, los partidos mayoritarios reciben las proporciones más elevadas de recursos públicos para financiar las campañas electorales, poniendo en franca desventaja a candidatos y candidatas de partidos minoritarios o candidatos independientes quienes no reciben financiamiento estatal.

II.10.5 ¿Cómo es la comunicación en la región de El Valle? En Elías Piña, la programación es casi en su totalidad musical. No tienen informativos locales

aunque existen varios programas de comentarios que recogen algunas de las actividades locales y reportan informaciones nacionales.

En cuanto a la independencia, los comunicadores en Elías Piña están ligados los poderes

políticos. La gran mayoría tienen cargos públicos y responden a los intereses de su partido, según ellos mismos reportan. En Elías Piña se puede afirmar con mayor certeza que los medios de comunicación locales reproducen el clientelismo y no contribuyen al debate y diálogo necesario para el ejercicio de la democracia. No ‘visibilizan’ los abusos y desequilibrios del poder. Esta situación contribuye con el débil empoderamiento de la sociedad civil. Pero si la labor de los comunicadores sociales es fundamental para el ejercicio de la democracia es difícil exigirles que trabajen para garantizarla cuando no han disfrutado de libertades reales. Su supervivencia depende de los políticos quienes les utilizan con fines publicitarios y su escasa formación no les permite dar el servicio de calidad que les corresponde. Según el enfoque de desarrollo humano, solamente se le puede exigir responsabilidad a quien ha disfrutado de libertades.

En San Juan, el análisis de los medios refleja mayor variedad, tanto por su número como por su

diversidad de programación. Esta situación puede ser consecuencia de varios factores: la tradición de los medios de comunicación existentes en la provincia y el “auge” del comercio en la provincia que favorece la sostenibilidad de los medios, lo cual favorece la independencia de los medios de comunicación. Sin embargo, la variedad en el mercado puede asegurar diferentes fuentes de expresión pero, por si mismo, no asegura la calidad del pluralismo, es decir la cantidad y variedad de opiniones, ideas e informaciones que transmiten el conjunto de medios a la población de la provincia. Al igual que en Elías Piña, los medios de comunicación de la provincia reproducen el sistema clientelar y están ligados a los partidos políticos, afectando la participación ciudadana.

Solamente Radio Corazones ofrece este tipo de programación diferente (alfabetización a través

de la radio, programas de jóvenes y niños de los grupos de la ONG Plan Internacional, espacios de orientación campesina y agropecuaria etc.) con fines educativos y dotar de espacios propios a las organizaciones de la sociedad civil. Hasta el momento sólo

La autocensura es uno de los grandes problemas expresados por los profesionales de la

comunicación, que además refieren casos de chantaje y prebendas otorgadas a los periodistas y comunicadores. La autocensura constituye una nueva forma de control de la comunicación por parte de los gobiernos. Existe además una escasa profesionalización de los comunicadores quienes son fundamentalmente ‘’empíricos’’. En muchos casos, la incorporación de profesionales de otras áreas a la comunicación en lo local se ha dado por constituirse en un ámbito fundamental de poder.

Tanto en Elías Piña como en San Juan existen experiencias reseñables del uso de la

comunicación para el empoderamiento como programas de radio de jóvenes de Plan Internacional en emisoras del Despacho de la Primer Dama y en Radio Corazones, la ludoteca del Vallejuelo y otras iniciativas relatadas en las secciones de provincias.

Page 57: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

55

En la ciudadanía de ambas provincias existe una preferencia por los medios de comunicación locales, lo que les convierte en un espacio de oportunidad para su uso con fines educativos y para mejorar la calidad de la democracia a nivel municipal. Es preciso destacar que hay una preferencia, especialmente entre mujeres, niños, niñas y adolescente, por las novelas televisivas. Hay poca oferta educativa y de entretenimiento para niños, niñas y adolescentes.

En síntesis, en mayor o menor medida, en la región de El Valle, los medios de comunicación se

han alejado de los protagonistas de la acción social, de la gente, para ser atravesados por los representantes políticos que se han apoderado del sonido y la voz de la realidad. De esta forma, es casi imperceptible el eco de los protagonistas de la vida del territorio quienes sufren en primera persona las consecuencias de los desequilibrios de poder y la ausencia de desarrollo humano.

“Estos pueblo necesitan mucho diálogo pues tiene muchos problemas que resolver que ameritan la reflexión colectiva. A partir del debate y la confrontación de ideas hay un mayor ejercicio de la democracia. Aquí no hay debate, no se discute porque el debate es muy pobre y limitado”. Periodista de Elías Piña. Relación entre comunicación y empoderamiento en El Valle El análisis realizado en ambas provincias permite afirmar que existe una relación entre la

disponibilidad de medios de comunicación y la existencia de comunicadores y periodistas locales a nivel local, y el empoderamiento de la sociedad civil. A nivel local, la diversidad de medios de comunicación, de espacios de discusión, diálogo, participación e información, posibilita también una mayor visibilidad e incidencia de los reclamos de la población en las políticas provinciales.

Además, la existencia de diversos medios de comunicación y periodistas en la provincia de San

Juan han propiciado que haya una mayor visibilidad de la provincia a nivel nacional y mayor incidencia de los reclamos de la población de San Juan en el espacio mediático. Una mayor presencia de periodistas en provincia, quienes suelen ser colaboradores de medios de comunicación nacionales, y una mayor diversidad de medios de comunicación locales, facilita que los reclamos de la población de San Juan sean visibilizados a nivel nacional, tal y como ha evidenciado el monitoreo de medios de comunicación nacionales. El monitoreo refleja que la provincia de San Juan es visibiliza en los medios nacionales por los reclamos de la población, fundamentalmente por los productores de habichuelas. Esta imagen de la provincia en los medios nacionales y la participación de los ciudadanos en la esfera pública a través de los medios de comunicación locales aumentan la autoestima, la capacidad para la

A nivel nacional Mayor visibilidad e incidencia de reclamos de la población de San Juan en esfera nacional

Empoderamiento de la sociedad civil

Espacios en medios de comunicación locales

A nivel local Mayor visibilidad e incidencia de reclamos de la población de San Juan en lo local

Más autoestima Mayor capacidad para la movilización Mayor legitimación de grupos de sociedad civil

Fuente: ODH/PNUD

Diagrama II.1 Comunicación y empoderamiento en San Juan

Page 58: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

56

movilización y la legitimación de grupos de sociedad civil, todo lo cual redunda en un mayor empoderamiento de la sociedad civil.

Sin embargo en Elías Piña se da la situación contraria. Existen escasos medios de comunicación y espacio para la participación de la ciudadanía en la esfera pública. Los pocos espacios que existen están copados por políticos. Ello provoca una menor visibilidad e incidencia de los reclamos de la población de Elías Piña en las políticas municipales. Al no existir esos reclamos ciudadanos ni ninguna otra actividad asociativa de relevancia en la provincia, Elías Piña es estigmatizada y visibilizada en los medios de comunicación nacionales casi exclusivamente por su nivel de pobreza. Todo esto provoca una menor autoestima de la gente, una menor legitimación de las organizaciones de la sociedad civil que no cuentan con apenas espacios para hacer visibles sus reclamos y propuestas, y una menor capacidad para la movilización. El resultado es un menor empoderamiento de la sociedad civil, quien además está condicionada por el control social y el miedo a la movilización.

A nivel nacional Escasa visibilidad e

incidencia de reclamos de EP en espacio

nacional Estima pobreza

Menor empoderamiento

de la sociedad civil

Pocos espacios en medios de comunicación locales (sólo políticos)

A nivel local Menor visibilidad e incidencia de los reclamos de la población de en lo local

Menor autoestima Menor capacidad para la movilización Menor legitimación de las organizaciones de sociedad civil

Miedo Control social

Fuente: ODH/PNUD

Diagrama II.2 Comunicación y empoderamiento en Elías Piña

Page 59: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

57

Anexo I.1 El IDH Provincial: Dificultades y aproximaciones. El cálculo del IDH a nivel provincial y regional enfrenta la dificultad de la disponibilidad de

información a tales niveles. En el caso particular de la República Dominicana existen, no obstante, intentos de cálculo desagregado de indicadores que buscan medir las mismas dimensiones que aquellos incluidos en el IDH. En las secciones siguientes, intentaremos establecer una equivalencia entre los mismos con sus contrapartes en el IDH para arribar a un IDH aproximado que sea comparable, aunque imperfectamente, al IDH nacional, y pueda por tanto ser utilizado como un instrumento de medición de las disparidades en el territorio tanto con respecto a los resultados nacionales como a la luz de los resultados a nivel internacional.

El ingreso: “un nivel de vida digno”

La medición del nivel de ingreso a nivel subnacional resulta difícil debido a que los censos de población y vivienda por lo regular no cuentan con diseños metodológicos destinados a capturar el nivel de ingresos, y las encuestas de hogares especializadas realizadas con tales fines tienen un diseño muestral con representatividad limitada a las grandes macroregiones. Por tal motivo, la única información a nivel provincial existente en ese sentido procede de las estimaciones hechas por el Banco Mundial y el BID (2004), vinculando los resultados de la encuesta de condiciones de vida (ENCOVI 2004) del Banco Central con la información del Censo 2002 para aproximar el nivel de ingreso familiar per cápita a nivel municipal, provincial, y regional.

El ingreso familiar per cápita estimado resultante de la metodología anterior, ajustado por paridad de poder adquisitivo (PPA), puede ser utilizado como una aproximación del poder adquisitivo promedio de las poblaciones en las distintas provincias del país. Sin embargo, este índice de ingresos no es estrictamente comparable con el utilizado para el cálculo del IDH a nivel internacional, debido a que este último utiliza el PIB per cápita como proxy del poder adquisitivo. El PIB per cápita ignora la distribución del producto entre pagos al capital (que puede ser de propiedad extranjera) y pagos al factor trabajo, y por tanto puede ser similar en países con poderes adquisitivos distintos, aún después del ajuste por PPA).

Para calcular un IDH de ingreso a nivel provincial comparable al IDH internacional, se toma el

ingreso familiar per cápita promedio anual nacional para 2004 y se divide dicho valor entre el PIB per cápita de 2004 en dólares constantes de 2007. Esto arroja un factor de conversión que expresa los ingresos per cápita provinciales en dólares constantes de 2007 y como PIB per cápita en lugar de ingreso per cápita. A tal conversión subyacen los supuestos: (1) de que la distribución del ingreso per cápita y del producto per cápita entre provincias es similar y (2) de que existe proporcionalidad entre el PIB per cápita y el ingreso familiar per cápita. Finalmente, se calcula el índice de ingresos mediante la fórmula tradicional109, y se anclan los valores resultantes al valor nacional para obtener valores provinciales comparables.

Educación y conocimiento El índice de educación es el que con mayor facilidad puede calcularse a nivel subnacional.

Tanto los censos de población como las encuestas de hogares recaban información sobre alfabetización y matriculación escolar, y dada la sencillez de las preguntas asociadas y las consecuentes altas tasas de respuesta, su representatividad suele ser superior a la de otros indicadores.

La única reserva al comparar el índice de educación calculado a nivel provincial con el

internacional es que, en el caso de los datos provinciales, se utiliza la tasa bruta de asistencia, en lugar de la tasa bruta de matriculación. Comparar estos indicadores implica suponer que la cantidad de estudiantes inscritos que no asisten a la escuela es relativamente baja, un supuesto razonable en la mayoría de los casos.

109 Indice de ingresos = (Ln(Valor)-Ln(100))/(Ln(40,000)-Ln(100))

Page 60: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

58

El procedimiento de cálculo del índice de educación no requiere mayor nivel de aclaración, ya que las estimaciones se realizan de manera directa a partir de ENDESA 2007. Sin embargo, dado que el valor nacional procede de una fuente distinta a la ENDESA (estimaciones de la UNESCO) y que buscamos la comparabilidad con el IDH internacional, ajustamos el índice provincial proporcionalmente al índice internacional.

La salud: “una vida larga y saludable” El IDH mide la capacidad de vivir una vida larga y saludable mediante la esperanza de vida al

nacer, que es el número de años que se espera pueda vivir una persona de mantenerse los patrones de mortalidad a cada edad vigentes en el año de su nacimiento.

El cálculo de este indicador a nivel subnacional implica la recolección de información detallada

de los fallecimientos en cada localidad, la cual en la mayoría de los casos es inexistente. Sin embargo, las encuestas demográficas y de salud recaban con cierta periodicidad información que permite calcular la tasa de mortalidad en menores de 5 años, un indicador fuertemente asociado.

Intentamos suplir la falta de información sobre la esperanza de vida al nacer a nivel provincial

calculando el IDH a nivel provincial utilizando el complemento de la tasa de mortalidad en menores de 5 años, y luego anclando los valores resultantes al valor de la esperanza de vida nacional para el año en cuestión. Esta estrategia permite comparar de manera aproximada el nivel de desarrollo humano en salud de las distintas provincias con el avance internacional en ese sentido.

El índice de desarrollo humano provincial comparable, 2004-2007 El índice de desarrollo humano provincial y regional comparable es el promedio simple de los

tres subíndices anteriores. Los valores resultantes para cada provincia, reportados en la tabla siguiente, pueden ser comparados tanto con el IDH nacional como con el IDH de otros países para contextualizar las diferencias territoriales. Debe tomarse en cuenta, sin embargo, que se trata de aproximaciones imperfectas y que los valores de referencia de los subíndices corresponden a años distintos.

Región

Tasa Bruta de

Asistencia Combinada

Tasa de alfabetización (Personas de

15 años o más)

Indice de ed.

Comparable (2007)

PIB per cápita aproximado (en dólares

internacionales constantes de

2007)

Indice de ingresos

comparable (2004)

1000-Tasa de

Mortalidad en la Niñez

Índice de salud

comparable (2007)

IDH (2004-2007)

Ozama o Metropolitana: DN, SD 88.9 93.6 90.0 6,279.3 69.1 958 76.8 79.3 Valdesia: Per, SC, SJO, Az 82.3 84.9 82.1 3,832.7 60.9 960 77.5 74.1 Cibao Norte: Stgo, PP, Esp 81.2 88.6 84.2 5,453.7 66.7 975 82.0 78.3 Cibao Nordeste: Dua, MTS, Salc, Sam 83.5 85.3 82.8 5,457.3 66.8 971 80.8 77.4 Enriquillo: Bar, Bao, Ped, Ind. 80.6 79.3 77.9 2,963.3 56.6 955 76.1 70.8 Higuamo: SPM, HM, MP 73.3 86.1 80.0 3,256.1 58.1 959 77.1 72.4 Yuma: ES, LA, LR 75.3 88.5 82.2 6,092.3 68.6 956 76.4 76.3 El Valle: SJ, EP 82.4 73.8 74.9 2,824.6 55.8 957 76.5 69.6 Cibao Noreste: Daj, MC, SRod, Val 81.9 83.0 80.7 6,116.6 68.7 962 78.2 76.5 Cibao Sur: LV, SRam, MN 79.4 86.3 82.1 5,127.4 65.7 973 81.4 77.0

Page 61: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

59

Provincia Tasa Bruta de

Asistencia Combinada

Tasa de alfabetización

(Personas de 15 años o más)

Indice de Educación comparable

Ingreso familiar per cápita anual en

dolares constantes

Indice de ingresos

comparable

Tasa de Mortalidad en

la Niñez (TMN)

Índice de salud

comparable

IDH comparable

Distrito Nacional 89.8 94.9 90.5 4,604.20 75.6 43 76.6 80.9 Santiago 82.1 89.5 84.5 3,008.30 67.2 27 81.4 77.7 Espaillat 79.3 86.8 81.8 2,783.50 65.6 13 85.5 77.7 Sanchez Ramirez 87.6 85.9 83.9 2,763.60 65.5 23 82.6 77.3 Santo Domingo 88.5 93.1 88.9 2,795.30 65.7 42 76.9 77.2 Valverde 82.5 83.1 80.4 3,488.70 70.1 29 80.8 77.1 La Altagracia 74.2 90.5 82.6 3,392.80 69.5 39 77.8 76.6 Santiago Rodriguez 86.6 81.2 80.6 3,026.60 67.3 25 82 76.6 Puerto Plata 88.4 85.3 83.8 2,832.10 66 32 79.9 76.6 Duarte 85.8 85.2 82.9 2,871.90 66.3 30 80.5 76.6 Maria Trinidad Sanchez 77.1 87.9 81.8 3,057.50 67.5 31 80.2 76.5

Samana 80.4 85.2 81.2 2,849.20 66.1 26 81.7 76.3 Hermanas Mirabal 81.9 77.7 76.7 3,280.00 68.9 23 82.6 76.1 La Vega 79.6 85.5 81.1 2,831.70 66 29 80.8 75.9 Hato Mayor 82.2 83.6 80.6 2,646.10 64.6 30 80.5 75.3 Monseñor Nouel 77.7 84.3 79.7 2,727.00 65.2 30 80.5 75.1 La Romana 77.6 85.8 80.6 3,443.00 69.8 49 74.8 75.1 San Cristobal 85.7 88.8 85.1 2,381.10 62.6 40 77.5 75.1 Monte Cristi 78.8 83.1 79.3 3,404.20 69.6 49 74.8 74.6 Dajabon 81.2 82 79.3 2,871.50 66.3 38 78.1 74.6 San Pedro De Macoris 67.6 88.4 79.1 3,067.90 67.6 45 76 74.2 San Jose De Ocoa 85.2 81 80 1,725.00 56.2 21 83.2 73.1 El Seibo 74.6 79.5 75.6 2,446.30 63.1 33 79.6 72.8 Peravia 79.9 87.2 82.3 1,993.70 59.1 45 76 72.4 Barahona 82.9 83.5 80.9 1,778.50 56.8 44 76.3 71.3 Independencia 76.9 89.7 82.9 1,548.30 54.1 44 76.3 71.1 Pedernales 77.1 85.7 80.3 1,540.00 54 38 78.1 70.8 Monte Plata 76 78.3 75.3 1,816.30 57.2 35 79 70.5 San Juan 83.4 75.8 76 1,634.40 55.1 43 76.6 69.3 Azua 77.6 75.4 73.9 1,523.50 53.7 39 77.8 68.5 Baoruco 77 72 71.5 1,497.40 53.4 60 71.5 65.5 Elías Pina 78.4 65.2 67.5 1,133.40 47.9 45 76 63.8 Nacional 81.2 88.2 83.9 2,888.00 66.4 37 79 76.4

Page 62: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-60

Anexo II.2 Algunas características de las poblaciones de montaña y de no montaña para la región El Valle

Categoría Variable Elías Piña San Juan El Valle (promedio)

Montaña No montaña Tasa Montaña No

montaña Tasa Montaña No montaña Tasa

Población % población de montaña 50.6 49.4 - 46.4 53.6 - 48.5 51.5 - Zona de residencia Total rural 75.6 51.5 - 88.3 21.8 - 81.9 36.6 -

Total urbano 24.4 48.5 50.4 11.7 78.2 14.9 18.1 63.4 28.5 Pobreza Tasa indigencia 54.4 39.7 137.0 39.1 18.2 215.2 46.8 28.9 161.5

Tasa pobreza 88.2 77.0 114.6 85.1 57.6 147.7 86.6 67.3 128.8 Educación Adultos con educación post-primaria 15.1 27.1 55.9 16.8 39.0 43.1 16.0 33.0 48.3

Tasa de analfabetismo de adultos 42.1 29.9 140.9 35.6 20.2 176.5 38.9 25.0 155.2 Abastecimiento de servicios

Basura recogida 14.7 32.5 45.3 11.5 66.2 17.4 13.1 49.3 26.6 Agua del acueducto dentro de la vivienda 8.5 14.8 57.7 6.1 32.6 18.7 7.3 23.7 30.9 Cocina con gas propano 32.5 44.9 72.5 38.0 75.6 50.3 35.3 60.2 58.6 Energía de la CEEE 49.1 67.4 72.9 63.7 87.0 73.2 56.4 77.2 73.1 Hogar con inodoro privado 53.9 65.2 82.8 61.4 66.7 92.1 57.7 65.9 87.5

Calidad de la vivienda % de hogares con paredes de bloque o concreto 22.6 47.7 47.3 38.9 60.9 63.8 30.7 54.3 56.6 % de hogares con piso de granito, mármol o mosaico 1.3 5.3 24.1 0.8 13.6 6.2 1.1 9.5 11.2 % de hogares con techo de concreto 4.6 7.7 60.0 2.4 18.1 13.3 3.5 12.9 27.2

Condición de ocupación Tasa de desempleo 16.4 18.0 91.4 21.1 20.2 104.3 18.8 19.1 98.2 Tasa de participación 47.0 46.8 100.5 46.5 52.6 88.3 46.8 49.7 94.1

Distribución % de los ocupados según rama de actividad

Administración pública y defensa 11.6 16.3 71.0 5.6 9.2 60.7 8.6 12.8 67.3 Agricultura y ganadería 30.5 21.1 144.7 47.3 17.8 266.4 38.9 19.4 200.4 Comercio al por mayor y menor 15.9 15.8 100.5 12.9 24.0 53.6 14.4 19.9 72.2 Construcción 3.1 3.8 81.2 3.2 6.0 54.4 3.2 4.9 64.8 Electricidad, gas y agua 0.5 0.8 56.9 0.7 0.9 79.6 0.6 0.9 69.1 Explotación de minas y canteras 0.0 0.0 - 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 Hoteles, bares y restaurantes 0.5 0.8 56.9 0.8 1.7 48.1 0.6 1.2 50.9 Industrias manufactureras 2.9 3.5 83.1 2.7 6.4 42.0 2.8 4.9 56.4 Intermed financiera y seguros 0.7 1.3 55.7 0.8 2.9 27.0 0.8 2.1 35.9 Otros servicios 31.5 30.9 102.1 20.8 24.1 86.3 26.2 27.5 95.1 Transporte y comunicaciones 3.0 5.8 51.3 5.1 7.0 73.3 4.0 6.4 63.3

% de hogares con TICs básicos

Con radio 26.6 37.5 71.0 30.7 41.4 74.2 28.7 39.5 72.7 Con teléfono 0.4 7.8 5.5 3.7 22.4 16.4 2.0 15.1 13.6

Fuente: ODH/PNUD en base a SEMARN, VIII Censo Nacional de Población y Vivienda y FPobreSig

Page 63: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-61

Anexo II.3. Establecimientos Proveedores de Servicios que conforman el SRS VI de Salud en la región El Valle. UNAP y Centros de Atención especializada.

Provincia Municipio Categoría Nombre Nivel de atención

Elías Piña

Bánica

Centro de Atención Primaria Higüero de Bánica 1 Hogar de Anc. San Francisco de Asís 1

4 Sabana Cruz 1 Sabana Mula 1 Hospital General Bánica 2

Comendador

Administración Dirección Provincial de Salud Elías Piña 0 Centro de Atención Primaria Guayabo 1 Hato Viejo 1 La Gallera 1 Las Delicias (Dr. Octavio A. Troche Pérez) 1

9 Macasías 1 Pinzón 1 Potroso 1 Rinconcito 1 Sabana Larga 1 Hospital Provincial Rosa Duarte 2

El Llano Centro de Atención Primaria El Llano 1 2 Guanito 1

Hondo Valle Centro de Atención Primaria Estancia de Día Ntra. Sra. de Fátima 1

2 Rancho La Guardia 1 Hospital General Hondo Valle 2

Juan Santiago Centro de Atención Primaria Juan Santiago 1 1 Pedro Santana Centro de Atención Primaria Mariano Cestero 1 2 Pedro Santana 1

Elías Piña Total

San Juan

Bohechío Centro de Atención Primaria Arroyo Cano 1 Bohechio 1 5 El Coco 1 La Guama 1 Los Montacitos 1 El Cercado Centro de Atención Primaria Batista 1 Cruce de Guayabal 1 El Derrumbadero 1 El Jovito 1 11 La Colonia 1 La Navaja 1 La Rancha 1 Las Marías 1 Loma en Medio 1

San Juan

Los Botados 1 Vallecitos 1 Hospital General El Cercado 2

Juan de Herrera Centro de Atención Primaria Jinova 1 2 Juan de Herrera 1

Las Matas de Farfán

Centro de Atención Primaria Carrera de Yeguas 1 Consultorio Médico IDSS 1 El Hoyo 1 Hogar de Ancianos Estancia de día Santa Lucía 1 La Estancia 1 Los Cartones 1

14 Los Copeyes 1 Los Gringos 1 Los Jobos 1 Matayaya 1 Naranjo 1

Pozo Hondo 1 Las Matas de Farfán Pueblo Nuevo 1 Yabonico 1 Hospital General Federico Armando Aybar 2

Page 64: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-62

San Juan de La Maguana

Administración Dirección de Salud Región VI 0 Dirección Provincial de Salud San Juan M. 0 Centro de Atención Primaria Activo 20-30 1 Asilo de Ancianos San Juan Inc. 1 Barranca 1 Barrio Mirador Norte 1 Barrio Nuevo 1 Corbano Norte 1 Corbano Sur (UNAP #3) 1 Corbano Sur (UNAP #4) 1 Cordon 1 El Batey 1 El Cacheo 1 El Rosario 1 Esc. Mercedes Consuelo Matos 1 Escuela Básica de Sabaneta 1 Escuela La Cabirma 1 Estancia de día Wilfredo Medina 1 Guanito 1

37 Higüerito 1

San Juan

Instituto Superior Urania Montás 1 La Jagua 1 Las Charcas de Garabito 1 Las Charcas de María Nova 1 Las Zanjas 1

Los Bancos 1 Los Transformadores (UNAP 1 y 2) 1 Maguana Abajo 1 Mirador Norte 1 Mogollón 1 San Juan de la Maguana Orfanato Escuela Rosa del Desierto 1

Pedro Corto 1 Perpetuo Socorro (km3) 1 Punta Caña 1 Quija Quieta (UNAP 5 y 7) 1 Sabana Alta 1 Sabaneta 1 San Juan Bautista 1 Villa Esperanza 1 Hospital Provincial Hosp. Regional Dr. Alejandro Cabral 3

Vallejuelo

Centro de Atención Primaria Capulín 1 Estancia de día San José 1 Jorgillo 1

7 Los Fundos 1 Río Arriba 1 UNAP #1 Vallejuelo 1 UNAP #2 Vallejuelo 1 Hospital General Vallejuelo 2

San Juan Total Total Región El Valle

TOTAL HOSPITALES 7 TOTAL UNAP SAN JUAN 76 TOTAL UNAP ELIAS PIÑA 20

Page 65: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-63

Anexo II.4 Población en edad de trabajar, económicamente activa, ocupada, desocupado e inactivos A. Población en edad de trabajar

Años El Valle Nacional

Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer 2003 214,021 107,967 106,054 6,826,593 3,381,746 3,444,847 2004 218,589 110,781 107,808 6,981,868 3,468,093 3,513,775 2005 232,300 124,184 108,116 7,144,757 3,552,500 3,592,257 2006 239,995 126,108 113,887 7,320,436 3,622,579 3,697,857 2007 243,840 128,300 115,540 7,484,807 3,716,710 3,768,097 2008 263,734 140,628 123,106 7,635,071 3,778,126 3,856,945

Promedio 235,413 122,995 112,419 7,232,255 3,586,626 3,645,630

B. Población económicamente activa

Años El Valle Nacional

Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer 2003 112,169 79,155 33,014 3,731,676 2,318,860 1,412,816 2004 116,732 76,854 39,878 3,933,660 2,398,890 1,534,770 2005 124,027 82,560 41,467 3,992,211 2,442,920 1,549,291 2006 120,319 87,271 33,048 4,100,433 2,486,412 1,614,021 2007 126,928 91,065 35,863 4,202,276 2,575,331 1,626,945 2008 136,307 94,655 41,652 4,240,484 2,564,328 1,676,156

Promedio 122,747 85,260 37,487 4,033,457 2,464,457 1,569,000

C. Ocupados

Años El Valle Nacional

Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer 2003 97,405 73,679 23,726 3,098,443 2,069,456 1,028,987 2004 93,809 70,209 23,601 3,209,932 2,146,387 1,063,545 2005 104,760 76,577 28,183 3,276,373 2,173,352 1,103,021 2006 106,078 83,581 22,497 3,435,087 2,256,561 1,178,526 2007 113,109 86,302 26,807 3,548,305 2,334,651 1,213,654 2008 120,814 89,543 31,271 3,640,744 2,347,145 1,293,599

Promedio 105,996 79,982 26,014 3,368,147 2,221,259 1,146,889

D. Desocupados

Años El Valle Nacional

Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer 2003 14,764 5,476 9,288 633,233 249,404 383,829 2004 22,923 6,645 16,278 723,729 252,504 471,225 2005 19,267 5,983 13,284 715,838 269,568 446,270 2006 14,241 3,690 10,551 665,346 229,851 435,495 2007 13,820 4,763 9,057 653,973 240,681 413,292 2008 15,494 5,113 10,381 599,741 217,184 382,557

Promedio 16,751 5,278 11,473 665,310 243,199 422,111

E. Inactivos

Años El Valle Nacional

Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer 2003 101,852 28,812 73,040 3,094,917 1,062,886 2,032,031 2004 101,858 33,928 67,930 3,048,208 1,069,203 1,979,005 2005 108,273 41,624 66,649 3,152,547 1,109,580 2,042,967 2006 119,676 38,837 80,840 3,220,003 1,136,167 2,083,836 2007 116,911 37,235 79,677 3,282,531 1,141,379 2,141,152 2008 127,426 45,972 81,454 3,394,587 1,213,798 2,180,789

Promedio 112,666 37,734 74,931 3,198,799 1,122,169 2,076,630 Fuente: ODH/PNUD utilizando la base de datos de ENFT varios años

Page 66: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-64

Anexo II.5 Cambio promedio en los indicadores de inserción en el mercado laboral (Cantidad). Promedio 2003-2008

Indicadores El Valle Nacional

Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer PET 9,943 6,532 3,410 161,696 79,276 82,420 PEA 4,828 3,100 1,728 101,762 49,094 52,668 PEA ocupada 4,682 3,173 1,509 108,460 55,538 52,922 PEA Desocupada 146 -73 219 -6,698 -6,444 -254 Inactiva 5,115 3,432 1,683 59,934 30,182 29,752 Fuente: ODH/PNUD utilizando la base de datos de ENFT varios años

Anexo II.6 PEA, ocupados, desocupados e inactivos. Estructura promedio y estructura del cambio entre 2003-2008 promedio anual (Porcentajes) A. PEA según sexo y grupos de edad

Grupos de edad

El Valle Nacional Estructura promedio 2003-

2008 Estructura del cambio entre

2003-2008 Estructura promedio

2003-2008 Estructura del cambio

entre 2003-2008 Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer

10-19 11.0 8.6 2.4 18.1 15.8 2.3 10.9 8.4 6.9 10.9 6.9 3.9 20-39 44.6 28.2 16.4 50 30.8 19.2 46.9 29.0 20.0 40.7 20.0 20.8 40-59 31.7 22.0 9.7 15.2 2.8 12.4 30.6 21.0 18.6 44.7 18.6 26.0 60 o más 12.7 10.7 2.1 16.7 14.8 1.9 11.6 9.7 2.7 3.7 2.7 1.1 Total 100 69.4 30.6 100 64.2 35.8 100 68.0 48.2 100 48.2 51.8 B. Ocupados según sexo y grupos de edad

Grupos de edad

El Valle Nacional Estructura promedio 2003-

2008 Estructura del cambio entre

2003-2008 Estructura promedio

2003-2008 Estructura del cambio

entre 2003-2008 Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer

10-19 9.7 8.4 1.3 16.0 12.3 3.8 9.4 8.0 1.4 12.2 8.4 3.9 20-39 41.2 29.9 11.3 55.0 35.6 19.4 43.9 31.0 12.9 40.3 19.5 20.8 40-59 34.5 25.0 9.5 10.3 2.8 7.5 33.3 23.9 9.4 43.4 20.0 23.4 60 o más 14.6 12.1 2.4 18.7 17.1 1.6 13.3 11.1 2.2 4.1 3.4 0.7 Total 100 75.5 24.5 100.0 67.8 32.2 100 74.0 26.0 100 51.2 48.8 C. Desocupados según sexo y grupos de edad

Grupos de edad

El Valle Nacional Estructura promedio 2003-

2008 Estructura del cambio entre

2003-2008 Estructura promedio

2003-2008 Estructura del cambio

entre 2003-2008 Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer

10-19 18.8 10.0 8.8 84.3 129.5 -45.2 18.7 10.5 8.2 33 30.2 2.8 20-39 65.9 17.3 48.5 -109 -123.2 14.2 65.5 17.1 48.4 33.8 11.8 22.0 40-59 13.7 2.9 10.8 172.9 5.2 167.7 14.7 3.5 11.2 23.7 40.0 -16.3 60 o más 1.6 1.5 0.1 -48.2 -61.2 13.0 1.2 1.1 0.1 9.5 14.3 -4.8 Total 100 31.8 68.2 100 -49.8 149.8 100 32.1 67.9 100 96.2 3.8

D. Inactivos según sexo y grupos de edad

Grupos de edad

El Valle Nacional Estructura promedio 2003-

2008 Estructura del cambio entre

2003-2008 Estructura promedio

2003-2008 Estructura del cambio

entre 2003-2008 Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer

10-19 51.7 24.5 27.3 57.3 33.4 23.9 52 24.6 27.3 45.6 22.1 23.5 20-39 17.2 2.8 14.4 11 9.9 1.7 17.3 2.9 14.4 3.9 7.7 -3.8 40-59 13.8 1.4 12.4 -8.2 4.4 -12.4 13.3 1.5 11.8 13.7 8.5 5.1 60 o más 17.3 4.8 12.5 40 21.4 19.7 17.5 5.4 12.1 36.8 12.0 24.8 Total 100 33.4 66.6 100 71.1 32.9 100 34.4 65.6 100 50.4 49.6 Fuente: ODH/PNUD utilizando la base de datos de ENFT varios años

Page 67: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-65

Anexo II.7 PEA, ocupados, desocupados e inactivos según sexo. Cantidad 2003-2008 A. PEA según sexo y grupos de edad

Grupos de edad

El Valle Nacional Hombre Hombre

2003 2004 2005 2006 2007 2008 2003 2004 2005 2006 2007 2008 10-19 7,916 10,558 11,793 9,323 12,532 11,730 219,618 267,556 273,794 271,682 277,962 254,909 20-39 30,505 29,128 33,404 38,928 37,863 37,944 1,187,646 1,206,845 1,227,825 1,224,938 1,266,766 1,289,285 40-59 28,370 24,165 25,282 26,617 27,969 29,056 721,579 719,254 737,018 763,363 808,480 816,412 60 o más 12,364 13,004 12,082 12,404 12,701 15,926 190,017 205,236 204,283 226,430 222,124 203,724 Subtotal 79,155 76,854 82,560 87,271 91,065 94,656 2,318,860 2,398,891 2,442,920 2,486,413 2,575,332 2,564,330 Grupos de

edad Mujer Mujer

2003 2004 2005 2006 2007 2008 2003 2004 2005 2006 2007 2008 10-19 2,796 3,680 3,215 2,019 2,607 3,350 102,727 140,566 144,632 141,652 119,541 122,734 20-39 15,610 20,705 23,595 19,978 20,427 20,251 870,472 907,494 918,346 940,066 967,789 976,085 40-59 11,716 11,794 11,303 10,143 11,662 14,701 387,021 435,371 428,019 472,818 483,362 519,399 60 o más 2,892 3,700 3,355 909 1,168 3,351 52,596 51,340 58,294 59,485 56,254 57,939 Subtotal 33,014 39,878 41,467 33,048 35,863 41,652 1,412,816 1,534,771 1,549,291 1,614,021 1,626,946 1,676,157 Total 112,169 116,732 124,027 120,319 126,928 136,307 3,731,676 3,933,662 3,992,211 4,100,434 4,202,278 4,240,487

B. Ocupados según sexo y grupos de edad

Grupos de edad

El Valle Nacional Hombre Hombre

2003 2004 2005 2006 2007 2008 2003 2004 2005 2006 2007 2008 10-19 6,959 7,202 10,045 8,515 10,883 9,829 160,285 193,618 207,414 222,323 219,094 205,682 20-39 27,234 26,641 29,822 36,356 35,236 35,572 1,054,842 1,079,654 1,074,720 1,085,445 1,128,276 1,160,420 40-59 27,700 23,362 24,968 26,474 27,644 28,348 673,108 676,878 694,107 725,887 769,738 781,328 60 o más 11,786 13,004 11,743 12,237 12,540 15,795 181,221 196,238 197,112 222,906 217,543 199,716 Subtotal 73,679 70,209 76,577 83,581 86,302 89,543 2,069,456 2,146,388 2,173,353 2,256,561 2,334,651 2,347,146 Grupos de

edad Mujer Mujer

2003 2004 2005 2006 2007 2008 2003 2004 2005 2006 2007 2008 10-19 925 821 1,311 1,569 1,953 1,808 46,769 56,848 72,559 75,466 58,081 67,723 20-39 9,302 10,009 13,937 11,542 13,360 13,840 606,061 614,984 621,068 650,560 691,304 719,054 40-59 10,607 9,071 9,581 8,478 10,327 12,368 323,561 344,194 353,115 395,371 411,012 450,483 60 o más 2,892 3,700 3,355 909 1,168 3,256 52,596 47,520 56,280 57,129 53,258 56,340 Subtotal 23,726 23,601 28,183 22,497 26,807 31,271 1,028,987 1,063,546 1,103,022 1,178,526 1,213,654 1,293,600 Total 97,405 93,809 104,760 106,078 113,109 120,814 3,098,443 3,209,934 3,276,375 3,435,087 3,548,305 3,640,746 C. Desocupados según sexo y grupos de edad

Grupos de edad

El Valle Nacional Hombre Hombre

2003 2004 2005 2006 2007 2008 2003 2004 2005 2006 2007 2008 10-19 957 3,356 1,748 808 1,649 1,902 59,333 73,938 66,381 49,359 58,868 49,227 20-39 3,271 2,487 3,582 2,572 2,628 2,372 132,804 127,192 153,106 139,493 138,490 128,865 40-59 670 803 314 143 325 708 48,471 42,376 42,911 37,476 38,742 35,084 60 o más 578 340 168 162 132 8,796 8,999 7,171 3,524 4,581 4,008 Subtotal 5,476 6,645 5,983 3,690 4,763 5,113 249,404 252,504 269,568 229,851 240,681 217,184 Grupos de

edad Mujer Mujer

2003 2004 2005 2006 2007 2008 2003 2004 2005 2006 2007 2008 10-19 1,871 2,859 1,905 450 654 1,542 55,958 83,718 72,074 66,186 61,461 55,011 20-39 6,308 10,696 9,658 8,436 7,067 6,412 264,411 292,510 297,279 289,506 276,485 257,031 40-59 1,109 2,723 1,722 1,665 1,336 2,333 63,460 91,178 74,904 77,447 72,351 68,916 60 o más 95 3,820 2,014 2,357 2,996 1,600 Subtotal 9,288 16,278 13,284 10,551 9,057 10,381 383,829 471,226 446,270 435,496 413,292 382,557 Total 14,764 22,923 19,267 14,241 13,820 15,494 633,233 723,730 715,838 665,347 653,973 599,741

Continuación Anexo II.7

Page 68: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-66

CD. Inactivos según sexo y grupos de edad

Grupos de edad

El Valle Nacional Hombre Hombre

2003 2004 2005 2006 2007 2008 2003 2004 2005 2006 2007 2008 10-19 23,321 23,801 31,195 29,127 26,067 31,854 745,181 746,344 750,162 773,238 771,659 811,527 20-39 2,294 3,191 3,042 2,709 3,258 4,677 85,891 93,507 106,453 98,756 100,608 108,914 40-59 938 1,152 1,260 2,398 1,604 2,006 49,836 55,463 66,171 59,275 62,329 75,319 60 o más 2,259 5,784 6,128 4,603 6,307 7,436 181,978 173,890 186,795 204,899 206,783 218,040 Subtotal 28,812 33,928 41,624 38,837 37,235 45,972 1,062,886 1,069,204 1,109,581 1,136,168 1,141,379 1,213,800 Grupos de

edad Mujer Mujer

2003 2004 2005 2006 2007 2008 2003 2004 2005 2006 2007 2008 10-19 26,681 29,573 29,387 35,158 30,552 32,793 819,189 806,502 834,709 863,998 846,549 889,540 20-39 16,810 14,221 12,796 17,363 18,867 17,243 501,658 481,076 460,486 459,180 486,471 490,394 40-59 16,266 11,165 11,840 17,195 14,046 13,092 377,873 362,170 395,250 370,962 400,540 393,296 60 o más 13,283 12,972 12,626 11,125 16,213 18,328 333,311 329,258 352,523 389,697 407,593 407,560 Subtotal 73,040 67,930 66,649 80,840 79,677 81,454 2,032,031 1,979,006 2,042,968 2,083,837 2,141,153 2,180,790 Total 101,852 101,858 108,273 119,676 116,911 127,426 3,094,917 3,048,210 3,152,549 3,220,005 3,282,532 3,394,590 Fuente: ODH/PNUD utilizando la base de datos de ENFT varios años

Anexo II.8 Cantidad de ocupados según sector formal e informal y sexo. El Valle y Nacional, 2003-2008l El Valle Nacional

Sector Hombre Hombre

2003 2004 2005 2006 2007 2008 2003 2004 2005 2006 2007 2008 Informal 60,351 57,350 61,506 67,297 70,497 73,516 1,180,231 1,214,477 1,284,934 1,331,599 1,358,296 1,388,923 Formal 13,328 12,859 15,072 16,284 15,806 16,027 889,022 931,492 888,418 924,962 976,355 958,222 Total 73,679 70,209 76,577 83,581 86,302 89,543 2,069,253 2,145,969 2,173,352 2,256,561 2,334,651 2,347,145

Sector Mujer Mujer

2003 2004 2005 2006 2007 2008 2003 2004 2005 2006 2007 2008 Informal 12,510 13,692 16,873 12,506 13,815 19,966 495,977 518,191 554,179 597,905 618,097 691,362 Formal 11,216 9,909 11,311 9,991 12,992 11,305 533,010 545,354 548,842 580,621 595,557 602,238 Total 23,726 23,601 28,183 22,497 26,807 31,271 1,028,987 1,063,545 1,103,021 1,178,526 1,213,654 1,293,600 Fuente: ODH/PNUD utilizando la base de datos de ENFT varios años

Page 69: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-67

Anexo II.9 Cantidad de ocupados según nivel educativo alcanzado y completado. El Valle y Nacional 2003 - 2008 A. Ocupados según nivel educativo alcanzado y sexo

Nivel Educativo

El Valle Nacional Hombre Hombre

2003 2004 2005 2006 2007 2008 2003 2004 2005 2006 2007 2008 Ninguno 17,108 11,818 12,431 13,776 13,740 23,854 206,557 200,786 200,765 204,020 193,777 219,802 Primaria 36,763 36,827 42,465 44,881 47,398 44,621 1,039,582 1,094,995 1,086,618 1,141,144 1,132,456 1,094,765 Secundaria 14,666 15,179 14,340 16,141 15,862 14,389 536,685 557,878 591,500 607,935 685,724 681,654 Universidad 5,142 6,385 7,342 8,785 9,303 6,679 286,632 292,729 294,470 303,463 322,694 350,924 Subtotal 73,679 70,209 76,577 83,581 86,302 89,543 2,069,456 2,146,388 2,173,353 2,256,562 2,334,651 2,347,145

Nivel Educativo

Mujer Mujer 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2003 2004 2005 2006 2007 2008

Ninguno 3,279 2,791 3,693 1,348 3,109 6,390 58,687 56,604 61,068 59,322 62,622 74,540 Primaria 8,385 7,911 11,392 9,665 10,251 11,540 362,898 394,856 405,505 429,244 426,109 440,209 Secundaria 6,151 7,608 6,424 4,248 5,906 6,659 313,683 307,175 328,870 361,177 385,161 394,110 Universidad 5,911 5,291 6,675 7,237 7,541 6,683 293,719 304,911 307,579 328,783 339,763 384,742 Subtotal 23,726 23,601 28,183 22,497 26,807 31,271 1,028,987 1,063,546 1,103,022 1,178,526 1,213,655 1,293,601 Total 97,405 93,809 104,760 106,078 113,109 120,814 3,098,443 3,209,934 3,276,375 3,435,088 3,548,306 3,640,746

B. Ocupados según nivel educativo completado y sexo

Nivel Educativo

El Valle Nacional Hombre Hombre

2003 2004 2005 2006 2007 2008 2003 2004 2005 2006 2007 2008 Ninguno 46,996 42,920 48,197 48,662 52,450 61,718 998,513 1,028,317 1,015,097 1,059,207 1,029,551 1,055,542 Primaria 16,608 14,919 16,239 19,197 18,082 14,680 555,735 586,640 604,296 613,595 664,795 628,625 Secundaria 8,240 8,916 8,452 10,770 11,016 9,142 341,942 353,327 388,384 415,390 461,009 457,821 Universidad 1,835 3,454 3,691 4,953 4,755 4,004 173,266 178,104 165,576 168,369 179,296 205,157 Subtotal 73,679 70,209 76,577 83,581 86,302 89,543 2,069,456 2,146,388 2,173,353 2,256,561 2,334,651 2,347,145

Nivel Educativo

Hombre Mujer 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2003 2004 2005 2006 2007 2008

Ninguno 11,309 10,073 13,526 9,340 11,625 16,344 333,365 347,330 361,836 378,985 379,225 402,182 Primaria 2,912 4,501 5,946 3,948 4,682 4,304 244,209 255,475 263,403 273,016 293,707 294,822 Secundaria 5,500 6,157 4,451 4,975 5,929 6,308 276,876 274,718 302,852 341,165 345,201 374,949 Universidad 4,005 2,870 4,260 4,236 4,572 4,316 174,537 186,023 174,931 185,360 195,521 221,646 Subtotal 23,726 23,601 28,183 22,497 26,807 31,271 1,028,987 1,063,546 1,103,022 1,178,526 1,213,654 1,293,599 Total 97,405 93,809 104,760 106,078 113,109 120,814 3,098,443 3,209,934 3,276,375 3,435,087 3,548,305 3,640,744 Fuente: ODH/PNUD utilizando la base de datos de ENFT varios años

Page 70: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-68

Anexo II.10 Tasa de formalidad privada (Porcentaje) 2000-2009

Desagregaciones 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 Promedio período 2000-09

Total País 40.5 38.4 37.1 37.9 39.7 36.7 36.4 37.1 35.5 35.4 37.5 Cibao Norte 49.0 45.2 43.0 45.2 46.5 40.8 38.8 39.9 37.1 38.4 42.4 Cibao Sur 34.2 31.2 32.3 32.5 35.9 33.4 29.2 31.5 30.0 30.0 32.0 Cibao Nordeste 20.8 18.9 16.7 17.4 20.0 17.9 22.2 24.2 20.7 20.5 19.9 Cibao Noroeste 23.9 26.8 20.8 26.9 27.0 26.2 26.3 29.3 23.8 22.0 25.3 Valdesia 30.5 32.3 26.7 30.4 32.8 26.4 27.1 28.8 27.7 25.8 28.9 Enriquillo 22.0 19.8 16.6 17.8 18.4 16.6 15.2 12.6 13.0 12.6 16.5 El Valle 8.0 10.2 6.5 7.2 10.7 10.2 10.9 13.1 10.2 9.7 9.7 Yuma 50.6 49.7 43.3 47.3 45.7 43.1 43.8 45.1 44.6 42.0 45.5 Higuamo 37.8 38.4 38.5 37.4 37.5 38.8 34.1 33.6 33.8 31.5 36.1 Ozama o Metropolit. 51.8 48.2 50.0 47.4 48.4 46.4 47.8 47.1 46.1 47.4 48.1 Nota: Los datos presentados por regiones hasta octubre del 2003 deben ser utilizados con precaución debido a que las EFT son representativas a nivel regional solo a partir de 2004. Fuente: Elaborado por la UAAES, Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, a partir de procesamiento de las bases de datos de las EFT del BCRD.

Page 71: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-69

Anexo II.10 Cantidad de ocupados según rama de actividad y sexo. El Valle y Nacional 2003-2008

Sector

El Valle Nacional Hombre Hombre

2003 2004 2005 2006 2007 2008 2003 2004 2005 2006 2007 2008 Agricultura y ganadería 41,651 41,087 43,446 48,641 49,636 52,088 425,140 474,461 408,208 455,669 446,919 486,877 Minería 284 5,498 6,872 7,266 4,766 5,794 3,885 Industria manufacturera 1,940 3,709 3,626 3,666 5,007 3,325 304,998 289,577 310,875 345,537 335,523 330,224 Electricidad 915 299 528 320 769 21,913 19,865 21,168 20,119 17,191 20,815 Construcción 4,635 2,744 4,706 4,735 4,039 4,777 192,845 177,740 213,720 205,420 206,940 234,941 Comercio 9,143 7,856 7,487 9,021 10,660 10,031 423,172 426,207 425,000 431,809 459,992 471,183 Hoteles, bares y restaurantes 368 1,141 966 622 1,122 640 74,470 69,443 86,071 90,173 88,439 98,589 Transporte y comunicaciones 6,315 3,539 3,806 5,224 4,609 5,799 209,870 210,244 217,879 205,773 215,524 220,482 Finanzas 618 865 494 344 329 604 25,512 31,329 31,421 28,917 34,521 34,279 Administración pública y defensa 2,672 3,332 5,720 3,882 3,749 4,271 96,272 111,375 97,264 94,802 103,644 99,954 Otros servicios 5,138 5,639 6,329 6,920 6,832 7,241 230,981 238,068 250,584 263,404 258,868 255,333 Subtotal 73,679 70,209 76,577 83,581 86,302 89,543 2,010,671 2,055,180 2,069,456 2,146,388 2,173,354 2,256,562

Sector Mujer Mujer

2003 2004 2005 2006 2007 2008 2003 2004 2005 2006 2007 2008 Agricultura y ganadería 2,652 2,581 3,152 2,158 2,290 5,865 18,445 20,011 17,751 20,609 30,902 26,328 Minería 207 142 101 491 Industria manufacturera 335 1,093 1,827 1,459 1,598 1,169 156,119 151,728 145,119 148,557 151,206 158,549 Electricidad 329 477 564 177 5,409 4,425 5,243 6,616 9,003 5,539 Construcción 368 294 5,510 5,040 6,459 7,794 6,439 5,095 Comercio 6,749 7,680 7,356 5,168 6,105 7,636 226,285 231,183 216,247 220,687 247,466 244,875 Hoteles, bares y restaurantes 1,761 801 2,272 1,727 1,002 2,189 95,855 102,389 83,778 89,616 103,169 111,304 Transporte y comunicaciones 188 505 822 118 17,973 19,728 21,523 26,981 22,967 23,896 Finanzas 314 340 28,037 30,973 32,277 26,805 27,786 30,223 Administración pública y defensa 1,217 1,435 1,717 1,496 2,465 1,452 47,346 45,396 40,472 45,935 43,901 48,954 Otros servicios 10,644 9,495 11,071 9,422 12,348 12,209 390,078 439,201 460,118 469,806 460,084 523,273 Subtotal 23,726 23,601 28,183 22,497 26,807 31,271 991,055 1,050,280 1,028,987 1,063,546 1,103,022 1,178,526 Total 97,405 93,809 104,760 106,078 113,109 120,814 3,001,725 3,105,460 3,098,443 3,209,934 3,276,376 3,435,088 Fuente: ODH/PNUD utilizando la base de datos de ENFT varios años

Page 72: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-70

Anexo II.11 Estructura de la población ocupada según tamaño de la empresaa (Porcentaje) 2000-2009

El Valle 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 Promedio del periodo

1-4 83.0 79.4 81.6 80.4 76.5 75.1 75.8 74.1 77.0 78.3 78.1 5-10 4.5 5.2 2.5 1.1 2.1 3.2 3.8 3.7 3.8 2.7 3.3 11-19 0.9 1.1 1.4 1.4 2.3 0.9 0.9 1.5 1.5 1.1 1.3 20 y más 11.6 14.3 14.5 17.1 19.1 20.8 19.5 20.7 17.6 17.9 17.3 Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Nacional 1-4 52.5 54.0 54.7 54.4 53.2 55.5 55.5 54.7 56.0 56.1 54.7 5-10 8.5 7.9 7.0 6.5 7.6 7.3 7.2 6.9 6.8 6.6 7.2 11-19 3.8 3.5 3.6 3.3 3.7 3.6 3.3 3.7 3.5 4.2 3.6 20 y más 35.2 34.6 34.7 35.8 35.5 33.6 34.1 34.7 33.6 33.1 34.5 Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

a Referido a instituciones, empresa sea o no constituida en sociedad y negocio de trabajador por cuenta propia, privadas o públicas. Nota: Los datos presentados por regiones hasta octubre del 2003 deben ser utilizados con precaución debido a que las EFT son representativas a nivel regional solo a partir de 2004. Fuente: Elaborado por la UAAES, Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, a partir de procesamiento de las bases de datos de las EFT del BCRD.

Anexo II.12 Población infantil (5-14 años) según situación laboral y escolar (Porcentaje) 2005-2009

El Valle 2005 2006 2007 2008 2009 Promedio 2005-2009

Trabaja y estudia 3.3 1.5 2.7 2.5 2.1 2.4 Solo trabaja 0.9 0.0 0.0 0.7 1.0 0.5 Solo estudia 4.1 4.2 91.4 88.7 90.2 55.7 No trabaja ni estudia 91.8 94.2 5.8 8.1 6.7 41.3 Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 Nacional Trabaja y estudia 2.7 2.6 2.2 1.4 1.3 2.0 Solo trabaja 0.3 0.3 0.2 0.3 0.2 0.3 Solo estudia 92.6 92.0 5.4 92.8 93.6 75.3 No trabaja ni estudia 4.5 5.1 92.1 5.5 5.0 22.4 Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 Fuente: Elaborado por la UAAES, Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, a partir de procesamiento de las bases de datos de las EFT del BCRD.

Page 73: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-71

Anexo II.13 Tasa de formalidad privada (Porcentaje)- 2000-2009

Desagregaciones 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 Promedio período 2000-09

Total País 40.5 38.4 37.1 37.9 39.7 36.7 36.4 37.1 35.5 35.4 37.5 Cibao Norte 49.0 45.2 43.0 45.2 46.5 40.8 38.8 39.9 37.1 38.4 42.4 Cibao Sur 34.2 31.2 32.3 32.5 35.9 33.4 29.2 31.5 30.0 30.0 32.0 Cibao Nordeste 20.8 18.9 16.7 17.4 20.0 17.9 22.2 24.2 20.7 20.5 19.9 Cibao Noroeste 23.9 26.8 20.8 26.9 27.0 26.2 26.3 29.3 23.8 22.0 25.3 Valdesia 30.5 32.3 26.7 30.4 32.8 26.4 27.1 28.8 27.7 25.8 28.9 Enriquillo 22.0 19.8 16.6 17.8 18.4 16.6 15.2 12.6 13.0 12.6 16.5 El Valle 8.0 10.2 6.5 7.2 10.7 10.2 10.9 13.1 10.2 9.7 9.7 Yuma 50.6 49.7 43.3 47.3 45.7 43.1 43.8 45.1 44.6 42.0 45.5 Higuamo 37.8 38.4 38.5 37.4 37.5 38.8 34.1 33.6 33.8 31.5 36.1 Ozama o Metropolitana 51.8 48.2 50.0 47.4 48.4 46.4 47.8 47.1 46.1 47.4 48.1 Nota: Los datos presentados por regiones hasta octubre del 2003 deben ser utilizados con precaución debido a que las EFT son representativas a nivel regional solo a partir de 2004. Fuente: Elaborado por la UAAES, Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, a partir de procesamiento de las bases de datos de las EFT del BCRD.

Anexo II.14 Estructura de la población no económicamente activa según condición de inactividad1 (Porcentaje) 2000-2009

Desagregaciones 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 Promedio 2000-09

El Valle Estudiante 46.2 54.5 49.4 49.8 51.3 53.5 52.5 46.6 50.7 48.4 50.3 Labores del hogar 34.0 28.6 34.3 33.5 28.3 27.3 30.4 35.0 27.8 30.4 31.0 Jubilado, pensionado o

rentista 0.9 1.0 0.5 1.1 1.1 1.4 0.7 0.7 1.6 1.6 1.1 Incapacitado permanente 4.1 2.8 3.7 4.1 3.9 5.5 5.4 4.9 3.8 4.6 4.3 Por edad 4.7 5.7 6.4 6.2 8.8 6.4 4.6 5.7 8.9 8.3 6.6 Otra condición 10.2 7.4 5.7 5.4 6.7 5.9 6.3 7.2 7.2 6.7 6.9

Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 Total país Estudiante 49.4 48.3 49.5 49.8 50.4 49.9 49.9 48.1 48.7 48.8 49.3 Labores del hogar 28.9 28.5 28.1 27.3 27.0 26.7 25.7 26.8 25.9 27.2 27.2 Jubilado, pensionado o rentista 3.0 4.1 4.2 3.8 3.7 3.3 3.4 3.4 3.4 3.3 3.6 Incapacitado permanente 4.3 3.9 3.7 3.5 3.8 4.3 4.6 4.4 4.9 4.7 4.2 Por edad 6.9 7.9 8.1 9.0 7.9 7.9 8.6 8.7 8.9 9.0 8.3 Otra condición 7.5 7.3 6.4 6.6 7.1 7.9 7.8 8.5 8.3 7.0 7.4 Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 1 Autodeterminación de la persona entrevistada. Nota: Las ENFT son representativas a nivel regional a partir del levantamiento de octubre del 2003, por consiguiente, los datos presentados con anterioridad a 2004 desagregados a nivel regional deben ser utilizados con precaución. Fuente: Elaborado por la UAAES, Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, a partir de procesamiento de las bases de datos de las EFT del BCRD.

Anexo II.15 Estructura de la población ocupada según condición de pobreza monetaria del hogar1 (Línea CEPAL) (Porcentaje) (2000-2009)

El Valle 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 Promedio

2000-2009

No pobre 37.3 43.4 32.3 30.4 32.5 33.0 36.8 36.6 38.3 46.4 36.7 Pobre no Indigente 28.3 32.7 32.2 30.5 31.9 30.5 29.1 37.0 34.1 34.6 32.1 Indigente 34.3 23.9 35.5 39.1 35.6 36.5 34.1 26.4 27.5 19.0 31.2 Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0

Total País No pobre 75.4 75.4 74.4 66.8 57.7 61.5 64.4 65.3 64.7 66.7 67.2 Pobre no Indigente 17.6 18.2 18.1 22.9 27.8 25.6 24.1 24.0 24.5 23.9 22.7 Indigente 7.0 6.4 7.5 10.3 14.6 12.9 11.5 10.7 10.8 9.4 10.1 Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0

1 Nivel de pobreza con ingreso corregido sin conceptos no recomendados por Grupo Canberra y línea de pobreza de la CEPAL. Nota: Los resultados de las EFT son representativas a nivel regional a partir del levantamiento de octubre del 2003, por consiguiente, los datos presentados con anterioridad a 2004 desagregados a nivel regional deben ser utilizados con precaución. Fuente: Elaborado por la UAAES, Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, a partir de procesamiento de las bases de datos de las EFT del BCRD.

Page 74: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-72

Anexo II.16 La población pobre en El Valle en valores absolutos 2000-2010

Años

Poblacióna Línea de pobreza CEPAL Línea de pobreza Banco Mundial El Valle Nacional El Valle Nacional

El Valle Nacional Población

en Indigencia

Población en pobreza monetaria

Población en Indigencia

Población en pobreza monetaria

Población en Indigencia

Población en

pobreza monetaria

Población en

Indigencia

Población en pobreza

monetaria

2000 356,187 8,396,231 194,189 274,866 1,229,482 3,191,676 140,026 246,311 755,157 2,324,670 2001 378,786 8,532,540 152,520 263,935 1,228,917 3,279,901 113,620 225,098 721,570 2,383,866 2002 371,605 8,671,059 188,360 290,503 1,323,932 3,337,198 153,226 260,418 865,576 2,455,096 2003 330,387 8,811,828 182,683 264,626 1,732,465 4,158,403 132,533 243,014 1,097,600 3,137,603 2004 284,896 8,954,882 138,922 222,872 2,238,909 4,976,210 104,029 193,239 1,420,894 3,849,761 2005 299,225 9,100,259 133,448 228,428 2,262,848 4,875,602 98,212 202,270 1,404,464 3,689,318 2006 303,012 9,247,993 127,622 221,616 1,995,749 4,586,097 99,668 196,905 1,207,852 3,418,244 2007 309,375 9,398,127 126,888 233,314 1,963,369 4,571,746 84,508 201,278 1,111,736 3,363,993 2008 340,109 9,550,699 141,748 255,408 1,985,192 4,718,109 102,266 216,918 1,128,522 3,488,960 2009 345,782 9,705,748 113,322 233,046 1,823,789 4,597,929 85,023 199,194 1,008,710 3,303,074

Fuente: Elaborado por la UAAES, Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, a partir de procesamiento de las bases de datos de las EFT del BCRD Nota: Los datos presentados por regiones hasta octubre del 2003 deben ser utilizados con precaución debido a que las EFT son representativas a nivel regional solo a partir de la encuesta de octubre del 2003. a Los datos de población no coinciden con las estimaciones de la ONE que se utilizan en otra parte de este informe. Las estimaciones del SISDOM se mantienen para hacer consistente con las estimaciones de pobreza.

Anexo II.18 Recursos económicos (RD$) anuales necesarios para erradicar la pobreza monetaria e indigencia. como porcentaje del producto interno bruto (PIB) 2008 y 2009

Pobreza según medición CEPAL

2008 2009 Indigencia monetaria Nacional 1.0 0.8 Pobreza monetaria Nacional 5.6 4.8 Indigencia monetaria El Valle 0.1 0.0 Pobreza monetaria El Valle 0.3 0.3 Fuente: Elaborado por la UAAES, Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, a partir de procesamiento de las bases de datos de las EFT del BCRD.

Anexo II.17 Anexo Ingreso familiar mensual por persona en pesos corrientes Ingreso nominal Ingreso real

Años Nacional Del Valle #a Nacional Del Valle #a 2005 4,505 2,345 9 4,370 2,273 9 2006 5,272 2,739 9 4,820 2,505 9 2007 5,425 2,765 9 4,660 2,375 9 2008 6,027 3,209 10 4,631 2,465 10 2009 6,371 3,733 9 4,885 2,862 9

Fuente: Elaborado por la UAAES, Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, a partir de procesamiento de las bases de datos de las EFT del BCRD a La posición indica el 1 como el valor más elevado y 10 como el valor más bajo.

Page 75: Informes Previnciales de Desarrollo Humano> El Valle

II-73

Anexo II.19 Total de recursos económicos (RD$) anuales necesarios para erradicar la pobreza monetaria e indigencia (En millones) 2008 y 2009

Pobreza según medición CEPAL Banco Mundial

2008 2009 2008 2009 Indigencia monetaria Nacional 15,925.0 14,406.4 705.0 632.2 Pobreza monetaria Nacional 89,591.8 85,222.6 5,477.5 4,849.9 Indigencia monetaria El Valle 1,194.6 861.5 42.7 35.4 Pobreza monetaria El Valle 5,323.9 4,510.7 457.2 311.4 Fuente: Elaborado por la UAAES, Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, a partir de procesamiento de las bases de datos de las EFT del BCRD.

Anexo II.20 Promedio de recursos económicos (RD$) anuales por hogar pobre e indigente necesarios para erradicar la pobreza monetaria e indigencia (Línea Internacional del Banco Mundial) (En millones) 2008 y 2009

Pobreza según medición CEPAL Banco Mundial

2008 2009 2008 2009 Indigencia monetaria Nacional 35,301 34,844 11,080 11,159

Pobreza monetaria Nacional 80,294 78,839 23,074 22,839 Indigencia monetaria El Valle 38,693 34,549 11,303 12,701

Pobreza monetaria El Valle 87,630 82,537 25,062 22,163 Fuente: Elaborado por la UAAES, Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, a partir de procesamiento de las bases de datos de las EFT del BCRD.

Anexo II.20 Índice empoderamiento en educación. Región El Valle Indicadores El Valle Índice Posición Nacional Índice Índice de cobertura 0.478 9 0.641

Tasa neta de matriculación en primaria (2002) 82.6 0.36 8 85.6 0.56 Tasa neta de matriculación en secundaria (2002) 26.9 0.37 8 34.5 0.65 Desigualdad de género en matriculación en básica (2005-2006) 3.69 0.21 1 1.43 0.71 Desigualdad de género en matriculación en media (2005-2006) 1.96 0.97 10 5.23 0.64

Índice de calidad 0.562 2 0.529 % de estudiantes que no son repitentes (2005-2006) 92.3 0.39 10 94.7 0.66 % de docentes con licenciatura o superior (2005-2006) 48.6 0.33 9 56.9 0.51 Calificación promedio en pruebas nacionales, básica, 2002-2006 59.6 0.64 1 57.6 0.47 Calificación promedio en las pruebas nacionales, media (2002-2006) 59.9 0.91 1 55.5 0.57 Estudiantes por salón de clase, 2005-2006 25.1 0.55 8 26.7 0.43

Índice de empoderamiento en educación 0.520 7 0.585 Fuente: INDH/ODH 2008