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TURISMO:
Santuario de Nuestra Señora Santa María de A Franqueira
Romerías de la virgen de A Franqueira
Introducción:
®Carmen D. Simons, A Cañiza
Durante el año se celebran en el municipio de A Cañiza, al sur de la
provincia de Pontevedra, dos romerías cuya devoción nos conduce al
siglo VII. Se trata de las romerías de Primavera y de Verano de Ntrª.
Señora la Virgen de A Franqueira, también conocida como Virgen de la
Fuente. Los historiadores sitúan su procedencia en el siglo VII y junto
con la Virgen de A Barca y la de As Ermitas, son las tres tallas marianas
más antiguas de Galicia.
La Virgen de A Franqueira es conocida mas allá de la provincia
de Pontevedra, llegando su veneración a todas las villas marineras así
como al norte de Portugal. De su historia, leyenda, romerías, santuario
y Monasterio hablaremos más adelante, recogiendo los datos más
significativos que aparecen en las monografías de muchos autores que escribieron sobre esta hermosa imagen
tallada quizás por un cantero gallego, en granito de trazas románicas con reminiscencias góticas. Su hermosura fue
alabada por escritores, poetas, periodistas, pintores y escultores. En los años veinte, del siglo pasado, D. Ramón
Cabanillas recuperó un pintoresco romance que recreaba, en verso, la lucha dialéctica entre un príncipe moro y un
cristiano que forman parte de una de las leyendas de la Virgen cuya representación teatral se repite todos los años
durante la romería de septiembre. También el pintor Sotomayor plasmo en sus lienzos la hermosura de la Virgen. Su
cuadro se encuentra expuesto en el salón presidencial de la Casa de Galicia en Buenos Aires.
HISTORIA Y TRADICION Emplazamiento del Santuario y Antigüedad de la Virgen.
La villa de A Franqueira, Parroquia - Santuario de la Diócesis de Tui, se encuentra emplazada en una áspera montaña
de las proximidades de A Cañiza, entre valles y abruptas montañas que sirven de asiento a las aldeas vecinas de A
Cañiza, Salvatierra, Covelo y Mondariz.
A la villa de A Franqueira, acuden, desde tiempos inmemoriales, incontables devotos de una antiquísima y
milagrosa Imagen de la Virgen, aparecida allí de una forma prodigiosa, según testimonia la tradición.
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La existencia de la Virgen data de los primeros siglos del Cristianismo. En la Obra "Anales del Reino de
Galicia", el erudito Doctor D. Francisco X. de la Huerta y Vega considera en el año 1.733 que las tres imágenes
marianas más antiguas que Galicia conserva del tiempo de los Godos, a las que se le dio público culto en el siglo VII,
son las de Ntrª Señora da Barca de Muxía, Ntrª Srª. da Franqueira y Ntrª. Srª. da Ermidas do Bolo . Son muchos los
historiadores que confirman esta opinión y añaden que nuestra Imagen tiene su origen en los tiempos de la época
Visigótica, después de la abjuración del Arrianismo en España. También el historiador D.Gregorio de Argaiz publicó, en
el año 1.675, que el origen del monasterio de A Franqueira se remonta a los tiempos de San Fructuoso ( siglo VII ).
( Las herejías de Arrio se infiltran en la Monarquía de los Godos y los monarcas trataron de oprimir la
conciencia del Pueblo Español, Católico en su mayoría, y arrastrarlo al Arrianismo que era la religión Oficial del Estado.
La intolerante actitud del rey Leovigildo provocó el alzamiento de su hijo Hermenegildo, heredero del Trono, que
apoyado por los Católicos, sostuvo una Guerra contra su padre, hasta que vencido el Príncipe y hecho prisionero
mereció la Palma del Martirio en el año 585 por no querer abjurar de la Fe Católica.
A Leovigildo le sucedió Recaredo, arriano también, pero este Monarca, hijo de madre católica y recibidor de
las enseñanzas de su tío San Leandro, Arzobispo de Sevilla, abjuró de la secta arriana y convertido al catolicismo,
convocó el Concilio III de Toledo donde se proclamó la Unidad Católica de España, una de las imágenes esculpidas y
veneradas en aquella época, es la que se descubrió por indicación divina en las montañas de A Franqueira, después
de permanecer oculta por tiempo ignorado).
LA LEYENDA DE SU APARICIÓN Cuándo y por quién se verificó la ocultación de la Imagen no consta,
únicamente se tiene noticia de su aparición. La fecha se puede fijar en
la época de la invasión agarena.
En el transcurso de varios siglos fueron descubiertas en
España varias imágenes. Estas apariciones tienen su explicación en la
Gran Catástrofe que experimentó España a principios del siglo VII,
cataclismo social en el que se hundió la Monarquía de los Godos y
fecha en la que, lanzándose los árabes, después de la funesta derrota
del Guadalete, por toda España, derribaron Instituciones, destruyeron
los templos y profanaron los objetos consagrados al culto Cristiano.
En aquellos tiempos los Cristianos ocultaron cuidadosamente
las Imágenes mas veneradas de su culto, en las espesas arboledas o
en las ásperas peñas de las más inaccesibles montañas, para, así,
evitar el ultraje de los Bárbaros y de los fanáticos sectarios de Mahoma
y huyeron delante de los vencedores, buscando refugio en las
escabrosidades de las Montañas del Norte para comenzar allí una lucha
heroica contra el invasor, que duró siete siglos.
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Recuperado el suelo Español por los sucesivos esfuerzos de los Reyes Cristianos, perdida la memoria de los
lugares donde se escondieran las imágenes y reanimada la agricultura ( que volvió a roturar los campos, tantos siglos
sin cultivar ) y una vez que se volvió a apacentar el ganado, era natural que fueran apareciendo muchas imágenes
ocultas por los antiguos cristianos españoles. Era natural que los descubridores de las Imágenes fuesen labradores y
pastores, gentes de costumbres sencillas, de fe y que por sus ocupaciones estaban siempre en los campos, bosques y
montañas.
La causa de la ocultación de la Virgen de A Franqueira, se puede explicar por las mismas razones que
determinaron las de las demás:
"Los ejércitos Sarracenos, capitaneados por el Caudillo Aucupa, invadieron Galicia en la primavera del año
738 y ante su orden de destrucción de los templos y altares, es probable que algunos fieles piadosos confiasen la
salvación de la Imagen de su Patrona a las ásperas peñas de aquella inaccesible montaña, hasta que desapareciera el
peligro musulmán."
LEYENDA y TRADICIÓN
Cuenta la tradición, aunque sin fijar fecha que una pobre anciana acostumbrada a apacentar su rebaño en los
campos de aquellos contornos, que desde aquella recibe el nombre de " O Couto da Vella" , una noche, al recoger su
pequeño rebaño, un vivísimo resplandor iluminó la parte más escabrosa del monte y entre un gran grupo de peñas y
matos vio una imagen hermosísima de la Virgen María.
Difundida por toda la comarca la noticia del hallazgo, las sencillas gentes del lugar adoraron la imagen de la
divina protección de la cual acababan de verse enriquecidos y decidieron construirle una ermita en el mismo lugar de
su aparición, en el justo límite de los términos de Luneda y A Franqueira. Pero la desigualdad del terreno hacía
imposible toda construcción y, añade la leyenda, que esta dificultad suscitó una disputa entre las dos parroquias
vecinas, pretendiendo cada cual que radicaban en su término las piedras que servían de escaño y pedestal a la Virgen
y que le correspondía su posesión.
Para dirimir la cuestión acordaron colocar a la Santa Imagen con las piedras que pisaban sus divinas plantas
en un carro del país y que varias juntas de bueyes de los distintos lugares limítrofes, con los ojos vendados y sin guía,
marchasen en alguna dirección que decidiese el emplazamiento de la ermita.
En aquel terreno abrupto y de difícil acceso, los animales dieron varias vueltas, estimulados por el aguijón,
hasta que Franquearon la salida y tomaron el camino más desembarazado, mas Franco, hacia el lugar que después se
denominaría AA Franqueira ".
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LA PRIMITIVA ERMITA
En el sitio que hoy ocupa el cementerio, donde se detuvo la Carreta Sagrada, los vecinos erigieron una
modesta ermita a la Virgen y la aclamaron su Patrona, adornándola según su pobreza y cortedad de medios. La
imagen aparecida, que tuvo allí su primer Altar y viene venerándose en su actual Santuario, es una hermosa
escultura en piedra gallega de granito, gótica con trazas románicas.
La primitiva Imagen fue venerada en aquella ermita con el nombre de Nuestra Señora da Fonte. Algunos
historiadores, como el Padre Villafánez, afirman que se llamó así por la fuente de aguas cristalinas que brotó de las
piedras en las que se asentaba la Imagen cuando fue descubierta. Del agua de este manantial siguen bebiendo los
romeros, pues se cree que es buena para curar ciertas dolencias. Como muestra de este hecho prodigio, se señalan
unas hendiduras que hay sobre una peña que dicen son las rodeiras del carro en el que se bajó a la imagen.
El nombre de María da Fonte tiene su natural explicación en los beneficios y favores que continuamente
prodigaba y en el piadoso agradecimiento de sus devotos manifestado en Cánticos de alabanza:
"...Eres de gracia
Fuente copiosa
Siempre manando
nunca te agotas..."
Los continuos y frecuentes milagros obrados por la
Virgen, en breve difundieron su fama, viéndose muy
concurrido el Oratorio de gran número de fieles que de
todas partes acudían a cumplir sus votos.
Hay quien afirma que al Santuario de A Franqueira
vino como Peregrina "A Raíña Santa". La historia de
aquellos tiempos nos cuenta que, así era llamada, por el
Pueblo, la Infanta Dn0 Isabel, hija de D.Pedro III de
Aragón, que fue Reina de Portugal por su matrimonio con
el Rei Dionisio I y venerada en los Altares con el nombre
de Santa Isabel de Portugal. Hasta que se construyó la
carretera actual que comunica Ourense con Vigo, a
mediados del siglo XIX, por la pequeña población de A
Franqueira pasaba o camiño ou vereda real de Ourense a
Tui y Vigo.
La imagen no fue trasladada a la iglesia
conventual hasta el siglo XIV, pues durante este tiempo
contaba con capilla propia, que aun existía en 1.780, y en la
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que también había una imagen de la Virgen, pues el 11 de diciembre de dicho año el visitador episcopal ordenó Aque
se retoque el rostro de la Stta. Ymagen, y se quite la disformidad de los ojos, y se reteje la Capilla, y hasta tanto no se
diga misa en ella1". En el año 1.852 el historiador tudense Francisco Ávila y La Cueva escribe: Atiene un reducido
Monasterio de Monjes Bernardos, cuya Yglesia es la que sirve de parroquia: y en ella se venera con muy especial culto
una devotísima y antiquísima imagen de Ntrª. Srª. Bajo el título de La Fuente, y también de la Franqueyra2".
PROCESIONES Y ROMERIAS Antiguamente, ( en la
primera mitad del siglo XVIII ) tenía
lugar en este santuario, a lo largo de
todo el año, cinco fiestas marianas:
en la Pascua de Navidad, en la de
Resurrección, en la de Pentecostés, o
15 de agosto (Asunción de la Virgen )
y el 8 de septiembre (Nacimiento de la
Virgen ). De todas ellas en la
actualidad solo quedan dos: la de
Pascua de Resurrección ( As
Pascuillas) y la del mes de septiembre.
Grande fue la concurrencia
de fieles a este Santuario en todo
tiempo, pero muy principalmente, en las festividades de la Pascua del Espíritu Santo y de la Natividad de la Virgen, a
las que van unidas piadosas prácticas y costumbres legendarias que constituyen la poesía del culto popular de Nuestra
Señora de A Franqueira.
1 Libro de la cofradía del Santísimo y nuestra Srª. (1.696 - 1860 ) y Ánimas ( 1739 - 1862), Fols. 81 y 81v, Arquivo
diocesano de Tui - Vigo.
2 Historia Civil y Eclesiástica de la ciudad de Tui y su Obispado. Consello da Cultura Galega, 1995, II, pp. 352-353.
A la fama que adquirieron estas procesiones y romerías, contribuyó una gloria de la pintura, Sotomaior, que
visitó el Santuario en el año 1922. Esta visita al Santuario le sirvió de inspiración para pintar un hermoso lienzo que
expuso en Buenos Aires y fue adquirido por el Centro Gallego de esa capital para lucirlo en uno de sus mas suntuosos
salones, visitado diariamente por multitud de personas. En esa capital el cuadro es de gran veneración.
La Romería de Primavera: Peregrinación de As Pascuillas.
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Esta peregrinación se celebra el lunes de Pascua del Espíritu Santo. Es una fiesta de primavera donde se
escuchan tiernas y sencillas canciones medievales y se admiran los ceremoniosos pasos de una antigua liturgia
popular.
" En la época en la que los frutos de la tierra y las flores comienzan a florecer, en la época en la que tristes
presentimientos vienen a mezclarse con las esperanzas del labrador y algunas lluvias vienen a perturbar su descanso,
en esta época, todas las aldeas circunvecinas de la Villa de A Franqueira, tienen la costumbre inmemorial de ir, en
rogativa , al santuario, agrupadas por feligresías, con sus pendones parroquiales y las Imágenes de las Virgenes
Patronales.
Por los caminos sombríos y cortados que conducen al Santuario, centenares de romeros entonan estrofas,
impregnadas de gallega melancolía para que la bondadosa Virgen de A Franqueira conceda los suaves “orballos” y
soles templados que producen el pan cotidiano que nos mandaron trabajar:
Virxen d'a Franqueira Bendice o arado
n'a pedra labrada o legón y-o pico
de viñas e prados o san y-o tolleito
arredra a xiada o probe y-o rico.
Bendice amorosa Bendice os suores
a palla y-a espiga d'o santo traballo
as follas d'a rosa as pingas d'a choiva
é o dente d'a ortiga y-as pingas d'o orballo
En las encrucijadas de los senderos parroquiales se van uniendo las procesiones de las diversas feligresías, y
en cada encuentro se celebra una bella ceremonia protocolaria. Los pendones parroquiales se cruzan y abaten,
reverencialmente, por tres veces al compás de rítmicas genuflexiones de sus portadores. Las Sagradas Imágenes se
acercan e inclinan mientras los peregrinos cantan a coro una salutación.
Siguiendo las veredas y repliegues del monte, la peregrinación llega a las tierras agrias, de uces y de tojos de
las altiplanicies, y en un cerco en el que crecen “as xestas” envaradas y fuertes, las mujeres casaderas practican una
costumbre tradicional: casarán en el plazo de un año si aciertan a anudar con solo dos dedos los tallos flexibles sin
equivocarse en el recitar de una copla legendaria: " Virxe da Franqueira - miña compañeira- pró ano que vén- non
virei solteira".
Son muchas las imágenes que componen esta peregrinación. Mondariz, Mondariz-Balneario, Vilasobroso,
Cumiar, Lira, Mouriscados, Uma, Batalláns, Meirol, Paraños, A Cañiza, As Achas, Parada, Valeixe, Lamosa, Crecente,
Maceira..., y entre ellas la más famosa de todas, " A Fariñeiriña" de la Parroquia de Mondariz.
Cuando la procesión llega a la calzada enlosada, entre las murallas del ruinoso Monasterio, muchos
peregrinos suben de rodillas. Ante el Altar de la milagrosa Imagen son depositados numerosos ex -votos y ofrendas.
Todos se afanan por tocar los sagrados vestidos, con medallas, rosarios y otros objetos piadosos y, con el más
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religioso desorden, se atropellan unos a otros en la piadosa tarea de andar de rodillas alrededor de la Santa.
Romería de Verano.
Guardián de la Tradición, la Villa
de A Franqueira, se proclamó, desde
tiempos inmemoriales y hasta el momento
presente, en el "Baluarte" de la Virgen de la
Fuente, más conocida como Virgen de A
Franqueira. Todas sus romerías refulgen
originalidad, belleza, fe y espiritualidad. En
la romería de Verano, el día 8 de
septiembre, las proximidades del Santuario
son invadidas por una inmensa multitud de
romeros, cerca de diez mil, de todos los
lugares de Galicia, especialmente de las Rías
Baixas, por la gran devoción que a esta Santa consagra la gente marinera.
Es este el único día del año en que la Excelsa Patrona desciende de su Trono y sale en procesión por los
caminos de la aldea. Sale la Imagen en un carro de labranza tirado por bueyes que llevan los ojos vendados,
tradición que, conservada a través de los siglos, recuerda y confirma el fausto suceso de su traslación a aquellos
lugares.
Los coordinadores del festejo buscan, previamente, 8 parejas de jóvenes del lugar, para que dancen durante
la Procesión. Se trata de un baile sumergido en religiosidad, con música apropiada, sostenida y ajustada a
reverencias, inclinaciones y rituales de siglos pasados.
Al cruzar la Imagen la Plaza del Santuario, la procesión se detiene para presenciar el acto emotivo de la
lucha entre el Cristiano y el Príncipe Moro. El origen de esta práctica se remonta a uno de los milagros mas
resonantes atribuidos a la Virgen de A Franqueira:
" En oscura celda y cargados de cadenas gemían cautivos en tierras de Argel ciertos cristianos que
eran muy devotos de Nuestra Señora de A Franqueira y a ella se encomendaban día y noche para que los
librase de tan duro y prolongado cautiverio. Tan confiados estaban de su ayuda que los moros encargados de
su custodia, para hacerles perder toda esperanza, los metieron en unas arcas de madera, aseguradas con
grandes barras de hierro y cerradas con candados, sobre las que descansaban y dormían sus guardadores.
" Una noche por ministerio de los Angeles, las arcas, con los moros que dormían sobre ellas, fueron
trasladadas, desde el país de Argel hasta las puertas del Templo de A Franqueira, donde y ante los ojos
asombrados de los moros, las arcas se abrieron por sí mismas y quedaron los cristianos libres de sus cadenas
y prisiones."
Existe un hermoso romance popular que recoge el diálogo entre el cristiano y el Príncipe Moro, lo que, por su
originalidad se consigna aquí en su desarrollo principal:
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Cristián:
( Virxen e Raíña da Fonte,
Señora Santa María!
por erro de mal amor,
Pecados de mala vida,
Na terra Moura de Arxel,
Terra de Cautivería,
O Rey Mouro Birnaron,
Prisioneiro me facía.
Prosigue el romance con una lucha dialéctica entre los dos protagonistas ( Príncipe Moro y Cristiano ), las palabras son
el arma de fuego utilizada por el Moro para abatir y conquistar al Cristiano, más aun, este último arropado por el aura
de su Fe no se deja convencer, rechazando tesoros, hermosos Paraísos y lujosos harenes. El enfrentamiento continúa,
pero deja de ser dialéctico para transformarse en un duelo a muerte. Blanden sus espadas, combaten y el Príncipe
Islámico cae malherido ante los pies del Cristiano defensor de Nuestra Virgen.
Llegados a este punto, o Príncipe Moro exclama:
( Morto son ! Prega me vale a Señora Santa María.
El Romance finaliza con una preciosa moraleja:
( O cabo dos anos mil,
contados día por día
fará en tí novo milagro,
a Virxe Santa María.
E verás a túa alma,
de culpas e pecado limpas!.
En presencia de la Virgen, todos los días de esta Romería, cuatro parejas de jóvenes del lugar, exhiben unas
Danzas ancestrales, transmitidas de padres a hijos. Se ejecutan con Cucos de Madera, también denominados
"Paucinhos", cintas entrelazadas, entretejiendo un mástil central.
Los danzantes van ataviados, como obliga la costumbre, con camisas y pantalones blancos, portando fajas y
bandas con los colores de la bandera Gallega y Nacional. Las mujeres visten, también, de blanco ( blusa, falda, mandil,
refajos...), complementados con adornos dorados y multitud de bordados al tiempo que lucirán las joyas más antiguas
de sus familiares.
Existió un texto antiguo en gallego que se perdió, que fue cambiado por otro en castellano a mediados del
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siglo pasado cuando ya no había monjes en el monasterio. Este segundo texto podría ser obra de algún cura del
santuario. Finaliza con estos versos que dice el moro después de ser ya vencido:
No me mates, buen cristiano,
que ya me doy por vencido,
y antes de que yo me muera,
recibir quiero el bautismo.
El cristiano responde que no atenderá su petición porque lo prohibe Jesucristo, Sin embargo quiere que se lo
agradezca a la Virgen:
Doy las gracias al Santísimo
Y a la Virgen de la Franqueira
( Vivan los buenos cristianos !
( Que muera el mahometismo !.
En la década de los años veinte del siglo pasado, el poeta gallego Ramón Cabanillas se dedicó a recoger el
antiguo romance, que aún recuerdan, en parte, las personas mayores de los alrededores, rehaciendo uno nuevo en el
que los protagonistas siguen siendo el príncipe moro y el cristiano, pero el moro, ahora, es un rey al que llaman
Birnarém o Bisnarém, relacionado, desde antiguo, con estas tierras de A Franqueira, pues en la parte del libro mágico
de San Cipriano - o Ciprianillo - donde figura la lista de los tesoros ocultos que hay en Galicia, lo que lleva al número
79 se localiza en A Franqueira: Ao sul de Franqueira, 19 homens de longo, no pico do Altinho, está encantado num
sotulho o mouro Bisnarém deitado sobre ouro e con sapatos reflectidos de brilhantes da coroa de um rei godo. Así se
recoge en una de las ediciones portuguesas que se editaron sobre este famoso libro.
EL MONASTERIO Sobre el monasterio no se tienen noticias hasta el año 1.506, en que Fernando I le concedió el dominio del coto
correspondiente a dicho lugar. La afluencia cada vez más considerable de peregrinos al Santuario y las cuantiosas
limosnas que su reconocimiento depositaba en las aras de su Altar, hicieron que a finales del siglo XIII se pensase en
la construcción de un templo más capaz y de mejor arquitectura que la Primitiva ermita.
A esta idea se unió la de construir un Monasterio en el que la Comunidad Religiosa, de las muchas que de
aquella florecían en España, se consagrase la de mayor extensión y esplendor al culto y a contar alabanzas de la
célebre Imagen. En el año 1293 fue entregado el Santuario a los hijos del glorioso San Bernardo, que rápidamente
edificaron allí su casa conventual y el nuevo Templo, fundando una Abadía bajo la protección de la Virgen milagrosa y
como perpetuos capellanes suyos.
Enseguida resplandeció aquel Monasterio por la santidad de sus moradores, que lo convirtieron en uno de los
sitios más austeros de su esclarecida Orden y el Santuario de Ntrª Señora de A Franqueira, nombre que lleva desde
entonces, aumentó cada día su celebridad con los nuevos milagros obrados por la Santa Virgen con los que de todas
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partes acudían a implorarle, no solo en los límites de la Diócesis de Tui, sino fuera de ella y en el norte de Portugal.
En las festividades principales las paredes del Templo se cubrían de mortajas, figuras de cera, de oro, de
plata y de otros metales, de vestidos y de otros objetos que, si no se vendiesen non cogerían en el Templo. En esos
días, o cuando alguna calamidad pública afligía a la Comarca, la hermosa Imagen con ricos vestidos y joyas, era
sacada en procesión sobre un carro muy adornado de flores, cintas y colgantes y tirado por bueyes muy engalanados,
también, con collares e campanillas de plata.
Llegó un tiempo en que las rentas del Monasterio no eran suficientes para sostener la Abadía con el número
de religiosos que exigía el reglamento de la Orden, y por esta causa, en el año 1520, el Soberano Pontífice León X, la
redujo a Priorato; y aunque años después, D. García Sarmiento, Señor de Sobroso, solicitó y obtuvo el consentimiento
para que pudiese reintegrarse a su antigua dignidad, no logró realizar las condiciones para poder constituir la Abadía
independiente. El Priorato de A Franqueira fue, seguramente, filial de la Comunidad de Oseira, el llamado hoy "Escorial
de Galicia" , famoso Monasterio fundado en el año 1137 y que tuvo por casa madre a la Abadía de Claraval.
En el año 1835, el Consejo de Regencia que gobernaba España durante la minoría de edad de la Reina Isabel
II, decretó el despojo de los bienes de la Iglesia y la exclaustración de los religiosos, quedando extinguidas las
Ordenes Monásticas.
Al quedar abandonada la Casa Conventual de A Franqueira, la acción del tiempo completó la obra
destructora y el Templo de Ntrª Señora que se conserva hasta hoy, quedó convertido en Iglesia Parroquial servida por
un Cura Párroco encargado del Culto y administración del Santuario.
EL TEMPLO
Se trata de un edificio sólido, todo de piedra y de simétricas
proporciones en su altura y adorno, fue reedificado a finales del siglo
XVIII y de la antigua fábrica monástica solo se conserva, bajo un
rústico soportal, una hermosa portada románica muy rica en
decoración.
Para su estudio es digno tener en cuenta la opinión de D.
Xesús Carro expuesta en unas "Notas Arqueológicas ". Dice el ilustre
arqueólogo:
"Los elementos antiguos que se conservan, como son los del ábside,
canecillos y portada del Santuario, nos hacen creer que su fecha cae
de lleno en el siglo XVI. Los citados elementos, arqueológicos, aún
cuando de una gran tradición románica, contienen una imperceptible
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influencia gótica que caracteriza los monumentos, sobre todo rurales que se construyeron por esta época en
determinadas comarcas de Galicia. Lo mejor que se nos presenta para el estudio es la hermosa Portada.
Indudablemente la puerta de cuatro archivoltas a cada lado, con otros tantos codillos, sus columnas de fustes
cilíndricos y capiteles historiados, imitando el arco abocinado e medio punto, se inspira en el estilo románico del siglo
XII. Se nota cierta impureza que testimonia una época más avanzada, cual nos revelan los ángeles orantes de la
archivolta que rodea el tímpano, el ábaco de los capiteles y la ornamentación de las rosetas. Son, como los mismos
asuntos desarrollados en los capiteles, el goticismo gallego del siglo XIV. Este se confirma más en el tímpano, que
representa "La Adoración de los Reyes Magos". La virgen coronada teniendo al niño sobre su rodilla izquierda, está
sentada y bajo un Trono de arco tribolado y gablete con torres y almenas, que manifiestan su procedencia gótica.
Sostienen este doselete unos ángeles. Uno de los Reyes está arrodillado, y los otros dos de pie. En el lado izquierdo,
un monje orador y San José sentado. A ambos lados del tímpano un escudo de armas, que debieron ser aplicados
posteriormente, como puede observarse en la mutilación del mismo tímpano".
El interior de la Iglesia es relativamente espacioso, y sus paredes están cubiertas de numerosos ex -votos y
presentes, y tapizadas con pinturas e inscripciones que revelan los peligros de la muerte y las aflicciones de las que se
vieron libres los devotos de aquella sagrada Imagen.
El Altar Mayor en el cual está colocada la Virgen es un camarín de estilo barroco. La Santa Imagen de piedra,
aunque sentada, parece estar de pié con los ricos y hermosos vestidos superpostos, de corte monxil. Consérvanse as
pedras que primitivamente “holló con sus divinas plantas”, colocadas sobre unha fermosa lápida, que serve de peaña,
sostida por catro vistosas columnas que, en forma de cruz, dan capacidade bastante para que a piedade cristiá
reverencie aquel sitio coa humilde e devota cerimonia de andar de xeonllos.