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GIJÓN, 7 de julio de 2020 • DIARIO DE LA SEMANA NEGRA • DECANO DE LA PRENSA NEGRA MUNDIAL ÉPOCA XXXIII GRATUITO 5 www.semananegra.org MI MAPA DE LOS AFECTOS Por Ana Merino Página 2 UNA PANDEMIA, LA LITERATURA Y ALGO DE LOCALISMO GLOBAL Por Fermín Goñi Páginas 4 y 5 q El gran cometido de la SN siempre ha sido la promoción de la lectura; y este año que hemos renunciado a casi todo, no lo hemos hecho a las casetas de la Feria del Libro. Libros para todos los gustos y colores, de todos los géneros, en español y en asturiano, adultos e infantiles, nuevos y de saldo, para que no haya excusa para no salir de la feria sin una bolsa pesada, llena de adqui- siciones. Los libreros nos cuentan que las ventas están siendo buenas: los propios autores invita- dos a esta edición de la SN pasan por allá todos los días, cargados con sus propias bolsas, como lo hizo ayer Juan Madrid. «De libro», fue el titular de un AQ años ha. Así somos: de libro. INOCULANDO EL LECTURAVIRUS INOCULANDO EL LECTURAVIRUS

INOCULANDO EL LECTURAVIRUS · 2020. 7. 7. · los gustos y colores, de todos los géneros, en español y en asturiano, adultos e infantiles, nuevos y de saldo, para que no haya excusa

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GIJÓN, 7 de julio de 2020 • DIARIO DE LA SEMANA NEGRA • DECANO DE LA PRENSA NEGRA MUNDIAL • ÉPOCA XXXIII • GRATUITO • Nº 5

www.semananegra.org

MI MAPADE LOS AFECTOS

Por Ana Merino

Página 2

UNA PANDEMIA,LA LITERATURA

Y ALGO DELOCALISMO GLOBAL

Por Fermín Goñi

Páginas 4 y 5

q El gran cometido de la SN siempre ha sido la promoción de la lectura; y este año que hemosrenunciado a casi todo, no lo hemos hecho a las casetas de la Feria del Libro. Libros para todoslos gustos y colores, de todos los géneros, en español y en asturiano, adultos e infantiles, nuevosy de saldo, para que no haya excusa para no salir de la feria sin una bolsa pesada, llena de adqui-siciones. Los libreros nos cuentan que las ventas están siendo buenas: los propios autores invita-dos a esta edición de la SN pasan por allá todos los días, cargados con sus propias bolsas, comolo hizo ayer Juan Madrid. «De libro», fue el titular de un AQ años ha. Así somos: de libro.

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martes, 7 de julio de 20202

Mi mapa de los afectosHe llegado a la novela desde el espacio de la madurez. La cu-

riosidad por entender a los demás, y los pensamientos que he idoacumulando a lo largo de los años, se fueron transformando en lastramas de una novela de personajes. Me fui a vivir a los EstadosUnidos hace más de dos décadas y la atmósfera de ese país ha im-pregnado mi mirada. Somos seres sociales; son las relaciones conlos que nos rodean lo que da sentido a nuestra existencia. En minovela he querido celebrar el sustrato de bondad que está en to-dos nosotros y que tiene tanto derecho a convertirse en trama li-teraria como la maldad. Además, en los gestos amables de mispersonajes queda un poso vitalista que da un ritmo esperanzado alconjunto de la ficción.

Hay en esta novela momentos muy difíciles. La repentina des-aparición de una joven madre llamada Lilian dejará un poso deangustia y desolación a todos sus familiares. Cuando pienso en elvacío que deja su ausencia, me acuerdo de sus hijos pequeños yde su marido militar que vuelve de una guerra en el desierto y esincapaz de dar sentido a la pérdida de su mujer. Los niños, Adamy James, crecerán contemplando la fragilidad de su padre alcoho-lizado, interpretando las señales del mundo desde dos visionesopuestas. Para Adam la imaginación es la capacidad de inventaruna realidad posible en la que redimir a la humanidad, mientrasque para James la iconografía de las guerras es un lenguaje que lefascina y quiere imitar los pasos de su padre. Hasta que no viví enEstados Unidos, no entendí el peso de una sociedad militarizadasobre la masculinidad de los jóvenes. Después del 11 de septiem-bre de 2001 vi cómo mandaban a los jóvenes soldados a comba-tir en guerras absurdas en regiones que apenas sabían ubicar en unmapa.

A lo largo de los años, esos jóvenes soldados retornaban que-brados y les tocaba reinventarse dibujando una nueva vida. Perocuando arrastras el dolor de las guerras, tu personaje está lleno decicatrices. En esta novela hay tres veteranos que sienten sobre sushombros el peso de las bombas de racimo y las ráfagas de los fu-siles, la desolación de la humanidad en continua lucha desde elorigen del mundo. Quería que esos hombres tan frágiles, tan gol-peados, también vivieran en mi mapa. Por eso conoceréis a Tom,a Marcus, y a James, y sentiréis como ellos el peso de la historiacon mayúsculas.

En mi novela está el amor fraternal que te cobija dentro de ungran abrazo. Hay abuelas que adoran a sus nietos, maestras convocación entusiasta que llenan de energía a sus alumnos, madresque se quedaron solas sacando todo adelante o sobrinas responsa-bles que saben perdonar las peores afrentas. Están las virtudes dela convivencia generosa y la paciencia, y con esos ingredientes seesquivan los terribles tornados y se interpretan las señales del cie-lo. Hay muchos personajes que se parecen a todos nosotros, por-que esta novela se alimenta de la vida sencilla que nos reconfortay nos hace interpretar el mundo con un secreto gesto ilusionado.Y esa ilusión comienza con un adolecente que se llama Sam y su-be a contemplarlo todo desde la rama de un árbol inmenso. Conesa mirada en picado, he querido recrear la felicidad vertiginosade la adolescencia que comienza e interpreta el mundo observan-do las pasiones de los demás y leyendo cómics. Conoceremosbien a este niño que crece buscando parecidos entre las ficcionesde los superhéroes y la realidad cotidiana. Se hará mayor, y la ma-gia de los cómics le seguirá acompañando.

Escribir te permite celebrar miradas misteriosas que constru-yen el alma inventada de personajes genuinos que podrían ser

grandes amigos. Quiero pensar que mi mapa de los afectos tam-bién respirará con el aliento de los lectores y que todos nos encon-traremos en las páginas de esta novela sintiéndonos menos solos.Quiero imaginar que al menos uno de mis personajes te hará cre-er en la bondad y celebrarla.

Nueve escritores invitados a esta edición de la Semana Negra nos hablan de la escritura de sus libros; de la chispa que la motivó,las procelosidades de su proceso de documentación o las dificultades y obstáculos encontrados durante la redacción

y cómo se resolvieron, con vistas a aconsejar y ayudar a escritores noveles o que aspiran a serlo.

Hoy, Ana Merino

nos habla de su El mapa de los afectos.

ASOCIACIÓN SEMANA NEGRA

Presidenta: Susana Quirós

Director de la SN: Ángel de la Calle

Gerente: Ceferino Menéndez Buelga

D.L

.: A

s-2.3

91/2000

Redacción: Jesús Palacios

Luismi Piñera

Miguel Ángel Fernández

Colaboradores: Ana Merino

Fermín Goñi

Fotografía: Emilio Carrasco HernándezPreimpresión: Morilla Fotocomposición

Edición y diseño gráfico: Ángel de la Calle

Dirección: Pablo Batalla Cueto

...David Trueba nos habló de El río baja sucio y otras historias de su vida... ...y Evelyn Mesquida nos presentó Y ahora volved a vuestras casas.

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martes, 7 de julio de 2020 3

El 28 de julio de 1949, Francisco Francovisitó Ponferrada a fin de inaugurar la centraltérmica de Compostilla, en el inicio de un viajeque posteriormente lo llevaría a San Sebastiánpasando por las capitales de León, Palencia yBurgos; y durante su periplo por la capital ber-ciana, sufrió un atentado que estuvo a punto decambiar la historia de España: un grupo de gue-rrilleros antifranquistas bercianos apostados enun monte a la salida de la ciudad atentó contrala comitiva y llegó a provocar impactos de balaen el Mercedes del Generalísimo, que había si-do un regalo de Hitler. Si Franco se salvó, fuepor una malhadada ironía de la historia: el co-che alemán estaba recubierto de wolframio, elprecioso metal que España había enviado, du-rante la segunda guerra mundial, en grandescantidades a Alemania, que lo necesitaba parablindar sus Panzer, y que —he aquí el sarcas-mo— habían extraído presos republicanos endiversas minas del país, y también del Bierzo.

Este episodio poco conocido de la historiadel franquismo, que el régimen procuró silen-ciar, y sólo tuvo algún eco en unos pocos me-dios extranjeros y del exilio español —como elneoyorquino España libre, que tituló «Guerri-lleros del Bierzo tirotean a Franco»—, es el me-ollo de la última novela de Alejandro M. Ga-llo; un nuevo homenaje de nuestro querido po-licía escritor a la resistencia republicana y aaquellos «hombres y mujeres duros, pétreos,capaces de partir la historia por la mitad», co-mo Gallo, presentado por Juan Madrid, losdescribió ayer parafraseando a Nietzsche.Hombres soñadores e irreductibles; hombres

como el jefe guerrillero leonés Manuel Girón,que rechazó marcharse al exilio en el famosobarco fletado por Indalecio Prieto desde SanJuan de Luz en 1948 porque, como dijo, «yo es-taba aquí antes de que llegara el fascismo, y nome van a echar». O como otro amigo de Prieto,el vasco Lezo Urreiztieta, «un hombre que so-ñaba con comprarle a Lázaro Cárdenas una is-la abandonada en el Pacífico para llevar allá alpueblo vasco».

Franco —explicó ayer Gallo con respecto alatentado ponferradino— «ya se sentía seguroen 1949, y presentó abiertamente su programay su hoja de ruta, lo que llevó a esta gente a es-tudiar la posibilidad de un atentado». No pudoser y la historia no cambió aquel día en Ponfe-rrada, pero la anécdota tiene toda la hermosurade las luchas que se libran aun sabiéndolas per-didas, como la famosa invasión guerrillera delvalle de Arán, que también se evocó ayer: unepisodio —apuntó ayer Gallo— que sigue des-pertando la perplejidad de los historiadores ylos expertos por haberse producido en octubre,una fecha suicida para mantener una posiciónmilitar en el inclemente alto Pirineo. Como ex-plicó Gallo, el general De Gaulle, incómodo yacon aquellos españoles que lo habían ayudado aganar la guerra pero exigían ahora ser ayudadosa pasar a ganarla en España, se había desenten-dido de ellos; y, puesto que la única lucha quese pierde es la que se abandona, se habían en-cogido de hombros y habían resuelto invadir laEspaña fascista o morir en el intento.

Memoria y honor: también de eso va la Se-mana Negra.

«¿Un libro de detectives? No. ¿De asesi-natos? No sé. De asesinos, seguro». Así depeculiarmente presentó ayer Carolina Sar-miento su Animales urticantes, un libro decuentos que se presentó ayer en el PatioCCAI. Su sinopsis nos saca algo más de du-das: «Los renconres despiertan de su letargoen los quince relatos que componen este pri-mer volumen narrativo de Carolina Sarmien-to. Sueltan su veneno, empujados por la rabiade los personajes: músicos, escritores, padresfrustrados, personas que tomaron alguna de-cisión incorrecta en su día, torciendo el rum-bo, y ahora arrastran su error como quien tirade un perro muerto. Pero ha llegado el mo-mento de saldar cuentas con el pasado. Pro-vocaron en el lector un inmenso dolor con supicadora. Habrá quien quiera aplastarlos y fu-migarlos. Pero quién no ha sentido la rabia.¿Quién desaprovecharía la oportunidad dereivindicar su propia felicidad?».

Ha sorprendido este libro de Sarmiento; almenos, sorprendió a Toni Rodero, que pre-sentó ayer a la autora: «Uno tiende a pensarque un autor es muy coherente con su obra,sobre todo al principio, pero, después de unpoemario que estimulaba, que daba alas, quehacía que nos apeteciera sobrevolar las imá-

genes que nos regalaba, de repente nos traeSarmiento Animales urticantes, y yo tengo enla cabeza la imagen de las manos de Carolinaarrojándote ortigas; creo que es la mejor defi-nición de este libro de cuentos que son unasorpresa tras otra», aseveró.

Un libro sobre frustraciones; sobre cómo«si hay algo universal que compartimos esesa frustración callada que no compartimos;que tenemos en el zapato, como esa piedritacon la que vas caminando hasta que te haceuna llaga: una desilusión amorosa, una des-ilusión laboral, una desilusión de expectativasde lo que esperas en la vida y que no cua-ja…», compendió ayer Sarmiento. Pero tam-bién un libro con mucho humor e ironía; conuna mirada sardónica que también ironiza so-bre el mundo literario, que Sarmiento conocebien en tanto que coordinadora de talleres deescritura creativa y exalumna de los mismos.«Me gusta la metaliteratura, que está bastan-te en boga; y hay varios relatos en que losprotagonistas son o bien un profesor de talle-res de escritura creativa que está asfixiado yes incapaz de escribir, aunque reconoce el ta-lento de sus alumnos; o una letrista de cancio-nes y música de conservatorio que acaba re-nunciando a su poesía por problemas labora-les», explicó la escritora. «Me gusta reírmede mí misma; el humor para mí es básico; unhumor gamberro, socarrón, con mala leche,ridiculizador», aseveró también.

Un libro, también, preocupado más por«transmitir sensaciones, emociones», quepropiamente hablando por contar historias:así, por ejemplo, el primer relato, de aromakafkiano, trata sobre un hombre que ve unasombra pero no lo que proyecta, que no llegaa saberse nunca. «Hay gente que se obsesionacon desmadejar lo que sucede en cada puntodel relato, pero este relato no va de eso, sinode generar sensaciones», expuso la autora.«Yo me lanzo a escribir si hay una frase quetengo en la cabeza y que me gusta cómo sue-na; sigo ese swing y procuro que la frase sehuela, que se toque… Intento definir la in-quietud que me puede producir una sombra;la inquietud o la extrañeza de la maravilla delenamoramiento, por qué uno se enamora dealguien que no tiene nada que ver; indagar enaquellos huecos que la cinencia no cubre»,añadió. Está convencida —dijo— de algo quedice a veces el escritor gijonés Ricardo Me-néndez Salmón: que «las metáforas son loúnico que se puede acercar a definir la vida».A fe nuestra que tiene razón.

ORTIGAREL ALMA

La criminalística responde a lasmismas preguntas que el periodismo:qué, quién, cómo, cuándo, dónde. Lacriminología, en cambio, se plantea elpor qué de los crímenes. Quienes asis-tieron ayer a la —ya tradicional en es-te festival— presentación del últimonúmero la revista Criminología, coor-dinada por Ricardo Magaz, salierondel Patio CCAI, al menos, habiendoaprendido esta distinción sutil perocrucial. Son ya cuarenta años los quecumple esta revista editada por la So-ciedad Científica Española de Crimi-nología, que echó a andar en 1980 y si-gue editándose en formato clásico, enpapel, y se distribuye por universida-des y centros policiales. Una revista,destacó ayer Magaz, «filantrópica»,que «en contra de lo que suele ocurriren toda clase de publicaciones, permi-te que se republiquen sus artículos encualquier otro medio». En ella colabo-ra toda clase de perfiles profesionalesvinculados al crimen —a su persecu-

ción—: criminólogos y criminalistas,claro, pero también policías, miembrosde los servicios de inteligencia, juris-tas y trabajadores de la seguridad pri-vada (y también unos tales Alejandro

M. Gallo y José Manuel Estébanez,que en el número 126, que se repartiógratuitamente ayer, publican sendosartículos; Gallo sobre su novela Fran-co debe morir y nuestro juez Estéba-

nez sobre el valor probatorio de lashuellas digitales).

Artículos interesantes, los que pu-blica esta revista; y en este número, enparticular, uno sobre un fenómeno lla-mativo y desconocido: «Suicidio me-diante policía: morir matando. Uncomportamiento manipulador en el quela víctima precipita su propio homici-dio a manos de los agentes». El propioMagaz firma esta pieza que arroja da-tos sorprendentes como que un terciode los tiroteos en que se ve envuelta lapolicía de Estados Unidos, con muertedel atacante, son por esta modalidad,consistente básicamente «en que unapersona despliega una actitud amena-zante ante los agentes que les obligue adisparar en legítima defensa». El artí-culo explica cómo deben reaccionar lospolicías a estas situaciones.

Se habló ayer, con presencia de losya citados Gallo y Estébanez además deMagaz, de la criminología y su ciertamoda, derivada de series como la popu-

lar CSI, que provocó en su momento —constató Magaz— «una auténtica ex-plosión de vocaciones», si bien muchosde los que empiezan los estudios de cri-minología los abandonan rápidamente,decepcionados por el inevitable choqueentre las expectativas provocadas por latelevisión (donde, como bromeó Gallo,las comisarías «son naves espaciales»)y la realidad de una carrera compleja,que amalgama muchas ramas del saber,desde la biología hasta el derecho. Seabordó también durante la presentaciónde esta revista venerable cómo el mun-do del crimen está cambiando; cómo loestán cambiando las nuevas tecnologí-as, que generan delitos —explicó Ma-gaz— en los que «el delito se ha podi-do cometer aquí, pero el delincuente es-tar en otro continente», con todas lasenormes dificultades que ello significapara la persecución de estos delitos.

Nuevos desafíos para nuevos tiem-pos. Ya lo cantaba Bob Dylan: the ti-

mes they’re a’changing.

Francodebía morir

Francodebía morir

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martes, 7 de julio de 20204

La literatura ha tenido, a lo largode los tiempos, tres fuentes cardinalespara nutrirse: los hechos, histórica-mente comprobados; las deformacio-nes de los hechos que han ido produ-ciendo las transmisiones orales (in-cluso algunas escritas) y laimaginación de los autores, de los no-velistas. Con estos elementos nutriti-vos se han ido produciendo novelas,cuentos, poesía, narraciones más omenos históricas y multitud de panfle-tos y pliegos de cordel. El magín delos novelistas siempre ha ido por de-lante de la narración histórica, ya quees más asequible pensar y soñar querecurrir a las fuentes fidedignas, mu-chas veces inasequibles o, simple-mente, tediosas. Pero, ¿quién fue ca-paz de imaginar que una pandemiaproducida por un gen que contieneácidos nucleicos podía paralizar, ate-morizar y arruinar a buena parte delmundo, como nos está sucediendoahora? ¿Quién? La verdad, no en-cuentro a persona alguna con tanta ytan fértil imaginación.

Vayamos a los hechos contrasta-dos. El pasado treinta de diciembre de2019 el oftalmólogo chino Li Wen-liang, de treinta y cuatro años, comu-nicaba a seis colegas en un chat lo queconsideraba como la aparición de unnuevo brote de Síndrome RespiratorioAgudo Severo (SARS), aquel que en-tre 2002 y 2003 produjo 8422 casosde contagio y 916 muertes en veinti-

nueve países de los cincocontinentes. Fue la pri-mera pandemia del sigloXXI y comenzó en la re-gión de Guangdong, alsur de China. Al doctorWenliang, funcionariosde la Oficina de Seguri-dad Pública de su país loacusaron, por sus escritosen el chat, de hacer co-mentarios falsos y estuvobajo vigilancia policial.Falleció por la COVID-19 el treinta de enero deeste año. A partir de en-tonces el mundo supo quehabía un nuevo virus, elSARS-CoV-2, diferente atodo lo conocido hasta elmomento, que se trans-mite por la respiración(aunque no es exclusiva-mente respiratorio, por-que es también cardio-vascular, anula el olfato,afecta al cerebro…) y quesu velocidad de propaga-ción ha sido extrema. Afinales de junio, habíamás de diez millones deinfectados diagnostica-dos (que pueden ser cincoveces más en total porqueexisten contagiados asin-tomáticos que continúanpropagando la enferme-

dad) y los muertos superan el mediomillón en los cinco continentes. Estorepresenta, sin duda, un aspecto de laglobalización; hay otros, igual de da-ñinos.

La población de la Tierra ha des-cubierto, a la fuerza, que los humanosno somos sino una especie animalmás y que todos estamos a merced deun coronavirus, con el que habrá queconvivir durante muchos meses. Co-mo todavía no hay medicamento quelo elimine, debemos asumir que vivi-remos un tiempo (hasta que llegueuna vacuna de ámbito universal) conmiedo y temor, junto a mascarillas,medidas de higiene continuas y dis-tanciamiento entre los individuos. Lorepito: viviremos con miedo en tantono se fabrique de forma masiva unavacuna que nos haga inmunes. Nunca,nadie, imaginó un mundo así. La rea-lidad, como siempre, superó a la fic-ción.

En la literatura el tema de las epi-demias ha sido tratado en numerosasnovelas y asimilables. Después de Tu-cídides, Lucrecio o Séneca, Giovan-ni Boccaccio, en su Decamerón, na-rra las consecuencias de la peste negraocurrida en Florencia durante 1348,que va arruinando la ciudad. Sietemujeres y tres hombres, todos ricosflorentinos, se encuentran de maneracasual al término de una misa en laiglesia vacía de Santa Maria Novella.

Allí acuerdan huir de laciudad y de la peste parainstalarse en una villaabandonada en las afue-ras, concretamente enFiesole. Durante dos se-manas, descansando sá-bados y domingos, iráncontando cuentos, diezcada uno, cien en total,que son a veces procaces,atrevidos (para la época)en materia de moral y an-ticlericales. La obra másconocida de Boccacciotranscurre mientras lapeste negra mata a lasdos terceras partes, apro-ximadamente, de la po-blación europea; más decincuenta millones depersonas. En aquel siglo,un bacilo y su portador,una pulga, diezmaron alcontinente.

Ramón de MesoneroRomanos, después de unlargo viaje por Europa,volvió a Madrid en 1834cuando la ciudad, ese añoy el siguiente, padecióuna epidemia de cóleramorbo. La epidemia locontagió y, además, secobró la vida de su ma-dre. Lo cuenta, con sumaestría habitual, en Me-

morias de un sesentón, mientras re-fiere también la desgracia de la prime-ra guerra carlista. Es decir: había enEspaña, simultáneamente, una epide-mia mortal y una guerra civil; tambiénmortal (135.000 personas fallecieronen la contienda). No es una novela.Mesonero Romanos relata lo que estáviendo y padeciendo, ya que él fueuno de los que enfermaron.

En su novela Ensayo sobre la ce-guera, de finales del siglo pasado, Jo-sé Saramago retrata el caso de unapandemia imaginaria, la ceguera blan-ca, que se va extendiendo como unamancha de aceite golpeando a los in-fectados de manera doble puesto queel Gobierno, un gobierno que el autorno describe, los va recluyendo encampos de concentración, provocan-do más dolor y desolación. En la no-vela únicamente se salva la mujer delmédico; un médico, como el resto delos personajes, que es anónimo y lo-gra el milagro de dirigir a los ciegosen su lucha contra la opresión del Go-bierno hasta que los ciudadanos, demanera sorprendente, comienzan a re-cuperar la visión.

También Thomas Mann, a co-mienzos del siglo XX, en la novelaMuerte en Venecia, centra su acciónsobre unos personajes que, viendo có-mo una epidemia de cólera se cebacon la ciudad, resisten instalados enun hotel de verano mientras Gustavvon Aschenbach, un escritor alemán

FERMÍN GOÑI

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que ha perdido el método para volvera escribir, no aguanta y acaba murien-do. Muerte en Venecia no es stricto

sensu una novela sobre epidemias, siexceptuamos la propia, mental, quelleva consigo Aschenbach. Albert

Camus se ocupó igualmente, a su ma-nera, de las epidemias en su novela(que él mismo consideró como unaobra fallida) La peste, que transcurreen la ciudad argelina de Orán a me-diados del siglo pasado. Orán habíasido una ciudad crucificada por epide-mias a lo largo de su historia y Camusretrató en 1947 lo que sufría la socie-dad por una peste que contagiaron lasratas, mientras las autoridades decidí-an qué hacer para contener la plaga.El británico Daniel Defoe, en Diariode un año de la peste, publicada en1722, se ocupa de la epidemia de pes-te bubónica que azotó Londres en1665, mientras que el italiano Ales-sandro Manzzoni, entre 1821 y1823, hace lo propio en Los novioscuando relata el ambiente que se ori-ginó por la gran peste de Milán, quemató a un cuarto de millón de perso-nas entre 1628 y 1630.

También Gabriel García Már-quez recurrió a la peste, en su caso ladel insomnio, cuando el patriarca de

Cien años de soledad, José ArcadoBuendía, descubrió que en Macondohabía aparecido una plaga que ademásde anular el sueño afectaba a la me-moria. La cuarentena y un eficaz sis-tema de colgar carteles en todos losinstrumentos, animales, plantas, luga-res, etcétera, evitó que el pueblo que-dara para siempre desmemoriado ysin saber qué comer. García Márquezrelata que Buendía, para anular la des-memoria, colgó de la cerviz de una resun cartel que decía: «Esta es la vaca,hay que ordeñarla todas las mañanaspara que produzca leche y a la lechehay que hervirla para mezclarla con elcafé y hacer café con leche».

La literatura —en este artículo secitan algunos ejemplos— se ha ocu-pado de pestes y epidemias: ha sidoun tema en ocasiones recurrente y senarra como lo que fue; algo imprevis-to. Otra cuestión es encontrar a losculpables de situaciones tan dramáti-cas, si los hubiera. En Florencia, du-rante el siglo XIV, la Iglesia católicacargó todos los males a los ciudada-nos por haberse separado de Dios; lapeste fue un castigo divino. En el Ma-drid de 1834 algunos vecinos culpa-ron a la Iglesia católica de haber enve-nenado varias fuentes públicas; lachusma, en venganza, asesinó en me-nos de un día a 73 frailes, y otros on-ce resultaron heridos. En la pandemiaespañola de la COVID-19 la culpa delo que ha ocurrido (los casi 28.000 fa-llecidos y 250.000 contagiados), se-gún los partidos de derecha y extremaderecha, es del Gobierno que presidePedro Sánchez. El Ejecutivo ejercióel mando único frente a una epidemiaque, desde sus centros médicos, ges-tionaban las consejerías de Sanidad delas comunidades autónomas, y decre-tó el Estado de Alarma, con su añadi-da cuarentena. El Ministerio de Sani-

dad tiene una plantilla de 1044 traba-jadores (la consejería de Sanidad deCastilla y León, por citar un ejemplo,más de 7000) y las comunidades autó-nomas cerca de 150.000 médicos ennómina. ¿Piove? Porco Governo…,dicen en Italia.

Junto a todo esto nos queda otracerteza: lo de la globalización ha re-sultado ser pura filfa. Cuando la Orga-nización Mundial de la Salud (OMS)estableció que la COVID-19 era unapandemia, los países que tenían losmedios para paliar sus efectos se vol-vieron, como el mundo, locales. Loglobal dejó paso a lo local. ¿O es quenos falla la memoria, como en Ma-condo, para recordar las semanas demarzo y abril, aquellas en las que losgobiernos —los europeos, sin ir máslejos— trataban de comprar a cual-quier precio mascarillas, guantes, tra-jes protectores, batas desechables,respiradores y todo cuanto ayudasepara frenar los contagios y la expan-sión de la enfermedad, pero el mundo

era ya un gran bazar persa? Ha falle-cido más de medio millón de personasy algunos se han hecho muy ricos conla peste. Es un gran tema para la no-velística, además de una vergüenzainsuperable. ¿O no?

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martes, 7 de julio de 20206

Cual si de una extraña mezcla en-tre el ágora helénica y la pesadilla deMatrix se tratara, el Espacio AQ se ini-ció ayer con la no-presencia inestima-ble de una de las máximas autoridadesen la Antigua Grecia y sus virtudes, elovetense Pedro Olalla, profesor, es-critor, traductor y cineasta, amén devirilmente atractivo (los dioses repar-ten como quieren y a los demás quenos den por c…), residente desde haceveintisiete años en Atenas, quien fuepresentado in situ (aclaraciones todasnecesarias en este presente impresen-table que vivimos o morimos bajo laférula del virus) por el también profe-sor Rubén Vega, dentro de la progra-mación que este año ofrece en la SN elVicerrectorado de Extensión Universi-taria y demás hierbas de la Universi-dad de Oviedo. La charla entre ambos,como ya imaginará el lector, fue gra-bada en diferido y online, para deleitarluego a los asistentes al evento con ca-si una hora de conversación amena, in-teligente y no exenta de polémicos ri-betes. Olalla, autor entre otros librosde una suerte de trilogía sobre la ac-tualidad eterna del pensamiento políti-co, filosófico y estético de la Greciaclásica, compuesta por Historia me-nor de Grecia, Grecia en el aire y Desenectute politica, todos publicadospor la editorial Acantilado, defendiósu aproximación a la historia comouna forma de iluminar perpetuamenteel presente y, sobre todo, de devolver atérminos cuyo origen y sentido debe-mos al mundo clásico, como política,

democracia, derecho o justicia, suverdadero valor y significado, a menu-do perdido, cuando no abiertamentetraicionado por su uso y abuso ennuestro mundo moderno. Para Olalla,el vivir, respirar y contemplar el lugardonde se fraguó la civilización occi-dental, hablar la misma o parecida len-gua que hablaron los forjadores de mi-tos y leyes en la patria de Pericles,aporta una carga emocional funda-mental a su manera personal de abor-

dar el pasado, no solo para traerlo alpresente, sino para llevarlo o, mejordicho, para que nos lleve hacia un fu-turo mejor. Uniendo pasión y militan-cia con erudición y minuciosa investi-gación, el helenista astur-griego o gre-co-asturiano, a elegir, insistió en queel concepto de utopia, el no-lugar pordefinición, se fundamenta no en creeren su existencia sino en postular subúsqueda eterna, idea que, como re-cordó a su vez el profesor Vega, verte-bra buena parte del pensamiento deEduardo Galeano y, añado yo, delgran intelectual estadounidense LewisMumford. No es la realización de lautopía, que deviene siempre inevita-blemente en distopía, sino el acicatede no cejar en su búsqueda y perfec-ción por imposible que resulte, lo quenos permitirá seguir adelante en nues-tro desafío prometeico, justo y necesa-rio. Un camino lleno de espinas y pa-radojas, pues la misma democraciaque crea instituciones jurídicas, lega-les y políticas necesita siempre quiendesafíe esas mismas instituciones, de-nunciando sus fallos y abusos. El go-bierno del pueblo por y para un puebloque no quiere gobernarse no puedemás que conducir a esa catástrofe quedemasiado a menudo llamamos, a fal-ta de mejor nombre, fascismo. La ver-dadera democracia es, según Olalla, elsistema político más exigente. Sugrandeza y debilidad, nuestra constan-te responsabilidad en asegurarnos quefuncione al servicio del ciudadano, tri-buto inapelable que debemos pagarpor gobernarnos a nosotros mismos.La iluminadora conversación conclu-yó con un tono casi místico a fuer dematerialista y al tiempo trascendente,cuando el logos fue invocado por elhistoriador como un principio rectorfluido que implica todos los aspectosde la vida, suerte de símbolo holísticoque sin dejar de ser siempre humanosupera lo individual, llevándolo a louniversal y casi eterno. Pese a todo, lanoche cayó sobre Atenas, y Olalla se

fundió con la oscuridad del mundopost-COVID-19, con una última ad-vertencia: no debemos simplementeamoldarnos a los efectos del Mal, sinoir a sus raíces, solucionar sus causas ynunca, nunca, aceptarlo. Después, elsilencio.

El silencio y el olvido amenazancaer sobre la vida y la lucha de la mi-nería asturiana antes, durante e inclusodespués de ser prácticamente desman-telada durante los años ochenta y no-venta, y contra ellos se rebelan los treslibros que componen Tierra negra:minas y mineros (Luna de Abajo), delos fotógrafos Eduardo Urdangarayy Ramón Jiménez, el primero de loscuales estuvo en la mesa junto a supresentador y editor, Helios Pandie-lla. Este trabajo monumental, quecomparte título con el documental so-bre el valle minero de Lumajo, en Le-

ón, que dirigiera en 2004 Ricardo Is-car Álvarez, reúne casi setecientas fo-tografías que registran y documentanel entorno físico, social y humano delminero asturiano a lo largo de las dé-cadas, muchas de ellas tomadas en losaños finales de la fotografía digital, enun blanco y negro espléndido, dotadode una calidad y calidez que hace jus-ticia a la dura vida y condiciones de lamina, que ambos autores conocenbien, por proceder Urdangaray deMieres y su compañero ausente deLangreo, en el corazón de las CuencasMineras. Con poco tiempo para mu-cho asunto, lo fundamental fue quepudieron verse impresionantes imáge-nes que son historia visual contempo-ránea, pura y viva, de un mundo alborde de la extinción.

De las entrañas de la tierra y de unaforma de vida del pasado que desapare-ce, para bien o para mal, se saltó de

nuevo al mundo virtual post-pandemia,pudiendo asistirse así a una charla envivo y diferido con el escritor, ensayis-ta y filósofo Santiago Alba Rico,quien comenzara su carrera allá por losochenta de manos de su madre, la tanrecordada Lolo Rico, que le dio laoportunidad de convertirse en guionis-ta ocasional de ese fenómeno televisivoimposible hoy día que fuera La bola de

cristal, a cuyos electroduendes dotóSantiago de potente e inesperado men-saje marxista. Hoy, Santiago es un pen-sador crítico fundamental dentro de laizquierda española, profundamentecomprometido con la causa palestina,traductor de poetas árabes y activistapolítico dentro de Podemos, a quien víaInternet el escritor y asesor del grupomunicipal Somos Oviedo, David Ace-ra, sometió a un amistoso interrogato-rio. Ambos repasaron la carrera del pri-mero, desde la Transición y sus tiem-pos en la Movida madrileña, quecontribuyó a politizar con sus pequeñosduendes eléctricos y terroristas, pasan-do por el 15-M y sus esperanzas en unarenovación de la izquierda española,hasta llegar a su trabajo al frente deCarne Cruda, su peculiar República in-dependiente radiofónica, que a travésde YouTube, de podcasts varios y acti-vidades en redes sociales, bajo el para-guas de eldiario.es, mantiene vivo ypunzante su espíritu crítico, humor sar-dónico y marxismo militante, habiendollegado incluso a cristalizar en el libroÚltima hora: los cuentos de CarneCruda (Arrebato Libros). La charla,saltando en el tiempo y el espacio, fueilustrada también con un vídeo del pro-pio David Acera inspirado en las noti-cias de Carne Cruda, programa que Ri-co considera entre sus momentos másfelices de los últimos años. Como colo-fón, Santiago Rico se confesó poco op-timista respecto a los tiempos post-CO-VID-19, que ve como un acelerante pa-

ra el capitalismo digital y multimedia,con su concentración de poder en lasgrandes compañías de comunicación,que aumenta las diferencias y desigual-dades sociales, prometiendo un futurotendente al autoritarismo y un planetadesolado y desolador.

Intentando que ese futuro negro ydistópico no se realice o al menos lohaga lo más despacio posible, Diver-SOS llegó una vez más, de la mano deAlejandro Zapico y Julio Rodríguez,para ofrecer su tercera y última jorna-da de trabajo, primero con una mesaredonda que bajo el epígrafe Con/sumo

cuidado: retos para un futuro sosteni-

ble abordó la necesidad de un consumoresponsable, basado en el respeto eco-lógico de las fuentes naturales del pla-neta, el retorno a modelos agrícolas yganaderos tradicionales y la justa rei-vindicación de los productos no menostradicionales de nuestro país en gene-

ral y de Asturias en particular. Lo hi-cieron a través de una demasiado bre-ve y apresurada charla entre PedroMartino, prestigioso chef asturiano,que tiene en su haber una estrella Mi-chelin; Alberto Uría, productor demiel por métodos artesanales con lamarca Ourelos, en el concejo de Ibias(¡qué rico pan!), y Vanessa Paredes,profesora licenciada en ciencias am-bientales, presidenta de la AsociaciónCorripa para la educación ambiental.Tras su rápida exposición de malaspraxis y buenos deseos para el futuro,tuvo lugar la proyección del documen-tal Somos Tribu VK, que recoge en po-co menos de una hora (también dispo-nible en YouTube) las actividades de lared vecinal de Vallecas del mismonombre, que siguiendo la potente tra-dición de solidaridad y activismo so-cial del madrileño barrio del heavy me-

tal se levantó de nuevo, como tantasveces antes contra la droga o la margi-nación, pero ahora contra la crisis hu-manitaria del COVID-19, que ha gol-peado a los más vulnerables, quieneshan encontrado ayuda para sobrevivir,literal y metafóricamente, no en lasinstituciones oficiales, sino en el com-promiso de ciudadanos como quienesforman Somos Tribu VK: vecinos quecuidan de sus vecinos. Tras la proyec-ción, algunos de los responsables deldocumental, como Patricia GarcíaHerrero, comentaron tanto la películacomo el proyecto solidario del que for-ma parte, con una mesa redonda quepuso final agridulce pero esperanzadoa una nueva jornada del Espacio AQ ya la última, pero solo por ahora, de Di-verSOS, una de las iniciativas más es-peradas y felices de esta Semana Ne-gra 2020, bajo el imperio del virus y ladistopía. Después, nos fuimos a la ca-ma, con Ballard, Kafka, Dick, Or-well, Bradbury y otras lecturas apro-piadas para un buen sueño.Presentación de Tierra negra.

Por Jesús Palacios(con la imprescindible colaboración de Raquel Suárez)

Charlando con Pedro Olalla.

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martes, 7 de julio de 2020 7

Desde que el Pony Express dejó de utilizar caballos para cabalgarbytes y ondas invisibles, las malas noticias no es que corran o vuelen,sino que se materializan frente a tus ojos al instante mismo en el queocurren. Vamos, que hacen ¡chas! y están a tu lado, te guste o no. Aveces tengo la sensación de que las provocáramos de alguna forma,como si la práctica simultaneidad entre hecho y noticia influyera enel suceso, lo forzara, por alguna extraña influencia cuántica. Unasuerte de efecto mariposa donde la necesidad —y siempre hay nece-sidad— de la noticia provocara el hecho y no a la inversa, para satis-facer el ansia de rapidez que caracteriza el crepúsculo de la Frontera.Pero qué sabré yo. A mí la única rapidez que me interesa es la de midedo en el gatillo y la bala de mi colt destrozando las entrañas dequien se me ponga por delante. Sin embargo, el café se me quedóatragantado cuando super ayer la muerte de mi viejo compañero En-nio Morricone. Lógico. Ha sido la banda sonora de mi vida y de lavida en la Frontera, aunque fuera la Frontera del Oeste bastardo, la-tino, sucio y sofisticado al tiempo del spaghetti western, contrapuntomediterráneo, feísta y a la par hermoso, lleno de chistes zafios y con-signas políticas radicales, violencia sádica y machismo a favor de lamujer, que consiguió renovar el género, rescatándolo de un Hollywo-od agotado, para devolvérselo lleno de energía e ideas a Peckinpah,Siegel, Tarantino o el propio Clint Eastwood, que nunca hubiera si-

do estrella sin la música de Morricone. Por supuesto, el genio de es-te monstruo musical no se dejó encerrar por frontera alguna, y aun-que especialmente recordado por sus míticos temas para el western,

es obligado mencionar aquí sus espléndidas partituras para el cine ne-gro italiano, ese poliziesco imbuido de denuncia política y social eimplacable y trágica violencia, para el que compuso temas maravillo-sos: Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha (una desus obras maestras), Ciudad violenta, El clan de los sicilianos (un po-

lar, pues también trabajó no poco para el cine galo), Revolver… Cu-yos ecos reaparecen en su música para Los intocables de De Palma,uno de quienes aprendiera y no poco del degenerado cine de géneroitaliano, especialmente de sus gialli, a los que Morricone aportó tam-bién su peculiar sonido: El gato de 9 colas, Una lagartija con piel de

mujer, La corta noche de las muñecas de cristal, ¿Quién la ha visto

morir? (otra de sus joyas poco conocidas, con esos coros infantilesque te erizan la piel), y tantos otros.

Morricone no fue el único, pero sí la cumbre de una música cine-matográfica italiana que comprende compañeros de viaje a veces a laaltura del maestro: Bruno Nicolai, Piero Umiliani, Luis Bacalov,Stelvio Cipriani, Riz Ortolani y, por supuesto, los delirios psicodé-licos pop de Guido y Maurizio De Angelis o Claudio Simonetti conlos míticos I Goblin; muchos reciclados hoy por un cine que nutre su

falta de ideas propias con la nostalgia y la remezcla, resultando a me-nudo digerible precisamente por ello. ¡Qué fácil es para Tarantino ocualquiera de sus émulos emocionarnos con un buen plano… si leunen un tema musical de Morricone o Nicolai! Así, cualquiera. Enfin, triste por la muerte de Morricone, no tanto porque me pille desorpresa (noventa y un años no son pocos, y desde que le dieran elPrincesa de Asturias le sabíamos sentenciado), como porque se meantoje un nuevo clavo sobre la tapa del ataúd que entierra la Fronte-ra, rescato aquí mi tema favorito de entre tantos y tantos con los quealegró nuestras masacres y violencias fronterizas. A muchos, La In-

ternacional les pone los pelos de punta, pero a mí se me ponen comoescorpiones cuando oigo Los compañeros (Sergio Corbucci, 1970),cuya letra reza así: «Levantando en el aire los sombreros/ vamos amatar, vamos a matar, compañeros./ Pintaremos de rojo sol y cielo:/vamos a matar, vamos a matar, compañeros./ Hay que ganar murien-do, pistoleros:/ vamos a matar, vamos a matar, compañeros./ Hay quemorir venciendo, guerrilleros:/ vamos a matar, vamos a matar, com-pañeros./ Luchando con el hambre, sin dinero,/ vamos a matar, va-mos a matar, compañeros./ Estudiantes, rebeldes, bandoleros:/ vamosa matar, vamos a matar, compañeros./ Hermanos somos, reyes yobreros:/ vamos a matar, vamos a matar compañeros». Pues lo dicho:a matar, compañeros, a la salud de Morricone».

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LAS FUERZAS PRODUCTIVAS

Desde la perspectiva marxista, las fuerzas productivas sonlos elementos del proceso de trabajo potencialmente producti-vos, sobre todo la fuerza de trabajo y el medio de trabajo. Pe-ro el elemento decisivo para que esos elementos potencial-mente productivos pasen a tener una producción real es lafuerza de trabajo del hombre.

El trabajador o la trabajadora es quien puede poner en ac-ción los medios de producción. Escribió Carlos Marx: «Cua-lesquiera que sean las formas sociales de producción, sus fac-tores son siempre dos: los medios de producción y los obre-ros. Pero tanto unos como otros son, mientras se hallanseparados, factores potenciales de producción. Para poderproducir en realidad tiene que combinarse entre sí y su resul-

tado es una determinada productividad del trabajo». Según lateoría marxista la socialización de las fuerzas productivasdesborda el marco de la fábrica porque depende cada vez másde los medios de producción y del destino cada vez más so-cial del producto.

Otro concepto es el de socialización de los medios de pro-

ducción, también llamado colectivización. Se entiende porello, en economía política y ciencia política, el proceso deestructuración o reestructuración de la economía sobre basessocialistas, por lo general mediante el establecimiento de unsistema de producción para su uso en lugar de organizar laproducción para el beneficio privado. En su forma más des-arrollada, el concepto de socialización implica el fin del dine-ro y de la valoración financiera.

La socialización de los medios de producción puede signi-ficar el proceso de pasar de un régimen de propiedad privadaindividual de esos medios hacia uno de propiedad nonecesariamente estatal, ya sea comunitaria o cooperativa.

Los medios de producción son inherentes a todos los mo-dos de producción, es decir, intervinieron tanto en el sistemaesclavista como en el feudal y como intervienen en el capita-lista. En cada uno de ellos estarán en manos de una clase so-cial diferente. Cuando se aplican a la producción setransforman en capital, convirtiéndose entonces eninstrumento de explotación de los trabajadores. Según elmarxismo, cuando la clase obrera realice su revolución con-tra el capitalismo e instaure la dictadura del proletariado, losmedios de producción serán expropiados a los capitalistas ygestionados por el nuevo Estado de los trabajadores. Por lotanto, la burguesía dejará de ostentar el papel de clase domi-nante y de explotar a sus obreros mediante el pago de un sala-rio que le garantice la percepción de una plusvalía.

EN CAPÍTULOS ANTERIORES: El marxismo / La teoríamarxista de la historia

MAÑANA. La plusvalíaLuismi Piñera

Cuarta entrega. Hasta que llegó su hora

EN MEMORIA DE MARTA HARNECKER, CHILENA, DIVULGADORA DEL PENSAMIENTO DE CARLOS MARX, FALLECIDA EN 2019 A LOS 82 AÑOS

En casa, desde hace más de cua-renta años, celebramos Sant Jordi.No el Día del Libro, que en tiemposde la dictadura era una celebraciónoficial y, por ende, gris. Lo nuestroera la explosión de libros, flores yalegría que en algunas ocasiones ha-bía disfrutado en las Ramblas: im-porté la fiesta sin complejos.

Este año nos tocó estar encerra-dos, no era posible salir a revolver porlas librerías. Algunos recurrieron aInternet. ¡Vade retro, Sata! Yo preferíescribir al Papa de Roma, que es elque lleva el negociado de los santos.Francisco no me contestó, de modoque lo consideré como aprobaciónpor silencio administrativo: en 2020Sant Jordi puede ser cualquier día.

Siempre me gustó hablar con li-breros y libreras. Me informan, opi-nan, me orientan, ejecutan mis en-cargos, hacen presentaciones para

acercar autores y público, ¡aman lasletras! No podía menos, en esta Se-mana atípica, que ir por los puestos,observando, preguntando. Estoycontento porque ellos lo están. Comono me caben todos, menciono en surepresentación a Rafa (Rafael Gu-tiérrez Testón), a quien probable-mente conozcas.

Estamos de acuerdo con que laSemana debía celebrarse, aunque fue-ra con algunas incomodidades; el em-plazamiento más céntrico deberíaatraer más público, «los que veníanhabitualmente más los que decían queno les gustaba mezclar libros conchurros». A nosotros sí nos apetececombinar fiesta y letras.

La Semana Negra coloca la Cul-tura a nivel de la acera. «En una edi-ción me encontré a Manuel Vilas,que luego sería muy premiado porOrdesa, perdido, mirando un mapa

delante de la iglesia de San Lorenzo,buscando el hotel Don Manuel». Deahí una conversación, la visita a sulibrería, charlar de la obra; conviven-cia, en fin. «¿Dónde puedes encon-trar el lujo de estar en la presentación

de un libro y tener sentado a tu lado,como un espectador más, a AntonioMuñoz Molina?». El domingo AlexZapico me invitó a los eventos sobreimagen y me vino a la memoria otrareflexión de Rafa: «…y estar comen-

tando con los fotógrafos Manu Bra-vo y Javier Bauluz, dos premios Pu-litzer, entre acto y acto».

Una promoción impagable para laciudad: «Conozco a dos matrimoniosde Madrid que han puesto la Semanaen su agenda de vacaciones, y cadaaño vienen indefectiblemente, siem-pre acompañados de amistades a lasque convencen». La presencia deprensa internacional. «Un año Maru-ja Torres pasó por la librería; des-pués de hablar de libros, me pregun-tó por un sitio donde tomar un buengin-tonic. Le recomendé el Café Gre-gorio. Fue, volvió al día siguiente, yal otro; después, en un diario de tira-da nacional, hizo un comentario elo-gioso del sitio y de su estancia en Gi-jón». Publicidad gratuita gracias a unlibrero y a un refresco.

Teobaldo Antuña

Hablando de buenas letras

JESÚS PALACIOS

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M A R T E S 77PROGRAMA

martes, 7 de julio de 20208

EL DIRECTOR DE AQ RECOMIENDA

La Semana Negra tiene año a año sus novedades y también sus tradiciones;sus repeticiones, sus permanencias. Y una de éstas es que nos visite MiguelÁngel de Rus para presentarnos las novedades de su editorial. Siempre apa-rece por aquí con una muchedumbre de escritores y escritoras, como un ge-neral acaudillando a sus soldados, y este año, como habrán visto en el pro-grama, no va a dejar de hacerlo. Esta vez viene con tres autores: ÁngelaMartín del Burgo, Javier Corpas Mauleón y Salvador Robles Miras,que —si mi memoria para los nombres no me falla— ya han estado aquí enotras ocasiones. Ángela Martín nos trae El recitador de poemas, una nove-la negra que se inicia, leo, con el asesinato de un poeta, dandi y seductor, au-tor de una antología de Baudelaire, en su vivienda de Madrid, poco despuésde que una mujer fuese encontrada violentamente muerta en su domicilio deFuenlabrada; y en la que la sombra del proyecto Eurovegas —¿se acuer-dan?— sobrevuela toda la trama. Una novela «con trazas de esperpento, iro-nía y humor, a medio camino entre lo grotesco y lo cándido, para hacer unadenuncia de una sociedad, de una España que no ha dejado de ser negra».Suena bien.

Corpas Mauleón, por su parte, viene a presentarnos Rumbos de sangre, no-vela ganadora del VII Premio Alexandre Dumas de Novela Histórica, en laque el exagente del CNI Óscar Serrano Plinio recibe el encargo de buscarunos manuscritos relacionados con unos sucesos reales ocurridos entre fina-les del siglo XV e inicios del XVI, y que se presenta en una alternancia desaltos espacio-temporales que hacen muy trepidante y cautivador el relato,llevando al lector de Santo Domingo a Mallorca, Roma, Venecia o Calabria,en un estilo muy ágil. También suena fantásticamente.

En cuanto a Robles Miras, él nos trae Sangre mala, tercera entrega protago-nizada por la inspectora de policía Cecilia Fresnedo, en la que un escritorfrustrado, tras el fracaso de una novela que se titula así, Sangre mala, deci-de llevar a la práctica lo que narra en sus páginas, convencido de que, así, elpúblico comprará masivamente el libro. Qué premisa tan buena, ¿no les pa-rece? Un escritor dispuesto a todo por el triunfo de su novela y convertirseen un superventas. Quien esto les escribe, que también lo está, va a cometerahora el pequeño pecado de darse algo de autobombo (¡yo he venido aquí ahablar de mi libro!): mañana haré presentación cruzada de mi ensayo La vir-tud en la montaña junto con el gran Ramón del Castillo, que trae, a su vez,sus El jardín de los delirios —una detracción erudita de los excesos del na-turalismo— y Filósofos de paseo, que versa sobre la vocación andarina dealgunos de los más grandes pensadores de Occidente, como Benjamin oHeidegger. Dos libros espléndidos, heterodoxos y muy divertidos. Si no vie-nen por mí, háganlo por Ramón: no les defraudará.

Para poder acceder este año a las distintas activi-dades celebradas en el Centro de Cultura AntiguoInstituto, será necesario sacar con anterioridad unaentrada, que se podrá obtener de manera totalmen-te gratuita a través de la página web de la SemanaNegra. Para ello contamos con la colaboración dela plataforma internacional Eventbrite. Las entra-das estarán disponibles desde las 9 de la mañanadel día anterior hasta completar aforo. El enlace pa-ra adquirirlas es el siguiente:

<http:// semananegra.eventbrite.es>

Si surge algún inconveniente o no sabes muy biensi podrás asistir, siempre podrás cancelar tu en-trada fácilmente en Eventbrite, de modo que otrapersona pueda disfrutarla; y te rogamos que lohagas.

11.00 Apertura Feria del libro SN (Calle Tomás y Valiente).

18.00 Apertura de exposiciones:— El Anarquismo en viñetas (Sala 1).

— Mori omnipresente (Sala 3).

18.00 (Patio CCAI) Mesa redonda: De Gramsci a Mandel: marxismo y novela negra.Con Alejandro M. Gallo, Juan Madrid y Ramón del Castillo.

18.10 (Salón de Actos) Aula SN. Colabora el Vicerrectorado de Extensión Universitariay Proyección Internacional de la Universidad de Oviedo. No nacidos de mujer: las

tecnologías reprogenéticas y la invisibilidad de las mujeres. Con Inmaculada deMelo. Presenta Rubén Vega.

19.00 (Patio CCAI) Presentación: La tiranía sin tiranos de David Trueba. Con CeciliaCora, Álvaro Méndez y Sergio de la Calle.

19.10 (Salón de Actos) Presentación: La verdad sobre el accidente ferroviario de Torre

del Bierzo, 1944 de Vicente F. Vázquez. Con Alejandro M. Gallo.

19.35 (Salón de Actos) Presentación: El viaje a la luz de de Ruma Barbero.Con Norman Fernández.

20.00 (Patio CCAI) Mesa redonda: Delincuencia de moqueta versus delincuencia de

metralleta. Con Selva Orejón, Ricardo Gómez de Olarte y David González.Conduce Carlos Quílez.

20.10 (Salón de Actos) Presentación: Exilios. Festival Robert Capa estuvo aquí.

Con Tomás Zarza Núñez, Miguel Sánchez-Moñita Rodríguez y UríaFernández. Colabora Fundación Anastasio de Gracia.

20.35 (Salón de Actos) Debate: Montaña, naturaleza, virtud y delirio.Con Pablo Batalla y Ramón del Castillo.

21.00 (Patio CCAI) Recordando: 75 años de la liberación de los campos de Auschwitz y

Mauthausen. Con Alejandro M. Gallo y Evelyn Mesquida.

21.10 (Salón de Actos) Presentación: Novedades de MAR Editor. El recitador de poemas

de Ángela Martín del Burgo, Rumbos de sangre de Javier Corpas Mauleón ySangre mala de Salvador Robles Miras. Conduce Miguel Ángel de Rus.

21.25 (Patio CCAI) Presentación: La familia Franco S.A. de Mariano Sánchez Soler.Con Alejandro M. Gallo.

22.30 Concierto:SILVIA QUESADA