Inseguridad que rodea a la familia de la persona que tiene una adicción

INSEGURIDAD AL TRATAR A LA PERSONA QUE TIENE UNA ADICCIÓN LUCÍA. La inseguridad me ha acompañado todo el tiempo que duró la adicción de mi familiar. Ciervo y todos los demás, no sé si a vosotros os pasa; para mí, la inseguridad ha sido la compañera constante desde el principio de la adicción, antes de contactar con terapeutas, durante y después. He tenido la sensación constante de no saber. Sin embargo, hay que acordarse de ese libro que parecía tan aburrido y que nos citaban en el bachillerato, "El discurso del método", de Descartes. La parte célebre es la segunda, donde se dice "pienso, luego existo". Pero en la primera parte, nos explica cómo el que está perdido en un denso bosque debe empezar a andar en una dirección y no desviarse. Estaba completamente sola, y con una grave enfermedad; acababa de desarraigarme de mi habitual lugar de residencia, perdiendo hábitos, amistades; me sentía malhumorada y llena de molestias físicas. Sabía lo que pasaba, y nunca volví la cara hacia otro sitio (eso no lo hago en ningún terreno). Sencillamente, comencé una estrategia que continué todo el tiempo que duró la adicción. Se podría llamar "dinámica de dar y quitar". Te doy tal, no haces lo que tendría que hacer, te lo quito. Era también "dinámica de impedir el enquistamiento de las situaciones". Bueno, si os interesa os lo cuento en otro post... El caso es que, en el bosque, seguí un camino, tal vez malo, pero que me alivió de la enorme inseguridad que me invadía, que me dio energía para obrar. ¡Cuánto tiempo y sufrimiento hubiera ahorrado poniéndome en manos de profesionales! Pero yo no valoraba la importancia de esto... .......................................................................................................................................................... . Por lo que se refiere al después, la inseguridad vuelve a estar a la orden del día. Y ahora no tienen sentido las estrategias, sino la autocont ención, el respeto y la diferenciación clara entre lo mío y lo tuyo, la confianza en que el trabajo interior está ahí, presente, pase lo que pase. Ahora puedo empezar a reconstruirme yo misma. Eso me mantiene entretenida, porque es muy nuevo volver a convivir con la esperanza, el optimismo y la paz. 1

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