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INTELIGENCIA EMOCIONAL PARA UN MINISTERIO EFECTIVO

LORI CICCARELLI

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INTELIGENCIA EMOCIONAL PARA UN MINISTERIO EFECTIVO

L O R I C I C C A R E L L I

Expertos en el campo del liderazgo creen que los líderes verdaderamente efectivos poseen un alto nivel de inteligencia emocional (IE). Como un in-grediente de excelente desempeño, la IE probó ser dos veces más importan-te que el CI en todos los niveles. La IE es la habilidad de trabajar con otros

y llevar a cabo un cambio. Sin IE, una persona puede tener la mejor capacitación, una mente analítica y experiencia técnica, pero, aun así, no será un gran líder.1

Muchos creen que la IE es innata; es decir, que uno nace con ella. Sin embargo, creo firmemente que la IE puede ser aprendida porque he presenciado este hecho personal y profesionalmente. Según estudios, la IE es la gestión de uno mismo y de

DEPARTAMENTO: ASOCIACIÓN MINISTERIAL

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las relaciones, la autocompetencia y la competencia social.2 Muchos pastores han compartido conmigo que nunca recibieron capacitación sobre IE en su educación ministerial formal. Eso debería cambiar, y aquí está el por qué.

EL NIVEL RELACIONALComo humanos, anhelamos la conexión porque fuimos creados con una identidad

relacional. La IE es relacional. Dios es relacional; la deidad es un ejemplo excelen-te. Sus 10 mandamientos para nosotros son relacionales: una sección tiene su foco en la relación con Dios; la segunda, en otros seres humanos. El mayor mandato de Dios para nosotros es relacional: amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, alma y mente y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Mat. 22:36-40). Bob Burns, Tasha Chapman y Donald Guthrie afirman: “Puede ayudarnos a pensar las relaciones como el tejido conectivo de la iglesia”.3 Ya sea el ministerio eclesiásti-co, el trabajo misionero, la dirección espiritual, o la capellanía, cada ministerio es relacional. El ministerio de Jesús, el discipulado, era relacional. Su carácter es uno de cualidades relacionales, lo que revela el fruto del Espíritu (Gál. 5:22, 23).

La IE puede ser desarrollada a través de una comprensión y aplicación personal de la gracia y la misericordia del evangelio.4 Ahora las iglesias están buscando ca-pacitar en IE para ministrar de forma más efectiva. Los estudios muestran que la IE está compuesta por cinco ingredientes: (1) autoconocimiento, (2) autorregulación, (3) motivación, (4) empatía y (5) habilidades sociales.5 Al tiempo que he capacitado líderes alrededor de estos ingredientes, he desarrollado aún más los cinco princi-pios de IE específicamente para un liderazgo ministerial efectivo.


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AUTOCONOCIMIENTOEl autoconocimiento es la puerta a la transformación. Encontramos a nuestro

verdadero yo al buscar a Dios, nuestro líder, en primer lugar.6 Cuando buscamos a Dios y nos colocamos en sintonía con su presencia, cambiamos. La manifestación de su fruto, que luego sobreabunda en cada aspecto de nuestras vidas, es decir, en nuestras relaciones y ministerios, es un proceso natural cuando permanecemos en él (Juan 15:4, 5). “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba” (Marcos 1:35). La intimidad con Dios sobre-abundaba en sus relaciones con sus discípulos. Nuestro fruto depende de nuestra relación intencional con Jesús.

Como capellán de cuidados espirituales de hospital, veo muchos pacientes que están solos, hambrientos, lastimados… Necesitamos alcanzar nuestras comunida-des como Jesús lo hizo. Él se relacionó con ellos, y mostró amor, compasión y hos-pitalidad.

La efectividad de nuestro liderazgo depende del grado en el que estamos per-maneciendo en Cristo.7 Esto es fundamental para cada ministerio. Muchos líderes ministeriales no se toman el tiempo cada día para permanecer. ¿Su permanecer se convierte en la planificación de un sermón, una lección objetiva, una clase, una preparación de consejería? “Estad quietos y conoced que yo soy Dios” es una invi-tación a tomar tiempo sin apuro con él (Sal. 46:10),8 un tiempo de renovación espi-ritual. Es restaurador; mi alma encuentra descanso solo en Dios (Sal. 62:1).



Como capellán de cuidados espirituales de hospital, veo muchos pacientes que están solos, hambrientos, lastimados…, debemos alcanzar las comunidades como Jesús lo hizo; él se relacionó con ellos, mostrando amor, compasión y hospitalidad.

Los estudios muestran que, solo 1 de cada 10 pastores toman un día completo de descanso de forma regular.9 Muchos pastores encuentran el día de reposo como el día más demandante del ministerio. Sea intencional al programar un día libre de trabajo (por lo menos un periodo de tiempo entre cuatro a seis horas) simple-mente para permanecer en Cristo. Viva bien al darle a su mente, cuerpo y alma un respiro necesario de las preocupaciones de este mundo.

AUTORREGULACIÓNTenemos un promedio de 400 experiencias emocionales cada día. Los que tienen

una alta sensibilidad de autorregulación comprenden cómo sus emociones impac-tan a otros y a su rendimiento en el trabajo. Pueden regular sus sentimientos con éxito y están intrínsecamente motivados.

La forma en la que manejamos o regulamos nuestras emociones hace la diferen-cia en el éxito del liderazgo.10 El pastor Charles Swindoll afirma:

❝ “Cuánto más vivo, más me convenzo de que la vida es 10% lo que nos sucede y 90% cómo respondemos ante eso”.11



Como nos encontramos con tantas experiencias emocionales en un día, es im-perativo que comprendamos cómo impactan nuestras emociones en otros y cómo podemos regular nuestro comportamiento de forma apropiada. El autocontrol re-quiere disciplina espiritual por el poder del Espíritu Santo.

Somos llamados a examinar nuestras vidas para determinar qué tipo de fruto es-tamos llevando.12 Examínese a sí mismo para comprender sus disparadores (Lam. 3:40). Profundice para identificar sus emociones al examinar la raíz de su compor-tamiento. Examine los pecados de las generaciones anteriores a usted para com-prender patrones habituales heredados. ¿Tiene heridas del alma que necesitan ser examinadas, procesadas y resueltas al buscar consejería de comportamiento saludable adicional?

El crecimiento en IE requiere reflexión. Escribir un diario, una disciplina efectiva de reflexión, puede ayudarlo a procesar las emociones. Es una forma segura de expresarnos ante Dios para que no nos quejemos inapropiadamente de otros. Los sentimientos deben ser procesados de forma segura, lo que nos permite manejar-los en lugar de que nos aplasten.13 Los estudios muestran que escribir sobre los sentimientos tiene beneficios para la salud.14



Sea específico al orar lo que está en la Escritura cuando se ponga la armadura antes de salir de casa. Yo oro cada día: Señor, que sea pronto para oír, tardo para hablar y tardo para airarme (Sant. 1:19). Conscientemente autorregulo mis emocio-nes durante situaciones al respirar profundo y luego calificar mis emociones en una escala del 1 al 10. En la mayoría de las situaciones, puedo responder calma, bondadosa y respetuosamente, y no de forma impulsiva; sin embargo, requiere au-tocontrol. “Cuando proferían insultos contra él, no replicaba con insultos; cuando padecía, no amenazaba, sino que se entregaba a aquel que juzga con justicia” (1 Ped. 2:23, NVI).

MOTIVACIÓN Y PASIÓNLos líderes están intrínsecamente motivados por la pasión. Muchos de nosotros

entramos al ministerio por nuestra pasión de servir al Señor. El servicio está en el centro de la misión de Dios para nosotros. ¿Está agotado y con necesidad de reco-nectar y volver a comprometerse con su llamado? Examine las pasiones de su cora-zón. Reconecte al notar la presencia de Dios a través del día. Cambiará su perspec-tiva al comenzar a experimentar su día como “reverencial” más que “obligatorio”, enfocado más en la presencia de Dios que en su propio rendimiento. Los líderes crean el ambiente mientras que los seguidores reflexionan en la pasión de su líder.

Los líderes siervos van primero; sirven a la misión de la organización, no a agen-das personales. Ellos modelan la misión y lo que enseñan. Los líderes siervos de-sarrollan otros líderes; ponen el bienestar de los demás por sobre las ganancias; reflejan honor y respeto mutuo, colaborando para descubrir las mejores soluciones para todos.15 Jesús vino para servir, no para ser servido. Desarrolló a sus discípulos, haciéndolos jugadores de equipo. Jesús sabía que cuando se fuera, estarían bien equipados para continuar la Gran Comisión.



EMPATÍAComo resultado de permanecer en Cristo, somos transformados a su semejanza

por el poder del Espíritu Santo. Las mayores cualidades por las que Cristo era co-nocido fueron su empatía y compasión. La empatía es entrar a los sentimientos de otra persona, identificarse con ellos; y comprender sus decepciones, alegrías y tristezas.

“Busquen primero comprender, luego ser comprendidos”.16 En mi pasado como un maestro de educación primaria, mi única regla en la clase era la regla de oro (Luc. 6:31). Empatía. Mis alumnos de primer grado lo entendían. Se comportaban tan bien que el director traía otros maestros de todos los otros grados a mi salón para que observaran. La empatía es una habilidad vital en la vida.

En el libro Leading with Kindness [liderar con bondad], el autor dice: “De hecho, la mayoría de los líderes con los que hablamos invocaban la regla de oro como su fi-losofía administrativa, notando que la adherencia a este principio es la forma más segura de construir comunidades estrechamente unidas y de alto rendimiento”. Estos líderes se toman el tiempo de conectarse con el personal con palabras de ánimo y bondad. El personal se siente valorado y, como resultado, son motivados.17 Tómese el tiempo para escuchar, para practicar el don de la presencia. Comunique empáticamente que “creo que sé cómo te sientes”. Reflejar lo que escuchamos también proporciona claridad de una forma no amenazante, por ejemplo: “Si te estoy entendiendo bien, estás diciendo que…”. Seguimos siendo objetivos sin en-frentarnos a la ansiedad de la otra persona.



HABILIDADES SOCIALES

❝ “Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto (Col. 3:14, NVI).

Estamos viviendo en una era de soledad, una epidemia silenciosa que afecta a más de 60 millones de personas solo en los Estados Unidos.18 Fuimos creados para estar en comunidad. “¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía!” (Sal. 133:1, NVI). La trinidad es un ejemplo maravilloso. Dios mismo es comunidad.

Estudios muestran que la falta de conexión social es un detrimento mayor a la salud que la obesidad, el cigarrillo y la presión alta.19 El Dr. Robert Putnam, un cien-tífico político y profesor en la Universidad de Harvard, completó un estudio exten-sivo sobre “comunidad”, que mostró que fuimos hechos para vivir en comunidad debido a nuestra identidad relacional. Dice que si una persona se une a una co-munidad en este momento, literalmente reduce a la mitad las probabilidades de morir el siguiente año.20

Como capellán de cuidados espirituales de hospital, veo muchos pacientes que están solos, hambrientos, lastimados. Muchos dicen que creen en Dios, pero no asisten a la iglesia. Entonces, ¿quién los está alcanzando? Con frecuencia, las igle-sias esperan que las personas vayan hasta ellas, cuando, de hecho, necesitamos alcanzar a nuestras comunidades como Jesús lo hizo. Él se relacionaba con ellos, mostrando amor, compasión y hospitalidad. Él iba de puerta en puerta para visi-tar a los pobres, los necesitados, los solitarios. Veo a Jesús como nuestro primer y mayor trabajador social.



LAS MEJORES PRÁCTICAS PARA LA INTELIGENCIA EMOCIONALLas mejores prácticas para la inteligencia emocional tienen que ver con liderar

como Jesús. Somos sus embajadores, representándolo (2 Cor. 5:20). “Les he pues-to el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes” (Juan 13:15, NVI).

La misión de Dios para cada uno de nosotros, junto con el Espíritu Santo, es llevar el evangelio al mundo y hacer avanzar el reino de Dios al reflejarlo. Cuando refle-jamos a Cristo, estamos comunicando el fruto del Espíritu.21

“La importancia del hombre no se mide por la posición de responsabilidad que ocupa sino por el espíritu cristiano que revela”.22 Cuando somos transformados a la imagen de Cristo, imitadores de él, y estamos en un Espíritu, entonces hacer avan-zar su reino es el resultado natural.



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‘Notas de fim’1 Daniel Goleman, “What Makes a Leader?” Best of Harvard Business Review 1998, 82–92. ^2 Goleman, “What Makes a Leader?” 82–92. ^3 Bob Burns, Tasha D. Chapman, and Donald C. Guthrie, Resilient Ministry: What Pastors Told Us About Surviving and Thriving (Downers Grove, IL: VP Books, 2013), 114. ^4 Burns, Chapman, and Guthrie, Resilient Ministry, 128. ^5 Goleman, “What Makes a Leader?” 82–92. ^6 David Benner, The Gift of Being Yourself: The Sacred Call to Self-Discovery (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 2015). ^7 Gordon MacDonald, Ordering Your Private World (Nashville, TN: Thomas Nelson Publishing, 2012). ^8 Alan Fadling, An Unhurried Life: Following Jesus’ Rhythms of Work and Rest (Downers Grove, IL: InterVarsity, 2013), 14. ^9 “Gleanings: March 2015,” Christianity Today, March 2015, christianitytoday.com/ct/2015/march/. ^10 Goleman, “What Makes a Leader?” 82–92. ^11 Charles Swindoll, “The Value of a Positive Attitude,” Insight for Today, Insight for Living Ministries, November 19, 2015, https://insight.org/resources/daily-devo-tional/individual/the-value-of-a-positive-attitude. ^12 Chuck Smith, Why Grace Changes Everything: The Key That Unlocks God’s Blessings (Costa Mesa, CA: The Word for Today, 2010), 81. ^13 Donald Whitney, Spiritual Disciplines for the Christian Life (Colorado Springs, CO: NavPress, 1991), 195–211. ^14 David Caruso and Peter Salovey, The Emotionally Intelligent Manager: How to Develop and Use the Four Key Emotional Skills of Leadership (San Francisco, CA: Jossey-Bass, 2004), 136. ^15 C. Gene Wilkes, Jesus on Leadership: Timeless Wisdom on Servant Leadership (Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc., 1998), 169–176. ^16 Stephen Covey, The 7 Habits of Highly Effective People: Powerful Lessons in Personal Change, 25th anniversary ed. (New York: Simon and Schuster, 2013), 247. ^17 William F. Baker and Michael O’Malley, Leading With Kindness (New York: AMACOM, 2008), 24. ^18 Veronique de Turenne, “The Pain of Chronic Loneliness Can Be Detrimental to Your Health,” UCLA Newsroom, December 21, 2016, https://newsroom.ucla.edu/stories/stories-20161206. ^19 Emma Seppälä, “Connectedness and Health: The Science of Social Connection,” The Center for Compassion and Altruism Research and Education, Stanford Me-dicine, May 8, 2014, http://ccare.stanford.edu/uncategorized/connectedness-health-the-science-of-social-connection-infographic/. ^20 Robert D. Putnam, Bowling Alone: The Collapse and Revival of the American Community (New York, NY: Simon and Schuster, 2001), 326–335. 21 Elena G. White, Los hechos de los apóstoles, p. 9 (Mountain View, CA: Pacific Press Pub. Assn., 1911), 9. .22 Elena G. White, En los lugares celestialess, p. 239 (Hagerstown, MD: Review and Herald Pub. Assn., 1967), 237. .



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