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CARLOS MARX Y LOS MARXISMOS * Por Julián Sabogal Tamayo ** El viejo topo que sabe cavar la tierra con tanta rapidez, ese digno zapador que se llama Revolución (Marx). 1 INTRODUCCIÓN Lo primero que quiero plantear es que, en mi opinión, la mejor manera de comprender la realidad social de América Latina, así como su historia y la búsqueda de futuros posibles, es con base en el método de Carlos Marx. Lo cual no significa que solamente debamos leer a Marx, sobre todo porque han surgido nuevos fenómenos mundiales inexistentes en la época de este pensador; entiendo también que esos nuevos fenómenos –por ejemplo, el problema ambiental–, pueden ser abordados, si no en su complejidad concreta sí en su esencialidad, con el método creado por Marx. Lo segundo, es que el conocimiento del pensamiento de Marx debemos buscarlo en sus propias obras y no en sus divulgadores, algunos de los cuales son también sus deformadores. Creo que la circunstancia de la conmemoración de los 200 años del nacimiento de Marx, es una buena oportunidad para releer algunas de sus obras; esto es lo que me he propuesto hacer. Son varios los componentes del pensamiento de Marx que han sido tergiversados; en esta ponencia me voy a detener en dos de ellos: el materialismo y el enfoque de los cambios históricos, los modos de producción. Por supuesto, mis planteamientos no son novedosos, varios estudiosos de Marx han hecho estos planeamientos, y no sé si la forma como los voy a plantear pueda contener algún aporte. Pero creo necesario insistir en el tema, sobre todo ante la ofensiva de los “neos” y los “post” que se han tomado el panorama teórico, particularmente en la universidad, desde la década de los años setenta del siglo pasado. * Ponencia presentada el 7 de noviembre de 2018 en el Coloquio Internacional “Legado de Marx al Pensamiento Crítico Latinoamericano. A 200 años de su nacimiento (1818-2018)”. ** Profesor Titular de Economía de la Universidad de Nariño, Miembro de Número de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas. 1 MARX, Carlos. Discurso pronunciado el 14 de abril de 1856, en Londres en la fiesta de aniversario del periódico People's Paper.

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CARLOS MARX Y LOS MARXISMOS*

Por Julián Sabogal Tamayo**

El viejo topo que sabe cavar la tierra con tanta rapidez, ese digno zapador que se llama Revolución (Marx).1

INTRODUCCIÓN

Lo primero que quiero plantear es que, en mi opinión, la mejor manera de comprender la

realidad social de América Latina, así como su historia y la búsqueda de futuros posibles,

es con base en el método de Carlos Marx. Lo cual no significa que solamente debamos leer

a Marx, sobre todo porque han surgido nuevos fenómenos mundiales inexistentes en la

época de este pensador; entiendo también que esos nuevos fenómenos –por ejemplo, el

problema ambiental–, pueden ser abordados, si no en su complejidad concreta sí en su

esencialidad, con el método creado por Marx. Lo segundo, es que el conocimiento del

pensamiento de Marx debemos buscarlo en sus propias obras y no en sus divulgadores,

algunos de los cuales son también sus deformadores. Creo que la circunstancia de la

conmemoración de los 200 años del nacimiento de Marx, es una buena oportunidad para

releer algunas de sus obras; esto es lo que me he propuesto hacer.

Son varios los componentes del pensamiento de Marx que han sido tergiversados; en esta

ponencia me voy a detener en dos de ellos: el materialismo y el enfoque de los cambios

históricos, los modos de producción. Por supuesto, mis planteamientos no son novedosos,

varios estudiosos de Marx han hecho estos planeamientos, y no sé si la forma como los voy

a plantear pueda contener algún aporte. Pero creo necesario insistir en el tema, sobre todo

ante la ofensiva de los “neos” y los “post” que se han tomado el panorama teórico,

particularmente en la universidad, desde la década de los años setenta del siglo pasado.

* Ponencia presentada el 7 de noviembre de 2018 en el Coloquio Internacional “Legado de Marx al Pensamiento Crítico Latinoamericano. A 200 años de su nacimiento (1818-2018)”. ** Profesor Titular de Economía de la Universidad de Nariño, Miembro de Número de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas. 1 MARX, Carlos. Discurso pronunciado el 14 de abril de 1856, en Londres en la fiesta de aniversario del periódico People's Paper.

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El pensamiento de Marx, como el de todos los grandes pensadores, tiene seguidores,

tergiversadores y opositores; en el caso de este pensador, las lecturas equivocadas se

remontan a la época en que él aún vivía; como lo podemos ver en los tiempos del

nacimiento del Partido Socialdemócrata Alemán, que nace en el Congreso fundacional

llevado a cabo Gotha en 1875; aquí se unieron los seguidores del pensamiento de Marx –

Partido Socialdemócrata Obrero de Alemania– y los seguidores de Ferdinand Lasalle –

Asociación General de Trabajadores de Alemania–.

Todo indica que entonces, como ahora, los que leían a Marx eran muy pocos y los que lo

comprendían eran aún menos y, por ello, en las discusiones llevadas a cabo alrededor de la

necesidad de la unidad se hizo evidente la ignorancia teórica de los revolucionarios, esta se

expresó sobre todo con las lecturas de los trabajos de Eugenio Dühring, un profesor

universitario que sembraba una gran confusión sobre todo entre los seguidores de Marx.

Algunos de ellos se declararon, en primera instancia, seguidores de Dühring. Es el caso de

Augusto Bebel quien recibió, estando preso, un trabajo de Dühring y al leerlo se declaró

seguidor suyo.

Al respecto nos dice David Riazanov, lo siguiente:

Marx y Engels no tenían con ellos sino a un puñado de hombres, que conocían bien el

Manifiesto del Partido Comunista y comprendían perfectamente la doctrina marxista. La

publicación de El capital no hizo aumentar el número, en los primeros tiempos. Para la

inmensa mayoría de los comunistas, esa obra era como un bloque de granito, al cual se

daban con ardor..., pero sin resultado. Es suficiente leer los escritos de los

socialdemócratas entre 1872 y 1875, y aun los de Guillermo Liebknecht, discípulo directo

de Marx, para ver cuán poco se desarrollaba el estudio teórico del marxismo.

Frecuentemente, el órgano central del partido alemán presentaba una extraña mixtura de

los más diferentes sistemas socialistas. El método de Marx y Engels, la concepción

materialista de la historia, la doctrina de la lucha de clases, todo eso estaba en hebreo

para la mayor parte de los comunistas, y el propio Liebknecht se orientaba tan mal en la

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filosofía del marxismo, que confundía el materialismo dialéctico de Marx y Engels con el

materialismo biológico de Moleschoff y Büchner.2

El principal líder de los marxistas alemanes de aquel momento era Guillermo Liebknecht,

quien había dado pruebas de no entender a Marx, desde la publicación en 1859 de

Contribución a la Crítica de la Economía Política. En una carta a Engels, 22 de julio de

1859, Marx le dice: Liebknecht ha declarado a Biskamp que “nunca un libro le había

decepcionado tanto hasta ahora”.

En el mismo sentido, Henryk Grossmann se refiere a los seguidores de Marx de la época:

De la correspondencia entre Marx y Engels se puede inferir cuán penosamente vivió Marx

el hecho de que los círculos partidarios alemanes mostraran una casi increíble

indiferencia respecto de El capital. El inmaduro movimiento obrero alemán de aquel

entonces respondía más a los folletos de Lassalle que a la poderosa y genial obra de

pensamiento de la teoría marxiana. Aún las cabezas dirigentes del movimiento obrero no

estaban en condiciones de captar el núcleo propio de la doctrina marxiana, y es

característica la petición de Guillermo Liebknecht (1868) a Engels para que en un

artículo en el órgano del partido de aquel entonces “aclare dónde descansa verdadera-

mente la diferencia entre Marx y Lassalle”.3

Luego Engels empezó la crítica de Dühring en una serie de artículos, que fueron publicados

en el órgano oficial del partido y más tarde reunidos en un libro con el título de Anti-

Dühring. Este libro se convirtió en el manual de formación de los revolucionarios

alemanes y los pocos que habían empezado a leer El capital terminaron por abandonarlo.

Muchos de los jóvenes revolucionarios, que llegaron más tarde a ser líderes de la II

Internacional, como Berstein, Kautsky, Plejanov, obtuvieron su formación teórica en el

libro de Engels.

2 RIAZANOV, David (2012) La vida y el pensamiento revolucionario de Marx y Engels, México: Ocean Sur, pág. 206. 3 GROSSMAN, Henryk (1979) La ley de la acumulación y el derrumbe del sistema capitalista, México: Siglo XXI, pág. 128.

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De otra parte, el significativo crecimiento económico de finales del siglo hizo pensar a

algunos revolucionarios, los pocos que habían leído El capital, que la posición teórica de

Marx, según la cual la posibilidad del derrumbe del Capitalismo radicaba en su propia

naturaleza, había perdido vigencia. Entre estos líderes se encontraban algunos muy

respetados como Rudolf Hilferding. Este marxista planteó que el capitalismo, desde el

punto de vista de la acumulación de plusvalía, podía reproducirse eternamente y que, por lo

tanto, la revolución solo podría alcanzarse con el trabajo del partido revolucionario.

El Anti-Dühring es, por supuesto, más comprensible que El capital, pero contiene

afirmaciones teóricas que se alejan de las enseñanzas del maestro y que luego abrió la

puerta para la interpretación tergiversada en los manuales soviéticos. Veamos, a manera de

ejemplo, una de estas afirmaciones de Engels: La dialéctica no es más que la ciencia de

las leyes generales que rigen la dinámica del desarrollo de la naturaleza, de la sociedad

humana y del pensamiento.4 Esta es, sin duda, una formulación del método dialéctico que

lo relaciona con una concepción general del mundo; esta no era la idea de Marx. Marx

nunca aceptó la idea de que él había creado una ciencia general de la Historia; como

tampoco utilizó conceptos como materialismo dialéctico, solo habló del método dialéctico y

de la base material de este método, tampoco habló de materialismo histórico, como una

ciencia general. Creo que el primero en utilizar la expresión “Materialismo Histórico” fue

Engels y “Materialismo Dialéctico”, Plejanov.

Engels, en una serie de artículos publicados en 1880, y en forma de libro en 1892 con el

título Del socialismo utópico al socialismo científico, una síntesis de carácter pedagógico

dirigida a los franceses, donde dice:

Es bien sabido que nosotros, los alemanes, tenemos… un cavilar profundo. En cuanto uno

de nosotros expone algo que reputa una nueva doctrina, lo primero que hace es elaborarla

en forma de un sistema universal.5 Todo indica que Engels, en este caso, actuó como buen

alemán. Más adelante afirma que a la teoría suya y de Marx le da

4 ENGELS, Federico (1975) Anti-Duhring, Bogotá: Arca de Noé, pág. 171. 5 ENGELS, Federico (1969) Del socialismo utópico al Socialismo científico. En Obras Escogidas en un tomo, Moscú: Editorial Progreso, pág. 401.

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el nombre de “materialismo histórico” para designar esa concepción de los derroteros de

la historia universal que ve la causa final y la fuerza propulsora decisiva de todos los

acontecimientos históricos importantes en el desarrollo económico de la sociedad, en las

transformaciones del modo de producción y de cambio, en la consiguiente división de la

sociedad en distintas clases y en las luchas de estas clases entre sí.6

Por su parte Plejanov, en su obra El significado de Hegel, en 1891, escribe:

Hegel resolvió completamente la antinomia entre libertad y necesidad. Él mostró que

somos libres sólo en la medida en que conocemos las leyes de la naturaleza y del

desarrollo socio-histórico, y sólo en la medida en que nosotros, subordinándonos a estas

leyes, nos basamos en ellas. Esta fue la mayor conquista en el ámbito de la filosofía como

en el ámbito de las ciencias sociales. Esta conquista sin embargo, fue explotada

plenamente sólo por el moderno materialismo dialéctico.7

Marx, en cambio, no se portó como alemán típico y, por eso insistió en que él no había

creado una teoría general. Veamos un par de ejemplos que respaldan este comportamiento

de Marx. Un primer ejemplo es la respuesta que dio, en 1880, a la revolucionaria rusa Vera

Zasúlich cuando le preguntó qué debían hacer los revolucionarios en Rusia, teniendo en

cuenta que en su país gran parte de la tierra no era propiedad privada, sino que existía la

Comuna. Y que algunos camaradas planteaban, apegándose a lo planteado en el tomo I de

El capital, que primero la tierra debía de ser propiedad privada capitalista, para luego pasar

al Socialismo. Ante esta pregunta, Marx responde lo siguiente:

en el fondo del sistema capitalista está, pues, la separación radical entre productor y

medios de producción [...] la base de toda esta evolución es la expropiación de los

campesinos. [esto] Todavía no se ha realizado de una manera radical más que en

Inglaterra [...] Pero todos los demás países de Europa occidental van por el mismo

camino. La “fatalidad histórica” de este movimiento está, pues, expresamente restringida a

los países de Europa occidental.

6 Ibídem, págs. 409-410. 7 PLEJANOV, George (2008) El significado de Hegel. En (https://www.marxists.org/espanol/plejanov/1891/001.htm), pág. 29.

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Otro ejemplo está en la carta que Marx dirigió, en 1877, al periódico ruso otiéchestviennie

zapiski, en el que habían publicado un artículo según el cual Marx creó una teoría general

de la historia. La carta de Marx afirma lo siguiente:

[Malinovsky] A todo trance quiere convertir mi esbozo histórico sobre los orígenes del

capitalismo en la Europa occidental en una teoría filosófico-histórica sobre la trayectoria

general a que se hallan sometidos fatalmente todos los pueblos, cualesquiera que sean las

circunstancias históricas que en ellos concurran, para plasmarse por fin en aquella

formación económica que, a la par que el mayor impulso de las fuerzas productivas, del

trabajo social, asegura el desarrollo del hombre en todos y cada uno de sus aspectos. (Esto

es hacerme demasiado honor y, al mismo tiempo, demasiado escarnio).8

EL MATERIALISMO DE MARX

Lo primero que debemos tener en cuenta es que Marx no hacía teoría por la teoría misma,

sino que hacía teoría para comprender la realidad social con el fin de transformarla; hacía

teoría para la acción política. Se trataba de una posición ética. La ruptura con sus antiguos

amigos los Hegelianos de izquierda, inmediatamente después de su salida de la Gaceta

Renana en 1843, se debió a la actitud de estos amigos que no pasaban de la crítica teórica,

mientras que Marx había decidido que la crítica tenía que llegar a la realidad. Ya en su

artículo Introducción a la crítica Filosofia del Derecho de Hegel, publicado a inicios de

1844 en el primer número de los Anales Franco Alemanes, escrito en 1843, afirma: El arma

de la crítica no puede soportar, evidentemente, la crítica de las armas, el poder material ha

de ser derrocado por el poder material; pero también la teoría se convierte en poder

material tan pronto como se apodera de las masas.9 Es decir, Marx ya había entrado en la

etapa de hacer teoría para la práctica. En los manuscritos de 1844 aparece la idea definitiva

de que la transformación de la realidad capitalista ha de conducir al comunismo:

El comunismo como superación positiva de la propiedad privada en cuanto

autoextrañamiento del hombre, y por ello como apropiación real de la esencia humana por 8 MARX, Carlos (1980) Carta a la redacción de “otiéchestviennie zapiski”. En Escritos sobre Rusia, Cuadernos de Pasado y Presente, Nº 90, México: Siglo XXI, págs. 64-65. 9 MARX, Carlos (2008) Contribución a la crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel. Introducción. En Escritos de juventud sobre el Derecho. Textos 1837-1847, Barcelona: Antropos, pág. 103.

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y para el hombre; por ello como retorno del hombre para sí en cuanto hombre social, es

decir, humano; retorno pleno, consciente y efectuado dentro de toda la riqueza de la

evolución humana hasta el presente. Este comunismo es, como completo naturalismo =

humanismo, como completo humanismo = naturalismo; es la verdadera solución del

conflicto entre el hombre y la naturaleza, entre el hombre y el hombre, la solución

definitiva del litigio entre existencia y esencia, entre objetivación y autoafirmación, entre

libertad y necesidad, entre individuo y género. Es el enigma resuelto de la historia y sabe

que es la solución10.

En ese momento, no había hecho aún el descubrimiento de las leyes naturales de la

producción capitalista… que actúan y se imponen con férrea necesidad, que es el objetivo

de El capital. Luego en la Sagrada familia, cuando Marx ya había abrazado

definitivamente el materialismo –todavía el de Feuerbach– toma la posición ética de los

socialistas franceses:

Los socialistas franceses afirman: el obrero lo hace todo, produce todo y sin embargo, no

tiene derecho alguno ni posee nada, absolutamente nada. La crítica crítica responde, por

boca del Sr. Edgar, la quietud del conocer personificada: para poderlo crear todo, hace

falta algo más fuerte que una conciencia obrera; solo formulada a la inversa, sería cierta

la tesis: el obrero no hace nada, por esto no posee nada y no hace nada porque su trabajo

es siempre, permanentemente, un trabajo concreto limitado a sus necesidades más

personales, un trabajo diario.11

No se trataba, por supuesto como creen algunos, de inquietudes de juventud que

desaparecieron cunado se hizo científico. En El capital, el sigue siendo el mismo

planteamiento ético:

…el reino de la libertad sólo empieza allí donde termina el trabajo impuesto por la

necesidad y por la coacción de los fines externos: queda, pues, conforme a la naturaleza

de la cosa, más allá de la órbita de la verdadera producción material. Así como el salvaje

10 MARX, Carlos (1993) Manuscritos: economia y filosofía. En Grandes Obras del Pensamiento, tomo 12, Barcelona: Altaya, pág. 147. 11 MARX, Carlos y ENGELS, Federico (1967) La sagrada familia, México: Grijalbo, pág. 84.

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tiene que luchar con la naturaleza para satisfacer sus necesidades, para encontrar el

sustento de su vida y reproducirla, el hombre civilizado tiene que hacer lo mismo, bajo

todas las formas sociales y bajo todos los posibles sistemas de producción. A medida, que

se desarrolla, desarrollándose con él sus necesidades, se extiende este reino de la

necesidad natural, pero al mismo tiempo se extienden también las fuerzas productivas que

satisfacen aquellas necesidades. La libertad, en este terreno, sólo puede consistir en que

el hombre socializado, los productores asociados, regulen racionalmente este su

intercambio de materias con la naturaleza, lo pongan bajo su control común en vez de

dejarse dominar por él como por un poder ciego, y lo lleven a cabo con el menor gasto

posible de fuerzas y en las condiciones más adecuadas y más dignas de su naturaleza

humana. Pero, con todo ello, siempre seguirá siendo éste un reino de la necesidad. Al otro

lado de sus fronteras comienza el despliegue de las fuerzas humanas que se considera

como fin en sí, el verdadero reino de la libertad, que sin embargo sólo puede florecer

tomando como base aquel reino de la necesidad. La condición fundamental para ello es la

reducción de la jornada de trabajo12.

Podemos concluir esta idea, compartiendo el planeamiento de Maximiliem Rubel:

…la obra de Karl Marx puede ser entendida como un acto ético. Como tal, esta obra es

una de las contribuciones más importantes a la transformación radical del destino

humano: al paso de la humanidad del estadio prehumano al humano, de la prehistoria

humana a la historia hecha por el hombre.13

Luego en 1845, cuando Marx y Engels se sientan a pensar una nueva teoría, la teoría del

comunismo, rompen con el materialismo de Feuerbach y nace el materialismo de Marx.

Acudo nuevamente a Rubel, cuando dice que Las Tesis sobre Feuerbach son como el acta

de fundación del materialismo de Marx; señalan el fin de una etapa en el itinerario

intelectual de Marx y el comienzo de una nueva fase que cubrirá toda su carrera futura,

12 MARX, Carlos (1975) El capital, tomo III, México: Fondo de Cultura Económica, pág. 759. 13 RUBEL, Maximiliem, La ética de Marx, https://bataillesocialiste.files.wordpress.com/2008/07/rubel-spgb2.pdf, pág. 1.

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científica y política.14 [En la primera tesis] el autor se apresta a liquidar toda teoría

especulativa del conocimiento, sea materialista o idealista.15

Es este el momento en que Marx, de una parte, rompe con la teoría especulativa, pero, de

otra ratifica la necesidad de la teoría para cambiar el mundo. Esto lo ilustra muy bien la

disputa de Marx con Weitling, considerado hasta ese momento como el líder del

comunismo –que buscaba un comunismo semejante al cristianismo primitivo–; en los

marcos de esta disputa aparece la conocida frase de Marx: la ignorancia nunca ayudó a

nadie; es decir, se necesita una teoría para el comunismo. Esta teoría es la encontramos en

La Ideología Alemana y en Las tesis sobre Feuerbach. Me centraré en la Tesis 1:

El defecto fundamental de todo el materialismo anterior –incluido el de Feuerbach– es

que solo concibe las cosas, la realidad, la sensoriedad, bajo la forma de objeto o de

contemplación, pero no como actividad sensorial humana, no como práctica, no de un

modo subjetivo. De aquí que el lado activo fuese desarrollado por el idealismo, por

oposición al materialismo, pero sólo de un modo abstracto, ya que el idealismo,

naturalmente, no conoce la actividad real, sensorial, como tal. Feuerbach quiere objetos

sensoriales, realmente distintos de los objetos conceptuales; pero tampoco él concibe la

propia actividad humana como una actividad objetiva. Por eso, en La esencia del

cristianismo sólo considera la actitud teórica como la auténticamente humana, mientras

que concibe y fija la práctica solo en su forma suciamente judaica de manifestarse. Por

tanto, no comprende la importancia de la actuación “revolucionaria”, “práctico-

crítica”.16

En La ideología alemana, se afirma en el mismo sentido:

No ve [Feuerbach] que el mundo sensible que le rodea no es algo directamente dado

desde toda una eternidad y constantemente igual a sí mismo, sino el producto de la

14 RUBEL, Maximilien. KARL MARX. Ensayo de Biografía Intelectual. En https://elsudamericano.files.wordpress.com/2013/02/rubel-maximilien-karl-marx-ensayo-de-biografia-intelectual-1957.pdf, pág. 135. 15 Ibídem. 16 MARX, Carlos (1969) Tesis sobre Feuerbach. En Obras Escogidas de C. Marx y F. Engels, Moscú: Progreso, pág. 26.

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industria y del estado social, en el sentido de que es un producto histórico, el resultado de

la actividad de toda una serie de generaciones, cada una de las cuales se encarama sobre

los hombros de la anterior, sigue desarrollando su industria y su intercambio y modifica su

organización social con arreglo a las nuevas necesidades. Hasta los objetos de la “certeza

sensorial” más simple le vienen dados solamente por el desarrollo social, la industria y el

intercambio comercial. Así es sabido que el cerezo, como casi todos los árboles frutales,

fue transplantado a nuestra zona hace pocos siglos por obra del comercio y tan sólo por

medio de esta acción de una determinada sociedad y de una determinada época, fue

entregado a la “certeza sensorial” de Feuerbach. …esta naturaleza anterior a la historia

humana no es la naturaleza en que vive Feuerbach, sino una naturaleza que, fuera tal vez

de unas cuantas islas coralíferas australianas de reciente formación, no existe ya hoy en

parte alguna, ni existe tampoco, por tanto, para Feuerhach.17

Lo que hace Marx es incluir en su materialismo la acción humana sensible. La acción

humana sensible, la praxis, es material. De esta manera la materia del materialismo de

Marx es la materia subjetivada, tocada por la acción humana. El filósofo cubano Rigoberto

Pupo plantea este problema diciendo que el objeto del materialismo de Marx define la

parte de la realidad humanizada por el hombre, es la parte de la realidad que el hombre

ha integrado a su actividad. La porción de la naturaleza o la sociedad que el hombre

subjetiva, espiritualiza con su actividad práctico – espiritual social.18

El objeto del materialismo anterior a Marx, nos dice Sánchez Vázquez, es

algo dado, existente en sí y por sí, no un producto humano. La relación que corresponde

ante este objeto exterior y subsistente de por sí es una actitud pasiva por parte del sujeto,

una visión o contemplación. El sujeto se limita a recibir o reflejar una realidad; el

conocimiento no es sino el resultado de la acción de los objetos del mundo exterior sobre

los órganos de los sentidos. El objeto es captado objetivamente, es decir, no como producto

de la actividad práctica, no de un modo subjetivo. La subjetividad –entendida aquí como

17 MARX, Carlos y ENGELS, Federico (2007) La ideología alemana, tomo I, Caracas: Fundación Editorial el perro y la rana, pág. 59. 18 PUPO, Rigoberto (2006) Tesis doctoral: El hombre, la Actividad humana, la Cultura y sus mediaciones fundamentales, Universidad de La Habana, pág. 62.

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actividad humana sensible, como práctica– es contrapuesta a la objetividad, a la existencia

del objeto como objeto en sí, dado en la contemplación.19

En síntesis. El idealista conoce objetos creados por el espíritu absoluto –dios, etc.–, el

materialista anterior a Marx conoce objetos independientes; se trataría de un materialismo

contemplativo, ingenuo. El objeto del materialismo de Marx incluye la “actividad real,

objetiva, material”: la actividad humana sensible es materia.

El materialismo anterior a Marx tiene como objeto la naturaleza infinita en el espacio y

eterna en el tiempo. Marx no afirma que ese materialismo sea falso, sino que no es un

pensamiento adecuado a la acción revolucionaria.

Por supuesto, para Marx la naturaleza y sus leyes existen objetivamente, fuera de la

consciencia. En La ideología alemana se burla de quienes creen que la realidad depende de

la mente humana, en estos términos:

Un hombre listo dio una vez en pensar que los hombres se hundían en el agua y se

ahogaban simplemente porque se dejaban llevar de la idea de gravedad. Tan pronto como

se quitasen esa idea de la cabeza, considerándola, por ejemplo una idea nacida de la

superstición, como una idea religiosa, quedarían sustraídos al peligro de ahogarse.20

En El capital, Marx no deja duda sobre la presencia de la naturaleza en las mercancías:

Los valores de uso, levita, lienzo, etc., o lo que es lo mismo, las mercancías consideradas

como objetos corpóreos, son combinaciones de dos elementos: la materia, que suministra

la naturaleza, y el trabajo. Si descontamos el conjunto de trabajos útiles contenidos en la

levita, en el lienzo, etc., quedará siempre un substrato material, que es el que la

naturaleza ofrece al hombre sin intervención de la mano de éste. En su producción, el

hombre sólo puede proceder como procede la misma naturaleza, es decir, haciendo que la

materia cambie de forma… Más aún. En este trabajo de conformación, el hombre se apoya

constantemente en las fuerzas naturales. El trabajo no es, pues, la fuente única y exclusiva

19 SÁNCHEZ VÁZQUEZ, Adolfo (2003) Filosofía de la praxis, México: Siglo XXI, págs. 169-170. 20 MARX, Carlos y ENGELS, Federico (2007) La ideología alemana, tomo I, ed. cit., pág. 16.

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de los valores de uso que produce, de la riqueza material. El trabajo es, como ha dicho

William Petty, el padre de la riqueza, y la tierra la madre.21

Algunos estudiosos de Marx, como Enrique Dussel y Franz Hinkelammert, han planteado

correctamente que el materialismo de Marx no tiene como objeto la naturaleza infinita, pero

niegan en ese materialismo presencia alguna de la naturaleza. Veamos un ejemplo de lo

que nos dice Dussel al respecto.

[El] concepto de naturaleza anterior al trabajo es fundamental para comprender el

“materialismo”deMarx.Nosetrata,deningunamanera,deunaprioridad–nienvalorni

ensentido–de lamaterianaturalsobreelhombre…ParaMarx loprimero,encuantoa

constitucióndelvalor…esel sujetoque trabaja: la subjetividadproductora.Porello la

“meramaterianatural”nointeresaensudiscurso…22

Como hemos visto, si bien la naturaleza per se no es el objeto del materialismo de Marx, no

es verdad que la producción sea posible sin naturaleza y, más aun la naturaleza no

desaparece totalmente del producto, de la mercancía, sino que en esta permanece un

sustrato material.

Veamos otra cita que indica el papel de la naturaleza en el proceso productivo, en la

creación de mercancías.

Cuando el espíritu humano analiza la idea de la reproducción, se encuentra siempre,

constantemente… con las operaciones de asociación y disociación; exactamente lo mismo

acontece con la reproducción del valor y de la riqueza, cuando la tierra, el aire y el agua

se transforman en trigo sobre el campo o cuando, bajo la mano del hombre, la secreción

viscosa de un insecto se convierte en seda o unas cuantas piezas de metal se ensamblan

para formar un reloj de repetición.23

Las tergiversaciones del pensamiento materialista de Marx

21 MARX, Carlos (1976) El capital, tomo I, México: Fondo de Cultura Económica, pág. 10. 22 DUSSEL, Enrique (1985) La producción teórica de Marx. Un comentario a los Grundrisse, México: Siglo XXI, págs. 177-178. 23 MARX, Carlos (1976) El capital, tomo I, ed. cit., pág. 10, nota de pie de página 14.

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FEDERICO ENGELS

Como hemos visto, el Anti-Dühring se convirtió en el texto con el cual se formaron los

revolucionarios partidarios de Marx y Engels desde finales de los años 1870. Esta obra,

independiente de la voluntad de su autor, se prestó para la futura tergiversación del

pensamiento de Marx. Es verdad que como Engels dijo en el prólogo a la segunda

edición, en 1884:

…como el punto de vista aquí desarrollado ha sido en su máxima parte fundado y

desarrollado por Marx, y en su mínima parte por mí, era obvio entre nosotros que esta

exposición mía no podía realizarse sin ponerse en su conocimiento. Le leí el manuscrito

entero antes de llevarlo a la imprenta, y el décimo capítulo de la sección sobre economía

(“De la Historia crítica”) ha sido escrito por Marx; yo no tuve sino que acortarlo un poco,

desgraciadamente, por causa de consideraciones externas. La colaboración de Marx se

explica porque siempre fue costumbre nuestra ayudarnos recíprocamente en cuestiones

científicas especiales.24

Efectivamente, Marx escribió el décimo capítulo de la Sección segunda, que es una crítica a

la historia del pensamiento económico de Dühring. Obviamente, este capítulo no adolece

de las debilidades del resto del libro. El principal problema del libro de Engels es su

intención de crear una ciencia general abstracta. Ya veíamos más arriba lo que nos dice

sobre la dialéctica como un método universal; veamos ahora otro ejemplo:

¿Qué es, pues, la negación de la negación? Es una ley muy general, y por ello mismo de

efectos muy amplios e importantes, del desarrollo de la naturaleza, la historia y el

pensamiento; una ley que, como hemos visto, se manifiesta en el mundo animal y vegetal,

en la geología, en la matemática, en la historia, en la filosofía…25

A diferencia del objeto del materialismo de Marx consistente en la parte de la realidad

humanizada por el hombre, el de Engels es el total de la naturaleza.

24 ENGELS, Federico (1975) Anti-Duhring, ed. cit., pág. 113. 25 Ibídem, págs. 170-171.

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Más adelante, en 1886, Engels escribió Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica

alemana, y aquí insiste en el materialismo sin la praxis:

…cuando apareció “La esencia del cristianismo” (1841) de Feuerbach. Esta obra

pulverizó de golpe la contradicción, restaurando de nuevo en el trono, sin más ambages, el

materialismo. La naturaleza existe independientemente de toda filosofía; es la base sobre

la que crecieron y se desarrollaron los hombres, que son también, de suyo, productos

naturales; fuera de la naturaleza y de los hombres, no existe nada, y los seres superiores

que nuestra imaginación religiosa ha forjado no son más que otros tantos reflejos

fantásticos de nuestro propio ser.26

Por supuesto esta afirmación no es falsa, el problema es que reivindica el materialismo de

Feuerbach, en vez de diferenciarse de este, como lo había hecho Marx. En 1889 se

funda la Segunda Internacional, en la cual Engels es el líder indiscutible y sus principales

dirigentes se habían formado con sus obras, particularmente con el Anti-Dühring.

V. I. LENIN

Lenin es entre los líderes de la II Internacional el más lúcido lector de Marx y que estudió

rigurosamente El capital, como lo demostró a la edad de 24 años con su libro ¿Quiénes son

los “amigos del pueblo” y como luchan contra los socialdemócratas? Y lo siguió

demostrando en sus polémicas con los narodniki. Pero, en asuntos filosóficos, al igual que

los revolucionarios de su época, se orientó por las obras de Engels. Es verdad que obras de

Marx como La ideología alemana y Los manuscritos de 1844 solo fueron publicadas

después de la muerte de Lenin, pero sí se conocían las Tesis sobre Feuerbach y la carta de

Marx a la redacción de la revista rusa Otiéchestviennie Zapiski.

Veamos someramente una de las obras filosóficas más importantes de Lenin: Materialismo

y Empiriocriticismo, escrita en 1908. El libro contiene tres partes. Si revisamos el número

de citas de Marx y de Engels en la obra, nos encontramos lo siguiente.

26 ENGELS, Federico (1969) Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana. En Obras Escogidas en un tomo, Moscú: Editorial Progreso, pág. 638.

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La primera parte, titulada Teoría del conocimiento del Empiriocriticismo y del

Materialismo dialéctico. I, tiene 9 citas de Engels, 6 de ellas del libro Del socialismo

utópico al socialismo científico y 3 de Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica

alemana. De Marx solo tiene una cita de las Tesis sobre Feuerbach, pero se refiere

únicamente a la tesis 2, referida a la práctica como criterio de verdad, pero pasa por alto la

primera tesis; es decir trata la práctica solo como criterio verdad, pero no como componente

del materialismo.

La segunda Parte, titulada Teoría del conocimiento del Empiriocriticismo y del

Materialismo dialéctico. II, de Engels tiene 5 citas tomadas de los mismos dos libros de la

primera parte. De Marx solo tiene una cita de una carta de 1868 a Kugelmann, con

referencia a un comentario de sobre Dietzgen, pero no del materialismo.

La tercera parte, titulada La novísima revolución en las ciencias naturales y el idealismo

filosófico, tiene 2 citas de Engels, tomadas de Del socialismo utópico al socialismo

científico y 4 citas de Marx. Una de la Contribución a la crítica de la Economía Política,

solo para criticar la lectura equivocada de Bagdanov al prólogo de este libro; dos citas de

cartas a Kugelmann (1870), una para recordar la crítica de Marx al uso ahistórico del

principio de Lucha por la vida, con lo que Bagdanov vuelve malthusiano un principio

darwinista, y otra para recordar la crítica de Marx al positivismo. Y, finalmente, una carta

de Marx (1843) a Feuerbach, para invitarlo a escribir en la revista de los Anales.

Nada dice Lenin, en este libro, sobre la diferencia del materialismo de Marx respecto

al materialismo de Feuerbach.

Un par de citas tomadas de Materialismo y Empiriocriticismo demuestran que, en esta obra,

Lenin no asume la crítica que Marx dirigió contra Feuerbach en la primera de sus Tesis

sobre Feuerbach, veamos:

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Nuestras sensaciones, nuestra conciencia son sólo la imagen del mundo exterior, y de

suyo se comprende que el reflejo no puede existir sin lo reflejado, mientras que lo

reflejado existe independientemente de lo que lo refleja.27

La materia es una categoría filosófica que sirve para designar la realidad objetiva, que es

dada al hombre en sus sensaciones, que es copiada, fotografiada, reflejada por nuestras

sensaciones, existiendo independientemente de ellas.28

El contenido de estas citas, como puede verse, se inscribe en el materialismo de Feuerbach.

El libro Materialismo y Empiriocriticismo fue escrito por Lenin en 1908, después del

fracaso de la Revolución rusa de 1905. Lenin acostumbraba, frente a los problemas

sociales más complejos dedicarse a leer, a pensar y a escribir. Por eso, en los años 1914-

1915, ante la ruptura de la II Internacional y el inicio de la guerra, se consagró a una

profunda lectura de filosofía, particularmente de Hegel; las notas de esta lectura fueron

publicadas más tarde con el título de Cuadernos filosóficos. Estos fueron publicados por

primera vez en 1930, en el tomo XII de una colección de obras de Lenin (Leninski Sbornik).

En estos Cuadernos encontramos diferencias importantes respecto a Materialismo y

Empiriocriticismo. Veamos unas pocas citas que lo demuestran.

Los conceptos lógicos son subjetivos mientras permanecen “abstractos”, en su forma

abstracta, pero al mismo tiempo expresan también las cosas en sí. La naturaleza es a la vez

concreta y abstracta, a la vez fenómeno y esencia, a la vez momento y relación. Los

conceptos humanos son subjetivos en su abstracción, en su separación, pero objetivos en

su conjunto, en el proceso, en el total, en la tendencia, en la fuente.29

Ya no están los objetos en oposición absoluta al sujeto, como aparecían hasta Feuerbach. Y

aquí ya aparece la primera de las Tesis sobre Feuerbach: Marx se sitúa claramente al lado

de Hegel cuando introduce el criterio de la práctica en la teoría del conocimiento: véase

27 LENIN, V.I. (1948) Materialismo y Empiriocriticismo, Moscú: Ediciones en lenguas extranjeras, págs. 64-65. 28 Ibídem, pág. 138. 29 LENIN, V. I. (1963) Cuadernos filosóficos, Buenos Aires: Ediciones estudio, pág. 200.

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las Tesis sobre Feuerbach.30 Y seguidamente agrega: La conciencia del hombre no solo

refleja el mundo objetivo, sino que lo crea31.

Y refiriéndose a Feuerbach dice:

…la raíz de su error consiste en uno de los principales defectos del sistema materialista de

Feuerbach. Marx lo expreso muy bien: “Feuerbach quiere objetos sensibles, realmente

diferenciados de los objetos que existen solo en nuestro pensamiento. Pero no concibe la

actividad humana como una actividad objetiva. Por lo tanto, en La esencia del

cristianismo, considera la actividad teórica como la única actividad auténticamente

humana”32

Del libro Materialismo y Empiriocriticismo fue publicada una segunda edición en ruso en

1920, prologado por Lenin, pero extrañamente no dice nada sobre sus descubrimientos de

los Cuadernos Filosóficos. Todo lo contrario, en el prólogo dice:

La presente edición, si se exceptúan algunas correcciones del texto, no se diferencia de la

anterior. Confío en que no carecerá de utilidad, independientemente de la polémica con los

"machistas" rusos, como manual que ayude a conocer la filosofía del marxismo, el

materialismo dialectico, así como las conclusiones filosóficas que se deducen de los

recientes descubrimientos de las ciencias naturales.33

LOS SOVIÉTICOS

Stalin publicó en 1938 un trabajo titulado Sobre el materialismo dialéctico y el

materialismo histórico, que se convirtió, a través de la Tercera Internacional, en el texto de

estudio de todos los partidos comunistas del mundo, particularmente de América Latina.

En la caracterización de su materialismo, Marx y Engels se remiten generalmente a

Feuerbach, como el filósofo que restauró en sus derechos al materialismo. Pero esto no

quiere decir que el materialismo de Marx y Engels sea idéntico al materialismo de 30 Ibídem, pág. 204. 31 Ibídem. 32 Ibídem, pág. 518. 33 LENIN, V. I (1948) Materialismo y empiriocriticismo, ed. cit., pág. 6.

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Feuerbach. En realidad, Marx y Engels tomaron del materialismo de Feuerbach su

“médula” desarrollándola hasta convertirla en la teoría científico-filosófica del

materialismo y desechando su escoria idealista y ético-religiosa.34

Obviamente no tiene en cuenta el aporte de Marx, de La ideología alemana y de las Tesis

sobre Feuerbach. Este texto sirvió de orientación a todos los manuales que se produjeron

en la URSS en lo que llamaron Materialismo Dialéctico –DIAMAT, Dialecticheski

Materializm– y Materialismo Histórico –ISMAT, Istoricheski Materializm–. Uno de estos

manuales es el Manual de Marxismo-Leninismo de la Academia de Ciencias de la URSS.

Tomaré de este texto unas pocas citas que expresan la idea fundamental.

Dentro del materialismo filosófico marxista el concepto de “materia” se emplea en el

sentido más amplio: con él significamos todo lo que tiene existencia objetiva, es decir,

independiente de la conciencia, y se refleja en las sensaciones humanas. “La materia es

toda realidad objetiva que nos viene dada en las sensaciones”.35

Se habla de la práctica, pero no en el sentido de la praxis que le dio Marx, sino en el sentido

de verificación de la verdad, es decir, en el sentido de la tesis 2 y no el de la tesis I:

A diferencia del anterior materialismo, el marxismo incluye la práctica en la teoría del

conocimiento, considerándola como la base y el fin del proceso cognoscitivo, y también

como norma de la veracidad de los conocimientos.36

Y respecto a la teoría del conocimiento, se sitúa en el Lenin de Materialismo y

Empiriocriticismo:

La teoría marxista del conocimiento es la teoría del reflejo. Esto significa que considera

el conocimiento como el reflejo de la realidad objetiva en el cerebro del hombre.37

34 STALIN, José (1938) Sobre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico. En http://www.nodo50.org/cc27s/MatHist_Dia.pdf, pág. 2. 35 KUSINEN, O. V. (director) (1968) Manual de Marxismo-Leninismo, México: Grijalbo, pág. 10. 36 Ibídem, pág. 45. 37 Ibídem, pág. 47.

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Lo mismo nos encontramos al ojear varias ediciones del Diccionario filosófico soviético.

Cuando se habla de materia se cita a Engels y a Lenin, pero no a Marx: La materia, abarca

una infinidad de objetos y sistemas del mundo que existen en la realidad. La materia es

increable e indestructible, eterna en el tiempo e infinita en el espacio, en sus

manifestaciones estructurales, está ligada indisolublemente con el movimiento y es capaz

de autodesarrollarse sin cesar. Obviamente se trata del materialismo del siglo XVIII y del

de Feuerbach.

Lo mismo encontramos en los textos de los partidos comunistas y maoístas. Veamos, a

manera de ejemplo, un libro reciente de un profesor de una organización maoísta

colombiana: Desde el punto de vista de la filosofía la materia se considera como una

categoría filosófica para designar la realidad objetiva, que existe independientemente de

la conciencia y que en ésta se refleja; la materia es la infinita multiplicidad objetiva de

todo lo que existe.38

LOS MODOS DE PRODUCCIÓN

En lo que los soviéticos desarrollaron como Materialismo Histórico, plantearon un proceso

histórico que pasaría necesariamente por cinco modos de producción: Comunidad

primitiva, esclavismo, feudalismo, capitalismo y socialismo. Los militantes políticos

revolucionarios, particularmente de América Latina, se aferraron a este planteamiento y se

enfrascaron en discusiones que tendían a identificar en cuál de estos escalones se

encontraban nuestros países, si eran capitalistas, feudales o semifeudales, etc. Y, peor aún,

muchos de quienes se liberaban de esta camisa de fuerza y empezaban a criticarla,

creían estar discutiendo con Carlos Marx y no con alguno de los marxismos, realmente

estaban discutiendo con los manuales soviéticos –con el ISMAT–. Esto lo vemos a diario.

Un profesor de mi universidad, en un libro reciente, dice:

La “Teoría Crítica de Izquierda” más elaborada, y de mayor consenso entre los cientistas

sociales fue el marxismo, este pensamiento crítico-dialéctico buscaba clarificar cuáles

eran las leyes generales del desarrollo histórico. El materialismo histórico defendido hasta 38 GUEVARA, Guillermo (2010) Ciencias naturales: entre el materialismo y el idealismo, Bogotá: Editorial Magisterio, pág. 237.

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hoy por los neomarxistas concede el privilegio al estudio de los fenómenos sociales, a la

lucha de clases, a la historia económica, adoptando el principio de que la economía es “la

determinante en última instancia”…

Con base en el análisis de la apropiación de los medios de producción y de la lucha de

clases, se producen, según la teoría marxista, los modos de producción como: comunidad

primitiva, esclavismo, feudalismo y capitalismo, la socialización de estos medios generaría

el socialismo y el comunismo, esta periodización propia para Europa se adoptó para

hablar del desarrollo histórico de América…39

Por lo que hemos planteado hasta aquí, este profesor no está hablando de Marx sino de los

manuales de ISMAT, pero no está claro si comprende la diferencia entre lo uno y lo otro.

Es bueno plantear que, incluso en la URSS, había estudiosos que leían y entendían

realmente a Marx pero debían adaptarse a la orientación ideológica del Estado.

Veamos un ejemplo al respecto. Uno de los educadores más destacados del Partido

Comunista Colombiano, Nicolás Buenaventura, cuando se retiró del Partido, a raíz de la

Perestroika, escribió un libro con un balance de su paso por la militancia comunista,

titulado ¿Qué pasó camarada?, en el cual narra la siguiente historia:

Cuando tuvo la oportunidad de viajar a Moscú a adelantar un curso político en la Escuela

Internacional del Partido Comunista de la Unión Soviética, PCUS, él tenía la idea de que

había llegado al centro de la sabiduría marxista, en sus palabras, que estaba en la Meca o en

Delfos donde podía consultar el oráculo. Nicolás llevaba consigo un borrador de lo que

consideraba una historia de Colombia, según el Materialismo Histórico. En ese borrador

planteaba:

Según la organización del trabajo podemos establecer que la historia de Colombia ha

pasado por tres grandes épocas:

PRIMERA: La época en que predomina el trabajo de los esclavos indios y negros como

fuente de riqueza.

39 GUERRERO, Gerardo León (2016) Introducción a la descolonización de las ciencias sociales y la educación. Elementos para la construcción de pensamiento propio, Pasto: Editorial Universitaria Universidad de Nariño, págs. 71-72.

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SEGUNDA: La época en que predomina el sistema de trabajo de los artesanos y de los

aparceros, colonos o siervos.

TERCERA: La época en que predomina el trabajo de los obreros asalariados.

En la Escuela, Nicolás pidió

audiencia con un camarada especialista en historia latinoamericana… Fue una cita –dice

Nicolás– que no puedo olvidar aún en sus menores detalles a pesar de haber ocurrido hace

casi treinta años. Y ello por dos razones, por el suceso mismo, y por el hombre que estaba

frente a mí, el “consejero”, como lo llamaban. Este era y, si vive aún, debe seguir siendo

un espíritu seminarista, seguro, un asceta, de vida estrictamente conventual y sin embargo

un espíritu increíblemente crítico y alerta a todo lo nuevo.

El hombre, me habló así: He leído su texto, camarada y me parece que no tiene

posibilidades de éxito. Porque usted quiere recortar la historia de su país según un

esquema europeo, deslindando o sacando en limpio tres etapas, una del esclavismo, otra

del feudalismo y la última, la actual, del capitalismo.

Luego de una pausa, como para estar seguro de que yo lo había oído, añadió.

Pues bien, esto no se puede intentar en ninguna historia en América. Esta es historia

europea, desde Atenas y Roma hasta París y Londres.40

Esta anécdota muestra dos cosas, la primera, que los pensadores críticos de la URSS sabían

que lo escrito en sus manuales no era necesariamente verdad y, la segunda, que estos

pensadores críticos solo expresaban sus propias ideas en privado.

Pero, es muy claro que, al igual que en lo relativo al materialismo, en lo que respecta a la

historia de la sociedad los manuales de marxismo están lejos del pensamiento de Marx.

Volvamos de nuevo a la carta de Marx a la redacción de la revista Otiechestvienie zapitski:

El capítulo de mi libro que versa sobre la acumulación originaria se propone señalar

simplemente el camino por el que en la Europa occidental nació el régimen capitalista del

seno del régimen económico feudal. Expone la evolución histórica a través de la cual los

productores fueron separados de sus medios de producción para convertirse en obreros 40 BUENAVENTURA, Nicolás (1992) ¿Qué pasó camarada? Bogotá: Ediciones Apertura, págs. 95-96.

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asalariados (en proletarios, en el sentido moderno de la palabra), mientras los poseedores

de estos medios se convertían en capitalistas41.

En varios lugares de El capital aludo a la suerte que corrieron los plebeyos de la antigua

Roma. Eran campesinos originariamente libres que cultivaban, cada cual por su propia

cuenta, una parcela de tierra de su propiedad. Estos hombres fueron expropiados, en el

transcurso de la historia de Roma, de las tierras que poseían. El mismo proceso que los

separaba de sus medios de producción y de sustento sentaba las bases para la creación de

la gran propiedad territorial y de los grandes capitales en dinero. Hasta que un buen día,

la población apareció dividida en dos campos: en uno, hombres libres despojados de todo

menos de su fuerza de trabajo; en el otro, dispuestos a explotar este trabajo, los

poseedores de todas las riquezas adquiridas. ¿Y qué ocurrió? Los proletarios romanos no

se convirtieron en obreros asalariados, sino en una plebe ociosa… al margen de los cuales

se desarrolló el régimen de producción, no capitalista, sino basado en el trabajo de los

esclavos. He aquí, pues, dos clases de acontecimientos que, aun presentando palmaria

analogía, se desarrollan en diferentes medios históricos y conducen, por tanto, a

resultados completamente distintos. Estudiando cada uno de estos procesos históricos por

separado y comparándolos luego entre sí, encontraremos fácilmente la clave para

explicar estos fenómenos, resultado que jamás lograríamos, en cambio, con la clave

universal de una teoría general de filosofía de la historia, cuya mayor ventaja reside

precisamente en el hecho de ser una teoría suprahistórica.42

Es decir, una teoría que se proponga explicar toda la historia no es una teoría histórica.

Veamos otra cita de Marx que niega el paso obligado de la sociedad por ciertas etapas; en

el tomo II de El capital, encontramos esta afirmación: en la producción capitalista

seenfrentanlamasadelpueblo,losobreros,comonopropietarios,ylosnoobreroscomo

propietariosdeestosmediosdeproducción.Nadainteresa,paraestosefectos,saberqué

41 MARX, Carlos (1980) Carta a la redacción de “otiéchestviennie zapiski”. En op. cit., pág. 63. 42 Ibídem, pág. 65.

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formarevestíaaquellaasociaciónantesderomperse:sielpropioobrerofiguraba,comoun

mediodeproducciónentretantosotrosoera,porelcontrario,propietariodeellos.43

Es decir, el obrero del capitalismo puede haber sido antes un medio de producción o un

propietario de medios, en otras palabras, antes de ser obrero podía haber sido esclavo o

productor mercantil. Esto es distinto a lo que afirma el manual, según el cual, el

capitalismo nace necesariamente del feudalismo.

Marx no estudió, en particular, la historia de los modos de producción pero, según García

Linera quien editó los apuntes de Marx sobre la comunidad ancestral, de los Grundrisse se

puede colegir que de la comunidad originaria se desarrollaron, al menos, cuatro

alternativas: asiática, eslava, antigua, germánica.44

Otra cosa, muy distinta, es la base material de los cambios históricos, como lo plantea Marx

en el conocido prólogo a la Contribución a la crítica de la Economía Politica.

…tanto las condiciones jurídicas como las formas políticas no podían comprenderse por sí

mismas ni por lo que ha dado en llamarse el desarrollo general del espíritu humano, sino

que, por el contrario, radican en las condiciones materiales de vida… En la producción

social de su existencia, los hombres establecen determinadas relaciones, necesarias e

independientes de su voluntad, relaciones de producción, que corresponden a un

determinado estadio evolutivo de sus fuerzas productivas materiales. La totalidad de esas

relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad, la base real

sobre la que se alza un edificio jurídico y político, y a la cual corresponden determinadas

formas de conciencia social.45

Hay aquí dos planteamientos esenciales: primero, que las relaciones de producción,

…corresponden a un determinado estadio evolutivo de sus fuerzas productivas materiales;

es decir, son las fuerzas productivas materiales las que condicionan las relaciones de

producción. Y además, las relaciones de producción constituyen… la base real sobre la 43 MARX, Carlos (1975) El capital, México: Fondo de Cultura Económica, tomo II, pág. 34. 44 GARCÍA LINERA, Álvaro (editor) (2015) Karl Marx Escritos sobre la comunidad ancestral, La Paz: Fondo Editorial y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional, pág. 79. 45 MARX, Carlos (2008) Contribución a la Crítica de la Ec Política. Madrid: Siglo XXI, pág. 4.

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que se alza un edificio jurídico y político, la superestructura. Por ejemplo, en primer lugar,

no eran posibles las relaciones salariales y la producción de plusvalía con las fuerzas

productivas existentes en la antigua Roma. Y, en segundo lugar, las relaciones de

producción son la base, condicionan, las relaciones jurídicas; por ejemplo, solo con

relaciones salariales tiene sentido un código laboral, este carecía de sentido en unas

relaciones de tipo esclavista.

Por supuesto, la determinación no es mecánica sino dialéctica, por lo tanto, en ciertas

circunstancias la determinación puede tener lugar en sentido inverso. Esto fue

explicado por Federico Engels en una carta dirigida a Joseph Bloch, fechada en

Londres el 21de septiembre de 1890, en la cual le dice:

Según la concepción materialista de la historia, el factor que en última instancia

determina la historia es la producción y la reproducción de la vida real. Ni Marx ni yo

hemos afirmado nunca más que esto. Si alguien lo tergiversa diciendo que el factor

económico es el único determinante, convertirá aquella tesis en una frase vacua,

abstracta, absurda.46

En palabras de Rubel:

la base "materialista" que Marx reivindica para su método dialéctico no es otra cosa que

la teoría sociológica formulada en 1845-1846, y que se contenta con condensar en el

Prefacio de 1859. En otras palabras, su método de investigación está implicado en su

teoría sociológica, tal como éste se resume en las pocas tesis designadas por el autor como

el “hilo conductor” de sus estudios.

Tales tesis, que con todo derecho pueden considerarse como la Carta de la sociología

marxista, arrojan una luz definitiva sobre el “materialismo” del autor de El capital.47

Comparto el planteamiento de Rubel, en el sentido de que el prólogo es la síntesis de lo que

Marx había construido hasta entonces: Al comenzar en 1859 la publicación de su obra

maestra con el título Zur Kritik der politischen Ekonomie, Marx creyó necesario condensar 46 ENGELS, Federico (1969) Cartas. En Obras Escogidas de C. Marx y F. Engels, en un tomo, Moscú: Progreso, págs. 733-734. 47 RUBEL, Maximilien, op. cit., págs. 244.

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en unas pocas páginas, escritas a guisa de prólogo, esta misma teoría sociológica

desarrollada catorce años antes en el manuscrito de La ideología alemana.48

En cambio, tanto Dussel como Hinkelammert, sostienen que este prólogo fue publicado un

poco por casualidad, pero que luego fue olvidado. Este planteamiento se encuentra en

varias de sus obras, entre ellas una conferencia dictada por Hinkelammert en 2009, en la

inauguración de un curso virtual de El capital. Veamos lo que se plantea en esta

conferencia:

Marx escribe para el libro de 1859* una introducción, en la cual intenta formular el

método que subyace a su crítica de la economía política. Pero, al no estar satisfecho con

este su análisis, no lo publica… En vez de esta introducción, publica un prólogo muy

conocido, en el cual presenta su teoría de la infraestructura y la superestructura, que en

este tiempo lo considera como el resumen breve de su método. En este prólogo la

superestructura es considerada compuesta por: formas jurídicas, políticas, religiosas, de

arte y filosóficas.

Sin embargo, en El Capital Marx cambia este punto de vista sobre el método de manera

radical.49

Sin embargo, hay muchas pruebas en El capital de que el prólogo no ha sido olvidado.

Veamos solamente un párrafo del Postfacio a la segunda edición del tomo I en alemán,

donde se refiere a un crítico del tomo I:

Después de transcribir unas líneas de mi prólogo a la Crítica de la economía política, en

las que expongo la base materialista de mi método, el autor prosigue:

"Lo único que a Marx le importa es descubrir la ley de los fenómenos en cuya

investigación se ocupa… Le interesa además, y sobre todo, la ley que rige sus cambios, su

evolución, es decir, el tránsito de una forma a otra, de uno a otro orden de

48 RUBEL, Maximilien, op. cit., pág. 243. * Se refiere a Contribución a la crítica de la Economía Política. 49 HINKELAMMERT, Franz (2009) La vigencia actual de “El Capital”. En http://mystart4.dealwifi.com/search/web?fcoid=417&q=f.+hinkelammert+vigencia+actual+de+el+capital, pág. 1.

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interdependencia. Una vez descubierta esta ley, procede a investigar en detalle los efectos

en que se manifiesta dentro de la vida social...

Pues bien, al exponer lo que él llama mi verdadero método de una manera tan acertada,

y tan benévolamente además en lo que se refiere a mi modo personal de aplicarlo, ¿qué

hace el autor sino describir el método dialéctico?50

Creo que aquí está claro. El autor que Marx comenta, deduce del prólogo el método de

Marx y Marx, a su vez, dice que tiene la razón. O sea, que no puede ser un prólogo

olvidado por su autor.

CONCLUSIÓN

Lo primero que quiero precisar es que mis referencias a Federico Engels y a V. I. Lenin no

pretenden demeritar su importancia histórica revolucionaria. Me refiero a dos aspectos

teóricos en forma exclusiva: al objeto del enfoque materialista y al carácter de

universalidad de dicho enfoque. En primer lugar, para Engels (en el Anti-Dühring y en las

obras posteriores) y para Lenin (antes de Cuadernos filosóficos) el objeto del materialismo

es la naturaleza infinita y eterna, mientras que para Marx es solo la naturaleza transformada

por la praxis; y, en segundo lugar, para Engels y Lenin, Marx creó una teoría general de la

historia humana y Marx considera que él ha estudiado un caso históricos concreto: las leyes

naturales de la producción capitalista y algunos aspectos de este modo de producción,

como su nacimiento, se refiere únicamente a Europa occidental. Lo cual no significa, por

supuesto, que el método dialéctico con base material creado por Marx no sea utilizable para

comprender el capitalismo en otras condiciones, diferentes a las europeas, como América

Latina.

Engels tiene, por una parte, el mérito de haber sido el primero en abordar el tema de la

crítica de la Economía Política, que fue seguida por Marx y, por otra haber heredado los

manuscritos inéditos de Marx, haber publicado parte de ellos como los tomos II y III de El

capital y haber puesto en manos seguras lo que no alcanzaba a publicar. Lenin es

50 MARX, Carlos (1976) El capital, tomo I, México: Fondo de Cultura Económica, págs. XXI-XXIII.

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indudablemente el teórico de la toma del poder por el proletariado y es también el líder

indiscutible de la Revolución de Octubre.

El pensamiento de Marx es preciso leerlo en sus propias obras, porque sus intérpretes

tienden a deformar los aspectos esenciales de su pensamiento. Una razón para ello puede

radicar en que la obra de Marx no es de lectura fácil, mientras que las manuales son más

comprensibles, sobre todo para principiantes. Parece ser que Marx no se preocupaba

demasiado por simplificar su escritura para hacerla asequible. Un ejemplo es el libro que

escribió en 1860 contra Carl Vogt, que, a juicio de Marx, era un agente de Napoleón III.

Para este libro, Marx propuso como título Da-Da-Vogt, en alusión a un oscuro escritor

árabe que Napoleón Bonaparte había usado como agente en Argelia; cuando le explicaron

que Da-Da era un personaje desconocido para la mayor parte de la gente y que, por lo tanto,

muy pocos iban a entender a qué se refería el libro, Marx respondió que cuando el lector

pasara de la mitad del libro ya habría entendido quien era Da-Da.

En relación con los manuales de DIAMAT e ISMAT, pienso que el problema fundamental

no es si el materialismo anterior a Marx es o no verdadero, la pregunta es si puede servir de

guía teórica en la práctica revolucionaria y todo indica que la respuesta es que no. También

la interpretación estalinista de los cinco modos de producción, de tránsito obligatorio: el

comunismo primitivo, la esclavitud, el feudalismo, el capitalismo y el socialismo; se

constituye en un obstáculo pata pensar la realidad latinoamericana.

Ante las complejidades crecientes de nuestro tiempo, es preciso regresar a las obras de

Marx, sin quedarnos solo con las obras de Marx, pero sin abandonarlas.

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