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Tema 24 Variación social del español y registros del habla M. º Antonieto Andión Herrero Intr oducción 1. La variación en la lengua 2. La Sociolingüística y sus elementos 2.1. La variación entre los individuos 2.1 .1 . La procedencia 2.1.2 . El nivel sociocultural 2.1 .3. El sexo 2.1 .4. La edad 2.1 .5 . Las jergas 3. ' La variación en el individuo: los registros Ejercicios

Introducción a la lengua española - uji.esruiz/1003/Lects/Andion-CAP24.pdf · La Sociolingüística analiza los sociolectos, es decir, las modificaciones de la lengua, ya sean éstas

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Tema 24 Variación social del español y registros del habla M. º Antonieto Andión Herrero

Introducción

1. La variación en la lengua

2. La Sociolingüística y sus elementos 2.1. La variación entre los individuos

2.1 .1 . La procedencia 2.1.2. El nivel sociocultural 2.1 .3. El sexo 2.1.4. La edad 2.1 .5. Las jergas

3. ' La variación en el individuo: los registros

Ejercicios

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En Gutierrez Araus y otros, Introduccion a la lengua espanola (2005)
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Introducción

La variedad es un concepto inherente a las lenguas. Primero pensemos en la cantidad de lenguas existentes en el mundo: más de 6000 millones de per­sonas utilizan 2700 lenguas para comunicarse en sus propias comunidades. Nadie duda de que la diversidad lingüística del mundo aporta riqueza multi­cultural, es un legado, una herencia preservable, pero también una dificultad para la comunicación global entre los habitantes del planeta. La diversidad de lenguas no necesita ser demostrada, es una realidad evidente que se puede dar hasta dentro de una misma nación.

Es importante en este tema que reconozcamos la incidencia de los factores sociales en el hecho lingüístico, así como también que la diversidad social de los individuos se manifiesta en su uso de la lengua. Veremos los factores que inciden en el comportamiento lingüístico de individuos y grupos de indivi­duos. La adecuación del registro a la situación comunicativa cobra una rele­vancia especial como garantía del éx ito del intercambio. Debemos entender que el comportamiento lingüístico forma parte del prestigio social y en dicho comportamiento incide el conocimiento que se tiene de la lengua.

1, ,La variación en la lengua

Las lenguas también varían con los años, los lustros, los siglos ... , evolucionan dentro del propio dominio de sus hablantes a través de la historia. Qué lejano nos que­da en el tiempo y el entendimiento a los hablantes actua­les del español un documento que pertenece a nuestra lengua como las Glosas Emilianenses' , cuya pequeña nota que aparece en el borde derecho de esta imagen no podríamos comprender. También, con algunos versos originales del Cantar de Mio Cid (1307 d. de C.) , ten­dríamos ahora alguna dificultad de comprensión:

[CRONISTA] Mio (:id Ruy Diaz por Burgos entraba, En su compaña, sesaenta pendones; exienlo ver mugieres y varones: Burgueses y burguesas por las finiestras son Plorando de los ojos, ¡tanto habian el dolor! De las sus bocas todos decian una razon:

[BURGALESES] ¡Dios que buen vasallo! ¡Si hobiese buen Señor!

1 Texto latino sobre Vidas de Salltos, originario del Reino de Pamplona, con anotacio­nes o glosas en romance del siglo XI en los bordes para explicar términos latinos.

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Ya en el español actual, en el tema anterior, sobre lengua y dialecto, hemos visto su diversidad geográfica. Nos toca ahora detenemos en la variación que se produce en la lengua, pero en su ámbito social, cuando los hablantes atien­den a las situaciones en las que producen sus enunciados. Nos interesan espe­cialmente las modificaciones que se dan en la lengua como respuesta a la ade­cuación con textual y social de sus hablantes. A estudiar la lengua desde una perspectiva social se dedica la Sociolingüística, disciplina bastante moderna.

2, La Sociolingüística y sus elementos

La Sociolingüística analiza los sociolectos, es decir, las modificaciones de la lengua, ya sean éstas de índole fonética, gramatical o léxica, asociadas a determi­nantes sociales: las personas y sus circunstancias, el lugar, el tema, etc. Esta disci­plina lingüística se encarga de describir fenómenos de variación en el acto comu­nicativo y todos los factores que determinan esa variación. Así, un determinado comportamiento lingüístico en un hablante puede estar condicionado por diferen­tes factores de tipo geográfico (procedencia natural del ha-blante: rural o urbana), social y cultural (nivel sociocultural del hablante: bajo, medio o alto), etario (gene­raciones), sexual (hombres y mujeres) o contextual (registro: fonnal e infonnal).

Algunos de estos factores pueden modificarse en un individuo con el paso de los años y la incidencia de componentes como la instrucción, la adquisición de cultura, la promoción económica y social, etc. Así, una persona puede adquirir mayor nivel sociocultural a medida que tiene más edad y alcanza otros grados académicos (licenciatura, doctorado, etc.) o de reconocimiento social (es ascendido a puestos de trabajo mayor responsabilidad y sueldo, tiene un nivel de vida más alto, etc.).

No todas las comunidades sociales son iguales y ello se manifiesta en el uso de la lengua; las hay más rígidas, individualistas, o más conformistas. Depende de cómo establezcan los individuos de esa sociedad el contacto entre ellos. En español, los factores sociales no son tan tajantes en la determinación del uso de ciertos registros como lo pueden ser en otras culturas. En Japón, por ejemplo, es conveniente saber de una persona dónde trabaja y el puesto que ocupa en cuanto se le conoce, por ello se intercambian tarjetas de presentación rápidamente. Esto se debe a que el trato social está muy jerarquizado en esa cultura, y de esa información dependerá un determinado comportamiento lin­güístico con el interlocutor.

2.1. La variación entre los individuos Los individuos se distinguen por el uso que hacen de la lengua, es decir,

todos y cada uno somos diferentes en cuanto a una fonna muy personal en la que nos expresamos. Esto significa que no somos exactos, pero sí lo suficien­temente parecidos a los demás como para hacer y decir lo mismo en determi­nadas circunstancias.

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Hay factores, naturales y adquiridos, que nos identifican con unos y nos distinguen de otros. Hablemos más detenidamente de cada uno de ellos.

2.1.1. La procedencia

Aquí usamos procedencia en una dimensión local - no de variedades geo­gráficas del español, ya tratadas en el Tema 23-, sino en el sentido de la opo­sición campo/ciudad y las creencias de prestigio asociadas a ell a.

Cuando un hablante tiene una serie de marcas lingüísticas que muestran cierta rusticidad en el lenguaje o usos locales, podemos identificarlo como de procedencia rural -de una u otra zona si son muy característicos los rasgos-o Pero estas peculiaridades pueden modificarse por el traslado del hablante a una ciudad y la asimilación progres iva de los rasgos urbanos. Este proceso puede verse incrementado por la pérdida de contacto con su zona de procedencia, la propia creencia (valoración) del hablante hacia sus rasgos autóctonos y la dis­posición a imitar los nuevos hábitos lingüísticos.

Generalmente, una persona modifica los rasgos lingüísticos autóctonos cuando está fuera de su entorno lingüístico; es un proceso natural. Aunque, cuanta más edad se tiene, resulta más difícil perder los rasgos propios.

2.1.2. El nivel sociocultural

Los niveles socioculturales (NSC) se establecen de acuerdo con la instruc­ción del hablante, es decir, con su nivel escolaridad, y se conocen como varie­dades sociales o diastráticas. Inciden en el grado de conocimiento que se posee de la lengua y que se demuestra en su habilidad de uso y corrección. El entorno en el que se ha desarroUado como individuo viene marcado por un ambiente social y cultural, en el que también desempeñan un papel importan­te los recursos económicos de que dispone y que le permiten tener acceso a productos culturales.

Se distinguen varios niveles el alto, el medio y el bajo:

• Los hablantes de nivel alto usan un código elaborado, una lengua más cuidada cuya marca es la corrección. Para ser incluido dentro de un nivel culto hay que tener una pronunciación esmerada, sin excesiva gesticulación, un buen dominio de la gramática (variedad, aprovecha­miento y propiedad en el uso de sus recursos), madurez en la construc­ción sintáctica (complejidad y orden) y una demostrada riqueza léxica. Es usual atribuir a hablantes de este nivel la producción literari a y cien­tífica de una lengua. Pertenece a este nivel el siguiente fragmento del Discurso de ingreso en la RAE (2003), de Arturo Pérez-Reverte:

Con profundo respeto y agradecimiento, como escritor que tra­baja con la lengua española que el profesor Alvar tanto amó, tengo que recordar a mi insigne predecesor en este sillón que me dispon­go a ocupar. Y por si no bastara el inmenso caudal de su obra, y mi deuda (nu.estra deuda) con ella , tengo el privilegio de que algunos

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de sus discípulos, de esas decenas de miles que tiene repartidos por el mundo de habla hispana, sean mis amigos; y en boca de ellos obtuve hace tiempo la costumbre de pronunciar siempre el nombre de don Manuel Alvar con veneración absoluta.

• Los hablantes de nivel medio están dentro de los marcos de la correc­ción. A veces pueden estar considerados dentro del nivel alto, pero se caracterizan por usos más sencillos de la lengua, fundamentalmente en el léxico, por estructuras sintácticas menos complejas ... Lo podemos encontrar representado en los medios de comunicación, en documentos de las instituciones y de los organismos oficiales. Es lo que se asocia con el estándar de una lengua, es decir, con lo normal. Vemos un ejem­plo en este pequeño texto que nos habla del beneficio del agua:

Mientras envejezcamos, desatamos nuestro deseo de sed. Esta es una razón por la cual deberíamos hacer un hábito beber agua aún cuando no tengamos sed. No nos esforzamos lo suficiente para beber 8 vasos de agua al día o más. El agua lleva nutrientes y oxí­geno a las células a través de la sangre, y regula la temperatura corporal a través de la perspiración. El agua es aún más impor­tante si usted tiene artritis o problemas músculo-esqueléticos, pues es un lubricante de las articulaciones.

• El nivel bajo está marcado por un código restringido. Es propio de per­sonas con pocos estudios y menor nivel cultural. Las incorrecciones que en él se presentan revelan escaso conocimiento de la norma lin­güística y se manifiestan en los diversos niveles de la lengua: la pro­nunciación, la morfología verbal, la construcción sintáctica en frases y oraciones, la repetición de palabras debida a la pobreza de vocabulario, la gestualidad muy frecuente, etc. Por ejemplo, al leer las intervencio­nes de Gorila en el guión cinematográfico de H éctor (de Gracia Querejeta y David Plane]]), se evidencia que este personaje tiene un bajo nivel sociocultural:

GORILO Si otra vez te has peleado con el jefe, mira que es soso el tío, ya sabes ... a llorar a los padres Paúles. FANY

¿ Y ésos quiénes son? GORILO No sé, lo dice mi viejo. Unos hijos de puta, fijo. FANY

¿Por qué vas de duro si eres un pedazo de pan? GORILO De pan duro, no te jode. Fany, déjate de leches.

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Los niveles socioculturales altos están marcados por una búsqueda del cui­dado estilístico o la precisión. Los rasgos que oponen a los códigos usados por los niveles extremos, alto y bajo, pueden detallarse en el siguiente cuadro:

Código elaborado! Nivel Código restringido/ Nivel sociocultural alto sociocultural bajo

Nonnativa, pausada, ten- Articulación relajada que pro-

Pronunciación sión articulatoria que pro- duce sonidos poco reconoci-duce sonidos perfectamen- bies, confusos. Incorrecciones te reconocibles. fonéticas.

Variado, preciso y neo. Repetitivo, poca variedad Variedad de significados en matices de significado, a través de adjetivos, uso pobre. Uso de palabras baúl de sustantivos abstractos. (cosa, chisme, rollo). Fre-

Léxico Matizaciones verbales con cuentes impropiedades léxi-adverbios. Se usan eufe- cas (coger por caber, etc.). mismos y frases corteses. Exceso de deícticos (ahí, Alternancia de sinónimos. esto). Mayor presencia de

palabras tabú.

Corrección en la construc- Sencillez sintáctica, donde ción oracional y variedad abunda la coordinación, la de estructuras. Compleji- yuxtaposición y las ora-

Sintaxis dad en la subordinación. ciones simples. Errores de Variedad de nexos y co- construcción (me se dijo). nectores. Pocos nexos y repetidos.

Vacilaciones y muletillas (eh , este).

2.1.3. El sexo

La diferenciación lingüística asociada al sexo resulta más significativa en unas lenguas que en otras -<:omo también lo es la posición social de la mujer y la jerarquía de poderes en su sociedad-o En la lengua española no existe una marca demasiado evidente entre hombres y mujeres. No obstante, es más fre­cuente entre mujeres -según apuntan los especialistas- suavizar los calificati­vos negativos (un poco tonto), intensificar la positividad (estupendamente por bien), relativizar las opiniones, los deseos, las propuestas (yo casi prefiero .. .), usar más estructuras y frases corteses, tener una entonación más acompasada, utilizar más eufemismos, hablar de ternas más personales y afectivos, apoyar más los temas propuestos por otros, hacer menos superposiciones de turnos de palabra, usar menos partículas que sólo sirven para llenar la expresión o exple­tivos, estructuras más conservadoras en la sintaxis, etc.

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La distinción sexual también se manifiesta en la lengua. Esto sucede por­que los roles sociales están bien diferenciados entre hombres y mujeres desde tempranas edades. En sentido general, el habla de las mujeres se considera más conservadora, con formas más antiguas y el empleo de menos palabras tabú. De ahí que se les suela asociar la variante de más prestigio de su comunidad, la más correcta. Esta situación no es más que una reacción a la presión social que ha incidido durante siglos sobre las mujeres, a quienes se les ha exigido un comportamiento social más "correcto", menos permisivo; esta corrección tam­bién han tenido que manifestarla en su variante lingüística. Las investigacio­nes parecen demostrar que las mujeres suelen estar atentas a lo que la comu­nidad marca como prestigioso. Mientras, los hombres manejan más términos y fenómenos en general que no son estándar.

2.1.4. La edad

Las generaciones se distinguen por el uso que hacen de la lengua. Las experiencias vividas por una persona que tenía veinte años en 1955 no coinci­den con quien tiene esa misma edad en 2006. El entorno ha cambiado, perte­necen a dos momentos cronológicos diferentes del desarrollo social y, si ahora comparten la misma comunidad de habla, sus posiciones son diferentes. Entre jóvenes y mayores suele haber una distancia que supone cierta incomunica­ción. Según estudios sociolingüísticos, las personas mantienen en su adultez la norma que aprendieron en su temprana juventud. Las investigaciones hechas permiten apuntar que las generaciones mayores suelen usar más eufemismos, términos más antiguos (botica por farmacia, aeroplano por avión); en cambio, las generaciones jóvenes emplean más palabras comodines (tío/a, colega), de significados muy amplios (rollo, cosa), neologismos (emplear, listero), apóco­pes (pro fe , anarco), germanías (marrón, muermo), etc.

2.1.5. Las jergas

Las llamadas jergas son formas de hablar de grupos cuyos miembros com­parten un estatus social, profesión, afición. Las utilizan cuando hablan dentro de su grupo y resultan un tanto inaccesibles para los demás. Las jergas profe­sionales se distinguen por un campo léxico-semántico muy específico, el de su profesión, mayoritariamente con tecnicismos. Es propio de matemáticos, aris­ta, didecaedro , elipse; de vinateros, bocoy, oloroso, varietal; del medio tauri­no, afarolado, diestro, manoletina, etc.

Los jóvenes también suelen tener una forma peculiar de hablar. De las jer­gas juveniles suelen venir voces que se ponen de moda por algún tiempo, como guay, la caña, etc. Otros términos de su léxico han tenido más larga vida en la lengua (empollar, molar).

Existe una jerga argótica (argot o germanía), propia de grupos sociales marginados. La utilizan como un código secreto, a modo de aislamiento y autoprotección frente a la sociedad (búho ' soplón', pulir ' robar, vender,

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b/vasca 'náusea ') . A veces, la comunidad toma términos de germanía y los hace comunes, como currar, estar al loro , abrirse, etc.

3. La variación en el individuo: los registros

Los registros son la adecuación del uso de la lengua a la situación comu­nicativa en la que se encuentran los hablantes. Se denominan variaciones dia­fásicas o funcionales. Los registros están identificados por el grado de forma­lidad que impere en el intercambio. Van desde los grados más altos de formalidad hasta los más informales. Al registro formal también se le conoce como culto, y al informal, como coloquial. El hecho de que el hablante opte por uno u otro depende de varios elementos dignos de consideración, como el espacio físico donde se desarrolla el acto comunicativo, la relación de poder entre los interlocutores, de (des)conocimiento o confianza, el tema tratado ...

Veamos un caso que combina varias circunstancias: para un hablante que se encuentra en un juzgado, ante un juez y declarando sobre un asunto de acoso laboral , es evidente que elegirá su registro más formal, acorde con una actitud de seriedad y respeto. Sin embargo, la naturaleza del propio intercam­bio es quien determina el registro por encima de otras consideraciones. Aunque estemos en un juicio y el abogado sea nuestro amigo, la formalidad será inviolable.

Cuando un hablante selecciona el registro formal/culto , usa sus mejores habilidades y recursos lingüísticos, se esmera por Cener una pronunciación correcta, un léxico preciso y rico, y una adecuada corrección gramatical. En un registro informal/coloquial, que es el más frecuente en la vida cotidiana, la familiaridad situacional propicia comodidad al hablar. Ésta produce un efecto psicológico que permite relajarse en la pronunciación, emplear formas más simples en el vocabulario y la gramática. Debemos observar que lo coloquial está precisamente limitado por la informalidad, pero que debe ser distinguido de la vulgaridad, que constituye su nivel más bajo. La vulgaridad se conside­raría ya lo malsonante u ordinario, de uso muy restringido a situaciones de mucha confianza o de gran tensión (ira, histeria, amenaza, etc.), nunca en luga­res públicos o contextos formales, donde sería incorrecta.

En los buenos diccionarios podemos encontrar información acerca del registro al que pertenecen las palabras. Estas indicaciones de uso son marcas que aparecen acompañando al término. Por ejemplo, en el Diccionario de la RAE, mogollón aparece con la indicación abreviada coloq. (coloquial), que precede a las acepciones 'gran cantidad de algo' y ' lio, jaleo' ; mientras que la frase cagarla viene acompañada por la marca vulgo (vulgar) para la acepción 'cometer un error difícil de solucionar '.

Si bien el registro formal busca atender a los requerimientos de protocolo de la situación, del acto comunicativo y sus participantes con la intención de alcanzar un detenninado objetivo, el registro informal (coloquial) prefiere

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exteriorizar las emociones permitidas por el confort de una conversación rela­jada.

En cuanto a los registros formal e informal, el adoptado por el hablante suele ser mantenido por su(s) interlocutor(es), que lo detecta rápidamente por la selección del propio tono de las intervenciones, el cuidado o atención que se pone en lo que se dice, el nivel de corrección gramatical y fonética, la selec­ción de las palabras, el tempo de emisión del habla, la frecuencia de fórmulas corteses, etc. Ambos registros pueden darse en lengua hablada y escrita, pero es más frecuente que el registro coloquial lo encontremos en la lengua oral. Se distinguen fundamentalmente por:

Registro formal (culto) Registro informal (coloquial)

Coincide con los rasgos que Está marcado por la relajación y caracterizan las formas que recono- la sencillez en todos los niveles de la ce cada hablante como rasgos más lengua. Su relación con la lengua oral cultos (según su propio conocimien- caracteriza la aparición de vacilacio-to y nivel sociocultural). Es frecuen- nes, superposiciones, exclamaciones, te en lengua escrita. interjecciones, onomatopeyas, apela-

tivos, llamadas de atención, etc.

Ejercicios

1. Defina el nivel sociocultural y el registro de los siguientes textos:

a) Hace once años, uno de los poetas insignes de nuestro tiempo, el chi­leno Pablo Neruda, iluminó este ámbito con su palabra. En las bue­nas conciencias de Europa, y a veces también en las malas, han irrumpido desde entonces con más ímpetus que nunca las noticias fantasmales de la América Latina, esa patria inmensa de hombres alucinados y mujeres históricas, cuya terquedad sin fin se confunde con la leyenda.

Nivel sociocultural __________ Registro _______ _

b) Un hombre se acerca a otro y le dice:

¿Sabes? Soy vidente, y por 10 euros te digo elfuturo. ¿lO euros? Vale , toma. Yo seré vidente, tú serás vidente, él será vidente, nosotros seremos viden­tes ...

Nivel sociocultural __________ Registro _______ _

2. Explique por qué un texto escrito en un nivel medio es más accesible para un oyente/lector que uno culto.

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