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UNIVERSIDAD CRISTIANA DE LAS ASAMBLEAS DE DIOS
FACULTAD DE TEOLOGÍA DR. DELONN LYNN RANCE
CARRERA
LICENCIATURAEN TEOLOGÍA CON ESPECIALIDAD EN MISIONES
TEMA:
INVESTIGAR A LA IGLESIA APOSTÓLICA DE LA FE EN CRISTO JESÚS
CÁTEDRA:
APOLOGÉTICA
CATEDRÁTICO:
LIC. NOÉ ELISEO SÁNCHEZ HUEZO
ESTUDIANTE:
JORGE ALBERTO ZALDAÑA
RODRIGO LÓPEZ
FECHA: SÁBADO 1 DE DICIEMBRE DE 2012
…y la verdad os hará libres
1
ÍNDICE
MISIÓN Y VISIÓN...........................................................................................3
OBJETIVOS......................................................................................................4
INTRODUCCIÓN.............................................................................................6
PREGUNTAS ACERCA DE LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE....................7
CONCLUSIÓN...............................................................................................15
2
MISIÓN Y VISIÓN
3
MISION:“Contribuir en la formación de profesionales académicamente competentes, con valores, espirituales, investigadores e innovadores, comprometidos con la sociedad y el ambiente sirviéndoles con amor cristiano”
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo de investigación sobre la iglesia de la fe apostólica en Cristo
Jesús esta dividido en seis partes de las cuales cinco están presentes en este
archivo y la sexta por ser una entrevista no se encuentra en este formato sino que
solo se presentara en el trabajo expuesto el día de presentación.
La primera parte esta compuesta por una investigación histórica sobre el origen de
la doctrina de la fe en Cristo Jesús, la segunda parte es una presentación sobre
las principales doctrinas de esta iglesia en cuanto a la creencia de la sola fe en
Cristo Jesús. Llegando así a la tercera parte que es una seria de refutaciones
algunas de carácter histórico sobre sus principales doctrinas anti-trinitarias, la
cuarta parte es un apartado donde especificamos unas breves formas de cómo
presentarles el evangelio a las personas pertenecientes a la iglesia apostólica de
la fe en Cristo Jesús. Terminando así con la quinta parte donde se presentan dos
organigramas de las formas de mando tanto denominaciones como de iglesias
locales de la fe en Cristo Jesús.
La sexta parte es una breve testimonial sobre una persona que perteneció a esta
iglesia.
4
OBJETIVOS
General:
Elaborar una investigación histórica sobre las doctrinas de la iglesia
apostólica de la fe en Cristo Jesús.
Presentar refutaciones a las doctrinas unitarias de la iglesia apostólica de la
fe en Cristo Jesús
Específicos:
Presentar los orígenes de las doctrinas heréticas que manejan las personas
pertenecientes a la iglesia apostólica de la fe en Cristo Jesús.
Presentar una forma sistemática de cómo introducirlos a la sana doctrina
bíblica de la trinidad.
Conocer el organigrama de mando de la iglesia apostólica de la fe en Cristo
Jesús.
Presentar un testimonio vivo de una persona que perteneció a esa iglesia.
LA FE EN SOLO JESÚS
1. ORIGEN HISTORICO DE LA DOCTRINA
5
Las evidencias que demuestran la pre-existencia de Cristo, cuando trata de la
verdad de que Él es Dios, no tienen ninguna complicación. Siendo Dios, Él ha
existido desde la eternidad y es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
En los siglos segundo y tercero d.C. surgieron opiniones divergentes acerca de la
relación de Jesús con Dios. El apóstol Juan había enseñado que Jesucristo era el
Logos eterno, y por tanto era Dios. Justino Mártir afirmaba que el Logos era el
segundo Dios, una doctrina politeísta. ¿Cómo podía la Iglesia resolver el problema
de que el Nuevo Testamento enseña la gran dignidad de Jesucristo y al mismo
tiempo la unidad de Dios, o sea el monoteísmo? Se presentaron dos soluciones
heréticas: el monarquianismo y el arrianismo.
El monarquianismo fue un intento de guardar la unidad (Monarquía) de la deidad y
evitar un triteísmo o creencia en tres dioses. El intento de esa doctrina era
establecer la existencia de un solo Dios, único en esencia, existencia y poder. Esta
doctrina tomó dos formas: la dinámica (“poder”) y la “modalística”. El
monarquianismo dinámico. Esta doctrina era sostenida por Teodoto y Pablo de
Samosata, quienes enseñaron que Jesús había sido un simple hombre, nacido de
la virgen María, pero en su bautismo descendió sobre Él un poder impersonal, el
Cristo (o el Espíritu Santo). Puesto que este poder era impersonal, Jesús no era
una deidad y así se conservaba la unidad de Dios.
El monarquianismo modalístico. A esta expresión doctrinal se le conoce también
como sabelianismo, por Sabelio, su exponente más conocido. Alrededor de fines
del siglo primero, Sabelio afirmó que “el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son tres
modos o aspectos de Dios. Así como el sol es brillante, caliente y redondo.” De
esta manera se identifica a Jesucristo con el Padre al igual que hace la secta
moderna “Sólo Jesús”. Tertuliano, teólogo ortodoxo, observó con ironía que
Praexo (un exponente de esta doctrina) “hizo volar al Paracleto y crucificó al
Padre”. Esto por lo confuso de esta doctrina en cuanto a la relación de la Trinidad.
El arrianismo, en contraste con la doctrina del Monarquianismo, Arrio, presbítero
en la iglesia de Alejandría, sostenía que Cristo había sido creado por el Padre
6
antes que toda otra criatura; que no era eterno y que, por lo tanto, no podía ser
mirado como Dios. El afirmó: “El Hijo tiene principio… Dios es sin principio”
“La deidad del Hijo fue negada en la Iglesia primitiva por los ebionitas y los alogos,
y también por los monarquianos dinamistas y los arrianos. En la época de la
Reforma, siguieron el ejemplo de aquellos los Socinianos, hablando de Jesús
como un mero hombre. Toman la misma posición Schleiermacher, Ritschl, una
hueste de eruditos anchos (liberales) particularmente en Alemania; los Unitarios,
los Modernistas y los Humanistas de la actualidad”
EL SACERDOTE ARRIÓ (AÑO 325).
Este afirmaba de Cristo: “Es, indudablemente, una criatura superior, pero Dios no
puede compartir su ser con nada finito o limitado. Llamar “Dios” a Jesús sería
deshonrar a Dios, al mezclar lo divino con las limitaciones de la carne. Así, “Dios”,
se aplica a Jesús sólo como título de cortesía.
Reseña Histórica de la iglesia de la fe en Cristo Jesús
El reverendo Maclovio Gaxiola López, tuvo la visión en el año de 1948, de realizar
un viaje exploratorio por lo países Centroamericanos; para ver la posibilidad de
“ensanchar” la obra misionera, para la divulgación del Nombre de Jesucristo.
En la Convención General de la iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús en
México en el año de 1948, se aprobó el tratado de unificación con los hermanos
de Centroamérica y se le dio en esa misma Convención el nombramiento de
Misionero, al hermano Leonardo Sepúlveda Treviño, quien viajó en el mes de
mayo de 1949 y estuvo en Centroamérica hasta agosto de 1950.Se celebró la
primer Convención de la iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús, aquí en El
Salvador, llevándose acabo en la Ciudad de El Congo departamento de Santa
Ana, estando presentes las máximas autoridades de la iglesia Apostólica de la Fe
en Cristo Jesús de México, hermanos: Felipe Rivas Hernández, Obispo Presidente
y Maclovio Gaxiola López, Obispo Vicepresidente y Secretario de Misiones; por
7
parte de la Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo Jesús de los Estados Unidos
de América, los hermanos: AntonioCastañeda navas y Daniel Morales.
En ésta Convención se informó que vendría el hermano Valentín Nieblas Valencia,
para ayudar al hermano Sepúlveda en la obra misionera.
Era el año de 1951, cuando vino el hermano Valentín Nieblas, en el año de 1952,
el hermano Sepúlveda regreso a México y lo sucedió en su cargo el hermano
Valentín, quien estuvo en Nicaragua y El Salvador hasta el año de 1956
aproximadamente. Después vino el hermano Manuel Rodríguez Castorena, quien
después entrego la responsabilidad al hermano Venancio Yorí, quien estuvo en El
Salvador hasta el principio del año 1974, en éste año, la iglesia Apostólica de la
Fe en Cristo Jesús en El Salvador, recibió autonomía y fue formada una Mesa
Directiva, la cual por no tener experiencia y por falta de fidelidad a nuestros
principios, efectuaron una gran división de la cual se formo la iglesia Pentecostal
Unida. Se necesito la intervención de la iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús
de México, enviando como Misionero al hermano Nicolás Herrera Ríos, en el año
de 1976 y trabajo con nosotros hasta el año de 1980, y nos quedó como misionero
el hermano Adán Alcoser Cabrera; pero en el año de 1981 por las mismas causas
antes mencionadas se origino otra fuerte división con la cual nació la que ahora es
la “iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús El Salvador”.
El trabajo misionero terminó con el hermano Adán Alcoser Cabrera en abril del
año 1983, quedando ésta misión bajo la supervisión de la Secretaría de Misiones
extranjeras, a cargo del hermano: Víctor Soto Estrada y siendo Presidente el
hermano José Roberto Montenegro, a partir de abril de 1983 hasta abril de 1986.
En la Convención de éste año fue electo como presidente el hermano Israel Siete
Reyes, para un periodo de cuatro años, hasta abril de 1990.
En la Convención de éste año salió electo como Presidente el hermano Manuel
Antonio Rodríguez, periodo que duró hasta el año de 1994.
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En ésta Convención se nos concedió por segunda vez la autonomía y salió
reelecto como Obispo Presidente el hermano Manuel Antonio Rodríguez.
En la convención de Junio del año 2005, salió electo como Obispo Presidente el
hermano Ramón García González, quien sigue en el cargo hasta Junio del 2013.
MEMBRESÍA
A pesar de las heridas mortales causadas por las divisiones que la iglesia ha
sufrido, contamos con una membresía de: 14,060 población total, distribuida de la
siguiente manera:
Miembros bautizados: 10,102
Miembros principiantes: 2,554
Niños 1,404
Total 14,060
A la fecha de Noviembre del año 2012.
2. SU DOCTRINA
Según esta organización se basan en el fundamento de (Efesios 2:20) donde dice:
Edificadossobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal
piedra del ángulo, Jesucristo mismo.”
Como parte de sus creencias han escrito:Nosotros, La Iglesia Apostólica de la Fe
en Cristo Jesús, creemos que para ser salvos, además de bautizarnos en el
Nombre de Jesucristo, Hechos 22:16, no debemos volver a una vida de pecado,
Juan 8:11, y vivir todos los días de nuestra vida, fiel a Jesucristo, Hechos 11:23 y
Apocalipsis 2:10. Según San Mateo 28:20, debemos de enseñar a los hermanos y
hermanas a que guarden los mandamientos del Señor Jesucristo en sus
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corazones y en sus mentes, y no apartarse de ellos, ni de día ni de noche para
que siempre nos vaya bien. Josué 1:8.
Manual de doctrina de la fe en Jesús
Estos son los temas que se encuentran en el manual de doctrina de la iglesia
apostólica de la fe en Cristo Jesús, por motivos de investigación y de acortar los
contenidos en este trabajo solo se presentan dos de estos temas que son “hay un
solo Dios” y “Jesucristo”.
• La Biblia
• El Arrepentimiento
• La Conversión
• Importancia de la Doctrina
• La Iglesia
• Hay un solo Dios
• Jesucristo
• El Bautismo del Espíritu Santo
• El Bautismo en Agua
• La Cena del Señor
• La Resurrección de Jesucristo
• La Resurrección de Justos e Injustos
• El Recogimiento de la Iglesia
• El Milenio
• El Juicio Final
• La Sanidad Divina
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• La Santidad
• El Matrimonio
• El Estado y la Iglesia
• Pecado de Muerte
• Sistema Económico de la Iglesia
• El Cuerpo Ministerial
IMPORTANCIA DE LA DOCTRINA.
HAY UN SOLO DIOS.
Ellos creen que hay un solo Dios que se ha manifestado al mundo en distintas
formas a través de las edades y que especialmente se ha revelado como Padre en
la creación del universo, como hijo en la redención de la humanidad, y como
Espíritu Santo derramándose en los corazones de los creyentes. Este Dios es el
Creador de todo lo que existe, sea visible e invisible, eterno, infinito en poder,
santo en su naturaleza, atributos y propósitos y poseyendo una divinidad absoluta
e indivisible, es infinito en su inmensidad, inconcebible en su esencia, conocido
completamente solo por sí mismo, porque una mente infinita solo se puede
comprender por sí misma. No tiene cuerpo ni partes y por lo tanto está libre de
todas las limitaciones. Deuteronomio 6:4; 1ª Corintios 8:5,6; Isaías 44:6-8; 45:18;
52:6; Hebreos 1:1-4; Lucas 4:16; Mateo 1:21-23; Gálatas 4:4,5; 2ª Corintios 3:17.
El punto de partida para este tema lo tenemos en la cita bíblica de Deuteronomio
6:4, la cual confirmaría Cristo en Mateo 12:29 diciendo: “El primer mandamiento
de todos es: Oye Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Deuteronomio
4:39; Isaías 44:6; Salmos 86:10.
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Su forma de manifestarse al mundo.
Resumiendo lo que estos señores creen dicen: que se ha manifestado al mundo
en diferentes edades con diferentes nombres ejemplo: como Padre en la creación
que se apiada de sus hijos, así el Señor se compadece de aquellos que le temen.
Salmos 103:13. Debemos entender y creer que aun el ser humano es creación de
Dios. Génesis 1:27; Deuteronomio 4:32; Hechos 17:28; Salmos 100:3; 119:73.
Como Hijo en la redención
Para librar del pecado y de la muerte Dios tubo que humanarse (Jesús), Filipenses
2:6-8, y dar su propia vida para redimirnos del pecado, de esta forma, Jesucristo
es el Redentor, al pagar el precio del rescate correspondiente para rescatar o
liberar a los que estaban en cautiverio o esclavitud.
Debemos comprender que el precio del rescate más importante de todos los
tiempos ha sido la sangre derramada de Jesucristo que hizo posible la liberación
del pecado y la muerte. (Juan 1:14; Filipenses 2:5-8; Mateo 1:23; Hebreos 9:22).
Como Espíritu Santo.
Entendemos a la luz de la palabra de Dios que el Espíritu Santo es Dios mismo,
Juan 4:24. El Señor Jesucristo en San Marcos 8:31-34, les manifiesta a los
discípulos que es necesario que el hijo del hombre sea crucificado, es posible que
esto haya generado en ellos tristeza, aflicción, etc., pero el Señor Jesús
conociendo los corazones de ellos les da palabra de aliento; en San Juan 14:16
les dice: “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con
vosotros para siempre”; además en San Juan 14:18 les asegura: No os dejaré
huérfanos; vendré a vosotros; y en el versículo diecisiete dice: Pero vosotros le
conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.”
El Señor Jesucristo les refiere que después de su muerte estaría con ellos.
Observamos que el Señor Jesús físicamente anduvo con ellos y que después de
12
la muerte iba a estar con ellos no con el cuerpo literal, sino con su Espíritu. Como
sabemos que Jesucristo es Dios debemos comprender que él se manifestó como
Espíritu en la vida de los discípulos y también hoy en la actualidad en la iglesia.
Recordando lo que dice San Juan 4:24, “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en
espíritu y en verdad es necesario que adoren.”
Resumiendo: Dios, se ha manifestado principalmente como Padre en la Creación,
como hijo en la redención de la humanidad, y como Espíritu santo derramándose
en los corazones de los creyentes.
Jesucristo
Cristo = Ungido: Cuando Juan lo bautiza en el Jordán, el Espíritu Santo desciende
sobre él ungiéndolo, y a su nombre se le añade Cristo (griego Christo=ungido)
formando el nombre de Jesucristo, esto indica que Jesucristo es Dios y que en él
habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad. Colosenses 2:9; Romanos 9:5.
Jesucristo es el único y verdadero Dios.
Jesucristo se presenta y se da a conocer como Dios, especialmente cuando
declara en San Juan 10:30 “Yo y el Padre uno somos.” Cuando se atribuye a sí
mismo el nombre de Dios “Yo soy”, Juan 8:58, y los atributos divinos; cuando
afirma que le “ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra”. Mateo 28:18, “el
poder del juicio final sobre los hombres y el poder sobre la ley”, Mateo 5:22, 28,
32, 34, 39, 44.
¿Quién es el Espíritu Santo?
Es Dios mismo. El apóstol Pedro cuando reprendió a Ananías por sustraer parte
del dinero de la venta de la heredad dijo: “¿Por qué llenó Satanás tu corazón para
que mintieses al Espíritu Santo? No has mentido a los hombres sino a Dios.”
Hechos 5:3,4. “Dios es Espíritu y los que le adoran, en espíritu y en verdad es
necesario que adoren.” Juan 4:24; 2ª Corintios 3:17
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El bautismo en aguay en el Nombre de Jesucristo.
Creemos que el bautismo en agua y en el Nombre de Jesucristo es para salvación
y perdón de pecados, el cual debe ser administrado por un Ministro Ordenado. El
bautismo debe ser por inmersión, porque solo así se representa la muerte del
hombre al pecado, que debe ser semejante a la muerte de Cristo; además esta es
la forma en que los apóstoles y ministros bautizaban en la edad primitiva.
Romanos 6:1-6; Marcos16:16;1ª Pedro 3:21; Hechos 2:38; 8:16; 10:43-48; 19:5;
22:16; Gálatas 3:27-29; 2ª Corintios 5:17.
En los escritos del Nuevo Testamento se nos encomienda predicar el Evangelio y
el que creyera “Bautizarlo”; por lo tanto, el bautismo para nosotros es un mandato
especial y un gran privilegio para el hombre, pues tiene que ver su salvación; “…el
que crea y sea bautizado será salvo”; “…bautícese cada uno de vosotros en el
Nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados…”; “El bautismo que
corresponde a esto ahora nos salva”. Marcos 16:16; Hechos 2:38; 1ª Pedro 3:21.
El bautismo era y es una práctica según la Palabra de Dios, como ya se dijo
anteriormente, para la salvación, y por ende para el perdón de pecados, así lo dice
Pedro, y lo confirma Lucas. Es importante que en relación a este tema se analice
los siguientes pasajes bíblicos: (Hechos 2:1-2, 12, 13,38; Lucas 7:45-47; Mateo
26:28; Hebreos 10:10; 1ª Juan 1:7; 2:12)
.Lo más controversial de este tema es, en que nombre debe ser el bautismo; se
dice controversial porque a través de la historia se conocen los debates,
opiniones, discusiones, prácticas y hasta persecuciones por la acción en este
particular; pero sobre todo, debe preguntarse siempre cuando hay un tema
controversial como este, ¿Qué dice la Biblia al respecto? En este caso particular,
aunque la historia es de gran apoyo, la Biblia es el broche de oro para este tema,
pues es la máxima autoridad de todas las personas cristianas, sean apostólicos o
de otras confesiones, y ella es la que tiene la primera y la última palabra; pero,
¿Qué dice la historia acerca del bautismo?
14
Irineo. Uno de los padres de la iglesia, quien vivió en el siglo II, da
testimonio de que todas las personas que se bautizaban, lo hacían en el
nombre de Jesucristo.
La Enciclopedia Británica. Edición II, volumen III, dice en la página 365, que
la fórmula original de bautizar en el Nombre de Jesucristo fue cambiada por
la forma de Padre, Hijo y Espíritu Santo, en el segundo siglo.
La Enciclopedia Católica. Volumen II, página 263; aquí los autores
reconocen que la fórmula de bautizar fue cambiada por su iglesia.
¿Qué dice la Biblia a la pregunta: En qué nombre se deben bautizar las personas?
Esta doctrina se distingue de las demás por afirmar y enseñar el imperativo de
bautizar en el Nombre de Jesucristo, porque es lo que se encuentra en todo el
recorrer del Nuevo Testamento, y una vez más recuerda que “toda la Escritura es
inspirada por Dios, útil para instruir… a toda persona”. 1ª Timoteo 3:16.
Ellos afirman si usted se da a la tarea de buscar todos los bautizos que se hicieron
en el tiempo Neo testamentario, después que se recibió la gran comisión,
encontrará que todos se hicieron en el Nombre de Jesucristo; veamos:
Los primeros judíos bautizados. Se dice que aquél día se bautizaron como
tres mil personas; todos ellos recibieron la invocación del Nombre de
Jesucristo para perdón de los pecados. Hechos 2:38, 41.
Los Samaritanos. Fueron bautizados en el Nombre de Jesucristo, nombre
que es sobre todo nombre. Hechos 8:4-17.
Los primeros gentiles que se bautizan. También lo hacen invocándoles el
Nombre de Jesucristo; el relato de estos primeros hombres no judíos que
se bautizan en ese nombre glorioso, es el que menciona el momento
cumbre de los gentiles. Hechos 10:48. Aquí es necesario explicar que
muchas personas dicen que los judíos se bautizaban en el Nombre de
Jesucristo, porque ellos habían crucificado al Señor Jesucristo, y como una
manera de reconocimiento se bautizaban en ese nombre los gentiles; pero
la Biblia comprueba que todas las personas eran bautizadas en el Nombre
de Jesucristo… porque Dios no hace acepción de personas; Pedro les dice
15
a los gentiles; “…de este dan testimonio los profetas que los que en Él
creyeren, recibirán perdón de pecados por su Nombre.” Hechos 10:34, 43.
Análisis gramatical teológico de Mateo 28:1
El mandato lo reciben los apóstoles. Mateo 28:16.
El mandato es para que se cumpla en todas las naciones. Mateo 28:19.
La fórmula de acuerdo con el versículo en comento es “en el nombre”; de lo
que se pueden extraer dos puntos de vista; primero: “en el”, es un artículo
determinativo o definido, que según el castellano básico se aplican a
sustantivos que designan algo determinado, señalándolos con precisión;
por lo tanto, en el mandato según el artículo definido “el” determina un
nombre, una persona; y no dos ni tres personas; y segundo: “en el nombre”,
es un sustantivo real, por lo que se debe saber cuál es el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo.
3. COMO REFUTAR SU DOCTRINA
En Cual Nombre
(Monroe E. Hawley) En la gran comisión Jesús dice: "Bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo" (Mateo 28:19). Puesto
que éstas son las palabras del Señor, no podemos estar equivocados
cuando bautizamos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu
Santo. En Hechos 2:38, Pedro mandó bautizar en el nombre de
Jesucristo. La expresión "en el nombre de..." a menudo significa "por la
autoridad de..." Un policía que grita a un criminal fugitivo: "¡Deténgase en
nombre de la ley!", le quiere ordenar lo mismo que: ¡Deténgase por la
autoridad de la ley!"
Cuando uno es bautizado en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo, es bautizado en el nombre de Jesús o por su autoridad, puesto
que Jesús mismo fue quien dio el mandamiento.
16
La formula bautismal y el significado del bautismo ritual en agua, que está muy
estrechamente relacionado a las discusiones anteriores se ha llegado a demostrar
como una grave desviación doctrinal cuando son enseñados y practicados a la
manera Sabeliana. Aquellos que se inclinan a diferir de la verdadera manera de
ser de la doctrina tienen que enfrentarse a Dios, a su Palabra, a la Iglesia y a la
historia. Por el contrario, aquellos que han logrado captar con seriedad las
enseñanzas fundamentales estarán en la capacidad de desvirtuar cualquier
argumento o artimaña Sabeliana que milite contra la sana doctrina.
OBJECCION: La doctrina de la Trinidad nació durante el Concilio de Nicea del año
325 y fue originada y enseñada por la iglesia católica; de manera que los
evangélicos que creen en la trinidad son solamente católicos un poco modernos y
simpatizantes del verdadero evangelio. (Tomado de un folleto Sabeliano).
REFUTACIÓN: Aunque el credo que se desprendió del Concilio de Nicea del año
325 lleva implícito un reconocimiento de la trinidad como verdad bíblica, lo cierto
es que el propósito del Concilio no era tomar una resolución con respecto a la
naturaleza de Dios sino definir la doctrina referente a Cristo. Arrio había empezado
a enseñar que el Verbo encarnado no era eterno ni consustancial al Padre, sino
solamente a una criatura, la primera creada por Dios. Esta enseñanza perversa,
conocida como Arrianismo, amenazaba con provocar una gran división en la
Iglesia. Para impedir que tal cosa sucediera el emperador constantito decidió
someter el caso al juicio de la Iglesia universal y convocó al Concilio ya
mencionado. El asunto a debatirse no era con respecto a la falsedad o veracidad
de la doctrina trinitaria sino con respecto a que si Cristo era Divino o tan sólo una
criatura. El dictamen del Concilio fue condenatorio para el Arrianismo el cual fue
olvidado como secta tres siglos después. Es falso, pues que la doctrina de la
trinidad se haya originado a partir de este Concilio.
Por otra parte, se ha demostrado que la doctrina trinitaria tiene sus fuentes en las
mismas Escrituras, incluidas las del Antiguo Testamento. La base de la doctrina
quedó completada no a partir de algún Concilio o decreto eclesiástico sino a partir
de la complementación del canon bíblico. Asegurar que la trinidad fue una doctrina
17
originada por la iglesia Católica es un error histórico que no tiene perdón. Tuvieron
que transcurrir todavía varios siglos para que se complementara la estructura que
propiamente puede ser denominada iglesia Católica Romana cuando ya la
doctrinada de la Trinidad era una verdad aceptada universalmente y defendida
contra el error. Invertir los hechos seria una manipulación arbitraria que no podía
ser explicada sino solamente como una intención expresa de engañar.
Por su parte, la doctrina Sabeliana no fue en ningún caso de origen escritural ni
apostólico. Fue un error de aparición tardío y que no se concreto sino hasta que
otros precedentes heréticos hubieron tomado arraigo entre ciertos grupos
disidentes. En este proceso los siglos transcurrieron y no es posible demostrar, de
ninguna manera, que el Sabelianismo sea anterior a siglo tercero. El hecho de
que el Sabelianismo haya surgido en el transcurso de la Historia una y otra vez
para combatir las afirmaciones de la trinidad, demuestra que la doctrina trinitaria
fue apostólica y, por ende, autentica.
OBJECCIÓN: La manifestación de “milagros”, “sanidades”, y “dones del Espíritu”
en las congragaciones Sabelianas evidencian el respaldo de Dios a sus doctrinas.
REFUTACIÓN: Es una lógica errónea aquella que pretende establecer la
veracidad de una doctrina sobre la base de las experiencias humanas, por
milagrosas que estas parezcan. La verdad de Dios es suficiente en sí misma para
mostrar su autenticidad. Aun cuando todas las experiencias fueran contrarias a la
verdad bíblica, debemos continuar creyendo a las Escrituras antes que a las
experiencias. La prueba de toda experiencia debe ser la verdad bíblica; pero las
experiencias no pueden ni establecer ni derribar una tan sóla letra de las
Escrituras.
En la Biblia, el que sucediera alguna experiencia sobrenatural no siempre se
interpretó como una evidencia que tal fenómeno tuviera un origen Divino.
Recuérdese el caso de Janes y Jambres que fueron reproduciendo cada uno de
los milagros que Moisés hacía en presencia de Faraón (Ex. 7:11-12, 22; 8:7).
Juzgar a estos magos sobre la base de experiencias humanas hubiera conducido
18
a cualquiera a un engaño seguro. Con respecto a la Bestia, las Escrituras
establece que su poder para seducir al error consistirá, precisamente, en una
habilidad para hacer milagros: “Inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás,
con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad
para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser
salvos.” (2 Ts. 2:9-10). Por otro lado, las Escrituras también nos hablan del más
grande engañador de todos los tiempos, el Falso Profeta, de quien se dice que
“hacen grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a
la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia”
(Ap. 13:13-14). No hay duda que los que creen que la experiencia es la prueba de
la verdad, no vacilaran en atribuirle al Falso Profeta el título de “Siervo de Dios”,
en tanto que a Juan el Bautista le negarían toda relación con el Dios verdadero
pues “Juan, a la verdad, ninguna señal hizo” (Jn. 10:41).
Aunque los ministros Sabelianos poseyesen las virtudes de trasladar los montes a
la mar y de sanar a todos los enfermos; siempre seguiríamos pensando, sobre la
base de las Escrituras, que los tales han pervertido la sana doctrina, han
vituperado al Dios de la Biblia y lo han puesto a un lado para suplantarlo por el
dios que Sabelio inventó. Lo que opera en ellos es un poder engañoso, “por
cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser Salvos. Por esto Dios les envía
un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados
todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia” (2
Ts. 2:10-12)
OBJECIÓN: El pasaje de Juan 14:8-9 “Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre,
y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me
has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿Cómo, pues,
dices tú: Muéstranos el Padre?”, le demuestra que Jesús es el Padre.
REFUTACIÓN: Lejos de confundir las personas del Padre y del Hijo, el pasaje
citado establece una diferencia de personalidades a la vez que una unidad de
esencia en la Divinidad. Puesto que el Hijo es de una misma sustancia con el
Padre, aunque permaneciendo Hijo, es lógico que manifieste en si al Padre. Jesús
19
no dijo que él era el Padre, sino que de tal manera es él un reflejo de la Gloria del
Padre que verle a él es como ver al Padre mismo. Pero, enseguida establece la
diferencia de personas cuando dice: “El que me ha visto a mí, ha visto el Padre”,
para que nadie diga que el Padre y el Hijo son una misma persona. Esta diferencia
se aclara todavía más en el siguiente versículo, el 10: “Las palabras que yo os
hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mi, él
hace las obras”. El hecho de que Jesús use el pronombre “él” para referirse al
Padre demuestra que entre ellos existe una diferenciación de personalidades tan
evidente que sólo un necio podría negar.
OBJECIÓN: En la Biblia no existe ningún pasaje en donde aparezca alguna
persona siendo bautizada en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
REFUTACIÓN: Este es un argumento de doble filo, pues, si bien es cierto que la
Biblia no presenta ningún pasaje donde se describa algún bautismo en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, también es cierto que tampoco presenta
a ninguna persona siendo bautizada en el nombre de Jesús. Tal argumento es,
entonces, completamente inútil.
Sin embargo, a todas las razones que se presentaron en el capitulo cinco sobre la
fórmula para bautizar, podemos añadir la siguiente evidencia Escritural: Hechos
19:1-3 “Aconteció que entre tanto que los Apóstoles estaban en Corinto, Pablo,
después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos
discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le
dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué,
pues, fuiste bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan”. La plática que
sostenía Pablo con los Efesios no era, inicialmente, referente al bautismo sino al
Espíritu Santo. Cuando los discípulos le aseguraron a Pablo que nunca habían
oído mencionar ni siquiera las palabras “Espíritu Santo”, el apóstol, muy
sorprendido les preguntó: “¿En qué, pues, fuisteis bautizados?” Con este giro de
la plática se demuestra que la fórmula para el bautismo incluía la mención del
Espíritu Santo y no solo el nombre de Jesús, pues, de otra manera, ¿Por qué
tendría Pablo que haber relacionado la mención del Espíritu Santo con el asunto
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del bautismo? No era posible que ellos hubieran sido bautizados como Cristo
ordenó y que todavía siguieran diciendo: “Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu
Santo”. Efectivamente, después se supo que solamente habían recibido el
bautismo de Juan.
OBJECION: La palabra “trinidad” no aparece en las escrituras lo que demuestra
que tal doctrina es una invención humana.
REFUTACION: Juzgar la veracidad o falsedad de una doctrina a partir de que si el
nombre que recibe es para su estudio aparece o no en las escrituras, sin tener en
cuenta sus bases bíblicas y argumentaciones, es una actitud verdaderamente
vergonzosa para cualquiera que se estime un estudiante serio de la Biblia. Es
verdad que la palabra trinidad no aparece en las escrituras pero la doctrina que se
enseña bajo ese nombre es tan escritural que no puede negarse su veracidad sin
alejarse del mensaje cardinal del evangelio.
OBJECION: Dios no es una trinidad, la Biblia dice que Dios es uno.
REFUTACION: Por supuesto que la Biblia dice que Dios es uno, la doctrina de la
trinidad también tiene como su principal fundamento la verdad de que Dios es uno.
No existe ninguna contradicción entre la verdad de que Dios es uno y la doctrina
de la trinidad. Si los Sabelianos insisten mucho en este punto es solamente
porque la inmensa mayoría de ellos nunca ha recibido una enseñanza sistemática
de la Biblia sobre el tema de la trinidad y todo lo que saben al respecto son las
calumnias difundidas por sus líderes. Con razón habló el Apóstol Judas con
respecto a los apóstatas diciendo: “Pero éstos blasfeman de cuantas cosas no
conocen…” (V.10).
21
4. COMO PRESENTARLES EL EVANGELIOA LOS A APOSTÓLICOS DE LA FE
EN CRISTO JESÚS.
En el caso de las personas que creen la doctrina unitaria de “solo Jesús” no hay
que guiarlos a la experiencia de la conversión y salvación. Ya que muchos de ellos
son cristianos sinceros, fervientes, que aman al Señor de todo corazón. El hecho
de no comprender adecuadamente la doctrina bíblica de la trinidad no los ha
excluido de recibir las bendiciones derramadas por el Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo.
Ya que buscan y reciben el bautismo del Espíritu Santo y frecuentemente oran al
padre en el nombre de Jesús. Muchos de ellos nunca han recibido una enseñanza
sistemática de la Biblia sobre la trinidad y todo lo que saben al respecto es lo que
cree su iglesia.
Al tratar con ellos se puede admitir que la doctrina de la trinidad es un misterio que
el hombre no puede comprender a cabalidad. La mente finita no abarca una
comprensión completa de la naturaleza de lo infinito. Sin embargo, creemos en la
doctrina de la trinidad porque la Biblia la enseña. Se les debe invitar a considerar
la enseñanza total de la Biblia sobre este tema. Y esto se debe de hacer con
espíritu de amor cuando se presenta la oportunidad, y no en discusiones
acaloradas.
Una de las formas en las que se puede llegar a hacer entrar en razón a los
Jesusita acerca de su error en cuanto al conocimiento de la doctrina de la
trinidades presentándoles una enseñanza de la trinidad basada en este pasaje del
evangelio de Juan.
Ya que la expresión de Jesús: “Yo y el Padre unos somos” (Jn. 10:30), es una
prueba que Jesús y el Padre no son la misma persona. Debido a las formas
gramaticales en que se encuentra.
La expresión: “Yo y el Padre uno somos”, lejos de demostrar que Jesús y el Padre
son una sóla persona, demuestra que se trata de dos personas diferentes. Pues
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Jesús no dijo: “yo y el Padre uno soy”, que hubiera sido la expresión gramatical
correcta a usar si él hubiera estado hablando en el sentido que los Sabelianos
sugieren; pero al decir “yo y el Padre uno somos” establece el principio de
pluralidad de personalidades que es sostenido por la doctrina bíblica de la trinidad.
Por otra parte, cuando Jesús dijo: “Uno somos”, estaba enfatizando la comunión
de propósitos que hay entre las personas divinas y no la manera en que está
conformada su naturaleza. La misma expresión aparece también en Juan 17:22
“La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros
somos uno”, pero aquí queda muy claro, como lo hemos dicho, que él se está
refiriendo a la comunión de propósitos que había entre él y su Padre, pues, el
afirma que ellos son uno en la misma forma que los cristianos son uno: “Que sean
uno, así como nosotros somos uno”. En el mismo sentido que los creyentes son
uno sin ser la misma persona, Jesús y el Padre son uno sin ser la misma persona.
La expresión de Juan 10:30, pues, no constituye ninguna prueba de la doctrina
Sabeliana, sino por el contrario, establece la relación de comunión que existe
entre las personas divinas, elemento éste que da al traste con las presentaciones
de Sabelio.
De igual manera hay que darles una explicación bíblica exegética sobre la formula
bautismal ya que es aquí donde reside uno de sus puntos más fuertes en cuanto
su doctrina.
EL ARGUMENTO ESCRITURAL DEL BAUTISMO EN AGUA.
El argumento escritural es aquel que demuestra la falsedad de la formula
bautismal en el nombre de Jesús basándose en las evidencias que al respecto
ofrecen las Escrituras. En los escritos sagrados no existe tal cosa que se
presentan dos fórmulas bautismales. En ningún momento el Apóstol Pedro
anuncio una fórmula en oposición a la que ya había sido ordenada por el Señor
Jesús. Lo que ocurre es que ha habido una mala interpretación de las palabras de
Pedro. Para comprender adecuadamente a que se refería el Apóstol es necesario
remontarnos al contexto social de la iglesia primitiva. En la época de nuestro
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Señor Jesucristo y de sus Apóstoles, estaban en boga diversidad de bautismos.
Podemos a continuación mencionar algunos de ellos:
LOS BAUTISMOS JUDIOS: La palabra bautismo proviene del griego baptípzo que
es la forma intensiva de Baptein “sumergir”. En Hebreos 9:10 la palabra baptismós
es traducida como “abluciones” (RVR) y se refiere, sin lugar a dudas, a los
diversos lavamientos ordenados en los libros de Levítico y de Números. El verbo
se usa también para denotar la purificación ceremonial de los judíos antes de
comer (Lc. 11:38; Mr. 7:4). Pero en un sentido más restringido a lo que
entendemos por bautismo, los judíos utilizaban un lavamiento ceremonial para
introducir a los gentiles prosélitos a la fe Hebrea. De manera, pues, que solo
desde el punto de vista judío, podemos constatar la existencia y uso de diversos
bautismos en esa época.
EL BAUTISMO DE JUAN: A los bautismos ya mencionados debemos añadir el
bautismo que Juan enseñó y practicó en el Jordán y que es mencionado en la
Escrituras como bautismo para arrepentimiento. Un residuo se separó por este
bautismo del judaísmo formalista para esperar la venida del Mesías.
EL BAUTISMO CRISTIANO: Es el bautismo que el Señor Jesús encomendó para
ser practicado por su Iglesia y cuya comisión se encuentra en Mateo 28:19 “Id, y
haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo”.
BAUTISMO EN EL NOMBRE DE PABLO
Era costumbre en los tiempos bíblicos llamar el bautismo en agua por el nombre
del maestro que lo enseñaba y el apóstol Pablo fue el primero en enseñar el
evangelio a los Corintios, también la enseñanza del bautismo en agua y otras
enseñanzas, razón por la cual en 1 Corintios 1: 13 Pablo les dice: fuisteis
bautizados en el nombre de pablo, porque como era costumbre se le llamaba al
bautismo por el nombre del maestro que lo enseñaba.
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LOS BAUTISMOS PAGANOS: La evidencia histórica ha demostrado que era
común en las practicas paganas el rito del bautismo. No será en ninguna manera
extraño que en la época apostólica existiera esta práctica como expresión de los
diversos cultos paganos que por esa época abundaban.
Si captamos en cuadro que las Escrituras nos presentan sobre la época de los
Apóstoles es sencillo entrever la confusión religiosa que se produciría en razón de
la gran variedad de bautismos que existían. Cada vez que un proclamador de un
mensaje religioso hacía referencia al bautismo tenía que ser muy enfático en
especificar a cual de tantos bautismos se estaba refiriendo. Para resolver esta
dificultad se había llegado a la convención de identificar cada bautismo
denominándolo con el nombre de su fundador. Así por ejemplo, el bautismo de
arrepentimiento que Juan administraba llegó a ser conocido como “el bautismo de
Juan” porque, precisamente, fue Juan quien lo enseñó en un principio. Aquellos
discípulos que fueron a administrar, posteriormente, el bautismo de
arrepentimiento, lo hicieron no por iniciativa propia sino por la autoridad que
habían recibido de su Maestro Juan. En otras palabras, bautizaban en el nombre
de Juan, no cómo fórmula, sino como principio de autoridad. Es muy difícil precisar
si para el bautismo de arrepentimiento se utilizaba alguna fórmula; las Escrituras
no mencionan este detalle. Pero, si podemos comprender que cuando los
discípulos de Juan oficiaban un bautismo lo hacían en el nombre de Juan en
cuanto a principio de autoridad y como identificación del bautismo; pero, utilizando
la fórmula que era propia, si es que la había.
Cuando el Apóstol Pedro predicó el día del Pentecostés finalizó con una
exhortación para los judíos: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros…”
(Hch. 2:38). Esta era la primera vez que el mensaje del Cristo resucitado era
proclamado a la nación de Israel; para los judíos esta era una doctrina nueva, de
manera que cuando Pedro hizo una referencia a la necesidad de bautizarse la
pregunta lógica que debió haber surgido en los judíos presentes era:
“¿Bautizarse? Pero, ¿con cuál bautismo? ¿Algún bautismo de la ley? ¿El
bautismo de los prosélitos? ¿El bautismo de Juan?” Previendo tal confusión Pedro
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especificó el bautismo que debía recibir: “Bautícese cada uno en el nombre de
Jesucristo”. Es decir, en el bautismo que se deriva de la autoridad que Jesucristo
legó a su Iglesia, el bautismo que Jesús instituyó y que tiene por fórmula la que el
mismo estableció: “En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. Pedro
no estaba enunciando la fórmula del bautismo, sino que estaba especificando el
bautismo del que hablaba haciendo uso de la costumbre usual de esa época:
llamarlo por el nombre de su fundador. De la misma manera que el bautismo de
arrepentimiento llegó a llamarse de Juan por haber sido quien lo enseñó, ahora, el
bautismo cristiano era llamado del nombre de Jesucristo por haber sido él quien lo
estableció.
La misma situación se repite en las otras referencias al bautismo en el nombre de
Jesús que se hace en el libro de los Hechos. Ninguna de esas citas constituye una
referencia a la fórmula que se empleaba durante el acto del bautismo sino que son
solo referencias al tipo de bautismo que se administraría. No existe, pues, tal cosa
como decir que Pedro se contradice con Jesús, o que en la Biblia hay dos
fórmulas bautismales, mucho menos que Pedro dijera que la fórmula era en el
nombre de Jesús porque creyera en la doctrina Sabeliana. Sencillamente Pedro
identificó el bautismo por el principio de autoridad y el Señor Jesús estableció la
fórmula que se debía utilizar al administrarlo: “En el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo”. No hay contradicción alguna sino solamente dos aspectos
complementarios de la ordenanza del bautismo.
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ORGANIGRAMA DENOMINACIONAL DE LA FORMA DE GOBIERNO DE LA
IGLESIA APOSTOLICA DE LA FE EN CRISTO JESUS.
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convecion general de ministros
obispo vicepresidente
secretario de evangelismo y misiones
secretario de educacion cristiana
secretario de asistencia
social
tesorero general
ORGANIGRAMA DE LA IGLESIA LOCAL DE LA FORMA DE GOBIERNO DE
LA IGLESIA APOSTOLICA DE LA FE EN CRISTO JESÚS
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pastor
asistente del pastor
tesorero diaconos directivasevangelism
o y misiones
secretarioeducacion cristiana
asistencia social
CONCLUSIÓN Se concluye como grupo que la creencia unitaria de la iglesia apostólica de
la fe en Cristo Jesús desciende de la doctrina herética creada por Sabelio
en los primeros siglos de la iglesia.
Se concluye como grupo que la creencia unitaria de la iglesia apostólica de
la fe en Cristo Jesús, es una creencia que es fácilmente debatible y que se
puede solucionar con un estudio profundo de las Sagradas Escritura.
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BIBLIOGRAFÍA
VEGAMarioEl Bautismo en el Nombre de JesúsMisión Cristiana, ElimSanta
Ana, El Salvador, 15 Octubre de 2009, sexta edición
Manual de Doctrina; Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús; Nicaragua,
Centroamérica; año 2011.
Santa biblia reina Valera 1960
Luisa Jeter de Walker. Cual camino. Editorial Vida. Florida EE.UU. 1968.
http://iglesia-de-cristo.org/laverdadbiblica/bautis.html
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