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ISSN 0124-7816

No.15, enero-junio de 2013

KatharsisPublicación de la Facultad de Ciencias Sociales Programa de PsicologíaInstitución Universitaria de EnvigadoISSN 0124-7816Nº 15, enero-junio de 2013

RectorJaime Alberto Molina Franco

Vicerrector académicoHenry Roncancio González

Decano Facultad de Ciencias Sociales Álvaro Ramírez Botero

Coordinación de la publicación: Ricardo Moreno Chía

Edición y corrección de textos: Óscar Restrepo Osorio

Traducción de textos:Escuela de Idiomas de la IUE

Diseño, diagramación e impresión:L. Vieco s.a.s.

Carátula y solapas: Sueño Frida Kahlo Óleo sobre lienzo

Dirección y contactosCra. 27 B 39 A Sur 57Teléfono: 339 10 10, exts. [email protected]

Solicitud de canjeBiblioteca Jorge Franco Vélez, IUETeléfono: 339 10 10 ext. 116-118

Katharsis se encuentra incluida en los siguientes índices y bases de datos:• Índice Bibliográfico Nacional–Publindex

(Colciencias) categoría C.• Latindex.• Fuente Académica Premier de EBSCO

Las opiniones contenidas en los artículos son responsabilidad de sus autores.Katharsis autoriza la reproducción de los artículos siempre y cuando se mencione la fuente.

EditorPh. D. (c) Álvaro Ramírez Botero [email protected]

Comité de Publicaciones IUEMg. (c) Jimmy Collazos Franco

Mg. Henry Roncancio GonzálezComunicadora Natalia Jaramillo RestrepoMg. Bibiana VillegasMg. Juan Camilo Bolívar

Comité Editorial Ph. D. (c) Héctor Bermúdez RestrepoPh. D. David Alberto Londoño VásquezBibliotecóloga Ladis Yuceima Frías C.Mg. Ricardo Moreno Chía

Comité CientíficoPh. D. Evandro Vieira OuriquesPh. D. Irma Nydia Vázquez AscencioPh. D. Jorge Alberto Silva MachadoPh. D. Carlos Alberto Palacio Gómez Mg. Vilma Merchán MoralesPh. D. Olena Klimenco

EvaluadoresPh. D. José Antonio Giménez MicóConcordia University (Canadá)Ph. D. Jorgelina CorbattaWayne State University (Estados Unidos)Mg. Adriana OspinaInstitución Universitaria de Envigado (Colombia)Ph. D. María Florencia SpinelliUniversidad Nacional de Rosario (Argentina)Ph. D. Rogelio Marcial VázquezColegio de Jalisco - U. de Guadalajara (México)Ph. D. (c) Claudia FonnegraUniversidad de Antioquia (Colombia)Ph. D. Soraya Santana CárdenasUniversidad de Guadalajara (México)Mg. Fabiola Restrepo RuízInstitución Universitaria de Envigado (Colombia)Mg. Marlon Yesid CortésUniversidad de Antioquia (Colombia)Ph. D. Pilar Lacasa DíazUniversidad de Alcalá (España)Ph. D. María Elvia Domínguez BlancoUniversidad Nacional de Colombia (Colombia)Mg. Natalio Morote SerranoUniversidad de Granada (España)Mg. Carolina Salas ZapataUniversidad CES (Colombia)Esp. Gustavo RestrepoCorporación Fernando González-Otraparte (Colombia)Ph. D. Mariano Lozano RamírezUniversidad de La Sabana (Colombia)Mg. César Augusto Jaramillo Institución Universitaria de Envigado (Colombia)Ph. D. (c) Margarita Uribe ViverosUniversidad de Antioquia (Colombia)Mg. Vilma Merchán Institución Universitaria de Envigado (Colombia) Ph. D. (c). Héctor Bermúdez RestrepoHEC Montréal (Canadá)Ph. D. Carlos Alberto Palacio Gómez Institución Universitaria de Envigado (Colombia)

ContenidoNo. 15, enero-junio de 2013

ISSN 0124-7816

Editorial Álvaro Ramírez Botero ........................................................5

Kahlo y Goncharova: dos mujeres(una vanguardia lúdica: ironía, dualidad y bizantinismo) Luis Roberto Vera .............................................................9

Zonas de contacto: la “nación” y la “identidad” en la obra de Alejandro Saravia Juan Carlos Rodríguez..............................................................37

La ciudad como elemento de transformación narrativa: una aproximación a la novela Aire de Tango de Manuel Mejía Vallejo Paola Andrea Fonnegra Osorio .....................................53

Configuración de identidades políticas juveniles a través de expresiones teatrales(El caso de la Red Juvenil de Medellín) Paula Andrea Tamayo Montoya Carlos Darío Patiño Gaviria ..........................................67

La familia según un enfoque de convergencia: diversidad familiar, género y sexualidad Ángela María Quintero Velásquez ................................ 89

Sobre la intervención familiar en escenarios educativos.Aproximación a una revisión documental Alexander Rodríguez Bustamante Edison Francisco Viveros Chavarría ................................... 113

Alteración de las funciones ejecutivas en personas vinculadas al conflicto armado colombiano Claudia Marcela Arana Medina Mónica Gómez Botero David Andrés Molina González .............................................133

Factores de riesgo para el consumo de psicoactivos en conductores de buses en Medellín Gustavo Adolfo Calderón Vallejo Guillermo Alonso Castaño Pérez ...........................................153

El trabajo precario, una realidad distante del trabajo decente María Alejandra Gómez David Restrepo ...................................................................... 173

Competencia creatividad e innovación: conceptualización y abordaje en la educación Claudia Milena Arias Arciniegas Diana Patricia Giraldo Bedoya Lina María Anaya Urbina .....................................................195

La investigación experimental en lingüística Juan David Martínez Hincapié .............................................215

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EditorialÁlvaro Ramírez Botero*

Editor

* Psicólogo Universidad de Antioquia, Magíster en Educación Pontificia Universidad Javeriana – Universidad de Medellín.

La publicación número 15 de la revista Katharsis presenta, por decirlo así, bloques de artículos que constatan la convergencia de las disciplinas y los saberes en torno a algunos fenómenos

propiamente humanos: el arte, la familia, el lenguaje y algunas construcciones sociales relacionadas con la condición humana en la sociedad actual. Los once artículos que se presentan van a mostrar al lector, como un reflejo, circunstancias, expresiones y situaciones en las que, de una u otra manera, se verá implicado, ya sea por afinidad disciplinar o por su condición humana.

Los cuatro artículos iniciales llevan al lector a los mundos creados por algunos artistas para tratar de dar cuenta de los problemas que enfrentaron en la comprensión del mundo que habitaron. Dar una explicación no solo tiene que ver con conocer la verdad de un hecho, muchas veces la explicación importa solo en la medida en que re-presenta una realidad y la percepción de esta en el intento, tal vez inútil, de comprenderse en el mundo, pero seguramente útil en la dinámica psíquica del sujeto para establecer los lazos con lo que lo rodea.

En esta línea, el profesor Luís Roberto Vera, con el artículo Kahlo y Goncharova: dos mujeres (una vanguardia lúdica: ironía, dualidad y bizantinismo) indaga por las circunstancias de orden subjetivo que rodean esta obra de Frida Kahlo y cómo se combinan en el proceso

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de construcción de un estilo particular las búsquedas en las técnicas conocidas por fuera de la academia, en sus experiencias en diferentes aspectos de su vida, en el contexto de las convergencias culturales de la época, en sus características psicológicas y en las relaciones implícitas de la obra en cuestión con la de la rusa Natalia Sergueievna Goncharova, al igual que la influencia de otros artistas.

En el artículo “Zonas de contacto: la “nación” y la “identidad” en la obra de Alejandro Saravia”, Juan Carlos Rodríguez indaga también en la producción de un artista que desde la literatura ofrece unas vías de comprensión de lo que significa, en las condiciones actuales de vida, la identidad y la nación. El profesor Rodríguez establece un diálogo entre lo planteado por Alejandro Saravia con la noción “zonas de contacto” de Pratt, para entrar en el análisis de la manera en que Saravia crea situaciones en las que sus personajes viven circunstancias transculturales en un mundo globalizado, expresiones en las que emergen insumos para una aproximación a la identidad y la nación. También podrá el lector, en el artículo de la profesora Fonnegra La ciudad como elemento de transformación narrativa: una aproximación a la novela Aire de Tango de Manuel Mejía Vallejo, observar la incidencia de los elementos referentes a los fenómenos de migración y desplazamiento en las transformaciones acaecidas en el paso de lo rural a lo urbano y la manera en que estos procesos afectan también las narrativas de ciudad. En estas narrativas están presentes referentes de diferente índole pero de manejo popular, como refranes, canciones y obras cinematográficas, esto es lo que evidencia la profesora Fonnegra en Aire de Tango. Se suma a los trabajos relacionados con lo estético el artículo titulado Configuración de identidades políticas juveniles a través de expresiones teatrales (El caso de la Red Juvenil de Medellín) de Paula Andrea Tamayo Montoya y Carlos Darío Patiño Gaviria. En él los investigadores abordan un caso concreto, la Red Juvenil de Medellín, y muestran cómo la expresión teatral funciona como una práctica política que posibilita la acción reflexiva.

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En el que se puede considerar un segundo bloque de artículos, por afinidad temática, se encuentran el de la profesora Ángela María Quintero Velásquez, titulado La familia según un enfoque de convergencia: diversidad familiar, género y sexualidad, y el de los profesores Alexander Rodríguez Bustamante y Edison Francisco Viveros Chavarría Sobre la intervención familiar en escenarios educativos. Aproximación a una revisión documental. En el último los investigadores aportan elementos para la comprensión de las relaciones entren la familia, la escuela y los diferentes tipos de intervención para constatar las variaciones sobre las formas de proceder e identificar los diferentes tipos de relación que se presentan entre las tres instancias.

Luego de los artículos que abordan temáticas referidas a la familia se presentan otros que son productos de investigaciones sobre fenómenos sociales de época. Las investigadoras Claudia Marcela Arana Medina, Mónica Gómez Botero y el investigador David Andrés Molina González presentan el artículo Alteración de las funciones ejecutivas en personas vinculadas al conflicto armado colombiano, en el que indagan sobre la presencia de alteraciones en la función ejecutiva en personas que presentan conductas referidas al crimen. En esta investigación usan como referente otras investigaciones que han presentado esta relación y que logran constatar en la población evaluada. Esto, según los autores, permite establecer una propuesta de intervención que contemple el aspecto neurocognitivo. De otra investigación se deriva el artículo Factores de riesgo para el consumo de psicoactivos en conductores de buses en Medellín, de los profesores Gustavo Adolfo Calderón Vallejo y Guillermo Alonso Castaño Pérez. Este trabajo permite asociar las condiciones laborales y sociales de la población investigada con el consumo de sustancias psicoactivas. En consonancia con el tema de las circunstancias laborales, los investigadores María Alejandra Gómez y David Restrepo presentan el texto. El trabajo precario, una realidad distante del trabajo decente, en el que abordan la problemática social que ha representado la flexibilización laboral en la actualidad y el impacto

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que ha tenido en la posibilidad de acceder a un “trabajo decente”. En la vía de las condiciones del mundo actual, las profesoras Claudia Milena Arias Arciniegas, Diana Patricia Giraldo Bedoya y Lina María Anaya Urbina presentan el artículo Competencia, creatividad e innovación: conceptualización y abordaje en la educación, para mostrar, desde el caso concreto de la Católica del Norte Fundación Universitaria, algunas aproximaciones conceptuales y la necesidad de incorporar en la propuestas educativas de nivel superior el desarrollo de competencias, la creatividad asociada a la innovación y el emprendimiento.

Por último, pero no con menos relevancia, se presenta el trabajo del profesor Juan David Martínez Hincapié: La investigación experimental en lingüística. El aporte de Martínez pone al lector frente a la posibilidad, vigencia y viabilidad de hacer investigación científica en lingüística. De forma rigurosa, el autor presenta las características de los trabajos experimentales en esta ciencia y la manera en que satisfacen las exigencias de un trabajo experimental.

Solo resta agradecer, en nombre de la Facultad de Ciencias Sociales de la Institución Universitaria de Envigado, la colaboración de los autores e invitar al disfrute a los lectores.

Kahlo y Goncharova: dos mujeres

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Katharsis–Institución Universitaria de Envigado

Kahlo y Goncharova: dos mujeres(una vanguardia lúdica: ironía,

dualidad y bizantinismo)*

Kahlo and Goncharova: Two Women (A Ludic Avant-gardism: Irony, Duality and Bizantinism)

Luis Roberto Vera **

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Recibido octubre 30 de 2012, aprobado noviembre 16 de 2012

ResumenEste ensayo está centrado en el linograbado Dos Mujeres (1925) de Frida Kahlo. Pertenece a su período estridentista, el cual indudablemente fue formativo para sus inicios como artista. La consideración de tal período constituye una herramienta indispensable, puesto que representa el antecedente para entender las relaciones estilísticas perceptibles en este linograbado respecto a la obra de la artista rusa, radicada en París, Natalia Goncharova. Dos Mujeres se caracteriza por su espíritu lúdico, flexible y especulativo, que, por su naturaleza misma de indagación y permeabilidad interdisciplinarias, tiene relaciones de atracción y diferencia respecto a las de Goncharova.

Palabras clave: Frida Kahlo, Natalia Goncharova, estridentismo, bizantinismo, vanguardia, arte mexicano del siglo XX, crítica de arte.

* El presente ensayo es parte de una investigación en curso: “Frida mesoamericanista”. No ha sido presentada como ponencia ni como conferencia.

** Poeta, traductor e historiador del arte chileno, reside en México desde 1972. Profesor Investigador en el Doctorado en Literatura Hispánica y en la Maestría en Literatura Mexicana de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Ha publicado poesía y ensayos sobre arte en El Zaguán, Sábado de Unomásuno y Vuelta, entre otras publicaciones. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (II). Correo electrónico: [email protected]

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AbstractThis essay is focused on Frida Kahlo’s linocut engraving Two Women (1925). It belongs to her Strident period, which undoubtedly was a formative one at the beginnings of her career. The consideration of such a period, constitues an indispensable tool since it represents the background to understand the sylistc relationships perceptible in this particular linocut engraving in respect to the work of the Russian artist, settled in Paris, Natalia Goncharovna. Two Women is characterised by a playful, flexible, and speculative spirit, which, by its very nature of interdisciplinary inquiry and permeability, offers relationships of attraction and difference with Goncharova’s woodcut engravings.

Keywords: Frida Kahlo, stridentism, bizantinism, avant-gardism, 20th mexican art, art criticism.

Perspectiva: objeto y vectoresA más de medio siglo de su muerte y otro bien colmado de su

nacimiento, se puede aventurar una evaluación respecto al desarrollo de cada uno de los períodos de Frida Kahlo (6 de julio de 1907-13 de julio de 1954) y no solamente respecto al prestigio de la persona y la mejor recepción aún de su trabajo plástico.

El período de mayor experimentación de Frida Kahlo coincide con sus inicios plásticos. Ventajas de no pasar por la academia. Su formación es autónoma y azarosa, por lo mismo, sujeta a diferentes influencias. Más tarde, su acercamiento a Diego Rivera contribuyó a solidificar su estilo. Sin embargo, fue el producto de una decisión consciente respecto a la postura nacionalista de Rivera. La obra del muralista cautivó a la joven pintora. Una cautividad elegida, valga el oxímoron; después de todo, como lo muestran sus biografías, fue recíproca.

Este ensayo propone analizar una obra de su período inicial, el linograbado Dos mujeres (fig. 1), caracterizado por ejercer a través de él un espíritu lúdico, flexible y especulativo, que, por su naturaleza misma de indagación y permeabilidad no ha llamado suficientemente la atención de la crítica ni de la historia del arte. Por lo mismo, ha parecido necesario situar el análisis de este linograbado desde una cuádruple perspectiva: la técnica del grabado en la formación inicial de

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la artista; la inserción en su temática retratística; luego, su particular interpretación de la herencia bizantina; and last but not least, las relaciones implícitas respecto al estilo de la gran artista rusa Natalia Sergueievna Goncharova.1

Figura 1. Frida Kahlo. Dos Mujeres. 1925. Linograbado. Colección

Rubén García Badillo, Tlaxcala. Ilustración para el poemario Caracol de

distancias, de Ernesto Hernández Bordes. Tlaxcala, Fábula, 1933.

A raíz de su experiencia en el taller del impresor Fernando Fernández Domínguez, en donde Frida realizó copias de los grabados de Anders Zorn,2 debió enterarse del grabado sobre linóleo, invento de

1 El patronímico, para distinguirla de su tía abuela del mismo nombre, esposa del gran poeta ruso Alexander Serguéyevich Pushkin, Natalia Nikolaievna Goncharova.

2 Anders Zorn (1860-1920), artista sueco, famoso en su época por sus escenas de género, retratos y paisaje, pintados al óleo y a la acuarela.

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los miembros del grupo Die Brücke, radicado en Dresde, Sajonia.3 Sin embargo, sólo un año antes (1924), Francisco Díaz de León hace en la Escuela de Pintura de Churubusco los primeros linograbados en el país, de lo cual pudo enterarse tanto por Fernández como por Miguel N. Lira.

Dos mujeres (1925) es un grabado en linóleo, o linograbado, de 10 x 7,5 cm. Está firmado solamente con sus iniciales: F. K., en el ángulo inferior izquierdo (respecto al observador). Muy pocas veces se refieren a él mediante su título correcto. Por razones espurias se lo llama Las dos Fridas, lo cual, si bien apunta correctamente a la anticipación respecto al gran cuadro al óleo presentado para la Exposición Surrealista Internacional en Ciudad de México (1939), omite la especificidad y cronología, tanto de cada obra, como de la diacronía temática. En efecto, fue realizado como ilustración para el poemario Caracol de distancias, de Ernesto Hernández Bordes, publicado por Miguel N. Lira en su editorial Fábula. Evidentemente por encargo de su amigo, poeta y editor, a quien la pintora le obsequiara una copia del grabado (al parecer en 1925 y antes de su accidente de autobús), si bien el libro aparece editado mucho más tarde, en 1933.

Retrospectiva: una artista en busca de estilo y de soportesDe joven, Frida Kahlo planeaba estudiar medicina. Quizá la

poliomielitis que sufrió de niña —así como los ataques de epilepsia de su padre— estimularon lo que ella consideró una vocación. Voluntariosa, se impuso una actividad física con la que adquirió una destreza y una agilidad poco frecuentes para las muchachas de su época. De modo que, por experiencia propia, sabía que con tesón, estudio y disciplina podía superar los obstáculos y deficiencias que se le presentaban. Más tarde, en sus composiciones se podrán percibir sus conocimientos sobre la anatomía humana (se verá este conocimiento, unido a su ya famosa

3 A través de este medio Die Brücke realza de una manera particularmente notable sus características estilísticas distintivas: colores vívidos, tensión emocional e imágenes vio-lentas, además de una reinterpretación del arte primitivo.

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picardía verbal, en dos detalles de Dos mujeres).4 Si bien en sus cartas de adolescente aparece como una constante la necesidad y el placer de recurrir a la narración visual, convertirse en pintora no era parte de sus objetivos. Por lo mismo, no tuvo una instrucción artística formal.

Es por esto que cobra mayor relevancia para los estudiosos indagar la conformación de sus primeros rudimentos artísticos. Como suele suceder, estos surgieron en el hogar. Fue su padre, Wilhelm (Guillermo) Kahlo, un fotógrafo profesional y pintor ocasional, quien primero interesó a Frida en el arte. Además de poder revisar con toda libertad los libros de arte de la colección de su padre, Frida a menudo lo acompañaría en sus excursiones pictóricas a la campiña cercana. También le enseñó cómo usar la cámara y cómo retocar y colorear fotografías. Por otra parte, Fernando Fernández Domínguez, un amigo del padre de Frida, era un impresor comercial muy conocido y respetado. Contrató a Frida para trabajar con él después del colegio y le enseñó cómo dibujar y copiar grabados del impresionista sueco Anders Zorn. Aunque también fue escultor, Zorn descolló como grabador, empleando una técnica que lo caracterizó al utilizar líneas paralelas a través de la plancha de grabado para ofrecer equivalentes del color. A esto se redujo la instrucción académica de Frida Kahlo.

Pero, en lo que se puede colegir de ese aprendizaje plástico, hay coincidencias respecto a la composición y al uso del color. Así, del padre fotógrafo retuvo el sentido de las composiciones frontales y, por costumbre de la época, el relleno de color siguiendo el contorno de las formas; de la imitación de la pintura de Zorn, la construcción mediante el dibujo geométrico, sin modelado del claroscuro y sólo mediante el color, aplicado en zonas de color amplias y sencillas. De ambos, una incuestionada aceptación de la perspectiva renacentista, puesto que la

4 Llamarlos detalles quizá no sea una expresión adecuada, puesto que resultan tan elocuentes como la representación de las figuras centrales. Véase la sección final de este ensayo.

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fotografía de la época no es sino una consecuencia técnica de la camera obscura y ambas de la perspectiva albertiniana.

Una tercera influencia, visible sobre todo en sus primeros dibujos, proviene del art nouveau, que por entonces se manifestaba en todos los órdenes de la vida cotidiana. Basta con revisar los periódicos y los diseños de la época, desde los utensilios caseros, diagramación de periódicos, revistas, invitaciones y etiquetas comerciales hasta la arquitectura de los edificios más modernos de la época juvenil de Frida, para darnos cuenta de la presencia de este estilo, que se avino muy bien con la continuidad del barroco virreinal y el recargado neoclásico republicano. Frida y sus amigos de San Ildefonso5 acostumbraban a reunirse en una biblioteca cercana, adornada con los murales de Roberto Montenegro (Herrera, 1985, p. 36), así como otros suyos en diversos lugares públicos de la Ciudad de México.6 En estos murales se puede percibir la influencia del art nouveau y probablemente tanto el dibujo como el modelado, así como la proporción predominantemente vertical de la composición, fueron los modelos que Frida tuvo para su primer autorretrato. A esta influencia quizá se pueda atribuir la constante persistencia en el uso de líneas en arabesco y con asociaciones vegetales a lo largo de toda la obra fridiana. De hecho, la utilización de este recurso estilístico, como se verá, compensa la frontalidad de sus composiciones.

5 Es decir, la Escuela Nacional Preparatoria, más conocida como San Ildefonso, por haber sido el local del seminario jesuita de la época virreinal, expropiado cuando las leyes de Reforma.

6 En los años veinte, siguiendo los postulados vasconcelianos, Roberto Montenegro pintó dos murales acerca de la unión latinoamericana en el muro poniente de la nave de la Biblioteca Iberoamericana, alojada en la antigua iglesia de la Encarnación (1639-1645, creado para monjas concepcionistas, españolas y criollas), ubicado en la calle de Luis González Obregón 18. Otro fresco de Montenegro, quizá modelo para Frida, seguramente, fue El árbol de la ciencia o El árbol de la vida (1921-1922) en el ex Templo de San Pedro y San Pablo, luego Hemeroteca Nacional y Museo de la Luz, hoy Museo de las Constituciones, en el Centro Histórico del DF. Los que adornan el escenario del teatro Lindbergh al aire libre en el Parque México son posteriores (1927), y ya más cerca del art déco, en la actualidad terriblemente vandalizados. Los frescos de la biblioteca Lincoln de la Escuela Primaria Benito Juárez siguen inaccesibles al público.

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La cuarta influencia provino de la consciente utilización de su ambiente más familiar y cotidiano: el medio popular coyoacanense y del centro de la Ciudad de México. Todo le llamaba la atención: los puestos de comida en la calle y aquellos del mercado, las tiendas establecidas con sus vitrinas y muebles con cajones y arreglos variadísimos. También, y cómo no, las fiestas populares y la artesanía específica de cada ocasión. 7

Qiuzá habrá que reconsiderar el aserto de que Frida comenzó su carrera artística a raíz de su accidente. Es cierto que cuando convalecía Guillermo Kahlo le regaló una caja de pinturas y pinceles para animarla a combatir el tedio de su obligado aislamiento. Por lo mismo, fue durante sus meses de recuperación cuando empezó a considerar seriamente la actividad artística como un oficio. Sin embargo, previamente a su accidente de 1925, además del linograbado que ahora estudiamos, ya existía por lo menos un ejemplo de obra al fresco 8 y otras dos al óleo,9 si bien la mayoría de sus primeros trabajos fueron dibujos, tintas y acuarelas sobre papel.10

Así se inicia una carrera que se prolongaría toda su vida. Allí canalizó su apasionada energía, su rica imaginación y su intensa capacidad de percibir su entorno. Pero también fue su solaz y su compañía más íntima. La creación plástica constituyó para ella el medio idóneo para meditar objetivando sus propias experiencias. Fue, en el doble sentido del término, una reflexión. A través de este medio rescató la otra

7 Cuando su trágico accidente de autobús, posterior a la factura de Dos mujeres, ocurrido el 17 de septiembre de 1925 —sin percatarse aún de la gravedad de este azar que cambió el curso de su vida—, buscó en vano recuperar un hermoso balero que acababa de comprar en compañía de su entonces novio, Alejandro Gómez Arias, a quien luego le escribe encargándole uno parecido. Esta influencia es visible sobre todo en el Retrato de Miguel N. Lira.

8 Un Autorretrato de 1923, nada autocomplaciente, ahora en una colección privada.9 Un bodegón de 1924, Charola de amapolas, óleo sobre metal (colección Isolda Pinedo

Kahlo) y una naturaleza muerta, Rosas, 1925, óleo sobre tela (regalo para su hermana Adriana, inmediatamente anterior a su accidente, colección privada).

10 La mayoría en la Casa Azul de Coyoacán y el Instituto Tlaxcalteca de Cultura.

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parte de sí misma que de niña necesitaba como una compañía: fue su interlocutor más natural y le dio un sentido al resto de su vida.

Sin embargo, la falta de una formación técnica más amplia, rica o diversa contribuyó a que sus primeros trabajos sean estilísticamente derivativos. O mejor dicho, la espontaneidad y autodidactismo de su primer período hacen más evidentes los modelos de aprendizaje de su búsqueda plástica. Su composición más temprana resulta ser una ensambladura de elementos fuertemente influidos por otros artistas y sus temas provienen de la experiencia limitada a su entorno inmediato. Lo notable es su perspicacia para adueñarse de ciertas características del arte culto, al mismo tiempo que continuaba otras provenientes de la cultura popular, sobre todo aquellas derivadas de la imaginería popular católica, notablemente el modelo que le ofrecen tanto el estilo como el tamaño del exvoto con soporte de lámina de metal. La adopción de este arquetipo estuvo lejos de ser inconsciente. Si la datación es exacta, su primer ejemplo de utilización de tal soporte es un bodegón de 1924, Charola de amapolas. Sin embargo, tal soporte, gracias a la apropiación que le ofrece la secularización del exvoto le permitirá luego lograr una amalgama estilística dúctil y en extremo apta para ser aplicada a la indagación eminentemente autobiográfica de su quehacer plástico.

La torpeza y los tanteos de su estilo temprano dan paso a una ingenuidad deliberada. Experimentó, así, con diferentes estilos, temas y tendencias. Gracias a una habilidad natural, pero gracias sobre todo a un trabajo paciente y meticuloso (a ratos hasta prolijo, en lo que tiene de esmerado e incluso de medroso; se nota su esfuerzo y, aunque no constante, sí escrupuloso, puntual y concienzudo hasta equiparar y superar al dolor que está en la base de tal proeza), sus cuadros avanzaron hasta conformar su propio, único y característico estilo de pintura de caballete al óleo: un sistema iconográfico complejo, una versión contemporánea de la alegoría. Indumentaria, objetos precolombinos, plantas y animales son todos desdoblamientos simbólicos de la sensibilidad de una desollada viva: manifestaciones con que se despliega el arcano. Proyecciones o

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transferencias son formas de la traducción. Por eso estas máscaras no ocultan sino que exponen de una manera ineludible la sangre y la carne avasalladas por la enfermedad. La precisión en el detalle percute en el color enfatizando la materia misma para dar cuenta de los avatares de una intimidad expuesta al observador.

Al revisar la iconografía de su obra se observa tanto la recurrencia temática como la constitución de un vocabulario visual específico. La obra plástica de Frida tiende al glifo, a la pictografía, la ideografía y la fonografía. Su pintura y sus dibujos deben leerse como secuencias ordenadas que representan la realidad, su experiencia particular y la condensación espontánea del hallazgo verbal surgido en una conversación. Como en un juego de palabras, su dibujo sintetiza y proyecta su experiencia del momento que vive y aspira a ser leído como un texto. Pero por la composición, el tratamiento del espacio, los volúmenes y el color, esta inmediatez comunicativa aspira a transformarse en un símbolo permanente y a mantener un diálogo con otras obras de arte y con el espectador. Se trata, en suma, de un realismo figurativo, afincado en la representación y la ilustración pormenorizadas, pero reconstituyéndolas en un orden significativo inmanente. De allí que sus retratos de medio cuerpo, o bustos (incluyendo aquellos en que se toma a sí misma como el modelo principal), tiendan a ser simbólicos, en tanto que los de cuerpo entero tienden a la representación escénica (excepto en sus dos pinturas de mayor formato, Las dos Fridas y La mesa herida, en donde, nada casualmente, invierte estos términos). Como en el surrealismo, en la pintura de Frida Kahlo los cuestionamientos formales surgen de una sujeción al sentido general del tema.

Autorretratos y dualidadYa se ha indicado que al principio de su carrera Frida no tenía un

estilo propio y que sus primeros trabajos reflejaban los temas, estilos y soportes de otros artistas de su admiración. No obstante, desde un inicio aparece lo que será ya una de sus constantes más notables:

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tomarse a sí misma como modelo. También otra, la digna impasibilidad de quien se retrata para la posteridad.

Refiriéndose al gran óleo Las dos Fridas (1939), Hayden Herrera recupera con acierto la documentación conseguida originalmente por Raquel Tibol para referirse a “la amiga imaginaria” que la pintora tuvo en su infancia y que consignara en su Diario (Tibol, 1977, p. 26; apud Herrera, 1985, pp. 25, 26). En efecto, este recuerdo la acompañó durante toda su vida. Así que no es extraño que el tema aparezca desde los primeros tanteos plásticos de Frida Kahlo y que Las dos Fridas tenga un primer antecedente en el grabado sobre linóleo, Dos mujeres. La incipiente artista hizo al parecer muy pocas copias; de las tres que se conservan, una se encuentra ahora en manos del albacea de los bienes de Miguel N. Lira, según la disposición de la viuda, el sacerdote católico tlaxcalteca, Rubén García Badillo.

El otro título de este grabado, homónimo del gran cuadro al óleo, que se le ha impuesto por razones mercadotécnicas es obviamente excesivo, pero hay que reconocer su afinidad temática. Según lo describe Judith Amador Tello en “El porqué de Las dos Fridas”, publicado en Proceso: se aprecian dos mujeres con los mismos rasgos. La primera está cubierta con un manto y parece tener una aureola, la otra tiene sólo la mitad de la aureola o una figura que parece una luna y muestra su pecho desnudo (2005, pp. 60-64).

El grabado sobre linóleo bien podría ser una trasposición idealizada de aquella temprana disociación psicológica de la artista, si bien nada indica que padeciera de un desorden bipolar extremo, es decir, de una psicosis maníaco-depresiva o de una variante menor de la ciclotimia. Quizá se trató de la aguda fantasía en un temperamento de por sí hiperestésico, el caso es que antes de cumplir los dieciocho años trasladó a una esfera intensamente mística el recuerdo de la amiga imaginaria que acompañara sus juegos infantiles. Pero también podría ser una broma de Frida respecto a la novela de Marcel Prévost, Les demi-vierges (1894), muy popular en una traducción de la época,

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puesto que en el grabado una de las jóvenes lleva una aureola completa y la otra tan sólo una medialuna.

Hayden Herrera, al analizar La columna rota (1944), contrasta el paisaje de este cuadro con el de su primer Autorretrato al óleo (1926), inscrito contra un paisaje tormentoso en donde campean cielo y mar, para simbolizar la “síntesis de la vida” (Herrera, 1985, p. 74). Establecida explícitamente ya en el linograbado Dos mujeres (un año antes de su primer autorretrato al óleo), se trata, pues, de un muy temprano rasgo temático de referencia al concepto de la convergencia de los opuestos. 11 Así, pues, vemos expresado aquí, desde sus primeras obras —tanto en el linograbado Dos mujeres como en el Autorretrato—, la necesidad de inscribirse a sí misma como parte de un todo que la supera y en la que su vida adquiere sentido.

Frida Kahlo y el estridentismo Frida Kahlo tuvo un temprano acercamiento al círculo estridentista,

gracias a su amigo, el poeta Miguel N. Lira, para entonces ya miembro de este grupo vanguardista (por lo menos desde 1923, de acuerdo con el segundo manifiesto). Dos mujeres, realizado, como ya anotamos, en 1925, el año del accidente, pero evidentemente anterior a este, se caracteriza por un ánimo indagatorio e iconoclasta, característica de las búsquedas del estridentismo, que se avenía muy bien al temperamento nada conservador y lúdico de la joven Frida. Tal como la mayor parte de las obras de este período de búsqueda, el linograbado perteneció a la colección del poeta, luego a su viuda, tras cuya muerte el acervo pasó a formar parte del Instituto Tlaxcalteca de Cultura.

11 Nada impide percibir allí una alusión implícita al yinyang. Que el tema le apasionó son prueba sus numerosas referencias en el Diario, así como el retrato que le hace Diego Rivera en el mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central (1946-1947), al ubicarla junto a él sosteniendo una esfera con este símbolo dual en su mano izquierda. Evidentemente, en sus clases de filosofía (así como a través de su amistad con su amigo sinófilo Miguel N. Lira) debió haber recibido suficiente información respecto a los fundamentos analógicos que rigen el pensamiento oriental y que organizan asimismo el pensamiento de los presocráticos hasta el establecimiento del principio de identidad.

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Por aquella época en México el estridentismo era un reciente movimiento de vanguardia. Aunque se originó como una tendencia literaria, pronto abarcó la pintura y, gracias a la presencia de Tina Modotti, miembro del Partido Comunista, también la fotografía, así como la música, por la cercanía de sus miembros con Silvestre Revueltas, Carlos Chávez y, lo que no deja de intrigar, Manuel M. Ponce. Si bien cuestionadores del status quo social y creativo, los estridentistas mantuvieron, tal como los muralistas, una relación ambigua respecto al sistema político postrevolucionario. Para discutir sus ideas los artistas que abrazaron el movimiento del estridentismo a menudo se reunían en cafés de la ciudad de México, aunque, por el apoyo del gobierno de Veracruz, eligieron como centro principal de actividades a la ciudad de Xalapa, redenominada (por ellos) Estridentópolis.

Frida, Natalia y las vanguardias rusasEl contacto con el estridentismo ofreció a Frida un amplio abanico de

asimilaciones de las corrientes vanguardistas. La militancia política de sus representantes y la experiencia personal de la Revolución Mexicana, con la cual se identificó desde muy temprano, le hizo prestar atención especial a las novedosas expresiones del naciente arte soviético. Este había sabido combinar los estilos tradicionales del arte campesino ruso con los rasgos de los movimientos plásticos emergentes en Europa occidental (fauvismo, cubismo, futurismo y orfismo) produciendo un nuevo lenguaje plástico que eventualmente condujo a la abstracción. Durante su breve existencia, la vanguardia rusa aspiró poder abarcar todos los campos creativos: dibujo, pintura, escultura, artes gráficas y aplicadas, arquitectura, fotografía, cine, poesía, música e incluso la ciencia, al tiempo en que se hacía portavoz del espíritu de la revolución social. Si bien las fuentes cubistas y futuristas son las mismas, los movimientos vanguardistas soviéticos consolidaron propuestas divergentes.12

12 El cubismo había llevado ya hasta sus últimas consecuencias las investigaciones plásticas de Cézanne y una visión simultaneísta que interpretaba plásticamente las reflexiones bergsonianas respecto a la aprehension de la memoria a través de los sentidos. El estilo

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En este sentido, habría que distinguir el constructivismo del neoprimitivismo, cubofuturismo, rayonismo y suprematismo. Así, Vladimir Tatlin inicia el constructivismo en 1913 con sus construcciones geométricas abstractas, llamadas simplemente pinturas en relieve. La tradición del constructivismo fue transmitida a Europa occidental por El Lissitzky, Antoine Pevsner y por el hermano de este último, Naum Gabo. Debido a su admiración por las máquinas y la tecnología funcionalista, los miembros del movimiento fueron llamados artistas-ingenieros. De allí también su preferencia por el funcionalismo y la utilización de materiales industriales, tales como el plástico, el acero y el vidrio.

En sentido opuesto hay que ubicar el movimiento representado por el neoprimitivismo, ilustrado por los primeros trabajos de Kazimir Severínovich Malévich, Natalia Sergueievna Goncharova y su esposo, Mijaíl Fiódorovich Lariónov. Estos artistas abandonaron el estudio para dedicarse a representar el modo de vida campesino y para retratar al pueblo mediante un estilo ingenuo, en donde predominan los colores brillantes y la representación bidimensional.

No son pocas las coincidencias de los intereses y formación de la Goncharova con aquellos mismos que caracterizan a Frida, según fue descrito al inicio. Natalia estudió ciencias en la Universidad de Moscú y desde 1898 tomó lecciones de escultura con Pavel Trubetskoy.13 Para ampliar su formación viajó por España, Suiza, Italia, Inglaterra y Grecia y comenzó a pintar en 1904, en colaboración directa con su gran amigo, primero, y, luego, su esposo, Lariónov (al igual que Frida, todas las biografías coinciden en anotar la vestimenta anticonvencional de

cubista enfatizó la bidimensionalidad de la superficie en el plano pictórico, al tiempo en que rechazaba las técnicas tradicionales de perspectiva, escorzo, modelado y claroscuro, rehusándose a continuar la tradición de la representación occidental del espacio y de la imitación de la naturaleza. Los pintores cubistas no aceptaron copiar ni la forma ni la textura, color o el espacio; por el contrario, presentaron una nueva realidad por medio de objetos fragmentados, haciendo coincidir simultáneamente distintos puntos de vista. Los futuristas rechazaron el arte del pasado, exaltando la energía, fuerza, movimiento y el poder de la máquina moderna; su representación fragmentada de la realidad, sin embargo, coincide con la fotográfica.

13 Autor del monumento ecuestre a Alejandro III, de 1909, en la Plaza Znamenskaya.

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ambos). Interesada en el arte popular ruso y en la pintura medieval de iconos, sus primeras obras combinan estos aspectos con la tercera dimensión propia de la escultura. Natalia Goncharova fue miembro del Der Blaue Reiter (El jinete azul) desde su fundación en Múnich, 1911, pero esto es consecuencia, no causa, de tener ya una obra particularmente relevante: todos se interesaban en una recuperación del arte medieval y primitivo. El diálogo entre Kandinsky, Lariónov y Goncharova todavía está por escribirse.

Natalia contribuyó a la efervescencia creativa de la vanguardia con una excepcional cualidad analítica. Al elaborar sus trabajos, la Goncharova se inspiró, como ya se ha anotado, en aspectos primitivos del arte vernáculo ruso a los que incorpora elementos del fauvismo y del cubismo, pero su reflexión es incesante. De allí que a una primera fase neoprimitivista la suceda una cubofuturista, a la que habría que llamar más bien cuborficofuturofauvexpresionista (para quien aprecie los trabalenguas), ya que fusiona las tendencias primitivistas rusas y las expresionistas del grupo muniquense, más la geometría y colorido del orfismo francés, a las características de cada uno de los movimientos ejes de la vanguardia, a saber, el colorido del fauvismo, el geometrismo del cubismo francés y el delirante dinamismo maquinístico propio del futurismo italiano.

Estos tres movimientos conforman el núcleo en donde se inspira toda la vanguardia, por lo menos hasta la aparición de Dadá en 1913, con el primer ready-made de Marcel Duchamp. 14 A pesar de que estuvieron lejos de tomarse demasiado en serio a sí mismos y eran conocidos por su gran sentido del humor, así como su cuestionamiento radical de las convenciones sociales, ni Lariónov ni Goncharova plantean un acercamiento a Dadá en su constante cuestionamiento artístico.

14 Dadá manifiesta el desencanto frente a los beneficios del supuesto progreso científico y tecnológico occidentales que desembocaron en la Primera Guerra Mundial. Su aporte principal fue su cuestionamiento continuo de las convenciones artísticas y del valor de intercambio de la obra artística. La conciencia de que todo es convención cuestiona toda regla que pretenda legitimar transhistóricamente lo artístico. Gran parte de lo que el arte actual tiene de provocación viene de Dadá, así como el carácter fluido de los géneros. La diferencia fundamental con las distintas propuestas del arte actual estriba en que el gesto desacralizador y provocador, rápida y cínicamente sólo incrementan su valor en el mercado.

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De manera que esta versión distintiva, dinámica y brillantemente colorida de la vanguardia rusa se puede apreciar en dos pinturas de Mikhail Lariónov, Los bailarines (1908) y La prostituta y el barbero (1920). El rayonismo, término acuñado por Lariónov para describir las formas creadas por la conjunción de rayos de luz refractados, también emergió en esta época y se ejemplifica con el Jardín rayonista (1912-1913), realizado por Goncharova, en donde destacan el color, el espacio y la proporción. El trabajo de este matrimonio es notable por su búsqueda de representar la carga emocional de los colores, de allí su empatía natural con el movimiento y el ritmo y, por ende, con la música y la danza. 15

Dos mujeres (1925) respecto a “Imágenes místicas de la guerra” y La emperatriz Teodora y su corteEl grabado en linóleo Dos mujeres (fig. 1) —primer antecedente

temático de Las dos Fridas (1939)— puede haber sido inspirado por los frescos de Montenegro, que asumen sin empacho la cercanía con el art nouveau, ya mencionados a propósito del lugar de reunión de Los Cachuchas; así como los de Orozco y Rivera de factura bizantinizante, manifiestas en los murales de San Ildefonso durante el período en que ella estudiaba precisamente en ese edificio. De manera, pues, que de Montenegro a Rivera, Orozco y Kahlo, todos resultan, en grados diversos, lejanamente deudores tanto del modelo provisto por El emperador Justiniano y su séquito como por el de su contraparte femenina, La emperatriz Teodora y su corte, en los mosaicos de la basílica de San Vitale en Rávena (fig. 2). Genealogía que nos reconduce a las coincidencias entre la Frida incipiente y las propuestas vanguardistas

15 Los Ballets Russes de Serguei Diaghilev tenían ya siete años cuando Goncharova y Lariónov son invitados a colaborar en la empresa. Así, en 1914 realiza las escenografías de El gallo de oro; luego, en 1915, junto con Lariónov diseñan tanto la escenografía como el vestuario para la representación, en Ginebra, del ballet Soleil de nuit, de Léonide Massine, con música de Nikolai Rimsky-Korsakoff. En 1921 la pareja Lariónov-Goncharova se traslada a París, en donde realizó numerosas escenografías para los Ballets Russes. El tercer miembro del grupo, Kazimir Malevich, desplaza la representación figurativa del mundo físico hacia una abstrac-ción total durante la Primera Guerra Mundial, fundando el suprematismo, basándose en las tres formas esenciales: cuadrado, círculo y la cruz, más los colores negro, blanco y rojo.

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de Natalia Goncharova, tanto en la conformación del movimiento rayonista,16 en especial aquellas que forman parte de la serie litográfica monocroma titulada “Imágenes místicas de la guerra”, por su contribución a Dos Mujeres. 17 Con esta serie litográfica Goncharova respondía a la crisis social, política, económica y cultural que significó la Primera Guerra Mundial mediante una síntesis de la vanguardia y una acendrada visión de las fuentes primigenias eslavas. 18

Figura 2. La emperatriz Teodora y su corte. Circa 546-547. Mosaico. Basílica de San Vitale, Rávena.

16 Sólo que los rayos de colores y, por ende, las formas teñidas por la refracción de la luz están, como en el orfismo, ordenadas en secuencias rítmicas y dinámicas (paralelas, perpendiculares o convergentes y divergentes) para construir el espacio pictórico.

17 Así como Una urna común (también de 1914), igualmente monocroma. Todas de la misma reducida dimensión, 30x23 cms., ahora parte de la colección del Museo Estatal de Bellas Artes de Moscú. Quizá en el nuevo acervo hecho público en La Casa Azul se pueda hallar documentación que pueda vincular el evidente interés de Frida Kahlo por Natalia Sergueievna Goncharova.

18 Es menos probable que Frida haya visto reproducciones de Harpías, diseño para tablero (también de 1914), obra realizada en gouache y acuarela sobre lápiz, ahora en un colección privada, quizá un proyecto para un detalle del decorado de El gallo de oro, de Diaghilev, con música de Nikolai Rimsky-Korsakov, dirigida (como todas las obras de Diaghilev, de 1915 a 1923 por Ernest Ansermet) y coreografía de Mijaíl Mijaílovich Fokin (Teatro Nacional de la Ópera de París, mayo de 1914). Existe otra obra de la Goncharova que vale la pena mencionar, así sea para mostrar la empatía espiritual que la une a Frida. Me refiero al Querubín (1915), dibujo en esténcil para el diseño del vestuario de la obra Liturgia, con espirituales negros, dirigida por L. Miasin, también para Diaghilev, pero nunca ejecutada.

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Por lo pronto, hay que indicar el parentesco entre Dos mujeres respecto a las litografías Una hueste amante de Cristo (fig. 3), Ángeles y aeroplanos (fig. 4) y San Jorge victorioso (fig. 5), a las cuales el linograbado parece seguir muy de cerca. Cierto es que ni la temática ni el estilo ni la composición tienen semejanza; sin embargo, su factura, sobre todo la manera singular en el tratamiento de las áreas que se han dejado sin tocar —es decir, el espacio negativo, que como el silencio en música, es el correlato objetivo de la representación y de toda significación—, las cuales tienen su contraparte originalísima en la técnica del tipo de esgrafiado y el juego de luces con que tanto Goncharova como Kahlo delimitan las áreas tratadas, emparentando así inesperadamente ambos estilos.

Figura 3. Natalia Goncharova. Una hueste amante de Cristo. 1914. Litografía. Museo Estatal de Bellas Artes, Moscú.

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Figura 4. Natalia Goncharova. Ángeles y aeroplanos. 1914. Litografía. Museo Estatal de Bellas Artes, Moscú.

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Figura 5. Natalia Goncharova. San Jorge victorioso. 1914. Litografía. Museo Estatal de Bellas Artes, Moscú.

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Gracias al aprendizaje realizado tanto con su padre como con Fernández, Frida pudo aplicar a esta temprana obra los procedimientos que derivan de la fotografía (aplicación de color a un área previamente determinada) y de la litografía (líneas paralelas a través de la plancha de grabado para ofrecer equivalentes del color) al aislar un segmento (por ejemplo el esgrafiado del ángulo superior de Ángeles y aeroplanos, el cual comprende tanto el halo como el plumaje del ángel) haciéndolo ocupar todo el fondo como una suerte de retícula. Frida posteriormente recurre alternativamente tanto a la proliferación de los elementos geométricos, en una suerte de horror vacui, como a su opuesto, la utilización del espacio negativo como un valor en sí mismo. De hecho, Dos mujeres es, precisamente, una obra en la que coinciden tanto proliferación como espacio negativo.

Dos mujeres o, mejor, tres: Frida, Natalia y TeodoraDos Mujeres tiene asimismo algo del envaramiento hierático y

majestuoso de los máximos ejemplos de la decoración musivaria. De hecho la figura de la izquierda del linograbado es una versión fridiana que proviene directamente del mural en mosaico que retrata a Teodora. Allí, dada la convención bizantina, la emperatriz (tal como el emperador) aparece con un halo alrededor de sus cabezas. De allí la inclusión de la aureola y los pliegues del manto imperial que tras arropar sus hombros caen por el lado derecho, pero, consciente de la biografía de la emperatriz y para diferenciar a su compañera, ni celestial ni sagrada —y por ello su busto desnudo—, la presenta con sólo una mitad de este atributo iconográfico propio de la santidad.

Con todo y simplificación, esta obra temprana manifiesta ya el interés que mantendrá posteriormente por la utilización escenográfica del vestuario, joyería y peinado. Por esto, la acción dramática del drapeado del manto —el himatión— o su ausencia como contraste para la individualización del carácter de cada figura; especificidad que se repite en el tratamiento del peinado que diferencia ambas cabezas, sobre las cuales el halo funciona como una suerte de diadema o tocado, tal como más tarde utilizará su cabello en los autorretratos,

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trenzándolo de flores, cintas y estambres al modo indígena. En efecto, aquí en el grabado, la figura nimbada por la aureola completa, como el halo de un sol, tiene el cabello restirado en lo que se supone una suerte de chignon (al modo de las bailarinas), en tanto que la segunda, cuyo medio halo semeja una luna en cuarto menguante, lo tiene trenzado en bandas alrededor de la cabeza. De manera que también aquí se halla la constante referencia a la dualidad sol-luna que resurge una y otra vez en la obra posterior de Frida.

A diferencia del formato horizontal del modelo bizantino, las figuras del linograbado ocupan por completo el plano medio de una representación vertical; si bien Frida imita la composición extremadamente plana y decorativa de la composición bizantina, introduce al mismo tiempo la innovación (todavía lo era por entonces) del passage cézanniano, al unir fondo y figuras.19 De manera tal que tenemos cinco niveles de profundidad, a la vez sugeridos y negados mediante el passage: la naturaleza muerta del ángulo inferior derecho y el manto —a la vez cortinaje y repoussoir, también recurso cézanniano—, en un primer plano; luego, la sección del ciclorama, panorama o telón escénico que rodea tal arreglo floral y la mano de la figura nimbada; el torso de la misma; tras ella, la figura con el torso desnudo; y por último, el fondo rayonista (nuevo guiño goncharovista), que de alguna extraña manera vendría a serpentear por debajo de las figuras para reaparecer tras el bouquet, con lo que el diseño rayonista monocromo ocupa el segundo y quinto planos.

Sin embargo, este grabado en linóleo no está muy alejado de la maniera general con que Frida realizará su primer autorretrato al óleo al año siguiente (1926), aunque comparativamente, el linograbado es muchísimo más audaz. En efecto, más que recordar el modelo establecido por los dibujos y pinturas del art nouveau o de los prerrafaelistas ingleses y de sus seguidores mexicanos (Roberto Montenegro y Ángel Sárraga)

19 Dos ubicaciones que en el espacio natural (original o imaginado) se presentan diferenciadas, ejemplificado en los numerosos casos de las naturalezas muertas de Cézanne y que Frida, evidentemente informada, retoma al rodear el bouquet con el mismo diseño del fondo.

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que predominará en su primer autorretrato al óleo, la estilización general de la composición del grabado sobre linóleo semeja más bien el diseño de las artes aplicadas y obra gráfica de la primera fase del Jugendstil vienés, pero también se emparienta a las propuestas de los grupos vanguardistas alemanes Die Brücke y Der Blaue Reiter. Esta influencia es visible sobre todo en el tratamiento del arreglo floral que aparece en el ángulo derecho del primer plano. Las carnosas hojas con el tallo y la flor central de este bouquet ofrecen la misma disposición que la composición de una acuarela sobre papel del año 1913 de la Goncharova (fig. 6). 20

Figura 6. Natalia Goncharova. El bosque. 1913. Acuarela sobre papel. Museo de Arte Moderno, Nueva York.

20 Ahora en las colecciones del MoMA de Nueva York.

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Sin dejar de ser una pieza figurativa, en El bosque la artista rusa alardea como una prestidigitadora al aludir al mismo tiempo a vertientes opuestas de las vanguardias de la abstracción: el geometrismo y el informalismo. Así, compartimenta su representación con fuerte predominio ascendente, utilizando, de una parte, rombos y diagonales para describir la articulación vertical de los troncos, en tanto que, por el contrario —como en un test de Rorschach—, recurre a la opción informalista —pero siempre con una tendencia ascendente— para describir ambiguamente mediante manchas más difusas, las nubes y la fronda del bosque en sus distintos grados de enrojecimiento otoñal o del atardecer. En lo que respecta a su figura central, representación de la representación, Goncharova ofrece de igual manera una síntesis especular: suerte de resumen calidoscópico, crucigrama a la vez geométrico e informalista, versión propia del cubismo analítico.

Este gran motivo naturalista gonchariano es retomado por Frida mediante una síntesis más geometrizante aún para reducirlo a una referencia vegetal en tercer grado. Así, los troncos —más fustes que troncos, en realidad— de los árboles con su follaje pasan a constituir las grandes hojas carnosas con su nervadura central, propias de las hojas del árbol del hule 21 en el bouquet de Frida.

Al centro, en Goncharova; en el ángulo inferior derecho, para Frida, véase cómo resuelven ambas artistas sus respectivos rompecabezas visuales. Lo que en la acuarela pareciera ser un lirio o alguna flor acuática —blasón interno constituido por distintos rombos, enmarcado y cruzado por verticales y diagonales, entorchado con un atisbo de fronda (junto a este resumen, del lado izquierdo, nuevo y extremo alarde, ofrece una versión aún más sintética, suerte de almendra minimalista, conformada por los mismos elementos geométricos e informales, desplegados luego en sentido inverso, si se lee según el encordado de un reloj, por acrecentamiento en espiral)—,

21 Árbol del hule, caucho o gomero (Castilla elastica).

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en Dos mujeres pareciera ser más bien un resumen alegórico: la flor en vez de ser propia de un bosque o de un lago o de una montaña —imagen antropológica triádica (o prosopopeya emblemática, quizá fuese la expresión más correcta) frecuente en las representaciones de la diosa madre—, característica de un paisaje europeo, aquí, en la naturaleza muerta del linograbado, la flor central y sus tres grandes hojas, en cambio, conforman un ikebana a la vez moráceo y cactáceo. Es decir, Frida resume todos los elementos arbóreos goncharovianos en un solo ramo a la vez tropical y desértico, pero, en un tour de force, bien podría tratarse de la representación impresa de un ramillete de flores en papel, lo que sería otro juego de mise en abyme fridiano.

Vale la pena detenerse un momento en esta suerte de bodegón alegórico, ya que más que naturaleza muerta es, por sus fuertes connotaciones sexuales, una naturaleza viva, según preferirá llamar más adelante Frida Kahlo a este género pictórico.

He aquí, pues, la primera muestra de la asociación entre naturaleza y fuerza genésica en la obra plástica de la artista: la corola de la flor, que se abre como una copa doble —con pétalos-labios mayores y menores— sobre un delgado tallo, está rodeada por tres hojas carnosas en forma de mandorla, con una gran incisión a lo largo de su parte central, y esta hendidura que entreabre la gran almendra del pubis simbolizado, aparece, de una manera nada casual, aureolada por una suerte de espinas o dientes: se trata nada menos que de una triple vagina dentata. Este manojo es un glifo: la flor, al centro del ramo, describe —por su tallo— la expansión progresiva que manifiesta el falo y particularmente su glande durante la erección; en tanto, que los pétalos-labios y las muy carnosas hojas, si también se lee en el sentido de las manecillas de un reloj, describen los estadios de la vagina antes, durante y después del coito.

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Por lo demás, la fuerte simplificación geométrica aplana el volumen de las figuras imprimiéndole un ritmo fuertemente decorativo. De hecho, las áreas negativas, es decir, no tratadas, ocupan más espacio que las líneas que lo definen; así predomina el vacío, abarcando por contraste toda la composición. Nada sorprendentemente, Frida debe de haber tomado como modelo para el fondo rayonista de su grabado —suerte de ciclorama panorámico o gran telón escénico rasgado, anticipación Sturm und Drang del geometrismo propio del neoconcretismo o neoconstructivismo— 22 diversas representaciones de tipos de himen, antes y después de la desfloración.23

Y también se encuentra ya su ingenio corrosivo. Si el gesto de la mano derecha de la primera figura alude tanto a la Santísima Trinidad como a la doble naturaleza de Cristo, común a las representaciones religiosas a partir del Concilio de Nicea (y el Credo de la homoousía), es típico del sentido del humor de Frida que tal gesto funcione asimismo como una especie de pinzas para el pecho de su vecina —recordando

22 Parentesco no sólo con el geometrismo de Josef Albers, Max Bill o Ben Nicholson y, ciertamente, con el op-art de Vasarely, sino también respecto al cinetismo geométrico y arte ambiental de Julio Le Parc, Jesús Rafael Soto y Carlos Cruz-Díez, salvo que en ellos su transposición del movimiento es, como en Mondrian y Malevich, la búsqueda del absoluto al tratar de involucrar al espectador dentro de la obra como un acto de comunión —ciertamente blasfema en el caso de Frida—: en Le Parc, mediante iluminaciones artificiales, efectos especulares, reflejos y movimientos; en la abstracción óptico-cinética de Jesús Rafael Soto, quien también incluye mecanismos en sus cuadrados en madera y metal y sus penetrables y en las fisiocromías (o fisicromías) y cromosaturaciones de Carlos Cruz-Díez, en donde el color es el espacio, no menos que con la serie de obras bidimensionales conocidas como Mensajes dorados, obra monocromática que incluye a la hoja de oro como material espiritual, de Mathias Goeritz; o el caso espléndido de Gunther Gerzso, cuyos lienzos al óleo incorporaron elementos del arte precolombino a una construcción geométrica heredada sobre todo del cubismo analítico o hermético.

23 Como alumna de la Preparatoria Nacional, es decir, parte integral de la Universidad de México (por entonces aún no autónoma), Frida pudo tener fácil acceso a la biblioteca de la Escuela de Medicina (en aquella época ubicada en el antiguo edificio de la Inquisición), muy cerca de San Ildefonso. Puesto que el Curso de Anatomía era obligatorio para el primer año del programa de estudios, debe de haber habido una gran variedad de fuentes bibliográficas para ampliar esta consulta. Así, pues, páginas y páginas de anatomía femenina parecen haber provisto a Frida de lo que constituye el gran telón de hímenes en el fondo de Dos mujeres: anular, creciente o lunar, imperforado, cribiforme, denticular, orlado o festoneado, labial, en septum o con forma de puente, en subseptum o uvular en sus diversos estados de perforación o plenamente intactos. Vid. “Illustrations of the hymen in various states”. HealthyStrokes. Web. Lunes 25 de marzo de 2013 <http://www.healthystrokes.com/hymengallery.html>.

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así el gesto de Gabrielle d’Estrées en el famoso cuadro de la Escuela de Fontainebleau—, que si su compañera lo repitiera, como se espera, dada la bilateralidad de la composición, se tendría una señal obscena para indicar el sexo femenino.

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ReferenciasAmador Tello, Judith (2005). “El porqué de Las dos Fridas”. Proceso, 29(1491), 60-64.Herrera, Hayden (1985). Frida: una biografía de Frida Kahlo. México: Editorial Diana. Tibol, Raquel (1977). Frida Kahlo. Crónica, testimonios y aproximaciones. México: Ediciones de Cultura Popular.

Lista de imágenes Fig. 1. Kahlo, Frida. Dos Mujeres. 1925. Linograbado. Col. Rubén García Badillo, Tlaxcala.

Ilustración para el poemario Caracol de distancias, de Ernesto Hernández Bordes. Tlaxcala, Fábula, 1933.

Fig. 2. La emperatriz Teodora y su corte. Circa 546/547. Mosaico. Basílica de San Vitale, Rávena.

Fig. 3. Goncharova, Natalia. Una hueste amante de Cristo. 1914. Litografía. Museo Estatal de Bellas Artes, Moscú.

Fig. 4. Goncharova, Natalia. Ángeles y aeroplanos. 1914. Litografía. Museo Estatal de Bellas Artes, Moscú.

Fig. 5. Goncharova, Natalia. San Jorge victorioso. 1914. Litografía. Museo Estatal de Bellas Artes, Moscú.

Fig. 6. Goncharova, Natalia. El bosque. 1913. Acuarela sobre papel. Museo de Arte Moderno, Nueva York.

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Zonas de contacto: la “nación” y la “identidad” en la obra de

Alejandro SaraviaContact zones: the "nation" and the "identity" in the work

of Alejandro Saravia

Juan Carlos Rodríguez*

ResumenEste artículo explora los conceptos de “nación” e “identidad” en la obra del autor boliviano-canadiense Alejandro Saravia, nacido en Cochabamba, en 1962. La obra de Saravia se inserta dentro del debate crucial que se realiza en Canadá sobre los procesos de inmigración, exilio y diáspora y la forma en que estos fenómenos afectan las identidades culturales de los emigrados y sus formas monolíticas de pertenencia. Es cada vez más evidente que el desplazamiento (violento o no) produce en el individuo desplazado (refugiado, exiliado, expatriado, etc.) una gran inestabilidad en sus conceptos de nación e identidad, tal y como se entendían de forma tradicional, es decir, cuando no se cuestionaban las identidades culturales y las formas de pertenencia (en el sentido de Benedict Anderson).

Si bien la mayoría de los autores exiliados en Canadá lamentan profundamente la pérdida del origen, la patria y hasta su idioma, hay, sin embrago, algunos autores, como Saravia, que producen obras en que lo común es poseer no una sino varias identidades, o bien poseer una identidad no determinada (Bhabha, 2004), en constante flujo, que se construye y reconstruye con base en la interacción o contacto con otros individuos o culturas como, por ejemplo, sucede en la pluriétnica y multilingüistica ciudad de Montreal, espacio central de su novela Rojo, amarillo y verde (2003). Este artículo defiende la hipótesis de que Saravia es un autor único en el contexto latino-canadiense por el hecho no sólo de renegar de su bolivia-nidad (como lo hace en su novela), sino también por rechazar todo tipo de pertenencia a cualquier espacio geográfico o simbólico.

Palabras clave: transculturación, transnacionalismo, exilio, diáspora, identidades, zonas de contacto.

* El autor de este artículo de reflexión es candidato a Doctor de Literatura en el Departamento de Idiomas en la Universidad de British Columbia-Vancouver, en Canadá. Ha publicado varios artículos (2 recientemente) sobre la relación entre la literatura, la diáspora y el exilio como fenómenos socio-culturales. Actualmente se encuentra trabajando en la compilación, edición y traducción de un libro de autores fronterizos de Estados Unidos, a publicarse en enero del 2014.

Katharsis–Institución Universitaria de Envigado

Juan Carlos Rodríguez

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AbstractThis article explores the concepts of "nation" and "identity" in the work of the Bolivian -Canadian composer Alejandro Saravia, born in Cochabamba, in 1962. Saravia’s work is introduced within the crucial debate taking place in Canada about the immigration processes, exile and diaspora, and the way in which these phenomena affect the emigrant cultural identities and their monolithic forms of belonging. It is increasingly evident that the displacement (violent or not) produces in the individual (refugee, exiled, expatriate, displaced etc.) a great instability regarding their concepts of nationhood and identity, as understood traditionally, that is to say, when the cultural identities and the forms of belonging are not questioned (in Benedict Anderson sense).

While the majority of the exiled authors in Canada deeply regret the loss of their origin, their homeland and their language, there are however, some authors such as Saravia, producing works where it is common to possess not one, but multiple identities; or a non- determined identity (Bhabha, 2004), in a constant flow, which is built and rebuilt on the basis of the interaction or contact with other individuals or cultures, as it happens in the multi-ethnic and multilingual city of Montreal, central space of his novel Red, Yellow and Green (2003). This article defends the hypothesis that Saravia is a unique author in the latin-canadian context by the fact of not only denying his bolivianity (as he does in his novel), but also rejecting any kind of belonging to any geographical or symbolic area.

Key Words: transculturation, transnationalism, exile, diaspora, identities, contact areas.

Lo característico de la época actual es lo fugaz, lo híbrido y las diferencias. Una época “ultra-rapid, of fundamental and unprecedented socio-economic transformations” (Hobsbawn, 1992, p.171), definida por migraciones masivas, revoluciones cibernéticas, crisis políticas e ideológicas y, por supuesto, por el capital transnacional. Época, en fin, en que la globalización (sea lo que sea) nos indica la existencia, por un lado, de un sujeto en perpetuo estado de movimiento y, por el otro, un cuestionar constante de las ideas tradicionales que habían conformado anteriormente la subjetividad del individuo.

De esas ideas cuestionadas se destaca, sin duda, la del Estado-nación, y no se mentiría si se afirmase que la expansión y dominio del capital ha ciertamente adelgazado a los estados soberanos, por un lado, y por el otro, afectado también al imaginario o conciencia que

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se poseía sobre la nación, sea esta imaginada o no (Anderson, 1991). Sin embargo, tal pareciera que el Estado-nación sigue reinando a lo largo y ancho del orbe, afectando la vida de innumerables personas de formas diversas. Tal vez sea muy pronto para hablar de la defunción o extinción definitiva de esta entidad cultural y política.

La literatura del exilio latino-canadiense1 se integra a este discurso cuestionador del Estado-nación por obvias razones, ya que fueron los exiliados (por las dictaduras, golpes de Estado, etc.) latino-canadienses algunos de los primeros intelectuales en Canadá en empezar a cuestionar las formas de pertenencia cultural y a discutir algunos otros más “recientes” conceptos, como la “hibridez”, la “transculturación”, la “heterogeneidad”, las “diferencias”, y demás.2 Así pues, los exiliados latino-canadienses, en su mayoría, optan por situarse a sí mismos en un espacio binario de confrontación cultural (el aquí-el allá) y sólo buscan enfatizar las diferencias entre su patria de origen (Chile, Argentina y México, entre otras.) y su nueva patria (Canadá). No les interesa tanto absorber la nueva cultura como recordar la antigua, es decir, experimentan y expresan un sentimiento de nostalgia y este sentimiento da lugar a otros, como alienación, desarraigo e inautenticidad.

Saravia, por el contrario, reniega de su pasado, de su identidad y de su origen, y solo le interesa liberarse de esas cadenas culturales (símbolos patrios, ideas, tradiciones, oficialismo) que lo mantenían cautivo dentro de un sistema cultural opresor. Saravia ve la transculturación como un fenómeno positivo, de amplias posibilidades identitarias.

Es pues en este contexto de vaivén intelectual entre la cultura local y la global, entre las identidades culturales ”estables”, “monolíticas”, y

1 Ver Hugh Hazelton (2007). En su obra, Hazelton arguye que la literatura latino-canadien-se propiamente dicha empieza en los setenta, aunque se hayan publicado algunas obras de forma esporádica en los cincuenta y sesenta.

2 Es muy común entre los académicos canadienses el teorizar sobre el concepto ‘transcultu-ración’, un término tomado del trabajo del cubano Fernando Ortiz (1940). Las otras nocio-nes mencionadas provienen de autores postmodernos y postcoloniales como Said (2001, p. 173-186), Bhabha (2004) y los sistemas filosóficos de Lyotard, Derrida y Deleuze, entre otros.

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las transnacionales y en el ataque a las “historias oficiales” nacionales donde surge una obra como la del autor boliviano-canadiense Alejandro Saravia (n. 1962), emigrado a Canadá en 1986. La suya es la obra de un autor desplazado y que se desplaza por diversos espacios simbólicos y narrativos. Los Narradores-Saravia se posicionan en y desde todos los ángulos posibles en el desarrollo de sus historias, ya sea recordando, nostálgicamente, su Bolivia, o bien describiendo su ansiedad y soledad en Canadá, o ya sea celebrando su liberación de las garras de una tiránica identidad, la cual se trajo, sin embargo, “en su maleta” (Saravia, 2003, p.46) y la cual, no hace mucho aún, le espantaba el sueño por la noche, instalándose al pie de su cama, “como una vieja víbora desdentada” (36). Su obra híbrida y experimental rehúye a las definiciones, categorías y clasificaciones literarias convencionales, aunque Hugh Hazelton (2010) lo haya catalogado ya como un autor transcultural.

Etiqueta que, desde mi punto de vista, se podría aplicar a todos los autores diaspóricos en Canadá. También, Norman Cheadle (2011) ha lanzado su propia hipótesis de que la obra del boliviano es la de un “escritor auténticamente canadiense” (p.107). Sin embargo, no es muy claro lo que Cheadle quiere decir con esto, ya que su artículo no se ocupa ni se preocupa en definir lo que es ser auténtico, ni lo que es ser canadiense, simplemente lo da por hecho y sigue adelante. Parece que para Cheadle las identidades son conceptos tan sólidos y evidentes que no es menester explicarlos. Sí resulta claro, sin embargo, que Saravia quiere desbolivianizarse, y en esto concordaría con Cheadle, pero al decir que ese es su único deseo, se estaría empobreciendo su obra, la cual es muy rica, variada y admite distintos niveles de interpretación. Por su parte, Giménez Micó propone una lectura más sensata, enfocándose en la novela Rojo, amarillo…, la cual, según Micó, y utilizando un concepto de Pratt (2006), “pone en escena narrativa un titubeante imaginario planetario que aspira a la universalidad” (2008, p.188). En términos generales no hay dificultad teórica con dicha postura, pero esta pretendida universalidad del autor boliviano parece, como se verá líneas

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abajo, muy abstracta, y por esa razón se ha seleccionado otra noción (también de Pratt, 1992), para acercarse a Saravia: “zonas de contacto”.

Algunas preguntas que se desean contestar en este estudio, teniendo en cuenta la idea de zonas de contacto en que diferentes grupos o culturas interactúan, serían: ¿cómo se puede describir la obra de Saravia: nacionalista, transnacional, diaspórica? ¿Es una obra que se mueve más bien en la dialéctica típica del exilio entre el aquí y el allá? (McClennen, 2004).

¿Es tal vez una obra transindigenista? ¿Protagoniza la obra de Saravia la criatura nomádica que promueven Deleuze y Guattari (1986b)? Si Saravia negocia su identidad, ¿cómo, dónde y bajo qué condiciones se realiza tal negociación? Al intentar contestar estas preguntas, este análisis se enfocará en tres de las obras más conocidas de Saravia.3

Nación versus globalizaciónEn los últimos años, el Estado-nación ha sufrido ataques teóricos

considerables. Basta con hacer eco de las ideas propuestas por Hardt y Negri (2001, 2004) y el extenso e intenso debate que siguió a la publicación de sus libros. La combinación mencionada líneas arriba, de sujeto diaspórico-cuestionamiento al orden establecido, fue ampliamente discutida por estos y otros teóricos como Brennan (2003), el mismo Hobsbawn (1990), Pratt (1992, 1996) y Bhabha (1990, 2004), entre otros.

Las preguntas esenciales que se formularon fueron: ¿es inevitable el debilitamiento y desaparición del Estado-nación? ¿Es el Estado-nación el último escudo de protección contra la máquina infernal del capital? ¿Ofrece el capital transnacional un modelo a seguir y utilizar en su contra? ¿Se deben auspiciar las identidades translingüisticas

3 Habitante del décimo territorio (2000), Rojo, amarillo y verde (2003) y Lettres de Nootka (2008).

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y transnacionales? ¿Se vislumbra entre las minorías algún tipo de revolución conceptual o política?

Hardt y Negri parten de la idea de que la globalización (con sus diversos rostros) ha reemplazado al capitalismo como la nueva forma de dominación y control planetarios, que ellos llaman el Imperio. Un imperio que está des-centrado, des-territorializado y con existencia independiente del Estado-nación moderno (2004, p. xiii-xiv). Además, el imperio está en proceso de disolver todas las fronteras del planeta, sean simbólicas o físicas. Es pues un imperio móvil, transnacional, pero este imperio, arguyen, colapsará inexorablemente debido a sus propias contradicciones internas, siendo la manifestación más representativa de estas lo que ellos llaman “la multitud” (2004, p. xviii). Esta multitud, que es anónima y descentrada, como el mismo imperio, se encargará de combatir al imperio y asegurar el establecimiento de un nuevo orden global, la democracia radical.

Las réplicas a Hardt y Negri llegaron pronto y, entre otras cosas, se les acusó de abusar del término “globalización” (Masao, 1998, p. 248). Masao les imputó que la globalización no es un término o fenómeno homogéneo, y que Hardt y Negri fallaron al considerar los matices de tal fenómeno global. Otros los acusaron de enfatizar demasiado el “wandering” de las multitudes, hasta convertirse en un “goal in itself” (Passavant, 2004, p. 220), es decir, la teoría de estos nunca cristalizaría de forma práctica, social y revolucionaria. Otros, como Brennan (2003), les asestaron un golpe más duro. Según Brennan, la propuesta teórica de Hardt y Negri hace énfasis en la inmanencia, no en la trascendencia del ser, pero al exaltar tanto el potencial humano, su teoría termina por ser trascendente. Es decir, el potencial humano en Hardt y Negri no llega nunca a realizarse, existiendo así fuera del tiempo y espacio históricos, fuera de las condiciones materiales de este mundo y, por ende, en un estado trascendente. Comoquiera que sea, el concepto de multitud (o colectividad) de Hardtt y Negri podría, sin embargo, ser muy útil a la hora de analizar los distintos movimientos altermundistas

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si solo le dieran más atención a las especificidades y agendas propias de cada movimiento social: feminismo, ecologismo, queer, naciones originarias4, etc.). ¿Y por qué es relevante este debate sobre la nación, la patria y las identidades para el análisis de la obra de Saravia? En primer lugar, porque su obra muestra un sujeto diaspórico y subversivo, que se resiste tanto a los discursos identitarios oficiales como al capitalismo. Aquí varios ejemplos, tomados de su novela (2003): “futuros borrachitos y caseritas, futuras banderas para el Banco Interamericano de Desarrollo y su intento por exhibir la modernidad de las cholitas…” (p. 19); y también: “A Hugo Banzer le bastaba la credencial de su primer fallido cuartelazo, la mortífera sapiencia aprendida en la Escuela de las Américas, bajo sus maestros gringos” (p. 31), y otro más: “Domesticado intelectualmente en Estados Unidos, aún goza de buenos contactos en el Fondo de la Miseria Instantánea y el Banco Mundial” (p. 35).5

En segundo lugar, porque en la obra de Saravia ocurre a menudo que los sujetos diaspóricos, casi de manera improvisada y espontánea, llegan a constituir pequeñas sociedades transnacionales donde las diferencias son respetadas y valoradas. Realmente es muy tentador analizar la obra de Saravia a la luz de la teoría global de Hardt y Negri. Aquí una cita de Rojo, amarillo y verde:

Alfredo caminaba rumbo al mercado de vegetales de Jean-Talón donde, de una manera callada, los inmigrantes legados de todas las lenguas y latitudes se daban el trabajo de integrar poco a poco a los nativos canadienses al espontáneo cosmopolitismo montrealense construido gota a gota por los recién llegados. La estrategia del encanto digestivo, de la subyugación de los sentidos, de la sutil y placentera llegada a las papilas gustativas de culturas gastronómicas provenientes de otros horizontes funcionaba como un motor eficaz y constante en este propósito. La vida de muchos quebequenses había cambiado de modo irreversible después del primer bocado de una

4 Idle No More, por ejemplo, el cual sigue vigente, que protesta la aparente violación, por parte del gobierno federal Canadiense, de algunos tratados que este mismo pactó con las Primeras Naciones de Canadá.

5 Refiriéndose a Gonzalo Sánchez de Lozada.

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caprichosa chirimoya, después de haber probado la dulzura de las tunas deshaciéndose en la boca; una constelación de semillas que se abre en una minúscula y azucarada explosión cósmica, despertando las imágenes de extrañas geografías, otros ojos para mirar el mundo, recuerdos imaginarios de amantes con pecas en el rostro… De esta manera —pensaba Alfredo…— habremos logrado fundar identidades colectivas favorables a todas las diferencias gastronómicas. Vivent les papilles libres!, vive le Québec ivre! (Saravia, 2003, p. 129, 130).

Como se puede apreciar, existe en el pasaje una especie de cosmopolitismo encabezado por los sujetos diaspóricos, concentrados en la metrópoli-Montreal, quienes buscan “integrar” a los nativos canadienses. El problema es que, como se indicó líneas arriba, no es muy seguro que Hardt y Negri hayan pensado en tal o cual movimiento altermundista; su teoría es más bien una utopía metafísica (Passavant, 2004, p. 63), que resulta inaplicable para los más recientes movimientos sociales. Passavant piensa que a Hardt y Negri les sucede lo mismo que a Deleuze y Guattari, en el sentido de que si bien se plantea una teoría o ideas bastante innovadoras para hacer frente al capital transnacional y a los poderes hegemónicos del planeta, tales teorías son tan abstractas y trascendentales que terminan por no ser de utilidad alguna, pues no apuntan a nada, están vacías y fuera de la historia.

En cambio, mucho más adecuado para analizar la obra de Saravia es el concepto propuesto por Pratt (1992), ya mencionado antes, de “zonas de contacto”. En el anterior pasaje, el Narrador-Saravia escoge el mercado público como punto “espontáneo de reunión” para una especie de cosmopolitismo, es decir, se podría ver al mercado como una especie de “zona de contacto”. Pratt (1992) explica que la: “Contact Zone…is an attempt to invoke the spatial and temporal co-presence of subjects previously separated by geographic and historical disjunctures, and whose trajectories now intersect” (p. 6).

Pratt enfatiza, entonces, el aspecto improvisado casi, pero interactivo, de las zonas de contacto. ¿Pero, quiénes son esos sujetos que realizan ese contacto? Pues son los sujetos tradicionalmente colonizados,

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marginados, desplazados, pero ahora habitantes y ciudadanos de las metrópolis donde se concentra el poder. En Montreal son los asiáticos, los latinos y los africanos. Como lo muestra la novela de Saravia, es ya muy difícil para las metrópolis evitar ser afectadas por la producción simbólica y lingüística de estos sujetos diaspóricos. Montreal se erige, pues, como un área proclive a las zonas de contacto:

Tu voz llama la atención de los pasajeros en el metro. Si no por el timbre, al menos por la lengua: ¡Chunquituy palomitay…Kolila! Si no entienden el significado ni comprenden el idioma, al menos se dan cuenta por el tono de voz que estás llamando a alguien a grito pelado (2003, p. 8).

Entonces, tanto el metro, como el mercado público, son posibles zonas de contacto. En esta cita, si bien los pasajeros del metro no entienden cabalmente lo que Alfredo profiere, al menos intuyen que este se encuentra buscando a alguien o algo. Es un entendimiento mutuo, tácito, entre sujetos libres. Así mismo, parece quedar claro que Alfredo Cutipa, el protagonista de la novela Rojo, amarillo y verde, se percibe a sí mismo como un sujeto cosmopolita (hay muchos ejemplos como la anterior y la siguiente cita), descolonizado y despatriado, como lo certifica el siguiente pasaje:

¿Bolivia es la suma de sus montañas?, ¿es el aire celeste que respiramos?, ¿es la bandera y el escudo nacional?, ¿es la madre, hermana, prima y sobrina que golpeamos y violamos cuando los radios anuncian en la madrugada el nuevo golpe de estado, las nuevas operaciones militares, el descenso de tropas y tanques hacia la ciudad abrigados por la oscuridad del toque de queda, por la siniestra legitimidad del estado de sitio, impunocráticamente boliviano? (2003, p. 13).

Y este otro:

Al salir por los cuatro costados de un país que es una colonia bajo la forma de una república, los aproximadamente 4 millones de bolivianos que hemos dejado el país, ahora formamos parte de otro territorio, un espacio real (2000, p. 3, 4).

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Resulta obvio que Alfredo cuestiona la patria, pero una patria espuria, pervertida, esa de los libros de texto, esa de la historia oficial, la de los militares y los golpes de estado, la que se somete a las fuerzas capitalistas transnacionales. Alfredo es claramente anti-nacionalista, ¿pero se puede ser anti-nacionalista y nacionalista al mismo tiempo? Evidentemente se necesitaría algún concepto de nación o identidad si se deseara reemplazarlo con otro, como indica McClennen (2004, p. 21). ¿Pero qué es entonces la patria y la nación para Saravia? Es claro que no es lo que le han inculcado. Él rechaza todo vínculo con esa identidad boliviana que se trajo en su maleta. Y este rechazo a todo lastre nacional oficialista, ¿hará de Saravia acaso el ente nómada que Deleuze y Guattari (1986) sacralizan en Nomadology: The War Machine: Deterritorrialized par excellence, it is precisely because there is no reterritorialization afterwards, as with the migrant…With the nomad, on the contrary, it is deterritorialization that constitutes the relation to the earth (p. 52).

No es muy claro que Saravia y sus desdoblamientos narrativos constituyan ese nómada par excellence que exaltan Deleuze y Guattari. Sería más justo decir que a Saravia le interesa crear y explorar nuevos espacios simbólicos y de expresión, ya que no se siente cómodo en los estrechos confines que conlleva el tener una identidad o pertenecer a una nación. Se percibe, entonces, una ambigüedad e hibridez cultural en su obra, un “in between” o unos “interstices” (Bhabha, 2004, p. 2) donde se negocian perpetuamente las nuevas identidades, siempre cambiantes. Esto lo ejemplifica el siguiente poema:

Ahora eres de aquí. Comes la nieve y puedes caminar sobre la más fina hoja de hielo sobre el río San Lorenzo (Saravia, 2008, p. 17).

Para Bhabha (2004), la negociación de la identidad cultural tiene que ver con el continuo intercambio de actitudes y actuaciones culturales, que a su vez producen un mutuo, pero mutable, reconocimiento (o representación) de la diferencia cultural. Como Bhabha arguye, es en estos espacios ‘liminales’ e ‘híbridos’ donde se produce el sentido y significado culturales (pp. 17, 18).

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Volviendo a este poema de líneas arriba, creo que sería demasiado burdo el identificar ese ‘aquí’ con Canadá. Y aun si fuese Canadá, ¿se podría decir que la voz poética-Saravia ya es de aquí? ¿Pero cómo y cuándo se puede dejar de ser de allá? El allá condiciona el aquí. ¿Será posible que Saravia haya reinventado o latino-americanizado Canadá en Lettres de Nootka (2008)? Si es así, esto confirmaría que Saravia se mueve dialécticamente, de un espacio cultural a otro, pero sin pertenecer a ninguno de estos, sino simplemente modificando-negociando su identidad. Pero en este otro poema se percibe otro Saravia, que contrasta con el Saravia que ya se considera de “aquí”:

Ejercicio de inmigración

el inmigrante es el que viaja

de la n a la m

bajo las atentas pupilas

de las i

los diminutos ojos

el inmigrante

el personaje de la fábula

inframoderna

a quien las lenguas cortan

y recortan en pedazos

e identidades de plástico (2008, p. 103).

Se aprecia en este poema un rechazo a la política de exclusión no sólo de Canadá, su tierra adoptiva, sino de gran parte de los países del “Norte” que acogen refugiados, exiliados, etc., y cuyos procesos migratorios (identidades de plástico) son en muchos casos molestos y hasta vejatorios. Se confirma entonces la ambigüedad de Saravia, deambulando entre un espacio y otro y rechazando historias oficiales ilegítimas (tanto de Canadá como de Bolivia), aunque sin comprometer

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su identidad o subjetividad con ningún espacio simbólico específico. Tal vez la ambigüedad misma es una condición necesaria para este deambular entre varios espacios culturales, y debido a esa ambigüedad precisamente Saravia puede situarse en un espacio intersubjetivo transnacional, acercándolo a las ideas de Hardt y Negri. Pero, sin embargo, su combate por los derechos indígenas (presentes en la novela y en sus varios ensayos) lo alejaría inexorablemente de tales pensadores.

Un último ejemplo de zonas de contacto se aprecia también en Lettres de Nootka (2008), en el poema “Frente al Museo de Winnipeg”:

Me doy cuenta de que estoy perdido

en esta ciudad de las praderas

le pregunto a una pasante

dónde queda la calle de mi hotel

me mira con pupilas dilatadas

retrocede un paso, dos, y luego me responde

I don’t know […]

Veo…una familia de Primeras Naciones

Y aunque los indígenas tampoco saben

en qué costado de la ciudad está

la calle de mi hotel

ellos me dicen con los ojos

que están dispuestos

a perderse conmigo (p. 117).

Al narrador-Saravia, quien anda “perdido”, le interesa tal vez identificarse con los indígenas de Canadá, también “perdidos”, exiliados, como él, pero en su propia tierra, y trazando con estos tal vez un puente transcultural con los indígenas de Bolivia. Una complicidad transindígena.

Como se puede apreciar, las ideas de Saravia han evolucionado (2000 al 2008) bastante, pues por un lado ha criticado las naciones

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y sus historias oficiales y, por otro, afirma pertenecer al “aquí”, dondequiera que esté ubicado ese “aquí”, lo cual remitiría a una idea de nación, o al menos a un espacio simbólico. Pero entonces, ¿qué es la nación, la patria o la identidad nacional para la voz poética/Alfredo Cutipa-Saravia? No se sabe con certeza, tal vez puede ser todo o puede ser la nada. En su conversación con Patria (después de haberle hecho el amor) esta le confiesa a Alfredo que: “hay tantas patrias como bolivianos hay…puede ser tantas cosas, hasta una silla, una máquina de escribir, una foto de kindergarten” (2003, 46, 47). Es decir, cada quien siente y responde a su patria de modo distinto. Sin embargo, es al final de sus Lettres de Nootka (2008), en su poema “Confesiones en el Aeropuerto…” donde quizá se nos revela eso, lo que Cutipa entiende por Patria:

Volver a Bolivia…

¿Qué país encontraré?

Sé que perderé al que fui

En este que es el viaje a la montaña

Al llegar, le hablaré al Illimani

Él, que siempre ha poblado mis sueños

Sabrá reconocerme

Como un padre silencioso

Sabrá decirme quien soy

(2000, p. 113).

Si bien Saravia cae en el cliché de lo telúrico con este poema, se puede sin embargo concluir que la suya es una obra ambigua, pero de una ambigüedad que busca crear nuevos espacios de diálogo transcultural y zonas de contacto en las que se negocien nuevas identidades, donde “disparate cultures meet” (Pratt, 1992, p. 4) y desde donde se pueda combatir las fuerzas hegemónicas que rigen el planeta.

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La obra de Saravia destaca entre otras obras diaspóricas de autores latino-canadienses por el hecho de que la mayoría de estos autores continúan representando la pérdida del origen, el sentimiento de alienación, el desarraigo, el sufrimiento del exilio, etc. En contraste, Saravia enfatiza el placer del viajero, de la errancia, de la no pertenencia a ningún espacio simbólico o geográfico. Saravia es, en nuestra opinión, la cabeza visible de una corriente latino-canadiense que toma posturas poco ortodoxas frente al canon literario y social en la cultura canadiense. Por estas razones, la obra de Saravia refuerza esa fe en que la escritura (y en general la producción cultural) aún posee el potencial de impulsar movimientos sociales que fomenten formas creativas de pensamiento y conductas alternativas, donde las “identidades colectivas sean favorables a todas las diferencias”, como el protagonista Alfredo Cutipa lo expresa en la novela de Saravia (2003).

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La ciudad como elemento de transformación narrativa: una

aproximación a la novela Aire de Tango de Manuel Mejía Vallejo

The city as an element of narrative transformation: an approach to the novel Aire de Tango by Manuel Mejía Vallejo

Paola Andrea Fonnegra Osorio*

Tengo miedo del encuentro con el pasado que vuelve

a enfrentarse con mi vida. Tengo miedo de las noches que pobladas de recuerdos

encadenen mi soñar. Pero el viajero que huye

tarde o temprano detiene su andar.

Alfredo Le Pera (1935)

ResumenLa literatura latinoamericana de la segunda mitad del siglo XX se vio influencia por la transformación del espacio urbano a partir de las grandes migraciones que del campo a la ciudad produjo, no solo la violencia bipartidista, sino también la seducción de un proyecto de industrialización que prometía mejorar las condiciones de vida. Esta oleada de desplazamiento permitió la hibridación de una serie de culturas, el campesino se vio obligado a transformarse para poder sobrevivir en la ciudad, pero esta a su vez fue permeada por nuevas costumbres y creencias. En este panorama de transformaciones sociales surge la novela del escritor antioqueño Manuel Mejía

Katharsis - Institución Universitaria de Envigado

* Licenciada en educación básica con énfasis en humanidades y lengua castellana. Estudiante de Maestría en Literatura Colombiana. Profesora de cátedra de la Institución Universitaria de Envigado y de la Universidad de Antioquia.

Paola Andrea Fonnegra Osorio

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Vallejo, Aire de tango. El presente artículo pretende analizar esta novela haciendo énfasis en cómo el espacio urbano resulta determinante en la transformación de la conciencia de sus personajes; para ello se abordará, en primer lugar, la figura de Mejía Vallejo como escritor latinoamericano para, posteriormente, centrarse en aspectos como la ciudad y la presencia del tango en Medellín.

Palabras claves: ciudad, Carlos Gardel, literatura latinoamericana, Manuel Mejía Vallejo, Medellín, tango, siglo XX.

AbstractThe Latin American literature from the second half of the twentieth century was influenced by the transformation of the urban space resulting from the rural-urban migrations, produced, not only by the bipartisan violence, but also by the lure of an industrialization project that promised better living conditions. This displacement wave allowed the hybridization of a series of cultures. The farmer was forced to transform himself in order to survive in the city, where his culture was permeated by new customs and beliefs. In this panorama of social transformations, arises the novel of the Antioquia writer Manuel Mejía Vallejo, Aire de Tango. This article seeks to analyze this novel emphasizing on how the urban space is a decisive factor in the transformation of their characters consciousness. For this purpose, the figure of Mejía Vallejo as Latin American writer will be firstly discussed, and then the focus will be on aspects such as the city and the presence of tango in Medellin.

Key Words: City, Carlos Gardel, Latin American literature, Manuel Mejía Vallejo, Medellín, tango, twentieth century.

IntroducciónEl siglo XX es, sin duda alguna, un referente de cambios para las

culturas latinoamericanas. Las transformaciones sociales y políticas que se llevaron a cabo en casi todos los países del sur del continente, trajeron consigo movimientos de desplazamiento. La migración se convirtió en uno de los principales fenómenos de este siglo, lo que llevó a la modificación de hábitos, pues las ciudades se vieron transformadas por distintos grupos sociales.

El discurso hegemónico del siglo XIX que pretendía una unidad nacional fue remplazado por una realidad diversa, en la que los nuevos habitantes se presentaron como seres escindidos, personajes que han

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sido separados del campo, pero no de sus raíces; estos llegan a la ciudad con sus costumbres, mitos y rituales y rápidamente los mezclan con lo que la urbe les ofrece, lo que podría interpretarse como la muestra de un deseo desesperado de encontrar un lugar en el mundo, un espacio propio dentro de una ciudad que se proyecta hostil, en la que confluyen tantas miradas que el perderse resulta inevitable; en la que, como señala José Luis Romero, se identifica de forma directa la crisis social por la que atraviesan los países

Las ciudades fueron sobretodo la pantalla en la que los grandes cambios sociales se advirtieron mejor y, en consecuencia, donde quedo más al desnudo la crisis del sistema interpretativo de la nueva realidad. Se entrevió que no se la entendía y no pudiendo captarse el nuevo y diferenciado conjunto social como tal, se hizo hincapié en cada uno de sus grupos. Entonces se descubrió que la ciudad no era un conjunto integrado sino una yuxtaposición de grupos de distinta mentalidad. La imagen de Babel volvió —una vez más— a simbolizar la confusión propia de las ciudades en crecimiento, con grupos externos incorporados y grupos internos integrados. La sociedad urbana que comenzaba a ser multitudinaria provocaba la quiebra del viejo sistema común de normas y valores sin que ningún otro lo remplazara. Cada grupo retornó a su sistema normativo básico y el conjunto comenzó a ofrecer un típico cuadro de anomia (Romero, 1999, pp. 380, 381).

Partiendo de la concepción de la literatura como un acto socialmente simbólico, puede entenderse cómo la migración rápidamente llega a permear las narrativas. Desde distintas líneas, los escritores buscan repensar y resignificar la pregunta sobre los elementos que nos constituyen como latinoamericanos, lo real maravilloso o el realismo mágico representan sólo algunas de las muchas búsquedas que los artistas emprenderán alrededor de los elementos esenciales de una cultura que había sido opacada por el esplendor europeo.

En esas nuevas narraciones el indio, el negro y el campesino cobran importancia, ya que estos se tornan en personajes imprescindibles dentro de los nuevos relatos. Al respecto, Ángel Rama (1984) expone que los escritores vieron la necesidad de entender “las obras literarias

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dentro de las operaciones culturales que cumplen las sociedades americanas” (p. 24); con ello se emprendió la búsqueda por lo auténtico y lo original, se le dio importancia a los diversos lenguajes, mitos y creencias que nos identifican y se ratificó, tal y como lo expone el crítico uruguayo, que la literatura no está por fuera de la cultura, sino en su centro, en esa medida el escritor es “un productor que trabaja con las obras de innumerables hombres (…) El genial tejedor, en el vasto taller histórico de la sociedad americana” (p. 24).

En el caso particular de la producción literaria colombiana del siglo XX, se puede decir que esta se vio influenciada por la oleada de conflictos políticos bipartidistas que desencadenaron la llamada época de “La Violencia”. En este periodo se origina un proceso de migración masiva del campo a la ciudad, lo que le concede al país una nueva estructura social, pasando del orden rural a la búsqueda y consolidación de un nuevo espacio urbano. Este crecimiento vertiginoso trajo consigo una nueva visión del mundo. Las migraciones no sólo se dieron desde el campo, también llegaron habitantes de pequeñas ciudades, de pueblos cercanos esperanzados en reconstruir su vida, en escapar de la guerra y encontrar un espacio para establecerse, pero, contrario a lo esperado, tuvieron que enfrentarse con una ciudad que no estaba preparada para recibir tantos nuevos habitantes, razón por la cual se vieron en la necesidad de buscar establecerse en las periferias, cambiando con ello el orden social y arquitectónico.

Quienes llegaron no sólo se vieron enfrentados a nuevas costumbres, también descubrieron la soledad y la desesperanza, pronto comprendieron que la ciudad no era la “tierra prometida” y que para sobrevivir tendrían que ser capaces de establecer “nuevas reglas”. Según Valencia Solanilla, estos cambios sociales se incorporaron en el discurso novelístico de la época, cambiando con ello la tradición literaria establecida hasta el momento. Los escritores buscaron hacer de sus obras un testimonio de la transformación cultural, pretendiendo reflejar la realidad y esperando describir cómo el conflicto representado

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en la ideología urbana no sólo se da por el espacio citadino sino por la trasformación del hombre mismo:

La vida relativamente apacible del medio urbano hasta mitad del siglo, cambió […]. Lo que caracteriza al hombre citadino en el discurso novelístico contemporáneo en Colombia, es el asfixiante peso de la ciudad, la homogeneidad, la pérdida de su identidad individual y colectiva, y, por consiguiente, el desarraigo, la soledad, el desamor y la miseria espiritual (Valencia, 1998, p. 198).

De acuerdo con lo anterior, puede entenderse cómo en el discurso novelístico colombiano de la segunda mitad del siglo XX, la ciudad aparece referida como un espacio de transformación cultural y simbólica. Los protagonistas son en su mayoría hombres y mujeres que han sido desplazados al espacio urbano, bien sea por la violencia o la esperanza de un mejor futuro. Sin embargo, el recién llegado no renunció a sus creencias o costumbres, por el contrario, buscó adaptarlas a su nueva realidad.

Manuel Mejía Vallejo: escribir para la periferiaDentro de ese panorama de transformaciones sociales, culturales y

literarias se inscribe la obra del escritor antioqueño Manuel Mejía Vallejo (1923-1998) a quien el trabajo como periodista y el paso por distintos países latinoamericanos le permitieron desarrollar una visión amplia del mundo y la comprensión del nuevo orden social que se instauraba.

En su producción literaria es posible rastrear cómo en Colombia se da el paso de lo rural a lo urbano. Sus novelas, a medida que van apareciendo, van mostrando un proceso de madurez, relacionándose cada vez más directamente con la realidad social del contexto latinoamericano. En obras como El día señalado (1967) es posible identificar las consecuencias de la violencia bipartidista y la búsqueda desesperada de un hombre por encontrar su historia a partir del reconocimiento de la figura paterna; en Al pie de la ciudad (1957) se ve claramente la exclusión y el rechazo social, el problema del desplazamiento y la lucha por encontrar un lugar en una ciudad que se

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muestra ajena al campesino, que rechaza sus costumbres, pero que, sin darse cuenta, termina siendo transformada por ellas.

Los personajes de Mejía Vallejo son en su mayoría seres escindidos, puesto que no se identifican con su presente y añoran su pasado. Es así como en varias de sus obras aparecen espacios como el legendario Balandú, un pueblo ficticio que se encuentra rodeado de cordilleras y al que sus personajes evocan con nostalgia.

Aire de tango. Entre ficción y realidad Publicada por primera vez en 1973, Aire de Tango constituye hoy uno

de los referentes literarios más importantes en torno a la cultura popular de Medellín. La novela narrada a través de un lenguaje desenfrenado y con evidentes rasgos de oralidad se mueve entre la nostalgia por el pasado y la incertidumbre frente a un presente sin esperanzas:

Nació el día que allí en el aeropuerto se tostó Carlos Gardel, como si quisiera asomarse a ver el choque. Tal vez porque decíanMurió Carlitos, naciste vos, Le cogió rabia y queredera a esto de tangos y milongas. Desde patojo se las aprendió, era dicha de las tías verlo en arranques de guapo a destiempo. Hasta que un tío marica y trasnochero le dejó un cuchillo (Mejía, 2003, p. 7).

Con esta descripción se da comienzo a la narración en la novela y desde las primeras líneas quedan, entonces, expuestos los rasgos fundamentales entorno a los cuales se irá desarrollando la obra: tango, violencia, homosexualidad, cuchillos, peleas y ambigüedades. La vida nocturna del Medellín de la primera mitad del siglo XX, la construcción del emblemático barrio Guayaquil y su desaparición son algunas de las temáticas que aborda la novela.

La obra se construye con referentes intertextuales, la inclusión de notas periodísticas, referencias cinematográficas, refranes populares, fragmentos de tangos y hasta la evocación de diversas letanías. La historia podría resumirse en la vida de dos hombres, Jairo y Ernesto,

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dos amigos a quienes une para siempre un trágico destino, confirmando que, tal y como lo expresan en diversas ocasiones los personajes, la vida es un tango en el que de lo único que no se huye es de la muerte: “Vea: cuando una cierta cosa sucede uno sabe que toda su vida vivió pa que esa cosa sucediera: bailar tangos y cumbias, matar a un hombre” (Mejía, 2003, p. 9).

De tragos y cantinas. El espacio habitadoLa narración en Aire de Tango abarca un período histórico que va

desde 1935 hasta, aproximadamente, la década del setenta. Entre trago y trago, Ernesto irá haciendo referencias al país, a su cultura y sus revoluciones.

El período presidencial de Alfonso López Pumarejo es decisivo para la historia de Colombia, el candidato liberal alcanza el poder y propone todo un programa de gobierno bajo el lema “La revolución en marcha”. Las reformas planteadas durante esta época permitieron la industrialización de Medellín, lo que trajo consigo una oleada de migraciones del campo a la ciudad en busca de nuevas oportunidades. El narrador refiere este fenómeno de la siguiente manera: “¿En ese entonces? Gente, más gente. El doctor López y sus tres gritos de ¡Viva el gran partido liberal!, ¡Viva el gran partido liberal!, ¡Viva el gran partido liberal! Partido arriesgado y macho el de antes” (Mejía, 2003, p. 17) y más adelante:

¿Qué hablaban? Enfermedades y muertes si venían en búsqueda de médicos y mejores hospitales; si no venían de paseo, comentaban negocios en primer lugar. Traían de doscientos sitios sus corotos, llevaban sus corotos a doscientos sitios, ni cosecha de gusanos. Ferrocarril, aviones, carretera. Madera aserrada, granos, cabuya, frutas, humedá. Plaza de mercao, olores de aguardiente, yerbas, sangre por estas cantinas (p. 17).

Dentro de estas transformaciones y movimientos aparece el legendario barrio Guayaquil, referente de encuentro para los viajeros y emigrantes. En el día, el barrio se reconocía por ser centro de negocios

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y espacio comercial, mientras que en la noche se transformaba dando paso a la apertura de “cafés” en los que el tango era el protagonista principal. Guayaquil contaba con tres salas de cine: el teatro Granada, el Medellín y el Olimpia. Así, Gardel no sólo llegó a Medellín con sus canciones, también lo hizo con sus películas, en ellas el campesino se reconoce con el dolor por el pasado y el amor perdido. De esta manera el tango se convierte en un referente identitario dentro del barrio.1

Guayaquil es paso obligado para los viajeros y comerciantes, allí está la estación del ferrocarril y la plaza de mercado, es el centro de la ciudad y el espacio por el que confluyen y se mezclan las tradiciones traídas de todas partes; en su época de esplendor fue refugio para los grandes artistas, allí se escuchaba salsa y tango, allí se mezclaron los ritmos colombianos y las costumbres populares con las ideologías de otras tierras., Pero Guayaquil estaba condenado al olvido, a la decadencia, la ciudad no estaba preparada para la gran masa que comenzaba a conformarla, al respecto el periodista Jorge Mario Betancur (1997) habría de asegurar que:

[…] en ese barrio de tradiciones sombrías, la ciudad mostraba su dolor, sus vergüenzas, sus diferencias, y sus posibilidades y fuerzas al mismo tiempo. Los diferentes actores sociales, de sectores medios y populares, y de la propia burguesía local sabían que en Guayaquil se movía algo más que el dinero. Los afectos, las culturas y hasta las mentalidades entraban allí en conflicto para dar origen a una masa heterogénea, creativa y dinámica (p. 47).

La creación y la nostalgia por la pérdida del barrio se convierten en un referente para la narración: Ernesto evoca todo el tiempo el pasado o siguiendo el lenguaje de los tangos se lamenta por “la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser”,2 así, entre

1 La industrialización y la migración que se vivió en Medellín durante la primera mitad del siglo XX coincide históricamente con el fenómeno de migración de europeos a Argentina, justamente el tango relataba este proceso, contaba la nostalgia por lo perdido y permitía hablar de los recuerdos, otorgando un lugar importante a la memoria.

2 Alfredo Le Pera (1934). Cuesta abajo.

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tragos e historias le va contando a quienes lo acompañan lo que era antes el barrio, lo que significaba y la perversión en la que ahora se encuentra:

Ahora izque la van a tumbar, [dice refiriéndose a la Estación del Ferrocarril] todo lo bueno lo van tumbando. Allá caían los pueblitos, el maleterio, el papá y la mamá con sus hijas asustadas y contentas, las campanas sabrosas, el chaque-chac-chaque de los vagones, la maravilla. ¡Que tumben, carajo!

Escuchen, tangos de traganíquel, gritos. ¡El Espacio! ¡El Espectador! ¡El Diario! ¡Sucesos Sensacionales! Cortinas de hierro, Hugo del Carril, ¿cuántas cosas traquean? Zapatos p’abajo, p’arriba, o golpiando el mismo sitio, Gardel, telares de cabuya, martillos contra el yunque. Pelean, serruchan, remanchan, llaman, venden chucherías, piden. Choques, ¿cuántas muertes? Esa musiquita en la calle de cantinas más larga del mundo. Luces, borracheras, establecimientos bautizados a lo porteño: Melodía de Arrabal, La Gayola, El patio del Tango, Café de los Angelitos, Rodríguez Peña, Cuesta Abajo, Armenonville, Magaldi, Bettinotti, La Cumparsita, El Último Tango, La Última Copa, La Copa del Olvido…¡Aquí, se me entra aquí!

Más motores, fábricas, gentes, es también lo que llega, lo que se va muriendo y se larga, unos llantos… Colas pa coger el bus, América, Manrique, Buenos Aires, Envigado, Bermejal, allí funcionaba el manicomio. Lloviendo, haciendo sol, esperando bus por lo menos cuatro veces al día, fíjese, los bultos y el cansancio y la conversadera. Las lavanderas bajaban sus ataos de ropa lavada, los silleteros traían flores de Rionegro y Santa Elena y Media Luna; ahora vienen en desfiles en la feria de las flores, pa turistas (Mejía, 2003, p. 55).

El nuevo desplazamiento, el de la ciudad, es aun más doloroso, porque de alguna manera esta ya los había permeado, ya hacían parte de ella, “[…] me llamó Ernesto Arango, de los Arango de Balandú pero metido hasta el bozo en mi ciudá, mi traga” (Mejía, 2003, p. 18), asegura en las primeras páginas el narrador, quien seguirá hasta el final aferrado a un espacio que ya no le pertenece, que fue arrastrado por su misma seducción, por esto la ciudad también está condenada al olvido, porque, según el narrador, Medellín ha olvidado su historia y ha

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perdido la esencia que se encontraba en los referentes arquitectónicos, en los sitios de encuentro: “La Estación Plaza Cisneros, también nos la van a tumbar pa poner otros cajones de cemento, ¿qué no tumbará este municipio desgraciao? Si fueron capaces de acabar con el tranvía” (Mejía, 2003, p. 56).

Pero un hombre que migra del campo debe aferrarse al nuevo espacio que habita, por esto, con la pérdida de la plaza, de la estación y del tranvía se origina un nuevo proceso de desarraigo. El hombre se va con la ciudad, con su arquitectura, pues su memoria individual es también la memoria colectiva; así como sus raíces se mezclaron cuando salió del campo y adoptó la cultura porteña del tango, asimismo, su memoria tiende a perderse bajo el ideal de modernización urbanística, paradójicamente la seducción que produjo la industrialización de la ciudad fue lo que llevó a los personajes de la novela a Medellín y será esa misma modernización la que se encargue de desplazarlos una vez más:

También allá, onde fuera, pues tumbaron La Plaza y empezaron las reformas, porque nos llevó el ensanche. Así decimos desde que volvieron anchas las calles estrechas, nos llevó el ensanche. ¿Dónde está mi barrio, mi cuna maleva, / dónde la guarida, refugio de ayer?/Borró el asfalto de una manotada/ la vieja barriada que me vio nacer, dice ‘Puente Alsina’. Lo único que conozco, tangos y perrerías. Y este barrio Guayaquil, pregunte no más, le sé todas sus cosas. Las que no sepa se las inventó. (Mejía, 2003, p. 32).

Gardel o la construcción de un mito. En búsqueda de la identidad¿Cuándo llega el tango a Medellín?, ¿cómo este género logra

permear la vida y hacer parte del folclor de una ciudad tan alejada de las costumbres rioplatenses? Según Jorgelina Corbatta (2000) no se sabe con precisión el momento histórico en el que el tango llega a Antioquia, pero varios académicos, entre ellos Jorge Orlando Melo, coinciden en centrar la incursión de este género musical hacia los años veinte, a través de estrategias como las implementadas por las

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compañías discográficas que consistían en incluir en los discos de setenta y ocho revoluciones dos temas de diferente procedencia, de esta manera quien adquiría un disco podía tener, por un lado, un bambuco y, por el otro, un tango, a esta estrategia de la industria se le suma la gira de los músicos colombianos Alejandro Wills y Alberto Escobar por Latinoamérica, viaje del que regresan con algunos tangos, después de también haber intercambiado canciones colombianas con Gardel y Magaldi (Corbatta, 2000, p. 500).

Pero si bien los referentes anteriores permiten la llegada del tango a Colombia, no será sino hasta la muerte de Carlos Gardel que se hace definitiva la acogida y la nacionalización de esta música del sur del continente. Gardel muere como uno de sus personajes de tango, por azar, el 24 de junio de 1935. Luego de una gira que habría de llevarlo por diferentes países, decide hacer una parada rápida en la ciudad de Medellín, para descansar y continuar con su agenda, esta parada sería la última, pues la muerte lo sorprendió en el aeropuerto Las Playas (posteriormente llamado Olaya Herrera). Junto con Gardel no sólo se fue la voz más grande para el tango, sino también el compositor Alfredo Le Pera, de quien el “Zorzal Criollo” hizo famosos temas como: Volver (1935), Cuesta abajo (1934), Sus ojos se cerraron (1935) o El día que me quieras (1935). La conmoción de esta pérdida permitió que en Medellín el tango tomara la fuerza que años más tarde llevaría a que la ciudad fuera declarada como “capital mundial del tango”.

En este periodo de esplendor del tango se sitúa el nacimiento de Jairo, esta coincidencia con la muerte de Gardel lo llevan a buscar durante toda su vida las similitudes con el ídolo argentino, a querer rastrear su historia en la de El Rey: “Haber nacido mi hombre el día de los avionazos, el día negro de Gardel y Le Pera. Creo que lloraba cada 24 de junio, iba al campo de aviación a mentar la madre a los aviones y a golpiar el aire con los puños cerrados” (Mejía, 2003, p. 22).

Jairo es un personaje marginal del que se desconoce su historia, ni él mismo sabe de dónde proviene, el hecho de su nacimiento el 24 de

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junio de 1935 será cuestionado, pero no juzgado por el narrador, unas páginas más adelante:

El que no tiene historia que le cale o se la inventa o se la roba. Apareció por la segunda guerra, volao de un seminario o algo así, ¿no sería la casa de menores? Decían que un cura de los que dirigían el reformatorio se dedicó a perseguirlo y enamorarlo y dañarlo, tampoco sabíamos. Juana Perucha le tomó cariño, pispo el ojiverde, servicial, buscando… Entonces calculen. ¿Cómo iba a nacer cuando Gardel murió, si ya en el cuarenta y seis tiraba cuchillos? No me digan que a los once años… Momento, señores, no aseguro nada, ¡salu! (Mejía, 2003, p. 51).

El narrador legitima entonces el invento de Jairo como la necesidad de construir una memoria, de buscarse un lugar en el mundo. La ambigüedad, entonces, de la historia de Gardel, la falta de precisión sobre su nacionalidad, es también la ambigüedad del personaje, por eso busca comprender la historia del El Rey, porque quizá en ella pueda también rastrearse. “No tenía más pensamientos en ese entonces que el misterio de El Rey, era como buscándose él mismo […]”, asegura el narrador (Mejía, 2003, p. 23).

Pero Gardel no es sólo un referente cultural en la novela, es también un mito. El tango se convierte en religión, la verdad absoluta está en las letras que Le Pera compuso para Gardel o de cualquier otro tango que les llegue al corazón y les hable de la vida. El tango referencia lo perdido, lo popular, lo que no está juzgado desde las reglas morales, nace en la marginalidad y es a ella a quien poetiza. El tango es un canto a la soledad, al amor, al hombre mismo, sus letras permiten lo que la vida cotidiana niega, en el tango el más macho de los hombres llora porque es digno llorar cuando se ha amado. Es por esto que para los personajes de la novela Gardel es un dios, la voz que entendió el corazón de los hombres, él alcanzó la omnipresencia logrando que sólo los tangos se salvaran del olvido:

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[…] ¿cómo decir que había muerto? No señores, muere lo que se olvida. Antes él estaba en las Europas o en Nuevayor, ¿cierto?, ahora está en todas partes porque no lo encuentran en ninguna. Por eso me pregunto: si Gardel no hubiera muerto, ¿estaría viviendo de esta forma tan verraca? (Mejía, 2003, p. 15).

La letra de los tangos marcan todo el tiempo el desarrollo de la historia, los personajes son a su vez personajes de un tango de trágico final. El último tango que aparece referenciado en la novela y, que a su vez es el último tango para Ernesto, es Volver. Con aproximadamente 60 años y después de haber estado por 20 años en la cárcel, Ernesto regresa a Guayaquil, pero no encuentra su pasado, el tranvía ha desaparecido, la plaza ha sido quemada y la estación pronto será también derrumbada para dar paso al proyecto urbanístico de una ciudad que busca modernizarse. Pero si bien el personaje no encuentra su barrio, sí encuentra la culpa, ha asesinado a su mejor amigo en una pelea de cuchillo y ahora no podrá escapar a su fantasma: “Arden. Los cierro y allá está, los abro y allí está. Los entrecierro y allí están sus ojos verdes y su pelo crespo y su vida que no se me quiere ir de la mirada” (Mejía, 2003, p. 198).

Ernesto regresa, entonces, para buscar la muerte, porque esta ciudad que, como asegura en diferentes ocasiones, se lo ha llevado todo, ya no tiene nada que ofrecerle. Con la certeza de que él también será asesinado, destina sus últimos minutos al reencuentro con la voz de El Rey:

Voy a meter en el piano la última moneda, que Gardel cante mi última canción, sentir que es un soplo la vida …

Ahora no importa, señores, ahora pertenezco a lo acabao.

Digo, no más (Mejía, 2003, p. 199).

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ReferenciasBetancur, J. M. (1997). Moscas de todos los colores: barrio Guayaquil de Medellín, 1894-

1934. (Teisis de Maestría en Historia) Universidad Nacional de Colombia, Medellín. .Corbatta, Jorgelina (2000). Tango y literatura en Antioquia: M. M. Vallejo, O. Hernández,

M. Rivero, J. J. Hoyos. Literatura y Cultura. Narrativa Colombiana del siglo XX. Vol. III. Hibridez y alteridades. Compiladoras: Jaramillo, María Mercedes; Osorio, Betty; Robledo, Ángela. Bogotá: Ministerio de Cultura.

Melo, Jorge Orlando (1996). Historia de Medellín. Tomo II. Bogotá: Panamericana.Rama, Ángel (2008). Transculturalización narrativa en América Latina. Buenos Aires: El

Andariego. Romero, José Luis (1999). Latinoamérica: las ciudades y las ideas. Medellín: Universidad

de Antioquia.Valencia Solanilla, C. (1988). La novela colombiana contemporánea en la modernidad. En:

Manual de Literatura Colombiana. II. Bogotá: Planeta.

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Configuración de identidades políticas juveniles a través de

expresiones teatrales*

(El caso de la Red Juvenil de Medellín)Configuring youth political identities

through theatrical expressions(The case of Medellín Youth Network)

Paula Andrea Tamayo Montoya**

Carlos Darío Patiño Gaviria***

ResumenEl propósito de este artículo es develar la manera como a través de la práctica de expresiones teatrales ligadas a las ideas políticas de la acción noviolenta, se forman sentidos subjetivos constituyentes de identidades políticas entre las y los actores partícipes del colectivo Red Juvenil de la ciudad de Medellín y cómo estos sentidos se expresan en la práctica teatral.

Palabras claves: prácticas políticas, identidad, subjetividad, teatro, espacio público, amistad, juventud, noviolencia.

* Este artículo de reflexión deriva del producto final de la investigación “Nos Transformamos, Transformando” Práctica de expresiones teatrales como estrategia para la formación de la identidad política no violenta entre las y los actores que constituyen el sujeto político Red Juvenil de la ciudad de Medellín. Investigación con la cual la autora obtuvo el título de Magister en Psicología, línea de Psicología Social, de la Universidad de San Buenaventura, Medellín.

** Psicóloga, Magister en Psicología de la Universidad de San Buenaventura de Medellín, docente investigadora en la línea de Psicología y Virtualidad de la Fundación Universitaria Católica del Norte y Coordinadora del Núcleo de Psicología Social en la Corporación Universitaria Minuto de Dios (Uniminuto). [email protected] y [email protected].

*** Sociólogo y Magister. Coinvestigador, miembro del Grupo de Estudios Clínicos y Sociales y director de la Línea de Investigación en Psicología Social, Maestría en Psicología, Universidad de San Buenaventura, Medellín. [email protected]

Katharsis–Institución Universitaria de Envigado

Paula Andrea Tamayo Montoya y Carlos Darío Patiño Gaviria

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AbstractThe purpose of this article is to reveal the way in which the practice of theatrical expressions linked to the political ideas of a nonviolent action, gives the right environment to form subjective meanings of constituents and political identities among participants in the collective actors of Youth Network Medellin and how these meanings are expressed in theatrical practice.

Keywords: political practices, identity, subjectivity, theater, public space, friendship, youth, nonviolence.

IntroducciónLas expresiones teatrales son prácticas1 sobre las que se posa

la mirada con la intención de develar la manera como la identidad política del sujeto, en este caso llamado Red Juvenil,2 se construye colectivamente y se proyecta en el espacio público.

Las expresiones teatrales narran la historia, las ideas que operan como fundamento de la acción política y los procesos psicosociales que experimenta el sujeto que las produce; en otras palabras, la identidad política a la que aquí se hace referencia es una “identidad narrativa” (Bárcena y Mèlich, 2000, p. 93) cuyos sentidos se construyen y son puestos en la esfera de lo público a través de la práctica de expresiones teatrales.

Las prácticas políticas, en especial las expresiones teatrales, que crean las y los actores políticos productores del sujeto Red Juvenil son, como diría Ibañez, la punta del iceberg (2001, p. 196) sobre la que se realiza la acción de observar, esta acción da paso al acto reflexivo a través del

1 Bourdieu considera que la práctica al igual que el discurso “nos obliga a expresar suce-sivamente, mediante una serie lineal de signos, unas relaciones que el espíritu percibe o debería percibir simultáneamente y en otro orden” (Bourdieu, 1991, p. 141). Cuando nos referimos a una práctica social describimos un encadenamiento de acciones sociales rea-lizadas habitualmente.

2 En el 2010 la Red Juvenil se presenta a sí misma a través de su página web como: una organización de jóvenes que aporta al empoderamiento de las juventudes: “asumimos la Noviolencia activa como nuestra filosofía, contribuyendo a la transformación de la cultura patriarcal, articulándonos e integrándonos con iniciativas políticas y sociales alternativas, así como construyendo nuevas formas de hacer político, buscando constituir y fortalecer una sociedad justa, incluyente, equitativa y humana que asuma sus propias formas de or-ganización” (Red Juvenil de Medellín, 2010).

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cual se devela la parte oculta del iceberg, entendida como una trama de sentido por medio de la cual los investigadores generan discernimientos sobre la manera como estos actores producen un sujeto político que es soporte referencial de una identidad que se construye colectivamente.3 Para ello desarrollan un proceso de investigación de carácter etnográfico, en colaboración con los miembros de la Red Juvenil de Medellín.4 En este proceso, los investigadores se sumergen (durante más de dos años) en la vida cotidiana del grupo y a partir de las observaciones consignadas en notas de campo y las entrevistas transcritas y analizadas, con lineamientos propios de la teoría fundada, generan datos que son puestos en diálogo con los discursos de la psicología social para elaborar el análisis que da origen al presente texto.

El sujeto político Red JuvenilEl plano ético nos dice que no se trabaja para ser

el más fuerte o el más inteligente, nos plantea más bien que ese reconocimiento,

ese conocimiento de la realidad es para transmutarlo al trabajo de grupo.

El resultado del proceso resulta ser el fortalecimiento del grupo y a su vez esa es la posibilidad de crear más allá

de un lenguaje verbal o escrito re-dimensionando el ¿cómo?

y nuestra imaginación para la creación colectiva de arte con un objetivo específico:

la política como acción para nombrar nuestra realidad, la construcción de artistas que ante todo son sujetos políticos.

(Red Juvenil, 2009)

3 A través de la interacción las y los actores políticos componen una y otra vez un sujeto político que construyen colectivamente y soporta ante los otros su identidad política.

4 Para el año 2013 la organización vive trasformaciones estructurales expresadas en sus prácticas actuales, este articulo ofrece una mirada sobre las prácticas que se desarrollan entre los años 2007 y 2011, entendiendo que en el ejercicio de describir las prácticas, estas se destemporalizan, “Hay un tiempo de la ciencia que no es el de la práctica. Para el analista el tiempo se abole... La práctica científica está tan destemporalizada que tiende a excluir hasta la idea misma de lo que excluye: debido a que ella no es posible sino en una relación con el tiempo que se opone a la de la práctica. Tiende a ignorar el tiempo y, por ello, a destemporalizar la práctica (Bourdieu, 1991, p. 141).

Paula Andrea Tamayo Montoya y Carlos Darío Patiño Gaviria

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El sujeto político Red Juvenil emerge como producto de una propuesta organizativa entre jóvenes pertenecientes a diversos grupos juveniles de las comunas nororiental, noroccidental y centro oriental de la ciudad de Medellín. Desde 1990 la reflexión de estos jóvenes gira en torno a temáticas tales como los derechos humanos y los efectos de la violencia, tanto estructural como armada, sobre sus comunidades. A través de los procesos de relevo generacional que atraviesa este sujeto político, se producen transformaciones organizativas. Sin embargo, su proyecto político enfocado a producir transformaciones sociales por medio de la noviolencia y el empleo de diversas manifestaciones artísticas (entre ellas las expresiones teatrales) como estrategias lúdicas, críticas y constructivas para la acción directa en el espacio público; le dan un sentido de continuidad que opera como referente para la construcción de la identidad política de la organización y la producción del llamado: sujeto político “Red Juvenil”.

El sujeto político Red Juvenil, a través de su acción creadora, construye las expresiones teatrales, este sujeto crea la expresión teatral y la expresión teatral crea al sujeto político, quien se va reconociendo a sí mismo a través de ella. Las expresiones teatrales son prácticas a través de las cuales el sujeto se narra a sí mismo, práctica que revela la subjetividad de su creador, quien al reconocerse en ellas se re-crea y transforma, de suerte que la acción creadora recae reflexivamente sobre el sujeto político, quien creándose a sí mismo se expresa en sus prácticas. De acuerdo con Rorty (1991), para Heidegger —tanto en su etapa inicial como posterior— “lo que uno es: consiste en las prácticas a las que cada ser se entrega y, especialmente, el lenguaje, el léxico último que se emplea” (Botero, Cardona y Loaiza de la Pava, 2007, p, 145). En este sentido, es a través de las prácticas del actor político que pueden emerger identidades políticas, en este caso fundamentadas las ideas de la noviolencia.

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La construcción de un sujeto político es un acto de creación colectiva entre diversos actores políticos.5 El sujeto político Red Juvenil produce su propia identidad, esta rebasa la identidad personal de las y los actores políticos que lo constituyen, es una identidad que se genera colectiva y narrativamente, a partir de lo que Berger y Luckmann llaman diálogos (1968, p, 193), los cuales dejan traslucir los sentimientos del colectivo a través de discursos plenos de “argumentos” (Torres Oviedo, 2008, p. 25) que cobran sentido en el campo de relaciones que tejen las y los actores políticos entre sí. El sentido de estas narraciones no pertenece a ningún actor individualmente, es un patrimonio de aquellos que conforman la organización, y como tal los saberes que allí se producen permanecen o mutan según los acuerdos colectivos, a pesar del constante cambio de sus miembros.

Yo siento que en este momento soy muy afín con este grupo, pero igual ese grupo sigue en construcción y unos llegan y otros se van y lo importante, como funcionan todos los grupos aquí en la Red, es que se mantenga una idea y que esa idea vaya creciendo y evolucionando en el tiempo. Aquí los individuos no permanecen en el tiempo, están de paso; algunos se quedan un poco más, pero generalmente llega un momento en el que parten, pero lo rico, lo interesante de todos los procesos de aquí, de la Red, es que cuando se van las personas queda un proceso y esos procesos los pueden llevar los que siguen en el camino.6

La creación colectiva del sujeto político es paulatina, este emerge al fortalecerse los lazos afectivos que tejen las y los actores políticos entre sí y que dan paso al nacimiento de un entre-nos; este entre-nos se torna en un espacio político común posible a través del diálogo, ese acto espontáneo de comunicación a través del cual las y los actores comprenden sus similitudes y diferencias, que los pone de cara a

5 Empleamos el concepto “actores políticos”, siguiendo a Sandoval Álvarez (2000), para referirnos a aquellos sujetos que en permanente interacción van construyendo discursos a través de los cuales se van poniendo en marcha proyectos colectivos que de una u otra manera impactan sobre sus diversos espacios simbólicos, o contextos, y mueven las trans-formaciones sociales.

6 Entrevista con “Yimer”. 29 de abril de 2009. Los nombres propios de las fuentes son mo-dificados para favorecer la seguridad de las mismas.

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la pluralidad y les reta a aceptar la diversidad de pensamientos y sentimientos que circulan en los colectivos de actores políticos.

A partir de las experiencias de mutuo reconocimiento, que suelen ser, según Fernández Christlieb (2005, p. 14) de orden estético (me agrada, no me agrada), va emergiendo la amistad; esta se funda en el diálogo espontáneo, aparentemente trivial, que es expresión de una disposición natural a compartir lo que acontece en la propia vida y genera compromisos afectivos entre las y los actores políticos, quienes se ven impelidos a cuidar unos de otros y de esta manera romper con su individualismo bajo la premisa de que esta actitud “no deja que trabajemos en grupo”7 ni posibilita pensarse como parte de un colectivo que reconoce el valor del otro con quien puede construir un proyecto a futuro.

El sentimiento de afecto que se genera entre las y los actores políticos soporta la construcción de relaciones de amistad (Farina, 2005, p. 54), a través de esta amistad se producen las condiciones para el reconocimiento de las alteridades que se conjugan en la formación del sujeto político Red Juvenil; el reconocimiento de la alteridad entre sí, da paso a la emergencia de una identidad política dinámica y transformadora, una identidad tan móvil como sus actores, no un referente fijo al que hay que amoldarse, sino una forma en continua construcción, un ir siendo, ipseidad8, que constituye un acto estético del sujeto político sobre sí mismo.

El sujeto político y la identidad que este soporta referencialmente se produce en un campo de tensiones que se tramita o gestiona al difuminarse los individualismos para crear un nosotros. Los individualismos, según Arendt, (1993, p. 254), implican la desvinculación de yo y el otro. Sin

7 Entrevista con “Pedro”. 3 de junio de 2009.8 “Desde el plano de la identidad como ipseidad, la alteridad puede llegar a ser constitutiva

de nosotros mismos […] la identidad personal, como ipseidad, remite al otro, lo que se expresa en la fórmula: sí mismo en cuanto otro. En definitiva, sólo esta identidad, el ser como otro, nos permite atender al otro, conocerlo, ponernos en relación con todo lo que sea otro […] nuestra identidad, como mismidad, pierde el dinamismo propio con el que sí cuenta la identidad como ipseidad; un poder de cambio y de transformación”. (Bárcena y Mèlich, 2000, p. 117,118).

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embargo, si le restamos ese “ismo” quedan los individuos quienes en su diversidad y pluralidad configuran mismidades capaces de construir las otredades, de generar la confianza necesaria para experimentar nuevas formas de participación política. La confianza elimina el miedo de decir quién soy, dispone afectivamente a las y los actores políticos para compartir sus historias, su dolor e indignación, para apoyarse mutuamente e indignarse ante el sufrimiento del otro y comprometerse activamente en proyectos de acción política.

Al sentir confianza entre sí, las y los actores que constituyen el sujeto político se invitan a participar de espacios relacionales en los cuales pueden fortalecer su amistad, generar compromisos y movilizar su capacidad para aportar y compartir experiencias en torno a su proyecto político. La planeación y asistencia a talleres, foros, tertulias, acciones directas, obras teatrales, entre otros, dinamiza su participación en la producción de “sentidos subjetivos” (Gonzáles Rey, 2008, p. 153), a partir de los cuales cada actor va encarnando las ideas del sujeto político, de tal suerte que pareciera que es el sujeto político el que da vida al actor, a través de la acción que planea para que éste ejecute. El actor político9 se hace en la acción y la acción conjuntamente concebida pasa a ser una encarnación del pensamiento colectivo, de los propósitos del sujeto político. Encarnar el pensamiento colectivo significa prestar el propio cuerpo para materializar las ideas que circulan entre las y los actores políticos, es llevar a la acción la imagen que sobre sí mismo y sobre la estructura social construye el colectivo Red Juvenil, “El activista debe encarnar los propósitos de la organización para construir, debe tener compromiso, voluntad y capacidad de aportar”,10

9 En este artículo se considera a los jóvenes como actores políticos, constructores de su realidad; capaces de participar directa e indirectamente en los asuntos políticos que les competen. A través de la expresión teatral en espacios públicos los jóvenes se re-posicio-nan como actores políticos con agencia, que ponen en juego su creatividad para oponerse, subvertir y revertir condiciones de precariedad socio-vital y posibilitar por medio de usos estratégicos del lenguaje el ejercicio crítico de la participación política.

10 Entrevista con “Faber”. 28 de mayo 2009.

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encarnar el pensamiento del colectivo es un tarea de imagen–acción, de imaginación.

La creación colectiva del sujeto político Red Juvenil, como expresión creativa de aquellos que de ella participan, es una ficción producto de la imaginación creadora que construye los sentidos subjetivos que le dan forma y trazan, tanto las fronteras que de otros le diferencian, como las características que identifican a los que se le adscriben identitariamente, de allí que sus actores expresen: “el que llegue tiene que entender nuestra apuesta por la transformación”.11 La capacidad de llevar una imagen colectiva de sí a la acción política implica un recurso de autorreconocimiento a través de los referentes y producciones sígnicas y simbólicas resultantes de significados compartidos (Fernández Chistlieb, 1994, p. 96), en torno a los cuales se producen identificaciones que soportan la identidad política atribuida al sujeto que se produce colectivamente. En este caso la imaginación opera como potenciación de sí mismos y cómo dispositivo con el que se hace funcionar la identificación con otros y otras en torno a un mismo proyecto político: “somos capaces de cambiar las cosas porque podemos imaginar una vida diferente a la que tenemos ahora. Somos capaces de transformar la sociedad”.12

La expresión teatral se configura en práctica política por medio de la cual el colectivo de actores genera las condiciones para que la imaginación emerja. El sujeto político crea a través de la acción escénica las imágenes por medio de las cuales se va conociendo y va conociendo los modos en que se entiende la estructura social de la cual es partícipe, para de esta manera transformarse también en artífice de otros modos de ser sujeto y generar nuevas formas de estructurar la sociedad: “el arte es el lugar donde transformamos la humanidad, donde destruimos lo que hay para crear algo nuevo”.13 La expresión teatral se constituye

11 Entrevista con “Pedro”. 3 de junio de 2009.12 Entrevista con “Lina”. 4 de abril de 2009.13 Entrevista con “Mery”. 19 de abril de 2009.

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en una narración de sí, a través de la cual y por medio de la acción creadora el sujeto político escenifica sus sentimientos, reflexiones y experiencias, con lo cual genera autoconocimiento: “puedo ver el tirano que soy en mi vida cotidiana y la víctima que quiero hacerme”,14 pues su creación devuelve reflexivamente la imagen que de sí elabora el actor juvenil como miembro articulado al sujeto político Red Juvenil, quien al reconocerse en ella se forma y se transforma. De este modo el sujeto político diseña prácticas políticas a través de las cuales produce las condiciones para movilizar su reflexión a partir de la acción. Sin embargo, para producir reflexiones requiere movilizar sus “emociones” (Gonzáles Rey, 2008, p. 154).

A pesar de ser producto de una acción narrativa, el sujeto político Red Juvenil no tiene que ser necesariamente racionalista, la construcción colectiva de un sujeto que soporte referencialmente la identidad política de un colectivo de actores políticos es un asunto emocional; pluralidades que se unen gracias a los afectos, adscripciones identitarias que, si bien pueden obedecer a la razón, más frecuentemente son actos afectivos que de una manera imprecisa alimentan las ideas políticas, los proyectos a futuro y las prácticas del sujeto político: “siento que al meterme a la red y empezar a trabajar el teatro como una propuesta política estoy construyendo muchas de mis ideas en mi accionar sensible como ser humano”.15

Producir discursos que identifiquen al sujeto político no significa producir una idea racional sobre lo que este sujeto es, sino construir una imagen de ese sujeto y darle forma: “a esta organización nadie llega transformado, todos llegan con preguntas”.16 Estas preguntas estimulan los procesos de formación que fundamentan la acción política y que mueven su reflexión a través de su emoción pues, como dice Fernández Christlieb (2005, p. 96), la emoción es lo principal, principio de todo movimiento, de toda creación. Constituir la imagen de un sujeto

14 Entrevista con “Yimer”. 29 de abril de 2009.15 Entrevista con “Pedro”. 3 de junio de 2009.16 Entrevista con “Jhon”. 15 de mayo 2009.

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político, darle una forma (Farina, 2005, p. 75) y no necesariamente una lógica, abre las puertas a la improvisación, al movimiento de lo novedoso, al devenir, a la ipseidad, a la transformación.

Los sentimientos que se derivan, entre ellos la amistad y la solidaridad, así como la fraternidad, van tomando a través del acto creativo la forma de discurso, se objetivan para integrar las narraciones que de sí mismo hace el sujeto como ser transformador reflexivo, imaginativo, dialógico, noviolento, activo: “El activista debe encarnar los propósitos de la organización para construir, debe tener compromiso, voluntad y capacidad de aportar”.17 Estas narraciones dinamizan los sentidos subjetivos que construyen entre sí y se van concretando en la forma de una subjetividad política que los diferencia de otros sujetos políticos al constituir un nosotros con el cual identificarse, compartir valores, creencias, acciones políticas y estrechar lazos de amistad.

Sin embargo, esta construcción del nosotros no está exenta de tensiones. Las y los actores políticos son tan diversos como plurales sus pensamientos, intentan construir una red de relaciones que les permita juntarse sin perder su individualidad, saber quiénes son y quienes son con otras y otros para reconocerse en la alteridad. Por ello en medio de la pluralidad necesitan producir una idea que los congregue, que opere como principio de la acción, como techo político que les cubra y soporte su identidad bajo la forma de un único sujeto político: “a todos en la red nos mantiene unidos un ideal”18 —la transformación de la sociedad por vías noviolentas—, “necesitamos actuar de acuerdo a los principios de la organización”.19

17 Entrevista con “Pedro”. 3 de junio de 2009.18 Entrevista con “Lina”. 4 de abril de 2009.19 Entrevista con “Mery”. 19 de abril de 2009.

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El techo político de la acción

Vemos la necesidad de que el arte surja como propuesta política

dinamizadora de ideas y de transformación social,

una herramienta para la lucha colectiva y

como un medio necesario para resistir a un sistema impuesto

por un modelo patriarcal.

(Red Juvenil, 2009)

La expresión “techo político de la acción” es acuñada por el sujeto político Red Juvenil para referirse a las ideas políticas que orientan su acción. Para construir el techo político de su acción, el sujeto Red Juvenil se fundamenta en las ideas de la noviolencia que comenzaron a circular en la ciudad de Medellín en la década de los noventa. Situaciones sociales como la pobreza y el recrudecimiento del conflicto armado en los barrios, del que se responsabiliza directamente a los jóvenes, enmarcándolos bajo la imagen del “joven sicario”(Restrepo Parra, 2007, p. 121), lleva a las y los actores políticos, en especial a aquellos y aquellas que comparten la condición generacional llamada juvenil, a experimentar la indignación y el dolor que genera la violencia y a partir de allí darse a la tarea de crear alternativas para resolver el conflicto sin recurrir al uso de las armas.

Paulatinamente aquellos y aquellas jóvenes que comparten una misma situación histórica, marcada por las condiciones sociales de las comunas nororiental, noroccidental y centro oriental del Medellín de los años noventa y de la primera década del dos mil, van encontrando en las ideas políticas de la noviolencia una posibilidad de producir nuevas formas de encarar el conflicto, de soportar su impacto y de resistir a su atracción.

El arte y el trabajo comunitario devienen en instrumentos políticos de los que el y la joven puede hacer uso para expresarse en estos contextos y a medida que actúa, como músico, actriz, muralista, ecologista, recreacionista, entre otros, se va constituyendo en actor político

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dinamizador del movimiento juvenil en Medellín. Entre tanto las ideas de la noviolencia circulan entre las y los actores, quienes en torno a su discusión se reúnen y lentamente van constituyéndose, primero en colectivo de acción política que adquiere una personalidad jurídica y un nombre y, posteriormente, a través de diversas experiencias colectivas van dando forma al sujeto político Red Juvenil.

A través de su nombre este sujeto político se define, pero su nombre no es sólo un rótulo, es expresión de su dinámica organizativa; la Red, como articuladora de actores políticos y sus diversas propuestas de acción, se va conformando dinámicamente, busca responder a los intereses, artísticos, formativos y políticos, de los jóvenes que constituyen la organización y crearse, conservando una coherencia con las ideas políticas de la acción noviolenta, que le dan forma y la estructuran, para trazar las fronteras de sentido que la diferencien de otros actores y sujetos políticos, en especial de aquellos a quienes se oponen: “los responsables de tanta violencia estructural”,20 frente a quienes actúan críticamente y con quienes evitan tejer alianzas: “porque eso es lo que ellos quieren y ellos también quieren manipular lo que ellos quieran decir”.21

El sujeto político Red Juvenil, al ser producto de la creación colectiva de las y los actores que conforman su organización, también puede ser comprendido como una “comunidad de sentido” (Duque Daza, 2001, p. 8), que emerge de las relaciones amistosas que se crean a partir de los diálogos cotidianos y se fortalece a medida que se construyen discursos que van dando forma a las ideas políticas que la fundamentan. Las ideas políticas cumplen una función “estructurante” (Benbenaste, Delfino y Vitale, 2006, p. 353) sobre el colectivo de actores políticos, o en otras palabras van formando la estructura de la red, de allí que el poder político se deposite sobre las ideas de la noviolencia y no sobre las y los actores.

20 Entrevista con “Mery”. 14 de junio de 2009.21 Entrevista con “Pedro”. 3 de junio de 2009.

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Si el poder político recae sobre las ideas de la noviolencia, es deber de sujeto político someter a crítica dichas ideas, para ello alienta el desarrollo de actitudes reflexivas entre sus actores, de tal modo que dicha actitud constituye uno de sus rasgos identitarios. La actitud reflexiva dispone al sujeto político para dar luz a sus posturas críticas y fortalecen su capacidad de generar polémicas al visibilizar formas de violencia estructural a través de la práctica de la Acción Noviolenta. A través de estas actitudes reflexivas el sujeto político se fundamenta en las ideas políticas de la noviolencia construidas en diversos contextos, y se apropia de dichas ideas para innovar según sus necesidades o posibilidades de acción. De este modo las ideas políticas de la noviolencia se descongelan, van transformándose en la medida en que se llevan a la acción en diversos contextos.

La Red Juvenil dispone espacios de encuentro tales como los talleres, los conversatorios, las tertulias, las clases de la escuela popular, los ensayos de expresiones teatrales, las reuniones de toma de decisiones por consenso, entre otros, con el fin de movilizar la reflexión en torno a las ideas políticas de la acción noviolenta. Por esta vía se crean las condiciones para que las ideas se encarnen en las y los actores y vayan dando forma al sujeto político. Los espacios de encuentro hacen posible el desarrollo de prácticas formativas indispensables para producir experiencias que forman la subjetividad política de la Red Juvenil. La actitud reflexiva implica una acción del sujeto politico sobre sí mismo; al dirigir su reflexión sobre las ideas que le dan forma, que lo estructuran, este sujeto aclara los sentidos que elabora en torno a dichas ideas y la manera como estas serán incorporadas como una dimensión de su identidad política.

El desarrollo de actitudes reflexivas es una practica ética del sujeto político. A través de las ideas de la noviolencia se sostiene que es necesario comprender la violencia para poderle hacer frente, y el primer paso en este camino es identificar los modos como esta violencia se manifiesta en la vida cotidiana, se encarna en las y los actores politicos

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y afecta sus relaciones con otras y otros; de este modo, el sujeto político lanza la mirada sobre ese otro violento, ese “otro negado” (Montero, 2002, p. 44), y dinamiza su reconocimiento como faz oculta de sí mismo, metáfora autorreferencial que pone en marcha estrategias de desvelamiento que posibilitan concientizarse y transformar pautas de acción, para así realizar la tarea estética de formar un nuevo sujeto apto para la ejecución de su proyecto político, basado en el ideal de la transformación social.

Al ejecutar la tarea ética de reflexionar sobre sí mismo y la tarea estética de transformación subjetiva, el sujeto político Red Juvenil paulatinamente va creando conciencia sobre el valor de su propia existencia y la existencia del otro. Crear conciencia es un acto de la sensibilidad a través del cual el sujeto político comprende su fragilidad y la fragilidad del otro, y a partir de dicha comprención aprende a cuidar de sí y cuidar de su acción, de tal forma que evita practicar la violencia y busca activar prácticas políticas a través de las cuales promueve el respeto por la vida, el bienestar de todos los seres y la dignidad de la humanidad. Estas tareas éticas y estéticas afectan las formas de la identidad del sujeto político al hacer variar su terreno subjetivo, de tal suerte que esta identidad adquiere un carácter dinámico, movil que le posibilita actuar por un proyecto político a largo plazo, a partir de propositos puntuales tales como visibilizar la problematicas de los desconectados, el desplazamiento forzado, el gasto militar, el reclutamiento forzado, entre otros.

Para facilitar el desarrollo de actitudes reflexivas que posibiliten la expresión de posturas críticas, la Red Juvenil se concibe como una organización horizontal, no jerárquica, en la cual todos sus miembros tienen derecho a participar activamente de la toma de decisiones que allí se realiza; este proceso de toma de decisiones impulsa al sujeto político a fortalecer su capacidad argumentativa (Torres Oviedo, 2008, p. 24), pues no siempre se producen acuerdos entre las y los actores políticos en cuyo caso el poder de convencimiento es la única fuerza aceptable

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para hacer frente a las tensiones y conflictos entre los miembros de la Red Juvenil.

Este poder de convencimiento es una habilidad que fortalece la práctica de la acción noviolenta, es empleado estratégicamente en la esfera de lo público para lograr mover la opinión de otras y otros a favor de sus acciones; sin embargo, en ocasiones los acuerdos no se producen a pesar de las argumentaciones que en pro o en contra del asunto sobre el que se discute dan los responsables de la toma de decisiones. Enfrentar la producción de disensos entre los jóvenes que constituyen un mismo sujeto político les prepara para evidenciar sus desacuerdos con otros sujetos políticos, en especial con aquellos a los que oponen resistencia. Numerosos son los ejemplos de conflictos sociales que no se resuelven mediante consensos, en los que se cierran los espacios de diálogo y con ello se invisibiliza el litigio. Por ello, el sujeto político Red Juvenil recurre, entre otras manifestaciones artísticas, a la expresión teatral como estrategia para crear un espacio de ficción a través del cual se pone en escena el conflicto para crear la posibilidad de nombrarlo, reflexionarlo, concientizarse ante él y actuar en pro de su resolución por vías noviolentas: “¿cómo te toco yo a vos?, ¿qué imagen tenemos que hacer para que vos despertés a esa realidad?”.22

Las expresiones teatrales son empleadas por el sujeto político como estrategias lúdico-críticas a través de las cuales se propone movilizar actitudes reflexivas, tanto entre sus actores, como en otros sujetos políticos que participan de ellas como espectadores. El sujeto político Red Juvenil interviene a través de la práctica de expresiones teatrales sobre condiciones de injusticia social, ejemplo de esto es la forma como a través de sus performance y parodias expresan su crítica frente a la sanción de la falta de pago de los servicios públicos con la desconexión de los mismos. Según sus ideas políticas, quienes ostentan el poder sobre estos servicios ejercen una violencia estructural que vulnera

22 Entrevista con “Yimer”. 29 de abril de 2009.

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la vida y la integridad física de las personas que habitan en sectores sociales desfavorecidos.

En sus expresiones teatrales acuden a usos estratégicos del lenguaje, tales como crear canciones, rimas y eslóganes para movilizar procesos de concientización sobre los modos como se reproducen las prácticas violentas. Se recurre a estrategias performativas e invitan a sus participantes a tomar distancia sobre los conflictos sociales, de forma que se puedan generar nuevos sentidos que movilicen los procesos de transformación de los mismos.

Los sentidos que circulan a través de las expresiones teatrales reflejan las ideas políticas del sujeto Red Juvenil. Su capacidad de generar transformaciones en la estructura social se relaciona directamente con la carga simbólica que le imprimen sus creadores para conmover a quienes participan de ellas y provocar la reflexión que posibilita la movilización de los procesos de concientización política. Los símbolos que se construyen en la expresión teatral indican la insumisión de este sujeto político ante los discursos dominantes y su intención explícita de ponerlos en crisis; se apropian de imágenes representativas de las “fuerzas del orden” y subvierten sus sentidos para desviar sus mensajes considerados alienantes en favor de sus posturas políticas: se disfrazan de soldados con narices de payaso, de periodistas títeres al servicio de un gran ojo cubierto de dinero o emplean los logos de poderosas empresas para construir pequeños monstruos de juguete con los que marchan en señal de protesta ante sus abusos de poder. En este sentido, las expresiones teatrales se constituyen en prácticas de resistencia, a través de las cuales el sujeto político somete a crítica la estructura social que, a su juicio, perpetúa condiciones de injusticia e inequidad, que destruye la pluralidad humana y rompe la confianza entre las y los actores políticos, limitando la capacidad de construirse narrativamente con otros.

El impacto que producen los símbolos está en relación con su capacidad para movilizar sensibilidades. El sujeto político nombra en

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la expresión teatral aquello que no puede decirse, para ello recurre a sistemas icónicos cuyos sentidos se construyen colectivamente entre las y los actores que participan de la expresión teatral. En la obra teatral Entre cuerpos y tambores entonan cumbias mientras danzan con faldas color naranja, se sientan a compartir alimentos y con sus gestos simulan el consumo de bananos, para lograr con ello ubicarnos en las zonas bananeras del Caribe colombiano. También recurren al uso de máscaras para escenificar a aquellos sujetos, de distintos bandos en conflicto, que no muestran su rostro y de manera oculta ejercen la violencia sobre otros y otras, sus gestos y movimientos corporales trasmiten, sin el empleo del lenguaje hablado, el temor, el dolor, la pérdida y la forma resiliente con que las comunidades enfrentan los daños que en ellas deja el conflicto armado; culminan la obra con una muestra de estrategias creativas, lúdicas y reflexivas para la acción noviolenta, a través de la cual elevan su voz de protesta para sintetizar la idea que han planeado visibilizar en el espacio público. Según Fernández Christlieb (1994, p, 82), los sistemas icónicos que configuran la obra teatral son expresión de la afectividad colectiva y su interpretación también es mediada por la afectividad; por medio de la acción interpretativa el sujeto politico dota colectivamente de sentido a la expresión teatral y le asigna significados al texto que en ella se narra.

Con el empleo del poder simbólico de las expresiones teatrales, el sujeto politico Red Juvenil logra producir saberes en torno a la estructura social que consideran repoductora de la asimetrías y perpetuadora de condiciones de injusticia, para provocar la crítica sobre dicha estructura. Esta intención crítica genera conflictos entre el sujeto político y las y los actores que representan el orden hegemónico. El actor político guarda en su memoria los modos como su opositor político, generalmente encarnado en los cuerpos de actores armados, ha reaccionado ante sus acciones noviolentas y aprende a identificarlo a pesar de las múltiples apariencias que pueda asumir. A partir del reconocimiento de aquellos de quienes se sabe diferente y opuesto, traza sus fronteras simbólicas y reafirma su postura identitaria. Para mantener sus fronteras simbólicas

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y protegerse ante las posibles repercusiones que pueden acarrear sus acciones, el actor político identifica tanto a sus opositores como a sus aliados políticos: organizaciones sociales con quienes comparte sus sentimientos e ideas políticas, y con éstos últimos diseña planes de acción para protegerse ante posibles agresiones.

La puesta en la escena pública de la identidad políticaEl sujeto político Red Juvenil emplea las expresiones teatrales como

una estrategia para intervenir imaginativamente en el espacio público, de este modo estas expresiones se usan como instrumento político y adquieren el carácter de acciones directas noviolentas, a través de las cuales el colectivo se propone movilizar las opiniones de los ciudadanos a favor de su proyecto político para la transformación social.

A través de las acciones directas noviolentas el sujeto político Red Juvenil participa activamente en la esfera pública y transforma la calle en el fórum donde pueden escenificar lúdico-críticamente situaciones que ejemplifican los modos de la estructura social “patriarcal” en la que, a su juicio, priman las relaciones verticales, los abusos de poder y el empleo de la violencia para imponer proyectos sociales y económicos; vulnera a la población y perpetúa situaciones de injusticia e inequidad.

Como modo de participación política, las acciones directas noviolentas se emplean a la manera de instrumentos creativos, lúdicos y críticos, a través de los cuales el joven vitaliza los modos de apropiarse del espacio público e irrumpe sorpresivamente su devenir cotidiano. El espacio público da cabida a la circulación de ideas divergentes; por medio de su irrupción en este escenario, el sujeto político Red Juvenil abre la posibilidad para el debate público, al problematizar situaciones que van siendo naturalizadas en contextos de pobreza y violencia.

Las acciones directas noviolentas son consideradas como un modo de participación política, también podemos considerarlas como un modo de participación ciudadana, pues son acciones que realizan ciudadanos en la polis; sin embargo, el sujeto político Red Juvenil considera que su

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modo de acción política difiere de la idea de participación ciudadana a través de la cual se reproducen mecanismos de conformidad y alienación social y se instaura un ideal de ciudadano cívico: “consideramos que hay una naturaleza conflictiva real en la ciudadanía y esto invisibiliza las disidencias”.23 Ahora bien, el concepto de ciudadanía ha madurado para dar cabida a manifestaciones juveniles y culturales e incluso en el campo teórico surgen conceptos como el de ciudadanías emancipadas y ciudadanías críticas; sin embargo, preferimos acercarnos a los lenguajes con los cuales el colectivo de actores al que nos referimos nombra su acción, pues estos lenguajes son expresión de su postura política y una trinchera desde la cual ejercen su práctica de resistencia. Este sujeto político se reconoce como civil, pues su práctica es no-armada; no obstante, toma la decisión de evitar nombrar su práctica recurriendo al concepto de “ciudanía” y entabla discusiones sobre la pertinencia de emplear términos similares a los de sus opositores políticos; estas discusiones les agotan, suelen quedar abiertas y son agendadas para próximos encuentros: “Hemos de tener en cuenta que conceptualizar tanto enreda, vamos construyendo en la práctica los conceptos políticos y sus contenidos se llenan dependiendo de ideologías”.24

A manera de conclusión, resaltamos que a través de la práctica de expresiones teatrales el sujeto político Red Juvenil genera experiencias para la formación de su subjetividad política y esta subjetividad se manifiesta en la producción de expresiones teatrales. Consideramos que la formación de subjetividades políticas es un acontecimiento estético y constituye una práctica de las y los actores sobre sí mismos; en ese sentido es productora de identidades políticas, pues invita al actor a una reflexión constante sobre los sentidos subjetivos que desea

23 Segmento del informe de observación de campo del 14 de mayo de 2009: conversatorio “Como están entendiendo las organizaciones sociales de la ciudad la lucha noviolenta”. Universidad de San Buenaventura.

24 Segmento del informe de observación de campo del 14 de mayo de 2009: Conversatorio “Como están entendiendo las organizaciones sociales de la ciudad, la lucha noviolenta”. Universidad de San Buenaventura.

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encarnar, aquellos que produce a través de sus diálogos e imaginación y el lugar de sus sentimientos en esta dinámica creativa.

En este orden de ideas, podemos atribuir a la práctica de expresiones teatrales una dimensión ética y otra estética, que fundamentan su empleo como estrategia para realizar la acción noviolenta en el espacio público. En suma, para movilizar la tarea estética de producir constantemente su identidad política, el sujeto político realiza prácticas a través de las cuales genera actitudes reflexivas y creativas que dinamizan su proceso de formación identitaria y favorecen la producción de actitudes que guardan coherencia con su proyecto político.

Configuración de identidades políticas juveniles a través de expresiones teatrales

Katharsis—ISSN 0124-7816, No. 15, pp. 67-87—enero-junio de 2013, Envigado, Colombia 87

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La familia según un enfoque de convergencia: diversidad familiar,

género y sexualidad*Family according to a convergence approach:

diversity, gender and sexuality

Ángela María Quintero Velásquez**

Necesitamos, pues, construir paradigmas endógenos

enraizados en nuestras propias circunstancias,

que reflejen la compleja realidad que

tenemos y vivimos.

(Fals Borda y Mora-Osejo)

ResumenEl artículo reseña los cambios de la familia contemporánea. Valida la familia como institución y sistema social atemporal. Con Enfoque de Convergencia, expone los enlaces socio-jurídicos y la diversidad familiar, haciendo énfasis en las familias monoparentales y homoparentales. Concibe la sexualidad y el género en perspectiva funcional y propone rutas y lineamientos de atención integral, bajo los enfoques distintos como: derecho, género, diferencial, poblacional, territorial, intercultural.

Palabras claves: género, sexualidad, diversidad familiar, tipologías, ciencias sociales, derecho, políticas públicas.

* Adaptación de la conferencia: Conformación de la familia: género, sexualidad y diversi-dad familiar. Lectura desde las ciencias sociales (2012). En Terceras Jornadas de Derecho, Género y Sexualidad. Medellín. La Familia en Colombia: una mirada desde el derecho, el género y la sexualidad. Universidad EAFIT, Escuela de Derecho, Área de Derecho Privado y Semillero de Investigación en Derecho de Familia —SIDEFA.

** Trabajadora Social, Magíster en Orientación y Consejería. Profesora titular Universidad de Antioquia, Jubilada. Actualmente es conferencista investigadora, profesora visitante, Catedrática y Consultora internacional, Autora: Trabajo Social y Procesos Familiares, Formas Alternativas de enfrentar los conflictos socio-familiares, El Trabajo Social Familiar y el Enfoque Sistémico, Diccionario Especializado en Familia y Género, Tesauro Colombiano de Familia y Genero. Correo: [email protected] Medellín-Colombia.

Katharsis–Institución Universitaria de Envigado

Ángela María Quintero Velásquez

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AbstractThe article provides an overview of the changes of the contemporary family. It validates the family as an institution and a timeless social system. With a focus on convergence, it presents the socio-legal links and the family diversity, with an emphasis on single-parent and homoparental families. In the same way, it conceives sexuality and gender in a functional perspective and proposes some paths and procedures related to an integral attention; this, under different approaches such as: law, gender, population, differential, territorial, intercultural.

Key Words: gender, sexuality, family diversity, typologies, social sciences, law, public policies.

IntroducciónEl artículo exhorta, de manera general, a estudiar y comprender la

conformación de la familia moderna, en sus matices estructurales, funcionales y evolutivos, con elementos de análisis de contexto en los ejes transversales de género y sexualidad, como categorías significativas y recurrentes en las últimas décadas, que expresan la diversidad familiar.

El artículo no pretende profundizar en cada una de las tipologías o estructuras, o modelos (como los nomina el derecho), en la interacción género y sexualidad, sino que enuncia referencias genéricas a los cambios en las organizaciones familiares, enfatizando las concepciones contemporáneas de género y sexualidad, que a su vez facilitan la emergencia de tipologías que han estado presentes, pero en menor porcentaje y de bajo perfil, y determinan cambios en las familias tradicionales.

La invitación es a acompañar la reflexión, desprovistos de posiciones excluyentes, empíricas o subjetivas, que priman cuando corresponde el tema y que no son exclusivas del ciudadano raso, pues también son frecuentes en profesionales y personas letradas, que anteponen su sistema de creencias al rigor científico para especular y opinar sobre las transformaciones de la familia actual. El análisis coetáneo de la familia requiere posturas e ideas libres de demagogia, sectarismo ideológico

La familia según un enfoque de convergencia: diversidad familiar, género y sexualidad

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o proselitismo, que contribuyan a generar comunidad académica, científica, que permitan la construcción de ciudadanía y la cooperación de saberes.

El artículo es una revisión temática, fundamentada en una cosmovisión holística de los procesos y de las tendencias y contratendencias que caracterizan los sistemas humanos. Implica un giro de paradigma y la asunción de la relación dialéctica entropía-homeostasis —orden-desorden—, como elemento constitutivo del universo y de los sistemas que lo integran. En correspondencia, invoca los postulados teóricos actuales debatidos en América Latina sobre los ejes nodales de la familia y sus miembros, en una de las manifestaciones contemporáneas del siglo.

El estudio, la comprensión y la intervención, bajo estos parámetros, está orientado a expandir el pensamiento, hacia lecturas incluyentes de las organizaciones familiares en emergencia y de los arreglos relacionales propios de las interacciones “líquidas”, efímeras, que cobran auge en los tiempos.1

Se está ante un cambio de paradigma, con predominio de la incertidumbre, la convergencia, la cooperación de los saberes, la ética en sus diversas acepciones. Pero la complejidad de la época instaura también el pensamiento obcecado, fundamentalista, hedonista, individualista. Cualquier reflexión del tema evoca la noción moderna de la ética como nodo transversal del cambio de época y de los ineluctables procesos de adaptabilidad y evolución del máximo sistema social: la familia. La ética, en su acepción moderna, transversaliza el discernimiento integral y consecuente del discurso familiar.

1 Parafraseando a Bauman, de lo líquido, ligero, que se escapa. Las condiciones de vida y estrategias de las personas se modifican vertiginosamente, son momentos mutables, a un ritmo acelerado, las prácticas no se consolidan. La precariedad es un signo del milenio. La inseguridad prevalece frente a la seguridad. Las personas están siempre comenzando ta-reas y a su vez terminando. Bauman, Zygmunt (2007), Miedo líquido. La sociedad contem-poránea y sus temores. Barcelona: Paidós. Bauman, Z. (2005a). Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos. Argentina: Fondo de Cultura Económica. (2005b), Modernidad líquida. Argentina: Fondo de Cultura Económica.

Ángela María Quintero Velásquez

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En tiempos interdisciplinariosSe avecina una dialéctica muy potente en la transformación de la

familia del siglo, fluctuando por su misma esencia y condición filo y epigenética, entre las cosmovisiones tradicionales y conservadoras que propugnan por su “statu quo” o no evolución y las liberales o de vanguardia, que acompañan el ineludible cambio de la máxima institución y del sistema social. Los preceptos de la inclusión, de la equidad, de la justicia social, de la diversidad y de las teorías del caos y la complejidad, establecerían que no fueran antagónicas, contradictorias estas tendencias, con matices, sino que expresarán el caleidoscopio de la condición humana y los bucles de retroalimentación no lineales, de la época (Quintero, 2012).

La familia no está en vía de desintegración, de muerte, de extinción, como algunas posturas apocalípticas lo enuncian. Por su mismo carácter, es un sistema e institución en evolución, en transformación, en capacidad de adaptación a los cambios sociales y, como tal, recrea los giros en su estructura, funcionamiento y ciclo vital. Es polifórmica y permeable a las vicisitudes del universo. Como todos los sistemas vivos y humanos, atiende su desarrollo endógeno y exógeno, en una dialéctica de entropía-homeostasis, orden-desorden, equilibrio-desintegración.

La familia, como la institución que acompaña el devenir humano desde su origen, define las dimensiones más básicas de la persona y los procesos de socialización y protección psicoafectiva. Se transforma y adapta, unas veces paulatinamente y otras vertiginosamente, según el entorno, rural o citadino, y las dinámicas económicas, políticas y culturales, como la siguientes: incorporación masiva de la mujer y otros miembros de la familia a la fuerza laboral, participación femenina en el ámbito público, precariedad laboral, trayectorias vitales truncadas, desplazamiento forzado, impacto de las TICS,2 cambios demográficos

2 Tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Algunos sectores las nombran nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC).

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—baja natalidad, incremento de abortos, divorcios, embarazos adolescentes—, violencias de todo tipo, trata de personas, migraciones internas y trasnacionales, entre otros fenómenos societales.

En razón de lo cual la CEPAL plantea: en el estudio y análisis de las familias, de sus condiciones de vida, de su organización, evolución y estructura y de sus dificultades más apremiantes se entrecruzan y tensionan diversos ámbitos: lo público y lo privado, el orden legal formal y el ejercicio concreto y efectivo de los derechos humanos, las relaciones de género y entre generaciones, el papel del Estado y del mercado, la política social y la política económica, el trabajo remunerado y el no remunerado, el trabajo formal y el informal, las grandes tendencias macroeconómicas y demográficas y el uso del tiempo y las decisiones de las personas dentro de sus hogares, la crisis del cuidado y la crisis en la economía, los vínculos entre la protección social, el trabajo y la cohesión social (Nieves y Maldonado, 2011, p. 14).

Las contribuciones aquí reunidas tienden puentes entre el diagnóstico empírico, la política pública y las leyes más trascendentes para la composición, el reconocimiento, la evolución, las características y las fuentes de vulnerabilidad de los arreglos familiares. Asimismo, las perspectivas aquí expuestas son valiosas por su diversidad y tejen puntos de encuentro entre disciplinas como el derecho, la demografía, la sociología, la filosofía, los estudios de género, la praxis legislativa y la implementación de políticas públicas. Esto brinda un panorama más completo acerca de una realidad socioeconómica —la de las familias— íntimamente relacionada con la división sexual del trabajo remunerado y no remunerado, con el contexto económico y las normas jurídicas que regulan el ámbito laboral y doméstico, con un conjunto de políticas centradas en el hogar como objeto de análisis y de intervención pública y, finalmente, con las grandes tendencias de cambio poblacional. Este último es un elemento estructural que suele perderse de vista cuando los apremios de la coyuntura económica se imponen a la agenda y al debate público (Nieves y Maldonado, 2011, p. 15).

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Arriagada (2012) también se refiere a las grandes transformaciones que han experimentado las familias latinoamericanas como efecto de los procesos globales de la modernidad; de su diversidad étnica y cultural y de las grandes desigualdades en términos de género y bienestar. Alude a las tres principales fuentes de desigualdad en América Latina: proveniente de la posición o pertenencia a determinada clase o patrimonio, a lo étnico-racial y a los sistemas de género existentes en la región.

La familia es el grupo primario de pertenencia de los individuos e influye significativamente las trayectorias vitales. En su concepción más conocida, está constituida por la pareja y su descendencia. Sin embargo, el proceso histórico y social evidencia diferentes estructuras familiares. Ello indica que la familia está ligada a la transformación de la cultura contemporánea. Para entenderla es menester un giro de paradigma, considerando, lo propio de la globalización y la modernización socio-económica y cultural de la región. Esto establece grados de diversidad y desigualdad entre las familias.

Los ejes tradicionales de la familia: parentalidad, individualidad y conyugalidad, han mutado acorde con los cambios societales, lo que es expresado en la diversidad de organizaciones y en la emergencia de estructuras. Se trata, pues, de acoger la noción de familia como construcción social propia de la posmodernidad.

Aunque en general tiende a idealizarse la familia nuclear, lo cierto es que en el caso de Colombia encontramos una enorme diversidad de formas familiares. En efecto, las familias, como cualquier institución social, cambian y adoptan estrategias diferentes para garantizar su pervivencia y acomodo en la vida social. En Colombia, desde la década de los ochenta, han proliferado investigaciones que, con diversos matices, coinciden en destacar los cambios producidos en las formas familiares (Gutiérrez de Pineda, 1998; Henao, 1997; Maldonado, 1999; Puyana, 2003). Cambios que han sido tildados de complejos y contradictorios, toda vez que involucran tendencias diversas,

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contrapuestas incluso. Como ilustra Puyana (2003), estos cambios oscilan entre la reproducción de los roles respecto de la organización interna de la familia, caracterizada por una rígida división sexual, donde los hombres actúan como proveedores y las mujeres como amas de casa, hasta formas más democráticas de ejercer la paternidad y la maternidad, pasando por situaciones de transición que evidencian cambios lentos en los roles ejercidos por hombres y mujeres en las familias. Por lo demás, esta propensión a la diversidad de formas familiares se completa con un decrecimiento de la familia nuclear, en consonancia con un aumento de grupos familiares monoparentales femeninos (Rico de Alonso, 1999; Puyana et al., 2003; Puyana, 2009; Santos (dir.), 2011, p. 8)

Los aportes conceptuales, expresados desde diferentes disciplinas, sociología, trabajo social, derecho, demografía, entre otras, se nutren en la contemporaneidad con los avances de:

La economía, como ciencia social, estudia a la familia desde:

[…] visiones teóricas alternativas a la neoclásica, que reconocen la interrelación hombre-mujer para asegurar la reproducción biológica y social; pero a la vez interpretan que el actuar de hombres y mujeres como agentes económicos se da en condiciones muy distintas en cuanto a roles, intereses, necesidades y limitaciones (Serrano y Villegas, 2003, p. 13).

La Nueva Economía del Hogar, enriquecida con los aportes de Gary Becker y todo el trabajo desarrollado en los años ochenta y noventa del siglo XX sobre los modelos de comportamiento intrafamiliar, logra avanzar en la superación de la familia como agente económico pasivo, cuya única actividad era el consumo, y así dar paso a la familia como unidad de decisión de consumo, queriendo decir con ello que la función consuntiva3 no es un acto final, sino un acto consciente e intermedio orientado hacia la producción.

3 Que consume o puede consumir. Los ingresos de las familias tienen dos funciones: consu-mo y ahorro.

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Pero su visión paradigmática de unidad [de la familia], de espacio armónico e igualitario ha sido ampliamente cuestionada desde la evidencia empírica y también en la teoría, con concepciones que proponen repensar estas relaciones internas, teniendo en cuenta que lo que se presentan son negociaciones entre hombres y mujeres en un ámbito de "conflictos", con diferencias en el poder de negociación, determinadas, entre otras cosas, por las asimetrías de género, edad, educación, ingresos, y del acceso, control y percepción de los recursos (Serrano y Villegas, 2003, p. 141).

Esta visión económica fortalece la comprensión multidisciplinaria de la familia y aporta categorías de análisis fundamentales en las prácticas de la sexualidad y el enfoque de género, la conciliación mundo laboral-familia, las transferencias —subsidios— a familias en estado de pobreza e indigencia, el cuidado sanitario a personas en situación de discapacidad o enfermos terminales, el subsidio para la crianza de los hijos.

Enlaces socio-jurídicosDiversas voces y escenarios invocan en la última década la necesidad

de articular el derecho en todas sus expresiones con la compleja, mutante y dinámica realidad social, que en tiempos interdisciplinarios exige miradas y lecturas integrales, holísticas y circulares.

Por otra parte, las normas jurídicas deben integrar a los nuevos arreglos familiares mediante leyes de reconocimiento que incentiven la redistribución y los acuerdos cooperativos entre sus miembros. La legislación y los instrumentos de recolección de información estadística deben reconocer a las nuevas familias reales, es decir diversas, y no a las imaginadas desde el modelo patriarcal. La legislación de familia, laboral y de otros ámbitos contribuyen activamente a la transformación de los roles y poderes relativos entre hombres y mujeres, por lo que son una herramienta central para articular mejor el mundo de la familia y del trabajo (Nieves y Maldonado, 2011, p. 18).

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El lenguaje colaborativo, propio de la época, propicia la cooperación de las ciencias sociales —antropología, historia, sociología, trabajo social, psicología, filosofía— y las ciencias jurídicas —enfatizando el derecho internacional privado, internacionalización de la familia, derechos de los niños, las niñas y los adolescentes. De esta manera se neutraliza de a poco la disociación de la legislación con los dilemas humanos y se instauran escenarios de reflexión consensuada e inclusión epistemológica.

No obstante, las organizaciones familiares emergentes en la sociedad, de nueva generación, no son vinculantes en el derecho, pero sí sancionadas socialmente y favorecidas casuísticamente por las sentencias de la honorable Corte Constitucional. De igual manera que las ciencias sociales fundamentan la diversidad familiar, el derecho expresa varias interpretaciones de ser de familia: artículo 42, Constitución Política (1991), Ley de violencia intrafamiliar (1996), la pareja es considerada familia, las parejas del mismo sexo constituyen una familia y sus derechos económicos son inmodificables.

Contrario a las posiciones de la Iglesia Católica y de los sectores más conservadores de la sociedad, la Corte Constitucional avala a las parejas homosexuales como una forma de familia, aunque no las nombre de igual manera que en las ciencias sociales, esto es, como familias homoparentales.

La doctrina ha puesto de relieve que “la idea de la heterogeneidad de los modelos familiares permite pasar de una percepción estática a una percepción dinámica y longitudinal de la familia, donde el individuo, a lo largo de su vida, puede integrar distintas configuraciones con funcionamientos propios. […]. El “carácter maleable de la familia” se corresponde con un Estado multicultural y pluriétnico que justifica el derecho de las personas a establecer una familia “de acuerdo a sus propias opciones de vida, siempre y cuando respeten los derechos fundamentales”, pues, en razón de la variedad, “la familia puede tomar diversas formas según los grupos culturalmente diferenciados”, por lo

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que “no es constitucionalmente admisible el reproche y mucho menos el rechazo de las opciones que libremente configuren las personas para establecer una familia” (Sentencia C-577, 2011).

Pero desde su creación la Corte conceptúa sobre los cambios de la familia colombiana. Para la ilustración:

La familia es ante todo una cultura y una manera de percibir la realidad a través de unos valores específicos. Esta cultura familiar no sólo no puede ser directamente lograda por el derecho, sino que constituye un ámbito de libertad que debe ser protegido de toda inferencia institucional (Álvarez, 2012, p. 2ss), sentencia T-060 de 1995.

A modo de resumen, esta autora sustenta la sentencia constitucional:

Se quiere dar a entender que si bien la familia es un objeto de regulación de la norma, esta regulación tiene unos límites bien claros y son la unidad y la libertad propia de la familia, porque no pueden las familias adaptarse a postulados de la norma propios del derecho, porque estás (las familias), no nacen a voluntad del derecho, sino como producto de la dinámica social. La familia no se crea porque el derecho tenga a bien hacerlo, se podría más bien pensar que el derecho es una consecuencia del nacimiento y accionar de la familia.

A la fecha, el legislador no ha agotado ni desarrollado plenamente los efectos de las distintas formas de conformar a la familia, previstas en la Constitución. Tal falta de desarrollo normativo no implica que el mandato constitucional, que obliga a reconocer diversas formas de familia, no tenga efectos jurídicos.

Se podría alegar, en todo caso, que esta línea de argumentación no tiene en cuenta las obligaciones y relaciones de consanguinidad y afinidad, derivadas de las relaciones familiares resultantes del matrimonio o de las parejas de compañeros permanentes. Sobre el particular, la Corte precisa que la familia no se estructura en torno a tales relaciones de consanguinidad, afinidad y existencia de obligaciones, como los alimentos. La familia se organiza en torno a la solidaridad

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jurídica. Así, el padre biológico está obligado a dar alimentos a sus hijos y los hijos tienen deber de respeto hacia los padres biológicos. Pero ello no agota la temática de la familia.

La jurisprudencia constitucional nos ha permitido llegar a establecer que el concepto de familia no es estático, sino que está en constante cambio, debido a, los directamente proporcionales, cambios de la sociedad que se ven, en ocasiones, incrementados por las tendencias externas.

Los avances constitucionales refieren nuevas concepciones de familia. No hay uniformidad desde el derecho en el uso de los términos referidos a la familia. En las sentencias de las cortes, es indiscriminado y la mayoría de las veces usados como sinónimos: modelos, organización, tipología, formas, ente otras.

Diversidad familiar: múltiples denominaciones Según la investigación terminológica y lexicográfica del Diccionario

especializado de familia y género (2007), el término normalizado y de uso científico en las ciencias sociales es diversidad familiar, derivado de poliformismo familiar que legó la maestra Virginia Gutiérrez de Pineda. En este marco polisémico, se encuentran referencias utilizadas como sinónimos: multicultural, multinacional, multidiversa, pero que expresan conceptualizaciones variadas:

Multicultural: implica la internacionalización de valores, el matrimonio interracial, por conveniencia para legalizar u obtener ciudadanía en países receptores de migrantes.

Multidiversidad: antropológicamente es la heterogeneidad de arreglos en las relaciones conyugales, perennito-filiales y fraternas.

Multinacional: sustenta las familias transnacionales a partir de los procesos de migración de uno o ambos padres.

La diversidad familiar es asumida en sus diferentes acepciones, y bajo parámetros científicos que instauran lecturas desde las ciencias de la información —terminología y lexicografía— con los lenguajes

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especializados, para normalizar y neutralizar la polisemia, el calco y los conceptos vacíos de significado teórico, cargados de ideología y posturas subjetivas y empíricas. De esta manera están categorizadas4: familias tradicionales, familias de nuevo tipo y hogares no familiares. Pero más allá de estudiar y asignar la debida tipología, es menester entender los cambios de la familia contemporánea en su estructura, función y evolución, para comprender también que en todos los estratos socio-económicos hay elementos críticos y conflictivos.

Familia es considerada como institución, sistema social, grupo, no como un modelo. La denominación en singular de familia, implica que al utilizar el concepto diversidad familiar se anticipa explícita e implícitamente que hay variedad de tipologías o estructuras familiares. La dialéctica singular-plural, familia-familias se inscribe, además, en el pensamiento complejo, desde el cual Morín plantea que no estamos en un universo sino en el multiverso.

La familia ha cambiado sus funciones. Cuatro aspectos la definieron como forma jurídica de la heterosexualidad en el siglo XIX: ser el lugar de la afectividad, constituir un ámbito de educación de los hijos (en cabeza de las mujeres), una unidad económica (en cabeza de los hombres) y ser el lugar de lo privado. Pero si revisáramos en detalle la historia en el siglo XX y lo que corre del XXI, ninguna de estas funciones permanece o está situada de manera exclusiva en los grupos considerados como familia (tradicional). Estas características son ante todo funciones reguladas y reguladoras al servicio de proyectos políticos y económicos específicos. Por lo tanto, la idea de familia antes que un lugar natural, es una construcción social que se legitima a posteriori y se transforma constantemente (Gómez, 2009, p. 91).

La Encuesta de la Procuraduría General de la Nación (2012) ilustra esa dialéctica en la percepción de la familia como institución básica,

4 Tipologías tradicionales: nuclear, extensa, ampliada y familias sin núcleo. Familias de nuevo tipo: homoparentales, monoparentales, simultánea. Hogares no familiares: hogar, hogar unipersonal, pareja o díada conyugal.

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presente en las organizaciones humanas. Respetando las diferencias ideológicas y políticas que simboliza, este estudio es significativo, pues con metodología científica ilustra desde una población intencionada en su sistema de creencias lo que representa la familia, la relación con el Estado y los sistemas externos, en el desarrollo individual, familiar y social. Entre algunos de los datos que merecen destacarse y que reflejan opiniones subjetivas, resalta la ignorancia sobre legislación en familia, que pese al evidente desfase con la compleja y dinámica realidad social, es menester invocar que sí ha avanzado en Colombia.

Esta encuesta recogió las percepciones en tres grupos etáreos, jóvenes, adultos mayores y adultos, con evidente tendencia religiosa y conservadora en la visión del mundo, pero no por ello merece descalificación, sino identificar un estudio que coadyuve en la comprensión de la diversidad, la dialéctica y la coexistencia de múltiples expresiones políticas, ideológicas y culturales.

Sin agotar el tema, resalta el avance sobre dos organizaciones de nuevo tipo: familias monoparentales con jefatura femenina: “(…) esta tipología se ha venido incrementando en la sociedad colombiana y en la sociedad en general; presenta el funcionamiento de la familia monoparental como una expresión de la diversidad de las familias contemporáneas, efecto de un sinnúmero de cambios en su dinámica y estructuras” (Uribe, 2012, p. 19).

Familias homoparentales. El concepto no es vinculante, pero evidencia una representación social, “una (…) defensa de los derechos de las diversidades sexuales y los arreglos sociales de parentesco alternativo (Gómez, 2009, p. 98)”. En términos jurídicos y estatales, da lugar al reconocimiento de derechos patrimoniales, de seguridad social y pensionales a las parejas del mismo sexo que acreditan su unión permanente. Refuerza la ruta del movimiento social por la aprobación de las uniones entre personas del mismo sexo y el matrimonio igualitario, que es aprobado o debatido en gran parte del continente.

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La Corte Constitucional sentencia el derecho que tienen las parejas del mismo sexo, por lo cual es un deber del Estado acatar las medidas tomadas en pro de la igualdad y aceptar que los derechos reconocidos a los homosexuales son inquebrantables. La unión entre parejas homosexuales es un tipo de familia protegida por principios derivados de la Carta Política. Tendencia irreversible, pese a la incapacidad del Congreso Colombiano de legislar al respecto (no aprobación de reglamentación de uniones entre parejas del mismo sexo, abril de 2013).

Sexualidad y género en perspectiva funcionalEn gran medida las concepciones, prácticas y creencias

contemporáneas sobre la función sexo-reproductiva y el enfoque y teorías de género, influyen en la conformación de la familia y en su diversidad.

El ejercicio de la sexualidad está asociado a la procreación de la especie como un mandato cultural y religioso. En la época, el análisis diferencial del fenómeno conlleva cambios funcionales, propiciado por la revolución natural de los métodos de planificación familiar y los movimientos sociales del feminismo y libertades civiles de los años sesenta. El deslinde entre las relaciones genitales, la convivencia en pareja o en familia, de la procreación, por opción de uno o ambos miembros de la pareja, fragmenta uno de los mitos fundacionales de la cultura judeo-cristiana, sobre la virginidad, la monogamia, la fidelidad, las relaciones sexuales solo bajo manto de vínculo matrimonial y el nacimiento de hijos e hijas como su propósito.

La sexualidad, la procreación, la convivencia y la producción y reproducción social continúan experimentando importantes cambios en la era de las comunicaciones, la globalización y los mundos híbridos urbanos. A la par con estas transformaciones, las formas de familia se alteran. Las nuevas y variadas formas de relacionamiento de los individuos generan fragmentación y ambigüedad en los límites relacionales, que hacen difícil distinguir quién está dentro o fuera de la familia. Se crean y dispersan grupos familiares de acuerdo con el

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curso de vida de sus miembros, con separaciones y divorcios, con las migraciones y los conflictos. Existen nuevas composiciones familiares surgidas de las separaciones, que generan familias compuestas, de segundas o terceras uniones, crecimiento de formas monoparentales o unipersonales, de parejas homosexuales, como de variedades de familias nucleares. Estas nuevas formas familiares hacen parte de los fenómenos propios que configuran la postmodernidad. (Pineda, 2010, p. 52).

La categoría de género, como dominio científico, caracteriza la concepción moderna de género como un dado socio-cultural, propio de cada sistema de creencias e historia filogenética y ontogenética, instaura visiones integradoras, revolucionarias en la manera de entender y operar los estereotipos.

La relación dialéctica género-sexualidad permea los factores que han contribuido a la transformación de las familias (Uribe, 2012, p. 30-47): situación económica, participación de la mujer en el mercado laboral, movimientos de mujeres y avances en derechos humanos, acceso de las mujeres a la educación, cambios socio-políticos y transformaciones demográficas. Las diferencias entres estas dinámicas indican que las familias han desarrollado nuevas lógicas de conformación e interrelación, acordes con los cambios socio-políticos y demográficos, trayendo como consecuencia cambios que necesitan ser estudiados, para entender de mejor manera las estructuras familiares y mejorar la intervención de instituciones estatales y no gubernamentales que trabajan con los grupos familiares.

En la región, y bajo liderazgo de la OIT,5 se promueve la reflexión, acuerdos y desacuerdos sobre temas cruciales: trabajo decente y equidad de género, incorporación de las mujeres al mundo del trabajo y las brechas de género que aún persisten en América Latina y el Caribe. Ello conlleva las políticas públicas y reformas legales aplicadas en la

5 Informe regional sobre trabajo decente e igualdad de género. OIT, ONU Mujeres, PNUD, CEPAL y FAO. En proceso. Entrega primer semestre 2013.

Ángela María Quintero Velásquez

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materia, que de manera consensuada entre representantes de gobierno, de organizaciones de empleadores, de trabajadores, de la sociedad civil y del sector académico, implica un desafío para promover la igualdad de género en el mundo del trabajo en la región. Ya que a pesar del aumento sostenido del número de mujeres en la fuerza de trabajo, aún persisten las inequidades en relación al trabajo de los hombres, como, por ejemplo: soportan un mayor desempleo, sus salarios —en igualdad de funciones— son menores a los hombres.

Además, el estudio de las agencias de la ONU indaga en temas como la segregación ocupacional, las brechas de salarios, la situación de las mujeres en el medio rural, indígenas, afrodescendientes y migrantes, el efecto de la doble jornada de trabajo que viven, la persistencia de políticas que favorecen la discriminación y el aporte de las mujeres para la superación de la pobreza.

[…] tras ubicar las principales urgencias relacionadas con la crisis del cuidado en América Latina y diversas asincronías vinculadas a la discriminación de género y a la rigidez de la división sexual del trabajo, Rico señala que, en efecto, la inserción laboral de las mujeres presenta una evidente estratificación por edad y por nivel socioeconómico, que se traduce en una mayor carga de trabajo no remunerado en comparación con los hombres, cuya ausencia en esas labores es constante en todos los estratos (Nieves y Maldonado, 2011, p.16).

Los cambios funcionales de la familia recrean opciones de las nuevas organizaciones, dado que ya la convivencia en pareja y en familia no es necesaria para cumplir funciones parentales y erótico-afectivas. La auto validación económica de la mujer, aun con las inequidades salariales y laborales existentes, y las múltiples alternativas de tener o no tener hijos, inciden en el auge contemporáneo de las familias monoparentales, homoparentales, familias sin núcleo, díadas o pareja conyugal y hogares unipersonales. La diversidad sexual y familiar también incluye fenómenos en emergencia, como el contrato triafectivo

La familia según un enfoque de convergencia: diversidad familiar, género y sexualidad

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y la poliafectividad, que ya son reconocidas socialmente en países como Brasil e instauran nuevas relaciones de pareja y de ser familia.6

Las familias contemporáneas vienen presentando rasgos de particularidad configurados desde el ayer con marcas de época que las hace centro de interés científico, en tanto se constituyen en el reto multidisciplinar de intervención, precisamente por aquellas condiciones insospechadas con las que hoy son familia, referidas a la posibilidad de respuesta que van dando según las relaciones internas y externas que en ella se van presentando en relación con las condiciones contextuales (Agudelo, 2013, p. 3).

Provocaciones: desafíosLa diversidad familiar, no sólo en Colombia, sino regional e

intercontinentalmente, ha sido influenciada por las transformaciones en el género y la sexualidad, como elementos que trasversalizan el funcionamiento de la familia e instauran otras tipologías y dinámicas relacionales. Por su misma naturaleza, son categorías susceptibles de debate y reflexión jurídica, política, ética y cultural, pues representan cosmovisiones del mundo específicas.

De esta manera coexisten estructuras tradicionales, clásicas y conservadoras, con estructuras modernas, ecosistémicas, holísticas y democráticas. Con un espectro variable de aceptación o rechazo de las mutaciones. En cualquier circunstancia, los estudios científicos desde las ciencias sociales y la modernización del derecho y el sistema legal, permiten ya un reconocimiento socio-jurídico de organizaciones familiares en auge, tales como las familias monoparentales y homoparentales.

En la narrativa académica la aprehensión y correlación entre diversidad familiar, sexualidad y género, da cuenta de su evolución y de su inserción en el paradigma de la convergencia, de la

6 En agosto de 2012 se registro en notaria en Brasil una "unión civil poligámica".No como matrimonio, sino escritura pública declaratoria de una unión poliafectiva estable.

Ángela María Quintero Velásquez

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multidisciplinariedad y la cooperación de saberes, de la producción de conocimiento específico pero en contextos planetarios; avizora desarrollos importantes para el quehacer de diferentes disciplinas y oficios, que le permitan la participación activa en los movimientos sociales, el diseño, la ejecución y la evaluación de políticas públicas, y los enlaces socio-jurídicos, que por mandato operan en los países de la región.

Esta radiografía de la familia contemporánea exige rutas y lineamientos de atención integral que asuman, analicen e intervengan de manera ética, coherente, incluyente y respetuosa de la diversidad familiar, bajo los enfoques de: derechos, de género, diferencial, poblacional, territorial e intercultural.

Enfoque de derechosEl enfoque de derechos, como perspectiva que orienta el diseño,

formulación e

implementación de políticas públicas en materia de atención a la población, tiene como fundamento principal el Derecho Internacional de los Derechos Humanos.

Al introducir este concepto se procura cambiar la lógica de los procesos de elaboración de políticas, para que el punto de partida no sea la existencia de personas con necesidades que deben ser asistidas, sino sujetos con derecho a requerir determinadas acciones, prestaciones y conductas (Bastidas, Espinosa, Galindo, Wilder, y Monsalve, 2011, p.25).

Enfoque de géneroDesde el enfoque de género se considera lo femenino y lo masculino

como fuerzas imprescindibles para la construcción de la sociedad, en función de un alto nivel de desarrollo y bienestar, aplica el análisis de género para identificar intereses y necesidades de hombres y mujeres de modo que sean tenidos en cuenta en la formulación, implementación, evaluación y análisis de las políticas públicas (Baquero, 2009, p. 29).

La familia según un enfoque de convergencia: diversidad familiar, género y sexualidad

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La perspectiva de género modifica las relaciones de dominación, discriminación y violencia entre hombres y mujeres, aceptando las nuevas masculinidades, al unísono de las nuevas feminidades. Ello redunda en vínculos a partir de la diferencia y propicia relaciones con equidad, igualdad y respeto de género.

Enfoque diferencialBusca visibilizar vulnerabilidades y vulneraciones específicas de

grupos e individuos específicos y prioriza acciones de protección y restauración de los derechos vulnerados. Implica: identificar los vacíos y riesgos de protección de cada grupo y desarrollar herramientas para dar soluciones, promover la participación equitativa y planear y ejecutar medidas afirmativas basadas en caracterizaciones sistemáticas para la garantía del goce efectivo de los derechos de los diferentes grupos poblacionales (citado en Ministerio de la Protección Social, 2011, p. 27).

Se trata entonces de un reconocimiento de ciudadanía a pesar de las diferencias que históricamente han generado exclusiones sociales.

Enfoque interculturalDada la diversidad cultural de la sociedad actual y los desarrollos

en derechos humanos, se entiende la convivencia de diferentes grupos y pueblos culturales, etnias y migrantes en espacios sociales comunes, pero con el propósito de que se enriquezcan mutuamente, sean interdependientes y valoren sus raíces.

Enfoque poblacionalEl enfoque poblacional diferencial reconoce la diversidad del ser

humano como centro de las políticas y acciones que desde los diferentes sectores e instituciones se formulen y desarrollen, para el mejoramiento de su calidad de vida. Es una estrategia que permite disminuir brechas de desigualdad existentes en algunos de los sectores sociales, etarios

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y grupos étnicos que habitan la ciudad, mediante la promoción de la diversidad, la autonomía y el ejercicio de interculturalidad de las ciudadanas y los ciudadanos, a partir del reconocimiento de sus particularidades.

Enfoque territorialConstituye una visión sistémica, holística e integral de un

territorio determinado en el corto, mediano y largo plazo. Este horizonte de tiempo puede significar cinco, quince y veinticinco años respectivamente. El plazo de tiempo fundamental, sin embargo, es el del largo, mientras que el corto y mediano se desarrollan a partir de ese. Planifica el territorio considerando su potencialidad económica y la atención a los temas sociales, culturales y ambientales y para ello integra espacios, actores, la producción de bienes y servicios, así como las políticas públicas de intervención.

Todo lo cual contribuirá a la atención integral que propenda por garantizar el goce efectivo de los derechos de la población, con programas y acciones de corto, mediano y largo plazo orientadas a que se generen condiciones de sostenibilidad económica y social para la población vulnerada y en riesgo.

Como academia, sociedad civil, Estado, organizaciones e instituciones sociales, organismos supranacionales multilaterales y agencias de cooperación internacional, el reto es generar procesos renovadores y versátiles en los múltiples escenarios de la vida cotidiana. Mayor prevalencia y exigencia a los centros de estudio superior, que poseen la responsabilidad universitaria de aportar conocimiento a la sociedad, contribuir al desarrollo y la innovación tecnológica, acorde con los preceptos del desarrollo humano y sostenible, que dignifiquen la calidad de vida presente y garanticen la supervivencia de las generaciones futuras.

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Estos son los vientos de una sociedad plural, multicultural, democrática y libre. Y apenas constituyen el inicio de otros debates que tendremos que dar en el futuro próximo y que son consecuencia de esa sociedad plural, que reclama la inclusión de todos los modos de ver el mundo, con prescindencia de confesionalismos o visiones unilaterales de la sociedad y la cultura. La familia no está ajena a estas discusiones y proyecciones y quizá la familia del futuro sea algo muy distinto a lo que hemos vivido en los últimos dos mil años (Pérez, 2010).

Ángela María Quintero Velásquez

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Sobre la intervención familiar en escenarios educativos.

Aproximación a una revisión documental*

About family intervention in educational settings. An approach to a paper review

Alexander Rodríguez Bustamante**

Edison Francisco Viveros Chavarría***

ResumenEste artículo de revisión contiene algunos estudios relacionados con los temas de familia, educación, interdisciplinariedad e intervención. El enfoque metodológico fue cualitativo, hubo énfasis en la estrategia documental. Los hallazgos fueron: “La familia y la orientación interdisciplinaria como dimensiones prioritarias de la práctica educativa”, “La familia, la escuela y la intervención interdisciplinaria como focos de transformación social” y “La relevancia de la familia en los procesos de intervención interdisciplinaria en contextos educativos”. Cada uno de ellos acentúa la condición

* Este artículo de revisión es resultado del proyecto “Perspectivas interdisciplinarias de intervención con familias. Caso de las ciudades Medellín y el Municipio de Rionegro. Una comprensión desde la psicología, la educación y la familia”, realizado por los grupos de investigación: Familia, Desarrollo y Calidad de Vida, Educación y Psicología, y Salud Mental. Las líneas de investigación a las que está vinculado el proyecto son Calidad de vida, Educación, Psicología y Salud Mental.

** Profesional en Desarrollo Familiar de la Fundación Universitaria Luis Amigó, Especialista en Docencia Investigativa Universitaria, Magíster en Educación y Desarrollo Humano, Universidad de Manizales — CINDE. Docente categoría Asistente-Coordinador de Prácticas del Programa de Desarrollo Familiar de la Funlam y Docente de cátedra de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia.

[email protected] / [email protected] *** Profesional en Desarrollo Familiar, Fundación Universitaria Luis Amigó (Funlam),

Especialista en Teoría, Métodos y Técnicas de Investigación Social, Instituto de Estudios Regionales (INER), Universidad de Antioquia, Magíster en Educación y Desarrollo Humano, Universidad de Manizales —CINDE, Docente categoría Asistente–Investigador Fundación Universitaria Luis Amigó.

[email protected] / [email protected]

Katharsis–Institución Universitaria de Envigado

Alexander Rodríguez Bustamante y Edison Francisco Viveros Chavarría

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espacio-temporal que posee la escuela y las relaciones que allí se tejen como la trama relacional en la que se sostiene lo social. Los resultados permiten afirmar que la familia y la educación continúan siendo apoyos fundamentales para el desarrollo de la sociedad.

Palabras claves: intervención interdisciplinaria, escuela, familia, educación.

AbstractThis revision article contains some studies related to family issues, education, interdisciplinary aspects and intervention. The methodological approach was qualitative; where there was an emphasis on documental strategy. The findings were: "The family and the interdisciplinary approach as a priority dimensions of educational practice", "The family, the school and the interdisciplinary intervention as a centers of social transformation" and "The importance of the family in the processes of interdisciplinary intervention in educational contexts.”Each one emphasizes the temporal space condition that the school has and the relations constructed as the frame which holds the social community. The results confirm that the family and the education were important supports for the development of society.

Keywords: interdisciplinary intervention, school, family, education.

Introducción

Tener en cuenta la familia no se refiere sólo a convocarla a la institución para que se haga responsable de aquello de lo que algunas veces no se siente capaz o que no desea afrontar; es pensar en otras estrategias, tal vez en conocer y re-conocer intereses comunes escuela-familia para que realmente los llamados propicien la atención e interés (Londoño y Ramírez, 2012, p, 216).

En la escuela aparecen múltiples oportunidades de inclusión en medio de contextos adversos para niños y niñas que ven en la educación la manera privilegiada de ser reconocidos en el escenario de lo público; en dicho escenario pueden relatar lo que piensan, sienten y hacen a través de prácticas educativas.

A la escuela y a la familia, como instituciones sociales, se les reclaman capacidades de acción en favor de los niños, para abordar las distintas problemáticas que surgen del entramado vincular cotidiano que se da en estas instituciones; en ese sentido, los estudios en los

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que se reflexione el lugar del niño en la relación familia y escuela son fundamentales.

La motivación del presente artículo es aproximarse a una revisión de estudios sobre intervenciones que se realizan con niños y sus familias en los escenarios educativos con el apoyo de distintos saberes disciplinares; es decir, por medio de una descripción, propia de estudios documentales, determinar hallazgos investigativos relacionados con el vínculo escuela-familia-niñez.

Este tema se hace problemático porque las familias se insertan al mundo educativo a través de distintos dispositivos que, en su mayoría, son asumidos como parte de los procesos naturales de socialización inherentes a la relación institución-familia. Insertarse a la escuela es insertarse a un mundo desconocido de relaciones entre pares niños-niñas y adolescentes en donde descubren, reafirman y aprenden cómo ser y estar en el mundo que se les ha dado para su proceso de crecimiento personal e intelectual.

Pero las familias no quedan ajenas a esta interlocución, en la que lo desconocido aparece como una de tantas posibilidades para estar en este contexto y mundo de la vida llamado escenario educativo. Sin embargo, eso extraño o enigmático se transforma en algo cotidiano y trae consigo conflictividades, aprendizajes e intimidades que implican deliberación investigativa.

La escuela es el resultado de procesos sociales y políticos que a través de la historia se han pensado, no sólo como repositorio de conocimientos y saberes, sino además como un escenario intersubjetivo de construcción de ciudadanía. La escuela está llamada a pensarse como posibilidad de diálogos, interpretaciones, lecturas, voces, relatos y emociones entre quienes conforman el mundo de la escuela; todos son poseedores de un entramado que hace parte de los ambientes educativos, en los que las familias y sus hijos reciben los distintos abordajes, los cuales permiten la deliberación de las situaciones cotidianas desde una perspectiva integral.

Alexander Rodríguez Bustamante y Edison Francisco Viveros Chavarría

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Por eso, los estudios sobre la relación entre la familia, la escuela y la intervención cobran vital importancia. Una razón de importancia del presente texto es el poder evidenciar las distintas relaciones entre los tres conceptos mencionados anteriormente.

MétodoPara el proceso de investigación de este estudio se utilizó el enfoque

de investigación cualitativo, además, el enfoque metodológico tuvo alcances hermenéuticos; la modalidad fue la investigación evaluativa en cuanto ésta permitió valorar los textos encontrados a la luz de los objetivos planteados en la investigación; la estrategia fue la documental por medio de la cual se tuvieron en cuenta preguntas como ¿qué dicen los autores?, ¿qué vacíos existen?, ¿cómo son descritos los hallazgos?

Algunas preguntas que aparecieron de este ejercicio de búsqueda se centraron en las categorías que surgieron de las distintas intervenciones que se realizaron en la escuela como espacio de socialización de niños, niñas y adolescentes, así: ¿cuáles son las prácticas de intervención familiar que se realizan en las instituciones educativas?, ¿cuáles han sido los desarrollos institucionales en términos de los distintos tipos de intervención que han utilizado para acompañar a las familias?, ¿cómo es la relación familia-escuela?

Las formas de búsqueda utilizada para la localización de los artículos científicos y los textos resultados de investigación que dieron el soporte a este escrito obedecen a los momentos que se describen brevemente a continuación.

Momento uno. Se llevó a cabo la búsqueda de palabras claves contenidas en la investigación, hecho que desencadenó la aparición de un importante reporte de textos que fueron revisados a través de análisis de texto para descifrar si estos tenían relación con los objetivos y preguntas orientadoras de la investigación.

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Momento dos. Por motivos de las estructuras clásicas de los artículos se eligieron dos criterios: las palabras claves y el resumen que proporcionaron los autores de los textos; entre algunas de las palabras claves que se destacaron se encontraron las siguientes: “intervención”, “intervención interdisciplinaria”, “prácticas educativas”, “modelos de intervención”, “orientación educativa”, “educación-familia”, “intervención psicológica”, “intervención educativa”, “relaciones escuela-familia”, “discurso escolar” y “contextos educativos”.

Momento tres. Otro de los puntos que se tuvieron en cuenta a la hora de dar rigurosidad a la búsqueda fue identificar núcleos temáticos a través de autores que aparecieron repetidamente en la pesquisa; los cuales proporcionaron cierta tendencia que sirvió para la argumentación y la evidencia que se desarrolla en el apartado que tendrá como título “Resultados y discusión”.

Momento cuatro. Se realizó la delimitación de las fuentes bibliográficas impresas obtenidas a través de búsquedas en bibliotecas y centros de documentación de la ciudad de Medellín en las siguientes instituciones: Fundación Universitaria Luis Amigó, Biblioteca Central Universidad de Antioquia, Centro de Documentación Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, Centro de Documentación de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Antioquia, Universidad Nacional, Universidad Pontificia Bolivariana, Universidad San Buenaventura, Universidad CES, Corporación Región y Fundación CINDE —Centro Internacional de Educación y Desarrollo Humano.

Momento cinco. Fueron utilizadas algunas bases de datos, como Scielo y Ebsco Host, para revisar las distintas unidades de análisis, y sitios web, específicamente de universidades donde se referencian sus publicaciones, tales como: Universidad de Manizales y sus revistas: Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, y Revista Plumilla Educativa; Universidad de Caldas y su Revista Latinoamericana de Estudios Educativos y Revista Latinoamericana en Estudios en Familia,entre otras.

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Momento seis. Análisis de la interpretación generada de cada uno de los textos encontrados, utilizando los distintos instructivos diseñados para tal fin, como el de la elaboración de fichas de contenido textual y de registro de información, los cuales dan cuenta de cada una de las búsquedas y análisis de las mismas; por medio de estas se identificaron las convergencias y divergencias del análisis de cada uno de los núcleos temáticos; finalmente, se formularon supuestos y conclusiones.

Resultados y discusión

La familia y la orientación interdisciplinaria como dimen-siones prioritarias de la práctica educativaEs relevante comenzar por dar cuenta del lugar de la orientación

educativa, pues desde lo interdisciplinar se gesta como una posibilidad para las atenciones de niños, niñas y adolescentes en los distintos escenarios educativos. Las intervenciones con las familias en la escuela se soportan desde los análisis sociológicos, como lo resaltan Elzo y otros (1999) y Viveros (2008), quienes insisten en que la familia continúa desempeñando un papel educativo de primer orden.

Precisamente, es en la primera infancia cuando la familia se convierte en soporte de la relación del niño-niña-adolescente frente a entornos-contextos; esto, finalmente, es clave en la comprensión de las lógicas de integración al ingresar al escenario educativo. Al respecto Sierra, Serna y Pérez (2002) argumentan que los niños y jóvenes se enfrentan a variadas tensiones y contradicciones para poder co-existir en contextos educativos.

En este sentido, la intervención, la orientación, la consejería y los distintos modos y formas de abordar a las familias en escenarios educativos, tendrían que plantearse numerosas reflexiones frente al cómo, al dónde, al qué y al quién realiza estos procesos. Sobre lo anterior, surge la necesidad de acompañar interdisciplinariamente a la familia en la escuela. Al respecto sostiene González (2007):

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La reconceptualización de la orientación educativa es urgente, porque es necesario iniciar, a la brevedad posible, la serie de cambios para dinamizar y hacer más efectivo el proceso de orientación. Ya la orientación ha cumplido una primera etapa de esplendor, pero ahora es necesario que se emprendan otras acciones. La urgencia se hace evidente también por el hecho de serias transformaciones políticas, económicas y sociales que se están dando a escala mundial. En el caso de América Latina se presenta un panorama de cambios políticos e ideológicos que nos indican que las cosas ya no seguirán siendo como hasta ahora han sido. Es urgente precisar el rol de los profesionales de la orientación ante las diversas posturas políticas que han surgido como la panacea para los problemas de las personas. Considerar que somos estrictamente profesionales y que podemos desempeñar nuestro trabajo independiente de las concepciones políticas-ideológicas de los gobernantes, no luce como una función apropiada. No podemos seguir permitiendo que los gobiernos nos digan cómo lo tenemos que hacer; somos nosotros, como profesionales, los que debemos decirle a los gobiernos cuáles son nuestras competencias y que es exactamente lo que estamos capacitados para hacer (p. 31).

En coherencia con lo anterior, Fernández (2011) realiza una descripción sobre la intervención en el sistema educativo por parte de la psicología, partiendo de sendos desarrollos realizados en España, teniendo en cuenta las líneas de evolución, los roles, las dificultades que se han presentado y las perspectivas futuras en función de las comunidades educativas. El trabajo presentado por Fernández (2011), alimenta la investigación en la medida que hace un recorrido desde la apuesta española por los modelos de intervención psico-educativos surgidos a partir de las demandas sociales de los años setenta. En el mismo sentido, señalan Ramírez y Henao (2011) que la intervención psicopedagógica es necesaria para la solución de problemas en la institución educativa y que es fundamental tener en cuenta el contexto, la sociedad y la familia.

Otros investigadores, como Henao, Ramírez y Palacio (2006), enfatizan sobre la enorme necesidad que existe en la comprensión sobre cuál ha sido el interés en Colombia en saber cómo es el desarrollo de la intervención psicopedagógica y sus alcances en las comunidades educativas; al respecto señalan los autores:

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Las instituciones educativas públicas y privadas, mayormente, han cobijado a especialistas, como educadores especiales, psicólogos, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales, para el abordaje de aquellos niños que en comparación operativa con los niños de su misma edad y nivel académico presentan un rendimiento diferente, ya sea superior o inferior a la media. Este abordaje no es otro que el establecimiento de una evaluación e intervención que pueden tornarse fragmentadas por la mirada de las diferentes disciplinas. Normalmente esta posición hacia el estudiante en general es de carácter remedial, de apoyo, de acompañamiento, etc. Lo típico no es un abordaje propositivo (tanto en el docente como en el alumno) de una serie de potencialidades que de ser abordadas, eliminarían diferencias y dificultades en el proceso académico; lo común es la tendencia a maximizar la diferencia y a trabajar de forma individualista con cada alumno (p. 216).

Al intentar redireccionar la orientación educativa, se debe considerar el espacio disciplinar en el cual está inmersa la misma: la educación, lo educativo y sus distintos escenarios de acción; al respecto dice González (2004):

De ahí que cualquier propuesta de cómo buscar nuevos horizontes en la Orientación Educativa pasa por replantear, también, la Educación. No podríamos intentar formular nuevas propuestas en el campo de la Orientación manteniendo la Educación en los mismos parámetros actuales. La Orientación y la Educación han sido consideradas hasta ahora como procesos complementarios donde la práctica de la primera debe incidir en los niveles de calidad de la segunda (p. 2,3).

Para los latinoamericanos se hace imperiosa la decisión de redefinir la misión de la educación para hacerla más contextual, real y propia de cada cultura. El modelo educativo actual debe tener en cuenta que los presupuestos han cambiado; estos, como enuncia González (2004), se han direccionado hacia otras lógicas y reflexiones que incluyen de manera prioritaria a la familia; es decir, hacia el uso de metodologías participativas, horizontales y, no propiamente, hacia aquellas que se basan en discursos que culpabilizan a la familia de lo negativo que le ocurre al niño o al adolescente. El estudiante se concibe como una línea de enlace, donde cada nivel de estudio agrega algo al nivel anterior.

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Arrieta (2000), en una crítica al modelo tradicional de educación, señala que algunas prácticas educativas hacen que la escuela desafortunadamente no sea:

[…] ese espacio interactivo de cálida acogida en donde impera un orden participativo. La participación del estudiante en su propia formación, es casi nula, esto afecta la asunción de la responsabilidad individual, bloquea, induce a la pasividad, a la reproducción y dificulta el logro de un ciudadano independiente y creativo (p. 15).

Los escenarios educativos corren el peligro de no cumplir con su función educadora de generar democracia intelectual; como lo señala Mialaret (1966) “si queremos sobrevivir y avanzar por la carretera del progreso, estamos condenados a la democracia intelectual, entendiendo por democracia intelectual el desarrollar o crear en cada individuo el máximo de posibilidades compatibles con su capacidad bio-psicológica” (p. 38). En relación a esta misma idea, expresan Nardone, Giannotti y Rocchi (2003) que sin la participación de los niños, adolescentes y jóvenes y sus familias en procesos de intervención en escenarios educativos, tal intervención tiende al fracaso y a la desesperanza.

En este sentido, es necesario continuar con estudios que desde la práctica educativa describan cuáles son las dinámicas que se tejen de manera endógena en la institución de enseñanza y, de manera particular, el lugar que desde lo interdisciplinario alimenta los procesos vinculares entre la escuela y la familia.

Senso y otros (2007) afirman que "para transmitir conocimiento especializado es necesario emplear un sistema que permita especificar el componente semántico inherente a cualquier área del saber" (p. 7). En consonancia con esto, y resaltando la importancia de lo interdisciplinario en el trabajo con familias, Keeney (1991) formula el siguiente interrogante: “¿Cómo hacemos para que converjan diferentes perspectivas, ya se trate de la realidad y la ficción, la comprensión formal y la acción práctica, o un problema y su cura?” (p. 18).

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Así, las investigaciones consultadas concuerdan en afirmar que el proceso de transferencia educativa está influido por dimensiones familiares y sociales; estas han de analizarse de manera sistémica teniendo en cuenta las particularidades de cada sujeto, de cada familia y de cada contexto. Por tanto, expresan los estudios consultados que la familia y la orientación interdisciplinaria se constituyen en dimensiones prioritarias de la práctica educativa.

La familia, la escuela y la intervención interdisciplinaria como focos de transformación social Arriagada (2001), Alcalay, Milicic, y Torretti (2005), Amador y Pérez

(2008) y Cuesta (2002), coinciden en plantear que las indiscutibles transformaciones del mundo (hablan de la mundialización), de los procesos de modernización, de la apertura de mercados, de las dinámicas de la geopolítica, de la secularización y del sincretismo religioso constituyen potentes dinámicas que afectan las relaciones familiares y educativas. Resaltan ellos que es necesario construir alternativas interdisciplinarias para afrontar tales cambios, sobre todo en escenarios que convoquen a las familias en contextos educativos.

Plantean, estos autores, que no existen certezas frente a la educación y la familia; es decir, el siglo veintiuno está caracterizado por inseguridades y ello demanda luchas y mayores reflexiones, análisis y formas de actuar; en estos autores prevalece una esperanza en la familia y en la práctica educativa.

Dice Arriagada (2001):

Es notable, entonces, la contradicción entre la extrema importancia asignada a las familias en los discursos de los gobiernos, de las instituciones civiles y religiosas y de las personas, y los estereotipos con que se las aborda en las políticas públicas. Desde esa perspectiva, las familias se transforman en un sector vulnerable en la práctica estatal (p. 2).

Alcalay, Milicic y Torretti (2005) y Amador y Pérez (2008) proponen unas alianzas estratégicas de orden institucional que apuntan a estar

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en coherencia con la organización; es decir, en consecuencia con todos aquellos aspectos que hacen parte de la misma y los procesos que allí convergen desde lo educativo, lo familiar y lo social.

En el primero de estos artículos se realiza una descripción formal sobre materiales educativos que ayudan a que la relación parental sea más activa en el ámbito escolar, situación que permitirá unos mejores y mayores desarrollos en tres ámbitos específicos: cognitivo, emocional y social. Para ello la disponibilidad para actuar juntos entre los padres y la escuela sería preponderante; lo anterior se transforma en un factor fundamental en el proceso educativo del niño, la niña o el adolescente.

El segundo trabajo plantea el sentido que posee el factor humano dentro del proceso de vida institucional y los aportes en términos de competencias y relaciones frente a los modos de hacer intervención en las organizaciones.

En este sentido, Cuesta (2002) argumenta que la gestión de desarrollo humano es fundamental en la familia y su relación con la escuela desde un enfoque sistémico, multidisciplinario, participativo y proactivo.

Las investigaciones de Aron y Milicic (2004) y Epstein (1994) sugieren la necesidad de implementar permanentemente estrategias que propicien una conexión entre el clima escolar y el nivel de involucramiento de los padres y familiares en la educación de los niños.

Coinciden con lo anterior Alcalay y otros (2005) al resaltar la relación entre clima escolar y participación familiar como algo esencial para el desarrollo de los niños. Expresan que es necesario un clima escolar positivo, que estimule a la familia a participar.

También en otro estudio, realizado por Londoño y Viveros (2012), los hallazgos sugieren que es fundamental el estudio de la familia en todo proceso de intervención educativa; esto para comprender lo que en ella sucede y darle voz activa y directa participación a las familias, pues hay

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una seria influencia de la dinámica familiar en el comportamiento de los estudiantes en el ámbito educativo. Dicen los autores:

Por otro lado, a través de las prácticas educativas familiares, se logra distinguir la dinámica familiar, en ellas se hace evidente la reflexión de los padres con relación a aspectos como los roles y los límites, y su incidencia en los vínculos que establecen en otros contextos como el escolar (p. 32).

En relación con el estudio anterior, Rivera y Milicic (2006) afirman que la participación de la familia en la vida escolar es necesaria y fundamental para el desempeño de los estudiantes y la resolución de problemas. Sostienen las autoras que hay directa influencia de la familia en la escuela por la manera singular de ésta para establecer roles, normas, comunicación, conflictividades, participaciones y alianzas.

Existe una coincidencia con lo que señala Ribeiro (2000), quien sostiene que una política familiar implica una realización de objetivos comunes que incidan en la solución de problemas sociales de la familia y la escuela. En este sentido dice Quintero (2001), resaltando la importancia del uso del constructivismo para la creación de propuestas de intervención:

El pensamiento contemporáneo introduce nuevas teorías: el caos y la complejidad, no predominan los efectos circulares, sino en espiral. Los procesos participativos, en el estudio y abordaje socio-familiar demandan de los profesionales procesos de cocreación, donde es ella quien promueve y define el cambio. El constructivismo enseña que no existe una sola realidad, sino múltiples realidades, esto exige procedimientos colaboracionistas, para construir una historia diferente de los dilemas humanos que son objeto de la intervención (p. 13).

Reitera Quintero (2007) que la intervención familiar es fundamental para el abordaje de situaciones complejas, en las cuales se incluye el ámbito educativo; esto para dar asesoría, sostén, ayudar en el control, el acompañamiento y la mediación.

Otra perspectiva, expresada por García (1972), sostiene que la educabilidad, como base de una intervención sobre el hombre, es un propósito imaginario que no entra en el campo de acción posible.

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Considera que el trabajo pedagógico es un engaño piadoso porque las influencias educacionales solamente se suman a la dinámica impulsiva de la propia naturaleza.

Contrario a García (1972), Tedesco (1995) sostiene que urge un nuevo pacto educativo que a largo plazo profiera la acción educativa escolar y con la de otros agentes como la familia.

Finalmente, concuerdan los autores en plantear que convendría que la escuela desde su proyecto educativo institucional gestara nuevos procedimientos de acercamiento extramurales para generar alianzas significativas con las familias; de este modo se redimensionarían las acciones educativas con los niños desde la interdisciplinariedad y la familia asumiría su lugar desde una apuesta en compañía del equipo interdisciplinario. En este sentido, la familia, la escuela y la intervención interdisciplinaria son comprendidas por los autores como focos de transformación y desarrollo social.

La relevancia de la familia en los procesos de interven-ción interdisciplinaria en contextos educativos Según Pérez (2003), Rodríguez, Bernal y Urpí (2005), Rodríguez,

Altarejos y Bernal (2006), Rodríguez y Sotés (2008) la intervención en educación con estudiantes y sus familias podría sintetizarse en las siguientes técnicas: preventivas, de ayuda, de carácter terapéutico, orientadas a trabajar el currículo social y de resolución de conflictos. Tales técnicas son usadas para resaltar la relevancia de la familia en la vida escolar.

La noción de vínculo educativo supone abordar el acto de enseñanza como un fenómeno de discurso, entendiendo discurso en el sentido que da Lacan (1981 y 1992), es decir, de lazo social fundado en el lenguaje.

Para este autor un discurso es algo que instaura un marco de relaciones simbólicas fundamentales en el que se inscriben actos y palabras. Dichas relaciones fundamentales delimitan el lugar desde donde un

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agente se dirige a un otro a partir de una verdad implícita, tal como lo plantea también Sanabria (2007) parafraseando a Lacan.

Martínez (2008) sostiene que la intervención psicopedagógica, planeada desde los equipos interdisciplinarios que conforman las instituciones educativas, es la base del trabajo con los estudiantes y sus familias; pues con esta metodología se puede ofrecer orientaciones y procesos de acompañamiento en contextos de crisis y vulnerabilidad. Sin embargo, Martín-Moreno (2000), Santos (1997), San Fabián (1997) y Fernández (1993), señalan que la escasa participación de padres y madres en la vida escolar obstaculiza cualquier planteamiento metodológico con fines de intervención interdisciplinaria; para ello, recomiendan hacer las propuestas con los padres que se pueden comprometer en la participación e ir ganando poco a poco en la convocatoria a otros padres.

En este sentido, dice Bolívar (2006) que las prácticas para el abordaje a las familias desde distintas disciplinas se hace notable, por lo que recomienda, a partir de su investigación, sostener proyectos construidos desde los mismos actores educativos, ya sean padres, estudiantes, docentes o directivos de la institución.

En otros estudios, Vélez (2009), Torío (2004) y Ramírez (2008) concuerdan en evidenciar que la convivencia escolar es un proceso educativo en el que el diálogo transita por puntos de convergencia y divergencia que involucran a la familia; además, permite la construcción de convivencia, a través de las distintas voces que demandan atención o intervención para solucionar asuntos propios de la dinámica educativa. Tales asuntos pueden ser: des-escolarización, desatención académica, dificultades en la comunicación entre padres-estudiantes-docentes-directivos, autoridad, límites, ausencia de los padres en la escuela, dificultades relacionales por parte del estudiante con sus pares, entre otros.

Otras investigaciones realizadas por Ianni y Pérez (1998), Ortega, Mínguez y Hernández (2009) y Ramírez y Viveros (2013) sostienen que si la familia no participa de los procesos de intervención cuando tienen

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dificultades escolares y de acompañamiento, los estudiantes tienden a desmejorar sus niveles de rendimiento escolar.

Por otro lado, dice García (2007) que se:

[…] requieren intervenciones y responsabilidades compartidas que implican tanto a las familias como a las instituciones sociales, tanto a los gobiernos como a las empresas, a los medios de comunicación como a las comunidades de sentido. Los esfuerzos de las instituciones educativas significan una mínima parte aunque decisiva (p. 18).

De lo que no cabe duda es que la importancia de la familia en el proceso formativo de los hijos es un componente crucial para el progreso de estos; son, además, un apoyo esencial para que la escuela sea capaz de conseguir efectos óptimos en otras dimensiones sociales y educativas.

En otra investigación, señalan Londoño y Ramírez (2012) la necesidad de inclusión sistémica de los contextos que atañen al ámbito educativo, dicen las autoras que:

[…] en la intervención psicopedagógica, debe incluirse a la familia y no olvidar concebir al estudiante como parte activa de ella, y acuñando las palabras de Bronfenbrenner (1987), recordar que cada parte de esos sistemas: familia, escuela, estudiante, docente, psicólogo, administrativos, barrio, país, influyen y son influidos de manera bidireccional, de tal manera que han de estar en constante interacción para posibilitar un beneficio y una transformación positiva (p. 216).

Según lo expuesto por Tenti (1997), Rosario, Mourao, Núñez, González y Solano (2006), González-Pienda y Núñez (2005), Martínez y Álvarez (2006) y Muller (1998), los resultados de los numerosos estudios realizados sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje han mostrado que existe una relación significativa entre la implicación familiar y el éxito académico de los estudiantes.

Insisten los mismos autores en que deben conservarse las particularidades de los contextos para poder realizar intervenciones exitosas, pues los grupos familiares también activan las redes sociales para adaptarse a los problemas que viven a diario.

Alexander Rodríguez Bustamante y Edison Francisco Viveros Chavarría

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Finalmente, son significativos los aportes que los autores aquí enunciados platean, toda vez que el momento evolutivo por el cual pasan los estudiantes es marcado por cambios significativos que aparecen con fuerza en la escuela y la familia. Es necesaria una constante asesoría interdisciplinar que apoye al estudiante y su grupo familiar; este último resulta puede quedar supeditado a la intervención que la escuela pueda realizar, a veces, sin encontrar otras redes de apoyo por fuera de la institucionalidad educativa. De acuerdo con lo expuesto en este apartado, es indudable la relevancia de la familia en los procesos de intervención interdisciplinaria en contextos educativos.

ComentariosLas publicaciones aquí comentadas ofrecen claridad sobre la relevancia

de las intervenciones interdisciplinarias en escenarios educativos dirigidas a los estudiantes y sus familias. La discusión ha estado presente en la metodología a implementar, pues para las investigaciones aquí citadas no hay acuerdos generalizables en cuanto a la forma de proceder.

Las investigaciones expuestas resaltaron que en la práctica la comunidad educativa realiza esfuerzos ingentes por encontrarse cada vez más con la familia. Pero sostienen también que estas deben hacerse no sólo con el docente, sino con el equipo interdisciplinario que está en la escuela, es decir, toda propuesta debe surgir desde el diálogo entre las familias y los actores que hacen parte de la institucionalidad.

Se confirma en esta revisión que en las instituciones escolares recae la responsabilidad sobre la intervención que se realiza a la familia y a los estudiantes que participan de la escuela como espacio de socialización, comunicación y encuentro en la enseñabilidad. En algunos escritos se evidencia la búsqueda de ayuda profesional de las familias por fuera del espacio institucional, para lograr mayor adaptabilidad frente a sus problemáticas.

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El abordaje interdisciplinario configura en sí mismo un recurso privilegiado que permite a los actores crear rutas de acondicionamiento personal, familiar y comunitario, logrando con discursos y prácticas dar sentido a lo cotidiano y desde allí generar sus procesos de transformación.

Los tres hallazgos referidos a “La familia y la orientación interdisciplinaria como dimensiones prioritarias de la práctica educativa”, “La familia, la escuela y la intervención interdisciplinaria como focos de transformación social” y “La relevancia de la familia en los procesos de intervención interdisciplinaria en contextos educativos,” se relacionan entre sí en el sentido dialógico, participativo y constructivista que exige una propuesta interdisciplinar para acompañar a los niños, adolescentes y jóvenes en el ámbito de lo educativo.

Los estudios coincidieron en plantear que no es sólo con la elaboración de normatividades como se puede lograr procesos de convocatoria institucional e intervención a problemáticas; sino que son necesarias propuestas participativas, construidas entre los actores de la comunidad educativa para que surjan proyectos que sean acogidos y puestos en marcha. Es decir, la intervención interdisciplinaria en las instituciones ha de pasar por procesos horizontales que no concentran el poder en los directivos, sino en todos los actores educativos involucrados en la vida cotidiana de la institución.

Alexander Rodríguez Bustamante y Edison Francisco Viveros Chavarría

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Alteración de las funciones ejecutivas en personas vinculadas al conflicto

armado colombiano*

Disturb executive function in people linked to Colombian armed conflict

Claudia Marcela Arana Medina**

Mónica Gómez Botero***

David Andrés Molina González****

ResumenEl presente artículo se propone dar a conocer los resultados de un proceso investigativo en el cual se evaluó el perfil de algunas de las funciones ejecutivas, especialmente las orbitofrontales y dorsolaterales, las cuales, según antecedentes de investigación —que se tendrán en cuenta—, aparecen alteradas en personas que tienen conductas relacionadas con el crimen, la delincuencia y la violación de las normas, por lo que cumplen con los criterios para el trastorno de personalidad antisocial. Se utilizaron pruebas neurocognitivas, tales como el test de Stroop, el Fas fonológico (FAS) y el test de Wisconsin (WCST). Se encontró que las puntuaciones arrojadas por los participantes demuestran alteraciones en las mencionadas funciones; lo cual sugiere que al intervenir tales conductas, desde una perspectiva neurocognitiva, debería contemplarse un proceso de rehabilitación integral, en el que se tengan en cuenta específicamente dichas funciones.

Palabras clave: funciones ejecutivas, alteración, trastorno de personalidad antisocial, test neurocognitivos.

* El presente artículo se realizó en el marco de la convocatoria para la investigación 2012, de La Fundación Universitaria Luis Amigó, en el grupo de neurociencias básicas y aplicadas y desde la línea perfiles neurocogntivos y psicología.

** Psicóloga, Especialista en Clínica Cognitiva, Especialista en Psicología Organizacional, Magister en Neuropsicología y PHD en Psicología con Orientación en Neurociencia Cognitiva Aplicada.

*** Psicóloga, Magister en Nueuropsicología y PHD en Psicología con Orientación en Neurociencia Cognitiva.

**** Psicólogo y Magister en Neuropsicología.

Katharsis–Institución Universitaria de Envigado

Claudia Marcela Arana Medina, Mónica Gómez Botero, David Andrés Molina González

Katharsis134

AbstractThis article aims to present the results of a research process in

which we evaluated the profile of some of the executive functions especially the orbitofrontal and dorsolateral, which according to background research taken into account, appear altered in people that have behaviors related to crime, delinquency and the violation of the rules, fulfilling the criteria for antisocial personality disorder. Neurocognitive tests were used such as the Stroop test, the Fas phonological (FAS), and wissconsin test (WCST). The score found in the participants demonstrate alterations in the mentioned functions, which suggest that in the moment of intervention of such behaviors, from a neurocognitive perspective, should be considered a process of comprehensive rehabilitation, which specifically takes into account those features.

Keywords: executive functions, alteration, antisocial personality disorder, neurocognitive test.

MétodoEl proyecto de investigación tuvo como primera medida determinar

la relación existente entre funcionamiento ejecutivo, específicamente las funciones ejecutivas relacionadas con la inhibición de conductas y la alternancia cognitiva, y las conductas delictivas y desafiantes que caracterizan a las personas que cumplen con los criterios diagnósticos del trastorno de personalidad antisocial, a través de los resultados de la aplicación de test específicos que luego serían comparados con baremos establecidos para la población colombiana.

Para ello se determinó la aplicación de pruebas neurocognitivas sensibles a las mencionadas funciones, tales como el Fas fonológico (FAS), el test de Wisconsin (WCST) y el Stroop.

Alteración de las funciones ejecutivas en personas vinculadas al conflicto armado...

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El estudio logró describir el desempeño en cada una de las pruebas y compararlo con los puntajes establecidos por los baremos colombianos.

Diseño metodológicoEl tipo de investigación es no experimental de carácter descriptivo-

correlacional. El diseño es transversal para los datos relacionados con la evaluación neuropsicológica de casos y controles. La población objeto de estudio se encuentra conformada por sesenta personas vinculadas al conflicto armado en Colombia, que se caracterizaron por presentar conductas agresivas, delincuenciales y relacionadas con la oposición a la norma, cumpliendo criterios para el diagnóstico de trastorno de personalidad antisocial, estas personas se encuentran entre los 25 y los 55 años de edad y hacen parte del centro penitenciario Cárcel de Máxima Seguridad de Itagüí.

La muestra se obtuvo luego de revisar los criterios de inclusión y exclusión que se mencionarán a continuación:

Criterios de inclusión. Tener entre 25 y 55 años de edad, cumplir criterios para el diagnóstico de personalidad antisocial comprobado por test validados y por medio de historia clínica, el diagnóstico debía estar presente por más de un año y la persona debía estar recluida en la cárcel de máxima seguridad de Itagüí.

Criterios de exclusión. Cumplir criterios diagnóstico de otro desorden de personalidad diferente al trastorno de personalidad antisocial, tener un coeficiente intelectual inferior a 70, no ser autónomo para presentar las pruebas neuropsicológicas o ser actualmente consumidor de sustancias psicoactivas.

En cuanto a las unidades de análisis, estas se asumieron una vez que se corroboró el cumplimiento de criterios para el mencionado desorden de personalidad mediante estrategias clínicas estadísticamente validadas, como lo es la entrevista por neuropsiquiatría. Esto se realizó teniendo en cuenta los criterios diagnósticos y estadísticos de la

Alexander Rodríguez Bustamante y Edison Francisco Viveros Chavarría

Katharsis136

Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (CIE 10, 1995) el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM IV-TR) (Aliño y Miyar, 2008). Posteriormente, la medición de las variables se llevó a cabo por medio de pruebas de funcionamiento ejecutivo, más adelante mencionadas sucintamente.

Respecto a las variables de estudio, se tomaron en cuenta variables independientes, tales como la presencia o ausencia del cuadro clínico de personalidad antisocial según los criterios establecidos por la CIE 10 y el DSM IV TR.

También, dentro de estas variables independientes se integraron las variables como la edad, sexo, escolaridad y coeficiente intelectual, sobre las cuales se hizo control con el fin de que estas no alteraran los resultados obtenidos en el grupo con respecto a las variables a observar.

Las variables dependientes, por su parte, las conformaron la medición de los procesos neurocognitivos, estas incluyen los resultados arrojados en las pruebas de función ejecutiva seleccionadas para la investigación.

Finalmente, la muestra quedó conformada por 16 sujetos que cumplieron con todos y cada uno de los criterios de inclusión.

A continuación se muestra el comportamiento de las variables socio demográficas tenidas en cuenta:

Tabla 1. Variables sociodemográficas tenidas en cuenta

para seleccionar la muestra.

Estadísticos Edad Escolaridad CI Total

Media (X) 31,27 9,67 96,80

Desviación estándar (S) 8,44 2,38 14,26

Varianza (S^2) 71,21 5,67 203,46

Sobre la intervención familiar en escenarios educativos

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InstrumentosLos test que se aplicaron para evaluar las funciones ejecutivas,

particularmente las dorsolaterales y orbitofrontales, fueron los siguientes:

Test de Stroop. El test de Stroop (palabra / color y color / palabra), es una prueba de que se caracteriza por su sensibilidad ante dificultades neurológicas. El propósito de la prueba se encuentra orientado a detectar problemas en la función ejecutiva, atención dividida y medida de la interferencia. Su ámbito de aplicación es a partir de los 7 y hasta los 80 años de edad, de carácter individual. El test de Stroop consta de 3 tarjetas (estímulos), dichas tarjetas están compuestas por una con palabras de color negro como estímulo, una tarjeta con cruces de colores y una tarjeta con palabras escritas con colores, esta última nombra los colores, pero cada palabra está escrita con un color contrario, generando interferencia.

Se le indica al paciente que el primer paso es leer la primera tarjeta con las palabras de color negro lo más rápido que pueda, se toma el tiempo, el cual debe anotarse en la hoja de respuestas y no debe superar los 45 segundos por cada uno de los intentos; luego se le indica que debe continuar con la tarjeta dos para nombrar los colores de cada una de las cruces de este estímulo, se contabiliza el tiempo, y se prosigue con la tercera tarjeta donde el sujeto debe leer lo que indica la palabra y no el color que la determina, de igual manera se toma el tiempo y se anota en la hoja de respuestas (Herrera y Castellanos, 2008, p. 5).

Fluidez verbal (FAS). La fluidez verbal es una tarea de producción lingüística que requiere la puesta en marcha de los mecanismos de acceso al léxico. Sin embargo, esta tarea también implica otras capacidades cognitivas, tales como atención focalizada y sostenida, velocidad de procesamiento, inhibición de respuestas y memoria de trabajo, de modo que cuenta con un gran valor para el examen de las funciones ejecutivas (Huff, 1990). Esta tarea se realiza pidiéndole al sujeto evaluado que genere palabras que comiencen, primero con el

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fonema F, luego con el fonema A y finalmente con el fonema S; esto se realiza durante un tiempo determinado, normalmente 60 segundos.

Atendiendo a los correlatos anatómicos, la capacidad para generar palabras ante una consigna dada ha sido tradicionalmente relacionada con el funcionamiento del lóbulo frontal (Baldo y Shimamura, 1998). Sin embargo, en varias ocasiones se ha postulado la existencia de sistemas neurales diferenciados según se trate de tareas de fluidez verbal ante consigna fonética o ante consigna semántica. Con respecto a esta disociación, la fluidez ante consigna fonética se ha asociado especialmente al lóbulo frontal (Coslett , Bowers, Verfaellie, y Heilman, 1991).

Test de Clasificación de Tarjetas de Wisconsin. Es un instrumento diseñado para evaluar trastornos de los procesos de abstracción y flexibilidad cognitiva. Sus autores originales Grant y Berg (1948, p. 404), lo describen como una técnica simple y objetiva para medir la flexibilidad del pensamiento. En investigaciones se ha observado que una de las características principales de los lesionados cerebrales es una dificultad significativa para agrupar correctamente objetos por categorías, lo que se ha descrito como una actitud hacia lo concreto (Goldstein, 1948, p. 53).

En el Test de Clasificación de Tarjetas del Wisconsin (Grant y Berg, 1948, p. 404) se le pide al paciente que coloque una tarjeta debajo de la otra, según él estime que se relacione o asocie de manera directa. Al llevar a cabo la tarea, el evaluador debe dar a conocer al evaluado si la respuesta es correcta o no.

Las cuatro tarjetas del Wisconsin están diseñadas con figuras, la tarjeta número uno está conformada por un triángulo rojo, la tarjeta número dos por estrellas verdes, la tarjeta número tres por cruces amarillas y la cuarta tarjeta por cuatro círculos azules. Con base en estas, el sujeto debe organizar las demás tarjetas según categoría, color, forma y número, respectivamente.

Las medidas que se pueden obtener de este instrumento son las siguientes: la primera medida se encuentra determinada por el número

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de categorías obtenidas por el paciente, es decir cuántas veces logró agrupar 10 figuras correctamente. La cantidad de categorías, entonces, determinará el nivel de aciertos. Esta puntuación es muy importante, pero más importante aun serán los errores perseverativos que comete el sujeto evaluado al intentar formar categorías ignorando la negativa del evaluador, quien lo retroalimenta diciéndole que lo está haciendo erróneamente.

ResultadosLos resultados arrojados se evaluaron por medio del programa

estadístico SPSS (1998), identificando y teniendo en cuenta los resultados obtenidos en las pruebas aplicadas, y realizando para cada una de las pruebas una comparación de estos con baremos colombianos (Ardila y Ostrosky, 2012). Para el aspecto estadístico se tomaron en cuenta el valor “t” y el valor “p”, para determinar, por un lado, la verificación de la hipótesis planteada en la investigación y, por otro, la significancia de los resultados. Estos resultados se muestran a continuación:

Teniendo en cuenta los resultados obtenidos, se observan diferencias importantes entre los estadísticos de la muestra y los baremos para población colombiana. Los resultados obtenidos se profundizan a continuación:

Figura 1. Comparación entre resultados obtenidos y baremos

90.6

72

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65.1

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30 40 50 60 70 80 90 100

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Baremos Vinculación al conflicto armado

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Baremos Vinculación al conflicto armado

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72

39

85.8

65.1

39.74

30 40 50 60 70 80 90 100

Stroop Lectura aciertos

Stroop colores aciertos

Stroop conflicto aciertos

Stroop

Baremos Vinculación al conflicto armado

8.7

9.13

8.47

26.33

11.5

11.3

10.9

33.4

5 10 15 20 25 30 35

F

A

S

TOTAL

FAS Fonológico

Baremos Vinculación al conflicto armado

4.7

28.2

15.33

13.2

16.5

59.2

100.4

1.8

5.7

15.3

6.44

8.94

7.19

71.9

85.3

0.44

0 20 40 60 80 100 120

Categorías

Errores

Errores Perseverativos

Errores no perseverativos

Porcentaje de perseveración

Porcentaje de conceptualización

Número de ensayos

FPMP

Wisconsin

Baremos Vinculación al conflicto armado

FAS (fluidez verbal), la puntuación obtenida por la muestra en la categoría “F” fue de 8,7, mientras los baremos señalan una puntuación de 11,5. Se obtuvo un valor “t” de -2,84 y un valor “p” de 0,013. De otra parte, en la categoría “S” la muestra obtuvo una puntuación de 8,47, los baremos señalan una puntuación de 10,9, se identifica una “t” de 2,24 y un valor “p” de 0,041.

Para el resultado total de la prueba, la muestra obtiene un puntaje de 26,33, los baremos señalan un puntaje de 33,4; se identifica una “t”

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de 5.13 y un valor “p” de 0,000. Estos resultados sugieren la existencia de diferencias significativas entre los baremos colombianos y los sujetos que conforman la muestra, estas diferencias pueden sugerir que la producción lingüística de los individuos evaluados falla al poner en marcha los mecanismos de acceso léxico y además pueden tener dificultades en la atención focalizada y sostenida, la velocidad de procesamiento, la inhibición de respuestas y en la memoria de trabajo. La mayoría de estas habilidades están sustentadas en las funciones ejecutivas. En la figura 1 se muestran gráficamente los resultados que se acaban de describir.

Igualmente, se observan puntuaciones estadísticamente significativas en la ejecución del Wisconsin, específicamente, en las siguientes categorías: errores, la muestra obtiene un resultado total 28,2; los baremos señalan una puntuación de 15,3; se obtiene una “t” de 3,07 y un valor “p” de 0,008. En la categoría errores perseverativos la muestra obtiene una puntuación de 15,33; los baremos muestran una puntuación de 6,44; se obtiene una “t” de 2,76 y un valor “p” de 0,015. En la categoría errores no perseverativos la muestra obtiene una puntuación de 16,5; los baremos presentan una puntuación de 7,19; se obtiene una “t” de 2,5 y un valor “p” de 0,025. En la categoría porcentaje de conceptualización la muestra obtiene una puntuación 59,2; los baremos presentan una puntuación de 71,9; se obtiene una “t” de 1,87 y un valor “p” de 0,08. En la categoría número de ensayos la muestra obtiene una media de 100,4; los baremos muestran una media de 85,.3; se obtiene un valor “t” de 2,61, y un valor “p” de 0,020. Finalmente, en la categoría fallos para mantener la actitud se obtiene una media de 1,8; los baremos reportan una media de 0,44; se obtiene una “t” de 3,46 y un valor “p” de 0,004.

Los resultados descritos en el test de Wisconsin sugieren diferencias estadísticamente significativas entre las puntuaciones obtenidas por la muestra y las puntuaciones referidas por los baremos colombianos, evidenciándose un desempeño inferior en los sujetos evaluados.

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Los resultados en el test de Stroop son los siguientes: Stropp lectura, la muestra obtiene una media de 90,6; los baremos arrojan una puntuación de 85,8; se obtiene un valor “t” de 1,22 y un valor “p” de 0,24. En la categoría Stroop colores la muestra obtiene una media de 72; los baremos arrojan una media de 65,1; se obtiene un valor “t” de 1,79 y un valor “p” de 0,09. En la categoría Stroop conflicto la muestra obtiene una media para los aciertos de 39; los baremos colombianos arrojan una puntuación media para los aciertos de 39,74; se obtiene un valor “t” de 0,13; y un valor “p” de 0,89. En la figura 1 se muestran gráficamente estos resultados, los cuales no arrojan diferencias estadísticas significativas, lo que sugiere un adecuado desempeño por parte de la muestra en la prueba Stroop.

Cada uno de los valores “t”, de todas las pruebas aplicadas, sugieren el cumplimiento de la hipótesis nula planteada en la investigación con respecto al desempeño de los individuos que hacen parte de la muestra, en cuanto a las funciones ejecutivas. Los valores “p”, por su parte, muestran significancia estadística de los resultados arrojados.

DiscusiónPara comprender el funcionamiento ejecutivo en personas con

conductas delincuenciales significativas, con oposición a la norma y poco o nulo sentimiento de culpa, que cumplen criterios para el diagnóstico de personalidad antisocial, se hace necesario aclarar y profundizar la definición de las funciones ejecutivas, pues la neuropsicología experimental las ha conceptualizado de varias formas. La presente investigación parte de la definición desarrollada por Lezak (1982, p. 281), quien define estas funciones como las capacidades cognitivas esenciales para emitir una conducta eficaz, creativa y socialmente aceptada. Dichas funciones se relacionan directamente con las capacidades que implican el establecimiento de metas, la planificación de procesos, las estrategias para alcanzar los objetivos relacionados con estos procesos y las aptitudes necesarias para desarrollar efectivamente la actividad.

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Otros autores (Tirapu, Muñoz, Pelegrín, y Albéniz, 2005) proponen que las funciones ejecutivas pueden englobarse bajo el acrónimo IDEAL donde I significaría identificar el problema, D definirlo, E elaborar alternativas, A aplicar el plan y L logro o no logro del objetivo deseado.

Estas funciones, desde una perspectiva neuroanatómica, están enmarcadas por diferentes circuitos funcionales que se ubican en el córtex prefrontal, por un lado, el circuito dorsolateral, que se relaciona con actividades específicamente cognitivas, dentro de las cuales se identifican la memoria de trabajo, la atención selectiva, la formación de conceptos y la flexibilidad cognitiva.

De otra parte, se encuentra el circuito ventromedial, el cual se relaciona directamente con el procesamiento de señales emocionales que guían la toma de decisiones hacia objetivos basados en el juicio social y ético. Este aspecto es sumamente importante a la hora de realizar una evaluación de las funciones ejecutivas, pues las pruebas neurocognitivas hasta ahora conocidas y utilizadas evaluarán cierta parte del córtex prefrontal.

Finalmente el circuito orbitofrontal se encuentra estrechamente ligado con el sistema límbico, cuyas funciones principales son el procesamiento, la regulación de emociones, los estados afectivos y el control de la conducta. (Tirapu, Muñoz, Pelegrín, y Albéniz, 2005).

Este estudio investigativo pretendió evaluar el circuito dorsolateral, y orbitofrontal, teniendo en cuenta que en los antecedentes revisados y mencionados, estos son los circuitos más alterados en personas con éstas características. Su evaluación se llevó a cabo por medio de las siguientes pruebas: Stroop (orbital), este test mide la inhibición de conductas; WCST (dorsolateral), este test evalúa la alternancia cognitiva y, finalmente, el FAS (parietal posterior), este test evalúa el bucle fonológico, el cual se relaciona con el funcionamiento de la memoria de trabajo, indispensable en el funcionamiento ejecutivo.

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Es importante tener en cuenta que al evaluar las funciones ejecutivas debe asumirse un modelo que sustente dicha evaluación, la presente investigación asume un modelo integrador planteado por Tirapú, Muñoz y Pelegrín (2005), quienes basados en las aportaciones de Baddeley (1986, p. 485) con respecto a la memoria de trabajo, de Shallice (1982) en cuanto al sistema atencional supervisor y en Damasio (1994, p. 191) con respecto al marcador somático, dejan de lado la definición descriptiva de las funciones ejecutivas para centrarse en los procesos implicados en ésta. De ésta manera plantean que el sistema atencional supervisor se activa cuando una situación se reconoce como novedosa o no rutinaria, por lo que es importante poner en acción procesos ejecutivos, tales como la anticipación, selección de objetivos, planificación y monitorización, en cada uno de estos procesos actuaría la memoria de trabajo y el SAS. Mediante dichos procesos de planificación, en el tiempo, se crean posibilidades de acción para posteriormente tomar decisiones, que es cuando entra el papel del marcador somático, ya que fuerza a la atención y a la memoria operativa hacia las consecuencias a las que puede conducir una acción determinada.

Según Irwin, Sarason, B. y Sarason, R. (2006, p. 317) el trastorno antisocial de la personalidad generalmente se asocia con la violencia, el crimen y la delincuencia que se da después de los 15 años de edad; sin embargo, no se diagnostica hasta llegar a los 18 años; además advierten que visto desde la psicología anormal, lo que caracteriza el trastorno de personalidad antisocial no son tanto los actos delictivos, como robar, sino específicamente el enfoque que estas personas tienen hacia la vida; es decir, parecieran hacer parte de un juego donde otras personas son objetos que se pueden manipular y utilizar y terminan metiéndose en problemas con la ley.

Según Goldberg (2008, p. 425) las personas con esta psicopatología muestran las siguientes características: ausencias sin permiso, expulsiones del colegio, fugas de la casa, mentiras persistentes,

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vandalismo, conducta sexual precoz, abuso de sustancias psicoactivas, irresponsabilidad sistemática, ausencia de remordimientos, irritabilidad o agresividad, impulsividad e incapacidad para planear con anticipación, indiferencia temeraria por la seguridad de sí mismo y de los demás y manipulación sobre las otras personas.

Es importante contextualizar el problema de la violencia en el ámbito mundial y particularizarlo en Colombia, pues según Klevens, Restrepo y Roca (2004, p. 25) este es sin duda uno de los principales problemas psicosociales, constituyéndose en una de las primeras causas de mortalidad y, a su vez, en una de las razones más usuales de atención en urgencias, de incapacidades y de hospitalización, provocando consecuencias físicas y psicológicas nefastas, además de generar un impacto económico y social desfavorable.

En cuanto a la relación existente entre funcionamiento ejecutivo y trastorno de personalidad antisocial, se ha encontrado que sujetos que cumplen criterios para la mencionada patología presentan alteraciones en las funciones ejecutivas, particularmente con la inhibición de las conductas, la flexibilidad cognitiva y el pensamiento empobrecido.

Tirapu, Pérez, Calvos y Mata (2005) plantean que en el caso del trastorno antisocial de la personalidad, la característica clínica más relevante es la dificultad que se evidencia en el control de los impulsos, pues estas personalidades permanecen en el extremo de la impulsividad, evidenciando el comportamiento que tienen con respecto a la búsqueda de placer inmediato, a una subestimación del daño, a un contacto persistente con el riesgo, un locus de control externo, una baja persistencia conductual y una hipersensibilidad al refuerzo externo. Este antecedente como tal aclara, desde un modelo dimensional, las características básicas de un trastorno antisocial de la personalidad que, leídas desde un marco de referencia neurocognitivo, se explicarían desde una de las dimensiones de la función ejecutiva a la que Barkley (1997) llamó inhibición comportamental.

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Teniendo claros los conceptos básicos que sustentan la investigación, se pasa a discutir los resultados obtenidos por la muestra en los test administrados y a relacionarlos con los planteamientos teóricos e investigativos tenidos en cuenta durante el proceso de investigación.

Los resultados arrojados por el protocolo aplicado confirman la hipótesis nula contemplada; la cual planteaba la existencia de alteraciones en las funciones ejecutivas, en personas que se caracterizan por presentar conductas delincuenciales, oposición a la norma, escases de culpa y que pertenecieron al conflicto armado en Colombia.

Las funciones ejecutivas evaluadas fueron aquellas funciones dorsolaterales y orbitofrontales, las cuales se examinaron a través de las tres pruebas neurocognitivas sensibles: Stroop, FAS y el WCTS.

Es importante aclarar que se evaluaron principalmente las funciones ejecutivas orbitofronatles y dorsolaterales; sin embargo, el test del Wisconsin se ha utilizado también para evaluar funciones ejecutivas ventromediales. Es de anotar que durante el rastreo de investigaciones a este nivel, se reporta que las funciones ejecutivas que se encuentran significativamente alteradas en personas con este tipo de características, son las dorsolaterales y las orbitofrontales (Navas y Muñoz, 2004).

En primera medida, se estableció el protocolo teniendo en cuenta los planteamientos de Tirapú, Muñoz, Pelegrín y Albéniz; (2005), desde los cuales es de suma importancia los componentes de las funciones ejecutivas a evaluar, ya que las pruebas existentes para esta función miden y evalúan componentes diferentes, como se mencionó en líneas anteriores.

En el caso de las personas que presentan las conductas antisociales, se han descrito alteraciones dorsolaterales y orbitales. Navas y Muñoz (2004) plantean que las alteraciones más evidentes en sujetos con estas características las explican, por un lado, el síndrome dorsolateral, el cual se caracteriza por presentar una sintomatología predominantemente pseudodepresiva, este tipo de alteración se conoce con el nombre

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de síndrome disejecutivo. La zona de afectación es la convexividad frontal y se caracteriza por la disminución de actividad de los procesos cognitivos, la hipocinesia, la apatía, la irritabilidad o inercia, la pérdida de iniciativa y dejadez personal, un síndrome amotivacional, la impersistencia cognitiva, un pensamiento concreto y empobrecido, embotamiento afectivo y alteraciones en la programación motora.

Por otro lado, estos autores plantean alteraciones relacionadas con el síndrome orbital, en el cual la sintomatología predominante es de tipo pseudopsicopático. En este se observa una tendencia marcada a la desinhibición e, incluso, a la manía. La zona de afectación es orbitofrontal y se expresa en la capacidad para inhibir respuestas inadecuadas, hipercinesia, distractibilidad, imprudencia y conductas agresivas, impulsividad e inestabilidad emocional, euforia, humor pueril, egocentrismo, falta de empatía, desinhibición sexual, escaso juicio, disminución de los afectos, juicios emocionales complejos y disminución o falta de sensibilización interpersonal.

Los resultados investigativos arrojaron que las afectaciones más significativas en los sujetos evaluados las constituyen las alteraciones dorsolaterales.

Se concluye esto teniendo en cuenta que las pruebas neuropsicológicas que presentaron diferencias significativas con los baremos para la población colombiana fueron el test de fluidez verbal y test de clasificación de tarjetas del Wisconsin.

El test de fluidez verbal, aparece la modalidad fonológica F/A/S, a través de la cual se obtiene una medida de amplitud de la fluencia verbal (Navas y Muñoz, 2004). Esta prueba evaluó el esfuerzo cognitivo, determinado por la flexibilidad de los procesos de búsqueda y recuperación de palabras. Esta tarea se relaciona directamente con el lóbulo frontal (Troyer, Moscovitch y Winocur, 1997). En los resultados obtenidos en las pruebas aplicadas por la muestra seleccionada se observa una puntuación realmente baja, comparada con la puntuación determinada por los baremos colombianos. Lo cual se explica teniendo

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en cuenta las dificultades que presentan estos sujetos en cuanto a la flexibilidad cognitiva, la impersistencia cognitiva, el pensamiento concreto y empobrecido que se describió en líneas anteriores, referentes al síndrome dorsolateral.

Por su parte, el test de clasificación de tarjetas de Wisconsin, el cual mide la capacidad de abstracción y la flexibilidad cognitiva, mostró, según los resultados obtenidos, que los sujetos con características delincuenciales significativas cometen un mayor número de errores perseverativos en comparación con sujetos que no se caractericen por estas conductas. Los errores perseverativos son un tipo de respuesta incorrecta que se produce inmediatamente después de haber logrado un acierto en una de las categorías.

Tradicionalmente el WCST se ha considerado como una medida sensible de los déficit dorsolaterales (Milner y Harvey, 1995). Teniendo en cuenta los resultados arrojados por la muestra y comparándolos con los baremos colombianos, se encuentra que efectivamente los errores perseverativos son mayores en gran medida en las personas que presentan características del trastorno antisocial de la personalidad; es decir, que se confirma nuevamente la hipótesis nula de la presente investigación, y se apoya en los antecedentes de investigación revisados y tenidos en cuenta, los cuales se han referenciado durante el manuscrito. Es evidente el síndrome dorsolateral en estos sujetos.

Es importante mencionar que en el análisis de los resultados se observa una adecuada ejecución por parte de la muestra en el test de colores y palabras de Stroop. Este test es una tarea sensible a la perseverancia perceptiva, ya que el objetivo de la prueba es inhibir la tendencia automática y responder de manera controlada mediante la solución de la tarea conflictiva. Esta prueba hace parte de la evaluación del síndrome orbital, mencionado anteriormente. Estos resultados, entonces, indican que la muestra evaluada no presenta características que puedan encuadrarlos en dicho síndrome.

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Teniendo en cuenta las características de la muestra, es importante anotar que los 16 sujetos que la componen pertenecen a un programa de rehabilitación social, este programa incluye rehabilitación psicológica. Sus edades presentan una dispersión promedio de 8,4 años, considerando que son sujetos adultos cuyo promedio es 31,3 años. Esta dispersión no es relevante ya que no hay cambios significativos en su funcionamiento ejecutivo.

Se concluye, entonces, con los resultados arrojados que se confirma la hipótesis nula de la presente investigación —como se mencionó en líneas anteriores—, la cual planteó la existencia de alteraciones dorso laterales en personas que presentan conductas delictivas recurrentes, falta de culpa y oposición a la norma; las cuales son características del trastorno antisocial de la personalidad. Se aclara además que no necesariamente hay presencia de síndrome orbital en estás personas; aunque se puede pensar hipotéticamente que esto se debe a un sesgo existente en la población evaluada, pues esta ha sido sometida a un proceso de rehabilitación psicológica. Esta última hipótesis conviene corroborarla mediante un proceso de investigación riguroso.

Finalmente, conviene aclarar, y de paso recomendar, que los procesos de intervención neurospsicológica con personas que presenten este tipo de conductas deben orientarse, según la evaluación, a las funciones ejecutivas dorsolaterales, las cuales se ha demostrado por medio de la presente investigación, y de algunos antecedentes tenidos en cuenta en la misma, que se encuentran alteradas.

Estos resultados motivan la investigación de procesos de rehabilitación neurocognitiva en este tipo de trastornos, ya que pueden tener resultados favorables que permitan mejorar la calidad de vida, no solo de las personas que se ven enfrentadas a ellos, si no también de la sociedad en general

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Factores de riesgo para el consumo de psicoactivos en conductores de

buses en Medellín*

Risk factors related to the consumption of psychoactive substances in bus drivers in Medellin

Gustavo Adolfo Calderón Vallejo**

Guillermo Alonso Castaño Pérez***

ResumenLa metodología tiene un enfoque cuantitativo, en esta se presentan las variables que caracterizan la población y otras en torno a los factores de riesgo asociados al consumo. Se realiza un muestreo probabilístico, con una confiabilidad del 95% y un error del 5%. La población estudiada está constituida por 309 conductores de buses y el estudio se realiza con base en una encuesta autoaplicada. Se concluye que las pocas horas de sueño, las largas jornadas de trabajo, el estrés y las situaciones de riesgo continuo pueden ser factores de riesgo para el consumo de sustancias psicoactivas.

Palabras clave: consumo de psicoactivos, factores de riesgo, estrés, riesgos en rutas.

AbstractThe methodology has a quantitative approach that presents the variables characterizing the population, and those related to the risk factors associated with the consumption. A probability sampling, with a reliability of 95% and an error of 5 % has been done. The population studied is made up of 309 bus drivers and the study is based on a self-administered survey. It is concluded that the few hours of sleep, the long hours of work, the stress and the ongoing risk situations may be risk factors for the consumption of psychoactive substances.

Key Words: consumption of psychoactive substances, risk factors, stress, risks in routes.

* Este es un producto del proyecto: Consumo de sustancias psicoactivas en población la-boral del sector de trasporte público de Medellín. Fundación Universitaria Luis Amigó, investigación inscrita en la línea en Farmacodependencia. Terminó en diciembre de 2012.

** Magister en estudios urbano-regionales. Sociólogo. Docente Fundación Universitaria Luis Amigó.

[email protected]*** Doctor en Psicología de la Salud. Médico Mg. Docente Fundación Universitaria Luis Amigó. [email protected]

Katharsis–Institución Universitaria de Envigado

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Katharsis154

IntroducciónEl estudio de los riesgos en los que incurren los trabajadores

consumidores de alcohol y otras sustancias psicoactivas y los factores que los pueden originar deben ser una prioridad de las empresas y los gobiernos desde las políticas laborales preventivas y ofertas de tratamiento; así mismo, debe existir conciencia de los trabajadores acerca de su necesidad de lograr educación sobre este aspecto, en particular en torno a las consecuencias de las conductas abusivas de consumo y de que en ocasiones pueden generar dependencias.

Recuérdese que el consumo de sustancias psicoactivas puede ocasionar absentismo, incapacidades para trabajar, accidentes en las empresas, disminución en la productividad y derivar en enfermedades para los trabajadores. Las acciones deben ser: primero el conocimiento diagnóstico real sobre la dimensión del problema, luego el empleo de políticas preventivas y de minimización de los riesgos y, por último, el apoyo directo a la población laboral ya afectada hasta su rehabilitación.

Al hacer una exploración sobre la problemática, son reconocidos los estudios españoles, como el realizado en la Encuesta Domiciliaria por el Plan Nacional de Drogas de España (2005), en el que se muestra que un 90% de la población laboral ha tomado bebidas alcohólicas en los últimos doce meses, el 12% de los trabajadores toman estas bebidas con niveles que se consideran de riesgo para la salud y el 26% de los que toman han presentado problemas derivados del consumo de alcohol.

También en España la droga ilegal más consumida es la marihuana, con el 34% de consumo ocasional durante el año. El 10% de los trabajadores encuestados refiere consumo habitual, de 3 a 7 veces por semana. En la discriminación por sexo se evidencia que consumen con más frecuencia los varones, y entre ellos predominan los que se encuentran entre los 16 y los 34 años de edad (Navarro, 2006).

De otro lado, en el caso colombiano se debe referenciar un estudio realizado por el Ministerio de la Protección Social (2010), en el que se

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afirma que Colombia representa el 5 % del riesgo de abuso en el mundo, entre la población laboral. Pero, además, el mismo estudio sostiene que los abusadores del alcohol tienen el doble de accidentes laborales que su grupo de comparación, ajustando por edad, sexo, etnicidad y clase de trabajo. Así mismo, los trabajadores que abusan de las drogas en Colombia tienen 3 a 4 veces más accidentes que el resto de trabajadores. Se atribuye al abuso de alcohol el 40% de las muertes y el 47% de las lesiones en el ámbito industrial, el ausentismo es 2,5 veces mayor que el registrado en los no consumidores.

De la amplia población laboral, se hace referencia específica a la de los conductores de buses urbanos, este es un subsector decisivo para la movilidad de los ciudadanos y para el desarrollo productivo. Ellos comparten en cuanto a riesgos y efectos laborales y personales los factores comunes para los trabajadores colombianos, pero tiene un especial significado por las consecuencias que pueden alcanzar sus consumos abusivos en la accidentalidad vial y las consecuencias en la integridad física y mental de los usuarios del transporte.

Se debe considerar que una parte de los conductores de transporte público urbano, específicamente los de Medellín, pueden ser consumidores de alcohol u otras sustancias psicoactivas y que sus condiciones personales y ambientales pueden llevar a consumir dichas sustancias. En un inicio podrían consumir con un fin recreativo y de descanso; sin embargo, no se debe descartar la posibilidad de un abuso o probable camino a la dependencia, es por ello que es pertinente preguntarse por los factores de riesgo de los conductores dentro y fuera de la jornada laboral.

De otra parte, es necesario considerar que en el mundo cada año se registran 1,25 millones de muertes por accidentes de tránsito. Además, es la segunda causa de muerte en personas entre 5 a 25 años, en su mayoría varones (González, 2008). La Organización Mundial de la Salud (2010) estima que de no corregirse las causas, el número de muertos por accidentes de tránsito en el mundo aumentará 65% en el

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2013. Probablemente muchos de estos accidentes se producen bajo el efecto de sustancias psicoactivas.

Sobre el consumo de alcohol, la sustancia que más riesgo genera para la accidentalidad por su consumo promovido, las cifras del estudio nacional indican que el 86% de los encuestados declaran haberlo consumido alguna vez en la vida y el 35% dice haberlo consumido en los últimos 30 días. En la aplicación del instrumento Audit, en el mismo estudio, el 1,57% de las personas encuestadas presentan comportamientos indicativos de una situación de dependencia de alcohol (Ministerio de la Protección Social, 2008).

Téngase en cuenta que los consumos de sustancias legales o ilegales están catalogados por la Organización Mundial de la Salud (2010) como un problema de salud pública. Es un fenómeno universal y multicausal (Otero, 2011) en todos los estamentos poblacionales de las sociedades y de todos los estratos socioeconómicos, en particular el sector laboral está siendo afectado por esta situación.

El Ministerio de la Protección Social (2010) expidió la Resolución 0038 del 9 de julio, en la que se da instrucciones de obligatoriedad, para el mantenimiento de espacios libres de humo y de sustancias psicoactivas en las empresas, argumentando que el consumo de estas sustancias, tanto lícitas como ilícitas, es un problema de salud ocupacional que las empresas deben prevenir; por eso se deben preparar programas para evitar el consumo de psicoactivos entre los gremios de la salud, transporte, finanzas y construcción.

Con respecto a una mayor especificidad del problema, se encuentra un estudio reciente de Molina, Suárez y Arango (2011), sobre nivel de riesgo de consumo de alcohol en trabajadores de una empresa de servicio de trasporte público urbano de la ciudad de Medellín. Se aplicó el test Audit, mostrando cifras importantes en riegos de consumo de alcohol y se concluye con la necesidad de divulgar y vigilar el cumplimiento de la normativa existente en relación al consumo de sustancias psicoactivas

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por parte de los conductores, fomentar un mayor compromiso de las empresas en aras de garantizar condiciones de bienestar y seguridad a la población económicamente activa, a través de la realización de acciones de prevención del consumo y de la promoción de hábitos saludables.

Anteriormente se había efectuado un estudio similar en conductores y alistadores de la Cooperativa de Transporte de San Antonio (Cootrasana) de la ciudad de Medellín, con el fin de caracterizar el consumo de sustancias psicoactivas en esta población (Mesa, 2003), mostrando primero la prevalencia de alcohol, seguido por el cigarrillo y, en tercer lugar, la marihuana; este trabajo hace referencia, además, al consumo alguna vez en la vida.

En el caso de Medellín, se observa que los conductores son una población con niveles altos de exigencia laboral, expuesta a consumos de sustancias psicoactivas, con los que, en ocasiones, se busca atenuar las difíciles situaciones que les corresponde vivir. A este respecto indica Arza (1999) que las circunstancias en el lugar de trabajo se pueden convertir en factores de riesgo, que influyen en el inicio o la consolidación de usos problemáticos de psicoactivos.

Se debe tener en cuenta que los diversos factores de riesgo no pueden considerarse de forma aislada, pues el consumo de drogas, como otros comportamientos del ser humano, implican una interacción social, en este caso entre el individuo, su contexto y la sustancia. Es decir, el uso de drogas no está determinado por la presencia de un factor de riesgo, sino que será resultado de una variedad de causas (González, 2003).

Finalmente, es importante considerar qué dice la legislación actual. La Ley 1383 de 2012 habla sobre conducir en estado de embriaguez o bajo los efectos de sustancias alucinógenas. La ley, a su vez, tiene en cuenta lo establecido en el artículo 151 y 152 del Código Nacional de Tránsito Terrestre: se trata de conductores de vehículos de servicio público, de transporte escolar o de instructor de conducción. En estos

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artículos la multa pecuniaria y el período de suspensión de la licencia se duplicaron. En cuanto al fumador, el artículo 132 del mismo código dice que el conductor de servicio público de transporte de pasajeros que sea sorprendido fumando mientras conduce se hará acreedor a una sanción de diez salarios mínimos legales diarios vigentes y de asistir a un curso de seguridad vial. Pero la realidad muestra que estas normas son quebrantadas por conductores que tienen unos factores de riesgo que se describen en artículo (Ministerio de Transporte, 2012).

Metodología

Tipo de estudio y enfoqueEl enfoque propuesto para este estudio es cuantitativo, pues se realizó

una medición con representatividad estadística de las variables que mostraran la magnitud del consumo de sustancias psicoactivas y otras sociodemográficas para conocer las características de los consumidores.

El estudio presenta resultados de frecuencias, sobre cómo se encontraron las variables de consumo y factores de riesgo en la población. Es de tipo transversal, pues da cuenta de la situación en un lugar y tiempo determinado.

Población y muestraEn este caso se considera como población, la conformada por

aproximadamente 1.000 conductores con vinculación laboral en el año 2012.

Se realizó un muestreo probabilístico con representatividad estadística para dicho segmento de población, pudieron ser elegidos los trabajadores vinculados como conductores de pasajeros de servicio público del sector urbano de Medellín.

Se aplicó un muestreo probabilístico para poblaciones finitas, con un nivel de confiabilidad del 95% y un error muestral del 5%. Tomando finalmente una población encuestada de 309 conductores.

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Criterios de inclusiónFueron incluidos en el estudio conductores de empresas

trasportadoras de buses que trabajan en las seis zonas en que está dividido administrativamente Medellín, los trasportadores fueron mayores de edad, de cualquier condición socioeconómica, que estuvieran laborando al momento del estudio.

Delimitación espacial y temporalTemporalmente, se da cuenta del fenómeno del consumo de

sustancias psicoactivas y de los factores de riesgo de los conductores, al momento de la recolección de la información, específicamente durante los meses de septiembre y octubre de 2012.

InstrumentoSe utilizó una encuesta, instrumento validado por expertos para

este tema, con el que se profundizó en variables principales como: características de la población de trasportadores; prevalencias, último año, último mes, última semana y factores de riesgo.

Recolección y análisis de la informaciónInicialmente se realizó un mapeo por empresa de trasporte urbano

de pasajeros con datos obtenidos de la Secretaría de Movilidad de la ciudad, para luego ubicar a los conductores, que fueron elegidos al azar.

La información se recogió con criterios de confidencialidad y voluntariedad. Los cuestionarios fueron autoaplicados por los conductores en su mismo lugar de trabajo.

A continuación, se organizó la información recogida, se realizó una crítica y limpieza de la información que no comportó la total calidad. Posteriormente se codificó y tabuló la información en hojas de cálculo de Excel y para el análisis de la información se utilizó el programa SPSS versión 18.

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Posteriormente, se hizo una primera lectura de los resultados a partir del plan de análisis, se aplicaron las mediciones para encontrar prevalencias. Se realizaron análisis mediante distribución de frecuencias.

En específico, se realizó un análisis univariado en la descripción de las características de los entrevistados según las variables socio demográficas: sexo, edad, ocupación y nivel educativo, con lo que se obtuvo la prevalencia de drogas.

También se realizaron análisis bivariados, entre estrato socioeconómico y consumo de alcohol, horas para dormir por día y consumo de alcohol y riesgos en las rutas por quienes consumen o no alcohol. Se aplicó la prueba chi cuadrado, para determinar si existe relación entre las variables.

Control de sesgosPara el control de sesgos de información, se realizó la prueba piloto

al instrumento con el fin de evitar redundancias en la información y garantizar que se recopilaran todos los datos.

Igualmente, como medida de control del sesgo de información en los encuestadores, se realizó una capacitación en el manejo adecuado del instrumento de recolección. Además de lo anterior, los investigadores realizaron la revisión de las encuestas recolectadas por los encuestadores para corroborar su correcto diligenciamiento.

En el proceso del control de los sesgos de información del encuestado, se garantizó la confidencialidad de la información suministrada por la población.

ResultadosSe encontró en los conductores encuestados que con respecto a la

edad, por razones de exigencias laborares, todos son mayores de edad, pero el dato relevante es que la gran mayoría son jóvenes en un rango de 18 y 30 años, además en cuanto al sexo, la totalidad son hombres.

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También se encontró que es un sector laboral en el que trabajan personas ubicadas en los estratos socioeconómicos de menor rango, mayoritariamente de estrato 2 (54,0%) un poco menos de la tercera parte de estrato 3 (31,7%) y más de una décima parte de estrato 1 (12,3%). Además de ser una población predominantemente joven y de sexo masculino, es un sector conformado por personas casadas o en unión libre en un 78,3%.

Otra característica importante es el nivel educativo. La población de conductores tiene el 64,4% de secundaria completa o incompleta y el 28,8% solo alcanzó primaria, no se encontró nivel universitario.

De otro lado, más de la cuarta parte dice llevar de 1 a 5 años conduciendo y la mitad llevan entre 1 y 15 años, lo que los ubica como una población joven, también es de resaltar que un 18% tiene más de 20 años de trabajo como conductores.

Como dato fundamental de riesgo por la actividad que realizan, está el hecho que una gran mayoría dice dormir 5 horas o menos por día, esto es el 54,4%.

También se debe destacar en los conductores encuestados, que la absoluta mayoría (92%) dicen trabajar más de 48 horas semanales, por lo regular trabajan hasta 12 horas por día.

Así mismo, los conductores expresan sentirse estresados, en algún grado, en su jornada laboral en un 92,3%. Pero con niveles que se pueden considerar altos de estrés en un 65,1% (moderado o muy estresado).

Por las circunstancias que les corresponde vivir a los conductores de Medellín, se exploró si existe algún tipo de riesgo al conducir en cada una de las rutas, la mayoría afirmaron que sí (81,6%) y dentro de las diversidades de riesgos mencionadas, el mayor porcentaje lo tiene el riesgo de accidentalidad (40,4%), seguido por el riesgo de inseguridad y violencia (31,4%).

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De otra parte, se debe considerar como un dato de riesgo, por la actividad que realizan, en la que están involucrados pasajeros, el alto porcentaje (27%) de conductores que dicen haber consumido alcohol u otra sustancia durante su jornada de trabajo, esto es más de una cuarta parte de los encuestados.

En lo tocante a la sustancia psicoactiva más consumida en horas laborales, es de destacar que el cigarrillo tiene el 23,6%, le sigue el alcohol con el 15,2%, la marihuana con el 6,5%, las otras sustancias presentan porcentajes bajos. Menos de la mitad, 42% de los encuestados, admiten que sí existe consumo de sustancias psicoactivas entre sus compañeros en horas laborales, sobre todo en los terminales de buses y mientras esperan la salida hacia la ruta.

Tabla1. Estrato socioeconómico por consumo de alcohol

Consume alcohol

Estrato socioeconómico Sí No total

1 Recuento 35 3 38

% 12,8% 8,6% 12,3%

2 Recuento 143 23 166

% 52,0% 65,7% 53,7%

3 Recuento 90 8 98

% 33,0% 22,9% 31,7%

4 Recuento 5 1 6

% 1,8% 2,9% 1,9%

5 Recuento 1 0 1

% 0,4% 0,0% 0,3%

Total Recuento 273 35 309

% 100,0% 100,0% 100,0%

Tendencialmente se observa, al cruzar el estrato socioeconómico y el consumo de alcohol, que son más altos los porcentajes de los que dicen consumir y están en los estratos bajos, que los de los estratos 4-5

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y consumen alcohol (no hay conductores del 6). El chi cuadrado es de 3,7 y la significancia es de -0,027.

Tabla 2. Horas para dormir por consumo alcohol

Horas que utiliza para dormir por día

Sí consume

No consume Total

1 a 5 horas Recuento 153 17 168

% 57,6% 50,0% 56,5%

6 a 10 horas Recuento 113 17 130

% 42,5% 50,0% 43,5%

Total Recuento 266 34 300

% 100,0% 100,0% 100,0%

En lo tocante al número de horas que duermen por día los conductores, cruzado con el consumo de alcohol, se puede afirmar que quienes duermen entre cinco horas diarias y dicen consumir alcohol presentan porcentajes más altos, que quienes duermen ente 6 a 10 horas y respondieron que no consumen alcohol. El chi cuadrado es de 2,1 y la significancia es de 0,041.

Tabla 3. Riesgos en las rutas por quienes consumen alcohol

Riesgo en ruta

FrecuenciaSí No Total

Porcentaje

A vecesRecuento 89 15 104

% que consumen alcohol 32,60% 42,90% 34,00%

SiempreRecuento 108 9 117

% que consumen alcohol 39,60% 25,70% 37,80%

Casi siempreRecuento 29 5 34

% que consumen alcohol 10,60% 14,30% 11,00%

NuncaRecuento 47 6 53

% que consumen alcohol 17,20% 17,10% 17,20%

TotalRecuento 273 35 309

% que consumen alcohol 100,00% 100,00% 100,00%

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Aunque es mayor el porcentaje de los conductores que siempre perciben riesgos en las rutas frente a los que no los perciben; tomados todos los ítem positivos de la escala y los que consumen alcohol es similar porcentualmente hablando con los que perciben riesgos pero no consumen, se obtuvo un chi cuadrado de 5,1 y un nivel de significancia negativa de –0,049

Tabla 4. Prevalencias de consumo de sustancias psicoactivas

Sustancia

consumo alguna vez en su vida

consumo últimos 30

días

Consumo los últimos 12 meses

Frecuencia con la que consume

Sí No Sí No Sí No Diario2-3

veces semana

Semanal Quincenal

Tabaco 54,4 45,6 48,2 51,8 48,2 51,8 81,1 4,4 6,6 7,9

Alcohol 88,6 11,4 4,7 95,3 6,3 93,7 33,3 16,7 33,3 16,7

Marihuana 24,6 75,4 4,7 95,3 6,3 93,7 33,3 16,7 33,3 16,7

Con respecto al consumo de tabaco, el estudio revela que más de la mitad de encuestados ha consumido tabaco alguna vez en su vida.

La tabla muestra una prevalencia de vida de más de tres terceras partes de la población ha consumido alcohol, pero al mismo tiempo se observa que la tercera parte de ellos continúa el consumo diario de alguna bebida alcohólica. Esto muestra que hay una recurrencia y es sabido que esta sustancia puede tener alto poder adictivo; como factor precipitante puede estar la aceptación social de la misma, lo que influye en la baja percepción al riesgo que se tiene con su uso frecuente, por lo regular se desconocen los daños biopsicosociales que genera el consumo abusivo en una persona.

Frente a la marihuana, se encuentra que hay una similitud entre su consumo diario y el del alcohol, pues ambas sustancias son consumidas por la tercera parte de los conductores.

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Discusión En primera instancia, con respecto al hecho que la población

encuestada es totalmente masculina, se recuerda que dicha población tiende a ser más consumidora y esto también es cierto para este subsector de población (Bastida, 2002), (Pareja, Jurado y Giménez, 2007). Así mismo, los conductores están ubicados en los estratos socioeconómicos 1, 2 y más de la cuarta parte en el estrato 3, esto se puede considerar como un factor de riesgo, por las pocas oportunidades que el medio laboral ofrece y las condiciones económicas desventajosas (Mossakowski, 2008); aunque se debe aceptar que el consumo de sustancias psicoactivas se presenta en todos los estratos socioeconómicos, la historia de pobreza es factor de riesgo porque produce insatisfacción ante la imposibilidad de suplir necesidades básicas Webb, Redman, Hennrikus, Rostas y Sanson (1990), esto unido al bajo grado de escolaridad, que no concuerda con las exigencias del mercado laboral en el presente, Ramírez, Martínez y Asúnsolo (2011).

De otro lado, puede convertirse en un factor de riesgo el hecho de trabajar jornadas laborales muy extensas, unido al poco tiempo para dormir, lo que causa desgaste físico y posibles enfermedades asociadas, como alto nivel de estrés. Esto concuerda con lo investigado por Moore, Sikora, Grunberg y Greenberg (2007), García (2011) y Molina, Suárez y Arango (2011). A lo anterior se suma la dificultad de encontrarse trabajando en sitios de mucho riesgo social (terminales de trasporte), dominados por bandas delincuenciales, en este caso en Medellín, que expone a los conductores a robos, extorciones por grupos armados y a toda clase de vandalismo.

Si a lo anterior se añade el consumo de sustancias psicoactivas, esta situación se puede convertir en un riesgo para el desempeño laboral y, específicamente, en la conducción de vehículos de pasajeros, porque las drogas actúan sobre el cerebro y pueden alterar la percepción, la cognición, la atención, el equilibrio, la coordinación y el tiempo

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de reacción como facultades requeridas para conducir de manera segura. Los efectos de cada droga específica difieren dependiendo de su mecanismo de acción, la cantidad consumida, el historial del usuario y otros factores, Castaño (2003), los cuales son responsables de accidentes, inciden en el rendimiento laboral, la aparición de enfermedades y mayor ausentismo (NIDA, 2011).

En cuanto a lo arrojado sobre las sustancias más consumidas por los conductores, la investigación mostró resultados similares a los encontrados por el estudio de Mesa (2003) en consumos alguna vez en la vida, con datos del 83% alcohol, seguido del cigarrillo con el 36% y la marihuana con el 6%; lo que se puede observar es una tendencia a que el consumo puede estar en aumento, con una variación importante de marihuana, es decir, que a medida que transcurre el tiempo puede estar en aumento el consumo de alcohol, cigarrillo y marihuana en los conductores de servicio público de pasajeros de Medellín.

De otra parte, con respecto al consumo en horas laborales, una cuarta parte de los conductores fuman en sus lugares de trabajo, especialmente en las terminales de las rutas, acá se puede insinuar que existe una población con riesgo de padecer enfermedades físicas, el solo hecho fumar acelera el pulso, se contraen las arterias y el corazón incrementa su esfuerzo, aunque no pareciera que vaya afectar de forma importante el comportamiento de los individuos en el trabajo, a mediano y largo plazo produce efectos adversos (Cabrero, Posé y Luna, 2002); igualmente Hinestroza (2009) en estudio efectuado en Pereira con conductores de buses, muestra que un 13% de ellos fuman, indicando las dificultades en la salud que puede generar el consumo de cigarrillo, como generador de enfermedades cardiovasculares y respiratorias.

Complementariamente, el consumo de cigarrillo mientras se conduce, es un factor de distracción que puede aumentar el riesgo de tener accidentes de tránsito, los conductores fumadores tienen hasta 1,5% más probabilidad de tener un accidente. La distracción al fumar se asocia, entre otras, a la disminución de la habilidad

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manual con el volante, a la reducción de la atención en la carretera (al encender y apagar el cigarrillo o a la irritación en los ojos provocada por el monóxido de carbono), como también para los pasajeros por la inhalación de sustancias tóxicas e irritantes, según lo investigado por Curto, Martínez y Fernández (2011). Allí se encontró un 2,6% de incumplimiento en el trabajo por consumo de cigarrillo, esto quizás relacionado con enfermedades producidas por el consumo.

Para cotejar con otro estudio, el consumo de alcohol se ubica en segundo lugar en las prevalencias, con niveles mucho más bajos que los hallados en Cuba por Garcell, Quesada, Ternblom, García, y Sandoval (2006), quienes mostraron que el 23,4% de los conductores de autobuses fueron considerados alcohólicos, el 30,5% con riesgo de alcoholismo. Aunque son cifras mucho más elevadas, evidencian la relación con el consumo de alcohol. El alcohol es una de las sustancias que al igual que el tabaco goza de reconocimiento legal, pero es así mismo uno de los consumos que genera mayor accidentalidad, producen lesionados y fallecidos, Guanche, Martínez y Gutiérrez (2007).

Pero, además, teniendo en cuenta que el alcohol afecta la concentración, la percepción, la visión y la precisión para reaccionar ante eventualidades, entre muchos efectos, los conductores no se encuentran aptos para laborar bajo efectos de alcohol, Ríos (2003); a lo anterior se agrega el incumplimiento en las responsabilidades laborales en un 6,8%, lo que quiere decir que el ausentismo es evidente en conductores que consumen alcohol, en concordancia con Mesa (2003).

En cuanto a las sustancias ilícitas, el consumo de marihuana alguna vez en la vida se ubica en un tercer lugar, con el 6,5%, es una sustancia que presenta grandes riesgos en los conductores porque inicialmente, a dosis bajas, produce sensaciones placenteras de calma y bienestar, desinhibición, locuacidad y alteraciones de la percepción temporal y sensorial, seguido de falta de interés en el individuo, unido a una frecuente disminución en la capacidad de concentración, lo que quiere decir que en el ejercicio de la labor de conducir y consumir una

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sustancias psicoactiva puede coadyuvar a producir accidentes. En su estudio Cabrero, et al. (2002) evaluaron los niveles de consumo de drogas ilícitas en las que se incluye la marihuana, en un 3 y 4 %, específicamente en sector transportador y el 1 y 2 % han tenido problemas en el trabajo como consecuencia del consumo.

ConclusionesEfectivamente, la población de conductores de transporte público

de Medellín presenta una serie de factores de riesgo, entre los que se deben relacionar los siguientes: es una población con condiciones socioeconómicas muy desventajosas, en ella predomina el estrato dos.

Complementariamente, a los conductores les corresponde trabajar en sitios de mucho riesgo social, terminales de trasporte dominadas por bandas y rodeadas por delincuencia común, lo que se suma al estrés, las largas jornadas de un trabajo de mucha exigencia psicofísica y pocas horas de sueño, lo que impide un adecuado descanso.

Además, tienen en su oficio poca posibilidad de ascenso laboral y social, a lo que se le agregan niveles educativos muy bajos (secundaria); conviven con muchos riesgos en las rutas, entre ellos la accidentalidad y la delincuencia. Todos estas situaciones pueden considerarse factores de riesgo para el consumo de sustancias psicoactivas, que efectivamente son una realidad en la vida de muchos conductores encuestados, en especial el alcohol y marihuana.

Se concluye que consumos como el de alcohol, tabaco y marihuana muestran una presencia continua a lo largo de la vida de los conductores, mientras que otras sustancias de carácter ilegal como los inhalantes, la ketamina, la cocaína y el bazuco, entre otras, se presentaron como consumo experimental en la adolescencia o juventud, las últimas sin prevalencia de consumo en el último año.

En lo atinente al consumo en el lugar de trabajo, se evidencia que más de la cuarta parte de la población encuestada reconocen un consumo

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de sustancias, que podría entenderse como una falta de conciencia en la ejecución de la actividad de conducir, en donde tiene a cargo la responsabilidad de llevar personas sin riesgo al lugar de destino.

Téngase en cuenta que no se encontraron programas estructurados de prevención, en algunos casos por parte de las empresas se les indica la existencia del riesgo de consumir droga e incluso se les establece como prohibitivo, pues da expulsión del trabajo, pero en las rutas en las que se recogió la información no hay control, ni evaluación periódica de los consumos de sustancias psicoactivas.

Complementariamente, existen circunstancias en la vida diaria de los conductores que pueden llevar al consumo de sustancias psicoactivas, es decir que se enfrentan a situaciones límites para un ser humano, que tiene un trabajo físico exigente, por tanto como escape se acude a ellas, en muchas ocasiones buscando contrarrestar pocas horas de sueño, eliminar o atenuar el cansancio y el estrés; esto se observó en el hecho que la mayoría expresa tener cinco o menos horas diarias de sueño.

Los conductores del sector de transporte público tienen en sus vidas diarias condiciones que pueden ocasionar perjuicios en su salud, que se ve afectada física y emocionalmente, esto se traduce en que la actividad de conducir ocupa la mayor parte de su vida (concentración sostenida, estrés, inadecuada alimentación) y, en consecuencia, se quedan sin tiempo para estar con su familia y desarrollar actividades de ocio y tiempo libre de su interés.

A modo de recomendación, se debe contribuir en la vigilancia y divulgación de la normatividad en relación con el consumo de sustancias psicoactivas a los conductores de transporte público, con el compromiso activo por parte de la empresa a través de control y, sobre todo, en la ejecución de programas preventivos que fomenten condiciones de bienestar y seguridad de la población y de los individuos en particular. Como también reconsiderar las largas jornadas de trabajo, para evitar el desgaste físico y psicológico extremo de los conductores.

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El trabajo precario, una realidad distante del trabajo decente*

Precarious work a distant reality of decent work

María Alejandra Gómez**

David Restrepo***

ResumenEste artículo hace parte del proceso de revisión documental de la investigación doctoral: Sentidos y significados del trabajo en el escenario laboral flexible. Una aproximación al contexto de Medellín —Colombia. El objetivo es presentar una indagación sobre la precarización del empleo en Colombia a partir de la flexibilidad laboral. Se realizó a través de una revisión de literatura. Se encontró que la flexibilidad laboral en Colombia se ha impuesto como un requerimiento de las organizaciones a los estados en su búsqueda de competitividad y sobrevivencia, pero que ha traído pérdidas significativas a la protección legal que tenían los trabajadores, incrementando cada vez más la precarización del empleo. En Colombia la flexibilidad laboral se presenta a través de los contratos comerciales con empresas temporales, cooperativas de trabajo asociado y contratos de prestación de servicios, además de la utilización de contratos laborales a término con duración establecida. El incremento de la utilización de estas modalidades de relación laboral genera pérdida de calidad del trabajo, con su respectiva disminución de calidad de vida y bienestar de los trabajadores y de sus familias, es así que la consecución del empleo se constituye en una forma de responder principalmente a la urgencia de sobrevivencia.

Palabras clave: trabajo decente, precarización del empleo, flexibilización del empleo.

* Psicólogo de la Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín, Especialista en Gerencia del Talento Humano, de la Escuela de Ciencias Estratégicas de la Universidad Pontificia Bolivariana.

** Docente Facultad de Psicología, Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín, Colombia. [email protected]. Psicóloga, Especialista en Psicología Organizacional, Magister en Ciencias Sociales, Doctoranda en Psicología de la Universidad Católica de Argentina, miembro de la Red Interamericana de Factores de Riesgos Psicosociales Laborales —RIPSOL.

*** Psicólogo de la Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín, Especialista en Gerencia del Talento Humano, de la Escuela de Ciencias Estratégicas de la Universidad Pontificia Bolivariana.

Katharsis–Institución Universitaria de Envigado

María Alejandra Gómez, David Restrepo

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AbstractThis article is part of the document review process of doctoral research: Senses and meanings of work in a flexible working stage. An approach to the context of Medellin - Colombia. This article aims to present a research about job insecurity in Colombia from labor flexibility. It was conducted through a literature review. It was found that labor flexibility in Colombia, has emerged as a requirement for organizations to States in the search for competitiveness and survival, but it has brought significant losses to the legal protection that workers had, increasing job instability In Colombia labor flexibility is presented through commercial contracts with temporary agencies, workers' cooperatives and services contract, in addition to the use of labor contracts with fixed duration. The increased of the use of these types of employment generated work quality loss with the respective decrease of quality of life and welfare of workers and their families, so that the achievement of employment constitutes a form of respond primarily to the urgency of survival.

Keywords: decent work, job insecurity, job flexibility.

IntroducciónLa expresión “trabajo precario” hace alusión a una forma de

contratación atípica, en la que se encuentran restringidos (o anulados) los derechos legales y beneficios sociales asociados al empleo y que se caracteriza por involucrar uno o todos de los siguientes tres elementos críticos: inestabilidad, ilegalidad y desprotección (Salvia y Tissera, 2002). Así, este tipo de contratos se caracterizan por altos niveles de inseguridad laboral, tiempo limitado de horas trabajadas, además de ingresos con tendencia a ser bajos (Evans y Gibb, 2009). Es decir, se habla de un empleo que es más incierto, impredecible y riesgoso, desde el punto de vista del trabajador (Kalleberg, 2009). La Organización Internacional del Trabajo (OIT), por su parte, ha empleado el concepto de “trabajo precario” para denominar a “las ocupaciones en relación de dependencia que presentan rasgos alejados del empleo pleno, es decir, aceptables condiciones de trabajo y de remuneración, de acuerdo a la

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legislación vigente en materia laboral y de la seguridad social” (Oficina Internacional del Trabajo, 2005, p. 6).

El trabajo precario como fenómeno viene siendo discutido ampliamente desde la década del setenta, gracias a los debates sobre la marginalización (De la Garza, 2007), producto de las grandes migraciones del campo a las ciudades que generaron rápidamente dos clases sociales diferenciadas: la rural, basada en la agricultura y considerada tradicional, en contraparte a una industrializada y capitalista que emergía con fuerza, en la que se generaba una economía de servicios para la que esta población no estaba preparada (Neffa, Álvarez, Battistuzzi, Biaffore y Suárez, 2008; Fogel y Quinlan, 2011), lo que dio pie para la contratación de una mano de obra no cualificada cuyas condiciones laborales producían como consecuencia una serie de privaciones que, para la época y el contexto, eran atípicas, sin garantías, precarias, por lo que se comenzó a hablar de trabajo precario (De la Garza, 2007) como oposición al concepto de empleo típico, que se encontraba regulado dentro de un marco jurídico y que se caracterizaba por tener un tiempo de labor definido o indefinido, que se ejercía bajo la subordinación de un jefe o jefes y que contaba con una seguridad social que protegía al trabajador (Salazar y Rivas, 2004).

En los circulos académicos, los conceptos de “precariedad” y “trabajo precario” surgen gracias a la sociología francesa, a principios de la década del ochenta, como una descripción de orden cualitativo del empleo temporal u ocasional, para luego generalizarse internacionalmente (Choi y Mattoni citan a Bourdieu y Accardo; y Castel, 2010, p. 215).

En América latina comienza a hablarse de “preacariedad” en el empleo a mediados de los años ochenta, en la medida que comienzan a surgir empleos no cubiertos por la legislación laboral, que carecían de seguridad social y en los que, básicamente, se daba una desmejora en las relaciones laborales o donde las mismas ni siquiera existían (Salazar et al, 2004).

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Ahora bien, cuando se habla de precarización en el empleo, es importante aclarar que esta precarización no corresponde únicamente a un sólo fenómeno social, pues él mismo es el resultado de la interacción de múltiples dinámicas, tanto de orden económico, como político. Así, es necesario tener en cuenta que para la década del ochenta buena parte del mundo occidental estaba enfrentando realidades nuevas. Una de ellas era el desaceleramiento del crecimiento económico de Europa occidental, al menos en contraste con el ritmo que lograron luego de terminada la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), pues estos países, gracias a la reconstrucción y a que su industria y desarrollo comercial, que aún eran relativamente incipientes, configuraban un buen contexto para que las empresas crecieran libre y cómodamente, pues la competencia era aún escasa e, incluso, los consumidores de los bienes y servicios que estas producían debían adaptarse a lo que las compañías ofrecieran (Levionnois, 1992).

Cambio de modelo económicoCon el transcurrir de las décadas, en 1970, gracias al crecimiento

económico de las antes destruidas naciones europeas, el número de empresas de este territorio también se incrementó y con esto la competencia comenzó a ser cada vez más fuerte y las compañías que antes podían de alguna manera sobreponerse a sus clientes, ahora debían buscar maneras de atraerlos, lo que significó un incremento en los costos asociados a publicidad, ventas y calidad de los insumos (Levionnois, 1992). Luego, para la década del ochenta, se encontraron dos fenómenos desarrollados en paralelo: la desaceleración de la economía europea, tal y como se venía comportando, y el recrudecimiento de la polarización de la geopolítica mundial, con la Guerra Fría, la cual enfrentaba a dos bloques con diferencias políticas y económicas bastante marcadas entre sí: el bloque Soviético, cuyo representante principal era Rusia, y el bloque occidental, en cabeza de Estados Unidos y del cual hacía parte Europa Occidental.

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El bloque liderado por Estados Unidos abogaba por un sistema económico y político regulado por las leyes del libre mercado, de la oferta y la demanda, donde el Estado tuviera una mínima intervención en dichos asuntos y, en general, en la vida de sus ciudadanos; este bloque veía en la Unión Soviética una amenaza, por lo que Estados Unidos, Europa y en general los integrantes de este grupo, a manera de protección, comenzaron para la década del ochenta un proceso de integración comercial, con el ánimo de homogeneizar sus sistemas económicos, por lo que las empresas de estos países vieron cómo las normas comerciales que regulaban la producción, venta y compra de productos y servicios, sufrían una transformación al pasar de estar reguladas por dinámicas locales y nacionales, a estar regidas por situaciones y disposiciones de orden internacional, es decir, comenzaba un proceso formal de globalización que demandaba de las compañías y de los sistemas económicos esfuerzos nunca antes realizados para poder competir y ser rentables (Levionnois, 1992).

Así, comienza a consolidarse el neoliberalismo como un modelo aglutinante y de desarrollo para Occidente, en el que se considera al trabajo como un bien que ha de ser regulado por la oferta y la demanda del mercado (Paz y Piedrahíta, 2006), y dadas las condiciones de libre competencia que ya imperaban en estas economías, se veía como un lastre para la rentabilidad y consecuente desarrollo económico de las naciones las intervenciones y regulaciones que el Estado efectuaba sobre las leyes laborales, pues las mismas obligaban a las compañías a pagar una serie de costos asociados a la contratación y despido del personal, los cuales generaron que muchas compañías, se vieran en la necesidad de disminuir el número de empleos generados siendo, por lo demás, muchas de las contrataciones efectuadas, de carácter temporal (Montoya, 2011).

A raíz de lo anterior, se propuso que dichos costos laborales se redujeran, pues al hacerlo, los recursos producto de esta reducción se

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podrían reinvertir en hacer más rentables, competitivas y productivas las organizaciones, y al estas serlo, tarde o temprano podrían generar más empleo, el cual redundaría en el crecimiento económico y social de las naciones (Paz, y Piedrahíta, 2006, Montoya, 2011). Ante esta situación, se inicia un proceso para desmantelar algunos de los “beneficios” asociados al trabajo y que representaban “sobrecostos” para las compañías (Montoya, 2011).

De forma paralela, América Latina, en la década del ochenta, como región, se veía en la coyuntura de no poder saldar lo que le adeudaba a Estados Unidos y al Fondo Monetario Internacional, en virtud de unos intereses elevados y una moneda (dólar estadounidense) que se apreciaba cada vez más. Para 1982, México se declaró incapaz de pagar su deuda y la misma no le fue refinanciada. Fue solo cuestión de semanas para que la región, en su totalidad, cayera en lo que se denominó “la crisis de la deuda” (Martínez y Soto-Reyes, 2012).

Ante esta disyuntiva, Estados Unidos, como acreedor, les “propone” un cambio en su paradigma de desarrollo, pues el colapso de las mismas se debía a una excesiva intervención del Estado en la dimensión económica y se consideraba que el sector público era ineficiente y provocaba inflación debido a un déficit fiscal resultante de un excesivo gasto público y una poca carga tributaria (Moreno, 2004).

En consecuencia, a mediados de los ochenta, se efectuaron una serie de políticas macroeconómicas encaminadas a eliminar los subsidios, privatizar las empresas estatales y a situar el sector privado como motor del desarrollo, a la vez que se abrían los mercados financieros, de bienes y servicios a la competencia externa, llevando a Latinoamérica, al menos en teoría, a competir con los mercados mundiales y a crecer y desarrollarse, gracias a la inversión extranjera (Moreno, 2004).

El trabajo precario en algunas partes del mundoComo ya se ha establecido antes, los cambios asociados a nuevos

paradigmas de desarrollo, en los que el Estado, sus políticas y

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regulaciones, se consideraban obstáculos para el progreso de los países, mientras que la empresa privada era situada como un ente generador de crecimiento y la política neoliberal como la directriz a seguir. Occidente, con Estados Unidos a la cabeza, prosigue en la profundización de la política de neoliberalización de la economía y de su mercado de trabajo.

En Europa, más exactamente en España, debido a la crisis que el continente vivía de manera generalizada, la creación de empleo se vio afectada, pues no sólo se deterioró el crecimiento económico, sino que además los empleadores eran reticentes a contratar nuevo personal, pues los costos asociados al despido del personal con contratación indefinida eran demasiado altos. Ante esta situación, el gobierno español comenzó a promulgar, a mediados de los ochenta, políticas que promovían la contratación temporal, la cual no contaba con los beneficios que la indefinida tenía, entre ellos, los trabajadores bajo la modalidad temporal podían ser fácilmente desvinculados de la organización (Montoya, 2011, Torollo, 2011). Prefiriéndose así la generación de empleos, aunque fueran precarios, a la no generación de ninguno (Montoya, 2011).

Los empresarios españoles comenzaron a inclinarse por la opción de la temporalidad, pues la misma les representaba menores costos, aunque los empleos generados no eran empleos de calidad, es decir, no eran estables y tuvieron un impacto indeseable en la sociedad española y en el crecimiento del país, pues el consumo se contrajo, al disminuir la capacidad adquisitiva de las personas, con lo que, además, la capacidad de producción de las empresas se vio afectada, en la medida en que sus productos ya no eran tan demandados y en que la cualificación del personal contratado era cada vez más escasa, lo que entorpeció el proceso de introducción de nuevas tecnologías y, en últimas, alteró la eficacia del aparato productivo, pues el mismo estaba fundamentado en un personal cada vez menos capacitado, con una mayor rotación, lo que impedía no sólo que se adquirieran las destrezas necesarias para

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ejecutar bien la labor, sino que, además, incrementó la siniestralidad, puesto que muchos de estos trabajadores ignoraban o no estaban lo suficientemente sensibilizados y entrenados frente a las normas y procedimientos de seguridad y salud en el trabajo (Montoya, 2011, Torollo, 2011).

Ante esta situación, en dicho país se comenzaron a promover leyes como la 21 del 1999, que buscaba equiparar los salarios de los trabajadores contratados temporalmente con los del mismo puesto de trabajo en la misma empresa que estuviesen con otro tipo de contratación (Montoya, 2011; Torollo, 2011). En el mismo sentido, facilitó los despidos de los trabajadores con el objetivo de incrementar la contratación a término indefinido (Montoya, 2011). Sin embargo, los efectos esperados no se dieron, por lo que se propuso una tercera vía que, con el objetivo de atenuar la política de la temporalidad contractual, buscó promover la estabilidad en el empleo, mientras condicionaba esta a las necesidades de la empresa, eliminado políticas que limitaran el despido sin justa causa por parte del empleador y sólo siendo verificables por un juez de confirmarse algún tipo de abuso (Montoya, 2011).

Luego se propuso otra ley, la 12 del 2001, llamada “Medidas urgentes de reforma del mercado de trabajo para el incremento del empleo y la mejora de su calidad”, con la que se buscaba limitar la contratación temporal causal y eliminar la contratación temporal no causal y establecer un monto determinado del gasto público para incentivar la contratación por tiempo indefinido de aquellos colectivos con especiales dificultades de inserción laboral, tales como jóvenes sin experiencia, personas mayores de 45 años, desempleados e inmigrantes y, a su vez, proporcionar mayor formación a los desempleados (Montoya, 2011, Torollo, 2011).

En el 2012 la temporalidad en España se situó en un 25,4%, lo que supone una disminución de la temporalidad en un 7,4%; sin embargo, es la segunda tasa más alta entre todos los países de la Unión Europea,

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estando sólo por debajo de Polonia, nación que posee un 26,5% de sus contrataciones totales en temporalidad (La Vanguardia, 2012).

Otro país europeo en el que el fenómeno de la precarización se ha dado es Italia. Allí el proceso de precarización fue impulsado desde un nivel legislativo al final de la década del ochenta y comienzos de los noventa, cuando se crearon las primeras leyes y decretos encaminadas a desregularizar el mercado laboral (Choi y Mattoni, 2010, citan a Fumagalli, 2006, Gallino, 2007). Lo anterior da pie para que a principios de la década del noventa empiecen a debatirse los contratos atípicos o no estandarizados, caracterizados por su corta duración y falta de garantías de protección social (Bosch, 2004; Kalleberg 2000). Puede decirse que existen cuatro medidas legislativas que serían las responsables de la precarización del mercado laboral italiano, al menos dentro del ámbito legislativo, según Choi y Mattoni (2010): El “Protocolo Ciampi” decretado en 1993, la Ley 196 del 1997, conocida como “Pachetto Treu”; el Decreto Legislativo del 6 de septiembre del 2001 No. 368, la “Legge 30”, y el Decreto Legislativo 276 (Countouris 2007; Lazzari 2006, citado por Choi & Mattoni, 2010 p.215).

Ésta desregulación, entendida como el proceso por medio del cual, el gobierno elimina algunas regulaciones específicas con miras a agilizar y favorecer la operación de las organizaciones, se dio con el fin de promover tasas más altas de crecimiento económico, mientras que se reducía la inflación, la deuda pública y el desempleo imperante, principalmente en el sur de Italia, o “Mezzogiorno”, región que se ha caracterizado por poseer un mercado laboral con unas características menos boyantes que las que predominan en el norte italiano, situación que afecta principalmente a jóvenes, mujeres e inmigrantes (Negrelli y Pulignano, 2008, Ammermüler, Lucifora, Origo, y Zwick, 2010, Choi y Mattoni, 2010, Boi, 2012). En la actualidad el mercado laboral italiano es uno de los más flexibles del continente europeo, con cuarenta formas de contratos a término fijo disponibles para los empresarios, y es difícil

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estimar el alcance cuantitativo que ha tenido el trabajo precario allí (Choi y Mattoni, 2010).

Algunos autores sostienen que la precariedad percibida en Italia es más alta que la real (Accornero, 2006, citado por Choi y Mattoni, 2010, p. 215). Otros, por el contrario, dicen que existen más trabajadores precarios que los que admiten las estadísticas estatales (Gallino, 2007, citado por Choi y Mattoni, 2010).

Por su parte, en América latina, son varios los países en los que se presenta la precariedad laboral como fenómeno. Un ejemplo de esto es Argentina, país en el que durante la década de los noventa, más específicamente durante el mandato de Carlos Menem, se efectuaron una serie de reformas que impactaron al sector público y que pueden ser extrapolables al privado. En este país se hizo una reducción de las plantillas, congelación de vacantes en la planta estable del Estado y el ingreso de personal temporal (Diana, 2010).

Para Diana (2010), esta reforma trajo como consecuencia una serie de dinámicas que impactaron al empleo público argentino:

Tabla 1. Consecuencias de las reformas en el empleo público argentino.

Consecuencias de las reformas en el empleo público argentino

Falta de estabilidad en el empleo

Se crearon contratos volátiles que generaron una situación de desprotección al trabajador, pues no les cobijaba el derecho laboral y, además, en lo que a la administración pública respecta, los empleados en situación de precariedad pueden tener diversos empleadores, es decir, para unos es el Estado, para otros una fundación o cualquier otro organismo o empleador, lo que puede traer, a su vez, múltiples condiciones laborales asociadas.

Deterioro de las condiciones de trabajo

Se produce individualización de las condiciones de trabajo, según la cual las vacaciones, inasistencias, las vacaciones, las licencias por enfermedad, los horarios, etc., están sujetas a las decisiones de cada coordinación, dependencia o jefe.

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Consecuencias de las reformas en el empleo público argentino

Incertidumbre e insuficiencia de ingresos

Estos trabajadores sufrieron una rebaja en sus ingresos y los posteriores aumentos del mismo están supeditados a la voluntad del supervisor o jefe inmediato.

Reducción (o inexistencia) de la protección y seguridad social

Estos trabajadores están desprotegidos de subsidios, protección social, seguros, etc., y ciertas obligaciones tributarias han de correr por cuenta del trabajador, lo cual merma sus ya disminuidos ingresos, cuando de entrada es el empleador quien debió proveérselas.

Deterioro del reconocimiento práctico y simbólico

Para estos empleados no existen concursos que permitan su ascenso o el desarrollo de carrera dentro de la organización y los premios asociados al desempeño laboral sólo se encuentran disponibles para quienes pertenecen a la planta de trabajadores.

Inestabilidad política del vínculo contractual

Los trabajadores temporales, con cada cambio de administración política, ven amenazada su estabilidad laboral, no siendo así para los empleados vinculados.

El proceso de heterogeneización e individualización de los colectivos del trabajo

Se establecen dos grupos diferenciados de trabajadores en este tipo de organizaciones: los de planta y los contratistas, lo que genera un punto de quiebre y conflicto y, además, unas dinámicas tan particulares y disímiles entre ambos colectivos que se dificulta el establecimiento de parámetros objetivos y generalizados dirigidos a orientar las carreras de los servidores públicos.

Falta de representación y cobertura sindical

Los trabajadores temporales no tienen representación sindical lo que les implica la imposibilidad para lograr acuerdos que les representen como colectivo y que propendan por un trabajo digno para ellos.

Fuente: Adaptado de Diana (2010).

Otro ejemplo de precariedad laboral en América Latina lo vive Venezuela, donde, pese a que algunas disposiciones legales establecidas por la Ley del Trabajo del 1936, que garantiza unos derechos mínimos fundamentales al trabajador que no pueden ser modificados por autonomía de las partes, se evidencian notas de precariedad laboral,

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al encontrarse trabajadores que prestan sus servicios privados con una seguridad social que se encuentra por fuera de cualquier normatividad legal y cuya remuneración apenas llega al salario mínimo legal establecido (Salazar y Rivas, 2004). En este país, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el total de personas ocupadas dentro del sector informal, para el periodo noviembre-diciembre del 2012, correspondía al 42% de su fuerza total de trabajo (Instituto Nacional de Estadística, 2012).

En lo que a Colombia respecta, la Ley 50 de 1990 constituye la primera de una serie de reformas laborales encaminadas a reducir costos a las empresas, en lo que al trabajo se refiere. Así, antes de esta ley no se podían establecer contratos por menos de un año y luego de varias renovaciones dicho contrato era transformado en uno a término indefinido (Gómez, 2009). Muchas organizaciones recurrían a este tipo de contratación y esto significaba, según Gómez, uno de los mayores logros sindicales en el país (2008). Sin embargo, con la entrada en vigencia de la ley 50 de 1990 muchas de esas conquistas se vieron comprometidas (Gómez, 2009).

Luego, a raíz de la crisis económica experimentada por el país, durante el periodo 1997-1999, en Colombia, con un crecimiento negativo del 4.2% y un consecuente aumento de la tasa de desempleo con el 22% para 1999 (Torres, 2011), se implementó la Ley 789 del 2002, que normatizó la flexibilidad laboral en Colombia y se modificaron los montos asociados a las horas extras, tales como los dominicales, los cuales pasaron del 100% del ingreso base liquidación, al 75%. Mientras que se restringieron el número de horas extras que los trabajadores pueden realizar y se extendió la jornada diurna hasta las 10 de la noche (Isaza, 2003).

Para el periodo comprendido entre los años 2002 a 2007, la reforma laboral del 2002 generó una reducción en la informalidad laboral, la cual se ubicó en un 60%. Sin embargo, sí se logró una reducción en el índice de desempleo, el cual pasó de 16,1% a 12%, lo que en consecuencia

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posibilitó un aumento de la tasa de empleo, el cual pasó del 51,6% al 51,9%, aunque el empleo generado, según Farné y Vergara (2007), no fue de calidad.

Así, en Colombia, en el período comprendido entre 2002 y 2007, las normatividades tendientes a desregularizar las relaciones laborales se acentuaron, desplazando muchas de las obligaciones legales que el empleador tenía con el empleado, hacia este último o hacia un tercero, lo que obligó a muchos trabajadores, dependiendo de su contrato, a asumir los costos de la seguridad social, lo que fue en detrimento del ingreso real que estos percibían y, por consiguiente, se menguó su capacidad adquisitiva (Farné y Vergara, 2007).

Además, durante el período comprendido entre el 2002 y el 2006, solo la mitad de los asalariados reportó haber firmado un contrato de trabajo, siendo el 30% de estas contrataciones de carácter temporal (Farné y Vergara, 2007). Adicionalmente, en este lapso de tiempo el colectivo de trabajadores asalariados pasó de ser un 51,5 % en el 2005, a un 50,5 % en el 2006, a la vez que el volumen de empleados cuyos contratos eran temporales siguió en aumento (Farné y Vergara, 2007). Mientas tanto, y continuando con el periodo comprendido entre el año 2002 al 2006, en lo que se refiere a las condiciones salariales de los trabajadores en Colombia, si bien el salario mínimo adquirió cierto poder adquisitivo, el de los profesionales, no sólo se detuvo, sino que además sufrió un retroceso (Farné y Vergara, 2007).

Para el año 2007 el dinamismo económico, experimentado por Colombia en el período 2002 a 2006, empieza a difuminarse, lo que afectó ciertos sectores de la economía, mientras que otros continuaron en bonanza y algunos lograron recuperarse e incluso crecer (Bula, 2009). Ejemplos de esto son: el sector de la minería, que continuó creciendo; el de la construcción, que logró ganar dinamismo e incluso prosperar, y el manufacturero, que se vio afectado negativamente (Bula, 2009).

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Sin embargo, el hecho de que algunos sectores de la economía crezcan, no implica que los mismos sean generadores de empleo (Bula, 2009). Por ejemplo, cuando se analizan las variaciones de sus tasas de empleo, los sectores minero y financiero variaron para el año 2009 el promedio del empleo generado en un 0,4%, y el de la construcción ganó dinamismo en un 0,3%, mientras que el manufacturero, el cual se vio afectado negativamente, produjo un 0,5% (Bula, 2009). Es importante señalar que muchos de estos empleos son de baja calidad, poca estabilidad y bajo valor agregado (Bula, 2009).

La precariedad laboral, una pérdida de bienestar y calidad de vidaLa precariedad laboral como realidad implica unas consecuencias

para los trabajadores, las familias, las empresas y la sociedad en general. En términos generales, se ha encontrado que las contrataciones consideradas precarias conllevan unos riesgos inherentes para los trabajadores sujetos a ellas. Así, se ha encontrado que este tipo de empleados, generalmente, ganan menos dinero, enfrentan mayores riesgos asociados a su trabajo y cuentan con menores derechos que sus contrapartes con empleos más estables (Hannif y Lamm, 2005). Además, los empleados con contratos precarios tienen una mayor probabilidad de sufrir accidentes asociados a su trabajo, toda vez que estos tienden a recibir una menor capacitación que sus contrapartes en contratos indefinidos, en lo que a uso de elementos de protección personal, buenas prácticas y seguridad y salud ocupacional se refiere; con el agravante de que dentro del colectivo de empleados precarios existe una tasa más baja del uso de los elementos de protección personal, lo que en consecuencia puede generar entre este colectivo, una mayor vulnerabilidad ante la ocurrencia de accidentes de trabajo.

Los trabajadores con contratos precarios encuentran un contexto laboral volátil, el cual fluctúa en función de la oferta y la demanda,

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lo que imposibilita, entre otras cosas, a este tipo de trabajadores el plantear un proyecto de vida a largo plazo, pues el mismo varía de acuerdo a cómo lo hagan sus condiciones laborales, lo que dificulta, a su vez, no sólo la realización del empleado como sujeto, sino además el cumplir con sus obligaciones familiares y sociales de una manera adecuada, en virtud de que sus ingresos económicos se ven afectados por la disponibilidad de un empleo y de las condiciones de este . Para las empresas, si bien muchas de las disposiciones establecidas por la ley les son favorables para sus finanzas al corto plazo, en el largo plazo la insatisfacción de sus empleados supeditados a los vaivenes del mercado, puede generarles un costo significativo, pues se ha demostrado que la satisfacción de los clientes tiene una correlación con la satisfacción experimentada por los empleados (Farné y Vergara, 2007). Además, ante la inestabilidad laboral, fruto de la relajación de las regulaciones laborales, en donde las organizaciones han descargado parte de sus responsabilidades contractuales a terceros e incluso a los mismos trabajadores, se ha generado un caldo de cultivo propicio para el incremento de la rotación de personal y disminución en la productividad, por el ahorro obtenido en principio gracias a la diminución en los costos laborales, podría ser menguado por los costos asociados a un menor rendimiento y por los costos en salud generados por la alta insatisfacción laboral, que impactan negativamente en la estabilidad psicológica de los trabajadores afectados (Rodríguez, 2007). Además, cuando se analiza en la bibliografía el tema de la productividad en el trabajo, se demuestra que una estrategia de comptetitividad basada en el bajo costo de la mano de obra no es efectiva en el largo plazo, en virtud de que siempre habrán mercados y naciones que ofrezcan unos costos aun más bajos, por lo que una alternativa sostenible en el largo plazo es que las empresas desarrollen una mayor eficiencia productiva y una mejor diferenciación en la oferta de bienes (Casanueva y Rodríguez, 2009).

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El sueño de lograr acceder a un trabajo decente o la ac-titud de sálvese quien puedaAnte la perspectiva de la precarización de las relaciones

contractuales, sujeto-organización y en general del mundo del trabajo, surge un concepto que de una u otra forma busca reivindicar al mundo del trabajo y de las organizaciones como generadores de crecimiento económico, social e individual y en el que la dignidad del trabajador y el respeto por sus derechos cobra importancia: el trabajo decente. Este concepto fue esbozado ya en 1948, con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la que se expresaron las siguientes disposiciones en lo que a un trabajo de calidad (o decente) se refiere, las cuales se encuentran consignadas en el artículo 23, que plantea: (i). Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo; (ii). Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual; (iii). Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social; (iv). Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses (Organización de las Naciones Unidas, 1948).

Luego, en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social en Copenhague, de 1995, se formuló el deseo de que el crecimiento económico estuviera acompañado de la justicia social, por medio del cuidado y respeto de los derechos de los trabajadores (Blanco, 2002). Pero, es desde el 1999 que la Organización Internacional del Trabajo (OIT), viene operando activamente en pro de la promoción y generación del trabajo decente, como una estrategia para superar la pobreza mundial y la exclusión social (Athanasou, 2010). Así, los cuatro aspectos del trabajo decente serían: (i) un empleo productivo y libremente escogido, (ii) unos estándares laborales que incluyen un marco normativo claramente establecido,

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(iii) una protección social y (iv) un diálogo social (Athanasou, 2010). Dentro de los estándares laborales establecidos se tienen las siguientes caracterísitcas básicas:

Tabla 2. Características de estándares laborales

Características

Un ingreso que permita al trabajador un nivel de vida digno.

Un empleo equitativo y sin discriminación.

Unas normas de salud y seguridad del trabajo aplicadas.

Representacion sindical.

Una red de seguridad social que cubra: enfermedad, discapacidad, vejez y maternidad.

Fuente: Tomado y adaptado de Athanasou (2010).

Así, lo que fuera en inicio una propuesta discutida en la 87° Conferencia Internacional del Trabajo, hoy es tratado como un objetivo global (Millones, 2012) y desde el año 2004, la Comisión Mundial sobre la Dimensión Social de la Globalización expuso su respaldo al trabajo decente como mega polítca del siglo XXI, en su informe “Por una globalización justa: crear oportunidades para todos” (Levaggi, 2006).

Ahora bien, el concepto de trabajo decente es dinámico, por lo que ha de ser entendido a la luz del contexto histórico y cultural de cada país. Así, algunos de los estándares asociados al trabajo decente pueden variar entre países industrializados y países en vías de desarrollo, aunque sí se reconoce que el trabajo decente es un prerequisito para el desarrollo sostenible y justo para todas las naciones (Feng, 2008).

En Colombia es aún complejo generar y acceder a trabajos decentes, y esta situación compromete, en mayor o menor medida, a todos los miembros de la sociedad colombiana (Tobón, 2010). Los organismos que de una u otra forma tienen que ver con el tema del trabajo aún sostienen ideologías y discursos que, lejos de generar avances en el

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tema, convierten el asunto en un problema, ya sea porque el trabajo decente es visto como un lastre por el Estado y los empleadores o porque es asumido como un motivo de conflicto, por las organizaciones sindiales del país (Tobón, 2010).

Así las cosas, aún son pocos y frágiles los discursos que comprenden la generación y la conservación del trabajo decente como una política crítica para el desarrollo socioeconómico del país (Tobón, 2010). Ahora bien, no puede desconocerse que existe en Colombia una institucionalidad laboral, la cual abarca los derechos, deberes y disposiciones que normatizan las relaciones entre empleadores y trabajadores, debiendo destacarse que los mismos se desarrollan dentro de los estándares considerados como propios del trabajo decente, pues se ocupan de regular los dipsositivos que posibilitan la protección social del trabajador, la estabilidad en el empleo, el diálogo social, la libertad sindical, entre otras (Blanco, 2002). De hecho, Colombia ha dado pasos hacia la generación de trabajo decente, con la formulación de la Comisión Intersectorial para fomentar la creación de trabajo decente en el sector público, y que se encuentra sustentada en el Decreto 1466 del 2007, en el que se busca garantizar y formalizar el trabajo decente entre las personas que ingresen a la administración pública, mediante la aplicación de los dispositivos y normatividades legales que dicha Comisión establezca para tal fin (Ministerio de la Protección social, 2007).

ConlusionesEs importante resaltar que los trabajadores con contratos precarios

tienen una mayor probabilidad de sufrir accidentes asociados a su trabajo, porque suelen recibir menos capacitación. Estas mismas formas de relación precaria, que fluctúan entre la oferta y la demanda, dificultan el planteamiento de un proyecto de vida, dado que varían las condiciones de trabajo, lo que hace difícil la realización del trabajador como persona con relación a sus compromisos económicos, familiares, sociales y de desarrollo.

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Para las organizaciones, la insatisfacción de los trabajadores puede terminar produciendo insatisfacción de los clientes por la forma en que son tratados por los trabajadores descontentos.

La rotación de trabajadores trae consigo una serie de obstáculos que afectan la productividad y la salud física y psicosocial de los trabajadores. Como estrategia de competitividad, basada en el bajo costo de la mano de obra, se ha observado que en el largo plazo, no es tan efectiva.

DiscusiónSi bien el trabajo decente dignifica la condición de las personas en

el mundo laboral y coloca como propuesta unos estándares mínimos para su protección social ante las enfermedades y calamidades, unos ingresos que le permitan la subsistencia propia y la de su familia, un trato equitativo y respetuoso de su condición humana sin discriminación, un derecho a ser representado en la toma de decisiones que le afectan, aún hay que trabajar mucho en las organizaciones, con los empleadores, con los mismos trabajadores, para que se tome conciencia de que las relaciones basadas en el individualismo, poco a poco, producen unos ideales y unas formas de relación que llevan a que las personas basen sus interacciones en la busqueda del propio beneficio en el corto plazo y esto lleva a comportamientos que se traducen en un “salvece quien pueda”.

No demora en ocurrir, de forma reiterativa, que en las organizaciones se presenten dificultades con la retensión de trabajadores, porque estos también salen a buscar mejores oportunidades. Las áreas de selección de personal, contratación y entrenamiento, principalmente, no sólo tendrán la tarea de hacerse a trabajadores, temporales o subcontratados, para realizar los encargos requeridos, sino que verán como estos y los de mayor talento saltarán de un empleador a otro, lo que les significará unos reprocesos costosos y desgastantes. En esta nueva cultura de tomar y desechar, en donde no se reconoce que en realidad las relaciones son dibireccionales, sino que se visuliza que hay

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que lograr productivad y rentabilidad inmediata, y no se crean formas novedosas de relacionarse con los trabajadores, en las que se planteen formas que incentiven y permitan la capacitación y formación de los mismos, su desarrollo y satifacción, es predecible que la competitividad se sostendrá sobre relaciones frágiles, que en los momentos dificiles se romperan con la misma facilidad con la que hoy se precariza el trabajo. Y así como el trabajador percibe incertidumbre e inestabilidad en su relación con las organizaciones, las mismas no contarán de forma consistente con trabajadores que tengan por valor las relaciones a mediano y largo plazo, ¿será que estas son las relaciones que las lograrán hacer competitivas de forma duradera?

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Competencia creatividad e innovación: conceptualización y

abordaje en la educación*

Competence creativity and innovation:Conceptualization and approach in education

Claudia Milena Arias Arciniegas**

Diana Patricia Giraldo Bedoya***

Lina María Anaya Urbina****

ResumenEl presente artículo busca poner de manifiesto la necesidad de analizar exhaustivamente diferentes modelos de medición de la creatividad en ambientes educativos, para lo cual se hace inicialmente un acercamiento a conceptos como: “competencia”, “métodos de enseñanza aprendizaje”, “competencia de creatividad” e “innovación” en sí misma y en el entorno educativo. Para el desarrollo de un modelo de formación por competencias basado en la creatividad y la innovación es necesario evidenciar cómo esta competencia dinamiza el proceso enseñanza-aprendizaje y se convierte en un elemento fundamental para los estudiantes, los docentes e inclusive para la organización en términos de gestión, haciendo una búsqueda exploratoria de experiencias previas en algunos países, como Chile, Cuba, México, España e inclusive el modelo Tunning, desarrollado en Europa; lo cual permitirá identificar los factores relevantes a evaluar para medir el nivel de desarrollo de la competencia.

Palabras clave: competencia, creatividad, educación, emprendimiento, innovación, pensamiento creativo.

* Artículo producto de investigación adscrita a la línea de investigación Emprendimiento y Virtualidad, articulada al grupo de investigación E-Management, bajo el nombre Diseño de un Modelo de Desarrollo de la Competencia Creatividad e Innovación en la Católica del Norte Fundación Universitaria. Año de inicio 2011. Año de terminación 2013. La línea de investigación se actualizó por: E-management

** Docente investigadora Católica del Norte Fundación Universitaria [email protected]*** Docente investigadora Católica del Norte Fundación Universitaria [email protected]**** Investigadora auxiliar. Católica del Norte Fundación Universitaria. Empresaria Creinco

Ltda. [email protected]

Katharsis–Institución Universitaria de Envigado

Claudia Milena Arias Arciniegas, Diana Patricia Giraldo Bedoya, Lina María Anaya Urbina

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Abstract This article seeks to highlight the need to thoroughly analyze different models for measuring creativity in educational environments. That is why; it is initially made an approximation to concepts such as: “competence”, “teaching-learning methods”, “competence of creativity” and “innovation” in itself and in the educational environment. In order to develop a competency-based education model adapted from creativity and innovation, it is necessary to evidence how this competence stimulates the teaching-learning process and becomes an essential element for students, teachers and even for the organization in terms of management. This, by doing an exploratory search of previous experiences in some countries, like Chile, Cuba, Mexico, Spain and even the Tunning model, developed in Europe; which will allow identifying the relevant factors to be evaluated to measure the competence development level.

Key Words: competence, creativity, education, entrepreneurship, innovation, creative thinking.

IntroducciónLa sociedad se encuentra en proceso de cambio permanente, por

lo cual ser emprendedor es esencial para la generación de nuevas soluciones a los problemas del entorno, formas diferentes de hacer las cosas y de innovar en un mundo globalizado. Con este cambio constante, las organizaciones requerirán profesionales cada vez más creativos que logren convertir sus ideas en riqueza para la sociedad (productos y servicios innovadores) y capaces de generar nuevas empresas bajo modelos de negocios innovadores que sean exitosos, permitiendo que las organizaciones perduren en el tiempo. Por este motivo se da un importante incremento del interés en diferentes organizaciones por el fomento del emprendimiento, por la creación de departamentos de investigación, innovación y desarrollo, que no sólo fortalezcan la creación de nuevas unidades de negocios, sino también el desarrollo de competencias emprendedoras que permitan ser, a los futuros profesionales y personas con compromiso social, responsables con la transformación positiva de los entornos o comunidades donde habitan.

Competencia creatividad e innovación: conceptualización y abordaje en la educación

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Por esta razón algunas instituciones de educación hoy se preocupan por desarrollar en sus estudiantes la competencia de creatividad e innovación, entendida como la “capacidad de realizar una búsqueda sistemática de oportunidades y soluciones de problemas a través de maneras diferentes de pensar y de actuar, que suelen materializarse en productos y servicios nuevos que satisfacen las necesidades de un público objetivo” (Programa Ciudad E, 2009).

El presente artículo pretende profundizar en la conceptualización de la competencia creatividad e innovación, con miras a ahondar en su comprensión para una futura identificación y abordaje en el modelo institucional de la Católica del Norte Fundación Universitaria, teniendo en cuenta el entorno y su interés por promover el emprendimiento y la investigación como componentes transversales del proceso de formación, tal y como hoy lo exige el Ministerio de Educación Nacional, puesto que es claro que sólo el pensamiento creativo generará innovación y hará competitivo al profesional, quien, a través de la aplicación creativa e innovadora de sus conocimientos, podrá aportar a la competitividad de las organizaciones en las que labore o decida poner en marcha como empresario.

ConceptualizaciónLas competencias y la práctica de la educación por competencias han

llevado a profundizar sobre conceptos relevantes que permitan un mayor entendimiento de las mismas, a continuación se presentan algunos autores y sus posiciones, inicialmente frente al concepto de competencia, luego su importancia en la práctica educativa y posteriormente sobre el concepto de creatividad e innovación en lo educativo.

La competencia, entendida como “conjunto de capacidades socio-afectivas y habilidades cognoscitivas, psicológicas y motrices, que permiten a la persona llevar a cabo de manera adecuada una actividad, un papel, una función, utilizando los conocimientos, actitudes y valores que posee” (SENA, Dirección de Formación Profesional, 2002, p. 6).

María Alejandra Gómez, David Restrepo

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Esta noción permite sólo hablar de generar capacidades y habilidades para el desarrollo de una actividad, y si bien tiene en cuenta al ser humano, lo desliga de su vida, enfocándolo sólo en el desarrollo laboral y olvidándose del contexto donde habita.

Ante la implementación de los exámenes de calidad en educación superior en Colombia, el Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior —ICFES—, como institución encargada de emitir directrices en evaluación por competencias para la educación superior, define las competencias como: “un conjunto de acciones que el sujeto realiza cuando interactúa significativamente en un contexto determinado”, definición que se resume en: un saber hacer en contexto (ICFES, 1999).

Si bien las definiciones anteriores difieren en algunos aspectos, al tomar sus puntos de convergencia se pueden definir las competencias como un saber hacer en un contexto dinámico de un sujeto con capacidad de creatividad, adaptación y asimilación de lo nuevo, en situaciones concretas, lo que en última instancia se reduce a “sujeto que idóneamente resuelve algo preciso” (Marín, 2002, p. 63-89.).

En la literatura reciente se encuentran numerosas aproximaciones al concepto de competencias y sus clasificaciones; por ejemplo; se define como un saber hacer complejo resultado de la integración, movilización y adecuación de capacidades y habilidades y de conocimientos utilizados eficazmente en situaciones que tengan un carácter común (Lasnier, 2000). Por otro lado, la competencia es una aptitud para enfrentar eficazmente una familia de situaciones análogas, movilizando a conciencia y de manera a la vez rápida, pertinente y creativa, múltiples recursos cognitivos: saber, capacidades, micro competencias, informaciones, valores, actitudes, esquemas de percepción, de evaluación y de razonamiento (Perrenoud, 2004). En línea con esta apreciación, se entiende la competencia como la capacidad para enfrentarse con garantías de éxito a una tarea en un contexto determinado (Goñi, 2005). Este último autor considera que

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la competencia hace referencia a una capacidad y ello implica que la competencia es algo que poseemos en potencia y que se manifiesta cuando es necesaria.

Si bien existen diferentes aproximaciones y enfoques al concepto de competencia, hay unos elementos que son comunes en varias propuestas y autores. Estos elementos se han venido consolidando como los componentes fundamentales de las competencias y son el saber (conocimientos), el hacer (habilidades) y el ser (actitudes y valores). Para una mejor comprensión de los componentes de las competencias, es decir de los atributos que causan desempeños superiores, Spencer y Spencer utiliza la analogía del iceberg, la cual nos indica que los conocimientos y las habilidades se encuentran en la parte superior, en la superficie, mientras que en la parte más profunda del iceberg se encuentran el rol social, la imagen de sí mismo, los rasgos y motivos. A través de esta analogía se pueden apreciar, tanto los componentes de una competencia, como la importancia que para su desarrollo tienen los niveles más profundos. Los conocimientos y las habilidades son más fáciles de adquirir y desarrollar, requiriendo menos tiempo y esfuerzo en general. Por su parte, el rol social, la autoimagen y los rasgos son más difíciles de fortalecer y, por tanto, requieren de más tiempo y esfuerzo. Son determinantes para alcanzar un desempeño idóneo (Programa Ciudad E, 2009).

Al momento de revisar otras posturas de diferentes autores sobre el concepto de las competencias, es posible revisar definiciones más integrales como la presentada por (Díaz Barriga y Rigo, 2000:79) quien afirma que “Se trata de una capacidad para resolver problemas que se aplica de manera flexible y pertinente, adaptándose al contexto y a las demandas que plantean situaciones diversas, la competencia no se limita a los aspectos procedimentales del conocimiento, a la mera posesión de habilidades y destrezas, sino que se ve acompañada necesariamente de elementos teóricos y actitudinales. Por otro lado, Mertens (1997 citado en Barrón 2000:26) define a la competencia como el desempeño

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que se caracteriza por: “ciertos aspectos del acervo de conocimientos y habilidades: los necesarios para llegar a ciertos resultados exigidos en una circunstancia determinada; la capacidad real para lograr un objetivo o resultado en un contexto dado si la competencia significa la resolución de problemas o alcanzar un resultado con criterios de calidad, por consiguiente se exige que la enseñanza sea de tipo integral, lo cual implica la combinación de conocimientos generales y específicos con experiencias de trabajo”

El autor Antonio Medina Revilla destaca varios principios a nivel universitario para identificar los métodos de enseñanza. Menciona la transferencia como la manera de incentivar el aprovechamiento de lo aprendido, desde la ubicación de los aspectos esenciales de los contenidos que se aprenden. Asume la problematización de lo aprendido de forma que se asuma el mejoramiento permanente desde la innovación y la solución de situaciones cotidianas. Señala la proyección de los conocimientos, con base en las demandas del medio, como una condición a tener presente en la enseñanza, para asumir la prospectiva de la formación. Considera la toma de decisiones como uno de los sentidos que tienen los aprendizajes para interactuar con los otros, en las sociedades complejas y globalizadas. Determina la autenticidad como la opción por hacer la enseñanza y el aprendizaje de manera real, ubicada en contextos específicos, en el mundo de la productividad y en los efectos que tiene la formación para actuar sobre el entorno.

Las estrategias son las responsables de una función primordial en todo proceso de aprendizaje, facilitar la asimilación de la información que llega del exterior al sistema cognitivo del sujeto, lo cual supone gestionar y monitorizar la entrada, etiquetación-categorización, almacenamiento, recuperación y salida de datos (Monereo, 1989).

Como menciona Monereo, en su artículo “Las estrategias de aprendizaje en la educación formal: enseñar a pensar y sobre el pensar”, a Marín A., quien dice de forma taxativa “Los métodos más

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productivos han sido aquellos en los que los estudiantes reflexionan críticamente sobre sus propias prácticas en vez de seguir prescripciones de ‘buenas’ prácticas de aprendizaje”, por ello, es necesario promover un enfoque más plural de la actividad docente, que sea capaz de aumentar el protagonismo del alumno en la búsqueda y construcción del conocimiento, haciendo evidente, aún desde la metodología de enseñanza – aprendizaje, el desarrollo de la competencia creatividad e innovación.

Varios autores han realizado aproximaciones diversas al concepto y dimensiones de la creatividad. Muñoz hace una magnífica síntesis de todas ellas en su libro El pensamiento creativo (1994). La creatividad es una habilidad humana que permite generar de forma fácil ideas, alternativas y soluciones a un determinado problema (Ponti, 2001). Destacadas son las aportaciones de De Bono (1989) sobre el “pensamiento lateral”, que denominó así para diferenciarlo del pensamiento lógico o vertical. Éste último caracterizado por el análisis y el razonamiento presenta una gran limitación cuando trata de buscar soluciones a problemas diferentes que necesitan nuevas ideas. Por ello, dicho autor encuentra en el pensamiento lateral una respuesta, pues este actúa liberando la mente del efecto polarizador de las viejas ideas y estimulando las nuevas.

En consecuencia, propone el uso del pensamiento lateral de manera consciente y liberada, como una técnica. El pensamiento creativo busca constantemente lecturas distintas y alternativas de la realidad. En un estadio más avanzado se encuentra la innovación, la cual se produce cuando gracias al nuevo enfoque generado por la creatividad se consiguen unos resultados originales, satisfactorios y con aplicabilidad. Se hace necesario, entonces, desarrollar un modelo en las instituciones de educación que impulse el proceso creativo en los estudiantes, como lo sugieren López, B. S. y Recio, H. (1998), en relación a cuatro ejes transversales:

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1. Actitud ante los problemas:

• Lograr que los problemas a los que se enfrenta el alumno tengan un

• sentido para él.

• Motivar al alumno a que use su potencial creativo.

• Concientizar al alumno acerca de la importancia que tiene utilizar la creatividad en la vida cotidiana.

• Estimular la curiosidad del alumno e invitarlo a analizar los problemas desde diferentes perspectivas, así como redefinirlos de una manera adecuada.

2. La forma de usar la información:

• Enfatizar la importancia de aplicar los conocimientos y no solo memorizarlos.

• Estimular la participación de los alumnos a descubrir nuevas relaciones entre los problemas y las situaciones planteadas;

• Evaluar las consecuencias de sus acciones y las ideas de otros, así como presentar una actitud abierta en relación con dichas ideas y propiciar la búsqueda y detección de los factores clave de un problema.

3. Uso de materiales:

• Usar apoyos y materiales novedosos que estimulen el interés del alumno.

• Usar anécdotas y relatos en forma analógica y variar los enfoques durante la dinámica de clase.

4. Clima de trabajo:

• Generar un clima sereno, amistoso y relajado en el aula.

La necesidad de encontrar alternativas de solución debe convertirse en un instrumento para aplicar el conocimiento y hacer uso de los

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recursos disponibles, encontrando caminos diferentes a los ya conocidos que proporcionen respuestas, de manera efectiva y competitiva, a las necesidades del entorno y la capacidad para generar cambios, incluso partiendo de formas o situaciones no pensadas con anterioridad, sin que necesariamente exista un requerimiento externo que lo empuje; esto implica idear soluciones nuevas y diferentes ante problemas o situaciones requeridos por el propio puesto, la organización, los clientes o el segmento de la economía donde actúe, según propone el Centro de Empresas y Negocios Santiago Innova.

Finalmente, es necesario, tener en cuenta que los desafíos fundamentales de las universidades se refieren a establecer procesos de innovación y creatividad, generar capacidades permanentes para acceder al conocimiento, junto a una actitud de análisis y comprensión de la dinámica de la sociedad actual, con una formación básica e integral entre ciencia y humanismo, para así asumir críticamente la realidad y desarrollar una preocupación por el desarrollo social, y en el ámbito de la formación profesional, centrarse en las variadas conductas de entrada de los estudiantes y en las habilidades que tendrán los profesionales para adaptarse a los nuevos cambios culturales, científicos y tecnológicos de la sociedad.

Un ejemplo de esos cambios son las tecnologías de la información, que se vienen convirtiendo en herramientas importantes en la educación y parecen ser un instrumento para la formación permanente, para la innovación y para la educación centrada en el alumno, los simuladores, Web 2.0 y tutores cognitivos son solo algunos ejemplos. Los recursos de internet y las herramientas sociales son un gran potencial para atraer a la sociedad hacia el aprendizaje autónomo y abierto.

De acuerdo a lo anterior se propone entonces la realización de un estudio que permita diseñar e implantar herramientas que permitan medir el desarrollo de las competencias de creatividad e innovación en los estudiantes de los diferentes programas de formación de la

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Católica del Norte Fundación Universitaria teniendo en cuenta que la creatividad es una necesidad para el cambio y la innovación.

Basándonos en la afirmación de Ponti (2001), la creatividad es una habilidad humana que permite generar de forma fácil ideas, alternativas y soluciones a un determinado problema. Se observa, desde el cuerpo docente y directivo, que esta es una competencia alcanzable por los estudiantes; sin embargo, por parte de estos últimos se tienen apreciaciones negativas frente a sus posibilidades creativas, mostrándose demasiado cerrados a la generación de nuevas ideas. “Como cualquier otro talento, es algo que cada ser humano puede desarrollar en graduaciones variables y que dependen de una serie de circunstancias que por lo general convergen en una disposición llamada actitud” (Ricarte, 1998, 73).

Tanto la capacidad puramente creativa (para generar ideas nuevas) como la capacidad puramente innovadora (para escoger una idea concreta y aplicarla con éxito en el ámbito correspondiente) son potencialmente desarrollables para cualquier persona que no tenga déficits cognitivos significativos (Ponti, 2001). Un aspecto indispensable para el logro de esta competencia es el rol que debe asumir el estudiante. Mentkowski et al (citado en Tena, M. 2010) insiste en el cambio de actitud que deben experimentar los estudiantes al pasar de la cultura del “profesor me enseña” a la de “yo aprendo y me desarrollo en el aprendizaje”.

Experiencias previas de desarrollo de la creatividad y la innovación en la educaciónHan sido varios los intentos de desarrollar medidas válidas y

objetivas de la creatividad. Entre las pruebas más conocidas pueden citarse el Test de Guilford, realizado en 1950; el Test de Wallach y Kogan, 1965; el Test de Getzels-Jackson, 1962; el Test de Torrance, 1966; el TAEC (De la Torre, 1996), que evalúa la creatividad a través de la producción gráfica, y la CREA (Corbalan, Martínez, Donolo, Alonso,

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Tejerina, y Limiñana, 2003) que evalúa la creatividad a través de la producción verbal de los sujetos.

En Europa encontramos ejemplos que evidencian el trabajo por competencias, como el proyecto Tuning Educational Structures in Europe, que entre los años 2000 y 2002 eligió el término “competencia” como el representativo de los nuevos objetivos de la educación europea. En dicho proyecto las competencias representan una combinación dinámica de atributos —con respecto al conocimiento y su aplicación, a las actitudes y a las responsabilidades— que describen los resultados del aprendizaje de un determinado programa o cómo los estudiantes serán capaces de desenvolverse al finalizar el proceso educativo. Dicho proyecto propone que los créditos, ECTS, se formulen en términos de competencias que son los que guían los logros en el aprendizaje (González y Wagenaar, 2005). El proyecto presenta y analiza el proceso de evaluación de la competencia creatividad e innovación. Uno de los referentes para poder evaluar la competencia es la posibilidad de ser analizada desde tres perspectivas: desde la visión del propio estudiante (autoevaluación), desde el juicio del resto de compañeros y, en tercer lugar, desde la opinión experta del profesor, en todas estas perspectivas se evalúa el desarrollo de la creatividad.

En definitiva, la capacidad creativa puede potenciarse desde el proceso de aprendizaje mejorando los niveles de cada estudiante, si estos se implican en el desarrollo de las actividades formativas y su posterior evaluación. Uno de los hallazgos más importantes del proyecto Tuning Educational Structures ha sido identificar la importancia de la participación de los estudiantes en el proceso de evaluación de la competencia, porque los resultados demuestran que se consigue una mayor implicación y compromiso de los estudiantes con el aprendizaje.

En la Universidad de Barcelona, docentes pertenecientes al grupo Estrategias Didácticas Innovadoras para Formación Inicial de Docentes (EDIFID), han venido elaborando y aplicando en sus clases diferentes estrategias de carácter innovador y creativo. Dichas estrategias buscan,

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entre otros aspectos, desarrollar capacidades y habilidades de ideación, interacción, elaboración, competencia comunicativa y argumentación para expresar y defender los propios puntos de vista, trabajo colaborativo y desempeño de roles. Se caracterizan por ser estrategias orientadas al desarrollo de actitudes, valores, sensibilidad emocional y de persistencia en la tarea iniciada. Este procedimiento de carácter abierto y recursivo es válido, tanto para la construcción individual, como colectiva del conocimiento, por cuanto uno y otro son fruto de la relación entre los conceptos ya adquiridos y los nuevos conceptos a través de los estímulos del medio (Torre, de la, S., Violant, V., 2003).

Por otro lado, en 1993, la Universidad de la Habana, Cuba, introdujo el uso de indicadores personológicos dentro del sistema de técnicas que propuso para identificar diferentes niveles de creatividad en estudiantes de enseñanza media. Trabajó los siguientes elementos: independencia, originalidad, persistencia, capacidades cognitivas de tipo creador, audacia, motivación, estructuración temporal de los contenidos psicológicos, elaboración personal, cuestionamiento reflexivo, flexibilidad-rigidez, autodeterminación, y apertura a la experiencia. Allí analizaron las implicaciones metodológicas que tiene la consideración del carácter personológico de la creatividad para la evaluación de la misma y para el estudio de sus determinantes psicológicos. De hecho, se sometió a crítica el enfoque psicométrico, tan extendido en las investigaciones sobre la creatividad. Se fundamentan apoyándose en resultados investigativos. Dos ideas básicas:

1. Para valorar el nivel de creatividad de los sujetos en un área de actividad específica, deben utilizarse tareas o problemas relacionados con la misma, donde se logre, en la mayor medida posible, la implicación real del sujeto en su ejecución.

2. Para estudiar los elementos psicológicos implicados en el comportamiento creativo la utilización del método clínico se revela como esencial.

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La Pontificia Universidad Católica de Chile realizó, en el 2004, un estudio de validez de prácticas pedagógicas para la creatividad, a través de un instrumento diseñado para medir las percepciones de los profesores con respecto a sus prácticas pedagógicas relacionadas con la creatividad. Se estructuró como una escala de auto-reporte, conformada por 48 ítems, dirigida a docentes de enseñanza media de la región Metropolitana de Santiago. Se evaluaron tres tipos de validez: validez de contenido, realizada por jueces expertos; validez de constructo, estudiada a través del análisis factorial, y la validez concurrente, realizada a través del índice de comportamientos de los profesores que fomentan la creatividad (Barahona, E., 2004).

En Chile, un modelo que ha permitido reflexionar sobre las prácticas pedagógicas de los docentes vinculadas con la creatividad es el Modelo de Enseñanza Creativa de Mena, propuesto en el año 2000 y 2001. Este modelo busca indagar en las dimensiones que están relacionadas con un conocimiento que, aprendido en profundidad, permita a los alumnos crear. Este conocimiento se vincula con la relación pedagógica que establece el profesor y el alumno y con el desarrollo de habilidades afectivas y cognitivas, necesarias para un aprendizaje creativo.

Según M. T. Esquivias y S. de la Torre, la Universidad Autónoma de México en asocio con la Universidad de Barcelona, España, desarrollan una investigación conjunta denominada: Descubriendo la creatividad en estudiantes universitarios, preferencias y tendencias. El grupo de participantes estuvo conformado por ocho estudiantes universitarios de diferentes escuelas, facultades y universidades de México. Para dicha investigación se diseñó un instrumento auto-descriptivo y semi-estructurado que permitió conocer las inclinaciones creativas de los estudiantes. Se basa en preferencias, acciones realizadas por propia iniciativa, lenguajes de expresión preferidos o aquellos hacia los que se encuentran más inclinados. Toma en consideración no sólo los códigos, sino su reiteración, coherencia y aspectos relacionados. Presenta

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los resultados con base en cuatro tendencias: focalizada, integrada, polivalente y desenfocada que abarca también la súper-dotación.

Los fundamentos de la prueba aplicada se sustentan en que uno de los parámetros importantes de la creatividad es la propia percepción o imagen de sí mismo, dado esto, es posible asegurar que la oportunidad de conocer las inclinaciones, preferencias, e impulsos permite identificar las motivaciones intrínsecas que mueven la acción creativa.

La creatividad y la innovación en la Católica del Norte Fundación UniversitariaEl contexto en el que esta nueva dinámica se desarrolla es una época

que obliga a mantener altos niveles de competitividad empresarial. Una época de cambios en la que se exige un valor agregado para servicios y productos, lo cual implica organizaciones integradas en su interior y abiertas al ordenamiento socioeconómico del momento. Sin duda el cambio está ahí, se observa cada día, existen presiones sociales, culturales y económicas por las que el contexto se presenta de forma dinámica, dado que el mundo de los negocios ha ido rompiendo las barreras proteccionistas de falsos nacionalismos y se están borrando las fronteras que limitan y dividen a los países. Los horizontes se abren y se interpretan porque sus culturas, incluso contradictorias, se complementan y se enriquecen con nuevas formas de ver la realidad. Es así como en el efecto sinérgico e inclusive entrópico de estas interacciones surgen la apertura y la globalización socioeconómica que convierten al mundo en una aldea global, en la que sólo son viables aquellos que pueden competir con calidad mundial y efectividad.

Luego de haber recorrido la incidencia del cambio, tanto en el contexto global, como en las organizaciones, y entender que las construcciones organizacionales deben generarse con una identidad propia y con estructuras definidas, se puede afirmar que los espacios o escenarios para la innovación son dinámicas en el día a día de la organización; entonces, el referenciar el espacio de la innovación no se

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remite a una infraestructura física, sino a la propiciación de ambientes que lleven a las personas no solo a que cumplan con su rol dentro de la organización, sino que continuamente se esté revisando y replanteando desde un posición reflexiva y de construcción permanente.

Es importante, “adaptarse en un mundo plano, saber cómo aprender a aprender, será una de las bases más importantes del trabajador, porque la redistribución laboral se hará más deprisa, porque las innovaciones surgirán más rápidamente” [y cuanto más] “se amplían los horizontes del conocimiento y de la tecnología, cuanto más compleja son las tareas que pueden realizar las máquinas, mayor será la demanda de personas que tengan una forma especializada o la capacidad de aprender a aprender, y mejores sueldos se les ofrecerá” (. Thomas, F., 2006, p. 254, 255).

Otro elemento importante para los espacios de innovación es valorar la relevancia de las personas, no verlas como una “pieza más del engranaje”, sino como actores que construyen y aportan a todos los procesos de la organización; por lo tanto, es necesario generar espacios adecuados para su buen desempeño, remunerarlos equitativamente por la labor que desarrollan, que cuenten con jefes y líderes que logren desarrollar todo el potencial que poseen.

Para esta nueva perspectiva es necesario señalar que la competitividad, para una organización, no se logra únicamente teniendo una conciencia y respeto por las personas en las empresas, sino que es necesario considerar el conocimiento que día a día se va generando, tanto por las personas, como por la interacción entre estas, ya que es desde el aprendizaje y desde la gestión del conocimiento que se va estructurando una plataforma para tener ventajas competitivas y de diferenciación:

Es por lo anterior que la organización innovadora, por lo tanto, suele basarse en equipos multidisciplinares, que son proclives a fertilizaciones cruzadas, que dependen de directivos de gran peso, específico, en la organización (incluso mayor que el del director funcional). La tendencia futura de los departamentos clásicos funcionales es que se

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diluyan y pierdan cada vez más poder, en beneficio de la misión global de la empresa y, en todo, caso se conviertan en centros de formación y de provisión de recursos para los diferentes proyectos de innovación (Ponti, F. y Ferras, X., 2008. p..180)

En torno a los conceptos anteriormente planteados y los postulados básicos de la creatividad e innovación, definidos por los diferentes autores, la Católica del Norte identifica la necesidad de plantear un modelo de desarrollo de la competencia creatividad e innovación en su ambiente educativo, estableciendo los elementos para hacer la valoración de forma integral en las siguientes esferas:

1. Entorno administrativo: comprendiendo por este los coordinadores de programa y directivos. En esta esfera se hará una valoración del entorno cómo propiciador de la competencia.

2. Entorno Académico-Profesional: la valoración será para los docentes y facilitadores. En esta esfera se evalúa cómo el docente promueve y desarrolla (realimentación al estudiante) la creatividad y la innovación

3. El alumno como actor principal: esta es la esfera de los estudiantes que hacen parte de la Católica del Norte. Para ellos se hace la valoración del nivel en que se encuentra desarrollada la competencia de creatividad e innovación, teniendo en cuenta los siguientes ámbitos: conocimientos, habilidades y destrezas

Los análisis generados en estas esferas no se harán de forma independiente, sino con una visión de interrelación, ya que permiten ver la competencia desarrollada por el alumno en su proceso de formación, y cómo el entorno administrativo y académico- profesional son creadores y generadores de escenarios para que esta (competencia de creatividad e innovación) se potencie y genere altos desempeños. También permitirán hacer la revisión del nivel de desarrollo y gestión de la competencia, en los siguientes intervalos:

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1. Fortalecimiento y mantenimiento de la habilidad de innovación.

2. Cuenta con la competencia y la aplica en diferentes ámbitos, pero presenta a mejorar.

3. Utiliza solo en ciertos momentos la competencia o cuando se le pide que haga uso de ella.

4. No tiene como prioridad el desarrollo de la competencia de innovación y creatividad.

5. No cuenta con la competencia de innovación y creatividad.

Es importante señalar que si un porcentaje significativo de la comunidad universitaria se encuentra entre los puntos del 1 al 2, se hablará de un proceso de fortalecimiento y expansión de la competencia, pero si están entre el 3 y el 5, será necesario hacer el desarrollo y generación de la competencia en las diferentes esferas. La competencia podrá tener impacto en el desempeño de los estudiantes, tanto en el ámbito académico, como profesional y ser parte de la cotidianidad de ellos, si los diferentes actores se comprometen con su rol y progreso de procesos orientados a la innovación y creatividad.

ConclusionesEl éxito del aprendizaje está dado por el diseño, aplicación y

evaluación de las herramientas apropiadas para cada competencia. Teniendo en cuenta lo anterior, se desarrollaron los casos o experiencias abordadas en el presente artículo.

Los resultados de la evaluación deben reflejar el nivel de aprendizaje de cada estudiante y de desarrollo de la competencia, y las acciones de mejora necesarias para aplicar en los diseños curriculares o en el perfil docente o administrativo-docente.

El acompañamiento y la realimentación por parte del docente hacia los estudiantes es un proceso vital para que el estudiante se oriente al logro de la competencia.

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Se espera que con el diseño adecuado de la herramienta de medición de la capacidad creativa y de innovación en los estudiantes de la Católica del Norte, quede evidenciado el nivel de desarrollo de estas características y las acciones necesarias para mejorar los planes de estudio que lleven al mejoramiento de los perfiles profesionales de los estudiantes.

El diseño de herramientas apropiadas debe llevar a que los estudiantes sean capaces de descubrir nuevas ideas, identificar necesidades y dar solución a diferentes problemas y situaciones de toma de decisión.

Es importante que los estudiantes participen en el proceso de evaluación de la competencia para fortalecer su compromiso con el aprendizaje.

La competencia podrá tener impacto en el desempeño de los estudiantes, tanto en el ámbito académico, como profesional, y ser parte de su cotidianidad, si los diferentes actores se comprometen con su rol y progreso de procesos orientados a la innovación y creatividad.

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La investigación experimental en lingüística

Experimental research in linguistics

Juan David Martínez-Hincapié*

ResumenEste artículo tiene por objeto presentar un breve recorrido por algunos aspectos relacionados con los ámbitos epistemológico y metodológico dentro de las ciencias del lenguaje, específicamente por la experimentación en la lingüística de hoy. Por lo tanto, hemos considerado como base para nuestra argumentación los siguientes teóricos: Bernárdez (1995), Chaudron (2000), Saussure (2005) en lingüística; Popper (1962), Bunge (1976), Hernández, Fernández y Baptista (2003) y Blaxter, Hughes y Tight (2008) en teoría de la investigación y Kintsch y van Dijk (1978), López (1994), Irrazábal y Molinari (2005), González-Márquez, Becker y Cutting (2007), Rasinger (2008) en investigación y experimentación en lingüística.

Para alcanzar nuestro propósito dividimos el artículo en tres ejes. En la primera parte trabajamos las nociones de investigar y experimentar y hacemos una breve presentación de aquellas ciencias en las que tradicionalmente se ha trabajado con diseños experimentales. Posteriormente definimos qué es la lingüística, la lingüística como ciencia, y hacemos un recorrido por el tipo de investigación que se ha llevado a cabo desde la lingüística y su trabajo interdisciplinario. Finalmente, nos centramos en dar cuenta de la temática central del presente trabajo, a partir de dos tipos de experimentación en lingüística, a saber: la fonética experimental y la psicolingüística experimental.

Palabras clave: ciencia, experimento, lingüística, fonética experimental, psicolingüística.

AbstractThis article aims to present a brief overview of some aspects related to the epistemological and methodological areas within the science of language, specifically the experimentation in the current linguistics. Therefore, we have considered the

* Doctor en Lingüística de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Docente-investigador de tiempo completo de la Universidad de Medellín. Correo electrónico: [email protected]

Katharsis–Institución Universitaria de Envigado

Juan David Martínez-Hincapié

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following theorists as the basis of our argumentation: Bernárdez (1995), Chaudron (2000), Saussure (2005) in linguistics; Popper (1962), Bunge (1976), Hernandez, Fernandez and Baptista (2003) and Blaxter, Hughes and Tight (2008) in the research theory and Kintsch and van Dijk (1978), Lopez (1994), Irrazabal and Molinari (2005), González-Marquez, Becker and Cutting (2007), Rasinger (2008) in research and experimentation in linguistics.

To achieve our purpose we divided the article into three axes. In the first part we work on the notions of investigating and experimenting and we make a brief presentation of those sciences in which has been traditionally worked with experimental designs. Subsequently, we define what linguistics is, linguistics as a science, and we present an overview of the type of research that has been carried out from linguistics and its interdisciplinary work. Finally, we focus on the central issue of this work, from two types of experimentation in linguistics, namely: the experimental phonetics and the experimental psycholinguistics.

Key Words: science, experiment, linguistics, experimental phonetics, psycholinguistics.

IntroducciónLa experimentación ha estado siempre presente en las ciencias

naturales, como la física, la química o las ciencias biológicas (Borjas & Vílchez, 2009). Asimismo, para el común de las personas el científico es aquel ser algo extraño que vive oculto en un laboratorio y que experimenta con líquidos u otras sustancias desconocidas por el común de las personas (Míguez y Loureiro, (2009). Sin embargo, no hay algo más alejado de la realidad que estas dos afirmaciones. La ciencia, tal como lo afirma Popper (1962), constantemente se encuentra en la búsqueda de la verdad con el fin de describir y explicar la realidad, es por esto que dentro de dicha búsqueda se pueden y deben incluir también las mal1 llamadas “ciencias blandas”, entre ellas la lingüística (Bernárdez, 1995).

1 Ver Diamond (1987) para una discusión sobre la dicotomía entre los conceptos de ciencias duras y blandas.

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El presenta artículo tiene por objetivo presentar un breve recorrido por algunos aspectos relacionados con los ámbitos epistemológico y metodológico dentro de las ciencias del lenguaje, específicamente la experimentación en la lingüística de hoy. Para alcanzar nuestro propósito dividimos el artículo en tres ejes. En la primera parte trabajamos las nociones de “investigar” y “experimentar” y hacemos una breve presentación de aquellas ciencias en las que tradicionalmente se ha trabajado con diseños experimentales. Posteriormente definimos qué es la lingüística, la lingüística como ciencia, y hacemos un recorrido por el tipo de investigación que se ha llevado a cabo desde la lingüística y su trabajo interdisciplinario. Por último, nos centramos en dos tipos de experimentación en lingüística, a saber: la fonética experimental y la psicolingüística experimental.

Investigar y experimentar: definicionesHasta hace unas décadas no era común que los lingüistas hablaran

de realizar experimentos con el lenguaje, tal vez por el hecho de que se acepta el lenguaje tal como es, como un evento natural. Esto llevó por mucho tiempo a la lingüística a enfocar sus esfuerzos investigativos en la exploración y descripción de los fenómenos relacionados con el lenguaje (Robins, 2000), sin considerar la posibilidad de experimentar con ellos.

De igual manera, el estatus del que gozaba la lingüística era limitado, dado que no se presentaba como una disciplina independiente con su objeto de estudio bien delimitado (Hymes, 1980). Posteriormente, con Saussure (2005), la lingüística adquiere el carácter de ciencia a partir de la clara delimitación del objeto de estudio: la lengua. Ahora bien, los métodos de estudio seguían siendo los mismos: la introspección, la observación, el análisis. Sin embargo, muchos lingüistas sentían que aún había algo que le hacía falta a la lingüística para que adquiriera el estatus completo de ciencia: la experimentación. En este orden de ideas, veamos a continuación las nociones de “investigar” y “experimentar” con el fin de alcanzar una mejor comprensión sobre la experimentación en lingüística.

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En primer lugar, si nos planteamos la pregunta ¿qué es investigar?, nos encontramos con un sinnúmero de definiciones. Para nuestro trabajo hemos tomado una de uso común por un público lego y dos formuladas por expertos en el campo de la teoría de la investigación. El Diccionario de la Lengua Española (2001), en sus dos primeras acepciones, señala que investigar es: 1. hacer diligencias para descubrir algo; 2. realizar actividades intelectuales y experimentales de modo sistemático con el propósito de aumentar los conocimientos sobre una determinada materia. Si sintetizamos estas definiciones vemos que investigar consiste en aumentar el conocimiento en determinada materia a partir del trabajo intelectual y de la experimentación. En este sentido, se observan dos líneas claras en la forma de acceder al conocimiento, la reflexión o introspección y la experimentación, el primero presente por mucho más tiempo en la lingüística.

Por su parte, Phillips y Pugh (2001) sostienen que: “Investigar es descubrir algo que no se conoce”, una definición muy general o amplia que se puede restringir con lo que afirman Blaxter, Hughes y Tight (2008), para quienes se pueden distinguir muchos tipos de investigación, pero todas ellas tienen elementos en común: “Todas son o tienden a ser una manera planificada, cautelosa, sistemática y confiable de descubrir o profundizar en el conocimiento” (p. 24). En tercer lugar, en lingüística investigar consiste en observar los fenómenos lingüísticos de manera consciente y rigurosa con el objeto de obtener información precisa y confiable (López, 1994). Esta observación rigurosa se diferencia del saber vulgar que no aporta conocimiento sustancial a los fenómenos del lenguaje.

Teniendo en cuenta estas definiciones, investigar consiste en llevar a cabo una actividad que tiene por objeto construir nuevo conocimiento a partir del descubrimiento, reflexión o experimentación. La investigación como actividad va del saber declarativo o proposicional, saber qué (Flavell, 2000), al saber procedimental o pragmático, saber cómo. En otras palabras, se investiga, no solo con conocimiento sobre los mecanismos que se deben llevar a cabo en una investigación, sino

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que la investigación implica acción, observación de los fenómenos de la naturaleza y experimentación con ellos, en mayor o menor medida. Pero esta actividad implica rigor y planificación2, condiciones imprescindibles en toda investigación.

Ahora acerquémonos a algunas definiciones sobre el concepto de experimentar. Desde la Edad Media, el término experimentar ha sido utilizado de diversas maneras para describir una variedad de procedimientos, como ensayo o diagnóstico. Por ejemplo, Bacon (en Montero, 2006) sostiene que a través de la investigación se alcanza el dominio de la naturaleza y propone que para adquirir el conocimiento de las leyes que rigen la naturaleza se deben observar y determinar sus características, el grado o intensidad que tienen estas características y la ausencia de las mismas. En el caso de Galileo Galilei, este investigador sostiene que el método experimental se efectúa llevando a cabo tres pasos: 1) resolución: mediante la experiencia se efectúa un análisis que permite aislar las propiedades esenciales de lo estudiado; 2) composición: es una síntesis a modo de suposición o hipótesis; y 3) resolución experimental: puesta a prueba de las deducciones que se hacen en el proceso de generación de las hipótesis.3

Para Bunge (1976, p. 819) la experimentación es “la más rica de todas las formas de experiencia humana: añade a la observación el control de factores en base a supuestos teóricos y, cuando es preciso, supone medición.” En este sentido, un elemento que rescatamos y que está presente en todas las definiciones que sobre experimentación existen es la idea de control o manipulación de las variables que pueden ser la causa de determinado fenómeno:

2 Hernández, M., Fernández, C. y Baptista, P. (2003) planifican el proceso de investigación en diez pasos: concebir la idea, planear el problema de investigación, elaborar el marco teórico, definir el tipo de investigación, establecer las hipótesis, seleccionar el diseño apropiado para la investigación, selección de la muestra, recolección de datos, analizar los datos y presentación de los resultados.

3 http://www.mundodescargas.com/apuntes-trabajos/historia_arte/decargar_renaci-miento.pdf

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Manipulation of an independent variable while holding all other variables constant is generally treated as transdisciplinary and transhistorical. This strategy is distinguished from correlational, observational, and other kinds of studies and is presented as, generally, the best and frequently the only way to discover causes. These views are typically described as the scientific method (Winston y Blais, 1996, p. 599).

En esta misma línea, Bunge (1976), como destacado filósofo de las ciencias y defensor del realismo científico, sostiene que la experimentación, y en general el método científico, permiten tener acceso a la realidad con el fin de describirla objetivamente y de conocer muchos de los fenómenos que en ella se presentan.

A partir de estas definiciones llegamos a la conclusión de que la experimentación se fundamenta en el estudio de un fenómeno que se reproduce generalmente en un laboratorio, en las condiciones en la que el investigador considera pertinentes, en cuyo caso elimina o introduce variables que pueden influir en los resultados. En este caso, la variable independiente se incorpora al experimento con el fin de ver cómo influye en la variable dependiente, todo ello en relación con un elemento o fenómeno que se está investigando:

la experimentación es un estudio en el que se manipulan intencionalmente una o más variables independientes (supuestas causas-antecedentes), para analizar las consecuencias que la manipulación tiene sobre una o más variables dependientes (supuestos efectos-consecuentes) dentro de una situación de control para el investigador (Hernández et al, 2003, p. 188).

Tradicionalmente, dentro de las ciencias experimentales se encuentran aquellas que siguen el método científico, entre ellas la física o la química. No obstante, y como veremos más adelante, la lingüística paulatinamente ha ido integrando la experimentación dentro de sus prácticas científicas, fundamentalmente en un trabajo integrado con otras ciencias o disciplinas, como la física, neurofisiología o psicología.

Así, una vez presentados los conceptos básicos que van a servir de soporte para nuestra reflexión, en lo que respecta a la lingüística

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como ciencia que incorpora la experimentación para dar explicación a muchos de los fenómenos sobre el lenguaje, a continuación presentamos algunas definiciones sobre lingüística y hacemos un breve recorrido por las formas tradicionales en las que se ha desarrollado el estudio del lenguaje y las lenguas.

La ciencia del lenguajeSon innumerables las definiciones que se han propuesto en torno a lo

que se concibe como lingüística. Sin embargo, y pese a la diversidad de propuestas, presentamos tres definiciones reconocidas sobre el estudio del lenguaje y sus alcances. La primera definición la tomamos de Saussure (2005), padre de la lingüística moderna, quien la define como un sistema de signos conformados por conceptos e imágenes lingüísticas que utiliza la comunidad para comunicarse y que adquiere el estatus de ciencia a partir de la clara delimitación del objeto de estudio, a saber, el signo lingüístico. Por su parte, para Lyons (1981) la lingüística es el estudio científico de la lengua, esto implica que en la lingüística es igualmente posible llevar a cabo observaciones controladas y empíricamente verificables. Por último, para Richards y Schmidt (2000) la lingüística es el estudio del lenguaje dentro de un sistema de comunicación humana, que incluye muchos y diferentes enfoques y, por consiguiente, diversas áreas de investigación. Entre estas áreas de investigación se encuentran el estudio del sonido (fonética y fonología), estructura sintáctica (sintaxis), sistemas de significado (semántica, pragmática, funciones del lenguaje) y el lenguaje y los factores sociales (sociolingüística). Richards y Schmidt (2000) sostienen, además, que existen campos especializados en lingüística que se han desarrollado en interrelación con otras disciplinas, entre las que se encuentran la lingüística aplicada, la lingüística antropológica, la lingüística forense y la psicolingüística.

Tal como presentan estas definiciones, la lingüística, entonces, es una ciencia que se dedica al estudio estructurado de la lengua, con una unidad de estudio definida, el signo lingüístico, y con métodos de investigación propios.

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Por otro lado, una mirada histórica nos permitirá advertir la evolución que ha tenido la lingüística a través del tiempo, tanto en su saber, como en sus métodos o técnicas de investigación del lenguaje. Ahora bien, dado que es un tema muy extenso, a continuación solo enumeramos estas etapas en el estudio de la lengua y sus correspondientes métodos de estudio.

Para el año 350 a.C se encuentra Panini, quien se dedicó a la descripción rigurosa del sánscrito desde una perspectiva sincrónica. Posteriormente, en Grecia y Roma se siguieron dos modelos de investigación, el primero dedicado al análisis teórico sobre la relación entre pensamiento y lenguaje y el segundo, de tipo normativo, que se ocupaba de la corrección lingüística. Ambos modelos de investigación se siguieron hasta el renacimiento; es de anotar que aún existen investigadores que desde estas dos metodologías realizan estudios sobre el lenguaje.

En el Renacimiento se presenta un quiebre, puesto que se inician los estudios en gramática comparada entre lenguas y se diseñan gramáticas de las lenguas vulgares. Ya para la el siglo XVIII, en la Escuela de Port Royale, se inician los estudios de las lenguas aplicando los sistemas cartesianos, lo que sirvió para determinar la diferencia que existe entre las gramáticas generales y las gramáticas particulares. Las primeras recogen las semejanzas y diferencias entre lenguas y las segundas se dedican a describir y normalizar las reglas de una sola lengua. Luego, en el siglo XIX, se retoman los estudios históricos y comparados realizados por los neogramáticos, entre los que se distinguen von Humboldt, Leskien y Brugmann. Para estos estudiosos la lingüística no debía centrarse en la mera descripción de las lenguas, sino que tenía que enfocarse en la explicación positiva de los fenómenos que ocurren en una lengua.

Tal como se observa, las técnicas de investigación en lingüística se han caracterizado por ser principalmente normativas, descriptivas, deductivas y comparativas, y es solo hasta mediados del siglo XIX cuando comienzan los estudios experimentales en lingüística,

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particularmente en fonética y en lo que posteriormente se llamaría psicolingüística. Dichos estudios fueron aumentando hasta contar con muchísimos diseños experimentales en áreas del lenguaje y con trabajos interdisciplinarios en psicolingüística.

Es importante hacer mención también de algunas de las escuelas más destacadas en la lingüística del siglo XX. En primer lugar se encuentra el estructuralismo, que surge en contraposición a los comparatistas y neogramáticos del siglo XIX. El estructuralismo considera al lenguaje como un medio de comunicación y las lenguas como sistemas particulares de comunicación. De igual modo, se dedica al estudio de los componentes más estables de una lengua, como la fonología, la morfología y la sintaxis simple. Tal como se aprecia, el estructuralismo evidenció una tendencia a la descripción y explicación de los fenómenos que constituyen y dan origen a una lengua.

Posteriormente, surge la lingüística generativo-transformacional, liderada por Noam Chomsky. Este estudioso norteamericano presta especial atención en crear un sistema que permita dar explicación a dos fenómenos importantes en la lengua, el primero, el origen innatista del lenguaje y, el segundo,, la posibilidad que tiene el ser humano de crear infinitas oraciones a partir de pocos símbolos (las letras) y pocas reglas gramaticales. La investigación en la lingüística transformacional se desarrolla desde el paradigma hipotético-deductivo y se realizan muchísimos experimentos en el área de la psicolingüística que prueban el modelo gramatical chomskiano:

It seemed that the grammatical model and psychological reality were twins, and the job of psychology was to device ingenious experiments on the basis of the linguistic model. […] Indeed, a number of psychologists have come to the conclusion that experimental analysis of relations between linguistic elements is itself a primary source of knowledge (Hymes, 1980, p. 66).4

4 Ver Trueswell y Geitman (2009).

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Finalmente, se encuentra una tendencia que toma fuerza a partir de los años ochenta, la lingüística de corpus (Kennedy, 1998). A través de este enfoque metodológico para el estudio de la lengua, es posible efectuar análisis de textos que han sido recogidos de diversas fuentes y que se aglutinan en grandes o pequeñas y especializadas bases de datos o corpus, todo ello con el fin realizar análisis de datos lingüísticos para el estudio, por ejemplo, de la adquisición de segundas lenguas, estudios de traducción o investigación sobre géneros académicos o profesionales (Kennedy, 1998; Baker, Hardie y McEnery, 2006; Mittelberg, Farmer y Waugh, 2007).

Con la presentación de este panorama que da cuenta de la forma cómo se han realizado las investigaciones en lingüística, pasamos ahora a dos disciplinas que tienen como foco metodológico la investigación experimental sobre el lenguaje, a saber, la psicolingüística y la fonética.

La experimentación en lingüística

Confiabilidad y validezEn primera instancia, cuando se habla de experimentación en

lingüística, como en cualquier tipo de experimentación, es necesario hacer referencia a dos conceptos fundamentales, confiabilidad y validez. En este sentido, Rasinger (2008) sostiene:

reliability refers to a method repeatedly and consistently measuring whatever it is supposed to measure. In the most extreme case, if we took the same people and tested them again in exactly the same way and exactly the same environment, we should get exactly the same result if our method is reliable (p. 28).

En otras palabras, los diseños experimentales buscan el cien por ciento de objetividad, precisión y replicabilidad. En la investigación lingüística, particularmente en sociolingüística y en psicolingüística, no es sencillo alcanzar la confiabilidad, dado que las personas que hacen parte de las muestras seleccionadas para el estudio cambian.

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Asimismo, esta problemática se presenta en los contextos a los que pertenecen dichas muestras.

Frente a esta dificultad, los investigadores en lingüística deben estar atentos y asegurarse de que sus métodos de trabajo sean confiables y que, con el tiempo, los resultados que obtengan de sus experimentos sean replicables. En otras palabras, si el método usado es confiable se deben obtener resultados similares o idénticos entre dos experimentos. Para esto es esencial definir claramente las variables, procurando que no sean ambiguas y con la mirada puesta en el aspecto ético (Chaudron, 2000; Singh, 2007; Rasinger, 2008).

Con respecto al concepto de validez, Rasinger (2008: 30) señala que:

Whatever we measure something we obviously want our result to be as accurate as possible. […]. Measurement validity, often just called validity, is difficult to explain, let alone to achieve: it refers to the issue of whether our method actually measures what it is supposed to measures, allowing us to draw appropriate conclusions.

Tal como pasa con la confiabilidad, la validez en lingüística también comporta dificultades extras, dado que en muchos casos no se realizan mediciones precisas puesto que es posible caer en sesgos que tienen su origen en posturas ideológicas o conocimientos previos fuertemente arraigados en el investigador.

Existen dos tipos de validez, validez externa y validez interna. La primera tiene relación con la posibilidad de que la investigación pueda generalizarse a otras situaciones. La segunda hace referencia a las verdaderas causas que llevan a determinado resultado. En otras palabras, la validez interna tiene que ver tanto con el rigor con el que se lleva a cabo la investigación como con las posibilidades que han tenido en cuenta los investigadores para explicar relaciones de causalidad de sus investigaciones (González-Márquez, Becker y Cutting, 2007).

Toda vez que la confiabilidad y la validez son esenciales para la calidad de una investigación, se han diseñado métodos que miden estos

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dos aspectos. Al respecto de la confiabilidad, Hernández, Fernández y Baptista (2003) y Singh (2007) formulan cuatro características:

1. Técnica del test-retest: se usa tanto para administrar la misma investigación, instrumento, test o encuesta, como para medir el mismo grupo de personas dos veces bajo las mismas condiciones pero en diferentes momentos.

2. Formas múltiples: estas miden la confiabilidad del instrumento de investigación por medio de una mezcla de preguntas de dicho instrumento y entrega de este a los mismos encuestados o entrevistados para evaluar si se obtienen respuestas que concuerdan o no.

3. Fiabilidad entre calificadores: se usa para medir la confiabilidad de los instrumentos o tests cuando existe más de un calificador o entrevistador en el proceso de entrevista o análisis de contenido. En otras palabras, se busca con este método obtener respuestas similares sobre el mismo sujeto a través de entrevistas realizadas por dos o más entrevistadores diferentes.

4. Confiabilidad por mitades: este método, tal como su nombre lo indica, consiste en analizar la mitad de los indicadores, tests, instrumentos o entrevistas, y posteriormente comparar estos resultados con los resultados de lo que constituye el análisis completo.

Con respecto a la medición de la validez, Hernández, Fernández y Baptista (2003) y Singh (2007) señalan que existen, igualmente, cuatro métodos, a saber:

1. Validez aparente: es el grado en que determinada situación de medida aparece como válida desde el punto de vista del observado.

2. Validez de contenido: se encarga de garantizar que el test tome una muestra adecuada y representativa del contenido que dicho test pretende evaluar.

3. Validez de criterio: se conoce también como validez instrumental. Este tipo de validez tiene relación con la precisión con que las

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puntuaciones de una prueba permiten pronosticar alguna variable de criterio elegida.

4. Validez de constructo: este tipo de validez busca comprobar si realmente el test mide efectivamente la variable a la que se refiere. Por ejemplo, si se trata de una prueba de inteligencia se espera que realmente dicha prueba mida la inteligencia de alguien.

Algunos diseños experimentales en lingüísticaEn términos generales, la experimentación en lingüística —

especialmente cognitiva— consiste en presentarle a determinado número de individuos estímulos e instrucciones que se preparan con el objeto de dirigir o estudiar determinada habilidad o estrategia cognitiva y de monitorear sus respuestas (Talmy, 2007). Por lo tanto, para alcanzar dichos objetivos, la experimentación en lingüística cuenta con un amplio número de herramientas que se usan, tanto para presentar los estímulos lingüísticos a los individuos, como para guardar registro de las respuestas físicas a dichos estímulos. Estas herramientas tienen la ventaja de medir estímulos y procesos lingüístico-cognitivos altamente pequeños, es decir, resultados del nivel de milisegundos.

Veamos ahora dos subdisciplinas en las que la lingüística utiliza diseños experimentales para sus investigaciones: la fonética experimental y la psicolingüística. La fonética experimental tiene como objeto de estudio los sonidos del habla. Los primeros fonetistas se dedicaron a la “grabación” y “reproducción” de los sonidos del habla humana a través de los únicos equipos con los que contaban, sus oídos y voces. En otras palabras, los instrumentos eran humanos. Posteriormente, gracias a los avances tecnológicos, la fonética tomó como objetivo principal realizar tanto descripciones cuantitativas de las características acústicas del habla como una descripción de los procesos fisiológicos involucrados en la producción y percepción de los enunciados. De esta manera, la fonética adquiere un estatus importante dentro de las ciencias del lenguaje, puesto que define un objeto de

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estudio particular, el tracto vocal humano y las características acústicas de los sonidos que este produce. La fonética experimental rápidamente se dedicó a construir una teoría de los sonidos del habla.

El estudio de los aspectos acústicos de los sonidos del habla involucra el análisis de las ondas fónicas que son complejas, puesto que revelan características fisiológicas de los órganos articulatorios, la edad, el género y las actitudes u origen de quien emite los sonidos, al igual que los rasgos distintivos de los fonemas del enunciado. Asimismo, el análisis acústico del habla le permite al fonetista delimitar los parámetros que son relevantes para el sistema fonológico de una lengua en particular. Dicho análisis hace posible medir los cambios en la frecuencia e intensidad del sonido, las áreas en las que se concentra la energía acústica y la velocidad de producción.

La fonética experimental emplea los métodos de investigación comúnmente usados en otras disciplinas como la física, la fisiología o la psicología, con el objeto de medir las dimensiones físicas y fisiológicas de los sonidos del habla y sus características perceptuales. Para ello hace uso de instrumentos como los espectrógrafos y los sintetizadores de voz. De igual manera, esta disciplina utiliza otras técnicas como los rayos X, grabaciones con presión de aire y corriente de aire; la palatalografía, método usado para registrar los movimientos de la lengua y el momento en que esta tiene contacto con la parte superior de la boca. Ambas técnicas han sido usadas para el estudio del aparato fonador.

Los pasos en el diseño experimental en fonética son los siguientes:

1. Formulación de la hipótesis: la hipótesis se enmarca dentro de una teoría específica y se verifica a través del experimento.

2. Diseño del corpus: la creación del corpus implica la selección de los datos a la luz de la hipótesis. El corpus puede estar constituido por los sonidos producidos por un sujeto o los datos que provienen de las respuestas que proporcionan los informantes.

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3. Análisis del corpus: gracias a los equipos con los que cuenta el fonetista, los resultados pueden ser cuantificables, en cuyo caso se realizan análisis estadísticos que permiten verificar la validez del experimento.

4. Interpretación de los datos: los datos pueden confirmar la hipótesis inicial o pueden llevar a que la hipótesis inicial sea modificada, hecho que implica la realización de nuevos experimentos.

Presentamos un esquema en el que se grafica el proceso llevado a cabo en un experimento en fonética:

Figura 1. Proceso de un experimento en fonética.

Otra de las áreas del estudio del lenguaje en las que se realizan diseños experimentales es la psicolingüística, que la define Richards y Schmidt (2000) como:

The study of (a) the mental process that a person uses in producing and understanding language and (b) how humans learn language. Psycholinguistics includes the study of speech perception, the role of memory, concepts and other processes in language use, and how social and psychological factors affect the use of language (p. 433).

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En otras palabras, la psicolingüística se encarga de estudiar cómo la gramática de una lengua se representa mentalmente o cómo esta se utiliza en la producción y comprensión del habla (Radford, Atkinson, Britain, Clahsen, Spencer, 2000; Gaskell, 2009).

Ahora bien, la psicolingüística no es reciente, esta surge de las ideas de Humboldt (Chomsky, 1969), que son luego retomadas por Wundt (Simonton, 2002; Freedheim, 2003), psicólogo alemán quien crea la psicología experimental con el fin de estudiar la relación que existe entre los procesos mentales y el comportamiento verbal (Gardner, 1987). Ahora bien, la psicolingüística moderna surge en los años cincuenta del siglo pasado como una aventura entre lingüistas y psicólogos, tal como lo afirma Gardner (1987). A partir de ahí, la psicolingüística evidencia grandes cambios que le llevarán a consolidar sus líneas de trabajo: “Psycholinguistics is also multidisciplinary, meaning that researchers in one sub-discipline can easily lose track of current progress in adjoining areas.” (Gaskell, 2009, p. v). En suma, la psicolingüística experimental se enfoca particularmente en el campo del procesamiento lingüístico-acústico (Garrett, 2009).

Tal como se mencionó antes, el interés de la psicolingüística es dar respuesta a la manera cómo las personas adquieren el lenguaje verbal, cómo lo producen y cómo lo comprenden o procesan.5 La primera pregunta se enmarca dentro de la psicología evolutiva (Fitch, 2009) y las dos siguientes dentro de la psicolingüística experimental. La psicolingüística experimental se encarga analizar la manera cómo el ser humano comprende y produce lenguaje, hecho que le lleva a centrarse en la forma en que los hablantes-oyentes ejecutan estos procesos con la ayuda de su aparato perceptual y articulatorio y de sus sistemas de memoria.

5 Existen dos tipos de procesamiento: el procesamiento top-down o descendente que se fundamenta en el contenido cognoscitivo del individuo, fundamentalmente su memoria a largo plazo que alberga información sobre el mundo, entre la que se encuentran creencias, esquemas, guiones, modelos mentales, entre otros; y el procesamiento bottom-up o ascen-dente que parte de la información sensorial y perceptual que el individuo recibe en forma de sonidos, palabras escritas (Gaskell, 2009).

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Asimismo, la psicolingüística experimental busca probar teorías que intentan explicar cómo se estructuran los procesos lingüísticos en la cognición humana. Para cumplir este objetivo los lingüistas utilizan una serie de metodologías de acuerdo al fenómeno u objeto de estudio que se pretende analizar. No obstante, es importante hacer hincapié en que predominan los estudios que se relacionan con la comprensión del lenguaje y en menor cantidad aquellos que se relacionan con la producción. De igual modo, en el campo de la comprensión predominan los estudios relacionados con el lenguaje escrito sobre los trabajos en comprensión del lenguaje oral ya que aquél brinda mayores ventajas y facilidades metodológicas para la ejecución de experimentos sobre comprensión que sobre producción.

Dentro de los procesos mentales relacionados con la comprensión y producción del lenguaje, la psicolingüística experimental investiga el procesamiento lingüístico en varios niveles: fonológico, morfológico, sintáctico y semántico (Gaskell, 2009). De este modo, se distinguen varios campos de investigación, entre ellos se encuentran: a) los que se dedican el estudio de la percepción del habla y del lenguaje escrito; b) estudios sobre el reconocimiento de morfemas y palabras o sobre el acceso lexical; c) estudios sobre el procesamiento de frases y discursos completos y la forma como estos niveles se estructuran; y d) estudios sobre interpretación semántica de los enunciados lingüísticos y la manera como los niveles fonológico, morfológico y sintáctico se integran para producir significado.

Ahora pasamos a los métodos experimentales más usuales en psicolingüística experimental. Es pertinente recordar que dichos métodos cumplen con las pautas de una investigación cuantitativa, con sus criterios de confiabilidad y validez. De igual modo, la psicolingüística experimental sigue los pasos de un estudio cuantitativo, a saber: planteamiento del problema, formulación de la hipótesis, recolección de los datos, realización de los experimentos, análisis de los mismos y conclusiones.

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Los métodos más utilizados en psicolingüística se conocen como protocolos, cuya función es recuperar, de manera oral o escrita, todo aquello que la cognición de una persona realiza cuando se enfrenta a tareas de producción escrita. También se encuentran los métodos de investigación offline y online. Los experimentos offline se basan en respuestas dadas por los individuos después de que estos han leído u oído una frase o un texto, es decir, se recopilan las reacciones que tienen lugar en los individuos una vez que han procesado el material lingüístico. En otras palabras, se estudian los procesos de comprensión del discurso una vez estos se han efectuado. Para ello se toman medidas de memoria que proveen datos acerca de la representación mental que resulta después de la comprensión de un discurso oral o escrito. Dichas medidas de memoria son el recuerdo libre o el reconocimiento (Irrazábal y Molinari, 2005, McQueen, 2009), entre otras.

Por el contrario, los experimentos online, tal como su nombre lo dice, se fundamentan en la recolección de datos o información obtenida en el curso en que se procesa material lingüístico, ya sea oral o escrito. Este tipo de metodología utiliza medidas de activación: tiempo de lectura, técnicas de decisión, paradigma de nominación, técnicas de identificación perceptiva y técnicas electrofisiológicas. Todas estas técnicas son de naturaleza cronométrica y permiten inferir propiedades de la representación mental que obtiene el lector (Irrazábal y Molinari, 2005)

La distinción entre estos dos métodos experimentales refleja el tipo de información lingüística que se quiere obtener. Los datos alcanzados a partir de los experimentos offline proveen información al respecto de la interpretación de frases o enunciados y permiten capturar las reacciones que se efectúan una vez el individuo ha recibido los estímulos lingüísticos y ha integrado los niveles fonológico, lexical, sintáctico y semántico. Por su parte, los experimentos online entregan información con respecto a los procesos mentales que acontecen antes que los niveles de procesamiento lingüístico se lleven a cabo. Esto permite la

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verificación y el análisis del modo como dichos niveles se integran y en qué orden temporal actúan, ya sea en serie o en paralelo.

A continuación describiremos sucintamente las técnicas más usadas en los experimento offline y online.

En los experimentos offline se distinguen dos tipos de pruebas, el recuerdo libre y el reconocimiento. En el primer caso se solicita al sujeto que recuerde un texto de manera inmediata, tras la ejecución de una tarea distractora o luego de días o meses de realizar la lectura del texto en cuestión. Se diseñan, para esto, protocolos de recuerdo y se asignan puntajes para los niveles de recuerdo que alcance el sujeto en estudio. Así, en listas de palabras, el puntaje total es el número de palabras recordadas, y en el recuerdo de textos, el número de proposiciones recordadas, esto implica llevar a cabo, antes de la realización del protocolo, un análisis proposicional del texto que se va a utilizar para el experimento (Kintsch y van Dijk, 1978). Es importante señalar que se debe tener un criterio claro de cuándo se ha recordado una proposición, dado que se pueden presentar similitudes entre las respuestas que da el sujeto con quien se experimenta y las proposiciones reales.

Otra técnica utilizada en los experimentos offline es el reconocimiento (McQueen, 2009). Este tipo de pruebas se realiza luego de un tiempo de estudio como la lectura de un texto o un fragmento hablado, posteriormente se pasa a la fase de prueba en la que se le hacen preguntas con base en el texto que el individuo leyó o el discurso que fue escuchado.

Pasemos ahora a las técnicas más utilizadas dentro de los experimentos online. En este experimento se utilizan técnicas cronométricas con el fin de supervisar, en tiempo real, los procesos de comprensión del sujeto lector. Se tiene como premisa que los tiempos en los procesos de comprensión dependen de la dificultad del texto, del conocimiento previo que tenga el lector sobre la información que recibe y de su capacidad de memoria a corto y largo plazo. Por su

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parte, las herramientas utilizadas en estos experimentos le permiten al sujeto integrar de manera efectiva la información que recibe con la información que tiene almacenada tanto en la memoria a corto como a largo plazo.

La primera técnica sobre la que hacemos referencia se denomina técnica de tiempo de lectura. Dicha técnica se basa en el supuesto de que el tiempo de lectura refleja el tiempo en que se llevan a cabo los procesos de comprensión. De esta manera, los tiempos en la lectura permiten determinar e inferir las características de los procesos mismos de comprensión. A su vez, la interpretación de los tiempos de lectura se basa en dos hipótesis: 1) el supuesto de inmediatez, que explica que un sujeto trata de comprender una oración o texto antes de terminar de leerlo; 2) el supuesto ojo-mente, que explica que el sujeto procesa la unidad lingüística en la cual está fijado el ojo (Shillcock, 2009; Staub & Rayner, 2009), es decir, se procesa inmediatamente se tiene el estímulo. Los tiempos de lectura se miden a partir de las técnicas de registro de movimientos oculares (Richardson, Dale y Spivey, 2007) y la técnica de ventana, esta última consiste en que el sujeto lee un texto en un monitor de computador y a medida que avanza va revelando segmentos del texto (ventanas).

La segunda técnica dentro de la experimentación online se conoce como técnicas de decisión. Durante el proceso de comprensión de un texto, el lector activa una red de conceptos, la tarea consiste, entonces, en obtener un indicador de la activación de dichos conceptos. Estas técnicas de decisión requieren que el sujeto que procesa el texto tome decisiones rápidas con respecto a un estímulo de prueba del tipo sí/no o igual/diferente. Las tareas de decisión más usadas son las de decisión léxica y de reconocimiento rápido.

Otro de los métodos en psicolingüística experimental es la técnica de denominación, que consiste en que ante el estímulo visual de una palabra, presentada por computador, el individuo pronuncie dicha palabra. El tiempo que se toma el individuo en pronunciar dicha

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palabra representa su velocidad de comprensión. A esto se le conoce como latencia de respuesta.

Finalmente, se encuentran las técnicas electrofisiológicas, que consisten en colocar dos electrodos en el cuero cabelludo del sujeto y se lleva la señal a unos amplificadores a través de los cuales se puede observar la variación en las ondas eléctricas del cerebro (Gibbs, 2007; Pulvermüller, 2009; Inderfrey, 2009). En otras palabras, este método permite observar qué ocurre físicamente cuando, por ejemplo, se procesa un texto en tiempo real.

ConclusiónLa experimentación en lingüística aporta información importante en

cuanto a la forma como se representa, procesa y almacena el contenido de un discurso. Esta información tiene incidencia en diferentes campos del conocimiento. Una de las ventajas más importantes del método experimental en lingüística es el acceso a procesos cognitivos a escala de milisegundos, que con otro tipo de métodos e instrumentos sería imposible obtener (Talmy, 2007).

En este sentido, dichos alcances consolidan aun más el estatus de la lingüística como ciencia y al investigador como científico preocupado por dar respuesta a los fenómenos lingüísticos presentes en la vida de las personas. Tal como afirma Bernárdez (1995): “Si el estudio del uso del lenguaje puede representar un nuevo paradigma en los estudios científicos, es porque corresponde a un nuevo paradigma científico con su propio método y sus nuevas concepciones, diferentes a las establecidas hoy (p. 24).

Experimentar comporta diversas acciones, tales como observar detalladamente los hechos del entorno, plantearse hipótesis, apoyarse en teorías sólidas y reconocidas por la comunidad lingüística y efectuar búsquedas de respuestas a diversas problemáticas relacionadas con el lenguaje. Todo ello implica rigor y tenacidad.

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Finalmente, el uso de métodos experimentales en lingüística ha aumentado notablemente en las dos últimas décadas y abarca campos de la lingüística como: a) el estudio de las inferencias, b) investigación sobre multimodalidad, c) métodos experimentales para el estudio de la metáfora, d) métodos experimentales para la simulación semántica, e) métodos experimentales para el estudio de la representación mental del lenguaje, f) el movimiento ocular en tareas lingüísticas y cognitivas y g) estudio experimental sobre la adquisición de la lengua materna, de segundas lenguas, de lenguas extranjeras y su procesamiento morfológico (González-Márquez, Mittelberg, Coulson y Spivey, 2007).

La experimentación en lingüística se consolida como un método que promete hallazgos interesantes en torno a diversos procesos cognitivos sobre la producción o procesamiento del lenguaje. Ahora bien, es preciso señalar que la experimentación en lingüística no pretende desplazar los estudios que se fundamentan en enfoques cualitativos; los estudios cuantitativos, cualitativos o mixtos son tan solo enfoques metodológicos que permiten alcanzar miradas diferentes pero complementarias a los fenómenos lingüísticos.

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INSTRUCTIVO PARA COLABORADORES

Katharsis, publicación indexada en categoría C Publindex-Colciencias, es la revista editada por la Facultad de Ciencias Sociales de la Institución Universitaria de Envigado, cuya publicación es semestral. Desde su primera edición, en 1998, tiene como objetivo divulgar las producciones propias de las ciencias sociales, y las de cualquier campo donde la razón y la sensibilidad se expresen, con el ánimo de develar las múltiples facetas del devenir humano.

En la actualidad, a partir de la reaparición de su publicación en el año 2008, se tienen además, como objetivos complementarios, divulgar y promocionar la producción académica e investigativa en torno a la reflexión de los diversos problemas y fenómenos socioculturales, decisivos para la consolidación del desarrollo científico y humanístico en nuestro medio.

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1). Las colaboraciones que no cumplan con los requisitos aquí expuestos serán devueltas sin someterse a evaluación.

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5). En otro pie de página se aclarará, en caso de corresponder a estas categorías, si el artículo es resultado de un proyecto de investigación en curso o terminado y si es un trabajo presentado en un evento.

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7). El artículo presentará un resumen en fuente Arial de 10 puntos, compuesto de un máximo de 150 palabras.

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12). La Revista Katharsis acoge la norma APA (American Psychological Association), según el modelo de citación intratextual:

— Dentro del párrafo aparece: (Lacan, 1992, p. 90)— En la referencia al final: Lacan, J. (1992). El reverso del psicoanálisis. Barcelona: Paidós.

13). La Revista Katharsis recibirá los siguientes tipos de colaboraciones siguiendo los criterios de PUBLINDEX:

Artículos de investigación: documentos que presentan de manera detallada, los resultados originales de proyectos terminados de investigación. La estructura generalmente utilizada contiene cuatro apartes importantes: introducción, metodología, resultados y conclusiones.

Artículos de reflexión: documentos que presentan resultados de investigación desde una perspectiva analítica, interpretativa o crítica del autor, sobre un tema específico, recurriendo a fuentes originales.

Artículos de revisión: documentos resultado de una investigación en la que se analizan, sistematizan e integran los resultados de investigaciones publicadas o no publicadas, con el fin de dar cuenta de los avances y las tendencias de desarrollo. Se caracteriza por presentar una cuidadosa revisión bibliográfica de por lo menos 50 referencias.

Artículos cortos: documentos breves que presentan resultados originales preliminares o parciales de una investigación científica o tecnológica, que por lo general requieren de una pronta difusión.

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No. 15 enero-junio 2013

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