Upload
tranminh
View
222
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
Entrevista de Alistair COOKE
THURBER8
JAMES
S· ENTADO ante una mesa de bridge,James Thurber se entrega a su trabajo diario en su casa de campo en
eornwall, eonnecticut, garrapateando palabras que no puede ver. Le pregunto cómo escribe un escritor ciego.
Thurber: Escribo a lápiz desde 1941,cuando empecé a no ver 10 suficiente paraescribir a máquina. No sé cómo se lasarreglaban los grandes escritores ciegoscomo Milton y James J oyce; pero no estan duro como podría pensarse. La mayoría de los escritores tratan de que su trabajo parezca difíci1. Desde luego, es molesto no poder ver 10 que se escribe. Yoescribo veinte palabras por cuartilla yunas cien por lápiz. Uso papel de copiaamarillo. En 500 cuartillas caben sólo10,000 palabras (las novelas corrientestienen alrededor de 125,000). Cuandotermino, únicamente tres mujeres en elmundo -las dos secretarias que he tenido y mi esposa- son capaces de descifrarel manuscrito. Para esto se necesitan unostres meses, como si se tratara de algunalengua extranjera, digamos el latín. Aunque éste no significa mayor cosa para lamente de una secretaria, sí afecta susnervios.
Cooke: ¿ Cuándo comenzó usted a escribir y cuándo a dibujar?
Thurber: Empecé a hacer ambas cosasmás o menos a los siete años. Me agradapensar que como escritor he mejonldoalgo; pero los dibu jos son casi los ;l1ismosque en 1901. .
Cooke: ¿ Siempre deseó ser escritor?¿ Cuáles eran sus ambiciones?
Thurber: Bueno, creo que quería serpoeta. Por desgracia existe cierta prnebade eso con la que mi hermano todavíasuele molestarme. Se trata de un poematitulado "El jardín de mi tía MarO"ery Albright en el 9 185 Sur de la ~alle 5~,Columbus, Ohio". Críticos de poesía, profesores y otras personas se dieron cuentade que no había nacido poeta. Después,cuando tenía once años, escribí un relatodel Oeste que titulé "El explorador intrépido" y mi padre quiso que me dedicaraa la política.
Cooke: Su padre era político en Ohio¿ no es así?
Thurber: Efectivamente. En 1894, añoen, que yo nací, postuló para varios cargosofICIales, pero nunca salió eleCto. Sin emb~r~?, cuando William McKinley se convlrtlO en gobernador del Estado mi padretrabajó muy cerca de él. De ;110do quesiendo un chiquillo conocí gobernadores,senadores locales e incluso diputados y senadores federales. Nuestra casa estabasiempre llena"de P?líticos. Un día le dijea rr:1 pad~'e: Papa, me gustaría que conOCIeras Jugadores de beisbol, maquinistas, o, por lo men<;>s, uno que otro indio,aunque no fuera Jefe." Pero no; teníanque ser sien:pre políticos. A propósito, mipadre me dIO una vez una definición. Ten!a yo ocho años. Una tarde le pregunté,smceral:1ente .confundido: "Papá, ¿cuáles la dlÍerenCla entre un estadista y unpolíti.~??" l?espués de pensarlo un pocol~~C u~o: "1'J e:;t:ldi:;h .~:; 1111 político en
tal poslclon que puede meternos a todosen dificultades, y, si tenemos suerte, sacarnos de ellas." Creo' que esto sigue siendo válido.
Cooke: ¿A qué se debió que usted nose dedicara a la política? ¿ Qué sacó supadre de ella?
Thurber: ¿ Que qué sacó? Ahora verá.Terminó por ser secretario estatal del partido Bull Moose, en 1912. Cuando éstefracasó, a mi padre le tocaron seis cintaspara máquina de escribir, veintidós docenas de lápices y creo que varias cajas depapel de copia amarillo. Estos fueron susúnicos sOltvenirs de la campaña de 1912.
Cooke: Una vez que descartó la política ¿ cuándo tomó usted la decisión -si esque la tomó- de convertirse en escritorhumorístico?
Thurber: N o creo haberlo decidido pormi cuenta. Supongo que mi madre 10 hizo
James Thu rber. Autorretrato
por mí. Mi madre era una comediante ~la
tao Sus ocurrencias se hicieron famosasen Columbus durante los ochenta y ~1Ue
ve años que vivió. Son demasiado complicadas como para contárselas ahora; peromuchos de los relatos que he escrito fueron inspirados por ella o se refieren a ella.
Cooke: ¿ Recuerda los títulos de algunos?
Thurber: Un cuento inspirado en ellase llama "Lavanda con una diferencia".Mi madre pensaba, según me 10 dijo cuando tenía ochenta y cinco años, que la lavanda y el color negro eran cosas paraviejas. Le gustaban los colores alegres yllevaba su ancianidad como una rosa, talcomo había llevado su juventud.
Cooke: ¿Influyó ella en sus dibujos?Thurber: N o exactamente. Nunca cre
yó que yo fuera artista y hasta le disgustaba hablar de ello.
Cooke: Usted ha contado que escribirle toma mucho tiempo y que rehace sus
UNIVERSIDAD DE MEXICO
trabajos una y otra vez. Por otro lado,recuerdo que en alguna parte ha dicho quelos dibujos le salen al primer intento.
Thurber: Así es. Por ejemplo, uno demis cuentos "La vida secreta de WalterMitty", que no tiene arriba del 4,000 palabras, me tuvo ocho semanas trabajandodía y noche. Lo volví a- escribir de caboa rabo unas quince veces. En cambio, unanoche, estando mi mujer y yo en un hotel·de Nueva York, ella se metió a la camamientras yo permanecí apartado, en silencio. Al cabo de unas dos horas me preguntó: "¿ Qué haces?" "Acabo de terminar un libro", le contesté. Para ella estopodía significar una de dos cosas: quehabía terminado de leer un libro o de cli-.bujarlo. Había terminado de dibujarlo.Después lo titulé La última flor. Erancincuenta dibujos hechos en dos horas, alápiz. Claro que más tarde puse tinta sobre 10 hecho a lápiz, pero el libro habíasido realmente terminado en dos horas,más o menos.
Cooke: Tengo aquí un libro de dibujosque su madre debe de haber conocido. Dehecho, se trata de su primer libro de dibujos. Hay en él uno del que cualquierpersona de ocho años estaría orgullosa.Parece, si puedo decirlo así, un dibujo deThurber. Imagino que usted sería el díbujante de la familia.
Thurber: Oh, no. Ciertamente, mis hermanos -tengo dos- guardaron ese librito; pero se suponía que el dibujante dela familia era mi hermano mayor y ninguno de mis parientes se fijaba para nadaen lo aue llamaban mis garabatos. Mi hermano William copiaba laboriosamente conlápiz y tinta los dibujos a lápiz y tinta deCharles Dana Gibson. Creo que mi madrey mi padr'e pensaron al principio que setrataba de dibujos originales de mi hermano. Como haya sido, siempre me decían: "No molestes a William con tusgarabatos; déjalo trabajar en paz: el dibujante va a ser é1."
Cooke: Sin embargo, ya en la uníversidad, hace usted dibujos bastante cuidadosos. Empieza a sombrear y puntear, yparece que 10 hace bastante bien.
Thurher: Sí, es cierto. Comencé sombreando y todo lo demás. No fue sinohasta después, cuando me vi obligado allenar aprisa un magazine debido a quetodos los demás dibujantes se habían idoa la guerra. cuando me convertí en el dibujante que soy. Como tenía que hacerlosrápidamente no tenía tiempo para darlessombra. Algunos años más tarde, cuandoya había vendido varios al N ew Y orker,uno de mis colegas allí, Andy White, mesorprendió sombreando uno cuidadosamente. Me dijo: "No hagas eso. Auncuando llegaras a ser bueno serías mediocre."
Cooke: Así que volvió usted a sus famosos garabatos.
Thurber: Sí. Es 10 único que puedohacer tan mal que resulta bien.
Cooke: Recuerdo la impresión que produjo ver impresos lo que usted llama susgarabatos. Sin ánimo de ofenderlo ¿ cómohizo para que se los publicaran?
Thurber: No hay ofensa. Pues bien, esuna larga historia. Procuraré contársela10 más brevemente posible. Volvamos aColumbus, Ohio, en el principio de losveintes. Para entonces había dejado de estudiar y trabajaba como reportero. Entremis amigos se contaba 11n dinámico corre-
"La que está arriba es mi primera mftjer; Il.qwí le presento a la actual Mrs. Harris"
UNIVERSIDAD DE MEXICO
dar de bienes raíces de esa época, con doso tres teléfonos en su escritorio. Cada vezque iba a verlo lo encontraba ocupadocontestando las llamadas y tomando notas. "Perdóname, Jim", me decía. Y luego. "Sí, Harry, sí; tomo nota." Y tomabanota. "Otra cosa, Harry, respecto al asunto de Johnson ... espérame un momento". Sonaba el otro teléfono. "¿ Bueno,J ohnson ? Estaba hablando con Harry porel otro teléfono, no cuelgues." "Sí. ¿ Cómo? ¿2232 Midberry Avenue? Muy bien,Harry; nos vemos allí." "Hasta luego,Johnson." Entonces tomaba el otro telé'fono. "¿ Sí? Lo siento. querida. No, no seme olvida. Okey." (Esta vez no tomabanota porque se trataba de su esposa). Asíque no había manera de conversar nadacon él. Cierta vez me dijo: "Espérameun momento." Salió de la oficina duranteunos tres minutos. En ese tiempo dibujéun perro en cada una de las hojas de susmemorándums. Al regresar se excusó:"Lo siento, Jim." Se sentó y los teléfonos y él volvieron a su rutina: "¿ Qué hay,Bill? Sí, sí. Lo siento. ¿ Cómo? ¿Ochentay tres, cinco? Un momentito, Bil1." Y comenzó a arrancar perros. "No cuelgues,¿ quieres?" Había un perro en cada página. Por fin se le ocurrió escribir la cifraencima del perro. Ese es el origen de miperro.
Cooke: ¿ Quién fUe el primero que tUYO
el suficiente valor para proponer la publicación de los garabatos? ¿ Envió ustedalguno?
Thurber: No me mire feo: no fui yo.Fue E. B. White ---Andy \iVhite-, probablemente la persona más importantes decuantas han pasado por el N ew Yor/?er.El y yo compartimos una oficina de 1927a 1929. Yo acostumbraba hacer muñecoscon lápiz mientras pensaba en otra cosa.
Cooke: ¿ Qué dibujaba?Thurber: Perros y focas. Y gente, o
algo parecido. Alguien le preguntó unavez a Marc Connelly cómo hacía paradistinguir en mis dibujos cuándo se trataba de una mujer y cuándo de un hombre. Respondió: "Las mujeres tienen enla cabeza algo parecido a cabel1o". Undía Andy recogió uno de mis dibujos querepresentaba una foca mirando a lo lejos desde un p~ñasco. El pie decía:"Mmm, exploradores."
Cooke: ¿ Quienes eran los exploradores?
Thurber: Unicamente dos puntos. Incluso así, aquello no era muy gracioso;pero vVhite pensó que sí, o que por lomenos era diferente, y lo envió a la junta artística del N e'W Yorker, que se hacía los martes por la tarde. Muy pronto el dibujo estuvo de regreso. Sobre él,un dibujante profesional -es decir, algui,en que no sólo cobra sino que sabedibuiar- había dibujado la cabeza deuna 'foca y escrito a un lado: "Los bigotes de la foca van así." Inmediatamente, \iVhite lo volvió a enviar, con este mensaje: "Los bigotes de las focas de Thurber van así." No obstante, fue rechazado una vez más. lo mismo CJue otros quince dibujos. Parecía que nunca vería unJibujo mío en el N ew Yorker.
Cooke: ¿ Qué opinaba el editor. de susdibujos?
Thurber: Estaba un poco perplejo.Hasta el fin de su vida creyó que eléxito que tenían en Inglaterra se debíaa una excentricidad de los ingleses. "Entodo caso, le decía yo, es una chifladu-
·ra que ha durado ya bastante." Y él: "Nosea impaciente; deles tiempo."
Cooke: A pesar de que usted ha desconcertado a muchos, sus dibujos se publican en gran cantidad. ¿ Cómo logró porfin colocarlos?
Thurber: Creo que he estado tratando de evitar esa pregunta para protegera los inocentes editores. Fijese: En 1929Andy White y yo escribimos un libro titulado ¿Es necesario el sexo? \,\/hite insistió en que fuera ilustrado por mí. Asíque hice unos cuarenta o cincuenta dibujos en una noche. A la mañana siguiente fuimos a ver a los editores. Cuandonos recibieron extendimos los dibujos enel suelo. Tres desconcertados y asustados editores los vieron. Uno de ellos, elmás importante, dijo: "Supongo que estos son proyectos para que se guíe el dibujante que va a hacer las ilustraciones." A lo que Andy contestó: "Estosson los dibujos CJue debe llevar el libro."Y el libro apareció en noviembre, aunquesin mucho ruido. Creo que la primeraedición fue de 3500 ejemplares. Por alguna razón empezó a venderse. El editor no había querido arriesgarse con másde 3500. ¿Quién se iba a atrever a máscon un libro que contenía mis primerosdibujos? Oh, no.
Cooke: La verdad es que cuando seaparece en letras de molde, muchos que nocreían en uno deciden de pronto que unotiene talento. ¿ Cambió de parecer el editurde la revista?
Thurber: Pues bien, sí. La gente empezó a hablar de los dibujos. No !'é exactamente por qué, pero el caso es que Rosstambién oyó hablar de ellos. Una mañanase presentó en mi oficina y me dijo:"¿ Qué pasó con aquel dibujo de una focaque había hecho para nosotros?" "¿ Cómoque qué pasó?, le respondí, "que ustedesme lo devolvieron y lo tiré." "Bueno, puesquiero que lo haga otra vez para publicarlo." Como si fuera tan fácil hacer algootra vez. Me puse a hacerlo de nuevo,ahora con tinta y sobre papel blanco.
Cooke: ¿ La foca en el peñasco?Thurber: Sí. La puse en el peñasco;
pero éste parecía más bien la cabecera deuna cama. Como aparentemente la focaestaba en la cabecera, dibujé a un hombrey su mujer en la cama. La mujer, que esuna gruñona, le está diciendo al marido:"¡ Está bien, salte con la tuya: oyes gruñiruna foca!"
Cooke: Se trata de uno de sus dibujosmás famosos; pero hasta hoy me enterode que lo hizo por casualidad.-
9
Thurber: Muchas de mis caricaturashan nacido así. En la oficina existe unaconocida como "La dama del librero". Yutrataba de dibujar una mujer a gatas enel descanso de una escalera; pero como nosoy buen dibujante no me salió bien laperspectiva de los escalones y dibujé simplemente dos líneas verticales cruzadaspor varias horizontales. De pronto, mesorprendió ver a la mujer encima de loque evidentemente era un gran librero.Entonces añadí otras tres personas, doshombres y una mujer. Uno de los hombres le dice al otro: "Esa que está arribaes mi primera mujer; aquí le presento :1la actual Mrs. Harris." Pues bien, cuandollevé el dibujo hubo verdadera consternación en la revista. El director me lIa'mópor teléfono y me dijo: "No entendemosaquí si la mujer que SE' halla encíma dellibrero está muerta o disecada." Lc contesté: "Lo llamo dentro de un ratu." Colgué y me puse a cavilar. Unu:, minutosdespués lo llamé y le dije: "Acabo (:Je telefonear a mi médico y dice que una ¡nujer muerta no puede sostenerse en cuatropatas. Entonces llamé a mi taxidermista ydice que no está permitido disecar mujeres. De manera que debe de estar viva.""Bien, me contestó, pero ¿ qué hace encima del librero en la casa de la segundaesposa de su marido ?, "Ahora sí me agarró. No lo sé." De todos modos, el dibujofue publicado.
Cooke: Cuando recuerdo la conmociónque causaron sus primeros dibujos, se meocurre que muchos padres se deben dehaber animado a enviar los de sus hijos.
Thurber: En efecto. No sólo muchospadres, sino cantidad de gente rara. Algunos pensaban que los hacía debajo delagua; otros, que a la luz de la luna; lasmamás, que yo era un niñito o que los dibujos los hacía mi nieta. De modo quecomenzaron a enviar al N ew Y orker losdibujos de sus niños. En la revista mepidieron que escribiera a esas señoras. Lesescribí a todas en los mismos términos:"Sin duda su hijo puede dibujar tan biencomo yo; la única dificultad está en queno ha vivido lo que yo."
Cooke: Eso me recuerda lo que dijoun antiguo romano: "Nadie puede serbuen cómico mientras no conozca a fondola tristeza de las cosas." En su opinión¿el humor es algo en sí mismo o una manera de deshacerse de las preocupaciones?
Thurber: En la vida es muy difícil separar el humor de otras cosas. El humores la otra cara de la tragedia. El humorismo es algo muy serio. Considero que el
l· ~
10 UNIVERSIDAD DE MEXICO
"que el principio de no intervención no sl,fra mengua alguna"
dos de las cuales habían sido esbozadasya en su discurso del año pasado.
La primera se refiere a la reanudaciónde las negociaciones sobre el desarme. Estas se encuentran interrumpielas desde1957 en vista de que el mecanismo específico previsto para el efecto no ha podidofuncionar, ya que existe desacuerdo entrelas grandes potencias sobre la composiciónde la Comisión del Desarme. Para ponerfin a esta situación, México ha instado ala Comisión Política de la Asamblea General a que recomiende a los representantes de los Estados Unidos, Francia, elReino Unido y la Unión Soviética que sereúnan informalmente, con la asistenciadel presidente de la Comisión Política,para examinar los procedimientos por medio de los cuales podrían reanudarse, dentro del marco de las Naciones Unidas, lasnegociaciones sobre el desarme.
La segunda consiste en proponer quese estudie la conveniencia ele que las N aciones Unidas designen a un estadista derelevante prestigio internacional, a recomendación unánime de las cuatro grandepotencias, para que actúe con el carácterde comisionado o mediador pa ra el desarme. Las funciones de! comisionado consistirían en auxiliar a las grandes potencias en sus negociaciones y, con tal fin.mantenerse en consulta con ellas, someterles privadamente, para su consideración, las propuestas que estime convenientes y, en general, promover la concertación de acuerdos entre ellas.
La tercera tiene por objeto examinar laconveniencia de que la Asamblea Generale~horte a las grandes potencias a redoblar sus esfuerzos para lograr cuanto antes resultados positivos en las negociaciones relativas al desarme, dirigiéndoles alefecto un "llamamiento" semejante al que,por iniciativa de México, aprobó unánimemente en 1948 para el establecimientode una paz durable.
La cuestión del desarme está estrechamente relacionada con la utilización de laenergía nuclear. El Gobierno de México -cuyo interés en esta materia quedaevidenciado por su p:lrticipación en lostrabajos del Comité Científico de las Naciones Unidas para el Estudio ele losEfectos de las Radiaciones Atómicas, suingreso al Organismo Internacional de
LA POLITICA INTERNACIONALDE MEXICO
(Vien.e de la pág. 2)
noblemente concebido V honrosamenteejecutado." En 1955, en" San Francisco,el licenciado Padilla Nervo insistía:"Mientras el ritmo de las negociacioneses cada vez más lento, el progreso científico es más veloz y mayores y más destructivos los descubrimientos e invenciones en el arte de la guerra. Yaen 1945era visible que existía un desequilibrioentre lo que llamaríamos nuestros hábitosmentales en materia de política internacional y las nuevas condiciones creadas porla ciencia. Esta falta de armonía es ahoramás profunda y son más graves los peligros que encierra ..." En 1957, en laAsamblea General de las Naciones Unidas, afirmó: "En lo que atañe al desarme,es indudable que no han sido del todovanos los esfuerzos desarrollados durantelos últimos cinco años ... ha habido progresos, aunque seguramente no en el grado en que todos lo desearíamos. Urge,pues, que esos esfuerzos se continúen sininterrupción." 8 Este año, ante la mislnaAsamblea, dijo: "México está persuadidode que el problema de la paz dependefundamentalmente de los progresos quepuedan hacerse hacia el desarme. Deacuerdo con esta inalterable convicciónno hemos escatimado esfuerzo alguno enlas distintas Asambleas de las NacionesUnidas para contribuir a acortar las distancias entre las posiciones de las grandespotencias, especialmente las llamadas potencias nucleares." 9
Es indudable que la acción de un paíscomo el nuestro necesita ejercerse, en esteproblema, dentro de la esfera de la influencia moral, urgiendo una y otra veza las grandes potencias para que recapaciten y concentren sus voluntades en lacelebración de acuerdos de desarme. Talha sido el sentido de las intervencionesde la representación de México en las Naciones Unidas. Pero, nuestra política, además, ha encaminado sus esfuerzos a buscar procedimientos que hagan más viablela celebración de dichos acuerdos. En elactual período de sesiones de la AsambleaGeneral, e! Secretario de Relaciones Exteriores hizo tres sugestiones concretas,
humor es uno de los grandes recursosnacionales que debemos conservar a todacosta. Algo que me preocupa es la decadencia en que se encuentra la sátira política. En el apogeo de su fama, HenryMencken, Will Rogers, Finley Peter Dunne, William Allen White y Ed Howe 110
temieron hacer chistes a costa de personajes públicos. Siento que en la actualidadlo tememos un poco. Un profesor mío dijoen cierta ocasión que si determinada cosano resiste la risa, esa cosa 110 es buena.En nuestro país no debemos perder la rapacidad de reír, aunque realmente no haypeligro de que eso suceda pues somos básicamente un pueblo con sentido del humor.
Cooke: ¿En qué forma aplica su humora la sátira política? Entiendo que ha estado escribiendo algunas fábulas. ¿ Qué es10 que 10 atrae particularmente de ese.género?
Thurber: Por supuesto, las fábulas sonla forma de expresión literaria más antigua que se conoce. Veamos un caso: Esopo. Nadie sabe con exactitud cuándo vivió. Webster lo sitúa alrededor de 580 a.c.. es decir. hace más de veinticinco siglos. Después de 2,500 años todavía seusan corrientemente dos frases suyas. Nopasa día sin que se oiga una de las dos:"la parte del leor!" y "las uvas están verdes." No hay escrítor, pienso, que 110 sesienta atraído por esta forma: las fábulasson cortas, concisas y capaces de encerrarmucho sobre la vida humana: los pequeños defectos, las flaquezas y las vanidadesde un hombre y su mujer, o los hechosmás importantes de la política. cualquiercosa.
Cooke: Hace tiempo que usted no puede ver ¿cuándo empezó eso?
Thurber: Mi ceguera ha seguido unproceso gradual desde hace unos quinceaños hasta ahora, que es casi completa.No puedo, por ejemplo, ver un cigarrillo,pero sí encenderlo, pues alcanzo a ver lallama del fósforo. Es lo que los médicosllaman acomodación.
Cooke: Desde que tuvo que dejar eldibujo y concentrarse en la literatura ¿ noconsidera que la ceguera sea una desventaja para su contacto con la vida y parasu imaginación de escritor?
Thurber: No, no es así. La imaginaciónno encegt1ec~. Entiendo perfectamente queperde; .la vista sea una tragedia para unmaqul11~sta o'para un prestidigitador; peroun escntor Siempre puede escribir. La ceguera tiene muchas compensaciones. Porejemplo, hace un tiempo fui con un amigoa comer a un restaurante. Durante la comida noté de pronto que guardaba un extraño silencio. Como no podia ver lo quele pasaba, le pregunté: "¿ Qué sucede?""Es la vez no sé cuántas en mi vida -mer~spondió-que leo de arriba abajo lo quedice en la botella de salsa inglesa' alrededor de doscientas palabras." Le cIfje "¿ Loves? Lo mal.o C.01.1 ustedes los que ven esque ve~' les slgmflca una desventaja." Yesmuy cierto. Un escritor ciego no se distrae tanto como el que puede ver. Yo pued~ sentarme en cualquier habitación y nomiro por la ventana, ni me distrae el vuelo de los pájaros, ni la brisa en los árbo- \les, ni las mujeres bellas que pasan. Claroque todavía puedo oír a una mujer bella.
(Traducdón de Edlwrdo Torres)