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“Si alguno quiere ser mi seguidor, primero tiene que negarse a sí mismo, luego tomar su cruz y seguirme. Porque todo aquel que quiera salvar su vida la perderá; pero aquel que pierda su vida por causa de mi, este la hallará” (Mateo 16:24-25; Marcos 8:34-35; Lucas 9:23-24) JESUCRISTO, DADOR DE VIDA ¿Negarme a mí mismo? ¿Tomar mi cruz? ¿Qué significa esto? ¿Acaso quiere decir que tengo que renunciar a todas las cosas que me gusta hacer, a todo aquello en lo que encuentro mi placer y mi deleite? Eso sí que está difícil… es que hay tantas cosas que me gusta hacer, tantas cosas que me gusta ver, tocar, escuchar, probar, lugares y gente que visitar… son tantas aquellas cosas que me complacen que eso de negarme a mí mismo se me hace de veras difícil, ¿Realmente quiere decir esto el Señor?... Si, realmente quiere decir esto, por eso habla sobre “perder mi vida” por causa de Él; no necesariamente en el sentido literal, aunque si hubieron mártires que perdieron la vida por causa de Cristo, el Señor Jesús mismo dio su vida por mi; pero si en el sentido de renuncia total, renuncia total a mis derechos, renuncia total a complacer todos mis gustos y caprichos, reconociendo que mi vida ya no me pertenece, que fue comprada a precio de sangre y por lo tanto ahora le pertenece a Él y que Él quiere hacer su voluntad en mí y a través de mí. Pues todo este argumento es bueno, pero igual me sigue pareciendo difícil… ¿no habrá otra manera? Pues… recuerdo la historia de un joven rico que se acercó a Jesús, creyéndose lo máximo. No sé si vino a buscar consejo más de lo que vino a tratar de impresionar al Señor… “Maestro, yo

Jesús dador de vida

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¿Negarme a mí mismo? ¿Tomar mi cruz? ¿Qué significa esto?

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“Si alguno quiere ser mi seguidor, primero tiene que negarse a sí mismo, luego tomar su cruz y seguirme. Porque todo aquel que quiera salvar su vida

la perderá; pero aquel que pierda su vida por causa de mi, este la hallará” (Mateo 16:24-25; Marcos 8:34-35; Lucas 9:23-24)

JESUCRISTO, DADOR DE VIDA

¿Negarme a mí mismo? ¿Tomar mi cruz? ¿Qué significa esto? ¿Acaso quiere decir que tengo que renunciar a todas las cosas que me gusta hacer, a todo aquello en lo que encuentro mi placer y mi deleite? Eso sí que está difícil… es que hay tantas cosas que me gusta hacer, tantas cosas que me gusta ver, tocar, escuchar, probar, lugares y gente que visitar… son tantas aquellas cosas que me complacen que eso de negarme a mí mismo se me hace de veras difícil, ¿Realmente quiere decir esto el Señor?...Si, realmente quiere decir esto, por eso habla sobre “perder mi vida” por causa de Él; no necesariamente en el sentido literal, aunque si hubieron mártires que perdieron la vida por causa de Cristo, el Señor Jesús mismo dio su vida por mi; pero si en el sentido de renuncia total, renuncia total a mis derechos, renuncia total a complacer todos mis gustos y caprichos, reconociendo que mi vida ya no me pertenece, que fue comprada a precio de sangre y por lo tanto ahora le pertenece a Él y que Él quiere hacer su voluntad en mí y a través de mí.Pues todo este argumento es bueno, pero igual me sigue pareciendo difícil… ¿no habrá otra manera?Pues… recuerdo la historia de un joven rico que se acercó a Jesús, creyéndose lo máximo. No sé si vino a buscar consejo más de lo que vino a tratar de impresionar al Señor… “Maestro, yo he cumplido toda la ley desde niño;” el Señor Jesús no estaba realmente impresionado, sabía que le faltaba lo esencial… renuncia… mirándolo con amor le dijo: “Eso está bien… pero una cosa te falta, anda vende todo lo que tienes y dalo a los pobres para que tu riqueza esté en el cielo, luego toma tu cruz y sígueme” ¡Que baldazo de agua fría para este joven! Él no estaba dispuesto a renunciar a sus riquezas, a su estilo de vida… quería seguir haciendo las cosas a su manera… así que se alejó y se fue triste. Me pregunto si alguna vez cambió de opinión al respecto, y si no, tal vez su vida fue un desperdicio total, tal vez perdió su vida.

Pero todavía creo que está difícil… ¿Estoy dispuesto a “perder mi vida” por causa de Él? Es más, creo que hasta me estoy empezando a poner tan triste como aquel joven rico… porque el Señor ahora mismo me está mostrando cuales son aquellas cosas a las que debo renunciar… ¿Podre hacerlo?En realidad nadie puede hacerlo por sí mismo, no soy la excepción. Pero… ¿Acaso la palabra no me dice que ya no vivo yo más Cristo vive en mi?... Ya veo ¡De eso se trata! Cristo fue a la cruz por mí, renunció a su propia vida por amor a mi y ahora vive en mi… entonces yo también puedo renunciar a mi propia vida por amor a Él, no estoy en esto sólo. Puedo hacerlo porque Él ya lo hizo por mí y vive dentro de mí.Entonces todo se resume en vivir para Él, para obedecer Su voz, deleitarme y encontrar el placer de mi alma en hacer Su voluntad… que descanso y que paz trae obedecerle y no solo eso sino que además Él promete conceder las peticiones de mi corazón. Entonces toda esta actitud de renuncia y de obediencia no debe ser en realidad tan difícil cuando amo de veras a Dios.¡Adelante entonces!“… demostramos que amamos a Dios cuando obedecemos sus mandamientos y obedecerlos no es difícil” (1 Juan 5:3 TLA)

Carlos Enrique A.