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Amores cinéfagos: Joanne y Paul, un caso raro Publicado por Jordi Bernal “Newman es un caso raro dentro del negocio: está realmente enamorado de su mujer” Otto Preminger A ella le gustaba beber jerez a sorbitos con boquita de piñón; él era una verdadera esponja cervecera. Si ella no soportaba la conducción temeraria y el subidón del acelerador, él bostezaba con la armoniosa coreografía del ballet. A la sofisticación europea en la gastronomía de ella, él respondía preparándose un gran bol de palomitas. No, no eran Marge y Homer Simpson. O podrían haberlo sido

Joanne y Paul, Un Caso Raro

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Joanne y Paul

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Amores cinfagos: Joanne y Paul, un caso raro

Amores cinfagos: Joanne y Paul, un caso raroPublicado por Jordi Bernal

Newman es un caso raro dentro del negocio: est realmente enamorado de su mujerOtto PremingerA ella le gustaba beber jerez a sorbitos con boquita de pin; l era una verdadera esponja cervecera. Si ella no soportaba la conduccin temeraria y el subidn del acelerador, l bostezaba con la armoniosa coreografa del ballet. A la sofisticacin europea en la gastronoma de ella, l responda preparndose un gran bol de palomitas. No, no eran Marge y Homer Simpson. O podran haberlo sido si se hubieran asomado al callejn del gato valleinclanesco. Ella es Joanne Woodward y l se llamaba Paul Newman. Durante medio siglo (ah es nada) formaron lo que se conoce como un matrimonio ejemplar. Aunque, claro est, para conseguir serlo hubo pactos, renuncias, broncas y mucha lucha frente a las crisis del corazn y las putadas trgicas de la vida. Cuando a Joanne le preguntaban por el secreto de una relacin tan longeva y placentera, ella responda aludiendo al ego comn. Es decir, a la construccin de un nosotros frente a las rencillas naturales del t y yo; sobre todo teniendo en cuenta que los dos eran artistas, esa gente rara que permanentemente necesita mimos de felino en plena digestin. Sin embargo, Joanne enseguida se apart del peligro de convertir la convivencia en una carrera competitiva entre dos actores en alza. Ms an considerando que al principio los mentideros de la industria del cine haban decidido que Paul era el guapo pero Joanne la que posea el talento. A finales de los 50 del pasado siglo tampoco se trataba de una afirmacin descabellada. A Paul Newman le cost menos convertirse en una estrella y un sex symbol que en un actor de cmoda naturalidad. El estilo es el hombre. Y solo con la sabidura (siempre precaria) de la madurez, aquel joven que se desgaitaba y gesticulaba doliente segn las siempre controvertidas enseanzas del Mtodo, pudo transmitir todo el escepticismo cargado de hombros de unos personajes con tendencia a tirar la propia felicidad por la borda. Y ah es donde Newman nos gusta. Pese a que nunca fue un desdichado (todo lo contrario, l siempre aluda a la suerte Newman) no tuvo miedo de empaar su imagen de estrella interpretando a todo tipo de perdedores, de simpticos inmaduros comehuevos, polticos corruptos, despiadados ejecutivos, padres desastrosos o detectives torpes. Como recordaba Toni Garca en Nostalgia del indomable (y dos huevos duros), aparte de su carrera cinematogrfica, Newman desempe una encomiable labor filantrpica a travs de fundaciones y de pinges donaciones de los beneficios de sus clebres salsas para aliar ensaladas y pasta. Tambin puso rostro y voz al sector liberal de Hollywood. En Paul Newman. La biografa, Shawn Levy relata la ancdota clsica de su encuentro con John Wayne:

Newman entra en el comedor de un estudio y pasa junto a la mesa donde est comiendo John Wayne. Qu, Paul, cmo va la revolucin? truena una voz que todos los espectadores conocen. Newman sonre y contesta: Cmo vamos a ganar, Duke, tenindote en el bando contrario?Un ngel de Botticelli

En 1954, Newman iba a cumplir 30 aos, estaba casado con Jacqueline Witte y tena dos hijos. Intentaba encontrar su espacio en los teatros de Broadway, pero para mantener a la familia y pagar las facturas se dedicaba a vender enciclopedias a domicilio. Era un buen vendedor de enciclopedias. De hecho, venda enciclopedias como churros. All estaban las amas de casa en medio de sus labores diarias, sonaba el timbre y, cuando abran la puerta, apareca aquel tipo de ojos azules y sonrisa inmaculada. Es fcil comprender su xito de ventas a domicilio. Sin embargo, en el teatro las cosas no iban tan bien. La competencia era dura. Se trata de un sector (el de la farndula) en el que los chicos guapos no escasean. Pese a todo consigui un papel para el montaje de Picnic. Se sabe que el director Joshua Logan (quien se encargara tambin de la versin cinematogrfica de la obra) no tena excesiva confianza en las posibilidades de Newman como actor. De hecho lo defini como un ngel de Botticelli sin la menor carga sexual. La carga sexual se la curr con los aos, pero por aquel entonces la percepcin de Logan iba ms all de las tablas. En la obra Picnic particip una joven actriz que haba llegado a New York procedente del ceremonioso sur de Estados Unidos. Joanne y Paul ya se conocan de las oficinas de agentes, donde los actores recalaban en busca de papeles que interpretar. No se cayeron especialmente bien. Joanne confes aos ms tarde que, a primera vista, Paul le pareci un tipo guapo sin mayor atractivo, un tipo sin demasiado inters. Tal vez le faltara la manida vida interior que tan bien exhiban los atormentados y enigmticos Marlon Brando, Monty Clift o James Dean. Pero Newman se revel un buen compaero de trabajo, un amigo de confianza, un hombre divertido y un tipo listo adems de guapo. Y no se lo haca de artista. Cierto que, como buen alumno del Actors Studio, mareaba a guionistas y directores con las motivaciones del personaje, con nimiedades de su comportamiento. Tena ideas, algo que los grandes directores clsicos no podan soportar en un actor. En cualquier caso, su ambicin se centraba en el trabajo y no pretendi nunca convertirse en una estrella excntrica y de biografa desmedida. Gene Hackman dijo en una ocasin que todo en Paul Newman era genuino. Probablemente una mujer como Joanne, que odiaba la artificiosidad del ambiente hollywoodiense, vio el poso de autenticidad de Newman, una cualidad extraa en un mundillo de fingidores y megalmanos.

Solo haba un pequeo problemilla: Newman estaba casado y acababa de ser padre por tercera vez. Asimismo, debido a una educacin en la que las responsabilidades familiares tenan un peso preponderante, no era dado a la promiscuidad. Pero Joanne tena un nico objetivo. Y lo consigui. Cuando finalmente Paul se separ de su primera mujer (le cost su buena cantidad de alcohol y visitas al psiclogo) su frreo concepto de la lealtad le pudo: Me siento jodidamente culpable, y es algo con lo que cargar el resto de mi vida. El resto de su vida fue una esplendente convivencia con Joanne. Presionaron para rodar juntos El largo y clido verano. En Luisiana, durante el rodaje, compraron una gran cama de bronce que, segn bromeaba el actor, haba pertenecido a un prostbulo. Sirvi de cama nupcial despus de una rauda y modesta boda en Las Vegas. Fue, desde entonces y para siempre, la cama.

El sex symbol que roncabaTiene 44 aos, seis hijos y ronca. Cmo puede ser un sex symbol entre las adolescentes?Joanne WoodwardPese a que Joanne prometa como actriz dramtica, redujo su carrera bsicamente a trabajar con su marido. Parece ser que no hubo discrepancias en el reparto de tareas. La actriz (que haba ganado el Oscar por Las tres caras de Eva, de Nunnally Johnson) dej en manos de Newman la labor de traer el dinero a casa. Y este no defraud. Compagin su buen olfato para los negocios (los genes de comerciantes judos no fallaron) con su profesionalidad y terquedad en convertirse en un actor slido sin comprometer demasiado su integridad: Soy dos personas deca, soy yo, Paul Newman, y tambin soy Paul Newman, el actor. El primero no est en venta. Cuando alquilo el segundo, intento hacer mi trabajo lo mejor que puedo, pero nadie tiene derecho a decirme cmo he de vivir, vestir o pensar. Su trabajo mejor con los aos y supo fusionar con habilidad las enseanzas del Mtodo con la tradicin interpretativa de la generacin anterior a la suya (Henry Fonda, James Stewart, Spencer Tracy, John Wayne), que se basaba en un naturalismo conductista.

Antes de cumplir los 40 haba encarnado a personajes tortuosos y ms acomplejados que complejos. As, por ejemplo, en El Zurdo, de Arthur Penn, La gata sobre el tejado de zinc, de Richard Brooks, Desde la terraza de Mark Robson o en la implacablemente maravillosa El buscavidas de Robert Rossen. Paso a paso (Newman, buen vino, madur lentamente) puli un estilo y una manera de estar en el mundo. Tanto dentro como fuera de la pantalla. Levy escribe:

Sus victorias resultaban satisfactorias, pero a veces solo l y los espectadores saban la verdad sobre ellas y, curiosamente, incluso sus derrotas conseguan complacer: al fracasar en sus propsitos, sus personajes parecan alcanzar un triunfo mayor que el ambicionado originalmente. Ese era el sello del antihroe contemporneo. Un antihroe, por cierto, al que no se le daban bien las grandes historias de bajo vientre:

Era un experto en muchas cosas, pero nunca supo cmo interpretar un papel romntico. Tal vez se debiera a lo felizmente casado que estaba. Su matrimonio con Joanne Woodward ha pasado a formar parte de la leyenda: dos personas atractivas, con talento y espontneas, que vivan y trabajaban juntas de un modo admirablemente compenetrado. Paul y Joanne tenan su propia forma de pensar, lo cual los converta en la bestia negra de los comentaristas ms conservadores de Hollywood, pero tambin eran sensatos e inofensivamente inconformistas, cosa que haca de ellos un ejemplo envidiable para los matrimonios normales que tenan hijos y un poco de dinero para poner un toque picante en sus vidas.De alguna manera, el matrimonio Newman sirvi para ofrecer una nueva imagen de las relaciones convencionales de pareja. Espontaneidad, informalidad e independencia consensuada. Todo en un orden. Su comn amigo Gore Vidal los bautiz, con tierna irona, seorita Georgia y seor Shaker Heights. O sea, tradicionalismo en estado puro.

Filete, hamburguesas y Bacon

A Newman, sobre todo las mujeres, le han alabado su metfora sentenciosa sobre la monogamia rendida: Para qu vas a salir por hamburguesas cuando tienes un filete en casa. Medio en serio, medio en broma, Joanne le recriminaba la comparacin con un pedazo de carne, as que el actor, en posteriores entrevistas, fue adaptando la sentencia con buenas marcas de vino francs de la bodega hogarea frente al vino barato de supermercado. Aun as, fue la comparacin original la que obtuvo mayor fortuna y ha pasado a formar parte del acervo popular. De ah que el ingenio maldiciente se cebara con el actor cuando corri el rumor de su aventura con la periodista Nancy Bacon: Puede que no salga para buscar hamburguesas, pero s que lo hace para ir a por Bacon. La historia se produjo durante el rodaje de Dos hombres y un destino, primera colaboracin de Newman con Robert Redford y el director George Roy Hill, y la cosa casi acaba con el matrimonio del actor. Bacon (periodista de chismes de rodaje y de alfombra roja) sac partido del idilio concediendo entrevistas indiscretas y propalando intimidadas. Entre ellas, el motivo de la ruptura: Lleg un momento en que me dije que tena otras opciones, y le dije: ests siempre borracho y ni siquiera puedes hacer el amor. Y puse punto y final. Harpa de mucho cuidado, Bacon tambin puso el dedo en la llaga describiendo el convencionalismo y la rigidez moral de Newman, que todava aguzaban ms si cabe sus sentimientos de culpa y, consecuentemente, su desmedida ingesta de alcohol. Despus de superar la crisis matrimonial, el actor abandonara para siempre la bebida de alta graduacin y se conformara con sus cajas de cerveza. Y con su filete.

Sigui construyendo grandes personajes que vivan en los mrgenes del sistema o que deambulaban por l soportando el peso de la derrota: El juez de la horca, de John Huston, El golpe, de Roy Hill, Con el agua al cuello, de Stuart Rosenberg, Fort Apache, The Bronx, de Daniel Petrie, o Al caer el sol, de Robert Benton. De este ltimo filme, un por entonces joven Liev Shreiher recuerda que, durante el rodaje, Joanne visit el plat y habl con el equipo. Mientras tanto, Newman rode los hombros de Shreiher con el brazo y apuntando con una sonrisa a su mujer le dijo: Quieres echarle una mirada a su culo?.

Im Glad Its YouCierto que su ltima aparicin en pantalla fue en el documental 3055, Jean Leon, de Agust Vila. Ese mismo ao, incluso le puso voz a uno de los coches protagonistas de la pelcula de dibujos animadosCars y antes apareci en Empire Falls. Sin embargo, su ltima interpretacin en pantalla, y por la puerta grande, fue enCamino a la perdicin(Sam Mendes, 2002). Tal vez debido a la muerte de su propio hijo Scott (nacido de su primer matrimonio) en los ltimos aos reflexion sobre su condicin de padre en filmes como Ni un pelo de tonto, de Benton. Por su trabajo, haba pasado mucho tiempo fuera de casa y, en parte, se despreocup de la educacin de sus hijos, que vivieron una adolescencia a la sombra asfixiante de la leyenda de Paul Newman. No debi de ser fcil para sus hijas tener un puado de amigas solo interesadas en saber de Newman y en reconocer que tenan fantasas con l. Sea como fuere, apechug con sus errores e intent subsanar su indulgencia inmadura siendo un abuelo modlico. Con el paso del tiempo, la belleza de su rostro se agriet hacindose ms humana pero manteniendo una asombrosa prestancia que la cmara nunca dej de admirar. Y su mirada azul, claro. En el esplndido film de Mendes, Paul Newman se despide con una ltima mirada. Glida y fatal. Se cruza con los ojos de la muerte, encarnada en su ahijado y discpulo Michael Sullivan (Tom Hanks). Como no poda ser de otra manera en un film que encuentra acomodo en las anchuras del gnero negro, pero que al mismo tiempo acoge estilemas de otros gneros como el western (y el subgnero de samuris), el motor de la violencia es la venganza. No hay mejor forma de despedirse que con la magistral parsimonia de John Rooney/Paul Newman bajo la lluvia.La escena rezuma cierta esttica de cmic. No en vano el origen deCamino a la perdicinson las vietas de Max Allan Collins y Richard Piers Rayner. Toda la preparacin del asesinato recuerda los rituales ascticos del samuri. Aunque, secamente, el punto de vista cambia del verdugo a las vctimas. Cuando Rooney/Newman, acompaado de sus guardaespaldas, sale del establecimiento y descubre el coche cerrado con el chfer muerto sabe bien que lleg su hora. Mendes decide interiorizar el momento mediante la lrica del ralent y los fogonazos silenciosos de la Thompson pespunteados por las notas de un piano fnebre. La cmara sigue la trayectoria de las balas y barre en lateral los cuerpos cados en el asfalto.Bajo la lluvia queda la figura desvalida de Rooney/Newman. Rodeada de cadveres y de espaldas a su muerte. No requiere ms lneas de guin que la aceptacin resignada de que sea su discpulo quien dispare. El laconismo de la escena y la dureza estoica de la despedida quedan resumidas en las ltimas palabras de Rooney/Newman: Me alegro de que seas t. Un personaje trgico, consciente de que su final estaba escrito de antemano y que no haba otra posibilidad de expiar sus pecados. As pues, la ltima escena de Newman, la ltima secuencia, fue el reconocimiento del fin de una trayectoria meritoria y brillante en la que el listn casi siempre estuvo muy alto. Consigui superar el lastre de su belleza excesiva y fue amansando sus iniciales titubeos iracundos del Mtodo hasta alcanzar una naturalidad en pantalla que muy pocos consiguen. Newman supo escapar de la condena de su propia belleza de mrmol. Apolnea. Poda haber sido letal, pero se impuso su inteligencia para la vida.Entiendo que gustara a las mujeres, aunque a m me carguen las perfecciones y las tabletas abdominales. En todo caso, de Newman admiro que envejeciera impecablemente. A diferencia de Brando y Dean no fue una vctima de su talento ni de su tormento mimado. Tampoco cay, como tantos hombres de belleza extrema y un tanto asptica, en el exceso ombliguista, la promiscuidad ni las habitaciones de hotel destrozadas de depresin, pastillas y ruina. El equilibrio que proporciona la irona y su matrimonio con Joanne Woodward fueron determinantes. Como Homer Simpson, Paul Newman tuvo la suerte de conocer a su Marge.