Fecha: Septiembre 13 Día: 257Cita Bíblica: Jonás 1-4

Tema: Jonás el profeta desobediente

Resumen

Jonás, comisionado por Dios para dar un ultimátum al archienemigo de Israel, Asiria, huye y aborda un barco que se dirige a Tarsis (actualmente España). El desobediente profeta no quiere formar parte en el plan de Dios que trae misericordia a los brutales ninivitas. Pero Dios no acaba con Jonás. Utiliza una tormenta (para meterlo al agua) y un gran pez (para llevarlo a tierra firme). Dios trae a su renuente predicador a las puertas de Nínive. Cuando la ciudad se arrepiente, el profeta responde con enojo en lugar de alabanza, provocando que Dios utilice un viento solano, una calabacera, y un calor abrasador para enseñarle a Jonás su misericordia.

Capítulo 1 Capítulo 2 Capítulo 3 Capítulo 4

Escapándose del Señor Luz del SeñorPredicación a la

ciudadEnojo en los suburbios

Avivamiento para un profeta Avivamiento para una ciudad paganaTu andar diario

Nueve de cada diez de nuestros sufrimientos son causados porque otros no piensan tanto de nosotros como pensamos que deberían hacerlo

Al leer los cuatro capítulos de Jonás, es interesante observar a un predicador que prefiera que los pecadores perezcan en lugar de salvarse. Él está realmente enojado con Dios por perdonarlos y salvarlos.

Antes de ser duro con Jonás sé honesto – ¿Has pensado alguna vez de esta manera? – Un pecador empedernido no ha sido visto en la iglesia en años, camina hacia la plataforma durante un llamado al altar, con lágrimas que corren en sus mejillas al encontrar el perdón en Jesucristo. Mientras tanto, otros miran, y enojados como Jonás (o el hermano mayor en Lc. 15:25-30), piensan para si mismos: “El predicador nunca me ha abrazado a mí de esa manera”.

Esta noche mientras te preparas para ir a la cama, lanza un zapato debajo de la cama, y en la mañana cuando lo estés de rodilla buscándolo, agradece a Dios su misericordia hacia los pecadores – incluyéndote a ti –.

Percepción

La tarea asiria en perspectiva Cuando Dios le pidió a Jonás que fuera a Nínive para predicar arrepentimiento, esta no fue una tarea para ser tomada a la ligera. Nínive era un notorio “santuario de brutalidad”. Considere lo que hizo un rey asirio con los enemigos derrotados: 3,000 cautivos fueron quemados… con sus cuerpos hice pilares… su gobernador, lo despellejé y su piel la dispersé por las paredes de la ciudad… algunos les corté las manos, los dedos y las narices, y a muchos les saqué los ojos… formé un pilar de cabezas en la puerta de la ciudad y 700 hombres fueron colgados en estacas”. Si hubieras sido Jonás, ¿habrías ido?