UNIVERSIDAD DE CUENCA Módulo: Lectura y Comentario de Textos de Poesía Ecuatoriana Realizado por: Juan Pablo Pacheco Freddy Zamora Karla Guamán Guillermo Sánchez
1. Mdulo: Lectura y Comentario de Textos de Poesa Ecuatoriana
Realizado por: Juan Pablo Pacheco Freddy Zamora Karla Guamn
Guillermo Snchez
2. JORGE CARRERA ANDRADE (Quito, 1903-1978) Poeta ecuatoriano
cuya obra se considera la superacin del modernismo y la iniciacin
de las vanguardias en su pas. Cosmopolita en su formacin y en sus
planteos estticos, trascendi ampliamente las fronteras locales y
ejerci la traduccin, el ensayo y la diplomacia, con el mismo ahnco
con el que escribi poesa. Estudi en la Facultad de Jurisprudencia
de Quito, en la de Filosofa y Letras de Barcelona (Espaa) y en la
de Aix (Francia). Poltico y diplomtico, fue secretario general del
partido socialista ecuatoriano (1927-1928), secretario del Senado y
del Congreso, cnsul de su pas en Paita (Per), El Havre (Francia),
Yokohama (Japn) y San Francisco (EE. UU.); secretario de Embajada
en Venezuela, ministro en Gran Bretaa y delegado en la
U.N.E.S.C.O.
3. Jorge Carrera Andrade:fue el rey midas de nuestra poesa,
nuestro Neruda local. La bandera del Ecuador, con l enarbolaba con
las ms altas cumbres de la poesa. En pars, su nombre sonaba junto a
los grandes poemas del mundo con envidiable brillo. Carrera fue la
posta de nuestro lenguaje lrico contemporneo. (Oquendo 11)
4. INICIOS
5. Sus primeros poemas vanguardistas juegan con recursos
futuristas, dadastas, sin sujetarse a la esttica especifica de
ningn movimiento .Pero mas tarde tomar el camino modernista.
Escribe sus primeros microgramas llenos de expresin metafrica y de
pensamiento analgico con el que armar su registro del mundo segn
afirma Octavio Paz.
6. LO QUE ES EL CARACOL Caracol: Mnima cinta mtrica Con que
mide el campo Dios.
7. TEMTICAS Carrera Andrade al igual que sus contemporneos les
correspondi instaurar un lugar, un pas de origen para la poesa: los
Andes ecuatoriales. En sntesis, el mundo de Carrera Andrade abra de
ensancharse hasta alcanzar dimensiones planetarias. Se registra en
su poesa las extensiones del mar-que atraviesa con destino a
Europa-, los puertos, las ciudades, Norteamrica, Japn, China. Su
escritura se basa en: registrar, descripciones, apuntes, dibuja su
mapamundi y establece correspondencias.
8. EL HOMBRE PLANETARIO I Salgo a la calle como cada da.
Fantasmas entre las casas me pregunto el calor de la hora, el
rostro incierto el azul que me mira hasta arder en su fuego ms
recndito La ciudad me cautiva, red de piedra. Las calles me
persiguen, se congregan en torno de las plazas del sol, grandes
tambores forrados con la piel del cordero del cielo. Si
consideramos que el eje de significacin de esta secuencia se
articula sobre la oposicin espacio interior del sujeto frente a
espacio exterior
9. La secuencia se inicia con un verbo de movimiento "salgo",
que apoya una circunstancia temporal "como cada da", lo que a la
vez propone la reiteracin de la accin. A nivel sintctico el primer
verso presenta a un sujeto /yo/ y un objeto /la calle/. ANLISIS
LITERARIO
10. A partir del segundo verso el poema comienza a invertir su
sintaxis, razn por la cual la lectura se hace menos transparente.
Cules son los "fantasmas entre las casas"?, no creemos que el
espacio interior del enunciador est presente all, sino quienes
habitan ese espacio (all), diramos el espacio de los otros. El
enunciado "el rostro incierto ... que me mira," nos parece otra
descripcin del espacio exterior que ahora reviste una totalidad:
"cielo". Pero, debemos anotar que desde el segundo hasta el quinto
verso el sujeto sintctico /yo/ (del primer verso), se ha
transformado en objeto al mismo tiempo que el rol gramatical del
objeto que estaba cumplido por /la calle/ (el espacio) se ha
transformado en sujeto sintctico.
11. EL HOMBRE PLANETARIO 1. F O R M A Y O B E R T U R A Vivimos
en el fondo de un gran ocano de aire (Los sabios geofsicos) El
poema se estructura en dieciocho fragmentos con un total de 315
versos. No puede ser ms explcito y coherente con el ttulo esta
primera parte, pues, de entrada se inquiere sobre su naturaleza
pasada: Acaso fue el Ulises de mil ardides y aventuras? Fue el
caballero Parsifal de la corte del rey Arturo que sali en busca del
Santo Grial? O tal vez fue Hamlet que pretende la JUSTICIA? O el
Segismundo que, en palabras de Caldern de la Barca, suea que la
vida es un sueo? El hombre planetario busca la libertad, la
justicia y ante ese sueo, no claudicar
12. UN SIMPLE PASAJERO DEL PLANETA El hombre planetario no
tiene fronteras, no tiene lugar geogrfico con un solo topnimo que
lo encasille y lo limite. El protagonista se reconoce en todos los
habitantes que discurren como sombras por todas las puertas. Es el
obrero que toda la semana divaga entre la rutina y la esperanza, de
lunes a domingo. Es el ser que est destinada a la fugacidad, Soy
solo un visitante, pero que pretende con denuedo la imposible
eternidad Eternidad, tus signos me rodean/ mas yo soy
transitorio:/un simple pasajero del plantea
13. TIEMPO, ESPACIO Y EL AMOR El tiempo se mide solo por /las
alegras y amarguras/y por silencios y soledades/ de sesenta
suspiros cada una/. El uso metafrico del lenguaje acenta ms la
inmensidad del espacio- tiempo: /,,,no eres el caracol/enrollado,
cautivo/en el reloj del hombre. Pero acude con avidez al amor que
encarna la mujer para una segunda vida, para la resurreccin. Oh
mujer/tu cuerpo es un pas de leche y miel/que recorro sediento/
Cual minero que orada el planeta, se siente, impulsado por el amor
universal, .cavo sin tregua/hasta hallar el filn del infinito/
14. Eva en el s. XX va calzada Los cantos intermedios entonan
cierta pleitesa a la modernidad, aunque sin claudicar ante el
encanto del pasado que el mundo quiere olvidar: Evaguarda las
llaves de las siete puertas/del paraso humano/paraso privado con
telfono/mquina de lavar hojas de parra,/ La modernidad que tiene
sus orgenes en bases humanas, y por ello, lleno de falsos
sustentos, tiene sus reparos: La amistad, el amor, el cielo
mismo/falsificado en pldoras/pesan en su balanza fraudulenta/para
ganar, multiplicar sus bienes/ Pero la casa comn del hombre
planetario, merece que no se la desatienda y se debe volver los
ojos a la tierra para arreglar lo que est torcido, los problemas
del hombre. /Todo puede crear la human ciencia/ y disparar cohetes
a la luna /sin haber descifrado el gran enigma/del oscuro planeta
en que vivimos/
15. L A N AT U R A L E Z A E S PAT R I M O N I O P L A N E TA R
I O /Escuchad cmo estallan las corolas!/La abeja celestina/las
entrega mensajes fecundantes/ Esta reminiscencia al personaje de la
obra de Fernando de Rojas, ( Dilogo de Calisto y Melibea) la
convierte el autor en metfora para referirse a la vida que perdura
desde la nube al fondo de los mares/ en donde el pez humilde/
hermano mutilado../ Todos ,loe seres elementales, plantas ,
piedras, animalitos libres y perfectos, la rosa que representa /el
beso de de la tierra a todo lo que vive/ prueba de amor de un da/
Hay un recuento de todo cuanto representa este hombre planetario
que, para aclarar ms su condicin, nos dice textualmente que es:
Hombre, mineral, planta, relieve, ser terrestre, en suma. /Vendr un
da ms puro que los otros:/estallarl a paz sobre la tierra/ como un
sol de cristal/ Con esta admonicin, el poeta plasma su objetivo, su
credo.
16. L A E RRANCIA DE L AUTOR E N E L POE MA Jorge Carrera
Andrade distribuy su errancia existencial en los cinco continentes,
ya sea: (Pars, Nueva York, Mosc, El Congo) Como funcionario
diplomtico. Embajador de nuestra cultura. Recopilador de saberes
universales. Observador de otras costumbres. Hasta convertirse en
el paradigma del hombre planetario que abog por un solo destino de
su mundo: Que /los ancianos tan slo, en el domingo/de su vida
apacible//esperarn la muerte/la muerte natural/,fin de
jornada/paisaje ms hermosos que el poniente/
17. En el episodio V de "Hombre planetario" desarrolla Andrade
una obsesin de todo su pensamiento lrico: "Eternidad, te busco en
cada cosa..." En el rbol "que muere y que renace...", en el alba
"que vuelve todos los das a la misma hora..." El final es
transparente: "Eternidad, tus signos me rodean, / mas yo soy
transitorio: / un simple pasajero del planeta".
18. En el poema XVIII leamos que el escritor acepta la vejez y
la muerte como algo natural. Pero ahora descubrimos que existe
oculto un amargo resentimiento de temporalidad, de insignificancia.
Y se cierra "Hombre planetario" con un golpe de efecto muy
inteligente y provocador. el Hombre planetario acoge, en su
arquetpica existencia, la vida, el alma, corazn, empresas... de
todos los hombres y mujeres de hoy, de ayer y del futuro...
19. El viajero diplomtico, que tambin conoce el planeta y su
gente, se identifica en este poema con cada uno de los pobladores
del mundo: "Yo soy el habitante de las piedras / sin memoria..." Y
se presenta seguidamente como ciudadano de la tecnificada
civilizacin de las grandes urbes. Y, en casting muy singular, nos
acerca una simblica lista de pobladores de Asia, Europa, frica,
Oceana y Amrica..
20. XVIII Yo soy el habitante de las piedras sin memoria, con
sed de sombra verde; yo soy el ciudadano de cien pueblos y de las
prodigiosas capitales, el Hombre Planetario, tripulante de todas
las ventanas de la Tierra aturdida de motores. Soy el hombre de
Tokio, que se nutre de bamb y pececillos; el minero de Europa,
hermano de la noche; el labrador del Congo y de la arena, el
pescador de ostiones polinesios, soy el indio de Amrica, el
mestizo, el amarillo, el negro, y soy los dems hombres del planeta.
Sobre mi corazn firman los pueblos un tratado de paz hasta la
muerte.