Jorge Etchenique Anarquismo

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Ensayo sociológico

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El pensamiento anarquista. Los anarquistas en La Pampa

Jorge Etchenique El Che no es un emergente descolgado y solitario de la historia de los movimientos de izquierda del siglo XX. El humanismo revolucionario se amalgam en l a travs de su innovacin intelectual y experiencia revolucionaria, tal es as que El socialismo y el hombre en Cuba es considerado como uno de los aportes tericos ms valiosos. Pero tambin es cierto que su concepcin del hombre es la desembocadura de esos cruces histricos. El anarquismo, en Argentina y en esta ltima franja de la pampa hmeda, tuvo su cuota de aporte con su legado de luchas, pensamientos, dudas y discusiones que se proyectan hasta hoy. Aunque las perspectivas marxistas y anarquistas conduzcan a perspectivas similares en algunos casos, diferentes en otros, hay terrenos de preocupaciones comunes entre el Che y aquellos luchadores. La dimensin individual de la libertad, la generacin de nuevos valores y la necesaria desburocratizacin de las instituciones son algunos de ellos.No hay tema en que el anarquismo haya tenido una posicin uniforme, unnime. En todos hubo desde matices hasta diferencias importantes, aunque para Enrico Malatesta hay una idea en comn, quiz una sola: la negacin de la fuerza fsica empleada como factor de orden y de evolucin social (La Pampa Libre, 5 de agosto de 1927). Por lo menos el anarquismo se dividi en dos grandes ramas argentino: las que se expresaban a travs de los peridicos La Protesta y La Antorcha, o sea a travs del organizacionismo (en torno a la FORA - Federacin Obrera Regional Argentina) y del antiorganizacionismo (en torno a las agrupaciones libertarias que negaban la funcin libertadora de esa y de cualquier organizacin sindical). Habra una tercera, de menor importancia numrica pero de gran presencia meditica: la de los anarquistas expropiadores. En La Pampa, dirimieron influencias las dos primeras y se produjeron contactos espordicos con la tercera.Con el antecedente inmediato de la gran huelga ferroviaria de 1917, en los dos ltimos aos de la dcada de 1910, La Pampa registr una serie de huelgas y boicots que acompaaron los movimientos de hachadores en Guatrach, Conhelo, Gamay, Anzotegui, etc., seguido por los fuertes reclamos de estibadores o bolseros en Alpachiri, Darragueira, Jacinto Arauz, en 1921. Los anarquistas que condujeron estas luchas se identificaban con la FORA del V Congreso, es decir, de aquel que recomendaba la difusin del comunismo anrquico junto a la actividad sindical, de tal modo que sindicato y exposicin doctrinaria eran inseparables. Por tal motivo, hasta ese ao 1921, no se registra el nacimiento de agrupaciones anarquistas con independencia de la actividad sindical. La organizacin descansaba sobre la unidad ms simple, la sociedad de resistencia por oficio o de oficios varios, hasta llegar a las federaciones pero todas esas instancias eran autnomas, pues toda dependencia normativa atentaba contra los principios anarquistas. Por otra parte, el objetivo consista en que las cuestiones de la organizacin estuvieran en manos del mayor nmero de militantes y esas fueron las claves del rpido crecimiento de la FORA, en las zonas ms alejadas de grandes centros urbanos.Otra caracterstica fue la aplicacin de la accin directa, es decir, que la disputa de los obreros contra los patrones no fuera mediatizada por instituciones del Estado, como el parlamento u oficinas de arbitraje que terminaban usurpando y distorsionando los logros tras largas las luchas y cuando estas ya haban triunfado. Pero la accin directa apunta hacia otras dimensiones como la necesaria autonoma con la que los obreros deben transitar al margen de la institucionalidad del sistema y tratar de imponer (este es el verbo preferido) mejoras a los patrones pues si hay leyes, ellas no sern respetadas en tanto los obreros sean dbiles y si no hay leyes, no hay que mendigarlas. En consecuencia, solo tiene valor lo que se consigue por la propia fuerza del movimiento obrero, concepto extensible al terreno de las libertades. En este caso, se trata de constituir una fuerza capaz de imponer el derecho a la palabra y de reunin, no buscar en la justicia o en el congreso un salvavidas que, a la larga, ser de plomo. Se considera que la legalidad garantiza esa institucionalidad y est diseada para frenar la lucha revolucionaria, motivo por el cual cada libertador ha sido un ilegal, como dijo un anarquista de aquellos aos. La disputa estaba planteada como una relacin de fuerzas en la que la burguesa usa los tres poderes que cre precisamente para perpetuarse. Buscar espacios en ellos, tanto en funcin de auxilio como para ocupar cargos electivos, significa desconocer la naturaleza del Estado. En cambio, transitar el camino de la autonoma es fijar una perspectiva revolucionaria. Luego de estos aos iniciales de anarquismo, cuando la actividad estuvo en especial focalizada en el sur, la accin se traslad al norte pampeano debido, en parte, al calor que irradi el grupo editor del quincenario La Pampa Libre (1922-1930), inicialmente rgano de la Federacin Comercial y luego de la agrupacin Pampa Libre, con sede en General Pico. Los dos primeros aos del peridico son quizs los productores de conceptos que cobran mayor actualidad, tanto por el giro poltico que realiz como por las reacciones que produjo. Diseminada en localidades como Eduardo Castex, Metileo, Caleuf, Trenel, Winifreda, Quem, etc. la Federacin Obrera Comercial estaba adherida inicialmente a la FORA pero defenda un sindicalismo espontaneo contrario al sistemtico al que calificaba de artificial. Sistemtico era equivalente a una organizacin que, con sus normas, asfixiara la autonoma y libertad y dara lugar al mayor peligro: la burocratizacin, enemiga mortal de la generacin de valores libertarios como de su destruccin una vez establecidos. La espontaneidad como concepto estaba ligada a la actividad del sujeto social del anarquismo que predominaba en La Pampa en ese entonces: el estibador, el bolsero, el que ms enfrentaba a los patrones con una prctica gremial que cambiaba de sitio ao tras ao y con una visin revolucionaria. Haba otros obreros como ladrilleros, hachadores, braceros, pero el estibador era el centro de la conflictividad y de la atencin de los anarquistas. Por otra parte, estos descartaban como sector, no a nivel individual- a docentes, periodistas, empleados de empresas del Estado, en general, por su actividad reproductora del sistema. Tambin quedaban fuera de su atencin sindical los colonos o chacareros pues si bien eran explotados, no dejaban de ser explotadores. Coherente con ello, el concepto de pueblo que sustentaba uno de los mximos responsables de La Pampa Libre lo asimilaba al conjunto de oprimidos y desheredados, los nicos que estaban en condiciones de comprender el comunismo anrquico.Cmo se define un sujeto social? En este caso, deba estar en la clase obrera y dentro de ella. El sector que manifestara un mayor nivel de conciencia se constitua en fuerza motriz. Podemos vincular este tema del sujeto social con la temtica de la Ctedra y preguntarnos Qu llev al Che a definirse por el campesinado? En mi criterio, l parta de privilegiar las ventajas militares de las zonas rurales para el enfrentamiento con un ejrcito regular y para la futura evolucin del foco, de tal manera que sus integrantes se tenan que relacionar con los ocupantes de ese espacio, los campesinos que, por otra parte, seran abastecedores de la guerrilla, no sujeto social propiamente dicho. Por otra parte, si obviamos la discusin y damos por sentada la necesidad de definir siempre el sujeto social, debe tener un contenido de clase?Pocos aos despus, la intensa represin policial que se perfeccion tras los sucesos de J. Arauz, determin un decaimiento de la conflictividad de los bolseros y la atencin del anarquismo se centr en los braceros, pero desechaban ya la sindicalizacin. Esta disminucin de la conflictividad condujo a los anarquistas de aquella poca y nos conduce- a dos problemas relacionados con la decepcin por la actividad sindical y por la nocin misma de organizacin.

Junto a las efmeras mejoras que pudo imponer el espontaneo y migratorio bolsero, se fue forjando en el anarquismo de La Pampa una fuerte discusin acerca del valor del sindicalismo en la generacin de conciencia. Las pginas de La Pampa Libre y de La protesta fueron portavoces de pampeanos que defendan o denostaban a la FORA. Por un lado, se indicaba que, para el proletariado de estas tierras, los lazos de afinidad sindical eran indispensables para forjar ideas de emancipacin en tanto que las conferencias hacan el mero efecto de un relmpago. Esta ltima referencia se debe a que La Pampa Libre empez a volcar sus preferencias en la propaganda, otorgando no sin dudas- mayor impulso a la de carcter oral. La desconfianza estaba centrada en el pobrsimo saldo que quedaba de las grandes huelgas, por ejemplo La Forestal. El tema era que la reivindicacin inmediata estomacal no conduce a forjar valores diferentes a los que predominan en la sociedad burguesa y en consecuencia la propaganda pas a ser el arma concientizadora principal. En este contexto, el sindicalismo fue visto como una vertiente ms del reformismo, junto al parlamentarismo. Desde esta ptica, cuando decimos conciencia nos referimos a la destruccin de viejos valores y a la asimilacin de nuevos, para lo cual el sindicato no deba extinguirse sino convertirse principalmente en un centro de cultura obrera. Para esta vertiente del anarquismo asentado en el norte pampeano, decir nuevos valores era decir pensar por s mismo, tener un pensamiento crtico, no dejarse arrebaar, pues los pilares capitalistas a destruir eran no solo el de la propiedad privada sino tambin el de la autoridad, al mismo nivel. De ah la necesaria abolicin del Estado y su reemplazo por comunas libres y el libre acuerdo entre los hombres, postura que conceba a la dictadura del proletariado como una prolongacin del autoritarismo capitalista. Esta posicin no solo haca hincapi en la ineficacia del sindicato, al que no le da ningn papel luego de la revolucin social, a diferencia del anarcosindicalismo, sino que tambin pona en tela de juicio a toda organizacin.La Pampa Libre se hizo una pregunta clave en 1924: es perniciosa la organizacin en s o es que hay malos dirigentes? La clave responde- est en capacitar a los hombres que componen la organizacin pues si carecen de iniciativa propia seran presa fcil de los autoritarios. O sea, no hay sindicatos revolucionarios o retrgrados, sino que existen individuos que son lo uno o lo otro. Entonces, al tema de los nuevos valores se agregan otras dimensiones: la individual, muy relacionada con otras como la libertad y su delicadsimo equilibrio con la igualdad social para que no se asfixien mutuamente. Estamos haciendo referencia a la dimensin individual y de hecho el Che se ocup del individuo, un aporte infrecuente que articul dialcticamente la dimensin personal con la colectiva-comunitaria, que valoriz la auto-educacin, como afirmaba Rubn Dri, en esta misma ctedra, cuando hablaba de El humanismo revolucionario del Che. Dice el Che en El plan y el hombre que si el hombre contina alienado no realizar algo propio, algo nuevo hecho en libertad. El tema est unido a su vez a la necesidad de destrabar la tensin entre condiciones objetivas y subjetivas, un clsico.Adems de la referencia comn a la libertad individual, hay tambin una preocupacin comn por despegar el trmino del liberalismo. La libertad no tiene para el Che el significado del libre juego de individuos en el mercado sino que se alcanzar cuando el hombre se vea libre de la enajenacin, que es la lucha en el terreno de la conciencia, de la subjetividad. El anarquismo tampoco entenda la libertad como facultad ilimitada de explotar, pero por sus propias concepciones diferentes a las del marxismo, no vincul la libertad individual con derrumbar la enajenacin sino con la accin espontanea de las personas, que es su forma antiburocrtica y antiautoritaria de concebir la nueva sociedad.

Si la persona como ser individual no siente los nuevos valores, hasta el trabajo voluntario le ser alienante, nos advierte el Che. Como la alienacin no se esfuma con la abolicin de la propiedad privada, como una relacin causa-efecto, queda pendiente un aspecto clave para evitar la burocratizacin y la consecuente involucin a formas capitalistas dentro del socialismo. El hombre nuevo del Che apunta en esa direccin, pero lo ubica simultneamente a la construccin de la base material del comunismo. El anarquismo, como vimos, seala la necesidad de su forjamiento previo. Son simultaneidades planteadas en momentos distintos.La burocratizacin se presenta, segn se dijo, como una seria amenaza a las organizaciones y no solo las sindicales antes y despus de la revolucin y como un tema en permanente debate. En la calle, rgano de agrupaciones anarquistas de Rosario, La Plata y Buenos Aires plante en marzo de este ao que la degeneracin de las organizaciones obreras ha ido de la mano de la burocratizacin, es decir, de constitucin dentro de ellas de una capa de dirigentes inamovibles e incontrolables. Y la poltica de las organizaciones expresa, desde ese momento, los intereses y aspiraciones de esa burocracia. Por ello, la organizacin revolucionaria debe poner en prctica hoy en su estructura cotidiana los procesos de funcionamiento que desea para una futura sociedad libertaria. Por ejemplo, la democracia directa. Cul es la realidad de muchas organizaciones? Que su democracia, que debiera significar que dirija la mayora, est limitada a que la mayora designa a los dirigentes, es decir, est calcada del modo burgus de democracia parlamentaria.

El Che anud la burocratizacin a los estmulos materiales como nica forma de incentivo, pero si los nuevos valores no estn asumidos, hasta los incentivos morales terminan convirtindose en materiales. Sabemos que para el Che, era la superacin de las contradicciones de clase que subsisten en el socialismo, pese a la propiedad comn. A ms de diez aos de la revolucin cubana, opinaba que las comisiones de arbitraje que representaban el inters general eran ms confiables que el sindicato, donde el burcrata segua existiendo. En El plan y el hombre se propone no lesionar sensibilidades pero discutir cmo construimos un aparato ms adecuado.Si bien el abandono de la actividad sindical como prctica reivindicativa dio lugar al nacimiento de agrupaciones libertarias en La Pampa, esto no signific su conversin en partido poltico pues ello implicaba entrar en una institucionalidad que repudiaba. La prdica formaba parte de la disputa ideolgica con el reformismo en general; y, en particular, con el Partido Socialista. Para el anarquismo, el sistema eleccionario dejaba al pueblo indefenso frente al poder econmico, lo que converta a la soberana popular en una ficcin. Por lo tanto, participar en elecciones era ser cmplices de esas maniobras. Ms an, la no participacin era solicitada tambin a los trabajadores en, es decir, se solicitaba su abstencin en cuanto votantes. Para ello, se intentaba instalar en el centro del debate la autonoma obrera, la generacin de nuevos valores, etc.Una breve referencia al papel de la accin. Como los asistentes a esta ctedra quiz recuerden, Luis Mattini afirm en septiembre pasado que el Che y otros revolucionarios haban planteado que las condiciones subjetivas tambin se crean, no aparecen solas. Este es el rol partero de la accin; y si bien el Che la identific con el foco, mientras otros optaron por otros horizontes activos, se pueden tender puentes con esta frase de Pampa Libre: Los anarquista no esperan una hipottica madurez de los tiempos o de la evolucin para obrar, porque saben que accin es lo que mejor hace madurar la evolucin y los tiempos.

Si hablamos de accin, es inevitable la referencia a una parte de la accin revolucionaria: la violencia. Contrariamente al sentido comn, la mayora del anarquismo rechazaba la violencia sistemtica y colectiva para alcanzar el poder y ms an para imponer la nueva sociedad. La violencia concebida y justificada por el anarquismo en La Pampa era de carcter individual, espontanea y justiciera, es decir, a la medida de los actos que realizaron Simn Radowitzky y Kurt Wilkens.

Si bien se consideraba un derecho el uso de la violencia como defensa, deba elevarse el nivel de sacrificios, de herosmo: la violencia del mrtir. An cuando no son los anarquistas los violentos sino los hechos como afirmaba un dirigente anarco de esos aos, se consideraba que la revolucin deba hacerse antes de que los incidentes finales de violencia popular, en el terreno de la conciencia, pues el choque blico no produce valores per se, no mejora a nadie.

El anarquismo en La Pampa fue perdiendo influencia a medida que avanzaba la dcada de 1920. Es evidente que la conexin que estableci entre sindicato, propaganda doctrinaria y autonoma de las organizaciones brind a la militancia una fuerza que luego se diluy al no encontrar o buscar alternativas de reemplazo a esa triloga, en funcin del giro poltico que experimentaron sus dirigentes. A esto debe sumarse que la represin se hizo mucho ms preventiva y que la accin directa y su compaera, la autonoma obrera, fueron cada vez ms difciles de aplicar y hasta de explicar a las masas. El anarquista Ricardo Mella reflexionaba sobre estos temas en 1911; este fragmento parece recorrer todo el siglo:

Acaso la dificultad consiste en que siempre razonamos en vistas al fin, al fin absoluto del ideal. Las soluciones transitorias se nos escapan por temor al oportunismo y al reformismo. Y sin embargo, son necesarias. La meta no es lo mismo que el camino a recorrer. La exposicin doctrinal no basta. Es preciso adems impregnar de accin social el espritu libertario (Tctica libertaria).BibliografaEn la calle. rgano de difusin del Anarquismo (marzo de 1999).Etchenique, Jorge. Pampa Libre. Anarquistas en La Pampa. Santa Rosa: Universidad Nacional de Quilmes-Amerindia, 2000.

Guevara, Ernesto. El Socialismo y el hombre en Cuba. El socialismo y el hombre nuevo. Mxico: Siglo XXI, 1979. 3-17.-----El plan y el hombre. El socialismo y el hombre nuevo. Mxico: Siglo XXI, 1979. 53-77.Mella, Ricardo. Tctica libertaria. Accin libertaria. 14. Gijn (17 marzo de 1911). ricardomella.org. Web. 16 de julio de 2014.

El presente artculo fue escrito por el autor para el Boletn de la Ctedra Ernesto Che Guevara. Ao I, N 2, 1999 y sintetiza los principales aspectos planteados en la segunda clase del mdulo Antecedentes histricos del pensamiento del Che, realizada el 21 de mayo de 1999.

Simn Radowitzky llev a cabo el atentado con una bomba que mat al jefe de polica HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Ram%C3%B3n_Lorenzo_Falc%C3%B3n" \o "Ramn Lorenzo Falcn" Ramn Lorenzo Falcn, responsable de la brutal represin denominada semana roja, en HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/1909" \o "1909" 1909,en la ciudad de Buenos Aires.

Kurt Wilkens fue un militante HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Anarquista" \o "Anarquista" anarquista HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Alemania" \o "Alemania" alemn; se lo considera vengador de la represin de la Patagonia rebelde, al matar al teniente coronel Hctor Benigno Varela, responsable de esos hechos.