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 "...Él se acerca, la abraza por la espalda ante el espejo, y así enlazados van a la vidriera. Puso la mano ahí: tacto y dulzura..." "Gabrielle with Bare Breasts"  Pierre-Auguste Renoir Reseña biográfica Poeta español nacido en Barcelona en 1928, en el seno de una familia burguesa donde se respiró siempre un gran ambiente intelectual. Maestro de la poesía libre, que para él, era la «menos libre de todas si está bien hecha».  Y bien hecha significa «con música interna». Fue además escritor, traductor y crítico literario, siendo su característica principal una curiosa combinación de nostalgia, humor e ironía. Falleció trágicamente en 1999. © 

José Agustín Goytisolo

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"...l se acerca, la abraza por la espalda ante el espejo, y as enlazados van a la vidriera. Puso la mano ah: tacto y dulzura..."

"Gabrielle with Bare Breasts"Pierre-Auguste Renoir

Resea biogrficaPoeta espaol nacido en Barcelona en 1928, en el seno de una familia burguesa donde se respir siempre un gran ambiente intelectual.Maestro de la poesa libre, que para l, era la menos libre de todas si est bien hecha. Y bien hecha significa con msica interna. Fue adems escritor, traductor y crtico literario, siendo su caracterstica principal una curiosa combinacin de nostalgia, humor e irona.Falleci trgicamente en 1999.

Alguna noche

As...

Como la piel de un fruto, suave...

Cuando todo suceda

Donde t no estuvieras

El aire huele a humo

El oficio del poeta

El que cuenta las campanadas

En este mismo instante...

Esa flor instantnea

Esos locos furiosos increbles

La fuente perdurable

La noche le es propiciaLa visita

Las mujeres de antes

Le obliga a que la mire

Llora conmigo, hermano...

Nadie est solo

Palabras nunca dichas

Palabras para Julia

Por rincones de ayer

Se oyen los pjaros

Secreto

Sus horas son engao

Tacto y aire finoY saluda a su ausencia

Puedes escuchar su poesa en: De viva voz

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Alguna noche

Alguna noche -las fogatas erande dolor o de jbilo-la casa te vea desertar.

Te abras a una vidadistinta, a un mundoalegre como los ojos de un dios:voces mayores, fuegos de artificio,inacabable noche de San Juanen tu estancia vaca...

El tiempo se agrandaba en los rincones,se detena en torno al corazn,mientras el estruendo prosegua,lejos, lejos, quin sabe si real.

Despus, todo ms claro:los sonidos pequeos, el crujido de un mueblela lluvia en el desvn.

Nueva vida a las cosas, el alba apareca,y t llegabas, amorosamente.

As...Algunas veces llegopresuroso, rodeotus rodillas, tocotu pelo. Ay Dios, quisieradecirte tantas cosas!Te comprar un pauelo,ser buen chico, haremosun viaje....No s,no s lo que me pasa.Quiero morir as,as en tus brazos.

Como la piel de un fruto, suave...

Como la piel de un fruto, suavea la amenaza de los dientes,iluminada, alegre casi,ibas camino de la muerte.

La vida estaba en todas partes:en tu cabello, sobre el csped,sobre la tierra que aorabas,sobre los chopos, por tu frente...

Todo pas, tal un verano,sobre tu carne pura y breve.Como la piel de un fruto, erastan olorosa y atrayente!

Cuando todo sucedaDigo: comience el sendero a serpeardelante de la casa. Vuelva el davivido a transportarmelejano entre los chopos.All te esperar.Me anunciar tu paso el breve saltode un pjaro en ese instante fresco y huidizoque determina el vuelo,y la hierba otra vez como una orillaceder poco a poco a tu presencia.Te volver a mirar, a sonrerdesde el borde del agua.S lo que me dirs. Conozco el soplode tus labios mojados:tardabas en llegar. Y luego un besorepetido en el ro.De nuevo en pie siguiendo tu figuraregresar a la casa lentamentecuando todo suceda.

Donde t no estuvierasDnde t no estuvieras,como en este recinto, cercada por la vida,en cualquier paradero, conocido o distante,leera tu nombre.Aqu, cuando empezaste a vivir para el mrmol,cuando se abri a la sombra tu cuerpo desgarrado,pusieron una fecha: diecisiete de marzo. Y suspirarontranquilos, y rezaron por ti. Te concluyeron.Alrededor de ti, de lo que fuiste,en pozos similares, y en funestos estantes,otros, sal o ceniza, te hacen imperceptible.Lo miro todo, lo palpo todo:hierros, urnas, altares,una antigua vasija, retratos carcomidos por la lluvia,citas sagradas, nombres,anillos de latn, sucias coronas, horriblespoesas...Quiero ser familiar con todo esto.Pero tu nombre sigue aqu,tu ausencia y tu recuerdosiguen aqu. Aqu!donde t no estaras,si una hermosa maana, con msica de flores,los dioses no te hubieran olvidado.

El aire huele a humo

A Gabriel Celaya

Qu har con la memoria de esta noche tan clara cuando todo termine? Qu hacer si cae la sed sabiendo que est lejos la fuente en que beba?

Qu har de este deseo de terminar mil veces por volver a encontrarle?

Qu hacer cuando un mal aire de tristeza la envuelva igual que un maleficio?

Qu har bajo el otoo si el aire huele a humo y a plvora y a besos?

Qu hacer?Qu har? Preguntas a un azar que ya tiene las suertes repartidas.

El oficio del poeta

Contemplar las palabras sobre el papel escritas, medirlas, sopesar su cuerpo en el conjunto del poema, y despus, igual que un artesano, separarse a mirar cmo la luz emerge de la sutil textura. As es el viejo oficio del poeta, que comienza en la idea, en el soplo sobre el polvo infinito de la memoria, sobre la experiencia vivida, la historia, los deseos, las pasiones del hombre.

La materia del canto nos lo ha ofrecido el pueblo con su voz. Devolvamos las palabras reunidas a su autntico dueo.

El que cuenta las campanadasEl amante de medianoche, el que ansi que ella le siguiera, el que cuenta las campanadas como un enfermo desahuciado; el que pone cara de crcel cuando se mira en el espejo: es el furtivo que no duerme acechando a su compaera, y ella es feliz porque ahora vive una noche tan inefable y tan honda como la muerte.

En este mismo instante...

En este mismo instante hay un hombre que sufre, un hombre torturado tan slo por amar la libertad. Ignoro dnde vive, qu lengua habla, de qu color tiene la piel, cmo se llama, pero en este mismo instante, cuando tus ojos leen mi pequeo poema, ese hombre existe, grita, se puede or su llanto de animal acosado, mientras muerde sus labios para no denunciar a los amigos. Oyes? Un hombre solo grita maniatado, existe en algn sitio. He dicho solo? No sientes, como yo, el dolor de su cuerpo repetido en el tuyo? No te mana la sangre bajo los golpes ciegos? Nadie est solo. Ahora, en este mismo instante, tambin a ti y a m nos tienen maniatados.

Esa flor instantneaMiedo a perderse ambos, vivir el uno sin el otro: miedo a estar alejados en el viento de la niebla, en los pasos del da, en la luz del relmpago, en cualquier parte. Miedo que les hace abrazarse, unirse en este aire que ahora juntos respiran. Y se buscan y se buscan esa flor instantnea que cuando se consigue se deshace en un soplo y hay que ir a encontrar otras en el jardn umbro. Miedo; bendito miedo que propicia el deseo la agona y el rapto, de los que mueren juntos y resucitan luego.

Esos locos furiosos increbles

Llegan apresurados y nunca dicen para qu ni de dnde proceden y enseguida te piden dos mil francos que casi siempre te han de devolver o te quitan la toalla sin respeto cuando te ests duchando se ponen la colonia los polvos el masaje la locin de tu novio o de tu hija te arrastran a lugares espantosos o bellos y ni siquiera piden tu opinin y beben prodigiosamente se ponen a cantar en cualquier parte o arman la del gran dios en un bar miserable y por motivos nimios siempre siempre avasallan te compran un sombrero o unas flores y un da salen al galope quiz hacia los infiernos qu desastre.

Seora caballero muchachita asustada militante de un partido ecologista: si se tropieza usted con uno de esos locos furiosos increbles no le deje escapar llvelo a casa son tiernos como nios a veces tienen fro quin sabe si es porque les han pegado duro duermen poco se lavan todo el rato y son muy besucones y mirones pero cuidan los libros sacan todas las noches el cubo de basura a la escalera y estn slo pendientes de tener siempre un cenicero al lado.

Tienen por fin el gran inconveniente: se van mas vuelven pronto duran toda la vida.

La fuente perdurable

Se estremeci al contacto de las manosy ofreca su cuerpo al alfareroque ella siempre anhel: primero el rostrodespus el talle luego las rodillas.

Oh s! Mujer de barro que se vuelvecntaro de aguamiel vasija hmedacopa de vino para los desmayosmaceta de albahaca taza honda

cliz de olor jofaina regaladapila bajo la fuente perdurablelamparilla de aceite que alumbrara

noches sin sueo y pginas de un libroque est por escribir. Oh s; ser barro!Barro que ha descubierto a su alfarero.

La noche le es propiciaTodo fue muy sencillo: ocurri que las manos que ella amaba, tomaron por sorpresa su piel y sus cabellos; que la lengua descubri su deleite. Ah! detener el tiempo! Aunque la historia tan slo ha comenzado y sepa que la noche le es propicia, teme que con el alba contine su sed igual que siempre. Ahora el amor la invade una vez ms. Oh t que ests bebiendo! Apidate de ella, su garganta est seca, ni hablar puede. Pero escucha su herido, respira la agona de un xtasis y el ruego: no te vayas, no, no te vayas. Quiero beber yo!

La visita

Pasada la hora de las ignominiaslos viejos apagaron con tierra las fogataslas mujeres y nios recogieron las tiendaslos hombres empuaron el fusil.

La ruta del desierto fue muy dura:se abrieron paso a tiros en medio de la nochepara no ser esclavos para no ser vendidosigual que reses en su propio hogar.

Hoy con su pueblo a salvo los guerreroshan vuelto al territorio de la casa invadiday el enemigo sabe que si alcanza un momentoa ver sus rostros es que va a morir.

Oh t que me censuras pues no escribode dioses y me exalto por cosas de la tierra !conoce a estos hombres: como los inmortalesluchan ardiendo por su libertad.

Las mujeres de antes

En los Paseos junto al maren las sillas de mimbre de los baresreclinadas en suaves chaises-longues de terciopelofumando cigarrillos atrevidos y exticosvestidas de colores muy decenteso en lugares cerrados y ms ntimosmirndose al espejoretocando sus labios y empolvndoselas mujeres de antes parecan irrealeseran como otra cosa algo distintopero cuando nos daban carameloso las fotografiaban de perfiltodos todos sabamos que aquello se acababaque no poda serque la hermosa pelcula no iba a continuar siemprey que la extraa joya que al parecer tenanescondida en los pliegues del escoteo quizs entre las piernasiba a volverse pronto mercanca barataque ellas eran como nosotroscon sus deseos y melancolascon sus trabajos y su desengao.

Y entonces para qu fingirse diosassi ni ellas lo querany para qu tanto suspiro absurdotanta mano bellsima frotando en solitariotanto dedo en salivasi de la fiesta aquella slo iban a quedaralgunos viejos cuadros y montones de cajas de sombrerosllenas de fotos ocres junto a discos partidos?

Le obliga a que la mire...Es fruto agraz al paladar y sedoso para los labios que han conocido su contorno y percibieron la afluencia.

Ella jugaba aquella noche cautivada por la ternura de una voz que a su decisin slo dijo: si t lo quieres...

Ahora le obliga a que la mire, para que vea lo que es suyo y lo que luego ha de perder cuando se aparte de sus ojos.

Llora conmigo, hermano...Llora conmigo, hermano.Era mujer y bella. No tenanieve sobre los aos.De ella, de m, de todote separaron. Pero el tiempote ha devuelto a su abrazo.A ella y a ti os preguntosi es posible que todo lo que amsea slo un engao.Sabis que espero, a veces,vuestra voz, y que tengolos odos tapados?Sabisque niego el pie de vuestros pasos?Pero no importa. vivosobre las ruinas. Amo.Decidme, s, decidme,-aunque no pueda orlo,aunque nunca lo crea -que nada ha terminado.

Nadie est solo

En este mismo instante hay un hombre que sufre, un hombre torturado tan slo por amar la libertad. Ignoro dnde vive, qu lengua habla, de qu color tiene la piel, cmo se llama, pero en este mismo instante, cuando tus ojos leen mi pequeo poema, ese hombre existe, grita, se puede or su llanto de animal acosado, mientras muerde sus labios para no denunciar a los amigos. Oyes? Un hombre solo grita maniatado, existe en algn sitio. He dicho solo? No sientes, como yo, el dolor de su cuerpo repetido en el tuyo? No te mana la sangre bajo los golpes ciegos? Nadie est solo. Ahora, en este mismo instante, tambin a ti y a m nos tienen maniatados.

Palabras nunca dichasNo saba decirlas, no poda; porque jams las pronunciar antes, juntas as. La angustia la mataba, imposible aguantar aquel anhelo que era dolor cruel de tan agudo. Y las palabras nunca dichas fueran el nico remedio en aquel trance que alteraba su cuerpo: de la piel, hasta lo ms profundo. Con voz rota ella pide: oh t, por caridad aydame a decirte que... Palabras.

Palabras para Julia

T no puedes volver atrs porque la vida ya te empuja como un aullido interminable. Hija ma, es mejor vivir con la alegra de los hombres, que llorar ante el muro ciego. Te sentirs acorralada, te sentirs perdida o sola, tal vez querrs no haber nacido. Yo s muy bien que te dirn que la vida no tiene objeto, que es un asunto desgraciado. Entonces siempre acurdate de lo que un da yo escrib pensando en ti como ahora pienso. Un hombre slo, una mujer as, tomados de uno en uno, son como polvo, no son nada. Pero yo cuando te hablo a ti, cuando te escribo estas palabras, pienso tambin en otros hombres. Tu destino est en los dems, tu futuro es tu propia vida, tu dignidad es la de todos. Otros esperan que resistas, que les ayude tu alegra, tu cancin entre sus canciones. Entonces siempre acurdate de lo que un da yo escrib pensando en ti como ahora pienso. Nunca te entregues ni te apartes junto al camino, nunca digas no puedo ms y aqu me quedo. La vida es bella, t vers como a pesar de los pesares, tendrs amor, tendrs amigos. Por lo dems no hay eleccin y este mundo tal como es ser todo tu patrimonio. Perdname, no s decirte nada ms, pero t comprendeque yo an estoy en el camino. Y siempre, siempre, acurdate de lo que un da yo escrib pensando en ti como ahora pienso.

Por rincones de ayerEn lugares perdidoscontra toda esperanzate buscaba.En ciudades sin nombrepor rincones de ayerte busqu.En horas miserablesentre la sombra amargate buscaba.Y cuando el desalientome peda volverte encontr.

Se oyen los pjaros...El alba. Se oyen los pjaros como perdidos en la niebla; el silencio sube sus cantos a la penumbra de la estancia. El percibe un temblor muy tenue que estremece la piel que ama dulce en su ensueo. Muy despacio la va cubriendo con la sbana por evitar que se desvele. Pero unos brazos le envolvan y se cieron a su cuerpo: eternidad fue aqu lisura miel y jazmn. Mucho ms tarde an se oa el cantar los pjaros.

SecretoAntes yo no sabapor qu debemos todos-da tras da-seguir siempre adelantehasta como se diceque el cuerpo aguante.Ahora lo s.Si te vienes conmigote lo dir.

Sus horas son engao

Triste es el territorio de la ausencia.

Sus horas son engao desfiguranruidos olores y contornosy en sus fronteras deben entenderselas cosas al revs.

As el sonidodel timbre de la entrada significaque no vas a llegar una luz olvidadaen el piso de arriba es smbolo de muertede vaco en tu estancia rumor de pasoscuentas que te fuiste y el olor a violetasdeclara el abandono del jardn.

Y en ese mundo qu deb hacer yoprncipe derrotado rey mendigosino forzar mis ojos para que retuvieranaquel inexpresable color mielsuave y cambiante de tus cabellos?

De "Final de un adis"

Tacto y aire fino...Toda la noche comenzaba todo, toda la noche amor. Toda la noche claridad y vehemencia, toda la noche amor. Toda la noche llama contra llama, toda la noche amor. Toda la noche fiesta en el espejo, toda la noche amor. Toda la noche amndose a s misma toda la noche amor. Toda la noche tacto y aire fino, toda la noche amor.

Y saluda a su ausenciaNoche de los amantes: la seducen los momentos que vive. Ahora se mira, acaricia su cuerpo muy despacio mientras piensa por Dios que an es hermosa.

Noche de los amantes; l se acerca, la abraza por la espalda ante el espejo y as enlazados van a la vidriera. Puso la mano ah: tacto y dulzura.

Noche de los amantes: ella observa la ciudad ardiente y cree ver su casa lejos entre otras muchas. Mueve un brazo y saluda a su ausencia. Y se estremece.